Óscar Contardo's Blog, page 144
June 27, 2017
Feliz tomando el sol en el mar negro
Acúsome padre, cito a mi profesor de redacción periodística Enrique Ramírez Capello: no vi el partido de Chile con Australia. A la misma hora estaba en la tribuna de prensa del estadio de Sochi transmitiendo Alemania con Camerún para la web de Canal 13. Tenía una pantalla lateral, sin audio, donde podía echar vistazos de lo que ocurría en Moscú. Difícilmente se pudiera retener lo suficiente para hacer algún análisis. Claro, está la posibilidad de buscar el partido entero en algún archivo de internet. Seguro que ya alguien lo subió a youtube. Pero no estoy tan aburrido como para eso. Me fui a la playa y me sumergí en el Mar Negro.
Si no lo vi, chao. Hay buenos compactos para lo esencial, unos diez minutos, el resto se los dejo a ustedes. El fútbol tiene que ser en directo para despertarme interés. A menos que sea un partido de hace 40 años. Tampoco hay demasiadas cosas escondidas que se puedan averiguar. Un equipo rústico nos empató y su gol fue por el vicio de salir jugando siempre cuando hay momentos que se debe reventar. Vaya la novedad.
Cada vez soy más perfumista para ver el fútbol. No porque fabrique perfumes como el personaje del poema de Cavafis que murió en un puerto lejano, sino porque adhiero completamente a la postura de Roberto Perfumo, el gran zaguero central y comentarista argentino. Perfumo, fallecido hace muy poco, decía que él, en el fútbol, se enamoraba de “la jugada”. En un partido, con sus altas y bajas, hay momentos que producen escenas de gran contenido estético. Como el golazo de Demirbay de derecha, su pierna menos hábil, tras hacer una pared con Draxler. Siete segundos para crear una jugada perfecta. Listo, desde la tribuna uno está pagado. O también, sin ser tan prolija ni efectiva, se disfruta de la gambeta de Christian Bassogog. Casi nunca terminan en algo importante, pero hay algo rítmico, muy visual y rápido en el puntero derecho de Camerún.
En la actualidad los sistemas, los dibujos e incluso la filosofía de los entrenadores se imponen en las discusiones sobre fútbol. Esos mismos entrenadores que han alcanzado un protagonismo inesperado por sobre los futbolistas. La changanga conceptual me tiene sin cuidado. Cada partido es distinto y lo que ocurre en la cancha manda. Si Pizzi se ve obligado a defenderse el jueves y así le gana a Portugal, bien hecho. Como Sampaoli, por ejemplo, colgó a todo el equipo del travesaño en Turín para arrancarle un empate a la Juventus ¿Alguien podría reprochar ese empate del Sevilla? De Guardiola se han escrito 20 libros, pero desde que se fue de Barcelona no logra hacer nada importante. Aunque les duela a muchos, el Manchester City de Pellegrini jugaba mejor y fue campeón.
Por eso no me distraigo. Me enfoco en el juego, en los nombres propios y en último término en los sistemas cuando sirven (todos fallan en algún momento). Pero, antes que todo, disfruto del partido que se está jugando frente a mis ojos en ese instante y que me va a regalar una jugada, al menos una, que me alegre el día. Por eso me sobo las manos para México y Alemania que tengo el privilegio de transmitir el jueves. Espero sea un partidazo. La semifinal de Chile con Portugal la veré sentado, tranquilo, con un buen Martini en la mano. Qué lindo poder enfrentar al campeón de Europa y al mejor jugador del mundo. Enjoy.
La entrada Feliz tomando el sol en el mar negro aparece primero en La Tercera.
Papa Francisco en Chile: Alegría, fútbol, controversia y esperanza
Gran interés mediático y social ha provocado la confirmación del viaje del Papa Francisco a nuestro país, entre el 15 y el 18 de enero del 2018. Además de Santiago, la gira incluirá las ciudades de Iquique y Temuco. Consistente con su estilo pastoral, el Pontífice prefiere acudir y mostrar su cercanía hacia comunidades que viven en medio de las dificultades y la invisibilidad. Ello es evidente en el caso de la Región de la Araucanía, inmersa en un prolongado conflicto, con víctimas de ambos lados y autoridades que no logran consolidar un proceso que reestablezca la paz, en la región que además tiene el más alto índice de pobreza en el país (23,6% en contraste con el promedio nacional de 11,7%). Por su parte, la Región de Tarapacá, que acoge al mayor porcentaje de inmigrantes después de Santiago (representan el 7,4% de su población), también está sufriendo los efectos de la contracción de la actividad minera, con una cesantía que llega al 8,7%, dos puntos más que el promedio nacional.
A 30 años de la recordada visita de San Juan Pablo II, (1 al 6 de abril de 1987, visitando Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Santiago, Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas), el Chile que espera al Pontífice no es el mismo. Hace 30 años el gran tema era la dictadura y la presión por volver a la democracia, lo que dotó de un cariz bastante político dicha visita. Es un secreto a voces que en su entrevista con Pinochet, el Papa no dudó en plantearle este punto con firmeza. Los católicos eran amplia mayoría en el país (bordeando el 80% de la población), y la Iglesia católica gozaba de prestigio, en una cultura marcada por un clericalismo que dejaba poco espacio para la participación del mundo laico. Hoy, la población que se autodenomina católica alcanza el 59% y bien es conocida la crisis de legitimidad institucional que ha afectado a la Iglesia, tras los muy mediáticos casos de abusos por parte de miembros del clero, algunos de los cuales, eran referente dentro del mundo eclesial.
Hoy, que contamos una situación política estable, sin embargo persisten desigualdades y deudas pendientes en nuestro país que seguramente serán abordadas por el Papa Francisco en esta visita, que sin duda, tendrá un tinte más social. Él quien ha sido promotor de la “cultura del encuentro”, seguramente pondrá el énfasis en el restablecimiento del diálogo y la confianza. Para un Pontífice latinoamericano, que proviene de un país con una cultura tan similar a la nuestra, que vivió en nuestro país por más de un año y que como nosotros, vibra con el fútbol, un buen asado y la alegría propia de nuestra gente, que se da ánimo para “tirar para arriba” en tiempos de adversidad, venir a nuestro país, debe ser un poco como ir a casa, sentirse entre los suyos. Sus espontáneos gestos y agudas frases serán acá algo completamente familiar, no como ocurre con los europeos que quedan descolocados con este Papa que se sale del protocolo.
Vale preguntarnos ¿quién es Francisco y cuál ha sido el principal sello de sus 4 años de pontificado? El 2013, cuando fue elegido Papa, la Iglesia atravesaba por un complejo momento, que la tenía por así decirlo, paralizada. El 2010 se había dado el peak de denuncias por abusos de toda índole (sexuales, de poder, financieros, etc.), hacia miembros del clero y el correspondiente encubrimiento, con importantes coletazos los siguientes años. Había en la Iglesia (tanto clero como laicos) un sentimiento de desconcierto y de vergüenza, que la conminó a permanecer quieta y bajo el radar. Benedicto XVI hizo un gran trabajo “ordenando la casa”. Habiendo sido cardenal miembro de la curia vaticana por décadas, cuando asumió el sillón de Pedro, supo que su rol principal sería de “saneamiento” en diversas áreas como las finanzas, la estructura de gobierno del Vaticano, la reforma de los procesos canónicos de investigación y sanciones de los casos de abuso, dejando un diagnóstico realista. Reemplazó a emblemáticas figuras de la Curia que llevaban décadas en sus cargos y según cuentan renombrados vaticanistas, se ganó varios enemigos en el proceso. Las cosas habían sido de determinada manera por tanto tiempo, y ahora no había piedra que quedara sin levantar. Por su avanzada edad, Benedicto XVI no se sintió capaz de proseguir con la segunda parte de la misión de reforma que había comenzado: la implementación de los cambios y de la estrategia para continuar la misión evangelizadora en aquel escenario, lo que derivó en una decisión impensable: la renuncia al papado. En 5 siglos no se había visto algo semejante.
El cardenal Bergoglio, argentino, jesuita, tenía pistas de cómo abordar tamaño desafío, las que compartió en las congregaciones generales de cardenales en cónclave para elegir un nuevo Papa. Pistas que había tomado de las conclusiones de Aparecida (elaboradas por los obispos, sacerdotes y cardenales pertenecientes a la Conferencia Episcopal Latinoamericana, CELAM). Las conclusiones apuntaban principalmente, a cambiar el énfasis por mucho tiempo enfocado en la “mera conservación”, para devolver a la Iglesia su cariz decididamente misionero. Para Bergoglio, la estrategia por excelencia tenía un nombre: La Misericordia.
Por ello, desde el primer instante de su pontificado, Francisco demostró el giro de timón que daría nuevos aires a la Iglesia. Recién investido y mostrándose al mundo por primera vez, en el balcón de la Plaza de San Pedro, bajó su cabeza pidiendo a la gente que oraran por él y por la misión que comenzaba. Cada vez que pronunciaba un discurso, homilía o daba una entrevista, recalcaba ese nuevo rumbo: “quiero una Iglesia pobre y para los pobres; obispos y sacerdotes con olor a oveja; la comunión no es un premio para los virtuosos, sino un remedio para los pecadores; quiero una Iglesia en salida, haciendo lío; prefiero una Iglesia accidentada, a una que está enferma por el encierro; construir una cultura del Encuentro, de la amistad, de hablar con quienes no piensan como nosotros, pues todos somos hijos de Dios”.
Animó a perder el miedo, principal responsable de la renuncia a la misión evangelizadora inherente a todo cristiano; remarcó la primacía de la persona, animando a desarrollar un discernimiento maduro, en oposición a una obediencia ciega de las normas; ensalzó el rol de los laicos y de las mujeres dentro de la Iglesia; puso el acento en la importancia de abordar de frente la crisis social, humanitaria, económica y medioambiental por la que atraviesa el mundo en un lenguaje directo, sencillo, cercano y cargado de sabiduría y sentido del humor. (Otros pontífices habían tocado estos puntos, pero en una forma más intelectual y en una época en que la resonancia de las redes sociales no existía).
Muchas han sido también las acciones que han acompañado estas palabras, las que enumeradas acá alargarían sobremanera estas líneas. Baste un botón de muestra: Al día siguiente de ser electo Papa, llamó en persona a su suplementero, para cancelar su suscripción al diario, pues ya no estaría residiendo en su casa. Sus primeros viajes pastorales: la isla de Lampedusa (punto de arribo de migrantes que sobreviven el paso por el Mediterráneo), Albania, Cuba, Filipinas, Sri Lanka. Las periferias, los que no están presentes en los debates de la elite política y empresarial del mundo.
Podemos esperar a un Papa que no eluda pregunta, por incómoda que parezca. Que responderá de manera más honesta que diplomática, pudiendo despertar críticas (como el episodio de su opinión sobre lo justa de la demanda marítima de mar por parte de Bolivia), seguramente abundarán las bromas de índole futbolera, una de sus pasiones, sobre todo con el buen momento de nuestra selección. Se abrirán temas e interesantes debates que nos enriquecerán. Recibiremos a un pontífice que no pretende realizar una visita protocolar “de Estado”, sino por el contrario, viene a traer la alegría del Evangelio. Ojalá sean vientos que nos renueven, nos acerquen, boten nuestras barreras y prejuicios, para volver a ser un país de hermanos.
La entrada Papa Francisco en Chile: Alegría, fútbol, controversia y esperanza aparece primero en La Tercera.
El liderazgo se ejerce únicamente libre de violencia de género
Según ONU Mujeres, en América Latina y el Caribe actualmente una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia física o sexual. Sin embargo, la violencia contra las mujeres no se reduce al ámbito físico. De hecho, puede manifestarse de múltiples maneras. Además de la violencia física o sexual, la violencia contra las mujeres y las niñas puede ser psicológica, económica, política y simbólica.
Esta última, la violencia simbólica, se utiliza para describir todas aquellas prácticas que no parecen explícitamente violentas, pero que naturalizan y perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres. Esta se expresa cuando los medios de comunicación formulan noticias que justifican a agresores y culpan a las víctimas, con los mitos que nutren la cultura de tolerancia hacia la violencia (poner la culpa en la vestimenta, dónde se encontraba la víctima, etc.), con la publicidad e hipersexualización del cuerpo de las mujeres, y con los discursos políticos o el lenguaje sexista. Prácticas cotidianas como el humor sexista forman parte de un “continuo de violencia” que permite que sucedan otras prácticas tan extremas como la violación o el femicidio. Es necesario que haya una sociedad consciente y responsable que rechace el uso de este lenguaje, que prevenga estos sucesos y que desarrollen cero tolerancia hacia la impunidad.
La responsabilidad de las personas que cuentan con un rol de liderazgo en la sociedad es fundamental frente a este tipo de actitudes, pues, erradicar la violencia contra las mujeres es un desafío en el que todas y todos los líderes deben involucrarse. Por eso, es muy grave que una persona cuente una broma sobre la muerte de las mujeres y también lo es que la sociedad lo encuentre gracioso, lo legitime o guarde silencio al respecto. Normalizar la violencia a través del humor, llegando incluso a validar situaciones tan graves como una violación o femicidio, provoca que el nivel de tolerancia frente a otros tipos de violencia sea mucho más alto.
Un ejemplo del camino al que puede llegar la legitimación de la violencia en cualquiera de sus formas, es la brutalidad y la impunidad que acompañan a los asesinatos de mujeres en todo el mundo. Estos crímenes, que no son hechos aislados, constituyen la denegación de uno de los principales derechos humanos, el derecho a la vida.
Prevenir la violencia contra las mujeres implica un compromiso con el reconocimiento de todas sus manifestaciones que día a día están presentes en la sociedad. En este año de elecciones, nos hemos preguntado nuevamente por qué es tan difícil para las mujeres alcanzar puestos de liderazgo político. Parte de la respuesta tiene que ver con aquellas características y comportamientos que cada sociedad asigna a hombres y mujeres. Para incluir a las mujeres en la política también necesitamos el compromiso de líderes. Construir una cultura de igualdad, es hoy una de las tareas y desafíos más urgentes que tenemos como sociedad y una invitación a todos los líderes, candidatos y candidatas del país.
La entrada El liderazgo se ejerce únicamente libre de violencia de género aparece primero en La Tercera.
VAR
BASTANTE POLÉMICA ha generado estos últimos días la introducción en la Copa Confederaciones de Futbol del VAR (Video Asistan Referee). Las opiniones han sido más bien críticas, en la línea de que esta tecnología “atentaría contra la esencia del fútbol”. Pero, ¿qué se quiere decir exactamente con esto? Para algunos, lo que produce el VAR es una pérdida de espontaneidad que termina afectando las celebraciones y a este deporte como espectáculo. Otros dudan del aporte de este sistema a mejores decisiones. También hay opiniones, como la del seleccionado alemán Can de “que los errores arbitrales son parte del juego”.
A mi juicio, no hay ninguna buena razón para desechar la tecnología para la adopción de mejores decisiones o, para ser precisos, de decisiones a partir de información de mejor calidad. Esto último es central para todo sistema de solución de controversias en que es un tercero el encargado de dirimir quien tiene la razón o si se cometió una falta o si algo sucedió o no (por ejemplo, un gol). Sabemos que el fútbol es vertiginoso, que hay jugadas claves que se suscitan con gran rapidez, circunstancia que, unida a la distancia y la posición de los jugadores, hace que para el árbitro, incluso apoyado en sus asistentes, le sea en muchos casos difícil sino imposible tener información suficiente para poder adoptar una buena decisión.
En este análisis debe considerarse que los errores no son triviales y que si se pueden excluir, a costos razonables, no tienen por qué ser parte ni del juego ni de la vida. Otra cosa sería avalar la cultura del abuso, de la trasgresión o de la simple pillería. Nos parece que nada de eso hace más atractivo un deporte. La famosa “mano de Dios” de Maradona o la de Henry que le permitió a Francia ir a un mundial, no le hicieron bien ni a ellos ni menos al deporte.
Tampoco es que estemos frente a una gran innovación, pues iniciativas parecidas desde hace ya tiempo se vienen implementando en otros deportes, como el rugby, el tenis o el atletismo y, en general, la tecnología cada día coloniza nuevas áreas sin que parezca muy inteligente tratar de oponerse a ello.
Otra cosa es que se lo pueda hacer mejor a lo que hemos visto estos días. Las dudas sobre cuándo y cómo aplicar el nuevo sistema y, sobre todo, los largos tiempos que toma llegar a una decisión definitiva, bien pueden deberse a la sola inexperiencia de quienes lo están utilizando, pero también hay cuestiones de diseño que podrían ajustarse. Por lo pronto, como se está aplicando el árbitro queda en un rol disminuido, pues pareciera que la última palabra la tienen los que están observando las cámaras y no él.
En cualquier caso, al mismo tiempo que se acogen estas innovaciones hay que tener presente que es imposible o extremadamente costoso pretender eliminar completamente el error de cualquier actividad humana, por lo que lo prudente es concentrarse solo en aquellos demasiados gruesos y graves, utilizando por lo tanto en forma restrictiva estos sistemas.
Finalmente, y como alguien dijo, la otra gracia del VAR es que ahora se puede celebrar dos veces (aunque no siempre lo hagan los mismos).
La entrada VAR aparece primero en La Tercera.
June 26, 2017
Un pilar suelto
EN EL derecho común y de aplicación general, los extremos exigidos a las personas respecto a sus deberes de conducta y sus responsabilidades se encuentran establecidas en los contratos o en las leyes. Desde la antigüedad se enseña que una obligación puede incumplirse con una negligencia y descuido de tal manera groseros, por ejemplo, que equivale a querer dañar intencionadamente al titular de un derecho. Se le llama culpa grave y equivale al dolo. Jamás se presume y debe probarse en juicio.
En la otra punta, se encuentra la culpa levísima, definida como la falta de aquella esmerada diligencia que una persona juiciosa emplea en la administración de sus asuntos importantes. Esta especie de culpa, dice la ley, se opone a la suma diligencia o cuidado. Por su nivel de exigencia, es fácil entender que solo puede imponerse por la ley o contrato, y que los hechos que configuran la infracción también deben probarse en juicio.
Hace un par de domingos la periodista Pilar Molina interrogó al precandidato presidencial Manuel José Ossandón acerca de boletas de honorarios supuestamente irregulares en beneficio de una hermana mientras él era alcalde de Pirque.
El eje central del discurso del señalado aspirante presidencial, no consiste en una idea política que lo sitúe en relación a una determinada corriente, por ejemplo el libre mercado o el socialismo, sino que se trata de un eslogan autoreferente más bien moral o bíblico, que podría parafrasearse señalando: “Estoy libre de pecado financiero, por lo que puedo lanzar la primera piedra…”, que es más o menos lo mismo que decir “tengo las manos limpias”. Esto es lo que le asegura al país, exhibe como crédito propio y, en cierta forma, descrédito de otros precandidatos.
La periodista, a su turno, señaló contar con información directa y personal de un empresario que le había asegurado la realización de actos de financiamiento irregulares a una hermana de Ossandón, fuente que no era anónima sino disponible, dato que le ofreció al final del programa y que éste habría rehusado recibir.
Llevado esto al plano jurídico que más arriba describimos, muy lejos de advertirse un descuido o negligencia de la periodista en la revisión de una materia de suyo sensible para un candidato que ha tomado como bandera de batalla una cualidad moral que tiene dos aristas, una que lo incluye solo a él, el impoluto y transparente, algo así como la “ranita de cristal” recién descubierta en Ecuador, versus los demás, que serían casi lo contrario, por decirlo suavemente, lo que se advierte por parte de ella es una especial diligencia y cuidado.
Las informaciones reveladas demuestran que la periodista contaba con una fuente identificada -que ya es de dominio público-, y que esta persona estaría dispuesta a enfrentar el caso en los tribunales.
Pero son tiempos políticos. Los juicios ante tribunales son serios. No solo imponen una carga de trabajo, sino algo mucho más relevante y que por algo se llama “el peso de la prueba” con el riesgo de las costas. Quedando tan poco para las primarias, es posible que no alcancemos a conocer la demanda ni sus fundamentos. Acá parece que va a quedar un pilar suelto, y no será el de la señora Molina.
La entrada Un pilar suelto aparece primero en La Tercera.
El escorpión y la rana
EN UNA fábula de Esopo un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río prometiendo no hacerle ningún daño. La rana accede subiéndole a sus espaldas pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula, ¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos, ante lo que el escorpión responde, no he tenido elección, es mi naturaleza.
Esta historia nos deja una moraleja frente a las políticas públicas implementadas por el actual gobierno y su efecto sobre la economía nacional y el bienestar de su población. El actual gobierno se convenció que implementando un nuevo modelo de desarrollo basado en políticas redistributivas con un mayor gasto público y mayores impuestos, las familias más vulnerables obtendrían un mayor bienestar. Sin embargo, ya conocemos que el resultado fue totalmente opuesto.
Así por ejemplo, a partir de la Operación Renta 2017 se confirmó que el aporte de las empresas disminuyó un 0,8% respecto al año anterior, a pesar de que la tasa de este impuesto aumentó de 22,5% a 24%. Este resultado no nos debería sorprender, el impuesto corporativo es el más dañino para el crecimiento y la inversión. Más aún, todo indicaría que su efecto es asimétrico, perjudicando en mayor medida a aquellas empresas de menor tamaño, más endeudadas y con menor acceso al crédito. No se puede olvidar que la mejor política tributaria es el crecimiento económico. Por cada punto de crecimiento se pueden recaudar cerca de 700 millones de dólares adicionales.
Por otro lado, los últimos cambios al Código del Trabajo han favorecido a los trabajadores más calificados y productivos en desmedro de aquellos que tienen menos experiencia y baja productividad.
A lo anterior se suma que el país se enfrenta al primer recorte en su clasificación de riesgo, como resultado del fuerte deterioro fiscal y la debilidad de la economía. En el margen, esta peor clasificación de riesgo implicará un aumento en la tasa de interés que imponga el mercado a nuestras emisiones de deuda soberana y ello, a su vez, aumentará el costo de financiamiento de las empresas que buscan levantar capital en el exterior.
Esta nueva estructura de incentivos junto a la incertidumbre regulatoria y las desconfianzas, han propiciado un ambiente en contra del sector empresarial, con una consecuente caída en la inversión, un menor crecimiento en el largo plazo y una menor capacidad de generación de empleos.
La ruta al desarrollo no tiene atajos. Para lograr avanzar hacia un crecimiento económico sostenido en el largo plazo se requiere combinar y potenciar tres pilares fundamentales: empleo, inversión y productividad. Una reforma laboral moderna debería aumentar la participación laboral de las mujeres, jóvenes y adultos mayores. Así, por ejemplo, se deberían considerar ciertas flexibilidades en los contratos de mujeres, tales como horarios, subsidios, etc. De la misma manera, sería oportuno pensar en un contrato simplificado para estudiantes que quieran trabajar, y un salario mínimo ajustado en a lo menos tres tramos de acuerdo a la tasa de desempleo de mujeres y hombres. Para aumentar la productividad se requiere aumentar la proporción del producto que se invierte en I+D, atraer más inversión en capital de riesgo e impulsar un cambio radical en la cultura innovadora y emprendedora.
La entrada El escorpión y la rana aparece primero en La Tercera.
Más que un díscolo
Experta en demonizar cuando huele peligro, la derecha encontró en Manuel José Ossandón un blanco predilecto. Al senador le han dicho de todo: divisivo, populista, aventurero, personalista, ignorante. No es raro que la diatriba se haya intensificado a partir de que la encuesta CEP evidenció que el precandidato constituye una amenaza real para la carta preferida del sector. La derecha le teme y le lanza artillería pesada.
Sin embargo, ahí está Ossandón. El hijo descarriado es duro de matar. Si cae, lo hará peleando.
Tras esa resiliencia hay más que un carácter díscolo. Ossandón no es una cáscara vacía. Harían bien sus rivales en tratar de entender qué representa. No en vano el parlamentario tiene a su haber gestiones exitosas en Puente Alto (una comuna donde antes la derecha no tenía opción); muestra un apoyo nada desdeñable en las encuestas; posee un arrastre transversal que traspasa las fronteras de la derecha; fue el senador con más votos en Chile Vamos, y ha incomodado al favorito en estas primarias.
Así como Felipe Kast representa a la derecha liberal y Sebastián
Piñera a la derecha económica, Manuel José Ossandón encarna -quizás de manera más difusa, pero muy viva e intuitiva- una derecha conservadora y nacionalista. Por años, las derechas “modernas” han creído que las corrientes conservadora y nacionalista del sector estaban muertas. Ossandón es la incómoda prueba de que no es así y del apoyo popular que pueden despertar estas vertientes si encuentran un vocero.
Ossandón no está ligado a grandes grupos económicos y su base no se halla en la fronda. Se encuentra lejos de promover libertades individuales que -en su opinión- terminan desmadejando el tejido social. Desconfía de la tecnocracia, la ideología y las elites que han extraviado el camino. Promueve la revalorización de la política y soluciones que ayuden a los chilenos a desplegar su potencial, en especial aquellos cuyos problemas han sido invisibilizados por la prédica triunfalista del progreso que dominó en las últimas décadas.
A diferencia de la lucha de clases que propone la izquierda y del crecimiento económico que postula el piñerismo como solución para todos nuestros males, Ossandón pretende unir al país para sacarlo adelante con solidaridad, el restablecimiento de la confianza (lo que pasa por hacer a un lado a los que hacen trampa) y paz social. Para él, el conjunto es más que sus partes. Le disgusta escuchar eso de que Chile está “al borde del desarrollo”. No cree que las estadísticas puedan reemplazar el conocimiento directo que ha adquirido en el contacto con chilenos de carne y hueso.
Es una aproximación que tiene limitaciones. La confianza excesiva en su intuición puede llevarlo a cometer errores gruesos, como sucedió en el vergonzoso episodio de Tolerancia Cero. Ossandón supone una oportunidad, pero también un riesgo que solo él puede controlar.
El senador representa algo serio y es muy probable que haya llegado para quedarse. Como ya ocurrió en el pasado, quienes lo descartan a priori pueden pagarlo caro.
La entrada Más que un díscolo aparece primero en La Tercera.
Voto en el exterior
EL PRÓXIMO 2 de julio, debuta el voto chileno en el exterior, proyecto aprobado por abrumadora mayoría en ambas Cámaras del Congreso.
Se trata sin duda de un acontecimiento histórico, por primera vez los compatriotas que residen en el extranjero podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones nacionales.
Podrán participar en las primarias presidenciales, así como en las elecciones presidenciales del 19 de noviembre.
Este hito se asemeja a otras reformas electorales relevantes de la historia chilena: el término del sufragio censitario en 1874, que restringía el derecho a voto a los sectores más pudientes; al voto femenino, en 1949; al derecho a voto de los no videntes, en 1969, y de los analfabetos, en 1970.
El sufragio universal es la base de nuestra democracia.
Por eso, la participación de nuestros compatriotas que viven en el extranjero es un acto de inclusión democrática. El Estado de Chile, asumiendo un esfuerzo y una responsabilidad que trasciende cualquier elección específica, reconoce la misma condición a todos sus ciudadanos y les otorga las garantías para que puedan ejercer sus derechos.
La ley que permite el derecho a voto de los nuestros en el extranjero mejora la calidad de nuestro sistema político, pues amplía la participación ciudadana y profundiza nuestra democracia. 
Se trata del reconocimiento de un derecho por el cual muchos chilenos lucharon durante años. Hoy, Chile los reconoce como ciudadanos y los invita a pronunciarse para construir juntos el país que queremos.
  El derecho a sufragar desde el exterior ya es un hecho. 
  
  
   Ahora son las comunidades que residen allí las que tendrán la responsabilidad de ejercerlo, inscribiéndose y participando en el acto electoral. 
Con esta legislación, Chile se suma como el país número 116 en el mundo que reconoce este derecho. A partir de ella, asumimos también una nueva forma de concebir nuestra inserción en el mundo, mediante una integración fortalecida, basada en una perspectiva ciudadana.
Quiero agradecer a todos quienes han hecho posible, desde distintos ámbitos y visiones, este salto que hoy damos como país. A los que llamaron la atención, dentro y fuera de Chile, sobre la necesidad de esta reforma; a los que la propusieron; a los legisladores que la analizaron, discutieron y aprobaron; a los que han trabajado duramente para que se haga realidad en todo el mundo; además de los miles de chilenos que concurrirán a ejercer su derecho a voto en los 102 lugares habilitados para sufragar en el exterior.
Invito a nuestros compatriotas que residen en el exterior a ser parte de este histórico proceso participativo y de construcción democrática, que refuerza el vínculo y los incorpora a la discusión y vida de Chile.
Estamos perfeccionando nuestra democracia y, como Cancillería, no podemos sino sentirnos orgullosos y satisfechos de ser parte de este proceso.
La entrada Voto en el exterior aparece primero en La Tercera.
June 25, 2017
Convicción
EN EL país con la más alta tasa de motorización del mundo, en la capital mundial de los taxis, en el país de las libertades individuales por excelencia; un alcalde fue capaz de poner sobre la mesa un plan claro y muy concreto, que con poco más de ciento cincuenta medidas, buscaba cambiar los hábitos de los ciudadanos y saciar su sed por más espacios públicos. Una ciudad más amigable y sostenible era su meta. Hablamos de Michael Bloomberg y la ciudad de Nueva York.
Bloomberg tuvo la claridad de la visión, pero aún más importante que ello, la convicción más profunda de que debía perseverar en hacerla realidad. Esa convicción probó ser mucho más importante que los recursos disponibles o que la popularidad en las encuestas. Con él trabajaron muchos, igualmente convencidos y comprometidos, que se sumaron a la tarea de ejecutar. Janette Sadik-Kahn, comisionada de Transporte para la ciudad de Nueva York, fue una de esas personas. Ella tuvo la tarea, durante seis años, de llevar adelante las medidas que buscaban hacer de las calles de Nueva York un real espacio público y no un espacio dominado por los autos.
Con notable simpleza y claridad, Sadik-Kahn nos ilustró en su reciente visita a Chile que el éxito en la transformación de las calles de Nueva York tuvo como uno de los pilares fundamentales la convicción política del alcalde, que respaldó en todo momento su quehacer, aun enfrentando las peores encuestas ante una elección, o cuando la prensa se daba el festín atacando sin tregua las trasformaciones que hacían ganar espacios a la bicicleta y a los peatones. No hizo hincapié alguno en los “grandes recursos” necesarios para implementar las obras, sino por el contrario, señaló que todo se hizo con menos del 1% del presupuesto municipal.
La convicción para alcanzar con éxito las medidas del preciso plan era tan profunda, que aun los más técnicos y “duros” ingenieros entendieron que la solución a los problemas “no era de ingeniería, sino de imaginarse las cosas de forma diferente”. Janette Sadik-Kahn sorteó la resistencia inicial de muchos funcionarios ortodoxos, poniéndose ella al frente y dando su irrestricto respaldo al equipo, y así también recibiendo las críticas y ataques a nombre de todos ellos. Ese compromiso y convencimiento fueron clave para que la burocracia estable del Departamento de Transporte se alineara y trabajara duro por lograr el objetivo.
Cuando se está convencido de algo, comunicarlo sale natural. En este aspecto nunca se dejó de lado el comunicar, informar y sumar a la ciudadanía, la que se contagió con esa fuerza y certeza que tenía la autoridad, respecto que la ciudad debía avanzar en esa dirección. Mediciones posteriores a las transformaciones demostraron sin ambigüedad alguna que sus efectos eran positivos.
Convicción política de quien lideraba la ciudad, convicción en la acción de quien lideraba la implementación, y convicción de todos quienes trabajaron bajo esos dos liderazgos para lograr los objetivos. A eso sumaron, como afirmó Sadik-Kahn, “imaginación, unos cuantos tarros de pintura y unas sillas de playa”. Pintura tenemos, y no es cara. Imaginación también… Supongo. Solo estamos escasos de convicción.
La entrada Convicción aparece primero en La Tercera.
Las universidades estatales en la encrucijada
A NADIE dejó indiferente la iniciativa de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, de establecer un nuevo marco jurídico para las universidades del Estado, orientado a mejorar la gestión institucional y aumentar los estándares de calidad. Es evidente que ella no tiene por qué colisionar con los intereses y desarrollo de las universidades que -sin ser estatales- tienen fines públicos. Sin embargo, las universidades del Estado, por su carácter, enfrentan desafíos relacionados con el desarrollo equitativo de las regiones y el acceso a la educación superior de estudiantes de los sectores menos favorecidos. Además, hoy lo hacen en un ambiente social, político y económico donde prevalece la razón de mercado. Max Weber hace un siglo atrás nos advertía del riesgo de la racionalidad práctica, que persigue fines puramente pragmáticos, individuales y egoístas. El 15 de diciembre de 2003, en el diario La Estrella de Arica, el destacado científico chileno, premio nacional de ciencias y académico de la Universidad de Chile, Igor Saavedra, señalaba que “los científicos ya no solo hacen ciencia por amor al conocimiento, sino que por una racionalidad economicista que busca el estatus y el dinero”. Sin duda, apuntaba a un problema espiritual que había llegado también (y que se ha ido profundizando) a las instituciones de educación superior en Chile. Las universidades estatales son las llamadas a guiar el quehacer académico, científico y ético de un país.
Posiblemente, a ello se refería la Presidenta Bachelet cuando indicó que las universidades del Estado “deben reflejar lo que como sociedad definimos como excelencia, como estándar para guiar al conjunto del sistema, como referente de calidad y de buen trato”.
Lo anterior no es fácil y no basta una ley, es necesario que la comunidad universitaria tome conciencia de su misión. Tiene razón Jacques Derrida cuando nos dice en su texto La universidad sin condición, que ésta es una ciudadela expuesta a ser tomada, que a veces se rinde, incluso “se vende a veces, se expone a ser simplemente ocupada, tomada, vendida, dispuesta a convertirse en sucursal de consorcios y de firmas internacionales”. Lo anterior se evitaría con una relación privilegiada entre el estado nacional y sus universidades, con una nueva definición entre lo público y lo privado. Sobre todo, con políticas de largo plazo que apunten realmente al desarrollo, como -por ejemplo- la decisión que se tomó en su tiempo con la organización de Conicyt o la creación de las becas Chile y Nacionales. Hoy es fundamental que nuestro país tenga un sistema eficiente de inserción de jóvenes científicos en las universidades, especialmente en las estatales y regionales. Por cierto, es esencial superar la etapa Conicyt y lograr la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, con la carrera de investigador incluida.
Estamos seguros que este nuevo marco jurídico para las universidades estatales, podría devolverles el liderazgo que les corresponde como instituciones al servicio de la ciencia y la sociedad. Para que esa misión se alcance, es necesario que el Estado las apoye con decisión y claridad; solo así será posible que sean guías en la oscuridad del bosque y en la soledad del desierto.
La entrada Las universidades estatales en la encrucijada aparece primero en La Tercera.
Óscar Contardo's Blog
- Óscar Contardo's profile
- 91 followers
 


