El problema del divorcio. Domingo 27 Ciclo B



La formación de los discípulos, a la que Marcos dedica la segunda parte de suevangelio, abarca aspectos muy diversos y no se atiene a un orden lógico. Si eldomingo pasado se habló de amigos y enemigos, y del problema del escándalo, elevangelio de hoy se centra en el divorcio. El relato contiene dos escenas: enla primera, los fariseos preguntan a Jesús si se puede repudiar a la mujer yreciben su respuesta (2-9); en la segunda, una vez en la casa, los discípulosinsisten sobre el tema y reciben nueva respuesta (10-12).

 

Los fariseos y Jesús

 

Desde allí se encaminó alterritorio de Judea al otro lado del Jordán. De nuevo concurrió a él la gentey, según su costumbre, los enseñaba. 2Se acercaron unos fariseos y,para ponerlo a prueba, le preguntaron:

            ‒¿Puede un hombre repudiar a su mujer?

                3 Les contestó:

            ‒¿Qué os mandó Moisés?

                4 Respondieron:

            ‒Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.

                5 Jesús les dijo:

            ‒Porque sois obstinados escribió Moisés semejante precepto. 6Pero alprincipio de la creación Dios los hizo hombre y mujer, 7y por esoabandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer, 8ylos dos se hacen una carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. 9Pueslo que Dios ha juntado que el hombre no lo separe.

La pregunta de los fariseos resulta desconcertante, porque el divorcioestaba permitido en Israel y ningún grupo religioso lo ponía en discusión. Desdeantiguo se admite, como en otros pueblos orientales, la posibilidad deldivorcio. Más aún, la tradición rabínica piensa que el divorcio es unprivilegio exclusivo de Israel. El Targum Palestinense (Qid. 1,58c, 16ss) poneen boca de Dios las siguientes palabras: «En Israel he dado yo separación, perono he dado separación en las naciones»; tan sólo en Israel «ha unido Dios sunombre al divorcio».

            La ley del divorcio se encuentra enel Deuteronomio, capítulo 24,1ss donde se estipula lo siguiente: «Si uno secasa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algovergonzoso, le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa...»

Un detalle que llama la atención en esta ley es su tremendo machismo:sólo el varón puede repudiar y expulsar de la casa. Pero la ley es conocida yadmitida por todos los grupos religiosos. A la pregunta de los fariseos cualquierjudío piadoso habría respondido: sí, el hombre puede repudiar a su mujer.

Sin embargo, Jesús, además de ser un judío piadoso, se muestra muycercano a las mujeres, las acepta en su grupo, permite que le acompañen.¿Estará de acuerdo con que el hombre repudie a su mujer? Así se comprende elcomentario que añade Mc: le preguntaban «para ponerlo a prueba». Los fariseosquieren poner a Jesús entre la espada y la pared: entre la dignidad de la mujery la fidelidad a la ley de Moisés. En cualquier opción que haga, quedará mal:ante sus seguidoras, o ante el pueblo y las autoridades religiosas.

La reacción de Jesús es tan atrevida como inteligente. Porque éltambién va a poner a los fariseos entre la espada y la pared: entre Dios yMoisés. Empieza con una pregunta muy sencilla que se puede volver en contrasuya: “¿Qué os mandó Moisés?” Y luego contraataca, distinguiendo entre lo queescribió Moisés en determinado momento y lo que Dios proyectó al comienzo de lahistoria humana.

En el Génesis, Dios no crea a la mujer para torturar al varón (como enel mito griego de Pandora), sino como un complemento íntimo, hasta el punto deformar una sola carne. En el plan inicial de Dios, no cabe que el hombreabandone a su mujer; a quienes debe abandonar es a su padre y a su madre, paraformar una nueva familia.

Las palabras de Génesis 1,27 sugieren claramente la indisolubilidad:el varón y la mujer se convierten en un solo ser. Pero Jesús refuerza esa ideaañadiendo que esa unión la ha creado Dios; por consiguiente, «lo que Dios haunido, que no lo separe el hombre». Jesús rechaza de entrada cualquier motivode divorcio.

La aceptación posterior del repudio por parte de Moisés no constituyealgo ideal, sino que se debió a «vuestro carácter obstinado». Estainterpretación de Jesús supone una gran novedad, porque sitúa la ley de Moisésen su contexto histórico. La tendencia espontánea del judío era considerar todala Torá (el Pentateuco) como un bloque inmutable y sin fisuras. Algunos rabinoscondenaban como herejes a los que decían: «Toda la Ley de Moisés es de Dios,menos tal frase». Jesús, en cambio, distingue entre el proyecto inicial de Diosy las interpretaciones posteriores, que no tienen el mismo valor e inclusopueden ir en contra de ese proyecto.

Los discípulos yJesús

 10Entrados en casa, le preguntaronde nuevo los discípulos acerca de aquello. 11El les dice:

            ‒Quien repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera.12Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, cometeadulterio. 

            Esta escena saca lasconclusiones prácticas de la anterior, tanto para el varón como para la mujerque se divorcian. Las palabras: Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, comete adulterio, cuentan con la posibilidad deque la mujer se divorcie, cosa que la ley judía solo contemplaba en el caso deque la profesión del marido hiciese insoportable la convivencia, como era elcaso de los curtidores, que debían usar unos líquidos pestilentes. En cambio,la legislación romana sí admitía que la mujer pudiera divorciarse. Por eso, algunos autores ven aquí un indicio de que el evangelio de Marcos fueescrito para la comunidad de Roma. Aunque en los cinco primeros siglos de lahistoria de Roma (VIII-III a.C.) no se conoció el divorcio, más tarde seintrodujo.

Reflexión final

            Cada vez que se leeeste evangelio en la misa, donde los matrimonios que participan no estánpensando en divorciarse, y las religiosas no pueden hacerlo, cabe pensar quepodría haber sido sustituido por otro. Sin embargo, la realidad del divorcio seha difundido tanto en los últimos años, y afecta de manera tan directa a muchasfamilias cristianas, que es bueno recordar el ideal propuesto por el Génesis dela compenetración plena entre el varón y la mujer. Hay motivos para dar graciasa Dios los que siguen unidos y para pedir por los que se hallan en crisis y porlos que han emprendido una nueva vida.

 

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Published on October 03, 2024 00:39
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José Luis Sicre
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