Miguel Ángel Moreno's Blog, page 7

March 13, 2014

Ned Flanders Existe

Después de su temporada número 23, es difícil encontrar a alguien que no haya visto o que no conozca la famosa serie Los Simpsons. Generaciones de jóvenes han crecido visionado los capítulos de la familia de Springfield. Hay, de hecho, quien se sabe los mejores diálogos y las bromas más ocurrentes, pues la televisión no deja de repetir las temporadas.
Y es que resulta difícil cansarse. Algo tienen Los Simpsons que logra enganchar... ¿no será acaso su parecido con la realidad?

Uno de los personajes secundarios más famosos es Ned Flanders, el vecino de Homer (Homero en la versión latinoamericana). Este personaje, devoto cristiano, es descrito por el propio Homer como mojigato cuatro ojos y meapilas, entre otras lindezas.
El creador de la serie, Matt Groening, no tiene ningún reparo en hacer de él un estandarte de la crítica al creyente: Flanders tiene restringidos casi todos los canales de televisión; los juegos de mesa y el cine familiar giran en torno a la Biblia; su preocupación por caer en pecado es tan exagerada que ha llegado a destrozar los ánimos del pastor de la iglesia, el reverendo Lovejoy; cuando Bart y Lisa confiesan no estar bautizados sufre un desmayo...

Flanders es un fanático religioso, un personaje burlesco, un tópico exagerado... ¿o no?

Un recorrido por las iglesias -católicas y protestantes- deja ver que hay Ned Flanders habitando en ellas. Creyentes que han perdido el rumbo, la visión crítica y, en ocasiones, la falta de sentido común. Se han fanatizado hasta limites que alcanzan e incluso sobrepasan el ridículo. Los Ned Flanders son más comunes de lo que uno imagina, incluso hay iglesias "flanderisadas", sumidas hasta la médula en un ambiente fuera de todo sentido.

¿Qué caracteriza un Ned Flanders? Las tres características que dejo a continuación pueden resultar sorprendentes para los ateos y todo aquel que, en definitiva, se halle fuera del círculo de una iglesia, pero garantizo -como ex-evangélico que ha pisado decenas de iglesias durante más de diez años- que ha sido extraída de casos muy, muy reales:


Leer sólo la Biblia. ¿Es la Palabra de Dios el único libro que lees una y otra vez? ¿Crees que los demás libros no merecen la pena o que están corrompidos? Enhorabuena, acabas de cometer suicidio intelectual. ¡Pero alto! Habrá quien suspire aliviado porque tiene muchos otros libros en su casa: el último manual de vida cristiana escrito por el pastorzuelo norteamericano de turno, y que, salvo por algunas metáforas ocurrentes, es exactamente igual a tantos y tantos otros manuales escritos en los últimos treinta años. Relaciones de pareja, oración, espiritualidad... los temas nunca parecen suficientemente agotados, ¡claro que no! Siempre hay una forma más ocurrente de decir lo mismo. la Biblia es uno de los libros más importantes que deberían leerse, pero no es el único libro con el que conformar nuestra lista. Y En cuanto a los otros libros, a los de vida cristiana que una y otra vez repiten la misma cantinela. Existirán mientras alguien siga comprándolos. Ahí lo dejo.


Creer a pies juntillas lo que dice el pastor. Hace unos años, cuando todavía asistía a iglesias protestantes, un amigo me dejó un DVD en el que, según sus palabras, un pastor daba un "mensaje realmente bueno". Cuando empecé a visionarlo me encontré con una iglesia norteamericana de más de cien miembros. El pastor hablaba sobre la cercanía del final de los tiempos, y anunciaba que el "Anticristo ya camina entre nosotros". A continuación encendió un proyector y mostró una fotografía ampliada sobre la pared. En ella aparecía un hombre alto y bien parecido que vestía uniforme militar de gala. Quedé desconcertado al ver que aquel personaje era ni más ni menos que el Príncipe de Asturias. En la soledad de mi habitación no sabía si reírme de la ocurrencia o llorar por la ignorancia de los presentes, quienes asentían respetuosos cada uno de los vaticinios de un pastor que señalaba al próximo Rey de España como el futuro líder mundial. Años después me he preguntado si alguno de los miembros de aquella iglesia se preocupó en averiguar quién era el hombre de la diapositiva. El pastor nunca dijo su nombre; dudo que supiera algo de él.La ignorancia campa a sus anchas por muchas iglesias. Con frecuencia esto se debe a la endémica relación de creyentes y ancianos con los puntos primero y tercero de esta lista. Cuidado.
Vivir en la burbuja cristiana. La burbuja cristiana es uno de los mayores males que he observado. Existen creyentes que, además de leer sólo libros cristianos, escuchan sólo música cristiana y se relacionan sólo con cristianos. Todo en su vida gira en torno elementos que necesariamente tienen que estar ligados a la iglesia. Lo de fuera está podrido, enfermo. El objetivo es alejarse del mundo... y vaya si lo consiguen. Tal es la distancia con todo lo que no sea cristiano, tan gruesa hacen la burbuja que su universo se transforma. Ya no pertenecen a la sociedad; viven en otro universo paralelo en el que todo gira en torno a reglas distintas. Suena increíble, ¿verdad?, pues no hay más que ver el último vídeo de moda en las redes sociales, protagonizado por el grupo de chicas católicas Flos Mariae. El vídeo es una muestra digna de la antología de lo estrambótico... para los de fuera de la burbuja. Porque si uno vive dentro de la burbuja, si pertenece a ella, el vídeo no es tan raro; incluso puede llegar a resultar inspirador. Es el resultado de una vida aprisionada en elementos caducos, de la condena automática a influencias exteriores, de la más absurda de las cerrazones. Es, de nuevo, un suicidio intelectual.Quizás tras leer estos puntos Ned Flanders no resulte tan fantástico; quizás hasta se vea menos cómico de cómo nos lo muestran. La cruda verdad es que, en esta ocasión, la realidad puede superar sobradamente a la ficción.
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Published on March 13, 2014 04:41

March 6, 2014

Cuando la autopublicación rescata una novela del olvido

No es la primera vez que un colega de letras me cuenta esta historia: su manuscrito es aceptado y publicado por una editorial modesta que, o bien incumple el contrato, o publica una cantidad insignificante de ejemplares que apenas tienen distribución, o publica un número mayor, pero no presta especial atención a la publicidad de la historia. En el peor de los casos ninguna editorial se ha fijado en ellos; no ha habido editor que diera el visto bueno. La cruda realidad es que, en ocasiones, estos editores ni siquiera se han fijado el el manuscrito que les llegaba.
El caso es que, si es publicada, el futuro de la novela llega a ser, como mucho, un par de semanas en las estanterías de novedades, y después el olvido. 
De entre estos casos me ha llamado la atención ver que algunos autores, insatisfechos con lo poco que su historia ha trascendido, la suben a Amazon (entre otras plataformas). Allí su novela alcanza los primeros puestos del Top, y al fin llega a ser conocida, o incluso se convierte en todo un éxito de descargas. Confiaron en su historia, y lograron el público que ésta merecía.
Estos ejemplos me han conducido a reflexionar sobre estos éxitos en los que "nadie confiaba", o que, de haberse promocionado debidamente, habrían producido más ventas. 
El editor no siempre es un gurú de lo que llega a sus manos. Lo que es publicado en su editorial no tiene que depender de la calidad, sino de las exigencias de un mercado que, en más ocasiones de las que no gustaría, reclama la "literatura amarilla". Pero aunque no se halle sometido a estos avatares, el editor no siempre ve el éxito potencial de una historia.
Por desgracia, aunque sepa que tiene una buena novela entre manos, la editorial se halla encadenada por la distribuidora y por las normas de exposición de las librerías; donde si novela agota sus existencias, no significa que la librería vaya a pedir más ejemplares.
En Amazon, sin embargo, rigen normas distintas: es el propio escritor quien se encarga de promocionar su novela (publicando en una editorial tradicional también lo hace, ojo). Y es la valoración de los lectores la que coloca dicha novela en los primeros puestos. Cuenta la promoción, sí, ¿pero hasta qué punto es más relevante el éxito de una historia bien narrada? 
Y es aquí cuando surge la pregunta clave: ¿es Amazon más justo con las novelas bien escritas?
Personalmente, puedo asegurar que no todas las novelas del Top100 son buenas (ni por asomo), pero démosle la vuelta a la reflexión y preguntémonos: ¿están todas las novelas buenas en el Top100? ¿Es la nueva plataforma de autopublicación un salvavidas para quienes cayeron injustamente en el anonimato?
Éstas son las preguntas que os lanzo hoy. ¿Qué opináis?
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Published on March 06, 2014 02:12

February 27, 2014

Sobre las opiniones en Amazon

Al hablar sobre los comentarios en Amazon sé que me introduzco en terreno pantanoso, pero es éste un tema que llevaba tiempo rondándome la cabeza, sobre el que he meditado mucho, y cuyas incógnitas me gustaría verter aquí para contrastarlas con vuestras opiniones. De modo que allá vamos. Agarremos al toro por los cuernos, a ver qué os parece.

Quienes nos movemos en el mundillo de la literatura, y más los que pisamos el terreno de la
autopublicación en Amazon vamos siendo testigos de la revolución literaria que está resultando. Soy de los que piensan que la plataforma digital es el caldo de cultivo de una nueva generación de escritores, aquellos que se cansaron de esperar los dictámenes de una agencia literaria, de una editorial, o de ambas, y que convencidos de la calidad de su trabajo lo expusieron al público.

Para muchos ésta fue la mejor de las decisiones. El público -para mí el mejor crítico que pueda haber- fue quien valoró su trabajo y lo encumbró a los primeros puestos del Top 100. En muchas ocasiones, estas obras destacan por una abrumadora cantidad de valoraciones de 5 estrellas. Pero, ¿son estas novelas tan buenas?

El escritor de Amazon responde a un perfil que distingue de un autor de hace treinta años (o incluso menos). Su principal característica es una constante presencia en las redes sociales: él es el promotor de su obra, de modo que necesita actualizar su muro de Facebook y publicitar su trabajo en Twitter. Los lectores pueden hablar con él y preguntar aspectos de su obra. Además, el escritor se une a compañeros del ramo, entre quienes comparte éxitos y penas. En Twitter y Facebook es normal que los autores promocionen las obras de sus colegas (aun sin haberlas leído) mediante una regla no escrita de camaradería. Promociona y serás promocionado, sigue en Twitter para que te sigan. El universo de la Generación Kindle se ve reforzado por los lazos que mantienen entre sí sus escritores.

A partir de este momento, y teniendo en cuenta dicha camaradería, uno podría preguntarse: ¿son los amigos de los autores quienes encumbran sus obras entre una constelación de estrellas? ¿La cercanía de los nuevos escritores hacia sus lectores se ve recompensada con mejores votaciones de las que merecerían sus obras?

Mi conclusión es: prudencia.

Sí, en ocasiones tanta estrellita no se corresponde con la realidad. Verdad verdadera. Los señores de Amazon han arrugado el ceño al ver semejante avalancha de opiniones favorables. "Algo huele a cuerno quemado", se han dicho, y han comenzado a borrar algunos comentarios. Pero ¿qué distingue una opinión motivada por el amiguismo? Y, más importante aún, ¿es "tramposo" recibir un comentario así? Esta es la pregunta que debemos respondernos.

Como ya he dicho, los autores de esta generación se hallan más próximos a sus lectores. Estos los agregan a sus redes sociales. A partir de entonces no es de extrañar que adquieran sus próximos trabajos. Se transforman, aun sin conocerse, en amigos entre las redes. ¿Las valoraciones de estos lectores serán superiores en el futuro? Lo que quiero decir es: ¿se verá mermado su nivel de crítica?

Mi conclusión personal -todavía empantanada entre muchas incógnitas- es que los amigos tienen tanto derecho a opinar como cualquier otro; es su responsabilidad hacerlo con un criterio adecuado a la calidad de la obra. Si a mi mejor amigo le ha gustado mi novela, ¿por qué ha de ser falso su comentario? Si con mi calidad literaria he ganado algunos seguidores de mi trabajo, ¿por qué van a ser borradas sus opiniones?

Las valoraciones en Amazon transitan un sendero peliagudo. Dije que hay que tener prudencia y lo mantengo. Que tanta estrella no nos hipnotice. La plataforma permite leer un trozo de la novela; así pues, que sea su calidad y no sus comentarios lo que nos mueva a adquirirla. Porque, en efecto, hay novelas que no merecen tan buena crítica... pero hay otras que sí.
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Published on February 27, 2014 00:44

February 20, 2014

¿Necesitas una corrección de estilo?

Después de escribir ocho novelas he comprobado una máxima: en ocasiones no es otra cosa que el uso de las comas lo que resta interés por una historia. 
Un manuscrito puede ofrecer una idea brillante y bien redactada, pero el uso inteligente de la puntuación hace que gane ritmo, que se transmita tensión cuando debe hacerse o que el texto logre elevarse hasta conseguir un derroche dramatismo. 
Las comas, las dichosas comas. 
Otras veces es la disposición correcta del texto, la ausencia de la palabra adecuada para expresar una emoción concreta, la falta de mayor argumentación... ¿puede la calidad de una novela transformarse tras añadir unos párrafos? Aunque sorprenda, la respuesta es SÍ. En ocasiones sólo falta eso; la guinda del pastel. 
No soy ningún gurú del estilo (ningún corrector lo es). Sin embargo llevo revisando novelas desde 2007. Casi siempre lo he hecho desde el anonimato, aceptando trabajos de particulares que deseaban una revisión profesional. También he trabajado para varias editoriales, aunque con ellas no siempre he revisado ficción, sino libros de texto.Ahora me he decidido a inaugurar una nueva pestaña en mi blog, que no es más que la manifestación pública de lo que vengo haciendo en privado. En la nueva sección detallo todos los aspectos de mi forma de trabajar y dejo un correo electrónico por si alguien se sintiera interesado o tuviera alguna duda. Si queréis saber más, no tenéis más que escribir.
Esto es lo que os dejo esta semana. ¿Qué os parece? 
 
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Published on February 20, 2014 02:04

February 13, 2014

Match de improvisación

Este jueves, mientras me hallo envuelto en la segunda corrección de mi novela (pronto daré más detalles), me preparo para escribir un guión y ando en varios proyectos con los chicos de Calambur Teatro, traigo otro anuncio relacionado con los escenarios: el próximo viernes (día de San Valentín), los chicos de No es Culpa Nuestra organizan un pedazo de Match de Improvisación, en el que tendré le lujo de actuar como presentador.

En un match, dos equipos de improvisadores se enfrentan creando historias de la nada con los títulos propuestos por el público. Son los espectadores quienes además votarán las mejores improvisaciones, y quienes decidirán cuál de los dos equipos es el ganador.

Para mí, un match se puede resumir en pocas palabras: diversión. Mucha, mucha diversión y carcajadas más que garantizadas, y además a un precio más que asequible. Si nunca habéis asistido a uno, no sabéis lo que os estáis perdiendo.

De modo que si queréis un buen plan para este viernes en Madrid, ya tenéis algo que hacer ;)
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Published on February 13, 2014 04:40

February 6, 2014

La Fantástica Leyenda de Calamburia

Los chicos de Calambur Teatro (quienes, por cierto, estrenan una nueva pedazo de web) desarrollaron no hace mucho un espectáculo de improvisación teatral especialmente pensado para los más pequeños: La Fantástica Leyenda de Calamburia.

En este nuevo espectáculo, tres improvisadores se introducirán en el papel de aprendices de magos, para enfrentarse al último examen dentro de la escuela de "impromagia". Su maestro, el Archimago, les someterá a difíciles pruebas relacionadas con la creación de historias.
Los aprendices no tardarán en  ver que cada prueba es más difícil que la anterior, y que sólo con la ayuda de los niños del público lograrán superar el examen.

El espectáculo está funcionando de maravilla; pero este mes de febrero anuncio una novedad: un servidor se vestirá el uniforme de la escuela de magia de Calamburia y actuará en espectáculo.

¿Dónde?: en la sala Nave 73 (C\ Palos de la Frontera, 5. Madrid)

¿Cuándo?: los sábados a las 12:15 de la mañana

¿Más información?: toda la que queráis, pinchando en la web de Calambur Teatro o aquí mismo.

Una función especialmente pensada para los más pequeños, pero que divertirá a toda la familia ;)


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Published on February 06, 2014 02:18

January 30, 2014

Tres novelas.

En ocasiones algunos de mis contactos y amigos me han preguntado cuándo voy a volver a publicar. Bien, esta pequeña entrada de hoy la dedico a hablar de tres proyectos literarios que ahora mismo andan fraguándose. Como soy impaciente por naturaleza, ya he hablado de todos ellos con  anterioridad; y dado que uno no puede estarse calladito, hoy los traigo de nuevo al recuerdo. Espero que este año sea mejor que el anterior (no es por nada, pero mi 2013 fue más bien desastroso, salvo por la publicación de Praemortis III), y permita la publicación de una o, quién sabe, todas las novelas:





El primer proyecto, y el más antiguo, es aquel del que hablaba el pasado mes de septiembre: una historia de aventuras y de lo que podría llamarse Ciencia Ficción Gótica , con uno de los más interesantes protagonistas que he creado: el biólogo, erudito y cazador sin parangón John M. Baldinger, profesor de la universidad de Bristol (Inglaterra). Si alguna vez habéis disfrutado con las historias de Bram Stoker, H.G. Wells, Edgar Allan Poe y, sobre todo, con los relatos de H.P. Lovecraft, creo que la historia de Baldinger podrá gustaros. Un relato de misterio y aventuras, ambientado en el Madrid de 1915.


El segundo proyecto camina por un derrotero bien distinto. Se trata de una novela histórica de la que poco quiero revelar. Llevo trabajando en ella desde febrero de 2013 y actualmente me encuentro en la fase de revisión. Todavía queda mucho trabajo, porque se trata de un trabajo de 140.000 palabras (más bien extenso), y después de mis revisiones tocará enviársela a los lectores 0 para que me aporten su crítica. Además de una detallada inmersión histórica (tuve que documentarme con publicaciones en inglés, porque encontré poca información en español) he procurado, con esta historia, tratar un tema muy concreto: la búsqueda de redención. Los lectores juzgarán si lo he logrado... o no   


Por último, y cuando termine las correcciones de la novela histórica, retomaré otra idea que, por culpa de proyectos más ambiciosos, ha ido dilatando su conclusión en el tiempo . En noviembre de 2012, siendo de nuevo incapaz de mantener el secreto, me atreví a adelantar el primer capítulo. Se trata de una especie de Thriller sobrenatural, aunque a juzgar por lo que colgué en su día, creo que nadie podría asegurarlo, ¿verdad?


Tres proyectos distintos, como veréis, y muchas ganas de que al fin vean la luz. ¡Espero que este año 2014 dé oportunidades a todos!
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Published on January 30, 2014 02:52

January 23, 2014

Inauguro sección de videojuegos

Sí, ya hablé de LamParty Games en una entrada anterior, a finales de verano. Es otra de las actividades en las que ando involucrado: una pequeña empresa dedicada a la programación de videojuegos, compuesta de programadores, diseñadores, compositores... y un servidor, concentrado en la parte creativa del asunto.

LanParty se encuentra totalmente involucrada en la creación de Demiurgo, un videojuego que, no es porque lo diga yo, pero es totalmente increíble ;)
Pero además, LanParty también se ocupa de la creación de videojuegos algo más pequeños, con la idea de ir sacándolos mientras Demiurgo sigue en proceso de desarrollo. Así que hoy escribo para inaugurar, igual que hice con teatro, una nueva etiqueta, donde iré adelantando el trabajo que vaya avanzando LanParty Games y los nuevos proyectos que surjan. 
Por el momento dejo una imagen sobre el diseño del primer modelo de Demiurgo, y un enlace a la página comunitaria de Facebook, por si os animáis a seguirnos.
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Published on January 23, 2014 08:21

January 16, 2014

Así es la vida de un artista hoy

El pasado martes por la mañana hablaba con una compañera sobre lo que me deparaba el resto de la semana. Llevábamos toda la mañana trabajando en un proyecto de coaching para empresas; habíamos terminado a las 16:00, tras concedernos media hora para comer.
-Espero llegar a tiempo para la reunión que tengo esta tarde -le decía mientras observaba mi reloj, había quedado con dos compañeros para la preparación de un trailer, y llegaba justito al punto de encuentro.
-Mañana lo tengo más liado -continué, pensando en el miércoles-. Escribir por la mañana hasta primera hora de la tarde, luego ensayo hasta las 19:30, y después clases. 
Proseguí relatándole mi vida para el jueves: escribir en este blog, ensayar de 1 a 3 del mediodía, salir pitando para comer y luego a otro ensayo de otra obra entre las 6 y las 9, para finalmente actuar en un café hasta las tantas. Sí, el jueves prometía ser intenso. 
-¡Eso no es nada! -dijo mi compañera con un aspaviento.
Y a continuación, pasó a relatarme hasta cinco actividades programadas para la tarde del martes. 
Cuando me lo contó vaticiné que en algún momento de su vida le iba a estallar la cabeza, el corazón, o cualquier otro órgano vital de su cuerpo.
Esta entrada está dedicada a los que piensan que el artista es un vago, que no trabaja, que no es un miembro productivo. A los que creen que, porque algunos pasamos buena parte de nuestro tiempo en casa, estamos ociosos.  
Hoy día, el artista de nuestro país se mata por cuatro duros. Hay poco trabajo en el campo al que ha decidido dedicarse (sí, sea cual sea), y el que hay llega tarde, o llega mal. Los jefes pagan poco, o se retrasan en pagar, o los muy cabrones ni pagan. El artista no tiene más remedio que pluriemplearse. Los hay que aceptan trabajos de mierda para salir adelante, mientras sueñan con despegar en lo que realmente desean. La próxima vez que en el centro de Madrid os pare un captador de una ONG (cualquier ONG me vale), preguntadle a qué se dedica en realidad.  Os apuesto que si no es artista, probablemente os dirá que alguno de sus compañeros/as lo es.
Otros artistas, como mi compañera o como un servidor, se pluriemplean en diferentes campos en los que creen que pueden salir adelante, en lugar de aceptar un trabajo de los, digamos, "normales". Y así, en la actualidad, además de escribir novelas redacto guiones, estoy metido en diferentes proyectos teatrales (obras en las que actúo; obras que dirijo; obras en las que realizo cualquier otra actividad diferente a las anteriores...). Y mientras tanto preparo la publicación de un juego de rol, diseño videojuegos con una empresa que despega en el sector y, en definitiva, hago cualquier cosa que se me plantee. Todo al mismo tiempo.
Pero los proyectos artísticos son inestables. Algunos se caen, otros se encuentran con demasiados problemas y la mayoría, en definitiva, van despacio... muy despacio. El artista, además de cobrar poco y mal, va teniendo que salvar problemas en cada uno de los trabajos en los que anda metido, como si su vida fuera una larguísima carrera de obstáculos; una carrera que quizás ni siquiera gane.
La vida del artista no es fácil. Hace aquello para lo que cree que ha sido puesto en este mundo, pero sabe que quizás nunca llegue a poseer una estabilidad económica, y que tendrá que lidiar siempre contra mil y un avatares. Algunos de los artistas más veteranos que conozco han llegado a caer en la amargura; en una apatía por todos los proyectos que fracasaron, por todos los sueños que se perdieron. Y sin embargo, cuando les pregunto responden que no podían haberse dedicado a otra cosa. Porque eran, y son, artistas.
El mundo trata mal a nuestro género. No es una cosa nueva; siempre ha sido así, y quizás en el futuro resulte peor. Es lo que hay. Pero por favor, que nadie vuelva a pensar que no movemos un dedo, que vivimos del cuento y que no hay esfuerzo en nuestro día a día. Los artistas que conozco trabajan hasta reventar, duermen poco y apenas tienen para vivir. 
Así es hoy la vida de un artista.
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Published on January 16, 2014 02:28

January 9, 2014

Confesiones literarias XVIII. El valor del enemigo literario

El mundo de la creación literaria está lleno de envidias. Si le preguntas a un escritor, y te niega esta máxima, miente.

Valoramos y alabamos el trabajo de muchos de nuestros colegas, claro que sí, pero también desarrollamos hacia otros una especie de resquemor por su éxito, ése que desearíamos alcanzar (aunque ya lo hayamos hecho). Es más, odiamos su éxito, no lo comprendemos. ¿Cómo es posible que haya conseguido publicar, que haya logrado lectores  siquiera? ¿Qué clase de artimaña le ha llevado, con su pésima calidad, a levantarse por encima de nuestros trabajos?
No se trata aquí de analizar la verdad; de si, en efecto, ciertos escritores y escritoras logran un éxito inmerecido, sino de lo fácil que es para el alma de un creador de historias generarse un enemigo (o varios).
Pues sí. Es un hecho que los escritores se crean enemigos. En algunas ocasiones éstos permanecen velados. Los aborrecemos en secreto, en los instantes en que contemplamos su ascenso a través de los medios de comunicación o las redes sociales. Otras veces hacemos evidente que despreciamos su trabajo, lo decimos a viva voz, para que todo el mundo se entere de por qué nos parece mediocre, o peor que mediocre. 
Muchos dirán que esta forma de actuar es despreciable, que todos los escritores deberíamos respetarnos y valorarnos, pues todos luchamos contra las tormentas de nuestro tiempo, buscando lectores a bordo del mismo barco. Estos mismos, los que se escandalizan, no podrán explicarse cómo podemos lanzarnos piedras cuando conocemos de primera mano el esfuerzo que hay que poner a la hora de escribir una novela, de promocionarla, de prepararla y presentarla; cuando sabemos, en definitiva, que cada una de las obras de un escritor es como un hijo. Conociendo estos esfuerzos, ¿cómo podemos atacarnos? ¡Ay! El ego... el ego del escritor es un veneno. Él es quien nos empuja a las envidias, a los odios y las rencillas. Él ego es el culpable. 
Pero señoras y señores -y aquí me dispongo a ser políticamente incorrecto-, hacerse un enemigo literario es algo natural en un escritor, y es muy digno tenerlo. Los enfrentamientos entre escritores no son un invento de nuestro siglo, ni del pasado. Me viene a la memoria nuestro querido Cervantes, un hombre que, pese a su éxito con El Quijote, siempre anheló triunfar como dramaturgo. Sus esfuerzos hizo para conseguirlo, y algo logró. Pero claro, en aquella época resultaba difícil competir con el Fénix, contra el gran Lope de Vega. Así que, claro, el uno hizo enemigo al otro, y llovieron las críticas encendidas, los comentarios jocosos y las burlas escritas. Eso sí, con mucha originalidad. 
Benditos sean los enemigos literarios, por supuesto que sí. Nos ayudan a mejorar, a superarnos. La competitividad nos desarrolla como artistas y pone a nuestro alcance cotas que parecían imposibles. El enemigo literario no consiente que nos durmamos en los laureles; siempre activos, siempre en guardia, siempre dispuestos a dar más, a darlo todo, a sacrificarnos hasta la última gota de nuestro sudor. Bien nos lo muestran películas como Rush, con la relación entre los pilotos de Fórmula 1 James Hunt y Niki Lauda. 
El enemigo es saludable.
De modo que mi conclusión es ésta: si no podemos evitar la envidia, si el resquemor no nos deja dormir, vamos, por lo menos, a buscarle cierto noble sentido. Aprovechémoslo.  Quién sabe, tal vez competir contra nuestros enemigos literarios sea la única manera para alcanzar el éxito.
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Published on January 09, 2014 03:45