José Luis Sicre's Blog, page 4
March 20, 2025
Tres maneras de morir y una sola de salvarse. Domingo 3º de Cuaresma. Ciclo C.
 
  La higuera estéril
El evangelio de hoy es exclusivo de Lucas, sin correspondencias en Mateo yMarcos. Y las tres breves partes en que podemos dividirlo se centran en elmismo tema, muy apropiado a la Cuaresma: la conversión.
Lectura del evangelio según Lucas 13, 1-9
Enaquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuyasangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió:
-¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque hanpadecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pareceréis lomismo. Y aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató,¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digoque no; y, si no os convertís, todos pereceareis de la misma manera.
Yles dijo esta parábola:
-Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y nolo encontró. Dijo entonces al viñador: « Ya ves: tres años llevo viniendoa buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicarel terreno? » . Pero el viñador respondió: « Señor, déjala todavía este año;yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Sino, la puedes cortar » .
Tres maneras de morir
1) Asesinado por Pilato; 2) Aplastado por una torre; 3)Negándonos a convertirnos.
Para quienes han venido a contarle el caso, todo se juegaentre unos galileos muertos, Pilato y Jesús. Ellos se limitan a informar, comola prensa; el caso no les afecta personalmente. Y aquí es donde Jesús va acazarlos en su propia trampa. Con una ironía muy sutil da por supuesto que susinformadores no le piden una declaración de tipo político (Pilato es unasesino, ¡muerte a los romanos!) sino de tipo religioso (esos galileos hanmuerto por ser pecadores). De hecho, la mayoría de los judíos de la época (ymuchos cristianos actuales), consideran que una desgracia es consecuencia de unpecado.
Pero Jesús toma un rumbo distinto. Los importantes no sonlos galileos muertos, Pilato y Jesús. Los importantes son ellos, los quepreguntan, que no pueden considerarse al margen de los acontecimientos. Sipiensan que esos galileos eran más pecadores que ellos, se equivocan. Tambiénse equivocaron quienes pensaron que los dieciocho aplastados por el derrumbe dela torre de Siloé eran más pecadores que los demás.
La muerte no solo la provocan políticos injustos ycriminales (Pilato) o desgracias naturales evitables (la torre). Hay otraamenaza mucho más grave: la que tramamos contra nosotros mismos cuando nosnegamos a convertirnos.
Dios pide higos a la higuera, no pide peras al olmo
La historia de losgalileos y de la torre la ha utilizado Jesús para avisar seriamente, y por dosveces: «Si no os convertís, todos pereceréis». Pero esta exhortación no debe interpretarse de forma equivocada. Dios nova a caer sobre nosotros como una torre ni va a mandar a sus ángeles conespadas desenvainadas. Mediante un breve parábola Lucas cuenta cómo nos va atratar: como un agricultor sensato, realista y paciente.
Sensato, porque solo nos pide lo que podemos dar naturalmente, sin especial esfuerzo.De la higuera solo espera que dé higos, no plátanos ni melones. Lo que esperade nosotros es algo que cada uno debe pensar teniendo en cuenta suscircunstancias familiares y laborales, pero nunca esperará nada que excedanuestra capacidad.
Realista, porque no se deja engañar. La higuera lleva tres años sin dar fruto. Conél no valen las excusas del mal estudiante que asegura haber trabajado muchocuando no ha dado golpe en todo el curso. A nosotros podemos engañarnosdiciendo que damos fruto; a Dios, no.
Paciente, porque ha esperado ya tres años, y todavía está dispuesto a conceder unomás. Según el Levítico, cuando se planta un árbol frutal, los tres primerosaños no se pueden cortar sus frutos; el cuarto año, se consagran al Señor; alquinto se pueden comer (Lv 19,23-25). El propietario lleva tres años viniendo abuscar fruta en ella, lo cual significa que ha sido improductiva durante siete.Su decisión de cortarla es comprensible, ya que la higuera absorbe muchoalimento y quita las sustancias nutritivas a las cepas que la rodean.
Pero la parábola no habla solo del dueño de la viña. Elgran protagonista es el viñador, el que intercede por la higuera y secompromete a cavarla y echarle estiércol. Ya que la higuera nos representa acada uno de nosotros, el viñador tiene que ser Jesús. Se espera que la higueraproduzca fruto no solo por ella misma sino también gracias a su acción.
En definitiva, la parabolita final matiza bastante ladureza de la primera parte del evangelio. Pero matizar no significa anular. Sinos empeñamos en no dar fruto, si no mejora nuestra relación con Dios y con elprójimo, por más que Jesús cave y trabaje, la higuera será cortada.
Nosotros no somos distintos ni mejores (1 Cor10,1-6.10-12)
En el evangelio, Jesús advierte a lospresentes que no deben considerarse mejores que los asesinados por Pilato omuertos por el derrumbe de la torre. La segunda lectura nos recuerdan quenosotros no somos mejores que el pueblo de Israel. A pesar de tantos beneficiosdivinos (paso del Mar, maná, agua que brota de la roca), muchos israelitas noagradaron a Dios y terminaron pereciendo en el desierto. Esto debe servirnos deejemplo y escarmiento. Nos puede ocurrir lo mismo si nos comportamos igual queellos. Dicho con las palabras del evangelio. «Si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».
  
Noquiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo lanube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nubey el mar; y todos comieron el mismo alimento, espiritual; y todos bebieron lamisma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y laroca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerposquedaron tendidos en el desierto.
Estascosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lohicieron aquéllos. No protestéis, como protestaron algunos de ellos, yperecieron a manos del Exterminador.
Todoesto les sucedía como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, aquienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que secrea seguro, cuídese de no caer.
Historia de la salvación (II): vocación de Moisés (Ex3,1-8.13-15)
La primera lectura de los domingos de Cuaresma se dedicaa recordar grandes personajes o momentos de la Historia de la Salvación, parasugerir que la Pascua es el culmen de dicha historia. Tras recordar a Abrahánel domingo pasado, hoy se cuenta la vocación de Moisés.
La lectura del Éxodo nos habla de la preocupación de Diospor su pueblo esclavizado en Egipto. La vocación de Moisés será el primer actode su liberación. Por eso, el estribillo del Salmo repite: «El Señor es compasivo y misericordioso». Pero igual de importante, o más, es la revelación del nombre de Yahvé.Los judíos, para evitar el uso indebido del nombre de Dios, nunca usan Yahvé,sino «el Señor» (adonay), «el nombre» (ha-shem), «los cielos» uotro circunloquio. El Concilio Vaticano II pidió evitar la formahebrea para no herir la sensibilidad de los judíos. Por eso, siempre queaparece, las traducciones españolas usan «el Señor», igual que hicieron los judíos de lenguagriega al traducir la Septuaginta. Esta decisión, válida para la liturgia,significa un empobrecimiento horrible a la hora de entender muchos textos delAntiguo Testamento.
Enaquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote deMadián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, elmonte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre laszarzas. Moisés se fijó, la zarza ardía sin consumirse.
Moisésse dijo: « Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a vercómo es que no se quema la zarza » . Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lollamó desde la zarza:
-Moisés, Moisés.
Respondióél:
-Aquí estoy.
DijoDios:
-No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas esterreno sagrado.
Yañadió:
-Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios deJacob.
Moisésse tapó la cara, porque temía ver a Dios.
ElSeñor le dijo:
-He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra losopresores; conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlos de los egipcios, asacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierraque mana leche y miel.
Moisésreplicó a Dios:
-Mira, yo iré a los hijos de Israel y les diré: « El Dios de vuestros padres me haenviado a vosotros » . Si ellos me preguntan: « ¿Cuál es su nombre? » , qué les respondo?
Diosdijo a Moisés:
-Yo soy el que soy. Esto dirás a los hijos de Israel: « Yo-soy me envía a vosotros » .
Diosañadió:
-Esto dirás a los hijos de Israel: El Señor, Dios de vuestros padres, Dios deAbrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombrepara siempre: así me llamaréis de generación en generación » .
March 13, 2025
La anticipación del triunfo de Jesús y de nuestro triunfo. 2º domingo de Cuaresma. Ciclo C
El domingo 1º deCuaresma se dedica siempre a las tentaciones de Jesús, y el 2º a latransfiguración. El motivo es fácil de entender: la Cuaresma es etapa depreparación a la Pascua; no sólo a la Semana Santa, entendida como recuerdo dela muerte de Jesús, sino también a su resurrección. Este episodio, que anticipasu triunfo final nos ayuda a enfocar adecuadamente estas semanas.
Elcontexto: la promesa
Jesús ha anunciadoque debe padecer mucho, ser rechazado, morir y resucitar. Y ha avisado quequienes quieran seguirle deberán negarse a sí mismos y cargar con la cruz. Perotendrán su recompensa cuando él vuelva triunfante. Y añade: «Os aseguro que algunosde los aquí presentes no morirán antes de ver el reinado de Dios». ¿Se cumpliráesa extraña promesa?
Elcumplimiento: la transfiguración
Ocho días después de estas palabras , Jesús tomó a Pedro, a Juan y aSantiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, elaspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, doshombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, aparecieron con gloria,hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían del sueño; y, espabilándose,vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos sealejaban, dijo Pedro a Jesús: « Maestro, que bien se está aquí.Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías » . No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió.Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: « Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle » .
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaronsilencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
El relato podemos dividirlo en dos partes: lasubida a la montaña y la visión. Desde un punto de vista literario es unateofanía, una manifestación de Dios, y los evangelistas utilizan los mismoselementos que empleaban los autores del Antiguo Testamento para describirlas.Por eso conviene recordar algunos datos de la famosa teofanía del Sinaí, cuandoDios se revela a Moisés.
Lateofanía del Sinaí
Dios no se manifiesta en un espacio cualquiera,sino en un sitio especial, la montaña, a la que no tiene acceso todo el pueblo,sino sólo Moisés, al que a veces acompaña su hermano Aarón (Ex 19,24), o Aarón,Nadab y Abihú junto con los setenta dirigentes de Israel (Ex 24,1). La presenciade Dios se expresa mediante la imagen de una nube espesa, desde la que habla(Ex 19,9). Es también frecuente que se mencione en este contexto el fuego, elhumo y el temblor de la montaña, como símbolo de la gloria y el poder de Diosque se acerca a la tierra. Estos elementos demuestran que los evangelistas nopretenden ofrecer un informe objetivo, “histórico”, de lo ocurrido, sino crearun clima semejante al de las teofanías del Antiguo Testamento.
Lasubida a la montaña
Jesús sólo elige a tres discípulos, Pedro,Santiago y Juan. Va a ocurrir algo tan grande que no puede ser presenciado portodos.
Lucas introduce aquí un cambio pequeño, peroimportante. Marcos y Mateo dicen que subieron “a una montaña alta y apartada”;Lucas, que “subieron a la montaña para rezar”. La altura yaislamiento del monte no le interesa, lo importante es que Jesús reza en todaslas ocasiones trascendentales de su vida.
Lavisión
En ella hay cuatro elementos que la hacenavanzar hasta su plenitud.
1. La transformación del rostro de Jesús. Lucasdestaca que el cambio se produce mientras Jesús oraba, y se centra en el cambiode su rostro más que en el de sus vestidos: “Y, mientrasoraba, el aspecto de su rostrocambió, sus vestidos brillaban de blancos.” Es un anticipo delas apariciones de Cristo resucitado, cuando su rostro es difícil deidentificar para María Magdalena, los dos de Emaús y los discípulos en el lago.
2. La aparición de Moisés y Elías. Moisés es elgran mediador entre Dios y su pueblo, el profeta con el que Dios hablaba cara acara. Según la tradición bíblica, sin Moisés no habrían existido elpueblo de Israel ni su religión. Elías esel profeta que salva a esa religión hacia el siglo IX a.C., cuando está a puntode sucumbir por el influjo de la religión cananea. Sin Elías habría caído portierra toda la obra de Moisés. Por eso los judíos concedían especialimportancia a estos dos personajes. El hecho de que se aparezcan ahora a losdiscípulos (no a Jesús) es una manera de garantizarles la importancia delpersonaje al que están siguiendo. No es un hereje ni un loco, no estádestruyendo la labor religiosa de siglos, se encuentra en la línea de losantiguos profetas, llevando su obra a plenitud.
En este contexto, las palabras de Pedroproponiendo hacer tres chozas suenan a simple despropósito. Pero son consecuenciade lo que ha dicho antes: «qué bien se está aquí». Es mejor quedarse en lo altodel monte que cargar con la cruz y seguir a Jesús hasta la muerte.
3. Como en el Sinaí, el monte queda cubiertopor una nube.
4. Las palabras de Dios reproducen exactamentelas que se escucharon en el momento del bautismo, cuando Dios presentaba aJesús como su siervo. Pero aquí se añade un imperativo: "¡Escuchadle!"La orden se relaciona directamente con las anteriores palabras de Jesús, sobresu propio destino y sobre el seguimiento y la cruz de sus discípulos.
Resumen
La transfiguración supone para losdiscípulos una enseñanza creciente: 1) al ver transformados su rostro y susvestidos tienen la experiencia de que su destino final no es el fracaso, sinola gloria; 2) la aparición de Moisés y Elías confirma que Jesús es el culmen dela historia religiosa de Israel y de la revelación de Dios; 3) la voz delcielo les enseña que seguir a Jesús no es una locura, sino lo más conforme alplan de Dios.
Laanticipación de nuestro triunfo (Filipenses 3,17-4,1)
Frentea esta postura, los filipenses, seguidores de Pablo, no aspiran a cosasterrenas sino que aguardan a un salvador, Jesús, que transformará nuestrocuerpo humilde a semejanza del suyo glorioso. Esta promesa de la transformaciónde nuestro cuerpo es la que ha movido a elegir esta lectura, en paralelo con ladel evangelio: la transfiguración de Jesús no solo anticipa su gloria sinotambién la nuestra.
Seguid mi ejemplo, hermanos, yfijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como osdecía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos queandan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero la perdición; su Dios, elvientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros, por el contrario, somosciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Eltransformará nuestro cuerpo humilde, según el modelos de su cuerpo glorioso,con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míosqueridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor,queridos.
Lateofanía a Abrahán (Gn 15, 5-12. 17-18)
El texto ha sido elegido por su importancia enla historia de la salvación, que se recuerda en las primeras lecturas de losdomingos de Cuaresma, pero no tiene relación estricta con el evangelio.
1)
En aquellos días, Dios sacó afuera aAbrahán y le dijo:
- Mira al cielo; cuenta lasestrellas, si puedes.
Y añadió:
- Así será tu descendencia .
Abraháncreyó al Señor, y se le contó en su haber.
2)
ElSeñor le dijo:
-Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos para darte en posesión esta tierra .
Elreplicó:
-Señor Dios, cómo sabré yo que voy a poseerla.
Respondióel Señor:
-Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tresaños, una tórtola y un pichón.
Abrahánlos trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, perono descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrahán losespantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán, yun terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso, y vino la oscuridad;una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembrosdescuartizados.
3)
Aqueldía el Señor hizo alianza con Abrahán en estos términos: A tus descendientes les daré estatierra , desde el río de Egipto al Gran Río Éufrates.
March 6, 2025
Las tentaciones de Jesús. Primer Domingo de Cuaresma. Ciclo C
 
Las tentaciones empalman directamente con el episodio delbautismo y explican cómo entiende Jesús lo que dijo en ese momento la voz delcielo: “Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto”. ¿Significa esto que la vida deJesús vaya a ser cómoda y maravillosa como la de un príncipe?
1ª tentación: utilizar el poder en beneficio propio
En aquel tiempo, Jesús, lleno del EspírituSanto, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta díaspor el desierto, mientras era tentado por el diablo. En aquello días estuvo sincomer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta enpan.
Jesús le contestó:
—Está escrito:"No sólo de pan vive el hombre".
Partiendo del hecho normal del hambre después decuarenta días de ayuno, la primera tentación es la de utilizar el poder enbeneficio propio.
La tentación se deja de sutilezas y va a loconcreto: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Elpueblo de Israel, durante su marcha por el desierto, se quejó de hambre,murmuró, acudió a Moisés para que resolviese el problema. Jesús no necesitanada de eso. Es el Hijo de Dios. Puede resolver el problema fácilmente, por símismo. Pero Jesús, el nuevo Israel, demuestra que tiene aprendida desde elcomienzo esa lección que el pueblo no asimiló durante años: “Está escrito: Nosólo de pan vive el hombre”.
La enseñanza de Jesús en esta primera tentación estan rica que resulta imposible reducirla a una sola idea. Está el aspectoevidente de no utilizar su poder en beneficio propio. Está la idea de laconfianza en Dios. Pero quizá la idea más importante, expresada de forma casisubliminar, es esa visión amplia y profunda de la vida como algo que va muchomás allá de la necesidad primaria y se alimenta de la palabra de Dios.
2ª tentación: Tener, aunque haya que arrastrarse
Después, llevándole a lo alto, el diablo lemostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:
—Te daré el poder yla gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero.Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
—Está escrito:"Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto".
Este episodio siempre me trae a la memoria mi decepcióncuando subí a la cumbre del monte Nebo con la esperanza de ver, como Moisés,toda la Tierra Prometida. La neblina permitía ver el Mar Muerto a duras penas.Cuanto más alto llevase Satanás a Jesús, menos vería el esplendor de todos losreinos del mundo. El episodio no debemos interpretarlo en sentido literal ehistórico. Lo importante es su sentido.
La segunda tentación no es la tentación provocadapor la necesidad urgente, sino por el deseo de tener todo el poder y la gloriadel mundo. ¿Es esto malo, tratándose del Mesías? Los textos proféticos yalgunos Salmos hablaban de su dominio cada vez mayor, universal, concedido porDios. Pero Satanás parte de un punto de vista muy distinto, propio de lamentalidad apocalíptica: el mundo presente es malo, no está en manos de Dios,sino en las suyas; es él quien lo domina y entrega su poder a quien quiere. Solopone como condición que se postren ante él, que lo reconozcan como dios. Jesús seniega a ello, citando de nuevo un texto del Deuteronomio: “Está escrito: al Señor tu Dios adorarás, a él solo darás culto”.
El relato es tanfantástico que cabe el peligro de no advertir su tremenda realidad. El ansia depoder y de gloria lo percibimos continuamente, y también es clara la necesidadde arrastrarse para conseguir ese poder. Pero este peligro no es solo depolíticos, banqueros y grandes empresarios. Todos nos creamos a menudo pequeñosídolos ante los que nos postramos y damos culto.
3ª tentación: pedirpruebas que corroboren la misión encomendada.
Entonces lo llevó aJerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque estáescrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también:"Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con laspiedras".
Jesús le contestó:
—Está mandado:"No tentarás al Señor, tu Dios".
Acabada todatentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Esta tentación se presta a interpretaciones muydistintas. Podríamos considerarla la tentación del sensacionalismo, de recurrira procedimientos extravagantes para tener éxito en la actividad apostólica. Lamultitud congregada en el templo contempla el milagro y acepta a Jesús comoHijo de Dios. Pero esta interpretación olvida un detalle importante: eltentador nunca hace referencia a esa hipotética muchedumbre, lo que proponeocurre a solas entre Jesús y los ángeles de Dios.
Considero más exacto decir que la tentación consisteen pedir pruebas que corroboren la misión encomendada. Nosotros noestamos acostumbrados a esto, pero es algo típico del Antiguo Testamento, comorecuerdan los ejemplos de Moisés (Ex 4,1‑7), Gedeón (Jue 6,36‑40), Saúl (1 Sam10,2‑5) y Acaz (Is 7,10‑14). Como respuesta al miedo y a la incertidumbreespontáneos ante una tarea difícil, Dios concede al elegido un signo milagrosoque corrobore su misión.
Jesús, a punto de comenzar su misión, tiene derechoa un signo parecido. Basándose en la promesa del Salmo 91,11‑12 (“a sus ángelesha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; te llevarán en volandaspara que tu pie no tropiece en la piedra”), el tentador le propone una pruebaespectacular y concreta: tirarse del alero del templo. Así quedará claro si eso no el Hijo de Dios.
Jesús no acepta esta postura, y la rechaza citandode nuevo un texto del Deuteronomio: “No tentarás al Señor tu Dios” (Dt 6,16).La frase del Deuteronomio es más explícita: “No tentaréis al Señor, vuestroDios, poniéndolo a prueba, como lo tentasteis en Masá”, cuando el pueblo sequeja por falta de agua para beber y se pregunta: “¿Está o no está con nosotrosel Señor?” (v.7). En el fondo, cualquier petición de signos y prodigios encubreuna duda en la protección divina. Jesús confía plenamente en Dios, no quieresignos ni los pide.
Cuando termina el relato de las tentaciones, Lucasañade que “el tentador lo dejó hasta otro momento”. Ese momento será al finalde la vida de Jesús, cuando esté crucificado.
Nuestrastentaciones
Lastentaciones tienen también un valor para cada uno de nosotros y para toda lacomunidad cristiana. Sirven para analizar nuestra actitud ante las necesidades,miedos y apetencias y nuestro grado de interés por Dios.
1)La necesidad primaria: afecto, comprensión.
2)¿Está Dios en medio de nosotros?
3)La tentación de tener.
1ª lectura: recordar nuestra historia con gratitud (Deuteronomio 26, 4-10 )
El texto del Deuteronomio recoge laoración que pronuncia el israelita cuando, después de la cosecha, ofrece a Dioslas primicias de los frutos. Va recordando la historia del pueblo, desde Jacob(“mi padre era un arameo errante”), la opresión de Egipto, la liberación y eldon de la tierra. En el contexto de la cuaresma, esta lectura nos invita apensar en los beneficios recibidos de Dios y a ser generosos con él. Elagradecimiento a Dios es más importante incluso que la mortificación cuaresmal.
Dijo Moisés al pueblo:
—El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá anteel altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios:
"Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocaspersonas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente ynumerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo ynuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos yportentos. Nos introdujo en este lugar, y nosdio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigoaquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me hasdado".
Lo pondrás ante el Señor,tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios».
2ª lectura: confesar al Señor e invocarlo ( Romanos 10, 8-13)
En este breve pasaje Pablo comentados frases de la Escritura, aplicándolas al tema de la salvación personal (1ªcita) y de toda la humanidad (2ª cita). ¿Cómo se alcanza la salvación?Confesando que Jesús es el Señor y que Dios lo resucitó de entre los muertos.Algo que estamos tan acostumbrados a repetir que no valoramos rectamente. Amediados del siglo I, confesar a Jesús como Señor (Kyrios), cuando el Emperadorromano era considerado el único Kyrios (César), suponía mucho valor. Y confesarque Dios lo había resucitado podía provocar más sonrisas y escepticismo del quepodemos imaginar.
La segunda cita «Nadieque cree en él quedará defraudado» la interpreta Pablo de forma revolucionaria.Para un judío, estas palabras sólo podrían aplicarse a los judíos, al puebloelegido. Ellos serían los único en no quedar defraudados. En cambio Pablo laaplica a toda la humanidad, judíos y griegos. Cualquiera que invoca el nombredel Señor alcanzará la salvación.
Hermanos:
La Escritura dice:
«La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón».
Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labiosprofesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por laprofesión de los labios, a la salvación.
Dice la Escritura:
«Nadie que cree en él quedará defraudado».
Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señorde todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todoel que invoca el nombre del Señor se salvará».
February 27, 2025
Cuatro errores que debes evitar. Domingo 8. Ciclo C
 
¿Puede un ciego guiar a otro ciego?
La última partedel “Discurso de la llanura” desconcierta por la variedad de personajes queaparecen: dos ciegos, un discípulo y su maestro, dos miembros de la comunidad,un hombre bueno y otro malo; uno inteligente, que construye su casa sobre roca,otro insensato, que la edifica sobre arena. Y también son muy diversas lasimágenes: un hoyo, la mota y la viga en el ojo, el árbol sano y el árbolpodrido; higos y zarzas, uvas y espinos.
Evidentemente, setrata de frases de Jesús pronunciadas en diversos momentos y circunstancias.Sin embargo, pueden relacionarse con el tema que preocupa a Lucas, leído eldomingo pasado: “no juzguéis, no condenéis”.
Cuatro errores que debes evitar
1. Si te consideras con buena vista parajuzgar y condenar a los demás, te equivocas. Estás ciego. Y si un ciego guía aotro ciego, los dos caen en el hoyo.
¿Acaso puede un ciegoguiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
2. Si te consideras muy listo y bien preparado para juzgar y condenar a losdemás, te equivocas. No eres un catedrático, sino un alumno de 1º. A lo más quepuedes aspirar, después de mucho esfuerzo, es a ser como el catedrático.
Un discípulo no es másque su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
3. Si te consideras digno de juzgar ycondenar a los demás, te equivocas y eres un hipócrita. Tus fallos son muchomayores. La viga de tu ojo es mucho más grande que la mota en el ojo de tuhermano y te impide ver bien.
¿Por qué te fijas en lamota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en eltuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te saque lamota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita!Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota delojo de tu hermano.
4. Si piensas que cuando juzgas ycriticas a los demás lo único que haces es disfrutar o hacerles daño, teequivocas. Te haces daño a ti mismo, porque las palabras que salen de tu bocadejan al descubierto la maldad de tu corazón. [En esta última comparación delárbol bueno y el malo, cada uno con sus frutos, la clave está en las palabrasfinales: “De lo que rebosa el corazón habla la boca”. Del hombre bueno nuncasaldrán críticas, juicios malévolos ni murmuraciones; solo saldrá perdón ygenerosidad. En cambio, quien critica, juzga, murmura, revela que tiene elcorazón podrido.]
No hay árbol sano que défruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por sufruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos delos espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca elbien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa delcorazón, lo habla la boca».
1ª lectura: ¿Quieres saber cómo esuna persona? (Eclesiástico 27,5-8)
Estebreve texto, desconcertante a primera vista, resulta claro cuando lorelacionamos con las palabras del evangelio: “De lo que rebosa el corazón hablala boca”. ¿Quieres saber cómo es una persona? Fíjate en lo que hace la gente detu entorno (estamos en el siglo II a.C.).
Cuando quiere separar el trigo de la paja,criba.
Cuando quiere probar una vasija de barro, lamete en el horno del alfarero.
Cuando quiere saber si un árbol es bueno,mira sus frutos.
Cuando tú quieras conocer afondo a una persona fíjate en cómo razona y en lo que dice. “Delo que rebosa el corazón habla la boca”.
  Se agita la criba y queda el desecho,
así el desperdicio del hombre cuando es examinado.
  El horno prueba la vasija del alfarero,
el hombre se prueba en su razonar.
  El fruto muestra el cultivo de un árbol,
la palabra, la mentalidad del hombre.
  No alabes a nadie antes de que razone,
porque esa es la prueba del hombre.
Reflexión
El“Discurso de la llanura”, aunque no tenga la fama del “Sermón del monte” deMateo, es un resumen muy bueno de la actitud que debemos tener ante enemigos yhermanos. Generalmente se recuerda el amor a los enemigos. Pero es frecuente olvidarel amor a los otros miembros de la iglesia, la obligación de no juzgar nicondenar a quienes piensan o actúan de forma distinta.
Elcarácter tan radical de algunas afirmaciones requiere explicación. Quien lodesee puede consultar mi comentario El evangelio de Lucas. Una imagendistinta de Jesús (Verbo Divino, 2021), pp. 187-203.
February 20, 2025
Amad a vuestros enemigos. Domingo 7º. CICLO C
 
El domingopasado, en la primera parte del “Discurso en la llanura”, Jesús distinguía dos gruposantagónicos: pobres-odiados y ricos-estimados. Los primeros recibirán en elcielo su recompensa; los segundos lo perderán todo. Pero aquí, en la tierra, ¿cómodeben relacionarse ambos grupos? ¿Deben comenzar los pobres una guerra contra losricos? ¿Pueden contentarse, al menos, con maldecirlos y desearles toda clase dedesgracias? A favor de esta postura se podrían citar numerosos salmos, textosproféticos, y la práctica contemporánea de la comunidad de Qumrán. Pero Lucasquiere inculcar una actitud muy distinta, basándose en la enseñanza de Jesús.
Comportamiento con los enemigos(6,27-36)
Al comienzo del evangelio de Lucas,Zacarías, padre de Juan Bautista, profetiza que el descendiente de David vendrá“para que arrancados de las manos de los enemigos, le sirvamos [a Dios] consantidad y justicia”. Es una falsa esperanza. La venida de Jesús no nos arrancade las manos de los enemigos. ¿Qué hacer con ellos?
Ante lossentimientos y palabras adversos
«A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien alos que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.
Jesús comienza dirigiéndose a “vosotrosque me escucháis”, a sus discípulos. No puede ser más duro y exigente. Ya no setrata de dos grupos separados (pobres – ricos), cada uno viviendo su propia vida.Hay un grupo enemigo que odia, maldice e injuria a las comunidades cristianas.Igual que hoy día se odia, insulta y critica a la Iglesia. ¿Cómo reaccionarante ello? Es frecuente la autodefensa, negar las acusaciones o relativizarlas.No es eso lo que quiere Jesús. Incluso en el caso de que el odio, la crítica ola maldición sean injustificados, la postura del cristiano debe ser positiva.De las cuatro cosas que indica Lucas, dos al menos son posibles en cualquiercircunstancia: hacer el bien y rezar. El “amor” no hay que entenderlo ensentido afectivo (como el amor entre los esposos, o entre padres e hijos), sinoen el sentido práctico de “hacer el bien”. En el evangelio de Lucas, el ejemploconcreto sería el de Jesús curando la oreja del soldado que viene a detenerlo.
Ante las acciones
Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también latúnica. A quien te pide , dale; al que tequite lo tuyo, no se lo reclames.
De repente, del “vosotros”se cambia al “tú”. Lo que hay que afrontar ahora no sonsentimientos adversos (odio) o palabras hirientes (maldiciones, injurias), sinoacciones concretas: pegar, quitar, pedir, llevarse. Estas frases le gustaríanmucho a Gandhi. Pero a la mayoría le pueden resultar absurdas y prestarse alchiste: “Al que te robe el móvil, dale también el reloj”; “al empresario queintenta robarte, no se lo reclames”.
¿Hay que tomar estas exhortaciones al piede la letra? En el NT se escuchan dos bofetadas: una a Jesús y otra a Pablo.Ninguno de los dos pone la otra mejilla. Jesús reacciona: “Si he hablado mal,dime en qué. Y si no, ¿por qué me pegas?” (Jn 18,23). Pablo, que se dirige alsumo sacerdote, es más duro: “Dios te va a golpear a ti, pared encalada. Túestas sentado para juzgarme según la Ley y me mandas golpear contra la Ley”(Hch 23,3).
En cambio, con respecto al no reclamar encaso de injusticia, hay una reflexión de Pablo muy parecida. Un miembro de lacomunidad de Corinto tuvo un pleito con otro y acudió a los tribunales paganos.Pablo les escribe que eso debería resolverlo un experto dentro de la comunidad.Y añade algo en la línea del evangelio que comentamos: “Ya es bastantedesgracia que tengáis pleitos entre vosotros. ¿Por qué no os dejáis más bienperjudicar? ¿Por qué no os dejáis despojar?” (1 Cor 6,1-11).
La regla de oro
Tratad a losdemás como queréis que ellos os traten.
El discurso vuelve al “vosotros”.La formulación negativa de esta famosa norma aconseja: “No hagas a otro lo queno quieres que te hagan”. Aquí se pide algo más que no hacer daño; se pidetratar bien a cualquiera. ¿Cómo te gusta que te trate la gente, hable de ti (pordelante y por detrás), se comporte contigo? Ponte en la piel de la otra personay actúa como te gustaría que ella se comportase contigo.
Motivos para actuar así
Lucas es consciente de que Jesús pidealgo muy difícil. Por eso añade tres motivos que pueden ayudarnos a actuar deese modo.
1) El cristiano debe superar a lospecadores.
Pues, si amáis sólo a los que osaman, ¿qué merito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman.
Y si hacéis bien sólo a los que oshacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen.
Y si prestáis sólo cuando esperáiscobrar, ¿qué merito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores,con intención de cobrárselo.
Lo repite tres veces, recogiendo dosverbos iniciales (amar, hacer el bien) y añadiendo uno nuevo (prestar). Si elcristiano se limita a imitar al pecador, no tiene mérito alguno. Se queda sin premio.
2) El premio.
¡No! Amad a vuestros enemigos, hacedel bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos delAltísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.
Ya al principio del discurso prometióJesús “una recompensa abundante en el cielo” (6,23). Ahora vuelve a mencionaresa “recompensa abundante” (6,35). Pero no habrá que esperar a la otra vidapara recibirla porque, actuando de ese modo, “seréis hijos de Dios, que esgeneroso con ingratos y malvados”. Algunas personas han pagado grandes sumaspor un título nobiliario. La realidad de “hijo de Dios” no se compra, seconsigue actuando de forma benévola con los enemigos.
3) Un buen hijo debe imitar a su padre.
Sed compasivoscomo vuestro Padre es compasivo
La compasión de Dios la confirmará másadelante la parábola de los dos hermanos, en la que el padre abraza y festejaal hijo sinvergüenza que ha gastado su fortuna con malas mujeres. Jesús pidemucho, pero también Dios se exige mucho a sí mismo.
Jesús y susenemigos: ataque, reproche, silencio, disculpa y perdón
Lospreceptos anteriores resultan a veces muy tajantes, sin matices. Si Jesús mismono practicó alguno de ellos, ¿cómo debemos interpretar los otros? La respuestase encuentra en el resto del evangelio. Leyéndolo se advierte que el tema delos enemigos es mucho más complejo de lo que aquí aparece. Jesús encuentraenemigos muy distintos a lo largo de su vida: los escribas y fariseos, enemigoscontinuos, que critican y condenan todo lo que hace; las autoridades religiosasy políticas de Jerusalén (sacerdotes y ancianos), que lo condenan a muerte y seburlan de él cuando está en la cruz; Judas, que lo traiciona; los soldados, quese burlan de él, lo golpean y crucifican; el mal ladrón, que lo zahiere.
Lareacción de Jesús es muy distinta en cada caso. A los escribas y fariseos nolos bendice; los ataca de forma durísima, sin desaprovecharocasión alguna de condenarlos, insultarlos y dejarlos en ridículo. A lasautoridades les reprocha en el huerto que vengan a apresarlo comosi fuera un ladrón, luego guarda silencio. Con un reproche reacciona tambiénante Judas: “¿Con un beso entregas al hijo del hombre?”. Ante los soldados, pormucho que se burlen de él y lo hieran, no protesta ni maldice. Pero su actitudglobal la representan sus palabras en la cruz: “Padre, perdónalos porque nosaben lo que hacen”, que abarcan a todos los grupos. No solo perdona, tambiéndisculpa. Al morir por todos nosotros, estaba cumpliendo su mandato de hacer elbien a los que nos odian.
La medida que uséis con los demás la usará Dios con vosotros(37-38)
El discurso cambia de tema. Deja dereferirse a los enemigos para centrarse en la conducta con los otros miembrosde la comunidad.
No juzguéis, yno seréis juzgados;
no condenéis, yno seréis condenados;
perdonad, yseréis perdonados;
dad, y se osdará:
os verterán unamedida generosa, colmada, remecida, rebosante.
La medida queuséis, la usarán con vosotros.
La primera parte comenzó con cuatroórdenes (amad, haced bien, bendecid, rezad). Ahora encontramos dosprohibiciones (no juzguéis, no condenéis) y dos mandatos (perdonad, dad).
Lo novedoso es que de nuestra conductadepende la que adopte Dios con nosotros. Si juzgamos, nos juzgará; sicondenamos, nos condenará; si perdonamos, nos perdonará; si damos, nos dará. Yaquí llega al colmo el tema de la “recompensa abundante” que ha salido ya dosveces en el discurso; ahora se dice que será “una medida generosa, apretada,remecida, rebosante”.
Estas cuatro normas parecen una recetaexcelente para corromper a Dios y forzarle a tratarnos bien y perdonarnos. Pordesgracia, muchas veces preferimos arriesgar su condena por el breve placer decriticar o condenar a alguien.
El tema de no juzgar y no condenar sedesarrolla a continuación, pero la liturgia ha reservado el resto del discursopara el domingo 8º.
La 1ª lectura (1 Samuel26,2.7-9.12-13)
En aquellosdías, Saúl emprendió la bajada hacia el páramo de Zif, con tres mil soldadosisraelitas, para dar una batida en busca de David.
David y Abisay fueronde noche al campamento; Saúl estaba echado, durmiendo en medio del cercado decarros, la lanza hincada en tierra a la cabecera. Abner y la tropa estabanechados alrededor. Entonces Abisay dijo a David:
—«Dios te poneel enemigo en la mano. Voy a clavarlo en tierra de una lanzada; no hará faltarepetir el golpe».
Pero Davidreplicó:
—«¡No lo mates!,que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor».
David tomó lalanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl, y se marcharon. Nadie los vio,ni se enteró, ni se despertó: estaban todos dormidos, porque el Señor les habíaenviado un sueño profundo.
David cruzó a laotra parte, se plantó en la cima del monte, lejos, dejando mucho espacio enmedio, y gritó:
—«Aquí está lalanza del rey. Que venga uno de los mozos a recogerla. El Señor pagará a cadauno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo noquise atentar contra el ungido del Señor».
Ofrece un ejemplo concreto de perdón alenemigo, pero por debajo de lo que pide el evangelio. David, perseguidocontinuamente por Saúl, tiene la posibilidad de matarlo. A eso lo anima sucompañero Abisai. David se niega a hacerlo “porque no se puede atentarimpunemente contra el Ungido del Señor”. ¿Y si no se tratara del rey? Cuandoestaba al servicio de los filisteos devastaba los pueblos vecinos “sin dejarvivo hombre ni mujer”. David no es el modelo ideal para el modo de tratar alenemigo. Pero podemos aplicarnos el mensaje de esta escena: si David perdonó aSaúl por ser el rey de Israel, yo debo perdonar a cualquiera por ser hijo deDios.
Cuando los enemigos nos hacen un gran favor
En esta época en que se critica tanto ala Iglesia, conviene recordar que las críticas y persecuciones le hacen granbien. Tertuliano escribía en el siglo III: “La sangre de los mártires essemilla de cristianos”.
En 1870, el estado italiano se apoderó deRoma y arrebató al Papa la mayor parte de los Estados Pontificios. Lo quemuchos católicos de finales del siglo XIX vivieron como una terrible ofensa ala Iglesia, hoy lo vemos como una bendición de Dios. Algunos incluso piensan queItalia debería haberse quedado con todo. San Pedro no tenía nada.
Un propósito muy evangélico
No enviar por las redes sociales ningunanoticia, chiste o comentario que fomente el odio o el desprecio, que insulte ose burle de cualquier persona de cualquier ideología.
February 13, 2025
Pobres y odiados – Ricos y estimados. Domingo 6º. Ciclo C
 
  
  El Discurso de la llanura (domingos6º, 7º, 8º)
Hastaahora, Lucas ha hecho frecuente referencia a la actividad de Jesús comopredicador, pero solo ha ofrecido una intervención algo extensa, en la sinagogade Nazaret, donde se enfrentó a todo su auditorio, provocando incluso el deseode matarlo. En estasegunda intervención, Jesús se dirige a sus partidarios, pero teniendopresentes a sus enemigos.
La primera parte del discurso contrapone a estosdos grupos (domingo 6º).
Pero no seguirá una guerra entre ellos. Lasegunda parte exhorta a amar a los enemigos (domingo 7º).
¿Y cómo comportarse con los amigos, con los otrosmiembros de la comunidad? La tercera parte responde a esta pregunta recogiendo frasessueltas de Jesús (domingo 8º).
Enconjunto, un discurso parecido al “Sermón del monte” del evangelio de Mateo.Mucho más breve, con menos temas, pero de sumo interés y novedad.
Bienaventuranzas y ayes (Lc 6, 17. 20-26) (domingo 6º)
El “Discursoen la llanura”, igual que el “Sermón del monte”, comienza con unasbienaventuranzas. Pero no son ocho, como en Mt, sino cuatro. Las cuatrodeclaraciones siguientes comienzan con “ay”, término usado por las plañiderasen el antiguo Israel para empezar un canto fúnebre. A los cuatro primerosgrupos se les promete una vida feliz. A los cuatro siguientes se les anuncia lamuerte.
En aquel tiempo,bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande dediscípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa deTiro y de Sidón. Levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo:
Dichosos lospobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Dichosos los que ahora tenéis hambre,porque quedaréis saciados.
Dichosos los que ahora lloráis, porquereiréis.
Dichosos vosotros,cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestronombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad degozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacíanvuestros padres con los profetas.
Pero ¡ay de vosotros, losricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!,porque tendréis hambre.
¡Ay de los que ahora reís!, porqueharéis duelo y lloraréis.
¡Ay si todos los hombres hablan bien devosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»
Enrealidad, sólo tenemos dos grupos: el de los pobres, que pasan hambre, lloran yson odiados; y el de los ricos, saciados y sonrientes, alabados por la gente.Al primero lo tratan mal, como a los antiguos profetas; al segundo bien, como alos falsos profetas.
Pobres y odiados
“Dichososlos pobres, porquevuestro es el reino de Dios”. Sin el matiz: “de espíritu”, que añade Mateo, yque se presta a interminables disquisiciones. Los pobres, sin más. Los quepasan hambre y lloran. Declararlos “dichosos”, precisamente por eso, suena casia blasfemia. Pero las desgracias no terminan aquí. Al hambre y el llanto seañaden las persecuciones. A diferencia de las primeras declaraciones, muybreves, la cuarta admira por su extensión: “Dichosos vosotros, cuando os odienlos hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre comoinfame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo,porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacíanvuestros padres con los profetas”.
Ahorano hay que esperar a la otra vida para recibir el consuelo. Ya en esta, cuandose experimenta el odio, la exclusión, el insulto, la descalificación, por serdiscípulos de Jesús y querer seguirlo, ese mismo día, el cristiano debealegrarse y saltar de gozo.
¿Estáloco Jesús? ¿Es un masoquista consigo mismo y un sádico con sus discípulos?Volviendo a releer el evangelio, en su nacimiento van unidas la suma pobreza(“no había sitio para ellos en la posada”) y la inmensa alegría (“os anuncio ungran gozo”, dice el ángel a los pastores). Al comienzo de su actividad, enNazaret, experimenta el odio y la exclusión, sin que eso lo desanime. No setrata de locura, masoquismo ni sadismo, sino de una visión distinta de larealidad. Para Jesús, lo esencial no es la situación presente, sino la futura.La primera bienaventuranza promete el Reino de Dios; la cuarta, “una recompensagrande en el cielo”. Aquí, en la tierra, queda el consuelo de ser tratados comolos antiguos profetas.
Lasprimeras comunidades cristianas experimentaron también la pobreza, el hambre yla persecución, sin que esto les impidiese estar alegres. La de Jerusalén debiósolicitar la ayuda de comunidades más ricas para poder sobrevivir a la hambrunaen tiempos del emperador Claudio. Las comunidades de Macedonia, a pesar de su“extrema pobreza” desbordaban de alegría (2 Corintios 8,2). Y los apóstoles,después ser azotados, “marcharon del tribunal contentos de haber sidoconsiderados dignos de sufrir desprecios por su nombre [de Jesús]” (Hch 5,41).
Aunquehe interpretado las cuatro primeras bienaventuranzas como dirigidas a lasprimeras comunidades cristianas (y a las actuales que se les parecen), esto noexcluye la interpretación individual. “Dichosos los que ahora lloráis, porquereiréis” anticipa lo que contará Lucas poco después de dos mujeres que lloranpor motivos muy distintos: la viuda de Naim, que ha perdido a su único hijo, yuna prostituta anónima necesitada de perdón y de consuelo. Ambas historiastienen un final feliz, ya en esta vida, antes de la llegada del Reinado deDios.
Ricos y alabados
Algunospueden pagar 100.000 euros (¡cien mil!) por una noche en un hotel de Macao. Sisu presupuesto no da para tanto, puede contentarse con una noche en Cannes por25.000. Naturalmente, la cena debe pagarla aparte: bastarán 2.000 euros. Ymientras come puede mirar la hora en un reloj que le ha costado dos millones(Cristiano Ronaldo). Son casos extremos, pero hay millones de personas quepueden permitirse una vida de lujo y comodidad.
¿Serefiere el último “ay” a este mismo grupo? “¡Ay si todo el mundo habla bien devosotros!” No parece que “todo el mundo” hable bien de esas personas, aunquesigan sus andanzas en las revistas del corazón, la televisión y las redessociales.
Salvadaslas distancias, los escribas aparecen en el evangelio de Lucas como ejemplo depersonas que desean ser estimadas y amantes del dinero: “Guardaos de losescribas, que gustan de pasear con hábitos amplios, aman los saludos por lacalle y los primeros puestos en sinagogas y banquetes; que devoran las fortunasde las viudas con pretexto de largas oraciones. Su sentencia será más severa”(Lc 20,46).
Yque la riqueza puede ser causa de tristeza, ya en esta vida, lo demuestra elepisodio del personaje importante incapaz de renunciar a lo que Jesús le pide:“Al oírlo, se entristeció, porque era muy rico” (Lc 18,23).
El mejor comentario: la paráboladel rico y Lázaro
A propósito de las tres primerasbienaventuranzas y los tres primeros “ay”, el mejor comentario lo ofrece Lucasen esta parábola. Comienza por el final, por el rico que viste con lujo ybanquetea espléndidamente todos los días; sigue el pobre, cubierto de llagas, ansiosode comer las migajas que caen de la mesa del rico.
María alabó a Dios en el Magnificat porque “alos pobres los colma de bienes, y a los ricos los despide vacíos”. Si alguienpiensa que eso va a ser en esta vida, se equivoca. Jesús deja que Lázaro muera dehambre, en la miseria. Será después de muerto cuando entre en el Reino de Diospara ser eternamente feliz, mientras el rico suspirará por una simple gota deagua, atormentado para siempre. «¡Ay de los que ahora reís!, porque haréisduelo y lloraréis.»
¿Está condenado el rico?
Larespuesta, de acuerdo con la técnica de Lucas, no la encontrará el lector hastamucho más adelante, en el episodio de Zaqueo. El rico también es hijo deAbrahán, puede acoger a Jesús en su casa y dar a los pobres la mitad de susbienes.
Una reflexión
¿Porqué puede expresarse Jesús de forma tan radical, proclamando dichosos a lospobres, los que pasan hambre, los que lloran, los perseguidos? Por dos motivos:1) porque él también era pobre, vivió de limosna y sufrió persecución hasta lamuerte; 2) porque creía firmemente en la recompensa futura en el Reino de Dios,donde quedaría saciada el hambre y enjugado el llanto.
Una advertencia
Lascuatro bienaventuranzas se dirigen a comunidades pobres o a los pobres comoLázaro. Las comunidades ricas o las personas que no carecemos de nada no podemosapropiárnoslas; no podemos utilizarlas para tranquilizar nuestra concienciapensando en la dicha futura de los pobres.
Se ha elegido este texto pormotivos literarios, para indicar que la contraposición de bienaventuranzas yayes es algo conocido por los profetas, aunque Jeremías usa términos distintos:maldito y bendito. Pero los temas y las metáforas se oponen perfectamente. Esuna forma de animar a confiar en Dios, no en los hombres.
Así dice el Señor:
«Maldito quien confía en el hombre, y en la carne busca su fuerza,apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, no verá llegarel bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita.
Bendito quien confía en elSeñor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua,que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, suhoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto.
2ª lectura (1 Corintios15, 12. 16-20)
Aunque no estáelegida buscando una relación con el evangelio, la esperanza en la resurrecciónencaja muy bien con la recompensa grande en el cielo de la que habla Jesús.
Hermanos: Sianunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice algunode vosotros que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampocoCristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido,seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Sinuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres másdesgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero detodos.
February 6, 2025
Tres vocaciones muy distintas: Isaías, Pablo, Pedro. Domingo 5º. Ciclo C.
 
Después del fracaso en Nazaret (que no leímosel domingo pasado por coincidir la fiesta de la Presentación), la liturgiadominical omite algunos episodios y pasa a la vocación de los primerosdiscípulos, aunque el relato de Lucas podríamos titularlo, con más razón, “Lavocación de Pedro”. Como paralelo del Antiguo Testamento, la primera lecturacuenta la vocación de Isaías. Y la segunda, aunque se centra en el contenido dela primera predicación cristiana, hace una referencia clara a la vocación dePablo. Buen tema de reflexión en una época en la que tanto nos preocupa laescasez de vocaciones.
Apropósito de la visita de Jesús a Nazaret vimos que Lucas se basa en elevangelio de Marcos, pero lo modifica para enfocar el episodio de forma nueva.Hoy ocurre lo mismo con la vocación de los primeros discípulos. Para comprenderel relato de Lucas conviene recordar el de Marcos.
El escueto relato de Marcossobre la vocación de los primeros discípulos
Caminando junto al lago deGalilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban las redes al lago, pueseran pescadores. Jesús les dijo: “Veníos conmigo y os haré pescadores dehombres”. Al punto, dejando las redes, le siguieron.
Un trecho más adelante vio aSantiago de Zebedeo y a su hermano Juan, que arreglaban las redes en la barca.Inmediatamente los llamó. Y ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca conlos jornaleros, se fueron con él.
Elrelato no puede ser más breve. Parecen simples notas para ser desarrolladas porMarcos en su comunidad. Dos parejas de hermanos, un lago, unas redes, unabarca, el padre de dos de ellos, unos jornaleros. En este ambiente tan sencilloy cotidiano, Jesús se encuentra por primera vez con estos cuatro muchachos, losllama, y ellos lo siguen dejándolo todo. Una reacción que desconcierta acualquier lector atento.
La versión de Lucas
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesúspara oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Viodos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado yestaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón , y le pidió que la apartara, unpoco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó dehablar, dijo a Simón:
- Remad mar adentro, y echadalas redes para pescar.
Simón contestó:
- Maestro, nos hemos pasado lanoche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieronuna redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a lossocios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaronellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesúsdiciendo:
- Apártate de mí, Señor, que soyun pecador.
Y es que el asombro- se habíaapoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces quehabían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, queeran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón :
- No temas; desde ahora seráspescador de hombres.
Ellos sacaron las barcas atierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Los tres cambios que introduceLucas
1.Pretende hacer más comprensible el seguimiento delos discípulos. No es la primera vez que se encuentran con Jesús. Élya ha estado antes en Cafarnaúm, incluso ha comido en casa de Simón y ha curadoa su suegra. Luego ha seguido su vida de predicador itinerante y solitario,pero, cuando vuelve a Cafarnaúm, no es un desconocido. Es un maestro famoso yla gente se agolpa para escucharle. El lector no se extraña de que lo sigan.
2.Centra su atención en Pedro, no en los cuatrodiscípulos, hasta el punto de que ni siquiera nombra a su hermanoAndrés. Jesús sube a la barca de Simón, le pide que se aleje un poco de tierra;con él dialoga después de hablar a la multitud, ordenándole adentrarse en ellago y echar las redes; y Simón Pedro es el único que reacciona arrojándose alos pies de Jesús y reconociéndose pecador. Aunque luego se menciona a Santiagoy Juan, que también seguirán a Jesús, las palabras finales y decisivas lasdirige Jesús solo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”.
3.Subraya la importancia de Jesús. No selimita a pasear por el lago (como cuenta Marcos) sino que está predicando a lagente, que se agolpa a su alrededor hasta el punto de necesitar subirse a unabarca. Luego, Simón le da el título de “Maestro” y le obedece, volviendo apescar, aunque parece absurdo. Finalmente, Simón cae de rodillas y lo reconocecomo un personaje santo, no un pobre pecador como él. La vocación de losdiscípulos supone un mayor conocimiento de Jesús.
El relato de la vocación deIsaías (1ª lectura)
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentadosobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Y viserafines en pie junto a él. Y se gritaban uno a otro, diciendo: “¡Santo,santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!” Ytemblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaballeno de humo.
Yo dije:“¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio deun pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de losejércitos.”
Y volóhacia mí uno de los serafines, con una ascua en la mano, que había cogido delaltar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: “Mira; esto ha tocadotus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.”
Entonces,escuché la voz del Señor, que decía: “¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?”
Contesté:“Aquí estoy, mándame.”
Retrocedamosocho siglos, al 739 a.C., año de la muerte del rey Ozías. En ese momento sitúaIsaías su vocación. Pero la cuenta de un modo muy distinto. En ese encuentroinicial con Dios lo que más le llama la atención es su majestad y soberanía,que destaca mediante tres contrastes. El primero con Ozías, muerto; del reymortal se pasa al rey inmortal. El segundo, con los serafines, a los quedescribe detenidamente, mientras de Dios solo puede decir que “la orla de sumanto llenaba el templo”. El tercero, con Isaías, que se siente impuro ante elSeñor. Tenemos tres binomios que subrayan la soberanía de Dios (vida-muerte,invisibilidad-visibilidad, santidad-impureza). Todo esto, enmarcado en unterremoto que hace temblar los umbrales y llena de humo el templo.
Basándoseen la queja de Isaías (“soy un hombre de labios impuros”), un serafín purificasus labios, como símbolo de la purificación de toda la persona. Por eso, laconsecuencia final no es que Isaías ya tiene los labios puros, sino que “hadesaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado”. Cuando Dios pregunte “¿Aquién mandaré? ¿Quién irá de mi parte?”, Isaías podrá ofrecersevoluntariamente: “Aquí estoy, mándame”.
La vocación de Isaías y lavocación de Simón
Lucas,gran conocedor del Antiguo Testamento, parece ofrecer en su relato de lavocación de Simón Pedro una relectura de la vocación de Isaías. Al menos esinteresante advertir las diferencias.
El escenario. La vocación de Isaías tiene lugar enel ámbito sagrado del templo, con Dios en un trono alto y excelso, rodeado deserafines. La de Pedro, en una barca dentro del lago, rodeado de los compañerosy jornaleros.
La persona que llama. En el caso se Isaías sesubraya la majestad y santidad de Dios. A Jesús se lo presenta inicialmente deforma muy humana, aunque capaz de congregar a una multitud y de convencer aPedro para que vuelva a pescar. Solo después de la pesca advertirá Pedro que seencuentra ante un personaje excepcional.
La reacción inicial del llamado. En ambos casos elprotagonista se siente pecador. La reacción de Isaías es más trágica (“estoyperdido”) porque parte de la idea de que nadie puede ver a Dios y seguir convida. Pedro se reconoce simplemente ante un personaje sagrado junto al cual nopuede estar (“apártate de mí”).
La preparación del enviado. A Isaías, un serafínlo purifica como paso previo para poder realizar su misión. Jesús no realizanada parecido con Pedro. La forma de prepararse es seguir a Jesús. “Dejándolotodo lo siguieron”.
La misión. La liturgia ha suprimido la parte finaldel relato de Isaías, donde recibe la desconcertante misión de endurecer elcorazón del pueblo judío y cegar sus ojos; la misión principal de Isaíasconsistirá en transmitir un mensaje durísimo. En cambio, la de Pedro serápositiva, “pescador de hombres”.
La reacción final delelegido. Aquí no hay diferencia. En ambos casos se advierte la mismadisponibilidad, aunque en los discípulos se subraya que lo dejan todo paraseguir a Jesús.
La breve referencia de Pablo a suvocación (2ª lectura)
Alenumerar las apariciones de Jesús, Pablo no evita una referencia a sí mismo:“por último, como a un aborto, se me apareció también a mí”. La gran diferenciacon Isaías y Pedro es que Pablo ha sido un perseguidor de la iglesia. Pero tambiénél recibe una misión, y ha respondido con toda generosidad. Incluso con ciertoorgullo confiesa: “he trabajado más que todos ellos”. Para corregirseinmediatamente: “Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo”.
Reflexión y pregunta
Reflexión:la generosidad de los cuatro primeros discípulos, dejándolo todo para seguir aJesús, nos recuerda a tantas personas que siguen dejando todo, incluso lafamilia y la patria, a veces para ser “pescadores de hombres”, otras para ayudara cualquiera que lo necesite, incluso de religión distinta. Un ejemplo quesirve de estímulo y demuestra el poder de la llamada de Jesús.
Pregunta:¿Cuántas veces a la semana cumplo su mandato: “Rogad al Señor de la mies queenvíe obreros a su mies”?
January 30, 2025
Seis imágenes de Jesús. Fiesta de la presentación en el templo 2 de febrero
 
Esteaño 2025, el 4º domingo del Tiempo Ordinario cede el puesto a la fiesta de la purificación de María y de la presentación de Jesús en el templo. La Presentación recuerda que Dios es el autor de la vida, y sesimboliza con la ofrenda del primogénito, de acuerdo con la ley contenida enÉxodo 13,2.11-12. La Purificación, que la mujer, al dar a luz, ha estado encontacto con algo misterioso; ha quedado «impura», aunque no en elsentido de haber hecho algo malo o haber contraído una mancha; tiene quepurificarse, como prescribe Levítico 12,1-8.
Hoy día, nadie entiende que unamujer quede «impura» por haber tenido un hijo y deba ofrecer algo en compensación. Encuanto a la ofrenda del primogénito, aunque el cristiano está convencido de quela vida es don de Dios, no ha sido educado en la necesidad de expresarlomediante la entrega del primogénito y su posterior rescate.
Los textos de la liturgia ofrecen seis imágenes complementarias de Jesús. Imaginemos a cinco personajes(Malaquías, un salmista, el autor de la Carta a los Hebreos, el anciano Simeón,la profetisa Ana) que ven entrar al niño en el templo. Cada uno emitirá suopinión sobre cómo lo considera y lo que espera de él.
1. Elmensajero terrible y purificador (Malaquías 3,1-4).
Así dice el Señor: «Mirad, yo envío a mimensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuarioel Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotrosdeseáis. Miradlo entrar –dice el Señor de los ejércitos–. ¿Quién podrá resistirel día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego defundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina laplata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán alSeñor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judáy de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos.»
Las primeras frases encajan muy bien con la fiesta dehoy: la entrada en el templo de Jesús. Pero el tono cambia de repente. No esuna venida pacífica y festiva. Viene a purificar a los levitas, responsablesdel culto, cuyo comportamiento deja mucho que desear. Esta segunda parte sería más fácil relacionarla con la purificación del templo llevada acabo por Jesús al principio de su vida (según Juan) o al final (según losSinópticos). La lectura podría interpretarse como anuncio de lo que ocurrirámás tarde. Según Lucas, Jesús solo va dos veces al templo: ahora, cuando niño,y antes de morir, para purificarlo. Aunque Malaquías se dirige a los levitas, nosinvita a todos a examinar si hacemos al Señor nuestra ofrenda como es debido.
2. El rey de la Gloria (Salmo 23)
Estesalmo se cantaba probablemente cuando el Arca de la Alianza entraba en eltemplo. Aplicándolo a Jesús, se repite como un estribillo que él es el Rey dela Gloria.
El Señor, Dios del universo, es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen lasantiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, héroevaleroso; el Señor, héroe de la guerra. R/.
  ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen lasantiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. 
¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, Dios deluniverso. Él es el Rey de la gloria.
3. Un hermano de nuestra carne y sangre (Hebreos2,14-18)
Adiferencia del Salmista, el autor de esta carta subraya la humanidad de Jesús,que lo hace igual a todos nosotros. No es un ángel. Y esa igualdad le permitemorir y sufrir, dos cosas esenciales en la vida humana; y con ello, sercompasivo y auxiliar a los que pasan por la prueba del dolor.
Los hijos de una familia son todos de la mismacarne y sangre, y de nuestra carne y sangre participó también Jesús; así,muriendo, aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, yliberó a todos los que por miedo a la muerte pasaban la vida entera comoesclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles.Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdotecompasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados delpueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los queahora pasan por ella.
4. El que da sentido a mi vida (Simeón)
Através de este anciano perfecto Lucas transmite un mensaje a todos loscristianos: lo único que da sentido a su vida es esperar al Mesías; cuando lotiene en sus brazos, ya puede morir en paz.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres paracumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo aDios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irseen paz. »
5. Luz de las naciones, gloria de Israel (Simeón)
« Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quienhas presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones ygloria de tu pueblo Israel.»
Simeón es también profeta y puederevelar algo nuevo Jesús: será luz de las naciones. Un israelita de pura cepaque no se encierra en los privilegios de su pueblo sino que tiene una visiónuniversal. Mensaje muy actual en esta época donde el nacionalismo puededesembocar en el tribalismo. En esta imagen de la luz sebasa la fiesta de hoy y el rito complementario de la procesión de las candelas(La Candelaria). La liturgia da un enfoque muy personal a esta idea, relacionandolos cirios encendidos con la práctica del bien para «llegar felizmenteal esplendor de tu gloria». Sin embargo, las palabras de Simeón(y de Isaías) tienen un alcance universal que no podemos perder de vista.
5. Una bandera discutida (Simeón a María)
«Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y selevanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti,una espada te traspasará el alma.»
Como profeta, Simeón también conoce elfuturo de Jesús («será una bandera discutida»). El rey dela Gloria, luz de las naciones, gloria de Israel… no será aceptado por todos.Muchos (la mayor parte del pueblo judío) se le opondrá. Esta oposición lasufrirá también María, a la que una espada traspasará el alma, y,consiguientemente, a todos los cristianos.
6. El libertador de Israel (Ana)
« Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel,de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido sieteaños casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba deltemplo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose enaquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los queaguardaban la liberación de Jerusalén. »
Curiosamente,la visión más política de Jesús la propone una anciana piadosísima, que hapasado ochenta y cuatro años (12 x 7) de viudez entre ayunos, oraciones yvisitas al templo. Pero,cuando ve a Jesús, «hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberaciónde Israel»: liberación de los romanos, destitución de Herodes y de susdescendientes, eliminación de las autoridades injustas. «Para servir al Señorlibres de nuestros enemigos», como rezaba Zacarías.
7. Quienes no dicen nada: Los padres de Jesús.
              
  Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decíadel niño.
Lucastiene mucho interés en presentarlos como judíos piadosos, observantes de la Leyde Moisés. Una forma indirecta de responder a quienes acusan a Jesús y a loscristianos de despreciar las leyes y tradiciones judías. Pero Lucas, cuandoSimeón habla del niño como Salvador de todos los pueblos y gloria de Israel,añade un dato desconcertante: «José y María, la madre de Jesús, estabanadmirados por lo que se decía del niño». ¿Cómo pueden admirarse después de loanunciado por Gabriel a María, después de una concepción y un parto virginales,después de lo que han contado los pastores? Podríamos decir que la admiraciónprocede de ver cómo se acumulan títulos sobre Jesús: Gabriel lo presentó comorey de Israel; el ángel, a los pastores, como «el Salvador, el Mesías, elSeñor». Simeón rompe los límites de Israel y lo presenta como «luz de lasnaciones». Lucas, a través del asombro de José y María pretende que tambiénnosotros nos asombremos de lo mucho que significará ese pequeño niño decuarenta días.
Y para ti,¿quién es Jesús y qué significa?
January 23, 2025
Jesús en Nazaret (1ª parte). Domingo 3º. Ciclo C.
 
Después de celebrar las tres epifanías (a losmagos, en el Jordán, en Caná), volvemos al evangelio de Lucas. Cuando loescribió tomó como punto de partida el de Marcos. Incluso lo copió a veces alpie de la letra. Pero, en bastantes ocasiones, lo cambia y completa. Uno de loscasos más curioso de cambio y añadido lo tenemos en el evangelio de estedomingo.
Laliturgia ha complicado las cosas al unir dos textos muy distintos: laintroducción de Lucas a su evangelio (1,1-4) y la actuación de Jesús en Nazaret(4,14-21). Quien pretenda tratar los dos temas en la homilía puede provocar quesus oyentes terminen con la cabeza caliente y los pies fríos. Aconsejaríalimitarse al segundo. Dejo el comentario a la introducción para un apéndice.
Actuación de Jesús en Nazaret (Lc4,14-21)
Marcoscuenta que Jesús, cuando metieron en la cárcel a Juan Bautista, se dirigió aGalilea y proclamaba: “Se ha cumplido el plazo y está cerca el reinado de Dios.Convertíos y creed la buena noticia”.
Lucastambién dice que Jesús se dirigió a Galilea y predicaba en las sinagogas, perono dice qué predicaba. Las primeras palabras públicas las pronunciará en lasinagoga de Nazaret, y no hablan del plazo que se ha cumplido ni de la cercaníadel reinado de Dios; tampoco piden la conversión y la fe.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea conla fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba enlas sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado,entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie parahacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo,encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobremí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a lospobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, lavista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de graciadel Señor.»
Y,enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagogatenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
-Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.
El reinado de Dios no estácerca, se ha hecho presente en Jesús
Lo primero quehace Jesús es leer un texto de Isaías que pretende consolar a los pobres, loscautivos, los ciegos, los oprimidos. Son imágenes que no debemos interpretar alpie de la letra. No se trata de ciegos físicos ni de presos. Este texto,escrito probablemente en el siglo VI o V a.C., describe la triste situación enla que se encontraba por entonces el pueblo de Israel, sometido al imperiopersa. Una situación bastante parecida a la de los judíos del tiempo de Jesús,sometidos al imperio romano. Los presentes en la sinagoga de Nazaret podíanverse reflejados perfectamente en esas palabras del libro de Isaías. Pero loimportante es lo que Jesús añade: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis deoír”.
Cuandose comparan las primeras palabras de Jesús en Marcos y Lucas se advierte unainteresante diferencia. En Marcos, lo esencial es el reinado de Dios y laactitud que debemos adoptar ante su cercanía (conversión y fe). En Lucas, lafuerza recae en el personaje sobre quien Dios ha enviado su Espíritu: Jesús. Nose trata de que el reinado de Dios esté cerca, se ha hecho ya presente enJesús.
¿Qué se cumple hoy?
Eltexto de Isaías se puede interpretar, a la ligera, como si el personaje del quehabla (para nosotros, Jesús) fuese a llevar a cabo la mejora social de lospobres, la liberación de los cautivos, la curación de los ciegos, la libertadde los oprimidos. Sin embargo, el texto no pone el énfasis en la acción,sino en el anuncio. La traducción litúrgica usa tres veces el verbo“anunciar” (en griego sería una vez “evangelizar” y dos “anunciar”). Este matizes importante, porque coincide con lo que hizo Jesús. Es cierto que curó aalgún ciego, pero no liberó de los romanos ni mejoró la situación económica delos pobres. Lo que hizo fue “anunciar el año de gracia del Señor”, hablar de unDios Padre, que nos ama incluso cuando las circunstancias de nuestra vidasiguen siendo muy duras.
Un optimismo desafiante
La liturgia hadividido el relato de Lucas en dos domingos. Con ello, nos quedamos sin sabercómo reaccionará el auditorio a lo que ha dicho Jesús. La sabremos el próximodomingo. Lo que hoy debe quedarnos es el profundo optimismo del mensaje deIsaías, que, al mismo tiempo, supone un desafío para nuestra fe. ¿Se hacumplido realmente esa Escritura que anuncia la mejora y la salvación a pobres,ciegos, cautivos y oprimidos? Una rápida lectura del periódico bastaría paraponerlo en duda. Cuando Lucas escribió su evangelio, cuarenta o cincuenta añosdespués de la muerte de Jesús, también tendría motivos para dudar de estapromesa. Sin embargo, no lo hizo. Jesús había cumplido su misión de anunciar elaño de gracia del Señor, había traído esperanza y consuelo. Había motivo másque suficiente para creer que esa palabra se había cumplido y se siguencumpliendo hoy.
La 1ª lectura (Nehemías 8, 2-4a.5-6. 8-10)
En aquellos días, el sacerdote Esdras trajoel libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos losque tenían uso de razón. Era mediados del mes séptimo. En la plaza de la Puertadel Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a loshombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguíacon atención la lectura de la Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie en elpúlpito de madera que había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a lavista de todo el pueblo -pues se hallaba en un puesto elevado- y, cuando loabrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al Señor, Dios grande, ytodo el pueblo, levantando las manos, respondió: «Amén,amén.» Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Loslevitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido,de forma que comprendieron la lectura. Nehemías, el gobernador, Esdras, elsacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al puebloentero: «Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo nilloréis.» Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de laLey. Y añadieron: «Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviadporciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéistristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza.»
La escena se sitúa en la segunda mitad elsiglo V a.C., en tiempos de Esdras, y representa una gran novedad. Hastaentonces, quienes hablaban en público eran los profetas. Ahora se lee el librode la Ley de Moisés (quizá alguna parte del Deuteronomio). El texto une dosformas distintas de lectura:
La primera,solemne, tiene a Esdras de protagonista: se sitúa en un púlpito, la gente sepone en pie, Esdras bendice al Señor y todos adoran.
La segunda, mássencilla: “Los levitas leían ellibro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma quecomprendieron la lectura”. Esta segunda forma coincide con lo que hace Jesús enNazaret.
La introducción al evangelio (Lc1,1-4)
Yaque el ciclo C está dedicado al evangelio de Lucas, se recoge el prólogo, en el que Lucas ofrece cuatro datos esenciales: a)por qué escribe la obra; b) a quién la dedica; c) qué método usa; d) quépretende. [La traducción litúrgica ha cambiado el orden, colocando el primerlugar al destinatario].
Puesto que muchos hanemprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplidoentre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde elprincipio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo,después de informarme, he resuelto, ilustre Teófilo, escribirte todo por ordeny exactamente, comenzando desde el principio; para que conozcas lasolidez de las enseñanzas que has recibido.
Justificación. Llamala atención la referencia a esos muchos que emprendieron la tarea de contar losucedido. Si Lucas escribe en la década de los años 80-90, ¿quiénes son esosmuchos? Podemos citar con seguridad el evangelio de Marcos, que usará comopunto de partida, y el documento con dichos de Jesús conocido como «fuente Q».También otra serie de documentos menores, fragmentarios, utilizados por Lucasen la redacción de su evangelio. Más importante es que los califica de«testigos oculares», convertidos más tarde en «servidores de la Palabra».
Destinatario.¿Quién es Teófilo? Normalmente se ha pensado en un pagano convertido alcristianismo, de buena posición social y económica, dispuesto a costear losgastos que suponen viajes, investigación y redacción de la obra. Otros no venclaro que se trate de un pagano convertido; podría ser un judío.
Método. Volviendo alos precursores, Lucas no se siente satisfecho con su labor. Encuentra que nohan escrito «desde el principio», «todo», «exactamente» y «por orden». Estascuatro deficiencias son las que pretende mejorar. En un breve resumen, podemosdecir que
«desdeel principio» lo lleva a comenzar por la infancia;
«todo»,a incluir en el relato de Marcos la gran aportación de los Dichos de Jesús (Q)y de otras tradiciones que él ha descubierto;
«exactamente»,a situar los hechos en su contexto histórico preciso: censo de Quirino (2,1-2),actividad de Juan Bautista (3,1-2);
«pororden», a componer la obra de forma coherente, cuidando al mismo tiempo sucalidad literaria.
Finalidad. Seindica claramente: «para que conozcas la solidez de las enseñanzas que hasrecibido». Esto sugiere que Teófilo ha sido «catequizado» solo oralmente. Laobra de Lucas servirá para dar autoridad y solidez a esa enseñanza, confirmandoy ampliando lo aprendido anteriormente. Este dato es fundamental para noextrañarse de ciertas «incongruencias» de Lucas. Por ejemplo, en 5,3 habla deSimón como si fuera conocido para el lector, aunque es la primera vez que lonombra. De hecho, un lector que ya ha sido catequizado sabe muy bien quién esSimón Pedro.
Quiendesee completar estas ideas puede consultar J. L. Sicre, El evangelio deLucas. Una imagen distinta de Jesús. Verbo Divino. Estella 2021, pp. 63-67.
January 16, 2025
Tres lectores para una boda. Domingo 2º del Tiempo Ordinario. Ciclo C.
 
Giusto de Menabuoi (1376-1378)
Para la mayoría de loscatólicos, sólo hay una fiesta de Epifanía, la del 6 de enero: la manifestaciónde Jesús a los paganos, representados por los magos de oriente. Sin embargo,desde antiguo se celebran otras dos: la manifestación de Jesús en el bautismo(que recordamos el domingo pasado) y su manifestación en las bodas de Caná.
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madrede Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados ala boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les quedavino." Jesús le contestó: "Mujer, déjame, todavía no ha llegadomi hora." Su madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que éldiga."
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para laspurificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús lesdijo: "Llenad las tinajas de agua." Y las llenaron hasta arriba.Entonces les mandó: "Sacad ahora y llevádselo almayordomo." Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el aguaconvertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes si lo sabían, pueshabían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: "Todo elmundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, encambio, has guardado el vino bueno hasta ahora."
Imaginemostres posibles lectores de este relato.
El cristiano sencillo y benévolo
El relato no le plantea problemas, le gusta. Le gusta quelo primero que hace Jesús en su vida pública no sea irse al desierto a sertentado por Satanás (como cuentan Mateo, Marcos y Lucas) sino asistir a unaboda, con los cinco discípulos que ya le acompañan. Le gusta que esté presentesu madre y le divierte la pelea entre madre e hijo, porque él, por mucho queproteste, termina haciendo lo que ella quiere. Aunque hay que reconocer queexagera, porque seiscientos litros de vino son demasiados litros; además, deexcelente calidad, como afirma asombrado el mayordomo. El lector sencillo estáde acuerdo en que este milagro revela la gloria de Jesús y comprende que losdiscípulos creyesen en él. Lo único que no le gusta del todo es que al final novuelva a mencionar a la madre de Jesús, que es, en realidad, quien lo obligó ahacer el milagro.
El creyente crítico
Está básicamente de acuerdo con el cristiano sencillo,pero le gustaría que el evangelista hubiera tratado con más detalle algunascuestiones. ¿Por qué no llama a María por su nombre y se limita a hablar de “lamadre de Jesús”? ¿Quiénes son los que se casan y por qué han invitado a la bodaa ella, a Jesús y a sus amigos? Caná está muy cerca de Nazaret, a docekilómetros, pero los de Caná dicen que “de Nazaret no puede salir nada bueno”.Debe de ser una familia especial, en buenas relaciones con los nazarenos, almenos con la familia de Jesús; y ser muy rica, porque en la casa hay seistinajas de unos cien litros cada una (¿para qué querrán tanta agua?) y en la bodacuenta con un mayordomo y sirvientes. En cuanto a la falta de vino, le extrañaque sea María quien se da cuenta, no el mayordomo; y que ella quiera que lagente siga bebiendo y fuerce a Jesús a resolver el problema. Una mujer sensata preferiríaque bebiesen agua. Lo de la conversión del agua en vino prefiere no pensarlodemasiado. Algunos químicos dicen que eso es imposible, a pesar de que muchasbodegas los hacen continuamente. ¿Y cómo se enteran los discípulos de que Jesúsha hecho el milagro? ¿Lo ha contado el mayordomo? El evangelio termina diciendoque sus discípulos creyeron en él, pero no dice nada del mayordomo, ni delnovio (la novia no tiene voz ni voto) ni de los invitados, que se bebieron elvino. ¿También ellos creyeron en Jesús? Al final, el creyente crítico se lía lamanta a la cabeza, acepta el milagro y le pide a Dios que aumente su fe enJesús, como hizo con los discípulos.
El conocedor del AntiguoTestamento
Comparte la fe del cristiano sencillo y comprende laspreguntas del creyente crítico, a las que intenta ofrecer alguna respuesta.
Empezando por el principio, los evangelios no sonbiografía de Jesús, no pretenden contar con detalle todo lo que hizo y dijo. Loque consideran secundario lo omiten tranquilamente. ¿Qué más da que el novio sellamase Isaac o Zacarías, fuera sobrino de María o amigo de José, que ya habríamuerto porque no asiste a la boda?
A María no la llama por sunombre, sino por su título de “madre de Jesús”, igual que “la madre del rey”era el mayor título de una mujer en el reino de Judá. Y destaca, con ciertohumor, su papel fundamental en este primer milagro de Jesús. A su petición, élresponde mala manera, poniendo una excusa de tipo teológico: “todavía no hallegado mi hora”. Pero a María le traen sin cuidado los planes de Dios y lahora de Jesús cuando está en juego que unas personas lo pasen mal. Y está tanconvencida de que Jesús terminará haciendo lo que ella quiere que así se lodice a los criados.
Juan es el único evangelista quepone a María al pie de la cruz, el único que menciona las palabras de Jesús:“Mujer, ahí tienes a tu hijo”, “Ahí tienes a tu madre”. De ese modo, abre ycierra la vida pública de Jesús con la figura de María. Cuando pensamos en loque hace en la boda de Caná, debemos reconocer que Jesús nos dejó en buenasmanos.
Pero estambién muy importante el simbolismo de la boda y del vino.
Para losautores bíblicos, el matrimonio es la mejor imagen para simbolizar la relaciónde Dios con su pueblo. Precisamente porque no es perfecto, porque se pasa delentusiasmo al cansancio, se dan momentos buenos y malos, entrega total ymentiras, el matrimonio refleja muy bien la relación de Dios con Israel. Unarelación tan plagada de traiciones por parte del pueblo que terminó con eldivorcio y el repudio por parte de Dios (simbolizado por la destrucción deJerusalén y la deportación a Babilonia). Pero el Dios del Antiguo Testamento podíapermitirse el lujo, en contra de su propia ley, de volver a casarse con larepudiada. Es lo que promete en un texto de Isaías:
“Como a mujer abandonada y abatida te vuelve allamar el Señor;
como a esposa de juventud, repudiada –dice tu Dios–.
La primera lectura, tomadatambién del libro de Isaías, recoge este tema en la segunda parte.
Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén nodescansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llameecomo antorcha. Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondránun nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en lamano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a tite llamarán «Mi favorita», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor teprefiere a ti, y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia,así te desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con suesposa, la encontrará tu Dios contigo.
Para el evangelista, lapresencia de Jesús en una boda simboliza laboda definitiva entre Dios e Israel, la que abre una nueva etapa de amor yfidelidad inquebrantables.
En cuantoal simbolismo del vino, otro texto del libro de Isaías habría venido comoanillo al dedo:
“El Señor de los ejércitos prepara para todos lospueblos en este monte
un festín de manjares suculentos, un festín devinos de solera;
manjares enjundiosos, vinos generosos”.
Este es el vino bueno que traeJesús, mucho mejor que el antiguo. Además, este banquete no se celebra en unpueblecito de Galilea, con pocos invitados. Es un banquete para todos lospueblos. Con ello se amplía la visión. Boda y banquete simbolizan lo que Jesúsviene a traer e Israel y a la humanidad: una nueva relación con Dios, marcadapor la alegría y la felicidad.
Terceraepifanía
Alfinal del cuarto evangelio se dice: “Todo esto ha sido escrito para que creáisque Jesús es el Hijo de Dios y creyendo en él tengáis la vida eterna”. En laboda de Caná se pone la primera piedra de esa fe que nos salva.
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