Andrés Accorsi's Blog, page 193
April 23, 2013
23/ 04: LOBISON PORTEÑO

Algunas cositas del estilo de Ginevra pueden verse en este trabajo, especialmente en la portada, que parece dibujada por el prolífico artista. En las páginas interiores, Goly muestra la influencia de Ginevra bastante menos, y principalmente en la narrativa, no en la superficie del dibujo, donde se ve más a Angel Mosquito, y donde aparecen experimentos con grisados, manchas y texturas que tienen poco que ver con la línea de Dante. El texto que aparece en la contratapa (firmado por Cristian Mallea) hace hincapié en un supuesto enrolamiento de Andrade en una estética más cercana al manga, cosa que yo no pude constatar en lo más mínimo en la historieta. Ni en el dibujo, ni en la narrativa. Aparentemente, la autora tiene ascendencia japonesa en su familia (la vi una sóla vez y no lo noté, pero puede ser), lo cual no se trasluce para nada ni en el dibujo ni en la forma en que está contada Lobisón Porteño.
A todo esto... ¿me gusta cómo dibuja Belén Andrade? Más o menos. Me gusta más cómo narra. El dibujo se ve forzado, luchado, más producto de lo que se pudo que de lo que se quiso plasmar en la página. Por un lado, es un dibujo suelto, plástico, expresivo, que facilita la identificación del lector con los personajes, con algunas cosas (el lobo, por ejemplo) muy logradas; por el otro, el comic está poblado de lugares, objetos y vehículos dibujados así nomás, con cierto desdén, cierto “me chupa un huevo si el auto parece una goma de borrar con ruedas, o si cambia de fisonomía de una viñeta a la otra”. Esas desprolijidades, sumadas a la suciedad que la autora mete intencionalmente en algunas viñetas, le dan a la historieta un look muy under, muy de principante, y desluce un trabajo al que no le faltan méritos.
El guión, en cambio, muestra una solidez poco frecuente en los historietistas jóvenes. Goly construye bien a los personajes, plantea bien el conflicto, lo desarrolla al limite y lo resuelve de modo satisfactorio y poco predecible. El clima está bien logrado y los diálogos suenan naturales y creíbles, más allá de algún tropiezo menor con los signos de puntuación. Lo más interesante es cómo, en un contexto realista, costumbrista, casi de slice of life, aparece un elemento fantástico y lo aceptamos sin ningún inconveniente, no nos suena demasiado traído de los pelos, ni mucho menos inverosímil. Eso es un logro muy notable por parte de Belén Andrade.
Sin dejar de publicar en fanzines, Goly tuvo en 2012 su debut en esto de que una editorial posta te edite un libro. Como primer paso, es bastante bueno. Con este mismo guión y un dibujo más pulido, estaríamos hablando de una opera prima de infrecuente calidad. Si te gustan más los guiones que los dibujos, o si te entusiasma descubrir a una nueva autora argentina a la que no le faltan condiciones para convertirse (más adelante, no mañana ni el mes que viene) en un talento a seguir de cerca, tratá de capturar a este lobisón, que lo vas a disfrutar.
Published on April 23, 2013 18:06
April 22, 2013
22/ 04: MISS DON´T TOUCH ME Vol.2

Hora de reseñar la segunda mitad de esta excelente serie, que en Francia se publicó en cuatro tomos y en EEUU en dos, un poquito más chicos que los típicos álbumes europeos, pero muy lindos, muy accesibles y con una traducción impecable.
Una de las cosas que más me llamaba la atención del primer tomo es que la historia llegaba a un final bastante pronunciado. Quedaban algunas puntitas por resolver, pero la trama principal planteada por Hubert llegaba a una resolución muy coherente y además bastante definitiva. Faltaba la mitad de la obra. ¿Para dónde iba a disparar el guionista? Evidentemente tenía que pelar nuevas variantes, no podía plantearse 90 páginas de epílogo a lo que vimos al final del Vol.1. Y efectivamente, la historia mantiene intacto su trasfondo, el de las intrigas y los manejos sombríos de los que Blanche es testigo al vivir y trabajar en un prostíbulo, y además suma una nueva trama: la historia de un amor imposible entre la protagonista (la puta virgen, maravillosa contradicción que Hubert banca milagrosa y asombrosamente hasta el final) y Antoine, un chico lindo, rico y más bueno que el pan, con un sólo “defecto”: las mujeres no le interesan en lo más mínimo.
Entonces tenemos, por un lado, la trama sórdida del prostíbulo más finoli de París y su oscuro backstage, que le viene bien a Hubert para poner sobre el tapete la doble moral de los poderosos: en público, todos los “dueños de la manija” declaran indignados que el prostíbulo constituye un atentado a la moral y las buenas costumbres. En privado, se hacen flagelar por putas de lujo o sodomizar por un travesti tan glamoroso como bien dotado, uno de los grandes hallazgos de Hubert en materia de personajes secundarios. Y en paralelo, una historia de amor MUY al estilo de Carlos Trillo, entre Blanche y Antoine, en la que el guionista va a hacer crecer la figura de una nueva y escabrosa villana: la mamá de este chico descarriado, al que la sociedad de aquella época (década del ´30 del siglo pasado) consideraba un enfermo al que había que curar. Y de esta situación incómoda, que hoy nos resulta atroz pero hace 80 años era absolutamente natural, Hubert también sacará un jugo riquísimo.
Por si fuera poco con el chico que se enamoró de su profesor de piano, su madre y algún amiguito de Antoine que trata de hacerse el vivo con Blanche, este tramo de la obra suma a una wild card, un personaje fascinante que no es ni bueno ni malo, sino impredecible y catalizador de los kilombos más inesperados: la mamá de Blanche (y su difunta hermana), ausente de manera conspicua en la primera mitad, acá arrasa con todo y junto a su amigovio Hank cumplirá un rol importantísimo en la trama. El final queda bastante abierto y aún así es brillante. Realmente, un trabajo muy, muy notable de un autor consagrado como colorista, que demostró ser un capo absoluto también como guionista.
La labor de los Kerascöet una vez más es deslumbrante y una vez más nos remite de inmediato a Christophe Blain y Joann Sfar. Es lo que hay. Si les perdonamos la falta de originalidad, nos vamos a encontrar con muchas maravillas visuales y narrativas y un trabajo encomiable en todos los rubros, por supuesto potenciado por el propio Hubert desde el color, que también es glorioso.
Miss Don´t Touch Me (o Miss Pas Touche, como se llama en su país de origen) seduce, hechiza, sorprende, atrapa y satisface, como esas minas de las que cuesta olvidarse. Me animo a ponerla entre las obras más destacadas de la década pasada, por lo menos en lo que se refiere a historieta europea. No recomiendo la edición española porque me parece (si me equivoco, que alguien me corrija, por favor) que Planeta publicó sólo la primera mitad. De todos modos, cualquier esfuerzo que hagas por conseguirla en francés o en inglés valdrá ampliamente la pena.
Published on April 22, 2013 19:23
April 19, 2013
19/ 04: ASI NO SE PUEDE...
Sigo con poquísimo tiempo para sentarme a escribir y encima no encuentro computadoras que me dejen subir imáginas al blog.
Ya tengo dos libros leídos que me encantaría reseñar, pero así, a los pedos y sin mostrar ni una portada, no tiene mucho atractivo.
Me parece que vamos a retomar los posts el martes, desde Buenos Aires.
Acá en Santiago de Chile la estamos pasando muy bien, en jornadas muy intensas, de mucha actividad para los invitados. Cero vacaciones, de verdad. Ayer conocimos a los otros invitados y a los voluntarios (chicos y chicas que van a asistir a los organizadores en tareas relacionadas al desarrollo del evento) y hoy ya estamos definitivamente en contacto con los fans, con algunos artistas locales y con los medios de prensa, que nos han tratado a las mil maravillas.
Esta noche hay una entrega de premios, un cóctel, una fiesta, un mini-congresito de organizadores de eventos... y enormes expectativas para mañana, que empieza la parte más heavy del FIC, con stands, charlas, talleres, presentaciones de libros... y entrada gratis, lo cual nos hace pronosticar un gran flujo de público.
Si el lunes consigo una compu que me deje subir imágenes, mando reseña. Si no, será hasta el martes.
Gracias por el aguante y, si estás en Chile, nos vemos en el FIC.
Ya tengo dos libros leídos que me encantaría reseñar, pero así, a los pedos y sin mostrar ni una portada, no tiene mucho atractivo.
Me parece que vamos a retomar los posts el martes, desde Buenos Aires.
Acá en Santiago de Chile la estamos pasando muy bien, en jornadas muy intensas, de mucha actividad para los invitados. Cero vacaciones, de verdad. Ayer conocimos a los otros invitados y a los voluntarios (chicos y chicas que van a asistir a los organizadores en tareas relacionadas al desarrollo del evento) y hoy ya estamos definitivamente en contacto con los fans, con algunos artistas locales y con los medios de prensa, que nos han tratado a las mil maravillas.
Esta noche hay una entrega de premios, un cóctel, una fiesta, un mini-congresito de organizadores de eventos... y enormes expectativas para mañana, que empieza la parte más heavy del FIC, con stands, charlas, talleres, presentaciones de libros... y entrada gratis, lo cual nos hace pronosticar un gran flujo de público.
Si el lunes consigo una compu que me deje subir imágenes, mando reseña. Si no, será hasta el martes.
Gracias por el aguante y, si estás en Chile, nos vemos en el FIC.
Published on April 19, 2013 13:20
April 18, 2013
18/ 04: SE ME VINO LA NOCHE
Y, sí... entre una cosa y otra se me hizo tardísimo y ya me tengo que ir a una cena que nos ofrecen los organizadores del FIC a los invitados a la convención, acá en Santiago de Chile.
La verdad que no puedo escribir una reseña en 20 minutos sin faltarle el respeto ni a los lectores del blog ni a los autores de la historieta que leí en el avión, así que hoy no tenemos nada. Mañana sí, prometo reseña fresquita. En una de esas, hasta encuento una computadora con Firefox para poder subir imágenes y no sólo texto...
Si estás en Chile, acordate que mañana arranca el FIC y vamos a estar con Eduardo Risso, Tomás Giorello, Martín Canale, Renato Guedes, Felipe Massaferra, James O´Barr, Arthur Suydam y un montón de artistas locales. Nos vemos por acá.
La verdad que no puedo escribir una reseña en 20 minutos sin faltarle el respeto ni a los lectores del blog ni a los autores de la historieta que leí en el avión, así que hoy no tenemos nada. Mañana sí, prometo reseña fresquita. En una de esas, hasta encuento una computadora con Firefox para poder subir imágenes y no sólo texto...
Si estás en Chile, acordate que mañana arranca el FIC y vamos a estar con Eduardo Risso, Tomás Giorello, Martín Canale, Renato Guedes, Felipe Massaferra, James O´Barr, Arthur Suydam y un montón de artistas locales. Nos vemos por acá.
Published on April 18, 2013 15:06
April 17, 2013
17/ 04: LEGION OF SUPER-HEROES Vol.2

Por suerte, Mark Waid no me decepcionó. No me reveló que el villano grosso de estos dos tomos en realidad era un esbirro de Universo, del Time Trapper o de algún otro villano de la Legión clásica. Bancó el concepto de “esto es todo nuevo y distinto” durante 13 episodios y eso es digno de aplauso. En el tomo anterior, Waid ponía en práctica la “táctica 1”: cuatro defensores, tres volantes, enganche y dos delanteros. No, perdón... varias historias menores, resueltas por sub-grupos de legionarios, atravesadas por un plot muy grosso que va por atrás y del que sólo vislumbramos la puntita. En este tomo, va por la “táctica 2”: conflicto heavy metal, manifiesto desde el principio, que se resuelve al final y no deja espacio para conflictos menores. El clásico esquema de todas las sagas épicas de los comics de super-grupos. Sólo porque Waid es un grande, la lucha a todo o nada contra Praetor Lemnos deja espacio para que crezca (se agigante) el desarrollo de los personajes. En este tomo pasan tantas cosas, y de modo tan atrapante, que si no hubiera caracterización, serían pocos los que lo notarían.
Es muy loco como, incluso cuando sabés de antemano que van a ganar los buenos, la lectura se hace tan tensa, te aprieta tanto los huevos y te hace casi imposible soltar el libro hasta que llegás al final. Me queda muy claro que Waid armó una cuidadísima planificación escena por escena de toda la saga, con mucha atención al ritmo, a la dosificación de la data, de las sorpresas (porque hay más de un giro argumental totalmente inesperado) y de la machaca, que tiene un poquito más de peso que en el Vol.1. El plan del villano no es una genialidad, pero el propio Lemnos, a través de diálogos y escenitas muy gancheras, cosecha chapa más que suficiente como para convertirse en una amenaza creíble y –por ende- temible. Aunque claro, cuando enfrente tenés a tanto pibe (y piba) mega-poderoso, los momentos en que más negras se las ve la Legion es cuando se pelean entre ellos. El cisma, la “civil war entre los buenos” es un truco gastado, generalmente anodino, que no sirve más que para rellenar páginas; esta vez, sorprendentemente, el choque entre las dos facciones de legionarios (la de Cosmic Boy vs. la de Brainiac-5) se percibe como algo necesario, sano, importante (si no imprescindible) para que la serie pueda seguir su curso. Bien por Waid, al que le salen bien varias jugadas difíciles.
La gran mayoría del tomo tiene al frente de la faz gráfica al siempre correcto Barry Kitson, compañero de Waid en muchas otras aventuras. Kitson es un narrador de gran solidez, al que no vas a ver tropezar en el armado de las secuencias, ni siquiera cuando el relato exige contar varias historias en paralelo, y que encima parece disfrutar cuando el guión le pide que en una misma viñeta meta chotocientos mil personajes distintos. El punto flojo de Kitson (lo vimos la vez pasada) son las expresiones faciales, un rubro en el que maneja un repertorio más acotado que el margen de Brindisi en Independiente. Los tres dibujantes invitados, Kevin Sharpe, Georges Jeanty y Ken Lashley, juegan todos a lo mismo: a hacerse los cool, para aprovechar que están en un título donde los protagonistas son chonguitos y minitas jóvenes, de indisimulable atractivo físico. Ninguno narra mejor que Kitson, pero los tres laburan mejor las expresiones faciales y tratan de encontrar una estética más plástica, más suelta. Algunos se acercan más y otros parecen clones mediocres de Carlos Pacheco, o de algún dibujante segundón de WildStorm. Igual suma que haya un poquito de variedad, que no sea todo monocorde.
Sin ser una joya fundamental dentro de su género, la Legion of Super-Heroes de Waid y Kitson supo sacarle mucho jugo al contexto en el que está situada, crear tramas de alto impacto y mucha tensión, y sobre todo desarrollar y explicar muy bien a un elenco numeroso y atractivo. Me falta el Vol.3 para completar la colección, así que si lo consigo barato, tendrá también su reseña.
Published on April 17, 2013 12:57
April 16, 2013
16/ 04: LA PASION

La decompresión es realmente zarpada, sobre todo en el tramo inicial de la historia. En las primeras 32 páginas no pasa prácticamente nada, es todo un infinito prólogo, algo que podría haberse contado tranquilamente en una o dos páginas, a lo sumo. El primer conflicto grosso detona casi a la mitad de la obra y ni bien termina, da pie a otra larguísima secuencia en la que la acción se ralentiza hasta detenerse casi por completo. Después, pasarán un par de cosas más y vendrá un cierre muy grosso, pero siempre a un ritmo muy pachorro, casi exasperante.
¿Con qué estira Cortés esta historia sórdida, espesa y violenta? Con tres cosas. En primer lugar, lo recién mencionado: la violencia. Cuando llega la hora de los golpes, los corchazos y los cuchillazos, el guionista nos regala largas secuencias de tremenda crueldad, en las que la sangre le gana el protagonismo a la trama. En segundo lugar, el desarrollo de los personajes. Toooodas esas páginas que bien podrían no estar le sirven a Cortés para mechar muy buenos diálogos, secuencias mudas y escenitas menores, en las que define a la perfección a Juan Mira (el protagonista) y a un par de personajes más, de mucho peso en el argumento. Esto hace que, cuando finalmente pasan las cosas, nos importe un poco más, porque las cosas no le pasan a Juan Carlos Nadie, sino a tipos que uno ya siente de carne y hueso, cercanos a pesar de sus repudiables códigos éticos.
Y en tercer lugar, el guionista habilita largas secuencias sin textos para que se luzcan el dibujo y el despliegue narrativo de su co-equiper. Sandler responde con un gran trabajo que nos muestra a este
versátil autor muy, muy firme en un claroscuro espectacular, de trazos fuertes y vigorosos, a los que –por si faltara algo- realza con un laburo magnífico de tramas mecánicas. De lo que se puede ver en la portada, lo único que conserva el dibujo de Sandler en las páginas interiores es la expresividad. Después, nada que ver. Adentro no hay fotos retocadas, sino un dibujante de gran solidez que no se las da de virtuoso y que se rompe el culo en cada fondo, en cada vehículo y en cada escena multitudinaria. Sandler aprovecha las escenas mudas para contar con el dibujo, para ponerse al hombro el relato, y lo hace de modo claro, contundente, sin dudas ni fisuras. Creo que lo que más me gustó es, por un lado, el flujo narrativo que se da de viñeta a viñeta y de página a página, y el equilibrio perfecto entre blanco, negro y gris. Sólo para ver más páginas de Sandler, está bueno que la historia dure mucho más de lo que debería.
Me gustó mucho el dibujo, los diálogos están bárbaros, la temática es muy ganchera, el final me impactó y me re-cerró. Pero me cuesta no imaginarme una versión comprimida (o en realidad, no descomprimida) de La Pasión, en la que la trama orquestada por Cortés pegaría con muchísimo más power y te dejaría babeando, al grito de “¿Cómo ya se terminó?!? Quiero más!”. Así como está, no te digo que “mirás la hora” a ver cuánto falta para que termine, pero cuando cerrás el libro no podés creer que en 80 páginas hayan pasado tan pocas cosas. Casi te fijás que los nombres de los autores no suenen a japoneses, para convencerte de que no leiste un manga.
En fin... si no te jode que te cuenten en 80 páginas una historia que daba para 24, dejate llevar por esta pasión, a la que le sobran páginas pero no le faltan méritos.
Published on April 16, 2013 12:40
April 15, 2013
15/ 04: FRUSTRATION

En esta serie, Bretécher abandona la estructura más “aventurera” que habíamos visto (allá por 2010) en Las Angustias de Celulitis, para volcarse a las historietas de una sóla página, con no menos de 8 viñetas y con remate cómico al final. Hay una historieta más extensa, Suicide, con ocho páginas memorables de principio a fin. Pero la inmensa mayoría del libro está compuesta por estas planchas autoconclusivas, a veces mudas y a veces con textos brillantes, en los que la autora arremete contra las costumbres de sus propios lectores, de una clase media con acceso a la cultura y a un cierto bienestar. Y no se queda en la fácil, en la de pegarle a la mina que dejó su carrera o sus estudios para criar hijos y se convirtió en un ama de casa mediocre, insulsa, con menos glamour que el Tolo Gallego. No. También hay palos para las minas que se las dan de liberadas, de artistas, de intelectuales. Para los tipos que quieren ser metrosexuales (cosa que acá no existía a fines de los ´70, pero parece que en Francia sí), para los cuarentones que persiguen a pendejas de 24 (conozco un par), para los padres permisivos, para los padres autoritarios... Muchísimas situaciones que se viven todos los días en la pareja, en el trabajo y en la vida social son puestas bajo la impiadosa lupa de Bretécher, observadas de modo agudo, filoso, y satirizadas con notable mala leche por esta bestia que llevó a la historieta humorística al límite del tratado de filosofía o sociología.
No me quiero poner a contar los chistes. Simplemente señalar que, tal como sucedía en la traducción argentina que leíamos en la Hum®, esta versión en inglés conserva intacta la gracia que tenían las historietas en su idioma original. Acabo de cotejar un recopilatorio mexicano, editado en 1981 por Nueva Imagen, y me encuentro con que apenas 5 ó 6 planchas se repiten en ambos libros y que no, los textos mexicanos no son ni la mitad de graciosos que los de la edición yanki.
En cuanto al dibujo, este es el estilo definitivo de Claire Bretécher, ya alejada de Johnny Hart y ahora a medio camino entre Jules Feiffer y Charles Schulz, con la expresividad y la salvajada del primero y la atención por los detalles y el timing increíble del segundo. Por supuesto en el timing de Bretecher también asoma la influencia de Copi, pero la francesa va mucho más allá porque se banca con éxito algo que Copi ni siquiera intentaba, que es contar escenas de enorme comicidad sin palabras ni textos. El dibujo de Bretécher está repleto de hallazgos y genialidades que más tarde veremos en otros dibujantes grossos como el egipcio Edika, el alemán Ralph Köenig, el brazuca Adao Iturrusgarai o nuestro Sergio Langer. Realmente glorioso.
Si no tenés a mano los números viejos de la revista Hum®, o esa recopilación mexicana de hace más de 30 años, lo más probable es que te quedes con la leche de leer Les Frustrés en castellano, porque creo que en España no se editó. Ojalá me equivoque, seguramente algún lector la tiene más clara que yo. Y ojalá también haya (en una de esas hay) algún limado que tradujo y subió a la web los cinco tomos de esta serie que se editaron en Francia. La otra sería buscar esta edición yanki (figurita difícil, descatalogada hace añares), o leerla en francés, que sería lo ideal. Lo importante es que sepas que existe esta joya, que hay una historieta que durante los ´70 y principios de los ´80 se mofó de la clase media urbana con talento, inteligencia, mala leche y unos dibujos capaces de cebarte incluso en el improbable caso de que no te causen gracia los chistes.
Published on April 15, 2013 13:52
April 14, 2013
14/ 04: AMERICAN VIRGIN Vol.3

El final del Vol.2 prácticamente resolvía lo que se planteaba como el conflicto principal de la serie, o por lo menos le pegaba un giro tan heavy, que obligaba a replantear bastante el rumbo de las aventuras de Adam Chamberlain para que estas pudieran continuar. No me da para explicar de nuevo el planteo básico de American Virgin (que es, además, el principal atractivo que para mi gusto tiene la serie), con lo cual recomiendo hacer click en la etiqueta y repasar las reseñas de los dos tomos anteriores. ¿Ya está? Bien, sigamos.
El primer episodio de este tomo es decisivo: por un lado, Seagle nos cuenta qué va a buscar Adam ahora que ya no tiene sentido mantenerse virgen para debutar con Cassie, el amor de su vida. Es un giro ingenioso, caprichoso y a la vez muy lógico, un “loophole” por el cual el guionista abre una puerta que hasta ahora parecía cerrada. Por el otro lado, la consigna de este tomo es tener a Adam firmemente basado en Miami, su ciudad natal, y rodeado de ese atractivo elenco familiar que le armó Seagle en el Vol.1 y después prácticamente desactivó. En estas primeras páginas, el guionista se dedica a darles carnadura a estos personajes, repletos de miserias, dobles discursos y secretos escabrosos. El segundo episodio es medio de transición, de poner en marcha el rumbo que se vislumbra en el anterior y después sí, vuelven el sexo, la religión y todos los bolonkis que me cebaron en la primera mitad de la obra.
Sin bajarse nunca del tono de comedia, American Virgin se mete a full con un montón de temas que giran en torno a la sexualidad: el matrimonio igualitario, el aborto, la conservación de la virginidad, la promiscuidad, la transexualidad, la tensión entre la castidad que exigen ciertas religiones y la pulsión erótica del mundo en general... todos estos tópicos atraviesan la historia de Adam y su familia. También hay un parto (olvidate de verlo tan explícita y maravillosamente dibujado como el que nos mostró Rick Veitch en aquel inolvidable episodio de Miracleman), un huracán, un avión que “le pifia” a la pista y termina por aterrizar en cualquier lado... todos golpes impactantes, que mantienen atractiva a la trama. ¿Y está bueno que, aún para meterse con temas jodidos y situaciones límite, Seagle no abandone nunca el tono de “comedia cool”? No sé, me lo pregunto, pero no me lo respondo.
El dibujo de Becky Cloonan está buenísimo, muy por encima de lo visto en el primer tomo. No es super original (todo el tiempo vemos flotar al fantasma de Paul Pope), no es virtuoso y no es espectacular. Sin embargo es dinámico, lindo, con muchos hallazgos en las expresiones faciales, que tienen muchísimo peso en la trama. Y no, no le pidamos a Cloonan que se mate en los fondos, porque los mete así nomás y cuando no le queda otra. Por lo menos los dibuja, que ya es mucho. Los flashbacks al pasado de la familia de Adam que vemos en el primer episodio son obra de otra chica, Christine Norrie, de la que nunca había visto otros trabajos, y va por un lado más cercano al del mainstream yanki, aunque con una onda más funny y más cool. No está mal. Para desdicha de estas dos artistas, cada veintipico de páginas el libro nos ofrece las ilustraciones que creaba para las portadas Joshua Middleton, una bestia salvaje, un dibujante de increíble talento. Ves las tapas, ves las historietas, y en el contraste la labor de Cloonan y Norrie se desluce muchísimo. Lo cual no significa que sea chota, ni mediocre, sino que Middleton es –evidente y desproporcionadamente- mucho mejor dibujante que cualquiera de las dos.
Me falta un último tomo para ver qué final le da Steven Seagle a las aventuras de Adam Chamberlain. Lo bueno es que no sé qué esperar, no se ve una línea obvia, no se sabe bien para dónde se encamina el último tramo. Y eso está bueno, porque es garantía de sorpresas. Ojalá no defraude.
Published on April 14, 2013 13:42
April 13, 2013
13/ 04: PARANOIA NORMAL

Si seguís este blog hace tiempo, ya sabés lo que opino yo de las historietas sin guión, o con guiones excesivamente crípticos. Me pueden llamar la atención desde lo formal, me pueden hacer algún mimo desde la narrativa o la planificación de las páginas, pero no me caso, ni me pongo de novio, ni me las llego a transar. Las historietas que componen este libro (que originalmente habían aparecido en la revista Ultramundo, autoeditada por Mancini y sus secuaces, Santiago Fredes y Darío Fantacci) no escapan para nada a esa regla general. Me provocaron intriga, por momentos lograron perturbarme, pero siempre desde el despliegue de recursos narrativos, o desde la imagen. Nunca desde el relato en si, porque nunca me llegué a dar cuenta de qué sucedía, ni mucho menos por qué. Las “historias” de Mancini, además, prescinden por completo de textos y diálogos y tienen la peculiaridad de terminar en cualquier lado, nunca en algo así como un final “clásico” de esos que cierran lo que se abrió en las primeras páginas. La que mejor se disfraza de relato “normal” es La Verdad Acerca del Rey Huevo, un extraño trip con sabor a Lewis Carroll, que en un punto degenera hacia el erotismo (un erotismo elegante, repleto de sofisticación freak), para luego llegar a una especie de cierre.
Estoy seguro de que un psicólogo le sacaría mucho más jugo que yo a este recorrido surrealista por los laberintos de la mente de Mancini. Por ahí le encontraría sentidos a este festival onírico y alucinado, del cual yo extraigo sólo dos conclusiones:
1) Pedro Mancini es un excelente narrador gráfico, con un gran criterio para armar las secuencias y un manejo molecular de la traslación a la página de los conceptos de tiempo y espacio.
2) Pedro Mancini es un dibujante de un talento descomunal, un virtuoso potencialmente ilimitado, que imagina y concreta cosas que nunca antes se le ocurrieron a ningún otro historietista, o sí, pero no las pudieron plasmar nunca en imágenes de esta calidad, con este vuelo y con estos climas. El plumín de Mancini está poseído por el Moebius más loco y experimental, y va más allá, traspasa las fronteras establecidas por el Genio Eterno, para sumergirnos en una especie de obsesión patológica por las texturitas y los crosshatchings capaces de helarle la sangre a los dibujantes más curtidos en estas lides, tipo Francis Masse. El libro ofrece tres historietas muy cortitas en las que Mancini cambia de estilo y prueba otras técnicas (incluso la de simplificar la línea, reducirla a su mínima expresión) y ahí la faz gráfica decae bastante. Hasta que el plumín mágico vuelve a apoderarse del autor y, cual lámpara de Aladino, habilita la aparición de prodigios indescriptibles.
Si te gusta el dibujo de historietas experimental, jugado, no te digo “a todo o nada”, pero sí lejos de lo convencional, Mancini tiene todo para convertirse en tu nuevo ídolo. Si lo que buscás son buenas historias, redondas, coherentes, lamentablemente acá no hay. El 28 de Septiembre del año pasado vimos un libro en el que Mancini dibujaba una historieta cuyo guión no le pertenecía (era de Federico Grunauer) y estaba muy bien. Me parece (por ahí me equivoco) que ese es el camino de acá en más para este increíble artista: poner su dibujo al servicio de guiones de otros. El chiste de delirar, irse al carajo y dibujar lo que se te cantan las bolas a lo largo de páginas y páginas completamente indescifrables causa gracia, pero una sóla vez.
Published on April 13, 2013 11:06
April 12, 2013
12/ 04: XTNCT

Esta vez el eximio dibujante forma equipo con Paul Cornell (que hace 10 años no era demasiado conocido fuera del Reino Unido, más allá de sus méritos como autor de novelas de la franquicia Dr. Who) para una historieta post-apocalíptica muy extraña. En Xtnct la humanidad está prácticamente extinta. Uno de los sobrevivientes es un científico genial y megalómano, que se hace llamar “Padre” por seres clónicos de su propia creación, que no son humanos, sino dinosaurios con raciocinio, habla y pulgares reversibles. Rex (el tiranosaurio), Raptor (el deinónicus), Aviatrix (la pterodáctilo), Trike (la triceratops) y Forest (la criatura con apariencia de árbol) tienen una misión: exterminar a los otros sobrevivientes humanos, para que “el Padre” pueda lanzar la siguiente fase de su plan (que no te la puedo contar).
A lo largo de varios episodios (cada uno con principio, desarrollo y fin), Cornell nos lleva a recorrer la tierra devastada junto a este comando de dinosaurios clónicos paramilitares, encargados de eliminar a la raza humana de nuestro planeta. Las aventuras están buenas, pero siempre resulta más interesante lo otro: la dinámica del equipo, los diálogos entre ellos, los planteos, la paulatina toma de conciencia de lo que están por hacer, y finalmente el volantazo y la confrontación con “el Padre”, que se resuelve de un modo tan impredecible como satisfactorio. Cornell orquesta con astucia un fértil contrapunto entre un cierto clima festivo, con chistes y situaciones bizarras por un lado, y por el otro la desolación de la tierra devastada y de los pocos sobrevivientes cuyas largas penurias culminarán en las fauces de un dinosaurio armado hasta la chota. Hay otros elementos atípicos, que tienen que ver con la religión, el sexo y hasta con una sutil bajada de línea políticamente incorrecta, cuando los militantes contra la globalización son caracterizados como villanos bastante ignorantes y levemente antisemitas.
Y lo más loco de todo: todo esto pasa en apenas 42 páginas! Cornell arma un mundo, presenta a cinco personajes, plantea un conflicto, lo hace avanzar y lo resuelve en sólo 42 páginas, en las que no faltan ni machaca, ni caracterización, ni esos toquecitos de cosa idiosincrática y rara, que hacen que Xtnct se lea definitivamente como historieta de autor y no como mero entretenimiento.
Por supuesto, uno quería que la historieta durara el triple, no sólo por lo jugoso del planteo y por la onda de los personajes, sino principalmente por el inmenso placer que resulta de verlo dibujar a D´Israeli. Este trabajo es de la misma época que Leviathan, y se observan los mismos hallazgos: un dibujo ganchero y efectivo, un manejo de las tramas mecánicas superlativo, una increíble fluidez en la narrativa, un gran laburo en las expresiones faciales (y no cualquiera le da buenas expresiones faciales a un triceratops), una generosidad pasmosa a la hora de dibujar vehículos, armas, ciudades y fortalezas futurísticas, y –por supuesto- un gran criterio para apuntalar desde la faz visual los climas que propone el guión.
Xtnct no te cambia la vida, no vayas a creer. Es simplemente una historieta fuerte, sumamente atípica, donde lo vemos a Cornell (hoy guionista de Wolverine) jugando de autor con todas las letras, sin guardarse nada, cebado y potenciado por la libertad de poder bajar línea y divertirse con una historia que obviamente lo apasionaba. Y encima dibujada a un nivel apabullante por el siempre grosso D´Israeli. Creo que esto nunca se editó en castellano, pero Rebellion se mandó una hermosa edición en inglés, con textos del guionista, bocetos del dibujante y lujosas tapas duras, que me encantó rescatar por poquísimos dólares de una caja de saldos.
Published on April 12, 2013 17:28
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do have a blog,
so here are some recent posts imported from
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