Andrés Accorsi's Blog, page 110

September 5, 2015

05/ 09: SAGA Vol.3

Retomo esta serie que tenía colgada desde el 17/07/14, una eternidad. Acá, el guionista Brian K. Vaughan mantiene la tendencia del tomo anterior: sin olvidarse de que los protagonistas son Marko y Alana, sigue sumando caras nuevas a un elenco en constante expansión. Por supuesto hay personajes que mueren y personajes que se desactivan, porque si no, sería imposible. Lo cierto es que Saga crece tomo a tomo en complejidad y cada vez es más difícil entender qué carajo está pasando si no la leés (con mucha atención) desde el Vol.1.
Lo que también se desactiva es esa sensación de road movie de los dos primeros tomos. En este Vol.3, los fugitivos enamorados se quedan básicamente quietos en un lugar, donde primero están tranquilos y después la aventura los va a venir a buscar. El laburo de recorrer planetras y ciudades buscando… algo, va a recaer en otros personajes, malos y no tanto. De hecho algunos de los villanos están tan bien trabajados, que Vaughan los fue haciendo cada vez más queribles, además de rodearlos de personajes secundarios propios, algunos muy carismáticos. Sumémosle el salvajismo con el que combaten “los buenos” cuando la cosa se pone espesa, y la frontera entre héroes y villanos se hace tan borrosa que sin dudas se convierte en otro enorme punto a favor de Saga.
En las secuencias en las que no hay machaca (que en este tomo son amplia mayoría) Vaughan encuentra el espacio para desarrollar a todos estos personajes, para sacarle jugo a la no-aventura con diálogos brillantes, chistes zarpados, indagación en este universo de ciencia-ficción (con una cantidad asombrosa de elementos que funcionan igual que en el nuestro), y exploración de conceptos fascinantes, algunos vinculados a la guerra entre estas dos civilizaciones y otros más profundos, más trascendentales.
Para criticar, lo mismo que la vez pasada: Saga es una historia compleja, ambiciosa, llena de elementos gancheros… que avanza MUY lento. Todo este TPB sucede en unos pocos días, en los que los cambios importantes en el status quo de algunos personajes es nulo. Claro que hay avances e incluso asacudones totalmente impredecibles, el tema es que los vamos experimentando a un ritmo muy pachorro, como si Vaughan no tuviera ningún apuro por llevar la historia hacia un climax. De nuevo, me imagino a los pobres pibes que leen esto en revistitas, en fetas de 22 páginas (que ni siquiera salen todos los meses) y los compadezco profundamente.
Del trabajo de Fiona Staples ya no hace falta hablar, porque va por los mismos carriles que ya vimos en reseñas anteriores… y la verdad que funciona muy bien, capta muy bien el universo que crea Vaughan y engancha muy bien con el ritmo de la trama. Quizás en blanco y negro se vería todo medio pobretón, medio prendido con alfileres. Pero está claro que la canadiense tiene un dominio muy notable de las técnicas de color digital y de cómo estas te pueden ayudar a resaltar un dibujo que no es minimalista ni está hecho a los pedos, pero que –sobre todo en los fondos- está a años luz de la tendencia actual del mainstream yanki en la que los dibujantes sobrecargan las viñetas con información, texturas y rayitas como si dejar espacios “limpitos” fuera pecado mortal.
Obviamente banco y recomiendo a full esta serie, de la que ya tengo el Vol.4 pidiendo pista en el pilón de los pendientes.
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Published on September 05, 2015 17:54

September 4, 2015

04/ 09: ADOLF Vol.3

Bueno, en este tomo la saga de Osamu Tezuka empieza a reencauzarse. Las peripecias de Toge (siempre al límite de lo verosímil) que coparon casi por completo el Vol.2, acá ocupan menos de 70 páginas. No son páginas fáciles, porque Tezuka se zarpa mal a la hora de mostrarnos escenas de acción tremendas, protagonzadas por un tipo que está cagado a palos, con heridas graves en varias partes del cuerpo, al que apenas le creés que le quedan fuerzas para transarse a una mina. Pero bueno, por lo menos acá Toge hace cosas que no son solamente escaparse, pelearse o ser sometido a golpizas y torturas.
El resto del tomo está centrado (por fin) en los otros dos Adolf: Adolf Kaufmann (el chico nacido en Japón que se fue a Berlín y se unió a la Juventud Hitleriana) y Adolf Kamil (el chico judío que se quedó en Japón cuando su amigo se fue a Alemania). Al pobre Adolf Kaufmann el autor le reserva las escenas más crueles del tomo. Será, sin dudas, el personaje sometido a los dilemas morales más extremos, el que más cosas deberá replantearse, y además el link con el tercer Adolf, el mismísimo Adolf Hitler, a quien la trama lo acerca peligrosamente. Si me tengo que quedar con un tramo de este tercer tomo, sin dudas elijo el protagonizado por este pibe, hijo de un alemán y una japonesa.
Para el último cuarto del tomo, Tezuka se acuerda que hace cientos de páginas que casi no le da bola a Adolf Kamil, y empieza a urdir una trama que involucra a una minita, rescatada de un destino aciago por Adolf Kaufmann. Lo más interesante es que esa trama está entrelazada con la del asesinato de la geisha, algo que había quedado colgado desde el Vol.1 y que teñía de misterio y sordidez al tramo protagonizado por la familia Kaufmann, cuando todavía vivían todos juntos y (casi) felices en Japón. Antes de la mitad del tomo, Tezuka había amagado con darle chapa al papá de Adolf Kamil (Isaac, el panadero judío), pero ese hilo argumental duró poco y terminó muy mal.
Así que por fin hay un equilibrio, que ojalá se mantenga. Dejémoslo a Toge en Japón, que descanse un toque, que sane sus heridas, que siga rompiendo corazones (increíble el levante que tiene este muchacho). Y en todo caso, dejemos que el misterio de los documentos que supuestamente prueban que el führer tiene sangre judía salpique un poco a los dos chicos llamados Adolf, que siguen intrínsecamente vinculados aunque vivan en distintos continentes. La Segunda Guerra Mundial ya está calentita, intensa, aunque todavía no entró en escena EEUU. Pero la tensión se siente tanto en Alemania como en Japón y Tezuka la aprovecha para subirle la temperatura a una saga que cuanto más se aleja de la fórmula de Buenos vs. Malos más gana en profundidad y más me involucra como para querer seguir leyendo, y que no se acabe nunca.
El dibujo… bueno, no hay grandes cambios respecto de los tomos anteriores. Por suerte cada tanto Tezuka nos regala esas puestas en página flasheras, esos ángulos extremos (que quizás le deban algo a Will Eisner) y esas secuencias mudas devastadoras, para compensar un poco por tantas páginas de “talking heads”, donde muchas veces no hay espacio para nada más. El laburo en los fondos es exquisito y cuando aparecen paisajes y edificios reales, el Manga no Kamisama los copia de fotos con una increíble jerarquía y una inteligencia aplastante para incorporarlos con onda a su universo gráfico, como hacía Hergé.
Pronto habrá más Adolf, acá en el blog. Capaz que incluso la termino antes del receso que nos va a imponer Comicópolis…
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Published on September 04, 2015 16:54

September 3, 2015

03/ 09: ESPERANDO COMICOPOLIS

Se viene Comicópolis, más grosso que nunca, y ya estamos a full con la previa, con las actividades “satélite” que se realizan en distintos espacios culturales de la ciudad de Buenos Aires, mientras arranca la cuenta regresiva para detonar Tecnópolis del 17 al 20 de este mes.
Hoy ya estamos con la primera tanda de presentaciones de libros en la Librería Hernández, y mañana viernes es el Día de la Historieta. ¿Cómo lo festejamos? Con la apertura al público de la muestra Universo Macanudo, en la que podrán verse historietas, dibujos, ilustraciones y hasta muñecos corpóreos creados por Liniers, el padrino de la edición 2015 de Comicópolis. Esto va a ser a las 19h., en la SIGEN (Av. Corrientes 389).
El sábado se presenta Ich, la novela gráfica de Luciano Saracino y Ariel Olivetti, y me toca a mí conducir la charla. Esto va a ser también a las 19 hs. en La Revistería de Av. Juramento 2385.
El miércoles 9 hay otra tanda de presentación de libros, en el Ateneo Grand Splendid (Av. Santa Fe 1860), a las 17:30 hs. Y a las 19 hs. tenemos la inauguración oficial de la muestra de Liniers en la SIGEN, con la presencia del autor y de autoridades del Ministerio de Cultura. Eso va a estar MUY grosso.
El jueves 10, Agustín Graham Nakamura presenta Wonderland (con la participación de Quique Alcatena) en el Espacio Moebius (Bulnes 658). Y el viernes 11, también en Moebius, el maestro José Muñoz presenta la edición nacional de Sudor Sudaca y su libro de serigrafías Tintas de Buenos Aires.
El sábado 12 tenemos una muestra y feria de serigrafías en el Patio del Liceo (Av. Santa Fe 2729), donde participan Marco Tóxico, Amadeo Gonzales, Boom Boom Kid y otros artistas. Y también se inaugura una muestra de Max Cachimba (invitado a Comicópolis en 2013), Maco (invitada en 2014) y Troche. Esto va a ser a las 15:30 en La Musaraña (General José María Paz 1530, Vicente López, al toque de la estación Florida).
El martes 15 se viene la tercera y última tanda de presentación de libros (con una mesa zarpadísima de la que van a participar Jason, Alcatena y Muñoz, entre otros), a las 19 hs. en el Ateneo Grand Splendid. Y el miércoles 16 a las 19 hs., a poquitas horas de la apertura del festival, inaugura Pornobroster, una muestra de dibujos de Marco Tóxico y Muriel Bellini, en Punc (Luis Beláustegui 393).
O sea que antes de que arranque Comicópolis, ya vas a poder empezar a respirar historieta en Buenos Aires y conocer a varios de los invitados del festival, que estarán presentes en estas actividades. Por supuesto sigue abierta al público la mega-retrospectiva dedicada a José Muñoz en el Palais de Glace, por supuesto todas estas propuestas son con entrada libre y gratuita y por supuesto hay más información en http://comicopolis.ar/2015/
Nos vemos por ahí… y mil disculpas si no llego a postear nuevas reseñas en estos días, pero estamos realmente a full con la organización de un Comicópolis que –no tengas dudas- va a ser DEVASTADOR.

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Published on September 03, 2015 15:48

September 2, 2015

02/ 09: ORGASMATRON

Al igual que Desfigurado y Cándido, esta es una historieta rescatada del pilón de los números clásicos de Catzole, de esa época en la que de fanzine sólo le quedaba el sistema de distribución, porque a nivel contenidos ya había alcanzado una calidad recontra-profesional.
Tal como hicieran Salvador Sanz y J.J. Rovella cuando sus trabajos para Catzole se reeditaron en libro, Julio Azamor le metió bastante mano a la versión original de Orgasmatrón, para mejorar globos, tipografías y algunos dibujos que eran medio confusos. Y fue una decisión acertada, porque lo que perdió en onda artesanal, fresca y juvenil, lo ganó en claridad y en un mejor fluir de la narrativa.
La historia de Orgasmatrón tiene las dosis exactas de drogas, sexo y ciencia-ficción como para haberse publicado a fines de los ´70 en la Métal Hurlant. Es retorcida en los detalles, no en la trama en sí, que es bastante lineal. Y es grandilocuente, espectacular. Arranca casi en un plano de intimidad y a las pocas páginas lo que está en juego es el destino de planetas enteros. Claramente, acá Azamor tira conceptos tan extremos que se podrían seguir explorando a lo largo de infinitas secuelas. Lamentablemente, no las hay. Pero están estas 50 páginas, que conforman una lectura potente, redonda, que te deja mitad perturbado y mitad pidiendo más.
No quiero contar nada del argumento para no spoilear, así que me pongo a sanatear un poco acerca del dibujo. Visto de lejos, el dibujo de Azamor se parece mucho al de Salvador Sanz. Visto más de cerca, uno nota que Azamor es menos filoso, menos extremo. Cuando tiene que resolver iluminaciones complicadas, prefiere los esfumados a los claroscuros. Y cuando quiere resaltar los volúmenes, pela técnicas de Richard Corben, o de los ilustradores de ciencia-ficción de los ´70 y ´80. Las escenas de acción están bien resueltas, la anatomía prácticamente no tiene pifias, los fondos están muy laburados y todo el diseño de naves, armas y androides es perfecto, realmente asombroso por tratarse de un autor muy joven, que estaba haciendo sus primeras armas en la historieta.
Orgasmatrón es una historieta fuerte y directa, sin medias tintas, mucho más cercana (como ya mencioné antes) a la producción setentosa de Les Humanoïdes Associés que a cualquier clásico (o pseudo-clásico) de la historieta argentina. Después de este trabajo, Julio Azamor se volcó a la animación, a los storyboards, y cuando hizo historieta incursionó básicamente en el género porno. Pero tiene también varios unitarios de terror, ciencia-ficción y bizarreadas varias, que hace poco salieron en libro y que prometo reseñar antes de fin de año.
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Published on September 02, 2015 19:17

September 1, 2015

01/ 09: BATMAN & SUPERMAN: WORLD ´S FINEST

Este es un proyecto de 1999-2000 que en su momento pasó bastante desapercibido y que todavía a nadie se le ocurrió elevar al status de clásico semi-oculto, aunque la verdad es que no le faltan méritos. La consigna que plantea el guionista Karl Kesel es muy interesante: una vez por año, durante 10 años, Superman y Batman se encuentran. Y no por capricho, hay un hilo conductor, un elemento en la trama que le da sentido a los encuentros. Y a la vez, cada uno de los encuentros es muy distinto del anterior.
A diferencia de otras historias de los World´s Finest (la de Dave Gibbons y Steve Rude, o la de Walt Simonson y Dan Brereton), esta saga tiene como uno de sus principios básicos respetar y reflejar fielmente la continuidad de ambos personajes (obviamente la continuidad “oficial” de 1999-2000). Kesel investigó a conciencia y descubrió en qué andaba cada uno de ellos mientras al otro le pasaban cosas importantes, definitivas para su historia, y tomó esos hitos como elementos importantes para sus guiones.
Sobre esas bases se sostiene -a lo largo de muchísimas páginas- el contrapunto (siempre renovado, porque pasan muchos años y los personajes y la relación entre ellos evolucionan un montón) entre Batman y Superman, y también entre Gotham y Metropolis, a las que Kesel les da mucho protagonismo.
La mejor aventura, la más dinámica, la menos predecible, es la que enfrenta a Superman, Batman, Robin y Lois Lane con Mr. Mxyzptlk y Bat-Mite, un delirio repleto de situaciones bizarras y diálogos muy cómicos. Y la otra que la descose es una que funciona como epílogo a A Death in the Family y la saga en la que Superman se exilia en el espacio. Son 22 páginas sin machaca, a puro diálogo, en las que Bruce y Clark hablan de todo: de sus coincidencias, de sus disensos, de la ley, de la justicia, de sus miedos, de sus sueños, de sus triunfos, de sus fracasos. Si alguien alguna vez indagó a fondo en la esencia y la motivación de estos personajes, fue Kesel en esta historia, pensada para dejarte en claro que, antes que íconos, estos pibes son personas.
Lamentablemente, justo esos dos episodios (y el Catwoman vs. Luthor) son los que cayeron en manos de Peter Doherty, un dibujante que le puso voluntad, pero no estuvo ni cerca del desempeño que merecían estos guiones. El resto de la obra cuenta principalmente con los dibujos de Dave Taylor, un elegante, un distinto, al que cuando se lo permiten las fechas de entrega, pela un estilo alucinante, con influencias de Moebius y Barry Windsor Smith. Acá las fechas de entrega se lo comieron crudo y no está para nada al nivel de trabajos anteriores (Tongue Lash) o posteriores (Batman: Death by Design). Sólo en las portadas lo vemos acariciar la gloria a la que nos tenía acostumbrados. El resto, sin ser choto ni mucho menos, parece más obra de un dibujante correcto que de un virtuoso como demostró ser Taylor.
La verdad es que mucho no calienta ver a Taylor mezquinar algo de su magia para entregar a tiempo, porque lo que verdaderamente sostiene a esta saga es el guión de Kesel, las ideas, el mecanismo que armó para que todo funcione, el constante tira y afloje entre los héroes que quieren ser amigos pero no pueden, y los diálogos que están cuidadísimos. Ah, y el laburo en los personajes secundarios: Alfred, Lois, Gordon, Dick Grayson, Jimmy Olsen… hasta Azrael está bien escrito cuando le toca aparecer.
Si sos fan de los World´s Finest pero nunca te fumaste el hecho de que compartan serie regular, este TPB te va a resultar genial. Para que te termines de ubicar, va justo antes de No Man´s Land y unos cuantos meses antes de la saga de President Luthor. No era el mejor momento de ninguno de los dos héroes en sus series regulares, pero acá Karl Kesel supo sacarle un jugo riquísimo a la luz que representa uno y a las tinieblas que envuelven al otro para contar una historia que funciona en muchos niveles.
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Published on September 01, 2015 16:27

August 31, 2015

31/ 08: LOS MAS VENDIDOS DE AGOSTO

Hoy no pude leer ni una página de un comic. Así de sobrepasado de laburo estoy, en la recta final rumbo a Comicópolis. Ojalá mañana tenga tiempo para leer.
Hoy zafo con un clásico: las ventas del mes que se termina hoy. Esto fue lo que más se vendió en las comiquerías:
1) Hexmoor (Loco Rabia/ Belerofonte)
2) Ciudad (Historieteca/ Doedytores)
3) Parque Chas (Puro Comic)
4) Metallum Terra (Napoleones Sin Batallas/ Entelequia)
5) Términus Vol.9 (Términus)
6) Acero Líquido (Loco Rabia/ Belerofonte)
7) La Luna del Toro (Historieteca)
8) Tortas Fritas de Polenta (Fuchi Bayúgar)
9) Bang(Kok) (Rabdomantes)
10) Las Tierras del Oso (Loco Rabia/ Milenario)

Bueno, no hace falta ser un genio para darse cuenta de que arrasó la dupla Mazzitelli-Alcatena, con CUATRO títulos entre los más vendidos: un clásico insumergible, un lanzamiento de la primera mitad de 2015 y DOS libros nuevos, publicados por dos sellos (o team-up entre sellos) distintos. ¿Por qué Hexmoor vendió tanto más que Metallum Terra? Porque a Metallum Terra lo ofrecen también otros distribuidores y algunos de mis clientes se lo compraron a ellos.
Loco Rabia logró meter una novedad más en el ranking (lo nuevo de Carlos Vogt, nada menos), al igual que Historieteca, que además de aguantar los trapos con La Luna del Toro, impactó fuerte con Ciudad. Y qué lindo es -por lo menos para mi que soy fan del Loco Barreiro- ver dos obras suyas entre las 10 más vendidas.
Fuchi Bayúgar se animó a autogestionar una reedición de la imprescindible Tortas Fritas de Polenta y la hinchada respondió. Y Rabdomantes se animó con una novela de Renzo Podestá que había salido hace 10 años por Llanto de Mudo, y también le fue bien.
¿Y Llanto de Mudo? Con el sacudón que significó la muerte de Diego Cortés, el sello cordobés no llegó siquiera a entregar las novedades de Julio, y canceló oficialmente las que había anunciado para Agosto. Veremos cómo se reacomoda esa increíble editorial.
Lo cierto es que estas y muchas más novedades salieron –en su mayoría- después de Crack Bang Boom, ya entrada la segunda quincena. Por eso, si bien varias vendieron bien, Agosto no logró superar las excelentes ventas de Julio. En cambio Septiembre, con todas las novedades de Agosto ya disponibles y su propio caudal de novedades (que –Comicópolis mediante- viene muy zarpado), pinta que va a ser alucinante. No le voy a poder dedicar mucho tiempo a la Distri, pero igual intuyo que van a caer pedidos grossos. Después cuento cómo me fue…
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Published on August 31, 2015 19:36

August 30, 2015

30/ 08: LA CALAVERA DE CRISTAL

Esta novela gráfica de 2011 causó bastante impacto en México porque se trataba de la primera historieta escrita por Juan Villoro, uno de los literatos más notables que tiene hoy el país hispanoparlante de Norteamérica. Yo le entré por el lado contrario: me llamó la atención por los dibujos de BEF (Bernardo Fernández), a quien había descubierto en una antología (ver la reseña del 07/03/13) y me había encantado. Veamos qué salió del team-up entre ambos autores.
Para empezar hay que aclarar que La Calavera de Cristal es una obra apuntada al público infanto-juvenil, al estilo de los álbumes de Tintin o Spirou. Una aventura clásica con buenos y malos, protagonizada por un chico de 14 años… que quizás sea el personajes menos interesante del numeroso elenco que nos presenta Villoro. Gus es un chico bueno, valiente y ya está. No hay más capas de complejidad ni matices para un personaje que va a convertirse en hilo conductor de toda la trama. Por suerte Villoro lo rodea de secundarios y villanos bastante más atractivos, que son los que le van a poner a la obra los condimentos necesarios. Algunos aportan toques de humor, otros de perversidad, otros de alienación, otros de obsesiones bizarras, y entre todos logran que la aventura ofrezca algo más que una clásica “búsqueda del tesoro” en la que se enfrentan buenos y malos.
El formato de típico álbum europeo le permite a los autores trabajar con muchas viñetas por página, pero Villoro se resiste a la tentación de zarparse con la cantidad de texto. La Calavera de Cristal tiene menos diálogos (y más sintéticos) que cualquier álbum de Tintin o Spirou, incluso con 66 páginas de duración, 20 más que el típico álbum francobelga. Y no es que haya tantas secuencias mudas: hay algunas viñetas mudas y el resto tiene globos o bloques de texto, pero con letra grande y poco para leer en cada viñeta. Sin dudas a los autores les quedó claro que esta historia iba a atrapar principalmente a los chicos y encontraron un equilibrio para no agobiar con lo textos a una generación que –nos guste o no- lee cada vez menos. La trama, además, habilita a Villoro a bajar mucha data acerca del patrimonio arqueológico de México, sus ruinas, sus excavaciones, sus museos y sus increíbles hallazgos acerca de las culturas precolombinas. Pero también ahí el autor resiste la tentación de convertir a la historieta en un artefacto didáctico, pensado para enseñar. La Calavera de Cristal es, ante todo, un buen divertimento.
En sintonía con lo que venimos señalando, el dibujo de BEF también nos recuerda de inmediato a un comic europeo. No exactamente a Tintin, sino a otros exponentes más actuales de la línea clara, como Yves Chaland y Max. Lo de BEF no es exactamente una mezcla entre Yves Chaland y Max, porque el día que lea algo así, me muero ahí mismo. El dibujo del mexicano no es tan perfecto y los fondos no están tan trabajados. Lo que hay es ese balance tan sutil entre un dibujo aventurero, un dibujo expresivo, un dibujo amistoso, lindo de mirar, fácil de realzar con colores planos. Visualmente esto está muy logrado y (lo comprobé empíricamente) cumple con creces el objetivo de enganchar a los chicos con la historia para que la lean hasta el final.
Siempre suma un montón que firmas consagradas en la literatura incursionen en la historieta y promuevan el crossover, para que sus fans los sigan hacia el mágico mundo de las viñetas. Si además las historietas que escriben están buenas, mucho mejor. En este caso, los lectores de Juan Villoro (con quien alguna vez compartí panel en la presentación de un libro de Alberto Montt, obviamente sin conocerlo ni a él ni a su obra) pueden arriesgarse con La Calavera de Cristal y salir ampliamente satisfechos. Y si venís siguiendo la obra de BEF, lo vas a ver muy sólido en este estilo más redondito, más sintético, más acorde al público al que está apuntada esta muy buena novela gráfica.
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Published on August 30, 2015 16:36

August 29, 2015

29/ 08: LO PEOR DE MAITENA

Se puede discutir si este libro es bueno o malo, pero no que era imprescindible. Después de años y años en los que lo único que se reeditaba de Maitena eran sus chistes y páginas de humor (todo material claramente apuntado al público femenino), era casi urgente recuperar en este soporte sus otras obras, aquellas historietas más aventureras, más raras, o más viradas hacia el erotismo y el humor subido de tono.
El libro tiene varios problemas, que conviene enumerar de entrada: el precio ($ 350, un delirio), la cantidad de páginas que no son historietas sino bocetos (deben andar cerca de las 40), y el tramo dedicado a Coramina, donde hay una historieta con las páginas publicadas al revés (primero la segunda y después la primera) y dos historietas a las que les faltan páginas. ¡En serio! En un libro de $ 350, editado a todo culo por una editorial como Sudamericana, hay dos historietas incompletas y nadie se dio cuenta.
¿Podrá la calidad de las historietas revertir este catastrófico 0-3 en el primer tiempo? Y, con los guiones va a ser difícil. Coramina ofrece breves historias de una mina que tiene fantasías pajeriles en las que se la garchan tipos facheros. Casi siempre las fantasías se le hacen realidad, pero son historias muy simples, donde todo queda en lo anecdótico. De la serie Historias por Metro sólo hay tres episodios, con ideas un poquito más jugadas como para que la cosa no quede sólo en los garches, pero con pocas páginas para desarrollarse y una narrativa por momentos demasiado ambiciosa, que puede terminar por confundirte, o por cebarte tanto con el dibujo que le dejás de prestar atención a la trama.
La Fiera es un chiste gracioso, pero muy repetido. Los 28 episodios que ofrece el libro reiteran siempre la misma fórmula, y el hecho de que los textos estén escritos en una especie de rima tampoco suma, sino más bien resta. El Langa también tiene una idea que se va a repetir en todos los episodios, pero el desarrollo tiene muchas más variantes y, al ser historias más largas, hay más espacio para que las situaciones se desenvuelvan de modos distintos, e incluso más espacio para los diálogos, que son un punto muy fuerte en esta serie.
Las historias cortas son tan cortas que ni se pueden analizar, y después nos queda Barrio Chino, donde Juan Martini mete mano en los guiones. Barrio Chino es un thriller de 45 páginas, ambientado en el bajo mundo de una gran ciudad, con persecuciones, peleas, tiros, roscas entre malvivientes y algunos garches muy hot. Y está bien. Para la cantidad de páginas que tiene pasan pocas cosas, pero es a propósito: la búsqueda narrativa va para ese lado, para el de un ritmo intencionalmente descomprimido.
¿Con qué salvamos las papas? Claramente con los dibujos. Excepto en La Fiera (donde aparece el estilo más minimalista de Maitena, que ya vimos hasta el cansancio en sus primeras páginas para Para Ti), el resto del libro te vuela la peluca con el dibujo. El que toda la vida leyó los chistes de una sola viñeta de La Nación no tiene forma de imaginarse que Maitena puede dibujar como lo hace en Barrio Chino, en Historias por Metro o en casi todas las historias cortas. O que puede construuir secuencias como las que ofrece en Coramina.
Ella misma dice que copiaba a Hugo Pratt, José Muñoz, Guido Crépax, Moebius (no se nota para nada), Milo Manara y Loustal. Yo sumo a Daniel Torres, que me parece que también, algo aportó a esta mezcla rara y cautivante, de blancos y negros extremos, fondos laburadísimos, rostros recontra-expresivos y detalles de esos a los que las autoras mujeres les prestan más atención que los autores varones. Como mencioné más arriba, a veces tantos detalles, tanto laburo en los fondos, tanto riesgo en la elección de los ángulos, tanto lucimiento del dibujo (sobre todo en las escenas mudas de Barrio Chino) pueden hacer que te cuelgues en la contemplación y te desenganches de las historias. Cuando los dibujos son tanto mejores que los guiones, la verdad que no calienta.
Si, como yo, recortabas las historietas de Maitena de la SexHum® antes de tirar la revista a la mierda, este libro te va a permitir abollar y descartar esas hojas amarillentas de una buena vez. Y si sos joven y en los ´80 no leías historietas para adultos, te va a servir para descubrir a una artista increíble, volcada a una experimentación interesantísima, llena de ideas visuales y con varios grafismos distintos, uno más ganchero que el otro. Ojalá el día que Maitena decida volver a dibujar lo haga con una novela gráfica en el estilo de Barrio Chino o Historias por Metro…
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Published on August 29, 2015 17:59

August 28, 2015

28/ 08: BAD DOG

Joe Kelly y Diego Greco hicieron esta historieta a un ritmo muy pausado, a lo largo de varios años y con muchas interrupciones. Tardaron seis años en editar seis números y finalmente el año pasado salió el primer TPB. ¿Se publicaron nuevos episodios después del libro? La verdad que no lo sé.
A primera vista, Bad Dog parece un comic hiper-cabeza, la típica historieta con un protagonista amoral, violento y descontrolado, repleta de peleas, explosiones, chistes subidos de tono, escenas truculentas con gore y sangre al límite, sexo, droga y rockanroll. Y es cierto, Bad Dog tiene todo eso. Lo bueno es que es en joda y SE NOTA que es en joda. Muere gente, hay tiros, cuchillazos y mutilaciones y en general la violencia tiene consecuencias reales. Pero todo, hasta lo más sórdido, está vestido de fiesta de modo que en vez de causar escozor, causa gracia. Todas estas situaciones de ultraviolencia son además situaciones bizarras, al límite del disparate, envueltas por una imparable sucesión de diálogos en los que Kelly hace gala de un humor zarpadísimo.
En un punto, Bad Dog es una especie de Deadpool más salvaje, con muchas cosas que Marvel no le dejaría hacer a Kelly en una revista protagonizada por el antihéroe creado por Rob Liefeld. Acá se ven tetas, porongas (de juguete), gente aspirando frula, buenos y malos escabiando a lo bestia, garches, vómitos, tipos lamíendole el orto a otros tipos, decapitaciones, mujerzuelas y juegos de azar. Y encima uno de los personajes es un evangelista retirado, que combina en sus diálogos las puteadas más tremendas con menciones a Dios, la virgen María, la Biblia y el Espíritu Santo.
Lo más interesante es que por debajo de este festival de la guarrada, Kelly desliza subtextos muy atractivos. Habla de temas más profundos, se anima a meterse bastante a fondo en la psiquis del protagonista, a cuestionarse bastante por qué hace lo que hace, y además le permite avanzar. Lou no es el mismo en el primer episodio que al final del sexto. Nada de esto es muy obvio, ni está muy subrayado por el guión, porque claramente Bad Dog se vende como un comic de machaca y chistes guarangos. Pero está, y eso le da una textura, una pátina de complejidad, que en general este tipo de historias no tiene.
El dibujo y el color están a cargo de Diego Greco, acá en un estilo que no se parece en nada al de Tiburcio. Este es el Greco (el Diego Greco, no Doménikos Theotokópoulos) de estilo más realista, más apegado al dibujo académico y aún hoy tributario en algunas cosas del estilo de Juan Bobillo (o mejor dicho, de uno de los estilos de Juan Bobillo). Por suerte, Greco encuentra espacios para jugar, para transgredir, para cagarse un poco en el realismo y meter toques más salvajes, más libres, donde la representación pierde frente a la expresión, frente a las ganas que tiene el hincha de Banfield de transmitir cosas potentes desde el dibujo.
Decíamos que estas más de 150 páginas fueron dibujadas a lo largo de muchos años, pero la verdad es que no se nota mucho. Greco ya tenía un nivel muy alto cuando empezó con Bad Dog y llegó al final sin mutaciones visibles en el grafismo y más asentado, más canchero en la narrativa. La trilogía final, ambientada en Las Vegas, le saca amplia ventaja a los tres primeros capítulos, principalmente porque Greco se zarpa más con la puesta en página, se anima más y se brinda más. De todos modos, no hay momentos flojos. El dibujo sale a matar desde la primera viñeta y el color es maravilloso de punta a punta del tomo.
Si te resulta atractivo el estilo realista de Diego Greco (más realista que en Doméstico y Fuerza Mosca), o si querés leer a Joe Kelly desatado, pasado de rosca y entregado plenamente a las masacres sanguinarias enchastradas de mugre, perversión y mala leche, con Bad Dog la vas a pasar bárbaro. Repito: no tengo dudas de que Kelly puso acá mucho de lo que le gustaría hacer con Deadpool pero Marvel no se lo autorizaría ni a palos. Por eso -además de violencia, alcohol y chistes sobre el semen de toro- este comic destila mucha libertad, mucha alegría y se nota todo el tiempo que los autores están, ante todo, divirtiéndose, cagándose de risa, pasándola bomba. Y eso es genial.
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Published on August 28, 2015 19:01

August 27, 2015

27/ 08: MEZEK

Estoy cansadísimo y dormidísimo, pero saco fuerzas de donde no hay para reseñar esta hermosa novela gráfica de los maestros franceses Yann (no confundir con Yoann) y André Juillard.
Lo primero que me interesó es la ambientación: Israel, 1948. Un país nuevo, creado “por decreto” y atacado por casi todos sus vecinos, necesita armar una fuerza aérea pero no tiene pilotos ni aviones. Yann nos cuenta cómo los jóvenes pilotos israelíes se entrenan en Italia, mientras Israel contrata a aviadores mercenarios de otros países que sepan pilotear los poco aviones de guerra que logran conseguir. Checoslovaquia les vende de keruza unos cuantos Mezek (apodados “las mulas” o “ataúdes con alas” ) y un grupito de pilotos yankis y europeos se ofrecen a combatir a bordo de esos aviones bastante precarios contra los iracundos vecinos árabes que quieren terminar el trabajo sucio de Hitler y exterminar a los judíos antes de que logren asentarse del todo en su territorio. Primera vez que me encuentro con una ficción situada en ese contexto histórico, que obviamente ofrece muchísimo jugo.
La trama está muy bien, con secretos que se revelan en el momento justo, con el pasado del protagonista como fuente de misterios y suspicacias, y con unas cuantas (y muy logradas) escenas de acción. Quizás lo que hace un poco de ruido es que, a 16 páginas del final, Yann parece arrancar con una nueva historia, con una “aventura dentro de la aventura” que por su complejidad bien podría haber sido un álbum aparte de este, con 48 páginas dedicadas a explorar el conflicto y resolverlo. Finalmente, esa “segunda aventura” (cuyo principal atractivo es el dilema moral que le plantea a los protagonistas) se resuelve en muy pocas páginas, muy cargadas de texto, en las que los diálogos terminan por explicar buena parte de lo que sucede. Y el resto de las páginas se las lleva un epílogo muy emotivo, con un par de giros que jamás te ves venir.
No quiero contar mucho más, pero Mezek es un comic bélico atípico, con mucho desarrollo de personajes, tintes románticos, rosca política y misterios profundos. El guión está muy bien documentado, a tal punto que cualquier cosa que nos cuente Yann nos va a parecer verosímil. Y las sorpresas y los giros impredecibles no son puro impacto, sino que le suman coherencia y polenta a este notable desarrollo de personajes.
El dibujo de Juillard nunca baja de majestuoso, aunque claro, nunca renuncia a esa impronta fría y distante. Sus mejores momentos en esta obra tienen que ver con las escenas oníricas, lo cual es bastante paradójico si pensamos lo mucho que se esforzó Juillard para documentarse a full y reproducir a la perfección armas, uniformes y aviones de las milicias israelíes de aquella época.
En síntesis, estamos frente a un muy buen trabajo, muy beneficiado por el hecho de ser un tomo unitario, en el que Yann y Juillard rompen las reglas de la historieta bélica para plantearnos conflictos muy humanos, que nos hacen sentir muy cerca de los personajes aunque nunca hayamos tripulado un Mezek, un Messerschmitt o un Spitfire sobre los cielos de Medio Oriente.
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Published on August 27, 2015 19:23

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Andrés Accorsi
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