Félix A. Bas's Blog, page 87

HA NACIDO UNA ESTRELLA

El remake de la película que en 1974 protagonizara Barbra Streisand lo dirige un Bradley Cooper que se estrena con gran acierto tras las cámaras. Junto a él, la gran Lady Gaga. Ambos convencen y sorprenden respectivamente en sus papeles como director y actriz, pero es inevitable decir que en ningún caso logra convencer y el peso de lo evidente la lastra. Esta semana hemos visto: HA NACIDO UNA ESTRELLA. A star is born tiene sus limitaciones. La primera es que es demasiado larga y la segunda es que ya la hemos visto mil veces. Ni sorprende ni existen giros de guion que nos muestren lo equivocados que estábamos al pensar cómo iba a acabar la cosa tras los primeros cinco minutos de película. En todo caso, el filme tiene dos aspectos positivos claros. El primero es el buen hacer de Bradley Cooper tras las cámaras y, el segundo, es ver a Lady Gaga actuar con su verdadero rostro. No solo escondía belleza natural tras su máscara, sino un gran talento para la gran pantalla. HA NACIDO UNA ESTRELLA, por lo demás, nos lleva a la vida de una estrella del rock llamada Jackson Maine (Bradley Cooper). Tiene una carrera asentada, millones de fans y una gran adicción a la bebida. Conocerá a Ally (Lady Gaga), quien logrará encandilarle con su voz. Jackson hará que confíe en él y la subirá a los escenarios para lanzar una carrera que pretende devorar no solo los escenarios, sino también su frágil relación. Un camino que se hará muy duro pero en el que comprobaremos no solo lo buen actor que es Bradley Cooper, sino también a una sorprendente Lady Gaga que no solo sabe cantar como los ángeles. A pesar de esas sorpresas, la película se hace larga en exceso, sobre todo porque sabemos que no va a lograr sorprendernos. Y, por qué no decirlo, también lastra el hecho de que no existan grandes canciones que puedan ayudarla a obtener alguna nominación a mejor banda sonora. En todo caso, le auguro a mejor canción y gracias (y si la canta Lady Gaga en la gala en directo, ya imaginaréis). La historia de una estrella de la música en caída libre por la bebida es algo que tenemos demasiado visto, como también que la mujer que está a su lado se dispare en popularidad y haga que los celos y la relación de ambos se conviertan en un volcán en erupción. Eso lo sabíamos ya desde los tráilers, así que podéis imaginar el final. En definitiva, HA NACIDO UNA ESTRELLA obtiene la gran recompensa de descubrir a Bradley Cooper tras las cámaras y a Lady Gaga delante de ellas. Demuestran talento y compenetración, la película se deja ver, pero puede llegar a aburrir y hacerse larga. Los fans de Lady Gaga estarán encantados con ella, pero no es un filme que podáis retener durante demasiado tiempo en vuestra cabeza. Echadle un vistazo.

Crítica: COLD WAR

Pawel Pawlikowsky regresa, cinco años después, para regalarnos otra película llena de matices. Una historia de amor tras el telón de acero, en la época de la postguerra, donde querer viajar hacia el otro lado era más bien un sueño efímero. Un filme en blanco y negro que dejará huella en los amantes del buen cine. Absténgase el resto. Esta semana hemos visto: COLD WAR. Después de la impresionante IDA, con la que ganó el Oscar a mejor película de habla no inglesa, Pawel Pawlikowsky vuelve a la Polonia de la postguerra para contarnos una historia de amor que se entremezcla con la dura situación que atraviesan los países por los que se sucederá COLD WAR. Francia, Yugoslavia, Rusia... Viktor (Tomasz Kot) dirige a un grupo de músicos, cantantes y bailarines que viajarán por todo el país, y por el extranjero, para llevar al gran público las canciones más típicas del pueblo polaco. En el casting conocerá a una chica (Joanna Kulig), con quien comenzará una historia de amor tan turbulenta como los tiempos que corren. Pocas veces una película recrea las dos visiones del mundo en aquel momento como lo hace Cold War. Año 1950, con la Polonia Soviética y el grupo viajando por todos los países de la zona. Viktor y sus anhelos por cruzar al otro lado del telón de acero harán que se separe de su amada. El primer acto se cierra, lleno de imágenes, sonidos, canciones y una fotografía en blanco y negro que es un escándalo. Ese amor tendrá sus idas y venidas durante el metraje, pero siempre mantendrá esa llama en los distintos puntos de encuentro. Sin embargo, la segunda parte del filme parece precipitarse a gran velocidad y puede hacer que el espectador no acabe de entender a qué se debe, sobre todo con la delicadeza con la que se trata el primer acto. En COLD WAR la fotografía es fantástica, el final es de traca y el premio de la crítica de Cannes es más que merecido. Pero deja un poso de dudas en cuanto al montaje final precisamente por su excesiva premura por finalizar la película. Los personajes están muy bien construidos e interpretados por Joanna Kulig y Tomasz Kot, pero en ningún momento sentí empatía con ellos, ni tampoco esa necesidad de que acabaran juntos al final. Pawel Pawlikowsky nos vuelve a regalar una joya en blanco y negro que dará mucho que hablar. Atentos a los Oscars. Los que queráis cine de verdad, en mayúsculas, no tenéis más remedio que ir a verla.

Crítica: UN PEQUEÑO FAVOR

Una madre soltera y youtuber coincido en la clase de su hijo con otra madre más sofisticada y elegante. Se harán amigas y, casi sin quererlo, entablarán una extraña relación que nos llevará a los límites de la inverosimilitud con toques muy elegantes gracias al carisma de las siempre interesantes Anna Kendrick y Blake Lively. Esta semana hemos visto: UN PEQUEÑO FAVOR.  A simple favor está dirigida por Paul Feig, dotada de una estética afrancesada y pop, vistosidad de colores y una elegancia sin par gracias a dos actrices que logran hipnotizar casi siempre al espectador. Stephanie (Anna Kendrick) es una madre soltera que se desvive por su hijo, participa activamente en todo lo que ocurre a su alrededor, justo lo contrario que Emily (Blake Lively), cuyo hijo va a clase del de Stephanie. Ambas entablarán una corta pero intensa relación que evolucionará de forma un tanto inverosímil. Comienza como una comedia ligera y acaba siendo un thriller de desapariciones. Por medio dos horas que se hacen largas, sobre todo porque parece estirarse en exceso y el desarrollo final de la trama no acaba de convencer, quizás ya está muy visto. En todo caso, la magnética interpretación de una desatada Anna Kendrick (sí, es una de mis actrices favoritas), y la elegancia imponente de Blake Lively (otra que tal), hacen más soportable un película que, como ya he dicho, tiende a alargarse en exceso. Aparece también el marido de Emily (Henry Golding), para acabar de completar el elenco de actores y situaciones surrealistas. UN PEQUEÑO FAVOR tiene bastante humor negro entremezclado entre la candidez de Anna Kendrick y la arrolladora fuerza de Blake Lively. No sé si acaba de funcionar el conjunto, pero lo que sí sé es que el espectáculo de colores y vestidos que ofrece el filme es de un buen gusto exquisito. Y nadie como ellas para lucir vestidos afrancesados con toques pop. En definitiva, UN PEQUEÑO FAVOR es una comedia negra con toques de thriller que quizás se queda a medio camino en todo. Sin embargo, y a pesar de su metraje, no acaba de hacerse pesada y tiene tintes de originalidad. Obviamente, sin Anna Kendrick y Blake Lively sería una película del montón. Paul Feig no narra una historia demasiado interesante y dará la impresión de que el guion ya lo habéis leído o visto en cualquier otro momento. En todo caso, no es una mala película. Echadle un vistazo.

Crítica: EL REINO

Llamada a ser una de las principales protagonistas de los Goya 2019, nos llega una película que retrata al político español corrupto con una visceralidad y realidad que, sin duda, supera a la propia ficción. Es incómoda, absorbente y adrenalítica, perfecta para estudiantes y aspirantes a políticos con más aspiraciones que las de simplemente servir al pueblo. Tomad nota. Esta semana hemos visto: EL REINO. EL REINO es una de las mejores películas españolas del año, si no la mejor, que vaya por delante. Rodrigo Sorogoyen, con su impresionante Que Dios nos perdone, dejó el listón muy alto, pero ha creado la que es, a todas luces, su mejor película. Potente visualmente hablando, con una interpretación sencillamente sublime del mejor actor español de siempre, que no es otro que Antonio de la Torre. Una recreación tan visceral y real del estado de la corrupción en España que consigue incomodar y que, además, era muy necesaria. Manuel (Antonio de la Torre) es un vicesecretario autonómico muy influyente que está pensando en saltar a nivel nacional. Lleva una vida de ostentación continua junto a sus compañeros de partido pero, un día, todo el conjunto se desmorona gracias a unas filtraciones, dando comienzo a la caída. Sin embargo, caerá solo, siendo el cabeza de turco, y verá cómo su partido lo aparta. Entre ellos su amigo Paco (Nacho Fresneda), a quien el partido salva, o el presidente autonómico del partido (Josep María Pou), quien lo había tutelado desde hacía años. Ya solo, y sin ningún apoyo dentro del partido, deberá luchar contra un sistema corruptamente engrasado que llevará al espectador a una serie de situaciones en las que la adrenalina se entremezclará con una realidad tan incómoda como vil. Hay tantas cosas a destacar de EL REINO, que lo mejor es que acudáis a verla. Su ritmo es trepidante de principio a fin y recrea la verdad más incómoda del mundo político: la corrupción hasta más allá de la propia imaginación. Desde el más pequeño hasta el más poderoso. Una lucha por la propia supervivencia en la que los reyes caen y los reinos prevalecen. Caiga quien caiga. Antonio de la Torre merece el Goya en una interpretación magnífica, como siempre, dándolo todo e incluso haciendo que es espectador sienta empatía por él. Tratándose de un político corrupto y vil, podéis imaginar el gran trabajo que realiza para que eso ocurra. Interesantes aportaciones de Bárbara Lennie y Luis Zahera, ojo a los Goya como secundarios, sobre todo este último, que goza de un papel corto pero jugoso. En definitiva, EL REINO es una película imperdible para cualquier amante del cine de verdad. Obviamente obligatoria para docentes, alumnos de periodismo y aspirantes a políticos, pero también para ciudadanos críticos. Los políticos, que son a los que más le interesa, no la verán, pero es un filme necesario para que el pueblo conozca lo que se cuece tras los grandes partidos y sus personalidades. Se comienza con un jamón y se acaba malversando fondos públicos. Ni se os ocurra perdérosla, de lo mejor español del año.

Crítica: SEARCHING

Si algo caracteriza a este filme es su originalidad. Todo transcurre a través de la pantalla de un ordenador, una búsqueda a contrarreloj por parte de un padre para encontrar a su hija desaparecida. Buena película para la docencia, amplía las películas que tratan sobre redes sociales y sobre cuánto se conoce a una persona, aun siendo de la propia familia. Esta semana hemos visto: Searching.
Dirigida por Aneesh Chaganty, se nos presenta una familia ideal, muy entregada a las redes sociales y a grabar videos, etc. La felicidad impera hasta que un suceso desafortunado trastoca el núcleo familiar. La desaparición de la hija (Michelle La) acrecenta los problemas y provoca que el padre (John Choo) comience a indagar en el portátil de su hija, seguir su huella digital y tratar de dar con ella, ayudada por una investigadora muy capacitada (Debra Missing). SEARCHING es original y fresca. Todo en ella se desarrolla a través de la pantalla de un ordenador, televisión, etc. Vivimos en un mundo así, pero, ¿hasta qué punto conocemos a nuestros propios hijos?. El padre descubrirá los secretos que guarda su hija mientras trata de averiguar qué le ha sucedido. Aneesh Chaganty echa mano  de la imaginación para hilar una película cuyo final, según mi opinión, es cuestionable. Sin embargo, atrapa al espectador de principio a fin y sus giros de guion son muy intrigantes. La función que la tecnología provoca en nuestra manera de socializar se ve reflejado en un thriller con diversas cuestiones morales perfectas para ser trabajadas en clase. En definitiva, SEARCHING es un soplo de aire fresco en su género. Comercial, sí, pero entretenida, original y absorbente de principio a fin. Tiene sus fallitos, y no a todo el mundo le gustará la interfaz de un portátil, ordenador, chats, etc., pero vivimos en un mundo en el que eso está a la orden del día. Quiénes somos, cómo nos relacionamos y qué impacto tienen las nuevas tecnologías en nuestra manera de ser y hacer. Conlleva a la reflexión, así que no podéis perdérosla.

Crítica: EL ESCÁNDALO TED KENNEDY

Cuatro hermanos Kennedy, tres fallecidos y todo el peso de la historia recayendo sobre las espaldas de Ted, el pequeño. La historia que nos narra la caída política tras una desgracia de la que, todavía hoy, se sabe más bien poco. Perfecta para educar contra los peligros de la manipulación en clase. Esta semana hemos visto: EL ESCÁNDALO TED KENNEDY. Chappaquiddick es su título original, que no es ni más ni menos donde  todo sucedió. El coche que se precipitó de un pequeño puente con Ted Kennedy (Jason Clarke) y Mary Jo (Kate Mara). El resultado fue la muerte de la secretaria y una rocambolesca historia que terminó trucando la carrera hacia la presidencia de Ted Kennedy. Sin embargo, su apellido y poder lo llevaron a convertirse en uno de los senadores más longevos e importantes de EEUU. Pero mucho se ha hablado sobre aquel accidente y todavía quedan muchos cabos sueltos por descubrir hoy día. Cabe destacar la interpretación brillante de Jason Clarke y, por supuesto, de un gran Bruce Dern, que está sublime en su corta aparición como el patriarca de la familia. EL ESCÁNDALO TED KENNEDY es una sobria y neutral película que no opta por tomar partido, sino que muestra con frialdad los hechos que ocurrieron (o que se sabe que ocurrieron, más bien). Nadie sabe todavía por qué Ted Kennedy, de intachable moral, pudo protagonizar tal escándalo. Sin embargo, lo interesante de la película, para educadores sobre todo, es ver cómo se pone en marcha el mecanismo del poder y de la manipulación. No importa qué es lo que sucedió, ni siquiera lo que está bien; solo importa lo que los altos poderes quieren que sepamos. Indigna y abruma la capacidad de poder de los Kennedy, más en concreto de Joe Kennedy Senior (Bruce Dern), uno de los mejores personajes de la película, y eso que aparece más bien poco. Y es que el apellido Kennedy siempre viene acompañado de tragedia. Joe, el mayor, murió en la Segunda Guerra Mundial, John abatido por un francotirador en Dallas, muerte retransmitida en directo, y Bobby asesinado tres meses después de anunciar su carrera hacia la Casa Blanca. Y, cuando todo situaba al benjamín de la familia ya en la carrera hacia la presidencia, se produce el incidente de Chappaquiddick, llevándose la carrera política de Ted Kennedy. John Curran, director del filme, se encarga de mostrar, con poco fuelle, cómo se maniobran por esas lides, cómo se manipula a los medios y se consiguen favores gracias a contactos. A día de hoy, nadie de los que pudieron presenciar algo ha hablado. Y Ted Kennedy murió en 2008. En definitiva, otra sombra oscura en la historia brutal de los Kennedy. Quizás sobrepasado por las expectativas sobre su carrera, puede que por el ansia del padre para que otro de su hijo llegara a la presidencia. En todo caso, Ted Kennedy no actuó como debía en el accidente. Sin embargo, fue senador hasta casi su muerte, y muy laureado. Cuando algún día se sepa la verdad, quizás no lo será tanto. Manipulación de los medios, casi obligatoria para docentes. No os la perdáis.

Crítica: JOHNY ENGLISH: DE NUEVO EN ACCIÓN

Johny English ha vuelto, y esta vez lo hace para detener un ciberataque que ha hecho que los espías del MI7 británicos queden expuestos. Todos, salvo uno, claro. Una comedia al más puro estilo Rowan Atkinson, simpática y divertida, que arrancará más de una carcajada al espectador. Para qué queremos más. Esta semana hemos visto: JOHNY ENGLISH: DE NUEVO EN ACCIÓN. Johny English strikes again está dirigida por David Kerr y el protagonismo absoluto es de Rowan Atkinson. El espía, ya retirado, se dedica a dar clases de geografía en un peculiar colegio, pero se verá obligado a volver al espionaje debido al ciberataque que ha dejado expuesta a la inteligencia británica. Recuperará a Bob (Ben Miller), su fiel ayudante, y se enfrentarán a la crisis como solo Johny English sabe: con unas situaciones hilarantes y cómicas que, si bien no todas funcionan a la perfección, si logran arrancar más de una carcajada en el espectador. Olga Kurylenko aparece como femme fatale, lo que no se le da nada mal, y lidia a la perfección en las situaciones más cómicas. Pero es Rowan Atkinson quien en su papel de espía nos regala algunas situaciones que nos recordarán a los anteriores filmes, pero que siguen funcionando igual de bien. La parodia al cine de espionaje y el humor absurdo estarán presentes durante todo el filme. No destacará en cuanto a guion, y tampoco en química, pero no podemos decir que no sea fresca y divertida para pasar un buen rato. Quizás algo infantil, sí, pero igualmente entretenida. En definitiva, JOHNY ENGLISH: DE NUEVO EN ACCIÓN, supone un golpe de aire fresco. No es nada nuevo con respecto a las anteriores entregas, pero como existe cierta distancia temporal desde las anteriores, no suena repetitivo. Rowan Atkinson y su sentido de lo absurdo en estado puro. Entretenida de principio a fin, y eso ya es mucho para una comedia sin más pretensiones que la de divertir. Echadle un vistazo.

Crítica: PREDATOR

No se toma en serio a sí misma, algo que es de agradecer, porque de haberlo hecho se hubiera convertido en un bodrio absoluto. Gags vulgares, acción decente y chascarrillos varias que hacen de esta secuela algo divertido y entretenido, sin más. Mucho para un género casi extinto. Esta semana hemos visto: PREDATOR. The Predator está dirigida por Shane Black y protagonizada por Boy Holbrokk, con Olivia Munn y el pequeño Jacob Tremblay. El guion no tiene mucho que explicar, salvo que unos cazadores alienígenas mutantes han llegado a la tierra para cargarse a unos cuantos con toda la visceralidad de la que pueden hacer gala. El fin de la raza humana se acerca, pero... no, de eso nada. ¿Para qué queremos a un grupo de convictos militares metidos en un autobús? Son una panda de personajes, encabezados por Boy Holbrook, que se dedican una cantidad de chascarrillos, chistes malos y paridas mal traídas de las que es inevitable reírse. No en todas, por supuesto, pero le dan un aire de película de acción que se ríe de sí misma que encaja bien en el conjunto. No es nada del otro mundo en cuanto a acción, guion y efectos especiales, no al menos fuera de lo común, pero supone un buen entretenimiento palomitero. En definitiva, PREDATOR es un blockbuster de excesos. Se pasa de gracioso, es violento y su final provoca hasta carcajadas. Los personajes, bueno, más y más tópicos y no se encariña uno con nadie, pero suele pasar en este tipo de películas. Esto es cine para no pensar, reír y entretenerse con buenas dosis de acción. Al menos eso sí lo tiene, así que si os gusta el género o sois nostálgicos echadle un vistazo.

Crítica: TODOS LOS SABEN

Con dos Oscars en su cuenta, el iraní Asghar Farhadi cuenta con, quizás, el mejor reparto español con el que podía contar, y su visión particular de la sociedad. En este caso, todo sucede en un pueblo español, donde las costumbres y las habladurías serán un protagonista más de la película. No es su mejor filme, pero siempre deja poso. Esta semana hemos visto: TODOS LO SABEN. Everybody Knows está dirigida por Asghar Farhadi y no llega a ser tan potente como El viajero, que ganó el Oscar a mejor película extranjera, pero sí nos deja su impronta. El retrato de un pueblo, de unas costumbres muy nuestras; el ser humano en estado puro, con sus envidias, chascarrillos y venganzas. Una familia, con Penélope Cruz a la cabeza y sus dos hijos, llega desde Buenos Aires a España para asistir a la boda de su hermana. Todo se presenta con un ritmo bajo, donde el espectador comienza a conocer a los personajes y atisba las relaciones que tienen entre ellos. Después se sucede la boda y la celebración, hasta que llega el momento en el que todo estalla y el ritmo se incrementa. A TODOS LO SABEN la salva en buena parte el gran elenco de actores españoles que lo protagonizan. Comenzando con una inmensa Penélope Cruz, que retrata el dolor como nadie, desde la visceralidad más pura, pasando por un Javier Bardem con el que, una vez más, sintoniza a la perfección. El Goya llamarán a la puerta de ambos, probablemente. Ricardo Darín, Bárbara Lennie, Eduard Fernández e Inma Cuesta son algunos de los secundarios que les acompañan. Casi nada. Sin embargo, el filme batalla entre el melodrama y el thriller y acaba por no aportar esa dosis de emotividad que acostumbra el iraní. Un rapto provoca que las mentiras de toda una familia, y de un pueblo, salgan a la luz. Lo más tenebroso del ser humano, las rencillas, el odio, la venganza y la manipulación. Todo ello aflora en una situación que se descontrola hasta tal punto que el espectador no tiene ni idea de cómo se resolverá el filme. Pablo (Javier Bardem), un hombre respetado y bueno, excesivamente; en contraposición con el personaje de Penélope Cruz, desgarrada de dolor y dispuesta a todo. Una familia que se desangra y un pueblo que habla y que conoce. Pocas veces nadie ha sabido retratar mejor a la sociedad española como ha hecho el iraní Ashgar Farhadi. Sello español cien por cien. En definitiva, TODOS LO SABEN es una película que se toma su tiempo en ser contada, que engaña en ocasiones y cuyos giros de guion pueden ser cuestionables. Pese a no ser su mejor película, tiene su sello y el de una Penélope Cruz que se come la pantalla junto a Javier Bardem. No es para todos los públicos porque es del que deja huella. Un retrato social del pueblo español de interior realizado por un iraní que no os podéis perder.

Crítica: LAS DISTANCIAS

La fragilidad de la amistad se pone a prueba en una película que parece un retrato decadente de la sociedad de hoy día. Un regalo de cumpleaños inesperado se transformará en un drama relacional en el que ninguno de sus protagonistas volverá a ser el mismo a su regreso. Un filme que da que pensar, que ya es mucho. Esta semana hemos visto: LAS DISTANCIAS. Les distàncies ganó la biznaga de oro en el Festival de Málaga a mejor película, dirección (Elena Trapé) y actriz (Alexandra Jiménez). Es decir, no estamos ante una película cualquiera y, sobre todo, tampoco es apta para un público que no acuda al cine a que le haga reflexionar y empatizar con los protagonistas. Un grupo de cuatro amigos (Alexandra Jiménez, Bruno Sevilla, Isak Férriz y María Ribera) se reúnen para organizar un viaje a Alemania para visitar a su amigo (Miki Esparbé) y celebrar así su cumpleaños. El caso es que al llegar se encuentran con una bienvenida extraña, y durante el fin de semana cada uno se irá dando cuenta de quién es en realidad y cómo es la relación con el resto de sus amigos. LAS DISTANCIAS muestra un reflejo decadente de una sociedad empeñada en relacionarse tras la pantalla de un ordenador. La distancia no solo separa, sino que aísla, te modifica y te pierde. Bien es cierto que el guion es hermético en cuanto al bagaje social de los protagonistas, y que se atisban serios problemas relacionales. En el caso de la protagonista (Alexandra Jiménez), está embarazada y su relación con el padre de su hija parece no estar pasando por el mejor momento. Junto a ella otro que le da a la bebida con problemas laborales y también una pareja que tampoco parecen conocerse el uno al otro. Si esos cuatro visitan al que vive en Berlín, y al que deben rogarle para tener su amistad, el cóctel que se forma es de lo más interesante y revelador.
En definitiva, LAS DISTANCIAS supone un buen ejercicio de empatía con los personajes. Elena Trapé consigue atrapar la decadente situación de los protagonistas, cámara en mano, mientras el espectador asiste a una crítica a la sociedad de hoy en día. Difícil será que no opte a algo en los Goya, sobre todo Alexandra Jiménez por su papel. Quizás es un filme demasiado negativo sobre las relaciones sociales y de toda una generación, pero no os la perdáis, aunque solo si sois de buen cine.