Andrés Accorsi's Blog, page 105

November 2, 2015

02/11: PARQUE CHAS INTEGRAL

Este libro reúne las dos sagas de Parque Chas, el clásico ochentoso de Ricardo Barreiro y Eduardo Risso que apareció primero en Fierro y después en revistas de historietas de todo el mundo.
La primera parte consta de 11 episodios breves, de unas 8 ó 9 páginas, que al principio son muy autoconclusivos. No te digo que se pueden leer en cualquier orden, pero básicamente Barreiro remata cada capítulo como si fuera una historia unitaria y rara vez queda algo pendiente para resolver en el próximo, más allá de que hay un hilo conductor para toda la serie. Sin embargo, cuando faltan tres episodios para el final, los ingeniosos relatos de Barreiro no le pueden seguir esquivando el bulto a ese hilo conductor, y –como en un final de temporada de una serie yanki- llega la hora de meterse a fondo con la trama central, con la madre de todos los pequeños misterios con los que el anónimo protagonista se topó a lo largo de los episodios.
En esta breves historias aparecen ideas muy atractivas, como el auto asesino (un Falcon verde, nada menos) o el subte secreto que comunica a la Casa Rosada con Parque Chas. Y otras menores, claro. Y otras repetidas, como el truco (que Barreiro ya había utilizado en Ciudad) de mezclar no sólo distintas dimensiones espacio-temporales sino incluso distintos niveles de realidad. El gran problema que tiene esta serie (y su continuación, obvio) es que todo está ambientado en una Buenos Aires muy real, muy verídica a pesar de los elementos fantásticos, con calles, personas y hasta diarios reconocibles por cualquier porteño, y sin embargo hay un montón de diálogos en que los personajes se tratan de tú. El único que habla 100% porteño, con modismos lunfardos y expresiones bien argentas es el General Perón, co-protagonista de uno de los relatos.
La segunda parte no estaba en los planes de nadie, pero los editores franceses presionaron para que se hiciera (léase “pusieron un buen billete”) y así fue. Las diferencias con la primera parte son varias. El protagonista ahora tiene nombre (Ricardo, como el guionista), la enigmática Aitana ya no parece tan enigmática (aunque se guarda una sorpresa heavy para el final) y mucho de lo que antes no tenía mucha explicación ahora sí la tiene. Sin embargo, la diferencia más notable es que Barreiro ya no escribe en formato de episodios, sino que se trata de una novela gráfica de 56 páginas que va palo y palo hacia una única y definitiva resolución. Por supuesto cambia mucho el ritmo: Ricardo ya no es más un curioso que escucha relatos en un bar sino un héroe improvisado que debe adaptarse a una increíble vorágine de peligros, y en general, lo que en la primera parte era más sutil, en esta es más explícito. Cerca del final, Barreiro se da el lujo de bajar línea política y de acertar con la precisión de un francotirador: antes de que asumiera la presidencia Carlos Menem, él ya vaticinaba que se iba a limpiar el orto con sus promesas de campaña y a ponerse al servicio de intereses contrarios a los de la mayoría de sus votantes.
En cuanto a la faz gráfica, este es el trabajo que puso en el mapa a Eduardo Risso, que hasta este punto era un promisorio dibujante de aventuras de Columba. Risso se reinventa a sí mismo con un estilo 100% nuevo, pensado para blanco y negro y basado en no sólo en el claroscuro (que ya manejaba como los dioses) sino también en las texturas, logradas con técnicas muy variadas. Esto le insumía mucho tiempo, pero le daba al dibujo una profundidad alucinante y además contribuía al realismo, que Risso cuidaba mucho y que apuntalaba incorporando a los fondos mucha referencia fotográfica. Cualquier historia de bolonki espacio-temporal es difícil de dibujar, porque exige constantes cambios de climas y de ambientaciones. En una página estás dibujando naves espaciales y en la siguiente (de pronto, diría Barreiro) tenés que dibujar guerreros vikingos o mongoles. Bueno, Risso se bancó todo eso con una solvencia demoledora.
Con una primera parte originalísima y una segunda que resigna parte de esa magia para adquirir un perfil más típicamente aventurero, Parque Chas es una excelente historieta, un ícono de nuestro comic para adultos de los ´80 y un hito importantísimo en la carrera de estos dos grandes como son el inolvidable Loco Barreiro y el cada vez más consagrado Eduardo Risso. Animate a recorrerla.
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Published on November 02, 2015 17:28

November 1, 2015

01/11: FATALE Vol.5

Y bueno… cuando asumí que hoy no llegaba a terminarme el masacote de chotocientasmil páginas con el que vengo lidiando desde el viernes, corté por lo sano y decidí entrarle a algo más corto, que pudiera ser deglutido en un par de horas.
Así caí en este vórtice de la destrucción mental, la violencia, la lujuria y la sordidez al que Ed Brubaker y Sean Phillips lograron convertir en una maravilla narrativa única, pasada de rosca y no exenta de momentos poéticos. Confieso que cuando llegué al final del Vol.4 me asaltaron serias dudas: en un momento desconfié de que Brubaker pudiera cerrar una trama tan compleja en sólo cinco episodios más. Una vez más, este fetiche indiscutido del blog me cerró bien el orto.
El quinto y último tomo de Fatale te agarra de la garganta y no te suelta hasta el final. Una tras otra, se suceden escenas tremendas, shockeantes, revulsivas. Y no sólo se resuelve la trama central, de de Nicolas Lash y la enigmática Josephine. Incluso queda espacio para indagar un poquito más en el pasado de la femme fatal, en la historia del villano (acá más sacado que nunca) y hasta para explicar algunos puntos oscuros de la historia, bizarreadas místicas que quizás se prestaban a no ser explicadas, a quedar ahí, en la ambigüedad típica de los cuentos de Lovecraft, a los que tanto les debe Fatale. Pero Brubaker va por todo, a matar o morir, sin dejar cabos sueltos.
Hasta la última secuencia tenemos giros impredecibles, revelaciones asombrosas, muertes escabrosas, maldades impiadosas que el autor les hace a los personajes y como siempre –de punta a punta de los cinco tomos- un gran trabajo en los bloques de texto y en los diálogos. En este tramo final aparece un personaje, Otto el bibliotecario, que es el que se roba los mejores diálogos, lejos. Ah, y otra cosa notable que hace Brubaker es que no le importa si no entendés de qué está hablando. El tomo arranca así, en caliente, no pierde ni dos bloques de texto en recapitular lo que pasó en los tomos anteriores. Si no te acordás, jodete. Los que seguro se acuerdan de todo son los personajes, que a menudo tiran sutiles referencias a sucesos de su pasado, que Brubaker y Phillips nos mostraron con distintos niveles de explicitud y claridad a lo largo de la saga.
A medida que la historia se va yendo de mambo, a medida que la apuesta se hace más radical, más a todo o nada, Sean Phillips encuentra más oportunidades para salir de la zona de confort de las seis o siete viñetas por página y explorar otras variantes. En el arranque del segundo episodio, cuando nos muestra ese sueño de Nick, ya queda claro que a nivel visual puede pasar cualquier cosa. En el cuarto episodio, cuando finalmente garchan Josephine y Nicolas, Phillips rompe todos los límites de la imaginación. Y en el episodio final vuelve a saltar al vacío cuando ilustra seis páginas al estilo de los grabados medievales. Phillips es en buena medida responsable de ese gran mérito que tiene Fatale que es poder adornar con un cierto vuelo poético una historia manchada de sangre, sexo y pésima leche.
Cualquier exégesis de Fatale se queda corta. Esta es una serie realmente importante, que recorre distintas épocas, que aborda distintas problemáticas, que se anima a incorporar momentos líricos, momentos reflexivos, que por momentos llega a angustiarte por lo desesperante que es la situación de algunos personajes… y que además se puede leer como “una de tiros, garches y monstruos”. Otra obra maestra para la vitrina de Brubaker y Phillips, y van…
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Published on November 01, 2015 15:25

October 31, 2015

31/10: LOS MAS VENDIDOS DE OCTUBRE

La verdad que hoy fue un día complicado y no avancé casi nada con ese libro gigante que estoy tratando de terminar. Andá a saber si mañana (que también pinta enroscado) lo logro finiquitar.
Hoy, entonces, compartimos los datos de ventas de la Distri durante el mes que termina hoy. Fue un mes MUY tranqui, en parte porque yo me tomé varios días de vacaciones y en parte… no sé, supongo que porque Septiembre fue demasiado grosso, o por la expectativa de las elecciones… ni idea. Lo cierto es que se vendió muy poco, y vendiendo poca cantidad de ejemplares, se podía acceder a este ranking. Lo más bizarro fue que apenas dos de las novedades lo lograron.

1) Hexmoor (Loco Rabia/ Belerofonte)
2) Un Paso en Falso (2-D)
3) Sudor Sudaca (Hotel de las Ideas)
4) Basura (Loco Rabia/ Belerofonte)
5) Acero Liquido (Loco Rabia/ Belerofonte)
6) Cybersix Vol.4 (Napoleones/ Entelequia)
7) Welcome to the Death Club (2-D)
8) Cuadernos: Eduardo Risso (Szama/ Puro Comic)
9) Monsieur Super Fruit (Loco Rabia)
10) Las Andanzas Eróticas de Vlad Tepes (Ninfa)

Sólo dos novedades de Octubre entraron al Top Ten, y encima en los dos puestos más bajos. Un delirio.
Mientras tanto, los libros de Jason y Winchluss, que no vendieron tanto en Septiembre, este mes treparon bastante. Y el resto, bueno, se siguen imponiendo los clásicos: Alcatena y Mazzitelli, Muñoz y Sampayo, Trillo con dos dibujantes distintos… difícil hacerles el aguante.
Para Noviembre hay unos cuantos lanzamientos atractivos (un nuevo Escuela de Monstruos, por ejemplo), así que tengo la ilusión de que la cosa vuelva a levantar temperatura. Veremos qué pasa…
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Published on October 31, 2015 17:19

October 30, 2015

30/10: HOY NO HAY NADA

Estoy leyendo un libro intermi-
nable, de chotocien-
tas mil páginas, y no hay forma de que hoy llegue al final y mucho menos de que escriba la reseña. Vamos a intentar que eso suceda mañana sábado, y si no, para zafar tendremos la lista de los más vendidos a través de la Distri durante Octubre.
En materia de anuncios (esos con los que suelo zafar cuando no hay reseñas), tengo confirmada mi presencia (por cuarto año consecutivo) en la San Luis Comic Con. Eso significa que los días 14 y 15 de Noviembre voy a estar ahí, al frente de mi humilde stand y de alguna charlita, y que esos dos días no vamos a tener reseñas. Obviamente, si vivís en San Luis o en la ciudad de La Punta, o por ahí cerca, no dejes de acercarte que la entrada es gratis y van bocha de autores grossos.
Otro tema: Parece que gane quien gane las elecciones, el dólar va a aumentar grosso. Si tenés pesos en tu cuenta bancaria, no lo dudes: hacete un pedido de comics bien power a tu dealer favorito de EEUU o Europa y presioná para que se lo facturen a tu tarjeta de crédito antes del ballotage, como para estar cubierto.
Los últimos pedidos que hice me llegaron a mi casa sin ningún drama, sin pagar envío preferencial y sin gastos extra ni demoras descabelladas en el Correo o la Aduana. Así que no te dejes intimidar por los chamuyeros que dicen “no está llegando nada” para que vayas y le entregues el… aguinaldo a los avechuchos que te multiplican el dólar o el euro por 20.
Ah, si tenés dólares encanutados, tampoco lo dudes: sacá ahora un pasaje en cuotas y en pesos a algún lugar de EEUU o de Europa que te guste, antes de que aumenten exponencialmente. Y obviamente detoná los dólares en esas vacaciones. Si las podés hacer coincidir con alguna convención o festival atractivo, mucho mejor.
La seguimos mañana. Gracias, como siempre, por el aguante en esta recta final hacia el 31 de Diciembre.

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Published on October 30, 2015 14:26

October 29, 2015

29/10: LOBEZNO: SAUDADE

Durante muchos años (y como consecuencia de la quiebra de la editorial en los ´90), los derechos para publicar los comics de Marvel fuera de EEUU no los tuvo Marvel sino la mega-editorial italiana Panini. A esta empresa le fue tan bien publicando Marvel sobre todo en Europa, que un momento consiguió la luz verde para producir historietas nuevas con los personajes de Marvel, sin la supervisión de la editorial con base en Nueva York. La idea era “prestarle los chiches” a prestigiosos autores europeos y ver qué salía de la mezcla.
El guionista Jean-David Morvan y el dibujante Philippe Buchet se convirtieron a lo largo de los ´90 en una de las duplas más exitosas del mercado francés porque supieron integrar a la típica narrativa y el típico grafismo de la bande dessinée un montón de elementos tomados del manga. Sin copiar alevosamente a los grandes mangakas, Morvan y Buchet se las ingeniaron para traer algo de esa impronta japonesa al comic francés, con excelentes resultados. Ahora el desafío era entrarle a un personaje creado en EEUU, donde también se manejan rasgos estilísticos muy fuertes y bastante distintos de lo que es el comic francés. Los creadores de Segelle (Estela, en la edición española) se animaron con Wolverine y el resultado fueron estas 46 páginas, publicadas en un lujoso álbum en Europa y en un comic-book bastante croto en EEUU.
No te quiero sanatear y decirte que este es un comic de Wolverine con méritos como para seducir al que no es fan del personaje. Pero si habitualmente bancás las aventuras solistas del canadiense y te copaste -por ejemplo- con las etapas de Greg Rucka o Jason Aaron, esto seguro te va a emocionar. A simple vista, la historia parece estar ambientada en la época de los New X-Men de Grant Morrison, pero sobre el final se revela que sólo las últimas tres páginas transcurren el “el presente” y el resto es un flashback a “unos quince años atrás”. Acá se produce una inconsistencia notable, que se evidencia en lo sofisticado de los celulares de… 1990, ponele, y en la aparición en un escritorio de una iMac, un modelo que se lanzó en 1998 (me acuerdo perfecto, de hecho fue la primera computadora que me compré, allá por 2000, cuando cobré el juicio contra Perfil).
Detalles al margen, el salto temporal que pega la historia en el final le sirve a Morvan para mostrarnos qué fue de la vida de Mexer, el chico mutante de la favela al que Logan conoce durante su accidentado viaje al nordeste de Brasil. Para mi sorpresa, es un final agridulce, a tono con una historia en la que tanto Wolverine como sus ocasionales aliados la pasan bastante mal. Es una historia violenta, descarnada, donde prima un humor bastante negro, y donde además Morvan encuentra espacio para coquetear con el misticismo new age típico de Jodorowsky y con la bajada de línea socio-política. Con todos esos elementos y una machaca furibunda, el guionista redondea una propuesta muy satisfactoria, repito: comparándola con las aventuras normales que protagonizaba Wolverine en su serie regular.
Por el lado de Buchet, hay un trabajo excelente, muy bien apuntalado por el color de Walter. El francés sabe (porque es francés) armar muy lindas páginas de 10 viñetas, sabe meter líneas cinéticas y estridencia pochoclera al mejor estilo shonen, entiende que para que esto conserve un cierto olor a comic yanki no puede dibujar fondos en todos los cuadros, y te aniquila en las secuencias mudas. Lo único que tengo para criticarle es que en las escenas más tranqui, de diálogos entre Logan y sus amigos, hay muchos afanos a Eduardo Risso. Poses, gestos, composiciones, ángulos, iluminaciones… demasiadas similitudes. Menos mal que el color se parece poco al de 100 Bullets.
Si te gusta Wolverine y querés leer una aventura distinta (con algunas puteadas y un poco más de sangre de lo habitual), acompañalo en este paseo por Brasil de la mano de dos grandes talentos franceses.
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Published on October 29, 2015 19:12

October 28, 2015

28/10: KIRILENKO

Este libro reúne los ocho episodios de Kirilenko que Brian Janchez y Víctor Zelaya serializaron originalmente en la web. Como suele suceder, la versión digital era a todo color, y los colores de la portada te dan una idea bastante cabal de cómo estaba coloreada la historieta: predominio de tonos marrones y azules, más bien apagados pero ricos en matices. Lamentablemente, en el paso a blanco, negro y grises todo eso se perdió y a diferencia de otras veces, donde la faz gráfica no se ve muy afectada, esta vez sí, se sufre bastante la pérdida del color.
El resto de la faz gráfica está muy bien, con un Zelaya muy preciso, muy cuidadoso en el lenguaje corporal de los personajes y muy generoso en los fondos. La puesta en página está basada en el recurso de las viñetas muy chiquitas, a tal punto que en las que vemos diálogos extensos, Zelaya sólo pone el texto. El efecto se parece un poco al que proponía Chris Ware en ACME Novelty Library: un mosaico de muchos cuadritos muy chiquitos, muchos de ellos con mínima acción y con unos fondos muy elaborados.
La protagonista de las historias es Olga Kirilenko, una investigadora privada fumadora, puteadora, violenta y taciturna. Un personaje ideal para una serie grim ´n gritty, si no fuera porque Janchez nos recuerda constantemente que esto es una comedia, y que detrás de los golpes, las explosiones y las muertes, en realidad hay una intención festiva. Al clima sutilmente delirante contribuye bastante el hecho de que Kirilenko investiga casos vinculados a la presencia en nuestro planeta (en realidad, en nuestro país) de seres provenientes de latitudes lejanas, tipo Plutón, Júpiter y Marte.
Así es como Janchez arma un cóctel explosivo entre el típico hard boiled, la ciencia-ficción y la comedia ácida, con apenas unas pinceladas de ternura en un lienzo donde se imponen la sordidez y la mala leche. El resultado funciona muy bien: Olga es al mismo tiempo repulsiva y cautivante y las historias tienen siempre una estructura que parece básica, reconocible, y a la vez con agujeros, con áreas oscuras por las que en cualquier momento se pueden colar elementos bizarros y hacer girar a las tramas hacia donde uno menos se lo imagina.
Finalmente, después de seis episodios bastante autoconclusivos, que casi podrían leerse en cualquier orden, el séptimo episodio es clave. Ahí es donde Janchez se va al carajo, donde la serie deja de centrarse en los casos que resuelve Kirilenko y pasa a centrarse en ella, en su relación enfermiza con un emperador de otro planeta. Una relación que se va a resolver de modo… impactante (por usar un eufemismo), a tal punto que casi todo el octavo episodio va a ser una exploración de las consecuencias de lo que sucede en el episodio anterior. En este tramo final, la comedia le deja su lugar al drama e incluso al blockbuster hollywoodense de catástrofes, destrucción, persecuciones y tiros. Y para la última secuencia, donde ya prima de nuevo un ritmo más tranqui, Janchez se guarda una última sorpresa, también muy fuerte e incómoda como tampón de virulana.
Lo dicho: el pase del color a blanco, negro y grises desluce un poco el dibujo, y las páginas con tantas viñetas editadas en tamaño chiquito a veces se hacen difíciles de leer. Por eso, si querés disfrutar a pleno de Kirilenko, recomiendo la versión digital, la que los autores subieron a la web. Y como segunda opción, el librito. De un modo u otro, no dejes de descubrir a Kirilenko, que es una historieta realmente jugada, distinta, divertida, extraña y perturbadora a la vez.
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Published on October 28, 2015 18:58

October 27, 2015

27/10: THE MASSIVE Vol.3

Retomo esta serie que tenía colgada desde el 13/12/14 y que en EEUU ya se terminó de publicar. Su autor, Brian Wood, confirmó que desde el vamos imaginó a The Massive como una serie de 30 episodios o –como nos gusta a nosotros- cinco TPBs.
Este tercer tomo presenta dos novedades: por un lado, Jordie Bellaire reemplazó a Dave Stewart como colorista y eso hizo que la faz gráfica perdiera un poco de su encanto. Pero por otro lado, por primera vez tenemos los seis episodios del TPB a cargo de un mismo dibujante, Garry Brown, el titular, el que está desde el primer número, y eso le da al tomo una coherencia gráfica muy bienvenida. Porque además hay que decir que Garry Brown, si bien por momentos parece un John Paul Leon de la B, es un dibujante correcto, competente, que labura bien los fondos, que sabe cómo echar mano a la referencia fotográfica sin ser un Juan Carlos Flicker cualquiera, y al que le falta dejar que los personajes se suelten un poco más, que se expresen más a través de los rostros y el lenguaje corporal.
Por el lado de las tramas, liquidado el plot de la busqueda del Massive, las aventuras de Callum Israel a bordo del Kapital continúan y esta vez se dividen claramente en dos arcos: en el primero reaparece Georg, un ex-tripulante del Kapital convertido en un wild card, un personaje totalmente impredecible que va a definir de un modo muy original otro conflicto bravo que es el de un Callum enfrentado a las supuestas fuerzas armadas de (lo que queda de) EEUU. Es un arco muy tenso, como siempre con flashbacks al pasado de los personajes, con data de lo que fueron los primeros momentos del Crash, y con esas escenas mudas llenas de elocuencia, que a esta altura ya son una marca de fábrica de Brian Wood. Ah, y además el autor se dio el lujo de mostrarnos una segunda visión de una Manhattan post-apocalíptica, más radical que la que vimos (y amamos) en DMZ.
El segundo arco también desborda de tensión. Esta vez hay algo así como un villano, al que el propio arco argumental va tiñendo de ambigüedad hasta que algunos de los protagonistas (y quizás algunos de los lectores) lo empiezan a ver con otros ojos. Es una historia muy centrada en Callum y en este “villano”, que obviamente tienen un pasado espeso en común que se remonta a los tiempos anteriores al Crash. En el medio están las tradiciones vikingas ( a las que Wood conoce de taquito por haber escrito 50 episodios de Northlanders), la caza “artesanal” de ballenas, y un personaje importantísimo que desaparece sin dejar rastros y abre un misterio jodido para explorar en los dos tomos que faltan.
Como ya dije alguna vez, The Massive no es una serie para cualquiera, porque avanza a ese ritmo pachorro, porque se toma su tiempo para explicar quién corno son estos tipos y minas y cómo cayeron en esta situación, porque la machaca está desenfatizada y porque a veces se nota que las peripecias son en realidad excusas para meterse con temas que a Wood le interesa tocar, y que tienen que ver con la ecología y la preservación de los recursos naturales del planeta. Con más exploración que acción, no es ilógico que The Massive piante votos del lector que espera tramas más aventureras, más orientadas a la resolución de conflictos por la vía de la violencia.
Faltan 12 episodios, o dos TPBs, para enterarnos cómo termina esta cuasi-epopeya escrita con mucha honestidad, con enorme pasión, por un guionista imprescindible como es Brian Wood. Obviamente la banco hasta el final y ni bien pueda, me compraré los dos tomos que faltan para completarla.
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Published on October 27, 2015 16:47

October 26, 2015

26/10: LAS ANDANZAS EROTICAS DE VLAD TEPES

Al igual que el libro reseñado el 06/04/14, este tomo reúne varias historias escritas por el uruguayo Silvio Galizzi, protagonizadas por el antihéroe que creara junto al cineasta Guzmán Vila y que lleva los rasgos del actor-guionista. Como ya vimos la vez pasada, Vlad Tepes es un personaje repulsivo, una exageración de todos los rasgos machistas, violentos, xenófobos y políticamente incorrectos de Galizzi, potenciados por el hecho de que –como su nombre lo sugiere- es un vampiro poderoso e inmortal.
Esta vez, además, el libro promete que el erotismo será el tema central, el que englobe a todas las historias cortas… y es una promesa que no cumple. En casi todas las historias el sexo es un elemento muy menor, a veces presente en una o dos viñetas, y que casi siempre se podría haber omitido sin alterar el curso de las tramas. Lo interesante es que casi todas las historias nos muestran a Tepes en alguna época histórica, interactuando con personajes reales de cada una de esas épocas. De nuevo, algunas aprovechan mejor y otras peor las posibilidades que brindan estas ambientaciones, pero está muy bien que el contexto para estas historias violentas y pasadas de rosca sean momentos bien investigados de la historia real, de la Historia con mayúsculas. Veamos qué onda cada una de estas historias.
La primera es una versión alternativa del cuento de Blancanieves, con unos garches bastante bien incorporados y un final shockeante. El dibujo es de Quique Alcatena con bastantes pilas, pero rotulado por él mismo, que no es precisamente un buen letrista. La segunda, ambientada en una de las tantas guerras entre Inglaterra y Francia, es una comedia de enredos bastante violenta, en la que el sexo no tiene mayor incidencia. Dibuja Guillermo Hansz, el de El Club de los Ilustres.
La tercera es una historia tremendamente sangrienta y retorcida, con una trama interesante, pero a la que le juega en contra la cantidad de saltos al vacío (gráficos y narrativos) que ensaya Matías Bergara. Me encanta cómo trabaja con la mancha, con las tramas mecánicas y demás, pero por momentos la historia se hace muy confusa, especialmente en las tres páginas que no tienen textos.
La que dibuja Andrés Lozano es una de 10 páginas ambientada en la conquista de América, con un poco menos de violencia y con poco protagonismo del sexo, que apenas brinda el remate cómico para las últimas viñetas. Otra donde el erotismo no tiene el menor peso es en la que dibuja Beto Ledes, ambientada en EEUU en la época de Abraham Lincoln y el General Custer. Tiene una página muy salvaje en términos de machaca, un final sorpresa que se podía preveer sin ser un genio y un desarrollo muy hablado, pero atractivo. El dibujo cumple apenas, está a milímetros de irse a la B.
Fernando Ramos emplea un estilo oscuro, a mitad de camino entre un Juan Carlos Flicker y un clon de Mike Mignola para una historia que mezcla a Vlad Tepes, Bram Stoker y los crímenes de Jack el Destripador. Una buena idea, un poco compleja para ocho páginas. La de Rasputín, ambientada en Rusia entre 1914 y 1917, es la que mejor trabaja con la historia real, hasta llegar a una viñeta final muy impactante. Acompaña el dibujo de Lauri Fernández, bien en los climas y muy jugado a la caricatura.
A nivel dibujo y narrativa, creo que el que se lleva la medalla de oro es Esteban Tolj, quien tiene a su cargo las 10 páginas en las que Tepes se cuela en la desgarradora historia de Anna Frank. Los garches no aportan mucho, pero sin dudas es una excelente historia. Y se me acaba el espacio, pero quedan tres historias: una muy cortita con Diego Velázquez, más grosera que divertida; una con Marilyn Monroe, con un buen guión y dibujos bastante dignos; y una ambientada en el presente (de lo más flojo del libro tanto en guión como en dibujo) en la que por lo menos el sexo tiene razón de ser.
En síntesis, una antología rara, picantita, con altas dosis de mala leche, con puntos altos y otros no tanto, que seguramente disfrutarán los fans del impiadoso vampiro uruguayo.
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Published on October 26, 2015 18:59

October 25, 2015

25/10: EL INFANTE DANTE ELEFANTE Vol.3

Como me pasa cada vez que me encuentro con esta historieta de J.J. Rovella, mi capacidad crítica se hace a un lado para dejar que se expanda sin límites mi capacidad de disfrute. Dante Elefante es la infancia, es la alegría, pero también son las ideas, pequeñas rupturas que, puestas en una historieta para chicos que aparece en Billiken, tienen un efecto mucho mayor.
Por supuesto entre tanto material (hay varias páginas que traen tres tiras autoconclusivas cada una) tienen que aparecer chistes menos originales, gags que si viste mucho dibujo animado clásico (Looney Tunes, Tom & Jerry, Pink Panther, etc.) ya te sabés de memoria. Chistes de gordos en el subi-baja, a esta altura, uno ya vio todos. Chistes de giles que tratan de levantar pesas enormes y terminan con los brazos grotescamente estirados, también.
Pero, como ya dije, esta es una historieta repleta de ideas y Rovella siempre te sorprende con remates que nunca te viste venir. El chiste de los zancos y las muletas, por ejemplo, me hizo reir fuerte. El de la batalla con bombitas de agua también, me agarró totalmente desprevenido. El de los cuadros del rinoceronte es otra joya del ingenio.
Y no quiero seguir enumerando chistes, ni tampoco hacer la lista de la inmensa cantidad de recursos humorísticos y gráficos que despliega Rovella en estas páginas. Seguro que ya mencioné todo lo que valía la pena mencionar en las reseñas del 11/10/10, o en la del 12/01/14. Prefiero cerrar acá, no sin antes recomendar la compra de este librito, pensado para hacer reir (y en una de esas, reflexionar) a chicos de todas las edades. Un placer, de verdad.
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Published on October 25, 2015 14:46

October 24, 2015

24/10: KANE Vol.3

Tercer tomo de esta gran serie del genio británico Paul Grist que, según tengo entendido, consta de seis libros.
En esta tanda de episodios, Grist se juega a desplazar el foco del relato hacia el villano, Oscar Darke. Alguien le pega un tiro a quemarropa y, mientras convalesce en el hospital, Kane y los canas tratan de deducir qué fue lo que pasó mientras los medios repasan la vida de este “polémico empresario” sin animarse a señalarlo como el criminal inescrupuloso que es. Así como en el tomo anterior (ver reseña del 16/07/15) Grist homenajeaba al Frank Miller de Sin City, esta vez toma el recurso de las pantallitas de TV para homenajear al Miller del Dark Knight, e incluso aparecen hojitas manuscritas “arrancadas” del diario de uno de los personajes, como en Batman: Year One.
Lo mejor del tomo es, lejos, las revelaciones acerca del pasado de Oscar Darke. Su infancia, su vinculación temprana con el hampa, la construcción de su mascarada como miembro respetable de la comunidad de Eden City, todo eso es brillante. La toma de rehenes por parte de la minita que le pegó el tiro a Darke es otra escena particularmente bien resuelta. En la segunda mitad del tomo, Grist arma una intriga en el seno de la propia policía, donde parece haber canas claramente comprados por Darke, pero no está tan bien planteada, o a mí no me terminó de enganchar, creo que porque los personajes son muy parecidos entre sí y hay que prestar demasiada atención para no confundirlos.
Y sobre el final, Grist narra en paralelo dos secuencias: una en el presente, en la que Kane visita a Darke en el hospital, y una en el pasado, donde nos revela el origen de la extraña relación entre el “héroe” y el “villano”. Esas últimas 28-30 páginas vuelven al nivel espectacular de la primera mitad del tomo y además abren puntas muy atractivas para explorar en episodios futuros.
Gráficamente, este tomo es apasionante. Sin irse nunca de su particularísimo estilo, Grist mecha (además de los homenajes a Miller) guiños a Charles Schultz, a Marjorie Henderson Buell (la autora de Little Lulu), a José Muñoz, a David Mazzucchelli y por supuesto a Dave Sim, principal referente de Grist en materia de narrativa. En un momento, el autor impacta con un nuevo salto al vacío: en el último episodio, durante una conversación entre Kane y Darke, Grist llena cinco viñetas… sólo con los globos de diálogo. No se ven los personajes, sólo lo que “dicen”. A tal punto que, cuando los dos hacen una pausa, tenemos una viñeta totalmente en blanco. Impresionante. Y a lo largo de todo el libro, tenemos un uso de los silencios tremendamente potente en términos dramáticos.
Y tengo poco tiempo, así que la cierro acá. Ya conseguiré los tomos que me faltan para completar esta serie, que hasta acá me viene sorprendiendo tomo a tomo, porque es mucho más que el típico comic policial. Impresionante lo que hace Grist en esta serie, de verdad.

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Published on October 24, 2015 16:01

Andrés Accorsi's Blog

Andrés Accorsi
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