Óscar Contardo's Blog, page 52

October 31, 2017

La mesa está puesta para el gobierno abierto

*Esta columna fue escrita junto a Álvaro Ramírez-Alujas, Representante de la Red Académica de Gobierno Abierto


 


El gobierno chileno tiene una oportunidad histórica de cambiar la forma en que se relaciona con la ciudadanía. Por primera vez la academia, las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno están trabajando juntos en la Mesa de Gobierno Abierto (MGA), un espacio de diálogo y coordinación que busca llevar a cabos los compromisos que ha adquirido el Estado Chileno en la materia, específicamente en el marco de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA).


Con este hito se comienza a construir en Chile la institucionalidad necesaria para la búsqueda conjunta de respuestas a los problemas que nos aquejan como sociedad y coordinar colaborativamente la agenda de gobierno Abierto tal como exigen los estándares internacionales. Además, en tanto cuenta con respaldo formal, la MGA ofrece una plataforma efectiva para la promoción de los principios de transparencia, colaboración, participación ciudadana, rendición de cuentas e innovación tecnológica y su aplicación concreta en políticas públicas con impacto transformador en la relación Estado-ciudadanía (estrategias de gobierno digital, apertura de datos, espacios efectivos de colaboración y participación, etc).


Este nuevo órgano, que a través de quienes suscriben contará con la voz de académicos de a lo menos 10 universidades y 33 organizaciones de la sociedad civil de todo el país, tendrá su primera sesión ampliada y lanzamiento oficial el próximo viernes 3 de noviembre y tendrá como desafíos inmediatos, por un lado, la elaboración del cuarto plan de acción de Chile en la AGA y, por el otro, sensibilizar activamente tanto al Estado como a la ciudadanía sobre la importancia de la apertura gubernamental y las oportunidades que ofrece para la construcción de una mejor gobernanza en Chile, incluso más allá del ejecutivo hacia otros ámbitos como el Poder Legislativo, Judicial y los gobiernos locales (municipios).


Lograr este avance significó un trabajo arduo que requirió muchas horas y recursos por parte de la sociedad civil y el naciente conglomerado de académicos que, a través de procesos amplios y transparentes de convocatoria y elección de representantes, lograron congregar a un gran número de instituciones que hoy, con la MGA constituida, mantienen altas expectativas sobre el alcance de este nuevo espacio de colaboración e incidencia.


Esperamos que el gobierno actúe en concordancia y aproveche una oportunidad inmejorable para acercarse a la ciudadanía y abrirse camino hacia la modernización del Estado desde un enfoque participativo, transparente y puesto al servicio de sus ciudadanos: que se comprometa a ser un Gobierno realmente abierto.


 


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Published on October 31, 2017 04:18

Aquellos, “los otros” invisibles

Esta columna fue escrita junto a  Ignacio Morales, Cátedra al-Andalus/ Magreb, Facultad de Artes Liberales UAI.


Si hacemos una rápida búsqueda en las secciones internacionales de nuestros periódicos, observaremos que-en general-poco y nada se publica sobre la situación de Medio Oriente, el Sahel o África en relación con el ‘terrorismo islamista radical’. Y sucede que ninguno de estos lugares está exento de este flagelo y, aunque parezca paradójico, son espacios en donde las mayorías musulmanas abundan. Allí los atentados son cotidianos, las muertes por acciones terroristas están a la orden del día, en mayor número que en Europa y persiguiendo los mismos fines, porque al final la consigna de fondo es: “o están con nosotros o pagaran las consecuencias”.


Es cierto que el bombardeo mediático hace que nos vayamos insensibilizando, pero la verdad es que vastas poblaciones en Siria e Irak, solo por nombrar un par de territorios, están sometidas, cotidianamente, a los abusos del Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIL/DAESH). Los otros grupos de carácter “islamista”, vinculados en espíritu y en ciertos objetivos, resurgen por doquier: al-Qaeda en el Magreb, Yemen y la Península Arábica; al-Shabbab en Somalía, Boko Haram en Nigeria, Abu Sayef en Filipinas, etc. Esta la otra cara de la moneda; la que elegimos no mirar.


Más de 300 personas han muerto y otras 350 han resultado heridas hace dos semanas en el peor atentado terrorista de la historia de Somalia. Dos vehículos bomba hicieron explosión con poco tiempo de diferencia en el centro de la capital, Mogasdicio, dejando tras de sí decenas de cadáveres calcinados, edificios destruidos y hospitales a rebosar de heridos. Al-Shabbab ha admitido la autoría de este acto.


En momentos en que el ISIL/DAESH se debilita gradualmente, resurgen los nuevos herederos de al-Qaeda; aquella ‘vanguardia’ del islamismo yihadista contemporáneo. Al-Shabbab es uno de ellos y, al menos geopolíticamente, la violencia sectaria producida en el sur de África los consolida como uno de los grupos islamistas radicales de mayor peligrosidad en la actualidad.


Así entonces, Somalia nuevamente es blanco de atentados. No obstante, nuestro conocimiento del país africano es tan pobre y quizás los recuerdos más próximos pertenecen a la generación de los ochenta, cuando el país era tristemente célebre por sus altas tazas de desnutrición y el mundo entero cantaba “We are the World”, como parte de aquella campaña ‘USA for Africa’.


Hoy nadie canta, y los atentados son silentes testigos del cáncer del islamismo radical. No obstante, todo esto pasa en Somalia, no en Europa y, por lo mismo, nadie dice: “Todos somos Somalia”.


Como siempre, sufrimos sólo por los ataques sobre la civilización que nos pareciera representar, sobre aquella donde el sufrimiento humano tiene otro significado; uno que si merece portadas e indignación. Fuera de ella, ‘el otro’ es, bajo cualquier respecto, un total desconocido.


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Published on October 31, 2017 04:08

Cataluña, con el diablo en casa

China compró el año pasado 46.000 millones de dólares en empresas europeas, el doble de las que compró en 2015. Entre ellas la italiana Pirelli, la sueca Volvo, la francesa Peugeot, el equipo de fútbol catalán: Español, el emblemático Atlético de Madrid y buena parte del Puerto de Barcelona.


Sin embargo, algunos  europeos, entre ellos muchos catalanes, están embelesados con un concepto decimonónico, hoy inútil y extravagante, la independencia.


El Brexit británico, la independencia catalana, las de las regiones italianas de Padania y el Veneto, reclaman  lo mismo: alguien, ajeno a ellos mismos, los está perjudicando.


Para los británicos son los europeos; para los catalanes, los andaluces y extremeños; para los norteños italianos, los cabecitas negras de Nápoles y la Calabria.


¿No se dan cuenta de que, principalmente, el diablo está en casa?


En el caso español y catalán, la globalización dejó abajo a mucha gente, especialmente a los más jóvenes que viven peor que sus padres y  sin ninguna posibilidad de conseguir trabajos que les permitan vivir. Las elites políticas, tanto de Cataluña como de España, no intentaron resolver el problema causado por la crisis del 2008 protegiendo su población, lo agudizaron recortando de una manera brutal los servicios públicos y diezmando las leyes laborales. Y, aunque parezca raro, los recortes más duros los hizo el propio gobierno nacionalista catalán.  Su manejo de la crisis, al igual que el del gobierno central, llevó a muchísimos españoles a no llegar a fin de mes, a no tener cómo pagar sus hipotecas y ser echados de sus casas. Y esto ocurría mientras muchos de sus prominentes dirigentes, en ambos lados del Ebro, se enriquecían con mordidas y comisiones más allá de toda imaginación.


Al igual que en el Reino Unido, estos gobiernos incompetentes, español y catalán, tremendamente ideologizados, se aprovecharon de agudizar reclamos históricos que están en el ADN de muchos de sus nacionales: el Imperio deshecho, en el caso inglés; la nación invadida, en el caso catalán, para llevar el agua a su molino; recurriendo al viejo truco de  echarle la culpa de todos los males al vecino.


Poco se dice que lo de Cataluña está siendo usado para tapar una corrupción generalizada en nombre de las patrias. Varios líderes del gobierno catalán y del español están imputados por delitos extremadamente graves.


Lo malo es que lo que quedará de todo esto es una Cataluña partida en dos, con familias divididas, con jóvenes que ya odian a España; un choque de trenes podría llegar a ocurrir en cualquier momento.


La solución, a estas alturas, con la caja de Pandora abierta, no es la fuerza por mucho que lo escriba la Constitución española. No se trata sólo de legalidad sino también de legitimidad frente a un problema cuya causa es colectiva.


Habrá que conseguir un diálogo basado en la paz y en reconocer los sentimientos y razones de ambas mitades de la población catalana mediante instrumentos legitimados en una remozada constitución que proponga una España federal y plurinacional; que incluya, más adelante, la posibilidad de un referéndum vinculante para dirimir la independencia de sus naciones históricas, si sus parlamentos así lo deciden.


 Referéndum que considere todos los resguardos legales democráticos, nítida información de las consecuencias, y altos quórums para un cambio tan profundo; para que nadie pueda utilizar los sentimientos ajenos para tapar sus pecados. Y una segunda votación, cuando haya pasado un tiempo adecuado, para refrendar lo votado.


Los catalanes independentistas, en todo caso, deberían tener en cuenta que Cataluña, como buena parte de Europa, muy pronto será  un territorio manejado a control  remoto por Beijing, no por Madrid. Y que es mejor tener aliados conocidos, querendones y medios parientes.


 


 


 


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Published on October 31, 2017 03:59

October 30, 2017

Rompamos la cultura del silencio

El dolor y la ira de más de un millón de personas que durante la semana pasada compartieron en Twitter las etiquetas #MeToo y #YoTambién han llenado las redes sociales de historias personales de acoso y agresiones sexuales. Esta protesta virtual de solidaridad resalta tanto la urgencia de encontrar una voz compartida como la escala oculta de estas agresiones que previamente no habían sido registradas. Esta protesta en línea es importante porque está dando voz a actos que son públicos, pero que habían sido silenciados y neutralizados. Es un cruel privilegio acosar a una niña o una mujer con impunidad, pero en muchos casos es la norma. Lo que estamos viendo, mientras las mujeres construyen estas narrativas y se refuerzan unas a otras y los hombres se unen a la conversación reconociendo su rol, es la reafirmación de que denunciar el acoso y la intimidación es lo justo. También estamos viendo en números la fuerza que tienen estas experiencias individuales que normalmente se callan.


Mientras se construye una multitud a partir de las mujeres que cuentan su historia, vemos emerger una imagen de la vida real. Una masa crítica que está creciendo y que demuestra cuántas cosas están mal cuando la gente puede actuar con impunidad en una cultura de silencio.


Esta ola virtual se une a una gran cantidad de movimientos masivos que colectivamente expresan el activismo de las mujeres: las marchas “Ni una menos” en América Latina para denunciar la violencia contra las mujeres, particularmente contra aquellas menos privilegiadas; las marchas de mujeres que tuvieron lugar en todo el mundo a principios de este año en apoyo a los derechos de las mujeres y otras libertades, así como las marchas en Polonia e Irlanda en contra de la prohibición de abortos.


La participación plena y libre de las mujeres en la sociedad, en la política y en el lugar de trabajo es esencial para que sus voces sean escuchadas y sus derechos respetados. Mientras más mujeres ocupen altos puestos de representación tanto en el sector público como en el privado, más oportunidades habrá para cambiar la cultura de invisibilidad e impunidad, en la cual algunos hombres acosan a las mujeres. La indiferencia casual y gente que dice “no es nada” deben parar. El número de hombres que se han unido a esta campaña es prometedor, pero todavía está lejos de ser suficiente (30%, de acuerdo con un reporte publicado por la prensa inglesa). La ceguera permisiva ha sido la norma durante demasiado tiempo. De lo que se trata es de que hombres y mujeres cambien sus respuestas a los actos de agresión sexual y que actúen con solidaridad para hacerlos visibles e inaceptables. Los hombres buenos no deben ser espectadores silenciosos.


Necesitamos a todas las mujeres empoderadas para hablar, para que sus derechos y sus cuerpos sean respetados y que nadie quede fuera. No más impunidad. Saludamos a miles de mujeres que han peleado contra todas las violaciones a los derechos de niñas y mujeres, y hacemos un llamado a renovar la inversión en la lucha para terminar con todos los tipos de violencias contra las mujeres.


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Published on October 30, 2017 05:56

El riesgo de la abstención

La otra variable que parece decidida en esta elección es el alto abstencionismo. Puede que vayan a las urnas menos personas que los llamados “votantes probables” que presentan las empresas encuestadoras. La razón metodológica es sencilla: la cantidad de personas que declaran que votó en las elecciones municipales es mayor a la que realmente lo hizo. Lo mismo sucede con quienes declaran la intención de ir a votar.


Las razones son diversas. Influye mucho una sociedad despolitizada, donde los individuos tienen más confianza en sí mismos, en su esfuerzo y en su entorno cercano, y cada vez menos en las instituciones democráticas como el Parlamento, el Poder Judicial o los partidos políticos. La sensación cada vez mayor de que los políticos hablan cosas muy alejadas de los problemas comunes de las personas y parecen más enfrascados en recalcar sus propias diferencias que en buscar acuerdos favorables para el país, también aleja de las urnas. Esta satanización de los acuerdos, representada por la caricatura de la “cocina de Zaldívar”, fue fatal para la propia reputación del Parlamento, donde están los antiguos líderes estudiantiles. Las nuevas generaciones de políticos, de manera inconsciente, también han contribuido a alejar a sus propios electores de las urnas.


También hay un efecto de las recientes reformas que recortaron la  publicidad de las elecciones, anunciadas con bombos y platillos por la llamada Comisión Engel, y que  a la larga han implicado que haya menos información disponible sobre por quién votar. El Servel ha puesto lo suyo para aumentar la abstención. Su estrategia, más centrada en la fiabilidad de los resultados que en crear mecanismos para facilitar el acto de votación, enreda a los electores respecto a dónde y por quién votar. El bochorno reciente de los cambios de dirección muestra el poco interés de dicho organismo en aumentar la cantidad de votantes.


El cambio al sistema binominal no ha sido acompañado en ningún momento por una campaña que explique claramente qué eligen las personas ahora, y el día de la votación muchos se enfrentarán a una sábana de candidatos para la elección de diputados, muchos de ellos desconocidos, con el alto riesgo de aumento de la votación nula.


La alta abstención tiene implicancias en el prestigio internacional del país. Chile pasaría a ser no solamente uno de los países de la OCDE con menor participación democrática, sino en América Latina. Costará entonces darle clases de democracia a terceros, como suele hacer la Cancillería, si la nuestra es tan precaria.


Además, tiene impacto en el propio prestigio de la clase política en general. Si votan pocas personas aumentará la distancia entre el mundo de personas a pie con los representantes elegidos. Esto da espacio para una solución populista a los problemas, y por cierto, también autoritaria. Si la democracia parece tan poco valorada, ¿qué sentido tiene defenderla?


El gobierno ha leído este fenómeno y ha lanzado una campaña para estimular la votación que ha sido criticada por la actual oposición, que cree que los votantes de izquierda son más renuentes y que, por tanto, llevar más personas a votar puede bajar el porcentaje del candidato Piñera en primera vuelta. Su apreciación es impresentable en lo ético, y también miope en el largo plazo. Si resulta que finalmente, como indican las encuestas, la Presidencia la gana Chile Vamos, una baja legitimidad del resultado es nuevamente un impulso a cambiar la agenda política en la calle, como pasó el 2011.


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Published on October 30, 2017 05:35

¿Independencia de Cataluña?

Es más apropiado plantearlo como interrogante que como afirmación, a pesar de que el 27 de octubre el Parlamento Catalán aprobó iniciar una constituyente, para la Declaración Unilateral de Independencia de la Autonomía de Cataluña, como República soberana, democrática y social, separándose de Estaña y de la Corona. Culmina así un proceso que estaba suspendido y basado en ancestrales sentimientos de muchos catalanes. Trascendente para ellos mismos, para España, la Unión Europea y el mundo. Tal decisión plantea más dudas que certezas, no sólo porque rompe la legalidad española, sino que también la internacional. Los argumentos invocados por el Parlamento autonómico, fueron refrendados en votación de sólo 70 representantes de los 135. Los demás votaron en contra o abandonaron la sala. Constituye una ilegitimidad más, que se suma a la del Referendo del 1 de octubre reciente. Todas las instancias precedentes de transitoriedad y desconexión fueron planificadas, precisamente, para llegar a la secesión. Impuesta y forzada por las autoridades catalanas, sin consideración a posturas moderadas que buscaban un entendimiento, o de quienes las rechazaban.


Ha triunfado la actitud más extrema, con persistente porfía, a sabiendas de que conduce inevitablemente a la confrontación, tanto legal como política, con España y sus otras 16 autonomías, así como entre los propios catalanes. La ruptura de la legalidad y constitucionalidad española ha sido flagrante, y otorgado plena legitimidad al Gobierno español para imponer todo el rigor de la Constitución. Paralelamente, el Senado en Madrid priorizó preservar la unidad, por abrumadora mayoría de casi todas las fuerzas políticas. Dos expresiones contrapuestas el mismo día y casi a la misma hora. El Presidente Rajoy ha aplicado el tan mencionado Artículo 155 de la Constitución, por primera vez. Entre lo decidido se destaca: acudir al Tribunal Constitucional para la ilegalidad de lo resuelto por al Parlamento Catalán, ya sentenciada; cese de las funciones del Presidente autonómico, vice-presidente, consejeros, parlamento, y autoridades administrativas;  fin de las representaciones internas y externas; más el reemplazo del Jefe de la Policía. Las asumen la Vice-Presidenta del Gobierno, los Ministerios, y el segundo al mando policial. Y lo más significativo, se devuelve la decisión al electorado catalán, convocando a elecciones el 21 de diciembre. Medidas que Rajoy calificó como necesarias, proporcionales y mesuradas, para recuperar la legitimidad institucional, sin atentar contra la autonomía de Cataluña. Otro tanto habrá que implementar para el funcionamiento de los servicios, los tribunales, garantizar puestos de trabajo, la normalidad empresarial, las finanzas y el orden jurídico, pues continúa vigente el español al no existir otro que lo sustituya.


Un período incierto, pues no se conoce la intensidad de la “resistencia democrática”, que los independentistas anuncian que ejercerán, o si se les acusa de rebelión con posibles penas de cárcel, que los victimizaría. De ello dependerá  si la legalidad del Estado se confrontará al separatismo de muchos catalanes, de manera pacífica o forzada. Serán determinantes los resultados de las elecciones convocadas. Un riesgo para todos, pues la aspiración de independencia, precipitada y forzada fuera de la ley, podría verse definitivamente comprometida, en vez de prosperar. Si ganan los independentistas, se ratificaría la secesión.


El resto de España, la Unión Europea, los organismos internacionales y la unanimidad de la Comunidad de naciones, salvo algunos grupos separatistas, no reconocen la pretendida República Catalana. Sin nacer, ya está aislada.


 


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Published on October 30, 2017 03:49

Políticos: demasiada ambigüedad

Algo que caracterizó a la política chilena de la transición fue el uso de la ambigüedad. El éxito de la concertación, en efecto, se debió en buena parte a su utilización en el diseño e implementación de políticas públicas. Con una Democracia Cristiana a la cabeza, la Concertación supo aflojar las tensiones políticas y sociales propias de un país saliente de una dictadura militar que al mismo tiempo experimentaba uno de los crecimientos económicos sostenidos más significativos de occidente.


La ambigüedad comúnmente está asociada a una actitud política negativa―y con muchas razones―, algo así como una disposición de partidos y políticos por ocultarle a la sociedad sus motivaciones, ideas e intereses últimos, como también una instrumentalización de las políticas públicas para satisfacer fines privados. El uso de la ambigüedad, sin embargo, desde un ponderado constructivismo, tiene dimensiones positivas claves a la hora de hacer política: es una buena herramienta para reducir los conflictos propios de posiciones divergentes, da cabida al diálogo y deliberación en la agenda pública, permite flexibilidad en la implementación de políticas públicas con alto grado de conflictividad e incertidumbre, entre otras virtudes.


Con todo, la ambigüedad es una herramienta muy delicada que, para que cumpla con sus objetivos, debe ser utilizada sutilmente de manera que no genere suspicacia. Su uso excesivo, en efecto, tiene consecuencias políticamente nefastas, propaga la desconfianza y genera cuadros de incertidumbre nocivos en el contexto de una sociedad que, con un creciente acceso a la información y conocimiento, requiere cada día más de instituciones políticas que generen confianza. Así, durante la transición, este determinante de éxito se transformó en la mayor debilidad de la concertación: el desatado constructivismo y ambigüedad se esparció hasta adormecer el ideario de sus partidos. La derecha, al no ser desafiada por una izquierda acomodada en el cetro del poder, también se aturdió en el letargo intelectual descansando en un modelo económico que “funcionaba” y un sistema binominal que le aseguraba una importante cuota de poder (para una mayor comprensión sobre esto recomiendo “La derecha en la crisis del bicentenario” de Hugo Herrera y “Nos fuimos quedando en silencio” de Daniel Mansuy).


Así las cosas, a un mes de las elecciones presidenciales, la clase política no parece estar aprendiendo de nuestra historia reciente. En circunstancias en que la sociedad busca representarse en dirigentes confiables y reconocerse como ciudadanos miembros de una sociedad plural en lo político y económico, los candidatos en general no parecen comprender la necesidad de elaborar ideas y relatos capaces de captar la complejidad de los fenómenos sociales, reconociendo su diversidad y riqueza, para tener la capacidad de entregar respuestas plausibles a los problemas que surgen en el entramado social. Alejandro Guiller es, en efecto, entre todos los candidatos, el símbolo de esta incomprensión: cual gastado concertacionista, utiliza la ambigüedad a diestra y siniestra, rayando en la charlatanería, para mitigar la más mínima provocación de algún sentimiento que pueda incomodar a su audiencia. No se le puede acusar de estatista ni pro mercado, no es materialista ni idealista, ni político ni técnico, es otro autodenominado progresista más con pretensiones de neutralidad; alguna especie de arquitecto de una realidad que emerge del promedio de opiniones trending topic.


La ambigüedad, por supuesto, no es sólo patrimonio de Guiller―la tragedia de la DC, estimo, es causa de este mismo fenómeno―, sino también es parte de una cultura política que se asume derrotada por una realidad que, en alguna medida, todos construimos: que la política no es otra cosa que un juego por el poder. Por ello que las elecciones parezcan una suerte de concurso televisivo, con debates de un primitivo nivel de convivencia, como si la segunda vuelta se tratara de la gran final de un reality que tiene como premio La Moneda y donde todo lo que pase en los próximos cuatro años sea sólo la trama de los programas venideros conducidos por el mismo grupo de periodistas políticamente correctos devenidos en politólogos aparentemente neutrales y jueces del tribunal de la moral.


Insistir en la importancia de las ideas surge de una necesidad que no es obvia ni trivial. El trabajo del político es justamente el de representar a la ciudadanía a partir de un entendimiento de la sociedad anclado en ideas robustas, de modo que las buenas políticas perduren en el tiempo. En otras palabras, no hace falta sólo diseñar buenas políticas públicas―eficientes y efectivas para solucionar problemas sociales―, sino también es necesario que vayan acompañadas de un relato político capaz de sustentarlas. Sin ideas, sin un sano idealismo, difícilmente seremos capaces de comprender de forma objetiva la realidad ni menos podremos solucionar los problemas que acarrea una sociedad en deuda con la pobreza y los más vulnerables; por el contrario, nos dominará, como a Guiller y compañía, la ambigüedad y la subjetividad para extender, por unos cuantos años más, un infructuoso poder político.


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Published on October 30, 2017 02:52

Carlovich

Esta historia es sencillamente extraordinaria. Al punto que uno no se la cree sino hasta oír de boca de quienes lo vieron jugar que efectivamente fue así. Tomás Felipe Carlovich, el Trinche, pudo ser el epítome del futbolista imaginario, el personaje de un cuento del Negro Fontanarrosa. Y sin embargo, existió y casi sin quererlo construyó un mito que, si bien en Buenos Aires se escucha sotto voce, en Rosario se comenta a viva voz, porque en cada cuadra, en cada esquina de la ciudad de Baglietto y Grandinetti, hay cuando menos dos o tres rosarinos que fueron testigos de los amagues del Trinche Carlovich.


Entremos en materia. Menotti asegura que el Trinche tenía el gen rosarino que hoy Messi le muestra al mundo; Valdano sostiene que era el símbolo de un fútbol romántico que ya no existe; Pekerman enfatiza que nunca vio un jugador más maravilloso que él, y Carlos Aimar apunta que tenía movimientos que parecían ir contra la ley de gravedad.


Una descripción hecha en su momento por la revista El Gráfico permite hacerse una idea de lo que era el Trinche: “volante central elegante, virtuoso y algo displicente. De ritmo lento, pero de razonamiento inversamente proporcional a su andar”. Pertenecía a esa raza de jugadores que antes de recibir el balón ya tenía claro qué iba a hacer con él; siempre le llevaba medio segundo de ventaja al resto.


A excepción de un par de partidos en Rosario Central y otros tantos en Colón de Santa Fe, Carlovich hizo toda su carrera en el Ascenso. Irrumpió en década de los  70, con una zurda exquisita. Su juego era tan vistoso y lucido que convocaba multitudes. Había quienes viajaban desde distintos lugares del país hasta la cancha de Central Córdoba para ver a Carlovich -entre ellos se contaban Marcelo Bielsa y José Pekerman-.


La leyenda de Carlovich -que hoy suma 68 años, tiene una prótesis en la cadera y regenta un asador- ha crecido precisamente por la falta de registros. No hay un solo video que de cuenta de cómo jugaba, salvo una brevísima escena de una película -”Se acabó el curro”, de 1983-, en la que se aprecia a alguien que podría ser el Trinche gambeteando a un rival.


A falta de videos, hay historias que han sobrevivido de boca en boca, cuando no han quedado impresas en la prensa local. Se dice, por ejemplo, que suyo sería el récord de tiempo consecutivo de posesión de pelota en un partido -10 minutos-; que en cierta ocasión, los dirigentes de un equipo rival obligaron a un árbitro, en pleno partido, a revertir la expulsión de Carlovich, por el solo deleite de verlo jugar; que a fines de los 70, las tratativas para llevarlo al Cosmos no fructificaron por la incomodidad de Pelé de tener al lado a un jugador de su talento.


De todas las historias que se cuentan, quizá la más documentada es la que protagonizó el miércoles 17 de abril de 1974, cuando la selección Argentina, que ese mismo año participó en el Mundial de Alemania, enfrentó a un combinado de Rosario. En la albiceleste había apellidos ilustres como Wolf, Tarantini, Brindisi, Houseman y Bertoni. En el combinado rosarino, había cinco jugadores de Rosario Central, cinco de Newell’s y Carlovich. Los diarios registran no sólo el baile que le dieron a la selección, también dejan constancia de lo que pasó en el entretiempo, cuando el técnico de la albiceleste, el Polaco Cap, se acercó a los técnicos rosarinos para pedirles que sacaran a “ese cinco” -en referencia al Trinche-, porque los tenía locos. Claro, en los primeros 45 minutos Rosario ganaba por 3 a 0, y Carlovich se había dado un festín. El Trinche se quedó en el banco en el segundo tiempo, y el partido terminó 3-1.


Hay hombres a los que el éxito -esa palabra tan veleidosa- los gambetea siempre, uno de ellos es Tomás Felipe Carlovich, el Maradona que no fue.


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Published on October 30, 2017 02:42

El David de Ángel

El acuerdo entre David Pizarro y Ángel Guillermo Hoyos consiste en ocupar al volante en los segundos tiempos, cuando -se considera- están mejor dadas las condiciones para disponer de su talento, hay más espacios y las marcas se sueltan un poco más.


Las ausencias de Gustavo Lorenzetti, Jean Beausejour y Gonzalo Jara, claves en el armado de la U, forzaron al técnico a recurrir al porteño desde el arranque, rompiendo así ese trato que para algunos resulta medio incomprensible; dejar en la banca al elemento de mejor técnica no suele ser lo habitual.


El asunto fue que con el Fantasista en la cancha, los azules no ganaron ni en el control ni en la gestación, pues fue la orgullosa y diezmada UC la que dominó las acciones después de unos breves minutos iniciales favorables a los laicos.


Pero sí ganaron el partido, que a la larga, es lo que importa.


En una de las pocas jugadas que logró armar la U, Pizarro anotó el único gol, uno de esos que quedan en la memoria colectiva y por los que el mediocampista, después de 15 años a alto nivel en Europa y un frustrado retorno a Wanderers, decidió estirar una carrera que parecía concluida tras su traumático paso por Valparaíso.


Nadie discute un ápice de la brillante trayectoria del porteño; hecha casi en su totalidad donde realmente cuenta, por lo demás. Sin embargo, por lo mismos, en estos pagos se le vieron muy pocos de esos días imborrables que ahora comienza a acumular.


Anotar el tanto de la victoria en un clásico universitario como este, donde los azules se peleaban la opción de seguir bien metidos en la lucha por el título y con el Nacional repleto, es de esos escenarios perfectos para engalanar la carrera de cualquiera. El aplauso cerrado y de pie que recibió de la multitud cuando fue reemplazado es la prueba de ello.


La relevancia de la conquista, del triunfo y la ovación, incluso, pueden ocultar que el de Pizarro no fue un gran encuentro, mucho menos el de sus compañeros, superados durante casi todo el encuentro y que, de milagro, no vieron disminuidas sus posibilidades de alcanzar el bicampeonato. Por el contrario, a cuatro fechas del cierre, resultaron reforzadas.


Hoyos alabó a sus muchachos. Les elogió que jugaran con el corazón cuando las piernas se hicieron insuficientes, después de semanas de furioso trajín. La U pelea en todos los frentes. No gusta demasiado, pero a esta altura a quién le importa. De seguro ni a David ni a su técnico ni a sus hinchas.


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Published on October 30, 2017 02:36

October 29, 2017

Crecimiento y programas

Poco a poco se clarifican las opciones sobre las cuales los chilenos debemos decidirnos en la elección. El equipo de Piñera se resiste a aceptar que nuestra economía enfrenta problemas estructurales que han generado el deterioro de la capacidad de crecimiento. En su insistencia por culpar de la desaceleración económica a las reformas de la presente administración no incursiona siquiera en el análisis. Es el caso de Pablo Correa, coordinador del programa económico, que en carta al director, aunque anuncia una crítica a mis críticas, se limita a enjuiciar negativamente el presunto alto endeudamiento público, pese a que a junio del presente año el endeudamiento externo alcanza un 16% del PIB (cifra que se compara positivamente con las de Japón y de EE.UU., que alcanzan más de 200% y 100% del PIB respectivamente), y a la baja tasa de crecimiento del PIB entre 2014 y 2017. Así, propone simplemente recuperar la confianza de las familias y empresas para que vuelvan a invertir e iniciar “una segunda transición” que no se explica más allá de convocar a un mejor diálogo.

El equipo económico de Guillier constata importantes dificultades estructurales: alta desigualdad, educación de baja calidad, baja inversión en ciencia y tecnología, ausencia de un Estado emprendedor (clave para ayudar a generar nuevas actividades productivas), estancamiento congénito de la productividad promedio de la economía y alta dependencia del cobre. En Chile 21, Jorge Marshall sistematizaba esta perspectiva señalando que el menor crecimiento del país deriva del agotamiento de lo que Dani Rodrik llama “convergencia condicional”, la pérdida de fuerza de los sectores exportadores líderes y los escasos avances de la transformación productiva; esto es la movilización de recursos productivos desde actividades de baja productividad a otros de alta productividad. Se requieren políticas enfocadas al territorio, mejorar la colaboración pública privada y la cooperación entre el sector productivo y las universidades. Se releva la importancia de la institucionalidad que promueve la colaboración. Probablemente, un problema de esta perspectiva es que si bien se valora la construcción de una visión compartida acerca del desarrollo, lo cierto es que en la práctica los sectores mayoritarios de la población no terminan de ser incorporados a la reflexión.

El Frente Amplio ha publicado su programa, lo cual es digno de importancia. Constata los problemas que derivan de la excesiva concentración económica pero aparece atrapado en la visión de que nuestra economía es básicamente extractiva y rentista, sin tomar suficientemente en cuenta que esos sectores tienen presencia internacional relevante porque sus niveles de productividad son competitivos a nivel internacional. Relevan la importancia de la pyme y las cooperativas, pero no toman en cuenta que si bien sufren discriminación en el mercado de créditos, hay otras causas que explican la persistencia de sus dificultades, pese a los esfuerzos realizados en las últimas décadas. Desde sus posiciones ideológicas no logran formular proposiciones para lidiar con las grandes empresas que son decisivas para el crecimiento económico.


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Published on October 29, 2017 23:02

Óscar Contardo's Blog

Óscar Contardo
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