Andrés Accorsi's Blog, page 2

August 7, 2025

ESSENTIAL WEB OF SPIDER-MAN Vol.2

Caí en este masacote de 480 páginas por un capricho: quería tener la saga de Kraven´s Last Hunt en blanco y negro, porque me parecía muy choto el color. Y bueno, acá está, completa y en una versión en la que (para mi gusto) se luce mucho más el trabajo de Mike Zeck y Bob McLeod.Kraven´s Last Hunt es una marcianada, no solo porque cambia totalmente el tono medio jocoso de las aventuras de Spider-Man. Además es la primera vez que un mismo arco argumental atraviesa los tres títulos que tenía en ese momento el personaje (Amazing, Spectacular y Web), y encima todo a cargo de un mismo equipo autoral. O sea que durante dos meses, los guionistas y dibujantes titulares de Spider-Man se tuvieron que dedicar a otra cosa (o tomarse vacaciones) porque J.M. DeMatteis, Zeck y McLeod les coparon la parada en las tres series regulares. Y esto evidencia algo obvio: Kraven´s Last Hunt es una novela gráfica de 132 páginas, cortada arbitrariamente en seis fetas para aquella publicación original de 1987. Un comic raro, oscuro, no porque haya pasado desapercibido sino porque DeMatteis le imprime un ritmo atípico, una cadencia perturbadora y un cierto vuelo poético muy dark, mucho más cerca de The Killing Joke que del típico arco argumental de Spidey. La referencia a la obra de Alan Moore es inevitable, porque DeMatteis hace con Kraven lo mismo que el Mago de Northampton con el Joker: poner el foco en la motivación de un villano totalmente pasado de rosca y mostrarnos en detalle cómo ésta se convierte en obsesión, y deja atrás los límites de la cordura con resultados truculentos. Así llega a nuestras manos un relato todo lo heavy que podía ser en 1987 un comic que se distribuía masivamente en kioscos y comiquerías, sin sellitos onda "sugerido para lectores maduros". Hay violencia a raudales, sangre, torturas, desnudos (no explícitos), se habla bastante de canibalismo, un poquito de política, y al final uno de los protagonistas se vuela los sesos con un rifle. Spider-Man no hace chistes, no aparecen ni J. Jonah Jameson ni la Tía May y apenas se mencionan al pasar los sucesos de los arcos argumentales anteriores. Esto que Kraven le hace a Peter, se lo podría haber hecho a cualquier otro héroe de Marvel (a Iron Fist, ponele), y la historia sería básicamente la misma, excepto que el clásico rival de Kraven es Spider-Man, no Iron Fist. El dibujo de Mike Zeck arranca en un nivel increíble, y -como siempre- con el correr de las páginas se va replegando cada vez más hacia los layouts, y deja el acabado en manos de Bob McLeod, que al principio es apenas el entintador y al final ya tiene que poner mucho más de su cosecha, porque se nota que lo que entrega Zeck es apenas un boceto. La combinación entre ambos funciona muy bien, y abundan las páginas realmente hermosas, con unos claroscuros tremendos, unos climas totalmente siniestros y unas expresiones faciales magníficas.¿Y qué onda el resto del tomo? Porque además de Kraven´s Last Hunt, acá tenemos 12 números y un Annual de Web of Spider-Man... Bueno, el Annual zafa porque es como una colección de datos, fichas, breves textos sobre los poderes, el equipamiento y los enemigos olvidados de Spidey. La trilogía ambientada en el Reino Unido (que empieza con guiones de David Michelinie pero la termina Jim Shooter) es bastante decente, y se anima a meterse (aunque sea de manera superficial) en el conflicto entre el gobierno de Margaret Thatcher y los rebeldes de Irlanda del Norte. Pero entre el 23 y el 28, tenemos una seguidilla de números MUY malos, donde lo más parecido a un autor es Michelinie revoleando plots para que los desarrollen guionistas de menor calibre. Los nºs 29 y 30 mejoran bastante, cuando James Owsley pone el foco primero en el finado Ned Leeds y después en Richard Fisk, el hijo de Kingpin y Vanessa, que en esta época operaba bajo la identidad de The Rose. El 30, sobre todo, es un acertado pase en limpio de un montón de sucesos ocurridos en arcos previos, vinculados a The Rose, Hobgoblin, Kingpin y demás personajes de las series de Spidey y de Daredevil. En cuanto a los dibujantes, el arco en el Reino Unido está a cargo de Marc Silvestri, en la época en la que todavía era un dibujante promisorio, al que solo le faltaba encontrar un buen entintador (algo que sucedería cuando pase a Uncanny X-Men, a formar dupla con Dan Green). Y después, hasta que llega Kraven´s Last Hunt, tenemos una sucesión funesta de dibujantes realmente chotos, un descenso a los abismos del horror que se corta cuando aparece Steve Geiger, que no es un genio ni mucho menos, pero sobrevive a dos ordalías jodidas de verdad, a saber: 1) que en un mismo episodio le metan mano a tus lápices CINCO entintadores distintos y 2) que te entinte Vince Colletta. No sé qué fue de la vida de este muchacho, pero acá se esforzó por hacer tolerables los tres numeritos que faltaban para que llegara Mike Zeck a romperla.En fin, hay que tener bastante estómago para leer comics de Spider-Man de 1986-87. Creo que el primer Essential de Web... me lo compraría solo si lo veo a un precio absurdo, y porque tiene varios episodios escritos por Peter David. Y lo que pasaba en paralelo en Amazing y en Spectacular, la verdad que no me interesa en lo más mínimo. Cuando estaba Roger Stern, ponele que tenían algún atractivo. Pero después, de ahí hasta la época de Paul Jenkins y J.M. Straczynski, lo único que me animo a rescatar son saguitas medio descolgadas como Kraven´s Last Hunt, algún arco de Ann Nocenti o algún Annual que rompa con el esquema habitual. Nada más, por hoy. Esta tarde se inaugura la FED, así que andaré pululando por ahí. Y en una de esas, mañana también hay reseñas acá en el blog.
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Published on August 07, 2025 07:43

August 4, 2025

LUNES DE DIBUJANTAZOS

Las primeras reseñas de Agosto están dedicadas a dos libros que brillan sobre todo por la calidad de los dibujos. En primer lugar, Creepy Presents Bernie Wrightson, un libro muy cheto, editado por Dark Horse en tapa dura y (acertada decisión) en el mismo tamaño que los magazines de la editorial Warren donde apareció originalmente todo este material durante los años ´70 y principios de los ´80. La verdad es que no son tantas las historietas que dibujó Wrightson para Eerie y Creepy, y así como el libro, para acumular una cantidad razonable de páginas, tiene que clavarnos más de 30 páginas de ilustraciones y portadas (que por supuesto son muy hermosas, pero prescindibles) realizadas por el ídolo. Pero eso no sería nada, si además el tomo no incluyera TRES historietas en las que Wrightson solo se encargó de las tintas. Sí, de doce historias cortas, TRES lo tienen al co-creador de Swamp Thing como un mero entintador, un "fuckin´tracer", como decían en la gloriosa película Chasing Amy. Las tintas de Wrightson le agregan un montón de onda tanto a los lápices de Carmine Infantino como a los de Howard Chaykin, pero la narrativa que estamos viendo es la de estos otros autores. Y en el caso de la historieta dibujada por Chaykin, las tintas de Wrightson ni siquiera quedan bien.Así que , de todo este masacote, nos quedan para disfrutar a pleno solo nueve historietas. Y acá es donde realmente el nivel del material deslumbra a propios y ajenos. Wrightson adapta un cuento de Edgar Allan Poe y uno de Howard P. Lovecraft de manera magistral, y además nos ofrece una historieta hermosísima (la única a todo color) que se titula "The Muck Monster" y es una especie de "Lado B" del clásico relato de Frankenstein. También con guion propio, desarrolla la muy atractiva "The Pepper Lake Monster", con unos dibujos devastadores. Y después colabora con los tres guionistas que más trabajo tenían en las antologías de Warren: con Bill DuBay realiza la correcta "Nightfall", Nicola Cuti escribe la rarísima (y atrapante) "A Martian Saga", y nos quedan tres guiones de un íntimo amigo de Bernie (autor también del prólogo), el siempre picante Bruce Jones. Wrightson y Jones tenían una química especial, que acá logra que nos parezca bueno un guion medio choto como el de "The Laughing Man", que nos conmueva el vuelo poético de "Clarice", y bueno... la tercera historia de la dupla es "Jenifer", un clásico absoluto, incuestionable, insumergible, inolvidable. Una joya de 10 páginas en la que ambos autores alcanzan cotas de calidad que alcanzan y sobran para subirse para siempre al Olimpo de los genios del terror. De los guiones que Wrightson no dibuja (sino que solo entinta), destaco el de "Country Pie", también obra de Jones. Como ya mencioné, la narrativa es 100% Infantino, así que si sos fan del tano cabrón, acá lo vas a ver muy bien apuntalado por un guion muy dinámico (al que le alcanzan seis páginas para contar un montón de cosas) y por un trabajo de tintas y aguadas que le agrega Berni y le queda genial.En fin, la versión "sincera" de este libro debería ser bastante más finita (más barata, también), pero así como está queda muy lindo en la biblioteca al lado del de Richard Corben. Hace no tanto tiempo, el 18/04/25, me tocó leer el Vol.8 de Dead Dead Demon´s Dededede Destruction, del inclasificable Inio Asano. Ahí me encontré con un extenso flashback al origen secreto de la amistad entre las dos protagonistas, Ouran y Kadode, y cerré con la frase "ojalá el flashback no abarque TODO el Vol.9, porque quiero saber cómo sigue el bolonki de los aliens en Japón y toda la trama política y de espionaje que armó Asano alrededor de eso, que me tiene muy enganchado". Bueno, este flashback no ocupa todo el tomo, sino que termina unas 30 páginas antes del final... para dar paso a otro flashback, esta vez al momento en que la nave de los aliens llegó a Tokyo. De nuevo me quedé sin lo que vine a buscar, pero eso no es lo peor. Lo peor es que, si Asano se toma para este otro flashback la misma cantidad de páginas que se tomó para el que vimos en los Vol.8 y 9, vamos a retomar el hilo de la narración en tiempo presente cuando falten menos de 100 páginas para el final de la serie, que llegará en el Vol.12. Acá por lo menos, entre tanta pavada, hay un poquito de subtexto: una reflexión acerca de la tensión entre el Bien y la Justicia, que roza la temática del inolvidable Death Note y de tantos comics de justicieros violentos que operan por afuera de la ley, con sus propios códigos. Pero nada es demasiado explícito, salvo el amor que se tienen estas dos pibitas, inquietas, kilomberas, explosivas. Y por supuesto el punto más alto de Dead Dead Demon´s Dededede Destruction es el dibujo de Asano y su equipo, que la rompen toda. Acá hay unas páginas donde la aplicación de grises está tan lograda, denota tanta inspiración, que hasta opaca el trabajo de la línea negra, que suele ser perfecto. Lo único que encuentro para criticar es la sobreabundancia de primeros planos, pero la verdad que al ser un guion tan basado en los diálogos y en los sentimientos, las expresiones faciales de los personajes merecen esa atención extra que les dan los primeros planos.Ya tengo comprados los tres tomitos que faltan para llegar al final, así que seguramente en los próximos meses me voy a enterar cómo termina este delirio de Inio Asano que arrancó tranqui, después levantó temperatura y ahora se enfrió a fuerza de flashbacks muy estirados, cuando una de las cosas más copadas que tenía la serie era que arrancaba con todo ya empezado, con un statu quo totalmente atípico, y a la vez totalmente normalizado por el ecosistema en el que se mueven los personajes. Nada más, por hoy. Sigo adelante con las lecturas, con la planificación de los viajes que se vienen y con el nº12 de Comiqueando Digital, previsto para fin de año. Gracias y hasta pronto.
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Published on August 04, 2025 18:27

July 31, 2025

JUEVES EN CASA

Hoy no pisé la calle, estuve todo el día en casa. Un embole importante. Pero el lado positivo es que tengo un rato para escribir reseñas... y por ahí después junto ganas de salir a comer algo en algún lugar copado.La bisagra entre las décadas del ´80 y ´90 fue un momento muy interesante en el comic británico, una etapa en la que floreció un comic alternativo muy vital, raro, experimental, rupturista. Una primavera cortita, porque en pocos años las revistas que apostaron por la vanguardia habían desaparecido, pero que nos dejó algunas obras muy notables. En el mejor año de su historia (1991) Dark Horse decidió publicar en EEUU algo de toda esa explosión alternativa británica (mezclada con cositas de un par de autores yankis) y así nació Deadline U.S.A., una antología en formato librito de 100 páginas en blanco y negro que tuvo apenas tres entregas, para luego pasar al formato comic book (con menos páginas), en el que salieron ocho entregas más. Esos ocho comic books los completé y leí hace no mucho, y DESPUÉS me enteré que antes había que leer los tres libritos, de los que (hasta ahora) conseguí solo el Vol.2.Con una ingenuidad digna del boludo que creyó que si ganaba la ultraderecha iba a cobrar en dólares, yo suponía que el recurso de publicar historias largas en fetas se había utilizado solo en los comic books, no en los libritos. Bueno, en este Vol.2 me encuentro con un montón de historietas serializadas, de las que aparecen unas pocas páginas y terminan en continuará. Ya sé como siguen, porque (si bien no tengo el Vol.3), leí los episodios que aparecieron en los nºs 1 al 8 de la colección siguiente, pero igual es un pijazo. Entre estas serializaciones, hay material MUY grosso, como Thirteen O´Clock de Richard Sala o Wired World de Philip Bond, y cosas más raras, más crípticas (pero visualmente atractivas) como Silence, de Alec Stevens, o Doe (de Ho Che Anderson). Entre las historietas autoconclusivas, hay entregas de una sola página de los gloriosos Milk & Cheese (a cargo del inmenso Evan Dorkin), una muy bizarra de Tank Girl (por Alan Martin y Jamie Hewlett), una de Hugo Tate (por Nick Abadzis), un gran episodio de Johnny Nemo (de Peter Milligan y Brett Ewins) y uno de Be-Bop and Lula, escrito y dibujado por el inolvidable Steve Dillon, en un estilo mucho más despojado, más cercano al de Moebius, sobre todo cuando dibuja paisajes futuristas. Y por supuesto, historias cortitas muy raras, muy experimentales, como las de Phil Hester (otra antología en la que aparece este monstruo), las de Shaky Kane, las de D´Israeli, o la de Rachel Ball. Obviamente no faltan un par de autores totalmente pasados de rosca, que aportan trabajos 100% inentendibles e inabordables, ya sea por la torpeza en la narrativa, por la impericia en el dibujo o por un rotulado abominable. Pero bueno, soy fan del comic británico alternativo de esta época, y ni bien vea a buen precio el Vol.1 y el Vol.3 de esta primera etapa de Deadline U.S.A., los voy a capturar. Me voy a Italia, año 2015, cuando sale el Vol.138 de la colección Ristampa Dago, en la que la editorial Aurea recopila (o recopilaba, no lo sé) los episodios de Dago que aparecían semanalmente en la antología LancioStory, en entregas de 12 páginas. Acá ya estamos en el último tramo de la carrera de Robin Wood, en la que el ídolo escribía la serie semanal, pero había delegado en otros guionistas las novelas gráficas mensuales. "La Rosa del Mondo" ofrece 60 páginas de historieta (cinco episodios semanales) a todo color, escritas por Wood. Las primeras 48 páginas conforman el arco argumental que da título al tomito, y están dibujadas y coloreadas por el marplatense Marcelo Borstelmann (a quien ya vimos por acá un lejano 06/03/17). El tratamiento del color es rico en efectos de iluminación y en texturas, pero acentúa el principal (tal vez el único) defecto del dibujo de Borstelmann. Cuanto mejor logrado está el objetivo de que las imágenes parezcan fotos, más llama la atención lo estático del dibujo. O sea que el mayor grado de realismo se traduce en una mayor dureza en el movimiento y las expresiones de los personajes. El guion es una larga batalla entre dos bandos, uno que ataca una ciudad y otro que la defiende, y el rol de Dago en el conflicto es francamente menor, si no fuera porque tiene intereses románticos en las dos mujeres con cierto protagonismo en la historia que -obviamente- luchan una para cada bando. Cuando uno se convence de que Dago va a hacer "la Gran Archie" (es decir, no decidirse nunca entre la rubia y la morocha y seguirle el juego a las dos), Wood nos sorprende en las páginas finales: allí el veneciano, una vez finalizado el sangriento combate, se va con una de las dos, a vivir unas vacaciones de paz, amor y besos. Y en las 12 páginas restantes, arranca un nuevo arco argumental, esta vez dibujado (como los dioses) por el cordobés Carlos Gómez. La trama no está ni cerca de resolverse cuando el tomito llega a la última página, pero los caraduras de la Aurea le ponen a la última viñeta un cartelito que dice "FINE". Fine, las tarlipes. Menos mal que tengo el librito que le sigue, y pronto me voy a enterar cómo continúa la historia de Dago con Ercole Boldrini, un muchacho falsamente acusado de haber matado a una nena, al que el héroe salva de morir en la horca. Como siempre digo, no soy muy fan de Dago, porque me la baja un poco leer una y mil aventuras del Guacho Pistola que le gana a todos en todas las disciplinas. Dago es tan capo como Batman, pero además le baja la caña a cuanta mina linda se le cruza. Y a mí me gusta que los héroes la remen más de atrás, que transpiren más la camiseta, que las victorias les cuesten un huevo. Si no, es un trámite, se pierde la épica. Pero bueno, cada tanto, hago el esfuerzo, porque me gustan los diálogos que escribía Robin y porque (por lo menos en la serie semanal) Dago suele tener muy buenos dibujantes. Acá, esas 12 paginitas de Gómez (coloreadas por Lautaro Rinaldi), prometen un Vol.139 repleto de magia. Y además está buenísimo ver al cordobés plantar páginas de no más de cinco viñetas, después de haber leído esos álbumes hechos para Francia en los que metía 11 ó 12 cuadros por página, algunos microscópicos. Nada más, por hoy. Cerramos Julio con 13 entradas, una barbaridad. Veremos qué onda Agosto. Gracias y hasta pronto... Y quienes todavía no descargaron la Comiqueando Digital de https://comiqueandoshop.blogspot.com/, dale... media pila, que vale chauchas y es lo ÚNICO por lo que cobramos, de todo lo que brindamos todos los fuckin´días hace 8.500 fuckin´años.
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Published on July 31, 2025 16:52

July 29, 2025

MARTES SOLEADO

Todavía no terminó Julio y ya clavé 12 entradas en el blog. ¿Qué me contursi? La verdad que entre películas y lecturas, salió un mes ultra-comiquero. Vamos con las reseñas de un par de libros más.Por esas cosas de los japoneses y la extraña forma que tienen de vender las licencias de los mangas a las editoriales extranjeras, Ivrea metió en un mismo tomo dos obras de Junji Ito que no tienen un choto que ver una con la otra. El tomo argentino se titula "Frankenstein" y tiene más de 400 páginas. La primera mitad, está compuesta por historias de terror/ misterio/ suspenso/ bizarreadas varias, casi todas protagonizadas por Oshikiri, un pibe que vive solo en una extraña mansión en la que pasan cosas muy locas. Hay fantasmas, muertos en las paredes, un vórtice que da a otra dimensión... y algunas cosas son reales y otras son alucinaciones de Oshikiri. Lo que hace acá Ito es tirar una idea fuerte, desarrollarla hasta donde se le da la gana, y terminar la historia donde a él le parece, no necesariamente cuando el conflicto que plantea llega a una resolución. Algunas son buenas ideas, desperdiciadas en malas historias. Y otras ni eso. Son imágenes de alto impacto, enigmáticas, perturbadoras o simplemente asquerosas, alrededor de las cuales el autor trata de armar un argumento, con distintos niveles de éxito. La verdad que si fuera por este primer tramo, ni se me ocurriría conservar este libro, porque ni siquiera el dibujo de Ito está en un nivel cercano a los de sus momentos más gloriosos. Las tramas son un poco rudimentarias, el capricho de que los protagonistas sean siempre chicos y chicas de escuela secundaria me seca los huevos sobremanera, y en todos los casos, lo que Ito cuenta en 30 ó 35 páginas se podía contar en 10 ó 12.Felizmente, después de esta primera mitad medio "más de lo mismo", tenemos la adaptación de Frankenstein, sorprendentemente fiel a la versión original con la que la genial Mary Shelley inauguró eso que hoy llamamos "ciencia ficción" allá por 1818. Como cuando le tocó adaptar "Indigno de ser humano", acá Ito se pone la 10 y la cinta de capitán. Su Frankenstein, además de MUY respetuoso de la versión literaria, es un manga atrapante, narrado de manera magistral, sin abusar de los bloques de texto (vicio muy habitual en las adaptaciones), repleto de imágenes impactantes, aunque esta vez perfectamente integradas a un argumento sólido. Como en la novela de Shelley, acá no pasa todo por las tropelías que comete el monstruo sino más bien por las oscuras obsesiones que atormentan a Victor Frankenstein, su creador. El personaje central es Victor, y su criatura tiene un rol importante, pero no le roba el protagonismo. Por supuesto que, con la adaptación en manos de Ito, el terror se va a hacer presente en la narración. Pero es un elemento más, al igual que el drama. También hay una trama romántica (una y media, podríamos decir) y momentos (el principio y el final) donde se impone una aventura en paisajes exóticos, todo maravillosamente dibujado por el astro japonés.No hace falta que lo subraye, pero sin dudas estas casi 200 páginas (originalmente realizadas por Ito a mediados de los ´90) son las que hacen que valga la pena comprar y atesorar el libro, sobre todo si sos fan de Frankenstein o de los orígenes de la ciencia ficción. Vamos a Estados Unidos, fines de 2018, cuando DC publica la antología Nuclear Winter Special, un librito con 10 historias cortas de ocho páginas cada una, hilvanadas por una secuencia medio en joda, en la que el protagonista es Rip Hunter. Lo que más me sorprendió es la calidad de los dibujantes: el italiano Giuseppe Camuncoli, Brad Walker, el rosarino Cristian Duce, Yasmine Putri, Dexter Soy, el prócer Jerry Ordway, el maestro Phil Hester, el chileno Amancay Nahuelpan y Scott Kolins. No hay uno flojo, de verdad. Visualmente, es una antología muy pareja, y con un nivel altísimo. Veamos qué onda los guiones. La historia de Damian Wayne contra Ra´s al Ghul (a cargo de Colin Kelly y Jackson Lanzing) no está mal, es correcta y poco pretensiosa. La de Superman y Martian Manhunter ambientada en el futuro del One Million es excelente, sorprendente y emotiva. La de Flash (a cargo de Jeff Loveness) no me pareció gran cosa. La de Supergirl (de Tom Taylor) me intrigó porque está ambientada en un futuro en el que Kara es bastante mayor, y tiene una hijita. No sé si está conectada a una saga más extensa que nunca leí, o si es un invento fumanchero de Taylor, pero funciona. Mairghread Scott firma el unitario protagonizado por Aquaman, también muy poco ambicioso, bastante entretenido. La de Firestorm está a cargo del maestro Paul Dini, que se zarpa un poquito en la cantidad de texto y la cantidad de cuadros que le hace dibujar a Ordway, pero está muy bien, es una linda vuelta de tuerca a un concepto bastante ramplón como era el de la Nuclear Family (creada por Mike W. Barr como antagonistas de los Outsiders). El propio Hester escribe el guion de la historieta de Kamandi, que está muy buena y te deja con ganas de más. La más flojita tal vez sea la de Catwoman (escrita por Cecil Castelucci) y el librito cierra con una de Green Arrow, a cargo de un guionista al que nunca había oído nombrar: Dave Wielgosz. Una muy grata sorpresa, porque -si bien prácticamente no hay acción- nos presenta a un Oliver Queen crepuscular muy interesante, muy consistente con lo que fue toda la trayectoria de Green Arrow como superhéroe, y con una exploración de sus vínculos muy intensa y muy profunda, sobre todo si pensamos que está todo contado en apenas ocho páginas. Como siempre, por sobre el frío del invierno y por sobre la desolación de los escenarios de futuros distópicos, en los que la Tierra está hecha mierda o los superhéroes están viejos o derrotados, se impone la luz, la esperanza. No importa cuándo, no importa cómo, los íconos de la justicia, la bondad y el altruismo van a aportar su granito de arena para que el universo, la ciudad, una familia, o un amigo, sean un poquito más felices. Casi todos los guionistas que colaboran en el Nuclear Winter Special captaron esa consigna y la convirtieron en historias cortas que tal vez no tengan tanta prensa ni tanta repercusión como las series mensuales o las miniseries de Black Label, pero que se disfrutan sin mayores inconvenientes y además inspiraron a los dibujantes para que se pongan las pilas y realicen trabajos muy, muy notables.Hasta acá llegamos, por hoy. Capaz que hay una entrada más antes de fin de mes (lo dudo), pero lo que es seguro es que nos vemos mañana a las 22:30, en vivo en el canal de YouTube de Comiqueando, en una nueva emisión de Agenda Abierta. ¡Gracias y hasta entonces!
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Published on July 29, 2025 10:06

July 26, 2025

NOCHE DE SÁBADO

Tengo un par de libros leídos y un rato libre antes de que empiece el partido de Racing, así que ahí vamos...Durante muchos años soñé con conseguir en un idioma legible algún álbum de Franka, el gran clásico del comic de los Países Bajos, escrito y dibujado por Henk Kuijpers. Cuando finalmente vi uno en francés, me tiré de cabeza sin notar que en la portada decía "Tomo 2"... y así me encontré con una aventura que viene empezada, con personajes y situaciones que Kuijpers no se calienta en lo más mínimo en recapitular para los que nos sumamos tarde.Pero eso sería lo de menos. El verdadero problema es que en estas 44 páginas, Kuijpers mete argumento para otras 64 ó 70 páginas. El resultado es un episodio tremendamente convulsionado, en el que pasan cientos de cosas, con páginas de 13 y hasta 15 viñetas, muchas de ellas repletas de texto. Cuando llega una página con siete cuadros, o una secuencia muda, sentís un alivio absoluto, un nirvana, como si cagaras después de 20 días sin sentarte en el inodoro. La historieta es divertida, la aventura que viven Franka y Ava es ganchera, llena de elementos fantásticos que me recordaron a esas novelas de Tarzan en las que encuentra civilizaciones perdidas con dinosaurios vivos y todo en el fondo de un volcán. El tema es lo apretado que está todo para entrar en apenas 44 páginas. Y por suerte, está el dibujo, que es formidable. Esta es una obra de 1986, en la que lo encontramos a Kuijpers en perfecta sintonía con lo mejor de la línea clara ochentosa: hay mucho Yves Chaland, hay mucho Mique Beltrán, algo de Daniel Torres, algo de Rubén Pellejero, y por supuesto el trabajo hiper-minucioso en fondos, edificios y paisajes que todos estos autores heredaron de Hergé. Cuando los personajes incursionan en espacios oscuros, donde sí o sí cobra protagonismo la mancha negra, Kuijpers recurre a yeites clásicos de Jean-Claude Mézieres, que domina con mucha solvencia. El dibujo es dinámico, expresivo, y fluye con muchísima naturalidad a pesar de que todo está muy chiquito, para que entren 13 ó 15 viñetas por página. Lo extremo de las peripecias y la ambientación exótica (una selva perdida en el fondo de la Tierra) facilitan las excusas para que las chicas pierdan gradualmente su ropa, hasta quedar prácticamente en bolas, pero Kuijpers no cede a la tentación de sexualizar los cuasi-desnudos de Franka y sus compañeras. Me imagino esto mismo dibujado por alguien tipo J. Scott Campbell, este mismo argumento convertido en un comic de Danger Girl, y no solo ocuparía seis veces más páginas, sino que sería prácticamente una historieta porno, repleta de poses minuciosamente pensadas para exhibir la nerca que queda al aire. Como primera aproximación a las aventuras de Franka, esta segunda parte de "Les Dents du Dragon" fue un poco mucho. Salí a la ruta y a los 300 metros me pasó por encima un camión. Pero el dibujo me volvió loco, y ni bien consiga otro álbum de esta serie, voy a insistir, a ver si tengo suerte y me encuentro con un guion que entienda cuánto diálogo y cuántas peripecias se pueden meter en 44 páginas sin provocarle un ACV al lector.Me voy a Brasil, año 2004, cuando se recopilan en libro 10 historias cortas de los gemelos fantásticos, Fábio Moon y Gabriel Bá. En este "10 Paezinhos-Critica" aparece básicamente el mismo material que Dark Horse publicó en el libro De:Tales, que alguna vez vi, pero nunca pude comprar. Hay una sola historieta realizada a cuatro manos por los gemelos, una anécdota autobiográfica ambientada en París, y una con guion de Gabriel y dibujos de Fábio, la poética "El Camino". Y después, en el resto del libro, cada uno va a aportar sus trabajos personales, sin cruzarse con el otro, como Gilbert y Jaime Hernandez en Love & Rockets. La historieta más larga es "El Sapo", 18 páginas con guion y dibujos de Gabriel Ba que, con un girito más ambicioso en el final, podría haber sido una obra maestra del comic existencialista. El dibujo es glorioso, el tempo es totalmente cautivante, los bloques de texto están utilizados de una manera brillante... solo le faltó eso: un rulito más fuerte para rematar la historia y hacerla todavía más conmovedora.Y por el contrario, entre los aporte de Fábio Moon, la mejor historia es "Feliz Aniversario, Meu Amigo", que es una belleza total, llena de momentos y diálogos preciosos... pero que no maneja ningún tipo de suspenso porque desde el principio uno sabe cómo va a terminar. Algo que pudo ser un thriller, con una revelación shockeante para un final que resignificara todo, es en realidad un slice of life con un elemento sobrenatural. Manejado con elegancia y sobriedad por un autor que la tiene clarísima, pero a costa del impacto que pudo tener y no tiene.Después hay muy buenos relatos breves, casi todos en esa veta entre costumbrista y poética que los hermanos llevaron a la perfección en Daytripper, la que -al día de hoy- es su obra maestra. Pero acá todo el material está en blanco y negro, con lo cual se disfruta muchísimo el manejo del claroscuro que exhiben cada uno de ellos. Fábio con un trazo más tradicional, más orgánico, con más texturas y volúmenes, y Gabriel con una línea más despojada, que por momentos se acerca a Mike Mignola o a Eduardo Risso por la forma de incorporar las masas negras.El gran hallazgo del librito es que hay una historia que aparece dos veces: un guion muy simple, que vemos primero dibujado por Fábio y después dibujado por Gabriel, para cotejar ambas versiones y ver cómo cada uno de los hermanos interpretó la misma partitura. Pero si sos fan de los gemelos, todo lo que vas a encontrar acá te va a emocionar, o a sorprender. No rascaron el fondo del tacho para juntar 10 historietas y armar un libro. En todo caso, el relleno para completar 100 páginas son algunas carátulas e ilustraciones sueltas, mientras que la calidad de las historietas es muy pareja y muy alta. Nada más, por hoy. Nos reencontramos pronto con nuevas reseñas acá en el blog, y el miércoles a las 22:30 con una nueva emisión de Agenda Abierta, en vivo en el canal de YouTube de Comiqueando. ¡Gracias y hasta entonces!
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Published on July 26, 2025 17:08

July 23, 2025

GEMAS DE ANTAÑO

Hoy tengo para reseñar dos libritos con historietas muy viejas: uno de los ´50 y otro de los ´70. Veamos con qué me encontré en estos trips al período precámbrico.En un lejano 24/04/14, me tocó reseñar el libro de Archie Americana Series correspondiente a los años ´60. Hoy me voy más para atrás, a leer comics de Archie de los años ´50. Por supuesto lo primero que hay que hacer es putear en todos los idiomas a la editorial, por no incluir créditos. El prólogo de Victor Gorelick nombra a varios de los autores más relevantes que tuvo Archie en los ´50, pero falta la info de quién escribió y quién dibujó cada una de las 16 historietas seleccionadas para este libro.Los dibujantes no son gran cosa. En general, cumplen sin descollar. Ninguno está ni cerca de Dan DeCarlo, y ni el propio DeCarlo mostraba en los ´50 el nivel que va a ostentar en las décadas siguientes. Pero son dibujo correctos, muy claros, muy expresivos, puestos 100% al servicio del relato. El dibujante que menos me gustó (ojalá pudiera saber el nombre) tiene un montón de rasgos que reaparecen en las obras de Beto Hernandez, obviamente modernizados, pasados por el tamiz de un autor que tiene también otras influencias, y puestos en función de otro tipo de historias. Me sorprendió que la gran mayoría de los guiones son de buenos para arriba. Hay uno malísimo, que te hace dudar del criterio de la gente que eligió las historietas para armar un "Best of", que es ese en que Archie se pone a hinchar las pelotas con su ascendencia escocesa y hay un montón de chistes, uno más boludo que el otro, con una gaita. Y después los mejores son los que tienen que ver no con situaciones disparatadas que se dan como consecuencia de coincidencias medio bizarras, sino con planes que alguien elabora. Un plan de Archie para levantarse a Veronica, un plan de Betty para arruinarle la cita con Archie a Veronica o viceversa, un plan de Reggie para que Archie quede como un forro tanto con Betty como con Veronica, un plan de Archie y/o Reggie para franelearle la novia a Moose, un plan de los padres o de los profesores para sosegar a estos borregos que se llevan al mundo por delante, y hasta un plan de Archie y Reggie para cagarlo a Jughead. Obviamente, la mayoría de las veces los planes salen mal, y eso genera los momentos más cómicos de las historietas.El Archie de los ´50 juega menos con la brecha generacional que el de los ´60, pero igual se nota cómo este cambio social que pone a los adolescentes en el centro de la escena, descoloca un toque a los guionistas. De pronto, los pibes que hasta un punto eran casi mascotas bípedas de sus padres, empiezan no solo a decidir por ellos mismos, sino a imponerle las reglas del juego a toda una sociedad. Las historietas de la pandilla de Riverdale son un testimonio riquísimo para quien quiera estudiar esos procesos... y para quien quiera ver de dónde tomaron los guionistas de The Simpsons esa forma tan extraña de hacer que pasen las décadas sin que los personajes acumulen pasado en sus biografías. Nouvelles Histoires es un compilado de historias cortas de Régis Franc, de las que aparecían en las páginas de Pilote a mediados de los ´70, cuando la revista fundada por René Goscinny y sus amigos ya había pasado de semanal a mensual. En total son nueve historietas, de cuatro o cinco páginas cada una, realizadas por Franc entre 1976 y 1977 y -si no me equivoco- nunca traducidas al castellano.Para la portada, eligieron una viñeta de la mejor historieta del tomo: la del manager garca que quiere dormir al boxeador medio tonto. Es una gema de cinco páginas, que se desarrolla y resuelve a través de diálogos, y que Franc no va a superar, por lo menos en este librito. En general, las historias de Franc están jugadas a los diálogos, o a un monólogo interno de un protagonista. Muchas veces parecen breves obras de teatro, porque hay un único escenario y poca acción. O a un film donde la cámara se queda quieta y nos muestra un mismo paisaje a la mañana, a la tarde, a la noche... para plasmar los distintos ritmos, los distintos flujos de personas, en distintas actividades. Incluso hay una muy buena (la primera del álbum) donde el decorado es siempre el mismo y la historia va saltando por distintos momentos en la vida de Marcel, el protagonista. En unas viñetas es adulto, en otras es niño, en otras ya no está... pero todo pasa por esa mesa y ese ventanal. Después perfecciona el truco en la historia del militar y su novia Alberte, pero el guion no es tan atractivo. Varios de estos relatos se sostienen no por lo que cuenta Franc, sino por los trucos narrativos que emplea, que estaban bastante a la vanguardia en el contexto de 1976-77. A nivel visual, el recurso más notable que emplea Franc (además de dejar quieta "la cámara" durante páginas enteras) es el de dibujar a los humanos con rasgos de animales. Así tenemos historias profundas, casi existencialistas, con conflictos bien de adultos, pero protagonizados por conejos, gatos, chanchos y ratones. El trazo es limpito, diáfano, y en los años posteriores va a mejorar todavía más, cuando Franc alcance una síntesis aún mayor. Las Nouvelles Histoires resultan engañosas, porque toman la estética de los Looney Tunes, Tom & Jerry y demás clásicos de la animación para contar historias sin acción, sin violencia, que terminan cuando uno menos lo espera y que a veces narran muy poco, apenas una situación aislada. El ritmo, en vez de frenético como en los cartoons, es parsimonioso, pecho frío. Y los personajes no son necesariamente queribles, ni mucho menos tiernos. Con esto te quedará claro que las historietas de Régis Franc no son para cualquier tipo de lector, y también servirá para empezar a vislumbrar por qué son básicamente desconocidas fuera de Francia. Yo lo banco por los riesgos que asumía, más que por los resultados que conseguía. No me veo compelido a salir como loco a buscar más álbumes de Franc, pero me parece importante haber conseguido y leído este, porque tiene todas las características que hacen que el autor sea digno de atención y de estudio por parte de los que nos dedicamos a esto.Nada más, por hoy. Ni bien tenga más material leído, reaparezco por acá con nuevas reseñas. Gracias y hasta entonces.
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Published on July 23, 2025 13:35

July 22, 2025

FANTASTIC FOUR: FIRST STEPS

"Belleza" debe ser la palabra que mejor define a la nueva película de los Fantastic Four. No sé mucho de cine, como para calificarla de "obra maestra", o de "clásico inmendiato", ni nada de eso. De hecho, hasta hoy nunca había nombrar al director Matt Shakman, y de todo el elenco al único que conocía era a Pedro Pascal (por su rol lamentable en la segunda Wonder Woman). Así que esta no es una crítica desde lo cinematográfico, sino desde un subnormal de 57 años que ama a estos personajes desde pendejo.FF: First Steps es la más Disney de todas las pelis de Marvel, la que más y mejor expone los valores familiares y las fórmulas narrativas que uno asocia con las producciones del imperio del Tío Walt. No tiene ese cinismo, ese picante, ese rockanroll de las típicas pelis del MCU. Está ambientada en una época más inocente, y esa inocencia está todo el tiempo en pantalla. Los FF son ídolos mundiales, como si fueran los Beatles. La gente los ama, los líderes políticos confían en ellos, a nadie se le ocurre coaccionarlos, ni operarlos... hasta que el guion ( a cargo de Eric Pearson, Josh Friedman, Ian Springer y Jeff Kaplan) pone sobre la mesa un dilema ético muy espeso donde cualquier decisión que tomen los héroes va a ser severamente cuestionada, desde afuera o desde adentro.De alguna manera muy sui generis, esta película es la continuación de la de 2007, aquella con el Silver Surfer, que terminaba con la posible venida de Galactus a la Tierra. Acá hay un recorrido muy veloz por el origen y los primeros cuatro años de trayectoria del grupo (todo esto narrado de manera magistral), y después sí, todo el núcleo de la trama pasa por el enfrentamiento con el devorador cósmico, que había quedado pendiente de aquella vez. Esta vez Galactus no es una nube de pedos misteriosa: es el Galactus posta de Stan Lee y Jack Kirby. Y el Surfer (increíble lo bien hecho que está) no es Norrin Radd, sino Shalla-Bal. Por esas pelotudeces de los derechos, que Marvel no tenía y ahora sí tiene, esta película que debería ser el verdadero incio del MCU, llega más de 15 años tarde, y se ve obligada a situarse en una Tierra alternativa, donde no existen los superhéroes que ya conocimos a lo largo de todo este tiempo. Y ya que tienen que inventar una nueva Tierra, los guionistas de FF:FS la hacen de lujo y crean una realidad donde la existencia del cuarteto mejoró ostensiblemente la vida de la gente, una especie de utopía sesentosa, un mundo que se parece un poquito al de los primeros comics de Lee y Kirby, y mucho a las visiones del futuro próspero y luminoso que tenía Walt Disney. Esto está realmente muy logrado, resulta muy agradable a la vista y muy funcional al relato, especialmente cuando se contrapone con ese espacio ominoso y sin onda que habita Galactus.Y además de estar situada en una Tierra alternativa, esta película se distingue de las demás porque no está hilvanada con todo el resto. Es parte del MCU porque un grupo de ejecutivos así lo dictamina, pero a nivel narrativo, en su lógica interna, es un film totalmente independiente de todos los demás. No esperes guiños a los Avengers, a los X-Men, a las series de Netflix, o de Disney +, porque no hay. Este es el inicio de un nuevo universo, y ya estoy lamentando que pronto estos Fantastic Four vayan a abandonarlo, para venirse al universo que todos conocemos, a interactuar con los otros héroes y villanos del MCU. Los personajes están muy bien. El único que se luce poco, que no tiene peso en la trama, es Ben, y es una pena, porque visualmente está perfecto. Hasta Franklin y Mole Man son más importantes para el desarrollo del argumento que la querida mole de piedra. Banco que su caracterización no se haya hundido en el pathos eterno de "mi vida es una mierda porque tengo aspecto de monstruo", pero no sé, esperaba que el rol de Ben en la trama fuera mucho más decisivo. Johnny está genial, no es simplemente un comic relief ni un imbécil calentón. Reed es un capo total, que no resigna su humanidad ni su sensibilidad en pos del rigor científico. Y Sue es una guerrera, una mina picante, decidida, con unos ovarios más grandes que los planetas que se morfa Galactus, encima interpretada por una piba que a) es muy linda y b) se llama Vanessa... ¡KIRBY!. No sé qué más se puede pedir. La dinámica entre ellos es brillante, HERBIE no jode para nada, y que Franklin en vez de nacer en un sanatorio nazca en... un lugar muy atípico, es sumamente coherente con el doble carácter de los FF, que son una familia, y a la vez los superhéroes más grossos de su universo. "Tarda en llegar, y al final hay recompensa", decía una canción preciosa de Soda Stereo. Y para los fans de los Fantastic Four, First Steps es la tan esperada recompensa. Por fin tenemos a estos personajones al frente de una película que es original, es divertida, es épica y es emotiva, como debe ser toda buena historia de superhéroes. Yo viví estos 145 minutos totalmente enganchado, y los disfruté a pleno. Fue impactante, fue conmovedor, fue un alivio enorme, fue como cuando Racing salió campeón en 2001, después de 35 años sin dar una vuelta olímpica. Lo único que empaña mi alegría es que, una vez que la hacen bien, no estén ni Stan ni Jack para aplaudirlos...Recomiendo enfáticamente ir al cine a ver esta maravilla... y volver mañana, que vamos a tener nuevas reseñas de comics, acá en el blog.
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Published on July 22, 2025 16:32

July 19, 2025

SÁBADO DE DUPLAS

Hoy tengo para reseñar dos libros protagonizados por una dupla de personajes y a cargo de una dupla autoral. Veamos con qué me encontré.Arranco en Argentina, año 2025, cuando Deux recopila en libro una serie excelente que salía en Skorpio a principios de los ´90: Browning & Cooper, escrita por Eduardo Mazzitelli y dibujada por Lito Fernández. El libro arranca con un texto de autor anónimo, que confunde a Browning con Cooper y describe a uno con las características del otro, y viceversa. Se ve que es alguien que no entendió bien las historietas que incluye el tomo. Pero hay algo mucho peor, rayano en la falta de respeto. La biografía de Mazzitelli que aparece en la solapa (también anónima) se despacha con la frase "en la actualidad sigue escribiendo para el mercado italiano y publicando sus obras... en el mercado argentino". Es totalmente inentendible e inadmisible que alguien que publica historietas de Mazzitelli en 2025 no sepa que el autor falleció en 2024. Un horror. Ah, y además hay un problema con la tipografía que usaron para los títulos de los episodios, que aparece rota, con las letras cortadas. Por supuesto, nadie figura acreditado en el libro como responsable del diseño gráfico. Menos mal que después de todas estas berretadas tenemos 12 episodios de una serie brillante, de esas que uno no quería que terminaran jamás. El trazo de Lito Fernández está afiladísimo, rico en texturas, en detalles, con claroscuros apabullantes, y con un trabajo sobresaliente en la reconstrucción de varias ciudades de Estados Unidos en 1930. Hay alguna página en la que la narrativa no fluye de modo tan armónico, pero al toque Lito lo corrige y empieza a utilizar el truco (probablemente inventado por Horacio Altuna) de usar a los globos de diálogo como guía para que el ojo del lector lo se pierda en el recorrido por la página. No exagero un ápice si digo que estamos ante uno de los trabajos más cuidados y más logrados en la extensa y abultada producción de este ícono indiscutido de la historieta argentina.Y los guiones de Mazzitelli son exquisitos. Muchas veces se emparenta a Browning & Cooper con Torpedo 1936, y sí, algo de eso hay. Acá también tenemos como protagonistas a malvivientes capaces de cualquier atrocidad por unos dólares, en una New York decadente, donde el hampa es infinitamente más próspero que el más sacrificado de los laburantes. Pero el humor (negrísimo) que emplea Mazzitelli no se basa tanto en llevar al límite la incorrección política, y prescinde por completo de los juegos de palabras. Se apoya más bien en una ironía cáustica, mordaz, de devastadora mala leche, pero elegante, sutil. Hay violencia a raudales, los personajes son tan jodidos y tan machirulos como cualquier mafioso de los años ´30, y aun así Mazzitelli los introduce en historias en las que el humor macabro se ensambla muy bien con momentos más reflexivos y hasta con un cierto vuelo poético. Nunca sabés para dónde puede disparar (la ametralladora) un episodio de Browning & Cooper, y eso está buenísimo. El nivel de los 12 guiones es MUY parejo, y realmente altísimo. Si no te perturba que Mazzitelli te arranque una sonrisa con historias de sicarios, proxenetas, tahúres, asesinos, estafadores y corruptos varios, con este libro vas a pasar unos momentos inolvidables y te vas a enamorar de personajes amorales pero sumamente queribles, sobre todo porque son personajes con dobleces, con matices muy interesantes. Una verdadera gema, que merecía un poco más de cuidado a la hora de rescatarse en formato libro. A mediados de la década pasada, Valiant reunió a Christopher Priest y Mark Bright para una nueva novela gráfica de Quantum and Woody, que finalmente se publicó en formato de miniserie de cinco episodios, y más tarde se recopiló en TPB. Un TPB que vendría a ser el Vol.4 de la colección, porque los tres primeros reúnen el material realizado por los autores cuando Quantum and Woody era un título de la línea Acclaim/ Valiant, en las postrimerías del Siglo XX.En su momento fui muy fan de Q&W, y cuando vi este TPB me tiré de cabeza... para encontrarme con una historia demasiado retorcida, demasiado compleja, en la que los extensos flashbacks al pasado de los personajes prácticamente no enganchan con la historia del presente, y que -sobre todo- no tiene la comicidad de la serie original. ¿Quién se convenció de que en los ´90 leíamos Q&W porque nos gustan las historias de superhéroes realistas, oscuras y deconstructivistas? Nos copábamos con Q&W porque era una comedia atípica, atrevida, muy divertida, con risas garantizadas en todos los episodios. Y este regreso tiene (intencionalmente) menos gracia que un desalojo. En un punto, el único atractivo de Q2: The Return pasa a ser el hecho de que los protagonistas están 20 años más viejos, más cínicos, más amargos, y distanciados entre ellos. Y la verdad que eso no alcanza para engancharme con un plot muy rebuscado, narrado adrede de modo un toque confuso. La aventura superheroica propiamente dicha es más de lo mismo, no se profundiza mucho en los motivos que llevaron a Eric y a Woody a distanciarse y a cambiar tanto respecto de cuando los conocimos en los ´90, los nuevos personajes y el villano son poco atractivos... Una pena.El dibujo de Bright tampoco ayuda. Está muy lejos del Bright de los ´80 y ´90, que -digámoslo de una vez- era un dibujante aceptable, pero no deslumbrante, ni infalible. Acá se lo ve más errático, con menos onda, y sobre todo muy dependiente de los entintadores, que no lo ayudan demasiado. Sobre todo en los dos últimos episodios, cuando Ryan Winn reemplaza a Dexter Vines en las tintas, la calidad del dibujo se resiente ostensiblemente. El trabajo del colorista Allen Passalaqua no está mal, pero no logra levantar una faz gráfica bastante decepcionante. Así que, muy a mi pesar, vuelvo a pensar en Quantum and Woody como una serie 100% noventosa, que se cortó en el tercer TPB. Nada más, por hoy. El martes voy a ver la peli de los Fantastic Four, así que seguramente la semana que viene tendremos la crítica en este espacio. Muchas gracias a tod@s l@s que entran a https://comiqueandoshop.blogspot.com/ a descargar la Comiqueando Digital nº11, un numerazo al que de verdad le pusimos TODO. La seguimos pronto.
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Published on July 19, 2025 14:54

July 16, 2025

SMURFS

Bueno, ahora sí. Fui a ver la nueva peli de los Pitufos, una mega-producción animada, hecha con guita de empresas de varios países, y por supuesto basada en las historietas creadas por el glorioso belga Pierre Culliford, más conocido como Peyo. Nunca había visto un largometraje de los Pitufos, y tengo entendido que los que hay son bastante chotos. Por eso fui al cine con bastante miedo. Sin embargo, me tranquilizó ver que en el afiche no aparecían actores de carne y hueso, solo personajes animados, y que el director de este film es Chris Miller, el mismo de Shrek III y Puss in Boots. Después empecé a reconocer las voces de los actores que participan: Rihanna, John Goodman, Kurt Russell, Xolo Maridueña, Sandra Oh... y por supuesto pensé "Qué zarpado, y qué delirio que en la mayoría de las funciones esto se proyecte en la versión doblada, donde en vez de estas bestias están las voces de... Juan Carlos Nadie". Te imaginarás que si el rol principal es para Rihanna, la película tendrá canciones. Y sí, tiene canciones, pero poquitas. No es exactamente un musical. La película me atrapó y por momentos me fascinó por su faceta visual. El diseño de los personajes está perfecto (como en la serie de Astérix: El Combate de los Jefes, combina los yeites de la animación moderna con el trazo clásico de las historietas de Peyo), los escenarios son magníficos, la acción es tremenda, hay un exceso de imaginación, estallidos de creatividad sin límites a la hora de plasmar (con técnicas tan variadas como asombrosas) esta aventura de magia, fantasía y (por momentos) delirio. Es un eye-candy perfecto. Te sentás, mirás esa pantalla, y la peli te transporta, te hace vivir mundos y sensaciones que no están en los comics de los Schtroumpfs, pero a quién carajo le importa si está todo tan bien dibujado, con esos colores y esos chiches visuales tan lindos. Son 93 minutos de un vuelo casi lisérgico, falopa de la buena, que hará que, incluso si los personajes y el argumento te parecen una pelotudez atómica, la pases bien.El argumento (escrito por Pam Brady) es muy raro. Simplista al mango para los adultos, y MUY fumado para los chicos. Por ahí para la generación post-Adventure Time y post-Steven Universe, los conceptos que tira esta peli no son taaan extremos. Pero no tengo dudas de que hace 10 años nadie te aprobaba un guion de peli para chicos con múltiples dimensiones paralelas, portales místicos, varias razas de bichos fantásticos, largos flashbacks y un lore complejo y ambicioso como el que vemos acá. Tal vez lo más loco sea lo de la ampliación del lore de los Pitufos. Brady se habrá dado cuenta de que la única forma de que esto no fuera un capítulo más de una serie, sino un hito en la historia de los personajes, era subiendo mucho el nivel de ambición, el alcance de la aventura en cuestión. Y así introduce un montón de elementos fantásticos que no vienen de la obra de Peyo, que le dan a la película un contexto mucho más épico, más grandilocuente, al punto (a mi juicio, ido a la mierda) de que para el final tenemos a un pitufo con las habilidades mágicas del mejor Doctor Strange, enchulado con el power cosmic del Silver Surfer. Una fumariola tan extrema que, si mañana se hace una secuela y no la escribe Pam Brady, va a quedar rápidamente en el olvido.Los personajes son carismáticos, y acá muestran un costado más bravío, menos tierno, porque los riesgos que corren así lo exigen. Hay varios chistes muy graciosos, pero (a diferencia de las pelis de Shrek, por ejemplo) no están esos guiños para los adultos que los pibitos difícilmente pesquen. También hay un subtexto interesante que tiene que ver con la búsqueda de la identidad, de eso que nos hace diferentes a los demás y nos permite destacarnos, aunque sea por los motivos incorrectos (como ser vanidoso, gruñón, torpe o dormir todo el día). Y un mensaje muy positivo para los chiquitos, que es "por más distintos que seamos, juntos podemos lograrlo". Atenti, dije "mensaje" y no "moraleja". Esta no es una historia con moraleja, que te baja línea y te enseña a vivir. Es un mega-bolonki aventurero, con un ritmo frenético, alguna que otra pausa más lírica, y un desfile incesante de peripecias en las que uno que es grande, sabe que los Pitufos no se van a morir, pero los chiquitos van a sentir en carne propia la tensión.Como fan de los comics de Peyo, me fui perplejo por todo lo que esta película le agrega a la mitología de la serie que desde 1958 triunfa en el mercado franco-belga. Entre los productores figura la hija de Peyo, de lo cual deduzco que todo esto tiene la aprobación de los herederos del ídolo. Y obviamente me pregunto si en próximas entregas de la historieta van a incorporar algunos de los conceptos y personajes que introduce la peli, o si van a quedar en la anécdota cuasi-bizarra, una iteración totalmente fuera de la continuidad canónica, como pasa con las versiones fílmicas de los comics de superhéroes. La función arranca con un cortito de SpongeBob Squarepants (conocido en Latinoamérica como Bob Esponja), de unos tres minutos, que no tiene diálogos y es un meo de la risa. Si vas al cine, llegá temprano, así no te lo perdés.
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Published on July 16, 2025 10:27

July 15, 2025

UN PAR DE COMICS, ENTRE PELI Y PELI

Hoy fui a ver la peli nueva de los Pitufos, pero no quería meter otra crítica cinematográfica justo atrás de la de Superman. Entonces mañana vamos a hablar de los Pitufos (total, se estrena el jueves) y ahora vamos con las reseñas de un par de libritos que leí en estos días.Empiezo en Estados Unidos, año 2011, cuando Dark Horse recopila en libro Chimichanga, una creación del maestro Eric Powell que no tiene mucho en común con The Goon, excepto por el hecho de que la existencia de monstruos enormes y grotescos no parece escandalizar demasiado a nadie. La protagonista es Lula, una nena gordita y barbuda que se exhibe como freak en un circo de mala muerte, quien de casualidad se encuentra con un monstruo al que llama Chimichanga, se hacen amigos, y se lo lleva al circo a vivir con ella. Lógicamente, la presencia de un monstruo del calibre de Chimichanga levanta las alicaídas acciones del circo, mientras que -muy en segundo plano- genera un cierto recelo entre las otras "atracciones" que integran el mismo. Pero ese no es ni por asomo el conflicto principal. Que Chimichanga se quiera comer elefantes, edificaciones y seres humanos, tampoco. El gran despelote se dispara cuando una bruja descubre que los pelos que le crecen a Lula en la cara son vitales en una poción mágica que permite controlar -por un rato- las flatulencias. Un remedio temporario, que requiere ser consumido periódicamente para ser efectivo, resulta irresistible para un nefasto empresario farmacéutico dispuesto a llenarse de oro con la poción de la bruja, y fabricarla en escala industrial. Pero para eso necesita una provisión de pelos de Lula, que la nena solo le brindará si logran capturarla y tenerla completamente a su merced. Y ahí es donde la historieta cobra vuelo: el empresario inescrupuloso secuestra a la protagonista y el monstruo tiene que formar equipo con otros freaks del circo para rescatarla. Una trama sencilla, con momentos impactantes, con momentos un poco más dark entre tanto disparate, y que funcionaría perfecto en una peli de dibujos animados realizada por Pixar o DreamWorks. Por ahí bajándole un poquito el nivel de violencia, porque cada vez que Chimichanga entra en acción, los destrozos son múltiples. Pero tranquilamente se podría adaptar al cine y ser un hitazo de vacaciones de invierno.Por supuesto que, más allá de lo efectivo de la aventura, de los momentos emotivos y de las situaciones que te arrancan carcajadas por lo extremo y lo disparatado, lo que realmente brilla y hace irresistible al librito es el dibujo de Powell. En su faceta visual, Chimichanga es un lujo, un comic inmersivo, que te hace sentir que estás adentro de este mundo de monstruos, brujas y freaks. Si bien el personaje de Lula está casi en las antípodas de The Goon, el autor apuesta por un trazo muy similar, con esas expresiones faciales extremas, un tratamiento del color complejo y muy bien logrado, unos climas en general menos opresivos que los de The Goon, pero muy trabajados, y una narrativa ágil, trepidante, que te lleva sin que te des cuenta de punta a punta del libro. Si sos fan de The Goon y no conocías este otro trabajo de Powell, no dudes en entrarle. Y si no sos fan de Powell y te gustan las historias bizarras, con aventura, humor y un toque de ternura freak, no tengo dudas de que Chimichanga te va a encantar. Vamos a Japón, año 2021, cuando se publica un tomo que recopila historias cortas con guion y dibujos de Boichi, el mangaka nacido en Corea que la rompió toda con su shonen Dr. Stone. Seguramente si alguna vez hojeaste un tomo de Dr. Stone dijiste "la puta madre, qué desperdicio un dibujante de esta calidad para un guion tan livianito". Por suerte acá aparece otro Boichi, que dibuja todavía mejor que en Dr. Stone, y que además se juega a contar historias infinitamente más interesantes. La primera, "Hotel", es la más difundida. Es una de ciencia ficción especulativa, que habla de la extinción de la humanidad a causa del desastre ecológico, de cómo y para qué preservar las especies que habitan la Tierra, pero además tiene una trama más humana, más íntima, que está muy bien. Me gustaría más si fuera más breve, pero la banco. La segunda, "Present", es una GEMA DEL ALMA. Una historieta brillante, emotiva, impredecible, con un trabajo magnífico en los personajes, en cómo presentar un conflicto, esconderlo y hacerlo reaparecer cuando el lector menos se lo imagina. Un clásico instantáneo que justifica el precio que pagues por todo el libro. En la tercera historia, Boichi vuelve a un planteo extremo para el lado de la ci-fi, pero le agrega el componente del humor. "Todo sea por el atún" tiene momentos épicos, grandilocuentes, que recuerdan en un punto a los de "Hotel", pero la consigna es tan disparatada que Boichi nunca se la llega a tomar del todo en serio. Es una fábula ecologista, sí, pero llevada a un límite tan absurdo que te cagás de risa."Tanto en el cielo como en la tierra" es otra maravilla. Una historia de ciencia ficción clásica, que rompe un montón de esquemas, porque acá la Inteligencia Artificial es, básicamente, el héroe. Si querés convencer a un termo total de que los robots y la IA pueden hacer muchísimo por la humanidad, dale esta historieta y vas a ver cómo pasa de poner cara de ojete a conmoverse con la chapa de Origin Factory, un personaje que al principio parece menor, casi irrisorio y con el correr de las páginas se revela como un grosso total. "La Leyenda de la Noche" es tranqui, un cuento de hadas fantástico, no 100% ingenuo, pero si ese subtexto más picante que Boichi le pone a sus relatos de ciencia ficción. Y también en el terreno de la fantasía, pero con una impronta aventurera mucho más salvaje, "Diadem" es una breve epopeya de 14 páginas a todo color. Un relato que explota de violencia, crueldad y machaca bien rústica, bien sanguinaria... que Boichi contrapone con un trabajo sublime en el dibujo y el color, que estalla en belleza, sutileza y elegancia. El giro del final no es mega-original, pero sí consistente con cómo se desarrolla la trama hasta ese punto, y está muy bien. Es una historia que podría aparecer en cualquier número de Métal Hurlant o Heavy Metal, y conquistar a los lectores que no te tocan un manga ni con un chorro de soda. La edición de Ivrea es linda, la traducción de Damián Gaggero se lee sin sobresaltos, y la verdad que este primer tomo de Boichi Short Stories me dejó muy manija. Tengo comprado el Vol.2, así que en cualquier momento le entro y lo comentamos en este espacio.Nada más, por hoy. Gracias totales a tod@s l@s que pasaron por https://comiqueandoshop.blogspot.com/ a descargar la Comiqueando Digital, y nos reencontramos mañana acá en el blog, con la pitufa de la pitufa de los Pitufos.
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Published on July 15, 2025 15:05

Andrés Accorsi's Blog

Andrés Accorsi
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