Andrés Accorsi's Blog, page 146
August 26, 2014
26/08: TIBURCIO Vol.2

Por supuesto, el dibujo de Diego Greco se luce más y más a medida que pasan las tiras. Lo que vimos en el Vol.1 era realmente notable y acá ya vemos al crack de Banfield en un nivel extraordinario, muy por encima de lo que se puede encontrar en casi todas las historietas de la Genios o la Billken. Claro, Greco juega con la ventaja de poder dibujar cuatro o a lo sumo cinco viñetas por semana, contra la página o las dos páginas que entregan sus colegas en las revistas semanales. Pero aprovecha a full esa posibilidad y realmente deja la vida en cada tira. Que además se aprecia muchísimo en el formato elegido para el tomito recopilatorio, en el que cada tira ocupa dos páginas. Te lo terminás muy rápido, es cierto, pero el dibujo de Greco impacta y se disfruta mucho más.
Quiero más Tiburcio. Compré esta fórmula de humor directo, simple, efectivo, finamente sazonado con mala leche y que, además de causarle gracia a los chicos (lo comprobé con mi sobrino, que ya se había hecho fan incondicional con el Vol.1 y esperaba al Vol.2 tanto como a la segunda peli de los Avengers) le puede hacer pasar un muy lindo momento a los grandes. Lo único que me costó entender del Vol.1 y que ahora entiendo menos que antes es cómo Valdearena y Greco tienen que disfrazarse de editores para publicar sus tiras, en vez de dedicarse a elegir la más copada entre las decenas de propuestas que deberían lloverles de las editoriales distintas que incursionan en el rubro de la historieta infantil. Ojalá haya libritos de Tiburcio para rato, así podemos disfrutar de esta exquisitez sin ensuciarnos las manos con esa inmundicia editorial conocida como la revista Viva.
Published on August 26, 2014 11:29
August 25, 2014
25/08: DAREDEVIL: ULTIMATE COLLECTION Vol.2

Lo primero que me generó este hiper-TPB fue un susto: ¡512 páginas! 20 episodios, casi dos años enteros de publicación, en un solo libro. Por supuesto que me tomé varios días para leerlo, mientras me bajaba –en paralelo- los libros más cortos que fui reseñando en estos días. 512 páginas es una animalada incluso en un título como este en el que pasa muy poco en cada página. Acá vemos a Bendis narrar con una decompresión absoluta, como si le sobrara espacio para todo, como si estuviera al frente de un manga de 38 tomos. Las escenas duran páginas y páginas y muchas veces no contribuyen en lo más mínimo a que avance la trama. Me imagino a la gente que leía esto de a 22 páginas por mes y me quiero matar, debe haber sido un suplicio interminable como el Racing-Tigre del otro día.
Por otro lado, como siempre digo, Bendis no es boludo y sabe con qué estirar: los diálogos, una especialidad del pelado de Cleveland, acá brillan como en Alias o como en los mejores proyectos creator-owned del guionista. Y quizás lo más interesante sea cómo Bendis te engaña, cómo te hace comer los amagues. En el tomo anterior, el Kingpin estaba en la lona: ciego, agonizante, con todo su imperio en manos de gente que lo traicionó y lo descartó. En menos de 15 episodios, el Kingpin está de vuelta y empieza a reconstruir, a recuperar el territorio perdido. Y cuando empieza a asomar la cabeza, otro sacudón: Daredevil lo caga a palos y se erige como el nuevo capo del crimen de Hell´s Kitchen! En una cruzada demencial, erradica a todos los malvivientes de su barrio, a cientos de yakuzas… y así, de un sacudón pasamos a otro, en un tomo con mucha más acción que el anterior.
Lo único realmente flojo es el arco de cuatro episodios con Black Widow, casi al final del tomo. No aporta nada, humilla gratis a un villano (Jigsaw) que alguna vez fue una amenaza viable, no avanza casi nada la trama principal… No encuentro por dónde rescatarla. Creo que sólo sirve para mostrarnos que Matt sigue enganchado con Milla. Lo de Matt y Milla también es loco, porque en menos de 15 episodios, se conocen, se enamoran, se casan y se divorcian. Pero bueno, es un personaje muy interesante, al que Bendis se preocupa por laburar muy bien, para que muchos nos convenzamos de que es LA mina que le va a sacudir la estantería a nuestro abogado ciego favorito. Y además, tanto Matt como otros personajes reflexionan bastante sobre esta relación, sobre lo rápido que sucede todo, y hasta hay un bache de casi un año que Bendis no nos muestra, y en el que se termina de afianzar esa pareja.
O sea que tenemos un poco de todo: sacudones para los personajes de siempre, personajes nuevos, volantazos que nunca te ves venir, una buena dosis de machaca, escenas más intimistas y ese clima sórdido, de cosa mafiosa, gangsteril, a años luz de la onda luminosa y optimista que uno asocia (o asociaba hasta hace unos años) con el comic de superhéroes. Esta versión de Daredevil la verdad que de superhéroe tiene muy poco. Y es parte de lo que la hace atractiva.
En el dibujo lo tenemos al búlgaro Alex Maleev, abanderado del estilo Juan Carlos Flicker, a quien vemos dibujar –con suerte- los cuerpos en esas poses locas que adoptan los héroes en las peleas. Todo el resto son fotos retocadas y por momentos uno cree estar leyendo una fotonovela. Por supuesto, esta estética combina bien con el estilo narrativo de Bendis y con la onda que el guionista le da a la serie. Además hay un muy buen criterio para elegir los ángulos, lindas onomatopeyas y –una vez más- un trabajo maravilloso del colorista Matt Hollingsworth, sin el cual me parece que se caería todo a pedazos.
Mugre urbana, mentes alteradas, diálogos afiladísimos, un ritmo pachorro y una serie que lograba serle increíblemente fiel a la etapa de Frank Miller, y aún así sintonizar a la perfección los cambios de época para convertirse en referente del grim´n gritty del Siglo XXI.
Published on August 25, 2014 14:36
August 24, 2014
24/08: AFRIKA

El resto de la obra me gustó mucho. Las locaciones, la trama, los personajes secundarios (especialmente Iseko y el gordito de bigotes que le quiere buitrear la mujer a Ferrer), los momentos que elige Hermann para detonar las escenas de acción, y sobre todo la forma en la que –cuando menos te lo imaginás- el belga urde una conjura política que rápidamente le suma a la novela una amenaza mucho más heavy que la de los cazadores furtivos. Por supuesto hay que resaltar también el ritmo anti-pochoclero que caracteriza a Hermann, su clásica aversión por la grandilocuencia y la estridencia. Esto queda muy claro cada vez que Ferrer mata a alguien y sobre todo en la secuencia del final, en la que el autor se las ingenia para contarnos… eso que hace Ferrer (perdón por no explicitarlo, pero sería un spoiler demasiado brutal) sin mostrarnos absolutamente nada. Podría haber sido, lejos, la secuencia más impactante de la novela, pero Hermann prefiere no graficarla y eso hace que cada uno de nosotros la imagine en su mente de una manera única e irreproducible, acaso más tremenda de lo que la imaginó el autor a la hora de pensar el argumento.
Esta es una obra de 2007 y a nivel gráfico no se diferencia mucho de otras obras Hermann del mismo período que ya vimos en el blog. Por ende, en vez de repetir conceptos, recomiendo hacer click en la etiqueta del autor y repasar las reseñas anteriores. No las de Comanche, que son obras de los ´70, cuando el dibujo de Hermann era muy distinto, sino cualquiera de las otras. Acá se suma la novedad de ver al maestro abordar los majestuosos paisajes de Africa y dibujar lugares y animales que nunca antes le habíamos visto dibujar, siempre en su estilo sobrio, realista, con espacio para rostros muy expresivos, y apoyado en una narrativa impecable y un trabajo magnífico con el color, hecho totalmente a mano.
Sigo sin tirarme de cabeza sobre las series más extensas de Hermann, pero cada vez que veo una de sus novelas breves, autoconclusivas, entro sin dudarlo. Por ahora, no me clavé nunca. Si sos fan de la aventura en parajes exóticos, con un tono muy realista en el que jamás se rompe el verosímil, sospecho que Afrika te va a gustar.
Published on August 24, 2014 15:40
August 23, 2014
23/08: VERANO

Abre la temporada Nicolás Peruzzo con una historia muy simple, que se beneficia enormemente por la decisión narrativa de contarla en desorden, casi de atrás para adelante, en un ingenioso juego de flashbacks. La segunda tiene un guión brillante, coronado por un giro final increíble. Gran trabajo de Roy, con un dibujante bastante bueno, al que no conocía: Alejandro Figueroa, mezcla de El Tomi y J.Scott Campbell. La dupla hitazo del comic uruguayo, integrada por Rodolfo Santullo y Matías Bergara, aporta una historia simpática, muy pensada para lograr la identificación de los lectores, y muy bien dibujada. No es una joya, pero está muy bien. Alejandro Rodríguez Juele, en cambio, cuenta en un estilo casi documental el secret origin de Blancarena, un balneario en cuya fundación tuvo mucho que ver su abuelo. El dibujo es raro, como si estuviera hecho directamente en tinta, y quizás se luciría más con menos cuadros por página.
El segmento a todo color se inicia con una historieta bellísima, dibujada por un alucinante Gabriel Ciccariello en una onda que mezcla a Jeff Lemire con Gipi. El guión no está al mismo nivel que el dibujo, pero es lógico, porque el dibujo está demasiado bien. La otra historia a color está muy bien dibujada y coloreada por Nicolás Rodríguez Juele, y acá sí, el truco de contar la historia sin palabras le jugó definitivamente en contra, porque no se termina de entender lo que pasa.
Volvemos al blanco y negro y seguimos con las historietas sin texto. Maco utiliza este recurso para contar una no-historia en la que pasa poco y nada, y que se salva por la calidad del dibujo y el buen armado de las secuencias. Magnus y Carlos Lemos apuestan a la ciencia-ficción, con un guión bastante divertido y un dibujo que está bastante por debajo del promedio de la antología. Bea cuenta una historia fuerte, perturbadora, planifica con mucho criterio las escenas y elige muy bien los planos. La técnica que usa para dibujar a mí no me convence, pero tampoco me parece horrenda.
Federico De los Santos escribe un guión espectacular, ilustrado con mucha onda y mucho vuelo por Andrés y Leonardo Silva. Entraría al podio de las mejores del tomo de no ser por esas tipografías chotas que eligieron para los diálogos y los bloques de texto, que se hacen muy arduas de leer. La historia de Fernando Ramos apunta a la denuncia, en un formato casi documental. No me enganchó la trama, lamentablemente, y tampoco me convencieron ni el dibujo ni el rotulado. Y cerramos con otra historia escrita por Roy, no tan genial como la primera, pero con un planteo muy ganchero y un gran uso de los silencios. El dibujo es de un correcto Lisandro DiPasquale.
El nivel general, entonces, me resultó muy satisfactorio. No es parejo, como en toda antología, pero no se complica para nada encontrar historias realmente memorables, y –en líneas generales- más atractivas por los guiones que por los dibujos, lo cual no deja de ser una bizarreada. Tengo para reseñar la segunda antología temática de AUCH, centrada en el Otoño, donde el que tuvo la responsabilidad de dejar afuera del libro a varios de los trabajos recibidos fui yo. Claramente no fui tan misericordioso como Quique, pero bueno, en unos días analizaremos en detalle a los trabajos que entraron en esa selección.
Published on August 23, 2014 14:25
August 22, 2014
22/08: FAIRY QUEST Vol.1

¿Y la historieta, qué tal está? En general, muy bien. Tengo dos “peros” para señalar. 1) Me queda clarísimo que Fairy Quest nunca habría existido sin que antes se impusiera Fables como un hitazo en el mercado yanki. Jenkins encuentra aristas nuevas para explorar, no transita para nada los caminos ya transitados por la extensa serie de Bill Willingham, pero es obvio que la idea de crear historias nuevas con los clásicos personajes de los cuentos de hadas es viable porque Fables la hizo viable. 2) 50 páginas no son muchas. Tampoco son pocas. Y sin embargo lo que sucede en este primer álbum es poco. Está justificado por el hecho de que Jenkins tiene que presentarnos al universo, a los personajes y a los conflictos, cosas que hace realmente bien. Y por supuesto, tiene que haber espacio para la acción, para secuencias más osadas, incluso más grandilocuentes, que le permitan lucirse a esa bestia, a ese huracán del lápiz y la tinta llamado Humberto Ramos.
Con esas salvedades, Fairy Quest es una historieta muy original, que se apoya en arquetipos conocidos por el lector pero se anima a subvertirlos, a darles una vuelta de tuerca impredecible, novedosa. Lo más interesante, me parece, es la decisión de convertir a Grimm en el villano, en un demiurgo despótico que exige a los personajes el respeto a rajatabla de un libreto que se repite una y otra vez, sin margen para la creación ni la improvisación. En su intento por despegarse de Fables, Jenkins reparte poco el protagonismo y centra casi todo en un personaje muy explotado por Willingham (el Lobo Feroz), uno al que en Fables no se le dio mucha bola (Caperucita Roja) y uno que nunca llegó a aparecer en la longeva serie de Vertigo (Peter Pan). La dinámica entre ellos está muy bien y la aventura cobra un ritmo muy ágil, muy ganchero. Veremos cómo continúa.
El dibujo de Humberto es fastuoso y se complementa a la perfección con la paleta digital de Leonardo Olea. Ramos sorprende con la variedad de los enfoques, con la expresividad de los personajes, con el laburo a destajo en los fondos, y sobre todo con el vértigo que le imprime a las escenas de acción. Otro excelente trabajo del astro mexicano.
Ahora que se terminó Fables, si querés más aventuras modernas de los personajes de siempre podés probar con Fairy Quest. No sé si ya salieron nuevos tomos, pero espero que sí. Con series como esta, los cuentos de hadas (más viejos y más cuestionados que Carlos Menem) están destinados a mantener intacta su vigencia, por lo menos en el Noveno Arte.
Published on August 22, 2014 10:15
August 21, 2014
21/08: EL SOMBRA

Pero basta de irme por las ramas: hoy tengo para reseñar El Sombra, este trabajo del inmenso Edu Molina, muy bien editado por La Duendes. El Sombra amaga con ser el clásico thriller urbano, protagonizado por un detective duro al estilo de la novela hard boiled norteamericana, pero ya a partir de su segunda aventura (escrita por Anabel Caso), queda claro que tiene potencial para ser mucho más que un refrito. Está el detective duro, están los sombríos callejones, hay jazz, mafias, tiros, femme fatales, canas corruptos… pero también se suman mutantes, autos que vuelan, chumbos y drogas imposibles… La historieta se hace cada vez más rara, más impredecible, más bizarra, más idiosincrática, y lo que parecía una exploración de un género tradicional se convierte en un comic de autor desbordante de imaginación, originalidad y riesgo.
Las tramas son sólidas, lineales, muy respetuosas de la típica fórmula del hard boiled, y además tienen espacio para que Molina se zarpe con escenas de machaca y explosiones, y con chistes muy locos y muy efectivos. Las dos historias extensas, El Caso Kowalski y Felicidad, son realmente brillantes, divertidas, intensas, llenas de secuencias impactantes y con finales redondísimos. Edu Molina ya había hecho un gran trabajo cuando mixturó hard boiled con misterio sobrenatural en Detective Dante, pero esto es mucho mejor, más libre, más audaz, más sorprendente.
Aún con todos esos logros en la construcción del personaje, su universo y sus historias, lo que más me emocionó fue el dibujo. Esto está dibujado a un nivel superlativo por un Molina que mejoró exponencialmente respecto de sus trabajos más conocidos de los ´90 (básicamente Animal Urbano) y hoy es un monstruo del claroscuro sin nada que envidiarle a los más grossos. Por supuesto, hay muchos recursos aprendidos de Alberto Breccia (de quien Edu fuera alumno), pero también cosas de Enrique Breccia y composiciones que me recordaron a Horacio Altuna. Molina incorpora también unos grisados puestos en el photoshop, en momentos clave y con excelente criterio. Y también unos grises puestos como rayas, como líneas sueltas que reproducen la desprolijidad del boceto y funcionan como texturas muy sutiles, que se complementan muy bien con ese claroscuro tan fuerte y esos personajes tan expresivos, tan extremos. En la narrativa, hay recursos de Will Eisner, grillas de nueve cuadros al estilo Watchmen, splash pages zarpadas que parecen de comic de superhéroes, y un montón de hallazgos más.
Podría escribir tres párrafos más de loas al dibujo de Molina, pero la verdad es que tengo poco tiempo. Recomiendo muchísimo a esta gratísima sorpresa que otra vez pone a Edu Molina (radicado hace muchos años en México) en la lista de los grandes historietistas que nuestro país le dio al mundo. Tengo otro libro suyo sin leer, quizás para fin de año.
Published on August 21, 2014 12:50
August 20, 2014
20/08: LOS DERECHOS DE LA MUJER

Los Derechos de la Mujer está compuesto (como los dos tomos anteriores) por siete historietas breves, de ocho páginas cada una, con la particularidad (bastante obvia, por cierto) de que todas las autoras involucradas son mujeres. Veamos qué tal se la bancó este ecléctico grupo de autoras.
Arrancamos con Chantal de Spiegeleer, la autora nacida en Zaire a la que descubrimos en Los Derechos del Niño. Esta vez los textos y los dibujos están mejor relacionados, parecen ir un poco más de la mano. De todos modos, lo que garpa es el dibujo, magnífico por donde se lo mire. Ahí es donde de Spiegeleer muestra solidez y talento. En la puesta en página, lo que muestra es ganas de innovar, pero se termina pasando de vanguardista y dañando el relato.
La segunda historia es una especie de fábula medieval con planteos feministas, con una propuesta narrativa interesante y buenos diálogos. La autora es la española Marika Vila, a la que nunca había oído nombrar, y adivino por su estética y su foma de componer que viene del palo de la ilustración de cuentos, no del comic. El dibujo, sin ser glorioso, cumple dignamente.
Nos vamos con la francesa Annie Goetzinger, consagradísima autora que acá baja línea acerca del aborto en una historia muy tensa, por ahí muy compleja para ocho páginas, pero sin dudas efectiva, pensada para dar lugar a reflexiones y debates a fondo. El dibujo, un toquecito frío pero impecable.
Desde Italia llegan ocho páginas firmadas por Cinzia Chigliano, una autora que parece provenir del palo de la historieta romántica. Con un dibujo vistoso, muy académico, por momentos con ciertas similitudes con Milo Manara, Chigliano narra una historia teñida de melancolía en la que prácticamente no pasa nada, pero igual hay tensión y emociones.
Otra española, la siempre arriesgada Laura, nos trae una historia acerca de las violaciones, tremendamente cruel y perturbadora, ilustrada con una línea clara, colores planos y enfoques pensados para impactar, para chocar de frente contra el lector. Por lo frontal, por lo heavy, por lo políticamente incorrecto, el guión me hizo acordar a las historias cortas más radicales, más atroces del maestro Martí.
Mariel Soria es una autora argentina, nacida en Jujuy en 1946, de la que nunca había oído nombrar. Acá la descubrí dejando la vida en una historia de ocho páginas, con tanto texto, tanto dibujo y tanto contenido que me pareció de 16. Gran dibujo, un color muy expresivo, buen guión y cierta confusión en los diálogos, que mezclan localismos españoles, argentinos y centroamericanos, porque la historieta transcurre en Guatemala.
Y finalmente, la mejor historieta del libro también lleva firma argentina: la grossísima María Alcobre convierte en un comic alucinante la famosa milonga “Amablemente”, popularizada por Edmundo Rivero. El dibujo es personalísimo, el color impacta a full y la narrativa está perfecta. Claro, está la ventaja de contar una historia que ya existía. Pero se te tiene que ocurrir dibujarla en ese tono, graficar esos momentos y no otros, distribuir de esa manera los textos… Una genialidad de María que me va a volver a la mente cada vez que escuche la milonga.
Una antología rara (sobre todo para 1992) en la que, una vez más, no hace falta bucear demasiado para encontrar algunas perlitas rarísimas y otras de gran calidad.
Published on August 20, 2014 20:48
August 19, 2014
19/08: ZOT! (1987-1991)

Este libro recopila la segunda y la tercera etapa, en la que Zot! se convierte en un comic en blanco y negro. La segunda etapa se hace bastante cargo de lo narrado en la primera: McCloud sigue enfrentando a Zot con villanos estridentes, con increíbles poderes y jugando la carta de los viajes constantes de la dimensión futurista del héroe a nuestra realidad, sobre todo para estar con Jenny, la adolescente con la que pega onda. Sin embargo, los villanos, los poderes y hasta los viajes de una dimensión a otra cobran matices más complejos. Gradualmente, McCloud mueve el foco de las peleas hacia la humanidad de los personajes, hacia la exploración de las relaciones entre Zot y Jenny, entre ambos y sus amigos de ambas dimensiones, entre los distintos personajes secundarios, e incluso entre Zot y sus archienemigos. Al regreso de la pausa, Zot! se reformula y se convierte en una serie profunda, jugada, donde las luchas entre buenos y malos muchas veces disparan reflexiones complejas. Estos son los episodios que le permiten a McCloud jugar a dos puntas, entre el comic de superhéroes y el comic que en los ´80 se denominaba “independiente” y que se jactaba de un cierto realismo y una cierta complejidad, obviamente con los Bros Hernandez como abanderados.
Y la tercera etapa, la más breve, la que abarca los últimos nueve episodios de Zot!, se va claramente para ese lado. Se acaban los supervillanos, se acaban los viajes de un mundo a otro y el hecho de que Zot tiene poderes y los usa para combatir el crimen se desenfatiza al punto de convertirse en un dato muy menor. Las historias transcurren 100% en el mundo real y McCloud las centra en gente real, con problemas reales. Un capítulo nos cuenta el día a día de Jenny, otro se centra en su madre, otros en las vidas de los distintos compañeros del colegio, otro en el extraño noviazgo entre la chica y el superhéroe… Y acá están –sin dudas- los mejores guiones de McCloud: los más arriesgados, los más duros, los más alejados de lo que el comic de aventuras promedio se permitía contar en 1989 o 1990. Son historias llenas de humanidad, que exploran temas candentes, quizás hoy un poco más trillados, pero sin duda shockeantes hace 25 años. Esta es la papa fina, el material que nos hizo desear durante años que McCloud la cortara un poco con la teoría y volviera a narrar ficciones.
Hablando de narrar, es alucinante ver cómo el autor empieza a incorporar las técnicas narrativas del manga en su historieta. Podría escribir cinco reseñas centradas sólo en eso, pero no da. Me queda claro que a nivel visual, lo mejor que tiene Zot! es la narrativa. El dibujo en sí no es choto, de hecho hay planos muy lindos, imágenes (basadas en fotos) muy bien reproducidas por el plumín de McCloud. Y aún así, cuando dibuja seres humanos, le faltan un poco más de cinco pa´l peso. Me imagino esos guiones dibujados por un virtuoso del lápiz, un Jaime Hernandez, o un Osamu Tezuka, y me derrito de la emoción. McCloud le pone ganas y muchas pilas pero no es un dotado, todo el tiempo sentís que está luchando para que su mano ponga en el papel lo que él vio en su mente y rara vez una cosa coincide con la otra.
Banco mucho a Zot!, sobre todo los guiones y sobre todo este tramo en blanco y negro, que es cuando esta bizarra mezcla entre Adam Strange, Astroboy y Valerian despega en direcciones totalmente impredecibles, guiada por un autor al que le sobraban las ideas, la pasión por la historieta y las ganas de innovar.
Published on August 19, 2014 18:19
August 18, 2014
18/08: CAIN

La portada es engañosa. Parece un dibujo de Sin City y está hecho por Risso en la época en la que el cordobés devenido rosarino ya dominaba todos los yeites inventados y/o reciclados por Frank Miller. Sin embargo, las casi 90 páginas de Caín están dibujadas por el Risso de los ´80, el que nunca había leído a Miller y sólo compartía con el creador de Sin City una sana admiración por el claroscuro de Alberto Breccia o José Muñoz. Este es el segundo trabajo de Risso junto a Ricardo Barreiro, y visualmente se parece mucho más a Fulú (la primera serie de Risso con guiones de Carlos Trillo) que a Parque Chas, su anterior colaboración con “el Loco”. Para esta serie, Risso elimina los puntitos y las rayitas microscópicas y se juega todo al claroscuro. Tiene páginas con más cuadros que en Parque Chas y en muy pocas la cantidad de texto que manda Barreiro conspira contra el lucimiento del dibujo. Hay fondos muy laburados y un gran despliegue de imaginación a la hora de crear una Buenos Aires del futuro marcada sobre todo por las groseras desigualdades entre ricos y pobres. Y lo mejor: hay muchas secuencias mudas y muchas escenas basadas en los mil y un trucos narrativos que Risso ya dominaba a la perfección hace más de 25 años.
La historia que nos propone Barreiro es sórdida, dolorosa, dura de tragar, como un caño de escape envuelto en papel de lija. Hay lazos de sangre rotos por la crueldad más atroz, hay identidades silenciadas y recuperadas tras años de lucha, pero no esperes un final feliz al estilo Estela de Carlotto y su nieto. Desechado por sus padres biológicos, a Caín lo crían y educan la mugre, la violencia, la mala leche, la falta de cualquier clase de escrúpulos. Al ser una historia ambientada en el futuro, hay también elementos de ciencia-ficción, a los que Barreiro dosifica con gran criterio, para que nunca se pierda el foco de lo más importante: la sangre que debe correr para que Caín logre reestablecer algún tipo de equilibrio, algo que lo deje más o menos en paz con la vida de mierda que le tocó vivir.
El elenco de secundarios está compuesto por una fauna de personajes abyectos, grotescas caricaturas de lo que nos traería (un par de años después de la publicación de Caín) la década de Carlos Menem y sus secuaces. Merca, corrupción, represión, hipocresía, la política entendida como herramienta de los negocios entre mega-corporaciones, gente con poder pero sin lealtades, militantes de la venalidad, la superficialidad y la runfla. En medio de esa fosa séptica, un sólo personaje tendrá la complejidad los matices suficientes para escaparle a la caricatura y a la bidimensionalidad: Cristina, la hermana ciega de Caín, que lamentablemente aparece poco y termina muy mal. Yo la hubiese dejado viva para protagonizar una secuela. ¿Por qué la falta de sustancia, o de complejidad en casi todos los personajes no empaña la labor de Barreiro en esta novela? Porque está todo jugado a la acción y al ritmo, dos rubros en los que la dupla autoral realmente deja la vida. Si Parque Chas era un poquito parsimoniosa, acá pintó la montaña rusa de tiros, kilombo y explosiones, muy bien compensada con escenas de diálogo en las que el Loco Barreiro define a sus personajes y su universo. Y además, si bien Caín no es un personaje tan impredecible ni tan bien redondeado como Cristina, su motivación es muy potente y su evolución a lo largo de la historia es muy notable.
En síntesis, una historia vibrante, con secuencias de alto impacto, que no decae en ningún momento, que no deja cabos sueltos, que nos muestra a Eduardo Risso en un nivel altísimo y a un Ricardo Barreiro prendido fuego, con ganas de armar una vez más ese combo que era una sus especialidades: acción, violencia, mala leche, distopía, un toque de sexo y un trasfondo espeso, contaminado por una crítica socio-política afilada y letal. Tratá de conseguir la edición de La Urraca y si no, casi seguro vas a encontrar a buen precio la de Norma, que me gusta menos por el formato elegido (más tipo comic-book), pero le gana a la original en calidad de papel y encuadernación.
Published on August 18, 2014 17:07
August 13, 2014
13/08: ESCUELA DE MONSTRUOS Vol.3

torio de la exitosa historieta que El Bruno publica desde 2009 en las páginas de la revista Billiken. Como sucede con tantas otras obras, este tomo de Escuela de Monstruos no se diferencia mucho de los dos anteriores (ya reseñados en el blog) y no es mucho lo que se puede agregar a lo ya expresado en las reseñas del Vol.1 (18/09/12) y el Vol.2 (15/08/13).
Este tomito también está claramente dividido en una aventura corta (12 páginas) y una más extensa (32 páginas). La primera es una buena idea, ya muy gastada: los padres de Tomás vienen a visitar la escuela y hay
que inventar algo para que no se den cuenta de que los compañeros y maestros de su hijo son monstruos posta. El resultado es una comedia de enredos simpática, efectiva, pero muy predecible.
La segunda aventura es un poco más ambiciosa, incorpora flashbacks al remoto origen del castillo donde funciona la escuela, trae de regreso al villano del Vol.2 y en la segunda mitad, reparte mejor el protagonismo entre Tomás y el resto del elenco.
Como siempre, se destaca por sobre todo el ritmo, la gran fluidez del relato y la magia de El Bruno a la hora de dibujar todos los disparates que se le ocurren. Esto está, ante todo, obscenamente bien dibujado por un tipo que maneja a la perfección el lenguaje del comic, las expresiones de los personajes, la composición de las viñetas y las páginas y todo sin descuidar esa frescura, esa liviandad (en el buen sentido de la palabra) que tiene que tener una historieta apuntada al público infantil. El Bruno quizás no lo sepa, pero con Escuela de Monstruos está haciendo historia, está dejando un hito muy grosso en la historia de la historieta para chicos, no sólo por la repercusión que tiene, sino por la gran calidad de su trabajo, que se sostiene y se incrementa semana a semana hace ya más de cinco años.
Y aprovecho que la reseña quedó corta para contarte que el blog entra en receso hasta el lunes 18, ya que jueves, viernes, sábado y domingo voy a estar 100% absorbido por Crack Bang Boom, el gran evento comiquero que todos los años nos lleva hasta Rosario para pasarla bomba. Si vas, dos cosas: 1) pasá por mi stand a saludar y 2) no te pierdas el domingo a las 17 hs la charla en la que vamos a contar absolutamente todo lo que querés saber sobre la segunda edición de Comicópolis, para la cual ya falta poquísimo.
El lunes feriado, entonces, se viene una reseña desde Rosario y el martes 19 ya retomamos normalmente desde Buenos Aires. Gracias a los amigos rosarinos por el espacio que siempre nos brindan en el evento, sorry a los que vienen muy cebados con el blog por los faltazos que se vienen, y gracias a todos por el aguante de siempre.
Published on August 13, 2014 17:19
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