Andrés Accorsi's Blog, page 192
May 2, 2013
02/ 05: AMERICAN VIRGIN Vol.4

El primer arco vuelve a poner en el freezer a casi todo el elenco de la serie: Adam, el chico rico, fachero y sensible, vuelve a dejar su Miami natal, para perseguir por el mundo a Vanessa, la chica de la que se enamora, convencido de que esta vez sí, será el amor verdadero, definitivo, por el cual valdrá la pena abandonar la virginidad. Seagle le reserva apenas unas escenitas a Cyndi y Mel, y el resto es todo Adam y Vanessa, que recorren distintos países y se encuentran con distintas formas de vivir la sexualidad: la gente en bolas en las playas de Rio, el fetichismo de los pajeros jaoneses, los tatuajes místico-eróticos de Bangkok, la extraña relación de los hindúes con los travestis y el romanticismo tan típico de París, la ciudad en la que Adam y Vanessa finalmente... se casan!
Y bueno, ahora sí, por más católico que seas, si estás enamorado y casado, no tenés más excusas para no coger. Pero no. Durante todo el arco lo vemos a Adam levantar temperatura cada vez que se le acerca Vanessa, hay mimos, hay pajas, hay petes, pero el garche posta no llega ni siquiera en la luna de miel. Ojo, de eso nos enteramos después, cuando Adam vuelve a Miami y tiene que pasar por la dura prueba de blanquear su casamiento frente a su madre, cada vez más retrógrada y autoritaria. Este es el momento más heavy, donde menos margen le queda a Seagle para la comedia. Y la madre de Adam, que hasta ahora era un personaje más bien pintoresco, o grotesco, asume definitivamente el rol de villana.
Por suerte no tiene tiempo para afianzarse en ese rol, porque enseguida arranca la saga final, que lleva a casi todo el elenco a Cuba, a buscar al verdadero padre de Adam y –en frenética seguidilla, casi sin tiempo para digerir lo que sucede en ese encuentro- a República Dominicana, donde Adam y Mel buscarán venganza contra el capo de Batu Balan, la célula terrorista que asesinara a Cassandra, la novia anterior del protagonista. El ritmo se acelera muchísimo, pero igual no alcanzan las páginas: hay que terminar la serie y Seagle recurre a un final de altísimo impacto (no lo puedo contar), que no es para nada el que uno hubiera esperado. No me convenció demasiado, me pareció más una escapatoria que un final. Y por supuesto no cierra todas las puntas que abrió en las sagas anteriores, entre ellas la del misterioso embarazo de Cyndi, que llevaba varios meses en una relación lésbica, sin pijas de por medio.
¿Qué pasó ahí? No se explica. Faltarían unas... 30 ó 40 páginas más, como para darle un cierre lindo, o al menos digno, a todos estos personajes con los que Seagle logró que nos encariñáramos. No esperaba la resolución definitiva al tema central de la serie (el conflicto entre la fe cristiana y la vida sexual plena y sin culpas), sabía que no iba a terminar con Jesucristo bajando de la cruz para enfiestarse con seis yiros, dos travas, un burro y un enano, pero Seagle, sin irse al mazo ni arrugar, opta por resolver todo de un modo demasiado abrupto, sin margen para la reflexión que es algo que convivió armónicamente con el tono de comedia durante toda la serie.
El dibujo está bien, es Becky Cloonan con pilas y con Ryan Kelly (otro descendiente de Paul Pope) en el banco de suplentes, listo para entrar y dar una mano en los episodios en los que Cloonan descansa. Los dos se las ingenian bastante bien paar dibujar pocos fondos y cuando no les queda otra se la bancan y retratan con más onda que rigor todas las locaciones por las que pasean los protagonistas. No esperes virtuosismo porque no hay. O sí, pero en las portadas de Celia Calle, no en las historietas propiamente dichas.
Y bueno, otra buena idea, otra propuesta novedosa y jugada de Vertigo que se termina en cualquier parte porque las ventas no acompañaron. Una pena, porque el planteo era muy atractivo y hasta la saga final, el desarrollo venía también en un nivel muy satisfactorio, con buen balance entre comedia, aventura, romance y –lo más grosso- una indagación lúcida y punzante en el inagotable tema de la sexualidad. Que la sigan chupando.
Published on May 02, 2013 16:07
May 1, 2013
01/ 05: LOS MAS VENDIDOS DE ABRIL

1) Ordinario (Llanto de Mudo)
2) Términus Vol.2 (Términus)
3) Términus Vol.1 (Términus)
4) Bife Angosto Vol.1 (De la Flor)
5) Mecachendié (De la Flor)
6) Ofelia (De la Flor)
7) Quién es Montt? (De la Flor)
8) Macanudo Vol.1 (De la Flor)
9) Crónicas del Lejano Oeste (Loco Rabia)
10) Bairoletto! (La Duendes)
Mirá quién volvio! La segunda edición de Ordinario llegó y se prendió fuego, al punto de haber sido el título más vendido del mes. Otro libro de Gustavo Sala, aún más antiguo, lidera ese bloque de cinco long-sellers de Ediciones de la Flor que ocuparon los puestos 4 al 8. Bah, cuatro long-sellers y Ofelia, que había arrancado tranqui y ahora empezó a pegar más fuerte. Notable también lo de Alberto Montt, con sus dos libros en los puestos 5 y 7.
Y por supuesto, muy grosso lo de Términus. No sólo el Vol.2 se bancó un mes más en el ranking: retuvo nada menos que el segundo puesto y arrastró al Vol.1 hasta el tercero! Y en un mes de buenas ventas, en el que no entrás al Top Ten si no vendés una buena cantidad de ejemplares. Bien por este emprendimiento rosarino, al que pronto voy a leer.
Bairoletto!, de Gianni Dalfiume, bancó los trapos un mes más (no así Cadáver Exquisito, que se quedó con el primer puesto en Marzo y no entró al Top Ten en Abril) y de las novedades (que fueron muy pocas) la única que vendió como para estar en el ranking fue Crónicas del Lejano Oeste, la nueva antología de Alejandro Farías.
Para Mayo, se termina la larguísima espera: ya está editado el Vol.3 de Bife Angosto y en unos días lo empiezo a distribuir, con inmejorables expectativas, porque está claro que Sala tiene cada vez más fans. También trataremos de capitalizar el gran momento de Montt con su nuevo libro, veremos qué pasa con lo nuevo de Decur, Rodolfo Santullo y la nueva antología de La Duendes, le pondremos todas las pilas a la reedición de Perramus para que venda fortunas, y al final el que se va a quedar con el primer puesto va a ser Gaturro, que ya tiene su vigésimo primer tomo publicado y listo para detonarle los bolsillos a los incautos de todo el país. Es lo que hay...
Published on May 01, 2013 16:25
April 30, 2013
30/ 04: EL PASADO

El Pasado es otra historia chiquita, pachorra, que transita a paso lento para invitarnos a saborear cada imagen, cada diálogo y cada silencio. Se podría filmar con... $ 50 y tiene un guión de enorme sutileza, de enorme calidez, una verdadera delicia. La historia nos cuenta cómo Jorge y Pedro se van a vagabundear por las rutas argentinas y terminan en un pueblito en el que se reencuentran con las cosas que pertenecieron a su pasado y que creían perdidas: mascotas, abuelos ya fallecidos, lugares, sabores... detalles que alguna vez formaron parte de sus vidas y luego desaparecieron, viven y son reales en este misterioso pueblo cuyo nombre no sabemos. Imaginate que te pasa eso, que caés en un pueblito donde existe la casa en la que vivían tus abuelos cuando eras chico... habitada por tus verdaderos abuelos! ¿No te quedarías un rato largo con ellos? ¿No volverías a corretear por la plaza con el perro que tuviste en tu infancia? Jorge y Pedro responden a esta pregunta de manera distinta, porque Cortés los construye como a dos personajes muy distintos, a pesar de estar unidos por el vínculo de la amistad.
Y quizás este disenso entre los amigos sea lo más parecido a un conflicto que tiene El Pasado. El resto es todo exploración, todo sensación de maravilla, de “Mirá, boludo!!, “Nah, no puede ser!”. En estas breves 60 páginas, Cortés amaga con llevarnos por el trillado sendero de los “jóvenes a la deriva”, pero pega un volantazo magistral y termina por sumergirnos en las profundidades de un realismo mágico de altísimo vuelo simbólico y sumamente emotivo.
No acompaña demasiado el dibujo, lamentablemente. Agite muestra al final del libro unos bocetos realizados en otro estilo, y la verdad es que me quedo mil veces con el que finalmente utilizó para dibujar El Pasado, con la línea bien clarita, una estética bastante naïf y mucha presencia de las tramas mecánicas para sumarle grises a un claroscuro en el que predominaba ampliamente el blanco. Pero aun así, le falta bastante. Sobre todo en los cuerpos en movimiento, en el lenguaje corporal y facial de los personajes, se ven torpezas y limitaciones típicas de los dibujantes primerizos, los que todavía no están como para ponerse al frente de una novela gráfica. La narrativa es impecable y en los epílogos aparece una estética distinta, más sucia, a la que por ahí Agite le puede sacar buenos resultados en obras futuras. En este trabajo en particular, no me logró convencer.
Y es una pena, porque el guión –repito- es realmente excelente, desde la idea hasta los sutiles giros del final. Si no te calienta que el dibujante no esté a la altura, no dejes de visitar El Pasado, donde sin dudas te espera una experiencia alucinante, con personajes, diálogos y situaciones originales, entrañables, fascinantes. Un viaje de ida, de la mano de un guionista que mantiene un nivel muy, muy alto, a pesar de su abultada producción. Quiero la remake dibujada por Minaverry. ¿Será mucho pedir?
Published on April 30, 2013 15:07
April 29, 2013
29/ 04: IRON MAN 3

No sé si es una película de superhéroes y por ahí eso es lo más discutible. Me parece que Shane Black se mandó una especie Arma Mortal 5, o Duro de Matar... algo (no sé por qué número va), y le metió donde pudo a Iron Man. Claramente es una peli de acción, con suspenso, persecuciones, tiros, espionaje, satélites, programas y códigos encriptados, traidores encubiertos, armas experimentales, mascaradas orquestadas desde niveles muy altos del poder global, explosiones, investigaciones, proezas imposibles... y en medio de ese kilombo, como no está Bruce Willis, está Robert Downey Jr. Da la sensación de que el director se enamoró perdidamente del actor, porque incluso en las batallas más tremendas, Tony Stark viste la(s) armadura(s) sólo en las fracciones de segundo en las que eso le resulta absolutamente indispensable. En la inmensa mayoría de las escenas, el que hace TODO es Tony Stark. Tony es héroe de películas de acción que salta mientras dispara sus chumbos, es detective, es galán, es payaso, es tierno, es turro, es obsesivo, es genial, es empresario, es mecánico, es fiestero, es mentalmente inestable, y hasta es el tipo que amenaza a cara descubierta y por televisión al terrorista más peligroso del mundo. Esa es la otra crítica: demasiado Tony Stark, sobredosis de Tony Stark.
El resto, es una locomotora. El guión es excelente, no deja cabos sueltos, se resuelve de modo muy impactante, te hace comer unos cuantos amagues jodidos, y que llega a un punto altísimo de tensión a partir de que Tony y Rhodey se mandan al mega-buque petrolero armados con dos míseros chumbos. En ese momento, sospechás que Tony va a pelar un as de abajo de la manga, pero nunca te imaginás cuál es. Por supuesto no faltan los chistes (que tanta onda le ponen a un personaje que en los comics es un completo imbécil), hay un buen desarrollo de los personajes secundarios y hasta muchos diálogos que se hacen cargo de lo sucedido en la peli de los Avengers. Y si creías que la presencia de Iron Patriot tiraba un guiño para el lado de Civil War, Dark Reign, o alguna de esas sagas, olvidate, nada que ver.
Tenele paciencia al primer tramo. Si bien tiene acción y pasan cosas grossas, si bien hay un conflicto claro, a la primera mitad le falta algo que sí tendremos en la segunda: un villano real, peligroso de verdad, que tenga grandes chances de cumplir con su objetivo y una buena motivación para cometer las atrocidades que comete. Obviamente, como todo villano, se equivoca al no matar de modo categórico y de inmediato a los buenos cuando los captura; pero es así, eso es algo que está en el reglamento de este tipo de ficciones y con lo que no se negocia.
No hace falta (me imagino) volver a hacer hincapié en la inverosímil calidad de los efectos visuales. Acá no están ni Hulk, ni Thor, ni los ejércitos invasores de Ch´tauri, y aún así hay un despliegue de efectos de la hiper-concha de Dios, con muchas imágenes que nunca pensaste que ibas a ver en una peli con actores. La música está impecable, los decorados también, los créditos del final son alucinantes (no así la escenita post-créditos, que aporta muy poco), los actores no desentonan para nada (hermosa Rebecca Hall, a la que nunca había visto) y sospecho que los diseños de las armaduras deben estar tomados de los comics de Iron Man, pero no estoy seguro porque felizmente leí muy pocos comics de Iron Man. Como dije varias veces, esta es una de las pocas versiones cinematográficas en las que uno aplaude de pie cada vez que los guionistas y directores de Hollywood se limpian el orto con la obra de Stan Lee y sus sucesores: todo lo que modifiquen, alteren o barran abajo de la alfombra va a ser para mejor, porque -salvo alguna excepción- el material original es de mediocre para abajo.
Y se terminó la trilogía que más contribuyó a armar el Universo Marvel en el cine, y que logró que un personaje de la B Nacional ascendiera a Primera y ganara varios torneos cortos. Esta es la verdadera magia del cine: dos directores y un actor lograron que (por un rato) me hiciera fan de Iron Man. Por favor, no se les ocurra seguir la saga sin Robert Downey Jr.. Posta, sin él abajo de la armadura, esta se cae a pedazos. Si RDJ dice “basta”, mátenlo con dignidad en la segunda peli de los Avengers y que lo reemplace War Machine en una hipotética Avengers 3. ´Nuff said!
Published on April 29, 2013 18:42
April 28, 2013
28/ 04: THE HORDE

No quiero contar la trama de L'Empereur Océan, primero porque es complicada y después porque está armada con varias sub-tramas que Baranko teje y trenza hasta convertirlas en una cosa sólida, coherente y contundente. Además de la perfecta resolución y el gran ritmo que tiene el guión, llama la atención la acumulación de elementos extraños, que a priori parecerieran no poder convivir bajo una misma trama. Acá tenemos una Rusia gobernada por un dictador histriónico, pelado, drogadicto y con unos anteojos bizarros. Es una especie de Spider Jersusalem, pero que en vez de periodista fue escritor de ciencia-ficción. También hay un último sobreviviente de la masacre que acabó con los chechenes, un tipo sin nada para perder y al que le cabe la idea de convertirse en uno de los seres más poderosos del planeta. También un milico que nació en Chernobyl y recibió habilidades paranormales, producto de la radiación de aquel famoso reactor que voló a la mierda en 1987. Tenemos clones de Abraham Lincoln y Isaac Newton, el fantasma de Lenin, el espíritu de Gengis Khan en busca de la reencarnación, una diosa ancestral, el cadáver de un lama que cobra vida, espías varios, una gitana, una bruja que se roba la novela cada vez que aparece, OVNIs que abducen gente... Desde la primera página está claro que el misticismo y el delirio le van a disputar el protagonismo al thriller político futurista y de esos dos mundos en aparente conflicto Baranko saca un sinfín de ideas de increíble originalidad.
Lo más loco es que todo se entiende, todo cierra, nada se queda en la fumanchereada, ni en el mero golpe de efecto. Las distintas épocas por las que transita el guión están perfectamente ambientadas, los personajes están bien construídos (con la dosis justa de grotesco y exageración para que el realismo no le quite ritmo a la trama), los misterios están bien llevados y las distintas puntas argumentales confluyen al final de modo armónico, para nada forzado. Seguramente se entiende y se disfruta más si conocés la historia de Ucrania, su relación con la ex-Unión Soviética, la tragedia de Chernobyl, su extraño rol de “bisagra” entre Asia y Europa, etc. Si no, Baranko igual se encarga de que te metas a fondo en esta historia violenta, contaminada por una ciencia-ficción pesimista, un profundo debate político y una onda mística que la acerca más a Jodorowsky que a Warren Ellis.
A todos estos méritos hay que sumarle el extraordinario atractivo del dibujo de Baranko, con ese trazo recontra expresivo que pasa sin escalas de la línea clara preciosista al claroscuro más extremo; sus logros en materia de color, su narrativa ingeniosa, novedosa e impecable, y por supuesto el plus de la edición yanki, que nos permite leer la saga completa en un sólo tomo largo, en vez de fumarnos el continuará cada 46 páginas. De todos modos, no recomiendo bajarse todo este libro en una sóla sentada: en cada tramo de 46 páginas Baranko mete bastantes más cosas que en el álbum francés promedio, por lo cual las 138 páginas leídas al hilo pueden resultar una ordalía zarpada, una sobredosis capaz de dejarte al borde del ACV. Como sea, no dejes de descubrir a L'Empereur Océan, una historieta que además de jerarquizar a tu biblioteca, te va a dejar el bocho en ebullición, a fuerza de ideas e imágenes tan potentes como infrecuentes.
Published on April 28, 2013 17:32
April 27, 2013
27/ 04: DOS FINDES, DOS FERIAS

El evento en sí, espectacular. La consigna era “101% comic”, así que imaginate cómo estaba yo. De hecho, lo único que no era historieta en todo el evento eran las estatuas de Martín Canale... de personajes de historieta! Posta, poquísimo cosplay, cero cine y tele y ni un stand que vendiera muñecos, remeras, mochilas, DVDs y boludeces varias. Una gloria. Sólo faltó que se armara en algún lado una buena muestra de originales, ya sea de los autores locales o de los invitados que llegaron de otras latitudes. La FIC tiene margen para seguir creciendo, pero esta segunda edición (la primera fue a fines de 2011) fue enormemente satisfactoria para los invitados, los expositores y el público. Obviamente volveremos.

El pabellón Verde, como siempre, lo podrían dinamitar y nadie se escandalizaría. Hay algo de historieta infantil y no mucho más. En el pabellón Amarillo, están los clásicos stands de Colihue y Ediciones De la Flor (atenti a este último, que explota de novedades impresionantes), a los que este año se sumaron un segundo stand de La Revistería y el stand de Moebius Editora, ya por fuera de su habitual team-up con ONVI, donde hay material de este sello y de varios más. Y atenti al pabellón Rojo! Ahí hay una muy linda muestra de humor gráfico con trabajos (no originales) de Quino, Tute, Langer, Daniel Paz, Sábat, Sendra, Tabaré, Jorh, Héctor Beas, Alberto Montt y un par más, junto a una muestra en la que los historietistas más destacados de Holanda ilustran páginas de las obras literarias más famosas de ese reino europeo. Preparate a gozar a lo bestia con asombrosos trabajos del glorioso Joost Swarte, Erik Kriek y Gerbeer Valkema, entre otros.
El cronograma de charlas es (como siempre) bastante abultado y si le sumamos la legión de autores que aparecen firmando en los stands (hoy me crucé con Dante Ginevra, Rodolfo Santullo, Fernando Rossia y Luciano Saracino) se arma un masacote de texto impublicable en este espacio. Yo este año tengo vacaciones, en el sentido de que no voy a estar encargado de la conducción de ninguna charla, para beneplácito del público que asiste a las mismas. Pero igual voy a boludear, a comprar libros o a presenciar alguna charla. Ventajas de haber laburado un par de años para la fundación que organiza la Feria y tener pase gratarola.
Mañana posteo otra reseña y el lunes tengo pensado ir a ver Iron Man 3 (me perdí la función de prensa por estar en Chile), así que por ahí se viene una crítica a la peli, algo que hace muchos meses que no tenemos por acá. Que no decaiga.
Published on April 27, 2013 19:37
April 26, 2013
26/ 04: HAWKMAN

En una de esas, el libro es caro porque está íntegramente recoloreado por Tom Ziuko y seguramente en 1989 era muy complicado –y, por ende, muy caro- recolorear comics clásicos. Lo de Ziuko no es impresentable, pero claro, yo sigo prefieriendo este material en blanco y negro. El problema es que el primer Showcase de Hawkman no está todo dibujado por Kubert, sino que incluye muchas páginas de Murphy Anderson, que es muy lindo, muy fino, pero a mí me aburre bastante. El Viejo Joe, en cambio, deja la vida en cada viñeta y si no es aún mejor, es porque hay demasiadas viñetas por página. El Kubert de principios de los ´60 era una bestia, un dibujante de increíble dinamismo, de inobjetable elegancia, un Alex Raymond menos estático y con un manejo de la mancha y el pincel que lo acercaba a los próceres del bando “de enfrente”, el de Milton Caniff y Frank Robbins. Un dibujante clásico perfecto, reconocible, capaz de logros asombrosos incluso en un género como el de los superhéroes, en el que había incursionado poco en las décadas anteriores.
Pero claro, leés los guiones y la cosa se precipta rápidamente hacia el pantano de la intrascendencia. Gardner Fox es un guionista universalmente reconocido como un capo, un escritor fundamental, de increíble solvencia... yo no logro encontrar UNA historia de Fox que me cierre, y eso que lo leo desde los 11 años. Se suponía que este era un nuevo Hawkman, un concepto de los ´40 totalmente renovado. En la práctica, el único cambio importante es que en vez de ser terrestre es del planeta Thanagar, y en vez de arqueólogo, policía. Le agregan algunos poderes comprados en la mesa de saldos (volar fuera de la atmósfera, resistir las bajas temperaturas incluso semi-desnudo, comunicarse con los pajaritos) y nunca se explica del todo por qué carajo decide usar armas antiguas para combatir con criminales modernos.
Ni Hawkman ni Hawkgirl tienen profundidad como personajes. Son canas, luchan contra delincuentes, y punto. Protegen boludamente el secreto de sus identidades heroicas frente a un par de personajes secundarios pedorrísimos y le ganan de formas inverosímiles a ladrones de bancos y joyerías, más algún bicho alienígena, de esos que nunca faltaban en las revistas que coordinaba Schwartz. Con poderes chotos, origen choto, personalidad chota, secundarios chotos y villanos chotos, lo único que distingue a Hawkman y Hawkgirl, lo único que los eleva mínimamente de la masa anodina de justicieros enmascarados, es el hecho de que –a pesar de que se ven absolutamente humanos- son alienígenas. Y mal que mal, Fox aprovecha ese elemento tanto para gestar historias como para resolver algunas tramas que parecen demasiado complejas y que uno supone que –en las poquitas páginas que duraban las historietas en 1962- no se iban a poder resolver. Por supuesto son giros absolutamente frutihortícolas, apoyados en las complejas explicaciones científicas (o pseudo-científicas) tan típicas de la línea de Schwartz, con tecno-chiches ocultos en lugares imposibles, o efectos extraños de radiaciones, cristales y sustancias varias. Cuenta la leyenda que Fox cultivaba marihuana en su jardín y le daba de lo lindo... No se nota. Esto es más bien aventura clásica, formal, careta, sin riesgos y casi sin sorpresas.
Este libro sólo es recomendable para los muy fanáticos de Hawkman, o para los fanáticos de Kubert que prefieran ver los trabajos del maestro a color, o no se quieran fumar las muchas páginas del Showcase que no dibuja el maestro. Es un clásico, eso no lo discuto. Pero con todos los problemas que tenían los comics de DC de principios de la Silver Age, que para mi gusto eran muchísimos.
Published on April 26, 2013 12:20
April 25, 2013
25/ 04: LYCHEE LIGHT CLUB

Este trabajo fue realizado por Furuya entre 2005 y 2006 para la antología Manga Erotics f, la misma que serializó Velveteen & Mandala, de Jiro Matsumoto (ver la reseña del 29/01/12). Y como pasaba con aquel manga, hay que estar bastante hecho mierda para suponer que Lychee Light Club es una historieta erótica. Aparecen varios pibes y una mina en bolas, y un pibe le hace un pete a otro. Punto. Hay una violación medio heavy, pero no se ve, se sugiere. Ah, y una paja muy bien narrada, en una secuencia de 18 viñetas inolvidables. El resto, es una historieta MUY zarpada, pero por otros motivos. Basada en una obra de teatro de la compañía Tokyo Grand Guignol (en la que actuó el mismísimo Suehiro Maruo), Lychee Light Club cuenta la historia de un grupito de chicos de 13 años que planean dominar al mundo desde un sótano abandonado, en un barrio fabril venido a menos. Parece una joda, no? Pero es en serio.
Al frente del Club está Zera, un chico de increíble inteligencia y desmedida ambición, de modales autoritarios y salidas impredecibles, una especie de proto-Hitler que vive al límite, convencido de que alguno de sus subordinados conspira para eliminarlo. Zera alcanza la gloria cuando pone en funcionamiento el proyecto en el que él y sus chicos trabajaron durante años: un humanoide, un robot programado para obedecer sus caprichos, alimentado con frutas de lichi (un árbol tropical originario del sur de China, según la amiga Wikipedia) y con capacidad de aprendizaje. Con este coloso de metal a su servicio, nadie podrá detener a Zera, que aspira a gobernar el mundo antes de cumplir los 14 años. Alrededor de este personaje tan jodido como carismático, Furuya desarrolla a varios más, cada uno con sus características, al androide (llamado Lychee), y a Kanon, una hermosa colegiala a la que Lychee rapta por orden de sus amos.
La historia nos lleva en un in crescendo de tensión impresionante, impulsada por una sucesión de atrocidades de altísimo impacto dramático. Los chicos del club (y sus víctimas) sufrirán violaciones, mutilaciones, desmembramientos, se prenderán fuego y se quemarán por completo, serán atravesados por distintos objetos (incluyendo un inodoro), o simplemente golpeados hasta morir, en un clima cada vez más enrarecido por la paranoia megalómana de Zera y la extraña relación que se teje entre Kanon y Lychee. Detrás de este festival del gore y la sangre, hay un mensaje positivo que habla de humanidad, sensibilidad y conciencia, pero claro, entre tanta violencia y tanta perversión se pierde un poco. De todos modos, el argumento avanza con muy buen ritmo y llega a un final absolutamente satisfactorio, trágico y –como tantas cosas- inevitable.
El dibujo de Furuya tiene un par de problemas: primero, esos chicos de 13 años parecen de 16 o 17. Segundo, varios de ellos parecen chicas! Están todos vestidos con uniforme escolar de varón, pero parecen chicas disfrazadas de varones. Recién cuando Furuya los muestra como Kamisama los trajo al mundo, te cae la ficha de que son todos pibes, incluso los que tienen cara de nena y transan con los que parecen más varoniles. Si dejamos pasar ese detalle, nos vamos a encontrar con un monstruo que no tiene nada que envidiarle a Maruo: sus personajes son elegantes, sofisticados y a la vez muy expresivos. Su trabajo en los fondos y las líneas cinéticas (hay muchas, porque abunda la acción) es espectacular, la construcción de las secuencias es clara, ganchera y muy impactante, la sangre y las tripas producen el efecto buscado incluso cuando ya van 250 páginas de sangre y tripas, hay detalles cuidadísimos en la vestimenta, los peinados y los circuitos que componen a Lychee, y lo más importante: desde la primera página, Furuya crea este clima enroscado y ominoso tanto con los textos (esos diálogos trastornados donde los chicos vociferan en alemán) como con los dibujos, en páginas con mucho negro y con efectos de iluminación poco frecuentes en el manga.
La contratapa del libro, en su afán por venderlo, compara a Lychee Light Club con Lord of the Flies, la clásica novela de William Golding. Y no está mal: los puntos de contacto son muchos y muy notorios, aunque claro, este manga es más salvaje y más perturbador. Voy por más Usamaru Furuya, que por suerte tiene varias obras editadas tanto en España como en EEUU. Quiero ver si siempre resuelve tan bien las tramas (que por lo que leí, suelen ser extremas y con propensión a irse al carajo), o si acá lo logra porque adapta una obra que ya existía...
Published on April 25, 2013 15:03
April 24, 2013
24/ 04: SPY VS SPY: THE TOP SECRET FILES!

Este librito recopila 65 aventuras de los espías Blanco y Negro: unas poquitas de tres páginas, algunas de una página y la mayoría de dos. Con el diario de lunes es fácil opinar, lo tengo clarísimo. Pero posta, al que se le ocurrió poner a Kuper a continuar Spy vs Spy hay que levantarle un monumento. Claro, el ídolo ya había dado muestras contundentes de su talento para narrar sin palabras, en los cartoons de Eye of the Beholder y en la novela gráfica The System (la vimos acá el 25/11/10), y eso lo convertía en candidato lógico a tomar la posta de una serie que desde su debut en 1961 jamás permitió que sus protagonistas emitieran un sólo globo de diálogo. Aún así, con toda la chapa como dibujante y todos los recursos para crear historietas sin textos, lo que hizo Kuper en Spy vs Spy superó por completo todas las expectativas.
Lo más notable es cómo, sin tratar de parecerse a Phroias, Kuper logró mantenerse fiel a la esencia de la serie. Kuper hace millones de cosas que Phroias no haría. Sus pantomimas terminan con gags mucho más truculentos, en enchastres de gore y tripas, con órganos que vuelan por los aires y manchones de sangre. Sus espías se trasladan como si nada a la era de las cavernas, al imperio romano, al medioevo o al far west; a veces son meros espías y otras veces asumen profesiones diversas, como dentistas, tenistas o dibujantes de historietas (!). Como vimos en El Infante Dante Elefante (de J.J. Rovella), acá también vale todo, hasta jugar con las convenciones del lenguaje del comic, con tal de hacer reir sin palabras. Por supuesto la risa llega, y llega muy a menudo. Uno cree que a la altura de la página 50 ya presenció todas las resoluciones posibles a estas pequeñas y sangrientas batallas entre Blanco y Negro. Sin embargo, cuando ya los vio morir de todos los modos imaginables y ya cree poder adivinar cuál será el próximo objeto que le explotará en la cara a cada uno de ellos, Kuper vuelve a sorprender, a irse un cachito más al carajo, para garantizar una nueva carcajada.
De los prodigios gráficos de Kuper, sus técnicas y sus hallazgos en materia de dibujo y color, hemos hablado en otras reseñas que se pueden consultar haciendo click en la etiqueta del autor. No me quiero reiterar en ese sentido. Lo que sí me impactó como si fuera la primera vez que leía una historieta de este genio es la puesta en página, el despliegue de las viñetas en el espacio, el uso preciso y eficiente de las viñetas redondas, los juegos con las letras del título... un montón de maravillas que podrían no estar sin restarle gracia a los chistes, y sin embargo están y se disfrutan a full. Y algo más que está en estas páginas y llama la atención son... chistes de Sergio Aragonés! Pequeñísimos cartoons (también mudos, claro) que aparecen en las márgenes de las páginas, impresos en un tamaño microscópico. Entiendo que en la MAD los chistecitos de Aragonés acompañen a todos los trabajos de la revista, pero ¿en un recopilatorio de Spy vs Spy? ¿Te parece? ¿No daba para sacarlos?
Esto es una joyita del humor. Bestial, frontal, casi con menos sutileza que textos. Empezó hace más de 50 años como una sátira a la Guerra Fría y hoy es cualquiera: un canto desenfrenado y virtuoso a la violencia, la crueldad y el ansia destructiva que impulsa a estos dos personajes a la confrontación permanente, hasta cuando están descansando. Una salvajada visceral y maravillosa, repleta de risas, tiros, torturas y mutilaciones, dibujadas como los dioses por un Peter Kuper que no para de superarse a sí mismo. Acá no hay buenos ni malos. Pierda quien pierda en la última viñeta, gana el comic.
Published on April 24, 2013 15:54
April 23, 2013
23/ 04: LOBISON PORTEÑO

Algunas cositas del estilo de Ginevra pueden verse en este trabajo, especialmente en la portada, que parece dibujada por el prolífico artista. En las páginas interiores, Goly muestra la influencia de Ginevra bastante menos, y principalmente en la narrativa, no en la superficie del dibujo, donde se ve más a Angel Mosquito, y donde aparecen experimentos con grisados, manchas y texturas que tienen poco que ver con la línea de Dante. El texto que aparece en la contratapa (firmado por Cristian Mallea) hace hincapié en un supuesto enrolamiento de Andrade en una estética más cercana al manga, cosa que yo no pude constatar en lo más mínimo en la historieta. Ni en el dibujo, ni en la narrativa. Aparentemente, la autora tiene ascendencia japonesa en su familia (la vi una sóla vez y no lo noté, pero puede ser), lo cual no se trasluce para nada ni en el dibujo ni en la forma en que está contada Lobisón Porteño.
A todo esto... ¿me gusta cómo dibuja Belén Andrade? Más o menos. Me gusta más cómo narra. El dibujo se ve forzado, luchado, más producto de lo que se pudo que de lo que se quiso plasmar en la página. Por un lado, es un dibujo suelto, plástico, expresivo, que facilita la identificación del lector con los personajes, con algunas cosas (el lobo, por ejemplo) muy logradas; por el otro, el comic está poblado de lugares, objetos y vehículos dibujados así nomás, con cierto desdén, cierto “me chupa un huevo si el auto parece una goma de borrar con ruedas, o si cambia de fisonomía de una viñeta a la otra”. Esas desprolijidades, sumadas a la suciedad que la autora mete intencionalmente en algunas viñetas, le dan a la historieta un look muy under, muy de principante, y desluce un trabajo al que no le faltan méritos.
El guión, en cambio, muestra una solidez poco frecuente en los historietistas jóvenes. Goly construye bien a los personajes, plantea bien el conflicto, lo desarrolla al limite y lo resuelve de modo satisfactorio y poco predecible. El clima está bien logrado y los diálogos suenan naturales y creíbles, más allá de algún tropiezo menor con los signos de puntuación. Lo más interesante es cómo, en un contexto realista, costumbrista, casi de slice of life, aparece un elemento fantástico y lo aceptamos sin ningún inconveniente, no nos suena demasiado traído de los pelos, ni mucho menos inverosímil. Eso es un logro muy notable por parte de Belén Andrade.
Sin dejar de publicar en fanzines, Goly tuvo en 2012 su debut en esto de que una editorial posta te edite un libro. Como primer paso, es bastante bueno. Con este mismo guión y un dibujo más pulido, estaríamos hablando de una opera prima de infrecuente calidad. Si te gustan más los guiones que los dibujos, o si te entusiasma descubrir a una nueva autora argentina a la que no le faltan condiciones para convertirse (más adelante, no mañana ni el mes que viene) en un talento a seguir de cerca, tratá de capturar a este lobisón, que lo vas a disfrutar.
Published on April 23, 2013 18:06
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