Félix A. Bas's Blog, page 111

November 10, 2016

Crítica: YO, DANIEL BLAKE

Conmovedora, reveladora, reinvindicativa, social... hay tantos adjetivos para presentaros esta película que cualquiera podría quedarse corto. Ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, trata sobre la lucha contra el sistema y el estado del bienestar. Tan real y cruda como la vida misma. Esta semana hemos visto: YO, DANIEL BLAKE.

A Daniel Blake (Dave Johns) le ha dado un infarto y por eso no puede trabajar. A pesar de eso, no ha recibido los puntos necesarios para optar a un subsidio por discapacidad, de manera que ha de pedir el subsidio por desempleo, aunque este le obliga a buscar trabajo cuando el médico le impide hacerlo. De esa manera, se encuentra sin ingresos, sin poder trabajar y con el sistema en su contra, pues el hombre ya tiene una edad y todo lo relacionado con internet le va grande. Un carpintero experimentado con toda una vida a sus espaldas se ve al borde del abismo.
El director británico Ken Loach y el guionista Paul Laverty reflejan con brillantez la situación de desesperación, no solo de su protagonista, sino también de otra familia vecina de Daniel: una mujer (Hayley Squires) con dos hijos que se verá abocada a trabajar y realizar actos que en la vida hubiera imaginado para poder sacarlos adelante. El sistema de bienestar no ayuda a esas personas al borde del precipicio y se revela como una farsa burocrática digna de la más alta indignación. Algo que, obviamente, sentirá el espectador conforme avanza la cinta.
Ambos actores están a un gran nivel, sobre todo ella, la parte más desgarradora de la historiaEs evidente que Ken Loach ha mostrado una imagen poco amable del sistema, en tanto en cuanto los funcionaros (no todos, claro) se muestra apáticos, poco amables y, en general, ajenos al sufrimiento ajeno. Algo que enerva, todavía más si cabe, a los protagonistas, pues todo el mundo está en su contra y el sistema sigue ahogándolos. Daniel, un carpintero con cerca de 60 años, se ve obligado a buscar trabajo para no perder el subsidio por desempleo, pero a su vez no puede trabajar porque los médicos no se lo permiten. Es decir, puede quedarse en la calle por un hecho burocrático inadmisible que se demora gracias a la rapidez de un sistema cuadriculado y poco humano.
La realidad tiñe a YO, DANIEL BLAKE de hechos sin medias tintas. Una humanidad que rezuman ambos protagonistas, que se encuentran precisamente en el lugar donde el Estado ha de ayudarlos. Ambos se entienden, se protegen y ayudan, sobre todo el carpintero al ver la casa en la que viven. Sin luz y con el frío que hace en Inglaterra. Ambas vidas golpeadas por la mala fortuna y experiencias duras que, sin embargo, no anulan la capacidad de lucha de los protagonistas. La supervivencia del ser humano actual se reduce a una burocracia inoperante, un error en la democracia y una evidente violación de los derechos humanos.
Yo soy Daniel Blake y exijo mis derechos como ciudadano. Brutal mensaje a la burocraciaEn definitiva, YO, DANIEL BLAKE es una película directa, clara, dura y que no busca emocionar, puesto que emociona por sí sola, sin artificios y con modestia, directa al corazón y una crítica feroz a la sociedad de hoy día, a la democracia y al supuesto estado del bienestar. No va a ser un taquillazo, pero es una de las que más removerán conciencias. Ni se os ocurra perdérosla.
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Published on November 10, 2016 12:44

November 8, 2016

Crítica: OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL

De una primera película pésima y olvidable, pero que recuperó con creces su inversión, nos llega esta interesante precuela que logra cumplir con las expectativas de los espectadores. Una familia que desea contactar con el alma de su padre verá pronto cómo en su casa comienzan a darse fenómenos extraños. Esta semana hemos visto: OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL.

Mike Flanagan dirige esta cinta con cierta solvencia, la misma que sus tres protagonistas, Elisabeth Reaser (Esme en Crespúsculo), Annalise Basso (Captain Fantastic) y sobre todo la pequeña Lulu Wilson. Corren los años 60 en Los Ángeles, y en el seno de una familia todavía cargan con la pesada losa de la muerte de su padre. Con dificultades económicas evidentes, la madre (Elisabeth Reaser) abre una consulta de videncia para que las personas encuentren apoyo y puedan despedirse de las almas de sus seres queridos. Viendo que su casa podría ser embargada, se hace con un tablero de Ouija para revitalizar el negocio.
El tablero de la Ouija siempre ha estado ahí, ¿volverá a hacerse famoso?La pequeña Doris (Lulu Wilson) no tardará en utilizar dicho tablero para ponerse en contacto exitosamente con su padre, sin embargo, pronto las tres se darán cuenta de que abrir el portal hacia el más allá tiene sus consecuencias, sobre todo si el alma de su padre no está sola. Es una situación familiar casi trágica, con una hija adolescente (Annalise Basso) que comienza a descubrir el amor y que no consigue superar la muerte de su padre, además, tenemos los problemas económicos por los que atraviesan y que la madre ha de hacer frente como médium. Con esos conflictos familiares de por medio, la pequeña Doris contacta con su padre en el más allá y todo comienza a precipitarse.
OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL supone una película de bajo presupuesto a la que sacarán mucho rendimiento sus productores. No es un producto de mala calidad, y todos sabemos que no predomina en cartelera este tipo de cine a nivel decente. Conseguir mejorar a su predecesora no era difícil, pero podemos asegurar que lo ha conseguido con creces. Bebe los vientos de Expediente Warren o El exorcista, y funciona como una especie de homenaje, pues muchas escenas y sustos nos sonarán. Aún así, es algo precedible precisamente en momentos de mayor tensión, llegando incluso a adivinar cuándo llegará el susto de turno. Aún así, consigue impactar al público más casual y tornar la experiencia en algo entretenido, que ya es mucho.
Annalise Basso y la pequeña Lulu Wilson interpretan con solvencia sus papelesEl aspecto más flojo de la película, como no podía ser de otra manera en el género, es un guión endeble y predecible, aunque el final sorprende y no precisamente para bien, puesto que se da lugar a la fantasía e incluso roza lo ridículo. OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL es buena cuando sugiere, cuando hace que el espectador se interese por lo que sucede, porque cuando se muestra la evidencia no acaba de golpear como debiera. Y es que los efectos digitales, y se entiende por el presupuesto, son demasiado evidentes y toscos, de manera que cuando todo se acelera la película pierde potencia. Eso sí, viviremos algunos sustos interesantes, casi siempre de parte del angelical rostro de Lulu Wilson.
A modo de curiosidad, el cura que participa en el filme (siempre hay un cura), es el niño de E.T., Henry Thomas, cuyo papel está desaprovechado, como el de todos los secundarios a excepción de las tres féminas que conforman la familia. Destacar, de nuevo, el papel solvente de las tres, que logran causar empatía al espectador gracias al vínculo que se establecen. En cuanto a eso, la película se toma su tiempo para hacer las presentaciones y que los personajes sean más redondos de lo que suele ser costumbre en este género, algo que se agradece y funciona.
Con su rostro angelical, consigue crearnos empatía. La angelica puede comunicarse con almas de la casaEn definitiva, EL ORIGEN DEL MAL es una película que disfrutaréis si os gustó El Exorcista o Expediente Warren: El Caso Enfield y sucedáneos interesantes. Un filme solvente de la mano de Mike Flanagan, con bastante miedo, sustos y sorpresas. Quizás el final se adereza con demasiada fantasía, pero, en general, logra entretener, algo que no pueden decir muchas películas del género. Echadle un vistazo.
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Published on November 08, 2016 14:45

November 4, 2016

Crítica: DOCTOR STRANGE

Marvel sigue como una apisonadora, mejorando película tras película y demostrando que no hay nadie que pueda hacerle sombra a sus héroes. En este caso, dejamos los problemas mundanos y entramos en otros planos de tipo mágico con un Benedict Cumberbatch que brilla en su estreno como héroe Marvel. La mejor película de superhéroes del año, sin duda. Esta semana hemos visto: DOCTOR STRANGE.

Hartos ya de Thors, Hulks, IronMans y demás superhéroes que coparon la Fase 1 y 2 de Marvel, en el universo Marvel comienzan a aparecer nuevas caras en lo que ya se está convirtiendo en un complejo entramado de lazos y nexos que acabará con todos ellos en pantalla, véase un Los Vengadores 3 o una nueva película a lo Civil War, donde el Capitán América daba nombre a la película pero había tanto superhéroe que era más coral que otra cosa. Y es que Marvel está haciendo las cosas bien en esta Fase 3 que acaba el año con un nuevo personaje protagonizado por uno de los mejores actores de la actualidad: Benedict Cumberbatch.
El doctor Strange es un arisco, arrogante y brillante neurocirujano que está por encima del bien y el mal, derrochador y, en definitiva, genio con cierto sentido del humor que puede llegar a sustituir en un futuro no muy lejano al ya agotado Tony Stark de Robert Downey Jr. Su carrera es fulgurante, igual que el coche con el que se pega una leche casi mortal que hace que sus manos de cirujano jamás vuelvan a recuperarse. Viendo que todos los médicos del mundo que no son él son unos idiotas torpes, decide intentar recuperarse por métodos más místicos y pone rumbo hacia Katmandú, donde descubrirá que la actitud puede derrotar enfermedades.
La Anciana te pega una leche que te envía de lleno al plano astral. Cuidadito con ellaUna vez allí, conoce a La Anciana, al maestro Mordo y comienza un aprendizaje que le lleva al multiverso, a conocer el mundo astral, a dejar que su alma abandone su cuerpo y a dominar magia que le permite teletransportarse, y armas que le ayudarán a combatir contra un ser oscuro que pretende engullir la Tierra como hace con todos los planetas que encuentra en el resto de universos paralelos: Dormammu. Pero el villano no está solo, ya que uno de los maestros, Kaecilius, traicionó a los hechiceros y se hizo con unas páginas importantes de uno de los libros de La Anciana. Como comprenderéis, el Doctor Strange intentará salvar la Tierra y poner fin a la amenaza.
Scott Derrickson dirige DOCTOR STRANGE con buen pulso entre lo visualmente maravilloso y algunas escenas de acción puramente comiqueras, sobre todo algunas hacia el final del filme que son sencillamente espectaculares. Visualmente os recordará a Origen, con esos edificios combándose y produciendo una especie de mandalas que nos dejan maravillados en los primeros minutos de metraje. Si no hubiera existido Origen, esta película habría impactado todavía más, pues los efectos especiales son, y a pesar de que en una película de Marvel es obligatorio que lo sean, una auténtica pasada. Por cierto, se recomienda verla en 3D, así que ya sabéis.
Impresionantes efectos visuales a lo Inception (Origen). No tienen desperdicio, sobre todo en 3DEl reparto, dejando a un entregado Benedict Cumberbatch al margen, se mantiene a la altura. Chiwetel Ejiofor es Mordo, si bien el personaje no da todo lo que debiera, esperamos mucho más de él en una próxima entrega; Tilda Swinton es La Anciana, fascina su capacidad andrógina y da entidad a un personaje de suma relevancia para la película; Rachel McAdams es la amante de Strange, necesaria pero relegada a un segundo plano durante gran parte del metraje, pero que aporta ese toque de humanidad al personaje protagonista. Y llegamos a la piedra de todas las películas Marvel, que no es otra cosa que un villano consistente. En este caso, Mads Mikkelsen tiene su punto e incluso sentido del humor, pero no deja de ser un títere de un ser superior al que conoceremos tarde y mal, como quien dice. Parece que los de Marvel todavía no han solucionado el problema.
Pero lo mejor de DOCTOR STRANGE, y mira que tiene muchas cosas que funcionan, desde el guión, al reparto, los efectos especiales y demás, no es otra cosa que el gran sentido del humor del que goza. Característico en Marvel ya con Guardianes de la Galaxia y Ant-Man, se ha conseguido aunar una trama relativamente seria con gags divertidos que no restan trascendencia al momento y, por lo tanto, le da un toque comiquero todavía mayor, algo que denota el buen hacer de Marvel en una fase 3 que no ha decepcionado en ninguna de sus películas. Una fórmula hilada a conciencia que va a permitir grandes interacciones entre los superhéroes, como la próxima Spiderman junto a Ironman y algunas sorpresas más.
Magia, colorido y sentido del humor. Originalidad en estado puro y un protagonista carismáticoDOCTOR STRANGE tiene todo lo que las anteriores películas de Marvel ya tienen, e incluso más: humor, acción, efectos visuales por encima de la media, magia original, multiversos, un protagonista realmente carismático, un par de escenas post-créditos... y un sinfín de elementos que hacen que realmente valga la pena ir al cine a disfrutar. La banda sonora es buena, más interesante de lo que era habitual en el género, y todo funciona a buena velocidad, incluso los orígenes y fundamentación del protagonista, algo que en un pasado solía convertirse en algo largo y tedioso. Marvel sigue avanzando y la brecha que le separa de su competidora DC comienza a ser demasiado amplia, sobre todo si ha de competir con películas del calibre de la pésima Escuadrón Suicida.
El original planteamiento de DOCTOR STRANGE nos lleva a olvidarnos de que comparte universo con los demás héroes de Marvel. Y es que él no es superhéroe, sino un hechicero que se aleja del mundo terrenal de los IronMan y compañía para salvar a la humanidad desde un plano más astral. Es decir, que se ve venir muy claramente que los Guardianes de la Galaxia o el mismísimo Thor tendrán algo que decir al respecto sobre el Doctor Strange, no sé si sabéis por dónde voy. En todo caso, la originalidad y lo visualmente potente que es la película nos deja un muy buen sabor de boca en la llegada de Benedict Cumberbatch al universo Marvel.
Tenemos Doctor Strange para rato. Benedict Cumberbach ha venido a Marvel para quedarse. Bien por élEn definitiva, DOCTOR STRANGE compite por ser la mejor película de superhéroes del año, algo que de una forma u otra se queda en la casa Marvel sin discusión, por mucho intento que haya hecho DC al respecto. Tenemos una película sólida, divertida, con acción y escenas apabullantes, un protagonista carismático como el que más y magia a raudales. ¿Qué queremos más? Marvel está en forma y está poniendo el listón muy alto, esperemos que siga al menos manteniendo el nivel. Si os gusta el género no lo dudéis ni un segundo.
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Published on November 04, 2016 13:51

November 2, 2016

Crítica: EL CONTABLE

Ben Affleck, JK Simmons y Anna Kendrick unidos en una película que quiere abarcar mucho y se queda en poco menos que algo de acción y entretenimiento. Un contable con Síndrome de Asperger y entrenamiento militar al que contrata una empresa para resolver sus cuentas pero que al final acaba cargándose a todo lo que se mueve. Ya lo véis. Esta semana hemos visto: EL CONTABLE.

¿Y quién mejor que Ben Affleck para ser Christian Wolff, un contable con problemas para socializar y expresar sentimientos? Acostumbrados nos tiene el nuevo Batman a sus faltas de expresividad en casi todas sus películas, por lo que encajaría perfectamente en el perfil protagonista. EL CONTABLE es una película dentro de otras cuatro cinco películas, que no sabe centrarse en lo que realmente quiere y que, posiblemente, nunca supo qué es lo que quería contar. Quedándose, pues, en una simple propuesta entretenida y casi cómica.
Cuando no está rodeado por números lo está por armas y cadáveres a sus pies. Qué cosasY es que hay tantas tramas, y tan inútiles casi todas, que el espectador no sabe si está ante un drama, un thriller o una película de acción pura. Por un lado tenemos a Ben Affleck luchando por socializar, una Anna Kendrick intentando otorgar humanidad el protagonista, un JK Simmons casi de retiro que pretende ahondar en las motivaciones del protagonista. Y si esto no fuera poco, tenemos a una agente de la CIA que necesita encontrar pistas para no irse directa a la cárcel y a un asesino (John Bernthal) que tendrá que vérselas con el contable. Y todo eso en una película de dos horas, como imaginaréis, tantos elementos acaban con el saco rompiéndose.
No entraré a catalogar la manera en la que Affleck ha interpretado a un personaje con cierto autismo, puesto que es el guión (de Bill Dubuque) de la película dirigida por Gavin O'Connor, lo que lleva al protagonista a ser un Dios intocable que todo lo hace bien y al que es imposible derrotar, no solo en conceptos matemáticos, si no en combate cuerpo a cuerpo, con armas o incluso con tirachinas. Ben Affleck encarna a un súperheroe con síndrome de Aspeger que trabaja de contable para mafiosos y cuya forma de vida ya comienza a alejar al espectador de tomarse a EL CONTABLE como una película medianamente seria.
Esta trama es completamente prescindible, aunque JK Simmons siempre está genialQue Ben Affleck explota su limitaciones expresivas queda patente, lo que no está tan claro es si su actuación es buena o no. En todo caso, el toque cómico le va bien, y sus acompañante están a la altura. Sin embargo, el arco de JK Simmons y su compañera es irrelevante, igual que el de Anna Kendrick y su intento de toque romántico y humanizador. Lo que no sé es si JK Simmons y Anna Kendrick participan porque estarán también con Ben Affleck en Batman. Se sabe que Simmons hará de comisario y Anna de Robin (sí, una chica haciendo de Robin). En todo caso, sus tramas son prescindibles, por lo que restan interés a la película y, por encima de todo, desorientan al espectador.
Eso por no hablar de un par de giros de guión algo tramposos y un final de película casi irrisorio. Si en algún momento nos habíamos tomado en serio a EL CONTABLE, desde luego que esa idea desaparece durante los últimos compases de película, donde el guionista no tuvo un buen día. En Estados Unidos las críticas han sido mediocres, pero los resultados de taquilla acompañan, por lo que no me extrañaría que EL CONTABLE volviera, como ya ha manifestado su director. En todo caso, espero que dejen de intentar abarcar demasiado y se limiten a entretener, cosa que se hubiera conseguido sobradamente.
El contable, asesino implacable y letal con síndrome de Asperger que se dedica a hacer el bienEn definitiva, EL CONTABLE es una película para entretenerse, que se pierde en numerosas tramas que no aportan nada al filme pero con un Ben Affleck que causa cierta simpatía como Dios de la guerra y las matemáticas. El elenco de actores que participan es más que solvente y nunca llega a aburrir. Si queréis desconectar de un duro día de trabajo, quizás esta es vuestra película.
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Published on November 02, 2016 14:19

October 31, 2016

Crítica: LA CHICA DEL TREN

Casi siempre, la adaptación de un best-seller súperventas es suficiente como para que una irregular película sea éxito en la taquilla. Emily Blunt, entregada y destacable protagonista, es la única excusa que podemos tener para acudir a ver este irregular film. Esta semana hemos visto: LA CHICA DEL TREN.

Paula Hawkings y su best-seller llegan a la gran pantalla y, según parece, los fans de la novela quedarán decepcionados. Decir que yo no me la he leído y me parece una película mediocre, casi de serie B, que únicamente salva una Emily Blunt entregada a la causa y que es la atracción principal de una película que apenas roza lo entretenido. Ella es Rachel, una mujer abandonada al alcohol tras un fracaso matrimonial tras la imposibilidad de ser madre. Durante sus muchos trayectos en tren, puede ver su antigua casa y la convivencia entre su ex marido y su nueva mujer, ahora ya con un bebé. Pero también a otra pareja misteriosa que parece perfecta.
El tren, protagonista inicial del filme, pero que pierde todo el fuelle a mitad de película, es en enlace para una historia que narra el devenir de tres mujeres y su particular visión de la vida y la maternidad. Una de ellas (Emily Blunt), desea tener hijos y no puede. Otra (Rebecca Ferguson) tiene ya un bebé con el ex marido de la primera, y finalmente la más joven (Haley Bennet), que tuvo un pasado horrible y no desea tener hijos. La figura del hombre es apenas secundaria, con el ex marido (Luke Evans) como eje principal sobre el que gira la historia, quizás demasiado evidente.
Emily Blunt, se lo toma muy en serio y lo da todo, es la única excusa para ir a ver esta películaTate Taylor dirige esta adaptación del best-seller que comienza de manera interesante, pero que se pierde entre flashbacks del pasado y momentos surrealistas que hacen que el espectador se aleje y acabe por no volver a interesarse. En mi caso, me daba absolutamente igual cómo se concluyera la trama, simplemente quería que acabara. Adaptación, pues, menor de una obra que queda todavía en peor lugar después de ver lo que se consiguió al adaptar otro best-seller como Perdida de David Fincher, con Ben Affleck y la nominada Rosamund Pike.
LA CHICA DEL TREN es una propuesta anodina, que ahonda poco en las tramas de los secundarios y cuando lo hace no despierta interés en el espectador. El personaje de Emily Blunt es lo único que salva del hundimiento de una propuesta que en ocasiones es incluso tramposa. El misterio de un asesinato que en todo momento apunta hacia un lado para, de pronto, intentar sorprender -aunque no sorprende a nadie, más que nada porque ya no les interesa. Un final ridículo y poco creíble, en la línea de la película.
El personaje de Haley Bennet tiene un pasado muy oscuro que saldrá a la luz en sus numerosos flashbacksEn definitiva, LA CHICA DEL TREN fracasa en lo que se propone, y tampoco convence para pasar un rato entretenido. Suerte que era la Fiesta del cine y no se pagó mucho por verla, pero ha sido una propuesta decepcionante de principio a fin. Por Emily Blunt se salva, solo por ella, pero ni siquiera la actriz hará que os olvidéis del filme dos días después de haberlo visto. Decepcionante, pasad a otra cosa.
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Published on October 31, 2016 12:24

October 26, 2016

Crítica: LA PRÓXIMA PIEL

Emma Suárez y Álex Monner nos traen un drama familiar en el que ella hace de madre necesitada de un hijo y él hace de ese hijo necesitado. Con una tensión y suspense que pocas películas logran, la sospecha nos ahoga hasta el mismo final. Película interesante, también, para que se reconozca la gran labor de educadores e integradores sociales en la sociedad. Esta semana hemos visto: LA PRÓXIMA PIEL.

Hace ocho años ya que Gabriel desapareció. Su familia no ha dejado de buscarle, pero por fin le han encontrado en una casa de acogida francesa. Ahora él se hace llamar Leo y es un chaval problemático, como bien nos indican las primeras imágenes. Su madre (Emma Suárez) se lo llevará al pueblo, casi en los límites de España y Francia, y ambos tratarán de recuperar el tiempo perdido. ¿Pero será de verdad Leo su hijo perdido, o todo es una gran actuación? Aderezado, además, por un pasado oscuro en la familia, LA PRÓXIMA PIEL es una película que te ancla al asiento y no te deja ni respirar.
Isaki Lacuesta e Isa Campo dirigen este thriller, que bien podría ser más un drama familiar con tintes de tensión y suspense al alcance de unos pocos. Información en letra pequeña que el espectador ha de utilizar para componer sus propias conclusiones y desecharlas o mantenerlas hasta un clímax final que deja sin aliento. LA PRÓXIMA PIEL no es una película evidente, de las que dejan pistas obvias, sino que prefiere dejarnos pensar y mantenernos enganchados a ella de manera hipnótica. Y gran parte de ese magnetismo viene de la mano de sus protagonistas.
El reencuentro entre ambos. ¿Significará la vuelta a la familia o la unión de ambos intereses?Emma Suárez brilla de nuevo, como ya hizo en Julieta (de Almodóvar y preseleccionada para los Oscar). Una madre atormentada y misteriosa, pero jovial, que quiere y a su vez se deja querer por un Álex Monner (Pulseras rojas) tremendo en cada escena, dejando bien claro que es uno de los actores más prometedores del panorama español. En ambas interpretaciones siempre nos dejan con un sabor de desconfianza y reflexión, ¿será su hijo de verdad?, ¿necesita que lo sea?. Ambos mantienen gran complicidad, incluso la sombra de la sospecha se evapora en ambos cuando quieren y son queridos. Sergi López es el secundario de lujo, el tío del chaval, receloso y celoso del chico que ha aparecido en la vida de ella. Todo alrededor de la familia es una gran nube gris.
Increíbles y bellos los parajes fronterizos, montañas nevadas, copos de nieve, dureza de un tiempo siempre teñido de blancos y grises, un pueblo pequeño y cerrado donde todo el mundo sabe lo que se cuece. Una sensación de aprisionamiento que se traslada hasta el espectador, lo que ayuda todavía más a tensar la cuerda de todo lo que sucede. ¿Es Gabriel el hijo de verdad o está ayudando a la que dice que es su madre a tejer una nueva realidad en la que ambos son felices y logran tapar el hueco de soledad insondable que les persigue desde hace ocho años? Esa pregunta campará a sus anchas durante toda la película, que además no nos ayuda gracias a unas escenas en las que cualquier mirada o gesto nos hacen desconfiar.
Agobiantes y sin embargo bellos parajes que ayudan a mantener la tensión y la desconfianza en el filmeEn definitiva, LA PRÓXIMA PIEL es una película más que interesante, con sello propio y unas interpretaciones tremendas por parte de Emma Suárez y Álex Monner. Además, también podemos aprender mucho del proceso de acogida en una familia, labor que hay que agradecer a educadores e integradores sociales y que, como podréis comprobar, un ensamblaje delicado de parte de dos realidades que desean ser una de nuevo. No os la perdáis.
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Published on October 26, 2016 14:58

October 20, 2016

Crítica: INFERNO

Hay veces que las adaptaciones de según qué novelas no deberían llegar a la pantalla grande. Es el caso que hoy nos ocupa, donde lo único destacable es la aparición de Tom Hanks y Felicity Jones, que tampoco pasarán a la historia por sus interpretaciones. Un thriller lineal que no se lo cree ni el que lo ha escrito. Esta semana hemos visto: INFERNO.

De la franquicia de El Código da Vinci y Ángeles y Demonios de Dan Brown, no se esperaba demasiado ya. Una fórmula agotada y anclada en el pasado que tuvo su momento hace algunos años. La historia de INFERNO vuelve a darle vueltas al asunto de la supervivencia, de un virus súper mortal que erradicará la población del mundo a la mitad y de un profesor que es más listo que nadie y siempre va por delante, curiosamente fruto de casualidades que se dan justo en el momento adecuado. Qué cosas. Además, parte con la ayuda de una doctora (Felicity Jones) que complementa su suerte y que, como Tom Hanks, se desentiende de la película, más que nada porque ni el guión ni los personajes pueden dar más de sí.
Un ir y venir por Florencia, espectacular por cierto, que no tiene ni pies ni cabeza. Un thriller lineal que de vez en cuando da unos giros de trama que se ven a tres kilómetros y que, por lo tanto, tampoco sorprenden. Y eso es lo de menos, el problema es que al espectador tanto le da lo que suceda tras asistir y preguntarse muchas veces cómo demonios salen de los problemas con relativa facilidad y ridiculez. Parece ser que los círculos policiales se los salva cualquiera, o que siempre aparece alguien que te da la pista indicada, porque, claro, los protagonistas son más listos que nadie y casi clarividentes.
Por desgracia, ni Tom Hanks ni Felicity Jones logran salvar este despropósito de thriller lineal El uso de los secundarios, a excepción de Irrfan Khan, es ridículo y tan prescindible como la película en sí. Villanos de medio pelo que se dan cuenta de la que han montado y deciden aliarse para ponerle fin al virus mortal junto a los protagonistas. Al menos a los protagonistas no se les obliga a mantener una aventura amorosa, algo que hubiera sido más forzado que la propia trama. Y es que INFERNO vive de ridículos giros de guión para intentar mantener la atención de un espectador que mira de un lado hacia otro, como si en un partido de tenis se tratara, para tratar de entender cómo Ron Howard, su director, ha decidido llevar esto a la gran pantalla.
Dinero, claro. Dan Brown todavía tiene cierto tirón y El Código da Vinci y Ángeles y Demonios tuvieron buenas cifras, a pesar de ser también malas. Por lo que cabe esperar que INFERNO también se gane su buena taquilla. Eso sí, es el final para este tipo de películas a las que no salva ni Tom Hanks ni Felicity Jones. El protagonista de Forrest Gump está correcto, aunque en ningún momento su personaje pegue con él; en cuanto a Felicity Jones, bueno, la actriz de Un monstruo viene a verme y la futura protagonista de Rogue One, el spin-off de la Guerra de las Galaxias, tampoco se le ve demasiado cómoda. Ambos se mantienen lejos de sus protagonistas y nunca llegan a creérselos, entre otras cosas porque el guión no es para menos.
Son tan listos que llegan antes a todos los lugares y descubren pistas súper originalesEn definitiva, mucha gente irá a verla y todo el mundo la olvidará enseguida. Un thriller con aspiraciones a blockbuster que es lineal, no sorprende y tampoco entretiene en exceso. Esperemos que sea el final de una era en la que estas películas tuvieron mejor acogida años atrás. Iréis a verla porque es Tom Hanks y Felicity Jones, pero nada más.
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Published on October 20, 2016 03:40

October 19, 2016

Crítica: FLORENCE FOSTER JENKINS

Con 19 nominaciones y 3 Oscar en su haber, cualquier película en la que Meryl Streep aparezca es digna de verse. Si además explota su calidad dándole a las cuerdas vocales y en clave de comedia, se convierte en una de las actrices más versátiles de nunca. Esta vez le toca ser la peor cantante del mundo, y lo consigue. Esta semana hemos visto: FLORENCE FOSTER JENKINS.

Stephen Frears (Philomena), nos trae una comedia en clave musical en la que Meryl Streep reina y domina como siempre desde hace cuarenta años. Esta vez es Florence Foster Jenkins, una acaudalada mujer con aspiraciones de soprano que es un desastre pero que, con dinero San Pedro canta también, consigue dar conciertos y salir por la puerta grande. Eso es gracias a su atento marido (Hugh Grant), casado con ella espiritualmente pero cuyo lecho calienta otra mujer. Él se desvive a la sombra de Florence y la protege contra todo mal, véase las malas críticas.
Para su profesor de canto, Florence canta como los ángeles. Coge el dinero y correA finales de siglo pasado, Florence Foster Jenkins consiguió cantar incluo en el mismísimo Carnegie Hall de Nueva York. Como ella misma dijo, y resume muy bien su estilo de vida: "La gente puede decir que no sé cantar, pero nadie podrá decir nunca que no canté". Fundó el Club Verdi e hizo de la música algo importante en la época, vendió muchísimos discos y llenaba sus auditorios. Sin embargo, su falta de ritmo y el desastre vocal hizo que la crítica le machacara, algo que su marido, Bayfield, trató de ocultar mediante sobornos a los críticos que acudían a sus espectáculos. Florence Foster Jenkins era un personaje que creía en ella misma y tenía la firme convicción de que cantaba como los ángeles. Al fin y al cabo, lo que la película trata de decirnos es que "querer es poder". Y con eso hay que quedarse.
FLORENCE FOSTER JENKINS es una comedia, sí, pero roza lo dramático y es intimista, sobre todo cuando Meryl Streep canta y el espectador sufre por las reacciones de la gente que lo escucha. De igual manera, su relación con Hugh Grant alcanza otro nivel de romanticismo, quizás de las mejores actuaciones del galán inglés, desvivido y acongojado a la vez por que Florence no sufra. Interesante, pues, que Meryl Streep no sea la principal función de la obra (algo a lo que nos suele acostumbrar, pues su luz destella con gran fuerza siempre), y es que los secundarios, empezando con Hugh Grant y acabando por el soprendente Simon Helberg (Wolowitz de The Big Bang Theory).
El amor que sienten el uno por el otro lo siente el espectador. Brillante Hugh GrantDe Hugh Grant podemos decir que se ha reconvertido en un galán por el que no pasan los años, pero su tacto y contención, dejando atrás tics de los años noventa, así como su amor real y místico por Florence hace que el espectador sienta real empatía por su personaje. Bien por él, esperamos verle más en la pantalla grande. Por otra parte, sorpresa y robaplanos en cada una de las escenas en las que aparece, tenemos el primer gran papel de Simon Helberg, inolvidable Howard Wolowitz que, precisamente, nos hace olvidar su papel en The Big Bang Theory y se convierte en Cosmé McMoon, el pianista que acompaña a Florence en sus conciertos. Su gestualidad, sosiego y dulzura cautiva cómicamente. Bien por él.
Pero, lógicamente, no podemos hablar de Florence sin Meryl Streep, a la caza de su vigésima nominación, sí 20, que demuestra que sabe hacer mal lo que hace bien. Y es que la capacidad vocal de la actriz de 67 años se manifiesta en películas como Mamma Mía!, Into the Woods o Ricki. En este caso, su trabajo es hacerlo mal, y consigue ser la mejor peor cantante de ópera de la historia. Lo que no haga esta mujer no puede hacerlo nadie, y es así. Por lo demás, FLORENCE FOSTER JENKINS es una película bien rodada que sabe entrelazar lo cómico y lo triste (por lo patético) con maestría. Se recrea a la perfección el vestuario y escenarios del Siglo XX y la música de Alexandre Desplat es brillante.
Simon Helberg, la sorpresa de la película, en una gran actuación que le abrirá muchas puertasFLORENCE FOSTER JENKINS es una película que gustará a los amantes de la comedia y los biopics. De cómo la peor cantante de ópera del mundo consiguió llenar auditorios y vender miles de discos. De cómo la tenacidad y el amor se abre paso ante los obstáculos y de que Meryl Streep es la más grande en una película en la que también brillan los secundarios. Echadle un vistazo.
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Published on October 19, 2016 13:06

October 17, 2016

Crítica: LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS

Enmascarada tras una animación infantil, nos llega una propuesta de Seth Rogen, tan gamberra y extrema que no deja títere con cabeza. De ahora en adelante, ya no miraremos los productos de supermercado de la misma manera que antes. Por supuesto, no es apta para menores de 16, así que id con cuidado porque nada es lo que parece. Esta semana hemos visto: LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS.

Que Seth Rogen levanta ampollas con sus propuestas ya es algo que entra en la normalidad (véase The Interview y la que se lió con los coreanos). Dirigida por Conrad Vernon y Greg Tiernan, y con las voces de algunas estrellas de Hollywood, como el propio Seth Rogen, Jonah Hill, Salma Hayek, Edward Norton y algunos más, la historia se centra en un envase de salchichas que desean ser compradas para así ir al "más allá" a disfrutar de una vida plagada de sueños y emociones nuevas. Y si es al lado de los bollitos con las que comparten balda en el supermercado, mejor. Ya me entendéis.
El bollito y la salchicha solo se han metido la puntita, por aquello de la ira de los dioses. ¿Lo pilláis?Podemos decir que LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS es un Ted, muy pasado de rosca, que traspasa toda clase de límites de lo desagradable. Orgías, sexo explícito, carnicerías y escenas asquerosas (como la de hablar con un preservativo usado), drogas, ateísmo puro y duro y todo tipo de clichés que se utilizan para hacer reír al público y que en su mayoría suelen funcionar. Las pretensiones de la película son hacernos reír, y ya te digo que funciona, y fundamentalmente hacernos pensar, esto ya según el espíritu crítico de cada uno. En todo caso, se convierte en una de las películas de animación que más darán que hablar últimamente.
En un sistema capitalista como el nuestro, en el que almacenamos y compramos sin cesar, arrastrados por unos hilos y creencias que nos empujan a hacerlo sin ni siquiera pensar las consecuencias, y guiados por un ser superior (llámese dioses y demás sucedáneos), LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS viene para abrirnos los ojos y pegarnos un guantazo a base de carcajadas y escenas políticamente incorrectas, algunas con israelíes y palestinos en el ajo. En el filme podemos comprobar que no hay más ciego que el que no quiere ver, a pesar de los avisos que se dan acerca de los dioses humanos y de las penurias que les esperan en el "más allá". Sin embargo, ¿qué puede hacer un producto de balda de supermercado para evitar ser comprado por los dioses?
Algunas escenas son crudas y violentas, con sexo explícito y lenguaje obsceno. No hace falta decir másLA FIESTA DE LAS SALCHICHAS tiene grandes escenas, algunas realmente crudas, genialidades que nos transportan hacia la mismísima guerra, donde vemos productos en las últimas intentando meterse el contenido de nuevo en el envase, o cuando se dan cuenta de la cruda realidad del "más allá" con esa pobre patata, a la que despellejan y echan a la olla los dioses, también llamados humanos. Por supuesto, hay villano, nada menos que una ducha vaginal que hace bueno aquello de "en tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera". Un producto, por cierto, que ni siquiera las mujeres sabían que existía, pero que da buena muestra de las cotas de obscenidad y gamberrismo de las que hace gala la película.
Pero eso es algo que el que va a ver la película ya sabe, excepto algún que otro energúmeno que se hace llamar progenitor y lleva a sus queridos niños a ver lo que aparentemente es una película de animación con una simpática salchicha de protagonista. Cinco minutos después han de salir de la sala huyendo despavoridos, y en nuestro caso algunos aguantaron casi hasta el final, algo que demuestra que no todo el mundo debería ser padre. Repito: ni se os ocurra llevar a los niños a ver esta película. Cuenta la leyenda que si aguantáis hasta el final sin llevaros a los niños, el acomodador os entregará una chapa al "padre/madre del año, además de las miradas reprobatorias de todos los asistentes a la película.
Una de las mejores escenas, proyectando una auténtica masacre en la que los productos perecenEn definitiva, LA FIESTA DE LAS SALCHICAS es una interesante película de animación que os hará reír a carcajadas y os mostrará escenas brutales, de sexo y violencia explícita, tacos por doquier y algunos mensajes que no debería pasar desapercibidos. Tiene escenas realmente buenas y un guión bastante consistente, a pesar de algunas idas de olla y gags que no hacen tanta gracia. Pero, por lo general, os divertiréis con ella. No os la perdáis.
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Published on October 17, 2016 12:40

October 13, 2016

Crítica: UN MONSTRUO VIENE A VERME

Tras El orfanato y Lo imposible, Juan Antonio Bayona se ha ganado el derecho de ser uno de los realizadores españoles más importantes del momento. Lo que está claro es que el público se ha entregado y ha acudido en masa a los cines para disfrutar de una historia con muchos mensajes. Otra oda a la relación materno-filial que logrará emocionar al espectador. Esta semana hemos visto: UN MONSTRUO VIENE A VERME.

Juan Antonio Bayona dirige un melodrama de fantasía gracias al cuento infantil de un Patrick Ness que también ha escrito el guión. Un niño llamado Connor pasa uno de los peores momentos de su vida: rabia, frustración, acoso escolar... Un adolescente en apuros, vaya, su mundo se tambalea hasta que aparece un terapeuta en forma de árbol y cuentacuentos; tres de ellos les serán contados a cambio de que el pequeño cuente el cuarto y último. Demoledor, preparad los pañuelos.
Connor (Lewis MacDougall), es un niño, aunque más bien todo un adulto que ha crecido antes de tiempo viendo cómo su madre (Felicity Jones) se consumía año tras año debido a una enfermedad. Con una abuela (Sigourney Weaver) rígida y recta como pocas, y con la que no se lleva bien, Connor ve cómo se acerca el abismo y no puede detenerlo. Además, sin apoyo de la figura paterna, al que dejan por los suelos, por cierto, algo que aporta un mayor infortunio en la situación del niño, que es directamente proporcional a la empatía que genera en el espectador. Es uno de los aciertos de UN MONSTRUO VIENE A VERME, quizás el que más.
Felicity Jones es la madre de Connor, vital en el desarrollo de su infancia y eje central de la tramaPero la película de Bayona cuenta con un elemento de originalidad lleno de fantasía que la desmarca de una película dramática como cualquier otra. El monstruo, con voz de Liam Neeson, hurga en la herida de Connor y lo transporta a un viaje a través de sus miedos. Brillante y magnífico el árbol que gana vida con efectos aplastantes y reververantes, una calidad y detallismo que emociona no solo por su aspecto, sino también por la factura técnica de unos cuentos de acuarela que son tan bellos y didácticos como dolorosos. Unos cuentos que guían a Connor hacia una madurez que explota tras todos los golpes sufridos en su corta etapa.
UN MONSTRUO VIENE A VERME sabe explotar las emociones, no solo de Connor y de su abuela, sino del espectador. Quizás de un modo demasiado evidente, sí, pero la fuerza de las imágenes y de las escenas hacen que despierte la empatía en el espectador. Para ese entonces ya habéis sacado los pañuelos. Podemos decir que Bayona es un maestro del drama y de las relaciones materno-filiales que, además, ha logrado sacar lo mejor de Lewis MacDougall, Felicity Jones y Sigourney Weaver; un elenco de actores que, junto al monstruo de Liam Neeson, consigue emocionar y guiarnos en el camino de la pérdida. La solidez de la película es incuestionable hasta en los momentos de fantasía, donde la destrucción y las fábulas logran hacernos temblar y enseñarnos más de una lección.
El monstruo es como Groot de guardianes de la galaxia, aunque tiene más mala leche, diría yoLewis MacDougall evoluciona junto a su personaje, un comienzo algo dubitativo que se queda solo en eso, puesto que el actor es casi lo mejor de la película. Felicity Jones en su papel de madre logra aportar el toque lacrimógeno que todo drama ha de tener; la actriz de La Teoria del Todo sabe arrancar las lágrimas de un espectador que logrará a duras penas mantener el tipo en sus escenas. Sigourney Weaver es la abuela recta con la que Connor choca una y otra vez, una actriz veterana que engrandece el conjunto allá donde va. Pero si de alguien hay que hablar, y luce como nadie, es del monstruo. Una bestia que se alza dentro de nosotros, que nos mira a los ojos y nos aterroriza con su verdad. Una verdad en forma de fábulas que golpean una tras otra para llevarnos de la adolescencia al despertar de la vida.
Unas escenas que revitalizan el filme y aportan una fuerza tremenda cuando desata su poder. Los efectos especiales del monstruo son increíbles y la compenetración con Connor es evidente. Crudeza y realidad unidas en un monstruo que viene a verle a él, pero que en realidad viene a vernos a todos. UN MONSTRUO VIENE A VERME a veces es sensacionalista, sí, pero a Bayona le gusta tocar la fibra y ahondar en los sentimientos de sus espectadores. Conmover y emocionar, eso es cine, faltaría más. No hay que comentar, por tanto, que es la mejor película de Bayona hasta el momento. Y supongo que sabréis que la próxima de Jurassic World vendrá de su mano. Deseando estamos de ver lo que puede hacer con un presupuesto tan alto.
La evolución de Connor, su despertar, tienen mucho que ver con la visita del monstruo y sus fábulasEn definitiva, UN MONSTRUO VIENE A VERME es un viaje hacia nuestro mundo interior y un paseo por nuestros miedos. Una película que enseña y conmueve a partes iguales, que emociona y entristece, que sabe golpear donde más duele y lo hace a ritmo de fantasía y drama, convirtiéndose en una de las mejores películas del momento. Bayona es uno de los grandes directores españoles, se lo ha ganado a pulso. Id a ver al monstruo sin falta.
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Published on October 13, 2016 12:49