Andrés Accorsi's Blog, page 219

July 16, 2012

16/ 07: EL PREVIEWS DE SEPTIEMBRE

Nah, esto es una conspiración... Si no, no se explica! Vertigo anuncia TPBs de CUATRO de las series que estoy siguendo! Me destruyó! Mirá esto:
Scalped Vol.10, último tomo de la saga de Jason Aaron y R.M. Guéra. 128 páginas a u$ 14.99. Adentro, de una.
Hellblazer: The Devil´s Trenchcoat, otras 200 páginas de Peter Milligan, Giuseppe Camuncoli y algún invitado. Otros $ 16.99.
Sweet Tooth Vol.5, por Jeff Lemire y Matt Kindt. 160 páginas a u$ 14.99. Ni se duda.
The Unwritten Vol.6, mega-tomo de 240 páginas a míseros $ 16.99, todo escrito por Mike Carey y con dibujantes como Peter Gross, M.K. Perker, Bryan Talbot, Michael Kaluta, Dean Ormston y un tal Gabriel Hernández Walta. Adentro. Y ahí se me fueron u$ 64. Quedé más rengo que Sofovich...
A ver, ¿qué más me puedo comprar? El primer TPB de All-Star Western pinta irresistible: Justin Gray, Jimmy Palmiotti, Moritat, Jordi Bernet y Phil Winslade, 192 páginas a $ 16.99... No se discute más, me parece.
Marvel también saca muchos títulos interesantes: El TPB de Superior, de Mark Millar y Leinil Francis Yu pinta lindo, pero lo voy a dejar para otro momento. Sale el primer recopilatorio de Winter Soldier, con la gran dupla Ed Brubaker-Jackson Guice, que tanta chapa juntara en Captain America, pero este mes no lo puedo comprar. También me parecía atractivo el primer TPB de Wolverine & the X-Men, de Jason Aaron y Chris Bachalo, pero no se puede.
Finalmente me ensartaron con el Vol.3 de Journey Into Mystery, de Kieron Gillen y dibujantes a los que no juna nadie (hijos de puta, años sin sacar un TPB de esta serie y ahora salen todos juntos). No es barato, son 120 páginas a $ 16.99, pero bueno, lo necesito.
Y el otro choreo del que me hago cómplice es el TPB de Infernal Man-Thing, que además de la saguita homónima de Steve Gerber y Kevin Nowlan (maestros ambos), viene con varios reprints de los ´70, como para inflar el tomo y llegar a las 112 páginas. Me están cagando, pero igual se llevan mis u$ 14.99 sólo por las décadas que esperé para leer lo de Nowlan y Gerber.
Dark Horse saca en libro Marked Man, la serie de Howard Chaykin que salió en fetas en Dark Horse Presents. La esperaba muy alzado, pero es un hardcover, y por eso me quieren cobrar u$ 14.99 por 72 páginas. Ni mamado. Sáquenla en softco y cuentan conmigo.
Image recopila Secret, la serie de espionaje de Jonathan Hickman y un dibujante ignoto. Pinta grossa y no el libro no es caro (u$ 14.99 por 144 páginas), pero el presupuesto no me lo permite.
IDW ofrece el Vol.2 de Rocketeer Adventures, un compilado de historias cortas con un elenco de autores demasiado devastador como para enumerarlos. De nuevo, el caprichito del hardcover hace que 136 páginas valgan u$ 24.99 y yo digo “a comerla”. O a buscarlo en oferta en Amazon...
BOOM! Studios saca el segundo recopilatorio de Snarked, del ídolo Roger Langridge, y no le puedo decir que no. Son 112 páginas a u$ 14.99, no está mal.
La editorial británica Knockabout ofrece una versión del clásico Infierno del Dante a cargo del desconocido Kevin Jackson y el maestro Hunt Emerson. Me mega-ceba, pero son apenas 80 páginas a u$ 18.99. Se fueron un poquito al carajo.
Finalmente, una editorial de la que jamás había oído hablar llamada Transfuzion edita Inferno: a Sleep and Forgetting, una obra de la que tampoco había oído hablar y cuyo equipo creativo me sedujo: Mike Carey y Michael Gaydos. ¿Qué será esto? Huele a joyita que se le escapó a Vertigo y yo le timbeo mis últimos u$ 14.99.
¿Viste? Sin comprar ni manga ni comic europeo, el Previews también te puede condenar a la más absoluta indigencia. Esssss una lucha...
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Published on July 16, 2012 12:42

July 15, 2012

15/ 07: X-STATIX Vol.2

Tenía bastante abandonada a esta serie, pero bueno, a mí favor puedo decir que no es tan fácil conseguir estos libros.
Este tomo me gustó más que el anterior. Ofrece cinco episodios de la serie regular, una historia corta que salió en una X-Men Unlimited y la miniserie de dos números de Wolverine y Doop. Lo único que no escribe Peter Milligan son las 12 páginas de la X-Men Unlimited e incluso eso está muy bien. El guión lo escriben Mike Allred y Nick Derrington y lo dibuja este último, que no está ni por asomo al nivel de los otros dibujantes que meten mano en este TPB, pero no es horrendo ni mucho menos.
De los cinco numeritos de la serie central, los tres primeros forman una saga titulada The Moons of Venus, con mucho protagonismo para Venus Dee Milo y también para The Orphan, o Mr. Sensitive, o Guy Smith, quien vuelve al grupo después de su intempestiva salida en el tomo anterior. El argumento, una vez más, es perfectamente lineal y el guión está perfectamente ceñido a la fórmula tradicional de comic de superhéroes con grupito de personajes jóvenes. Milligan lima, como ya vimos, por el lado de los poderes de los héroes y villanos. Ese es el espacio que encuentra fértil para cultivar conceptos vanguardistas y arriesgados. Y por supuesto, mete diálogos brillantes, al límite del “nah, me estás jodiendo...”. “Somos un equipo de supehéroes posmodernos! Acá no hay lugar para la valentía!”, exclama en un momento The Anarchist. El mismo personaje tiene unas reflexiones geniales acerca de qué siente un negro machacando a otros negros durante una misión en Africa, y en la mini de Wolverine y Doop hay tantos chistes groseros que podría llenar una reseña entera sólo con eso.
¿Wolverine? ¿En serio? ¿No era que Milligan estaba creando un comic de autor dentro del mainstream? Bancá, que ya lo explico. Aparece bastante el Profesor Xavier, también, pero no hay traiciones. La independencia de esta serie no se negocia nunca. Además de la saguita inicial, hay dos unitarios excelentes: el primero jode a full con la industria cinematográfica y cómo esta toma a los superhéroes para convertirlos en cualquier otra cosa, a años luz de lo que son en las historietas. Y el segundo explora el pasado de U-Go Girl, la integrante del equipo caída en combate en los tomos anteriores. Acá también hay palos letales a Hollywood y un par de secuencias subiditas de tono, muy logradas. Este unitario cuenta con un invitado de lujo, el gran dibujante británico Philip Bond, que hace un trabajo notable.
En los otros cuatro episodios de la serie central lo tenemos al maestro Mike Allred en un gran nivel, como si no le pesara para nada la carga de las 22 páginas mensuales de lápiz y tinta. Allred es la síntesis perfecta entre lo bizarro y lo cool y por supuesto le sienta perfecto a esta serie, que parte de premisas cool y transita todo el tiempo la cornisa de la bizarreada, aunque con la suficiente ironía como para no caerse.
Y nos quedan los dos episodios de Wolverine y Doop, en los que Milligan forma equipo con uno de los mejores historietistas de todos los tiempos, un monstruo al que el talento no le entra en el cuerpo. Me refiero al ídolo canadiense Darwyn Cooke, quien acá deslumbra con sus homenajes a Will Eisner, combinados con una narrativa tipo Jack Kirby y unas minitas que nos recuerdan a Bruce Timm. El guión es una comedia deliciosa y punzante, de nuevo con la participación de un ser paranormal con unos poderes drogadísimos y el protagonismo muy bien repartido entre el petiso de las garras y la bola informe de color verde. No te digo que esas cuarentaipico de páginas valen lo que pagues por tomo el tomo, pero sí que son un cago de risa, repletas de acción, de situaciones desopilantes y obscenamente bien dibujadas por Cooke. Si se hace una vaquita para implantarle otro brazo a Cooke, así dibuja más historietas, cuenten conmigo.
Con Wolverine o sin Wolverine, a pesar de las X grandotas en la tapa y en los emblemas de los personajes, X-Statix avanza por el camino correcto: el del comic con una fuerte impronta autoral, en el que la temática superheroica (y el propio Universo Marvel) está encarados desde una ópitica que no tiene nada que ver con ningún otro comic ni de esa época (2003) ni de ninguna otra. Será por eso que animalitos como Milligan, Allred y Cooke dejaron la vida en cada viñeta, cosa que no hubieran hecho sin Marvel los ponía a cargo del enésimo crossover entre 577 títulos mutantes. Pero claro, esto es de la época de Bill Jemas y Joe Quesada, cuando en Marvel había espacio para todo, incluso para los descuelgues experimentales como X-Statix. Hoy, esto no se publicaría ni en pedo, ni en Marvel ni en DC. En Image, por ahí sí.

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Published on July 15, 2012 18:12

July 14, 2012

14/ 07: FORGET ME NOT

Bueno, valió la pena tenerle paciencia a este manga y tomarse un cachito más de tiempo para recorrer sus 240 páginas. Con el correr de las historias, Kenji Tsuruta define mejor a los personajes y los conflictos, como para que la obra termine por ofrecer un marco atractivo y sólido.
¿Alcanza con eso? No, hacen falta también buenos guiones, y eso es lo que Forget Me Not no tiene. El planteo es muy ganchero: Mariel Imari, hija de un italiano y una japonesa, vive en Venecia, en una fastuosa mansión que fuera de su abuelo, un famoso detective privado. Para heredar la fortuna familiar, Mariel tiene que seguir los pasos de su abuelo: convertirse en detective y averiguar quién se robó de la mansión el cuadro más preciado para el viejo detective: un valioso lienzo llamado Forget Me Not. Mariel no es ninguna boluda, por el contrario, es muy inteligente. El tema es que es vaga, dispersa, colgada, no le sale eso de ponerse las pilas, concentrarse y trabajar. Entonces vive con lo justo, con las monedas que le tiran los turistas por la calle, mientras los sirvientes de la mansión la presionan para que se deje de joder y resuelva de una puta vez el caso del robo del cuadro. Sólo para que no le rompan más las bolas, Mariel va a aceptar algunos casos menores, los va a resolver y finalmente va a dar con Vecchio, el famoso ladrón de cuadros que se pungueó el Forget Me Not de la mansión del detective.
Parece una buena historia, no? Sin embargo Kenji Tsuruta se empecina en entorpecer el desarrollo con escenas confusas, que no aportan nada, escenas de cuelgue, diálogos enrevesados y un final muy precipitado, casi abrupto. Sobre todo en la segunda mitad del tomo, uno quiere que la cosa levante, que se encamine, porque ya se enganchó con la trama y ya compró a los personajes principales. Bueno, no. La historieta sigue a los tumbos, con el guión como principal obstáculo entre un buen planteo argumental y un buen manga.
Un detalle que rápidamente pasa de curioso a molesto es el de las tetas de Mariel. Desde temprano, Tsuruta nos da a entender que la protagonista luce un muy buen par de tetas, lo cual no está mal, por el contrario. Ahora, la cantidad de veces que los hombres le miran las tetas, los chistes que hace ella misma sobre sus tetas y las poses que dibuja Tsuruta para que nunca jamás se nos ocurra olvidarnos de esos suculentos senos ya son un poquito demasiado. Vestida o desnuda, disfrazada de cualquier cosa, Mariel es siempre “la de las tetas” y llega un punto en que eso aburre, porque el personaje tiene varias aristas más que valía la pena explorar. Por suerte Tsuruta le dedica bastante espacio a los otros contrapuntos de la personalidad de Mariel: la mina inteligente que desaprovecha su talento por colgada y la habitante de una mansión que vive como una crota. Todo suena más interesante que las tetas, pero bue...
Finalmente, lo que hace que uno nunca evalúe siquiera la posibilidad de dejar este manga por la mitad, es el dibujo. En este sentido, lo de Tsuruta es muy, muy notable. El estilo es realista, cercano al de Seimu Yoshizaki (la de Kingyo Used Books), pero con brotes de virtuosisimo, como si de pronto recibiera transfusiones de sangre radioactiva de Hiroaki Samura. La narrativa por momentos se hace confusa, la composición de las viñetas no brilla ni mucho menos, pero el dibujo en sí es realmente excelente. Las imágenes de Venecia que brotan del pincel de Tsuruta tienen una magia indescriptible y tanto sus aguadas como sus páginas a color muestran a un ilustrador de exquisita sutileza y buen gusto.
En fin, no me da para recomendar fervientemente este manga, pero tampoco puedo negar sus virtudes, porque están y son bastante conspicuas (como las gomas de Mariel). Una pena que el guión no le haga justicia al argumento y mucho menos al dibujo.
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Published on July 14, 2012 16:53

July 13, 2012

13/ 07: HOY NO HAY NADA

Se com-
plicó... Estoy leyendo un manga que a) tiene más de 200 páginas, b) está editado en sentido de lectura oriental, c) está en francés, d) llegando a la mitad del tomo, no me termina de engan-
char demasiado.
Sumémosle el hecho de que estoy muy congestionado, lo cual me da somnolencia y dolor de cabeza, y el resultado es que del tomito que me propuse leer hoy, leí menos de la mitad. Y eso que le puse huevo... Pero no alcanzó, me ganó la pulseada, el hijo de puta.
Para mañana sí, va a estar la reseña de este manga, para el domingo habrá otra reseña, y así.
Hoy, para que no creas que me rasqué la chota, te puedo recomendar los Comic Clips que escribí para la Comiqueando Online y el articulito que redacté para Soretes Azules, que me consumió buena parte del tiempo libre que tenía acovachado para leer ese manguita y escribir la reseña nuestra de cada día.
La foto con la que ilustro este post la mostró alguien en Facebook y como me gustó mucho, la guardé. No tiene nada que ver con nada, pero está alucinante.
Sorry por el “faltazo” y la seguimos mañana...
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Published on July 13, 2012 14:13

12/ 07: HOY NO HAY NADA

Se com-
plicó... Estoy leyendo un manga que a) tiene más de 200 páginas, b) está editado en sentido de lectura oriental, c) está en francés, d) llegando a la mitad del tomo, no me termina de engan-
char demasiado.
Sumémosle el hecho de que estoy muy congestionado, lo cual me da somnolencia y dolor de cabeza, y el resultado es que del tomito que me propuse leer hoy, leí menos de la mitad. Y eso que le puse huevo... Pero no alcanzó, me ganó la pulseada, el hijo de puta.
Para mañana sí, va a estar la reseña de este manga, para el domingo habrá otra reseña, y así.
Hoy, para que no creas que me rasqué la chota, te puedo recomendar los Comic Clips que escribí para la Comiqueando Online y el articulito que redacté para Soretes Azules, que me consumió buena parte del tiempo libre que tenía acovachado para leer ese manguita y escribir la reseña nuestra de cada día.
La foto con la que ilustro este post la mostró alguien en Facebook y como me gustó mucho, la guardé. No tiene nada que ver con nada, pero está alucinante.
Sorry por el “faltazo” y la seguimos mañana...
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Published on July 13, 2012 14:13

July 12, 2012

12/ 07: JONAH HEX: BURY ME IN HELL

Llegamos al final, nomás. La gran serie de Jonah Hex iniciada en 2005 se terminó en el 2011, para dar pie al reboot de toda la línea editorial de DC. Cambió mil veces de dibujante (de hecho no tenía dibujante titular, sino dibujantes frecuentes) pero todo, absolutamente todo lo que pudimos leer a lo largo de 70 entregas mensuales fue escrito a cuatro manos por Justin Gray y Jimmy Palmiotti. La dupla arrancó con la idea correcta y la bancó hasta el final: este era un comic 100% de autor, pero dentro del mainstream de DC (o casi, porque nunca tuvo crossovers ni nada de esas boludeces con las que suelen contaminar incluso a muchos títulos que no están ambientados en el presente).
El último tomo tiene dos hallazgos más: mantenerse lejos de las historias extensas (que no fueron precisamente el fuerte de esta colección) y recopilar nada menos que 10 episodios de un saque. Ya sólo por eso, sería un TPB poco menos que fundamental. Pero además está el último episodio, el n° 70, que es un cierre perfecto, absolutamente brillante. Si después de esas 20 páginas nunca jamás se vuelve a escribir otra historieta de Hex, está todo más que bien. Ese fue el auténtico broche de oro, la despedida triunfal, en la que Gray y Palmiotti responden las preguntas que cualquier fan de esta serie seguro se hizo mil veces y elevan al personaje al status icónico que –me parece a mí- le corresponde. El dibujo decae a mitad de camino, porque arranca con muchas pilas Ryan Sook, pero no llega a terminar el capítulo y las últimas páginas se las dan a Diego Olmos. Igual es una joya.
El episodio que dibuja Eduardo Risso no tiene un guionazo, pero se disfruta a pleno porque vemos al león de Leones dibujar cosas que nunca antes había dibujado: el combate entre un hombre y un pulpo, un circo de freaks al estilo de la película de Tod Browning... y cowboys! ¿Cuándo había dibujado cowboys el maestro Risso? Creo que nunca.
A Nelson, en cambio, le tocó un guión notable, pero no estuvo a la altura de las circunstancias. Se nota demasiado que estamos ante un dibujante mediocre, al que dibujar decentemente le cuesta un huevo y la mitad del otro. La impactante Fiona Staples fue bendecida con otro guión zarpado, maligno y perturbador, muy bien dibujado aunque con algunos excesos en materia de referencia fotográfica. El amigo español Rafa Garrés (a quien conocí compartiendo pieza en un hostel de San Diego) se pasa un poco de vanguardista: opta por un estilo muy intrincado, muy raro, una mezcla indescifrable entre Shawn McManus, Alex Niño y Mick McMahon, con un color tipo historieta clásica española de Antonio Hernández Palacios, y el resultado es una cosa que no se termina de entender, a tal punto que ni llegás a engancharte con lo que narra el guión. Y el otro invitado de lujo es el canadiense Jeff Lemire, prócer del anti-virtuosismo, que la rompe en otras 20 páginas memorables, en las que el guión de la dupla levanta un vuelo soberbio y el creador de Sweet Tooth responde con su expresionismo agreste y visceral.
Los cuatro episodios restantes están a cargo de lo más parecido a un dibujante titular que tuvo la serie, el prócer catalán Jordi Bernet. No tiene mucho sentido volver a hablar maravillas de este monstruo. Alcanza con hacer clic en la etiqueta y ver lo que ya opinamos de sus trabajos anteriores. Sí vale la pena señalar que en las historias que dibuja Bernet, Gray y Palmiotti “ablandan un cachito” a Jonah Hex. Hay más comedia, no baja la cantidad de muertes escabrosas, pero sí se filtra un rayito de esperanza, en escenas en las que Hex parece un poco menos hijo de puta y un poco más redimible. De los cuatro guiones que dibuja el catalán, el primero se pasa de gracioso, el segundo es tremendamente escalofriante, el tercero tiene una tensión magnífica y un giro final alucinante y el cuarto es apenas interesante. Lo único impresionante son las excusas por las que los enemigos de Hex no lo hacen boleta cuando tienen la oportunidad...
Y bueno, la serie se termina acá (después de 11 libros de dignos para arriba) pero la historia de Hex, al estar integrada a una industria que necesita seguir facturando, sigue en la revista All-Star Western, cuyos TPBs me pediré ni bien me los ofrezcan, simplemente porque Gray y Palmiotti siguen llevando las riendas de la caripela más fulera del Oeste, aunque ahora se haya mudado al Este.
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Published on July 12, 2012 18:34

July 11, 2012

11/ 07: LOS VIEJOS TIEMPOS Vol.1

La verdad que me siento para el orto... Estoy muy congestionado, y eso me da somnolencia y dolor de cabeza. Y además me estoy cagando de frío. Veremos si puedo sintetizar la reseña en un par de párrafos como para cumplir y rajar hacia el sobre, que mañana tengo otro día bravo...
Este es el primer tomo de una serie que el imparable Joann Sfar empezó en 2009... y nunca continuó. Por suerte la primera entrega tiene la brutal cantidad de 140 páginas, o sea que es casi el equivalente a tres álbumes franceses normales. Y lo más importante: este tomo es maravilloso, probablemente el mejor trabajo en la extensa carrera del autor.
Sfar ambienta esta historia de fantasía épica en esos años justo antes del medioevo, en los que la idea de un “Dios único” empieza a ganar terreno mientras empiezan a extinguirse los dragones, los gigantes y los unicornios. Con hechizos, combates, banquetes, intrigas y romances, el autor mantiene nuestro interés siempre al mango a lo largo de todo el tomo, y además mecha un montón de escenas tranqui, en las que los personajes se preguntan por cuestiones trascendentales como la fe, la lealtad, el amor, la vida después de la muerte y los cambios que sufre este mundo fantástico, aunque absolutamente coherente.
El trabajo que hace Sfar con los personajes es formidable: el valiente Cassian, la enigmática Nadége y la cínica serpiente tienen la complejidad y el atractivo de las mejores creaciones del francés y, ya pasadita la mitad del tomo, el personaje que parece confinado a narrar la historia en tercera persona, sin involucrarse, sin mostrar demasiado de sí mismo, también pela y se revela como otra excelente pieza en este atractivo tablero.
El estilo de dibujo es el que nos mostró el ídolo en La Vallée des Merveilles y Chagall en Russie: el plumín suelto, prendido fuego, las viñetas que estallan en texturas, climas y detalles hermosos, algunas páginas con viñetas más grandes, otras con viñetas sin los marquitos (más tipo libro ilustrado), la sospecha de que hay secuencias enteras realizadas directamente en tinta, sin lápiz ni boceto previos, y la convicción de que Brigitte Findakly (la esposa de Lewis Trondheim) es una verdadera superheroína del color, porque realmente debe ser dificilísimo interpretar las arriesgadas y superpobladas composiciones de Sfar en blanco y negro. Y más aún debe ser colorearlas de tal modo que el impacto y la belleza sean aún mayores. Lo cierto es que todo el tomo, de la primera página hasta la última, se ve increíblemente bien.
Si creés que ya leíste todas las historias de hechiceros, princesas, castillos y caballeros, y que ese género ya no esconde secretos para vos, no dejes de leer Los Viejos Tiempos. Te aseguro que vas a sentir una bocanada de aire fresco, la alegría de revisitar un género clásico desde una óptica moderna y la desesperación por saber cuándo carajo sale la segunda parte.
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Published on July 11, 2012 18:05

July 10, 2012

10/ 07: EL NEGRO BLANCO Vol.7

No me avergüenza decirlo: yo nunca había leído El Negro Blanco hasta que lo empezó a editar Ivrea en libritos. O sea, para mí nunca fue una tira diaria, siempre fue una historieta episódica con el típico armado de las series argentinas que se publican en los semanarios italianos. De hecho, lo que leo yo no es El Negro Blanco, sino Bruno Bianco traducido al castellano, porque la edición de Ivrea respeta a la italiana y para Italia los autores convirtieron a la tira en otra cosa: le sacaron viñetas, le modificaron diálogos, la re-armaron toda para que sea, precisamente, una típica historieta episódica. Y no sé si la tira estaba buena, pero así, en este formato, esta creación ochentosa de Carlos Trillo y Ernesto García Seijas funciona bastante bien.
Hay un problemita y es el abuso de una fórmula: el tipo canchero, ganador con las minas, y la mina que está bárbara y no tiene mayor inconveniente en revolcarse casi con nadie. En el universo del Negro Blanco estos dos arquetipos son prácticamente mayoria. Hay feos y feas, hay algún tímido, pero en una proporción ínfima comparado con el mundo real. Acá reina un clima de libertad sexual al borde del frenesí, y la gracia (porque estamos ante una comedia) es ver cómo todos garchan con todos. El sexo no está demasiado explicitado (porque originalmente esto se publicaba en la contratapa de un diario, al alcance de los niños) pero es uno de los ejes principales (sino el principal) de la serie. Los cuernos, los celos, las estrategias de X para bajarle la caña a Y, los sueños húmedos de unos y otros son la verdadera locomotora que tira de este trencito, lindo, prolijo, aunque nunca deslumbrante.
No me acuerdo casi nada de lo que pasó en los seis tomos anteriores (los leí hace mucho, antes de empezar con el blog, y porque me los regaló Trillo), pero en este tomo se ve la intención de buscarle variantes a la fórmula. El primer episodio, por ejemplo, tiene a Flopi como protagonista y el Negro no aparece. Los tres últimos probablemente sean los mejores que recuerdo haber leído: acá Marcucci nos muestra los sueños del Negro, de Flopi y de Chispa, tres formas muy locas y originales de meternos en la psiquis de los distintos personajes, narrados uno como fantasía épica, uno como comic de superhéroes y otro como western. La idea de romper con el esquema clásico de la serie (que se ve perfecto en toda su dimensión, obvia y predecible, en el segundo episodio de este tomo) garpa muchísimo y así salen muy buenos momentos.
Hasta acá, parecía que la única variante que se le ocurría a Trillo era sumar nuevos personajes. Como el Negro y Flopi trabajan en los medios de comunicación, el elenco de secundarios es virtualmente infinito: además de periodistas, productores y ejecutivos de los medios, pueden sumar actores, deportistas, políticos y un largo etcétera, además de amigos y familiares (me acuerdo en un tomo anterior una saga larga con el papá del Negro en un rol importante). El truquito de los sueños es aire fresco también en ese sentido, en el de trabajar sobre lo que hay en vez de seguir ampliando el elenco.
Además, el gran hallazgo de ambientar esas secuencias en géneros que no son la comedia costumbrista pasa por la posibilidad que tiene García Seijas de dibujar otras cosas. Ya demostró sobradamente su calidad para dibujar oficinas, departamentos y estudios de TV. Ahora puede pelar escenas totalmente distintas, incluso en el primer episodio, el de Flopi, que está ambientado en el la selva de Brasil. El trabajo de García Seijas es demasiado bueno para haber sido hecho a razón de cuatro viñetas diarias. No sé si habrá contado con asistentes, pero lo cierto es que el resultado es brillante, una cátedra para cualquiera que disfrute del dibujo académico-realista. Hay muchísima atención en los detalles, en el lenguaje gestual y corporal, y la narrativa fluye sin problemas a pesar de que buena parte de las viñetas ofrecen una sobrecarga de información visual.
Una de las características más notables del inmenso García Seijas es su capacidad de darle plasticidad al retrato de gente real para convertirla sin inconvenientes en personajes de historieta. Los casos más obvios son el de Marcucci (que existe en la realidad) y el de Flopi (una versión bidimensional de Araceli González), pero acá ensaya también una muy acertada caricatura de Alejandro Romay, que se ensambla sin hacer ruido al elenco de papel y tinta. En el sentido contrario, pela un personaje, Cococha Valdivia, dibujada en un estilo mucho más cartoon y menos realista que el resto de los personajes, una mezcla entre Olive Oyl (la novia de Popeye) y Jughead (el amigo de Archie) que desentona bastante con la estética del resto de la historieta.
Tengo por ahí los tres tomitos que faltan para llegar al final. Prometo entrarles pronto, a ver cómo evoluciona esta comedia de enredos maravillosamente dibujada y con varios aciertos a nivel guión. Mi sensación es que no daba ni ahí para leerse 1000 páginas de esto, pero por ahí me equivoco y hay muchos tramos del nivel de las últimas páginas de este tomo.
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Published on July 10, 2012 18:48

July 9, 2012

09/ 07: LA PATRIA EVENTERA

Hoy yo festejo el Día de la Independencia por duplicado. Como argen- tino, obvia-
mente, y como ex-expositor en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que empieza hoy (o mañana, no recuerdo) y que los dos últimos años me consumió infinitas horas de mi vida a lo largo de 20 días sin respiro, sin feriado, sin tregua y sin un minuto de paz. No te voy a negar que en ambas ocasiones la facturación fue buenísima, pero el desgaste fue mortal. ¿Cómo cayó un croto como yo a tener un stand en una feria tan grossa? Porque me lo daban como pago por mi laburo, que era cooordinar las actividades del Festival de Historieta que forma parte de las actividades de la Feria. Este año, la gente que organiza llegó a otro arreglo con otra gente y el que se va a volver loco para coordinar los talleres, las charlas y todo lo demás es mi amigo Luciano Saracino, uno que algo manya de historieta y literatura para los más jovencitos. Yo voy a poder caer tranqui el 27 o el 28 de este mes y cruzarme con la legión de autores que va a estar participando (Robin Wood, Cacho Mandrafina, Lito Fernández, Eduardo Maicas, Ray Collins, Tute, Alejandro Farías, Dante Ginevra, Pablo Túnica, Gustavo Sala, Fernando Calvi, Max Aguirre, El Bruno, J.J. Rovella y un infinito etcétera) o presenciar alguna charla, pero muy relajado, sin correr de un lado para el otro como un trastornado. Si te bancás la multitud de párvulos desbocados (y a sus papis) seguro vas a poder disfrutar de dos días con mucha onda comiquera, en un ámbito muy copado: el Centro de Exposiciones de Av. Figueroa Alcorta y Pueyrredón, acá en Buenos Aires.
A nivel laburo, me toca poner stand y clavarme ahí dos días el 1 y 2 de Agosto, en el Encuentro Latinoamericano de Diseño que organiza (como todos los años) la Universidad de Palermo. Eso es en Jean Jaurés 932, también en Buenos Aires, un lugar chetísimo pero con mucha onda gracias a las huestes de chicos y chicas que vienen de todos los países de la región.
Una semana después, bondi y a Rosario: del 9 al 12 de Agosto explota de nuevo Crack Bang Boom! y por supuesto, ahí voy a estar con mi stand y como conductor de alguna charla con grandes artistas. No me acuerdo todos los que vienen (seguro estaba Robin Wood, pero son decenas), así que buscá la data en internet. Y vení, que va a estar grosso. Rosario es una ciudad hermosa y el evento ya desarrolló su propia mística, su propia chapa que lo convierte en fundamental para la gente de este palo más allá del cronograma, los invitados y las actividades puntuales.
El Día de la Historieta es el 4 de Septiembre, pero yo lo festejo del 7 al 9 en Mar del Plata, en el evento Historieta a Toda Costa, al que me invitaron por tercera vez y ahora sí, dije “voy!”. Esto va a ser en el Centro de Arte MDQ y supongo que tendrá una movida muy grossa a nivel cultural, ya que eso me batieron mis amigos que estuvieron invitados a las ediciones anteriores. No sé si voy a poner stand, pero seguro voy a participar de algunas charlas.
El finde siguiente, de nuevo en Buenos Aires, se viene un nuevo Dibujados. Del 14 al 16 de Septiembre, en el microcentro porteño, otro encuentro repleto de autores, publicaciones, fanzines y alta onda, en el que seguro voy a estar con stand.
Del 26 al 29 de ese mismo mes, vuelve el congreso Viñetas Serias, en la Biblioteca Nacional, más algunas actividades en el MALBA. Buenos Aires se va a llenar de especialistas en historieta de toda Latinoamérica que expondrán sus ponencias y de autores de prestigio que brindarán conferencias. Obviamente voy a estar, en una de esas con stand, pero seguro como público, porque me re-interesa.
También se supone que justo después, del 30 de septiembre al 7 de Octubre se hace Viñetas Sueltas, acá en Capital. Ojalá. Después yo me voy de viaje para asistir a la New York Comic Con (100% como fan), así que me pierdo el Encuentro del Humor y la Historieta en Lobos, que se iba a hacer en Marzo y se reprogramó para Octubre. Y finalmente del 24 al 26 de Noviembre voy a estar en una convención en San Luis, que se hace por primera vez. De hecho, va a ser la primera vez que vaya a San Luis, una de las pocas provincias argentinas que no conozco.
Probablemente este año haya también Unicomix en Mendoza y si se hace voy a intentar estar, pero depende de las fechas, claro, porque al haber tantos eventos, siempre está el riesgo de que se superpongan varios enel mismo fin de semana.
Y también estoy trabajando en un proyecto muy interesante para Tecnópolis, del que todavía no puedo comentar nada. Pero pinta muy power! Y obviamente tiene que ver con la historieta argentina. Cuando todo termine de cobrar forma y se sepan las fechas y las actividades, prometo batir un poquito más.
Bueno, agendá los eventos que te gusten, reservá pasajes y hospedaje con tiempo para los que se hacen en ciudades que no son la tuya y nos vemos por ahí!


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Published on July 09, 2012 15:32

July 8, 2012

08/ 07: TRANSMETROPOLITAN Vol.9

A esta altura del partido, cuando ya falta tan poquito para el final, es medio ilógico pedirle a Warren Ellis que cambie de ritmo. Ya está, ya nos acostumbramos a que Transmetropolitan avanza así, de a poquito, sin apuro. A lo sumo le podemos pedir que en los episodios unitarios pase algo y que en los arquitos de tres episodios cierre las puntas que quedan pendientes para el enfrentamiento final entre Spider Jersualem y Gary Callahan, alias “el Sonrisas”, el presidente de los EEUU.
Por suerte, en este tomo, Ellis nos hace bastante caso. El primer unitario es la nada misma: 22 páginas para mostrarnos cómo Spider se pone las pilas para su siguiente gran jugada. Hay un poquito de exploración del paisaje urbano con bajada de línea (una especialidad de esta serie), un par de chistes groseros y no mucho más. En el segundo unitario, la cosa se pone espesa: casi todo el episodio nos muestra con lujo de detalles cómo el “héroe” tortura con violencia y sadismo a un garca de la B (trans) Metropolitana para arrancarle data jugosa en contra de su encumbrado enemigo. Es un capítulo tenso, durísimo de digerir, que tiene por objeto mostrarnos hasta dónde está dispuesto a llegar Spider con tal de destruir a Callahan.
El tercer unitario es un lujo. Por enésima vez, Ellis se propone indagar en las consecuencias de aquello tan grosso que pasó en el tomo anterior, pero esta vez centra todo en Mitchell Royce, el director de The Word, el diario en el que trabajaba Spider antes de pasar a la clandestinidad. Si alguna vez imaginaste que Royce podía pelar la chapa que pela en este episodio, es porque consumís más drogas que el protagonista de esta serie. Sin duda, esta es la revelación más power del tomo, y sí, 22 páginas para narrar lo que narra Ellis son demasiadas, pero esta vez lo ovacionamos igual.
Y nos queda el arquito de tres episodios, que arranca a un ritmo desesperante, de insostenible lentitud. Con el correr de las páginas, queda claro que Liesl Barclay va a tener un rol destacado en el desenlace y ahí sí, se justifica tanto prólogo y tanta presentación. Cuando la saguita (titulada The Cure, como una de las mejores bandas de todos los tiempos) agarra algo así como un impulso, de nuevo pasa algo muy heavy que amenaza con cambiar brutalmente el status quo de la Ciudad y hasta último momento no sabés si Spider logró o no hacer la jugada maestra que venía planeando desde el inicio del tomo antes de que todo se vaya a la mierda. La última secuencia es sencillamente genial y te deja pidiendo el próximo (y último) tomo a gritos que le helarían la sangre a la barra brava de Nueva Chicago.
O sea que, con pachorra y todo, Transmetropolitan avanza hacia el final y llega a esa instancia con inmejorables expectativas, que ojalá no defraude. La verdad es que sólo se puede criticar eso, lo poco que pasa en cada episodio. El resto es brillante, desde lo macro (la construcción del universo en el que sucede la historia) hasta lo más chiquitito (cada diálogo, cada viñeta muda pensada para que se luzcan las expresiones faciales). Y por supuesto, el punto más alto es el trabajo que pone Ellis en convencernos de que Spider Jerusalem, el talibán de la verdad, no es un ser de papel y tinta sino una criatura real como vos y yo, tridimensional, compleja, verosímil a pesar de sus irrefrenables excesos.
Para anotarse todos estos porotos, Ellis cuenta con el apoyo incondicional de Darick Robertson, que sigue ahí firme, sin faltar en ningún número. Como ya vimos, de vez en cuando los autores inventan triquiñuelas para que el dibujante no tenga que matarse en los fondos, largas secuencias que pueden narrarse sólo con planos bien cercanos, o con un mismo fondo repetido muchas veces, o algo por el estilo. Y cuando no vale usar ninguno de esos yeites, Robertson se arremanga y pela episodios en los que casi no hay viñetas sin fondos laburadísimos, llenos de detalles alucinantes, sin nada librado al azar. Pobre pibe, está en una serie donde la estrella es el guionista y encima cada tres números viene un nuevo portadista de primerísimo nivel a devastarnos las retinas con unas ilustraciones de la hostia. Lo de este tomo ya es un acto de crueldad para con Robertson: tres tapas de Glenn Fabry y tres de Moebius. Un game over definitivo.
Y ahí estamos, a apenas un tomito del final de esta serie salvaje y polémica que nos acompaña desde los albores del blog. Prometo leerlo antes de fin de mes. Pero estoy tan cebado que seguro lo leo esta semana...
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Published on July 08, 2012 13:17

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Andrés Accorsi
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