Miguel Ángel Moreno's Blog, page 12
November 8, 2012
Estreno página web
Como ya habréis observado, la imagen de mi blog ha cambiado radicalmente desde hace más o menos un mes. Esto se ha debido especialmente a quienes me manifestasteis que leer en blanco sobre negro os hacía daño a la vista.
El nuevo cambio ha mejorado sensiblemente el número de páginas vistas. De hecho, en las últimas semanas se han cuadruplicado. Sin embargo, no me gusta cómo ha quedado la barra lateral. La información sobre las novelas se ha vuelto sosa y no estoy contento con el diseño, así que hace un par de días me propuse la creación de una página web personal.
Para ello he recurrido a lo más sencillo (y barato, que no están las cosas como para andar gastando); una de esas páginas de "háztelo tú mismo". Lo cierto es que el proceso ha sido más sencillo de lo que creía, y he conseguido algo, cuando menos, resultón. Tampoco me pedía más, teniendo en cuenta que no me llevo especialmente bien con todo lo relacionado con la informática, y que tengo un verdadero problema a la hora de combinar colores.
A partir de ahora, en la barra superior de este blog podréis ver una pestaña que os llevará a la "web del autor", donde ofrezco información mucho más detallada sobre mi trabajo, enfatizando en especial el relacionado con Praemortis. Allí también iré publicando todas las novedades literarias que surjan,
Todavía es necesario corregir algunos detalles: ciertas imágenes están cortadas, algunos cuadros... descuadrados y falta por perfilar algún detalle, pero no quería dejar pasar este jueves sin que le echarais un primer vistazo y me dierais vuestra opinión (en especial, si he combinado mal los colores, que me conozco).

Para ello he recurrido a lo más sencillo (y barato, que no están las cosas como para andar gastando); una de esas páginas de "háztelo tú mismo". Lo cierto es que el proceso ha sido más sencillo de lo que creía, y he conseguido algo, cuando menos, resultón. Tampoco me pedía más, teniendo en cuenta que no me llevo especialmente bien con todo lo relacionado con la informática, y que tengo un verdadero problema a la hora de combinar colores.
A partir de ahora, en la barra superior de este blog podréis ver una pestaña que os llevará a la "web del autor", donde ofrezco información mucho más detallada sobre mi trabajo, enfatizando en especial el relacionado con Praemortis. Allí también iré publicando todas las novedades literarias que surjan,
Todavía es necesario corregir algunos detalles: ciertas imágenes están cortadas, algunos cuadros... descuadrados y falta por perfilar algún detalle, pero no quería dejar pasar este jueves sin que le echarais un primer vistazo y me dierais vuestra opinión (en especial, si he combinado mal los colores, que me conozco).
Published on November 08, 2012 07:41
November 1, 2012
Reflexiones sobre Halloween
Ayer fue la noche de Halloween. En España, y como ha sucedido con Papá Noel, esta tradición legada por los norteamericanos se encuentra cada vez más arraigada. Durante el día, los niños acuden al colegio disfrazados y celebran una fiesta; por la noche son los adultos quienes se disfrazan. .
Halloween arraiga en nuestra cultura. En años anteriores uno sólo veía a tres o cuatro valientes, "disfrazados" con algo de base blanca sobre la cara y un par de goterones de sangre falsa; ayer, mientras regresaba en metro, comprobé que a mi alrededor proliferaban los vampiros, las diablesas y los zombies. Cada vez nos esforzamos más.
Pero, por otro lado, durante la semana previa a esta fiesta he comprobado cómo mi muro de facebook se llenaba con mensajes de advertencia desde los sectores cristianos. "¡Halloween es una tradición diabólica!" advierten, aludiendo al origen pagano de la misma; "¡Celebrarla es dar poder a Satanás!".
Sus mensajes, contrastados con el modo en el que veo cómo se celebra la fiesta, me han hecho reflexionar al respecto.
Es cierto, Halloween posee una tradición pagana; de origen celta, para ser exactos. Una fiesta de transición a la estación oscura del año. En este día se creía que los espíritus tenían libertad para vagar por el mundo de los vivos. Para ahuyentar a los de naturaleza malévola, los celtas se disfrazaban. La tradición pasa a Estados Unidos en el s. XIX, y, en su fórmula actual, nos viene "de regreso" a los europeos.
Hace algunos años, uno de mis profesores de historia del arte nos explicaba el Baco de Caravaggio. En su origen, y según pensaban los estudiosos, la figura era una clara alusión a Cristo. Sin embargo, nuestro profesor nos aclaró que en los últimos años aquella representación se había transformado en un icono del movimiento gay. El cambio de significado era tan radical que no pude evitar preguntarle. Mi profesor me respondió que los símbolos cambian de significado con la historia, con las sociedades. Es el moderno uso que le demos a las cosas lo que importa, lo que sintamos que significan.
Estamos rodeados de ejemplos. El día de Navidad, por ejemplo, no está contemplado en ninguna parte de la Biblia. La fecha actual corresponde al día de celebración del Sol Invicto, que tiene su origen en la divinización del dios persa Mitra. El árbol de navidad también tiene un origen pagano, y, si nos ponemos tiquismiquis, hasta la mitad de los días de la semana están dedicados a dioses romanos (martes - Marte; miércoles - Mercurio; jueves - Júpiter; viernes - Venus)
Cualquiera que observe una estrella de cinco puntas verá un símbolo esotérico. No sé si Pitágoras diría lo mismo, teniendo en cuenta que adoptó esta forma para su escuela, dada su relación con el número áureo. La estrella también forma parte de algunas banderas, como la de Marruecos, representando los cinco pilares del Islam.
Y qué decir de la esvástica, que la sociedad actual atribuye al nazismo, pero cuyo origen, en representación al sol, se pierde en el tiempo de diferentes culturas.
Los símbolos tienen el significado que queramos darle en cada momento. En la actualidad, no me parece que Halloween tenga un significado tan maligno. Sólo veo a gente salir a la calle disfrazada y -en Estados Unidos-, a niños pidiendo golosinas en las casas. Allí es una tradición muy arraigada, tanto como en España puede ser, por ejemplo, la Semana Santa (y, por cierto, nuestra fiesta resulta mucho más inquietante).
Ahora bien, es posible que no sea del todo así, y que los símbolos, pese a haber perdido su significado original con el transcurso de los siglos, sí conserven algo de lo que anteriormente fueron. Y de este modo quizás sí sea conveniente prestar atención a lo que festejamos o a las tradiciones que vivimos. Porque, igual que sucede en la Plaza de San Pedro, colocar una cruz en la punta del obelisco no cristianiza lo que, a todas luces, es un enorme falo de piedra de origen egipcio.
Honestamente, creo que el tiempo es mucho más sabio que mis reflexiones. Como ha ocurrido con otros imperios, Estados Unidos, la potencia más influyente en el mundo, nos transmite sus fiestas. Dentro de unos años celebraremos Halloween con toda naturalidad. Continuarán los partidarios y los detractores, pero al final terminaremos viendo a niños en nuestras puertas preguntando por el "truco o trato".
Y vosotros, ¿qué opináis?

Pero, por otro lado, durante la semana previa a esta fiesta he comprobado cómo mi muro de facebook se llenaba con mensajes de advertencia desde los sectores cristianos. "¡Halloween es una tradición diabólica!" advierten, aludiendo al origen pagano de la misma; "¡Celebrarla es dar poder a Satanás!".
Sus mensajes, contrastados con el modo en el que veo cómo se celebra la fiesta, me han hecho reflexionar al respecto.
Es cierto, Halloween posee una tradición pagana; de origen celta, para ser exactos. Una fiesta de transición a la estación oscura del año. En este día se creía que los espíritus tenían libertad para vagar por el mundo de los vivos. Para ahuyentar a los de naturaleza malévola, los celtas se disfrazaban. La tradición pasa a Estados Unidos en el s. XIX, y, en su fórmula actual, nos viene "de regreso" a los europeos.

Estamos rodeados de ejemplos. El día de Navidad, por ejemplo, no está contemplado en ninguna parte de la Biblia. La fecha actual corresponde al día de celebración del Sol Invicto, que tiene su origen en la divinización del dios persa Mitra. El árbol de navidad también tiene un origen pagano, y, si nos ponemos tiquismiquis, hasta la mitad de los días de la semana están dedicados a dioses romanos (martes - Marte; miércoles - Mercurio; jueves - Júpiter; viernes - Venus)
Cualquiera que observe una estrella de cinco puntas verá un símbolo esotérico. No sé si Pitágoras diría lo mismo, teniendo en cuenta que adoptó esta forma para su escuela, dada su relación con el número áureo. La estrella también forma parte de algunas banderas, como la de Marruecos, representando los cinco pilares del Islam.
Y qué decir de la esvástica, que la sociedad actual atribuye al nazismo, pero cuyo origen, en representación al sol, se pierde en el tiempo de diferentes culturas.
Los símbolos tienen el significado que queramos darle en cada momento. En la actualidad, no me parece que Halloween tenga un significado tan maligno. Sólo veo a gente salir a la calle disfrazada y -en Estados Unidos-, a niños pidiendo golosinas en las casas. Allí es una tradición muy arraigada, tanto como en España puede ser, por ejemplo, la Semana Santa (y, por cierto, nuestra fiesta resulta mucho más inquietante).

Honestamente, creo que el tiempo es mucho más sabio que mis reflexiones. Como ha ocurrido con otros imperios, Estados Unidos, la potencia más influyente en el mundo, nos transmite sus fiestas. Dentro de unos años celebraremos Halloween con toda naturalidad. Continuarán los partidarios y los detractores, pero al final terminaremos viendo a niños en nuestras puertas preguntando por el "truco o trato".
Y vosotros, ¿qué opináis?
Published on November 01, 2012 04:21
October 25, 2012
Dos noticias
Cuando publiqué mi experimento sobre la calidad de las novelas de quienes se autopublicaban en Amazon, mi facebook se llenó de preguntas, solicitudes de amistad, comentarios y propuestas de todo tipo. Una de ellas vino de la escritora Pat Casalá, cuyas novelas, de momento, han llegado al público a través de este medio.
Pat me sugirió realizar una entrevista. Cuando leí las preguntas me pareció que la escritora no tenía ninguna vergüenza a la hora de dar en el clavo en algunos temas, así que contesté con total sinceridad. Creo que el resultado os interesará, de modo que este jueves os dejo en enlace al blog de Pat, para que disfrutéis con la entrevista. Sólo tenéis que pinchar aquí.
Pero no quería marcharme sin anunciar que mañana, viernes, el grupo teatral No es culpa nuestra organiza uno de sus famosos matches de improvisación (sí, ya sé que el Diccionario Panhispánico de dudas no reconoce este "anglicismo innecesario", pero hoy me he despertado con la vena rebelde).
El lugar: en el salón de actos del ETSI Telecomunicación (metro Ciudad Universitaria).
El precio: A prueba de crisis y sin subida de IVA. 2 euros
La hora: 20:30
El evento: Si necesitáis más información, podéis ir al evento en facebook pinchando en este enlace.
La calidad: Me enorgullezco de pertenecer a un grupo de una trayectoria brillante. De él han salido actores, directores y buena parte de los mejores improvisadores que actualmente hay en nuestro país. Las risas están garantizadas.
Si este viernes no tenéis ningún compromiso, os encontráis en Madrid y tenéis ganas de pasar un buen rato a muy bajo coste, éste es vuestro plan. Pero advierto: si probáis, repetiréis.

Pero no quería marcharme sin anunciar que mañana, viernes, el grupo teatral No es culpa nuestra organiza uno de sus famosos matches de improvisación (sí, ya sé que el Diccionario Panhispánico de dudas no reconoce este "anglicismo innecesario", pero hoy me he despertado con la vena rebelde).

El precio: A prueba de crisis y sin subida de IVA. 2 euros
La hora: 20:30
El evento: Si necesitáis más información, podéis ir al evento en facebook pinchando en este enlace.
La calidad: Me enorgullezco de pertenecer a un grupo de una trayectoria brillante. De él han salido actores, directores y buena parte de los mejores improvisadores que actualmente hay en nuestro país. Las risas están garantizadas.
Si este viernes no tenéis ningún compromiso, os encontráis en Madrid y tenéis ganas de pasar un buen rato a muy bajo coste, éste es vuestro plan. Pero advierto: si probáis, repetiréis.
Published on October 25, 2012 02:15
October 18, 2012
Libros leídos en un año. Octubre 1011 - 1012
Continuando la tradición, publico una lista de las novelas que he leído este año. En esta lista sólo incluyo aquéllas que he leído por gusto, así que quedan fuera las que he tenido que leer por cuestiones laborales:
Pistolas al amanecer -Daniel Jándula y Jordi Torrents.Asesinato en el Orient Express -Agatha ChristieLa sombra del viento – Ruíz ZafónLa isla del tesoro – Robert Louis StevensonLa casa – Peretti / DekkerEl espíritu del lince – Javier PellicerEl asesino del fin del mundo – Miguel Ángel JuárezSin noticias de Gurb – Eduardo MendozaEl señor de las moscas – William GoldingEl retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde
De toda la lista salen ganadoras La sombra del viento y El retrato de Dorian Gray, dos novelas que han conseguido calarme por su historia e influenciarme por su estilo.
La decepción del año me la llevé con Asesinato en el Orient Express, que me pareció más una relación de hechos novelada que otra cosa. Algo sosa, excepto al final. Creo que soy más de Holmes que de Poirot.
Por último, recomiendo El espíritu del lince, la primera publicación de Javier Pellicer, con la que entra en el mundo literario pisando bien fuerte. Si os gusta la novela histórica, ésta es una novela con la que el disfrutaréis seguro.

De toda la lista salen ganadoras La sombra del viento y El retrato de Dorian Gray, dos novelas que han conseguido calarme por su historia e influenciarme por su estilo.
La decepción del año me la llevé con Asesinato en el Orient Express, que me pareció más una relación de hechos novelada que otra cosa. Algo sosa, excepto al final. Creo que soy más de Holmes que de Poirot.
Por último, recomiendo El espíritu del lince, la primera publicación de Javier Pellicer, con la que entra en el mundo literario pisando bien fuerte. Si os gusta la novela histórica, ésta es una novela con la que el disfrutaréis seguro.
Published on October 18, 2012 00:43
October 11, 2012
Confesión de fe
Leía hace unos días en El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, una conversación entre dos de los personajes. Uno de ellos preguntaba:
¿Qué es la religión?
A lo que el otro respondía:
Una cosa que sustituye elegantemente a la fe
Me llamó la atención este extracto de diálogo, porque me pareció que Wilde me aplastaba con una máxima irrefutable. Eso es precisamente lo que me parece que es la religión: una cosa que sustituye a la simple fe... en demasiadas ocasiones.
Hoy por hoy, tras una educación en la Iglesia Católica, diez años asistiendo a una iglesia protestante y la oportunidad de aprender de los mejores profesores de Filología Hebrea, estoy convencido de que, por mucho que nos esforcemos, y como bien dijo una vez mi profesor de facultad, en catedrático José María Díez Borque: si Dios existe, no le hemos comprendido en absoluto. Las religiones (hablo de las cristianas, por cercanía), procedan de una u otra confesión, hace mucho que han quedado transformadas en una cosa, tan viciada por las doctrinas humanas que caen en el ridículo, la cruel ambición o la más patética estulticia.
Me he considerado protestante (o evangélico, según se mire, porque hay quienes ni siquiera se ponen de acuerdo en cómo llamarse), durante muchos años, pero con el tiempo he visto tantos y tan graves defectos en las iglesias a las que asistí que el ejercicio de autocrítica me ha llevado irremediablemente a manifestar que ya no pertenezco a esta confesión. Soy cristiano, a secas. Sin encasillarme, sin religiones. Tras meditarlo, y sin pretender que nadie persiga mi ejemplo, me ha parecido la opción más lógica.
La Iglesia Católica, devorada por su anacronismo, vive un palpable declive que crece proporcionalmente al ritmo al que las buenas beatas de nuestra generación pasan a mejor vida. Pero su mayor defecto reside en la flagrante hipocresía que la llena. Toda su pompa y ambición la han conducido a olvidar el que debería ser su libro de cabecera: la Biblia. Hace mucho que no siguen lo que ella dice, sino que se enredan en dogmas secundarios y leyes autobeneficiosas, o simplemente absurdas.
Hace unos días leí que el Gobierno no rebajará ni un euro de su asignación a la Iglesia. España, el país en el que vivo, padece una de las peores crisis de su historia. Los recortes en sanidad y en educación hacen que a uno le hierva la sangre; cientos de miles de familias españolas viven en la extrema pobreza. A tal punto ha llegado a vapulearnos la crisis, que la Cruz Roja española ha iniciado el Día de la banderita con objeto de recaudar dinero para los pobres españoles... pero la Iglesia continúa con sus privilegios, traducidos en cientos de miles de euros de asignación y escandalosas exenciones de impuestos.
Ya no recuerdan las palabras de aquél cuya imagen tienen colgada en la pared de sus templos:
Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios (Lucas 20:25)
Y
A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva (Lucas 6:30)
Y en el libro de Hechos, el mayor ejemplo de generosidad posible:
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. (Hechos 4: 34 - 35).
Sé que, en este punto, algunos argumentarán que la ICR ya hace mucho mediante Cáritas, pero a mí no me convence un argumento tan débil. Cáritas me parece más bien el medio para lavar la imagen de una iglesia emborrachada de poder y riquezas; transformada, desde hace mucho, en una monumental empresa internacional que juega con el miedo a perder el alma.
Pero los protestantes (o evangélicos; de nuevo, según prefieran que se les llame) tampoco se encuentran libres de error. En España la iglesia protestante es una minoría (menos de un 2%, aunque presiento que ha crecido en los últimos años), eso la salva de la tentación que es el poder. Por otro lado, alabo su capacidad para centrarse únicamente en la Biblia y procurar seguir lo que en ella pone. Tengo muchos amigos protestantes, que espero seguir manteniendo, admirables en su puesta en práctica de la fe, en defender lo que creen (también he conocido muchos católicos así de consecuentes).
Pero la cruda realidad es que la iglesia protestante padece graves problemas:
Flota en los cultos una hipocresía de la que fui consciente durante la década en la que anduve integrado en iglesias de diferentes denominaciones. Unos (los más cómodos) se dedican a predicar una y otra vez lo mismo a oídos que ya no escuchan; otros se convierten en radicales, adentrándose alegremente en la ignorancia.
Los peores de este último grupo toman la Biblia como única referencia para todos y cada uno de los aspectos de la vida, y como único libro con el que edificar su cultura. Escuchan sólo música cristiana, ven sólo películas cristianas y se relacionan sólo con personas cristianas. Viven en una burbuja tan tristemente ajena a la realidad, y son tan reacios a mezclarse con los problemas del mundo que terminan convirtiéndose en inútiles para el mismo.
En las iglesias, algunos de sus miembros padecen una tendencia al elitismo, a las castas, medidas por el mayor número de años que se haya calentado el banco con el trasero, o a las generaciones de cristianos que sean capaces de contabilizar en sus respectivas familias.
Otros sólo acuden cada domingo por presión familiar o, tristemente, para aguardar pacientemente a que finalicen los cánticos y la predicación y llegue el momento de saludarse. Tantas veces he contemplado estos ejemplos, que llegaron a parecerme normales. No importa en cual de las incontables denominaciones se halle uno: carismático, hermanos, bautista, independiente, metodista... todas ellas, dicho sea de paso, separadas por supuestas diferencias doctrinales; aunque, a simple vista, uno diría que lo único en lo que se distancian es en el volumen y la excitación de sus respectivas alabanzas (sobria para los hermanos, media para los bautistas, alta para los pentecostales, etc.)
Pero resulta que es en los saludos en lo que debería centrarse una iglesia, en la comunión con quienes comparten la misma fe. Y, sin embargo, los cultos se han contagiado de una liturgia aburrida, monótona y vacía. Aunque ésa es, al fin y al cabo, la base de las religiones; ahí es a donde dirigía mis pasos todos los domingos, a disfrutar de esa cosa tan alejada de lo que yo creía era un acercamiento a la espiritualidad.
Sé que algunos, católicos y protestantes, van a sentirse identificados con lo que escribo, ya sea para bien o para mal. No he pretendido establecer doctrina, ni deseo recomendar mis pasos a nadie. Hace tiempo que buscaba el momento de hacer pública mi decepción hacia la iglesia católica y protestante (de mormones y testigos de Jehova me salen críticas aún mas duras, así que no hablo, pero mucho de lo que he declarado aquí también puede aplicarse a ellos).
Aparte de mi confesión de fe púbica. Lo único que espero es que cada creyente analice cuidadosamente lo que sucede en su entorno, nada más.
¿Qué es la religión?
A lo que el otro respondía:
Una cosa que sustituye elegantemente a la fe
Me llamó la atención este extracto de diálogo, porque me pareció que Wilde me aplastaba con una máxima irrefutable. Eso es precisamente lo que me parece que es la religión: una cosa que sustituye a la simple fe... en demasiadas ocasiones.
Hoy por hoy, tras una educación en la Iglesia Católica, diez años asistiendo a una iglesia protestante y la oportunidad de aprender de los mejores profesores de Filología Hebrea, estoy convencido de que, por mucho que nos esforcemos, y como bien dijo una vez mi profesor de facultad, en catedrático José María Díez Borque: si Dios existe, no le hemos comprendido en absoluto. Las religiones (hablo de las cristianas, por cercanía), procedan de una u otra confesión, hace mucho que han quedado transformadas en una cosa, tan viciada por las doctrinas humanas que caen en el ridículo, la cruel ambición o la más patética estulticia.
Me he considerado protestante (o evangélico, según se mire, porque hay quienes ni siquiera se ponen de acuerdo en cómo llamarse), durante muchos años, pero con el tiempo he visto tantos y tan graves defectos en las iglesias a las que asistí que el ejercicio de autocrítica me ha llevado irremediablemente a manifestar que ya no pertenezco a esta confesión. Soy cristiano, a secas. Sin encasillarme, sin religiones. Tras meditarlo, y sin pretender que nadie persiga mi ejemplo, me ha parecido la opción más lógica.

Hace unos días leí que el Gobierno no rebajará ni un euro de su asignación a la Iglesia. España, el país en el que vivo, padece una de las peores crisis de su historia. Los recortes en sanidad y en educación hacen que a uno le hierva la sangre; cientos de miles de familias españolas viven en la extrema pobreza. A tal punto ha llegado a vapulearnos la crisis, que la Cruz Roja española ha iniciado el Día de la banderita con objeto de recaudar dinero para los pobres españoles... pero la Iglesia continúa con sus privilegios, traducidos en cientos de miles de euros de asignación y escandalosas exenciones de impuestos.
Ya no recuerdan las palabras de aquél cuya imagen tienen colgada en la pared de sus templos:
Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios (Lucas 20:25)
Y
A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva (Lucas 6:30)
Y en el libro de Hechos, el mayor ejemplo de generosidad posible:
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. (Hechos 4: 34 - 35).
Sé que, en este punto, algunos argumentarán que la ICR ya hace mucho mediante Cáritas, pero a mí no me convence un argumento tan débil. Cáritas me parece más bien el medio para lavar la imagen de una iglesia emborrachada de poder y riquezas; transformada, desde hace mucho, en una monumental empresa internacional que juega con el miedo a perder el alma.
Pero los protestantes (o evangélicos; de nuevo, según prefieran que se les llame) tampoco se encuentran libres de error. En España la iglesia protestante es una minoría (menos de un 2%, aunque presiento que ha crecido en los últimos años), eso la salva de la tentación que es el poder. Por otro lado, alabo su capacidad para centrarse únicamente en la Biblia y procurar seguir lo que en ella pone. Tengo muchos amigos protestantes, que espero seguir manteniendo, admirables en su puesta en práctica de la fe, en defender lo que creen (también he conocido muchos católicos así de consecuentes).
Pero la cruda realidad es que la iglesia protestante padece graves problemas:
Flota en los cultos una hipocresía de la que fui consciente durante la década en la que anduve integrado en iglesias de diferentes denominaciones. Unos (los más cómodos) se dedican a predicar una y otra vez lo mismo a oídos que ya no escuchan; otros se convierten en radicales, adentrándose alegremente en la ignorancia.

En las iglesias, algunos de sus miembros padecen una tendencia al elitismo, a las castas, medidas por el mayor número de años que se haya calentado el banco con el trasero, o a las generaciones de cristianos que sean capaces de contabilizar en sus respectivas familias.
Otros sólo acuden cada domingo por presión familiar o, tristemente, para aguardar pacientemente a que finalicen los cánticos y la predicación y llegue el momento de saludarse. Tantas veces he contemplado estos ejemplos, que llegaron a parecerme normales. No importa en cual de las incontables denominaciones se halle uno: carismático, hermanos, bautista, independiente, metodista... todas ellas, dicho sea de paso, separadas por supuestas diferencias doctrinales; aunque, a simple vista, uno diría que lo único en lo que se distancian es en el volumen y la excitación de sus respectivas alabanzas (sobria para los hermanos, media para los bautistas, alta para los pentecostales, etc.)
Pero resulta que es en los saludos en lo que debería centrarse una iglesia, en la comunión con quienes comparten la misma fe. Y, sin embargo, los cultos se han contagiado de una liturgia aburrida, monótona y vacía. Aunque ésa es, al fin y al cabo, la base de las religiones; ahí es a donde dirigía mis pasos todos los domingos, a disfrutar de esa cosa tan alejada de lo que yo creía era un acercamiento a la espiritualidad.
Sé que algunos, católicos y protestantes, van a sentirse identificados con lo que escribo, ya sea para bien o para mal. No he pretendido establecer doctrina, ni deseo recomendar mis pasos a nadie. Hace tiempo que buscaba el momento de hacer pública mi decepción hacia la iglesia católica y protestante (de mormones y testigos de Jehova me salen críticas aún mas duras, así que no hablo, pero mucho de lo que he declarado aquí también puede aplicarse a ellos).
Aparte de mi confesión de fe púbica. Lo único que espero es que cada creyente analice cuidadosamente lo que sucede en su entorno, nada más.
Published on October 11, 2012 03:22
October 4, 2012
Estreno de Los amantes. Entrada gratuita.

Semejante llamamiento, como es lógico, llamó mi atención. Pedí a Belén que me pasara el texto y quedé encantado con lo que vi. Mi personaje suponía todo un reto interpretativo, ya que quedaba introducido en una suerte de metateatro con un toque cómico. Accedí casi de inmediato.
En esta ocasión, además, disponíamos de muy poco tiempo desde los primeros ensayos hasta el estreno; algo menos de un mes (otro nuevo reto para mí). No obstante, desde el primer día quedé encantado con la dinámica de los ensayos. Mi compañera de reparto, Sandra Cuenca, es una actriz excelente, y Belén ha sabido siempre mantener y transmitir calma, a pesar de que el momento del estreno se aproximaba velozmente.
Ahora me enorgullece presentaros el estreno de Los amantes. Si andáis por Madrid y esta noche os apetece pasar un rato ameno, no os lo perdáis. Os aseguro que os sorprenderá. Los datos del lugar y la hora se detallan en el evento de facebook.
Y además, la entrada es gratuita. ¿Qué más se puede pedir?
¡Allí nos vemos!
Published on October 04, 2012 01:11
September 27, 2012
Autopublicar en Amazon, 2ª parte. No es plátano todo lo que reluce
La semana pasada, tras finalizar un proceso de información sobre la calidad literaria de 25 obras autopublicadas en Amazon, ofrecí en este blog mis conclusiones sobre el experimento. En dicha entrada, que llamé Autopublicar en Amazon. Oroparece, plátano es , dejaba claro que, mayoritariamente, la calidad de las novelas con las que me topé era mala, o muy mala, aunque salvaba unas pocas (6 autores de 23).
Recuerdo que, mientras preparaba el artículo, recibí una advertencia del Señor X: «se te van a echar encima», me dijo. «Lo sé», respondí yo.
En realidad, desconocía el alcance que mi entrada iba a tener.

De mi entrada se dijeron muchas cosas buenas. Aplaudo a quienes supieron analizarla y extraer lo positivo. Pero también, como es lógico, recibí comentarios negativos. Algunos cruzaron la línea de lo descabellado o lo absurdo. Llegué a leer notas tan peregrinas como aquéllas que dudaban que existiera mi buen X, o que me identificaban como el ejecutor de una oscura conspiración perpetrada por las editoriales, cuyo objetivo no era otro que el de hundir a los pioneros mártires de Amazon. Qué cosas…
Pero después de todo, el eco que tuvo una entrada como la que escribí me dio que pensar, y pese a que no he contestado a la mayor parte de lo que se dijo sobre ella, por respeto a la opinión de todos, sí he querido dejar por escrito la resolución que me llevo de este experimento.
Debo confesar, que pese a que en ningún momento dije –ni diré- los títulos de las novelas consultadas, me sorprende la cantidad de autores que parecieron incluirse en el, por llamarlo de algún modo, grupo de los suspensos. ¿Por qué? ¿Acaso nadie tuvo en cuenta, no ya a los 6 escritores cuya calidad me pareció aceptable, sino al extenso grupo que sin duda conforman las novelas no analizadas?
Damas y caballeros, propongo una reflexión: deténganse a pensar por qué una entrada crítica como la mía suscitó semejante reacción. No pertenezco a ningún bando enemigo, si es que existe alguno. Aunque publique en papel, Amazon me parece una herramienta excelente; tiene su lado bueno y sus defectos, pero ni siquiera yo descarto valerme de la autopublicación en algún momento. De hecho, antes de publicar mi artículo de la semana pasada, recomendé este medio a un compañero, un escritor de excelente calidad, a quien el portal podría aproximar a muchos lectores.

Pero por otra parte, denuncio una realidad constatable: el sistema de autopublicación necesita un filtro con urgencia. Cualquiera puede lanzar al mundo lo que le venga en gana, cobrando por ello y plantándole la etiqueta de novela. No me parece correcto, ni justo para los lectores, a quienes respeto y valoro por encima de todo.
Me he topado con obras pésimas, lo digo y lo repito, alto y claro. Algunas estaban tan mal escritas que quise comprobar la edad de su autor, por si me topaba con un quinceañero. Esto es lo que hay cuando uno cree que lo primero que escribe es una maravilla, o cuando falta un juicio profesional detrás de los manuscritos.
En este sentido, la mejor conclusión que pude sacar, y que repito en este artículo, es que los lectores son los únicos críticos de una obra que previamente no ha pasado ningún tipo de control. Así que, de nuevo reitero: leed el capítulo de muestra. No caigáis en el error de pagar sin saber con qué vais a toparos.
Published on September 27, 2012 01:09
September 20, 2012
Autopublicar en Amazon. Oro parece, plátano es
De un tiempo a esta parte, Amazon parece venir revolucionando el mundo de la literatura tras el lanzamiento de su sistema Kindle Direct Piblishing, o KPD, un sistema que permite a cualquiera autopublicar lo que desee. Al fin, ese manuscrito que las editoriales no se molestaron en leer puede exponerse al público y ser leído por cientos o incluso miles de personas. Autores, otrora rechazados, tienen la oportunidad de mostrar sus obras a quienes realmente importan: los lectores.

Algunos ya hablan de una nueva forma de ver la literatura, no monopolizada por las editoriales. Un mundo en el que el escritor pueda llevarse un porcentaje de beneficios razonable a lo que aporta (actualmente, un autor que publica bajo el respaldo de una editorial suele disfrutar un 10% de los beneficios; alguien que autopublique en Amazon puede llevarse hasta el 70%). Por otro lado, la situación de crisis por la que estamos pasando nos invita a replantearnos los gastos: ¿preferimos pagar veinte euros por una novela u ochenta y nueve céntimos?
A priori, quizás la respuesta parezca sencilla, pero creedme, no lo es.
Hace ya algunos meses advertí que facebook iba progresivamente copándose con anuncios de autores autopublicados, que buscaban (algunos casi de forma desesperada) promocionar su obra mediante un bombardeo constante de links, reseñas, extractos seleccionados y demás estrategias. El exponencial crecimiento de estos anuncios me animó para investigar más sobre el mundo de la autopublicación. Para ello consulté a algunos amigos, entre los cuales destaco a cierto personaje, a quien llamaré señor X, dado que él mismo me confesó que no podía manifestar sus opiniones en público, por miedo a recibir una lluvia de críticas.
Lo que Xme relató logró estimular todavía más mi curiosidad, de modo que decidí hacerme una idea lo más cercana posible de lo que se publicaba en Amazon. De este modo, me descargué un kindle para mi PC y comencé a leer uno a uno hasta 25 títulos distintos, escritos por 23 autores (he repetido autor en dos ocasiones, por generarme algunas dudas en cuanto a su calidad).
Tras finalizar este particular experimento, he decidido compartir las impresiones que me he llevado de las obras que he hallado. Con todas he procurado ser objetivo, evaluando cada título por su calidad y su exposición de la historia, y no por si lo que cuenta se aproxima a mis gustos personales. No obstante, el listón con el que he medido su relativa suficiencia sí es subjetivo (como no podría ser de otra forma). Cada lector y/o autor que se acerque a este artículo debería tener ese dato en cuenta.
En ningún caso he leído las obras en su totalidad, sino los fragmentos de descarga gratuita que ofrece Amazon. Sin embargo, no creo que ello desacredite en modo alguno mi opinión. Estos fragmentos componen una media de unas 25 páginas, suficiente para hacerse una idea razonable.
Tampoco deseo mencionar los títulos o los autores que he decidido examinar, ni he vertido mis opiniones sobre ellos en Amazon. Mi intención con este artículo es la de ofrecer una idea global tanto para quienes se plantean la autopublicación, como para aquellos que desean descargar una de estas novelas, y, especialmente a estos últimos, hacerles ver si dicha obra merece, no ya los míseros 89 céntimos que cuesta descargarla, sino el tiempo que inviertan en leerla.
Una vez dicho esto. Paso a los datos:
De los 23 autores, salvo a 6.
· De entre ellos, dos obtienen un «aprobado raspado»; es decir, no termina de convencerme su calidad, pero tampoco es un rotundo suspenso.
· 3 han escrito una novela de mi interés (lógicamente, no forman parte de los 2 anteriormente citados). Pagaría el precio que cuesta su historia por continuar leyendo. Las novelas de los otros 3 no me interesan, pero admito que poseen una calidad aceptable.
· Sólo uno de los 6 aprueba con nota. Entra dentro del “notable”, por decirlo de algún modo (reitero, según mi criterio).
Un autor -autora, de hecho- cuya novela me ha parecido razonablemente buena, de 23.
¿Y qué sucede con los otros 17 autores? ¿Por qué no me ha gustado lo que presentan? Fundamentalmente, debido a tres causas:
1. La novela estaba mal escrita, o muy mal escrita. En ocasiones me he encontrado con tantos defectos de estilo y faltas ortográficas que ni siquiera he terminado la versión de prueba.2. La novela está bien escrita, pero no tiene «chicha»; no hay calidad literaria. Parece un relato que se haya estirado innecesariamente, o algo que uno escribiría en una noche de insomnio para un blog.3. La novela está bien escrita y la historia no adolece mediocridad, pero está muy mal presentada. El autor se detiene en farragosas e inútiles descripciones o en extemporáneos incisos que detienen la acción y aburren al lector.
De modo que tenemos a 17 autores que cometen errores en sus novelas, algunos rozando la frontera de lo hilarante; y sin embargo, en algunas hallé hasta veinte votos que les otorgaban cinco estrellas (la máxima puntuación en Amazon) y reseñas que encumbraban la susodicha obra a, como poco, mito de la literatura.
¿No huele esto a cuerno quemado? Es justo lo que yo me pregunté. Votos con la nota máxima y críticas laudatorias para novelas claramente pésimas dan que pensar en la palabra amiguismo, en la mendicidad del voto positivo, con el único fin de encumbrar la obra al top 100 de Amazon. Esa gran historia que, por supuesto, los ignorantes editores desecharon, escrita por un autor cuyo talento ha sido, sin lugar a dudas, menospreciado e incomprendido. Pero, ¿es ésta la realidad?

Lo que he comprendido tras mi examen es que Amazon se ha convertido un saco sin fondo en el que caen mediocres escribidores cuyas obras han sido colmadas de halagos piadosos por amigos y familiares. Esta situación me importaría poco, de no ser porque los votos positivos engañan a algunos incautos. En mi lectura de las críticas que acompañaban a ciertas obras he comprobado que tenían más razón quienes otorgaban una estrella, que aquellos que regalaban cinco. Los que escriben estas críticas negativas, además de contar verdades como puños, admiten haberse dejado llevar por las más generosas. Eso no está bien, señores.
Cada obra debería obtener lo que merece. Comprendo que los amigos de un autor que escribe su primera novela (de estos presiento que hay unos cuantos) deseen animarle, pero es necesario ser consecuente y mostrarle la realidad si lo que pretende es vender lo que ha escrito.
Así pues, concluyo este artículo con algunas recomendaciones, dedicadas a autores y lectores:
Para los autores : Amazon es una jungla. Quienes se autopublican reciben de sus colegas o bien críticas de cinco estrellas, o de una (dependiendo de si son amigos o no). Aunque esto, claro está, no tiene por qué diferir del mundo en el que vivimos los que publicamos en papel.
Si eres autor y publicas tu primera novela, procura que la lean tres o cuatro personas que vayan a ser objetivos con tu trabajo. Es posible que pienses que tu obra es lo mejor que se ha producido en centurias; o como poco que es buena, pero con las novelas pasa igual que con el primer amor: no estamos viendo la realidad tal y como es.
Lo que sí es cierto es que Amazon puede resultar una herramienta valiosa para un escritor con una técnica adquirida, con tablas, pero que todavía tenga sitio entre los consagrados. El lector no es tonto, y creo que una historia bien narrada y presentada destacará rápidamente entre las demás. Puede hacerse rápidamente con muchos seguidores y abrir con ello las puertas a una editorial de gran tamaño. Por tanto, para este tipo de autores, autopublicar no es en absoluto descartable.
Para los lectores: Puede que no importe mucho desembolsar 89 céntimos (o un euro, o dos) por una novela, pero puedo garantizar (de nuevo, siguiendo mi propio juicio al respecto) que muchas no merecen el tiempo que vais a invertir. Mi consejo: no os fiéis ni un ápice de los votos, ni de qué puesto ocupe en el top 100 de Amazon. Creedme, algunos de los esperpentos más infumables que me he encontrado ubican entre esos puestos. Lo mejor que podéis hacer si queréis leer una de estas novelas es descargar el fragmento gratuito.
Recordad: el mejor criterio y el único del que os podéis fiar es el vuestro.
Published on September 20, 2012 01:03
September 13, 2012
Una mirada al pasado. La primera novela
Andaba el otro día rebuscando por mis cajones, cuando di con una de los ejemplares de mi primera novela, Peones ciegos.
No hablo de la versión que publicó Thomas Nelson en 2007, la cual descansa en mi librería, junto a mis otras publicaciones, sino la que inicialmente apareció en la asociación ALEC, un año antes (2006).
Aunque lo he buscado, no he logrado encontrar en Internet la portada de esta edición, y un miedo supersticioso y reverencial me impide sacarle una fotografía con mi móvil y colgarla por aquí.
Es de encuadernación rústica, en negro. En color amarillo puede leerse el título, en grande, en la parte superior. Bajo éste aparece un soldado cuerpo a tierra, junto a los cadáveres de sus compañeros, en un escenario que recuerda al desembarco de Normandía.
Bajo esta imagen puede leerse: "Había que encontrar aquella espada, arma de doble filo, bastón de mando del ejército de los cielos. '¡Búsquela!', le dijo el coronel. Y aquella orden habría de cambiar la vida del joven soldado. Una historia de esperanza en medio de la batalla".
Después, mi nombre, y el número que mi novela ocupaba dentro de la colección de obras que publicó ALEC (el 2º).
En la contraportada descubro una fotografía de mí que ya no conservo, en la que debo tener unos 25 años, pero aparento 20. Parece que estoy firmando ejemplares, pero en realidad estampo mi firma como testigo de la boda de un amigo.
Junto a la foto, una biografía algo escasa en la que me sorprenden dos datos: "estudiante de segundo año de Filología" y "prometido". Anda que no ha llovido desde entonces.
La primera vez que me mostraron mi novela publicada, recuerdo que tuve una sensación extraña. No salté de alegría, ni nada por el estilo. Sentí que aquella historia ya no me pertenecía. Era como si me acabaran de hacer un regalo que, sin embargo, conocía a la perfección. Y pese a que yo figuraba como autor, no me equivocaba; la novela ya no era enteramente de mi propiedad, había sido adoptada por los lectores.
Peones ciegos no alcanza las ciento sesenta páginas. Cuenta una aventura ambientada en la Segunda Guerra Mundial, la búsqueda del teniente Thomas Campbell para hallar una espada que durante la Batalla del Somme (en la Primera Guerra Mundial) cae del cielo. Los nazis también andan tras ella, de modo que la novela se transforma en una carrera contrarreloj por lograr un objeto que podría decantar el curso de la guerra.

año 2007Honestamente, no es una novela que recomendaría. Seis años después asumo que tiene muchos defectos de estilo; que, técnicamente hablando, es mediocre. Por otro lado, la idea principal aparece sesgada y no se aprovecha lo suficiente.
Sin embargo, Peones ciegos nunca dejará de ser mi primera novela.
Lo admito, tengo cierto cariño por los personajes, por el ambiente que creé en mi imaginación mientras escribía y por el recuerdo de algunas escenas, como la batalla aérea de los primeros capítulos.
De modo que si tenéis el privilegio de publicar, retened vuestra primera novela en la memoria. Puede que luego lleguen muchas otras, historias narradas con mayor calidad... pero la primera... la primera novela siempre ocupará un puesto de privilegio en vuestras vidas.
Si os pica la curiosidad y deseáis leer algo de Peones ciegos (en su edición realizada por Thomas Nelson), podéis hacerlo pinchando aquí.
Published on September 13, 2012 02:24
September 6, 2012
Los vientos de septiembre
Termina el verano, y con él la sensación de inamovilidad que en mi vida caracteriza estos meses. Con septiembre comienzo nuevos proyectos; y continúo con aquéllos que me ocuparon desde primavera, o incluso antes. Hoy publico una breve lista de todo aquello que me mantendrá ocupado ahora que desaparece el calor:
Por un lado, aguardo con expectación lanzar al mundo mi sexta novela; un proyecto que me ha llevado siete meses escribir y revisar, y que se adentra de lleno en mi género preferido: la aventura. En esta ocasión ofrezco una idea que llevaba muchos, muchos años revoloteando en mi cabeza, pero que el pasado mes de diciembre decidió salir por fin. Me encuentro verdaderamente ilusionado con esta nueva historia, pero todavía no puedo contaros mucho más. Espero aportar más detalles pronto.
También continúo trabajando con mi amigo Javier Santamaría en el proyecto de nuestro juego de rol: Behemot. La tierra de los tres pilares. Hemos dedicado todo el verano a partidas de prueba, a reescribir y ampliar reglas y, en definitiva, a preparar un juego digno de ser publicado. Este proyecto es verdaderamente ambicioso, y dado que T3P es un mundo amplio, hay todavía muchas cosas que pulir, pero continuamos avanzando a buen ritmo.
Por otro lado, me he embarcado en un proyecto teatral con el que estoy muy ilusionado. En esta ocasión me han ofrecido un papel que supone todo un reto interpretativo, y que por esa misma razón acepté sin pensar. Con toda probabilidad, entre mediados y finales de septiembre anunciaré de qué trata la obra y dónde vamos a representarla.
En los últimos días también me han propuesto una idea que no he podido rechazar: la elaboración de un cuento, centrado en una idea que comenté a la ilustradora Iris Zaragoza, y que surgió a partir de un sueño (porque que todos los creadores sabemos que soñar constituye toda una fuente de inspiración). Si todo va bien, espero comenzar a escribirlo en breve.
Y cómo no, también ando preparando la elaboración de mi séptima novela, que no es otra que la tercera parte de Praemortis , una obra con la que pretendo aportar un desenlace digno a este mundo que durante tantos años me ha encandilado. Hace unas semanas dejé preparada la sinopsis, y hacia mediados de septiembre, si nada falla, regresará a la ciudad de Pináculo para comenzar a escribir.
Pues sí, el mes de septiembre, y todos los que le siguen, se presentan llenos de actividad creativa. ¡Al fin, vuelta al trabajo!
Por un lado, aguardo con expectación lanzar al mundo mi sexta novela; un proyecto que me ha llevado siete meses escribir y revisar, y que se adentra de lleno en mi género preferido: la aventura. En esta ocasión ofrezco una idea que llevaba muchos, muchos años revoloteando en mi cabeza, pero que el pasado mes de diciembre decidió salir por fin. Me encuentro verdaderamente ilusionado con esta nueva historia, pero todavía no puedo contaros mucho más. Espero aportar más detalles pronto.
También continúo trabajando con mi amigo Javier Santamaría en el proyecto de nuestro juego de rol: Behemot. La tierra de los tres pilares. Hemos dedicado todo el verano a partidas de prueba, a reescribir y ampliar reglas y, en definitiva, a preparar un juego digno de ser publicado. Este proyecto es verdaderamente ambicioso, y dado que T3P es un mundo amplio, hay todavía muchas cosas que pulir, pero continuamos avanzando a buen ritmo.
Por otro lado, me he embarcado en un proyecto teatral con el que estoy muy ilusionado. En esta ocasión me han ofrecido un papel que supone todo un reto interpretativo, y que por esa misma razón acepté sin pensar. Con toda probabilidad, entre mediados y finales de septiembre anunciaré de qué trata la obra y dónde vamos a representarla.
En los últimos días también me han propuesto una idea que no he podido rechazar: la elaboración de un cuento, centrado en una idea que comenté a la ilustradora Iris Zaragoza, y que surgió a partir de un sueño (porque que todos los creadores sabemos que soñar constituye toda una fuente de inspiración). Si todo va bien, espero comenzar a escribirlo en breve.
Y cómo no, también ando preparando la elaboración de mi séptima novela, que no es otra que la tercera parte de Praemortis , una obra con la que pretendo aportar un desenlace digno a este mundo que durante tantos años me ha encandilado. Hace unas semanas dejé preparada la sinopsis, y hacia mediados de septiembre, si nada falla, regresará a la ciudad de Pináculo para comenzar a escribir.
Pues sí, el mes de septiembre, y todos los que le siguen, se presentan llenos de actividad creativa. ¡Al fin, vuelta al trabajo!
Published on September 06, 2012 01:55