José Luis Sicre's Blog, page 10
February 8, 2024
Poder y compasión. Domingo 6º. Ciclo B
 
Tras la curación de la suegra de Pedro y a otros muchos enfermos,Marcos cuenta el primer gran milagro de Jesús: la curación de un leproso.
La lepra en el antiguo Israel: diagnóstico ycuración
"La lepra, en el sentido moderno, no fuedefinida hasta el año 1872 por el médico noruego A. Hansen. En tiempos antiguosse aplicaba la palabra "lepra" a otras enfermedades; por ejemplo, aenfermedades psicógenas de la piel" (J. Jeremias, Teologia del AT,115, nota 36).
En Levítico 13 se tratan las diversas enfermedadesde la piel: inflamaciones, erupciones, manchas, afección cutánea, úlcera,quemaduras, afecciones en la cabeza o la barba (sarna), leucodermia, alopecia.Se examinan los diversos casos, y el sacerdote decidirá si la persona es pura oimpura (caso curable o incurable). De ese capítulo está tomado el brevefragmento de la primera lectura de este domingo.
Dos casos de lepra: impotencia de Moisés, poder sincompasión de Eliseo
El milagro de curar a un leproso sólo se cuenta enel AT de Moisés (Números 12,10ss) y de Eliseo (2 Reyes 5). Es interesanterecordar estos relatos para compararlos con el de Marcos.
Impotencia de Moisés
María y Aarón murmuran de Moisés, no se sabeexactamente por qué motivo. En cualquier hipótesis, Dios castiga a María (no aAarón, cosa que indigna a las feministas, con razón). "Al apartarse lanube de la tienda, María tenía toda la piel descolorida como nieve". Aarónse da cuenta e intercede por ella ante Moisés. Pero Moisés no puede curarla.Sólo puede pedirle a Dios: "Por favor, cúrala". El Señor accede, conla condición de que permanezca siete días fuera del campamento (Números 12).
El poder sin compasión de Eliseo
El caso de Eliseo es más entretenido y dramático (2Reyes 5). Naamán, un alto dignatario sirio, contrae la lepra, y una esclavaisraelita le aconseja que vaya a visitar al profeta Eliseo. Naamán realiza elviaje, esperando que Eliseo salga a su encuentro, toque la parte enferma y locure. Pero Eliseo no se molesta en salir a saludarlo. Le envía un criado con laorden de lavarse siete veces en el Jordán. Naamán se indigna, pero sus criadoslo convencen: obedece al profeta y se cura. A diferencia de Moisés, Eliseopuede curar, aunque sea con una receta mágica, pero no siente la menorcompasión por el enfermo.
Jesús: poder y compasión
El relato de Marcos consta de seis elementos:petición del leproso; reacción de Jesús; resultado; advertencia; reacción delcurado; consecuencias.
Petición del leproso. Tres detalles son importantes en la actitud del leproso: 1) no seatiene a la ley que le prohíbe acercarse a otras personas; 2) se arrodilla anteJesús, en señal de profundo respeto; 3) confía plenamente en su poder; tododepende de que quiera, no de que pueda.
Reacción de Jesús. Podía haber respondido a la petición del leproso con las simplespalabras: “Quiero, queda limpio”. Con ello, a diferencia de Moisés y de Eliseo,habría demostrado su poder: no necesita pedir la intervención de Dios, nirecurrir a remedios cuasi-mágicos. Sin embargo, antes de demostrar su podermuestra su compasión. Marcos habla de lo que siente (“lástima”) y de lo quehace (“extendió la mano y lo tocó”). Es lo que esperaba el sirio Naamán quehiciera Eliseo: tocar su parte enferma. Por otra parte, quien tocaba a unleproso quedaba impuro; pero a Jesús no le preocupa este tipo de impureza.
Advertencia. Aparentemente,Jesús da dos órdenes al recién curado: 1) que no se lo diga a nadie; 2) que sepresente al sacerdote. La primera (no decirlo a nadie) resulta extraña, porqueJesús no pretende pasar desapercibido. Es probable que las dos órdenes esténrelacionadas entre sí, formando una sola: «no te entretengas en decírselo a nadie, sino ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés». ¿Qué había ordenadoMoisés? Según el Levítico, el curado debe ofrecer: dos aves puras (se suponentórtolas o pichones), dos corderos sin defecto, una cordera añal sin defecto, doce litros de flor de harina amasada con aceite y un cuarto de litrode aceite. Con todo ello el sacerdote realiza uncomplejo ritual que dura ocho días. Además, el curado deberá afeitarsecompletamente el primer día y raparse de nuevo el octavo.
Las palabras finales de Jesús parecen tener un tintepolémico: «para que les conste». Se pasa delsingular (el sacerdote) al plural (les conste), como si Jesús pensase entodos sus adversarios que no lo aceptan.
Reacción del curado. No obedece a ninguna delas dos órdenes de Jesús. Ni se calla ni acude al sacerdote. Según latraducción litúrgica, «empezó a divulgarel hecho con grades ponderaciones». Una traducciónmás literal sería: «empezó a predicarmucho y a divulgar la palabra». Como si elleproso curado, en vez de atenerse a lo mandado por Moisés prefirieseconvertirse en un misionero cristiano.
Consecuencias. Jesús no puede entrarabiertamente en ningún pueblo. Debe permanecer en descampado, y aun así acudena él. ¿Por qué esta reacción suya? Sabiendo lo que cuenta Marcos más tarde, larespuesta sería: para no verse agobiado por la multitud de gente que acude aél.
Una lectura simbólica: el leproso es cada uno denosotros
Los relatosevangélicos tienen siempre una gran carga simbólica. Quieren que nosidentifiquemos con la situación que narran. En este caso, con el leproso. Todosllevamos dentro algo, mucho o poco, de lo que nos sentimos culpables. Podemosnegarnos a admitirlo, escondiendo la cabeza bajo tierra, como el avestruz. Opodemos reconocerlo, y acudir humildemente a Jesús, con la certeza de que “siquieres puedes limpiarme”. Él tiene el poder y la compasión necesarios paracambiar nuestra vida.
February 1, 2024
La anticipación del Reino en la victoria sobre la enfermedad. Domingo 5 Ciclo B
 
El evangelio del domingo pasado contaba elasombro causado por la predicación de Jesús y por su poder sobre los espíritusinmundos. Todo eso ocurrió un sábado en la sinagoga de Cafarnaúm. El evangeliode este domingo nos cuenta cómo terminó ese sábado y qué ocurrió en los díassiguientes.
Curaciónde la suegra de Pedro (Mc 1,29-31)
Quien lee este relato de Marcos no prestaatención al hecho de que la curación tenga lugar en sábado. Pero cuando se recuerdaque una de las acusaciones más fuertes contra Jesús fue la de curar en sábado,el detalle adquiere mucha importancia. Para Jesús, como él mismo dirá mástarde, la persona está por encima de la ley, aunque sea la ley más santa.
  
    
      
    
  
En aquel tiempo, al salir Jesúsde la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La suegrade Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él seacercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso aservirles.
Curaciones al atardecer (Mc 1,32-34)
Al anochecer, cuando se puso elsol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera seagolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchosdemonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Al ponerse el sol termina el descansosabático. La gente puede caminar, comprar, etc., y aprovecha la ocasión parallevar ante Jesús a todos los enfermos y endemoniados. No se dice cuánto tiempodedicó a curar a muchos de ellos. Se supone que hasta tarde. En Israel, como entodo el Mediterráneo, la noche no cae de repente.
El relato supone que Jesús realiza lascuraciones sin ningún esfuerzo ni uso de la magia. Es interesante compararlocon lo que cuenta Plutarco a propósito del rey Pirro, rey de Epiro (+ 272 a.C.):“Se creía que Pirro curaba las enfermedades del bazo sacrificando un galloblanco, haciendo dormir a los enfermos de espaldas y apretándoles suavementeesa víscera con el pie derecho. (…) Se dice que el dedo gordo de su pie teníauna virtud divina, hasta el punto de que, después de su muerte, una vez quemadoenteramente su cuerpo, se observó que aquel dedo no había sufrido las llamas yque estaba intacto” (Plutarco, Vida de Pirro).
En este contexto dice Marcos, casi de pasada,que Jesús «expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no lespermitía hablar». Esta idea, que ya apareció en el relato del endemoniado deldomingo pasado y que se repetirá en otros momentos, la presentó Wilhelm Wredeen 1901 como «el secreto mesiánico». Jesús no quiere que la gente sepa desde elprincipio su verdadera identidad, tienen que irla descubriendo poco a poco,escuchándolo y viéndolo actuar.
Jesús y sus colaboradores siguen proclamando elReino (1,35-39)
Selevantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugarsolitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y,al encontrarlo, le dijeron:
̶ Todo elmundo te busca.
Él les responde:
̶ Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, parapredicar también allí; que para eso he salido.
Así recorrió toda Galilea, predicando en sussinagogas y expulsando los demonios.
La conducta de Jesús trae a la mente laspalabras del Salmo 63: «¡Oh, Dios, tu eres mi Dios, por ti madrugo!». Estamosal comienzo del evangelio, y Marcos indica algo que será una constante en lavida de Jesús: su oración, el contacto diario e intenso con el Padre, del quesaca fuerzas para llevar adelante su misión.
Estamisión no se caracteriza por elegir lo cómodo y fácil. En Cafarnaúm toda lagente pregunta por él, quiere verlo y escucharlo. Sin embargo, él deciderecorrer de nuevo toda Galilea. Ya lo había hecho solo, cuando metieron a Juanen la cárcel. Ahora lo hace acompañado de los cuatro discípulos. Y no solopredica, también expulsa demonios.
(Job 7,1-4.6-7)
La primera lectura, tomada del libro de Job, ha sidoelegida pensando en los enfermos a los que cura Jesús. Job pertenece al grupode los endemoniados, pero en sentido moderno. No se trata de que esté poseídopor un espíritu inmundo, sino de que se halla sumido en una profunda depresión.No le encuentra sentido a la vida, la ve como una carga insoportable, una nocheque no se acaba, un futuro sin esperanza. La solución le vendrá por un duroenfrentamiento con Dios, que le obligará a salir de sí mismo, a abrir laventana y contemplar las maravillas que lo rodean, hasta terminar reconociendohumildemente que no puede discutir con Dios ni culparlo de lo que le ocurre.
Relacionando esta lectura con el evangelio, parecesugerir al deprimido: acude a Jesús, o que alguien te lleve a él. No te hablaráduramente, como Dios a Job, pero quizá te ayude a salir de ti mismo y a superartu depresión. Porque, como dice el Salmo de hoy: «Él sana los corazones destrozados, venda sus heridas» (Sal 146,3).
HablóJob, diciendo:
«Elhombre está en la tierra cumpliendo un servicio,
susdías son los de un jornalero;
comoel esclavo, suspira por la sombra,
comoel jornalero, aguarda el salario.
Miherencia son meses baldíos,
measignan noches de fatiga;
alacostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré?
Seme hace eterna la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba.
Misdías corren más que la lanzadera,
yse consumen sin esperanza.
Recuerdaque mi vida es un soplo,
yque mis ojos no verán más la dicha.»
« Alabad al Señor, que sana los corazonesdestrozados (Sal 146,1)
En lasdiversas y numerosas curaciones que ha contado el evangelio, resulta extrañoque nadie dé las gracias a Jesús. Ni la suegra de Simón, ni su familia, ni losque acuden al ponerse el sol, ni los enfermos de toda Galilea. Pasa haciendo elbien sin esperar recompensa.
Por esoes bueno que el Salmo nos invite a alabar al Señor, reconociendo todo el bienque nos ha hecho. Este himno recoge motivos muy diversos para alabar a Dios:empieza por la reconstrucción de Jerusalén y la vuelta de los deportados, perono pierde de vista a cada individuo, vendando las heridas de los que tienen elcorazón destrozado y sosteniendo a los humildes.
January 25, 2024
Dos reacciones ante Jesús. Domingo 4 Ciclo B
 
La sinagoga de Cafarnaúm que no conoció Jesús
Marcos ha presentado a Jesús recorriendo Galilea para anunciar labuena noticia del reinado de Dios. Pero no ha dicho nada de cómo reaccionaba lagente. Sabemos que cuatro muchachos, atraídos por su persona, lo dejan todopara seguirlo. ¿Y el resto? El evangelio de hoy constata dos reaccionesopuestas: la mayoría de la gente se asombra de la autoridad de Jesús y de supoder sobre los espíritus inmundos; pero estos se rebelan inútilmente contraél.
El asombro de la gente
Marcosnos sitúa en uno de los pueblos más importantes de Galilea, Cafarnaúm, nudo decomunicaciones con Damasco. Un sábado, Jesús entra en la sinagoga y enseña.Marcos no se detiene a concretar su enseñanza. Lo que le interesa es lareacción del auditorio.
En la ciudad de Cafarnaún, elsábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Estaban asombrados de suenseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.
«Conautoridad, no como los escribas». La idea es curiosa, porque los escribas noeran gente impreparada e ignorante, que decían cualquier tontería para salirdel paso. Tenían una larga y profunda formación. Pero, en opinión de la gente,enseñaban sin autoridad, incapaces de tener una idea propia, de aportar algonuevo. Jesús, en cambio, los asombra por esa autoridad. ¿Qué dijo para suscitaresa impresión? Marcos no lo concreta, porque su táctica consiste en despertarla curiosidad del lector y animarlo a seguir leyendo.
El rechazo de un pobre diablo
Notodos están de acuerdo con lo escuchado. Hay uno que reacciona en contra: unendemoniado. En realidad, se trata de un pobre diablo. No opone resistencia.Sólo puede protestar, reconocer que los suyos están derrotados y abandonar,retorciéndose y huyendo, el campo de batalla.
Había precisamente en lasinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
̶ ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno?¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.
Jesús lo increpó:
̶ Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorcióviolentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él.
Espíritusinmundos y demonios forman, en la concepción dramática de Mc, el ejército deSatanás. Las palabras que pronuncia el espíritu condensan el misterio de Jesús y de su actividad.El que aparentemente es solo un hombre natural de Nazaret llamado Jesús es, enrealidad, «el Santo de Dios». Este título es muy raro. Solo se encuentra aquí,en el texto paralelo de Lucas, y en el evangelio de Juan, cuando Pedro, despuésde que muchos abandonen a Jesús, afirma: «Nosotros hemos creído y reconocemosque tú eres el Santo de Dios» (Jn 6,69). Lo que Pedro y los demás discípuloshan terminado creyendo, superando una gran prueba de fe, el endemoniado lo sabede entrada. Descubrir el misterio de Jesús será una de las misiones del lectordel evangelio.
En cuanto a suactividad, la pregunta del endemoniado la deja claro: ha venido a acabar conlos demonios y con el poder de Satanás. Al lector moderno le resulta unlenguaje extraño. Prefiere hablar de lucha contra el mal, de victoria del biensobre las fuerzas del mal. Pero Marcos se mueve en otras coordenadas culturalesy religiosas.
Aparecepor primera vez, en este contexto, una idea que se repetirá muchos en Mc: Jesúsimpone silencio al espíritu, prohibiéndole hacer pública su verdaderaidentidad.
La guerra contra Satanás y los espíritus inmundos
Marcosconcibe su evangelio como una guerra entre el bien y el mal. Inmediatamentedespués del bautismo, Jesús es impulsado por el Espíritu al desierto, y allí estentado por Satanás, mientras los ángeles le sirven. Marcos no cuenta ningunade las famosas tentaciones. Se limita a presentar a los dos adversarios enlucha: Jesús y Satanás. Y esa guerra continúa con una batalla, vencidafácilmente por Jesús, contra un soldado de Satanás.
Ya que nuestra idea del demonio está muymarcada por ideas posteriores, recuerdo que en el evangelio de Marcos losespíritus inmundos aparecen con dos rasgos principales: a) Sirven para explicarcasos muy complicados para la medicina de la época. b) Expresan la oposiciónradical al plan de Dios y a la actividad de Jesús.
Marcos dejará claro a lo largo de su evangelioque los enemigos más peligrosos de Jesús no son los demonios sino los hombres.Serán ellos quienes terminen matándolo.
Admiración final
Todos se preguntaron estupefactos:
̶ ¿Qué es esto? Unaenseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundosy lo obedecen.
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando lacomarca entera de Galilea.
Tras lahuida del demonio, el protagonismo pasa a los presentes en la sinagoga. Antesse admiraron de la autoridad con la que enseña Jesús. Ahora se quedanestupefactos al ver que, además, tiene también poder sobre los espíritusinmundos. Y se preguntan: “¿Qué es esto?” ¿Qué está ocurriendo aquí?
¿Un profeta como Moisés? (Deuteronomio 18,15-20)
Lo queocurre es el cumplimiento de algo pedido por los israelitas muchos siglosantes. En el monte Sinaí, donde piensan que Dios se comunica a través detruenos y del incendio de un volcán, muertos de miedo le piden a Moisés queDios no le hable directamente. Moisés les promete que lo hará a través de unprofeta como él. E indica dos condiciones: 1) el pueblo deberá escucharal profeta; en caso contrario se le pedirá cuenta; 2) el profeta debedecir lo que Dios le mande, no lo que se invente, ni hablar en nombre de otrosdioses.
La relación conel evangelio es clara: 1) el profeta esperado es Jesús, aunque no serásemejante a Moisés, sino muy superior a él. 2) El auditorio de Cafarnaúm, en sumayoría, escucha a Jesús, se admira de su enseñanza y lo alaba; hay uno, elposeído por un espíritu inmundo, que se opone, y es castigado. 3) Queda unaduda: ¿enseña Jesús lo que Dios le manda? Marcos no lo dice, sólo insiste enque enseña con autoridad, algo que no tienen los escribas. El contenido de supredicación será lo que divida más tarde a los oyentes de Jesús: unos loconsiderarán un auténtico profeta, que habla en nombre de Dios; otros, unhereje, un blasfemo y un endemoniado.
Moisés habló al pueblo,diciendo:
El Señor, tu Dios, te suscitaráde entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él loescucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de laasamblea: «No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero vermás ese gran fuego, para no morir».
El Señor me respondió: «Estábien lo que han dicho. Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú.Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande. Yo mismopediré cuentas a quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre. Y elprofeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le hayamandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá."
¿Cuál será nuestra reacción?
Marcos ha presentado dos reacciones muyopuestas ante la persona y la actividad de Jesús: admiración y rechazo. Conello queda claro lo que espera de cada uno de sus lectores. Decía un pensadorgriego que «el asombro llevó a los hombres a filosofar». Marcos, de formaparecida, sugiere que la admiración es el punto de partida para creer en Jesús.Poco a poco, la pregunta de la gente «¿qué es esto?» se convertirá en «¿quiénes éste?».
«No endurezcáis vuestro corazón» (Salmo 94)
El salmo ha sidoelegido por su relación con la primera lectura, en la que Dios exige escucharal profeta que hable en su nombre, y el salmista nos exhorta: «Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor».
También es fácilrelacionar el salmo con el evangelio. El poseído por el espíritu inmundoendurece su corazón, rechaza a Jesús. Nosotros debemos aclamar al que nossalva, darle gracias y escuchar su voz.
January 18, 2024
Un comienzo sorprendente. Domingo 3º del Tiempo Ordinario. Ciclo B
 
El domingo pasado, elevangelio de Juan nos contó cómo Jesús entró en contacto con algunos de los quemás tarde serían sus discípulos. Este domingo volvemos al evangelio de Marcos,que será el usado básicamente durante el Ciclo B. En tres escenas, las dosúltimas estrechamente relacionadas, nos cuenta la forma sorprendente en quecomienza a actuar Jesús.
1ª escena: Actividad inicial de Jesús.
Cuando arrestaron a Juan, Jesússe marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
̶ Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinode Dios: convertíos y creed en el Evangelio.
Marcos ofrece tres datos: 1) momento en que comienza aactuar; 2) lugar de su actividad; 3) contenido de su predicación.
Momento. Cuando encarcelan aJuan Bautista. Como si ese acontecimiento despertase en él la conciencia de quedebe continuar la obra de Juan. Nosotros estamos acostumbrados a ver a Jesús demanera demasiado divina, como si supiese perfectamente lo que debe hacer encada instante. Pero es muy probable que Dios Padre le hablase igual que anosotros, a través de los acontecimientos. En este caso, el acontecimiento esla desaparición de Juan Bautista y la necesidad de llenar su vacío.
Lugar de actividad. A diferencia de Juan, Jesús no se instala en un sitio concreto, esperandoque la gente venga a su encuentro. Como el pastor que busca la oveja perdida,se dedica a recorrer los pueblecillos y aldeas de Galilea, 204 según FlavioJosefo. Galilea era una región de 70 km de largo por 40 de ancho, condesniveles que van de los 300 a los 1200 ms. En tiempos de Jesús era una zonarica, importante y famosa, como afirma el libro tercero de la Guerra Judía deFlavio Josefo (BJ III, 41-43), aunque su riqueza estaba muy mal repartida, igualque en todo el Imperio romano.
Los judíos de Judá y Jerusalén no estimaban mucho a losgalileos: “Si alguien quiere enriquecerse, que vaya al norte; si desea adquirirsabiduría, que venga al sur”, comentaba un rabino orgulloso. Y el evangelio deJuan recoge una idea parecida, cuando los sumos sacerdotes y los fariseos dicena Nicodemo: “Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta” (Jn 7,52).
Mensaje. ¿Qué dice Jesús a esa pobre gente, campesinos de las montañas ypescadores del lago? Su mensaje lo resume Marcos en un anuncio (“Se ha cumplidoel plazo, el reinado de Dios está cerca”) y una invitación (“convertíos y creeden la buena noticia”).
El anuncio encaja en la mentalidad apocalíptica, bastantedifundida por entonces en algunos grupos religiosos judíos. Ante las desgraciasque ocurren en el mundo, y a las que no encuentran solución, esperan un mundonuevo, maravilloso: el reino de Dios. Para estos autores era fundamentalcalcular el momento en el que irrumpiría ese reinado de Dios y qué señales loanunciarían. Jesús no cae en esa trampa: no habla del momento concreto ni delas señales. Se limita a decir que “está cerca”.
Pero lo más importante es que vincula ese anuncio con unainvitación a convertirse y a creer en la buena noticia.
Convertirse implica dos cosas: volver a Dios y mejorar laconducta. La imagen que mejor lo explica es la del hijo pródigo: abandonó lacasa paterna y terminó dilapidando su fortuna; debe volver a su padre y cambiarde vida. Esta llamada a la conversión es típica de los profetas y no extrañaríaa ninguno de los oyentes de Jesús (la 1ª lectura, del libro de Jonás, se centraen ese tema).
Pero Jesús invita también a “creer en la buena noticia”del reinado de Dios, aunque los romanos les cobren toda clase de tributos,aunque la situación económica y política sea muy dura, aunque se sientanmarginados y despreciados. Esa buena noticia se concretará pronto en lacuración de enfermos, que devuelve la salud física, y el perdón de los pecados,que devuelve la paz y la alegría interior.
2ª y 3ª escenas: llamamientos de Simón y Andrés, Santiagoy Juan
Pasando junto al lado deGalilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estabanechando el copo en el lago. Jesús les dijo:
̶ Venid conmigo y os haré pescadores dehombres.
Inmediatamente dejaron lasredes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio aSantiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barcarepasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con losjornaleros y se marcharon con él.
Jesús ha pasado unas semanas, quizá meses, recorriendo élsolo Galilea. Hasta que decide buscar unos discípulos que lo acompañen ycontinúen su obra. No los busca en Jerusalén, entre los alumnos de los grandesrabinos. Los busca entre los pescadores. Económicamente no son unos miserables,tienen barca e incluso les ayudan unos jornaleros. Pero en una sociedadagraria, como la del Imperio romano, el obrero manual estaba por debajo delcampesino, y sólo por encima de las clases de la gente impura y de losdespreciables.
El relato de Marcos resulta desconcertante. ¿Es posibleque cuatro muchachos sigan a Jesús sin conocerlo, abandonando su familia y sutrabajo? El lector moderno, buscando una respuesta, acude al cuarto evangelio,donde se dice que Jesús ya los conoció cuando el bautismo. Pero el lectorantiguo, que sólo tenía a su disposición el evangelio de Marcos, se quedaadmirado del poder de atracción que ejerce Jesús y de la disponibilidadabsoluta de los discípulos.
Estos cuatro discípulos representan el primer fruto de lapredicación de Jesús: muchachos que creen en la buena noticia del Reinado deDios, siguen a Jesús y cambian radicalmente de vida.
La conversión de los ninivitas(Jonás 3,1-5.10)
La primera lectura ha sido elegida porque losninivitas, los nazis de aquella época, al convertirse gracias a la predicaciónde Jonás, nos sirven de modelo. Mucho más motivo tenemos nosotros paraconvertirnos al escuchar la predicación de Jesús. Sin embargo, los motivos queaducen Jesús y Jonás son muy distintos: Jesús anima anunciando la cercanía del reinado de Dios; Jonás asusta anunciando que «dentro decuarenta días Nínive será arrasada».
  
El Señor dirigió la palabra aJonás: «Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí le anunciarás elmensaje que yo te comunicaré.
Jonás se puso en marcha haciaNínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacíanfalta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primerdía, proclamando:
- Dentro de cuarenta días Níniveserá arrasada.
Los ninivitas creyeron en Dios,proclamaron el ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante almenor.
Vio Dios su comportamiento, comohabían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que habíadeterminado enviarles. Así que no la ejecutó.
« Señor, enséñame tus caminos » (Salmo 24)
Elsalmo encaja mucho más con el evangelio que con la primera lectura. PorqueJonás no enseña nada, solo amenaza. En cambio, Jesús, proclamando el evangeliode Dios, nos enseña a caminar por el camino que Dios quiere y nos recuerda que «el Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores». Aparte de agradecérselo, debemos pedirle: «haz que camine con lealtad».
January 11, 2024
Primer profeta y primeros discípulos. Domingo 2º Tiempo Ordinario Ciclo B
 
El domingo pasado leímos el relato delbautismo en el evangelio de Marcos. Si hubiéramos seguido leyendo este evangelio, hoy deberíamos leer las tentaciones de Jesús. Pero se reservan para el principio de la Cuaresma, y, en un prodigio de zappinglitúrgico, cambiamos de evangelio y leemos este domingo un texto de Juan sobre la vocación de los primeros discípulos. Para ambientareste episodio, y con fuerte contraste, la primera lectura cuenta la vocación deSamuel.
La vocación de un profeta (1 Samuel3,3b-10.19)
En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo delSeñor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel. Este respondió:
̶ Aquí estoy.
Corrió adonde estaba Elí y dijo:
̶ Aquí estoy,porque me has llamado.
Respondió Elí:
̶ No te hellamado; vuelve a acostarte.»
Fue y se acostó. El Señor volvió a llamar a Samuel. Se levantó Samuel, fue adonde estaba Elí y dijo:
̶ Aquí estoy,porque me has llamado.
Respondió Elí:
̶ No te hellamado, hijo mío. Vuelve a acostarte.
Samuel no conocía aún al Señor, ni se le habíamanifestado todavía la palabra del Señor.
El Señor llamó a Samuel por tercera vez. Se levantó, fueadonde estaba Elí y dijo:
̶ Aquí estoy,porque me has llamado.
Comprendió entonces Elí que era el Señor el que llamabaal joven, y dijo a Samuel:
̶ Ve a acostarte.Y si te llama de nuevo, di: "Habla, Señor, que tu siervo escucha"
Samuel fue a acostarse en su sitio. El Señor se presentóy le llamó como las veces anteriores:
̶ ¡Samuel, Samuel!
Respondió Samuel:
̶ Habla, que tusiervo escucha.
Samuel creció. El Señor estaba con él, y no dejó que sefrustrara ninguna de sus palabras.
El autorutiliza el frecuente recurso de plantear un problema (el Señor llama a Samuelsin que éste sepa quién lo llama), con dos intentos fallidos por parte del niño(dos veces acude a Elí) y la solución en un tercer momento («Habla, Señor, quetu siervo escucha»).
De los datosque ofrece el texto, el más interesante es la explicación de por qué Samuelconfunde a Yahvé con Elí. «Samuel no conocía todavía al Señor». ¿Cómo es estoposible? Su madre lo dejó en el templo cuando era todavía un niño, vive con lafamilia del sumo sacerdote, ha debido de oír hablar de Yahvé infinidad deveces, escuchar su nombre en cantos y salmos. Samuel debía de tener una buenaformación catequética. A pesar de todo, «no conocía todavía al Señor, no se lehabía revelado la palabra del Señor». Una cosa es conocer a Dios de oídas, pororaciones y lecciones mejor aprendidas, y otra muy distinta ese contactoprofundo con él a través de su palabra.
Cabe el peligrode centrarse en la figura de Samuel y pasar por alto lo mucho que dice el textoa propósito de Dios. Ante todo, no comunica su voluntad al pueblo directamente,se sirve de una persona concreta. Al mismo tiempo, se revela como un serextraño, desconcertante, que elige para esta misión a un niño de pocos años yparece jugar con él al ratón y al gato, haciendo que se levante tres veces dela cama antes de hablarle con claridad.
Además, eseDios que más tarde se revelará como un ser cercano al profeta, acompañándolo depor vida, se revela también como un ser exigente, casi cruel, que le encarga alniño una misión durísima para su edad: condenar al sacerdote con el que havivido desde pequeño y que ha sido para él como un padre. Esto no se advierteen la lectura de hoy porque la liturgia ha omitido esa sección para dejarnoscon buen sabor de boca.
En resumen, lavocación de un profeta no sólo le cambia la vida, también nos ayuda a conocer aDios.
La vocación de los primerosdiscípulos (Juan 1,35-51)
En el cuartoevangelio, Jesús no acude a Juan para que lo bautice, sino para entrar encontacto con sus primeros discípulos. Es una pena que el evangelio de estedomingo se limite al encuentro con los tres primeros, porque el conjunto ofreceun mensaje muy interesante sobre la vocación.
Andrésy el discípulo anónimo (1,35-39)
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y,fijándose en Jesús que pasaba, dice:
̶ Este es el Cordero de Dios.
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron aJesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
̶ ¿Qué buscáis?
Ellos le contestaron:
̶ Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?
Él les dijo:
̶ Venid y lo veréis.
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con élaquel día; era como la hora décima [las cuatro de la tarde].
En el primerencuentro, la iniciativa parte del Bautista que, al ver pasar a Jesús, dice deél: «Ese es el cordero de Dios». Antes había dicho algo más concreto: «Ese es elcordero de Dios que quita el pecado del mundo». La referencia parece clara alpersonaje del que habla Isaías 53: uno que salva a su pueblo cargando con suspecados, y que, cuando lo condenan a muerte, «como cordero llevado al matadero,como oveja muda ante el esquilador, no abría la boca» (Is 53,6-7).
Las palabras deJuan, más que simple información parecen contener una invitación a susdiscípulos a entrar en contacto con ese personaje misterioso. Juan, con estaactitud de desprendimiento y generosidad, está anticipando lo que dirá mástarde: «Yo no soy elMesías, sino que me han enviado por delante de él. (…) Él debe crecer y yodisminuir» (Jn 3,28.30).
Y los dosdiscípulos, aunque quizá no entendieron claramente lo que significaba «Ese es el Cordero de Dios», sintieron gran curiosidad, lo siguen, yescuchan las primeras palabras que pronuncia Jesús en el evangelio: «¿Qué buscáis?» No es una pregunta trivial, suena a desafío.Es la pregunta que Jesús dirige a cualquier lector del evangelio: «¿Qué buscas?». Y el lector se siente obligado a pensar siha buscado o busca algo en su vida, o si ha dejado de buscar. Los dos muchachospodrían decir, con el salmista: «Tu rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro». Pero su respuesta es más tímida. Se dirigena él con profundo respeto, llamándolo «rabí», y se limitan a preguntarle dóndevive. Por desgracia (y esta vez no podemos culpar a los liturgistas) no sabemosde qué hablaron desde las cuatro de la tarde en adelante.
Andrés y Simón Pedro (1,40-42)
Andrés, hermanode Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús;encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
̶ Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
̶ Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas(que se traduce: Pedro).
De esa largaconversación cuyo contenido ignoramos, Andrés sacó la conclusión de que aquellapersona era alguien más que el Cordero de Dios, o un rabí cualquiera. Así locomunica entusiasmado a su hermano: «Hemos encontrado al Mesías». ¿Qué quería decir con esto? Ateniéndonos alcuarto evangelio, la mentalidad popular esperaba del Mesías que realizaranumerosos milagros, como sugiere la gente de Jerusalén: «¿Cuándo venga elCristo, hará más signos de los que este ha hecho?» (Jn 7,31). En esta líneaprodigiosa, otros piensan que «el Mesías permanecerá para siempre» (Jn 12,34).Sin embargo, el título de Mesías tenía por entonces una fuerte carga política,como se advierte en los Salmos de Salomón 17 y 18, de origen fariseo,procedentes del siglo I a.C. Es posible que esto fuera lo que más entusiasmaraa Andrés e intentara transmitir a su hermano Simón Pedro.
La pretensiónde haber encontrado al Mesías la considerarían absurda muchos judíos. Losfariseos llevaban más de un siglo pidiendo a Dios que enviara a su Rey Mesías.¿Iba a encontrarlo precisamente este pobre muchacho galileo? Sin embargo, suhermano le hace caso y marcha al encuentro de Jesús.
Tiene lugarentonces una de las escenas más misteriosas. Cuando Andrés y Simón Pedro lleganante Jesús, el evangelista introduce una pausa que crea fuerte tensión: «Jesús se le quedó mirando». ¿Qué siente Jesús al ver a Simón Pedro? ¿Quéexperimenta este al verse examinado por Jesús? Una vez más, el evangelistaomite cualquier comentario.
Jesús no losaluda. No le pregunta qué busca. No necesita que Andrés se lo presente. Élsabe quién es y quién es su padre. Inmediatamente, con una autoridad suprema,le cambia el nombre por Cefas, sin explicarle por qué se lo cambia ni quésignifica ese nombre.
Para un judío,el nombre y la persona se identifican. Lo que advierte Simón es que esepersonaje está disponiendo de él sin consultarlo ni pedirle permiso. Sinembargo, no reacciona, no pide una explicación ni se rebela. Quien no loconozca, imaginará a Simón como un muchacho tímido y callado. Veremos que no esasí.
La escenasimboliza el poder de Jesús sobre Simón y una cierta predilección por él, yaque es el único al que le cambia el nombre. El lector del cuarto evangelio sabe,desde este momento, que deberá conceder gran importancia a este personaje.
Dos relatos parecidos y diversos
El contrasteentre el evangelio y la vocación de Samuel es enorme. Esta ocurre en elsantuario, de noche, con una voz misteriosa que se repite y un mensaje quesobrecoge. En el evangelio todo ocurre de forma muy humana, normal: un boca aboca que va centrando la atención en Jesús, cuando no es él mismo quien llama,como en el caso (que no se ha leído) de Felipe. Y las reacciones abarcan desdela simple curiosidad de los dos primeros hasta el escepticismo irónico deNatanael, pasando por el entusiasmo de Andrés y Felipe. Pero hay tambiénelementos parecidos.
1. En ambosrelatos, la vocación cambia la vida. En adelante, «el Señor estaba con Samuel»,y los discípulos estarán con Jesús. Este cambio se subraya especialmente en elcaso de Pedro, al que Jesús cambia el nombre.
2. La vocaciónrevela a Dios en el caso de Samuel, y a Jesús en el caso de los discípulos.Cada vocación aporta un dato nuevo sobre la persona de Jesús, como distintasteselas que terminan formando un mosaico: Juan Bautista lo llama «Cordero deDios»; los dos primeros se dirigen a él como Rabí, «maestro»; Andrés le habla aPedro del Mesías; Felipe, a Natanael, de aquel al que describen Moisés y losprofetas, Jesús, hijo de José, natural de Nazaret; y el escéptico Natanaelterminará llamándolo «Hijo de Dios, rey de Israel». Es una pena que lamutilación del texto impida captar este aspecto.
La liturgia nossitúa al comienzo de la actividad de Jesús. Lo iremos conociendo cada vez más através de las lecturas de cada domingo. Pero no podemos limitarnos a un puroconocimiento intelectual. Como Samuel y los discípulos, debemos comprometernoscon Dios, con Jesús.
« Yo esperaba con ansia al Señor » (Salmo 39)
El Salmoelegido para el día de hoy comienza con las palabras: «Yo esperaba con ansia alSeñor; él se inclinó y escuchó mi grito. Me puso en la boca un cántico nuevo, unhimno a nuestro Dios» (Sal 39,2). Más que a Samuel, estas palabras se aplican alos futuros apóstoles. Esperaban con ansia al Señor, y por eso han acudido aescuchar a Juan Bautista. Pero el Señor no se ha limitado a poner en sus bocasun canto nuevo. Los ha tomado completamente a su servicio.
January 4, 2024
Fiestas de la Epifanía y del Bautismo de Jesús
Fiesta de la Epifanía
 
El autor del primerevangelio, Mateo, que probablemente reside en Antioquía de Siria, lleva añosviviendo una experiencia muy especial: aunque Jesús fue judío, la mayoría delos judíos no lo aceptan como Mesías, mientras que cada vez es mayor el númerode paganos que se incorporan a la comunidad cristiana. Algunos podríaninterpretar este extraño hecho de forma puramente humana: los paganos que se conviertenson personas piadosas, muy vinculadas a la sinagoga judía, pero no se animan adar el paso definitivo de la circuncisión; los cristianos, en cambio, no lesexigen circuncidarse para incorporarse a la iglesia.
Mateo prefiereinterpretar este hecho como una revelación de Dios a los paganos. Paraexpresarlo, se le ocurre una idea genial: anticipar esa revelación a lainfancia de Jesús, usando un relato que no debemos interpretar históricamente,sino como el primer cuento de Navidad. Un cuento precioso y de gran hondurateológica. Y que nadie se escandalice de esto. Las parábolas del hijo pródigo ydel buen samaritano son también cuentecitos, pero han cambiado más vidas queinfinidad de historias reales.
La estrella
Los antiguos estabanconvencidos de que el nacimiento de un gran personaje, o un cambio importanteen el mundo, era anunciado por la aparición de una estrella. Sin necesidad derecurrir a lo que pensasen otros pueblos, la Biblia anuncia que saldrá laestrella de Jacob como símbolo de su poder (Números 24,17). Este pasaje era relacionadocon la aparición del Mesías.
Los buenos: los magos
De acuerdo con loanterior, nadie en Israel se habría extrañado de que una estrella anunciase elnacimiento del Mesías. La originalidad de Mateo radica en que la estrella queanuncia el nacimiento del Mesías se deja ver lejos de Judá. Pero la gentenormal no se pasa las noches mirando al cielo, ni entiende mucho de astronomía.¿Quién podrá distinguirla? Unos astrónomos de la época, los magos de oriente.
La palabra “mago” seaplicaba en el siglo I a personajes muy distintos: a los sacerdotes persas, aquienes tenían poderes sobrenaturales, a propagandistas de religiones nuevas,y a charlatanes. En nuestro texto se refiere a astrólogos de oriente, conconocimientos profundos de la historia judía. No son reyes. Este dato pertenecea la leyenda posterior, como luego veremos.
Los malos: Herodes, los sumos sacerdotes y losescribas
La narración, muysencilla, es una auténtica joya literaria. El arranque, para un lector judío,resulta dramático. “Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes”.Cuando Mateo escribe su evangelio han pasado ya unos ochenta años desde lamuerte de este rey. Pero sigue vivo en el recuerdo de los judíos por susconstrucciones, su miedo y su crueldad. Es un caso patológico de apego al podery miedo a perderlo, que le llevó incluso a asesinar a sus hijos y a su esposaMariamne. Si se entera del nacimiento de Jesús, ¿cómo reaccionará ante estecompetidor? Si se entera, lo mata.
Uncortocircuito providencial
Y se va a enterar dela manera más inesperada, no por delación de la policía secreta, sino por unospersonajes inocentes. Mt escribe con asombrosa habilidad narrativa. No nos presentaa los magos cuando están en Oriente, observando el cielo y las estrellas.Omite su descubrimiento y su largo viaje.
La estrella podríahaberlos guiado directamente a Belén, pero entonces no se advertiría elcontraste entre los magos y las autoridades políticas y religiosas judías. Lasolución es fácil. La estrella desaparece en el momento más inoportuno, cuandosólo faltan nueve kilómetros para llegar, y los magos se ven obligados a entraren Jerusalén.
Nada más llegar formulan,con toda ingenuidad, la pregunta más comprometedora: “¿Dónde está el rey delos judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella y venimos a adorarlo”.Una bomba para Herodes.
Elcontraste
Y así nace la escenacentral, importantísima para Mt: el sobresalto de Herodes y la consulta asacerdotes y escribas. La respuesta es inmediata: “En Belén, porque así loanunció el profeta Miqueas”. Herodes informa a los magos y éstos parten. Perovan solos. Esto es lo que Mt quiere subrayar. Entre las autoridades políticasy religiosas judías nadie se preocupa por rendir homenaje a Jesús. Conocen laBiblia, saben las respuestas a todos los problemas divinos, pero carecen defe. Mientras los magos han realizado un largo e incómodo viaje, ellos sonincapaces de dar un paseo de nueve kilómetros. El Mesías es rechazado desde elprincipio por su propio pueblo, anunciando lo que ocurrirá años más tarde.
Los magos no seextrañan ni desaniman. Emprenden el camino, y la reaparición de la estrellalos llena de alegría. Llegan a la casa, rinden homenaje y ofrecen sus dones.Estos regalos se han interpretado desde antiguo de manera simbólica: realeza(oro), divinidad (incienso), sepultura (mirra). Es probable que Mt piense sóloen ofrendas de gran valor dentro del antiguo Oriente. Un sueño impide quecaigan en la trampa de Herodes.
LosReyes magos no son los padres, somos nosotros
A alguno quizá leresulte una interpretación muy racionalista del episodio y puede sentirse comoel niño que se entera de que los reyes magos no existen. Podemos sentir pena,pero hay que aceptar la realidad. De todos modos, quien lo desee puedeinterpretar el relato históricamente, con la condición de que no pierda devista el sentido teológico de Mt. Desde el primer momento, el Mesías fuerechazado por gran parte de su pueblo y aceptado por los paganos. La comunidadno debe extrañarse de que las autoridades judías la sigan rechazando, mientraslos paganos se convierten.
Elcontraste entre la primera lectura y el evangelio
La liturgia parece ver enel relato de los magos el cumplimiento de lo anunciado en el libro de Isaías(Is 60,1-6).
¡Levántate,brilla, Jerusalén, que llega tu luz;
la gloriadel Señor amanece sobre ti!
Mira: lastinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos,
pero sobreti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.
Y caminaránlos pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta lavista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti;
tus hijosllegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces loverás, radiante de alegría;
tu corazónse asombrará, se ensanchará,
cuandovuelquen sobre ti los tesoros del mar
y te traiganlas riquezas de los pueblos.
Te inundaráuna multitud de camellos,
dedromedarios de Madián y de Efá.
Vienen todosde Saba, trayendo incienso y oro,
yproclamando las alabanzas del Señor.
Sinembargo, la relación es de contraste. En Isaías, la protagonista es Jerusalén,la gloria de Dios resplandece sobre ella y los pueblos paganos le traen a sushijos, los judíos desterrados, la inundan con sus riquezas, su incienso y suoro. En el evangelio, Jerusalén no es la protagonista; la gloria de Dios, elMesías, se revela en Belén, y es a ella adonde terminan encaminándose losmagos. Jerusalén es simple lugar de paso, y lugar de residencia de la oposiciónal Mesías: de Herodes, que desea matarlo, y de los escribas y sacerdotes, quese desinteresan de él.
Alegría,adoración y regalo
Nosotros,descendientes de los pueblos paganos, debemos imitar el ejemplo de los magos:inmensa alegría al ver la estrella, adoración al niño, regalos. Alegría,regalos y niños son típicos del 6 de enero. Pero Mateo piensa en un niñodistinto, al que debemos adorar y ofrecernos, llenos de alegría.
Fiesta del bautismo de Jesús
 
Ayer celebramos la fiesta de laEpifanía, con Jesús niño de menos de dos años, y de repente lo vemos ya adulto,en el momento del bautismo. De los años intermedios, si prescindimos de lavisita al templo que cuenta Lucas, no se dice nada.
Esta ausencia de datos resultaespecialmente dura en el bautismo de Jesús. ¿Por qué decide ir al Jordán? ¿Cómose enteró de lo que hacía y decía Juan Bautista? ¿Por qué le interesa tanto?Ningún evangelista lo dice. El relato de Marcos, el más antiguo, cuenta elbautismo con muy pocas palabras. Y ni siquiera se centra en el bautismo, sinoen lo que ocurre inmediatamente después de él.
En aquel tiempo, proclamaba Juan:
̶ Detrás de míviene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle lassandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con EspírituSanto.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a queJuan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo yal Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
̶ Tú eres mi Hijoamado, mi predilecto.
Marcos destaca dos elementosesenciales: el Espíritu y la voz del cielo.
La venida delEspíritu tiene especial importancia, porque entre algunos rabinos existía laidea de que el Espíritu había dejado de comunicarse después de Esdras (siglo Va.C.). Ahora, al venir sobre Jesús, se inaugura una etapa nueva en la historiade las relaciones de Dios con la humanidad.
La voz del cielo. A un oyente judío, las palabras «Tú eres mi Hijo querido,mi predilecto» le recuerdan dos textos con sentido muy distinto. El Sal 2,7: «Túeres mi hijo, yo te he engendrado hoy», e Isaías 42,1: «Mirad a mi siervo,a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero». El primer texto habla del rey, que en el momentode su entronización recibía el título de hijo de Dios por su especial relacióncon él. El segundo se refiere a un personaje que salva al pueblo a través delsufrimiento y con enorme paciencia. Marcos quiere evocarnos las dos ideas:dignidad de Jesús y salvación a través del sufrimiento. En este sentido, esimportante advertir que la vida pública de Jesús comienza con el testimonio dela voz del cielo («Tú eres mi hijo amado, mi predilecto») y se cierra con eltestimonio del centurión junto a la cruz: «Realmente, este hombre era hijo deDios» (Marcos 15,39).
El programa futuro de Jesús (42,1-4.6-7)
Las palabras del cielo no sólohablan de la dignidad de Jesús, le trazan también un programa. Es lo que indicala primera lectura de este domingo, tomada del libro de Isaías.
Así dice el Señor: Mirada mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puestomi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará,no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilanteno lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará,hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo,el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, yte he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojosde los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los quehabitan las tinieblas.
El programa indica, ante todo, lo que no hará: gritar, clamar, vocear, que equivale aamenazar y condenar; quebrar la caña cascada y apagar el pabilo vacilante,símbolos de seres peligrosos o débiles, que es preferible eliminar (bastapensar en Leví, el recaudador de impuestos, la mujer sorprendida en adulterio,la prostituta…).
Dice luego lo que hará:promover e implantar el derecho, o, dicho de otra forma, abrir los ojos de losciegos, sacar a los cautivos de la prisión; estas imágenes se refierenprobablemente a la actividad del rey persa Ciro, del que espera el profeta laliberación de los pueblos sometidos por Babilonia; aplicadas a Jesús tienen unsentido distinto, más global y profundo, que incluye la liberación espiritual ypersonal.
El programa incluye también cómose comportará: «no vacilará ni se quebrará». Su misión no serásencilla ni bien acogida por todos. Abundarán las críticas y las condenas,sobre todo por parte de las autoridades religiosas judías (escribas, fariseos,sumos sacerdotes). Pero en todo momento se mantendrá firme, hasta la muerte.
Misióncumplida: pasó haciendo el bien (Hechos de los Apóstoles 10,34-38)
Pedro, dirigiéndose al centurión Cornelio y a su familia,resume en estas pocas palabras la actividad de Jesús.
Conocéis lo que sucedió en elpaís de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó enGalilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza delEspíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por eldiablo, porque Dios estaba con él.»
Un buen ejemplo para vivir nuestro bautismo.
December 28, 2023
Fiesta de la Sagrada Familia (31 de diciembre 2023) y Fiesta de Santa María (1 de enero 2024)
Fiesta de la Sagrada Familia
 
Dos lecturas que encajan
En una fiesta de la SagradaFamilia, esperamos que las lecturas nos animen a vivir nuestra vida familiar. Yasí ocurre con las dos primeras.
El libro del Eclesiástico insisteen el respeto que debe tener el hijo a su padre y a su madre; en una época enla que no existía la Seguridad Social, “honrar padre y madre” implicaba tambiénla ayuda económica a los progenitores. Pero no se trata sólo de eso; haytambién que soportar sus fallos con cariño, “aunque chocheen”.
Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2-6. 12-14
Dios hace al padremás respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre suprole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madreacumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuandorece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honraa su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, nolo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornesmientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta parapagar tus pecados.
La carta a los Colosenses ha sidoelegida por los consejos finales a las mujeres, los maridos, los hijos y lospadres. En la cultura del siglo I debían resultar muy “progresistas”. Hoy día,el primero de ellos provoca la indignación de muchas personas: “Mujeres, vividbajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.” Cuando seconoce la historia de aquella época resulta más fácil comprender al autor.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12-21
Hermanos: Comoelegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable,bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos,cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: hacedvosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de launidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; aella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabrade Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros contoda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón,con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obrarealicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre pormedio de él.
Mujeres, vivid bajola autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad avuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced avuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis avuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Un evangelio atípico
Si san Lucas hubiera sabido que,siglos más tarde, iban a inventar la Fiesta de la Sagrada Familia,probablemente habría alargado la frase final de su evangelio de hoy: “El niñoiba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dioslo acompañaba.” Pero no habría escrito la típica escena en la que san Josétrabaja con el serrucho y María cose sentada mientras el niño ayuda a su padre.A Lucas no le gustan las escenas románticas que se limitan a dejar buen saborde boca.
Como no escribió esa hipotéticaescena, la liturgia ha tenido que elegir un evangelio bastante extraño. Porque,en la fiesta de la Sagrada Familia, los personajes principales son dosdesconocidos: Simeón y Ana. A José ni siquiera se lo menciona por su nombre(sólo se habla de “los padres de Jesús” y, más tarde, de “su padre y sumadre”). El niño, de sólo cuarenta días, no dice ni hace nada, ni siquierallora. Sólo María adquiere un relieve especial en la bendición que le dirigeSimeón, que más que bendición parece una maldición gitana.
Sin embargo, en medio de laescasez de datos sobre la familia, hay un detalle que Lucas subraya hasta lasaciedad: cuatro veces repite que es un matrimonio preocupado con cumplir loprescrito en la Ley del Señor. Este dato tiene enorme importancia. Jesús, alque muchos acusarán de ser mal judío, enemigo de la Ley de Moisés, nació ycreció en una familia piadosa y ejemplar. El Antiguo y el Nuevo Testamento sefunden en esa casa en la que el niño crece y se robustece.
La misma función cumplen lasfiguras de Simeón y Ana. Ambos son israelitas de pura cepa, modelos de lapiedad más tradicional y auténtica. Y ambos ven cumplidas en Jesús sus mayoresesperanzas.
Lectura del evangelio según san Lucas 2, 22-40
Cuando llegó eltiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lollevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito enla ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y paraentregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dospichones.»
Vivía entonces enJerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba elconsuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculodel Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsadopor el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban conel niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lotomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: - «Ahora, Señor, según tu promesa,puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador,a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las nacionesy gloria de tu pueblo Israel.» Su padre y su madre estaban admirados por lo quese decía del niño.
Simeón los bendijo,diciendo a María, su madre: - «Mira, éste está puesto para que muchos en Israelcaigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara laactitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también unaprofetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana;de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta ycuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todoslos que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y cuando cumplierontodo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad deNazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; yla gracia de Dios lo acompañaba.
Sorpresa final
Las lecturas de hoy, quecomenzaron tan centradas en el tema familiar, terminan centrando la atención enJesús. Con dos detalles fundamentales:
1. Jesús es el importante. Laescena de Simeón lo presenta como el Mesías, el salvador, luz de las naciones,gloria de Israel. Ana deposita en él la esperanza de que liberará a Jerusalén.José y María son importantes, pero secundarios.
2. Jesús es motivo de desconciertoy angustia. Lo que Simeón dice de él desconcierta y admira a José y María. Peroa ésta se le anuncia lo más duro. Cualquier madre desea que su hijo sea queridoy respetado, motivo de alegría para ella. En cambio, Jesús será un personajediscutido, aceptado por unos, rechazado por otros; y a ella, una espada leatravesará el alma. Lucas está anticipando lo que será la vida de María, nosólo en la cruz, sino a lo largo de toda su existencia.
  
Fiesta de Santa María,Madre de Dios
 
  
  Hacía el año 500 comenzó a celebrarse en lasiglesias orientales una fiesta de Santa María, Madre de Dios. La iglesiacatólica romana la aceptó, y fijo su celebración el 11 de octubre; en 1970la trasladó al 1 de enero, para relacionarla más estrictamente con la Navidad ycomenzar el año poniéndolo bajo la protección de María. Pero el 1 de enero secumplen los ocho días desde el nacimiento; por eso el evangelio terminahaciendo referencia a la circuncisión de Jesús.
¡Feliz AñoNuevo! (Números 6,22-27)
Apesar de lo dicho sobre la Virgen, el saludo que más se repetirá el 1 de eneroserá: ¡Feliz Año Nuevo! ¿Qué nos deseamos? ¿Salud, dinero y amor, como dice lacanción? ¿Quién nos va a garantizar algo de eso? ¿Y si ocurre algo muydistinto, incluso lo contrario? La primera lectura de hoy, tomada del libro delos Números (en hebreo tiene un título más bonito: “En el desierto”), ofreceunas pistas muy buenas:
ElSeñor habló a Moisés: Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con quebendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, iluminesu rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te concedala paz." Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo losbendeciré.»
Antetodo, hay alguien que garantiza lo bueno que deseamos: el Señor. Dos veces selo nombra, y los seis verbos de la bendición lo tienen como sujeto. Podemosagrupar las peticiones en dos bloques: 1) El Señor te bendiga, ilumine surostro sobre ti, se fije en ti. 2) Te proteja, te conceda su favor, te concedala paz.
Elprimer bloque se refiere a la actitud de Dios con cada uno de nosotros. Cabríantres posibilidades: que nos bendijera, que nos mostrase un rostro airado, quese desinteresase de nosotros. Se pide su bendición, su actitud benévola, suinterés.
El segundo bloque indicalos tres grandes regalos: no son salud, dinero y amor, sino protección, favor ypaz. A alguno le resultará demasiado etéreo. Preferirá cosas más concretas.Pero, en la práctica, cuando el año nos enfrente a situaciones difíciles, nohabrá nada mejor que la protección, el favor y la paz de Dios.
De esclavos a hijos (Gálatas 4,4-7)
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su hijonacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajola Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Cómo sois hijos, Dios envió a vuestros corazones al Espíritude su Hijo, que clama: ¡Abba! (Padre). Así que ya no eres esclavo sino hijo, ysi eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
El texto se haelegido porque es el único de las cartas de Pablo que hace referencia a María(«nacido de una mujer»). Pero se relaciona perfectamente con el anterior dellibro de los Números. Pedía la bendición de Dios, su benevolencia, y el Señorresponde enviando a su Hijo para liberarnos de la esclavitud y convertirnos enhijos suyos y herederos.
Tres actitudes para el nuevo año (Lucas 2,16-21)
En aqueltiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, yal niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho deaquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo queles decían los pastores.
Maríaconservaba todas estas cosas, meditándolasen su corazón.
Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habíandicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieronpor nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Eltexto relaciona dos acontecimientos muy distintos, separados por ocho días dedistancia. El primero, la visita de los pastores, es lo mismo que leímos el 25de diciembre en la segunda misa, la del alba. En la escena se distinguendiversos personajes:
ü Empieza y terminacon los pastores, que corren a Belén yvuelven alabando y dando gloria a Dios.Los pastores simbolizan la “política incorrecta” de Dios. El gran anuncio delnacimiento del Mesías no se comunica al Sumo Sacerdote de Jerusalén, ni a lossacerdotes y levitas, ni a los estudiosos escribas, ni a los piadosos fariseos.Se comunica a unos pastores que, en la escala social de aquel tiempo, ocupan elpenúltimo lugar, el de las clases impuras, porque su oficio se equipara al delos ladrones. Sin embargo, esta gente tan poco digna socialmente, corre haciaJesús, cree que un niño envuelto en pañales y en un pesebre puede ser el futurosalvador, aunque ellos no se beneficiarán de nada, porque, cuando ese niñocrezca, ellos ya habrán muerto. La visita de los pastores simboliza lo que diráJesús más tarde: “Te alabo Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabiosy entendidos y las has revelado a la gente sencilla.”
ü Está tambiénpresente un grupo anónimo, que podríaentenderse como referencia a la demás gente de la posada, pero queprobablemente nos representa a todos los cristianos, que se admiran de lo que cuentan los pastores.
ü Finalmente, elpersonaje más importante, María, que conserva lo escuchado y medita sobre ello.En los relatos de la infancia, Lucas ofrece dos imágenes muy distintas deMaría. En la anunciación, Gabriel le comunica que será la madre del Mesías, yella termina alabando en el Magnificat las maravillas que Dios ha hecho enella. Pero, cuando Jesús nace, Lucas habla de María de forma muy distinta. Apartir de ese momento, todo lo relacionado con Jesús le resulta nuevo ydesconcertante: lo que dicen los pastores, lo que dirá Simeón, lo que le diráJesús a los doce años cuando se quede en Jerusalén. En esas circunstancias,María no repite “proclama mi alma la grandeza del Señor”. Se limita a callar ymeditar, igual que hará a lo largo de toda la vida pública de Jesús.
Estastres actitudes se complementan: la admiración lleva a la meditación y terminaen la alabanza de Dios. Tres actitudes muy recomendables para el próximo año.
Lasegunda escena tiene lugar ocho días más tarde. Algo tan importante y queridopara nosotros como el nombre de Jesús lo cuenta Lucas en poquísimas palabras.Su sobriedad nos invita a reflexionar y dar gracias por todo lo que ha supuestoJesús en nuestra vida.
En vez depropósitos y buenos deseos, una buena compañía
Elcomienzo de año es un momento ideal para hacer promesas que casi nunca secumplen. La liturgia abre el año ofreciéndonos la compañía de Dios Padre, quenos bendice y protege, de Jesús, que nos salva, de María, que medita en todo loocurrido.
December 21, 2023
Tres mensajeros, tres promesas, y un misterio. Domingo 4º de Adviento. Ciclo B
 
A las puertas de la Navidad, enlas tres lecturas de este domingo podemos ver a tres mensajeros con trespromesas distintas y un misterio de fondo.
Primer mensajero (Natán) y primera promesa(a David)
(2 Samuel7,1-5.8b-12.14a.16)
Alfinal de numerosas aventuras, David se ha convertido en rey del Norte y delSur, de Israel y Judá. Ha conquistado una ciudad, Jebús (Jerusalén) que leservirá de capital. Se ha construido un palacio. Y ahí es donde comienzan losproblemas. Mientras se aloja cómodamente en sus salas, le avergüenza ver que elarca de Dios, símbolo de la presencia del Señor, está al aire libre, protegidapor una simple tienda de campaña. Decide entonces construirle una casa, untemplo. El profeta Natán está de acuerdo. Dios, no. Será Él quien le construyaa David una casa, una dinastía. A su heredero lo tratará como un padre a suhijo. «Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu tronopermanecerá por siempre».
Enesta antigua promesa se basa la esperanza mesiánica. Vendrán crisis políticas,morirán reyes judíos asesinados, terminará desapareciendo la monarquía cuandolos babilonios deporten a los últimos reyes. Pero algunos grupos siempremantendrán la certeza de que Dios no ha abandonado a David y le suscitará undescendiente, concebido con rasgos cada vez más grandiosos.
  
Cuando elrey David se asentó en su casa y el Señor le hubo dado reposo de todos susenemigos de alrededor, dijo al profeta Natán:
̶ Mira, yo habito en una casa de cedro,mientras el Arca de Dios habita en una tienda.
Natán dijoal rey:
̶ Ve y haz lo que desea tu corazón, pues elSeñor está contigo.
Aquellanoche vino esta palabra del Señor a Natán:
̶ Ve y habla a mi siervo David: «Así dice elSeñor: ¿Tú me vas a construir una casa para morada mía? Yo te tomé delpastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Heestado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a todos tusenemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la tierra.Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida en élsin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño, cuandonombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos tusenemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa. Enefecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitarédescendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré sureino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reinose mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para siempre.
Segundomensajero (Gabriel) y segunda promesa (a Israel) (Lucas 1,26-38)
El anunciode Gabriel a María es como un cuadro que solo comprendemos bien cuando locomparamos con otro situado a su izquierda: el anuncio de Gabriel a Zacarías. Contemplandolas diferencias captamos mejor su mensaje.
1)El anuncio a Zacarías tiene lugar en el espacio sagrado del templo, el deMaría, en un pueblecillo desconocido de Galilea, de doscientos habitantes.
2)Gabriel se aparece a un ancianovenerable, casado con una mujer muy piadosa, los dos israelitas modélicos;luego Dios lo envía a una parejajoven, todavía sin casar, de los que no se menciona ninguna virtud.
3) Enel primer caso, el protagonista es un varón (Zacarías); en el segundo, unamuchacha (María).
4) A Zacarías se leaparece provocándole un miedo sagrado; a María la saluda con palabras tanelogiosas que se siente turbada y sorprendida.
5) Enambos casos se anuncia el nacimiento de un niño, pero con enormes diferenciasentre ellos: Juan será un profeta, al estilo de Elías, y su misión consistiráen preparar al pueblo; Jesús será un rey que gobernará en la Casa de Davideternamente. A menudo se pasa por alto el fuerte contenido político de laspalabras relativas a Jesús: «Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, elSeñor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacobpara siempre, y su reino no tendrá fin.» Si tenemos en cuenta que «Hijo delAltísimo» no significa «Segunda persona de la Santísima Trinidad», sino que esun título del rey de Israel, las palabras de Gabriel repiten insistentemente laidea de la realeza de Jesús. Pero su reino no es universal, se limita a «lacasa de Jacob».
6)En ambos casos, el nacimiento parece imposible: Zacarías e Isabel son ancianos;María no ha tenido relaciones con José. [La traducción habitual: “no conozcovarón” se presta a malentendido, ya que María conoce a José, es su novio; loque quiere decir es «no he tenido relaciones sexuales con ningún hombre».]
7)Ante esa dificultad, Zacarías pide una garantía de que eso pueda ocurrir [algoque solo se percibe claramente en el texto griego: kata. ti,gnw,somai tou/toÈ]; María se limita a formular una pregunta: «¿Cómo puedo quedarmeembarazada si no he tenido relaciones con un hombre?» [pw/je;stai tou/to( evpei. a;ndra ouv ginw,skwÈ].
8)En consecuencia, mientras Zacarías queda mudo hasta el día del nacimiento deJuan, María es la que pronuncia la última palabra: «Aquí está la esclava delSeñor; hágase en mí según tu palabra». Esta frase sintetiza la actitud de Maríaen toda su vida y, al mismo tiempo, la presenta al cristiano como modelo dedisponibilidad absoluta.
En aqueltiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamadaNazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa deDavid; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia,dijo:
̶ Alégrate, llena de gracia, el Señor estácontigo.
Ella seturbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. Elángel le dijo:
̶ No temas, María, porque has encontrado graciaante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás pornombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le daráel trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y sureino no tendrá fin.
Y Maríadijo al ángel:
̶ ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel lecontestó:
̶ El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y lafuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacerserá llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo ensu vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Diosnada hay imposible.
Maríacontestó:
̶ He aquí la esclava del Señor; hágase en mísegún tu palabra.
Y el ángelse retiró.
Tercer mensajero (Pablo) y tercera promesa (al mundoentero) (Rom 16,25-27)
Pablono ha visitado todavía Roma cuando escribe su carta a los romanos. Pero tieneuna larga experiencia de apostolado y de reflexión. Sobre todo, ha tenido unaexperiencia fundamental en el momento de su vocación: el Mesías Jesús no hasido destinado por Dios solo al pueblo de Israel, sino a todas las naciones.
  
    Hermanos:
Al que puede consolidaros según mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo queproclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durantesiglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado aconocer según disposición del Dios eterno para que todas las gentes llegaran ala obediencia de la fe; a Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por lossiglos de los siglos. Amén.
  
Elmisterio
DesdeDavid hasta Pablo se recorre un largo camino y la perspectiva se abre de modoasombroso: lo que comenzó siendo la promesa a un rey, más tarde a un pueblo,termina siendo la promesa al mundo entero. Como dice la segunda lectura, estaes «la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos».
Tres reaccionesa tres mensajeros
¿Cómoreaccionan los interesados antes los mensajes que reciben?
Larespuesta de David no la recoge la lectura, pero es una extensa oraciónde alabanza y acción de gracias por la promesa que Diosle hace (2 Samuel 7,18-29).
Maríareacciona con aceptación y fe. No imagina los momentos tan durosque tendrá que aceptar por causa de Jesús («una espada te atravesará el alma»)ni la cantidad de fe que necesitaría cuando vea a su hijo criticado y condenadopor terrorista y blasfemo.
Lareacción de Pablo, la que desea inculcar a sus lectores romanos, es cantarla sabiduría y la gloria de Dios a través de Jesucristo.
December 14, 2023
Preparación a la Navidad en tres actos. Domingo 3º de Adviento. Ciclo B.
 
Yo soy la voz que clama en el desierto.
La liturgia del tercer domingo de Adviento,teniendo en cuenta la cercanía de la Navidad, pretende ser una clara invitacióna la alegría. El protagonista de la primera lectura afirma: «Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios»; san Pablo pide a los tesalonicenses: «Estad siempre alegres». Juan Bautista es demasiado serio para hablarde alegría, pero da testimonio de la luz que inundará el mundo, y eso tambiénes motivo de gozo. Aparte de este dato común, la mejor forma de entender laslecturas es imaginarnos espectadores de una obra de teatro en tres actos.
Actoprimero
Cuando sedescorre el telón se ve un personaje de pie en el centro del escenario, rodeadode una multitud sentada en el suelo, pobremente vestida. Son antiguos desterradosen Babilonia, actuales oprimidos por el imperio persa. La escena está enpenumbra, transmitiendo al espectador una sensación de profunda tristeza; sóloun foco ilumina el rostro del protagonista. Mira en silencio, durante largorato, a la multitud que le rodea. Finalmente, abre la boca y dice algoinaudito: «El Espíritu del Señor está sobre mí». Suena a blasfemia. El Espíritu del Señor hace siglos que no se posa sobrenadie. Eso dicen algunos sabios: que el Espíritu se retiró después de ladestrucción del templo de Jerusalén. Pero el personaje parece muy seguro de loque dice. Y les habla de la misión que llevará a cabo movido por el Espíritu: «daros una buena noticia a vosotros que sufrís, vendar los corazonesdesgarrados, proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros lalibertad, proclamar el año de gracia del Señor».
Poco a poco, la luz que solo iluminaba elrostro aumenta de intensidad y permite ver que el protagonista, a diferencia delos demás, está vestido de gala, envuelto en un manto regio y espléndido, querefuerzan la alegría de su rostro. Pero no habla como un rey a su corte. Sedirige a campesinos, con el lenguaje que pueden entender: «Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, asíel Señor hará brotar la justicia y los cantos de alegría ante todos los pueblos».
ElEspíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviadopara dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazonesdesgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros lalibertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con elSeñor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me haenvuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia quese adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hacebrotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos antetodos los pueblos.
Actosegundo
En el centrodel escenario, un muchacho de unos veinte años sentado a una mesa yescribiendo. Pablo camina por la habitación mientras dicta.
̶ Guardaos de toda forma de maldad.
̶ No sigas. (Lointerrumpe el muchacho cuando acaba de escribir la frase). Ya van sieteconsejos.
Pablo lo miraextrañado.
̶ ¿Los has idocontando?
̶ Claro. Losseis anteriores han sido: «Estad siempre alegres. Sed constantes en orar.Dad gracias en toda ocasión. No apaguéis el espíritu. No despreciéis el don deprofecía. Examinadlo todo, quedándoos con lo bueno». Ahora basta con que los encomiendes a Dios y les asegures su protección.
̶ ¿Cuál de esosconsejos te viene mejor?
El muchacho sequeda releyéndolos y pensando mientras cae el telón.
Estadsiempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta esla voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis elespíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándooscon lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz osconsagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiadosin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamadoes fiel y cumplirá sus promesas.
Acto tercero
Escena a orilladel río Jordán. En el centro Juan Bautista, rodeado de un grupo de sacerdotes ylevitas. Las noticias que han llegado a Jerusalén son alarmantes. Cada vez másgente acude al río, y las autoridades temen que se produzca una revuelta.¿Quién es ese Juan? ¿Es el Mesías, el rey que los liberará del poder romano?¿Es cierto, como dicen unos, que es el profeta Elías, que ha vuelto a latierra? ¿O es el profeta del que habló Moisés, el que otros esperan antes delfin del mundo? ¿Qué dice él de sí mismo?
Lo asedian apreguntas, pero no consiguen arrancarle más que negativas, cada vez másescuetas: «No soy el Mesías». «No lo soy». «No». Al final, cansado de tanto interrogatorio,les da una clave que ellos probablemente no comprenden. «Yo solo soy una voz que grita en el desierto. Al que deberíais buscar es auno que no conocéis, que viene detrás de mí, mucho más importante que yo».
Los sacerdotesy levitas dan a Juan por imposible y se retiran.
Juan mira a susdiscípulos y les comenta: «Han venido desde Jerusalén queriendo saberquién soy yo, y no les interesa saber quién es el que viene detrás de mí».
  
    
      
    
  
Surgió unhombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dartestimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz,sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíosenviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:«¿Tú quién eres?»
Élconfesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Lepreguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo:«No lo soy.»
«¿Eres túel Profeta?»
Respondió:«No.»
Y ledijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos hanenviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Élcontestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino delSeñor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre losenviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si túno eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan lesrespondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis,el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de lasandalia.»
Estopasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Críticadel periódico
Comopreparación a la Navidad se representó ayer una extraña obra en tres actos queprovocó bastante desconcierto entre el público presente. En opinión de estecomentarista, la clave se encuentra en el contraste entre los actos primero ytercero: el primero habla de un personaje seguro de sí mismo y de su misión; eltercero, de Juan, que se empequeñece a sí mismo para poner de relieve lagrandeza del que lo sigue. Y el que lo sigue es precisamente el que lo haprecedido, el protagonista del primer acto. Alguien con un mensaje de esperanzay alegría para los que sufren. Quien no esté de acuerdo con estas sutilezasdeberá contentarse con poner en práctica los buenos consejos de Pablo.
December 7, 2023
Tres caminos hacia Jesús. Domingo 2º de Adviento. Ciclo B
 
Elcamino poético (Isaías 40,1-5.9-11)
Hacia el año 540 a.C., losjudíos llevaban medio siglo desterrados en Babilonia. Años duros, de grandessufrimientos, de ansia de libertad y de vuelta a la patria. Esa buena noticiaes la que anuncia el profeta. Pero el largo camino, a través de zonas a menudoinhóspitas, puede asustar a muchos y desanimarles de emprender el viaje.Entonces, una voz misteriosa, da la orden, no se sabe a quién, de preparar elcamino al Señor. No se dirige a hombres, porque la labor que realizarán essobrehumana: construir en el desierto una espléndida autopista, allanando montesy colina, rellenando valles. Por ella volverá el pueblo judío, acompañado de suDios, como un pastor apacienta a su rebaño.
Consolad, consolad a mi pueblo, -dice vuestro Dios-; hablad al corazón deJerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio y está pagado su crimen,pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en laestepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes ycolinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Serevelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos - ha habladola boca del Señor».
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo deJerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestroDios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene conél su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta elrebaño, reúne con su brazo los corderos y los lleva sobre el pecho, hacerecostar a las madres».
Elcamino ético (Qumrán)
Con el tiempo, la idea depreparar un camino al Señor en el desierto adquirió un sentido nuevo: amediados del siglo II a.C., un grupo de sacerdotes y seglares judíos,descontentos con el comportamiento de los sumos sacerdotes de Jerusalén y delas costumbres paganas que se estaban introduciendo, recordando el texto dellibro de Isaías, decide retirarse al desierto de Judá y allí, en Qumrán, fundaruna especie de comunidad religiosa. En el desierto preparan el camino delSeñor. Ya no se trata de un camino poético, sino de una conducta conforme a laLey del Señor. (En hebreo, derek puede significar “camino” y “forma deconducta”, igual que way en inglés).
Elcamino del Señor Jesús (Marcos 1,1-8)
Esta misma interpretación del textode Isaías es la que aplica el evangelio a Juan Bautista. También él marcha aldesierto a preparar un camino. A primera vista parece tratarse de un caminoético, como en Qumrán, ya que Juan exhorta a la conversión y al bautismo parael perdón de los pecados. Pero sus palabras dejan claro que prepara el camino auna persona más poderosa que él y que trae un bautismo superior al suyo: Jesús.
Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Como está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío a mi mensajero delante deti el cual preparará tu camino. Voz del que grita en el desierto: Preparad elcamino del Señor, enderezad sus senderos»; se presentó Juan en el desiertobautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de lospecados. Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Éllos bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura,y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
-Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo, y no merezco agacharmepara desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero é1os bautizará con Espíritu Santo.
Lugar. «En eldesierto». ¿Por qué no predica Juan en Jerusalén, o en alguna ciudad, comoHebrón o Jericó? Si recordamos las tensiones religiosas y políticas que seprodujeron en Israel desde el siglo II a.C., el hecho de que Juan predique enel desierto significa que pertenece a un grupo de oposición, que mira con malosojos al clero de Jerusalén. El Reino de Dios no se puede anunciar en el templo,ni en la ciudad santa. Tiene que ser en un ambiente distinto, al margen de lareligión institucional. Y el signo de la conversión no serán sacrificios deanimales, sino el reconocimiento de los pecados y el bautismo.
Actividad bautismal. Bautizarsignifica en griego «lavar». Es lo que hacen losfariseos y la mayor parte de los judíos cuando vuelven de la plaza: «no comensi no se lavan/bautizan totalmente» (Mc 7,4). Juan sededica a lavar, no copas, jarras y ollas (ver Mc 7,4), sino personas.Lógicamente, lo hace con agua, por eso actúa junto al río Jordán. ¿De dónde leviene esa idea? El profeta Ezequiel, dirigiéndose a los deportados en Babiloniay en otros países, les promete en nombre de Dios que volverán a la patria, y allí:«Os rociaré con un agua pura que os purificará, de todas vuestras inmundicias eidolatrías os he de purificar» (Ez 36,25). En Israel existían desde antiguoritos de purificación, pero a comienzos del siglo I estaban especialmentedifundidos entre los fariseos y en la comunidad de Qumrán. La novedad queintroduce Juan es que no se trata de un rito que se repite varias veces al día(como en Qumrán) sino de un rito único, acompañado de la confesión de lospecados, y supone un cambio de vida.
Respuesta de la gente. La distancia del desierto y laextraña personalidad de Juan no desanima a la gente. Acude a él toda la regiónde Judea e incluso los habitantes de Jerusalén. El hecho de que estos se desplacen al desiertopara escucharlo significa que encuentran en él algo que no encuentran en losdirigentes religiosos. Se trata de una crítica velada que el evangelista nodesarrolla, solo sugiere.
La gente acudía para recibir el bautismo tras confesarsus pecados. No sabemos cómo hacían esta confesión. En la Biblia encontramosconfesiones individuales y comunitarias. David confiesa su pecado cuando elprofeta Natán lo acusa de haber cometido adulterio con Betsabé y de haberasesinado a su marido Urías. En estos hechos se inspira el autor del famososalmo 50: «Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasiónborra mi culpa». El rey Ajab reconoce haber pecado permitiendo que su mujer ordenasela muerte de Nabot. Pero no sabemos cómo confesaba la gente sus pecados anteJuan.
Tampocosabemos con exactitud cómo realizaba Juan el bautismo. Poco después se cuentaque Jesús, tras ser bautizado, «subió del agua». Esto sugiere que el bautizandoentraba en el río.
Formade vida de Juan. En el evangelio no se habla generalmente del modo devestir de una persona ni de su forma de alimentarse. De Juan se dice que suvestido era de piel de camello, tenía un cinturón de cuero y se alimentaba desaltamontes y miel silvestre. El vestido recuerda al del profeta Elías, que«llevaba una piel ceñida con un cinto de cuero» (2 Re 1,8). Este simple detallebasta para que el lector piense en el cumplimiento de lo anunciado porMalaquías: «Yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día delSeñor, grande y terrible» (Mal 3,23). El alimento a base de saltamontes y mielsilvestre carece de paralelo en el Antiguo Testamento, pero recuerda al grupode los recabitas, más radicales que los vegetarianos, enemigos de la culturaagrícola porque supone impetrar la ayuda de los dioses paganos para queconcedan la lluvia y la fecundidad de la tierra. En cualquier caso, Juan seopone al lujo en la comida y el vestido, típicos de la clase alta y delsacerdocio jerosolimitano. No hacen falta vestidos lujosos para preparar elcamino al Señor ni una comida abundante para mantenerse en forma. ¿Será estaforma de vestir y de alimentarse un modelo para Jesús? Marcos dejará claro másadelante que no.
Mensaje.Aunque al principio dice Marcos que Juan predica un bautismo de conversión,al final añade unas palabras a propósito de Jesús, sin nombrarlo expresamente.Se limita a considerarlo superior a él («no soy digno de desatarle las correasde sus sandalias») y anuncia que trae un bautismo mucho más importante: élbautiza con agua, el que viene bautizará con Espíritu Santo. La fórmula«bautizar con Espíritu Santo» debe pertenecer a la catequesis primitiva porqueaparece en los textos más diversos (Mt 3,11; Mc 1,8; Lc 3,16; Jn 1,33; Hch11,16). En el contexto de Marcos, el sentido parece ser: yo os limpiosimplemente con agua; mi bautismo se queda en lo exterior; el que viene oslimpiará interiormente con el don del Espíritu Santo.
Juanestablece una interesante relación entre el poder del que vendrá y el EspírituSanto, que también se encuentra en los Salmos de Salomón, de origen fariseo.Hablando del rey descendiente de David que salvará a su pueblo dice: «No sedebilitará durante toda su vida, apoyado en su Dios, porque el Señor lo hahecho poderosos por el espíritu santo» (SalSal 17,37). La relación entre Jesúsy el Espíritu quedará mucho más clara en el episodio del bautismo.
Esperady apresurad la venida del Señor (2 Pedro 3, 8-14)
A mediados y finales del siglo I,muchos cristianos empezaron a sentirse desconcertados. Les habían repetido quela vuelta del Señor y el fin del mundo eran inminentes. Sin embargo, pasabanlos años y el Señor no volvía. El autor de la 2ª carta de Pedro (que no es sanPedro) sale al paso de esta inquietud, ofreciendo una respuesta que, después deveinte siglos, no convence demasiado: el Señor no se retrasa, sino que nos daun plazo para que podamos convertirnos. El autor mantiene la posturatradicional de que la llegada del Señor y el fin del mundo será algo repentino,inesperado. Y en vez de quejarnos de que el Señor se retrasa, debemos «esperary apresurar la venida del Señor». Además, el fin del mundo será el comienzo deun nuevo cielo y una nueva tierra, y hay que prepararse para recibirlosllevando una vida santa y piadosa, en paz con Dios, inmaculados eirreprochables.
No olvidéis una cosa, queridos míos: que para el Señor un día es como milaños, y mil años como un día. El Señor no retrasa su promesa, como piensanalgunos, sino que tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie sepierda, sino que todos accedan a la conversión. Pero el día del Señor llegarácomo un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán estrepitosamente, loselementos se disolverán abrasados, y la tierra con cuantas obras hay en ellaquedará al descubierto. Puesto que todas estas cosas van a disolverse de estemodo, ¡qué santa y piadosa debe ser vuestra conducta, mientras esperáis yapresuráis la llegada del Día de Dios!
Ese día los cielos se disolverán incendiados y los elementos se derretiránabrasados. Pero nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y unatierra nueva en los que habite la justicia. Por eso, queridos míos, mientrasesperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él,intachables e irreprochables.
Una ética basada en Jesús
La segunda lectura, igual que elevangelio, une el camino de la ética con el camino que lleva a Jesús: JuanBautista lo relaciona con la primera venida; la carta de Pedro, con la segunda.La liturgia nos indica que el Adviento no es época de espera pasiva, como quienespera que empiece la película: hay que comprometerse activamente. Y esecompromiso debe basarse en el recuerdo de la venida del Señor y en la esperanzade su vuelta.
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