J.C. Hidalgo's Blog, page 14

December 22, 2019

Día #54 – Videocuentos o no.

Querido diario, dos puntos.


Hace tiempo me planteé el hacer el diario versión video. Pero antes de eso, ya hace tiempo me planteé relatar los cuentos que escribo en audio. Preferiría que fuera en vídeo, con dibujos y cosas chulas, pero como no sé dibujar, pues no podrá ser.


Pero lo de hacerlos en audiocuentos es algo que tengo pendiente y no sé a qué carajos espero.


Que esto haya salido a flote viene a la intro de un curso de creación de cortos en 3D que he visto, en el que los chicos, en su presentación comentan que lo que más les ha hecho conseguir trabajos y que los busquen, ha sido el realizar proyectos por sí mismos, para mejorar, crecer y desarrollar su creatividad.


En lo referente a escribir, yo pienso que antes de publicar nada, uno ya tiene que tener un público, la cosa es cómo conseguir ese público. La respuesta obvia es publicando cuentos. La siguiente pregunta es dónde deberían publicarse.


Los blogs, al final no los leen muchas personas. Tengo visitas, likes y tal, pero en su mayoría son escritores, que no es que no me valga, pero lo que quiero es llegar a lectores.


Publicar en revistas es otra opción. Lo penoso es que en la mayoría de los casos te piden quedarse con los derechos, no te pagan y ellos sí que cobran por vender la revista. Eso es aprovecharse del personal. No gracias.


La siguiente opción que se me ocurre es audios para podcast y youtube. Lo ideal, como ya he dicho, sería tener imágenes y vídeos que acompañaran al relato, para hacerlo más atractivo y llamativo. Aquí tengo un problema. O aprendo a hacerlo yo, o me toca buscar asociarme con alguien, pero siendo que no voy a ver un duro de esto, la persona que lo haga tendrá que hacerlo por el mismo motivo que yo: darse a ver y por amor al arte, con la posibilidad de que esto no vaya a ningún lado.


Tendré que meditar sobre esto.

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Published on December 22, 2019 22:05

December 21, 2019

Día #53 – El legado de Superlopez

Querido diario, dos puntos.


Mientras estaba currando, no sé muy bien a cosa de qué me he acordado de Superlopez. Los tebeos de este personaje han sido una de mis influencias en lo que escribo a día de hoy, y especialmente, en las dos novelas.


Estamos en un mundo en el que el género de la fantasía y la ficción está dominado por el mundo anglosajón. Casi todos los autores conocidos e importantes vienen de UK o de EEUU. Sí, también tenemos al de Gerald de Riva, que es polaco, pero son excepciones y es más conocido el juego que los libros.


Tolkien, Pratchett, Martin, Asimov, Lovecraft… son todos de habla inglesa, y sus mundos, nombres, culturas y cosas que pasan en sus historias están inevitablemente empapados de las culturas de estos países. No digo que sea malo, solo que esto influencia a autores de cualquier otro país, y generamos mundos ficticios basados en esas influencias inglesas. Por eso se abusa tanto de nombres anglosajones incluso en historias en España, y por eso tanta gente es reticente en ambientar historias de terror u oscuras en España.


Pues de entre todo eso, surgió Superlopez, un superhéroe español, al igual que todo su entorno, sus personajes y su mundo.


Con esto no estoy entrando en nacionalismos ni leches de esas, porque yo tengo de nacionalista lo que de monja tirolesa. La cosa es que todos esos mundos ficticios, Hobbiton, Ank-Morpork y etc. molar, molan, pero son cosas alejadas de mí, no tienen nada que ver conmigo. En cambio, las historias de Jan narraba situaciones y reacciones de personajes con las que me sentía identificado porque “es mi rollo”. Superlopez, cabreado, mandaba al cuerno a un yayo cuando este le pedía que saltara por la ventana para comprobar si realmente era el auténtico. Le metían en berenjenales de los que iba como cagallón por acequia sin enterarse de nada en toda la historia. Se desayunaba un café con leche y un cruasán. Discutía. Le daban berrinches tontos. No podía dormir durante una semana porque una mosca se le había colado en el dormitorio… Era un mundo con el que me sentía cercano.


Jan usaba esas situaciones cotidianas, totalmente españolas, y a mí me encantaban. No ha sido el único; el humor de Muchachada Nui es también muy castellano, y usan igualmente situaciones típicas españolas para generar el humor.


Cuando empecé a desarrollar la ciudad y el país en el que ocurrían las historias de “historia de un mago cretino” (la ciudad de Tolnedra, en Lacre), me basé muy libremente en España, más que nada porque es lo que conocía, y por el hecho de estar ya fuera de ella. Pero tenía luchas internas sobre si poner ciertas cosas o no, precisamente porque los personajes a veces actuaban de una manera muy hispana, o tenían expresiones y chistes muy culturales y no sabía si ponerlos o no.


Aquí es cuando Superlopez salió a luz. Pensé en, no solo poner esas cosas, sino usarlo a idea. Varios de los nombres de personajes son versiones directamente de nombres españoles cambiando una letra.


Ahora lo uso. Lacre está basado en varias cosas, pero una de ellas, es en España y no me corto en mostrarlo en forma de expresiones, frases y chistes.


Y ya está, no sé como terminar esto y no tengo más que añadir


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Published on December 21, 2019 22:05

December 20, 2019

Día #51 – Sin voz

Querido diario, dos puntos.


Ayer quería escribir pero al final decidí darle caña al podcast sobre Steel Panther.


Estuve casi toda la tarde (quiero decir, las dos horas que el curro, cenar y hacerme la comida para el día siguiente me dejó) editando el audio, que básicamente era eliminar cosas que no me gustaban o las repeticiones. Lo precioso de todo es que como lo grabé estando de por sí afectado de la garganta, me quedé afónico y no tengo voz, así que el resto de podcast lo grabaré cuando Odín quiera, porque ahora no estoy yo para cosas.


Prácticamente todo lo gravado es improvisado, basado en lo que se me ocurrió mientras curraba, pero todo de cabeza. El resultado es bastante cutre en cuanto a sonido, porque el micro no pilla el sonido perfecto, pero me gusta ese efecto “rock de garage”. En cualquiera de los casos, lo hago porque me apetece y no tengo expectativas de audiencia con eso; es por liberar neuras y sandeces.


La cosa es que es dificil hablar de un grupo cuando todo ellos es performance, porque nada de lo que dicen en las entrevistas es real, todo es parte de los personajes, así que… ya me dirás tú.


Por otro lado, el crossover de Steel Panther y la Cenicienta varió cuando lo leí, pero en esencia es este:




Era una noche fria y lluviosa.


El príncipe local buscaba alguien con quien casarse y, en lugar de usar Tinder como cualquier persona normal, organizó una fiesta ostentosa para atraer a todas la mujeres del reino. Por supuesto, mis hermanastras habían ido a ver si pillaban cacho.


Yo también fui, ayudada por un hada madrina low-cost cuya magia caducaba a la media noche.


La cuestión es que conseguí ponerme a bailar con el príncipe, y así estuvimos durante horas.


Tan chévere era todo, que se me olvidó controlar el tiempo y, cuando estábamos a punto de besarnos por primera vez, las campanadas empezaron a sonar.


Recordando lo de que toda mi performance se iba a ir por el sumidero, aparté al príncipe y salí a la carrera.


Apenas había cruzado la puerta cuando mi vestido desapareció, dejando a la luz el roto que llevaba. La carroza había vuelto a convertirse en calabaza, y los caballos en unos tipos.


Al ver que me había quedado sin vehículo, me quedé bloqueada sin saber qué hacer. Entonces, el príncipe salió corriendo. Miró alrededor. Me miró. Yo le miré. Me dijo “¿has visto pasar a una joven rubia vestida muy elegante?”.


Yo pensé que quizá debía tener un daño cerebral o algo que le impedía reconocer caras, porque no hacía ni cinco minutos estábamos bailando cara con cara.


“Soy yo, ¿no me reconoces?”, le dije.


El me dijo que no podía ser yo, que era una simple sierva plebeya. Le insistí, le puse la cara cerca, por si era miope y no llevaba las lentillas  de lejos. Me pidió que comprobara mi identidad poniéndome un zapato que había perdido y le pregunté que si era imbécil.


El príncipe estaba a punto de ordenar que me echaran de allí, cuando, los tipos que hace un momento habían sido los caballos interrumpieron para preguntar si eso que había en el castillo era una fiesta, y sin esperar respuesta, se abrieron paso.


Antes de que nadie pudiera evitarlo, tenían cervezas en la mano y estaban cortejando a cuantas chicas podían.


Los guardias los echaron a patadas… y a mí también.


Tan furiosa estaba, que estuve a punto de mear en el león de la entrada del palacio. Uno de los chicos me invitó a ir con ellos, en busca de alguna fiesta.


“Pero no tengo vestido, y mi hada madrina ya no está de servicio”, les dije.


“Eso se arregla en un momento” contestó uno que tenía una mirada sexy y profunda. De algún lado sacó un neceser, y usó en mí todo lo que ahí tenía. Me pintó los labios y ojos de negro, me plantó unos piercings en los labios, y también en los de la boca. Me cardó el pelo y espolvoreó litros de laca. Finalmente, me plantó un parche en la espalda que ponía “Steel Panther”.


“Ven con nosotros si quieres ser bitchy”, me dijo el cantante.


Han pasado varias semanas desde entonces, le han dado viento a mi hermanastra, mis hermanastras y su opel astra. Ahora, viajo con ellos por todo el mundo buscando conciertos y fiestas donde darlo todo.



 

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Published on December 20, 2019 00:59

December 19, 2019

Día #50 – Kitchen edition.

Querido diario, dos puntos.


Para empezar, internet, los navegadores o lo que sea, me tiene harto con sus puñeteras ventanitas, pop-up, notificaciones y toda esa chufa. No me refiero a la publicidad porque la tengo bloqueada, sino a todas esas mierdas que advierten cosas que no me interesan un pito, y me distraen.


Ayer me llegó el micrófono de solapa, así que me puse a hacer el audio para Mordor Rocks Kitchen Edition, porque lo grabé mientras me hacía la comida para el día siguiente. Lo chulo es que me he tirado meses sin grabar nada, y justo me da por hacerlo ahora que estoy chungo de la garganta y afónico. Casi mejor, así me sale una voz más a lo Lemmy.


No obstante, solo hice algo así como la mitad del programa, así que aún me queda más.


Luego, discutí con internet para poder seguir con el curso de fotografía de Domestika, porque anoche iba fatal. Tengo la sensación de que el mundo de la conexión de internet va para atrás, porque funciona como a principios del 2000.


La cosa es que una de las cosas sobre la que reflexionar es sobre los cánones de belleza. A mí no me interesa mucho centrarme en la belleza física de la modelo, no me parece interesante. Ya lo he hecho, y no me gusta mucho. En realidad, me gustan más las fotos en las que se ve a la modelo haciendo cosas, a ser posible sin posar, relajada, a su bola, natural. Prefiero ver qué me interesa de esa persona, algún rasgo de carácter o emoción, y sacarlo.


La movida es que la mayoría de las modelos lo que quieren es que las saquen monas. Y lo que me da rabia a mí, es que cuando ellas suben las fotos, tienen miles de likes, y cuando yo subo la misma foto, tengo cuatro. Cabrones.


[image error]Foto improvisada de mi ex-flatmate, cuando vivía en otra casa y en otra ciudad
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Published on December 19, 2019 00:46

December 17, 2019

Día #49 – Referencias

Querido diario, dos puntos.


Hoy, como estoy algo chungo, me he quedado en casa aprovechando que libro (aparte de un rato por la tarde para despedir a una amiga que deja U.K. para irse a Australia). Eso quiere decir que no me he ido a ninguna cafetería a escribir y tampoco lo he hecho en casa.


En su lugar me he puesto con un curso de Domestika que me compré para dirigir a modelos no profesionales en fotografía. La cosa es que me he quedado atorado en una tontería (para variar). Una de las cosas que piden, en plan presentación, es que mencione fotógrafos/as que me hayan influenciado. La cosa es que realmente no tengo fotógrafos de referencia, hablando en general.


Para mí, la fotografía es una afición que se ha abierto paso sola. Empecé a hacer fotos y he ido a aprendiendo para hacerlas mejor, y porque soy de culo inquieto.


Empecé por hacer fotos a paisajes, pero al tiempo me cansé, y me dediqué a fotografiar cosas de la calle, y aparte de eso, he ido variando, hasta acabar por fotografiar gente, y supongo que en un tiempo haré otra cosa.


Pero lo he hecho como algo que me pedía el cuerpo, no por sentirme influenciado por el trabajo de alguien. De hecho, apenas conozco autores/a. Acabé por conocer a Vivian Meier (su trabajo, a ella no) y a Henri Cartier-Bresson, ambos fotógrafos callejeros, por otro curso de fotografía,. Hay una chica en Instagram, golomoz.art, que me gusta bastante, y cuando digo esto, me refiero que la analizo más que a otras personas, porque me gusta el estilo que tiene. Pero por lo demás, sigo a gente pero no me fijo especialmente en los nombres. Tampoco sabría decir porqué.


Sin embargo, en la escritura si me que me fijo en autores, y sí que podría decir quienes me han influenciado y de qué manera.


La movida es que, atiende a lo que voy a decir, como estoy malo, en la siesta me la he pasado con ese tipo de sueños raros y cíclicos que dan los viruses, y me lo he pasado soñando, en bucle, con esta mierda de los autores de referencia que no tengo.


Mañana me llevaré el laptop, que estoy de mañana y salgo a buena hora, e iré a la cafeta a ver si escribo, que dicho sea de paso, quiero ir recopilando los cuentos para autopublicar otro libro.


[image error]Foto de Vivian Meier

Foto de portada de Henri Cartier-Bresson.

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Published on December 17, 2019 22:25

Día #48 – Problemas de sonido

Querido diario, dos puntos.


Ayer no hice nada.


Ni escribí, ni leí, ni nada. Estudié, fui al curro, y luego me tomé un café con las del curro. Ya sé que dije que me dejaría el café, pero es que tras cuatro o cinco días lo echaba de menos. Además, la cosa importante es no tomar café en ayunas, y reducirlo al mínimo. Así que mi large-soya-latte-tohavein-nofroth-please, a mitad de día, no pasa nada. Y si pasa, se le saluda.


Al llegar a casa me vi la película de los Blues Brothers y a la cama, que estoy malito.


Quise empezar a grabar para el podcast de Mordor Rocks, pero mi problema es que se me hace cuesta arriba ponerme a hablar a la nada, mirando el monitor, viendo la onda de sonido y las chufas que salen en el programa. No me gusta nada eso. Me motiva más hablar mientras hago alguna otra actividad. De hecho, grabé parte del boceto mientras me hacía la comida. Eso podría ser curioso, en directo mientras cocino, un poco como el programa de Con las manos en la masa.


Lo mejor sería grabarlos mientras trabajo, porque es cuando más me motivo y estoy más a tope. Pero igual a la gente le molesta que esté grabando un audio de coña sobre rock mientras opero a corazón abierto. La gente es muy ofendible hoy día.


Pero el problema es no pillar todos los ruidos de la cocina. Me haría falta un micrófono de solapa. Y a ver dónde lo engancho, porque los audios los grabo en el mac de sobremesa, y no me lo voy a llevar a la cocina. La opción es grabarlo en el móvil y luego pasarlo.


Luego, lo siguiente será hacerle entender a mi flatmate que no estoy loco. Eso va a ser algo difícil a estas alturas de la vida, pero bueno…


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Published on December 17, 2019 02:29

December 15, 2019

Día #47 – Razas fantásticas y su origen

Querido diario, dos puntos.


Atiende, a ver como explico yo esto. 


La mayor parte de mis historias, y las dos novelas en las que estoy, ocurren en un mundo ficticio inventado que de momento se llama “héroes de palo”. Como buen mundo irreal fantástico, cuenta con sus razas: la humanoide (humanos, enanos y humbanos), los murgoides (múrgol y murkillos), varadiktas (de 7º y 8º generación) y los goblin.


En algún momento de la historia, cada una de ellas fueron plantadas en sus países correspondientes: los humanos en Eriador, Niowalya para los varadiktas, los murgol de Siau Lundul y los enanos en Iskremova. Pero he situado las historias en una época postcolonial y postmigración, de forma que las masas de gente ya hace tiempo que han ido moviéndose y están más que acostumbradas a la mezcla interracial. Excepto a los goblins; a ellos no se acostumbra nadie.


El tema importante es que lo que quiero es que la gente (los personajes de las historias, se entiende) se sienta identificada más por la cultura en la que ha nacido que en un puro asunto genético de ser de una u otra raza. Quiero que un enano de Lacre se sienta más hermanado con un múrgol de Lacre por esa cultura que comparten, que con otro enano de otro país.


Esto no me lo he sacado de la manga, esto viene a una cosa que me llamó la atención cuando llegué a UK. En este tiempo, he conocido gente que desciende de inmigrantes, pero que han nacido aquí, y se sienten tan ingleses como el que más, incluso más que del país al que pertenecían sus padres. En solo una generación, esa herencia cultural de sus antepasados estaba desapareciendo. Esto es como todo, cada persona es un mundo, también me he encontrado con ingleses hijos de inmigrantes que se sienten del país de su familia. Pero lo primero fue lo que me resultó curioso.


He conocido a gente de ascendencia claramente india, o de Jamaica o de China, pero siempre me han dicho que son ingleses en todos los sentidos, en algunos casos ni conocen el idioma original de sus padres.


Sobre Madrid también vi algo similar; la mayoría de la gente que conozco de allí, no son realmente de Madrid, y si lo son, sus padres o sus abuelos no. Incluso hay gente que te pueden decir que son madrileños… cuando en realidad son de otra provincia y solo hace unos años que se mudaron a la capital.


Así que, esta cosa que me pareció tan curiosa, he querido plasmarla en mi mundo.


¿Porque quiero hacer un estudio sociológico? ¿Porque quiero hacer un retrato social? ¿Porque quiero ser un flipao? No. Porque es algo que me hizo gracia y lo pongo en mi mundo. Así de sencillo.


Además, siempre me ha dado rabia eso de que una raza es originaria de un lugar, y solo salen de allí, como en el WOW: si eres orco empiezas siempre en Orgrimmar, si eres enano en Dun Morogh , si eres humano… bueno, nunca he sido humano.


La cosa es que me preguntaba, tanto en el WOW como en libros o juegos de fantasía: ¿por qué un individuo tiene que estar atado a ser de un país solo por pertenecer a una raza? ¿No emigran? ¿No se mueven? En nuestro mundo, existe la migración, la gente viene, la gente va… Hoy día no doy por sentado la nacionalidad de nadie en base a su apariencia o incluso apellidos, porque, como ya he dicho, he conocido a gente fisiológicamente oriental y ser inglesa, o de dónde sea.


En cualquier a de los casos, así es como me gusta, y así es como va a ser.


De hecho, en “historia de un mago cretino”, que ocurre en la ciudad de Tolnedra, en Lacre, ninguno de los personajes principales es de ahí; dos son de dos pueblos lejanos, otra es del otro extremo de Lacre, y otra es de padres lacronios, pero nacida en otro país. De hecho, creo que casi todos mis personajes se han movido o quieren moverse.


Está claro que siempre se podrá decir que Eriador es el país origen de los humanos, pero en un contexto histórico, no como una verdad absoluta, ya que, a día de hoy (en el momento de las historias), hay de todo en todas partes. 

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Published on December 15, 2019 22:00

December 14, 2019

Día #46 – Ideas y renaceres

Querido diario, dos puntos. 


Acabo de ver una nota que me hice cuando fui a ver el museo del Prado la otra semana, de una idea para un cuento.



Idea: Unos tipos quieren robar un cuadro de un rico porque representa la victoria de los rebeldes contra Eriador y la creación de Argilidar y Lacre. 


Lo quieren robar porque piensan que ese cuadro pertenece a la gente, que todo el mundo debería tener acceso a él y poder ver la representación de un momento tan importante, y no estar en la colección privada de un rico para presumir.



Ahora me toca desarollarlo. Igual, ya que es en Argilidar, uso a Geanaïlle, la asesina de la historia de la granja.


Que dé lo que tenga que dar. Si es cuento corto, pues corto. Si se me va de las manos y acaba en novela, pues novela. No limitemos la imaginación.



He estado pensando que voy a ver si hago otro podcast para Mordor Rocks, que será sobre Steel Panther, ya que se me han ocurrido algunas sandeces mientras curraba (que otra cosa va a ser que las recuerde) y tengo la historia de la crítica. Lo que no sé es cuando voy a poder grabar nada, porque mañana por la mañana no voy a poder, y por la tarde estaré como una braga y como ya no tomo café, me falta esa dosis de energía.


Parece que no, pero el tener que hablar y hacerlo motivado, cansa. Cuando lo grabo me pongo en plan neurótico, pero luego lo oigo y parece que esté pachón. Lo que cambian las cosas y lo soso que suenan las cosas luego. por eso, tengo que exagerar todavía más la entonación, y esa tontería me agota más que otra cosa. Supongo que porque no hablo así de normal y montar ese sarao requiere extra de energía.


A ver si hago algo.

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Published on December 14, 2019 22:27

December 13, 2019

Día #45 – La decisión más dura

Querido diario, dos puntos.


He tomado la decisión más dura que podía tomar. Ya no solo como persona, sino como escritor.


Pero la he tomado y la voy a llevar hasta el final, con todas sus consecuencias, que sé que van a ser muchas.


Pero si dejé de fumar, y si conseguí aprendí a montar en bicicleta con treinta y nueve años, podré hacer esto también.


Dejo el café.


Llevo unos veinticinco años tomándome un café directamente cuando me levanto, en plenas ayunas porque soy de esas personas que hasta que no se lo toman, no son personas.


La cuestión es que llevo años con acidez de estómago, y parece que el café puede ser la causa. Así que voy a dejarlo y a sustituirlo por té earl grey, que también me gusta, pero no es lo mismo.


Va a ser duro, va a ser difícil, voy a pasar por momentos complicados e incluso es posible que vea un bebé gateando por el techo. Pero voy a darlo todo.


No obstante, lo que más me inquieta es que mi vida de escritor gira entorno al café; me gusta escribir en cafeterías. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Pedir un chocolate, como si esto fuera Hogwarts?


Todo lo que he escrito ha sido bajo los efectos de la cafeína, maldita sea. ¿Será el inicio de una era de escritura basada en el cacao e ir ciego de azúcar? ¿Qué patata de escritor es esta?


¿Me pasarán situaciones como en el cine?


—Ponme otro chocolate, Sam.


—¿No crees que has tomado suficientes chocolates, Johny?


—¡Yo te diré cuando es suficiente, maldita sea!


No me alcoholizo, no fumo, no soy putero… vaya una mierda de escritor bohemio que soy. Solo tenía el vicio del café y ya ni eso. Por lo menos me queda llevar gafas.


Como diría el de “Te lo resumo”; adiós Juan Valdés, que la fuerza de acompañe.


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Published on December 13, 2019 22:19

December 12, 2019

Día #44 – Poesía

Viendo entradas de otros/as blogueros/as que hacen poesía, como el de Susana Ropero o el de Mamen a veces me apetece probar a ver.


En realidad, la poesía es algo que nunca me ha llamado mucho, pero principalmente porque la gente que escribe poesía suele decantarse por cosas románticas y no es lo mío.


Sin embargo, me gusta la música y sus letras que, básicamente, son poesía.


Así que no toda la poesía debe ser romance, sino también crítica o soltar cosas, como el rap. Además, me gustan mucho grupos de música humorísticos, como The Beards, Steel Panther, Ninja Sex Party… y esta gente me inspiró la idea de que puedo hacer poesía humorística. 


Para rizar el rizo, atiende que casualidad, el otro día vi la película “Dolomite is my name”, protagonizada por Eddie Murphy (que en España se mejoró con “yo soy Dolomite”, porque “Dolomite es mi nombre” debía estar cogido para otra cosa). Es la historia del humorista Rudy Ray Moore (el de la imagen de portada), que en los ´70, todavía con el segregacionismo racial, en un momento de su vida comienza a hacer humor a base de versos y rimas, lo que luego desencadenaría en el rap.


Ahí lo dejo, como concepto. Cuando se me ocurra alguna sandez sobre la que poetizar, me pondré a ello. Quizá el drama de alguien que pide un large-soja-latte-tohavein-nofroth-please, pero se lo ponen lleno de froth, que tengo experiencia en el tema.

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Published on December 12, 2019 22:27