Andrés Accorsi's Blog, page 204
January 1, 2013
01/ 01: LOS MAS VENDIDOS DE DICIEMBRE

pecta a mi mini-distri-
buidora) y otra vez el nefasto Gaturro se quedó con el primer puesto. Lo que nunca había pasado es que un título venda, en su primer mes de rodaje, lo que vendió el Vol.20 de la agotadísima “creación” de Nik. El tomito salió el 7 de Diciembre y explotó con una furia que no recuerdo haber visto nunca.
Veamos qué otros títulos se vendieron bien:
1) Gaturro Vol.20 (De la Flor)
2) Cuatro Cuentos (Común)
3) Zitarrosa (Belerofonte)
4) Dora Vol.2 (Común)
5) Macanudo Vol.9 (Común)
6) Crónicas Marcianas (De la Flor)
7) Términus Vol.1 (Términus)
8) Sol de Noche (La Duendes)
9) Ofelia Vol.1 (De la Flor)
10) La Murciélaga Vol.9 (MacPulenta)
Como se puede observar, los otros dos lanzamientos de Ediciones De la Flor (Ofelia y Crónicas Marcianas) clavaron bastante más lejos de la punta. Y el único que le puede intentar un aguante a Nik es Liniers, simplemente porque sus libros no se caen del ranking uno o dos meses después de lanzarse, sino que se mantienen por más tiempo entre los más vendidos. Ahí lo tenemos al Vol.9 de Macanudo, que salió en Agosto, bancando los trapos en un dignísimo quinto puesto y a Cuatro Cuentos (lo último de Liniers) debutando muy alto, en el segundo puesto, a pesar de ser un libro de $ 100.
Común tuvo un muy buen 2012, con varios libros exitosos, entre ellos el Vol.2 de Dora, que salió en Noviembre y este mes, a pesar de las muchas novedades, retuvo el cuarto lugar en el ranking. Términus, otra que debutó en Noviembre, también se la bancó un mes más. Y el Vol.9 de La Murciélaga, que salió a mitad de año, entró y salió varias veces de la lista de los más vendidos, pero este mes se coló en el décimo puesto.
Y completamos con otros dos lanzamientos de Diciembre (hubo más, pero no vendieron lo suficiente como para entrar al ranking): notable tercer puesto para Zitarrosa, que da testimonio de la chapa acumulada por Rodolfo Santullo y Max Aguirre (dupla interesante si las hay) y octavo para Sol de Noche, de Guillermo Saccomanno y Patricia Breccia, que si hubiese salido un poco antes seguro habría vendido bastante más.
Para Enero, se vienen un nuevo (y muy grosso) libro de Ediciones De la Flor, más Ernán Cirianni, Fernando Calvi, J.J. Rovella y algún otro que ahora no tengo muy presente. Y quedaron pendientes títulos que se anunciaron en 2012 y todavía no salieron, con el Vol.2 de Cybersix a la cabeza, por supuesto. Este año, la distri no se toma vacaciones en Enero, así que a principios de Febrero sabremos cuáles fueron los más vendidos en este arranque del 2013. Mañana, los lanzamientos de 2012.
Published on January 01, 2013 15:47
December 31, 2012
31/ 12: CUARTA TEMPORADA

Para mí este no fue un año demasiado fácil, porque además de este blog coordiné Soretes Azules, el blog de tributo a Carlos Trillo, que tuvo 317 entradas a lo largo de 2012. Sumémosle la gran cantidad de eventos a los que asistí, más mi laburo de todos los días, más alguna mala pasada que me jugó la salud y no te digo que llegué con lo justo (porque con tres años de training intensivo uno ya se banca cualquier cosa), pero casi. Para 2013 me pienso meter en otro proyecto descabellado: un libro que estamos armando junto a Luciano Saracino. Y por supuesto pienso seguir dándole masa a la Comiqueando Online, que resiste heroicamente, como la aldea de Astérix, y se acerca a su décimo aniversario. En ese contexto se plantea la cuarta temporada de 365 Comics.
Este año no me voy a poner a enumerar a los autores grossos cuyas obras esperan turno para ser leídas y reseñadas en los próximos meses. Prefiero dedicar el espacio a repasar algo muy importante que son
LAS REGLAS DEL BLOG
1) Este blog es completamente personal, autogestionado e independiente. Independiente de todo, inclusive de mi laburo como distribuidor. No es un house organ de la distri, ni tiene el compromiso de manijear o ensalzar a los libros de las editoriales con las que trabajo. No tiene ni tendrá nunca el objetivo de vender absolutamente nada.
2) El blog se sigue llamando “365 Comics por Año”, pero el compromiso de postear una reseña por día a lo largo de todo un año se terminó el 31/12/10, cuando cumplimos el primer año. De ahí en más, el blog sigue porque se sumó la posibilidad de postear otros textos (no necesariamente reseñas), e incluso de no postear, ya sea por estar de vacaciones o absorbido por algún evento de los que abarcan miles de horas por día.
3) El material que se reseña en el blog es el que me llama la atención como para comprarlo, más algunas cosas que me regala gente amiga. Ese es el único criterio válido. No importa si está editado en castellano, si se consigue fácilmente, o si es accesible. Existe, lo tengo, lo leo, lo reseño, punto.
4) Este blog es, ante todo, un espacio para la libertad de expresión. Así como yo puedo opinar lo que se me cante, los lectores pueden hacer lo mismo. Acá no se modera, no se censura y no se elimina ningún comentario, ni siquiera los que me parecen ofensivos, desubicados o simplemente estúpidos. Todos tienen derecho a opinar libremente y bueno, después se verá quién queda como un intolerante, un ignorante, un quejoso, un boludo, o un cagón, en el caso de los que eligen el anonimato.
5) Los textos del blog son míos, pero también son de todos. Cualquiera puede reproducirlos donde se le cante sin pedir autorización, mientras aclare quién es el autor y dónde se publicaron originalmente. Vale afanar desde las teorías más elaboradas hasta los chistes más pedorros, pero siempre citando la fuente.
Con todo esto en claro, sólo queda agradecerles a los lectores que nos acompañan día a día (este mes llegamos a las 27.000 visitas!), a los casi 400 seguidores del blog y a los 1330 usuarios de Facebook que nos dieron su “me gusta”. También a todos los que ayudan a difundir este blog, publicando links y compartiendo contenidos en las redes sociales. Se vienen otros 365 repletos de comics y para mí va a ser un placer compartirlos con la horda viñetófila que se juntó del otro lado de mi monitor. Feliz 2013 para todos!
Published on December 31, 2012 10:41
December 30, 2012
30/ 12: SHOWCASE PRESENTS ALL-STAR SQUADRON Vol.1

¿Y qué onda las historias? La verdad, se bancan decorosamente el paso de las tres décadas y monedas. La consigna está buena: un comic ambientado en 1941 y en Tierra-2, donde los superhéroes aparecieron a fines de los ´30. Y con un detalle limado más: los protagonistas no son los héroes más grossos (o sea, los de la Justice Society), sino que el guionista Roy Thomas dedica buena parte de estos 19 episodios a darle chapa a los héroes menores, que existían en 1941 pero jugaban en la C, y a personajes nuevos, retro-injertados en este período. Lo más notable es la cantidad de referencias que maneja Thomas: por un lado, se nota que escribía esta serie con los diarios de 1941 en el escritorio, porque de ahí saca nombres de ministros, generales, sucesos de la Segunda Guerra Mundial, cosas relacionadas a la misma que pasaban dentro de EEUU, noticias de celebridades, deportes, etc. No hay un sólo detalle, ni el más mínimo, que te haga ruido en cuanto a la autenticidad y la veracidad de que estamos en 1941.
Bueno, sí. En nuestro 1941 no había superhéroes... Y esa otra referencia Thomas también la maneja a la perfección. Además de los diarios, el guionista tiene perfectamente estudiado qué pasaba en ese momento en las historietas de cada uno de los 20 ó 25 personajes que aparecen en este tomo (luego serán muchos más) y se hace cargo de todo, incluso de historias chotísimas y cuasi-inexplicables, de esas que abundaban bastante en los comics de la “Golden Age”. Si la historia transcurre en Enero del ´42, Thomas sabe que –ponele- el Dr. Mid-Nite no puede aparecer, porque en una aventura ambientada en Enero del ´42 y publicada en esa época, nos lo mostraban de viaje por Africa. Esto está armado con tanta disciplina y tanto respeto, que si llegás al final de All-Star Squadron sin caer en la tentación de empezar a leer los comics de los ´40 de todos estos personajes, es porque realmente nunca en tu vida los vas a leer. Yo, por suerte, zafé. Pero posta, en más de una ocasión me dieron ganas, sobre todo cuando Thomas se desloma para darle onda y coherencia a los personajes más pedorros, a los que en los ´40 tuvieron poquísimas apariciones, siempre en historias cortitas y menores.
Si sos fan de larga data de DC, seguro ya tenés All-Star Squadron completa, porque es una serie que en los ´80 acumuló una chapa más que considerable. Si sos fan de Marvel y querés ver qué hizo Roy Thomas cuando se fue a DC, creo que también te va a gustar. Si te copa la Segunda Guerra Mundial y querés leer una versión alternativa, en la que los superhéroes cumplen un rol que no es el que te imaginás, también te la recomiendo. Si te gusta el comic clásico de superhéroes, así, a secas, dale nomás. Y si sos fan del inmenso Jerry Ordway, no te pierdas All-Star Squadron porque acá es donde empieza la leyenda. Quiero ya más Showcases de esta serie, así termino de reemplazar a las revistitas, a las que hice guita hace varios años.
Published on December 30, 2012 18:40
December 29, 2012
29/ 12: DAGO Vol.31

Este tomo ofrece cinco episodios de Dago, a los que se les nota mucho la obligación de durar sí o sí 12 páginas. Así, hay ideas que podrían haberse desarrollado un poco más si hubiese más páginas disponibles y otras que no daban ni en pedo para 12 páginas y hubiesen resultado más contundentes en 6 o en 8.
La primera historia narra el final de la batalla de Pavia, en la que el Rey Francisco de Francia pierde por goleada y cuya última acción antes de entregarse al enemigo es encomendarle una misión más a Dago, quien estaba a su servicio. Esto podría haber durado dos o tres páginas menos. Lo cierto es que Dago vuelve a los caminos de Francia y en los cuatro episodios restantes Wood cambia el género bélico por la road movie, para mostarnos breves (y a veces poco trascendentes) aventuras que vive el veneciano en los lugares donde para a comer y descansar.
El segundo episodio es una típica historia de Robin Wood: una trama de corrupción, lujuria y venalidad, a la que Dago desarticulará en favor de los más débiles, a los que sólo le quedaba un poquito de dignidad. “¿Quién ese ese hombre que hizo tanto por nosotros sin pedir nada a cambio?”, se preguntan la bella joven y su anciano padre. Se ve que nunca leyeron historietas de Columba... Al inexplicable altruismo de Dago hay que sumarle también la sangre fría y la mala leche: el castigo que desencadena contra los villanos de esta historia es sencillamente escalofriante.
La tercera historia es flojita, apenas una intriga palaciega menor en la que –de nuevo- Dago interviene para hacer justicia. La cuarta es parecida a las dos anteriores: un encuentro fortuito, un noble cruel y despiadado que abusa de su poder, un hombre valiente preso de un antiguo juramento y un final trágico y desolador. Acá el rol de Dago es tan chiquito que podría no estar. Y la quinta historia, que también se inicia con un encuentro casual, amaga con ser la enésima anécdota menor de Dago en el camino, pero sobre el final resulta ser canónica porque acá es donde el ex-jenízaro negro se gana la amistad y los favores de la reina de Francia, un elemento que tendrá mucho peso en historias futuras.
El dibujo de Gómez acá todavía no llegó a su punto más alto, que es el que vimos en sus trabajos posteriores. De hecho, todavía no se ve su verdadero estilo, sino que persisten los vestigios de la época en la que le pedían expresamente que copiara a Alberto Salinas, el dibujante original de Dago. Lo que más llama la atención son las pocas viñetas por página, pero claro, estas historietas están hechas para revistas bastante más chiquitas que este álbum, en las que muchas viñetas más resultarían en un caos ilegible (como pasa casi siempre que en las revistas de Aurea reeditan material franco-belga). Estos episodios de Dago tienen todos los vicios de las historietas pensadas para los contenittores semanales: pocos cuadros por página, muchos primeros planos y pocos fondos, como para que el dibujante pueda entregar 12 páginas por semana. Con todas esas limitaciones (y con un colorista bastante del montón que no aparece acreditado), igual se ve en el dibujo de Gómez la mano de un tipo sumamente dotado para el dibujo académico-realista, con gran ojo para los detalles, gran cuidado para la reconstrucción histórica y muchas ideas para tratar de darle dinamismo y fuerza a historias que a veces (como en el primer episodio) se diluyen entre cabezas que hablan. Lo que va a publicar Comic.ar es unos años posterior y (lo acabo de hojear porque lo tengo en italiano) se ve mucho mejor.
Si sos fan de Robin, o de Gómez, o de este personaje con menos emociones que los campeonatos españoles en los que el Barça le lleva 18 puntos al que va segundo, ya tenés un motivo más para esperar con ansias que llegue el 2013.
Published on December 29, 2012 14:14
December 28, 2012
28/ 12: TOM STRONG Vol.4

Vamos de atrás para adelante, y así es como arrancamos con un numerito muy menor, apenas una anécdota graciosa, escrita por Geoff Johns y muy bien dibujada por el gran John Paul Leon. Después aparecen dos unitarios más, ambos escritos por Peter Hogan y dibujados por Sprouse, aunque no con todas las pilas. Uno de los guiones de Hogan, el de las mujeres murciélago de la Luna, es bastante flojo y sólo se redime porque le da a Sprouse la oportunidad de homenajear a Hergé con una ilustración que recrea la genial portada de Aterrizaje en la Luna. El resto, es sin dudas prescindible. El otro unitario, el de Greta Gabriel y el Dr. Permafrost, es realmente grosso, con una trama fuerte, redondísima, con grandes escenas y grandes diálogos y un final totalmente impredecible. Está tan bueno que se podría cambiar a Permafrost por Mr. Freeze y meterlo entre los comics basados en la serie animada de Batman, esos que escribía Kelley Puckett en los ´90, en los que cada vez que aparecía Mr. Freeze se prendían fuego las páginas (valga la paradoja).
Y claro, la papa más fina está en la trilogía con la que abre el tomo, escrita por el mismísimo Mago de Northampton, quien luego de esta saguita abandonaría la serie para regresar sólo en el capítulo final (el 36). Entre tanto Elseworlds y What If...? medio pelo, acá Moore se embarca en una historia alternativa de ese estilo, pero con un nivel impresionante. Una mínima variante en una secuencia del origen de Tom Strong da pie a una nueva línea temporal en la que el héroe nunca nace, y su lugar lo ocupa Tom Stone, hijo de la mamá de Tom Strong y un marinero negro. La vida de Tom Stone tendrá puntos de contacto y puntos de absoluto disenso con la del Tom Strong que todos conocemos y de ahí Moore sacará un jugo virtualmente inagotable para mostrar nuevas e impredecibles aristas de los personajes y el mundo que los lectores ya teníamos asimilados.
Además, fiel a su estilo, el Mago explorará esta bizarra vuelta de tuerca hasta sus últimas consecuencias: ¿quién causó esta variación en el pasado de los personajes? ¿Por qué? ¿Quién sabe que esa realidad no es la “verdadera realidad”, sino que es una versión alterada de otra realidad “oficial”? ¿Qué se hace para anular una línea temporal alternativa cuando uno sabe que sólo puede conducir a la catástrofe? Todos esos elementos tan gancheros y adictivos que vimos mil veces en sagas como Back to the Future o la Legion de Keith Giffen, en manos de Alan Moore cobran un vuelo realmente impactante, electrizante. Y no puede faltar la secuencia en la que el Mago hace jueguito para la tribuna y pela algún truco narrativo de esos que te quitan el aliento: en este caso, las dos páginas previas a la última, en la que nos narra en paralelo dos secuencias que transcurren en distinto lugar y en distinto tiempo, alternándolas de a una viñeta cada una, todas widescreen y todas importantísimas para la definición de una saga brillante.
Como todo truquito de narrativa, para que salga bien hace falta la complicidad de un dibujante de bueno para arriba, y acá el Mago contó nada menos que con Jerry Ordway, quien se puso al hombro toda la trilogía de Tom Stone con la solvencia y la elegancia que lo caracterizan. Algún día alguien me explicará por qué un dibujante con la calidad de Ordway no tiene muchísimos más fans, ni una legión de editores a sus pies, suplicándole que trabaje para ellos. Lo cierto es que acá el ídolo no sólo recrea con mínimas modificaciones las escenas del origen de Tom Strong que ya nos habia contado Sprouse en los primeros episodios, sino que además reversiona a decenas de héroes y villanos (en la saga interviene prácticamente todo el universo ABC) y crea a otros tantos, para luego entrelazarlos en secuencias sumamente ambiciosas y jodidas de dibujar. Y bueno, maestro, vos sabés que cuando agarrás un guión de Moore, te vas a tener que esforzar el doble. Felizmente, tanto Ordway como Sprouse y Leon están apuntalados por el trabajo siempre magistral de Dave Stewart, as indiscutido del color digital. Lo de Stewart es muy importante, sobre todo para realzar la labor de Sprouse, cuyos unitarios están dibujados muy con lo justo, bastante por debajo del nivel habitual de este animalito.
Y bueno, de acá en más queda un sólo episodio de Tom Strong escrito por el Mago, así que me bajo en esta, nomás. Tendremos más Alan Moore acá en el blog durante 2013. Prometido.
Published on December 28, 2012 18:18
December 27, 2012
27/ 12: CONVERSACIONES EN LA CIUDAD DE CARTON

Ganadora de un reciente premio de Novela Gráfica organizado por la librería/ editorial Contracultura (la única que genera con alguna constancia obras de nuevos autores peruanos), Conversaciones... tiene varios problemas. Es solemne, es críptica, no intenta nada parecido a una curva dramática y a la hora de combinar textos y dibujos, lo hace con la destreza de un pingüino empetrolado. Tiene a su favor un ancho de espadas, que es el dibujo de Miguel Det y Agueda Noriega, muy, muy trabajado, muy logrado, aunque poco eficaz a la hora de contar la historia. Bah, el problema es que “la historia” no es tal. Una vez que dejás de babear con los dibujos, llega la hora de tratar de leer la historieta, y ahí la cosa se hace cuesta arriba.
Si bien no me animo a etiquetarla como “biografía”, Conversaciones... hilvana, o intenta hilvanar, varias secuencias de la vida de un poeta peruano, Rafael de la Fuente Benavides, más conocido como Martín Adán. Las secuencias y anécdotas aparecen en orden no cronológico, mechadas con data no muy explícita sobre la situación política en el país (Martín Adán vivió entre 1908 y 1985, o sea que sobran los momentos interesantes para reflejar) y salpicadas con textos extraídos de los propios poemas de Adán, famosos por su hermetismo, su complejidad y su profundidad metafísica. Estamos por batir en la coctelera lava volcánica, nitroglicerina, uranio enriquecido, viagra vencido y pis de Fing-Fang-Foom. De acá puede salir cualquier cosa, y seguro lo que salga va a ser... delicado.
Sumémosle a la alquimia el hecho de que Adán era alcohólico y que, a medida en que sus desventuras económicas superaron a su éxito literario, pasó más y más años de su vida en hospicios y hospitales de escasos recursos. El guión de Det trata de meter todo esto en menos de 60 páginas, y además de nombrar a todos los compañeros de colegio de Rafael que luego fueron nombres importantes de la cultura y la política de Perú, a todos los otros poetas y escritores conocidos con los que se juntaba a escabiar, a todas las minas a las que les tiró los galgos... A las pocas páginas, ya tenés en la cabeza una ensalada de datos que si no sos especialista en cultura y política peruanas del Siglo XX, estás en el horno con papas, batatas y unas rodajitas de cebolla.
Y eso no es lo más heavy. Lo más heavy llega en esas secuencias en las que los personajes que aparecen en las viñetas (casi siempre en primer plano) llevan adelante un diálogo, mientras que por arriba, los bloques de texto narran otra cosa, sólo a veces referida a la situación de los personajes. Otras veces, Det reparte entre los bloques de texto pedacitos de poemas de Martín Adán, que van continuando sin demasiada lógica de una viñeta a otra, siempre por encima (pero nunca en sintonía con) lo que los personajes hacen o dicen. Okey, estamos hablando de un poeta vanguardista, complicado, extraño... pero ¿hacía falta complicarnos tanto la vida a los que queríamos leer la historieta?
Y al final, después de los versos, los amores, las frustraciones, los secretos y las mamúas de Rafael (o Martín), quedan los dibujos, que es donde se ve de modo incontrastable el talento de los autores del comic. Por ahí no les sobra originalidad: hay Robert Crumb, hay Rick Geary, hay Jesús Cossio (el Joe Sacco peruano) y hay muchísimos dibujos creados en base a fotos. Aún así, con estos recursos y una cantidad de horas de laburo que sospecho infinitas, Det y Noriega lograron darle a Conversaciones... una faz gráfica realmente notable. Los quiero ver en una próxima obra, más abierta, más accesible, menos pretenciosa.
El año que viene, más historieta latinoamericana reciente acá en el blog. Caiga quien caiga.
Published on December 27, 2012 11:11
December 26, 2012
26/ 12: CHANNEL ZERO

Allá por los ´90, a Rudy Giuliani, intendente de Nueva York, se le ocurrió limpiar la ciudad, convertirla en un lugar más prolijo, más seguro, más careta. Con el tiempo, lo logró. Pero para llegar a eso, primero se tuvo que enchastrar un poco y ahí es donde se pasó un poquito de rosca: hubo aprietes a periodistas y artistas, represión policial bastante zarpada en varias marchas y gente que terminó en cana sólo por expresar su disenso con lo que Giuliani quería hacer. En ese contexto, Wood crea Channel Zero, una historieta de barricada, comprometida al mango con el mensaje que el autor quería transmitir.
Por suerte es un mensaje tan fuerte (y con el que uno coincide tanto) que conserva su impacto aún hoy. Wood nos grita “despiértense, muchachos, no se suban a las modas, no compren espejitos de colores, no se crean el discurso prefabricado de los medios, porque está armado con mierda, con la mierda que a los políticos y los empresarios les conviene que tengamos en la cabeza para controlarnos mejor”. Channel Zero es un comic 100% contestatario, que sale a romper con ese discurso hegemónico de fines de los ´90 de “ya está, ya no va a pasar nada más relevante, ahora déjense de joder, miren tele y jueguen a los videogames”. Un discurso que en la Nueva York de Giuliani (y en la Argentina de Menem y De la Rúa) se impuso a fuerza de mentiras y garrotazos, para después dejar un desolador saldo de miles y miles de excluídos. Wood cava donde puede su trincherita, y desde ahí resiste, baja línea, tira bombas, intenta viralizar su mensaje ácido, despiadado, profundamente contracultural.
Ahora, ¿es la historieta el medio ideal para hacer una cosa así? Por ahí hay que tenerla muuuy clara para jugarse a hacer esto y que te salga bien, y Wood estaba muy verde. No era Warren Ellis escribiendo Transmetropolitan, por citar una serie de la misma época y con un discurso parecido. Le faltaba mucho, básicamente dibujar mejor y armar mejor la historia, para que la bajada de línea se pudiera integrar a una trama más atractiva, más dinámica, más fácil de sobrellevar. En Channel Zero, las buenas intenciones se pierden entre páginas con muy pocas viñetas, poquísima narrativa y una estética que intenta combinar las minitas hot de Image con la técnica de la foto retocada al mango. Están buenísimos los textos y hay ideas muy grossas a nivel diseño, pero con buenos textos y un diseño copado podés hacer un libro como el que vimos ayer de Miguel Brieva, no una buena historieta.
La cosa levanta bastante cuando Wood encara una precuela, una historia del pasado de la protagonista de Channel Zero, y decide no dibujarla él, sino sumar al proyecto a Becky Cloonan. Cloonan ya era ese amalgam bizarro entre Wood y Paul Pope y su llegada a la serie le aporta una narrativa mucho más fluída y una forma menos brutal de laburar en base a fotos. El guión de Wood, además, es muy bueno. Y lo mejor llega al final, en una historieta de apenas cuatro páginas realizada íntegramente por Wood, pero hace poco, cuando ya se había hecho conocido con DMZ. Acá mete color, fotos, todos esos truquitos de diseñador gráfico que perfeccionó en las portadas de DMZ y un argumento breve, conciso y que resume perfectamente el espíritu de Channel Zero.
La verdad, no sé si se justifica leerse todo este masacote de casi 300 páginas para decir “qué grosso este pibe, mirá qué huevos tuvo para salir a bajar línea a lo guanaco con su primer comic publicado”. No está mal, de hecho por momentos está muy bien. Y está lleno de detalles y cositas que preanuncian mucho de lo que vamos a ver años más tarde en DMZ (que no casualmente es un comic muy político ambientado en una Nueva York distópica). Por eso, por la integridad, por el coraje y por los buenos dibujos de Becky Cloonan, te diría que sí, que se justifica. No me termino de decidir. Lo que sí creo es que si hubiese leído Channel Zero a fines de los ´90 muy probablemente me habría detonado el bocho, mal.
Published on December 26, 2012 17:54
December 25, 2012
25/ 12: BIENVENIDO AL MUNDO

En este libro, el genial autor español toma el formato de las típicas enciclopedias y lo usa para reunir y pasar en limpio todas sus ideas cáusticas y mordaces acerca de la sociedad en la que le toca vivir, con textos que muchas veces renuncian definitivamente al humor para centrarse en la otra especialidad de Brieva, que es la bajada de línea pura, dura y sin piedad. Como en sus mejores chistes, Brieva habla del poder, de la televisión, del consumo, de los políticos, de la estupidez y la mediocridad de la gente común, de la corrupción y la ineptitud de los gobernantes, de las nefastas consecuencias de la guerra, la religión organizada y el sistema capitalista y lo va mechando con boludeces, con textos más light acerca del futbol, los intelectuales o los carniceros.
En total, son 140 páginas en las que el texto se queda con el protagonismo. De todos modos, todas las páginas están ilustradas. Hay viñetitas sueltas, hay muchos de los magníficos chistes gráficos de Brieva (parecidos a los que vimos el 7 de Enero de este año en la reseña de El Otro Mundo), hay pequeñas historietas de unas pocas viñetas y alguna que otra foto trucada. También hay dos historietas más extensas: una de cuatro páginas (Grandes Personajes de la Humanidad) y una de tres páginas, a la que ya habíamos visto el 18 de Diciembre del año pasado en aquel especial de la revista Crash! dedicado a los grandes autores del comic español. Como pasó aquella vez, acá también, Animalandia sube al podio de lo mejor de este tomo. Entre las historietas cortitas también hay varias joyas, como la de Muffy (que andá a saber para qué publicación la creó Brieva y que acá la usa para ilustrar el texto dedicado al Osito), la tira del maestro Siddartha, la fundamental Clases Nocturnas, o La Noche Libre de Martin Heidigger. O sea que, si bien Bienvenido al Mundo no es un libro de historietas, estas están y –por supuesto- están brillantemente pensadas y dibujadas. Exactamente lo mismo sucede con los chistes. Hay tantos geniales que no podría enumerarlos.
Este es un libro raro, nunca vi algo así. Por ahí el principal problema de todo este combo es que se hace un poco heavy de digerir. Si te planteás leer todos los textos, es imposible bajarte el libro en menos de dos o tres días. Si leés sólo las historietas y los chistes, el libro se hace corto y deja gusto a poco. Mi consejo es leerlo todo, pero encararlo con paciencia. Acá hubo alguien (quizás el mismo Brieva) que se tomó el laburo de diagramar las páginas para que textos y viñetas convivan armónicamente y eso hay que aprovecharlo. Además, si no seguís habitualmente la vasta variedad de medios en los que Brieva publica sus trabajos (desde diarios y revistas careta tipo la Rolling Stone hasta publicaciones re-under de bajísima tirada) te vas a encontrar con un montón de chistes y pequeñas historietas que seguro no conocías. Y por si le faltaba algún atractivo, al ser un libro tan extraño, que claramente no parece el enésimo álbum de historietas, se lo podés enchufar a la gente que no lee historietas ni en pedo, convencida de que el arte que nos apasiona transmite enfermedades venéreas o te convierte en un subnormal invertebrado que a las pocas páginas empieza a babear o a preguntar si Superman es más fuerte que Son Goku.
Miguel Brieva es –ya lo dije otras veces- un genio único e irrepetible. Y este libro es tan raro, tan inclasificable y tan zarpado como él.
Published on December 25, 2012 17:56
December 24, 2012
24/ 12: TARZAN Vol.18

Me explico: ¿te acordás de aquellos primeros tomos en los que el maestro Burne Hogarth dibujaba página tras página con 16 viñetas chiquititas? Bueno, eso ya recontra fue. El prócer rediseñó las planchas para dibujar menos cuadros por entrega y en este tomo la mayoría de las páginas tienen entre 3 y 6 viñetas. Y como la cantidad de texto es la misma, en la misma cantidad de páginas suceden muchas menos cosas. En estas últimas 49 semanas, Hogarth nos cuenta lo mismo que años atrás nos contaba en 20.
¿Por qué, de repente, menos es más? En principio, porque al haber menos aventuras por tomo estas se hacen menos reiterativas. Acá ya no hay lugar para que Tarzan, en sólo 50 planchas, encuentre a tres civilizaciones perdidas, rescate a cuatro minitas que se enamoran de él, se escape de cinco trampas o se enfrente a 15 ó 20 animales salvajes. En este tomo tenemos, en apenas dos páginas, la resolución de la saguita de los Ononoes, que venía del tomo anterior, y dos aventuras más: una larga y una de sólo 9 páginas. La más larga, sin ser una joya, no está mal. Acá los malos son dos blancos que engañan y manipulan a los negros para llevarse un fabuloso tesoro que yace en las profundidades de un río. Un nativo tan avechuchesco como ellos entrará en la runfla y los ayudará a llevar adelante un plan muy turro, al que no le falta intriga palaciega, aunque la tribu tenga chozas en vez de palacios. Por supuesto, Tarzan resolverá todo muy fácil y casi sin despeinarse, pero por lo menos no es un guión taaan trillado.
El de la aventura cortita es decidamente nefasto: un cazador blanco se le aparece a Tarzan y le dice “Un zoo de Inglaterra me paga fortunas si les llevo un rinoceronte y un gorila vivos. ¿Me ayudás a capturarlos?”. Tarzan, en vez de mandarlo a la mierda, negocia: “Bueno, pero sólo el rinoceronte. Con los gorilas no se jode, porque (como diría Zambayonny) yo los considero mis hermanos”. En el medio de la cacería del rinoceronte, oh casualidad, aparece un gorila que, cuando ve al bicho de los cuernos, se pone loco y lo quiere matar. Tarzan le ordena que se calme, pero el simio desobedece a su rey lo confronta. A Tarzan le da por el quinto forro del taparrabos que el gorila se le subleve y se decide a matarlo. Ahí aparece el cazador y le dice “No lo mates, ayudame a capturarlo y yo me lo llevo”. El Rey de la Selva le hace caso (!) y así es como este pichi se vuelve a Inglaterra con un resonante triunfo de visitante, servido en bandeja por un Tarzan que, en vez de bancar a los bichos que siempre lo ayudaron, los entregó miserablemente, a cambio de nada, y traicionando su propia palabra. Un horror.
En cuanto al dibujo, esto ya es completamente indescriptible. Cuantos menos cuadros tiene la página, más se luce el dibujo de Hogarth, que acá está en un nivel divino, en el sentido que parece que dibuja con la mano de Dios. En las páginas de 6 viñetas, el maestro cumple con creces y, cuando puede dibujar tres o cuatro, estalla en unas composiciones pefectas, dinámicas, icónicas, de altísimo impacto y enorme belleza plástica. Acá Hogarth se toma en serio lo de “el Miguel Angel de la historieta” y se manda capillas sixtinas página por medio, viñetas tan elaboradas, tan bien resueltas, que podrían enmarcarse y colgarse en cualquier museo. Incluso en la tira del título, donde muchas veces iba un dibujito de relleno, el maestro mete dibujazos que jerarquizan a ese espacio tanto como a cualquier otra viñeta de la plancha.
Pero bueno, era 1950 y Hogarth, un poco cansado, decidió colgar las lianas y dedicarse a la docencia y a la realización de sus famosos libros de anatomía para dibujantes. 22 años más tarde volvería a oir el llamado de la selva y regresaría con Tarzan of the Apes, una verdadera (y gloriosa) novela gráfica, en la época en la que ese término todavía no se había acuñado. Para la plancha dominical del Rey de la Selva era el fin de una era, aunque seguiría vigente hasta el año 2000 (creo), en manos de otros autores como Russ Manning, Gil Kane y Mike Grell, entre otros. Y ya está. No más Tarzan en el blog, por lo menos durante 2013. Gracias por el aguante, fiera.
Published on December 24, 2012 14:00
December 23, 2012
23/ 12: DEADPOOL MAX Vol.2

El primer episodio de este tomo es delirio puro, una comedia disparatada, en la que Lapham explora los límites de la locura de Deadpool y su enfermiza relación con Domino (que no es la Domino del Universo Marvel posta, cabe aclarar). Acá el argumento casi no importa, está todo basado en situaciones y diálogos limadísimos. Tampoco aparece Bob, el personaje secundario más importante, el que más hace para que la trama central avance.
El tercer episodio, si bien tiene a Bob en un rol destacado, es claramente un número de relleno, con dibujante suplente y todo. Acá todo gira en torno a un proxeneta y sus chicas, o sea que abundan los chistes de temática sexual bastante subidos de tono. Si no fuera porque Shawn Crystal es un dibujante decididamente mediocre, este festival de drogas, armas y putas sería una gema memorable.
Los cuatro episodios restantes respetan, en mayor o menor medida, la consigna de hilvanar un argumento y hacerlo avanzar hasta la confrontación final entre Deadpool y Taskmaster. En ese periplo, Lapham aprovecha para habilitarnos muchísima data sobre el pasado de Bob, para llevar a Wade a visitar el orfanato donde fue criado y para parodiar con sutil mala leche toda esa runfla bochornosa en la que los propios servicios de inteligencia yankis terminan por crear (y armar hasta la chota) a una célula terrorista de Medio Oriente que más tarde cobra proyección internacional. Como a Bob le resulta fácil manipular a Deadpool con el chamuyo de HYDRA y la amenaza global que representa, termina laburando para que HYDRA exista y represente una verdadera pesadilla para la paz mundial y la seguridad de los EEUU. Para cuando Deadpool se entere de cómo viene la mano, será tarde para todo. El final es muy heavy, con el exterminio de cientos de miles de inocentes, y aún así Lapham banca el clima festivo. Claro, estaba convencido de que la serie terminaba ahí. Después hubo luz verde para seis números más, pero eso es otro tema.
¿Y por qué yo había decidido comprar el Vol.2 de una serie cuyo Vol.1 se quedaba en los chistes guarangos y la violencia más cabeza? Por los dibujos de Kyle Baker, genio de los genios, que acá puso –como es su costumbre- toda la carne al asador. Si Deadpool MAX no es un comic de superchabones que se cagan a palos (y tiros y espadazos) con garches, puteadas y drogas es porque Baker se propone lograr algo distinto y –predeciblemente- lo logra. Los fondos no existen: son todas fotos retocadas. Baker no dibuja ni un auto, ni una metra, ni un mísero celular. Captura fotos y las integra a sus dibujos con una cancha asombrosa, metiendo unas texturas loquísimas y haciendo magia con la paleta de colores. Hay algunas páginas un poco tiradas a chanta, pero en general no queda para nada mal la forma en que el ídolo zafa de dibujar lo que no tiene ganas (o tiempo) de dibujar. En la figura humana, en cambio, Baker deja la vida, incluso en escenas difíciles de dibujar. Y en las expresiones faciales se revela (en realidad lo viene haciendo desde Special Forces) como el verdadero continuador del ilustre legado de Angelo Torres y Mort Drucker, los caricaturistas más grossos de MAD. Todo el laburo de Baker es realmente impresionante, como si en vez de un capo con más de 25 años de trayectoria fuera un pibe nuevo con hambre de gloria, en busca de la consagración.
En ese sentido, si Shawn Crystal vino a Deadpool MAX en busca de ese primer hitazo que lo ponga en el listado de los dibujantes a los que seguir de cerca, avísenle que no, que no lo logró. Por suerte, fuera del bajón que significa tener 22 páginas de Crystal en vez de 22 páginas de Baker, este tomo está muy bueno, la aventura funciona, los chistes también y quien lo lea difícilmente se abstenga de comprarse un Vol.3, que creo que ya se anunció.
Published on December 23, 2012 15:18
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