Sofía Calvo Foxley's Blog, page 35
January 7, 2021
Brilla Clab: indumentaria inspirada en los club kids de los 80s y 90s

La propuesta de Brilla Clab
Belén describe a Brilla Clab como diseño independiente sin categorías creado para todxs. "Mi idea es vestir a diferentes cuerpos, siempre con el objetivo de que se sientan cómodos, llamativos, todo ensamblado bajo telas en alta calidad. En definitiva, ropa para llamar la atención", explica.
En esa línea, su proceso creativo se basa en una profunda observación de su entorno. "Veo Pinterest, fotografías de moda, maquillaje, la moda en la calle. Siempre estoy mirando e inspirándome", comenta.
Lo anterior, se mezcla con una gran influencia del look de los años 80/90, que son el hilo conductor de sus colecciones. "Siempre me han influenciado los club kids, de ahí también que viene el nombre de la marca. La moda del gimnasio de los años 80, entre otras cosas como las telas. A veces no se me ocurre qué hacer, pero cuando veo las telas me lo imagino y empiezo a armar la paleta de colores, buscar siluetas y crear las piezas", añade.


¿De qué manera tu marca responde a las demanda de diversificación de referentes que están exigiendo las mujeres?
"Siempre demuestro que la ropa que hago es para todo tipo de cuerpos, es por eso que tengo en diferentes tallas y, muchas veces, hago a medida cuando tengo tiempo, porque sé lo que es tener problemas con las tallas. Mi idea es hacer sentir a todos bien con su cuerpo, que estén contentos al recibir la prenda y que les quede bien y se sientan cómodas. No es la idea de que compren algo y lo dejen guardado.
Además de eso, para mis próximas colecciones pretendo incluir a clientxs/ seguidorxs en las sesiones de fotos, que haya una diversidad de cuerpos, colores, etc., para que así cada unx se logre sentir identificadx".

Los desafíos de Brilla Clab en pandemia
Belén explica que al principio de la pandemia le fue muy difícil conseguir insumos, y tuvo que buscar proveedores de telas por Internet. "No podía tocar las telas, ni ver los colores, así que eso me tenía un poco frustrada y con pocas ideas", comenta.
Pero ese hecho no afectó el resultado de su año que califica como muy bueno para la marca debido al apoyo recibido por el público local. "Eso me ha ayudado a crecer, me hice nuevos amigos y contactos en el mismo rubro y entre todos nos hemos apoyado. A finales de octubre del año pasado volví a Santiago y armamos junto a mi pareja, un taller/tienda en el centro llamada @UnoEstudio_, que esperamos pronto abrir en donde podrán encontrar otras marcas de diseño de autor y no solo de vestuario, también joyería, cerámica, accesorios. Si no fuese por el apoyo de mis clientes y familia, esto no hubiese sucedido", insiste.


¿El futuro de Brilla Clab?
Belén señala que espera seguir recibiendo el apoyo que he tenido hasta ahora, para poder continuar con su tienda/taller. "Además me gustaría contactar a tiendas de otros países y poder enviar mis prendas fuera de Chile, y así poder lograr llegar a más personas y poder contratar a más gente para generar trabajo y seguir creciendo", concluye.
¿Dónde comprarla? En la cuenta en Instagram de la marca.
Instagram de Brilla Clab
(Fotos gentileza de Brilla Clab)
January 6, 2021
Reflexiones sobre la revolución de los cuerpos en tiempos de body neutrality, body positive y pandemia

Reflexiones sobre cuerpos en tiempos convulsos
En tiempos convulsos y de distanciamiento social, cada batalla cotidiana parece una guerra. Por lo mismo no resulta raro observar las reacciones que han provocado -en redes sociales- ciertos conceptos relativos al cuerpo.
Uno de ellos me machaca la cabeza: el “body neutrality”, que si bien lo vengo escuchando hace un tiempo, hoy no me deja indiferente.
Pero pongámoslo en contexto. El “body neutrality”, al igual que el “body positive”, son movimientos sociales que carecen de una base política, pero que responden a maneras en que las mujeres hemos intentando reconquistar ese primer territorio, nuestro cuerpo, que nos ha sido expropiado y violentando por siglos producto del patriarcado (lo siento, no hay una explicación más suave en términos conceptuales).
La gran mayoría de las mujeres aspiramos a estar en paz con nuestros cuerpos, a aceptar su diversidad y a verlos representados en los medios de comunicación y la moda. En el caso del “body positive” ese propósito se expresa en la visibilización de esos cuerpos y en “ofrecer una senda” para reencantarse con el propio cuerpo para llegar a amarlo sin culpas. Mientras que en el “body neutrality”, el cuerpo deja de ser un tema y busca su aceptación, sin necesidad de “amor continuo”.
Si bien, suena interesante la idea de neutralidad, porque supuestamente pone el foco de las preocupaciones en otros aspectos, algo me hace ruido. La idea de aceptar el cuerpo desde una posición espectadora, en la que a veces se quiere y otras no, pero idealmente se “ignora” (si se ignora no duele, no se siente, no se piensa).
Me pregunto (siguiendo la reflexión que hizo la seca de la filósofa Andrea Ocampo en estos días): ¿se puede neutralizar el cuerpo como si fuera un “objeto” o una “cosa informe”? ¿se puede olvidar que existe y caminar en él sin habitarlo, sin mirarlo en el espejo, sin vestirlo, sin significarlo para bien o para mal? A mí me parece un ejercicio aún más agotador y complejo que la propuesta del “body positive” y me motiva a preguntarme, si la respuesta ante este debate del cuerpo se “resuelve” adscribiendo a cualquier de estos movimientos o los que seguro vendrán en el futuro (amamos ponerle etiquetas a todo).
Si bien valoro cualquier intento por lograr que las mujeres nos convenzamos de que la revolución de nuestros cuerpos comienza por entenderlos y mirarlos desde su diversidad, me parece que los mandatos que se nos están proponiendo, no están alejando de un aspecto esencial: la revolución no se puede hacer en solitario, ni dividas, ni peleadas. Y en el último tiempo, la discusión por tratar de significar o resignificar conceptos, cuyo fin es instrumental, nos ha hecho perder el foco y enfrascarnos en batallas solitarias.
Lo anterior lo expreso, porque estoy convencida que la revolución de los cuerpos se debe hacer mediante el diálogo colectivo y sororo, que nos despoja de los adjetivos, las fobias y los prejuicios y nos permite relatar en voz alta la historia -de amor, odio, pena, resignación y un largo etc- de nuestro cuerpo, para reconquistarlo como parte de nuestro dominio inviolable, con la idea de que no tenemos que llegar ni a “un mínimo común denominador”, ni a un “consenso definitivo”, ni a un “ideal” conceptual, ni moralmente correcto, sino simplemente reconocer que los cuerpos se habitan sin cánones, sin normas, sin adoctrinamientos. Y ese habitar no siempre es de luz, sino también de muchas sombras, que en el caso de varias de nosotras -me incluyo- jamás se disipan por completo.

Es imposible mantener la paz con el cuerpo propio y ajeno, cuando no logramos escucharnos, mirarnos a los ojos (no a aquellas partes de nuestros cuerpos o el de otras que nos incomodan) y tratamos de trazar un camino en que aprendamos a reconocer nuestros cuerpos diversos en tiempos inciertos y confusos. El resultado de ese proceso no dará ni una respuesta, ni un movimiento, ni una mirada definitiva y concluyente, sino que nos permitirá avanzar hacia un sentido de comunidad, que comprende que el patriarcado se derrota solo si nuestros cuerpos se posicionan como “armas transformadoras”.
Estoy convencida que mirar y hablar del cuerpo propio, y no ajeno, con todas las letras y matices es un acto político, que cambiará el paradigma hegemónico y nos hará libres en la medida que logremos que cada voz vaya sumándose para crear un eco colectivo de diferentes escalas y tonos.
(Imagen principal: portada de mi libro "La revolución de los cuerpos" creada por Aly Bonilla)
January 5, 2021
Andrea De la Horra Sastre: overoles que diseñan oficios y cotidianidades

La propuesta de Andrea De la Horra Sastre
Andrea explica que busca hacer overoles que sean especiales para cada persona y su oficio. "No es un producto de retail que vas y sacas de la percha. Las personas eligen sus colores, sus diseños y se sienten identificados cuando salen de sus casas a trabajar. He querido mostrar que la ropa de trabajo no tiene por qué ser homogénea y apagada, quiero darle colores a las personas", insiste.
En esa línea, durante su proceso creativo ha logrado ver el overol como una pieza de arte con posibilidades infinitas. "Conseguí llegar a ese molde, que aunque sea replicado millones de veces, siempre tiene algo distinto, ya sea en las colaboraciones con artistas, en proyectos experimentales o en hacer a medida para un cliente. Me encontré con un objeto que es infinito", confiesa.



Las asociaciones creativas de Andrea De la Horra Sastre con otros artistas
Andrea ha desarrollado diversas asociaciones creativas que mezclan otros oficios y artes con su pieza estrella: el overol. ¿Un ejemplo? La llevada a cabo con la ceramista Lourdes Salgado y moudstudio, titulada "¿Por qué la cerámica no puede ser textil?".
En ese contexto, le parece que es importante que los artistas puedan salir de sus zonas de confort, y traspasar su arte en diversos formatos y/o soportes como el overol. "Se crean procesos colaborativos que solo hacen las creaciones más ricas. Hay un trabajo entre el artista, la persona que hace las serigrafías y yo, y nadie queda fuera de él, eso genera preguntas, discusiones y momentos en los que todos nos abrimos al proceso del otro. Generar esos espacios de colaboración y cuestionamiento de nuestras plataformas, nos hace estar en movimiento y creando", complementa.

Andrea De la Horra y Primavera de Oficios
Andrea es directora del encuentro Primavera de Oficios, que en diciembre 2020, realizaría su 6º edición en medio de una pandemia que supuso desafíos, pero también aprendizajes.
Para ella, lo más importante de esta iniciativa ha sido la posibilidad de vincularse con otros oficios y crear comunidad muy viva y creativa, compartiendo las diversas miradas del hacer manual.
"Respecto a este año, tristemente tuvimos que cancelar dos veces, pero eso también dio la entrada a afianzar las relaciones entre todos. Cuando las cosas salen mal, y entre todos nos apoyamos, sirve para querer seguir y volver a compartir este espacio entre todos".


¿El futuro de Andrea De la Horra Sastre?
"Creo que Andrea De la Horra tiene que seguir creciendo de manera natural, siempre van a aparecer nuevos formatos, nuevos artistas y las materialidades pueden cambiar. La idea es seguir explorando, combinando oficios y miradas, sin cerrarme al molde con el que estoy trabajando actualmente. Creo que el futuro de la marca está en las colaboraciones y en nunca dejar de experimentar", concluye.
¿Dónde comprarlos? En su cuenta en Instagram o al correo andrea.delahorra@gmail.com
Tumblr de Andrea De la HorraInstagram de Andrea De la Horra
(Fotos gentileza de Andrea De la Horra)
January 4, 2021
Maike Siegel joyas de relatos en micro mosaico

Maike comenta que cada joya es diseñada y manufacturada, desde cero, en su taller ubicado en Santiago. A partir de una idea inicial, somete al oro y la plata a procesos de estirado, moldeado, corte, lijado y pulido con el fin de generar soportes delicados y orgánicos donde acomodar gemas y composiciones de micro mosaico.
De hecho, esa técnica -proveniente de Italia- es parte de su sello, en la que piezas de vidrio esmaltado son fundidas, estiradas y cortadas hasta obtener diminutas secciones coloridas que son ensambladas en pequeñas obras pictóricas. "Esta técnica nos maravilló por su nivel de detalles y por la posibilidad de incluir un toque histórico y nostálgico a las piezas. Permite incluir diminutas pinturas en el reducido espacio de una pieza de joyería, donde cada tesela es una pincelada y en su conjunto cuentan una historia. Esta forma de trabajo manual hace que cada joya sea exclusiva, dando la posibilidad de generar piezas personalizadas con detalles y significado únicos", complementa.

En esta línea, parte de su proceso creativo se ve fuertemente influenciado por las experencias que ha tenido en los diferentes países donde ha vivido, lo que ha influido de manera tangible e intangible en su trabajo. En el primer caso, mediante la adquisición de gran parte del conocimiento y técnicas que utiliza, además de sus influencias artísticas.
Mientras que en lo intangible y personal, "la idea de moverse a lo largo de la vida e ir 'recolectando' vivencias, recuerdos, tesoros y amuletos, la ha inspirado mucho a la hora de crear. Al final somos el resultado de las influencias y vivencias que hemos experimentado", añade.


La importancia de los oficios y el 'savoire-faire' tradicional de la joyería en Maike Siegel
"A pesar de que no me defino con un estilo de joyería tradicional, creo que son sumamente importante porque aportan la base necesaria para hacer las cosas correctamente, y que sean de calidad. Hago todo de forma manual, por lo que mi trabajo se sustenta completamente en el 'savoire-faire’, y me doy también un pequeño espacio para ir creando mi propio 'saber-hacer'".
"Si bien una joya o un accesorio nunca será un bien de primera necesidad, son objetos especiales porque muchas veces les otorgamos un simbolismo, y se convierten en un recordatorio de un momento especial, una persona, etc, con un valor sentimental mucho más allá de la sola pieza.
Por otra parte, creo que hay mayor conciencia y preferencia por cosas no desechables, duraderas en el tiempo, como la alta joyería versus la bisutería. Está claro que la diferencia en el precio es alta, pero creo que de a poco se va migrando a una mentalidad de tener menos, pero de mejor calidad, más duradero y elegir con más sentido. Las joyas en ese punto son duraderas y 'reciclables', las puedes heredar, darles una nueva vida, viven hasta más tiempo que sus dueños".
Maike señala que por el momento le gusta la idea de mantener su etiqueta como una marca pequeña y de piezas exclusivas, pero quiere seguir explorando en el proceso creativo y darse el espacio de crear piezas con un sello personal y artístico. "Me interesa mucho también realizar colaboraciones y poder expandir el proceso creativo al trabajar con más personas y explorar en otras áreas afines. ¡Veamos qué nos depara el 2021! ", concluye.


¿Dónde comprarlas? A través del formulario web de su sitio o directamente a su teléfono, llamando o enviando un mensaje de Whatsapp (+56 9 84168946). También mediante sus nuestras redes sociales.
Sitio web de Maike SiegelInstagram de Maike SiegelFanpage en Facebook
(Fotos gentileza de Maike Siegel)
December 31, 2020
Nat gal: trajes de baño chilenos desde la moda lenta

La propuesta de Nat gal
Natalia describe su propuesta como "activar la economía circular, reducir deshechos, valorizar algo que está hecho a mano, darle sentido o conciencia al mundo de la moda y ayudar a disminuir la huella de carbono a través de la moda lenta".
En esa línea, su proceso creativo se ve 100% influenciado por esta opción, que le permite revisar cada detalle de sus prendas, tener una cercanía con sus clientes y dar un servicio más personalizado, lo que se refleja en cada una de sus piezas.

Cuerpos en cuarentena y trajes de baño
El confinamiento debido a la pandemia llevó a que muchas mujeres pusieran el foco de la conversación en sus cuerpos y comenzaran a ver con recelo el verano. Frente a esta situación, Natalia comenta que ha tenido esas conversaciones con sus clientas, sin embargo les ha ofrecido diversas soluciones constructivas para que se sientan seguras con sus cuerpos y luzcan el traje de baño con orgullo.
"Todos mis trajes de baños son tiro alto y a todas les acomoda el esconder la 'guatita' de alguna manera; he recibido muchos comentarios positivos como por ejemplo: 'primera vez que me siento cómoda con un bikini', 'ahora puedo sentarme tranquila en la piscina'. Mis bikinis son cómodos y se adaptan a todos los cuerpos, ya que tengo 3 tipos de calzones y pueden combinarlos como quieran. Creo que darles las opciones de elegir lo que más les guste las hace sentir más segura de sí mismas", insiste.

¿Crees que la pandemia propiciará un nuevo paradigma de la moda?
"Siento que la pandemia ha impulsado al mercado nacional debido al cierre de malls y tiendas físicas. Particularmente las marcas independientes trabajan online y pueden responder tus dudas brevemente y, en general, casi todas funcionan con envíos, lo cual a los clientes les parece bastante cómodo".


¿El futuro de Nat gal?
Natalia lo acota a tres puntos: "colaborando con otras marcas locales, teniendo un lugar físico tipo showroom y trabajando con más personas en mi equipo".

¿Dónde comprarla? En su cuenta en Instagram.
Nat gal en Instagram
Créditos fotos Modelo: @iamfrancelis / Foto: @aeseache_ / Maquillaje: @conisonga
December 30, 2020
Vestidos de moda latina para dar la bienvenida al 2021

Si queremos llamar a "nuevos relatos", que mejor que usar un vestido de la marca argentina Petitem, que con su modelo Frutti nos asegura abundancia y naturaleza por doquier.
¿Dónde comprarlo? En su tienda en Belgrano (Teodoro García 2193) y en su tienda online.
En una línea similar, pero que nos motiva a rememorar las historias familiares y resignificarlas en el presente, encontramos la colección Virginia II de la diseñadora chilena Loraine Holmes (marca homónima), cuyos vestidos buscan capturar el realismo mágico de Cartagena de Indias. Para atraer los viajes (de todo tipo) en 2021.
¿Dónde comprarlo? En su tienda online.
Manteniendo la energía del color, pero esta vez de la mano del suprareciclaje nos encontramos con los vestidos de la colección Ínsula de la diseñadora chilena Juana Díaz de Telas del Futuro, que nos llama de la deconstrucción de nuestra conciencia. Moda lenta y consciente recargada de sentido para un nuevo año.
¿Dónde comprarlo? A través de la cuenta en Instagram de la marca.
Ahora si queremos hacer la transición al inicio de la década en modo liviano, las alternativas que nos entrega la marca homónima de indumentaria de la diseñadora Elisa de Cordova con sus vestidos de seda, no pueden ser más seductoras.
¿Dónde comprarla? En su tienda online y redes sociales.
Ahora si lo tuyo es partir el 2021 con espíritu glam - rock la propuesta de la marca homónica de la diseñadora argentina Andrea Urquizu es la apropiada.
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
En la línea del negro, pero desde un código más relajado y asimétrico, nos topamos con la "Black edition" de la diseñadora colombiana, Natalia Londoño, que reinterpreta el clásico "little black dress" desde lo que ella denomina como "siluetas orgánicas".
¿Dónde comprarla? En su tienda online y en su tienda en Medellín en Carrera 36 #8A-18 Provenza (Colombia).
Ahora si la idea es vestirse 100% de fiesta y llamar a la "riqueza" con un color que siempre la atrae, una excelente alternativa la encuentras en la marca homónima de la diseñadora chilena, Karina Latorre, con su vestido de un hombro dorado.
¿Dónde comprarlo? En su tienda online o en su tienda en Lo Castillo Local 76, Vitacura.
¿Qué otras marcas sumarías a esta selección? ¿Cuál fue tu favorito?
December 29, 2020
Laboratorio de Biomateriales Valdivia (LABVA) y el camino para crear una industria de la moda sostenible

¿Por qué creen que es tan importante la ecuación territorio - material en la investigación de biomateriales?
"Entender que territorio no es sólo una franja de tierra sino más bien todas las comunidades (humanas y no humanas) que lo habitan y sus interacciones socio-ambientales y que desde ahí nacen nuestras materialidades hace que nos cuestionemos constantemente la pertinencia y el sentido que pueden tener los mismos.
Las vinculaciones afectivas, el arraigo, las posibilidades de generar autonomía y soberanía en los mismos, la capacidad de nutrir el territorio que habitamos en su degradación, todo eso deriva en la generación de una nueva cultura.
La descontextualización de las materialidades ha causado estragos en Latinoamérica, desde devastación de los territorios por materias primas hasta el empobrecimiento de las comunidades y de los suelos que habitamos. Es por eso que los biomateriales, como los concebimos nosotros, buscan entenderse desde las posibilidades de regeneración que puedan ofrecer a las mismas localidades y no estar al servicio de la globalización.


Los principales hallazgos en los primeros años de funcionamiento de LABVA
María José explica que entre sus principales hallazgos se encuentra que los biomateriales son una herramienta muy poderosa de cuestionamiento y entendimiento de nuestro entorno. En esa línea, lo califican como un hallazgo filosófico, lo que ha derivado en una materialidad que engloba una serie de valores, que buscan promover al momento de generar nuevas materialidades.
"En este caso el biotextil de Maqui es un buen ejemplo de las interacciones territoriales que se pueden generar, desde las comunidades animales, vegetales y humanas hasta el trabajo con microorganismos cosechados del mismo territorio, pudiendo crear un material nativo con la ayuda de otros seres vivos", afirma.

¿Cómo creen que los biomateriales podrían favorecer el desarrollo de industrias locales como la de la moda?
"Creemos que el aporte será fundamental. Por ejemplo, si analizamos desde la perspectiva de la industria local, la mayor parte de los materiales son importados desde el extranjero, ya sea por un tema de precio o bien porque nuestro país no cuenta industria ni alternativas materiales desarrolladas localmente. Así, el desarrollo de biomateriales locales puede incentivar la creación de un nuevo sistema de producción local de biotextiles, permitiendo no sólo nuevas alternativas y diferenciación en temas de diseño sino que por sobre todo la posibilidades de crear nuevos empleos y redes de producción en una pequeña y mediana industria de la moda.
Por otra parte, desde la perspectiva de las tendencias slow, los biomateriales permitirán que la producción local de moda tenga asegurada su trazabilidad, no sólo en aspectos de biodegradabilidad y compostabilidad sino que por sobre todo en la posibilidad de generar materiales de muy bajo impacto ambiental, responsables con el ecosistema y fomentando la relación con diseñadoras(es), gente de oficio y consumidores".
→Algunas marcas de la moda local que se han sumado al desafío colaborativo planteado por LABVA, testeando y expandiendo las posibilidades de comprender los biomateriales son Kalofisha, Ropa de Género y Roberta. Las fotos de esta entrevista son parte de ese proceso.

Investigación de biomateriales en código abierto
María José señala que en la medida en que puedan investigar de manera transversal y desde otros lugares -que no se sostienen desde jerarquías que buscan promover relaciones de poder o económicas-, se pueden levantar nuevas opciones que sean atingentes a los territorios que se habitan, entendiendo desde las bases las lógicas y necesidades locales para poder promover la autonomía.
En esta línea insiste que entender todas las partes del proceso de la generación de una materia impacta en cómo vemos nuestro entorno. "Aprendemos a mirar con otros ojos ya que en ellos está presente la temporalidad, la estacionalidad, los costos medioambientales y humanos. La posibilidad de generar estas respuestas desde otros lugares conlleva necesariamente abrir la información (mediante el código abierto) y el acceso a otras esferas que no han tenido un acercamiento a ella. De todas maneras esto conlleva una responsabilidad ya que debemos ser conscientes en cómo se hace este traspaso con los valores que queremos que se promuevan y no repitiendo las mismas lógicas presentes en el modelo económico actual", comenta.

Latinoamérica y eventualmente Chile como polo en la investigación y desarrollo de biomateriales
María José no duda en señalar que tenemos todo para ser potencia en biomateriales. "Tenemos abundancia natural, biodiversidad, culturas ancestrales desde las cuales podemos aprender a tener una relación más sana con nuestro territorio, aprender de sus técnicas y, con la ayuda de tecnología apropiadas, podemos generar conocimiento desde nuestro territorio para nuestro territorio. Debemos superar esta etapa extractivista globalizada y centrarnos en nutrir y regenerar Latinoamérica", reafirma.

¿Cómo se imaginan el futuro de LABVA?
"Nos imaginamos LABVA como nuestros materiales: heterogéneo, diverso, colaborativo, distribuido e interespecie! ♥", concluye.
¿Dónde contactarlos? A través de su correo info@labva.org o en las redes sociales del LABVA
Sitio web de LABVAInstagram de LABVAFanpage en Facebook
(Fotos gentileza de LABVA)
December 28, 2020
La acción colectiva por una moda sostenible en medio del cambio climático

Acción colectiva por una moda sostenible
La pandemia y el posterior encierro nos enfrentó con una realidad ineludible: necesitamos mucho menos de lo que pensamos. De hecho, entendimos que lo material resulta un consuelo muy pobre y pasajero ante la ausencia de contacto humano y afectos.
En esa línea, tener un clóset abarrotado de ropa que apenas usamos y miramos, se volvió insostenible, más aún para quienes decidieron enfrentar el confinamiento a modo "uniforme". Desde una perspectiva complementaria también descubrimos que la ropa podía transformarse en una especie de "armadura" o una "herramienta para la resistencia", es decir, si le conferíamos un relato o cierto simbolismo no solo nos podía proteger del frío o calor, sino también darnos cobijo, consuelo, subirnos el ánimo y llenarnos de energía.
Todo lo anterior lo fuimos comprendiendo en la medida que estuvimos obligados a bajar el ritmo, a escucharnos, a aburrirnos. Cuando entendimos que si bien podemos tratar de mover la aguja de manera individual por una moda sostenible -en medio de una crisis climática- mediante el uso eficiente de nuestro clóset, la compra consciente de moda y los cambios de paradigmas del usar, habitar y tener ropa, nada de ello es suficiente si no contagiamos a los demás a que se sumen a este desafío.
Porque cuando hacemos las cosas en conjunto, cuando metemos la pata, pero aprendemos y seguimos adelante de varixs todo resulta más esperanzador y "fácil". Los desafíos que se viven en grupo dejan de ser cruzadas imposibles y se convierten en futuros concretos y cercanos.
Por lo mismo, este 2020 tenemos que terminarlo mirando para el lado y pensando ¿qué hemos hecho para contagiar nuestra motivación hacia una moda sostenible en quienes nos rodean? ¿Cómo hemos movilizado a nuestro entorno a que asuma -sin sermonear- su cuota de responsabilidad en que la industria de la moda realmente se ponga las pilas? ¿Qué cambios se han transformado en rutina y cómo los hemos "traspasado" hacia nuestra comunidad?
Quizás la respuesta no es concluyente dada la carencia de contacto físico que supuso el 2020. Pero pensemos en nuestras interacciones digitales, ¿cuántas de ellas supusieron tener a la ropa, su compra y/o uso en pandemia como una invitada "incidental" -pero implícita- de nuestras conversaciones cotidianas?
No te sorprendas si la respuesta es "muchas" o "un gran porcentaje", eso demuestra que el vestir es un acto cotidiano, pero de fuerte simbolismo y con cero inocencia, lo que nos obliga a proyectar el 2021 desde un nuevo estadio, que suponga que el hablar se transforme en acción colectiva, porque el cambio climático nos pide acciones urgentes hoy, no mañana.
Les propongo un breve ejercicio: con quienes vivan o suelen comunicarse habitualmente anímenlos a hacer un orden / limpieza de fin de año del clóset para que luego se junten a conversar (virtual o físicamente si fuera posible) qué les pasó con ese ejercicio, qué descubrieron, qué los sorprendió, qué los alegró y/o entristeció, cómo se sintieron, a qué conclusiones llegaron.

Con esas respuestas tracen en conjunto objetivos no incrementales, sino transformacionales respecto a su consumo / uso de la ropa y sus complementos para el 2021. Por ejemplo: preguntarse permanentemente quién hace nuestra ropa y con qué fue confeccionada; comprar un mínimo de prendas o no comprar ninguna nueva; usar intensivamente su clóset (determinar número por prendas); crear un "chat anti-impulsos" para hablar en los momentos que la fuerza de voluntad flaquea y que la invasión de mensajes y ofertas nos hace dudar; investigar sobre nuevas formas de vivir la moda sin gastar; etc.
Notarás que si ese ejercicio lo haces de forma colectiva y no en solitario, no sólo podrás cambiar tu manera de vestir y pensar la moda, sino también te sentirás más feliz y aliviadx. Porque cuando el camino se hace entre varixs, las paradojas y caídas dejan de provocar parálisis y se convierten en incentivos para seguir avanzando con más fuerza.
¿Te sumas a la acción colectiva por una moda sostenible?
December 24, 2020
Vestidos de diseño chileno para una calurosa navidad

December 23, 2020
Chilla: indumentaria que expresa la fuerza de nuestros cuerpos

La propuesta de Chilla
Mónica y Karla cuentan que le pusieron Chilla a su marca, al igual que el nombre de un zorro pequeño de Chile, y "gritar" con la idea expandir desde los materiales nobles, un diseño atemporal, sin edades y hecho a mano, que expresa la delicadeza y, a la vez, la fuerza de nuestros cuerpos, nuestra piel, nuestro andar.
"En nuestra actual búsqueda tenemos como referentes la sabiduría de los diseños del mundo de los pueblos andinos y mesomericanos. Se trata de una propuesta que quiere aportar al giro hacia la valorización de lo local tanto en los materiales, el diseño, la confección, y que ha ido transitando, en este corto tiempo, inevitablemente hacia un compromiso diario con la sustentabilidad en sus diversas dimensiones", explican.

La influencia de la sustentabilidad en su proceso creativo
"En este paso a paso, vamos reconociendo los desafíos que implican optar por el camino de la sustentabilidad. En general somos intuitivas, orgánicas en la forma de crear, porque nos planteamos ideas que vamos dialogando, buscando soluciones o posibilidades desde la evolución de una prenda. Esto significa, por ejemplo, que aparecen las oportunidades y limitaciones de las telas por las que estamos optando. En un momento optamos por telas 100% naturales, pero hoy ya queremos que además se hayan producido en Chile para conocer las condiciones de producción tanto ambientales como laborales, y reducir la huella de carbono.
Pero claro, la producción local es reducida, no hay gran variedad de telas, y su costo es mayor. Pero estamos seguras que es el camino correcto, porque además la calidad del material es realmente buena.
La sustentabilidad significa pensar en soluciones para algo aparentemente tan simple como si lleva o no botón y de qué tipo, porque eso puede afectar el ciclo de vida/muerte completo del producto. En realidad, son muchísimos temas los que nos ha planteado el elegir el camino de la sustentabilidad, es toda una forma de crear, otro paradigma. Por lo que preferimos no hablar de colecciones de temporadas, sino de la Colección de Chilla, y que hemos optado por el pre-order, que es una forma mucho más personalizada de trabajar, porque lo hacemos por el interés de una persona y el uso real que puede darle a una prenda hecha especialmente para ella, lo que es mucho más inspirador y delicado como trabajo".


Cambios al actual paradigma de la moda
Tanto Mónica como Karla están convencidas que el actual paradigma de la moda tiene que cambiar, en particular el ligado a la moda rápida o fast fashion, dado que funciona como camisa de fuerza o uniforme. "Cuando en realidad estamos viviendo en un mundo mucho más diverso y profundo de lo que nos permite experimentar la moda del comprar y tirar", insisten.
Asimismo creen que desde el consumo y la sustentabilidad, no responde a un modelo que pueda subsistir mucho tiempo más, porque tiene una gran responsabilidad en la contaminación y cambio climático, es decir, en donde vivimos. "Desde las personas y comunidades, el paradigma del fast fashion no genera buen empleo, ni condiciones dignas, ni necesariamente aporta a la economía local de forma sostenida en el tiempo, lo hemos visto en pandemia con las grandes marcas mundiales que se han negado a pagar el trabajo que encargaron con mucha anticipación a trabajadores de países pobres", reafirman.
En ese sentido como pequeña marca local están involucradas en todo su proceso de diseño, producción y confección. "Nos preocupamos de promover, difundir y avanzar en un modelo más sustentable. Sin duda es muy relevante el trabajo que podemos hacer compartiendo las bondades de elegir sustentabilidad y nosotras mismas vamos aprendiendo día a día", subrayan.

Los desafíos de Chilla en pandemia
Mónica y Karla confiesan que la pandemia ha sido un gran desafío en sus vidas, no sólo en términos de construcción de marca -de por si complejo en Chile pre Covid-19-, sino también como mujeres. "Creemos que Chilla, como proyecto, ha logrado mucho más de lo que habíamos imaginado considerando los efectos del Estallido del 18 de octubre y la pandemia. Así que nuestro principal desafío ha sido más interno, quizás más invisible, la falta de espacios de encuentros cara a cara, el extrañarnos. Finalmente, volver a compartir, juntarnos, conversar ha sido la forma en que poco a poco hemos ido sorteado lo más difícil para un proyecto colaborativo, reflexivo, y de experimentación como el nuestro", relatan.

¿El futuro de Chilla?
"Imaginamos a nuestra querida Chilla siendo un referente de moda sustentable y diseño de vestuario en Chile, con el que mujeres y hombres se sientan identificados haciéndonos parte de la expresión de su identidad y de sus propios compromisos con el cambio", concluyen.
¿Dónde comprarla? En su cuenta en Instagram.
Instagram de Chilla
(Fotos gentileza de Chilla)
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