José Luis Sicre's Blog, page 6
November 14, 2024
Ucrania, Gaza, Líbano, Valencia…. ¿el fin del mundo? Domingo 33. Ciclo B
 
 
En el siglo I, sobre todo en las décadas enlas que se escribieron los evangelios, ocurrieron cosas parecidas. Un terremotoen Asia Menor que destruyó doce ciudades en una sola noche (año 61). Otroterremoto en Pompeya y Herculano (año 63). Incendio de Roma (año 64). Rebeliónde los judíos contra Roma, guerra que durará hasta el año 70 y terminará con elincendio de Jerusalén y de su templo. Nuevo terremoto en Roma (año 68). Guerracivil, con tres emperadores en un solo año: Otón, Vitelio y Vespasiano (año 69).Erupción del Vesubio (año 79).
Estosfenómenos provocaron en muchos sectores cristianos la certeza del fin delmundo. Y los tres evangelistas sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) consideraronfundamental incluir un largo discurso de Jesús a propósito de este tema. Suidea fundamental es tranquilizar los ánimos, y consolar anunciando la vuelta deJesús. Este convencimiento de que la vuelta de Jesús era inminente recorre todoel Nuevo Testamento, desde su primer escrito, la carta de Pablo a losTesalonicenses, hasta el último, el Apocalipsis, que termina con las palabras:«Ven, Señor Jesús».
El fragmento de Marcos seleccionado para estedomingo se centra en las señales que precederán al fin del mundo y el momentoen el que tendrá lugar, insistiendo en que lo fundamental es la vuelta deJesús. Aquí radica el punto débil de las lecturas de hoy. En el siglo I,algunos cristianos podían estar convencidos de que el fin del mundo y la vueltade Jesús eran inminentes. Hoy día, salvo los Testigos de Jehová (y ellos mismohan tenido que actualizar sus cálculos), nadie lo cree.
Por consiguiente, cabe el peligro deconvertir la homilía en una conferencia sobre la mentalidad cristiana del sigloI a propósito de las grandes desgracias. Sin embargo, en medio de ese lenguajeanticuado, las lecturas encierran gran dosis de esperanza y consuelo, muynecesarias hoy día.
Tres años terribles(169-167 a.C.) y el comienzo de la apocalíptica
Los años 169-167 a.C. fueron especialmente duros para losjudíos. El 169, Antíoco Epífanes, rey de Siria, invadió Jerusalén, entró en eltemplo y robó todos los objetos de valor, después de verter mucha sangre. El 167, un oficial delfisco enviado por el rey mata a muchos israelitas, saquea la ciudad, derribasus casas y la muralla, se lleva cautivos a las mujeres y los niños, y seapodera del ganado. Al mismo tiempo, Antíoco, obsesionado por imponer lacultura griega en todos sus territorios, prohíbe a los judíos ofrecersacrificios en el templo, guardar los sábados y las fiestas, y circuncidar alos niños [como si a nosotros nos prohibieran celebrar la eucaristía y bautizara los niños]; y manda contaminar el templo construyendo altares ycapillas idolátricas, y sacrificando en él cerdos y animales inmundos.
Estos acontecimientos provocaron dos reacciones muydistintas: una militar, la rebelión de los Macabeos; otra teológica, laesperanza apocalíptica, que encontramos reflejada en la 1ª lectura de hoy.
Apocalipsis significa“revelación”, “desvelamiento de algo oculto”. La literatura apocalípticapretende revelar un secreto escondido, que se refiere al fin del mundo: momentoen que sucederá, señales que lo precederán, instauración definitiva del Reinode Dios. Es una literatura de tiempos de opresión, de lucha a muerte por lasupervivencia, de búsqueda de consuelo y de unas ideas que den sentido a suvida. La única solución consiste en que Dios intervenga personalmente, pongafin a este mundo malo presente y dé paso al mundo bueno futuro, el de sureinado.
… y la respuesta dellibro de Daniel (1ª lectura)
En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe quedefiende a los hijos de tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia como nohabrá habido hasta entonces otro desde que existen las naciones. En aqueltiempo se salvará tu pueblo: todo los que se encuentren inscritos en el Libro.Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para lavida eterna, otros para el oprobio, para el horno eterno. Los doctos brillaráncomo el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a la multitud la justicia,como las estrellas, por toda la eternidad.
Se anuncia al profetaque habrá un tiempo de angustia como no lo ha habido nunca; pero, al final, sesalvará su pueblo, mientras que los malvados serán castigados. Todo esto nopuede ocurrir en este mundo, el autor está convencido de que este mundo notiene remedio. Ocurrirá en el mundo futuro, cuando unos resuciten para serrecompensados y otros para ser castigados. Entre los buenos el autor destaca alos doctos, a los que enseñaron a la multitudla justicia, que brillarán como las estrellas, por toda la eternidad. Con ellodeja clara su opción política y religiosa: la solución no está en las armas, comopiensan los Macabeos.
Una década fatal (60-70d.C.)…
Ademásde los datos que hemos indicado al comienzo, la comunidad cristiana sufre todaclase de problemas. Unos son de orden externo, provocados por las persecucionesde judíos y paganos: se les acusa de rebeldes contra Roma, de infanticidio y deorgías durante sus celebraciones litúrgicas; se representa a Jesús como uncrucificado con cabeza de asno. Otros problemas son de orden interno,provocados por la aparición de individuos y grupos que se apartan de lasverdades aceptadas. La primera carta de Juan reconoce que “han venido muchosanticristos”, no uno solo (1 Jn 2,18), y que “salieron de entre nosotros”.
… y la respuesta delevangelio de Marcos
En este ambiente tan difícil, el evangelio de Marcos también ofreceesperanza y consuelo mediante un largo discurso (capítulo 13). La lectura de este domingo ha seleccionado algunasfrases del final del discurso, a propósito de los interrogantes principales dela apocalíptica: las señales del fin del mundo el momento en el que ocurrirá.En medio, la gran novedad: la venida gloriosa del Señor.
Las señales del finy la venida del Señor
Mas por esos días, después de aquellatribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellasirán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas.Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder ygloria; entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a suselegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
Las señales noacontecen en la tierra, sino en el cielo: el sol se oscurece, la luna noilumina, las estrellas caen del cielo. Pero lo que ocurre no provoca el pánico de lahumanidad. Porque la desaparición del universo antiguo da lugar a la venidagloriosa del Señor y a la salvación de los elegidos. Indico algunos detalles de interés en estos versículos.
1) ADios no se lo menciona nunca. Todo se centra, como momento culminante, en la aparición gloriosa deJesús.
2) De acuerdo con algunos textos apocalípticos judíos, sepone de relieve la salvación de los elegidos. Esto demuestra el carácter optimistadel discurso, que no pretende asustar, sino consolar y fomentar la esperanza,aunque no encubre los difíciles momentos por los que atravesará la Iglesia.
3) A diferencia de otros textos apocalípticos, queconceden gran importancia a la descripción del mundo futuro, aquí no se hace lamenor referencia a ese tema, como si pudiera descentrar la atención de lafigura de Jesús.
El momento del fin
"De la higuera aprended estaparábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan hojas, sabéis que elverano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabedque Él está cerca, a las puertas. Yo os aseguro que no pasará esta generaciónhasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras nopasarán. Pero de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo,ni el Hijo, sino sólo el Padre."
La parte final contiene tres afirmaciones distintas: 1)vosotros podéis saber cuándo se acerca el fin (parábola de la higuera); 2) elfin tendrá lugar en vuestra misma generación; 3) el día y la hora no lo sabemás que Dios Padre.
La segunda es la más problemática. Si se refiere a lacaída de Jerusalén no plantea problema, porque tuvo lugar el año 70. Pero, sise refiere al fin del mundo, no se realizó. A pesar de todo, es posible que asíla interpretasen muchos cristianos, convencidos de que el fin del mundo erainminente. Así pensó Pablo en los primeros años de su actividad apostólica.
Una omisión incomprensible
Eldiscurso no termina ahí. Añade una exhortación capital: «¡Atención, estaddespiertos!». Lo importante no es discutir o calcular, sino mantener unaactitud vigilante, esperando contra toda esperanza. Los miles de personas queestán ayudando de forma muy sacrificada a las víctimas de Ucrania, Gaza,Líbano, Valencia… nos enseñan cómo debemos responder a las múltiples tragediasde nuestro mundo.
November 7, 2024
Viudas buenas y teólogos malos. Domingo 32 ciclo B
 
El evangelio del domingoanterior nos dejó en el templo de Jerusalén. Por delante de Jesús han idodesfilando autoridades religiosas, fariseos, saduceos, y un escriba que lepreguntó por el mandamiento principal y terminó recibiendo un gran elogio deJesús. Al parecer, ya no queda nadie importante a quien presentar. Sin embargo,falta el personaje más desconcertante: una viuda que no se interesa por Jesús. Laprimera lectura, tomada de la historia del profeta Elías, ayuda a entender yvalorar la actitud de esta viuda.
Una viuda generosa y con mucha fe (1 Reyes17,10-16)
En aquellosdías, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a lapuerta de la ciudad, encontró allí una viuda, que recogía leña. La llamo y ledijo: «Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.»
Mientrasiba a buscarla, le grito: «Por favor, tráeme también en la mano un trozo depan.» Respondió ella: «Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; mequeda solo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza.Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y parami hijo; nos lo comeremos y luego moriremos.»
RespondióElías: «No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí unpanecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así diceel Señor, Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciara, la alcuza deaceite no se agotara, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre latierra. Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y suhijo. Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agoto, como lohabía dicho el Señor por medio de Elías.
Se trata de un relato muy sencillo, que recuerda a lasleyendas sobre San Francisco de Asís (las “Florecillas”). Lo importante no essu valor histórico sino su mensaje. Destaco algunos detalles.
1. La pobreza de los protagonistas. En el mundo antiguo,las personas con mayor peligro de marginación y miseria eran las viudas y loshuérfanos de padre, al carecer de un varón que las protegiese. En nuestrorelato, esta situación se ve agravada por la sequía, hasta el punto de la mujerestá segura de que ni ella ni su hijo podrán sobrevivir.
2. La fe y la obediencia de la mujer. Muchas veces,comentando este texto, se habla de su generosidad, ya que está dispuesta a daral profeta lo poco que le queda. Pero lo que el autor del relato subraya es sufe en lo que ha dicho el Señor a propósito de la harina y el aceite, y suobediencia a lo que le manda Elías.
3. La categoría excepcional de Elías, al que Dioscomunica su palabra y a través del cual realiza un gran milagro.
Teólogos presumidos y una viuda generosa(evangelio)
El relato tiene dos partes: la primera denuncia a losescribas; la segunda alaba a una viuda. Lo que las relaciona es la actitud tancontraria de los protagonistas: los escribas “devoran los bienes de lasviudas”, la viuda echa en el arca “todo lo que tenía para vivir”.
¡Cuidadocon los escribas!
En aquel tiempo, entre lo que enseñabaJesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse conamplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos dehonor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran losbienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán unasentencia más rigurosa.»
Los escribas eran especialistas en cuestiones religiosas,dedicados desde niños al estudio de la Torá. Tenían gran autoridad y gozaban deenorme respeto entre los judíos. Pero Jesús no se fija en su ciencia, sino ensu apariencia externa y sus pretensiones. La descripción que ofrece de ellos nopuede ser más irónica, incluso cruel. Forma de vestir (amplios ropajes),presunción (les gustan las reverencias en la calle), vanidad (buscan losprimeros puestos en la sinagoga y en los banquetes), codicia (devoran losbienes de las viudas), hipocresía (con pretexto de largos rezos). Todo esto escompletamente contrario al estilo de vida de Jesús y a lo que él desea de susdiscípulos. Por eso los amonesta severamente: «¡Cuidado con los escribas!».
No es preciso añadir que los discípulos le hicieron pococaso y terminaron vistiendo como los escribas, exigiendo reverencias y besos deanillos, ocupando primeros puestos, y devorando bienes de viudas, viudos ycasados. Por desgracia, de este evangelio no se puede decir: «Cualquierparecido con la realidad actual es pura coincidencia», aunque debemos reconocerque la situación ha mejorado bastante.
Elogiode la viuda
EstandoJesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que ibaechando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre yecho dos leptas, que equivale a un cuadrante. Llamando a sus discípulos, lesdijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas másque nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasanecesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»
En la 1ª lectura y en esta segunda parte del evangeliotenemos personajes parecidos: una viuda y un profeta (Elías-Jesús). Pero larelación entre ellos se presenta de manera muy distinta. Basta fijarse en lossiguientes detalles:
¿De qué hablanla viuda y el profeta? Elías y la viudamantienen un diálogo, mientras que Jesús no dirige ni una palabra a la viuda.Cuando ve lo que ha hecho, no la llama para dialogar con ella, sino que llama asus discípulos para darles una enseñanza.
¿Qué hace laviuda por el profeta? La viuda entrega todo loque tiene a Elías y trabaja para él; la viuda del evangelio no hace nada porJesús.
¿Qué hace elprofeta por la viuda? Elías hace un granmilagro para resolver el problema económico de la viuda; Jesús no le da ni uncéntimo.
Laenseñanza silenciosa de la viuda
Los relatos anteriores de Marcos (que no se han leído enlas misas del domingo) hablan de una serie de personas y grupos que sepresentan ante Jesús para discutir con él las cuestiones más diversas: de dóndeprocede su autoridad, si hay pagar tributo al César, si hay resurrección de losmuertos, cuál es el mandamiento principal, etc. Al final aparece esta viuda,que no se preocupa de cuestiones teóricas ni teológicas, ni siquiera seinteresa por Jesús; sólo le preocupa saber que hay gente pobre a la que ellapuede ayudar con lo poco que tiene.
La viuda es un símbolo magnífico de tantas personas dehoy día que no tienen relación con Jesús, pero que se preocupan por la gentenecesitada e intentan ayudarlas, sin considerarse ni ser cristianos. Pero esimportante advertir que la preocupación de la viuda no es de boquilla, entregatodo lo que tiene.
Jesús, que no llama a la viuda para dialogar con ella nipedirle que pase a formar parte del grupo de sus discípulos, nos puede servirde ejemplo para la actitud que debemos adoptar ante esas personas. No hay queintentar convertirlas a toda costa.
En el contexto de las desgracias provocadas por la DANA en Valencia, muchos voluntarios y voluntarias, que quizás no pisan ningún domingo la iglesia, nos han dado un magnífico ejemplo de preocupación por los más necesitados, como la viuda del evangelio.
October 31, 2024
El mandamiento más importante. Domingo 31. Ciclo B
 
La curación del ciego Bartimeonos dejó camino de Jerusalén. En la cronología de Marcos, el domingo tienelugar la entrada triunfal; el lunes la purificación del templo; y el martes, enla explanada del templo, las autoridades interrogan a Jesús sobre su poder; losfariseos y herodianos sobre el tributo al César; los saduceos sobre laresurrección. Son enfrentamientos con mala idea, que se ven interrumpidos porla escena elegida para la liturgia de este domingo, en la que un escribareconoce la sabiduría de Jesús.
En aquel tiempo,un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
―¿Que mandamiento es el primero de todos?
Respondió Jesús:
―El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestroDios, es el único Señor: amaras al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, contoda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser». El segundo es este: «Amarása tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos.»
El escribareplico:
―Muy bien, maestro, tienes razón cuando dices que elSeñor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón,con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismovale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendoque había respondido sensatamente, le dijo:
―No estás lejos delreino de Dios.
Y nadie se atrevió a dirigirle máspreguntas.
1. El protagonista es un escriba. Los escribasson los especialistas en la Ley de Moisés, parecidos a los actuales profesoresde teología, pero con una formación mucho más intensa, porque tenían queaprender de memoria el Pentateuco y las interpretaciones de los rabinos; además,no podían ejercer su profesión hasta cumplir los cuarenta años. Gozaban de granprestigio entre el pueblo, aunque su peligro era el legalismo: la norma por lanorma, con todas las triquiñuelas posibles para evadirla cuando les interesaba.Por eso Jesús tuvo tantos enfrentamientos con ellos. En los evangelios aparecengeneralmente como enemigos, pero en este caso las relaciones entre el escriba yJesús son muy buenas y los dos se alaban mutuamente.
2. La preguntapor el mandamiento principal. La antigua sinagoga contaba 613 mandamientos (248 preceptosy 365 prohibiciones), que dividía en fáciles y difíciles. Fáciles, los queexigían poco esfuerzo o poco dinero; difíciles, los que exigían mucho dinero oponían en peligro la vida. P.ej., eran difíciles el honrar padre y madre(porque requería ocuparse de ellos y sustentarlos en su ancianidad), y lacircuncisión. Generalmente se consideraba importantes los referentes a laidolatría, la lascivia, el asesinato, la profanación del nombre divino, lasantificación del sábado, la calumnia, el estudio de la Torá (el Pentateuco). Anteeste cúmulo de mandamientos, es lógico que surgiese el deseo de sintetizar, ode saber qué era lo más importante.
3. La respuesta de loscontemporáneos de Jesús. Citaré dos casos. El primero se encuentraen una anécdota a propósito de los famosos rabinos Shammay y Hillel, que vivieronpocos años antes de Jesús. Una vez llegó un pagano a Shammay (hacia 30 a.C.) yle dijo: “Me haré prosélito [es decir, estoy dispuesto a convertirme aljudaísmo] con la condición de que me enseñes toda la Torá mientras aguanto apata coja”. Shammay, que era sastre, lo echó amenazándolo con una vara de medirque tenía en la mano. Entonces el pagano fue a Hillel (hacia el 20 a.C.), que éstele dijo: “Lo que no te guste, no se lo hagas a tu prójimo. En esto consistetoda la Ley, lo demás es interpretación”. Y lo tomó como prosélito.
También del Rabí Aquiba (+ hacia 135 d.C.) se recuerda unesfuerzo parecido de sintetizar toda la Ley en una sola frase: “Amarás a tuprójimo como a ti mismo (Lv 19,18); este es un gran principio general en laTorá”.
4. La respuesta de Jesús.El esfuerzo por sintetizar en una sola frase lo esencial se encuentra al finaldel Sermón del Monte en el evangelio de Mateo: “Todo lo que querríais quehicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque esosignifican la Ley y los Profetas” (Mt 7,12).
En el evangelio de hoy, Jesús responde con una cita de laEscritura: “EscuchaIsrael, el Señor nuestro Dios es uno solo. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, contoda tu alma, con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6,5), aunque añade también “contoda tu mente”. Estas palabras forman parte de las oraciones que cualquierjudío piadoso recita todos los días al levantarse y al ponerse el sol. En estesentido, la respuesta de Jesús es irreprochable. No peca de originalidad, sinoque aduce lo que la fe está confesando continuamente.
La novedad de la respuesta de Jesús radica en que le hanpreguntado por el mandamiento principal, y añade un segundo, tan importantecomo el primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19,18).Ambos preceptos están al mismo nivel, deben ir siempre unidos. Jesús no aceptaque se pueda llegar a Dios por un camino individual e intimista, olvidando alprójimo. Dios y el prójimo no son magnitudes separables. Por eso, tampoco sepuede decir que el amor a Dios es más importante que el amor al prójimo. Poreso, a la pregunta del escriba por el mandamiento más importante (ensingular) responde diciendo que son estos dos (en plural). Y no hayprecepto más grande que ellos.
5. La reacción del escriba.El protagonista se muestra plenamente satisfecho de la respuesta, pero añade uncomentario importantísimo: amar a Dios y al prójimo “vale más que todos losholocaustos y sacrificios”. Conestas palabras, abandona el plano teórico y saca las consecuencias prácticas.Durante siglos, muchos israelitas, igual que hoy muchos cristianos, pensaronque a Dios se llegaba a través de actos de culto, peregrinaciones, ofrendaspara el templo, sacrificios costosos... Sin embargo, los profetas les enseñabanque, para llegar a Dios, hay que dar necesariamente el rodeo del prójimo,preocuparse por los pobres y oprimidos, buscar una sociedad justa. En estalínea se orienta el escriba.
Un ejemplo vale más que mil palabras. En la basílica dela Virgen de Luján, en Argentina, que es un sitio de peregrinación nacional muyfrecuentado, por lo visto era costumbre llevar ramos de flores para la Virgen.La última vez que estuve allí, me llamó la atención un letrero colocado de maneraoficial y muy clara advirtiendo a los fieles que a la Virgen le agrada muchomás que se dé de comer al hambriento que el que le regalen a ella un ramo deflores.
1º lectura
Tomada del libro delDeuteronomio, es la base de la respuesta de Jesús.
En aquellosdías, habló Moisés al pueblo, diciendo: «Teme al Señor, tu Dios, guardandotodos sus mandatos y preceptos que te manda, tu, tus hijos y tus nietos,mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra,para que te vaya bien y crezcas en número. Ya te dijo el Señor, Dios de tuspadres: "Es una tierra que mana leche y miel." Escucha, Israel: ElSeñor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo elcorazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digoquedarán en tu memoria.»
October 24, 2024
El mendigo que no quería dinero. Domingo 30 ciclo B
 
El evangelio de este domingo cuenta el ultimo milagro realizado por Jesúsdurante su vida pública. Pero no es uno más; el relato depara interesantessorpresas.
Elprotagonismo de Bartimeo
En contra de lo que cabríaesperar, el principal protagonista no es Jesús. Este se limita a ir por elcamino y, cuando oye a uno que le grita repetidamente pidiéndole que secompadezca de él, ni siquiera se acerca para saber qué quiere. Lo manda llamar.Y cuando tiene lugar el milagro, no se lo atribuye; todo es mérito del ciego.
En cambio, a Bartimeo leconcede el evangelista una atención especial. Aparte de indicarnos el nombre desu padre (dato que no se ofrece en otros casos) se describe con detalle todo loque hace. Ha elegido un buen sitio para pedir limosna: el camino de Jericó aJerusalén, uno de los más transitados. Y cuando se entera de que quien pasa es“Jesús el nazareno” comienza a gritar pidiéndole que se compadezca de él. Ennuestras calles y en las entradas de las iglesias nunca faltan mendigos. Engeneral se comportan de forma educada, a veces ni hablan, les basta un gesto.¿Qué sentiríamos si uno de ellos se pusiera a gritar repitiendo: «Ten compasión de mí»? Reaccionaríamos igual que los queacompañan a Jesús: diciéndole que se calle. Pero Bartimeo insiste, grita cadavez más. Y cuando consigue que Jesús lo llame parece que ha dejado de serciego. De un salto, sin miedo a tropezar, deja tirado su manto y marcha haciaél. Entonces ocurre lo más sorprendente.
Tresfinales posibles
Imaginemos lo que podría haber ocurrido paracomprender mejor lo que ocurrió.
Primer final: Cuando Jesús le pregunta qué quierede él, Bartimeo no lo duda: una buena limosna. Jesús encarga a Judas que se ladé, este lo hace a regañadientes, y Bartimeo duda si seguir pidiendo omarcharse a su casa a descansar.
Segundo final: Cuando Jesús le pregunta qué quierede él, no lo duda: «Volvera ver».Jesús, apartándolo de los presentes (como hizo en otro caso parecido) le tocalos ojos y le concede lo que pide. Bartimeo recoge su manto y vuelve a su casa.Cuando su mujer y sus amigos se recuperan de la sorpresa, le dicen: «Ya no tienes excusa para no trabajar». Bartimeo se arrepiente de haber pedido elmilagro.
Tercer final: Cuando Jesús le pregunta qué quierede él, no lo duda: «Volvera ver».Jesús no hace nada, pero Bartimeo recupera de inmediato la vista. Olvidando sumanto, su familia, sus amigos, sigue a Jesús camino de Jerusalén. Esto últimoes lo que ocurrió
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastantegente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino,pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: "Hijo deDavid, Jesús, ten compasión de mí." Muchos lo regañaban para que secallara. Pero él gritaba más: "Hijo de David, ten compasión de mí."Jesús se detuvo y dijo: "Llamadlo." Llamaron al ciego, diciéndole:"Ánimo, levántate, que te llama." Soltó el manto, dio un salto y seacercó a Jesús. Jesús le dijo: "¿Qué quieres que haga por ti?" Elciego le contestó: "Maestro, que pueda ver." Jesús le dijo:"Anda, tu fe te ha curado." Y al momento recobró la vista y lo seguíapor el camino.
Bartimeo,los discípulos y nosotros
Cuando leemos este relato en el conjunto delevangelio de Marcos nos damos cuenta de que tiene una importancia enorme.
Este episodio cierra unalarga sección del evangelio en la que Jesús ha ido formando a sus discípulossobre los temas más diversos: los peligros que corren(ambición, escándalo, despreocupación por los pequeños), las obligaciones quetienen (corrección fraterna, perdón) y el desconcierto que experimentan ante lasideas de Jesús a propósito del matrimonio, los niños y la riqueza. Después detodas esas enseñanzas, el discípulo, y cualquiera de nosotros, puede sentirsecomo ciego, incapaz de ver y pensar como Jesús.
En este contexto, la actitud deBartimeo, gritando insistentemente a Jesús que se compadezca de él, es unsímbolo de la actitud que debemos tener cuando no acabamos de entender, o nosomos capaces de practicar lo que Jesús enseña. Pedirle que seamos capaces dever y de seguirle incluso en los momentos más difíciles.
Otros detallesinteresantes del relato
1. Bartimeo llama a Jesús“hijo de David”. Es la única persona que le da este título en el evangelio deMc. Puede tener dos sentidos: a) Jesús, como “hijo de David”, es el Mesíasesperado, el rey de Israel; aunque inmediatamente antes haya hablado de sumuerte, de que ha venido a servir, no a ser servido, el ciego confiesa su fe enla dignidad de Jesús y en su poder de curarlo. b) Jesús, como “hijo de David”,es igual que Salomón, al que las leyendas posteriores terminaron atribuyendopoder de curaciones. En este sentido se usa con más frecuencia en el evangeliode Mateo.
2. Es curioso que secuente que “soltó el manto” antes de acercarse a Jesús. Parece un detalleinnecesario. Sin embargo, recuerda lo que se ha dicho al comienzo del evangelioa propósito de los primeros discípulos, que “dejando las redes, lo siguieron”(Mc 1,18).
3. Aunque Bartimeo piensaque Jesús puede curarlo, Jesús le dice “tu fe te ha curado”, poniendo derelieve la importancia de la fe.
4. Este es el único casoen todo el evangelio en el que una persona, después de ser curada, sigue aJesús por el camino. Aunque el texto no lo dice, lo sigue hacia Jerusalén,hacia la muerte y la resurrección. Una vez más, Bartimeo se convierte en modelopara nosotros.
1ª lectura: Jeremías 31,7 - 9
El texto de Jeremías pretende consolar alpueblo de Israel, desterrado primero por los asirios y luego por losbabilonios, prometiéndole que volverá del norte y de los confines de la tierra.Incluso las personas menos capacitadas para moverse (ciegos, cojos, preñadas,recién paridas), volverán a la patria. Las antiguas penas se transformarán engrandes consuelos.
La relación de la primera lectura con el evangelioes muy escasa. Este texto de Jeremías quizá se ha elegido porque habla deciegos que vuelven a Jerusalén, igual que Bartimeo sigue a Jesús haciaJerusalén.
Así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor delos pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, alresto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré delos confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas:una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos;los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seréun padre para Israel, Efraín será mi primogénito.»
October 17, 2024
¿Triunfar o servir? Domingo 29 Ciclo B
 
En las lecturas de los domingos anteriores Jesús ha ido instruyendo alos discípulos a propósito de los más diversos temas (los niños, el divorcio,la riqueza, etc.). En el de hoy da su última gran enseñanza antes de subir aJerusalén para la pasión.
En lo que piensa Jesús
Todo comienza con eltercer anuncio de la pasión y resurrección, que no se lee, pero que esfundamental para entender lo que sigue. Jesús repite una vez más a losdiscípulos que los sumos sacerdotes y los escribas lo condenarán a muerte, loentregarán a los paganos, se burlarán de él, le escupirán, azotarán y matarán.
En lo que piensan Santiago yJuan: Presidente del Gobierno y Primer Ministro
Igual que en loscasos anteriores, al anuncio de la pasión sigue una muestra de incomprensiónpor parte de los apóstoles: Santiago y Juan, dos de los más importantes, de losmás cercanos a Jesús, ni siquiera han prestado atención a lo que dijo.
En aqueltiempo se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y ledijeron:
-Maestro, queremos que hagas lo quete vamos a pedir.
Les preguntó:
-¿Qué queréis que haga por vosotros?
            Contestaron:
            -Concédenos sentarnos en tugloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Mientras Jesús habla desufrimiento, ellos quieren garantizarse el triunfo: “sentarnos en tu gloria uno a tuderecha y otro a tu izquierda”. “En tu gloria” no se refiere al cielo,sino a lo que ocurrirá “en la tierra”, cuando Jesús triunfe y se convierta enrey de Israel en Jerusalén: quieren un puesto a la derecha y otro a laizquierda, Presidente de Gobierno y Primer Ministro. Para ellos, lo importantees subir.
Jesús replicó:
-No sabéis loque pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaroscon el bautismo con que yo me voy a bautizar?
Contestaron:
            -Lo somos.
Jesús lesdijo:
-El cáliz queyo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voya bautizar. Pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a míconcederlo; está ya reservado.
Larespuesta de Jesús, menos dura de lo que cabría esperar, procede en dos pasos.En primer lugar, les recuerda que para triunfar hay que pasar antes por elsufrimiento, beber el mismo cáliz de la pasión que él beberá. No queda claro siJuan y Santiago entendieron lo que les dijo Jesús sobre su cáliz y su bautismo,pero responden que están dispuestos a lo que sea. Entonces Jesús, en un segundopaso, les echa un jarro de agua fría diciéndoles que, aunque beban el cáliz,eso no les garantizará los primeros puestos. Están ya reservados, no se dicepara quién.
La reacción de losotros diez y la gran enseñanza de Jesús
Los otros diez, al oír aquello, seindignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
-Sabéis que los que son reconocidoscomo jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.Vosotros nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el quequiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no havenido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.
¿Por qué seindignan? Probablemente porque también ellos ambicionan los primerospuestos. Jesús aprovecha la ocasión para enseñarles cómo deben ser las relacionesdentro de la comunidad. En la postura de los discípulos detecta una actitud muyhumana, de simple búsqueda del poder. Para que no caigan en ella, les presenta dos ejemplos opuestos:
1)el que nodeben imitar es el de los reyes y monarcas helenísticos, famosos porsu abuso del poder: “Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y quelos grandes las oprimen”.
2)el que deben imitar es el del mismoJesús, que ha venido a servir y a dar su vida en rescate por todos.
Enmedio de estos dos ejemplos queda la enseñanza capital: “el que quiera ser grande, seavuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos”. Enla comunidad cristiana debe darse un cambio de valores absoluto.
Peroesto es lo que debe ocurrir “entre vosotros”, dentro de la comunidad. Jesús nodice nada a propósito de lo que debe ocurrir en la sociedad, aunque criticaindirectamente el abuso de poder.
Primeralectura: Isaías 53,10-11
El Señor quisotriturarlo con el sufrimiento.
Cuandoentregue su vida como expiación,
verásu descendencia, prolongará sus años;
loque el Señor quiere prosperará por sus manos.
Acausa de los trabajos de su alma, verá y se hartará,
conlo aprendido mi Siervo justificará a muchos,
cargandocon los crímenes de ellos.
Este texto se ha elegido comocomentario de las palabras de Jesús: “el Hijo del Hombre no ha venidopara que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos” y desus referencias anteriores a la pasión (el cáliz y el bautismo). Por esocomienza diciendo que El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento; unaspalabras que escandalizan por la forma de hablar de Dios, pero que hay queinterpretarlas como un recurso para el triunfo final. De hecho, el texto deIsaías insiste más en el éxito de Jesús (verá su descendencia, prolongarásus años, verá y se hartará) y de su obra (el plan de Dios prosperarápor sus manos, justificará a muchos).
Reflexiones
1.Este pasaje constituye la última enseñanza de Jesús antes de la pasión, en laque nos deja su forma de entender su vida: “El Hijo del Hombre no ha venido paraque le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. Esteejemplo es válido para todos los cristianos, no sólo para papas y obispos.
2.Esta espléndida enseñanza no nos habría llegado si Santiago, Juan y los otrosdiez hubieran sido menos ambiciosos. Los fallos humanos pueden traer grandesbeneficios.
3.La enseñanza de Jesús ha calado muy poco en la Iglesia después de veinte siglosy en ella se sigue dando un choque de ambiciones al más alto nivel. La únicasolución será tener siempre presente el ejemplo de Jesús.
4.El texto de Isaías nos ayuda a mirar con esperanza los momentos difíciles denuestra vida. Aunque la impresión que podemos tener a veces es que Dios nosestá triturando con el sufrimiento, no es ésa su intención, sino sacar denosotros algo muy bueno.
October 10, 2024
Salomón, el joven rico y los discípulos. Domingo 28 Ciclo B
 
Las lecturas de este domingo enfrentan tres posturas: la de Salomón, quepone la sabiduría por encima del oro, la plata y las piedras preciosas; la delrico, que pone su riqueza por encima de Jesús; la de los discípulos, querenuncian a todo para seguirle.
1. Salomón: la sabiduría vale más queel oro
Ellibro de la Sabiduría se escribió en el siglo I a.C., probablemente enAlejandría, en griego (por eso los judíos no lo consideran inspirado). Nosabemos quién lo escribió, pero el autor finge ser Salomón. Un recurso muyhabitual en la época para dar mayor prestigio al libro. Recordaréis queSalomón, al comienzo de su reinado, tuvo un sueño en el que Dios le dijo quepidiese lo que quisiera. En vez de pedir oro, plata, la derrota de susenemigos, etc., pidió sabiduría para gobernar al pueblo. Inspirándose en eserelato, el autor del libro de la Sabiduría pone estas palabras en boca del rey:
7 Supliqué y se me concedió la prudencia,
invoqué y vinoa mí el espíritu de sabiduría.
8 La preferí a cetros y tronos,
y en sucomparación tuve en nada la riqueza;
9 no leequiparé la piedra más preciosa,
porque todo eloro a su lado es un poco de arena,
y, junto aella, la plata vale lo que el barro;
10 la quisemás que a la salud y la belleza
y me propusetenerla por luz,
porque suresplandor no tiene ocaso.
11 Con ella me vinieron todos los bienes juntos,
en sus manoshabía riquezas incontables.
2. El joven rico: la riqueza valemás que seguir a Jesús
El relato ofrece detalles curiosos, típicos de laforma de contar de Marcos. Se acerca uno «corriendo», «se arrodilla», lo llama«maestro bueno» (provocando cierto malestar en Jesús), formula su pregunta,Jesús «lo mira con cariño». Al final, el individuo «frunce el ceño» y se vatriste. El protagonista, antes de formular su pregunta, pretende captarse labenevolencia de Jesús o, quizá también, justificar por qué acude a él: lo llama«maestro bueno», título que no se aplica en Israel a ningún maestro(Strack-Billerbeckx sólo recoge un ejemplo del siglo IV d.C.).
Cuando se puso en camino, llegóuno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:
‒Maestro bueno, ¿qué he de hacer para heredar vida eterna?
Jesús le respondió:
‒¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno fuera de Dios. Conoces losmandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no perjurarás,no defraudarás, honra a tu padre y a tu madre.
Él le contestó:
‒Maestro, todo eso lo he cumplido desde la adolescencia.
Jesús lo miró con cariño y le dijo:
‒Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a los pobres y tendrás untesoro en el cielo. Después vente conmigo.
A estas palabras, el otro frunció el ceño y se marchótriste; pues era muy rico.
La pregunta
El problema que le angustia es «qué he de hacerpara heredad vida eterna», algo fundamental para entender todo el pasaje. Loque pretende el protagonista es, dicho con otra expresión judía de la época,"formar parte de la vida futura" o "del mundo futuro"; loque muchos entre nosotros entienden por "salvarse". Este deseo sitúaal protagonista en un ambiento distinto del normal: admite un mundo futuro,distinto del presente, mejor que éste, y desea participar en él. Por otraparte, su pregunta no es tan rara como podemos imaginar. Si nos preguntasen quéhay que hacer para "salvarse", las respuestas es probable quevariasen bastante. Una pregunta parecida le hicieron sus discípulos al rabíEliezer (hacia el año 90) y les respondió: "Procuraos la estima devuestros vecinos; impedid que vuestros hijos lean la Escritura a la ligera yhaced que se sienten entre las rodillas de los discípulos de los sabios; y,cuando oréis, sed conscientes de quién tenéis delante. Así conseguiréis la vidadel mundo futuro".
La respuesta de Jesús
Jesús, antes de responder,aborda el saludo y da un toque de atención sobre el uso precipitado de laspalabras. El único bueno es Dios. (Afortunadamente, por entonces no existía laCongregación para la Doctrina de la Fe, que lo habría condenado por errorcristológico).
Luego responde a lapregunta haciendo referencia a cinco mandamientos mosaicos, todos ellos de lasegunda tabla, aunque cambiando el orden y añadiendo «no defraudarás», que noestá en el decálogo.
Lo curioso es que Jesús nodice nada de los mandamientos de la primera tabla, que podríamos considerar losmás importantes: no tener otros dioses rivales de Dios, no pronunciar el nombrede Dios en falso y santificar el sábado. Para Jesús, de forma bastanteescandalosa para nuestra sensibilidad, para «salvarse» basta portarse bien conel prójimo.
Cuando el protagonista leresponde que eso lo ha cumplido desde joven, Jesús lo mira con cariño y lepropone algo nuevo: que deje de pensar en la otra vida y piense en esta vida,dándole un sentido nuevo. Ese sentido consistirá en seguir a Jesús, de formareal, física, pero antes es preciso que venda todo y lo dé a los pobres. Elprograma de Jesús se limita a tres verbos: vender, dar y seguir.
La reacción del rico
Entonces es cuando elpersonaje frunce el ceño y se aleja, «pues era muy rico». Con esta actitud, nopierde la vida eterna (que depende de los mandamientos observados), pero sípierde el seguir a Jesús, dar plenitud a su vida ahora, en la tierra.
Noes lo mismo salvarse que entrar en el reino de Dios
Mientras el rico se aleja,Jesús completa su enseñanza sobre el peligro de la riqueza y el problema de losricos.
Jesús miró en torno y dijo a susdiscípulos:
‒Qué difícil es que los ricos entren en el reino de Dios.
Los discípulos se asombraron delo que decía. Pero Jesús insistió:
‒¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil para un camello pasarpor el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios.
Ellos quedaron espantados y sedecían:
‒Entonces ¿quién puede salvarse?
Jesús se les quedó mirando y lesdice:
‒Para los hombres es imposible, no para Dios; todo es posible para Dios.
Las palabras «¡Qué difíciles que los ricos entren en el reino de Dios!» requieren una aclaración. Entrar en el reino de Dios no significa salvarse en la otra vida. Eso ya ha quedado claro que se consiguemediante la observancia de los mandamientos, sea uno rico o pobre. Entrar en el Reino de Dios significa entrar en la comunidad cristiana, comprometerse de forma seria ypermanente con la persona de Jesús en esta vida.
Ante el asombro de losdiscípulos, Jesús repite su enseñanza añadiendo la famosa comparación delcamello por el ojo de la aguja. Ya en la alta Edad Media comenzó ainterpretarse el ojo de la aguja como una puerta pequeña que habría en lamuralla de Jerusalén; pero esa puerta nunca ha existido y la explicación sólopretende suavizar las palabras de Jesús de manera un tanto ridícula. Jesúsexpresa con imaginación oriental la dificultad de que un rico entre en lacomunidad cristiana.
¿Por qué se espantan los discípulos? Su reacciónpodemos interpretarla de dos formas: 1) ¿quién puede salvarse?; 2) ¿cómo vamosa subsistir?
En el primer caso, los discípulos reflejarían lamentalidad de que la riqueza es una bendición de Dios; si los ricos no sesalvan, ¿quién podrá salvarse?
En el segundo caso, los discípulos pensarían quela comunidad no puede subsistir si no entran ricos en ella que pongan susbienes a disposición de todos.
En cualquier hipótesis, larespuesta de Jesús (“para Dios todo es posible”) da por terminado el tema.
3. Los discípulos: Jesús vale más que todo
Pedro entonces le dijo:
‒Mira, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido.
Contestó Jesús:
‒Todo el que deje casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o campospor mí y por la buena noticia ha de recibir en esta vida cien veces más encasas y hermanos y hermanas y madres e hijos y campos, con persecuciones, y enel mundo futuro vida eterna.
La intervención de Pedro no empalma con loanterior, sino que contrasta la actitud de los discípulos con la del rico:«nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido». Ahora quiere saber qué lestocará.
La respuesta de Jesúsenumera siete objetos de renuncia, como símbolo de renuncia total: casa,hermanos, hermanas, madre, padre, hijos, campos. Todo ello tendrá su recompensaen esta vida (cien veces más en todo lo anterior, menos en padres) y, en laotra, vida eterna. Pero, al hablar de la recompensa en esta vida, Mc añade «conpersecuciones».
Decía Salomón que, con lasabiduría “me vinieron todos los bienesjuntos”. A los discípulos, la abundancia de bienes se la proporciona elseguimiento de Jesús.
Reflexión y advertencia
Este pasaje del evangeliosólo tiene en cuenta dos posturas extremas: la del rico que conserva sus bienesy no sigue a Jesús, y la de los discípulos que lo siguen renunciando a todo.¿No cabe un término medio? Otros relatos evangélicos y las cartas del NuevoTestamento dejan claro que sí. Marta, María, Lázaro, José de Arimatea,Nicodemo… forman parte de la comunidad cristiana sin renunciar a todos susbienes ni seguir a Jesús físicamente. Sin embargo, el evangelio de este domingono pretende ofrecer ese término medio, sino animar al seguimiento de Jesúsrenunciando a todo.
October 3, 2024
El problema del divorcio. Domingo 27 Ciclo B
  
 
La formación de los discípulos, a la que Marcos dedica la segunda parte de suevangelio, abarca aspectos muy diversos y no se atiene a un orden lógico. Si eldomingo pasado se habló de amigos y enemigos, y del problema del escándalo, elevangelio de hoy se centra en el divorcio. El relato contiene dos escenas: enla primera, los fariseos preguntan a Jesús si se puede repudiar a la mujer yreciben su respuesta (2-9); en la segunda, una vez en la casa, los discípulosinsisten sobre el tema y reciben nueva respuesta (10-12).
Los fariseos y Jesús
Desde allí se encaminó alterritorio de Judea al otro lado del Jordán. De nuevo concurrió a él la gentey, según su costumbre, los enseñaba. 2Se acercaron unos fariseos y,para ponerlo a prueba, le preguntaron:
‒¿Puede un hombre repudiar a su mujer?
3 Les contestó:
‒¿Qué os mandó Moisés?
4 Respondieron:
‒Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.
5 Jesús les dijo:
‒Porque sois obstinados escribió Moisés semejante precepto. 6Pero alprincipio de la creación Dios los hizo hombre y mujer, 7y por esoabandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer, 8ylos dos se hacen una carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. 9Pueslo que Dios ha juntado que el hombre no lo separe.
La pregunta de los fariseos resulta desconcertante, porque el divorcioestaba permitido en Israel y ningún grupo religioso lo ponía en discusión. Desdeantiguo se admite, como en otros pueblos orientales, la posibilidad deldivorcio. Más aún, la tradición rabínica piensa que el divorcio es unprivilegio exclusivo de Israel. El Targum Palestinense (Qid. 1,58c, 16ss) poneen boca de Dios las siguientes palabras: «En Israel he dado yo separación, perono he dado separación en las naciones»; tan sólo en Israel «ha unido Dios sunombre al divorcio».
La ley del divorcio se encuentra enel Deuteronomio, capítulo 24,1ss donde se estipula lo siguiente: «Si uno secasa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algovergonzoso, le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa...»
Un detalle que llama la atención en esta ley es su tremendo machismo:sólo el varón puede repudiar y expulsar de la casa. Pero la ley es conocida yadmitida por todos los grupos religiosos. A la pregunta de los fariseos cualquierjudío piadoso habría respondido: sí, el hombre puede repudiar a su mujer.
Sin embargo, Jesús, además de ser un judío piadoso, se muestra muycercano a las mujeres, las acepta en su grupo, permite que le acompañen.¿Estará de acuerdo con que el hombre repudie a su mujer? Así se comprende elcomentario que añade Mc: le preguntaban «para ponerlo a prueba». Los fariseosquieren poner a Jesús entre la espada y la pared: entre la dignidad de la mujery la fidelidad a la ley de Moisés. En cualquier opción que haga, quedará mal:ante sus seguidoras, o ante el pueblo y las autoridades religiosas.
La reacción de Jesús es tan atrevida como inteligente. Porque éltambién va a poner a los fariseos entre la espada y la pared: entre Dios yMoisés. Empieza con una pregunta muy sencilla que se puede volver en contrasuya: “¿Qué os mandó Moisés?” Y luego contraataca, distinguiendo entre lo queescribió Moisés en determinado momento y lo que Dios proyectó al comienzo de lahistoria humana.
En el Génesis, Dios no crea a la mujer para torturar al varón (como enel mito griego de Pandora), sino como un complemento íntimo, hasta el punto deformar una sola carne. En el plan inicial de Dios, no cabe que el hombreabandone a su mujer; a quienes debe abandonar es a su padre y a su madre, paraformar una nueva familia.
Las palabras de Génesis 1,27 sugieren claramente la indisolubilidad:el varón y la mujer se convierten en un solo ser. Pero Jesús refuerza esa ideaañadiendo que esa unión la ha creado Dios; por consiguiente, «lo que Dios haunido, que no lo separe el hombre». Jesús rechaza de entrada cualquier motivode divorcio.
La aceptación posterior del repudio por parte de Moisés no constituyealgo ideal, sino que se debió a «vuestro carácter obstinado». Estainterpretación de Jesús supone una gran novedad, porque sitúa la ley de Moisésen su contexto histórico. La tendencia espontánea del judío era considerar todala Torá (el Pentateuco) como un bloque inmutable y sin fisuras. Algunos rabinoscondenaban como herejes a los que decían: «Toda la Ley de Moisés es de Dios,menos tal frase». Jesús, en cambio, distingue entre el proyecto inicial de Diosy las interpretaciones posteriores, que no tienen el mismo valor e inclusopueden ir en contra de ese proyecto.
Los discípulos yJesús
10Entrados en casa, le preguntaronde nuevo los discípulos acerca de aquello. 11El les dice:
‒Quien repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera.12Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, cometeadulterio.
Esta escena saca lasconclusiones prácticas de la anterior, tanto para el varón como para la mujerque se divorcian. Las palabras: Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, comete adulterio, cuentan con la posibilidad deque la mujer se divorcie, cosa que la ley judía solo contemplaba en el caso deque la profesión del marido hiciese insoportable la convivencia, como era elcaso de los curtidores, que debían usar unos líquidos pestilentes. En cambio,la legislación romana sí admitía que la mujer pudiera divorciarse. Por eso, algunos autores ven aquí un indicio de que el evangelio de Marcos fueescrito para la comunidad de Roma. Aunque en los cinco primeros siglos de lahistoria de Roma (VIII-III a.C.) no se conoció el divorcio, más tarde seintrodujo.
Reflexión final
Cada vez que se leeeste evangelio en la misa, donde los matrimonios que participan no estánpensando en divorciarse, y las religiosas no pueden hacerlo, cabe pensar quepodría haber sido sustituido por otro. Sin embargo, la realidad del divorcio seha difundido tanto en los últimos años, y afecta de manera tan directa a muchasfamilias cristianas, que es bueno recordar el ideal propuesto por el Génesis dela compenetración plena entre el varón y la mujer. Hay motivos para dar graciasa Dios los que siguen unidos y para pedir por los que se hallan en crisis y porlos que han emprendido una nueva vida.
September 26, 2024
De amigos y enemigos. Domingo 26. Ciclo B
 
"Quien os dé a beber un vaso de agua..."
Jesúsenseñaba a menudo a base de frases breves, que se pueden memorizar fácilmente;por ejemplo, “El Hijo del Hombre no ha venido a llamar a los justos sino a lospecadores”. Los evangelistas reunieron más tarde esas frases, agrupándolas porel contenido o por alguna palabra clave que se repetía. En el evangelio de hoypodemos distinguir las siguientes:
“Quien no está contra nosotros está a favor nuestro”.Juan le dijo:
Maestro, hemos visto a uno que expulsabademonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porqueno venía con nosotros.
Pero Jesús dijo:
No se lo impidáis, pues no hay nadie queobre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.
Juanse presenta muy ufano ante Jesús para contarle lo que han hecho con uno queechaba demonios en su nombre. Jesús, en vez de elogiar esa conducta, les hacecaer en la cuenta de que han actuado de forma poco lógica: quien hace unmilagro en nombre de Jesús no hablará mal de él. Luego añade una enseñanzageneral. Frente a la postura de ver enemigos por todas partes, enseña a veramigos: «Quien no está contra nosotros, está a nuestro favor.»
¿Por qué han actuado los discípulosde ese modo? Si relacionamos el evangelio con la primera lectura de hoy, elmotivo serían los celos. El libro de los Números cuenta que Josué, cuando seentera de que Eldad y Medad están profetizando en el campamento, lo interpretacomo un ataque a la dignidad de Moisés y le pide a este que se lo prohíba. Laescena recuerda bastante a la del evangelio, con el agravante de que Josué ledice a Moisés que se lo prohíba, mientras que los discípulos se atribuyen elpoder de prohibir, sin contar primero con Jesús. El fallo de los discípulosradicaría en ese celo injustificado y algo mezquino.
Sinembargo, conviene tener en cuenta otra posible interpretación. Dos vecesjustifican los discípulos su conducta aduciendo que ese individuo «no va connosotros». Según ellos, hay que excluir a todo el que no los acompañe.
Debemosrecordar que Jesús era un predicador itinerante, acompañado de los doce, de ungrupo de mujeres y de otros discípulos más. Este grupo, muy radical, habíarenunciado al domicilio estable, a la familia y a las posesiones. En elcontexto de esta vida tan dura, de tanta renuncia para seguir a Jesús, seentiende la insistencia de Juan y los discípulos en que ese «no va connosotros». No ha renunciado al domicilio estable, a la familia, a lasposesiones, pero se permite echar demonios en nombre de Jesús.
Elrelato pudo tener mucha importancia para la iglesia primitiva, ya que en ellase fueron imponiendo las comunidades urbanas, en las que no se renunciaba aldomicilio estable, ni a la familia y las posesiones. La tentación de loscristianos itinerantes, con su vida tan dura, era excluir a los otros, a losque «no van con nosotros». Este pasaje les enseña a comportarse con moderacióny a tolerar otras formas de vida. Lo esencial no es «ir con nosotros» sino«estar a favor nuestro».
“Quien os dé a beber un vaso de agua en atención a que sois del Mesías os aseguro que no perderá su paga”.Elepisodio anterior terminaba con la enseñanza: “Quién no está contra nosotrosestá a nuestro favor”. Esta frase da un paso adelante. Habla del que toma unapostura positiva ante los seguidores del Mesías, simbolizada en el gesto de darun vaso de agua.
Dos trampas (dos escándalos) en el caminoEngriego, el sentido básico de “escándalo” es el de «trampa», la tendida en elsuelo, que hace caer a una persona o a un animal. Si recordamos que la vidacristiana es un seguimiento de Jesús, un caminar detrás de él, se comprendenlos dos peligros de los que habla el evangelio:
a)Poner trampas a los pequeños
Y al que escandalice a uno de estospequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de estas piedras demolino que mueven los asnos y que le echen al mar.
Que alguien le ponga unatrampa a uno de los pequeños que creen, lo haga caer y se quede descolgado delgrupo que sigue a Jesús. Estas palabras resultan enigmáticas, porque no quedaclaro a quién se dirigen. ¿Quién puede escandalizar? ¿Un cristiano o unapersona ajena a la comunidad (escriba, fariseo, saduceo, pagano)? ¿Quiénes sonlos pequeños que creen: un grupo dentro de la comunidad o todos los cristianos?La historia de la iglesia y la vida corriente demuestran que todos los casosson posibles. El tropiezo puede ponerlo una persona no cristiana, con suscríticas y ataques a Jesús y su mensaje. Pero también cualquier actitudnuestra, cualquier palabra, que aparta a otros del seguimiento de Jesús, de laforma de vida que él propone, cae bajo su condena.
El gran peligro delescándalo no es sólo la pornografía, las películas violentas, la droga, sinotantas cosas que se aceptan con naturalidad dentro de la Iglesia (lujo,vanidad, ambición, prestigio), incluso a los más altos niveles.
Jesús deja muy clara lagravedad del pecado al hablar de la condena que merece: ser arrojado al mar conuna enorme piedra atada al cuello. Se refiere a la piedra superior del molinogrecorromano, que giraba tirada por un asno, un caballo o un esclavo. Tirar almar o al río era un castigo especialmente cruel, ya que el cadáver quedabainsepulto, algo terrible en la mentalidad judía y griega.
Estas palabras tan durasplantean un serio problema: ¿carece de perdón el escándalo? ¿No basta elarrepentimiento y la penitencia, ni siquiera de por vida? Negar la posibilidadde perdón iría en contra del evangelio. Pablo, que fue motivo de escándalo paratantos cristianos, no se tiró al mar con una piedra al cuello. Entregó su vidaa propagar la fe en Jesús.
b)Ponerme trampas a mí mismo
Y si tu mano derecha te escandaliza (te esocasión de pecado), córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, conlas dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga.
Y si tu pie te escandaliza (te es ocasiónde pecado), córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dospies, ser arrojado a la gehenna.
Y si tu ojo te escandaliza (te es ocasiónde pecado), sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Diosque, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y elfuego no se apaga.
Lasdiversas posibilidades las enumera Mc hablando de la mano, el pie y el ojo. Jesús ha dicho en otra ocasión que elpeligro viene del interior del hombre. Ahora, esas tendencias negativas seponen en marcha a través de lo que hacemos (la mano), del sitio al que nosdirigimos (pie), de lo que miramos (ojo). Sugerencias para hacer un examen deconciencia.
Paradejar clara la gravedad de lo que puede ocurrir, Jesús exhorta a cortar la manoo el pie, o sacarse el ojo. Estas palabras no hay que interpretarlas al pie dela letra, porque después de habernos cortado una mano y un pie, y habernossacado un ojo, surgirían nuevas tentaciones y necesitaríamos seguir con la otramano, el otro pie y el otro ojo. Y no entraríamos en la vida mancos, cojos ytuertos, sino ciegos y sin ningún miembro.
Enel caso anterior, el castigo era sumergir en el mar; aquí, ir a parar a lagehena, «al fuego inextinguible», «donde el gusano no muere y el fuego no seapaga». La gehena como lugar de castigo se basa en la tradición apocalípticajudía; el gusano y el fuego, en unas palabras del libro de Isaías. A lospintores y a los predicadores les han dado materia abundante de inspiración, amenudo desbocada.
Reflexiónfinal
En pocas palabras nos da Marcosabundante materia de reflexión y de examen sobre nuestra actitud ante los demásy ante nosotros mismos: ¿excluimos a quienes no van con nosotros, a quienesconsideramos que no viven un cristianismo tan exigente como el nuestro?¿Valoramos el gesto pequeño de dar un vaso de agua, o nos escudamos en lanecesidad de grandes gestos para terminar no haciendo nada? ¿Pongo obstáculos ala fe de la gente sencilla o de los menos importantes dentro de la iglesia? ¿Mevoy tendiendo trampas yo mismo que me impiden caminar junto a Jesús?
September 19, 2024
Unos discípulos torpes, miedosos y ambiciosos. Domingo 25. Ciclo B
 
La confesión de Pedro («Tú eres el Mesías»),que leímos el domingo pasado, marca el final de la primera parte del evangeliode Marcos. La segunda parte se estructura a partir de un triple anuncio deJesús de su muerte y resurrección; a los tres anuncios siguen tres relatos queponen de relieve la incomprensión de los discípulos. El domingo pasado leímosel primer anuncio y la reacción de Pedro, que rechaza la idea del sufrimiento yla muerte. Hoy leemos el segundo anuncio, seguido de la incomprensión de todos.
Segundo anuncio de la pasión yresurrección
Salieron de allí y atravesaron Galilea. Jesús no queríaque se supiera, porque estaba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El hijodel hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y, después demuerto, a los tres días resucitará». Pero ellos no entendían estas palabras yno se atrevían a preguntarle.
La actividad de Jesús entra en una nueva etapa: sigue recorriendo Galilea, pero no sededica a anunciar a la gente la buena nueva, se centra en la formación de losdiscípulos. Y la primera lección que les enseña no es materia nueva, sinorepetición de algo ya dicho; de forma más breve: ««El hijo del hombre va a serentregado en manos de los hombres; lo matarán y, después de muerto, a los tresdías resucitará». Encomparación con el primer anuncio, aquí no concreta quiénes serán losadversarios; en vez de sumos sacerdotes, escribas y senadores habla simplementede «los hombres». Tampoco menciona las injurias y sufrimientos. Todo se centraen el binomio muerte-resurrección. Para quienes estamos acostumbrados arelacionar la pasión y resurrección con la Semana Santa, es importante recordarque Jesús las tiene presentes durante toda su vida. Para Jesús cada día esViernes Santo y Domingo de Resurrección.
Segunda muestra deincomprensión
Al primer anuncio, Pedroreaccionó reprendiendo a Jesús, y se ganó una dura reprimenda. No es raro queahora todos callen, aunque siguen sin entender a Jesús: «ellos no entendían loque les decían y temían preguntarle» (Mc 9,32). Marcos es el evangelista quemás subraya la incomprensión de los discípulos, lo cual no deja de ser unconsuelo para cuando no entendemos las cosas que Jesús dice y hace, o losmisterios que la vida nos depara. Quien presume de entender a Jesús demuestraque no es muy listo.
La prueba más clara de que losdiscípulos no han entendido nada es que en el camino hacia Cafarnaúm se dedicana discutir sobre quién es el más importante. Mejor dicho, han entendido algo.Porque, cuando Jesús les pregunta de qué hablaban por el camino, se callan; lesda vergüenza reconocer que el tema de su conversación está en contra de lo queJesús acaba de decirles sobre su muerte y resurrección.
Una enseñanza breve y unaacción simbólica nada romántica
Llegaron a Cafarnaún y, una vez encasa, les preguntó: «¿Qué discutíais por el camino?». Pero ellos callaban,porque en el camino habían discutido sobre quién entre ellos sería el másgrande. Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: «El que quiera ser elprimero que sea el último y el servidor de todos». Tomó en sus brazos a unniño, lo puso en medio de ellos y les dijo: «El que acoge a uno de estospequeños en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no es a mí a quienacoge, sino al que me ha enviado a mí».
Para comprender la discusión delos discípulos y el carácter revolucionario de la postura de Jesús esinteresante recordar la práctica de Qumrán. En aquella comunidad se prescribelo siguiente: «Los sacerdotes marcharán los primeros conforme al ordende su llamada. Después de ellos seguirán los levitas y el pueblo enteromarchará en tercer lugar (...) Que todo israelita conozca su puesto deservicio en la comunidad de Dios, conforme al plan eterno. Que nadie baje dellugar que ocupa, ni tampoco se eleve sobre el puesto que le corresponde» (Reglade la Congregación II, 19-23).
Este carácter jerarquizado deQumrán se advierte en otro pasaje a propósito de las reuniones: «Estando yatodos en su sitio, que se sienten primero los sacerdotes; en segundolugar, los ancianos; en tercer lugar, el resto del pueblo. Cada unoen su sitio» (VI, 8-9).
La discusión sobre el másimportante supone, en el fondo, un desprecio al menos importante. Jesús va adar una nueva lección a sus discípulos, de forma solemne. No les habla, sinmás. Se sienta, llama a los doce, y les dice algo revolucionario en comparacióncon la doctrina de Qumrán: «El que quiera ser el primeroque sea el último y el servidor de todos».
A continuación, realiza un gestosimbólico, al estilo de los antiguos profetas: toma a un niño, y lo estrechaentre sus brazos. Alguno podría interpretar esto como un gesto romántico, perolas palabras que pronuncia Jesús van en una línea muy distinta: «El que acoge a uno de estos pequeños en mi nombre me acoge a mí; y elque me acoge a mí, no es a mí a quien acoge, sino al que me ha enviado a mí». Jesúsno anima a ser cariñosos con los niños, sino a recibirlos en su nombre, aacogerlos en la comunidad cristiana. Y esto es tan revolucionario como loanterior sobre la grandeza y servicio.
Elgrupo religioso más estimado en Israel, que curiosamente no aparece en losevangelios, era el de los esenios. Pero no admitían a los niños. Filón de Alejandría, en su Apología de los hebreos, dice que «entrelos esenios no hay niños, ni adolescentes, ni jóvenes, porque el carácter deesta edad es inconsistente e inclinado a las novedades a causa de su falta demadurez. Hay, por el contrario, hombres maduros, cercanos ya a la vejez, nodominados ya por los cambios del cuerpo ni arrastrados por las pasiones, másbien en plena posesión de la verdadera y única libertad».
El rabí Dosa ben Arkinos tampocomostraba gran estima de los niños: «El sueño de la mañana, el vino delmediodía, la charla con los niños y el demorarse en los lugares donde se reúneel vulgo sacan al hombre del mundo» (Abot, 3,14).
En cambio, Jesús dice que quienlos acoge en su nombre lo acoge a él, y, a través de él, al Padre. No se puededecir algo más grande de los niños. En ningún otro sitio del evangelio diceJesús que quien acoge a una persona importante lo acoge a él. Es posible queeste episodio, además de servir de ejemplo a los discípulos, intentasejustificar la presencia de los niños en las asambleas cristianas (aunque aveces se comporten de forma algo insoportable).
1ª Lectura: ¿Por qué algunosquieren matar a Jesús? (Sabiduría 2,12.17-20)
En el evangelio Jesús anuncia que«el Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres». ¿Por qué? No lodice. Este texto del libro de la Sabiduría ayuda a comprenderlo. Pone enboca de los malvados lo que les molesta de él y lo que piensan hacer con él.
(Dijeron los malos): Acechemos al justo, que nos resultaincómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nosreprende nuestra educación errada. Veamos la verdad de sus palabras y probemoscuál será su fin. Porque si el justo realmente es hijo de Dios, él lo protegeráy lo librará de las manos de sus adversarios. Probémoslo con ultrajes y tormentos,veamos su dulzura y pongamos a prueba su paciencia. Condenémoslo a una muerteinfame, pues, según dice, habrá quien vele por él».
2ª lectura: envidias, peleas,luchas y conflictos (Carta de Santiago 3,16-4,3)
Estalectura puede ponerse en relación con la segunda parte del evangelio. En estecaso no se trata de discutir quien es el mayor o el más importante, sino de laspeleas que surgen dentro de la comunidad cristiana, que el autor de la cartaatribuye al deseo de placer, la codicia y la ambición. Cuando no se consigue loque se desea, la insatisfacción lleva a toda clase de conflictos.
Hermanos: donde hay envidia y espíritu de contradicción,allí hay desorden y toda clase de obras malas. La sabiduría de arriba, por elcontrario, es ante todo pura, pacífica, condescendiente, conciliadora, llena demisericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía. El fruto de lajusticia se siembra en la paz para los que obran la paz. ¿De dónde vienen lasluchas y los litigios entre vosotros? ¿No provienen acaso de vuestras pasiones,que luchan en vuestros miembros? Ambicionáis y no tenéis, entonces matáis;envidiáis y no podéis alcanzar nada, entonces combatís y os hacéis la guerra.No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís para malgastarlo envuestros caprichos.
September 12, 2024
Encuesta, examen teórico, suspenso, y ejercicio práctico. Domingo 24. Ciclo B.
 
Cesarea de Felipe y monte Hermón
La encuesta
Cesarea deFelipe, junto a las fuentes del Jordán, es uno de los lugares más hermosos deIsrael. El peregrino actual, que parte generalmente de Nazaret, tarda poco másde una hora en un cómodo autobús con aire acondicionado. Jesús y los discípulostuvieron que hacer el camino a pie, salvando un desnivel de unos 800 ms: desdelos 200 bajo el nivel del mar (Lago de Galilea) hasta los 500-600 sobre él (piedel monte Hermón). No es un paseo cualquiera. Hay tiempo para callar y tiempopara hablar. En esos momentos de comunicación, Jesús pregunta a los discípulos:«¿Quién dice lagente que soy yo?».
Hasta estemomento, el evangelio de Mc ha ido planteando el enigma de quién es Jesús. Unpersonaje desconcertante, que enseña con autoridad y tiene poder sobre losespíritus inmundos (1,27), perdona pecados como si fuera Dios (2,7), escandalizacomiendo con publicanos y pecadores (2,16) y se considera con derecho acontravenir el sábado (2,27; 3,4). Los fariseos y los herodianos deciden muypronto que debe morir (3,6), sus familiares piensan que está mal de la cabeza(3,21), los escribas que está endemoniado (3,22), y los de Nazaret no creen enél, lo siguen considerando el carpintero del pueblo (6,1-6). Mientras, losdiscípulos se preguntan desconcertados: «¿Quién es este que hasta el viento y el lago le obedecen?» (4,41). Ahora, cuando llegamos al centro delevangelio de Mc, Jesús aborda la cuestión capital: ¿quién es él?
En aquel tiempo salió Jesús con sus discípulos hacialas aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice lagente que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos que Juan el Bautista, otros queElías y otros que uno de los profetas».
Para la gente, Jesús no es unpersonaje real, sino un muerto que ha vuelto a la vida, se trate de JuanBautista, Elías, o de otro profeta. De estas opiniones, la más «teológica» ycon mayor fundamento sería la de Elías, ya que se esperaba su vuelta, deacuerdo con Malaquías 3,23: «Yoos enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande yterrible; reconciliará a padres con hijos, a hijos con padres, y así no vendréyo a exterminar la tierra». Encualquier caso, resulta interesante que el pueblo vea a Jesús en la línea delos antiguos profetas. En ello pueden influir muchos aspectos: su poder (comoen los casos de Moisés, Elías y Eliseo), su actuación pública, muy crítica conla institución oficial, su lenguaje claro y directo, su lugar de actuación, nolimitado al estrecho espacio del culto.
Si la pregunta la hubiera formuladoJesús en nuestros días, la encuesta habría resultado más variada ydesconcertante que entonces: Hijo de Dios, profeta, marido de la Magdalena,precursor de la dinastía merovingia…
Examen teórico
  
    
  
Él les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?».
Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías».
Jesús quiere saber si sus discípuloscomparten esta mentalidad o tienen una idea distinta. Es una pena que Pedro se lanceinmediatamente a dar la respuesta; habría sido interesantísimo conocer lasopiniones de los demás. Según Mc, la respuesta de Pedro se limita a laspalabras «Tú eres el Mesías».
¿Qué significaba este título? En elAntiguo Testamento se refiere generalmente al rey de Israel; un personaje quese concebía elegido por Dios, adoptado por él como hijo, pero normal ycorriente, capaz de los mayores crímenes. Sin embargo, la monarquía desaparecióen el siglo VI a.C., y los grupos que esperaban la restauración de la dinastíade David fueron atribuyendo al mesías esperado cualidades cada vez másmaravillosas.
Los Salmos de Salomón, oraciones deorigen fariseo compuestas en el siglo I a.C., describen detenidamente el papeldel Mesías: librará a Judá del yugo de los romanos, eliminará a los judíoscorruptos que los apoyan, purificará Jerusalén de toda práctica idolátrica,gobernará con justicia y rectitud, y su dominio se extenderá incluso a todaslas naciones. Es un rey ideal, y por eso el autor del Salmo 17 terminadiciendo: «Felices los que nazcan en aquellos días».
Si imaginamos al grupo de Jesús, quevive de limosna, peregrina de un sitio para otro sin un lugar donde reclinar lacabeza, en continuo conflicto con las autoridades religiosas, decir que Jesúses el Mesías implica mucha fe en el personaje o una auténtica locura.
Lo que piensa Jesús de sí mismo
Y Jesús les ordenó que no se lo dijeran a nadie.Desde entonces comenzó a declararles que el hijo del hombre tenía que padecermucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los maestros dela ley, morir y resucitar al tercer día. Esto lo decía con toda claridad.
En contra de lo que cabría esperar, Jesúsprohíbe terminantemente decir eso a nadie. Y en vez de referirse a sí mismo conel título de Mesías usa uno distinto: «Hijo del Hombre»,que parece inspirado en Ezequiel (a quien Dios siempre llama «Hijo de Adán») yen Daniel. Lo importante no es el origen del título, sino cómo lo interpretaJesús: el destino del Hijo del Hombre es padecer mucho, ser rechazadopor las autoridades políticas, religiosas e intelectuales, morir y resucitar.En una concepción popular del Mesías, como la que podían tener Pedro y losotros, esto es inaudito. Sin embargo, la idea de un personaje que salva a supueblo y triunfa a través del sufrimiento y la muerte no es desconocida alpueblo de Israel. Un profeta anónimo la encarnó en el personaje del Siervo deYahvé (Isaías 53).
Suspenso de Pedro
Pedro se lo llevó aparte y se puso a reprenderle.Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, riñó a Pedro diciéndole:«¡Apártate de mí, Satanás!, porque tus sentimientos no son los de Dios, sinolos de los hombres».
Igual que el poema del libro deIsaías, Jesús termina hablando de resurrección. Pero Pedro se queda en elsufrimiento. Se lleva a Jesús aparte y lo increpa, sin que Mc concrete laspalabras que dijo.
Jesús reacciona con enorme dureza.Pedro lo ha tomado aparte, pero él se vuelve hacia los discípulos porque quiereque todos se enteren de lo que va a decirle: «¡Retírate, Satanás! ¡Piensas almodo humano, no según Dios!» La mención de Satanás recuerda lo ocurrido despuésdel bautismo, cuando Satanás somete a Jesús a las tentaciones. El puesto deldemonio lo ocupa ahora Pedro, el discípulo que más quiere a Jesús, el que másconfía en él, el más entusiasmado con su persona y su mensaje. Jesús, que no havisto un peligro en las tentaciones de Satanás, si ve aquí un grave peligropara él. Por eso, su reacción no es serena, sino llena de violencia.
Ejercicio práctico
  
    
  
Llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: . Porque el que quiera salvar su vida la perderá, peroel que pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará.
De repente, el auditorio se amplía,y a los discípulos se añade la multitud. Las palabras que Jesús deberíandesconcertarnos y provocar un rechazo. ¿Se imagina alguien a un políticodiciendo: «El que quiera votarme, que esté dispuesto a perder las elecciones eir a la cárcel»? Pero el punto de vista de Jesús noes el de los políticos. No pretende ganar las elecciones en este mundo, sino enel futuro. Para Jesús, el mundo futuro es como un hotel de cinco estrellas; elmundo presente, una chabola asquerosa situada en el entorno más degradadoimaginable. Todos podemos salir de la chabola y alojarnos en el hotel. Pero elcamino es duro, empinado, difícil. Jesús se ofrece a ir delante, y deja ennuestras manos la decisión: el que se aferre a la chabola, en ella morirá; elque la abandone y lo siga, tendrá un durísimo camino, pero disfrutará delhotel.
Y tú, ¿quién dices que es Jesús?
El evangelio dehoy no puede leerse como simple recuerdo de algo el pasado. La pregunta deJesús se sigue dirigiendo a cada uno de nosotros, y debemos pensardetenidamente la respuesta. No basta recurrir al catecismo («Segunda persona de la Santísima Trinidad») ni al Credo («Diosde Dios, luz de luz…»).Tiene que ser una respuesta personal, sentida. En la línea del evangelio deJuan: «El camino, la verdad y la vida». Pero, sea cual sea la respuesta, es más importante aún ladecisión de seguir a Jesús con todas las consecuencias.
La aceptación del sufrimiento y la certeza del triunfo(1ª lectura: Isaías 50,5-10)
“El Señor Dios me ha abierto el oído y yo no heresistido, no me he echado atrás. He ofrecido mi espalda a los que megolpeaban, mis mejillas a quienes me mesaban la barba; no he hurtado mi rostroa la afrenta y a los salivazos. El Señor Dios viene en mi ayuda; por esosoporto la ignominia, por eso he hecho mi rostro como pedernal y sé que noquedaré defraudado. Próximo está el que me hace justicia, ¿quién puede litigarconmigo? ¡Comparezcamos juntos! ¿Quién es mi demandante? ¡Preséntese ante mí!Si el Señor Dios me ayuda, ¿quién puede condenarme? Todos se gastarán como unvestido, la polilla los consumirá.
Jesús ha dicho enel evangelio que «el Hijo del hombre tiene que padecery ser despreciado». Este breve poema anticipa esasofensas: golpes, burlas, insultos, salivazos, antes de un juicio que se suponeinjusto. En este breve poema destacan dos detalles: la acción de Dios y lareacción del Siervo.
La acción de Diosconsiste en revelar a su servidor lo mucho que va a sufrir («me ha abierto el oído»),pero asegurándole que se mantendrá junto a él: «Mi Señor me ayudaba», «Tengo cerca a mi abogado», «El Señor me ayuda».Esto supone una gran novedad, porque en la teología habitual del AntiguoOriente (y entre muchas personas de hoy día), el sufrimiento se interpreta comoun castigo de Dios. En cambio, el Siervo está convencido de que no es así: elsufrimiento puede entrar en el plan de Dios, como un paso previo al triunfo, yen ningún momento deja Él de estar presente y ayudarle.
Por eso, lareacción del Siervo es de entrega total: no se rebela, no se echa atrás, ofrecela espalda y la mejilla a los golpes, no oculta el rostro a bofetadas ysalivazos.
Si Pedro hubieraconocido y comprendido este texto de Isaías, no se habría indignado con laspalabras de Jesús, que representan el punto de vista de Dios, mientras que élse deja llevar por sentimientos puramente humanos. Pero debemos reconocer quenuestro modo de pensar se parece mucho más al de Pedro que al de Jesús.
Una polémica muy antigua: la fe y las obras (2ª lectura:Santiago 2,14-18)
«Genio y figura, hasta la sepultura». Eso le pasó a san Pablo. Radical antes de convertirse, lo siguiósiendo en algunas cuestiones después de la conversión. Y su forma de expresarsese prestaba a ser mal interpretado. En su lucha con los cristianos judaizantes,partidarios de observar estrictamente la ley de Moisés, como si fuera ellaquien nos salva, defiende que la salvación viene por la fe en Cristo. Él noexcluye que el cristiano deba comportarse dignamente, todo lo contrario. Peroinsiste tanto en la fe y en la libertad del cristiano que sus adversarios leacusaban de negar la necesidad de las buenas obras.
En esta polémicase inserta el texto de la carta de Santiago, atacando la postura del quepresume de tener fe, pero no hace nada bueno. El ejemplo que utiliza, larespuesta egoísta del que presume de tener fe a un hermano que pasa hambre, esesclarecedor y sigue inquietándonos actualmente.
Hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fesi no tiene obras? Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta elalimento cotidiano, y uno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos yalimentaos», sin darles lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve esto? Lomismo es la fe: si no tiene obras, está muerta en sí misma. Por el contrario,alguien dirá: «Tú tienes la fe, y yo las obras. Muéstrame, si puedes, tu fe sinobras, y yo con mis obras te mostraré la fe».
Si el autor de la carta y Pablo sehubieran reunido a charlar, habrían estado plenamente de acuerdo. Pablo podríahaberle leído un fragmento de su carta a los Gálatas, en la que viene a decirlo mismo: «Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad, pero novayáis a tomar la libertad como estímulo del instinto; antes bien, servíosmutuamente por amor»(Gal 5,13). Nos salva Jesús y la fe en él, pero esa fe debe impulsarnos a unavida que no se deja arrastrar por los bajos instintos (fornicación, indecencia,desenfreno, reyertas, envidias, borracheras, comilonas, etc.), sino que está guiadapor los frutos del Espíritu de Dios (amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad,bondad, fidelidad…,) (Gal 5,19-25).
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