José Luis Sicre's Blog, page 12
September 21, 2023
¿Injusticia o bondad? Marruecos, Libia y la alternativa de Pablo. Domingo 25. Ciclo A
 
A cada uno un denario...
Una parábola provocadora
Duranteel período de formación de los discípulos, tal como lo cuenta el evangelio deMateo, Jesús parece disfrutar desconcertándolos con sus ideas sobre elmatrimonio, la importancia de los niños, la riqueza. Pero el punto culminantedel desconcierto lo constituye esta parábola sobre el pago por el trabajorealizado.
En aquel tiempo, dijoJesús a sus discípulos esta parábola:
El reino de los cielos separece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para suviña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a laviña.
Salió otra vez a mediamañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y lesdijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido."Ellos fueron.
Salió de nuevo haciamediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde yencontró a otros, parados, y les dijo:
― ¿Cómo es queestáis aquí el día entero sin trabajar?
Le respondieron:
― Nadie nos hacontratado.
Él les dijo:
― Id también vosotros ami viña.
Cuando oscureció, eldueño de la viña dijo al capataz:
― Llama a los jornalerosy págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.
Vinieron los delatardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros,pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno.Entonces se pusieron a protestar contra el amo:
― Estos últimos hantrabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemosaguantado el peso del día y el bochorno.
Él replicó a uno deellos:
― Amigo, no te hagoninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete.Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacerlo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?
Así, los últimos seránlos primeros y los primeros los últimos.»
Elprotagonista es un terrateniente con capacidad para contratar a gran número deobreros. No es un señorito que se dedica a disfrutar de los productos delcampo. Al amanecer ya está levantado, en la plaza del pueblo, contratando porel jornal habitual de la época: un denario. Y tres veces más, a las 9 de lamañana, a las 12, incluso a las 5 de la tarde, vuelve del campo al pueblo enbusca de más mano de obra. A estos no les dice cuánto les pagará. Pero les dalo mismo. Algo es algo.
Hasta ahora todo va bien. Unpropietario rico, preocupado por su finca, atento todo el día a que rinda elmáximo. Se intuye también un aspecto más positivo y social: le preocupa elparo, el que haya gente que termine el día sin nada que llevar a su casa.
Pero este personaje tan digno secomporta al final como un cabrón (insulto de base bíblica, usado por el profetaEzequiel). Al atardecer, cuando llega el momento de pagar, ordena aladministrador que no empiece por los primeros, sino por los últimos. Cuandoestos, sorprendidos, reciben un denario por una sola hora de trabajo, losdemás, especialmente los de las 6 de la mañana, alientan la esperanza derecibir un salario mucho más elevado. Con gran indignación de su parte, recibenlo mismo. Es lógico que protesten.
¿Porqué no empezó el propietario por los primeros, los dejó marcharse, y luego pagóa los otros sin que nadie se enterase? ¿Por qué quiso provocar la protesta?Porque sin el escándalo y la indignación no caeríamos en la cuenta de laenseñanza de la parábola.
¿Cabrón o bueno?
Losjornaleros de la primera hora plantean el problema a nivel de justicia. Encambio, el terrateniente lo plantea a nivel de bondad. Él no ha cometidoninguna injusticia, ha pagado lo acordado. Si paga lo mismo a los de la últimahora es por bondad, porque sabe que necesitan el denario para vivir, aunquemuchos de ellos sean vagos e irresponsables.
¿Quiénes son los de las 6 de la mañana y los de las 5 de latarde?
Enla comunidad de Mateo, formada por cristianos procedentes del judaísmo y delmundo pagano, predicar que Dios iba a recompensar igual a unos que a otrospodía levantar ampollas. El judío se sentía superior a nivel religioso: sucompromiso con Dios se remontaba a siglos antes, a Moisés; llevaba el sello dela alianza en su carne, la circuncisión; había cumplido los mandatos y decretosdel Señor; no habían faltado un sábado a la sinagoga. ¿Cómo iban a pagarles lomismo a estos paganos recién convertidos, que habían pasado gran parte de suvida sin preocuparse de Dios ni del prójimo? Usando unas palabras del profetaDaniel, ¿cómo iban a brillar en el firmamento futuro igual que ellos? En esteplanteamiento se comprende el reproche que les hace el propietario (Dios):vuestro problema no es la justicia sino la envidia, os molesta que yo seabueno.
Desde la época de Mateo han pasadoveinte siglos; la interpretación anterior ya no resulta actual y podemossustituirla por otra: los cristianos que han cumplido desde niños la voluntadde Dios, no han faltado un domingo a misa, colaboran en la parroquia, ayudan enCaritas, se enteran de que Dios va a compensarlos a ellos igual que a gente quesolo pisa la iglesia para entierros y bodas, y que interpretan la moral de laIglesia según les convenga. A algunos de ellos puede parecerles una graninjusticia. Dios no lo ve así, porque piensa recompensarles como se merecen. Sida lo mismo a los otros no es por justicia, sino por bondad.
¿No es de hipócritas indignarse?
Si alguno se sigue indignando con laactitud de Dios, debería preguntarse si es hipócrita o tonto. En el fondo, elque se indigna es porque piensa que lleva trabajando desde las 6 de la mañana,que lo ha hecho todo bien y merece una mayor recompensa de parte de Dios. Siexamina detenidamente su vida, quizá advierta que empezó a trabajar a las 11 dela mañana, y que se ha sentado a descansar en cuanto pensaba que el capataz nolo veía. A buen entendedor, pocas palabras.
En cambio, el que es consciente dehaber rendido poco en su vida, de no haberse comportado en muchos momentos comodebiera, de haber empezado a trabajar a las 5 de la tarde, se sentirá animadocon esta parábola.
Las cinco de la tarde
Cabe el peligro de interpretar loanterior como “Dios es muy bueno y podemos dedicarnos a la gran vida”. Lainvitación a ir a trabajar a las 5 de la tarde, aunque sólo sea una hora, es untoque de atención No se trata de seguir vagueando irresponsablemente. Siemprehay tiempo para echar una mano al propietario de la finca.
Este es el tema de la 1ª lectura,tomada de Isaías, que usa un lenguaje mucho más severo.
Buscad al Señor mientras se le encuentra,invocadlo mientras esté cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminalsus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que esrico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son miscaminos -oráculo del Señor-. Como el cielo es más alto que la tierra, miscaminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes
Nohabla de desocupados sino de malvados y criminales. Pero los exhorta a regresaral Señor, que “tendrá piedad” porque “es rico en perdón”. En el evangelio, confuerte contraste, no son malvados y criminales los que van en busca de Dios; esel mismo Dios quien sale al encuentro, cuatro veces al día, de todas laspersonas que necesitan de su ayuda.
Tanto el evangelio como Isaíascoinciden en afirmar, cada uno a su estilo, que los planes y los caminos deDios son muy distintos y más elevados que los nuestros.
Marruecos, Libia y la alternativa de Pablo (Fil1,20c.24.27a)
Igual que el domingo pasado, lasegunda lectura no tiene relación con el evangelio, pero sí mucha con larealidad actual de los miles de muertos provocados por el terremoto deMarruecos y las inundaciones en Libia.
Pabloestá en la cárcel, y no sabe si saldrá absuelto o lo condenarán a muerte. Paranosotros, la elección sería clara: absolución. Pablo ve las cosas de otro modo:la absolución le permitiría seguir trabajando por sus cristianos y por laextensión del evangelio; pero la muerte le permitiría «estar conCristo, que es con mucho lo mejor». En esta alternativa, no sabe quéescoger.
Lo absolverán, y continuará su obraunos años más, hasta que la muerte le permita estar con Cristo. La semanapasada hemos experimentado la muerte con terrible tragedia personal, familiar ysocial. En medio de tanto sufrimiento, Pablo nos recuerda a los cristianos quela muerte es el paso a disfrutar eternamente de la compañía del Señor.
September 14, 2023
Perdonar de corazón. Domingo 24 Ciclo A
 
El domingo pasado, Jesús hablaba a sus discípulos de laforma de corregirse fraternamente. Hoy aborda el tema del perdón a nivelindividual y personal, que es el que afecta a la inmensa mayoría de las personas.
Argumentos para perdonar (Eclesiástico27,33-28,9)
La primera lectura está tomada del libro del Eclesiástico, que es elúnico de todo el Antiguo Testamento cuyo autor conocemos: Jesús ben Sira (sigloII a.C.). Un hombre culto y estudioso, que dedicó gran parte de su vida areflexionar sobre la recta relación con Dios y con el prójimo. En su obra tratainfinidad de temas, generalmente de forma concisa y proverbial, que no sepresta a una lectura precipitada. Eso ocurre con la de hoy a propósito delrencor y el perdón.
El punto de partida es desconcertante. La persona rencorosa yvengativa está generalmente convencida de llevar razón, de que su rencor y suodio están justificados. Ben Sira le obliga a olvidarse del enemigo y pensar ensí mismo: “Tú también eres pecador, te sientes pecador en muchos casos, ydeseas que Dios te perdone”. Pero este perdón será imposible mientras noperdones la ofensa de tu prójimo, le guardes rencor, no tengas compasión de él.Porque «del vengativo se vengará el Señor».
Delvengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de susculpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecadoscuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir lasalud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de suspecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por suspecados?
Si lo anterior no basta para superar el odio y el deseo de venganza,Ben Sira añade dos sugerencias: 1) piensa en el momento de la muerte; ¿tegustaría llegar a él lleno de rencor o con la alegría de haber perdonado? 2)recuerda los mandamientos y la alianza con el Señor, que animan a no enojarsecon el prójimo y a perdonarle. [En lenguaje cristiano: piensa en la enseñanza yel ejemplo de Jesús, que mandó amar a los enemigos y murió perdonando a los quelo mataban.]
Piensa entu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción, y guarda losmandamientos.
Recuerdalos mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, yperdona el error.
Pedro y Lamec
Lo que dice Ben Sira de forma densase puede enseñar de forma amena, a través de una historieta. Es lo que hace elevangelio de Mateo en una parábola exclusiva suya (no se encuentra en Marcos niLucas).
El relato empieza con una preguntade Pedro. Jesús ha dicho a los discípulos lo que deben hacer «cuando un hermanopeca» (domingo pasado). Pedro plantea la cuestión de forma más personal: «Si mihermano peca contra mí», «si mi hermano me ofende».¿Qué se hace en este caso? Un patriarca anterior al diluvio, Lamec, tenía muyclara la respuesta:
«Por un cardenal mataré a un hombre,
a un joven por una cicatriz.
Si la venganza de Caín valía por siete,
la de Lamec valdrá por setenta y siete» (Génesis 4,23-24).
Pedro sabe que Jesús no es como Lamec. Pero imagina que el perdón tieneun límite, no se puede exagerar. Por eso, dándoselas de generoso, pregunta: «¿Cuántas veces le tengoque perdonar? ¿Hasta siete veces?» Toma a Caín como modelo contrario: si él sevengó siete veces, yo perdono siete veces.
Jesús le indica que debe tomarcomo modelo contrario a Lamec: si él se vengó setenta y siete veces, perdona túsetenta y siete veces. (La traducción litúrgica, que es la más habitual, dice«setenta veces siete»; pero el texto griego se puede traducir también porsetenta y siete, como referencia a Lamec). En cualquier hipótesis, el sentidoes claro: no existe límite para el perdón, siempre hay que perdonar.
La parábola
Para justificarlo propone la parábola de los dos deudores. La historiaestá muy bien construida, con tres escenas: la primera y tercera se desarrollanen la corte, en presencia del rey; la segunda, en la calle.
1ª escena (en la corte): el rey y un deudor.
Y apropósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustarlas cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno quedebía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lovendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagaraasí. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Tenpaciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquelempleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Se subraya: 1) La enormidad de la deuda; diez mil talentosequivaldrían a 60 millones de denarios, equivalente a 60 millones de jornales.2) Las duras consecuencias para el deudor, al que venden con toda su familia yposesiones. 3) Su angustia y búsqueda de solución: ten paciencia. 4) La bondaddel monarca, que, en vez de esperar con paciencia, le perdona toda la deuda.
2ª escena (en la calle): el deudor perdonado seconvierte en acreedor
Pero, alsalir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía ciendenarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que medebes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lometió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Esta escena está construida en fuerte contraste con la anterior. 1)Los protagonistas son dos iguales, no un monarca y un súbdito. 2) La deuda,cien denarios, es ridícula en comparación con los 60 millones. 3) Mientras elrey se limita a exigir, el acreedor se comporta con extrema dureza: «agarrándolo, loestrangulaba». 4) Cuando escucha la misma petición de paciencia que él ha hechoal rey, en vez de perdonar a su compañero lo mete en la cárcel.
3ª escena(en la corte): los compañeros, el rey y el primer deudor.
Suscompañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a suseñor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervomalvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tútambién tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión deti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta quepagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, sicada cual no perdona de corazón a su hermano.
Dos detalles: 1) La conducta deldeudor-acreedor escandaliza e indigna a sus compañeros, que lo denuncian alrey. Este detalle, que puede pasar desapercibido, es muy importante: a veces,cuando una persona se niega a perdonar, intentamos defenderla; sin embargo,sabiendo lo mucho que a esa persona le ha perdonado Dios, no es tan fáciljustificar su postura. 2) La frase clave es: «¿No debías tú también tenercompasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"
Con esto Jesús no sólo ofrece una justificación teológica del perdón,sino también el camino que lo facilita. Si consideramos la ofensa ajena comoalgo que se produce exclusivamente entre otro y yo, siempre encontraré motivospara no perdonar. Pero si inserto esa ofensa en el contexto más amplio de misrelaciones con Dios, de todo lo que le debemos y Él nos ha perdonado, el perdóndel prójimo brota como algo natural y espontáneo. Si ni siquiera así se produceel perdón, habrá que recordar las severas palabras finales de la parábola, muyinteresantes porque indican también en qué consiste perdonar setenta y sieteveces: en perdonar de corazón.
La diferencia entre la 1ª lectura y elevangelio
Ben Sira enfoca el perdón como unrequisito esencial para ser perdonados por Dios. La parábola del evangelio nosrecuerda lo mucho que Dios nos ha perdonado, que debe ser el motivo paraperdonar a los demás.
September 7, 2023
¡Qué fácil es criticar, qué difícil corregir! Domingo 23. Ciclo A.
 
Laformación de los discípulos
Apartir del primer anuncio de la pasión-resurrección y de la confesión de Pedro,Jesús se centra en la formación de sus discípulos. No sólo mediante undiscurso, como en el c.18, sino a través de los diversos acontecimientos que sevan presentando. Los temas podemos agruparlos en tres apartados:
1. Lospeligros del discípulo:
*ambición (18,1-5)
*escándalo (18,6-9)
*despreocupación por los pequeños (18,10-14)
2.Las obligaciones del discípulo:
*corrección fraterna (18,15-20)
*perdón (18,21-35)
3.El desconcierto del discípulo:
*ante el matrimonio (19,3-12)
*ante los niños (19,13-15)
*ante la riqueza (19,16-29)
*ante la recompensa (19,30-20,16)
Deestos temas, la liturgia dominical ha seleccionado el 2, corrección fraterna yperdón, que leeremos en los dos próximos domingos (23 y 24 del TiempoOrdinario) y el último punto del 3, desconcierto ante la recompensa (domingo25).
La obligaciónde corregir (Ezequiel 33,7-9)
Al tratar de la correcciónfraterna, es muy buen punto de partida la primera lectura, tomada del profetaEzequiel. Cuando alguien se porta de forma indebida, lo normal es criticarlo,procurando que la persona no se entere de nuestra crítica. Sin embargo, Diosadvierte al profeta que no puede cometer ese error. Su misión no es criticarpor la espalda, sino dirigirse al malvado y animarlo a cambiar de conducta. Siel profeta calla por comodidad o miedo, se le pedirá cuenta de su silencio.
Así dice el Señor: Ati, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuchespalabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: « ¡Malvado, eres reo de muerte! » , y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambiede conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de susangre; pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, sino cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.
El modo decorregir (Mateo 18,15-20)
Enla misma línea debemos entender el evangelio de hoy, que se dirige a losapóstoles y a los responsables posteriores de las comunidades. No puedenpermanecer indiferentes, deben procurar el cambio de la persona. Pero esposible que ésta se muestre reacia y no acepte la corrección. Por eso sesugieren cuatro pasos: 1) tratar el tema entre los dos; 2) si no se atiene arazones, se llama a otro o a otros testigos; 3) si sigue sin hacer caso, se acudea toda la comunidad; 4) si ni siquiera entonces se atiene a razones, hay queconsiderarlo «como ungentil o un publicano».
En aquel tiempo, dijoJesús a sus discípulos:
― Si tu hermano peca,repréndelo a solas entre los dos.
Si te hace caso , has salvado a tuhermano.
Si no te hace caso , llama a otro o aotros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o trestestigos.
Si no les hace caso , díselo a lacomunidad,
y si no hace caso nisiquiera a la comunidad , considéralo como un gentil o un publicano.
Estapráctica recuerda en parte la costumbre de la comunidad de Qumrán. La Reglade la Congregación, sin expresarse de forma tan sistemática como Mateo, dapor supuestos cuatro pasos: 1) corrección fraterna; 2) invocación de dos testigos;3) recurso a los miembrosmás antiguos e importantes («los grandes»);4) finalmente, si la persona no quiere corregirse, se le excluye de lacomunidad.
Lanovedad del evangelio radica en que no se acude en tercera instancia a los «grandes»,sino a toda la comunidad, subrayando el carácter democrático de la vivenciacristiana. Hay otra diferencia notable entre Qumrán y Jesús: en Qumrán seestipulan una serie de sanciones cuando se ofende a alguno, cosa que falta enel Nuevo Testamento. Copio algunas de ellas en el Apéndice.
Hay un punto de difícilinterpretación: ¿qué significa la frase final, «considéralo como un gentilo un publicano»?Generalmente la interpretamos como un rechazo total de esa persona. Pero no estan claro, si tenemos en cuenta que Jesús era el «amigo de publicanos» y que siempre mostró unaactitud positiva ante los paganos. Por consiguiente, quizá la última frasedebamos entenderla en sentido positivo: incluso cuando parece que esa personaes insalvable, sigue considerándola como alguien que en algún momento puedeaceptar a Jesús y volver a él. Esta debe ser la actitud personal («considéralo»),aunque la comunidad haya debido tomar una actitud disciplinaria más dura.
¿Quévalor tiene la decisión tomada en estos casos? Un valor absoluto. Por eso, seañaden unas palabras muy parecidas a las dichas a Pedro poco antes, perodirigidas ahora a todos los discípulos y a toda la comunidad:
Os aseguro que todolo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis enla tierra quedará desatado en el cielo.
Relacionadocon este tema están las frases finales.
Os aseguro, además,que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lodará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre,allí estoy yo en medio de ellos.
Generalmentese los aplica a la oración y a la presencia de Cristo en general. Pero, dado loanterior y lo que sigue, parece importante relacionar esta oración y estapresencia de Cristo con los temas de la corrección y del perdón.
Elconjunto podríamos explicarlo del modo siguiente. La corrección fraterna y ladecisión comunitaria sobre un individuo son algo muy delicado. Hace falta luz,hallar las palabras adecuadas, el momento justo, paciencia. Todo esto esimposible sin oración. Jesús da por supuesto -quizá supone mucho- que estaoración va a darse. Y anima a los discípulos asegurándoles la ayuda del Padre,ya que El estará presente. Esta interpretación no excluye la otra, más amplia,de la oración y la presencia de Cristo en general. Lo importante es no olvidarla oración y la presencia de Jesús en el difícil momento de la reconciliación.
El mejor modo de corregir: el amor (Romanos 13,8-10)
Los textos de Ezequiel y del evangelio suponensituaciones conflictivas en la comunidad; hablan de malvados y de personas quepecan. La carta a los Romanos también conoce el peligro del adulterio, elasesinato, el robo, la envidia… Pero no se centra en denunciar esos pecados,sino en fomentar la caridad. «Uno que ama a su prójimo no le hace daño». El queama cumple toda la ley, y su amor puede ser el mejor modo de corregir.
Hermanos: A nadie ledebáis nada, más que amor; porque el que ama tiene cumplido el resto de la ley.De hecho, el « no cometerás adulterio, nomatarás, no robaras, no envidiarás » , y los demásmandamientos que haya, se resumen en esta frase: amarás a tu prójimo como a timismo. Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso, amar es cumplir laley entera.
Apéndice: la práctica de la comunidad de Qumrán
 
En el siglo II a.C., un grupo de judíos descontentos delcomportamiento del clero y de las autoridades de Jerusalén, se retiró aldesierto de Judá y fundó junto al Mar Muerto una comunidad. Se ha discutidomucho sobre su influjo en Juan Bautista, en Jesús y en los primeros cristianos.El interesado puede leer J. L. Sicre, El cuadrante. Vol. II: La apuesta,cap. 15.
Los cuatropasos en la Regla de la congregación
1)«Quese corrijan uno a otro con verdad, con tranquilidad y con amor lleno de buenavoluntad y benevolencia para cada uno»(V, 23-24).
2y 3) «Igualmente,que nadie acuse a otro en presencia de los "grandes" sin haberleavisado antes delante de dos testigos»(VI, 1).
4)«Elque calumnia a los "grandes", que sea despedido y no vuelva más.Igualmente, que sea despedido y no vuelva nunca el que murmura contra laautoridad de la asamblea. (...) Todo el que después de haber permanecido diezaños en el consejo de la comunidad se vuelva atrás, traicionando a lacomunidad... que no vuelva al consejo de la comunidad. Los miembros de lacomunidad que estén en contacto con él en materia de purificación y de bienessin haber informado de esto a la comunidad serán tratados de igual manera. Nose deje de expulsarlos»(VII,16-25).
Algunos castigos en Qumrán
«Si alguien habla a suprójimo con arrogancia o se dirige a él groseramente, hiriendo la dignidad delhermano, o se opone a las órdenes dadas por un colega superior a él, serácastigado durante un año...»
«Si alguno habló con cóleraa uno de los sacerdotes inscritos en el libro, que sea castigado durante unaño. Durante ese tiempo no participará del baño de purificación con el resto delos grandes.»
«El que calumniainjustamente a su prójimo, que sea castigado durante un año y apartado de lacomunidad.»
«Si únicamente hablo de suprójimo con amargura o lo engañó conscientemente, su castigo durará seis meses.
«El que se despereza,cabecea o duerme en la reunión de los "grandes" será castigadotreinta días».
August 31, 2023
Seguir a Jesús vale la pena. Domingo 22. Ciclo A
 
En el evangelio del domingo anterior, Pedro, inspirado porDios, confiesa a Jesús como Mesías. Inmediatamente después, dejándose llevarpor su propia inspiración, intenta apartarlo del plan que Dios le haencomendado. El relato Mateo 16,21-27 lo podemos dividiren tres escenas.
1ª: Jesús y los discípulos (primer anuncio de la pasión yresurrección)
En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos quetenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumossacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedroacaba de confesar a Jesús como Mesías. Él piensa en un Mesías glorioso,triunfante. Por eso, Jesús considera esencial aclarar las ideas a susdiscípulos. Se dirigen a Jerusalén, pero él no será bien recibido. Al contrario,todas las personas importantes, los políticos (“ancianos”), el clero alto(“sumos sacerdotes”) y los teólogos (“escribas”) se pondrán en contra suya, leharán sufrir mucho, y lo matarán. Es difícil poner de acuerdo a estos tres grupos.Sin embargo, tratándose de Jesús, coinciden en el deseo de hacerlo sufrir yeliminarlo. Esto que parece una simple conjura humana, Jesús lo interpreta comoparte del plan de Dios. Por eso, no dice a los discípulos: «Vamos a Jerusalén, y allíuna panda de canallas me va a perseguir y matar», sino «tengoque ir» aJerusalén a cumplir la misión que Dios me encomienda, que implicará elsufrimiento y la muerte, pero que terminará en la resurrección.
Parala concepción popular del Mesías, como la que podían tener Pedro y los otros,esto resulta inaudito. Sin embargo, la idea de un personaje que salva a supueblo y triunfa a través del sufrimiento y la muerte no es desconocida alpueblo de Israel. La expresó un profeta anónimo, y su mensaje ha quedado en elc.53 de Isaías sobre el Siervo de Dios.
2ª: Pedro, portavoz de Satanás, y Jesús
Jesústermina hablando de resurrección, pero lo que llama la atención a Pedro es el «padecer mucho» y el «ser ejecutado».Según Mc 8,32, Pedro se puso entonces a reprender a Jesús, pero no se recogen laspalabras que dijo. Mateo describe su reacción con más crudeza:
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
― ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
― Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; túpiensas como los hombres, no como Dios.
Ahorano es Dios quien habla a través de Pedro, es Pedro quien se deja llevar por supropio impulso. Está dispuesto a aceptar a Jesús como Mesías victorioso, no comoSiervo de Dios. Y Jesús, que un momento antes lo ha llamado «bienaventurado»,le responde con enorme dureza: «¡Quítate de mi vista, Satanás, que me hacestropezar!»
Estas palabras traen a la memoria elepisodio de las tentaciones a las que Satanás sometió a Jesús despuésdel bautismo. El puesto del demonio lo ocupa ahora Pedro, el discípulo que másquiere a Jesús, el que más confía en él, el más entusiasmado con su persona ysu mensaje. Y Jesús, que no vio especial peligro en las tentaciones de Satanás,ve aquí un grave peligro para él. Por eso, su reacción no es serena, como anteel demonio; no aduce tranquilamente argumentos de Escritura para rechazar altentador, sino que está llena de violencia: «Tú piensas como los hombres, no como Dios.» Loshombres tendemos a rechazar el sufrimiento y la muerte, no los vemosespontáneamente como algo de lo que se pueda sacar algún bien. Dios, en cambio,sabe que eso tan negativo puede producir gran fruto.
3ª: Jesús y los discípulos (parábola del maletín y el joyero)
Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
― El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, quecargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá;pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombreganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar pararecobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloriade su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
Nose conocían de nada, sólo les unió compartir dos asientos de primera clase.Ella colocó en el compartimento un elegante estuche con sus joyas. Él, unpesado maletín con su portátil y documentos de sumo interés. El pánico fuecomún al cabo de unas horas, cuando vieron arder uno de los motores y oyeron elaviso de prepararse para un aterrizaje de emergencia. Tras el terrible impactocontra el suelo, ella renunció a sus joyas y corrió hacia la salida. Él seretrasó intentando salvar sus documentos. El cadáver y el maletín losencontraron al día siguiente, cuando los bomberos consiguieron apagar elincendio. Extrañamente, ella recuperó intacto el estuche de sus joyas.
Entiempos de Jesús no había aviones, y él no pudo contar esta parábola. Pero lehabría servido para explicar la enseñanza final de este evangelio. Paraentender esta tercera parte conviene comenzar por el final, el momento en elque el Hijo del Hombre vendrá a pagar a cada uno según su conducta. Enrealidad, sólo hay dos conductas: seguir a Jesús (salvar la vida,renunciando al joyero) o seguirse a uno mismo (salvar el maletín a costade la vida). Seguir a Jesús supone un gran sacrificio, incluso se puede tenerla impresión de que uno pierde lo que más quiere. Seguirse a uno mismo resultamás importante, salvar la vida y el maletín. Pero el avión está ya ardiendo yno caben dilaciones. El que quiera salvar el maletín, perderá la vida. Paradójicamente,el que renuncia al joyero salva la vida y recupera las joyas.
Jeremías y Jesús (Jer 20,7-9)
Me sedujiste, Señor,y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír todo el día,todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia»,proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio ydesprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en sunombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos;intentaba contenerlo, y no podía.
La vida deJeremías no fue fácil. Él no quería ser profeta, le objetó a Dios que erademasiado joven y que no sabía hablar. Pero el Señor no aceptó su protesta y loobligó a transmitir el mensaje más duro en los años más difíciles del reino deJudá: cuando se avecinaba la desaparición de la monarquía, la destrucción deJerusalén y la deportación a Babilonia.
Al principio,todo fue bien («me sedujiste, Señor, y me dejé seducir»). Pero el tener queanunciar y justificar la desgracia futura se le convierte en una cargainsoportable. Personalmente, tiene la sensación de que todo su mensaje sesintetiza en dos palabras horribles: «violencia» y «destrucción». Socialmente, esta predicaciónle procura críticas, burlas, persecuciones, incluso amenazas de muerte.¿Solución? Olvidarse de Dios y de su palabra. Pero no puede hacerlo. Esapalabra arde en sus entrañas, es un fuego incontenible.
Jeremías,igual que Jesús, se siente obligado a cumplir la misión que Dios le encomienda.Es cierto que en Jesús no encontramos la misma rebeldía, pero la reacción tanhumana del profeta ayuda a comprender que, para el Señor, «tener que ir aJerusalén» supuso también un gran sacrificio.
August 24, 2023
Pedro, entre Dios y Satanás. Domingo 21. Ciclo A
 
El evangelio de este domingo y el del siguiente forman undíptico indisoluble. En el de hoy, Pedro recibe una revelación de Dios y unamisión. En el siguiente, se convierte en portavoz de Satanás. De este modo,Mateo deja claro que lo importante es la misión recibida, no la santidad delreceptor. El pasaje de este domingo se divide en tres partes: 1) lo que piensa la gente a propósito deJesús; 2) lo que afirma Pedro; 3) las promesas de Jesús a Pedro.
Lo que piensa la gente a propósito de JesúsAl llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a susdiscípulos:
― ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron:
― Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías ouno de los profetas.
¿Cómo es posible que la gente ofrezcarespuestas tan extrañas? La culpa es en gran parte de Jesús por usar unaexpresión que se presta a equívoco: bar enosh puede entenderse de formasmuy distintas, y podríamos traducirlo con minúscula o con mayúscula.
Con minúscula, «hijodel hombre», significa «este hombre», «yo», y es frecuente en boca deJesús para referirse a sí mismo. Por ejemplo: «Las zorras tienen madrigueras,las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre [este hombre] no tienedónde recostar la cabeza» (Mt 8,20); «El hijo del hombre [este hombre, yo] tieneautoridad en la tierra para perdonar los pecados» (Mt 9,6), etc.
Con mayúscula, «Hijo del Hombre», hace pensar en un salvadorfuturo, extraordinario. «Os aseguro que no habréis recorrido todas lasciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre» (Mt 10,23); «ElHijo del Hombre enviará a sus ángeles para que recojan de su reino todoslos escándalos y los malhechores» (Mt 13,41); «El Hijo del Hombre ha de venir con la gloria de suPadre yacompañado de sus ángeles» (Mt 16,27).
Lagente que escuchaba a Jesús podía sentirse desconcertada. Cuando usabala expresión «el Hijo del Hombre», ¿hablaba de sí mismo, de un salvador futuroo de un gran personaje religioso? Por eso no extrañan las respuestas que recogenlos discípulos. Para unos, el Hijo del Hombre es Juan Bautista; para otros, demayor formación teológica, Elías, porque está profetizado que volverá al finalde los tiempos; para otros, no sabemos por qué motivo, Jeremías o alguno de losgrandes profetas. Lo común a todas las respuestas es que ninguna identifica alHijo del Hombre con Jesús, y todas lo identifican con un profeta, pero unprofeta muerto, bien hace nueve siglos (Elías) o recientemente (Juan Bautista).Es obvio que Jesús no se explicaba en este caso con suficiente claridad o eraintencionadamente ambiguo.
Lo que afirma Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».Él les preguntó:
― Y vosotros, ¿quiéndecís que soy yo?
Simón Pedro tomó lapalabra y dijo:
― Tú eres el Mesías,el Hijo de Dios vivo.
Estamos tan acostumbrados a escuchar la respuesta de Pedro que nos parecenormal. Sin embargo, de normal no tiene nada. Los grupos que esperaban alMesías lo concebían como un personaje extraordinario, que traería una situaciónmaravillosa desde el punto de vista político (liberación de los romanos),económico (prosperidad), social (justicia) y religioso (plena entrega delpueblo a Dios). Jesús es un galileo mal vestido, sin residencia fija, que vivede limosna, acompañado de un grupo de pescadores, campesinos, un recaudador deimpuestos y diversas mujeres. Para confesarlo como Mesías hace falta estar locoo tener una inspiración divina.
Las promesas de Jesús a PedroJesús le respondió:
―¡Dichoso tú, Simón hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie decarne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eresPedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no laderrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en latierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedarádesatado en el cielo.
Yles mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Esta terceraparte, exclusiva de Mateo (falta en los evangelios de Marcos y Lucas), comienzacon una bendición, que subraya la importancia del título de Mesías que Pedroacaba de conceder a Jesús. El discípulo no es un hereje ni un loco, suspalabras son fruto de una revelación del Padre. Viene a la memoria lo dicho en11,25-30: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y aquel a quien el Padre se loquiere revelar».
Basándose enesta revelación, no en los méritos de Pedro, Jesús le comunica tres promesas:1) sobre él, esta roca, edificará su Iglesia; 2) le dará las llaves del Reinode Dios; 3) como consecuencia de lo anterior, lo que él decida en la tierraserá refrendado en el cielo.
Lasafirmaciones más sorprendentes son la primera y la tercera. En el AT, la “roca”es Dios. En el NT, la imagen se aplica a Jesús. Que el mismo Jesús diga que laroca es Pedro supone algo inimaginable, que difícilmente podrían haber inventadolos cristianos posteriores. (La escapatoria de quienes afirman que Jesús, alpronunciar las palabras «y sobre esta piedra edificaré mi iglesia» se refiere aél mismo, no a Pedro, es poco seria).
La segundaafirmación («te daré las llaves del Reino de Dios») se entiende recordando lapromesa de Is 22,22 al mayordomo de palacio Eliaquín, tema de la primeralectura de hoy: «Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que élabra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá». Se concede alpersonaje una autoridad absoluta en su campo de actividad. Curiosamente, eltexto de Mateo cambia de imagen, y no habla luego de abrir y cerrar, sino deatar y desatar. Pero la idea de fondo es la misma.
El textocontiene otra afirmación importantísima: la intención de Jesús de formar unanueva comunidad, que se mantendrá eternamente. Todo lo que se dice a Pedro estáen función de esta idea.
¿Por quépone de relieve Mateo este papel de Pedro? ¿Desea indicar cómo concibe Jesús asu comunidad? ¿O tiene una finalidad más práctica? Ambas ideas no se excluyen,y la teología católica ha insistido básicamente en la primera: Jesús,consciente de que su comunidad necesita un responsable último, encomienda estamisión a Pedro y a sus sucesores.
Es posibleque haya también de fondo una idea más práctica, relacionada con el papel dePedro en la iglesia primitiva. Uno de los mayores conflictos que se plantearondesde el primer momento fue el de la aceptación o rechazo de los paganos en lacomunidad, y las condiciones requeridas para ello. Los Hechos de los Apóstolesdan testimonio de estos problemas. En su solución desempeñó un papel capitalPedro, enfrentándose a la postura de otros grupos cristianos conservadores(Hechos 10-11; 15). En aquella época, en la que Pedro no era «el Papa», nigozaba de la «infalibilidad pontificia», las palabras de Mateo suponen unespaldarazo a su postura en favor de los paganos. «Lo que ates en la tierraquedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en elcielo». Es Pedro el que ha recibido la máxima autoridad y el que tiene ladecisión última.
Apéndice 1. Elpapel de Pedro en la iglesia primitiva
Un detalle común a las más diversas tradiciones del NuevoTestamento es la importancia que se concede a Pedro. El dato más antiguo yvalioso, desde el punto de vista histórico, lo ofrece Pablo en su carta a losGálatas, donde escribe que tres años después de su conversión subió a Jerusalén«a conocer a Cefas [Pedro] y me quedé quince días con él» (Gálatas 1,18). Estesimple detalle demuestra la importancia excepcional de Pedro. Y catorce añosmás tarde, cuando se plantea el problema de la predicación del evangelio a lospaganos, escribe Pablo: «reconocieron que me habían confiado anunciar la buenanoticia a los paganos, igual que Pedro a los judíos; pues el que asistía aPedro en su apostolado con los judíos, me asistía a mí en el mío con lospaganos» (Gálatas 2,7).
Esta primacía de Pedro queda reflejada en diversosepisodios de los distintos evangelios. Por no alargarme, basta recordar eltriple encargo («apacienta mis corderos», «apacientas mis ovejas», «apacientasmis ovejas») en el evangelio de Juan (21,15-17), equivalente a lo que acabamosde leer en Mateo.
Lo mismo ocurre en los Hechos de los Apóstoles. Despuésde la ascensión, es Pedro quien toma la palabra y propone elegir un sustitutode Judas. El día de Pentecostés, es Pedro quien se dirige a todos lospresentes. Su autoridad será decisiva para la aceptación de los paganos en laiglesia (Hechos 10-11). Este episodio capital es el mejor ejemplo práctico dela promesa: «lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo».
Apéndice 2. Mateo:¿falsario o teólogo?
Lo anterior ayuda a responder una pregunta elementaldesde el punto de vista histórico: si las promesas de Jesús a Pedro sólo seencuentran en el evangelio de Mateo, ¿no serán un invento del evangelista? Asípiensan muchos autores.
Pero el término «invento» se presta a confusión, como sitodo lo que se cuenta fuera mentira. Los escritores antiguos tenían un conceptode verdad histórica muy distinto del nuestro, como he intentado demostrar en milibro Satán contra los evangelistas.Para nosotros, la verdad debe ir envuelta en la verdad. Todo, lo que se cuentay la forma de contarlo, debe ser cierto (esto en teoría, porque infinitoslibros de historia se presentan como verdaderos, aunque mienten en lo quecuentan y en la forma de contarlo). Para los antiguos, la verdad se podíaenvolver en un ropaje de ficción.
La verdad,testimoniada por autores tan distintos como Pablo, Juan, Lucas, Marcos, es quePedro ocupaba un puesto de especial responsabilidad en la iglesia primitiva, yque ese encargo se lo había hecho el mismo Dios, como reconocen Pablo y Juan.Lo único que hace Mateo es envolver esa verdad en unas palabras distintas, quizáinventadas por él, para dejar claro que la primacía de Pedro no es cuestión deinteligencia, ni de osadía, se debe a una decisión de Jesús.
Y paracorroborar que no son los méritos de Pedro, añade el episodio que leeremos elpróximo domingo.
August 17, 2023
La mujer que calló a Jesús. Domingo 20. Ciclo A.
 
A Jesús nadie era capaz de callarlo. Ni los sabihondosescribas, ni los piadosos fariseos, por no hablar de sacerdotes y políticos. Laúnica persona que lo calló fue una mujer. Y encima, pagana.
Dos reacciones muy distintas ante un texto problemático
El evangelio de Marcos cuenta elencuentro de una mujer pagana con Jesús, en el que este responde a su peticiónde forma fría, casi insultante. Lucas, tan interesado por los paganos, omitióeste pasaje en su evangelio. Mateo, igualmente defensor de los paganos, adoptóuna postura muy distinta: en vez de omitir el episodio, lo amplió, haciéndolomucho más dramático.
El Mesíasantipático y la pagana insistente
Paraentender la versión que ofrece Mateo de este episodio hay que conocer la deMarcos, que le sirve como punto de partida.
Marcoscuenta una escena más sencilla. Jesús llega al territorio de Tiro, entra enuna casa y se queda en ella. Una mujer que tiene a su hija enferma, acude aJesús, se postra ante él y le pide que la cure. Jesús le responde que no estábien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos. Ella le dice quetiene razón, pero que también los perritos comen de las migajas de los niños. YJesús: «Por eso que has dicho, ve, que el demonio ha salido de tu hija».
Mateo describeuna escena más dramática cambiando el escenario y añadiendo detalles nuevos,todos los que aparece en cursiva y rojo en el texto siguiente.
«En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro ySidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno deaquellos lugares, se puso a gritarle:
― Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene undemonio muy malo.
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercarona decirle:
― Atiéndela, que viene detrás gritando.
Él les contestó:
― Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió:
― Señor, socórreme.
Él le contestó:
― No está bien echar a los perros el pan de los hijos.
Pero ella repuso:
― Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen lasmigajas que caen de la mesa de los amos.
Jesús le respondió:
― Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.
En aquel momento quedó curada su hija.
Los cambios queintroduce Mateo
ü Elencuentro no tiene lugar dentro de la casa, sino en el camino. Esto le permitepresentar a Jesús y a los discípulos andando, y la cananea detrás de ellos.
ü Lacananea no comienza postrándose ante Jesús, lo sigue gritándole: «Ten compasiónde mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Pero Jesús,que siempre muestra tanta compasión con los enfermos y los que sufren, no ledirige ni una palabra.
ü Lamujer insiste tanto que los discípulos, muertos de vergüenza, le piden a Jesúsque la atienda. Y él responde secamente: «Sólo me han enviado a las ovejasdescarriadas de Israel.»
ü Lacananea no se da por vencida. Se adelanta, se postra ante Jesús, obligándole adetenerse, y le pide: «Señor, socórreme». Vienen ala mente las palabras de Mt 6,7: «Cuando recéis, no seáis palabreros como lospaganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso». Esta paganano es palabrera; pide como una cristiana. Imposible mayor sobriedad.
ü Sigueel mismo diálogo que en Marcos sobre el pan de los hijos y las migajas quecomen los perritos.
ü Peroel final es muy distinto. Jesús, en vez de decirle que su hija está curada, ledice: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
Estoscambios se resumen en la forma de presentar a Jesús y a la cananea.
1) A Jesús lo presenta de formaantipática: no responde una palabra a pesar de que la mujer va gritando detrásde él; parece un nacionalista furibundo al que le traen sin cuidado lospaganos; es capaz de avergonzar a sus mismos discípulos.
2) En la mujer, acentúa suangustia y su constancia. Ella no se limita a exponer su caso (como en Marcos),sino que intenta conmover a Jesús con su sufrimiento: «Ten compasión de mí,Señor», «Señor, socórreme». Y lo hace de manera insistente, obstinada, llegandoa cerrarle el paso a Jesús, forzándolo a detenerse y a escucharla.
Ni obstinación nisabiduría, fe
Jesús podría haberle dicho: «¡Quépesada eres! Vete ya, y que se cure tu hija». O también: «¡Qué lista eres!» Perolo que alaba en la mujer no es su obstinación, ni su inteligencia, sino su fe.«¡Qué grande es tu fe!». Poco antes, a Pedro, cuando comienza a hundirse en ellago, le ha dicho que tiene poca fe. Poco más adelante dirá lo mismo al restode los discípulos. En cambio, la pagana tiene gran fe. Y esto trae a la memoriaotro pagano del que ha hablado antes Mateo: el centurión de Cafarnaúm, con unafe tan grande que también admira a Jesús.
Con algunasmujeres no puede ni Dios
El episodio de la cananea recuerdaa otro aparentemente muy distinto: las bodas de Caná. También allí encontramosa un Jesús antipático, que responde a su madre de mala manera cuando le pide unmilagro (las palabras que le dirige siempre se usan en la Biblia en contextode reproche), y que busca argumentos teológicos para no hacer nada: «Todavía noha llegado mi hora». Sólo le interesa respetar el plan de Dios, no hacer nadaantes de que él se lo ordene o lo permita.
En el casode la cananea, Jesús también se refugia en la voluntad y el plan de Dios: «Sólome han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.» Yo no puedo hacer algodistinto de lo que me han mandado.
Sinembargo, ni a María ni a la cananea les convence este recurso al plan de Dios.En ambos casos, el plan de Dios se contrapone a algo beneficioso para elhombre, bien sea algo importante, como la salud de la hija, o aparentementesecundario, como la falta de vino. Ellas están convencidas de que el verdaderoplan de Dios es el bien del ser humano, y las dos, cada una a su manera,consiguen de Jesús lo que pretenden.
Gracias aeste conocimiento del plan de Dios a nivel profundo, no superficial, Isabelalaba a María «porque creíste» y Jesús a la cananea «por tu gran fe».
Enrealidad, el título de este apartado se presta a error. Sería más correcto:«Dios, a través de algunas mujeres, deja clara cuál es su voluntad». Peroresulta menos llamativo.
«Sólo me han enviadoa las ovejas descarriadas de Israel»
Con estaspalabras pretende justificar Jesús su actitud con la cananea. Si los discípuloshubieran sido tan listos como la mujer, podrían haber puesto a Jesús en unapuro. Bastaba hacerle dos preguntas:
1) «Si sólo te han enviado a lasovejas descarriadas de Israel, ¿por qué nos has traído hasta Tiro y Sidón, quellevamos ya un montón de días hartos de subir y bajar cuestas?»
2) «Si sólo te han enviado a lasovejas descarriadas de Israel, ¿por qué curaste al hijo del centurión deCafarnaúm, y encima lo pusiste como modelo diciendo que no habías encontrado enningún israelita tanta fe?»
Como losdiscípulos no preguntaron, no sabemos lo que habría respondido Jesús. Pero enel evangelio de Mateo queda claro desde el comienzo que Jesús ha sido enviado atodos, judíos y paganos. Por eso, los primeros que van a adorarlo de niño sonlos magos de Oriente, que anticipan al centurión de Cafarnaúm, a la cananea, ya todos nosotros.
Primera lectura yevangelio
La primera lectura ofrece un punto de contacto con elevangelio (por su aceptación de los paganos), pero también una notablediferencia. En ella se habla de los paganos que se entregan al Señor paraservirlo, observando el sábado y la alianza. Como premio, podrán ofrecer en eltemplo sus holocaustos y sacrificios y serán acogidos en esa casa de oración.La cananea no observa el sábado ni la alianza, no piensa ofrecer un novillo niun cordero en acción de gracias. Experimenta la fe en Jesús de forma misteriosapero con una intensidad mayor que la que pueden expresar todas las accionescultuales.
Lectura del libro de Isaías 56,1. 6-7
Así diceel Señor:
«Guardadel derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va arevelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo,para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sinprofanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, losalegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos ysacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos lospueblos.»
August 10, 2023
Jesús reza, los discípulos reman, Pedro se hunde. Domingo 19. Ciclo A.
 
¿Tienes laimpresión de que la Iglesia, tu parroquia, tu comunidad religiosa, se va apique? ¿Te apetece acercarte a Jesús, pero temes perder pie a mitad de camino?Estas experiencias las tuvieron los primeros cristianos. Mateo les diorespuesta en lo que hoy nos cuenta.
La tempestad calmada y el viento en contra
Hay dos episodios en los evangeliosbastante parecidos, aunque muy diferentes. Se parecen en el escenario (unabarca en medio del lago de Galilea en circunstancias adversas) y en losprotagonistas (Jesús y los discípulos). Se diferencian en que, en el primercaso, la barca está a punto de zozobrar y los discípulos corren peligro demuerte; en el segundo, sólo se enfrentan a un fuerte viento en contra que haceinútiles todos sus esfuerzos.
Traducido a la experiencia denuestros días, la tempestad calmada recuerda a numerosas comunidadescristianas, sobre todo de África y Oriente Medio, que se ven amenazadas demuerte y gritan a Jesús: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». El viento encontra hace pensar en tantas otras comunidades, especialmente de occidente, queluchan contra viento y marea, cada vez con menos fuerzas, y sin ver resultadostangibles.
El primer episodio, la tempestadcalmada, tiene un claro paralelo en el Salmo 107 (106), 23-32, donde losnavegantes gritan a Dios en el peligro y él los salva; en el evangelio, los discípulosgritan a Jesús y es este quien los salva.
El segundo episodio, el de la barcacon viento en contra y Jesús caminando sobre el agua, no me recuerda ningúnepisodio del Antiguo Testamento. Sin embargo, está tan anclado en la primitivatradición cristiana que no sólo lo cuentan Marcos y Mateo, sino incluso Juan,que generalmente va por sus caminos. Es muy curioso que Lucas omita estaescena: probablemente pensó que presentar a Jesús caminando sobre el agua yconfundido con un fantasma iba a plantear a sus cristianos más problemas quebeneficios.
El relato de Mateo 14,22-33
Seinspira en el de Marcos, pero introduciendo cambios muy significativos. Podemosdividirlo en cuatro escenas.
Primera escena: Jesús se separa delos discípulos
Despuésque la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran ala barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada lanoche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra,sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
Hablandoen términos cinematográficos, es un montaje en paralelo. Inmediatamente despuésde la comida, Jesús obliga a sus discípulos a embarcarse, mientras él despide ala gente. Pero, cuando la despide, no va en busca de sus discípulos, sube«solo» a rezar. Mateo acentúa que Jesús desea verse libre de todos para ponerseen contacto con el Padre. Esa oración será muy larga, desde el anochecer hastala cuarta vigilia (entre las 3 y las 6 de la noche). Sin embargo, no sabemosqué dice, cómo reza. Lo importante para Mateo no es conocer el misterio sinoproponernos un ejemplo que imitar. Mientras, los discípulos navegan con grandesdificultades durante todas esas horas hasta quedar «a muchos estadios detierra» (Juan dice que a unos 25-30 estadios, 5-6 km, lo que supone en mitaddel lago). A nivel simbólico, se contraponen dos mundos: el de la intimidad conDios (Jesús orando) y el de la dura realidad (los discípulos remando). Ha sidoJesús el que los ha abandonado a su destino.
Segunda escena: Jesús se acerca alos discípulos
De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua.Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo,pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida:
―¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
Mateocuenta con asombrosa naturalidad y sencillez algo inaudito: el hecho de queJesús se acerque caminando sobre el lago. En la cultura del Antiguo Oriente,donde el mar simboliza las fuerzas del caos (como el tsunami), caminar sobre elagua demuestra su poder sorprendente. Pero los discípulos no reaccionan con lamisma naturalidad: se asustan, porque piensan que es un fantasma, tienen miedo,gritan. Es la única vez que se usa en el Nuevo Testamento el término“fantasma”, que en griego clásico se aplica a los espíritus que se aparecen, oa «las visiones fantasmagóricas de mis ensueños» (Esquilo, Los siete contraTebas, 710). Es la única vez que Jesús provoca en sus discípulos un pánicoque los hace gritar de miedo. Es la única vez que les dice «¡animaos!». Unaescena peculiar sobre la que volveremos más adelante.
Tercera escena: Jesús y Pedro
Pedro lecontestó:
― Señor,si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
Él ledijo:
― Ven.
Pedrobajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, alsentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
― Señor,sálvame.
Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
― ¡Quépoca fe! ¿Por qué has dudado?
Quienconoce los relatos de Marcos y Juan advierte aquí una gran diferencia. En esosdos evangelios, Jesús sube a la barca y el viento se calma. En cambio, Mateointroduce una escena exclusivamente suya, que subraya la relación especial entreJesús y Pedro. Igual que en otros pasajes de su evangelio, Mateo aporta rasgosde la personalidad de Pedro que justifican su importancia posterior dentro delgrupo de los Doce. Pero no ofrece una imagen idealizada, sino real, convirtudes y defectos. Su decisión de ir hacia Jesús caminando sobre el agua lopone por encima de los demás, igual que ocurrirá más adelante en Cesarea deFilipo. Pero Pedro muestra también su falta de fe y su temor. Incluso entonces,es salvado por la intervención de Jesús. Dentro de la sobriedad de Mateo, estaescena llama la atención por la abundancia de detalles expresivos, queadquieren su punto culminante en la imagen de Jesús alargando la mano yagarrando a Pedro.
Cuarta escena: confesión de losdiscípulos (32-33)
En cuanto subieron a la barca, amainó elviento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres hijo deDios.»
Marcos termina su relato diciendoque los discípulos «no cabían en sí deestupor, pues no habían entendido lo de los panes, ya que tenían la menteobcecada» (Mc 6,51-52). Mateointroduce un cambio radical: los discípulos no se asombran, sino que se postranante Jesús y confiesan: «realmente eres hijo de Dios». Esta actitud y estaspalabras significan un gran avance. Anteriormente, en el relato de la tempestadcalmada (Mt 8,23-27), los discípulos terminan preguntándose: «¿Quién será ésteque hasta el viento y el agua le obedecen?». Desde entonces, el conocimientomás profundo de Jesús ha provocado un cambio en ellos. Ya no se preguntan quiénes; confiesan abiertamente que es «hijo de Dios», y lo adoran. Este título selo han aplicado ya el Padre durante el bautismo, el diablo en las tentaciones,y los endemoniados gadarenos (8,29). No podemos interpretarlo con toda la cargateológica que le dio más tarde el Concilio de Calcedonia (año 451). También elcenturión que está junto a Jesús en la cruz reconoce que «este hombre era hijode Dios». Lo que quiere expresar este título es la estrecha vinculación deJesús con Dios, que lo sitúa a un nivel muy superior al de cualquier otrohombre. De aquí a confesar la filiación divina de Jesús sólo queda un paso.
Anticipando la gloriade Jesús resucitado.
Esterelato, tal como lo cuenta Mateo, ofrece tres datos curiosos: 1) el cuerpo de Jesúsdesafía las leyes físicas; 2) los discípulos no reconocen a Jesús, lo confundencon un fantasma; 3) Jesús, a pesar del poder que manifiesta, trata a losapóstoles con toda naturalidad.
Estostres detalles son típicos de los relatos de apariciones de Jesús resucitado: 1)su cuerpo aparece y desaparece, atraviesa muros, etc.; 2) ni la Magdalena, nilos dos de Emaús, ni los siete a los que se aparece en el lago, reconocen aJesús; 3) Jesús resucitado nunca hace manifestaciones extraordinarias de poder,habla y actúa con toda naturalidad.
Porconsiguiente, lo que tenemos en Mateo (no en Marcos) es algo muy parecido a unrelato de aparición de Jesús resucitado. ¿Qué sentido tiene en este momento delevangelio? Anticipar su gloria. Igual que el relato de la muerte de JuanBautista, contado poco antes, anticipa su pasión, su maravilloso caminar sobreel agua anticipa su resurrección.
Sentido eclesial ypersonal
Desdeantiguo, se ha visto en la barca una imagen de la Iglesia, metida por Jesús enuna difícil aventura y, aparentemente, abandonada por él en medio de latormenta. Este sentido, que estaba ya en Marcos, lo completa Mateo con unaspecto más personal, al añadir la escena de Pedro: el discípulo que, confiandoen Jesús, se lanza a una aventura humanamente imposible y siente que fracasa,pero es rescatado por el Señor. En la imagen de Pedro podían reconocerse muchosapóstoles y misioneros de la Iglesia primitiva, y podemos vernos también anosotros mismos en algunos instantes de nuestra vida: cuando parece que todosnuestros esfuerzos son inútiles, cuando nos sentimos empujados y abandonadospor Dios, cuando nosotros mismos, con algo de buena voluntad y un mucho depresunción, queremos caminar sobre el agua, emprender tareas que nos superan.Ellos vivenciaron que Jesús los agarraba de la mano y los salvaba. La misma confianzadebemos tener nosotros.
La primera lectura
Hasido elegida porque en ella Dios se revela en la brisa suave, después delviento huracanado, el fuego y el terremoto. En el evangelio, después de latormenta, cuando Jesús sube a la barca, el viento amaina. Este paralelismo noimpide que la lectura resulte algo traída por los pelos.
August 2, 2023
DiosPadre habla poco, pero no se limita a repetirseFiest...
DiosPadre habla poco, pero no se limita a repetirse
Fiestade la Transfiguración. Ciclo A
 
Origen de la fiesta
En1453, Mahomet II conquistó Constantinopla, lo que supuso una terrible tragediapara los cristiandad. Pero cuatro años más tarde, en 1457, los cristianos loderrotaron en Belgrado. Cuando el 6 de agosto llegó a Roma la noticia, el papaCalixto III ordenó celebrar ese día la fiesta de la Transfiguración del Señor, conocidadesde antiguo en las iglesias de Oriente y Occidente. Este año 2023, el Domingo18 del Tiempo Ordinario coincide con la fiesta y le cede el puesto.
El relato de laTransfiguración
En el Antiguo Testamento, Dios habla con mucha frecuencia, con las más diversas personas (incluso con la serpiente) y sobre toda clase de temas (desde la construcción de un arca que salve del diluvio hasta la táctica militar que debe emplear Josué). Sin embargo, en el evangelio de Mateo, Dios Padre solo habla en dos ocasiones: en el bautismo de Jesús y en la Transfiguración. En las dos dice lo mismo: «Este es mi hijo amado, mi predilecto». Pero en la Transfiguración añade una orden muy importante: «Escuchadle».
El relato podemos dividirlo en tres partes: la subida a lamontaña, la visión, y el descenso de la montaña. Desde un punto de vista literario,se trata de una teofanía, una manifestación de Dios, y los evangelistasutilizan los mismos elementos que empleaban los autores del Antiguo Testamentopara describirlas. Por eso, antes de analizar cada una de las partes, recordarébrevemente algunos datos de la famosa teofanía del Sinaí, cuando Dios se revelaa Moisés.
En primer lugar, Dios no se manifiesta en un espaciocualquiera, sino en un sitio especial, la montaña. A esa montaña no tieneacceso todo el pueblo, sino sólo Moisés, al que a veces puede acompañar suhermano Aarón (Ex 19,24), o Aarón, Nadab y Abihú junto con los setentadirigentes de Israel (Ex 24,1). La presencia de Dios se expresa mediante laimagen de una nube espesa, desde la que habla. Es también frecuente que semencione en este contexto el fuego, el humo y el temblor de la montaña, comosímbolo de la gloria y el poder de Dios que se acerca a la tierra. Estoselementos demuestran que los evangelistas no pretenden ofrecer un informeobjetivo, histórico, de lo ocurrido, sino crear un clima semejante al de lasteofanías del Antiguo Testamento.
La subida a lamontaña
Es significativo el hecho de que Jesús sólo elige atres discípulos, Pedro, Santiago y Juan. Esta exclusión de los otros nueve nodebemos interpretarla sólo como un privilegio; la idea principal es que va aocurrir algo tan importante que no puede ser presenciado por todos. Por otraparte, se dice que subieron «a una montaña alta y apartada». La tradicióncristiana, que no se contenta con estas indicaciones generales, la haidentificado con el monte Tabor, que no tiene mucho de alto y nada de apartado.Lo que los evangelistas quieren indicar es otra cosa. Están usando el frecuentesimbolismo de la montaña como morada de Dios o lugar de revelación divina.Entre los antiguos cananeos, el monte Safón era la morada del panteón divino.Para los griegos se trataba del Olimpo. Para los israelitas, el monte sagradoera el Sinaí (u Horeb). También el Carmelo tuvo un prestigio especial entreellos, igual que el monte Sión en Jerusalén. Una montaña «alta y apartada»aleja horizontalmente de los hombres y acerca verticalmente a Dios. En esecontexto va a tener lugar la manifestación gloriosa de Jesús, sólo a tres delos discípulos.
La visión
La presentación de Mateo, muy parecida a la de Mc,aunque con ciertos cambios significativos, es de una agilidad y rapidezasombrosas, que puede hacer que el lector no caiga en la cuenta de todos losdetalles significativos. En la visión hay cuatro elementos que la hacen avanzarhasta su plenitud: 1) la transformación del rostro y las vestiduras de Jesús;2) la aparición de Moisés y Elías; 3) la aparición de una nube luminosa quecubre a los presentes; 4) la voz que se escucha desde el cielo.
1) La transformación de Jesús la expresaba Marcos conestas palabras: «sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como noes capaz de blanquearlos ningún batanero del mundo» (Mc 9,3). Mateo omite estacomparación final y añade un dato nuevo: «su rostro brillaba como el sol». Nose trata de una luz que se proyecta sobre Jesús, sino de una luz deslumbradoray maravillosa que brota de su interior, transformando su rostro y susvestidos; simboliza la gloria de Jesús, que los discípulos no habían percibidohasta ahora de forma tan sorprendente.
2) «De pronto, se les aparecieron Moisés y Elíasconversando con él». Moisés es el gran mediador entre Dios y su pueblo, elprofeta con el que Dios hablaba cara a cara; sin Moisés, humanamente hablando,no habría existido el pueblo de Israel ni su religión. Elías es el profeta quesalva a esa religión yahvista en su mayor momento de crisis, hacia el siglo IXa.C., cuando está a punto de sucumbir por el influjo de la religión cananea; sinél, habría caído por tierra toda la obra de Moisés. Por eso los judíosconcedían especial importancia a estos dos personajes. El hecho de que seaparezcan ahora a los discípulos (no a Jesús), es una manera de confirmarlesla importancia del personaje al que están siguiendo. No es un hereje ni unloco, no está destruyendo la labor religiosa de siglos, se encuentra en lalínea de los antiguos profetas, llevando su obra a plenitud.
En este contexto, las palabras de Pedro proponiendohacer tres chozas suenan a simple despropósito. Generalmente nos fijamos en lastres chozas. Pero esto es simple consecuencia de lo anterior: «qué bien seestá aquí». En el contexto de las anteriores intervenciones de Pedro resultacoherente con su intención de que Jesús no sufra. Es mejor quedarse en lo altodel monte con Jesús, Moisés y Elías que tener que seguir a Jesús con la cruz.
3) «Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosalos cubrió, y dijo una voz desde la nube: Este es mi Hijo amado, mi predilecto.Escuchadlo». Como en el Sinaí, la presencia de Dios se expresa mediante laimagen de una nube espesa, desde la que Dios habla (Ex 19,9).
4) Sus primeras palabras reproducen exactamente lasque se escucharon en el momento del bautismo de Jesús, cuando Dios presentaba a Jesús como su siervo. Pero aquí se añade unimperativo: ¡Escuchadlo! Esta orden se relaciona con el anunciohecho por Jesús una semana antes a propósito de su pasión, muerte yresurrección. A Pedro le provocó un gran escándalo, pero Jesús no dio marchaatrás: «Quien quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz yme siga». Dios Padre confirma que esemensaje no puede ser eludido ni trivializado. ¡Escuchadlo!
El descenso de la montaña
La orden de Jesús de que no hablen de la visión hastaque él resucite se inserta en la misma línea de la prohibición de decir que éles el Mesías. No es momento ahora de hablar del poder y la gloria, suscitandofalsas ideas y esperanzas. Después de la resurrección, cuando para creer enCristo sea preciso aceptar el escándalo de su pasión y cruz, se podrá hablarcon toda libertad también de su gloria.
Resumen
Este episodio no está contado en beneficio de Jesús,sino como experiencia positiva para los apóstoles y para todos nosotros.Después de haber escuchado a Jesús hablar de su pasión y muerte, de las durascondiciones que impone a sus seguidores, tienen tres experienciascomplementarias: 1) ven a Jesús transfigurado de forma gloriosa; 2) se lesaparecen Moisés y Elías; 3) escuchan la voz del cielo.
Todo esto supone una enseñanza creciente: 1) al vertransformados su rostro y sus vestidos tienen la experiencia de que sudestino final no es el fracaso, sino la gloria; 2) al aparecérseles Moisés yElías se confirman en que Jesús es el culmen de la historia religiosa de Israely de la revelación de Dios; 3) al escuchar la voz del cielo saben que seguir aJesús no es una locura, sino lo más conforme al plan de Dios.
July 26, 2023
Parábolas para tiempo de crisis (III). DOMINGO 17. CICLO A
 
En los dos domingos anteriores, el discurso en parábolas harespondido a tres preguntas que se hacía la antigua comunidad cristiana y quenos seguimos planteando nosotros:
1) ¿Por qué no aceptan todos elmensaje de Jesús? (parábola del sembrador).
2) ¿Qué hacer con quienes no loaceptan? (el trigo y la cizaña).
3) ¿Tiene futuro esta comunidadtan pequeña? (el grano de mostaza y la levadura)
Quedan todavía otras dospreguntas por plantear y responder.
¿Vale la pena?
Lapregunta que puede seguir rondando en la cabeza de los seguidores de Jesús essi todo esto vale la pena. A la pregunta responden dos parábolas muy breves,aparentemente idénticas en el desarrollo y con gran parecido en las imágenes.Por eso se las conoce como las parábolas del tesoro y la perla. Lo que ocurre enambos casos es lo siguiente:
a) El protagonista descubre algo de enorme valor.
b) Con tal de conseguirlo, vende todo lo que tiene.
c) Compra el objeto deseado.
Sin embargo, hay curiosas diferencias entre las dos parábolas,empezando por los protagonistas.
El suertudo y el concienzudo
El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en elcampo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va avender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante enperlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo quetiene y la compra.
El protagonista de la primera es un hombre con suerte. Mientras caminapor el campo, encuentra un tesoro. Su primera reacción no es llevarlo a laoficina de objetos perdidos (que entonces no existe) ni poner un anuncio en elperiódico (que tampoco existe). Ante todo, lo esconde. Repuesto de la sorpresa,se llena de alegría y decide apropiarse del tesoro, pero legalmente. La únicasolución es comprar el campo. Es grande y caro. No importa. Vende todo lo quetiene y lo compra.
El protagonista de la segunda parábola es muy distinto. No pierde eltiempo paseando por el campo. Es un comerciante concienzudo que va en busca deperlas de gran valor. Por desgracia, la traducción litúrgica ignora esteaspecto: en vez de “El Reino de los cielos se parece también a un comercianteen perlas finas”, debería decir “a un comerciante en busca de perlasfinas”. No la encuentra por casualidad, va tras ella con ahínco. Como buencomerciante, calculador y frío, no salta de alegría cuando la encuentra, igualque el protagonista de la primera parábola. Pero hace lo mismo: vende todo loque tiene para comprarla.
La perla y el comerciante
Otra diferencia curiosa es que la primera parábola compara el Reino delos Cielos con un tesoro, pero la segunda no lo compara con una perla preciosa,sino con un comerciante. Este detalle ofrece una pista para interpretar las dosparábolas.
Ni bonos basura ni timo de la estampita
No olvidemos que estas parábolas se dirigen a una comunidad que sufreuna crisis profunda y se pregunta si ser cristiano tiene valor. En términosmodernos: ¿me han vendido bonos basura o me han dado el timo de la estampita? Larespuesta pretende revivir la experiencia primitiva, cuando cada cual decidió seguira Jesús. Unos entraron en contacto con la comunidad de forma puramente casual,y descubrieron en ella un tesoro por el que merecía la pena renunciar a todo.Otros descubrieron la comunidad tras años de inquietud religiosa y búsquedaintensa, como ocurrió a numerosos paganos en contacto previo con el judaísmo;también éstos debieron renunciar y vender para adquirir.
Las parábolas, aparte de infundir ilusión, animan también a un examende conciencia. ¿Sigue siendo para mí la fe en Jesús y la comunidad cristiana untesoro inapreciable o se ha convertido en un objeto inútil y polvoriento queconservo sólo por rutina?
Al mismo tiempo, nos enseñan algo muy importante: es el cristiano,con su actitud, quien revela a los demás el valor supremo del Reino. Si no sellena de alegría al descubrirlo, si no renuncia a todo por conseguirlo, nohará perceptible su valor. Estas parábolas parecen decir: «Cuando te preguntensi ser cristiano vale la pena, no sueltes un discurso; demuestra con tu actitudque vale la pena».
¿Qué ocurrirá a quienes aceptan el reino, pero no viven de acuerdo consus ideales?
A estaúltima pregunta responde la parábola de la red lanzada al mar.
El reinode los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clasede peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen losbuenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo:saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al hornoencendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
No queda claro si se habla de toda la humanidad, donde hay buenos ymalos, o de la comunidad cristiana, donde puede ocurrir lo mismo. Ya que eltema del juicio universal se ha tratado a propósito del trigo y la cizaña,parece más probable que se refiera al problema interno de la comunidadcristiana. Interpretada de este modo, empalmaría muy bien con las dosanteriores. Hay gente dentro de la comunidad que no vive de acuerdo con losvalores del evangelio, que no mantiene esa experiencia de haber descubierto untesoro o una perla. ¿Qué ocurrirá con ellos? La respuesta es muy dura («a losmalos los echarán al horno encendido») pero conviene completarla con la últimaparábola del evangelio de Mateo, la del Juicio final (Mt 25,31-46), donde quedaclaro cuáles son los peces buenos y cuáles los malos. Los buenos son quienes,sabiéndolo o no, dan de comer al hambriento, de beber al sediento, visten aldesnudo, hospedan al que no tiene techo… Los que ayudan al necesitado, aunqueni siquiera intuyan que dentro de ellos está el mismo Jesús.
Conclusión
¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos le contestaron:
― Sí.
Él les dijo:
― Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos escomo un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.
Mateo termina las siete parábolas comparando al predicador delevangelio con un padre de familia. Parece un nuevo enigma, esta vez sinexplicación. En sentido inmediato, el escriba que entiende del reinado de Dioses Jesús. Para exponer su mensaje ha usado cosas nuevas y viejas. Del baúl desus recuerdos ha sacado cosas antiguas: alguna alusión al Antiguo Testamento,la técnica parabólica y el lenguaje imaginativo de los profetas. Pero la mayorparte consta de cosas nuevas, fruto de su experiencia y de su capacidad deobservación: la vida del campesino, del ama de casa, del pescador, delcomerciante, de la gente que lo rodea, le sirven para exponer con interés sumensaje. Por eso, la comparación final es también una invitación a losdiscípulos y a los predicadores del evangelio a ser creativos, a renovar sulenguaje, a no repetir meramente lo aprendido.
La primera lectura
La primera lectura nos invita a pedir a Dios esta sabiduría, igual queSalomón se la pidió para gobernar a su pueblo.
Enaquellos días, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo:
― Pídeme lo que quieras.
RespondióSalomón:
― Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mipadre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervose encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable.Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir elmal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?
Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios ledijo:
― Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga niriquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento paraescuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio einteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti.
Reflexión final
El discursoen parábolas nos ha ocupado tres domingos. Su problemática es tan actual einteresante que ha merecido la pena. Dada la situación actual de la iglesia,quizá su mayor mensaje es el de esperanza y entusiasmo. Seguir a Jesús merecela pena y tiene futuro, con tal de renunciar a ser cedro del Líbano ycontentarnos con ser árbol de mostaza. Aunque pequeña, como la levadura, lacomunidad cristiana siempre podrá hacer el bien a los pájaros del cielo, aunqueno se queden a anidar en sus ramas.
July 19, 2023
Parábolas para una crisis (2ª parte). DOMINGO 16 TIEMPO ORDINARIO. CICLO A
 
Mateo resume lacrisis que atravesó su comunidad a finales del siglo I en cinco preguntas a lasque responde con siete parábolas. El domingo pasado vimos la primera (¿por quéno aceptan todos el mensaje de Jesús?), a la que respondía la parábola delsembrador. En este domingo se plantean otras dos preguntas, a las que seresponde en tres parábolas. La primera de ellas (el trigo y la cizaña) debióconsiderarla Mateo difícil de entender, y por eso ofrece su explicación. Sinembargo, no lo hace de inmediato. Cuenta tres parábolas seguidas y más tarde,cuando los discípulos llegan a la casa, interrogan a Jesús y éste aclara susentido. En cambio, las parábolas tercera (grano de mostaza) y cuarta(levadura) carecen de explicación en el evangelio.
Laliturgia permite, por motivos pastorales (en España podría ser la ola de calorque estamos padeciendo), limitarse a la parábola del trigo y la cizaña,omitiendo su explicación y las otras dos.
¿Qué actitud adoptar con quienes no viven el mensaje?
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola ala gente:
― El reino de los cielos se parece a un hombreque sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, suenemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba averdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron loscriados a decirle al amo:
― Señor, ¿no sembraste buena semilla en tucampo? ¿De dónde sale la cizaña?
Él les dijo:
― Un enemigo lo ha hecho.
Los criados le preguntaron:
― ¿Quieres que vayamos a recogerla?
Pero él les respondió:
― No, que, al arrancar la cizaña, podríaisarrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuandollegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla engavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.
Laparábola puede leerse desde diversas perspectivas, según pensemos que la fincaes el pueblo de Israel, la comunidad cristiana, o el mundo entero. Ya que estaparábola sólo la cuenta Mateo, vamos a verla primero desde el punto de vista desu comunidad, seriamente enfrentada con los judíos.
1ª hipótesis: La finca es elpueblo de Israel
Enella, el Señor ha plantado buena semilla (los cristianos). Pero el enemigo haplantado también cizaña (los fariseos y demás enemigos de la comunidad). Latentación de cualquiera de los dos grupos es decidir por su cuenta y riesgoquién es trigo y quién cizaña. Pablo, por ejemplo, antes de convertirse, pidiópermiso a las autoridades de Jerusalén para perseguir a los cristianos. Tambiénla comunidad cristiana corre el riesgo de intentar acabar con los que no formanparte de ella o no la tratan como consideran justo. Así ocurrió cuando unaaldea de Samaria no acogió a Jesús y dos discípulos, Juan y Santiago, lepropusieron hacer bajar un rayo del cielo que acabase con todos (Lc 9,51-56). Conesta parábola, Mateo hace una exhortación a la calma, a dejar a Dios la decisiónen el momento final.
2ª hipótesis: La finca es lacomunidad cristiana
Laparábola también podría entenderse dentro de la comunidad cristiana (sola éstasería la finca), donde hay gente que responde al evangelio (trigo) y gente queno parece vivir de acuerdo con él (cizaña). El mensaje es el mismo en estecaso. Aunque las cosas parezcan claras, es fácil que al arrancar la cizaña selleven por delante el trigo. Porque cualquier de nosotros, por muy preparadoque se considere teológica y moralmente, puede equivocarse. No son raros loscasos de personas condenadas por la Iglesia que terminaron no sólorehabilitadas sino también canonizadas.
3ª hipótesis: la finca es el mundo
Finalmente,la parábola se puede interpretar en un contexto más general, donde la finca esel mundo, la buena semilla los ciudadanos del Reino y la cizaña los secuacesdel Malo. En esta línea se orienta la explicación de los versículos 36-43, quese puede omitir por motivos pastorales.
Los discípulos se le acercaron a decirle:
― Acláranos la parábola de la cizaña en elcampo.
Él les contestó:
― El que siembra la buena semilla es el Hijodel hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos delreino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra esel diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lomismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijodel hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos loscorruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llantoy el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reinode su Padre. El que tenga oídos, que oiga.
Encualquiera de estas tres hipótesis (todas válidas), Jesús advierte contra elpeligro de que paguen justos por pecadores. Es preferible tener paciencia ydejar la justicia a Dios, el único que puede emitir un veredicto exacto, sintemor a equivocarse.
La actitud de Dios, modelo de moderación e indulgencia
Laprimera lectura, tomada del libro de la Sabiduría, se mueve en esta línea debondad y tolerancia, poniéndonos a Dios como modelo. Un Dios al que el poderimpulsa, no a castigar sino a perdonar, que gobierna con moderación e indulgencia,y que siempre da un voto de confianza al pecador, esperando que se convierta.
Fuera de ti, no hay otro Dios al cuidado detodo, ante quien tengas que justificar tu sentencia. Tu poder es el principiode la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos. Túdemuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audaciade los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación ynos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuantoquieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano,y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar alarrepentimiento.
[Loque sigue puede omitirse]
¿Tiene algún futuro esto tan pequeño?
Estees el otro tema tratado por las parábolas de hoy. La comunidad de Mateo espequeña. Las otras comunidades también. Han pasado ya cincuenta años de lamuerte de Jesús; aunque el cristianismo se va extendiendo por el Imperio Romanosus miembros representan una minoría. ¿Qué futuro tiene este grupo tan pequeño?¿Qué futuro tiene la iglesia actual, que carece del influjo y el poder de haceunos años? Mateo responde con dos parábolas: la del grano de mostaza y la de lalevadura. Ambos coinciden en ser algo pequeño, pero más importante de lo quepuede parecer a primera vista.
El grano de mostaza
El reino de los cielos se parece a un grano demostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas,cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto quelas hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.
Estaparábola se comprende mejor fondo cuando se conoce una parábola del profetaEzequiel que utiliza Jesús como modelo. A comienzos del siglo VI a.C., cuandoel pueblo de Israel se encontraba deportado en Babilonia, para expresar que susuerte cambiaría y sería espléndida, Ezequiel cuenta lo siguiente:
Cogeré una guía del cogollo del cedro alto y encumbrado;
del vástago cimero arrancaré unesqueje
y lo plantaré en un monte elevado yseñero,
lo plantaré en el monte encumbradode Israel.
Echará ramas, se pondrá frondoso
y llegará a ser un cedro magnífico;
anidarán en él todos los pájaros,
a la sombra de su ramaje anidarántodas las aves. (Ez 17,22-23).
Jesúsacepta la imagen del árbol y la idea de que sirve para acoger a todas las avesdel cielo. Pero introduce un cambio radical: no elige como modelo el cedro altoy encumbrado, sino el modesto arbusto de mostaza, que, cuando crece, «sale porencima de las hortalizas». Es un ataque lleno de humor e ironía altriunfalismo. Lo importante no es que el árbol sea grandioso, sino que puedacumplir su función de acoger a los pájaros. Para la comunidad de Mateo era unaexcelente lección, y también debe serlo para nuestras tentaciones detriunfalismo eclesial.
La levadura
Les dijo otra parábola:
El reino de los cielos se parece a lalevadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente.
Algoparecido ocurre con la parábola de la levadura. Se usa en poca cantidad, perocumple su función, hace que fermente la masa. La tentación de la comunidadcristiana es querer ocupar mucho espacio, ser masa, llamar la atención por suvolumen, por el número de miembros. Jesús dice que lo importante es la funciónde fermentar la masa.
Resumen
Mateoofrece una explicación de la realidad (sembrador) y una llamada a la serenidad(trigo y cizaña) y a confiar en algo que tiene unos comienzos tan modestos(mostaza y levadura). El próximo domingo, otras tres parábolas completarán estaenseñanza.
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