Andrés Accorsi's Blog, page 209
November 8, 2012
08/ 11: SHOWCASE PRESENTS YOUNG LOVE Vol.1

Esto es muy alienígena. Tanto que nadie sabe quiénes fueron los autores de la mayoría de las historietas. Son autores anónimos, como el que inventó los chistes de Jaimito, o el pibe que tiró la bengala en Cromagnon. Básicamente, son historias de amor rosa, muy light. Minas que se enamoran de un tipo que no se quiere casar o que no les da bola, la clásica de dos amigas / hermanas que se disputan a un mismo flaco, minas que creen amar a uno y al final descubren que aman a otro, el tipo o mina que se va de viaje y deja a su pareja sufriendo porque cree que lo/la va a perder a manos de otro/a, y boludeces por el estilo. No se ven, y me llamó la atención, algunos conflictos típicos de la telenovela argentina, como falsos embarazos, romances entre mucama y patrón, gente que cree ser hija de quienes no son sus verdaderos padres y demás clichés. Las historias son muy cortas, muy obvias, poco profundas. Si hay algún vuelo, está en los bloques de texto en los que los anónimos guionistas describen lo que sienten estas heroínas presas de sus sentimientos.
La única excepción a esta regla es el serial protagonizado por Mary Robin, la enfermera, que está en casi todos los números del tomo. Acá hay gente que se queda ciega o paralítica, o que pierde la memoria, otros yeites clásicos de nuestras telenovelas. Y hay algo así como un personaje mejor trabajado, explorado con más profundidad. Era obvio que en un punto se tenía que terminar, porque para que la historieta tuviera gracia, Mary se tenía que transar a distintos chongos en todos los episodios. Y con 14 episodios (y casi la misma cantidad de muchachos) ya acumulados, más que enfermera parecía un yiro barato. Estas historietas, además, son las que ostentan los mejores dibujos, a cargo de un John Romita (padre, obvio) inspiradísimo, con mucha onda, incansable en la búsqueda de recursos para no dibujar sólo cabecitas que hablan (y se enroscan en fogosos besos).
¿Y el resto de las historietas? Y, bastante pobretonas desde lo visual. Hay alguito de Gene Colan, alguito de Mike Sekowsky, bastante Don Heck (pero con pocas pilas) y varios dibujantes ignotos. Lo más loco es cómo todos se esfuerzan por dibujar igual. De hecho, todos los varones que aparecen en estos comics son idénticos! No hay gordos, ni escuálidos, ni lungos, ni petisos, ninguno tiene barba, ni bigotes, ni anteojos, ni pelo largo y por supuesto ninguno es negro, ni oriental, ni latino, ni aborigen, ni nada. Se nota que el coordinador Jack Miller tenía muy claro con qué ideal de chongo se mojaban las chicas que leían Young Love.
Esto leído hoy no atrasa décadas, sino milenios. Por muchos motivos, pero principalmente porque no hay garches. Los pibes y minas se enamoran locamente, suspiran, se desean, sienten cómo se aceleran sus pulsaciones, se buscan, se encuentran, se besan con toda la pasión… y hasta ahí llegamos. Lo cual nos permite, además de leer las historietas, jugar al juego de Adivine Cuándo Garchan. Vas leyendo la historia y cada vez que la cosa se pone hot, decís “esta secuencia ameritaba un garche”. Y como tenés la mente podrida, seguro te imaginás a los protagonistas en situaciones mucho más escabrosas que las que hubiesen podido dibujar estos atildados señores en los años ´60. Probalo, es bastante divertido.
Hasta fines de los ´60, DC conservó esta ilusión de un mundo idílico, de amor limpito y sano, sin contaminar por las luchas sociales, el crimen urbano, el choque generacional, las desigualdades de clase, o incluso por temas más relacionados con la pareja, como la revolución sexual, el amor libre de los hippies, o los movimientos feministas que –sospecho- habrían odiado los contenidos de Young Love. Este libro (el único de su género que me pienso comprar) es interesante como rareza, como reliquia bizarra, y si hay algo que realmente se disfruta, que realmente te llena, son todas esas páginas dibujadas como los dioses por John Romita, hasta que Stan Lee se lo llevó a Marvel. El resto, supongo que estará bueno sólo si sos mujer heterosexual y tenés entre 11 y 14 años.
Published on November 08, 2012 09:46
November 7, 2012
07/ 11: LA SAGA DE NUEVA YORK (parte 5)

Rápidamen-
te nos entregaron las acreditaciones que nos permitían quedarnos hasta las nueve de la noche a disfrutar de... muy poco. La verdad, la programación del jueves en materia de charlas y demás era bastante penosa. Eso tiene una explicación: el jueves la Con abría sólo para profesionales, prensa y los fans que habían comprado el pase para viernes, sábado y domingo (los hardliners, bah). O sea que, si bien había bastante gente, al lado de lo que se vendría el viernes, el Javits estaba menos poblado que las vitrinas de Gimnasia.
La comparación con San Diego es inevitable, por lo menos con el San Diego de hace 12 años, que fue el último en el que estuve. De movida, el Javits tiene mucho menos espacio para charlas, juegos, proyecciones, etc., que San Diego. Sin embargo el “main floor” (el sector de los stands) es prácticamente igual de grande, y el Artist Alley (el sector de los artistas) es mucho más amplio y cómodo. Al recorrer los stands rápidamente se notan algunas ausencias: ¿Cómo no están IDW ni Boom! Studios? Mediante alguna lógica retorcida, puedo entender que no estén Fantagraphics, o Drawn & Quarterly, o kiosquitos unipersonales tipo Cartoon Books (que nunca faltaban en las San Diegos noventosas), pero IDW y Boom! no podían no estar. Aún así, no estaban.
En general, todo el “palo indie” estaba escasamente representado. Había stand de Top Shelf (ni en pedo te hacían las ofertas que ponen en su sitio web), de First Second, y pará de contar. ¿Autores? Peter Kuper, que fue por la suya al Artist Alley, y porque la gilada lo identifica con Spy vs. Spy. El resto, ni a saludar. En San Diego siempre tenías un Daniel Clowes, un Peter Bagge, alguno de los Hermanos Hernández... Acá, pindonga. Si no dibujás superhéroes, zombies o jedis, no existís. Y sin dudas, eso fue lo más choto de la NYCC, la poca diversidad.
Había bastante manga, es cierto. Muchos stands de animé y merchandising, bastantes menos vendiendo los tomitos (Viz, por ejemplo, no vendía nada). Esto es porque este año la NYCC absorbió al NY Anime Festival dentro de su programación. De todos modos, la maniobra no fue prolija, a tal punto de que las actividades de manga y animé aparecían en un sector aparte del catálogo de la Con y yo me enteré de que estaba el sensei Masakazu Katsura... cuando ya se había ido. Otros autores a los que me hubiera gustado ver pero jamás vi fueron Dave Gibbons, Andy Kubert y Patrick McDonnell (el de Mutts!). En el catálogo dice que estaban, yo no los vi por ningún lado.
Y bueno, ¿qué se puede hacer en una convención el día que la programación es chota?

chear al sector de los dealers, a los que venden los back issues y los TPBs a precios obscena-
mente bajos, antes de que arrase la marabunta y no quede ni una Team Youngblood en mal estado. La otra es ir al Artist Alley a boludear con los autores, pero yo el primer día no lo encontré (estaba medio escondido), así que mi primera y única opción fue entregarme (junto con mi secuaz Nacho Alcuri) a las garras de la más abyecta adicción: los TPBs a u$ 5. La inmensa mayoría de los dealers tenían cajas de back issues baratísimos (en la foto estoy escrutando una caja de u$ 0,50) y dos sectores de brolis: uno de brolis a mitad de tapa y otro de brolis a u$ 5. En las cajas de u$ 5 había tanta merca y tan grossa, que a los de mitad de tapa ni los mirábamos. ¿Me vas a cobrar u$ 9 por un TPB de u$ 18? Ni en pedo, con u$ 9 me compro casi dos TPBs de u$ 5. ¿Remeras a u$ 20? Metételas en el orto, son cuatro brolis de u$ 5. En un par de horas, la nueva unidad monetaria fue el TPB de u$ 5. El sandwich me salió un TPB, la entrada al MOMA cinco TPBs, el numerito de Solo que me faltaba (el de Darwyn Cooke) lo pagué dos TPBs, y así todo lo demás.
Tipo 18:30, Nacho se fue junto con Nico Peruzzo al Bronx, a ver un show en vivo de Jerry Seinfeld, obviamente cargado con varias bolsas que explotaban de TPBs. Yo me quedé hasta que cerró el predio, adiviná haciendo qué. Y sí, carroñando ofertitas en las mesas de los dealers. Ya habría tiempo para presenciar charlas y encontrarse con autores amigos el día viernes, pero antes... Acababa de salir el último número de Scalped y para celebrarlo, Vertigo organizaba una fiesta ese mismo jueves a la noche. Mis amigos uruguayos y yo estábamos invitados, así que allá vamos. Retomamos pronto!
Published on November 07, 2012 09:06
November 6, 2012
06/ 11: EXPLORER: THE MYSTERY BOXES

Abre la ignota pero impactante Emily Carroll, una chica cuyo estilo gráfico mezcla acertadamente lo mejor de Kate Beaton y lo mejor de Vera Brosgol. Sin ser original, Carroll es buenísima a la hora de dibujar. Por suerte se respalda a sí misma con un gran guión, tenso, climático y con muchos momentos en los que no te imaginás qué catzo puede llegar a pasar. Arrancamos muy bien.
La segunda historia ya baja un cachito. Los autores también son desconocidísimos: Dave Roman (creo que es novelista) y Raina Telgemeier. El guión es divertido, dentro de lo predecible, y el dibujo zafa, es una especie de Chris Eliopulos de la B, correcto aunque no destacable.
La tercera tiene un problema, que es el dibujo. Jason Caffoe es el principal asistente de Kazu Kibuishi, por eso publica en la antología. Porque como dibujante es francamente limitado, sumamente dependiente del color y los efectitos del photoshop. El tema es que todo el escepticismo que te genera el dibujo te lo contrarresta el guión, que es fino, inteligente, sugestivo y con un giro sobre el final definitivamente hermoso.
La cuarta historieta está a cargo de otro autor ignoto, Rad Sechrist, que claramente viene del campo de la animación. De hecho, la historieta parece un storyboard para un corto animado. Está bien, no es la octava maravilla del comic, pero es atractiva, con buen ritmo, buenos gags y una sana sensación de “vale todo”.
La siguiente historia está escrita y dibujada por Stuart Livingston y no es ni chota ni demasiado buena. El dibujo es correcto (parece de un autor español de los ´90, tipo Germán García, Luis Bustos o Javi Rodríguez) y el guión... tiene momentos lindos, emotivos, que medio se desinflan al final con un chamuyo de “paz y amor” que queda muy bien pero a mí no me terminó de cerrar.
Vamos a la sexta, que seguro es una de las mejores. Johane Matte también es grossa en el palo de la animación y lo muestra, lo exhibe con total desparpajo en una historieta definitivamente delirante, pensada para hacernos cagar de risa. Matte mezcla ciencia-ficción con comedia descontrolada onda Looney Tunes y dibuja todo tan bien que asusta. Sus personajes son graciosos, tiernos, hiper-kinéticos e hiper-expresivos, la narrativa es excelente y –un lujo extra- el color está puesto con lo mínimo, sin la menor chance de disputarle el protagonismo al dibujo. Muy grossa esta autora de la que quiero YA más material.
Y cierra el jefe, Kazu Kibuishi, el padre de la criatura. La primera página es “wow!”. Parece que vamos a leer una de Yukinobu Hoshino coloreada a todo culo con las mega-técnicas digitales. Después te das cuenta de que no, de que Kibuishi es mucho más limitado que Hoshino tanto en el dibujo como en la narrativa. Por suerte el color es majestuoso y levanta la onda medio chata del dibujo. Y lo más importante: el guión está MUY bueno. Por ahí se podía contar lo mismo en menos páginas, y aún así la historieta es muy disfrutable porque las ideas son grossas y el dilema que plantea Kibuishi es profundo y atrapante.
En síntesis, otra antología más que interesante que cumple con creces la misión de mostrarnos trabajos de autores distintos, a los que no seguimos habitualmente, y además sorprende con varios guiones de muy buen nivel en historietas aptas para todo público (grandes y chicos, varones y mujeres), sin énfasis en la machaca y con huevos para explorar con éxito varios géneros distintos. Bien por Kibuishi y sus amigos.
Published on November 06, 2012 17:14
November 5, 2012
05/ 11: S.

Si me apuran, diré que son una serie de anécdotas sólo conectadas porque en todas aparece S., quien –me parece- es Sergio, el padre de Gipi. Estas saltan por distintas épocas, locaciones y hasta géneros. Algunas son intimistas y otras, las que tienen que ver con la Segunda Guerra Mundial, tienen visos bélicos y hasta épicos.
Pero sinceramente, no entendí todo lo que Gipi quiso transmitir en la historia. Por ahí porque se pasó un cachito de críptico, no sé. También tiene que ver con el hecho de que es una obra con mucho, muchísimo texto, gigantescas parrafadas de texto, y uno entiende italiano, pero hasta ahí nomás. Si tocara menos de oído seguro lo habría disfrutado más, o le habría tenido más paciencia a las secuencias en las que me pareció que Gipi se iba muy al carajo. El otro obstáculo insalvable es que todos esos infinitos masacotes de texto están escritos por el autor a mano alzada, con una caligrafía espantosa, desprolija, generosamente aderezada con tachaduras. O sea que ni te dan ganas de esforzarte para entenderlo, porque Gipi jamás se esforzó para que vos lo entiendas a él. No soy fan de las tipografías estandarizadas y suelo protestar cuando en alguna edición la excesiva “cero onda” de las tipografías conspira contra el disfrute de las historietas. Acá, traiciono mis banderas históricas al mejor estilo Unión Cívica Radical y digo “cuánto más me hubiese gustado S. sin esa letra impresentable de Gipi y con una tipografía un cachito más legible”.
Como en varios puntos me perdí, no me considero muy capacitado para criticar el argumento, el desarrollo de los personajes y esas cosas. Pesqué muchos diálogos magníficos y eso sí, lo quiero rescatar.
Y por supuesto, el dibujo, que es majestuoso y conmovedor en todas y cada una de las 100 páginas de la novela. Tanto en las secuencias en las que el dibujo se hace cargo de llevar adelante el relato como cuando se limita a ilustrar algún aspecto de los infinitos textos, Gipi demuestra que a la hora de meterle tintas negras y colores a la página, hay poquísimos que pueden aspirar a su nivel. El maestro mezcla escenas a color con otras en blanco y negro y en ambas variantes su trabajo explota en expresividad, sutileza y destreza, tanto técnica como narrativa.
Por algún lugar de los recovecos de la memoria, Gipi se aventuró a contar historias del pasado de su padre (creo). En uno de esos recovecos, yo me perdí, no sé si por alguna decisión medio extrema del autor o por mi propia inoperancia. Eso no me alcanza para decir que S. es un trabajo flojo, ni poco atractivo, ni nada. Simplemente no me animo a recomendarlo (excepto a aquellos a los que el guión no les importa en lo más mínimo y compran sólo por el dibujo) porque hay varios tramos de la obra que realmente no sé si me gustaron o no, porque no los entendí. ¿Qué va´cer? A veces pasa. Juro solemnemente volver a comprar S. el día que la vea editada en castellano.
Published on November 05, 2012 18:11
November 2, 2012
02/ 11: LA SAGA DE NUEVA YORK (parte 4)

Entramos al suntuoso edificio (no sin antes pasar un estricto control), llegamos a la recepción y nos fumamos casi 40 minutos de espera hasta que apareció Will, que se había ido a almorzar. En la recepción aprovechamos para charlar con Clark Kent, que estaba ahí cubriendo una nota. También había un coñemu tamaño real de Batman, bastante intimidante. Este es casi nuevo: cuando visité las oficinas de DC en mi adolescencia (y en otro edificio) estaba sólo Clark.
Una vez aparecido Dennis, la primera escala fue en su oficina, bastante más chiquita de lo que yo imaginaba. Dejamos nuestras mochilas y empezamos la recorrida. Pasamos por la oficina de Jim Lee (estaba cerrada, pero daba la impresión de ser enorme), por la de Geoff Johns (idem), por la de Karen Berger, que estaba ahí, trabajando, en un espacio amplio y super-iluminado, visitamos una enorme sala de conferencias, equipada con una mega-pantalla para hablar en directo con la gente de DC Entertainment que opera desde la Costa Oeste, vimos dispensers de bebidas, fotocopiadoras, archivos, zonas de descanso, oficinas chiquitas de los distintos editores, una pared donde pegan las portadas de todas las revistas que se editan ese mes, otra llamada el “MADtropolitan Museum”, en la que están enmarcadas portadas clásicas de MAD, mucha gente abocada al tema promociones, ventas y licencias de merchandising...
En la recorrida por los dos pisos que ocupa DC, nos cruzamos con un sólo guionista (a quien yo no conocía) y varios coordinadores, entre ellos Eddie Berganza, Bobbie Chase, Shelly Bond y el enemigo de la Humanidad toda, Bob Harras. Toda gente amable, que saludaba, hacía chistes y sonreía. Si bien todo estaba cubierto de imágenes de superhéroes, Alfred E. Neuman, personajes de Vertigo, etc. (en sus distintas versiones de historieta, cine, tele, whatever), no daba la sensación de ser un lugar taaaan comiquero. Parecía más una oficina de una empresa grande, no muy distinta (aunque más chica) de lo que podés ver si te mandás a las oficinas que tiene Disney en Olivos.

En la despedida hubo cordiales abrazos y la promesa de seguirla pronto, promesa que se cumpliría con creces. Pero claro, ya eran como las tres y pico de la tarde, o sea... ya estaba abriendo la Convención! ¿Qué carajo hacíamos en DC cuando estaba abriendo la Convención? Rajemos para allá!
(Más fotos de nuestra visita a DC y los afilados comentarios de Nacho Alcuri pueden verse en http://www.multiverseros.com/comics/:...)
Published on November 02, 2012 08:14
November 1, 2012
01/ 11: LOS MAS VENDIDOS DE OCTUBRE

El resultado es poco representativo, pero igual veamos qué fue lo que más vendió:
1) Monsieur Jean (Común)
2) La Baba (Llanto de Mudo)
3) 30 Días de Noche (Deux)
4) Macanudo Vol.9 (Común)
5) Cieloalto (Agua Negra)
6) Regreso a Arkham (Agua Negra)
7) Fuera de Cuadro (Agua Negra)
8) Cybersix Vol.1(Napoleones sin Batallas + Deux)
9) Shankar Vol.1 (Loco Rabia + Belerofonte)
10) Yo, Vampiro Vol.3+4 (Puro Comic)
Mirá vos... El mes pasado yo decía “qué notable Monsieur Jean, que bien vendió, sobre todo si pensamos que este es un país con poca tradición de historieta europea y que es un libro de $ 95 de tapa”. Y en Septiembre quedó SEXTO. ¿Qué tengo que decir este mes que quedó primero? En primer lugar, que no vendió MUCHO más que en Septiembre, pero claro, en un mes bajonero, no hace falta vender fantastillones de ejemplares para trepar en el ranking. Y en segundo, nada, por ahí la gilada aprendió a leer ;)
La Baba, con humildad y sin estridencia, se quedó con el segundo puesto y fue la novedad mejor rankeada del mes. Yo le tenía mucha fe a Cieloalto, pero salió a la venta muy cerca de fin de mes, lo cual le restó posibilidades. Seguro el mes que viene va a estar más (cielo) alto.
La otra novedad de Agua Negra, Fuera de Cuadro, logró un decoroso séptimo puesto, importante si pensamos que es un libro de ensayos y que vale $ 135. El resto de las novedades, o no salieron (lo del Vol.2 de Cybersix ya parece un chiste) o no vendieron como para entrar al ranking.
Y los puestos restantes se repartieron entre seis hitazos de 2012, un par de ellos surgidos en la primera mitad del año (Regreso a Arkham y el tomo final de Yo, Vampiro) y el resto aparecidos durante el blitzkrieg de novedades de Julio y Agosto.
Veremos qué pasa en Noviembre, con un libro esperadísimo como es el Vol.2 de Dora (de Ignacio Minaverry), varias antologías interesantes y nuevos títulos de Liniers, Berliac y Diego Cortés, entre otros.
Aprovecho estos rengloncitos para contar que mañana viernes posteo desde Buenos Aires, pero a la tarde me voy a Mendoza, a participar del Unicomix, junto a los maestros Alberto Montt, Gustavo Sala, Rubén Meriggi y Jorge Lucas. Por ese motivo, no habrá posts ni sábado ni domingo. El lunes estoy en Buenos Aires y posteo. El martes a la noche me voy a Santiago del Estero, a poner stand en la Feria del Libro de esa ciudad, con lo cual del miércoles 7 al domingo 11 se supone que voy a laburar 12 horas seguidas ahí adentro. Ya voy a encontrar la forma de hacer trampa y tener un rato para leer comics y postear reseñas desde allá...
Published on November 01, 2012 19:41
October 31, 2012
31/ 10: BATMAN & ROBIN Vol.2

La verdad que, si bien ninguno de los dibujantes de este tomo puede siquiera lamerle un cordón de la zapatilla a Frank Quitely, en general me parece que el Vol.2 es mejor que el Vol.1. Porque claro, no está Quitely, pero tampoco está el impresentable Philip Tan, que convirtió en un adefesio ilegible a tres numeritos a los que Grant Morrison les puso mucho huevo.
El primer arco del Vol.2 es -a grandes rasgos- prescindible. Se disfruta bastante porque Morrison mecha muy buenos momentos dentro de una trama medio anodina. Esta consiste en: aparece un cadáver de Bruce resucitado, Batman, Batwoman, Damian y Alfred lo confrontan y al final es una réplica. O sea, una gilada, como casi todo lo que pasó en las series regulares de DC cuando tuvieron que engancharse con la infausta Blackest Night. Lo bueno de este arco pasa por otro lado: por Knight y Squire (y los villanos británicos), por algunos diálogos entre Dick y Batwoman, por los magníficos cruces entre Damian y Alfred y por los dibujos de Cameron Stewart, que están buenísimos, mucho más dark que en otros trabajos suyos, como para adecuarse mejor a un guión bastante truculento y sombrío.
En el segundo arco, Morrison me shockeó. Metió en sólo tres episodios todo lo que yo esperaba ver en esta serie: el contraste entre Dick y Damian, un rol destacado (e impredecible) para Talia, una investigación exhaustiva por parte de los héroes acerca del verdadero paradero de Bruce Wayne y la aparición de uno de los villanos clásicos. No lo quiero mencionar porque es sorpresa y porque aparece recién en la última página. Obviamente la lucha grossa contra él va a estar en el Vol.3. Me acuerdo que yo rescataba del Vol.1 la interacción entre Dick y los secundarios que habitualmente rodean a Bruce: Alfred, Gordon y Lucius Fox. Bueno, la mejor escena de este tomo es cuando Damian –con la complicidad de Fox- se mete en una reunión de directorio de Wayne Enterprises. Eso es un bonus track que jamás me vi venir y que además está obscenamente bien escrito.
Hasta el momento de la revelación impactante respecto del “villano encubierto”, los buenos se distraen luchando contra otros villanos creados por Morrison para esta saga (creo), que no me llegaron a interesar. Eran meros obstáculos, un recurso para que la saga no se limitara a la investigación y tuviera algo de machaca. De todos modos, lo brillante es la investigación, cómo Morrison convierte en algo nuevo y fascinante a la Baticueva, a la Mansión Wayne y a todos esos ancestros de Bruce que alguna vez se mencionaron en historietas anteriores. El escocés hizo los deberes y “metió en continuidad” a muchos antepasados Wayne que andaban boyando por ahí y a los que después resignificó en The Return of Bruce Wayne, un comic que a priori no me interesaba leer (porque como ya dije muchas veces, me tienen los huevos al plato con Bruce Wayne) pero si realmente engancha mucho con el Vol.3 de esta serie... no me voy a poder resistir.
El dibujante de este arco es Andy Clarke, una mezcla entre Quitely y Travis Charest que no llega al nivel de ninguno de los dos, pero aún así es de bueno para arriba. Clarke trabaja sobre una narrativa clásica, sin estridencias, mete muchas rayitas que quedan muy lindas, maneja muy bien la anatomía (maravilloso su Deathstroke), pela unas portadas alternativas que le hacen el aguante a las de Quitely y por ahí su único deficit pasa por las expresiones faciales, que escasean bastante. Los personajes, especialmente Batman y Talia, tienen un repertorio de expresiones muy limitado, como si no tuvieran ganas de actuar. Si le perdonamos ese detalle, lo de Clarke está muy a altura de los excelentes guiones de Morrison.
Del primer tomo dije “está bueno, pero no es para tanto”. Del segundo digo “Si la serie aguanta hasta el final sin bajar la calidad que vimos en este tomo, puede llegar a convertirse en una de las mejores etapas en la larguísima historia de los comics de Batman”. Y encima en el Vol.3 dibuja Frazer Irving! Más fichas no le puedo poner...
Published on October 31, 2012 13:22
October 30, 2012
30/ 10: LA SAGA DE NUEVA YORK (parte 3)

Para el jueves nos esperaba un día largo, muuuuy largo. Más que un día, fue una semana comprimida en 24 horas. Creo que podríamos escribir una novela tipo las últimas de Harry Potter sólo con ese 11 de Octubre. Nos levantamos temprano y fuimos a hacer compras por Harlem: el desayuno, algo de ropa y para los uruguayos, computadoras, ipads y esas cosas, que estaban infinitamente más baratas que en Montevideo. Al rato vendría a buscarnos al depto Sebastián, el hermano de Nico, que estaba dando la vuelta al mundo hacía como cuatro meses y justo coincidía en ese momento en Nueva York. Ahora éramos cuatro charrúas y un porteño y salimos a caminar para el otro lado, el de Morningside y la Universidad de Columbia, por donde había merodeado yo la noche anterior. Estábamos tan entretenidos escuchando las anécdotas de Sebastián en Asia, Europa y Oceanía que ni entramos a las dos o tres librerías por las que pasamos. Caminando tranqui llegamos hasta Tom´s Diner, el restaurant donde paraban Jerry Seinfeld y sus amigos en la mítica serie. Yo era el único no-fan de Seinfeld que no se derretía de la emoción.
De vuelta al depto, los hermanos se despidieron y con Nico, Nacho y Matías planificamos nuestra siguiente etapa: a las 13:30 nos esperaba Will Dennis en las oficinas de DC para llevarnos a recorrerlas. Nos tomamos el subte rumbo al centro y como llegamos temprano, nos quedó un rato para patear por Times Square. Entramos a varios negocios de computadoras pero nadie compró nada. Y cuando entramos al Disney Store y estaba listo para estallar el cebamiento infinito, ya era hora de enfilar para DC. “Volveremos, volveremos”, canté yo bajito mientras salía del local.
Times Square, que cuando yo fui en los ´80 era una fosa séptica llena de locales cerrados, donde sólo sobrevivían los cines porno y los vendedores de falopa, es un poquito impactante. Con sus luces, sus carteles mega-tecno tipo Blade Runner, sus increíbles marquesinas (la de Vorterix, en Times Square es una chapa pintada) y su infinita sucesión de locales de “primeras marcas” siempre atestados de gente, se me ocurre que si viviera en New York evitaría esa zona como si fuera cancerígena. No sé qué onda los neworkinos, si la evitan o si les parece copado ver a todos esos alienígenas sacando fotos y comprando pelotudeces como si se acabara el mundo dentro de 15 minutos... Por supuesto todo era más caro que en Harlem, con lo cual uno supone que es la famosa Trampa para Turistas en la que los locales no caen ni en pedo. Pero había tanta gente, tanto movimiento, latía todo tan fuerte, que sería muy arriesgado suponer que sólo había turistas.
Justo enfrente de las oficinas de DC, por ejemplo, había una cola de varios cientos de personas, que desembocaba en un hermoso teatro. Okey, era la avenida Broadway, donde hay muchísimos teatros, pero man... son las 13:30! ¿Quién hace función a esa hora? No era una obra: era David Letterman, que los jueves a la tarde graba dos programas, el del jueves y el del viernes, con los mismos espectadores en la tribuna. La entrada a la tribuna es gratis y de ahí la masiva afluencia de público todos los jueves en ese teatro.
-Pero dale, boludo, que nos espera Will Dennis y son las 13:30!
-Okey, retomamos pronto.
Published on October 30, 2012 18:18
October 29, 2012
29/ 10: ROSENDA (Y OTROS MOMENTOS POP)

Para las aventuras de Rosenda (realizadas en los ´90 para la efímera pero influyente revista Mr. Brain, que él mismo dirigía), Fontdevila opta por el estilo más “realista” que le sale, un estilo en el que se ve obviamente a Chaland, pero al estar pensado para blanco y negro, tiene unos claroscuros y unos trucos de iluminación que no aparecían en los trabajos del malogrado prócer francés. También hay algo de Roger Langridge y Hunt Emerson y hasta sombreados que nos recuerdan a Charles Burns, en las secuencias más oscuras.
Todo este despliegue de aciertos gráficos está puesto al servicio de guiones desopilantes: aventuras que parodian con acidez al género folletinesco, ese de los villanos infinitamente perversos y los héroes muy nobles y un poquito nabos. En ese sentido, Rosenda es pariente cercana del Opium de Daniel Torres. Como Torres, Fontdevila hace gala de su magistral manejo de las convenciones del género del que se quiere mofar y a la vez toma de este la estructura clásica, la de principio, desarrollo y fin. Todo cierra en cada episodio, nada queda librado al azar. Fontdevila va incluso más allá, porque las tramas en las que envuelve a la malévola Rosenda y su némesis, el ex-comisario Gustavo Plaitex, son decididamente bizarras, van de una a causar gracia, a que digas “nah, me estás jodiendo”, sobre todo por lo extremo de los planteos. Sin salir de ese clima medio festivo de “nos estamos riendo de una aventura pedorra tipo cine clase B”, aparecen situaciones realmente sórdidas, que incluyen mutilaciones, eyaculaciones, tráfico de drogas y sexo con niños. Claramente, a Fontdevila no le tiembla el pulso a la hora de joder con temas delicados.
Los personajes secundarios y muchos de los diálogos son intencionalmente acartonados, en sintonía con las novelas y comics de aventuras de épocas pasadas. Imaginate el efecto que logra Fontdevila cuando mete en ese contexto un chiste guarro escrito como hablan los lectores de hoy. Las cinco historias cortas de Rosenda son joyas de la mala leche, magníficamente dibujadas y muy difíciles de superar.
Para completar el tomo, tenemos otras dos historias cortas realizadas por Fontdevila para la revista Mr.Brain, una en un estilo mucho más caricaturesco, más cercano a los maestros españoles de los ´50, y la otra en el estilo que usa el gran Manel para casi todos sus trabajos en El Jueves. Puestas después de las desmesuradas aventuras de Rosenda, estas historietas resultan un poquito pueriles, pero no están mal.
Y finalmente, 21 tiras de Los Tres Marcianos (aparecidas en la inolvidable revista U), en las que Fontdevila les pega sin asco a los autores, los lectores y los coleccionistas de comics. Acá no hay lugar para finas ironías: cada tira desemboca en un remate certero y contundente, al ángulo, a donde el arquero no llega nunca. El dibujo es simplísimo (al punto de prescindir de los fondos en unas cuantas tiras) pero lo importante es lo que dice el autor a través de los personajes. Imposible no sentirse identificado (e incluso agraviado) en alguna de las patéticas mini-comedias que propone Fontdevila en estas tiras.
Por alguna extraña carambola del destino, este álbum (editado a todo culo por Glénat) suele verse a precios razonables en las comiquerías argentinas. Que no se te escape la gallina.
Published on October 29, 2012 16:08
October 28, 2012
28/ 10: SMOKE

Digo que es casi increíble que esta sea la ópera prima de de Campi porque Smoke ostenta un guión de una potencia y una solidez que mucho envidian la mayoría de los tipos que llevan 25 ó 30 años en la profesión. Hay un sólo problema: cuando al protagonista, Rupert Cain, le cae la ficha de quién es el más hijo de puta de “los malos” y decide liquidarlo para ponerle fin a sus padeceres, faltan sólo cuatro páginas. O sea que el fin de este siniestro personaje llega (de modo espectacular) muy sobre la hora, cuando ya casi no queda espacio para bajar un cambio, respirar y disfrutar más tranqui de algún tipo de epílogo. Al final, lo más parecido a un epílogo son las últimas dos viñetas.
Si dejamos pasar este detalle, tenemos por delante 146 páginas (tres libritos, en la edición de IDW) absolutamente hipnóticas, en las que de Campi nos enrosca en una conspiración de sofisticada maldad. La historia nos lleva a un futuro muy cercano (podría ser el 2013, tranquilamente) en el que Inglaterra está al borde del default económico y el FMI amenaza con tomar cartas en el asunto. El verdadero “poder detrás del poder” (que no es la familia real, ni el primer ministro) pone en marcha un intricado plan para salvar al otrora próspero imperio, y para eso habrá que hacer trampa, boletear a unos cuantos, perjudicar seriamente a muchos más y venderle al resto fruta podrida para que nunca sospeche qué fue lo que realmente sucedió. Lo de siempre, bah...
A la bancarrota económica se suma la moral: Smoke está poblada de tantos tipos nefastos y excecrables que el protagonista, que es un asesino a sueldo, nos termina por caer simpático. Tras varios acuestes y operaciones-dentro-de-la-operación, el albino Cain (que era un sicario del Gobierno) se verá en la situación de tener que ser él quien confronte y derrumbe la gigantesca mentira urdida por sus ex-jefes. De Campi no le ahorra momentos de mierda: al pobre asesino le va mal con la mina a la que ama, se entera de que el hombre al que más respetaba era un sorete, le mienten, lo manipulan, le usurpan la identidad, lo tratan de boletear veinte veces... No está muy bueno ser Rupert Cain, realmente.
La trama, además de atrapante y compleja, es muy clara. “Los malos” tienen un buen Plan B, “el bueno” no resuelve las cosas por casualidad, los personajes secundarios (entre los que se destaca la periodista Katie Shah) entran y salen de escena de modo coherente y la acción no decae: siempre aparece cuando tiene que aparecer, ni antes ni después.
El dibujo de Smoke es una cátedra magistral del maestro croata Igor Kordey, aquel que nos maravilló en los ´80 con sus laburos para las antologías europeas (y la Heavy Metal) y después mutó para dibujar superhéroes de Marvel. Acá, nada que ver. Este es un Kordey distinto y además mucho mejor. De lejos, puede parecer un dibujante clásico, cercano a la línea de Joe Kubert o Jordi Bernet. Ahora, cuando lo mirás en detalle, empiezan a aparecer recursos de Dave Gibbons, David Lloyd, John Cassaday, Enki Bilal, Andreas... puestas en página re-europeas al mejor estilo Hermann combinadas con otras que parecen de Howard Chaykin... un lujo atrás de otro. Kordey se juega la vida en cada fondo, le pone todo a cada escena tranqui, explota en las escenas de acción, la rompe cuando elige los ángulos, impacta cuando le imprime a sus personajes unas expresiones faciales que un dibujante “careta” nunca les pondría y se complementa a la perfección con el colorista Len O´Grady, al que no tenía visto y ya pongo en la lista de los fundamentales.
Smoke es un thriller político apasionante, con algo de romance, algo de comedia, mucha mala leche y mucha acción. Guionista novata y dibujante experimentadísimo mancomunaron esfuerzos para crear una saga muy, muy atractiva, cautivante y satisfactoria de principio a fin. Acá sí que no nos vendieron humo...
Published on October 28, 2012 14:25
Andrés Accorsi's Blog
- Andrés Accorsi's profile
- 12 followers
Andrés Accorsi isn't a Goodreads Author
(yet),
but they
do have a blog,
so here are some recent posts imported from
their feed.
