Félix A. Bas's Blog, page 110
October 20, 2016
Crítica: INFERNO
Hay veces que las adaptaciones de según qué novelas no deberían llegar a la pantalla grande. Es el caso que hoy nos ocupa, donde lo único destacable es la aparición de Tom Hanks y Felicity Jones, que tampoco pasarán a la historia por sus interpretaciones. Un thriller lineal que no se lo cree ni el que lo ha escrito. Esta semana hemos visto: INFERNO.
De la franquicia de El Código da Vinci y Ángeles y Demonios de Dan Brown, no se esperaba demasiado ya. Una fórmula agotada y anclada en el pasado que tuvo su momento hace algunos años. La historia de INFERNO vuelve a darle vueltas al asunto de la supervivencia, de un virus súper mortal que erradicará la población del mundo a la mitad y de un profesor que es más listo que nadie y siempre va por delante, curiosamente fruto de casualidades que se dan justo en el momento adecuado. Qué cosas. Además, parte con la ayuda de una doctora (Felicity Jones) que complementa su suerte y que, como Tom Hanks, se desentiende de la película, más que nada porque ni el guión ni los personajes pueden dar más de sí.
Un ir y venir por Florencia, espectacular por cierto, que no tiene ni pies ni cabeza. Un thriller lineal que de vez en cuando da unos giros de trama que se ven a tres kilómetros y que, por lo tanto, tampoco sorprenden. Y eso es lo de menos, el problema es que al espectador tanto le da lo que suceda tras asistir y preguntarse muchas veces cómo demonios salen de los problemas con relativa facilidad y ridiculez. Parece ser que los círculos policiales se los salva cualquiera, o que siempre aparece alguien que te da la pista indicada, porque, claro, los protagonistas son más listos que nadie y casi clarividentes.
Por desgracia, ni Tom Hanks ni Felicity Jones logran salvar este despropósito de thriller lineal El uso de los secundarios, a excepción de Irrfan Khan, es ridículo y tan prescindible como la película en sí. Villanos de medio pelo que se dan cuenta de la que han montado y deciden aliarse para ponerle fin al virus mortal junto a los protagonistas. Al menos a los protagonistas no se les obliga a mantener una aventura amorosa, algo que hubiera sido más forzado que la propia trama. Y es que INFERNO vive de ridículos giros de guión para intentar mantener la atención de un espectador que mira de un lado hacia otro, como si en un partido de tenis se tratara, para tratar de entender cómo Ron Howard, su director, ha decidido llevar esto a la gran pantalla.
Dinero, claro. Dan Brown todavía tiene cierto tirón y El Código da Vinci y Ángeles y Demonios tuvieron buenas cifras, a pesar de ser también malas. Por lo que cabe esperar que INFERNO también se gane su buena taquilla. Eso sí, es el final para este tipo de películas a las que no salva ni Tom Hanks ni Felicity Jones. El protagonista de Forrest Gump está correcto, aunque en ningún momento su personaje pegue con él; en cuanto a Felicity Jones, bueno, la actriz de Un monstruo viene a verme y la futura protagonista de Rogue One, el spin-off de la Guerra de las Galaxias, tampoco se le ve demasiado cómoda. Ambos se mantienen lejos de sus protagonistas y nunca llegan a creérselos, entre otras cosas porque el guión no es para menos.
Son tan listos que llegan antes a todos los lugares y descubren pistas súper originalesEn definitiva, mucha gente irá a verla y todo el mundo la olvidará enseguida. Un thriller con aspiraciones a blockbuster que es lineal, no sorprende y tampoco entretiene en exceso. Esperemos que sea el final de una era en la que estas películas tuvieron mejor acogida años atrás. Iréis a verla porque es Tom Hanks y Felicity Jones, pero nada más.

De la franquicia de El Código da Vinci y Ángeles y Demonios de Dan Brown, no se esperaba demasiado ya. Una fórmula agotada y anclada en el pasado que tuvo su momento hace algunos años. La historia de INFERNO vuelve a darle vueltas al asunto de la supervivencia, de un virus súper mortal que erradicará la población del mundo a la mitad y de un profesor que es más listo que nadie y siempre va por delante, curiosamente fruto de casualidades que se dan justo en el momento adecuado. Qué cosas. Además, parte con la ayuda de una doctora (Felicity Jones) que complementa su suerte y que, como Tom Hanks, se desentiende de la película, más que nada porque ni el guión ni los personajes pueden dar más de sí.
Un ir y venir por Florencia, espectacular por cierto, que no tiene ni pies ni cabeza. Un thriller lineal que de vez en cuando da unos giros de trama que se ven a tres kilómetros y que, por lo tanto, tampoco sorprenden. Y eso es lo de menos, el problema es que al espectador tanto le da lo que suceda tras asistir y preguntarse muchas veces cómo demonios salen de los problemas con relativa facilidad y ridiculez. Parece ser que los círculos policiales se los salva cualquiera, o que siempre aparece alguien que te da la pista indicada, porque, claro, los protagonistas son más listos que nadie y casi clarividentes.

Dinero, claro. Dan Brown todavía tiene cierto tirón y El Código da Vinci y Ángeles y Demonios tuvieron buenas cifras, a pesar de ser también malas. Por lo que cabe esperar que INFERNO también se gane su buena taquilla. Eso sí, es el final para este tipo de películas a las que no salva ni Tom Hanks ni Felicity Jones. El protagonista de Forrest Gump está correcto, aunque en ningún momento su personaje pegue con él; en cuanto a Felicity Jones, bueno, la actriz de Un monstruo viene a verme y la futura protagonista de Rogue One, el spin-off de la Guerra de las Galaxias, tampoco se le ve demasiado cómoda. Ambos se mantienen lejos de sus protagonistas y nunca llegan a creérselos, entre otras cosas porque el guión no es para menos.

Published on October 20, 2016 03:40
October 19, 2016
Crítica: FLORENCE FOSTER JENKINS
Con 19 nominaciones y 3 Oscar en su haber, cualquier película en la que Meryl Streep aparezca es digna de verse. Si además explota su calidad dándole a las cuerdas vocales y en clave de comedia, se convierte en una de las actrices más versátiles de nunca. Esta vez le toca ser la peor cantante del mundo, y lo consigue. Esta semana hemos visto: FLORENCE FOSTER JENKINS.
Stephen Frears (Philomena), nos trae una comedia en clave musical en la que Meryl Streep reina y domina como siempre desde hace cuarenta años. Esta vez es Florence Foster Jenkins, una acaudalada mujer con aspiraciones de soprano que es un desastre pero que, con dinero San Pedro canta también, consigue dar conciertos y salir por la puerta grande. Eso es gracias a su atento marido (Hugh Grant), casado con ella espiritualmente pero cuyo lecho calienta otra mujer. Él se desvive a la sombra de Florence y la protege contra todo mal, véase las malas críticas.
Para su profesor de canto, Florence canta como los ángeles. Coge el dinero y correA finales de siglo pasado, Florence Foster Jenkins consiguió cantar incluo en el mismísimo Carnegie Hall de Nueva York. Como ella misma dijo, y resume muy bien su estilo de vida: "La gente puede decir que no sé cantar, pero nadie podrá decir nunca que no canté". Fundó el Club Verdi e hizo de la música algo importante en la época, vendió muchísimos discos y llenaba sus auditorios. Sin embargo, su falta de ritmo y el desastre vocal hizo que la crítica le machacara, algo que su marido, Bayfield, trató de ocultar mediante sobornos a los críticos que acudían a sus espectáculos. Florence Foster Jenkins era un personaje que creía en ella misma y tenía la firme convicción de que cantaba como los ángeles. Al fin y al cabo, lo que la película trata de decirnos es que "querer es poder". Y con eso hay que quedarse.
FLORENCE FOSTER JENKINS es una comedia, sí, pero roza lo dramático y es intimista, sobre todo cuando Meryl Streep canta y el espectador sufre por las reacciones de la gente que lo escucha. De igual manera, su relación con Hugh Grant alcanza otro nivel de romanticismo, quizás de las mejores actuaciones del galán inglés, desvivido y acongojado a la vez por que Florence no sufra. Interesante, pues, que Meryl Streep no sea la principal función de la obra (algo a lo que nos suele acostumbrar, pues su luz destella con gran fuerza siempre), y es que los secundarios, empezando con Hugh Grant y acabando por el soprendente Simon Helberg (Wolowitz de The Big Bang Theory).
El amor que sienten el uno por el otro lo siente el espectador. Brillante Hugh GrantDe Hugh Grant podemos decir que se ha reconvertido en un galán por el que no pasan los años, pero su tacto y contención, dejando atrás tics de los años noventa, así como su amor real y místico por Florence hace que el espectador sienta real empatía por su personaje. Bien por él, esperamos verle más en la pantalla grande. Por otra parte, sorpresa y robaplanos en cada una de las escenas en las que aparece, tenemos el primer gran papel de Simon Helberg, inolvidable Howard Wolowitz que, precisamente, nos hace olvidar su papel en The Big Bang Theory y se convierte en Cosmé McMoon, el pianista que acompaña a Florence en sus conciertos. Su gestualidad, sosiego y dulzura cautiva cómicamente. Bien por él.
Pero, lógicamente, no podemos hablar de Florence sin Meryl Streep, a la caza de su vigésima nominación, sí 20, que demuestra que sabe hacer mal lo que hace bien. Y es que la capacidad vocal de la actriz de 67 años se manifiesta en películas como Mamma Mía!, Into the Woods o Ricki. En este caso, su trabajo es hacerlo mal, y consigue ser la mejor peor cantante de ópera de la historia. Lo que no haga esta mujer no puede hacerlo nadie, y es así. Por lo demás, FLORENCE FOSTER JENKINS es una película bien rodada que sabe entrelazar lo cómico y lo triste (por lo patético) con maestría. Se recrea a la perfección el vestuario y escenarios del Siglo XX y la música de Alexandre Desplat es brillante.
Simon Helberg, la sorpresa de la película, en una gran actuación que le abrirá muchas puertasFLORENCE FOSTER JENKINS es una película que gustará a los amantes de la comedia y los biopics. De cómo la peor cantante de ópera del mundo consiguió llenar auditorios y vender miles de discos. De cómo la tenacidad y el amor se abre paso ante los obstáculos y de que Meryl Streep es la más grande en una película en la que también brillan los secundarios. Echadle un vistazo.

Stephen Frears (Philomena), nos trae una comedia en clave musical en la que Meryl Streep reina y domina como siempre desde hace cuarenta años. Esta vez es Florence Foster Jenkins, una acaudalada mujer con aspiraciones de soprano que es un desastre pero que, con dinero San Pedro canta también, consigue dar conciertos y salir por la puerta grande. Eso es gracias a su atento marido (Hugh Grant), casado con ella espiritualmente pero cuyo lecho calienta otra mujer. Él se desvive a la sombra de Florence y la protege contra todo mal, véase las malas críticas.

FLORENCE FOSTER JENKINS es una comedia, sí, pero roza lo dramático y es intimista, sobre todo cuando Meryl Streep canta y el espectador sufre por las reacciones de la gente que lo escucha. De igual manera, su relación con Hugh Grant alcanza otro nivel de romanticismo, quizás de las mejores actuaciones del galán inglés, desvivido y acongojado a la vez por que Florence no sufra. Interesante, pues, que Meryl Streep no sea la principal función de la obra (algo a lo que nos suele acostumbrar, pues su luz destella con gran fuerza siempre), y es que los secundarios, empezando con Hugh Grant y acabando por el soprendente Simon Helberg (Wolowitz de The Big Bang Theory).

Pero, lógicamente, no podemos hablar de Florence sin Meryl Streep, a la caza de su vigésima nominación, sí 20, que demuestra que sabe hacer mal lo que hace bien. Y es que la capacidad vocal de la actriz de 67 años se manifiesta en películas como Mamma Mía!, Into the Woods o Ricki. En este caso, su trabajo es hacerlo mal, y consigue ser la mejor peor cantante de ópera de la historia. Lo que no haga esta mujer no puede hacerlo nadie, y es así. Por lo demás, FLORENCE FOSTER JENKINS es una película bien rodada que sabe entrelazar lo cómico y lo triste (por lo patético) con maestría. Se recrea a la perfección el vestuario y escenarios del Siglo XX y la música de Alexandre Desplat es brillante.

Published on October 19, 2016 13:06
October 17, 2016
Crítica: LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS
Enmascarada tras una animación infantil, nos llega una propuesta de Seth Rogen, tan gamberra y extrema que no deja títere con cabeza. De ahora en adelante, ya no miraremos los productos de supermercado de la misma manera que antes. Por supuesto, no es apta para menores de 16, así que id con cuidado porque nada es lo que parece. Esta semana hemos visto: LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS.
Que Seth Rogen levanta ampollas con sus propuestas ya es algo que entra en la normalidad (véase The Interview y la que se lió con los coreanos). Dirigida por Conrad Vernon y Greg Tiernan, y con las voces de algunas estrellas de Hollywood, como el propio Seth Rogen, Jonah Hill, Salma Hayek, Edward Norton y algunos más, la historia se centra en un envase de salchichas que desean ser compradas para así ir al "más allá" a disfrutar de una vida plagada de sueños y emociones nuevas. Y si es al lado de los bollitos con las que comparten balda en el supermercado, mejor. Ya me entendéis.
El bollito y la salchicha solo se han metido la puntita, por aquello de la ira de los dioses. ¿Lo pilláis?Podemos decir que LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS es un Ted, muy pasado de rosca, que traspasa toda clase de límites de lo desagradable. Orgías, sexo explícito, carnicerías y escenas asquerosas (como la de hablar con un preservativo usado), drogas, ateísmo puro y duro y todo tipo de clichés que se utilizan para hacer reír al público y que en su mayoría suelen funcionar. Las pretensiones de la película son hacernos reír, y ya te digo que funciona, y fundamentalmente hacernos pensar, esto ya según el espíritu crítico de cada uno. En todo caso, se convierte en una de las películas de animación que más darán que hablar últimamente.
En un sistema capitalista como el nuestro, en el que almacenamos y compramos sin cesar, arrastrados por unos hilos y creencias que nos empujan a hacerlo sin ni siquiera pensar las consecuencias, y guiados por un ser superior (llámese dioses y demás sucedáneos), LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS viene para abrirnos los ojos y pegarnos un guantazo a base de carcajadas y escenas políticamente incorrectas, algunas con israelíes y palestinos en el ajo. En el filme podemos comprobar que no hay más ciego que el que no quiere ver, a pesar de los avisos que se dan acerca de los dioses humanos y de las penurias que les esperan en el "más allá". Sin embargo, ¿qué puede hacer un producto de balda de supermercado para evitar ser comprado por los dioses?
Algunas escenas son crudas y violentas, con sexo explícito y lenguaje obsceno. No hace falta decir másLA FIESTA DE LAS SALCHICHAS tiene grandes escenas, algunas realmente crudas, genialidades que nos transportan hacia la mismísima guerra, donde vemos productos en las últimas intentando meterse el contenido de nuevo en el envase, o cuando se dan cuenta de la cruda realidad del "más allá" con esa pobre patata, a la que despellejan y echan a la olla los dioses, también llamados humanos. Por supuesto, hay villano, nada menos que una ducha vaginal que hace bueno aquello de "en tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera". Un producto, por cierto, que ni siquiera las mujeres sabían que existía, pero que da buena muestra de las cotas de obscenidad y gamberrismo de las que hace gala la película.
Pero eso es algo que el que va a ver la película ya sabe, excepto algún que otro energúmeno que se hace llamar progenitor y lleva a sus queridos niños a ver lo que aparentemente es una película de animación con una simpática salchicha de protagonista. Cinco minutos después han de salir de la sala huyendo despavoridos, y en nuestro caso algunos aguantaron casi hasta el final, algo que demuestra que no todo el mundo debería ser padre. Repito: ni se os ocurra llevar a los niños a ver esta película. Cuenta la leyenda que si aguantáis hasta el final sin llevaros a los niños, el acomodador os entregará una chapa al "padre/madre del año, además de las miradas reprobatorias de todos los asistentes a la película.
Una de las mejores escenas, proyectando una auténtica masacre en la que los productos perecenEn definitiva, LA FIESTA DE LAS SALCHICAS es una interesante película de animación que os hará reír a carcajadas y os mostrará escenas brutales, de sexo y violencia explícita, tacos por doquier y algunos mensajes que no debería pasar desapercibidos. Tiene escenas realmente buenas y un guión bastante consistente, a pesar de algunas idas de olla y gags que no hacen tanta gracia. Pero, por lo general, os divertiréis con ella. No os la perdáis.

Que Seth Rogen levanta ampollas con sus propuestas ya es algo que entra en la normalidad (véase The Interview y la que se lió con los coreanos). Dirigida por Conrad Vernon y Greg Tiernan, y con las voces de algunas estrellas de Hollywood, como el propio Seth Rogen, Jonah Hill, Salma Hayek, Edward Norton y algunos más, la historia se centra en un envase de salchichas que desean ser compradas para así ir al "más allá" a disfrutar de una vida plagada de sueños y emociones nuevas. Y si es al lado de los bollitos con las que comparten balda en el supermercado, mejor. Ya me entendéis.

En un sistema capitalista como el nuestro, en el que almacenamos y compramos sin cesar, arrastrados por unos hilos y creencias que nos empujan a hacerlo sin ni siquiera pensar las consecuencias, y guiados por un ser superior (llámese dioses y demás sucedáneos), LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS viene para abrirnos los ojos y pegarnos un guantazo a base de carcajadas y escenas políticamente incorrectas, algunas con israelíes y palestinos en el ajo. En el filme podemos comprobar que no hay más ciego que el que no quiere ver, a pesar de los avisos que se dan acerca de los dioses humanos y de las penurias que les esperan en el "más allá". Sin embargo, ¿qué puede hacer un producto de balda de supermercado para evitar ser comprado por los dioses?

Pero eso es algo que el que va a ver la película ya sabe, excepto algún que otro energúmeno que se hace llamar progenitor y lleva a sus queridos niños a ver lo que aparentemente es una película de animación con una simpática salchicha de protagonista. Cinco minutos después han de salir de la sala huyendo despavoridos, y en nuestro caso algunos aguantaron casi hasta el final, algo que demuestra que no todo el mundo debería ser padre. Repito: ni se os ocurra llevar a los niños a ver esta película. Cuenta la leyenda que si aguantáis hasta el final sin llevaros a los niños, el acomodador os entregará una chapa al "padre/madre del año, además de las miradas reprobatorias de todos los asistentes a la película.

Published on October 17, 2016 12:40
October 13, 2016
Crítica: UN MONSTRUO VIENE A VERME
Tras El orfanato y Lo imposible, Juan Antonio Bayona se ha ganado el derecho de ser uno de los realizadores españoles más importantes del momento. Lo que está claro es que el público se ha entregado y ha acudido en masa a los cines para disfrutar de una historia con muchos mensajes. Otra oda a la relación materno-filial que logrará emocionar al espectador. Esta semana hemos visto: UN MONSTRUO VIENE A VERME.
Juan Antonio Bayona dirige un melodrama de fantasía gracias al cuento infantil de un Patrick Ness que también ha escrito el guión. Un niño llamado Connor pasa uno de los peores momentos de su vida: rabia, frustración, acoso escolar... Un adolescente en apuros, vaya, su mundo se tambalea hasta que aparece un terapeuta en forma de árbol y cuentacuentos; tres de ellos les serán contados a cambio de que el pequeño cuente el cuarto y último. Demoledor, preparad los pañuelos.
Connor (Lewis MacDougall), es un niño, aunque más bien todo un adulto que ha crecido antes de tiempo viendo cómo su madre (Felicity Jones) se consumía año tras año debido a una enfermedad. Con una abuela (Sigourney Weaver) rígida y recta como pocas, y con la que no se lleva bien, Connor ve cómo se acerca el abismo y no puede detenerlo. Además, sin apoyo de la figura paterna, al que dejan por los suelos, por cierto, algo que aporta un mayor infortunio en la situación del niño, que es directamente proporcional a la empatía que genera en el espectador. Es uno de los aciertos de UN MONSTRUO VIENE A VERME, quizás el que más.
Felicity Jones es la madre de Connor, vital en el desarrollo de su infancia y eje central de la tramaPero la película de Bayona cuenta con un elemento de originalidad lleno de fantasía que la desmarca de una película dramática como cualquier otra. El monstruo, con voz de Liam Neeson, hurga en la herida de Connor y lo transporta a un viaje a través de sus miedos. Brillante y magnífico el árbol que gana vida con efectos aplastantes y reververantes, una calidad y detallismo que emociona no solo por su aspecto, sino también por la factura técnica de unos cuentos de acuarela que son tan bellos y didácticos como dolorosos. Unos cuentos que guían a Connor hacia una madurez que explota tras todos los golpes sufridos en su corta etapa.
UN MONSTRUO VIENE A VERME sabe explotar las emociones, no solo de Connor y de su abuela, sino del espectador. Quizás de un modo demasiado evidente, sí, pero la fuerza de las imágenes y de las escenas hacen que despierte la empatía en el espectador. Para ese entonces ya habéis sacado los pañuelos. Podemos decir que Bayona es un maestro del drama y de las relaciones materno-filiales que, además, ha logrado sacar lo mejor de Lewis MacDougall, Felicity Jones y Sigourney Weaver; un elenco de actores que, junto al monstruo de Liam Neeson, consigue emocionar y guiarnos en el camino de la pérdida. La solidez de la película es incuestionable hasta en los momentos de fantasía, donde la destrucción y las fábulas logran hacernos temblar y enseñarnos más de una lección.
El monstruo es como Groot de guardianes de la galaxia, aunque tiene más mala leche, diría yoLewis MacDougall evoluciona junto a su personaje, un comienzo algo dubitativo que se queda solo en eso, puesto que el actor es casi lo mejor de la película. Felicity Jones en su papel de madre logra aportar el toque lacrimógeno que todo drama ha de tener; la actriz de La Teoria del Todo sabe arrancar las lágrimas de un espectador que logrará a duras penas mantener el tipo en sus escenas. Sigourney Weaver es la abuela recta con la que Connor choca una y otra vez, una actriz veterana que engrandece el conjunto allá donde va. Pero si de alguien hay que hablar, y luce como nadie, es del monstruo. Una bestia que se alza dentro de nosotros, que nos mira a los ojos y nos aterroriza con su verdad. Una verdad en forma de fábulas que golpean una tras otra para llevarnos de la adolescencia al despertar de la vida.
Unas escenas que revitalizan el filme y aportan una fuerza tremenda cuando desata su poder. Los efectos especiales del monstruo son increíbles y la compenetración con Connor es evidente. Crudeza y realidad unidas en un monstruo que viene a verle a él, pero que en realidad viene a vernos a todos. UN MONSTRUO VIENE A VERME a veces es sensacionalista, sí, pero a Bayona le gusta tocar la fibra y ahondar en los sentimientos de sus espectadores. Conmover y emocionar, eso es cine, faltaría más. No hay que comentar, por tanto, que es la mejor película de Bayona hasta el momento. Y supongo que sabréis que la próxima de Jurassic World vendrá de su mano. Deseando estamos de ver lo que puede hacer con un presupuesto tan alto.
La evolución de Connor, su despertar, tienen mucho que ver con la visita del monstruo y sus fábulasEn definitiva, UN MONSTRUO VIENE A VERME es un viaje hacia nuestro mundo interior y un paseo por nuestros miedos. Una película que enseña y conmueve a partes iguales, que emociona y entristece, que sabe golpear donde más duele y lo hace a ritmo de fantasía y drama, convirtiéndose en una de las mejores películas del momento. Bayona es uno de los grandes directores españoles, se lo ha ganado a pulso. Id a ver al monstruo sin falta.

Juan Antonio Bayona dirige un melodrama de fantasía gracias al cuento infantil de un Patrick Ness que también ha escrito el guión. Un niño llamado Connor pasa uno de los peores momentos de su vida: rabia, frustración, acoso escolar... Un adolescente en apuros, vaya, su mundo se tambalea hasta que aparece un terapeuta en forma de árbol y cuentacuentos; tres de ellos les serán contados a cambio de que el pequeño cuente el cuarto y último. Demoledor, preparad los pañuelos.
Connor (Lewis MacDougall), es un niño, aunque más bien todo un adulto que ha crecido antes de tiempo viendo cómo su madre (Felicity Jones) se consumía año tras año debido a una enfermedad. Con una abuela (Sigourney Weaver) rígida y recta como pocas, y con la que no se lleva bien, Connor ve cómo se acerca el abismo y no puede detenerlo. Además, sin apoyo de la figura paterna, al que dejan por los suelos, por cierto, algo que aporta un mayor infortunio en la situación del niño, que es directamente proporcional a la empatía que genera en el espectador. Es uno de los aciertos de UN MONSTRUO VIENE A VERME, quizás el que más.

UN MONSTRUO VIENE A VERME sabe explotar las emociones, no solo de Connor y de su abuela, sino del espectador. Quizás de un modo demasiado evidente, sí, pero la fuerza de las imágenes y de las escenas hacen que despierte la empatía en el espectador. Para ese entonces ya habéis sacado los pañuelos. Podemos decir que Bayona es un maestro del drama y de las relaciones materno-filiales que, además, ha logrado sacar lo mejor de Lewis MacDougall, Felicity Jones y Sigourney Weaver; un elenco de actores que, junto al monstruo de Liam Neeson, consigue emocionar y guiarnos en el camino de la pérdida. La solidez de la película es incuestionable hasta en los momentos de fantasía, donde la destrucción y las fábulas logran hacernos temblar y enseñarnos más de una lección.

Unas escenas que revitalizan el filme y aportan una fuerza tremenda cuando desata su poder. Los efectos especiales del monstruo son increíbles y la compenetración con Connor es evidente. Crudeza y realidad unidas en un monstruo que viene a verle a él, pero que en realidad viene a vernos a todos. UN MONSTRUO VIENE A VERME a veces es sensacionalista, sí, pero a Bayona le gusta tocar la fibra y ahondar en los sentimientos de sus espectadores. Conmover y emocionar, eso es cine, faltaría más. No hay que comentar, por tanto, que es la mejor película de Bayona hasta el momento. Y supongo que sabréis que la próxima de Jurassic World vendrá de su mano. Deseando estamos de ver lo que puede hacer con un presupuesto tan alto.

Published on October 13, 2016 12:49
October 10, 2016
Crítica: LOS SIETE MAGNÍFICOS
Una película donde comparten cartel Denzel Washington, Chris Pratt y Ethan Hawke nos asegura buenas dosis de diversión. Si además se trata de un western, la cosa se pone más interesante. El remake de Los siete samuráis rodado en el lejano oeste. Directa y contundente. Esta semana hemos visto: LOS SIETE MAGNÍFICOS.
Antoine Fuqua (Training Day o The Equalizer) ya ha trabajado con Denzel Washington y nunca decepciona. Tampoco lo hace en un western moderno que no huye de los clichés del género. Mucha acción, maniqueísmo y pólvora a raudales en una película que no escatima en dureza y que goza de una fotografía potente que reaviva facciones, sudor, suciedad y todos los elementos de un buen western. No faltan los pistoleros insuperables, secuencias de acción imposibles y, en definitiva, entretenimiento puro y duro durante algo más de dos horas.
Denzel Washington en un western derrochando carisma y balas. ¿Qué queremos más?Obviamente, como ocurre en muchas películas donde aparecen tantos personajes, las interpretaciones de los siete magníficos no tienen el mismo peso o importancia, quedando la mayoría en la superfície menos los eficaces Denzel Washington, Chris Pratt y Ethan Hawke. Al primero siempre es un placer verlo en la gran pantalla, aportando carisma y seguridad en un personaje que clama venganza enmascarada tras el velo del buen samaritano. Chris Pratt es el actor de moda, ya en Guardianes de la Galaxia sorprendió y en Jurassic World convenció, postulándose para el próximo Indiana Jones y aportando a LOS SIETE MAGNÍFICOS la mayor cantidad de escenas de humor, por no decir que es lo mejor del filme.
Ethan Hawke y el resto se presentan con mayor premura; mención especial para el villano, un Peter Sarsgaard bien interpretado y que logra despertar cierto odio en el espectador, sin duda un buen trabajo por parte del actor. La narración es ágil y aunque el guión puede pecar de ser predecible, monta la base de lo que va a ser una escabechina de cuidado en la parte final del metraje, sin duda la más espectacular e interesante, donde la sangre, la crudeza y los tiroteos se suceden sin cesar, dando al espectador la satisfacción de asistir a uno de los mejores blockbusters del verano, o de lo que ya queda de él.
Chris Pratt, presente y futuro de las películas de acción, de lo mejor de la películaEn LOS SIETE MAGNÍFICOS se mezcla la acción con unos personajes carismáticos que luchan junto a un pueblo contra un villano rico que se dedica a atormentar a los pueblerinos y a explotar sus minas, enriquenciéndose a su costa y pagando a pistoleros para que proteja y coaccionen. El guión es de manual de primero de Western, pero las escenas de acción y su desarrollo convence, y mucho, algo que Antoine Fuqua parece dominar a la perfección. También predomina el buen humor, por encima de una época dura en la que se podía perder la vida por una mala mirada. En aportar toque cómico al asunto no hay otro como Chris Pratt, quien parece estar muy cómodo en papeles como este.
El equipo de Antoine Fuqua recrea el lejano oeste con gran acierto, no solo con una gran fotografía, que recrea la suciedad, la sangre y los bares de mala muerte, sino un vestuario muy cuidado y algunos de los males de la época, como el racismo y el machismo. Cuesta creer que se viviera así hace tan solo un par de siglos, pero LOS SIETE MAGNÍFICOS, como tantas otras películas del estilo, se encarga de recordarnos que las armas las carga el diablo, y que la esperanza de vida de la época era demasiado corta. Que el que mejor vivía fuera el enterrador habla bastante bien del tema.
Los siete magníficos, algunos con más peso que otros, pero todos dignos de tal nombreEn definitiva, LOS SIETE MAGNÍFICOS nos da lo que buscamos, que no es otra cosa que el carisma de siete superhéroes con pistola, acción a raudales, sentido del humor y entretenimiento puro y duro. Es una película sencilla, clara y directa, no intenta engañarnos y nos satisface, puesto que en ningún momento nos aburre. Además, siempre es un placer ver a Denzel Washington y a Chris Pratt divirtiéndose. Unámonos a la fiesta, pues.

Antoine Fuqua (Training Day o The Equalizer) ya ha trabajado con Denzel Washington y nunca decepciona. Tampoco lo hace en un western moderno que no huye de los clichés del género. Mucha acción, maniqueísmo y pólvora a raudales en una película que no escatima en dureza y que goza de una fotografía potente que reaviva facciones, sudor, suciedad y todos los elementos de un buen western. No faltan los pistoleros insuperables, secuencias de acción imposibles y, en definitiva, entretenimiento puro y duro durante algo más de dos horas.

Ethan Hawke y el resto se presentan con mayor premura; mención especial para el villano, un Peter Sarsgaard bien interpretado y que logra despertar cierto odio en el espectador, sin duda un buen trabajo por parte del actor. La narración es ágil y aunque el guión puede pecar de ser predecible, monta la base de lo que va a ser una escabechina de cuidado en la parte final del metraje, sin duda la más espectacular e interesante, donde la sangre, la crudeza y los tiroteos se suceden sin cesar, dando al espectador la satisfacción de asistir a uno de los mejores blockbusters del verano, o de lo que ya queda de él.

El equipo de Antoine Fuqua recrea el lejano oeste con gran acierto, no solo con una gran fotografía, que recrea la suciedad, la sangre y los bares de mala muerte, sino un vestuario muy cuidado y algunos de los males de la época, como el racismo y el machismo. Cuesta creer que se viviera así hace tan solo un par de siglos, pero LOS SIETE MAGNÍFICOS, como tantas otras películas del estilo, se encarga de recordarnos que las armas las carga el diablo, y que la esperanza de vida de la época era demasiado corta. Que el que mejor vivía fuera el enterrador habla bastante bien del tema.

Published on October 10, 2016 13:17
October 5, 2016
Crítica: EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES
Uno de los directores que más polémicas desata es Tim Burton. Muchos esperan sus películas año tras años y otros tantos son los que se decepcionan cuando las ven. La adaptación de una novela de éxito vuelve a caer a unas manos que parecen haber haber perdido el toque mágico con el que nos encandiló en el pasado. Esta semana hemos visto: EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES.
Sí, a Tim Burton le va lo friki, ya lo demostró con Eduardo Manostijeras, un clásico brillante como Pesadilla antes de Navidad, Beetlejuice, Batman o Big Fish, sin duda obras fascinantes, cuanto menos. Sin embargo, también ha hecho otras como los remakes de El planeta de los simios, Alicia en el país de las Maravillas o Sombras tenebrosas, sin duda obras mucho menores y decepcionantes a partes iguales. En este caso, tengo claro que EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES no solo es uno de los títulos más largos y menos acertados para esta versión, sino una nueva decepción. Aún así, entretiene a veces, que ya es mucho.
Tim Burton vuelve a encasillarse en una manera de hacer las cosas que no sorprende pero brilla en ocasiones. Una marca y forma de hacer que se sostiene gracias a sus fans, pero que carece de esa inventiva de la que hacía gala hace unas décadas. Encasillado, pues, con esta película no logra convencer con unos personajes poco carismáticos, aunque raros, a los que se les podía haber dado mucho más peso. Es más carismático el abuelo, que apenas sale, que todo el resto del reparto, algo que habla bastante mal de unos personajes que gracias a sus peculiaridades deberían despertar cierto interés. Ni siquiera el protagonista, un soso Asa Butterfly (El Juego de Ender) consigue convencernos.
Frikis a lo Big Fish. Mucho ruido y pocas nueces, pero muy de Tim BurtonEl caso es que el chaval, por ir hablando un poco de la película, ha tenido una infancia llena de cuentos e historias que su abuelo le contaba. Fascinantes y llenas de magia y niños peculiares, pero que con la edad acabó por entender que eran mentiras. Sin embargo, la desaparición de su abuelo coloca al nieto a la caza de pistas sobre el orfanato del que tanto le hablaba. Finalmente consigue llegar a él y descubrir que su abuelo no solo no mentía, sino que él mismo podrá tomar partido para proteger al orfanato que regenta Miss Peregrine (Eva Green), un lugar en el que se repite siempre el mismo día, es decir, viven seguros en un bucle temporal.
Pero no todo es tan bonito y seguro en el orfanato de Miss Peregrine, existen unos seres llamados huecos que se dedican a comerse los ojos de los niños para revertir una mutación que el doctor Barron (Samuel L. Jackson) provocó en busca de la inmortalidad. Sí, la trama parece peculiar, pero todo se desarrolla con excesiva previsibilidad. Además, el toque freak que se les da a los personajes recuerda demasiado a anteriores obras de Tim Burton como Big Fish, y cuando un autor comienza a autoreferenciarse a sí mismo significa que comienza a haber un agotamiento peligroso que, además, el espectador nota.
Eva Green, desaprovechada como la mayoría de los intérpretes, su personaje podría haber dado mucho más de síY es que una película en la que aparecen tantos personajes, puede caerse en el error de no centrar la atención en lo necesario, precisamente uno de los peores errores de la película. Eva Green, Judy Dench, Asa Butterfly, y un sinfín de etcéteras, ninguno de ellos goza de gran protagonismo, algo que se evidencia en el personaje de Miss Peregrine, una Eva Green de la que, además de ser cabeza de cartel, se esperaba más protagonismo, ya que encaja en el papel a la perfección y el carisma de su personaje era evidente. Los niños peculiares tienen todo tipo de poderes: invisibilidad, dar vida a objetos inanimados, tener un avispero en el cuerpo, una boca en la nuca... en fin, pero ninguno de ellos con peso evidente en la trama, hasta tal punto de que nos da igual lo que les pase.
Eso sí, de efectos especiales y escenas CGI va sobrado, quizás demasiado. Y el único que se divierte no es otro que Samuel L. Jackson, pasado de revoluciones por completo pero al que siempre divierte verlo en ese tipo de papeles. EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES no alcanza a tocar la fibra en ningún momento, ni siquiera llegamos a tomarla en serio, y mucho menos nos creemos la esforzada historia de amor que tratan de colarnos. Al final no sabemos mucho de qué va la película, más allá de la lucha del bien contra el mal y de la supervivencia de esos seres peculiares.
La historia de amor, una excusa para que los jóvenes acudan a verla. Tan previsible como su guiónEn definitiva, Tim Burton vuelve a carecer de inventiva y de frescura, algo que comienza a ser preocupante, sobre todo si el éxito en taquilla no es tan positivo como hace décadas. EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES no entra dentro de las mejores películas del director, ni mucho menos, se abusa de CGI's y el guión no sorprende, pero se deja ver y divierte hasta cierto punto. Echadle un vistazo si no tenéis nada mejor que ver, cosa que dudo.

Sí, a Tim Burton le va lo friki, ya lo demostró con Eduardo Manostijeras, un clásico brillante como Pesadilla antes de Navidad, Beetlejuice, Batman o Big Fish, sin duda obras fascinantes, cuanto menos. Sin embargo, también ha hecho otras como los remakes de El planeta de los simios, Alicia en el país de las Maravillas o Sombras tenebrosas, sin duda obras mucho menores y decepcionantes a partes iguales. En este caso, tengo claro que EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES no solo es uno de los títulos más largos y menos acertados para esta versión, sino una nueva decepción. Aún así, entretiene a veces, que ya es mucho.
Tim Burton vuelve a encasillarse en una manera de hacer las cosas que no sorprende pero brilla en ocasiones. Una marca y forma de hacer que se sostiene gracias a sus fans, pero que carece de esa inventiva de la que hacía gala hace unas décadas. Encasillado, pues, con esta película no logra convencer con unos personajes poco carismáticos, aunque raros, a los que se les podía haber dado mucho más peso. Es más carismático el abuelo, que apenas sale, que todo el resto del reparto, algo que habla bastante mal de unos personajes que gracias a sus peculiaridades deberían despertar cierto interés. Ni siquiera el protagonista, un soso Asa Butterfly (El Juego de Ender) consigue convencernos.

Pero no todo es tan bonito y seguro en el orfanato de Miss Peregrine, existen unos seres llamados huecos que se dedican a comerse los ojos de los niños para revertir una mutación que el doctor Barron (Samuel L. Jackson) provocó en busca de la inmortalidad. Sí, la trama parece peculiar, pero todo se desarrolla con excesiva previsibilidad. Además, el toque freak que se les da a los personajes recuerda demasiado a anteriores obras de Tim Burton como Big Fish, y cuando un autor comienza a autoreferenciarse a sí mismo significa que comienza a haber un agotamiento peligroso que, además, el espectador nota.

Eso sí, de efectos especiales y escenas CGI va sobrado, quizás demasiado. Y el único que se divierte no es otro que Samuel L. Jackson, pasado de revoluciones por completo pero al que siempre divierte verlo en ese tipo de papeles. EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES no alcanza a tocar la fibra en ningún momento, ni siquiera llegamos a tomarla en serio, y mucho menos nos creemos la esforzada historia de amor que tratan de colarnos. Al final no sabemos mucho de qué va la película, más allá de la lucha del bien contra el mal y de la supervivencia de esos seres peculiares.

Published on October 05, 2016 12:52
October 3, 2016
Crítica: CAPTAIN FANTASTIC
Cómo me gusta ir al cine y dejar que una película emocione, conmueva y además enseñe. Didáctica donde las haya, y para aquellos que se salgan de lo ordinario, Viggo Mortensen y su familia nos harán reír, llorar y aplaudir en un film que se convierte en uno de las mejores del año y obligatoria para educadores. Esta semana hemos visto: CAPTAIN FANTASTIC.
Drama y comedia a la vez, CAPTAIN FANTASTIC resulta un soplo de aire fresco y ese brillo en los ojos del espectador que sale satisfecho con lo que ha visto. "Los educó para todo excepto para la vida real", así reza en el cartel de la película una frase que resume bien el tipo de educación que reciben los seis hijos, que casi con entrenamiento militar y diálogo se apartan de la educación ordinaria y viven en medio de un bosque con su padre y sin madre, fallecida muy recientemente, eje de la trama y del viaje que les llevará a descubrir que hay vida más allá de los bosques y la naturaleza.
La educación ordinaria se basa en el abandono del niño a un espacio llamado colegio con un profesor que, además de intentar aportar conocimientos al niño, se ve obligado también a educarlo, puesto que los padres están demasiado ocupados en sus trabajos como para dedicarse al niño; demasiado hicieron trayéndolo al mundo. La educación que el personaje de Viggo Mortensen trata de transmitir a sus hijos se sale de lo ordinario en tanto en cuanto rechaza que estos acudan al colegio y apuesta por una educación libre, en la naturaleza, con expresión musical, oratoria, reflexión y, sobre todo, ningún tabú. Y es que a las cosas hay que llamarlas por su nombre.
Fuertes física y mentalmente, rodeados de naturaleza y con el diálogo y la reflexión por banderaCAPTAIN FANTASTIC es maravillosa en su planteamiento y guión, bella en su fotografía y con unos actores a la altura, comenzando por los niños, con diálogos especialmente interesantes por lo peculiar de su educación, hasta un brillante Viggo Mortensen que hace que evolucionemos junto a él desde que muestra su aplastante seguridad hasta que comienza a cuestionar si los métodos eran los adecuados. Padres, madres y tutores no dejarán de hacerlo durante toda la película y bastantes días después, en lo que se convierte en un filme básico para educadores, ya que ayudará a debatir acerca del sistema educativo y sus alternativas. ¿Cuál es mejor?
Estrenada en el Festival Sundance de Utah, y vencedora del premio al mejor director en Cannes, Matt Ross nos enseña otra manera de educar a los hijos en un filme que nos muestra de principio a fin cuáles son los aspectos positivos del método y que también se encarga de evidenciar sus lagunas. "Todo lo que sé está en un libro", dice en algún momento de la película el hijo mayor en un arrebato de furia contra su padre. Una burbuja que revienta en cuanto la familia ha de viajar por medio país y que evidencia que no es oro todo lo que reluce. Por un lado tenemos unos niños que son casi atletas, que no pasarán hambre en su vida y que están preparados para afrontar inclemencias temporales y sobrevivir en un ambiente hostil. También, ayudados por la reflexión, la literatura y la música, tienen un nivel educativo ampliamente superior que cualquier alumno de colegio ordinario. Sin embargo, ¿qué es lo que falla?
Salir al mundo real puede provocar más de un momentazo. No podéis perder detalleEl ser humano es un animal sociable, por lo que la relación entre personas se antoja como básica en el sistema. Algo que los chavales comienzan a entrever durante su viaje; sobre todo el mayor, en una escena que oculta bajo lo cómico una enseñanza demoledora: no están preparados para el mundo real. Aún así, CAPTAIN FANTASTIC, en uno de sus muchos aciertos, no juzga sino que muestra para que el espectador sea el que saque sus propias conclusiones. Desde luego, si pudiéramos coger un poco de cada sistema educativo no nos iríamos nada mal.
CAPTAIN FANTASTIC deja que Viggo Mortensen realice una interpretación fantástica ayudado por seis chavales con los que se percibe gran complicidad y unión. Desborda carisma y el espectador empatiza con él enseguida, por lo que ayuda a que se entienda la evolución de un personaje que trata a sus hijos como adultos, les educa y les quiere como un padre y no le tiembla el pulso a la hora de establecer autoridad. A su vez sabe reconocer los méritos y disfrutar del ocio en unos bosques sin electricidad, videojuegos y sucedáneos. Los libros, el silencio y la reflexión son los ejes de su educación. Ah, y no se celebra la navidad, sino el día de Noam Chomsky (uno de los mejores pensadores contemporáneos).
Visualmente bella y vestuario vintage que funciona. Una familia diferente y especialEn definitiva, CAPTAIN FANTASTIC es una cinta redonda que ya ha recabado premios internacionales y que logra sorprender, emocionar y también hacernos reír. Una película que hace que el espectador salga con una sonrisa de satisfacción en la cara y que, amigos pedagogos y educadores, rondará por las clases de muchas universidades del mundo como ejemplo de pedagogía alternativa, con la que se podrá debatir sobre los aciertos y errores del método y también sobre la educación ordinaria actual. Ni se os ocurra perdérosla.

Drama y comedia a la vez, CAPTAIN FANTASTIC resulta un soplo de aire fresco y ese brillo en los ojos del espectador que sale satisfecho con lo que ha visto. "Los educó para todo excepto para la vida real", así reza en el cartel de la película una frase que resume bien el tipo de educación que reciben los seis hijos, que casi con entrenamiento militar y diálogo se apartan de la educación ordinaria y viven en medio de un bosque con su padre y sin madre, fallecida muy recientemente, eje de la trama y del viaje que les llevará a descubrir que hay vida más allá de los bosques y la naturaleza.
La educación ordinaria se basa en el abandono del niño a un espacio llamado colegio con un profesor que, además de intentar aportar conocimientos al niño, se ve obligado también a educarlo, puesto que los padres están demasiado ocupados en sus trabajos como para dedicarse al niño; demasiado hicieron trayéndolo al mundo. La educación que el personaje de Viggo Mortensen trata de transmitir a sus hijos se sale de lo ordinario en tanto en cuanto rechaza que estos acudan al colegio y apuesta por una educación libre, en la naturaleza, con expresión musical, oratoria, reflexión y, sobre todo, ningún tabú. Y es que a las cosas hay que llamarlas por su nombre.

Estrenada en el Festival Sundance de Utah, y vencedora del premio al mejor director en Cannes, Matt Ross nos enseña otra manera de educar a los hijos en un filme que nos muestra de principio a fin cuáles son los aspectos positivos del método y que también se encarga de evidenciar sus lagunas. "Todo lo que sé está en un libro", dice en algún momento de la película el hijo mayor en un arrebato de furia contra su padre. Una burbuja que revienta en cuanto la familia ha de viajar por medio país y que evidencia que no es oro todo lo que reluce. Por un lado tenemos unos niños que son casi atletas, que no pasarán hambre en su vida y que están preparados para afrontar inclemencias temporales y sobrevivir en un ambiente hostil. También, ayudados por la reflexión, la literatura y la música, tienen un nivel educativo ampliamente superior que cualquier alumno de colegio ordinario. Sin embargo, ¿qué es lo que falla?

CAPTAIN FANTASTIC deja que Viggo Mortensen realice una interpretación fantástica ayudado por seis chavales con los que se percibe gran complicidad y unión. Desborda carisma y el espectador empatiza con él enseguida, por lo que ayuda a que se entienda la evolución de un personaje que trata a sus hijos como adultos, les educa y les quiere como un padre y no le tiembla el pulso a la hora de establecer autoridad. A su vez sabe reconocer los méritos y disfrutar del ocio en unos bosques sin electricidad, videojuegos y sucedáneos. Los libros, el silencio y la reflexión son los ejes de su educación. Ah, y no se celebra la navidad, sino el día de Noam Chomsky (uno de los mejores pensadores contemporáneos).

Published on October 03, 2016 12:41
September 29, 2016
Crítica: EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
Después de la brillante La isla mínima, Alberto Rodríguez nos ofrece un thriller político sobre uno de los personajes más esquivos y misteriosos de nuestro país: Franciso Paesa. Una persona que ayudó a Luis Roldán a esconderse y sacó los colores del gobierno socialista de la época, acabando con la carrera política de muchos de ellos. Esta semana hemos visto: EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS.
Propuesta interesante, sobre todo para los que vivieron aquella época tan convulsa y rocambolesca que nos retrata bien como país. Un continuo de sucesos descabellados donde los políticos quedaron retratados y abocados a la dimisión, y posterior abandono de la política, y todo eso a cargo de un solo hombre con mucha ambición y recursos. EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS es una película que gustará a amantes de los biopics y de la historia, pero quizás al resto no le haga ni fú ni fá.
Una jeta increíble era lo que tenía Franciso Paesa, pero eso quedaba mal para el títuloEduard Fernández encarna a la perfección a un Franciso Paesa con dontes premonitorios, que está por encima del resto y siempre está un paso por delante, de ahí que el espectador a veces sienta cierta exclusión con lo que ocurre en el filme y no acabe de entrar en él como debiera. Pocos piensan ya que después conseguir la Concha de Plata a mejor actor en Donostia se le vaya a escapar el Goya. Carlos Santos (Los hombres de Paco) se encarga de ser Luis Roldán, el hombre más buscado a del mundo durante cerca de un año, ex-director de la Guardia Civil que puso en jaque a todas las autoridades y al que Francisco Paesa pudo esconder.
Pero, ¿quién es Francisco Paesa? Aquí tenéis dos pinceladas: su vida como banquero y espía le llevó a ser director del Banco Nacional de Guinea, diplomático de Santo Tomé y Príncipe, traficante de armas con ETA, galerista de arte, fundador de bancos, empresario fantasma en Panamá y protegido de la Stasi. ¿Qué os parece? Desde luego, han tardado mucho en hacer una película sobre él. Después de lo de Roldán, Paesa apareció "muerto" solo para resucitar al sexto año, justo cuando prescribían la mayor parte de los cargos de los que se le acusaba, entre ellos de llevarse más de 1100 millones malversados por Luis Roldán.
Los secundarios están muy a la altura de un Eduard Fernández que es firme candidato al GoyaComo habéis podido comprobar, y si no leedlo en wikipedia, Franciso Paesa fue un mago del dinero. Cuentas en Panamá, paraísos fiscales, espía con gran cantidad de contactos, buscado internacionalmente y capaz de aparecer y desaparecer a su antojo. Un personaje del que todavía hoy se sabe bien poco, solo que Jesús Camoe era inseparable de él (José Coronado) y que su sobrina era aspirante a su sucesora (logró con su ayuda esconder los fondos malversados y esconderlo después de darlo por muerto en Luxemburgo).
EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS funciona como thriller y biopic a medias, puesto que la trama es compleja, y seguramente fuera más en la realidad, hay una gran cantidad de nombres y para los que no vivieron la época no ayuda a implicarse demasiado, y vemos a Paesa como una especie de deidad que logra salir siempre de los apuros, y además con los bolsillos llenos. En aspectos ténicos poco que decir de un Alberto Rodríguez siempre solvente, dando fuerza con esos primeros planos y con la gran actuación de Eduard Fernández, sin duda la atracción principal de la película. Carlos Santos como Luis Roldán no está mal, aunque ha de lidiar con actores de la talla de José Coronado, Marta Etura, Luis Callejo, etc., y el postizo es demasiado evidente.
Técnicamente no es La isla mínima, pero Alberto Rodríguez realiza una notable películaEn definitiva, EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS supone una mirada hacia atrás en parte de la historia más ridícula del país. Una historia que sigue y seguirá repitiéndose, quizás no con tanto artificio, pero con la sombra del fraude y corrupción como telonero. No es apta para todos los públicos, sobre todo al que no interese la política o los biopics, pero nunca está de más saber qué tipo de personas han estado gobernando y gobiernan nuestro país. No os la perdáis.

Propuesta interesante, sobre todo para los que vivieron aquella época tan convulsa y rocambolesca que nos retrata bien como país. Un continuo de sucesos descabellados donde los políticos quedaron retratados y abocados a la dimisión, y posterior abandono de la política, y todo eso a cargo de un solo hombre con mucha ambición y recursos. EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS es una película que gustará a amantes de los biopics y de la historia, pero quizás al resto no le haga ni fú ni fá.

Pero, ¿quién es Francisco Paesa? Aquí tenéis dos pinceladas: su vida como banquero y espía le llevó a ser director del Banco Nacional de Guinea, diplomático de Santo Tomé y Príncipe, traficante de armas con ETA, galerista de arte, fundador de bancos, empresario fantasma en Panamá y protegido de la Stasi. ¿Qué os parece? Desde luego, han tardado mucho en hacer una película sobre él. Después de lo de Roldán, Paesa apareció "muerto" solo para resucitar al sexto año, justo cuando prescribían la mayor parte de los cargos de los que se le acusaba, entre ellos de llevarse más de 1100 millones malversados por Luis Roldán.

EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS funciona como thriller y biopic a medias, puesto que la trama es compleja, y seguramente fuera más en la realidad, hay una gran cantidad de nombres y para los que no vivieron la época no ayuda a implicarse demasiado, y vemos a Paesa como una especie de deidad que logra salir siempre de los apuros, y además con los bolsillos llenos. En aspectos ténicos poco que decir de un Alberto Rodríguez siempre solvente, dando fuerza con esos primeros planos y con la gran actuación de Eduard Fernández, sin duda la atracción principal de la película. Carlos Santos como Luis Roldán no está mal, aunque ha de lidiar con actores de la talla de José Coronado, Marta Etura, Luis Callejo, etc., y el postizo es demasiado evidente.

Published on September 29, 2016 10:44
September 27, 2016
Crítica: BRIDGET JONES' BABY
Una década después de la segunda parte, Renée Zellweger vuelve al personaje que le catapultó a la fama. Cuarentona, soltera, sin hijos y viviendo en un apartamento londinense, lo único que tiene es un buen trabajo, y le va a costar mantenerlo. Una comedia más digna de lo que se esperaba. Esta semana hemos visto: BRIDGET JONES'S BABY.
12 años han pasado desde la segunda parte en la que Bridget dejaba a Darcy (Colin Firth) y se convertía en solterona. Los años han pasado y todo sigue igual. Un paso por el cirujano que ha levantado toda clase de críticas, y más de cuatro años sin que Renée Zellweger se dedicara al cine, parecen ser suficiente para que los productores se atrevieran a llevar a la gran pantalla otra nueva secuela de nuestra solterona favorita. Eso sí, ahora ya nos alejamos de aquella imagen cándida de la rubia actriz para casi espantarnos por lo estirado y artificioso de su cara. Aún así, Renée Zellweger deja claro que hay pocas como ella a la hora de ser indigna en la gran pantalla.
Esta vez vuelve Darcy (Colin Firth), quien está en proceso de divorcio y aparece Jack (Patrick Dempsey), el típico amor de película romántica que en la vida encontraréis en la vida real. Simpático, extrovertido, guapo y atento que hará que Bridget caiga rendida a sus pies. El problema es que también lo hará con Darcy, y cuando el test de embarazo da positivo, Bridget entiende que tiene un problema, pues no tiene ni idea de quién será el padre. El guión es de Emma Thompson (quien hace de cirujana y tiene buenos puntazos), no es nada innovador, pero sigue metiendo a Bridget en líos en los que la dignidad y la verguenza se darán de la mano.
Con mil operaciones estéticas, Zellweger pierde expresividad, pero sigue siendo ellaSharon Maguire debuta en los largometrajes con una película bien llevada, donde los gags más interesantes radican en los secundarios, compañeros de trabajo y ginecóloga, donde Darcy (Colin Firth), acaba por dejar de ser tan estirado al ver que Jack (Patrick Dempsey) se lleva las atenciones de su amada Bridget. Un triángulo amoroso interesante, aunque no podemos disfrutar esta vez de Hugh Grant; quizás para la próxima, por lo que sucede en el filme. Los actores están bien, Patrick Dempsey se esfuerza y lo consigue, Colin Firth es la elegancia en persona, quizás demasiado estirado para lo que necesita Bridget, y los secundarios dan aire a un filme que lo necesita en ocasiones.
Pero la verdadera protagonista de todo esto es Bridget Jones, una Renée Zellweger que pierde expresividad con todo lo que se ha hecho en la cara, pero que sigue siendo esa solterona tan especial que ya se ganó al público hace 12 años. Ha nacido para ser Bridget Jones y el éxito de esta película imagino que no será la última entrega, aunque sí que hay que renovarse de ideas y dejar los triángulos amorosos para las películas de los 90.
Colin Firth y Patrick Dempsey lucharán por el amor de Bridget y darán pie a situaciones muy cómicasEn definitiva, BRIDGET JONES'S BABY es una buena comedia, sobre todo para aquellos que vieron las dos anteriores hace más de una década y que pretenden pasar un buen rato por las aventuras de esta solterona con hijo en camino y con dos padres potenciales haciendo méritos para llevarla al altar. No es el colmo de la originalidad pero nos da lo que le pedimos. Echadle un vistazo.

12 años han pasado desde la segunda parte en la que Bridget dejaba a Darcy (Colin Firth) y se convertía en solterona. Los años han pasado y todo sigue igual. Un paso por el cirujano que ha levantado toda clase de críticas, y más de cuatro años sin que Renée Zellweger se dedicara al cine, parecen ser suficiente para que los productores se atrevieran a llevar a la gran pantalla otra nueva secuela de nuestra solterona favorita. Eso sí, ahora ya nos alejamos de aquella imagen cándida de la rubia actriz para casi espantarnos por lo estirado y artificioso de su cara. Aún así, Renée Zellweger deja claro que hay pocas como ella a la hora de ser indigna en la gran pantalla.
Esta vez vuelve Darcy (Colin Firth), quien está en proceso de divorcio y aparece Jack (Patrick Dempsey), el típico amor de película romántica que en la vida encontraréis en la vida real. Simpático, extrovertido, guapo y atento que hará que Bridget caiga rendida a sus pies. El problema es que también lo hará con Darcy, y cuando el test de embarazo da positivo, Bridget entiende que tiene un problema, pues no tiene ni idea de quién será el padre. El guión es de Emma Thompson (quien hace de cirujana y tiene buenos puntazos), no es nada innovador, pero sigue metiendo a Bridget en líos en los que la dignidad y la verguenza se darán de la mano.

Pero la verdadera protagonista de todo esto es Bridget Jones, una Renée Zellweger que pierde expresividad con todo lo que se ha hecho en la cara, pero que sigue siendo esa solterona tan especial que ya se ganó al público hace 12 años. Ha nacido para ser Bridget Jones y el éxito de esta película imagino que no será la última entrega, aunque sí que hay que renovarse de ideas y dejar los triángulos amorosos para las películas de los 90.

Published on September 27, 2016 13:14
September 21, 2016
Crítica: KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS
El estudio Laika nos trae una maravillosa historia ambientada en el Japón feudal, con animación stop-motion de una belleza y detallismo asombroso. Candidata segura a mejor película de animacion a los Oscar, es una película que todo el mundo debería ver, tanto grandes como pequeños. Esta semana hemos visto: KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS.
El estudio Laika había comenzado con buen pie su andadura con Los mundos de Coraline, con historia de Neil Gaiman, sin embargo, la cosa decayó con El alucinante mundo de Morgan y la última, Boxtrolls. Con KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS, no solo han seducido a la crítica, sino que han realizado su mejor película, posiblemente entre las mejores del año. Una sorpresa que, con trasfondo e historia para niños, sabe contentar al público más adulto. Y es que la historia de Kubo es oscura y triste, desmarcándose de la amabilidad de otras películas de animación y aportando mayor credibilidad, enseñando que la vida no todo es de color de rosa.
Alucinaréis con la belleza y recreación de los entornos naturales y de la época del Japón feudalNos situamos en el Japón feudal, donde Kubo toca el shamisen, con el que cuenta cuentos y de forma mágica consigue dar vida al papel, unas figuras de origami que se mueven a su voluntad y logran embaucar al espectador. Esos primeros minutos de metraje ya nos han ganado, igual que a los asitentes a su espectáculo. Pero no todo es alegría en la vida de este joven al que le falta un ojo: su madre era una maga poderosa y él ha de volver a casa siempre antes de que caiga el sol, de lo contrario la oscuridad y el mal que les persigue dará con ellos.
Misticismo oriental y oscuridad a la hora de mostrar a esos enemigos que le persiguen, diferenciándose de otras películas del estilo, e incluso pudiendo llegar a "asustar" a los más pequeños. Sin embargo, KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS sabe dar luz con unos personajes redondos, simpáticos y agradables, utilizando el humor cuando hace falta, igual que implementa el drama con fuerza, llevando al espectador a las lágrima si es preciso. La aventura de Kubo tendrás dos acompañantes: una mona y un escarabajo, ambos intentarán protegerle con sus vidas, y existirá gran complicidad entre ellos, así como secretos que serán revelados a su tiempo. Un guión sencillo, un cuento que merece ser contado y visto, y una ténica de animación que nos deja con la boca abierta desde el principio.
Escarabajo es un soldado, una figura que aporta carisma y simpatía a la aventuraY es que el estudio Laika demuestra estar a la altura de Pixar y Disney con una historia profunda y convincente. Raro sería ver la estatuilla de los Oscar yendo a parar a otro estudio que no sea Laika, porque KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS se ha ganado por propio derecho el reconocimiento de ser la mejor película de animación del año, sin medias tintas. La calidad de la animación es espectacular, realizado con gran mimo y detalle la recreación del Japón feudal y el diseño de los personajes. La película contiene enseñanzas que se nos transmiten sin llegar a forzar nada, fluído, como debe ser.
Con el shamisen de fondo, el instrumento japonés, la banda sonora gana muchos enteros, el papel cobra vida y la animación de los cuentos de Kubo gana espectacularidad. KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS nos transportan a ese mundo de principio a fin, nos muestra la oscuridad y la crudeza sin amabilidad y también nos deleita con grandes combates y conversaciones humorísticas cuando toca. En el caso de las voces en la versión original, cuenta con Art Parkinson como Kubo, Charlize Theron como Mona, Mattew McConaughey como Escarabajo, Ralph Fiennes como el Rey Luna y Rooney Mara como las hermanas. Como veréis, todo un lujo.
Los tres van en busca de tres piezas mágicas que les ayudará a combatir a la oscuridadEn definitiva, KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS suponen el trampolín definitivo para que estudios Laika obtenga el reconocimiento merecido a un gran trabajo de animación en stop-motion que quita el sentido y llena la sala de cine de espectacularidad y belleza. Una película para niños y mayores que se disfruta, y mucho. La mejor película de animación del año, y se dice pronto. Ni se os ocurra perdérosla.

El estudio Laika había comenzado con buen pie su andadura con Los mundos de Coraline, con historia de Neil Gaiman, sin embargo, la cosa decayó con El alucinante mundo de Morgan y la última, Boxtrolls. Con KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS, no solo han seducido a la crítica, sino que han realizado su mejor película, posiblemente entre las mejores del año. Una sorpresa que, con trasfondo e historia para niños, sabe contentar al público más adulto. Y es que la historia de Kubo es oscura y triste, desmarcándose de la amabilidad de otras películas de animación y aportando mayor credibilidad, enseñando que la vida no todo es de color de rosa.

Misticismo oriental y oscuridad a la hora de mostrar a esos enemigos que le persiguen, diferenciándose de otras películas del estilo, e incluso pudiendo llegar a "asustar" a los más pequeños. Sin embargo, KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS sabe dar luz con unos personajes redondos, simpáticos y agradables, utilizando el humor cuando hace falta, igual que implementa el drama con fuerza, llevando al espectador a las lágrima si es preciso. La aventura de Kubo tendrás dos acompañantes: una mona y un escarabajo, ambos intentarán protegerle con sus vidas, y existirá gran complicidad entre ellos, así como secretos que serán revelados a su tiempo. Un guión sencillo, un cuento que merece ser contado y visto, y una ténica de animación que nos deja con la boca abierta desde el principio.

Con el shamisen de fondo, el instrumento japonés, la banda sonora gana muchos enteros, el papel cobra vida y la animación de los cuentos de Kubo gana espectacularidad. KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS nos transportan a ese mundo de principio a fin, nos muestra la oscuridad y la crudeza sin amabilidad y también nos deleita con grandes combates y conversaciones humorísticas cuando toca. En el caso de las voces en la versión original, cuenta con Art Parkinson como Kubo, Charlize Theron como Mona, Mattew McConaughey como Escarabajo, Ralph Fiennes como el Rey Luna y Rooney Mara como las hermanas. Como veréis, todo un lujo.

Published on September 21, 2016 10:51