Crítica: 100 METROS
Un hombre de éxito ve cómo una enfermedad llamada esclerosis múltiple, desconocida para la mayoría de personas, le provoca una serie de brotes que se dan con cierta aleatoriedad y pueden dejarle postrado en silla de ruedas. Esta es la historia de Ramón Arroyo, que tras ser diagnosticado se sobrepuso a la adversidad y pudo completar un IronMan. Dani Rovira y Karra Elejalde nos muestran una historia sentimental y de superación. Esta semana hemos visto: 100 METROS.
Marcel Barrena nos trae una película que se centra en el entrenamiento de Ramón Arroyo desde que conoce a su enfermedad hasta que acaba su primer IronMan. Se basa en el sentimentalismo, que consigue y se espera. Aunque tiene un par de errores, hay que alabar el trabajo de Dani Rovira y Karra Elejalde, que dotan a sus protagonistas de un alma especial, sobre todo el segundo. Alexandra Jiménez es la esposa luchadora que logra insuflar alientos a ambos para que, a pesar de la difícil relación entre suegro y marido, consigan unirse por un bien común: el IronMan.
Las etapas psicológicas y el trato a la esclerosis múltiple se ha tratado con gran sensibilidadPero comencemos por el principio, donde vemos a Ramón Arroyo (Dani Rovira) como una persona de cierto éxito profesional, un hombre extrovertido y con labia que sabe ganarse a sus clientes y, en definitiva, es un profesional admirado. Sin embargo, esa parte del filme tiene un problema, y es que no sentimos empatía por esa persona, puesto que no se le da suficiente tiempo como para que se la cree al espectador, y además se le muestra como una persona fría y distante. Nada que ver con lo que demuestra ser después de recibir la información sobre lo que padece. A partir de entonces sí se crea un gran feeling con un Dani Rovira que, aunque esté hasta en la sopa, se disfruta con un registro totalmente distinto a lo acostumbrado, si bien 100 METROS tiene sus dosis de simpatía.
El duro entrenamiento, las salas de terapia y el suegro acabarán por hacer de Ramón todo un luchador. Karra Elejalde, brillante en un papel que se le da bien: gruñón, bebedor, fumador y con poco respeto al marido de su hija, verá cómo se va entregando a la causa para que Ramón pueda volver a caminar, correr, nadar y pedalear hasta conseguir participar en un IronMan. La vida del suegro no ha sido fácil, y aquí es donde encontramos uno de los errores del filme, y es haberle dado una historia de amor propia (con Maria Medeiros) que poco o nada tiene que ver con 100 METROS y que no consigue ganarse al espectador, más que nada porque Karra Elejalde lo consigue desde el primer momento en que aparece en pantalla. Prescindible metraje.
Karra Elejalde está soberbio en su interpretación y la complicidad con Dani Rovira es evidenteMarcel Barrena, a la dirección, ha transmitido mucha sensibilidad con la enfermedad, la ha puesto en el mapa y ha sabido explicar en qué consiste, algo que al espectador le queda bien claro después de su visionado. Se refleja bien el cambio de vida que provoca en cualquier persona una enfermedad así, cayendo del cielo al infierno en cuestión de segundos; dependiendo de que el brote sea más o menos fuerte es capaz de dejarte ciego, paralizar la mitad de tu cuerpo o incluso postrarte en silla de ruedas. Ante tal amenaza, el heroísmo de Ramón Arroyo es digno de mención, algo que en 100 METROS solo se refleja en una milésima parte.
Así pues, podemos decir que es un filme dramático pero con tintes cómicos, casi siempre de la mano del dúo de moda que han formado Dani Rovira y Karra Elejalde. Ambos muestran gran complicidad y, además, Dani Rovira sabe desenvolverse bien en un papel dramático, algo que sorprende y es digno de mención. Demuestra, por fin, que no solo de comedias vive el hombre, y eso ya es merecedor de halagos. Veremos si los Goya le premian con una nominación, algo casi asegurado para Karra Elejalde, que a golpe de carisma y personalidad arrolladora se gana al público. Con los Goya nunca se sabe, pero ambos pueden acabar nominados sin problema.
Dani Rovira demuestra que tiene gran futuro como actor no solo de películas cómicasEn definitiva, 100 METROS es una película que hace caer en la sensiblería, en la última parte de metraje cae en ese error y los fallos anteriormente mencionados provocan que no haya sido algo más. Sin embargo, logra conmover gracias a las interpretaciones de un reparto a la altura. Además, hay que aplaudir que pongan en escena a la esclerosis múltiple, una enfermedad muy desconocida por el gran público que sufre mucha gente. Sus efectos pueden comprobarse en la película. Echadle un vistazo.

Marcel Barrena nos trae una película que se centra en el entrenamiento de Ramón Arroyo desde que conoce a su enfermedad hasta que acaba su primer IronMan. Se basa en el sentimentalismo, que consigue y se espera. Aunque tiene un par de errores, hay que alabar el trabajo de Dani Rovira y Karra Elejalde, que dotan a sus protagonistas de un alma especial, sobre todo el segundo. Alexandra Jiménez es la esposa luchadora que logra insuflar alientos a ambos para que, a pesar de la difícil relación entre suegro y marido, consigan unirse por un bien común: el IronMan.

El duro entrenamiento, las salas de terapia y el suegro acabarán por hacer de Ramón todo un luchador. Karra Elejalde, brillante en un papel que se le da bien: gruñón, bebedor, fumador y con poco respeto al marido de su hija, verá cómo se va entregando a la causa para que Ramón pueda volver a caminar, correr, nadar y pedalear hasta conseguir participar en un IronMan. La vida del suegro no ha sido fácil, y aquí es donde encontramos uno de los errores del filme, y es haberle dado una historia de amor propia (con Maria Medeiros) que poco o nada tiene que ver con 100 METROS y que no consigue ganarse al espectador, más que nada porque Karra Elejalde lo consigue desde el primer momento en que aparece en pantalla. Prescindible metraje.

Así pues, podemos decir que es un filme dramático pero con tintes cómicos, casi siempre de la mano del dúo de moda que han formado Dani Rovira y Karra Elejalde. Ambos muestran gran complicidad y, además, Dani Rovira sabe desenvolverse bien en un papel dramático, algo que sorprende y es digno de mención. Demuestra, por fin, que no solo de comedias vive el hombre, y eso ya es merecedor de halagos. Veremos si los Goya le premian con una nominación, algo casi asegurado para Karra Elejalde, que a golpe de carisma y personalidad arrolladora se gana al público. Con los Goya nunca se sabe, pero ambos pueden acabar nominados sin problema.

Published on November 21, 2016 12:47
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