Andrés Accorsi's Blog, page 113
August 3, 2015
03/ 08: DYLAN DOG: LA GRAN NEVADA

La Gran Nevada es una historieta corta (repito, 32 páginas) que apareció en una antología junto a varias más, impresa a todo color. En la edición original italiana. Para esta edición se decidió pasarla a grises y publicarla en blanco y negro, con resultados no calamitosos, pero que dejan muchísimo que desear.
¿Cuál es el atractivo de La Gran Nevada? ¿Con qué espejitos de colores logró obnubilar la razón del sello chileno Acción Comics como para que se lanzara a tomar estas decisiones tan discutibles? Y, la verdad es que atractivos no le faltan: se trata de una aventura de Dylan Dog que está pensada como un homenaje a El Eternauta, y encima dibujada con muchísimas pilas por Enrique Breccia.
El guión de Luiggi Mignacco está muy bien, es una reformulación de la primera aventura de El Eternauta, pero ambientada en Londres en 2012 y obviamente contada en muchas menos páginas. Claro, como uno ya sabe lo que va a pasar, hay poca sorpresa. Sin embargo, en las dos páginas finales, Mignacco ensaya un final para el asombro y le sale muy bien. Ahí, cuando tiene que revelar qué fue exactamente lo que sucedió, a quién y cuándo, es donde va más allá del mero homenaje al clásico de Héctor Oesterheld y Solano López y pone los huevos que hay que poner.
Lo más flojo son los diálogos. Yo, que nunca fui fan de Dylan Dog, recuerdo haber leído algunos episodios en castellano e italiano pero no recuerdo haberme aburrido tanto, ni haber estado tan cerca de llamar a Lagomarsino para que me trajera un chumbo la vigésimoquinta vez que el protagonista exclamaba “¡Judas Bailarín!”. No quiero tirarle todo el fardo al traductor chileno, pero ma-mita, qué denso se hace leer diálogos tan sosos, tan acartonados.
El trabajo de Enrique Breccia está muy, muy logrado. Se nota el esfuerzo, las ganas. Los fondos están cuidadísimos, no hay tiradas a chanta a la hora de mostrar la acción y la machaca, los bichos y monstruos están alucinantes, la chica que coprotagoniza la historia muestra un amplio registro de expresiones faciales… No puedo hablar de climas, porque el paso a blanco, negro y grises se llevó cualquier intento de Breccia por contar o transmitir algo desde el color. De todos modos me encanta ver a Enrique a este nivel, muy cercano a las maravillas que le brindó a los franceses que siguieron las aventuras de Les Sentinelles.
En el tomo de Dylan Dog donde apareció originalmente esta historieta (el Color Fest de 2012) había también colaboraciones de los maestros Lito Fernández, Alfonso Font y José Ortiz. Si tenés la posibilidad de conseguirlo, tirate de cabeza. Es en italiano, pero los cuatro son dibujantes del mega-carajo y las historietas están a todo color. Y no te comés el garrón de comprarte un libro para leer 32 páginas de historieta, que es un disparate por más que veneremos a Enrique como el monstruo sacrosanto que es, labure para el mercado para el que labure.
Published on August 03, 2015 18:09
August 2, 2015
02/ 08: HOY NO HAY NADA

Mañana sí, tendremos reseña, como casi siempre.
¿Por qué el catálogo de Agosto viene con fantastillones de nuevos lanzamientos? Porque del 13 al 16 se hace por sexto año consecutivo Crack Bang Boom, el gran evento comiquero con sede en Rosario, en el que casi todas las editoriales locales tienen stand, y al que van hordas de fans y artistas de todo el país. También autores que llegan desde otras latitudes, en este caso Juan Giménez, Horacio Altuna, Jill Thompson y Charles Soule.
Obviamente, y como todos los años, yo también me voy para allá el 13 muy tempranito, y estaré regresando a casa el 17. Ese día va a haber reseña. Del 13 al 16, seguro que no, porque no dan los tiempos.
Si andás con ganas de vivir una gran experiencia, no te duermas: buscá en la página web o en el Facebook de Crack Bang Boom la programación, sacá pasaje a Rosario y reservá hospedaje antes de que esté todo hasta la chota. Es un evento con una mística impresionante, que cada vez convoca a más fans que la pasan cada vez mejor.
Y si vas, no dejes de buscar mi stand (donde habrá papa muy fina a precios cuidadísimos) o de venir el domingo a la tarde a la charla en la que vamos a estar revelando en exclusiva todo lo que va a suceder del 17 al 20 de Septiembre en Comicópolis.
Published on August 02, 2015 19:12
August 1, 2015
01/ 08: LOS MAS VENDIDOS DE JULIO

Como sea, lo que más se vendió el mes pasado fue esto:
1) Gaturro Vol.24 (De la Flor)
2) Basura (Loco Rabia/ Belerofonte)
3) Parque Chas integral (Puro Comic)
4) El Aneurisma del Chico Punk Vol.1 (Dead Pop)
5) La Sudestada (Hotel de las Ideas)
6) Acero Liquido (Loco Rabia/ Belerofonte)
7) La Luna del Toro (Historieteca)
8) Colder (Llanto de Mudo)
9) Los Autómatas del Desierto (Historieteca)
10) El Infante Dante Elefante Vol.3 (De la Flor)
Salieron varias novedades en Julio, de las cuales sólo tres lograron colarse en el Top Ten: la nueva edición integral de Parque Chas, y los dos lanzamientos de Ediciones De la Flor: los nuevos tomitos del genial Dante Elefante y del excecrable Gaturro. Este último vendió mucho, muchísimo más que el libro que quedó en el segundo puesto.
El resto del ranking se armó con un libro reciente que explotó en Mayo y durmió en Junio (La Luna del Toro), con los dos lanzamientos más fuertes en lo que va del año (Basura y La Sudestada) y con títulos aparecidos el año pasado, que se siguen vendiendo bárbaro. Entre ellos hay un colado de 2013, el Vol.1 de El Aneurisma del Chico Punk, que se prendió fuego cuando se confirmó la inminente edición del Vol.2.
Lo más lindo de este ranking es que –con la obvia excepción de Gaturro- es todo material MUY grosso: cosas que leí y me encantaron, o cosas que todavía no leí pero que me animo a recomedar sin miedo simplemente por la chapa y el talento de sus autores.
Como ya es costumbre, Agosto traerá un vendaval de novedades totalmente pasado de rosca. Ni intento enumerar los títulos que anuncian los editores y que seguramente estarán disponibles después de Crack Bang Boom. Creeme que son demasiados. Así que ahora, a hacer la plancha hasta el 13 y cuando volvamos de Rosario, explotarán los pedidos.
Mañana no sé si habrá reseña, capaz que no. El lunes sí, de una.
Published on August 01, 2015 12:38
July 31, 2015
31/07: THE WORLD OF GINGER FOX

El guionista es Mike Baron, el mismo de Nexus y de la primera etapa de la revista de Flash protagonizada por Wally West. Pero es una referencia anecdótica, casi caprichosa, porque The World of Ginger Fox no tiene nada que ver con ese tipo de historias. Esta es una creación que va claramente para otro lado, ambientada en el mundo real (o casi, porque todo transcurre en Hollywood) y protagonizada por minas y tipos 100% normales, con problemas, ambiciones, adicciones, alegrías, amores y fracasos como cualquiera de nosotros.
La historia arranca cuando Ginger Fox, una joven ejecutiva, acepta ponerse al frente de una gran productora cinematográfica que, después de varias décadas de gloria, se está por ir al descenso. Ginger tiene que lograr sacar a flote a la empresa, lograr que se terminen y se estrenen las películas que pueden llegar a ser un éxito y frenar las que huelen a fiambre antes de que den más pérdidas. La aventura está ahí, en ese vértigo de toma de decisiones, y obviamente en las presiones que va a recibir Ginger de todas partes, porque es obvio que se largó a nadar en un océano infestado de tiburones con menos pruritos que los economistas del PRO.
Baron se las ingenia para conservar un clima de comedia, distendido, repleto de diálogos ingeniosos, y a la vez introduce elementos románticos, rosca política entre empresarios y varias escenas de acción. Todo esto, sumado a la cantidad de data que maneja el guionista acerca de quién, cómo y por qué toma las decisiones en las grandes productoras de cine, arman un combo que te entretiene muchísimo a lo largo de 62 páginas en las que el ritmo jamás decae. ¿Ni siquiera cuando se discuten cláusulas contractuales y presupuestos? Creeme que no, que Baron logra que esas conversaciones también sean muy interesantes.
El dibujo está a cargo de Mitch O´Connell, un artista muy notable que tuvo su mini-momento de chapa en los comics de mediados de los ´80, pero rápidamente se volcó a la ilustración editorial, donde hoy es un referente a nivel mundial. Una lástima que O´Connell no haya seguido su carrera como historietista, porque la verdad que, además de la belleza y la frescura de su trazo, tenía un inmenso talento para la narrativa gráfica. En esta novela hay unas puestas en página muy atractivas, en las que O´Connell probaba variantes que en 1986-87 no eran para nada frecuentes. El juego de la espacialidad, la ornamentación en los fondos (incluso cuando no dibuja los fondos), el dinamismo en los enfoques… acá hay mucho para descubrir y aprender.
La línea en sí es preciosa, es una especie de Steve Rude sin las masas de negro, con primeros planos de las chicas que parecen de comics románticos de los ´60 y un clima de sofisticación medio irónica perfectamente logrado. Además el dibujante la rompe cuando tiene que jugar a las resemblanzas y mostrarnos (a veces en los fondos, o en escenas en las que aparecen 350 personajes) a actores reales, a los que uno reconoce de inmediato (Clint Eastwood, Jack Nicholson, Meryl Streep, Don Johnson, etc.). Estamos frente a un trabajo gráficamente precioso y narrativamente adelantado a su época.
Repito: esto pasó bastante desapercibido, lo cual significa que quizás nunca se haya publicado en castellano y que –también quizás- la edición original yanki todavía se consiga por monedas. Si sos fan de Mike Baron, si venís del palo de la ilustración y venerás a Mitch O´Connell, o si simplemente querés descubrir una muy buena historia que se nutre del backstage del Hollywood de los ´80, el mundo de Ginger Fox te va a resultar un lugar sumamente placentero.
Published on July 31, 2015 18:28
July 30, 2015
30/ 07: DIAS GRISES

A nivel gráfico, este es un March bastante más salvaje que el que se ve en Catwoman, un dibujante que se esfuerza menos por agradar a todo tipo de lector, que le busca la vuelta a la diagramación de la página sin caer en la estridencia y que aplica él mismo el color, con técnicas mucho más expresionistas, más raras y más diversas que las que se suelen ver en los comics de superhéroes. Días Grises, por su extensión, parece pensado para el mercado francés. Sin embargo, tiene una cantidad de primeros planos y planos detalle que los franceses no se fuman ni ahí. Quizás me equivoco y está hecho especialmente para el sello Dolmen, que es quien lo editó en España. Visualmente, es un trabajo muy sólido, muy consistente, con los saltos al vacío justos para que el lector no se aburra y tampoco se pierda en los vericuetos de un relato bastante arriesgado, poco convencional.
El guión de Días Grises nos propone sumergirnos en una pesadilla de obsesiones, paranoias, mentiras y cuernos, ambientada en el mundo real, en un suburbio cheto, de casas con jardín y pileta, como podría ser Martínez o La Lucila. O más lejos, porque en un momento dicen que para llegar a la capital hay que manejar varias horas. Lo cierto es que en esas casas tipo country se desarrolla la tragedia que involucra a David, Víctor, Martín y a las mujeres que los atormentarán. March nos cuenta toda la historia desde la óptica de David, el único personaje al que le permite narrar en primera persona… y el que se va a llevar no sólo el mayor protagonismo, sino también la peor parte.
Para simplificarla groseramente, podríamos decir que Días Grises es la historia de cómo David se vuelve loco. Pero por suerte hay más elementos interesantes: March habla de la pareja, de las expectativas de hombres y mujeres, de la fidelidad, de la presión que ejerce la cultura empresarial capitalista sobre sus adeptos… Es una historia en la que el sexo tiene mucho peso y aún así no hay escenas eróticas fuertes. A la inversa, March nos impacta con tremendas escenas de violencia, de las cuales muchas no suceden en la realidad, sino en la mente trastornada de David.
No quiero contar nada del argumento, porque es complejo y está muy bien sembrado con intrigas que se resuelven recién al final y que conviene no spoilear. Lo importante es que Días Grises, sin ser la gema del infinito que te va a cambiar la vida, es una buena historieta, con ideas originales, un desarrollo ganchero y buenos dibujos.
Ojalá en un futuro no muy lejano Guillem March apague la maquinita de hacer chorizos y resigne un poco de la facturación que le debe generar su laburo en DC para volver a probar suerte con obras más personales, donde se luzca más su impronta autoral. Días Grises da testimonio de que podemos estar ante una voz realmente interesante dentro de lo que es el comic de entretenimiento, sin demasiadas pretensiones pero con una efectividad muy notable.
Published on July 30, 2015 12:39
July 29, 2015
29/ 07: CHUÑO

Chuño tiene un guión muy lindo, muy atractivo, fresco, repleto de imaginación, de ternura, de ideas y conceptos novedosos, de momentos fuertes. Un guión no perfectamente redondo, pero muy logrado, muy original y difícil de olvidar.
El dibujo, en cambio, es muy precario. Flojo, descuidado, con inconsistencias técnicas, y con algunas páginas (en especial la 49 y la 65) que me lesionaron las retinas de lo horrendas que me parecieron. De verdad, por momentos pensás que ni a propósito se puede hacer algo visualmente tan feo. Hasta la tipografía de los diálogos es una cosa sosa, triste y crota, que ayuda a que más de una vez me haya planteado no seguir adelante con la lectura del libro. Sobre el tercio final de la obra, el dibujo levanta un poquito y aparecen algunas viñetas un poco más lindas, mejor pensadas y mejor ejecutadas. Pero estamos hablando de un dibujante al que le faltan muchos años de arduo estudio y colosal esfuerzo para poder aspirar a algo que no sean las autoediciones, o a las palmadas en la espalda de alguien que no sea amigo suyo.
Fede Di Pila (que de él estamos hablando) toma la decisión extrema de no apostar a la puesta en página, de sacarla de la ecuación. Así, plantea una única grilla para toda la novela: dos viñetas por página (una arriba y una abajo), de punta a punta, más la ocasional viñeta doble que ocupa toda la página. En general, cuando un autor decide bancar una misma grilla durante toda una novela está poniendo sobre la mesa el artificio, blanqueando –de algún modo- que lo que está haciendo no es lo normal. Es como si te dijera “aguantate esta excentricidad, que capaz que de acá sale algo grosso”. Y sí, hay muchas historietas que sostienen una misma grilla a lo largo de infinitas páginas y logran efectos muy notables.
Dentro de ese “capricho de la grilla única”, la que menos garpa en términos narrativos es la de dos cuadros por página. Es la que más se parece a otra cosa, a un álbum de fotos, a cuadros colgados en una pared, a imágenes que no están yuxtapuestas a los efectos de contar una historia, sino a cualquier otro. Me viene a la mente, por ejemplo, Jacques Loustal, un dibujante de la hiper-concha de Dios, al que lo hemos visto optar más de una vez por la grilla de dos viñetas… y a veces derrapar hacia secuencias apenas hilvanadas, más parecidas a dos ilustraciones independientes puestas una arriba de la otra para hinchar las pelotas. Las viñetas de Chuño, lamentablemente, transmiten eso. Hay que hacer un esfuerzo (sumado al de fumarse ese dibujo tan flojo, a años luz de las maravillas que pela Loustal) para imaginar que son parte de lo mismo, que en cada una vamos a ver la continuación de lo que vimos en la anterior. El flujo del relato, entonces, se ve obstaculizado por esta decisión extraña en materia de narrativa y obviamente eso también resta.
Me queda para rescatar algo del argumento y bastante del guión que –repito- tiene muy lindos momentos, muy buenas ideas y climas muy atractivos. Para la próxima, le recomiendo a Fede Di Pila trabajar en equipo con un dibujante que se cope con sus guiones y los grafique un poco mejor. Y hoy a la noche voy a soñar con el guión de Chuño dibujado por Craig Thompson: si mañana no me despierto, quedate tranqui que me voy a haber muerto muy feliz.
Published on July 29, 2015 17:55
July 28, 2015
28/ 07: AMERICAN VAMPIRE Vol.5

El primero es la consigna: American Vampire va avanzando a la par del Siglo XX, lo cual le da a Snyder la posibilidad de reflejar en cada arco argumental un punto interesante en la historia más o menos reciente de los EEUU. El guionista investiga, recrea estas décadas del siglo pasado con mucha agudeza y desliza una mirada crítica, muy atractiva, acerca de los procesos sociales y políticos de cada época. Cada situación de vida cotidiana, de gente normal, enriquece los relatos con información muy bien mechada acerca de cómo se vivía en cada momento del Siglo XX en alguna ciudad de EEUU. Sólo por eso, uno banca ese culebrón sangriento entre estas criaturas pesadillescas que –como son no muertos- pueden sobrevivir sin drama al paso de las (muchas) décadas.
Y además hay un segundo elemento atractivo: el desarrollo de personajes. Con el correr de las sagas y las décadas, los protagonistas cambian, evolucionan muchísimo. Pearl Jones, su marido Henry, Calvin Poole, los Vasallos del Lucero, los distintos integrantes de la familia Book… hasta el nefasto Skinner Sweet tiene en cada arco argumental una nueva posibilidad de asumir nuevos roles, o pegarle giros interesantes a su relación con el resto del elenco.
Casualmente eso sucede en el segundo arco incluído en este tomo: Skinner Sweet sigue siendo el sorete irredimible, la escoria vampírica más abyecta del planeta, pero Snyder urde tramas que lo llevan a adoptar (aunque sea un rato) otra actitud, y eso abre posibilidades que nutren mucho a este segmento de la obra, y lo ponen bastante por encima de la saguita en Europa. A esta altura, ya es hiper-obvio que ni Skinner ni Pearl van a morir mientras exista esta serie, pero las vueltas que encuentra Snyder para mantenerlos atractivos son más que válidas.
La saguita en Europa, mientras tanto, naufraga en un argumento bastante pobre, con escaso sustento, pero también se anota sus porotos con el desarrollo de un personaje hasta ahora demasiado clavado en el estereotipo: Linden Hobbes, el circunspecto líder de los Vasallos del Lucero.
Este arco cuenta con los dibujos de Dustin Nguyen, en un estilo muy suelto, donde se nota la velocidad con la que el dibujante se sacó de encima estas páginas. No está mal, para nada, pero no esperes esa elegancia que supo mostrar Nguyen en los trabajos que hizo para las distintas series de Batman. Y después llega el titular, Rafael Albuquerque, el que conoce de taquito a los personajes, el que entiende perfecto los climas que sugieren los guiones de Snyder, el que se lee la mente con el colorista Dave McCaig. Como en el tomo anterior, Albuquerque nos mete en un vértigo repleto de acción y violencia… que te puede llegar a cansar por su excesiva estridencia, o por la grosera escacez de fondos. Por suerte la narrativa es tremendamente ágil y el estilo de Rafael hace que la onda impactante y pochoclera se haga sumamente tolerable.
Y acá se termina la primera parte de American Vampire. Después vienen dos especiales (compilados como Vol.6) y recién después, en lo que sería el Vol.7, el primer arco de la segunda serie regular, titulada Second Cycle. Habrá que buscarlos a ver cómo siguen las historias, porque la verdad que Snyder logró engancharme con varios de los personajes y el dibujo de Albuquerque es una adicción jodida de frenar…
Published on July 28, 2015 15:32
July 27, 2015
27/ 07: BEOWULF

Y claro, sin desmerecer al anónimo autor de Beowulf ni a Santiago García, lo mejor que nos podía suceder a los lectores de historietas era eso: que Rubín, el rápido y furioso, el prolífico y virtuoso, le pasara por encima a todos y a todos con sus potentes rasgos de identidad gráfica y narrativa. El gran atractivo de este tremendo álbum (en extensión y en tamaño) es -para qué disimularlo- el dibujo de Rubín, la forma en que el gallego de Galicia hizo suya la historia y la incorporó sin ninguna dificultad aparente a su propio universo estético y temático.
Una sola cosa para criticar: el exceso de escenas mudas. Entiendo que hoy en día ya no resultan normales ni verosímiles esas escenas de pelea de los comics de los ´80, en las que los personajes se despachaban extensos soliloquios mientras luchaban. Pero en un comic tan centrado en la machaca como este, hacer que los personajes peleen en absoluto silencio significa lograr que estas 196 páginas se lean demasiado rápido. Falta texto y no es algo terriblemente grave: obviamente sería peor si faltara sustancia, o si faltara calidad gráfica o literaria. Pero la carencia está, se siente.
El resto es todo ganancia. La epopeya tiene un ritmo increíble, una dimensión humana lograda desde lo gestual a la que el nivel de los conflictos no logra eclipsar. Las escenas de acción son alucinantes, las planificaciones de página (y doble página) que nos obsequia Rubín son joyas de la arquitectura viñetil, los recursos a los que echa mano el dibujante para omitir toneladas de fondos son más que válidos, el tratamiento del color es vibrante y original… La verdad que es increíble cómo un relato tan antiguo puede verse tan moderno, tan actual, imbuído de un espíritu tan pujante, tan fresco, por momentos tan experimental.
No tengo mucho más para decir, porque el argumento es el mismo de siempre…. Los monstruos, el héroe, los combates… Si te interesa la fantasía épica, o el género de espada y brujería, o si alguna vez indagaste en los orígenes de la literatura sajona, seguro sabés de memoria la historia de Beowulf. Esto es simplemente una nueva versión de eso mismo, una forma nueva de contarte (y mostrarte) lo que ya conocés. Obviamente, si te gustan esas cosas y nunca leíste Beowulf, este comic es una puerta de entrada devastadora, que te va a fulminar el bocho y calcinar las retinas. Y si ya conocés la historia de Beowulf, te recomiendo entrarle a esta versión por el lado de “una nueva novela gráfica de David Rubín”, en la que vas a ver al ídolo brillar con ese fulgor incandescente que ya vimos en El Héroe. Acá vas a ver y a disfrutar todo lo que convierte a Rubín en un historietista único, irrepetible, en un autor con todas las letras, incluso cuando participa en un proyecto que él no generó, que no escribió y que se centra en personajes y situaciones que no imaginó. Era obvio que Beowulf, especialista en derrotar a monstruos mitológicos, contra David no iba a poder.
Published on July 27, 2015 18:25
July 26, 2015
26/ 07: LAS AVENTURAS DE MAMPATO Vol.4

Mata-Ki-Te-Rangui, originalmente publicada entre 1971 y 1972, es considerada la mejor aventura de Mampato y es la única que se convirtió en un largometraje animado. Por eso, cuando le comenté a mi amigo chileno Dani Hernández que nunca había leído un comic de Mampato, no dudó un segundo en regalarme este álbum, junto al consejo “Tenís que leer esta weá, po´”. Y eso fue exactamente lo que hice.
Así me enteré que Mampato, con ese nombre tan bizarro, es un nene común y corriente, al que un alienígena le dio un cinturón que le permite desplazarse a voluntad por el tiempo y el espacio. Por supuesto, como haría cualquier chico, Mampato usa el cinturón a escondidas de sus padres para vivir aventuras en épocas y locaciones exóticas, junto a un cavernícola llamado Ogú, del que se hace amigo en uno de sus primeros viajes temporales. Con esta consigna se realizaron 22 aventuras (luego recopiladas en álbumes al estilo franco-belga), entre 1968 y 1977.
Me sorprendieron varias cosas: primero, lo bien logrado que está el equilibrio entre la peripecia y el humor. En ese sentido, Mampato tiene poco que envidiarle a Tintín (y quizás un poquito más a Spirou o a Uncle Scrooge). Segundo, que en ningún momento Lobos oculta la intención de usar la historieta para enseñar, para bajarle a sus lectores un montón de nociones acerca de la historia, la cultura, la lengua y la religión de los nativos de la Isla de Pascua, que es donde está ambientada esta historia. Hay páginas decididamente didácticas, donde incluso el dibujo cambia para parecerse a las ilustraciones de los manuales escolares, en las que lo objetos están claramente copiados de fotos. Son pocas páginas, por suerte, pero es un salto al vacío que no me esperaba.
Y tercero y más asombroso: a diferencia de las típicas aventuras de viajes en el tiempo en las que los protagonistas tratan de no intervenir, de adoptar un rol más de testigos para no cambiar el curso de la historia, acá Mampato y Ogú se involucran a full en los sucesos que aquejan a los nativos de Rapa-Nui. No sólo eso: son los encargados de romper a fondo con el status quo, de agitar, de sacudirlos para que reaccionen, para que se rebelen contra una casta de “sacerdotes” que vive como reyes a costa de la mayoría de los isleños, a los que mantienen hambrientos, ignorantes y cagados de miedo. O sea que Mampato, el nene de clase media de los ´70, asume el rol de un auténtico líder revolucionario. Sin dudas, un riesgo enorme para una historieta infantil, comercial y masiva, aún cuando haya sido concebida y publicada en tiempos del gobierno de Salvador Allende.
En cuanto al dibujo… no vi muchas cosas en el trazo de Themo Lobos que me sorprendieran. Me pareció un dibujante correcto, con más logros en la narrativa que en el dibujo en sí. Tiene un estilo simpático, expresivo, que se adapta muy bien al fluir de este tipo de relatos, que se banca perfectamente las páginas de cuatro tiras, y que se complementa bien con el color, que pareciera ser logrado con una mezcla de tintas, acuarelas y lápices. Pero no me maravilló. No es Carl Barks, ni André Franquin, ni Roba, ni Uderzo. Creo que me gustaba más el trazo de los dibujantes de Barrabases, otra serie de aventuras humorísticas que pegó fuerte en Chile en los ´50 y ´60.
En fin, siempre está bueno descubrir un clásico de la historieta latinoamericana y tratar de entender por qué causó el impacto que causó en su país y en su momento. Y en el caso de Mampato, preguntarnos por qué no tuvo éxito fuera de Chile, ya que por lo menos esta historia tiene nivel como para haberse publicado tranquilamente en cualquier revista infantil del habla hispana.
Published on July 26, 2015 16:38
July 25, 2015
25/ 07: THE SECRET SERVICE: KINGSMAN

La verdad es que las diferencias entre el comic y la película son tantas que me aburriría enumerarlas a todas. Desde personajes que acá tienen chapa y en la peli no, hasta personajes que en la peli tienen un montón de desarrollo y acá no aparecen, hasta cambios radicales en los villanos, sus aspectos y su plan. El orden en que transcurren algunos hechos también está alterado, el énfasis está puesto en otras cosas… No se entiende mucho por qué Vaughn quiere aparecer como co-argumentista de una historia a la que le metió tantos cambios cuando tuvo que filmarla…
Lo bueno es que –más allá de esa otra versión a la que seguramente accedió mucha más gente- The Secret Service: Kingsman es una muy buena historieta. Millar se centra en el rito iniciático, en el camino que transita Eggsy desde ser un tarado, un perdedor que rifa su tiempo paveando con los lúmpenes, borrachines y pendencieros de su barrio, hasta convertirse en un temible agente del recontra-espionaje. Con acertado criterio, Millar se toma el tiempo para indagar en esta subcultura marginal y en asociarla a la pobreza, a la postergación, a las posibilidades que estos pibes y minas nunca tuvieron. Ese choque cultural (la gran My Fair Lady) entre la sofisticación de los agentes y la grasada, la precariedad cultural de Eggsy y su entorno, está muy bien subrayado por Millar, no sólo como disparador de situaciones cómicas, sino también como un elemento para invitarnos a pensar.
Me da la sensación de que el comic ofrece más pausas, más escenas tranqui que el blockbuster cinematográfico. Aún cuando incluye pequeñas secuencias aventureras que en la peli no están (mortal la de Colombia), creo que la balanza se inclina un poquito menos hacia la machaca y la acción que en la peli de Vaughan. Lo que está intacto es el filo, la mala leche, la falta de reparos a la hora de mostrar muertes violentas, a la hora de deshacerse de personajes de modos sumamente crueles, e incluso en los diálogos, con un importante nivel de grosería, bien complementado con citas a la cultura popular, de esas que emocionan al nerdaje.
El resultado es un comic muy dinámico, muy potente, por momentos profundo, donde pesa más lo humano que la epopeya y donde Millar se la banca con notable jerarquía en un género (el espionaje internacional a escala jamesbondesca) que creo que nunca había visitado. Entrarle al mundo de señorial elegancia de la pilcha impecable, los autos tuneados, los satélites y las misiones secretas desde la óptica de un pibe de barrio pobre es sin dudas el gran hallazgo de The Secret Service: Kingsman.
La labor de Dave Gibbons al frente de la faz gráfica es excelente. Como en Watchmen, Gibbons logra desaparecer, logra que te olvides de que hay un dibujante que traduce a imágenes un guión, para convencerte de que lo que ves es el mundo real, o por lo menos la realidad en la que transcurre la historia. El único punto flojo de Gibbons se ve cuando el guión le pide que aparezcan actores famosos… y los dibujos del maestro no se parecen mucho a las caras de los actores. Tendrían que haber llamado a Ernesto García Seijas, campeón absoluto en esto de crear personajes de historieta con indudable resemblanza con gente del mundo real. Gibbons se entinta a sí mismo sólo en el primer episodio y después se suma Andy Lanning, que hace un muy buen trabajo. Otro grosso del comic británico, el legendario Angus McKie comparte el rotulado con Gibbons y tiene a su cargo el coloreado de toda la obra, tarea lograda con mucha sobriedad, sin estridencias ni excesos.
Hayas visto o no la película, recomiendo enfáticamente la lectura de esta historieta. No es una obra maestra fundamental, pero sí te garantiza un rato de diversión en un género distinto y en una aventura a la que Millar y Gibbons supieron poblar de ideas y personajes muy bien desarrollados.
Published on July 25, 2015 16:03
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