Andrés Accorsi's Blog, page 212
October 3, 2012
03/ 10: LA SAGA DE CHAVES

En esta oportunidad, López trabajó sobre un argumento del inmenso Manel Fontdevila, pero fue él quien le dio forma al guión, definió a los personajes y creó la impronta visual de esta novela gráfica breve, pero riquísima. Leocadio Chaves es un inmigrante mexicano que labura de jardinero en Beverly Hills. Un día se le ocurre la peregrina idea de construir en su jardín un pequeño mausoleo en el que conservar los restos de sus antepasados muertos. Para eso, decide viajar a Pátzcuaro, su ciudad natal, donde desenterrará a sus ancestros, los cargará en una camioneta que no es suya y tratará de pasarlos por la frontera que separa a El Paso (EEUU) de Ciudad Juárez (México). Por supuesto, semejante disparate no será fácil de concretar.
Chaves, su hijo Jimmy (que vive en México y trafica inmigrantes centroamericanos a EEUU) y su yerno Freddy (dueño de la camioneta y del hotelucho donde trabaja la hija de Leocadio) se verán envueltos en frenéticas peripecias, un poco fogoneadas por la extraña obsesión de Leocadio con repatriar a su muertos y un poco por toda la situación de corrupción y marginalidad que se vive en las cuidades fronterizas, donde Cielo e Infierno parecen estar a sólo una valla de distancia.
Alfonso López trabaja mucho sobre varios aspectos de la cultura de los inmigrantes mexicanos, principalmente la voluntad de ascenso social dentro de un contexto adverso y el apego a tradiciones que los yankis no entienden (los luchadores enmascarados, el Día de los Muertos, el rol siempre postergado de la mujer, etc.). Cuando se mete con los mexicanos que viven en México, López es mucho más despiadado y los retrata como criaturas venales, de bajísimo nivel cultural, siempre propensas a la vagancia o a la corruptela barata, al chiquitaje. Por supuesto, López no presenta esta mirada como objetiva. Lo suyo –claramente- no es un comic testimonial ni documental, sino una aventura con ribetes grotescos, cargada de una fina mala leche que –obviamente- también salpica para el lado de los yankis, que aparecen poco y en roles absolutamente deleznables.
El resultado es un comic definitivamente entretenido, con momentos desopilantes, momentos tensos, muy buenos diálogos y todo potenciado por el dibujo y el color, dos rubros en los que López se sigue superando a sí mismo, obra tras obra. Su trazo suelto, fluído, de gran dinamismo, encuentra su mejor vehículo en algo que no sé si es carbonilla o un lápiz de mina muy gruesa, cuya textura se ve perfectamente en la página, como si en vez de pasarlo a tinta, López lo resaltara a full en el photoshop. Imaginate una mezcla muy zarpada entre Oswal y Marcos Vergara, sin entintar. Por ahí más o menos transita López, apoyado en un tratamiento del color magnífico, que –de nuevo- no sé si son acuarelas posta o una técnica digital que imita las pinceladas de la acuarela. En ambos casos el trabajo del autor es prodigioso y logra unos climas espectaculares. En las carátulas que separan los capítulos, López se manda unas ilustraciones de página completa, generalmente centradas en paisajes, donde se va al carajo y más allá. Que el trazo simple, rápido y a veces nervioso no nos distraiga de lo importante: este tipo exhibe una sabiduría a la hora de dibujar a la que pocos pueden aspirar.
No sé si La Saga de Chaves te cambia la vida. Por ahí no. Pero es una historia atrapante, con un mensaje fuerte y con unos dibujos de la mega-San Puta. O como diría un mexicano, “padríiiisimos”.
Published on October 03, 2012 06:53
October 2, 2012
02/ 10: FRACTURED FABLES

Ben Templesmith (grosso entre los grossos) aporta una muy linda historia, cortita, de apenas tres páginas, realmente deliciosa y distinta al resto de su obra.
El maestro Bryan Talbot le pega una vuelta ingeniosa al clásico cuento de Caperucita Roja, acompañado por una dibujante a la que no conocía, Camilla D´Errico, muy, muy buena.
Otra de las grandes historietas de la antología es Rumplestiltskin, del capo indie Doug TenNapel. Guión, dibujo, color y letras, todo de primera para este ascendente seguidor de la línea John Kricfalusi-Dave Cooper.
La del maestro Bill Morrison (el mejor autor que tuvieron los comics de Los Simpsons) no tiene un carajo que ver con las fábulas y los cuentos de hadas. Es un homenaje a Dennis the Menace, mezclado con un delirante jingle publicitario. Muy buen material.
La de Royden Lepp (otro al que no junaba) tiene un guión flojito y una narrativa poco historietística, pero el dibujo es maravilloso, por eso la destaco.
Otra dupla de desconocidas, Nikki Dy-Liacco y May Ann Licudine, me sorprendieron con la excelente The Fox and the Cat, bellísima y redonda por donde se la mire.
Pippi Van Wrinkle tiene un muy buen guión de Len Strazewski (¿te acordás de Len Strazewski, el que escribía a la JSA a principios de los ´90 cuando nadie le daba pelota?), no muy bien dibujado por Paul Fricke.
La de Jill Thompson son apenas dos paginitas. El guión no llega a desarrollarse más allá de una especie de chiste, pero el dibujo es sencillamente majestuoso.
Scott Morse (otro grosso, merecedor de mucho más reconocimiento del que tiene) la rompe con la de los ratones ciegos, también de lo mejor del tomo.
Otro dibujante al que no conocía y me encantó es Seth Damoose. Dibuja una historia medio chota y aún así brilla con su estilo gráfico en la línea de Mike Wieringo y Ramón Bachs. Un capo.
Ultima de las incuestionables, la de la Sirenita, a cargo de un equipazo: Peter David y Juan Ferreyra. Seis páginas perfectas, redondas, muy graciosas y obscenamente bien dibujadas.
Para terminar, me queda sólo nombrar a buenos dibujantes desaprovechados en historias propias o ajenas que no aportan demasiado: Brian Haberlin (hermoso laburo, a años luz de lo que hacía en Top Cow), Jim Di Bartolo (otro que pasó por Rex Mundi), el glorioso Ted McKeever (que convierte en historieta a una rima infantil) y Rodin Espejo (otro al que no ubicaba), un Juan Carlos Flicker con un excelente manejo del color digital, sólido en la narrativa aunque bastante pajero a la hora de dibujar fondos.
El resto, sigue participando. Como en toda antología de este tipo, no esperaba que todo el material fuera brillante, y aún así el balance da bastante positivo. Esperaba más de McKeever, ponele, y me hubiera gustado ver más páginas de Jill Thompson, pero compensamos con todos esos autores por los que –al leer los nombres en el índice- no daba dos mangos y me sorprendieron con muy buenos trabajos. Bien por Jim Valentino (a quien hace 20 años puteábamos hasta quedarnos afónicos) que coordinó y editó un libro lindo, atractivo, y sobre todo satisfactorio.
Y con orín colorado, esta reseña se ha terminado.
Published on October 02, 2012 16:42
October 1, 2012
01/ 10: LOS MAS VENDIDOS DE SEPTIEMBRE

Veamos qué fue lo que más vendió:
1) Shankar Vol.1 (Loco Rabia + Belerofonte)
2) 30 Días de Noche (Deux)
3) Inhumano (Llanto de Mudo)
4) Vitamina Potencia (Llanto de Mudo)
5) Macanudo Vol.9 (Común)
6) Monsieur Jean (Común)
7) Antología de Héroes Argentinos Vol.1 (Universo Retro)
8) Peter Kampf lo Sabía (Ojodepez)
9) Nikol Shangai (Llanto de Mudo)
10) Cybersix Vol.1 (Napoleones Sin Batallas + Deux)
Sólo tres lanzamientos de Septiembre lograron subirse al Top Ten. El mejor rankeado fue 30 Días de Noche, una nueva apuesta de Deux al comic yanki un poquito menos obvio, esta vez en el formato correcto (TPB con saga completa). Bastante bien se desmpeñó en su primer mes Monsieur Jean, la magnífica obra de los franceses Dupuy y Berberian, sobre todo si pensamos que este es un país con poca tradición de historieta europea y que es un libro de $ 95 de tapa. Y el otro que logró entrar fue el recopilatorio de Nikol Shangai, una historieta de Diego Cortés y Federico Rübenacker originalmente publicada en los ´90, cuando Llanto de Mudo era una editorial 100% under.
Tal como yo teorizaba, el mes pasado Vitamina Potencia pasó un poco desapercibido por el alud de novedades, y este mes, con las aguas más calmas, logró las ventas necesarias para trepar al ranking, por supuesto merecidas por la gran calidad de la obra y de la edición.
De la catarata de lanzamientos de Agosto sobrevivieron un mes más en el Top Ten cuatro títulos, ahora con Shankar primero (la vez pasada fue segundo) y el Vol.9 de Macanudo, cuarto (la vez pasada fue primero). Cybersix aguanta desde hace un tiempito más (creo que desde Julio) y si en Octubre sale el Vol.2, que se anunció para Septiembre y no salió, es probable que se sostenga un mes más.
Y el puesto que queda se lo llevó un título que salió en Septiembre, pero de 2011: el insumergible Peter Kampf lo Sabía, a esta altura un verdadero fenómeno. Increíble que no se estén editando mes por medio las otras obras de Trillo y Mandrafina.
Para Octubre, las expectativas más fuertes están puestas en el Vol.2 de Cybersix y en Cieloalto, de Diego Agrimbau y Pietro. Hay algunos títulos más en ciernes, pero esos son los que huelen a hitazo. Veremos qué sucede, porque entre vacaciones y eventos, este mes voy a laburar dos semanas con toda la furia...
Published on October 01, 2012 18:05
September 30, 2012
30/ 09: ALGUNOS ANUNCIOS INTERESANTES

tiembre era darle priori-
dad al ma-
terial de autores ar-
gentinos y terminé por reseñar nada menos que 17 títulos en esa categoría. Mañana vamos a tener info de cifras de venta en comiquerías y el martes volvemos a la onda esquizofrénica e impredecible de saltar del comic yanki al europeo, o al japonés, o al latinoamericano, o al de alguna luna de Júpiter donde haya unos aliens que dibujan comics.
No sé si vinculado al mayor protagonismo de la historieta argentina, pero este mes se dio un fenómeno increíble en el blog: creció de golpe la cantidad de lectores! En Agosto, que había sido nuestro mejor mes, habíamos sumado unas 23.500 visitas. En Septiembre pasamos las 26.500! Es mucho crecimiento para sólo 30 días. Yo sospecho que tiene que ver con aquel post sobre mi lamentable participación en A.M., que rebotó bastante por las redes sociales y en pocos días se convirtió en uno de los cuatro posts más leídos en la historia del blog. Lo cierto es que sumamos muchos nuevos lectores, muchos nuevos “Me Gusta” en Facebook (ya pasamos los 1200) y arrimamos a los 390 seguidores acá en el blog. Por supuesto, no alcanzan las palabras para agradecerles a todos los que leen estas boludeces, los nuevos y los que vienen haciendo el aguante desde Enero de 2010.
Tema importantísimo: el 6 y 7 de Octubre (el finde que viene) estoy coordinando junto a los amigos de Viñetas Sueltas el cierre de este festival, que se hace en Tecnópolis. Esto viene MUY grosso, con un predio alucinante repleto de stands, ocho o nueve muestras, talleres, la proyección de Anima Buenos Aires y un montón de charlas con autores locales de primera línea (Liniers, Gustavo Sala, Max Aguirre, Cacho Mandrafina, Lito Fernández, Diego Agrimbau, Esteban Podetti, Ignacio Minaverry, Luciano Saracino, Diego Parés y un infinito etcétera) y la posibilidad de conocer a autores que llegan especialmente desde muchísimas ciudades de Argentina, desde EEUU y desde varios países de Europa, Latinoamérica y hasta Africa!. La programación completa está en http://www.vinetas-sueltas.com.ar/tec.... Yo voy a estar todo el sábado y todo el domingo, rebotando entre mi stand (donde va a haber, como siempre, papa finísima a precios ridículos) y las charlas que me toca conducir, que son como cuatro. Desde ya, mil disculpas, pero esos dos días no vamos a tener nada acá en el blog.
El 8 y el 9 vamos a tener nuevas reseñas como todos los días y el 10 voy a estar posteando desde New York, a donde viajo el 9 para participar de la Comic Con de esa ciudad. Del 11 al 15, los cuatro días del evento, tampoco creo que tenga tiempo de leer comics y postear, y del 16 al 21, si bien voy a estar de vacaciones en la ciudad de Spider-Man, los Fantastic Four y los Avengers, seguramente habrá posts.
El 25 tengo otro viaje largo, esta vez a Santiago del Estero, donde voy a participar con stand (y seguramente con alguna charla) en la Feria del Libro de dicha ciudad, hasta el domingo 28. Veremos cómo son los horarios, a ver si hay margen para postear todos los días, o si hacemos otro “HOY NO HAY NADA”. Para Noviembre, se vienen el Unicomix de Mendoza y la San Luis Comic Con, así que estaremos posteando desde esas dos capitales cuyanas.
Por otro lado, ¿te acordás que a principio de año yo conté que estábamos armando un número de Comiqueando para salir a los kioscos a fines de Abril? Bueno, creo que eso no va a salir nunca, y si de milagro alguna vez sale, será con notas totalmente distintas a las que redactamos en Febrero y Marzo. O sea que tengo un par de textos inéditos que vamos a compartir acá en el blog durante este mes.
Se vienen días moviditos, por lo menos para mí. Creo que desde el Fantabaires del ´99 que no me entusiasmaba tanto ser parte de la organización de un evento y le estoy poniendo el 110% de mis pilas a esta movida alucinante de llevar la historieta a Tecnópolis. Y después, la posibilidad de volver a visitar EEUU (no voy desde el 2000) y especialmente New York, a donde no voy desde... 1985! Y de compartir una convención en la que -en una de esas- entrevisto a algún autor, pero no voy a laburar en un stand, ni a participar de los paneles! ¿Cuánto hace que no me toca una de esas? Ni me acuerdo...
Gracias de nuevo por estar ahí, y nos vemos el sábado en Tecnópolis!
Published on September 30, 2012 11:40
September 29, 2012
29/ 09: KAPUT & ZÖSKY Vol.2

Superado ese inconveniente, nos esperan cinco historias de seis páginas cada una de una calidad desmesurada. Los guiones son de Eric Cartier, de quien no recuerdo otras obras. Y son geniales. Si las cinco primeras eran grossas (las leí hace mucho, antes de empezar el blog), estas cinco son perfectas. Y los dibujos de Lewis Trondheim son gloria pura, imaginación sin límites, humor quintaesencial.
Aún así, lo mejor, lo más rico, lo más ganchero que tiene esta serie, es el planteo: Kaput y Zösky son dos conquistadores intergalácticos, dos tipos (o bichos) completamente inescrupulosos, que recorren el cosmos en busca de nuevos planetas a los que invadir, sojuzgar, saquear y –si todo sale bien- destruir. La aniquilación y la tortura de las razas nativas de los distintos mundos es la diversión favorita de esta dupla violenta y corrupta hasta la médula, que a veces pierde por goleada, a veces rasca decorosos empates y a veces incluso se sale con la suya. Por supuesto (como sucede con Lobo, por ejemplo) un planteo tan extremo sólo se sostiene desde el humor, desde la premisa básica de que esto es un gran chiste.
En ese sentido, Cartier y Trondheim se muestran increíblemente afilados, no sólo en las situaciones, sino también en los diálogos, las expresiones faciales y en el timing mismo de la comedia, milimétricamente controlado por Trondheim a partir del recurso de dividir cada página en cinco tiras de viñetas muy chiquitas. Y dentro de ese combo de “somos locales en todas las canchas” lo más notable de este tomo son las situaciones. La primera es un truquito clásico: de pronto, Kaput se hace bueno y empieza a tratar con amabilidad y respeto a los habitantes del planeta que debía conquistar. La segunda es una oda a la mala leche, desbordante de ingenio: Acá, los matones del cosmos llegan a un planeta que se rige por un sistema democrático, se presentan a elecciones... y ganan! Y así, de repente, sin decir “agua va”, esto que parece un comic de ciencia-fición en joda, se convierte en una cátedra de política. Brillante.
En la tercera historia, caen en un mundo muerto, sólo habitado por vampiros. Es un toque predecible, pero con momentos muy cómicos. En la cuarta, la nave se incrusta en un campo de repollos de una señora que cree que los bebés nacen de los repollos y adopta a Kaput y Zösky como si fueran sus hijos! Otra bizarreada de inagotables posibilidades cómicas, explotadas a pleno por Cartier y Trondheim. Y en la última, la dupla se las ve negras para someter a un planeta, porque para lograrlo tienen que actualizar su arsenal y las armas modernas están carísimas. Un palo glorioso a la carrera armamentista y su vinculación con el gigantesco negocio de la fabricación de armas cada vez más heavies.
Y así, entre carcajadas y masacres, Kaput & Zösky se mete en la lista de las series humorísticas imprescindibles de la década pasada, y en las lista de las grandes obras del mega-prolífico Lewis Trondheim, al que no hay género, formato o grupo etáreo que logre intimidar. Son libros para comprar sólo si los ves muy baratos, por esto de que traen poquitas páginas de historieta. Pero si eso no te calienta, tirate de cabeza, cagate de risa y después prestáselo a algún hijo o sobrino y quedá como un duque, un rey, o un déspota de un imperio planetario.
Published on September 29, 2012 16:04
September 28, 2012
28/ 09: MAL TIEMPO

La primera historia es espectacular. Tiene un guionazo de esos que te ponen nervioso, te enganchan por completo en poquísimas viñetas y encima al final cierran por todos lados. Los diálogos, el timing, todo está demasiado bueno para un autor todavía sin una gran trayectoria detrás. El dibujo de Cutro es un poquito limitado, pero cuando el guión despliega la contundencia que demuestra Grunauer en estas 14 páginas, el dibujo pasa a ser muy secundario, casi una nimiedad.
La segunda está dibujada por Rodrigo Luján, que la rompe con su expresionismo, sus claroscuros fuertes y su acertada incorporación de los grisados. A nivel gráfico, esto es intachable. El guión de Grunauer es un toquecito más críptico, más retorcido. Te exige ir y volver para adelante y para atrás para pescar detalles, símbolos, cosas poco obvias que tienen mucho peso en la trama. Está bueno, pero no es demoledor.
La tercera historia tiene otro guión fuerte, impactante, impredecible, apoyado en una excelente construcción del personaje protagónico (Armando Gullo, el tipógrafo) y una forma muy ingeniosa de presentar las situaciones que le tocan vivir. El dibujo de Hurón está muy bueno, es muy original, aunque poco ortodoxo y puede llegar a ahuyentar a algún fan de la estética más clásica.
La cuarta es una cátedra de guión, otra verdadera maravilla de Grunauer que vale lo que pagues por todo el tomo. Es la historia de Alejandro, un veterinario que quiere ser escritor y vive un romance a dos puntas: está casado y se curte a la hermana de su mujer. Esto que parece remanido, casi obsoleto de tantas veces que se planteó, acá explota gracias a la forma audaz, original y creíble que le da el guionista. Dibuja Erica Villar sin hacer gala de virtuosismos ni innovaciones gráficas, pero con pilas para que cuerpos y caras acompañen los excelentes diálogos y las situaciones hipnóticas que Grunauer les hace protagonizar a sus personajes.
La quinta historieta se zarpa un poco en su exploración de las fantasías, los sueños y las miserias de Aldo Richardi, un gris oficinista que vive con su anciana madre de 99 años. Las ideas que pela Grunauer son magníficas, pero es la típica historia que mezcla sueño con realidad, a tal punto que no sabés bien qué pasó posta y qué no. El dibujo está a cargo del inconcebible Pedro Mancini, un autor en notable ascenso, famoso por sus cross-hatchings enfermizos, peores que los peores que hayas visto en tu vida. Con una narrativa sumamente clásica y un trazo excesivo que por momentos recuerda al Moebius de los ´70, Mancini aporta extrañeza y jerarquía a esta bizarreada de Grunauer.
La sexta historia, dibujada por Nahuel Amaya, es la que menos me enganchó. Al dibujo le falta bastante y el guión acumula buenas ideas aunque no las termina de hilvanar de modo convincente. Nunca sabés si es un homenaje a La Noche Boca Arriba de Julio Cortázar, o un experimento medio raro de realidades alternativas, o un simple abuso de la metáfora.
Y la última historia es una obrita maestra de 12 páginas en las que Grunauer se termina de consagrar. La trama, los personajes, los diálogos, el armado de las secuencias, el giro del final... no falta NADA de lo que hace grosso a un guión. El dibujo de Juan Bobillo es de una belleza y una intensidad descomunales, muy por encima de lo que se ve en el resto del tomo. No sé si Juan entregó a color o en blanco, negro y grises. Publicado así, se ve muy, muy bien. Pero me imagino esto a color y me derrito.
Estás avisado, amigo viñetófilo. Argentina tiene un nuevo guionista de aquellos, de los realmente talentosos, un nuevo mago con todo listo para maravillarnos a los que nos copamos con las historias fuertes, impredecibles y novedosas. No sucede todos los días, creeme...
Published on September 28, 2012 17:30
September 27, 2012
27/ 09: GILGAMESH: ARENAS ROJAS

A tal punto Mulko se pasa de complicado, que la mitad de las cosas que pasan no las entendí leyendo las historietas, sino el prólogo del maestro Ariel Avilez (consuetudinario lector de este blog y diplomado en columbología). Hay un viaje de Marte a la Tierra, con Gilgamesh y su chica a bordo de una nave, secuencia power y definitiva para cualquier historieta de ciencia-ficción. No la vi, no me di cuenta cómo sucedía eso. Supuestamente asistimos a la destrucción de Phobos, una de las luna de Marte. Re-daba para una secuencia cataclísimica, en la que el héroe escapa con lo justo... Tampoco se ve claramente, ni se enfatiza desde el guión. Gilgamesh se enfrenta a un monstruo de la Atlántida, gran ocasión para un combate épico... que ocupa una viñeta microscópica, en una página en la que hay otras 15 viñetas microscópicas.
Realmente me intriga muchísimo cómo le entregaría Mulko los guiones a Lucho Olivera. Por momentos, los bloques de texto mandan extensas parrafadas (con un lirismo alucinante) que Lucho reparte entre cinco o seis viñetas. Mulko habla de la inmortalidad, de tumbas, vestigios y rescoldos, de “miríadas de crepitantes mundos y estrellas abigarradas”... ¿Y Lucho qué dibuja? Primeros planos de Gilgamesh o planos tan lejanos que se ven los planetas enteros con el espacio alrededor, y a veces con un globito que sale del planeta. ¿A quién se le habrá ocurrido dividir casi todas las páginas en 16 viñetas? ¿Y ocupar las restantes con splash pages impactantes? Muchas páginas incluso están divididas en cinco tiras, más chiquitas y finitas que las de los diarios.
Esto es defintivamente raro, casi fuera de la realidad. Por suerte hay textos de gran nivel (aunque no siempre sirvan para hacer avanzar la historia) y un gran estudio de qué es y para qué sirve ser inmortal. Mulko pensó a fondo en este dilema y la vida de Gilgamesh está signada por esas reflexiones, entre trágicas, cósmicas y metafísicas.
El dibujo de Lucho también sorprende, porque está muy por debajo de lo que hacía en esta misma época (1974-75) en otras historietas de su autoría. Claro, seguramente en las otras historietas no tenía que meter entre 12 y 16 mini-viñetas por página. Esto parece una colección de miniaturas, es Lucho jugando a ver cuántos cuadritos ínfimos le entran en cada página. Aún así, hay composiciones magníficas, secuencias bellamente articuladas. Pero se nota que hay dibujos hechos a mano alzada, sin siquiera un boceto previo. Los aliens que aparecen, más que miedo o extrañeza, dan risa. Parecen pibes con máscaras de aliens, bien grotescas y granguiñolescas.
Los primeros planos se repiten una y mil veces, como los informes de 6-7-8 en los que escrachan a los sicarios de Magnetto. Y –lo más choto- la acción está totalmente desenfatizada. Hay muy poca acción, es casi imperceptible, pero lo que la hace aún más imperceptible es la forma en que la dibuja Lucho. Los mínimos momentos en los que –por cuestiones de vida o muerte- los personajes deben entrar en acción, suceden en viñetas microscópicas y rodeadas de primeros planos que en un punto parecen siempre el mismo. Un sólo ejemplo: Gilgamseh y Galhya huyen de un engendro mecánico que les tira con tutti y el inmortal recibe un balazo en la frente, su primera herida quizás en muchos siglos. Todo eso en tres cuadritos diminutos, en una página de 17 viñetas. Y dos mini-cuadritos después, la herida no está más. Por suerte en cada episodio hay una o dos de esas splash pages en las que Lucho detonaba con el fulgor de mil supernovas.
Sorpresas te da la vida: esto, que salía en la D´Artagnan (que supuestamente era parte del establishment, el cuartel general del Más de lo Mismo, la máquina de hacer chorizos, la catedral de la historieta pre-masticada y adocenada), tiene una complejidad, un vuelo poético, una sofisticación y una onda tan inusual, tan anti-estridente, por momentos tan pretenciosa, que si la agarrás distraído, o la subestimás, por ahí “te deja afuera”, como dicen los columbófilos cuando tratan de leer el material más vanguardista de la Fierro.
Published on September 27, 2012 18:31
September 26, 2012
26/ 09: OFF ROAD

A lo largo de 124 páginas, Murphy plantea un único conflicto grosso: tres pibes de veintipocos (tres “jóvenes a la deriva”) salen a andar en jeep por afuera de las rutas oficiales, se quedan varados en un lodazal y tienen que tratar de sacar al jeep de ahí antes que se haga de noche para poder ir a una fiesta que promete rock, birra y minitas ligeras de cascos. A simple vista, no hay mucho más. Ahora, si hilamos fino, hay varios conflictos más en los que Murphy saca a relucir un muy buen manejo de estos tres personajes. Greg, el pibe millonario, se cree muy poronga porque abona todo con Papi Card pero es el que menos claro tiene qué carajo hacer con su vida. Brad, el grandote con cara de patova mal atendido, tiene mil kilombos en su casa con el zarpado de su padre (que caga mal a su madre), al punto a agarrarse a trompadas. Y el personaje más estudiado, con el que claramente más se identifica Murphy, es Trent, el dibujante, el que estudia Bellas Artes y se las da de superado, alternativo y cool, pero sufre como un salame por minitas de las que se enamora y con las que le va muy mal.
Por supuesto, los distintos personajes secundarios (y terciarios y extras) reaccionan de distinta forma ante el pedido de ayuda de los amigos varados en el lodo. Están los que los mandan a la mierda de una, los que se acercan casi a curiosear y los que hacen leña del árbol (y el auto) caído. Finalmente la solución va a llegar, no sin antes poner a estos tres pajeros en la situación de tener que ponerse las pilas no por ellos, sino por alguien que tiene urgencias un poco más jodidas que “no puedo ir a la fiesta con la ropa toda embarrada”.
Como los personajes están muuuchas páginas estancados en una misma locación, los diálogos y los silencios cobran una enorme importancia. Si lo que se dicen Trent, Greg y Brad no nos resulta llamativo, la novela también se empieza a hundir en el lodo. A fuerza de una efectiva mezcla entre introspección, caracterización y chistes muy graciosos, Murphy saca adelante esas extensas secuencias en las que los pibes sólo pueden esperar que aparezca alguien y los ayude. Lo mejor de todo es que al final no hay moraleja, no dicen “bueno, hoy aprendimos algo importante”. Los amigos salen de su peripecia distintos a como llegaron, pero en buena medida dispuestos a volver a mandarse las mismas cagadas. Porque sí, porque les parece divertido.
En semejante cantidad de páginas, Murphy tiene espacio para probar de todo a nivel dibujo. Desde viñetas resueltas con meros palotes (no llegan ni a bocetos) hasta imágenes recontra-elaboradas, llenas de detalles y con grises aplicados mediante aguadas para acentuar efectos de iluminación y apuntalar los climas. En general, el trazo es más suelto, más fresco que lo que le vimos hacer a este animalito en Vertigo. Hay menos Chris Bachalo, menos Denys Cowan y más Humberto Ramos y hasta un poco de Mike Kunkel, o sea, más onda cartoon y menos realismo. Y muchos menos fondos. La narrativa es impecable, también con muchas variantes distintas, las expresiones faciales son impecables y el rotulado está todo hecho a mano. Un gran, gran trabajo de este autor que ya está entre los más completos que tiene hoy el comic yanki.
Off Road no se parece en nada a las novelas gráficas que acumulan premios, prestigio y sesudos análisis por parte de la intelectualidad que revolotea en torno al comic, pero es una obra atractiva, consistente, satisfactoria y sobre todo promisoria, porque es apenas la opera prima de un autor que ya demostró que está decidido a apostar cada vez más fuerte. Y aguante Mr.T!
Published on September 26, 2012 18:11
September 25, 2012
25/ 09: FERGUS

Fergus, Detective Publicitario es una novela gráfica realizada en 2009 para una editorial francesa que ya no existe, en colaboración con Leonardo Pietro, cómplice de Agrimbau también en Cieloalto. Se trata de una comedia con elementos de thriller y de espionaje, en la que predominan por un lado el clima festivo, exagerado, sin la menor pretensión de realismo (una onda Casanova de Matt Fraction) y por el otro una ambientación absolutamente única, peculiar y sumamente ganchera. Como en muchos de sus trabajos, Agrimbau piensa sus tramas de ciencia-ficción a partir de una idea referida a la ciudad, o al mundo en el que transcurre la historia. Lo vimos en Cieloalto, en La Burbuja de Bertold, en El Gran Lienzo y hasta en esa obra menor que es Planeta Extra: Agrimbau primero te engancha con la ambientación, siempre sugestiva y original, y después con la trama en sí.
El gancho para sumergirse en las páginas de Fergus es, sin dudas, “Esto transcurre en una ciudad donde el marketing y la publicidad dominan todos los aspectos de la vida cotidiana”. Así es como -cuando Agrimbau lo mezcla con logos humanos, barrios enteros hechos de tipografías, publicidad subliminal en los sueños y spam real, no virtual- levanta vuelo un thriller detectivesco bastante trillado. A Fergus lo contratan para encontrar a su amigo Marcel, transformado en logo humano de una gigantesca corporación. Pero los clientes de Fergus quieren encontrar al hombre-logo para hacerlo boleta, porque el tipo es yeta y –sin querer- está arruinando a la empresa a la que simboliza. El protagonista no tiene un pelo de altruista, pero de ahí a entregar a un amigo por un puñado de dólares, hay un abismo.
Fergus, además, tiene otros problemas: el divorcio conflictivo con Ingrid, su ex-esposa (que milita en una célula de resistencia anti- publicidad), y unas horrendas pesadillas, inducidas desde uno de los conglomerados que lo quiere convertir en un spam viviente. Dicho asi, todo parece bastante serio y complejo, pero no. Esto es una gran farsa, un “viva la Pepa” sumamente intenso (porque en 46 páginas pasan un montón de cosas) y por momentos muy gracioso. Yo recuerdo haber leído Fergus en francés, durante una reunión en lo de Diego (en la que –como diría el poeta- “se oían risas y un kilombo de atrás”) y me pareció simpática, pero no cómica. Ahora, con los diálogos 100% argentinos, me reí mucho más.
Y aún así, si no te interesan ni el mundo que habita Fergus ni la trama que lo involucra, te vas a volver loco cuando veas el laburo que hizo Pietro en la faz gráfica de la obra. Las influencias de Pietro son muchas y mezclan a autores argentinos, europeos y yankis. Lo mejor es que no son evidentes. Nada parece “choreado de”. El dibujo de este animalito es un auténtico soplo de aire fresco. Su manejo del color es asombroso, su destreza en la planificación le permite lucirse tanto en las páginas de pocos cuadros (nunca menos de 5) como en las de 10 y sus expresiones faciales y corporales le suman muchísimo a “la actuación” de los personajes. Si me tengo que quedar con una secuencia, me tiro de cabeza a la del sueño limado de Fergus de las páginas 28 a la 30. Ahí Pietro pela chapa de Number One, de bestia fuera de control.
Supongo que cuando a Agrimbau se le ocurrió este universo, pensó –además de esta- varias historias más, que nunca se escribieron ni dibujaron. Una pena, porque es un contexto tan atractivo, tan fértil para cultivar buenas ideas, que uno quiere más historias con esta onda, con Fergus, con Marcel o quien quien sea. Lo bueno es que la saga que se llegó a desarrollar para Francia, está editada en Argentina y cualquiera puede acercarse y disfrutarla.
¿Se supone que esto era una crítica? Parece un aviso publicitario... Y bueno, me co-optaron subliminalmente los villanos de la novela gráfica...
Published on September 25, 2012 11:37
September 24, 2012
24/ 09: EL MARAVILLOSO VIAJE DEL SEÑOR NIC-NAC Vol.1

Estas 96 páginas de historieta no cubren la totalidad de la novela de Holmberg. Habrá que esperar al Vol.2 a ver si ahí termina, o si hay un Vol.3. Por ahora, es una lectura entretenida. Rara, obviamente, porque Kuntscher respeta el estilo de un escritor que ya era atípico en el Siglo XIX. El guionista le agregó a su adaptación pequeños guiños a otras obras de Holmberg y conservó la impronta fantástica, casi al borde del delirio, que tenía la novela original. El plot de la novela se centra en una conspiración con sede en la Tierra, orquestada por siniestros poderes vinculados a la por entonces naciente industria farmacéutica. Por algún motivo muy rebuscado, a los marciales (no marcianos) les interesa este tema y rápidamente se vinculan esa trama con la de una guerra civil en Marte, entre los Theopolitas y los sophopolitas. Y allí cae el “Señor Nic-Nac”, quien en realidad es Ladislao Kallitz (una especie de alter ego de Eduardo Holmberg), cuya Buenos Aires también se ve atormentada por una cuasi-guerra civil, cuando se produce la sublevación de Carlos Tejedor, quien se oponía a la integración de nuestra ciudad al resto de las provincias argentinas.
O sea que hay runflas políticas, guerras, acción, conflictos en los que se debaten temas científicos y hasta metafísicos y rendijas por las que se cuelan momentos más livianos, casi jocosos. Además de Ladislao Kallitz, hay varios personajes bastante bien desarrollados y lo único realmente negativo a destacar en cuanto al guión es que hay algunas páginas (por suerte no muchas) demasiado sobrecargadas de globos de diálogo y bloques de texto. Después, la trama te puede interesar más o menos, la tonalidad elegida te puede entusiasmar o no, pero no hay mayores tropiezos.
En la faz gráfica, en cambio, sí se evidencian algunos problemas. En los trabajos anteriores que le había visto, descubrí en Santiago Miret a un dibujante sólido, versátil, en el camino correcto hacia un estilo personal. Acá más que los recursos, se le ven las limitaciones, probablemente por una cuestión de tiempos de entrega que no le resultaron cómodos. Algunos primeros planos de Nic-Nac y todos los de los personajes femeninos están perfectos, nos muestran con claridad al mejor Miret. En otras secuencias, sobre todo en la segunda mitad del tomo, se ve un dibujo casi crudo, esquemático, con poca onda, incluso con algún error en la anatomía, cosa que nunca antes había visto en una historieta de este joven autor. Ojalá la segunda parte la pueda producir con un cronograma de entregas más distendido, que le permita generar todas esas páginas con el nivel de sus mejores trabajos. Acá se ven unos cuantos aciertos (el tratamiento del claroscuro, por ejemplo, es inobjetable, al igual que la integración de las referencias fotográficas) pero también se ven viñetas y hasta páginas completas por debajo de lo que Miret demostró que sabe hacer.
Hasta ahora, esto pinta interesante. Cuando salga el Vol.2 veremos cómo sigue.
Published on September 24, 2012 15:57
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