Andrés Accorsi's Blog, page 147
August 13, 2014
13/08: ESCUELA DE MONSTRUOS Vol.3

torio de la exitosa historieta que El Bruno publica desde 2009 en las páginas de la revista Billiken. Como sucede con tantas otras obras, este tomo de Escuela de Monstruos no se diferencia mucho de los dos anteriores (ya reseñados en el blog) y no es mucho lo que se puede agregar a lo ya expresado en las reseñas del Vol.1 (18/09/12) y el Vol.2 (15/08/13).
Este tomito también está claramente dividido en una aventura corta (12 páginas) y una más extensa (32 páginas). La primera es una buena idea, ya muy gastada: los padres de Tomás vienen a visitar la escuela y hay
que inventar algo para que no se den cuenta de que los compañeros y maestros de su hijo son monstruos posta. El resultado es una comedia de enredos simpática, efectiva, pero muy predecible.
La segunda aventura es un poco más ambiciosa, incorpora flashbacks al remoto origen del castillo donde funciona la escuela, trae de regreso al villano del Vol.2 y en la segunda mitad, reparte mejor el protagonismo entre Tomás y el resto del elenco.
Como siempre, se destaca por sobre todo el ritmo, la gran fluidez del relato y la magia de El Bruno a la hora de dibujar todos los disparates que se le ocurren. Esto está, ante todo, obscenamente bien dibujado por un tipo que maneja a la perfección el lenguaje del comic, las expresiones de los personajes, la composición de las viñetas y las páginas y todo sin descuidar esa frescura, esa liviandad (en el buen sentido de la palabra) que tiene que tener una historieta apuntada al público infantil. El Bruno quizás no lo sepa, pero con Escuela de Monstruos está haciendo historia, está dejando un hito muy grosso en la historia de la historieta para chicos, no sólo por la repercusión que tiene, sino por la gran calidad de su trabajo, que se sostiene y se incrementa semana a semana hace ya más de cinco años.
Y aprovecho que la reseña quedó corta para contarte que el blog entra en receso hasta el lunes 18, ya que jueves, viernes, sábado y domingo voy a estar 100% absorbido por Crack Bang Boom, el gran evento comiquero que todos los años nos lleva hasta Rosario para pasarla bomba. Si vas, dos cosas: 1) pasá por mi stand a saludar y 2) no te pierdas el domingo a las 17 hs la charla en la que vamos a contar absolutamente todo lo que querés saber sobre la segunda edición de Comicópolis, para la cual ya falta poquísimo.
El lunes feriado, entonces, se viene una reseña desde Rosario y el martes 19 ya retomamos normalmente desde Buenos Aires. Gracias a los amigos rosarinos por el espacio que siempre nos brindan en el evento, sorry a los que vienen muy cebados con el blog por los faltazos que se vienen, y gracias a todos por el aguante de siempre.
Published on August 13, 2014 17:19
August 12, 2014
12/08: LOS DERECHOS DEL NIÑO

La primera está escrita y dibujada por El Tomi, el rosarino que reside hace décadas en España. Se trata de un episodio de Poleta con Pajaritos, la recordada serie que aparecía en la Fierro clásica, con la misma temática, la misma estética, la misma puesta en página y el mismo rotulado que cualquier otro episodio de la serie. Lo único especial es que está publicado a todo color, y que los diálogos tienen españolismos donde nosotros creíamos que iban los argentinismos. Como en casi todas las historietas de esa época de El Tomi, el dibujo es fastuoso y la narrativa prácticamente brilla por su ausencia.
La segunda historia es un raro experimento del guionista belga René Sterne y la dibujante Chantal de Spiegeler, nacida en Zaire. Los autores juegan con una puesta en página muy loca, y con textos muy elaborados que no terminan de conectar con las imágenes, que tratan de narrar una historia sin textos. La verdad, no lo logran. El dibujo es exquisito, muy en la línea clara posmoderna tan en boga en esa época (1990) en Francia, el color es hermoso, pero falló la integración entre texto e imagen. Una pena.
La tercera historia está íntegramente a cargo de otro prócer argentino, el maestro Carlos Nine, y es excelente. Habla de la explotación laboral a la que son sometidos los niños, pero también baja línea contra el racismo y el colonialismo. Papa finísima, que creo que nunca se editó de este lado del Atlántico.
Otro ídolo de siempre, el catalán Josep Ma. Beroy, sacó con fritas ocho páginas de una sola viñeta cada una, en la que las imágenes son claramente fotos retocadas. El mensaje está bueno, técnicamente no se le puede discutir nada, pero uno quería otra cosa en materia de narrativa, sobre todo por tratarse de un autor que la tiene tan clara.
Me voy a Francia, donde Alain Bignon (me suena, pero no ubico de dónde) aporta una muy buena historieta, bien escrita, bien dibujada, bien coloreada, con el desafío de narrar en paralelo secuencias que transcurren en tiempos distintos. No te digo que es una joya insuperable, pero definitivamente cierra por todos lados.
Y cerramos de nuevo en España, con una historia escrita por el glorioso Felipe Hernández Cava y dibujada por dos de sus habituales colaboradores: Federico del Barrio y Raúl. El tema es el desarraigo, las penurias que pasan los chicos cuando por motivos políticos deben mudarse de un país a otro. Está todo contado de un modo un poquito críptico, pero si le prestás atención, se entiende. El dibujo, si bien es raro, funciona. Por ahí, al ser un guión tan emotivo, hubiese impactado más si el dibujante le ponía más huevo a las expresiones faciales. Aún así, es una linda historia, potente, interesante.
Editado en 1991, este es un álbum raro, difícil de conseguir incluso en España. Por suerte no le falta buen material como para justificar el esfuerzo que seguramente vas a tener que hacer para capturarlo.
Published on August 12, 2014 15:24
August 11, 2014
11/08: STARR THE SLAYER

Un villano astuto y maligno llamado Trull aspira a convertirse en rey de Zardathia, y para eso arma una intriga palaciega que termina con el anciano monarca muerto y este avechucho inescrupuloso en el trono. En el medio, se manda un montón de otras guachadas, como masacrar a toda la familia del joven Starr. El muchachito zafa porque lo ponen a laburar de gladiador, a machacarse con otros cautivos y con criaturas monstruosas en una arena de combate. Eventualmente, Starr se escapará, juntará un ejército y volverá para dar un golpe de estado y terminar con el reinado del malvado Trull. Suena a figurita muy repetida, no?
Sin embargo, a Daniel Way se le ocurre meter dos elementos que logran ponerle mucha onda y hacer más imprevisible al argumento. Por un lado, la grosería extrema. En general, en los comics de espada y brujería se habla un inglés muy formal, muy clásico. En esta saga, en cambio, los personajes putean y dicen las guarangadas más atroces que te puedas imaginar, con un efecto muy cómico, muy original. Por otro lado, Way juega a la meta-narrativa: uno de los protagonistas de la historia es Len Carson, el escritor que se hizo famoso por escribir las novelas de Starr the Slayer, quien será transportado al universo que él mismo imaginó, y deberá interactuar con los personajes que él mismo creó. Quizás esta arista de la trama esté un toque desaprovechada por Way, pero sin dudas suma un montón, contribuye mucho al clima de “esto es una bizarreada en la que puede pasar cualquier cosa”.
Otro elemento extraño que incorpora Way es un narrado omnisciente muy particular. Este rol está a cargo de un juglar llamado Morro, que nos “canta” buena parte de la historia, en textos con rima, que Way convierte en canciones, con estrofas, estribillos… y puteadas. De Morro sabemos muy poco, pero los otros personajes (Starr, Trull, Moonja, Len Carson y en menor medida Tira), están todos muy bien desarrollados, todos tienen su secuencia grossa, su diálogo brillante, su motivación bien explorada, y todo sin restarle agilidad a una historia que tiene sólo 88 páginas y necesita avanzar medio a los pedos, para poder explicar todo un universo (en realidad dos, porque Len Carson pasa de una realidad a la otra), desarrollarse y terminar. O sea que, dentro de lo trillado del planteo argumental, hay varias puntas por donde aparecen situaciones, diálogos y elementos para nada obvios, que mantienen alto el nivel de impacto y de diversión.
Y hablando de impacto y diversión, tengo que blanquear por qué carajo me compré este libro, sin ser fan del género, ni del personaje, ni del guionista. Esto lo dibuja el maestro Richard Corben, y me queda claro que se cagó de risa con el guión y la pasó bárbaro a la hora de transmitir a imágenes lo que imaginó Daniel Way. En sintonía con el guionista, Corben no se toma muy en serio la epopeya y por momentos desliza esos dibujos más caricaturescos, más grotescos, más en joda que en otros trabajos suyos. Y por supuesto hace uso y abuso de la libertad que le da el sello MAX para mostrar cuerpos con escasísima vestimenta y para irse al carajo y más allá con la violencia. Acá hay peleas brutales, tremendos estallidos de sangre y tripas, decapitaciones, mutilaciones, gente morfada por monstruos… una pinturita. Aunque el que usa las pinturitas (digitales, claro) es el gran colorista español radicado en EEUU, José Villarrubia, que se entiende a la perfección con el gigante de Kansas.
Esto se ve muy, muy bien, y si sos fan de Corben no te lo podés perder por nada de este mundo ni de ningún otro. Si no, igual lo podés disfrutar, porque Way deja la vida para que la aventura sea sólida, dinámica y por momentos muy graciosa.
Published on August 11, 2014 15:50
August 10, 2014
10/08: REPRODUCCION POR MITOSIS

Este tomo (hermosa edición de EDT) recopila 14 historias cortas, todas realizadas entre 2001 y 2004, que nos muestran dos vertientes distintas de este extraño autor japonés. Por un lado, tenemos varias historias que se inscriben claramente en el ero-guro, el género que (como su nombre lo indica) combina erotismo y grotesco, en el que tenemos como referente central a Suehiro Maruo. Kago se esfuerza, le pone onda, y logra shockearnos con tremendas escenas de gore, destripamientos, mutilaciones, soretes, violaciones y ojetes ensangrentados. Sus ideas son salvajes, sus volantazos argumentales son originales, pero el dibujo pierde por goleada en comparación con lo que hace Maruo. Acá la puesta en página es clara, no hay saltos al vacío… pero tampoco hay virtuosismo. Kago tiene talento, eso no lo dudo. El tema es que viene a jugar de visitante en una cancha donde el local es nada menos que Maruo y -para hacerle un mínimo aguante- tenés que dibujar mucho mejor de lo que dibuja Kago.
Por suerte, a este autor se le ocurre buscar la gloria por otro lado. En varias de estas historias hay parejas garchando y pasan cosas bizarras. Pero es no es lo importante. Lo que impacta es que Kago propone en estos breves relatos complejos experimentos formales, rupturas increíbles en la normal mecánica de lectura del comic (o en este caso, el manga). En la historia que da título al libro, las viñetas se empiezan a reproducir por mitosis: de una sale otra, de esa otra, y así se va hilvanando una historia “fuera del control del autor”. De la primera viñeta surge una segunda viñeta distinta, alternativa, y de ahí se desarrolla otra secuencia. Una secuencia “invade” a la otra, la corrompe, de cualquier viñeta empieza a brotar una nueva viñeta que dará origen a otra secuencia, y así. La narrativa enloquece, se va al carajo, y a uno le estalla el bocho, mientras piensa cómo puede ser que esto no se le haya ocurrido a nadie antes que Kago lo pusiera en práctica en 2003.
El autor sube la apuesta en Génesis Ciudadana, donde juega a convertir la página en un cubo tridimensional. De pronto, la espacialidad de la viñeta se pone en crisis, y esta se convierte en una especie de cajoncito que contiene a objetos, personas (cachos de personas, si no las vemos enteras) y globos. Los límites de la viñeta y de la página se trastocan brutalmente y Kago nos suelta en un fascinante laberinto de imágenes, por supuesto poblado de sexo hardcore, escatología y bizarreada de alto vuelo.
Blow Up juega con la cantidad de viñetas que se puede bancar una página antes de hacerse ininteligible. La asombrosa Precauciones Innecesarias propone dos formas distintas de ver una página, en la que el autor desplaza un toque la grilla de las viñetas para mostrarnos algo más. No me quiero imaginar las pesadillas que habrán tenido los pobres pibes encargados de modificar a esta historieta para su publicación en nuestro idioma. Y en Más Allá de la Memoria, Kago subvierte el concepto del flashback y nos muestra a gente cuyo pasado (es decir, las viñetas en las que ya los vimos aparecer) los persigue a sol y sombra.
Claramente la genialidad de Shintaro Kago pasa por estos cinco magníficos ejercicios de ruptura, por estos juegos formales pensados para detonarnos la mente y dejarnos horas en un estado de catatonia comiquera. Estas historias son un big-bang, un antes y después. Así como aquellas más jugadas al ero-guro sólo se le pueden recomendar a los fans de ese género (ya muy curtidos en esto de las escenas truculentas con garches, caca y tripas), las historias experimentales sólo son aptas para gente que leyó mucha historieta rara, de vanguardia. Le das esto a un pibe que viene de tres años de Patoruzito, o a un señor que acumula 50 años de El Tony y D´Artagnan, y lo más probable es que tengan un ACV. Esto es riesgo y transgresión en estado puro, al límite o más allá, y no me animo a compararlo ni siquiera con esas historietas raras que hacía Diego Agrimbau en la Fierro, con dibujos de Lucas Varela. Yo creía que en materia de experimentos narrativos ya había visto todo, pero felizmente Kago me cagó.
Published on August 10, 2014 10:33
August 9, 2014
09/08: TRANSMUNDO

¿Está bueno? Sí, hay ideas fabulosas, muy buenos textos, historias redondas, contundentes, la intención de que varias de estas conformen un tapiz más arriesgado, más complejo, y sobre todo hay muchos hallazgos en el desarrollo de los personajes. A lo largo de los episodios, Jut Maud y Poupon van mostrando personalidades cada vez más complejas y –lo más importante- se dejan transformar por las peripecias que les toca vivir. Como siempre, Mazzitelli se las ingenia para que estos relatos de alto vuelo fantástico hablen sobre los temas más urgentes: la libertad y la esclavitud, la lealtad y la traición, la guerra y la paz, la realidad y la ilusión, el azar y el destino, el bien y el mal. Ahí, donde la aventuras se niegan a enfatizar la machaca y eligen vestirse de fábulas morales, es donde Mazzitelli saca la diferencia.
Del dibujo de Alcatena, a esta altura no hace falta hablar mucho, menos cuando el mes pasado tuvimos reseñas de dos obras de este virtuoso del plumín. Esta vez, para disfrutar de la magia visual que propone Quique, tenemos un obstáculo insalvable: la calidad de la impresión, que es bastante floja, con muchos negros empastados. En un trazo finito, detallado, como el de Alcatena, eso se nota mucho y daña mucho el resultado final.
Lamentablemente no es la única falencia de la edición: Ya desde la portada un “diseñador gráfico” cuyo nombre no voy a difundir para que no parezca que estoy fogoneando un linchamiento, nos masacra con esas tipografías horrendas y anticuadas… que son las que vamos a padecer después en todos los putos cuadritos del libro y en los textos informativos de las solapas. Sí, maestro. En pleno 2013, a alguien se le ocurre rotular un comic de Alcatena, de mundos fantásticos poblados por trenes vivientes, con la vieja, obsoleta y perimida Comic Sans. Un delirante total, sin criterio estético, o sin acceso a una carpeta de tipografías de las que utiliza cualquiera que se haya comprado una computadora en el Siglo XXI. Faltó que le entregara el trabajo a la imprenta en un diskette de 3½, nomás.
En fin, está bueno que Colihue haya retomado la edición de historietas y claramente eligieron una obra que merecía ampliamente ser editada en nuestro país. Ojalá que este libro se agote pronto y que una segunda edición corrija estos problemas. Alcatena y Mazzitelli, dos locomotoras de la historieta argentina, hicieron méritos para que sus trenes circulen por vías nuevas, bien señalizadas y con estaciones más lindas. Con estas falencias en la edición, por ahí se les baja más de un pasajero y eso no sería justo.
Published on August 09, 2014 16:46
August 8, 2014
08/08: LOCKE & KEY Vol.5

Y la comparación con el clásico de Neil Gaiman está buena, es acertada. Locke & Key también es un comic claramente fantástico, una ficción de alto vuelo, muy ambiciosa, en la que realmente todo puede suceder, y aún así está sostenida por personajes muy humanos, muy reales, muy tridimensionales. Entre los muchísimos méritos de Joe Hill, yo me quedo con ese: el perfecto equilibrio entre una caracterización perfecta y el generoso despliegue de recursos dramáticos que le permiten mantener la trama siempre candente, siempre repleta de intriga, siempre agazapada, a punto de explotar.
Este tomo es, hasta ahora, el más raro de todos. A pocas páginas del final, el gauchito Hill decide frenar el carro timoneado por los hermanos Locke, mandar a un segundo plano y dejar avanzar muy poquito a la trama del presente, y concentrarse en los puntos oscuros del pasado. Es hora de volver el tiempo atrás y enfocarnos en esos hechos a los que los personajes habían hecho mención en los tomos anteriores, pero que nunca nos habían explicado con claridad. Así, el tomo arranca en la segunda mitad del Siglo XVIII, cuando recién empezaba a tomar fuerza la insurrección de los estadounidenses contra la corona británica, y más tarde se desplaza a 1988, cuando el padre de los hermanos Locke era un adolescente boludo, pero no tanto. En el medio hay un episodio 100% ambientado en el presente, pero repito, no es este el tomo pensado para hacer avanzar grosso la historia principal, sino para indagar a full en el pasado de Keyhouse y de la familia Locke.
La extensa secuencia de 1988 nos muestra hasta qué punto Hill está decidido a darle relieve y personalidad a todos los personajes de la historia, del primero al último. Tercerones, pibes que bien podrían no estar, meros adláteres de los protagonistas reciben un tratamiento increíble por parte del guionista, atento siempre a los diálogos ingeniosos, a los matices, a las sutilezas. Por supuesto, todo ese tramo podría haberse contado en muchísimas menos páginas, pero una vez que le tomás el ritmo al relato y te vas cebando con los personajes, se disfruta a full, como una especie de “saga dentro de la saga”. Recién en la última página del último episodio Hill se acuerda de volver al presente y tirarnos un sutil recordatorio de que el próximo tomo es el último y se viene la resolución a todo o nada de todos los plots acumulados a lo largo de estos años.
Del dibujo de Gabriel Rodríguez ya hablé bastante en las reseñas de los tomos anteriores y no me quiero repetir. Si alguna vez te preguntaste cómo fue que este dibujante chileno se ganó un lugar entre los artistas más respetados y cotizados del mercado yanki, Locke & Key te ofrece todas las respuestas. Quiero ya cualquier cosa dibujada por Rodríguez, creo que le compro hasta una remake de The Pitt con guiones de Ricky Maravilla o Pocho la Pantera.
Y bueno, ahora a esperar unos meses, a que llegue la hora de bajarme el Vol.6, que creo que ya lo tengo ahí, en el canuto. Y a seguir hasta el hartazgo con mi prédica para que más gente se enganche con esta maravilla del Noveno Arte, que tiene edición española, chilena y peruana. ¿Acá no se juega nadie? Miren que es papa fina, muchachos…
Published on August 08, 2014 15:34
August 7, 2014
07/08: NORTE SUR

Abre una hermosa historieta muda, “escrita” y dibujada por el alemán Andreas Martens. Son ocho páginas en las que Martens trabaja a full la narrativa y se luce muchísimo en la técnica de color directo, con momentos que me hicieron acordar a otro prócer del comic alemán, Mathias Schultheiss. La historia transcurre en Africa y se mete con el tema de la preservación del patrimonio cultural de los pueblos.
La segunda historieta debería ser de lectura obligatoria en todas las escuelas del mundo. Acá, el maestro Howard Chaykin se enchastra hasta los codos para dibujar un relato centrado en la violencia despiadada, la persecución a sol y sombra, el genocidio liso y llano, perpetrado por las fuerzas armadas de Israel contra los palestinos. Sí, eso que está en los diarios de hoy, Chaykin lo vio en 1989 y lo ilustró de un modo tan genial que tengo que citarlo textualmente. Dice un israelí, hablando de los palestinos: “Hay que meter a esos hijos de puta en un foso y quemarlos a todos”. Y responde otro, que sobrevivió a los campos de concentración de los nazis: “Cada vez que oigo a uno de los nuestros hablar así, puedo oir a Hitler riéndose. Cada judío racista y xenófobo, cada hombre capaz de pensar así, justifica el Holocausto”. FIN.
La siguiente historia, de los monumentales Juan Sasturain y Alberto Breccia, es una fábula cuasi-grotesca acerca de un yanki avechucho que trata de estafar a los pobres habitantes de un país pobre de Centroamérica, o de Colombia, o Venezuela, no está muy claro. Es todo bastante obvio y predecible, pero la línea que baja está muy bien y el dibujo del Viejo Breccia (a todo color) es fastuoso.
El zarpado de Luis García tenía ocho páginas para desarrollar un relato, pero le pintó no contarnos nada y metió ocho ilustraciones inconexas. Están todas dibujadas y coloreadas en su impactante estilo foto-realista, y se ven demasiado buenas para estar en un libro y no en la pared de un museo, pero yo hubiese preferido una historieta, claramente.
Vamos con otros dos españoles, el guionista Antonio Altarriba y el dibujante Ricard Castells. La historia plantea un juego de opuestos entre amos blancos y esclavos negros en los EEUU, antes de la emancipación. En las dos historias está en juego la libertad y, si bien está todo muy bien narrado y muy bien dibujado, es una historia que hubiese calzado mejor en el otro libro, en el de Los Derechos Humanos.
Me queda un español más, el genio de Galicia, Miguelanxo Prado, que dibuja y colorea como los dioses una historieta que… no entendí. Pareciera hablar de la migración de los lemmings, pero no pesqué el sentido, ni la conexión con la temática de la antología. En fin, me cuelgo mirando los dibujos…
Y vuelvo para cerrar el libro con el maestro Sasturain, que ensaya junto a Enrique Breccia un muy lindo experimento narrativo, casi sin textos. Aún así, sale una historieta profunda, fuerte, con un mensaje tremendo, y con unos dibujos de Enrique que no se pueden creer. Esta es una de las pocas historietas de Enrique dibujadas y coloreadas al mismo nivel que el que para mí es su mejor trabajo, el álbum de la colección del Quinto Centenario. Maravilloso es poco.
Como siempre digo, 80 páginas, tapas duras, papel de super-lujo para sólo 56 páginas de historieta (de las cuales 8 son ilustraciones) me parece un despropósito. Pero por suerte muchos de los grandes creadores involucrados en el proyecto entendieron la importancia de tocar este tipo de temas en historietas breves y dejaron la vida en cada página. Creo que las ocho páginas de Chaykin valen lo que pagues por todo el libro. Y además tenés a seis o siete bestias más en un nivel impresionante. O sea que hay que tenerlo, de una.
Published on August 07, 2014 14:30
August 6, 2014
06/08: GUARDIANS OF THE GALAXY

Y acá tengo que aclarar que yo en la puta vida leí un comic de ESTOS Guardianes de la Galaxia. De hecho, me enteré de que existía la actual formación el año pasado, cuando ya se hablaba de la película y se lanzaba la serie escrita por Brian Michael Bendis. O sea que no sé cuántos de los hallazgos en materia de caracterización están tomados de los comics y cuántos son mérito de James Gunn y su equipo. El fanatismo de Peter Quill por la música berreta de los ´70, el hecho de que Groot sólo diga “I am Groot” y Rocket entienda de modo inequívoco qué corno quiere decir… un montón de cositas que suceden en la pantalla y que terminan por lograr que uno se encariñe con estos cuatro de copas, con estos Juan Carlos Nadie que al lado del Capi, Thor o Hulk, son menos que un footnote. Creo que con la única que no me encariñé fue con Gamora. A los otros cuatro los banqué a muerte, y a Rocket y a Groot me los quiero traer a mi casa. Increíble la chapa que tienen estos personajes.
Como seguramente ya sabés, la película retoma a Thanos y al tema de las gemas del infinito, que ya se viene insinuando en varias entregas anteriores. Pero el villano principal es Ronan the Accuser, acá mucho más pasado de rosca y mucho menos político que en los comics. También hay un rol chiquito para Nebula (acá hija, en vez de nieta, de Thanos) que ojalá crezca en la secuela, porque si termina acá, habrá sido groseramente desaprovechada. Más allá del poder, la maldad y los planes de los villanos, a la aventura nunca le falta acción. Los saqueadores de Yondu, los Nova Corps, los presos del penal donde caen en cana… de todos lados salen amenazas atractivas para que nunca falten la acción y los peligros a todo o nada.
Las actuaciones están muy bien, la música es excelente, las peleas están perfectamente coreografiadas, el humor es recontra-efectivo, pero lo que a mí más me cebó es el diseño de producción: acá metieron mano GENIOS, monstruos sacrosantos que diseñaron unos trajes, unas armas, unas naves, unos edificios, unas ciudades y unos planetas impresionantes. Todo está pensado para detonarte las retinas, para que la fantasía explote y te vuelvas loco en cada persecución, en cada tiroteo, en cada explosión en la que vuela todo a la mierda.
Por lógica, la segunda peli de los Guardians debería ser contra Thanos, los buenos deberían perder por goleada y el final debería desembocar en Avengers 3, que vendría a ser la machaca final entre los héroes y el genocida cósmico. Pero a esta altura del partido, el villano parece no tener ni una sola de las gemas del infinito, así que no me animo a tirar ningún pronóstico. Pero más allá de cuánto haya avanzado la “saga por encima de la saga” que no están narrando los estudios Marvel, esta película en particular está MUY lograda, pensada para cebar a un público que en una de esas no se engancha con “la enésima peli de superhéroes” y además para poner entre los personajes más destacados de Marvel (al menos por un tiempito) a este rejunte de descastados de la C, que de pronto se encontraron jugando la Copa Argentina contra River o Boca. Gracias a la magia de James Gunn, de Marvel y –por qué no- de Disney, los eternos tercerones hicieron un partidazo. Y hablando de tercerones, no quiero hacer la más mínima mención al personaje que aparece en la secuencia post-créditos, para no spoilear. ¡Cuac!
Published on August 06, 2014 17:45
August 5, 2014
05/08: JIM, JAM & EL OTRO Vol.3

Esa es la cagada de tener un blog “viejo”. 55 meses de blog a cuestas significa que uno ya dijo todo lo que tenía para decir sobre un montón de cosas. Y cuando llegan nuevos tomos de las colecciones que uno sigue, a veces no es mucho lo que se puede agregar a las reseñas de los tomos anteriores. Se me dirá “¿y para qué dedicarle otra reseña a Jim, Jam y el Otro, si ya dijiste todo lo que tenías que decir sobre la historieta?”. Responderé que este blog es una bitácora, un espacio en el que dejo constancia por escrito de todo lo que leí de 2010 hasta hoy, y bueno, lo que leí esta mañana es esto, no hay más.
Recomiendo mucho Jim, Jam y el Otro. Es una serie llena de ingenio, desbordante de recursos tanto gráficos como temáticos. No todas las tiras son geniales, obviamente, pero hay muchas en las que Max Aguirre hace mucho, pero mucho más que sacar con fritas la entrega del día. Hay buenas ideas, buenas reflexiones, chistes muy efectivos, inscriptos en vetas muy diversas del humor, con muy buenos trucos narrativos. Y por si faltara algo, todo está dibujado con enorme solvencia, con un trazo muy amigable, que invita e incluye a lectores y lectoras de paladares muy diversos. El color también suma muchísimo y creo que es lo que más mejoró desde que empezó la tira hasta ahora.
Este libro publica material aparecido en el diario La Nación en 2010, así que queda material de sobra para que sigan saliendo nuevos recopilatorios. Los espero ansioso.
Published on August 05, 2014 15:37
August 4, 2014
04/08: CAPTAIN AMERICA & BUCKY Vol.2

La saga central de este tomo se desprende de un What If…? escrito por Roy Thomas en 1977, que con buen criterio se reproduce en el libro. Es una aventura autoconclusiva que transcurre en una realidad alternativa, en la que los Invaders no se separan tras la Segunda Guerra Mundial. Por el contrario, suman a un nuevo Capitán América y un nuevo Bucky (los originales supuestamente estaban muertos), a algunos héroes más, y se enfrentan a varias amenazas de la posguerra. El villano es un poderoso androide llamado Adam II, diseñado por el Profesor Horton, y con la capacidad y los recursos para crear nuevos androides, con los que planea reemplazar a hombres clave de la política. Los Invaders impedirán que Adam II suplante con un androide a un joven John F. Kennedy, pero en la lucha morirá este Capi América sustituto, también conocido como Spirit of ´76. Fin.
Ahora a Ed Brubaker y James Asmus se les ocurre tomar esa historia, implantarla en la realidad posta, y darle una secuela ambientada en el presente. El pibe que reemplazó a Bucky en los ´40 ahora es un viejo choto, pero volverá a la acción junto a Steve Rogers y a Jim Harper (la Antorcha Humana original, otra creación del Profe Horton) para tratar de detener un nuevo plan maestro de Adam II, ahora más poderoso y más malo que en el What If…?. Esta vez, la historia no bordea la bizarreada, sino que está contada en un tono oscuro, dramático, con muchas más pretensiones de realismo. Y la verdad es que los méritos se quedan en el muy buen nivel de los diálogos. El resto es un aventura menor, sostenida en un villano fácil, obvio, al que casi no hay que laburar, porque está clarísimo que al final lo van a hacer boleta y va a volver a convertirse en un personaje oscuro, olvidado, al que sólo recordarán los fans más extremos, los verdaderos arqueólogos de back issues.
Pero bueno, Marvel tiene estas cosas… Te zambullís en un pilón de viejos números de What If…?, encontrás uno en el que aparecen personajes que hoy tienen revista propia, y con mínimos ajustes, de aquellas 32 paginitas setentosas sacás una saga nueva de 100 páginas. Lo que hicieron Asmus y Brubaker es tan fácil que casi da bronca, pero tampoco se puede decir que la historia esté mal. Se basa en consignas muy traídas de los pelos, es bastante predecible, hace un poco de trampa (porque el Bucky posta no aparece) y tiene mucho más impacto que sustancia. En síntesis, sólo se la recomiendo a los completistas que quieran tener TODO lo que escribió Ed Brubaker durante sus largos años en las series del Capi. O a los hardcore fans de los Invaders, que quizás haya alguno.
El dibujo del arco central está a cargo del enorme Francesco Francavilla, coloreado por sí mismo, como me gusta a mí. El tano se luce con su manejo del claroscuro, juega a full con la puesta en página, pone en práctica un montón de trucos de narrativa tomados del cine y le da un power bien crudo, bien jodido a las violentas escenas de acción. Quizás este no sea su mejor trabajo, pero igual es impecable.
Y hablando de power bien crudo, la historieta de los Invaders de 1977 está dibujada por el legendario maestro Frank Robbins, ya mayor, ya lejos de su mejor momento, pero al que todavía le sobraban ideas y fuerza para contar buenas secuencias de acción y machaca. Visto hoy, el Robbins de fines de los ´70 nos parece medio grotesco, medio granguiñolesco; y eso no habla mal de Robbins, sino de nosotros, que de alguna manera nos fuimos sofisticando y hoy ya no nos cierra mucho esa polenta, ese trazo vigoroso, ese pincel que se llevaba al mundo por delante y que caracterizaba a este narrador quintaesencial, al que mucho recomiendo, sobre todo en su tira para los diarios (Johnny Hazard) y en sus trabajos para DC de principios de los ´70.
Me faltan varios meses para volver a leer comics del Capi América, pero hay más. Siempre hay más.
Published on August 04, 2014 10:17
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