César Vidal's Blog, page 40

June 26, 2017

Cuarenta años de las primeras elecciones

Hace unos días, se cumplió el cuadragésimo aniversario de las primeras elecciones democráticas en España. Empeñados andan en presentar cuadros rosados o negros de lo que fue aquel momento histórico.

No fue tan rosa, pero tampoco resultó tan negro. A cuarenta años de distancia, seguramente lo más triste es lo que pudo ser y no ha sido ni de lejos y la ilusión y la inocencia que se han llevado por delante.



Sobre el tema departimos Pedro Tarquis y yo, como tenemos por costumbre. Espero que lo disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!



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Published on June 26, 2017 01:49

June 24, 2017

Pablo, el judio de Tarso (XXVIII):  El segundo viaje misionero (IV): Pablo en Tesalónica

Tras salir de Filipos, Pablo, Silas y Timoteo se encaminaron por la Via Egnatia hacia el oeste. Tras atravesar Anfípolis, la capital del primer distrito de Macedonia, y Apolonia, llegaron a Tesalónica, una localidad situada a unos ciento cincuenta kilómetros de Filipos.


Desde luego, se trató de un itinerario no pequeño – ni sin paralelos – que deja de manifiesto el ardor de Pablo y también una fortaleza física que encaja mal con las tesis sobre una enfermedad crónica. Tesalónica se encontraba situada cerca de una antigua ciudad llamada Terma, que dio su nombre al golfo Termaico, ahora denominado golfo de Tesaloniki. Fue fundada en torno al año 315 a. de C., por Casandro, rey de Macedonia, que le dio su nombre por su esposa Tesalónica, hija de Filipo II de Macedonia y medio hermana de Alejandro Magno. Casandro estaba además empeñado en que la ciudad se convirtiera en una población importante y para conseguirlo asentó de manera forzada en Tesalónica a los habitantes de la antigua Terme y de otras veinticinco ciudades cercanas. No puede discutirse que logró su propósito. Cuando en el 167 a. de C., los romanos dividieron Macedonia en cuatro distritos, Tesalónica se convirtió en capital del segundo. Con posterioridad, en el 146 a. de C., cuando Macedonia se convirtió en provincia romana, Tesalónica fue elegida como sede de la administración provincial.



Desde el año 42 a. de C., Tesalónica disfrutó del status de ciudad libre gobernada por sus propios politárcas. Resulta obligado señalar que esta denominación de los magistrados no aparece en ninguna fuente escrita griega aparte de Hechos 17, 6. La tentación de deducir que Lucas se equivocaba en la terminología era lógica. La cuestión, sin embargo, es que la exactitud de Lucas ha quedado corroborada por distintas fuentes epigráficas encontradas tanto en Tesalónica como en el resto de Macedonia. Se trata, sin duda, de uno de esos detalles que confirman la tesis de un Lucas excepcionalmente meticuloso en su narración histórica.



Dada la importancia de la ciudad de Tesalónica no sorprende que contara con una comunidad judía importante. Como tenía por costumbre, Pablo, acompañado de sus colaboradores, comenzó su labor evangelizadora dirigiéndose a la sinagoga:





1 ... llegaron a Tesalónica, donde estaba la sinagoga de los judíos. 2 Y Pablo, como tenía por costumbre, se dirigió al lugar donde se reunían, y por tres sábados discutió sobre las Escrituras con ellos, 3afirmando y sosteniendo, que era indispensable que el mesías padeciese, y que resucitase de los muertos; y que Jesús, al que os anuncio, según decía, era el mesías.



(Hechos 17, 1-3)





El esquema de la predicación paulina recogido por Lucas está impregnado de una notable autenticidad. Pablo exponía, en primer lugar, que el mesías debía sufrir y resucitar, un extremo que, como ya hemos visto, aparecía recogido en pasajes de las Escrituras como el canto del siervo de Isaías 53 entre otros. Asentado ese principio teológico – que encontramos en otras fuentes judías desde los documentos del mar Muerto al Talmud pasando por el Tárgum de Isaías – Pablo señalaba cómo esas profecías mesiánicas se habían cumplido en Jesús. La reacción fue que aceptaron la predicación de Pablo y se unieron con él y con Silas “algunos judíos y una gran multitud de griegos religiosos y no pocas mujeres nobles” (Hechos 17, 4). En otras palabras, hubo judíos que creyeron que las profecías sobre el mesías se habían cumplido en Jesús, pero, presumiblemente, el impacto mayor se produjo entre aquellos asistentes a la sinagoga que o formaban parte de los temerosos de Dios o eran prosélitos de origen pagano. Entre ellos, como en otros lugares del imperio, se encontraban mujeres de cierta posición. Poseemos incluso datos adicionales sobre algunos de los conversos. Ése sería el caso, por ejemplo, de Jasón, que alojó a los tres misioneros. De él sabemos que era judío y, posiblemente, su nombre griego ocultaba el judío de Josué . A éste habría que sumar a Aristarco y a Segundo (Hechos 20, 4).



Se mire como se mire, la actividad misionera de Pablo y Silas implicaba un trastorno para la comunidad judía de Tesalónica. Por un lado, se traducía en la captación de no pocos conversos que ahora habían decidido creer en una especie de judaísmo realizado. Se trataba de una fe que se enraizaba en la Historia de Israel - ¡y de qué manera! – y que, a la vez, se presentaba mucho más flexible para con los gentiles y, sobre todo, eliminaba las barreras que el judaísmo mantenía hacia los temerosos de Dios o las mujeres. Esa circunstancia ya era de por si grave, pero es que, por añadidura, entre los que habían aceptado el mensaje de Pablo se encontraban personajes de influencia en Tesalónica. Presumiblemente, hasta ese momento habían respaldado a la sinagoga. A partir de ahora, esa conducta la seguirían con la congregación establecida por Pablo y Silas. No sorprende que ante ese panorama se produjera una reacción de los judíos de la que informa la fuente lucana:





5 Entonces los judíos que no habían creído, presa de la envidia, tomaron consigo a algunos hombres ociosos y malos, y juntando una turba, provocaron un alboroto en la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, tenían intención de entregarlos al pueblo. 6 Sin embargo, al no hallarlos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante los gobernadores de la ciudad, gritando: éstos que alborotan el mundo, también han llegado hasta aquí; 7 Jasón los ha recibido; y todos ellos actúan contra los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús.



(Hechos 17, 5-7)





En un primer momento, los judíos asaltaron la casa de Jasón con la intención de apoderarse de Pablo y Silas. No parece que buscaran someterlos a la disciplina sinagogal y flagelarlos, una experiencia, por cierto, por la que ya había pasado Pablo varias veces. Más bien, todo indica que pretendían entregarlos a una turba hostil quizá con la intención de apedrearlos como ya le había sucedido en alguna otra localidad a Pablo. Sin embargo, no encontraron a Pablo y a Silas sino a algunos de sus conversos. Fue en ese momento cuando los judíos optaron por apoderarse de ellos y poner el asunto en manos de las autoridades romanas. De manera bien significativa, decidieron acusarlos de sedición, un cargo de extraordinaria gravedad que, presumiblemente, hubiera podido aniquilar a la joven congregación. En el pasado había servido a las autoridades del templo de Jerusalén para conseguir del gobernador romano que ordenara la crucifixión de Jesús; ahora podía servir para abortar cualquier obra de evangelización, sobre todo si se tiene en cuenta que las comunidades judías del imperio estaban siendo objeto en los últimos tiempos de una creciente agitación nacionalista. El emperador Claudio había dado inicio a su principado con advertencias en contra de los problemas que los judíos causaban en Egipto y acabó recurriendo al expediente de expulsarlos de Roma . Los misioneros ciertamente no eran nacionalistas – a decir verdad, el cristianismo ya había sufrido mucho por culpa del nacionalismo y, por definición, no podía aceptar tesis semejantes – pero la cuestión era si las autoridades romanas los verían como tales. A esa acusación pudo añadirse otra relacionada con el énfasis sobre la segunda venida de Jesús que Pablo hizo en Tesalónica. Como tendremos ocasión de ver más adelante, los cristianos de Tesalónica esperaban con verdadero ardor que el mesías regresara para establecer su reino e incluso se dedicaban a especular sobre el tiempo que faltaba para que se produjera semejante evento. Anhelar a otro rey podía interpretarse como un deseo de derrocamiento del emperador, pero predecir al respecto entraba de lleno en lo delictivo. En el año 11 d. de C. Augusto promulgó un decreto que prohibía las predicciones precisamente por el temor de que se pudiera utilizar políticamente . Cinco años después, Tiberio confirmó la penalización de los pronósticos. Ciertamente, los adversarios judíos de Pablo y Silas se habían colocado en un terreno muy peligroso para los misioneros. Si, efectivamente, los politarcas aceptaban la acusación formulada contra ellos, si asociaban la labor de los misioneros con un movimiento subversivo, no sólo su trayectoria europea podría verse concluida sino que además los judíos recuperarían su ascendiente sobre aquellos gentiles. A fin de cuentas, ellos no pretendían que existiera otro rey…



El plan de los judíos fracasó – como, dicho sea de paso, sucedería durante las décadas siguientes – por la sencilla razón de que ni los misioneros eran vehículo de un mensaje político ni las autoridades romanas tenían la intención de entremeterse en discusiones de carácter meramente religioso. Tras escuchar a Jasón y a los otros cristianos, “los pusieron en libertad” (Hechos 17, 9). Sin embargo, resultaba obvio que la vida de Pablo y Silas estaba en peligro y que, en cualquier momento, podían ser objeto de un linchamiento. Jasón y los demás conversos tomaron la decisión de enviarlos fuera de la ciudad.



Las alternativas con que se encontraban Pablo y Silas no eran muy numerosas. Si se quedaban, no sólo asumían un riesgo para sus vidas sino también el de que se desencadenara una persecución sobre la joven iglesia de Tesalónica. Si, por el contrario, se marchaban, los conversos se verían expuestos a las burlas de una población que señalaría la manera en que aquellos dos judíos habían huído del peligro. Finalmente, optaron por la segunda con la esperanza de que podrían regresar en algún momento. De hecho, sabemos por lo consignado en I Tesalonicenses 2, 18 que Pablo intentó – infructuosamente – regresar a Tesalónica y ayudar a la iglesia establecida en esta ciudad, aunque no lo consiguió. En cualquier caso, muy posiblemente, la decisión de Pablo resultó la más adecuada. A pesar de los innegables peligros, detrás de ellos quedaba establecida una comunidad cristiana con la que volveremos a encontrarnos más adelante.



CONTINUARÁ



E. D. Burton, “The Politarchs” en American Journal of Theology, 2, 1898, pp. 598 ss.





Encontramos referencias sobre Jasón en Hechos 19, 29; 20, 4; 27, 2 y Colosenses 4, 10 donde se indica expresamente su condición de judío.





H. I. Bell (ed), Jews and Christians in Egypt, Londres, 1924, pp. 1 ss. Sobre la expulsion de los judíos de Roma por orden de Claudio, véase más adelante pp. y ss.





Dión Casio, Historia, LVI, 25, 5 ss.








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Published on June 24, 2017 23:30

June 23, 2017

His Eye Is On The Sparrow

Fue el mismo Jesús el que lo dijo. Dios incluso cuida de las aves y ni una sola cae a tierra sin su permiso… ¿cuánto más no cuidará de nosotros que valemos mucho más que cualquier pájaro? Personalmente, no tengo la menor duda de ello.

Una tarde, húmeda y caliente, en realidad, pesadamente húmeda y caliente, salí de mi casa, aquí en el sur de la Florida, y me dirigí a pie hacia el supermercado más cercano. Mi estado de ánimo no era el mejor. Hacía muy poco que me había exiliado, las perspectivas de trabajo eran nulas y en cuanto a mi seguridad incluso aquí resultaba un enigma. Caminaba con la cabeza baja y lo sé porque, de repente, mi mirada chocó con un pajarillo que yacía muerto entre la hierba y la acera. Por un instante, me detuve y entonces me vino a la cabeza de manera especialmente vívida lo que Jesús había enseñado. Si yo estaba en esta tierra era porque Dios guía las cosas aunque no seamos capaces de comprender o ver. Desde fuera podía parecer que todo había constituido una desgracia – y eso que no conocían todos los detalles… - pero, en realidad, todo quedaba inscrito en los propósitos de Dios de una manera que, no por escaparse a muchos, era menos real. Sé que continué el resto del camino con la mirada alta y clavada en el horizonte.



No descubro nada si digo que el sentimiento de desánimo no es desconocido en la vida de ningún ser humano. Lo mismo sucede con otras sensaciones como la soledad o el temor. Sin embargo, para aquellos para los que Jesús es parte de su vida, un amigo constante… la cosa cambia. Para ellos, es obvio que Dios tiene los ojos puestos incluso en los pajarillos y que, por lo tanto, pueden esperar Su cuidado amoroso. Eso es lo que cuenta esta canción que les ofrezco en tres versiones – Whitney Houston, Lauryn Hill con Tanya Blount y Sandi Patty – pero, músicas aparte, me consta que su contenido es cierto. Dios tiene sus ojos posados hasta sobre los gorriones. Lo he vivido una y otra vez en medio de una existencia no poco azarosa y me consta que no soy ni lejanamente el único. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!



Aquí va Whitney Houston



www.youtube.com/watch?v=pCfFi8SDz6I



Aquí están Lauryn Hill y Tanya Blount



www.youtube.com/watch?v=k7Pk5YMkEcg



Y ésta es la versión de Sandi Patty



www.youtube.com/watch?v=srRoM_RdgWw

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Published on June 23, 2017 23:27

June 22, 2017

Estudio Bíblico CII: Mateo, el evangelio judío (VI):  Mateo 4: 1-11

Hay predicadores que sostienen la tesis peculiar de que la vida cristiana es un camino de rosas. A decir verdad, sólo puede ser un camino de rosas. Cuando no es así, se debería a la falta de fe, a la ausencia de espiritualidad o a una incomprensión de lo que es la vida cristiana.


La realidad es bien diferente y Jesús es la prueba fundamental. Tras su bautismo, no sólo no se produjo una vereda de alegrías sino el sometimiento a las tentaciones diabólicas. No se trató del azar ni mala suerte. Fue el mismo Espíritu el que llevó a Jesús al desierto para ser tentado (4: 1). Era indispensable.



Las tentaciones de Jesús son el modelo exacto de las que ha tenido que enfrentar el cristianismo a lo largo de su Historia y, por supuesto, cada cristiano. La primera tentación es la de colocar lo material por encima de cualquier consideración. En unas ocasiones, se hace cubriendo la codicia con legitimaciones supuestamente teológicas; en otras, se insiste en “lo social” como si eso fuera lo más importante del Evangelio. En unos y otros casos – lo mismo si se promete prosperidad a los fieles que si se les impulsa a asaltar los cielos – lo material es colocado en primer término como si, efectivamente, fuera capaz de convertir las piedras en pan. Para Jesús, sin embargo, estaba más que claro que el hombre no vive sólo de pan y que su vida arranca de toda palabra – subrayemos el toda – que sale de la boca de Dios (4: 4).



La segunda tentación es la de la espectacularidad. Alguien que sepa aunar un lugar sagrado – como el Templo de Jerusalén, pero no sólo el Templo de Jerusalén – con el concepto del espectáculo - ¿puede haber algo más espectacular que descender a pie de calle con los fieles, rodeado de magia y boato? – tiene enormes posibilidades de éxito religioso. No es menos cierto que está actuando de acuerdo a los deseos del propio Satanás. Por supuesto, igual que el Diablo, puede hasta citar pasajes descontextuados de la Biblia (4: 5-6), pero no dejará de estar tentando a Dios (4: 7).



La última tentación es, quizá, la peor y la que ha tenido resultados más trágicos a lo largo de la Historia. El Diablo tiene en sus manos el poder y la gloria de los reinos del mundo (4: 8-9). A decir verdad, Satanás se los da a quien quiere y ofreció a Jesús dárselos a cambio de una mera genuflexión. Lo que el Diablo estaba ofreciendo no era que Jesús realizara una misa negra y a cambio recibiera el poder y la gloria. No, bastaría con un doblar la rodilla, inclinar la cabeza, ser… flexible. Sí, no es que estuviera bien, pero si se comparaba con el bien que se podía hacer, ¿qué importaba? Es verdad que se arrojó a la hoguera a los supuestos herejes por millares y millares, pero ¿no quedó compensado con una sociedad que se creía cristiana? Sí, es cierto que la toma de Jerusalén por los cruzados vino acompañada por una matanza tal que la sangre corría por las calles a la altura de los tobillos, pero ¿no quedó justificado porque el papa había extendido su autoridad espiritual sobre los Santos lugares? Sí, es verdad que tribu tras tribu fue sometida a servidumbre y que sus culturas fueron totalmente arrasadas, pero ¿no quedó más que equilibrado porque aquellos indígenas entraron, aunque fuera a empujones, en la única iglesia verdadera? Sí, es verdad que se amenaza a la gente con terribles maldiciones si no entregan su dinero, pero ¿acaso no se emplea para expandir el Evangelio el dinero recogido mediante semejantes expolios? Sí, es verdad que se acepta callar bochornosamente ante la ideología de género, pero ¿no se reciben de esa manera subvenciones que sirven para el bien?



En ningún caso, parece que los protagonistas se inclinaran ante una imagen del Diablo y le ofrecieran sacrificio. Sin embargo, queda bien claro a quien sirven. No al Señor y Sus enseñanzas sino al que les proporciona el poder y la gloria aunque fueran limitados. Y es que, al final, siempre se puede encontrar una justificación incluso para las mayores atrocidades, pero tras esas acciones se encuentra directamente la acción de Satanás. Y es que, al fin y a la postre, sólo se puede adorar y servir al Señor y lo contrario es meramente idolatría y apostasía (4: 10).



Jesús rechazó así la triple tentación de Satanás, la del materialismo, la espectacularidad y el poder político. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo del cristianismo a lo largo de los siglos. Por el contrario, hay manifestaciones espirituales que se presentan incluso como las mejores, precisamente porque han aceptado las ofertas diabólicas e incluso han convencido a sus seguidores de que así debe ser. Sin embargo, el haber respondido adecuadamente no es garantía de un triunfo irreversible. El Diablo se apartó de Jesús, pero ya tenía pensado regresar en otro momento (4: 11).



CONTINUARÁ

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Published on June 22, 2017 23:26

June 21, 2017

Regreso a mi amada Colombia (y III):  Ese prójimo olvidado

El tiempo que pasé en Colombia dedicado a pronunciar una serie de conferencias sobre la Reforma y a aparecer en medios de comunicación fue empleado también en otros menesteres. Quizá el más relevante fue el de conocer cómo era la situación en las prisiones colombianas y, sobre todo, el dar los primeros pasos para la creación de una fundación humanitaria.


El primer relato resulta tan sobrecogedor que me resisto a entrar en detalles. Fue Patricia Samudio, amiga de una persona muy cercana a mi, la que me refirió cómo, en alguna prisión, centenares de mujeres tienen que compartir tres retretes – los otros están descompuestos – y es común que realicen sus necesidades en bolsas de plástico que se lanzan después a los tejados o cómo ese mismo número de mujeres cuenta sólo menos de media docena de duchas lo que significa que hay días y días en que no pueden asearse. Sobre las condiciones de alojamiento o de alimentación mejor no hablar. Como otras personas, Patricia ha entrado en ocasiones en la prisión para aliviar algo la situación penosa de los reclusos. A veces, esa ayuda se centraba en repartirles sándwiches de atún - ¿cuándo les iban a dar pescado en aquellas zahurdas? – o en cortar el pelo de centenares de presos, presos que, no pocas veces, están en una situación de prisión preventiva que puede alargarse años. Que entre ellos hay inocentes no admite discusión. Mientras escuchaba aquella relación – insisto en que no quiero entrar en detalles que horrorizan – no dejaba de venirme a la cabeza el pasaje en que Jesús recuerda que estuvo en prisión y no lo fueron a visitar (Mateo 25: 42-43).



En este mismo viaje, comenzó también a fraguar la idea para una fundación no-lucrativa que se ocupe de ayudar a personas en situación de dificultad económica. En su día, contaré más al respecto, pero la intención de esta entidad sería enseñar a mujeres que tienen que sacar adelante a una familia ellas solas una manera de ganarse la vida. Si todo va bien, podré contarles acerca del nombre de esta fundación, del inicio de su trabajo – que, inicialmente, sería en Colombia – y de la persona encargada de ir dando los primeros pasos. Si Dios lo permite, antes de fin de año, estará funcionando ayudando de manera directa a mujeres sobre las que recae a solas la carga de la familia a salir adelante.



El Evangelio no es sólo palabras – aunque las tenga y sean muy importantes - sino hechos prácticos, hechos prácticos que no consisten en convertir a sectores enteros de la población en dependientes de una entidad sino en situarlos sobre sus pies para que caminen. Ése es otro de los principios bíblicos que la Reforma se ocupó de poner en práctica desde sus primeros años.










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Published on June 21, 2017 23:25

June 20, 2017

Frantz

En esta sección suelen abundar más los libros que las películas, quizá porque los libros buenos se me han ido arracimando a lo largo de más de medio siglo y porque ahora no son tan abundantes las películas que merecen la pena. Sin embargo, las hay más que recomendables y algunas de reciente factura.


Es el caso de Frantz que acabo de ver en versión original y que ya se encuentra en DVD. En teoría, Frantz es una nueva versión de una película de Lubitsch de inicios de los años treinta, pero, en la práctica, es mucho más. No se trata sólo de que añade casi una hora al metraje de la obra inicial con episodios y conclusión totalmente nuevos. Es que esta nueva película dirigida por François Ozon tiene mucho más calado que el modelo original.



El punto de partida es un soldado francés que, poco después de acabar la primera guerra mundial, acude a un pueblo de Alemania a depositar flores en la tumba de un combatiente germano. A partir de ahí se desarrolla todo un encadenamiento de peripecias humanas en las que va brotando a la superficie desde el nacionalismo a la realidad de las guerras, desde el amor a la esperanza, desde la locura al tratamiento del pasado, desde el amor familiar al amor entre sexos. No voy a desvelar la marcha de la película y, mucho menos, su final. Sí puedo contar que se trata de una cinta rezumante de sentimientos nobles, de una belleza estética delicada y poco común y de una sensibilidad que conmueve. Es una película para degustar, para paladear, para disfrutar. Quizá el final no sea del agrado de todos – yo mismo hubiera preferido otro que me consta que no es posible – pero se trata de un auténtico buen cine, del que cada vez resulta más difícil encontrar en las pantallas. Se la recomiendo. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!





Y aquí tienen el tráiler de la película



www.youtube.com/watch?v=z60jsCrOu-w

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Published on June 20, 2017 23:23

June 19, 2017

Llegó la poligamia

Hace años, cuando ZP decidió en una aberración jurídica colosal legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, afirmé que una de las peores consecuencias de semejante adefesio era que, al quebrarse el matrimonio, monógamo y heterosexual, por este último lado no tardaríamos en llegar a la poligamia.

Naturalmente, los partidarios del matrimonio homosexual consideraron que mis palabras eran pura demagogia porque semejante posibilidad no acontecería nunca jamás. Apenas habían pasado unas horas de la aprobación del matrimonio homosexual y los musulmanes solicitaron – con bastante lógica, todo hay que decirlo – que se legalizara la poligamia. La noticia se vio amordazada porque nadie estaba dispuesto a amargarle a ZP su mayor momento de gloria. La Historia de España demuestra una y otra vez que cada vez que se perpetra un disparate, se procura, al mismo tiempo, silenciar a los que se atreven a señalarlo. Sin embargo, al final, los hechos siempre tienen sus consecuencias, guste o no. En Colombia, que desde hace meses sufre un verdadero bombardeo de la ideología de género desde las más altas instancias de la nación, se han casado hace pocos días tres hombres. Entiéndaseme: han contraído matrimonio tres hombres, el uno con el otro. Me refieren que, al parecer, iban a ser cuatro, pero que el cuarto falleció y todo ha quedado en un trío matrimonial. No está mal pensado el episodio para someter a una sociedad nada proclive a aceptar las bondades de la ideología de género. De una tacada, se bendice la aniquilación de la institución matrimonial desde una perspectiva monógama y heterosexual. Además se lleva a cabo de una manera que resulte menos ofensiva. Un hombre casándose con dos o tres mujeres hubiera provocado reacciones de horror, pero tres varones insertos en matrimonio homosexual… hombre, eso es otra cosa. Ya hay cerca de dos millones de musulmanes en España – un millón sólo en Cataluña – que se convertirán pronto en una fuerza electoral de consideración. No lo duden: vamos a escuchar los cantos en favor de las bondades de la poligamia y lo más tremendo será que los progres y las feministas se callarán como ramonetas. ¿Cómo iban a renunciar a esos “aliados objetivos” en la liquidación del actual sistema si llevan tiempo recibiendo dinero de Irán y de otras naciones islámicas? ¿Cómo iban a dejar pasar la oportunidad de arremeter contra la familia natural? Aceptémoslo: llegó la poligamia.

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Published on June 19, 2017 23:21

June 18, 2017

¡Váyase, señor Montoro!

Señor Montoro, lo conocí hace más de una década en una ciudad de Estados Unidos adonde, según usted me dijo, había acudido a hacer negocios. Desde entonces seguí su carrera con enorme interés. Al principio, fue con esperanza y desde hace más de un lustro con creciente inquietud.


Debo decirle con sinceridad que creo que debería haber dimitido usted hace muchísimo tiempo. Debió haber dimitido cuando se atrevió a convertir una falta administrativa en imprescriptible como si se tratara de un delito contra la Humanidad o cuando Bruselas creó la AIREF por que no se fiaba de las cuentas que usted presentaba o cuando la AIREF tuvo que recurrir a la justicia porque no le entregaba usted documentación obligada o cuando las causas perdidas en los tribunales por la Agencia tributaria superaron el 51 por ciento o cuando, año tras año, fue usted incapaz de embridar el déficit o cuando consiguió que España acumulara una deuda que no tenía desde la época de Felipe II o cuando los tribunales europeos, vez tras vez, lo han vapuleado por hacer lo que no debía o cuando pisoteó la ley de protección de datos con una norma ad hoc para exponer los nombres de entidades y personas que o están en quiebra o aún pleitean con Hacienda, pero a las que usted decidió infamar con fines intimidatorios o cuando se filtraron datos fiscales de José María Aznar o Esperanza Aguirre. Todas y cada una de esas veces debió dimitir y ahora no queda otra salida tras la sentencia unánime del Tribunal constitucional sobre la amnistía fiscal que perpetró usted hace años. Al final, ha quedado de manifiesto, sin asomo de duda, que cuando usted benefició a veinte mil personas - que, en más de un caso, tendrían que haber ido a prisión - permitiendo que se libraran abonando en torno a un tres por ciento no sólo deyectaba un repugnante excremento jurídico sino que además lo arrojaba sobre principios esenciales del texto constitucional. Se trataba sólo de otra de sus normas a medida para ayudar a los más fuertes a costa de los indefensos, para favorecer a los privilegiados sobre los ciudadanos de a pie; para descargar sobre los de abajo el fardo insoportable de aquellos que, siendo cuasi-omnipotentes, se benefician de la cálida cercanía del poder. Por su partido, por el gobierno, por España, ¡váyase, señor Montoro!



PS: He descubierto en youtube una parodia cómica de la amnistía fiscal de Montoro. Es real como la vida misma. No sé si lo van a disfrutar, pero pocos resúmenes mejores de quién y qué es Montoro.



www.youtube.com/watch?v=_yWf1cPFqi0



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Published on June 18, 2017 23:30

June 17, 2017

Pablo, el judio de Tarso(XXVIII): El segundo viaje misionero (III): de Antioquia a Filipos: Filipos

El primer pasaje para Macedonia que Pablo y sus tres colaboradores pudieron encontrar los llevó a Samotracia, una isla montañosa en la que pasaron una noche de camino hacia Neápolis, la moderna Kavalla.

Este enclave en cuestión era el puerto más cercano a la ciudad de Filipos. Debieron contar con viento favorable ya el itinerario en total desde Troade sólo les llevó dos días de viaje. Algunos años después el mismo trayecto tardaría más del doble (Hechos 20, 6). Hasta Neápolis llegaba la Via Egnatia, la gran calzada romana que unía el Adriático con el Egeo y el Bósforo. Pablo y sus compañeros la siguieron unos dieciséis kilómetros en dirección noroeste y alcanzaron la ciudad de Filipos. La fuente lucana parece mostrar un especial interés por Filipos a la que presenta como colonia y capital del primer distrito de Macedonia. Ambos datos son meticulosamente exactos. De hecho, Macedonia había sido dividida en cuatro distritos por el romano Lucio Emilio Paulo en el 167 a. de C..



El nombre de la ciudad derivaba de Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro Magno, que la fundó en el 356 a. de C., en el lugar de un antiguo enclave llamado Krenides. En el año 42 a. de C., se convirtió en una colonia romana después de que Marco Antonio y Octavio derrotaran en Filipos a Bruto y Casio, los asesinos de Julio César. Los vencedores establecieron en Filipos a algunos veteranos y la denominaron Colonia Victrix Philippensium. Doce años después, tras la victoria de Octavio sobre Marco Antonio, fueron establecidos en Filipos algunos de los seguidores de éste último. Filipos recibió entonces el nombre de Colonia Iulia Philippensis al que se añadió el de Augusta cuando Octavio se convirtió en Augusto el año 27 a. de C.



No parece que existiera una sinagoga en Filipos. Desde luego, sí había judíos en la ciudad o carecían de medios o no llegaban al número mínimo de diez varones indispensable para contar con un minyan . Sin embargo, sí existía un lugar oficioso de reunión fuera de las murallas de la ciudad, a orillas del río Gangites (Hechos 16, 13). Es muy posible que los congregados fueran en su mayoría mujeres, en algún caso judías y, quizá, mayoritariamente, temerosas de Dios. Fue precisamente a este grupo de mujeres a las que, según la fuente lucana, se dirigieron Pablo y sus acompañantes:





13 Y un día de sábado salimos por la puerta situada junto al río, donde solía celebrarse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. 14 Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; y el Señor le abrió el corazón para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15 Y, después de ser bautizada, junto con su casa, nos rogó, diciendo: Si considerais que soy fiel al Señor, entrad en mi casa, y quedaos en ella: y nos obligó a hacerlo.



(Hechos 16, 13-15)





El caso de Lidia resulta – una vez más – bien iluminador acerca de los conversos que formarían en Europa las comunidades paulinas. Se trataba de una mujer que no procedía del paganismo, que tampoco ignoraba el judaísmo, pero que no había llegado a integrarse en su seno quizá por la resistencia que podía plantear su familia. Al escuchar a Pablo, no sólo consideró que era cierto su anuncio de que esa fe de Israel había encontrado su consumación con la venida del mesías Jesús. Además descubrió que existía una comunidad espiritual en la que podía integrarse plenamente sin ser un miembro de segunda clase como, en no escasa medida, eran los temerosos de Dios y en la que además las mujeres no tenían una posición subordinada como en el judaísmo. De la sucinta noticia de Lucas parece además desprenderse que su casa – los adultos tanto esclavos como libres según el derecho romano – también abrazó el Evangelio, aunque no tenemos noticia de que antes se hubieran acercado siquiera al judaísmo. Seguramente para todos ellos resultaba obvio que la predicación del apóstol superaba la de los misioneros judíos siquiera porque se refería a promesas de Dios ya cumplidas en Jesús. Pero es que además les permitía integrarse en un ámbito comunitario en el que no existía diferencias entre hombre y mujer, esclavo o libre, judío o gentil (Gálatas 3, 28-29), diferencias todas ellas bien presentes en el judaísmo. No extraña el entusiasmo de Lidia ni tampoco su insistencia en poder manifestar su hospitalidad a aquellos que le habían traido aquel mensaje liberador.



A pesar de todo, Pablo no estaba dispuesto a dejarse mantener por sus conversos. Siguiendo una conducta típica de los rabinos, Pablo rechazó que sus discípulos se hicieran cargo de sus necesidades económicas y tanto él como sus acompañantes se sustentaron mediante el expediente de fabricar tiendas de campaña, el oficio de la familia del apóstol que él mismo había aprendido tiempo atrás. Las razones para este tipo de conducta eran diversas. Por un lado, tenía la ventaja de evitar cualquier referencia a motivos mercenarios en su actividad misionera; por otro, le permitía dar un ejemplo de desinterés a los conversos.



En Filipos se produjo un episodio que muestra la manera en que la llegada a un territorio totalmente gentil implicaba desafíos nuevos para la predicación del Evangelio. La historia es narrada de la siguiente manera por la fuente lucana:





16 Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu de adivinación, nos salió al encuentro. Se trataba de una joven que proporcionaba abundantes ganancias a sus amos adivinando. 17 Esta, mientras seguía a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian el camino de salud. 18 Y esto lo estuvo haciendo durante muchos días; pero desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te ordeno en el nombre de Jesús el mesías, que salgas de ella. Y salió en ese mismo momento. 19 Y, al ver sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, al magistrado; 20 Y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, que son judíos, alborotan nuestra ciudad, 21 y predican ritos, que no nos resulta lícito recibir ni hacer, porque somos romanos.



(Hechos 16, 16-21)





El texto de resulta en su sencillez enormemente elocuente. Las prácticas propias del paganismo – como la adivinación prohibida por la ley de Moisés y por el cristianismo – podían resultar lucrativas. Desconocemos la divinidad a la que apelaba la esclava a la hora de llevar a cabo su trabajo mántico. Muy posiblemente, se dedicaba a imitar a la pitonisa de Delfos y estaba también acogida a la devoción al dios Apolo, pero no podemos asegurarlo con total certeza. Sí sabemos que constituía una fuente de ingresos nada desdeñable para sus amos que éstos apreciaban. ¿Qué vio aquella muchacha en Pablo? Quizá únicamente la acción de un hombre cargado de espiritualidad. En un primer momento, parece que no dio mayor importancia a unas palabras que, a fin de cuenta, reflejaban la realidad. Posiblemente, la situación cambió cuando el apóstol llegó a la conclusión de que los gentiles podían terminar por asociarle con algún mago o filósofo propio del paganismo, algo totalmente lógico si se tiene en cuenta el respaldo que le proporcionaba la adivinadora. El enfrentamiento fue breve, pero decisivo. Pablo reprendió al espíritu de la muchacha que salió de ella. El problema es que a partir de ese momento también los dueños de la joven se vieron privados de una fuente de ingresos. Al considerarse dañados en sus intereses condujeron a Pablo y Silas ante los magistrados y los acusaron de judíos, es decir, fieles de una religión que los romanos debían rechazar. Es posible que aquí aparezca la clave que permite explicar la ausencia de congregaciones judías en Filipos. Los habitantes de la colonia se consideraban tan medularmente romanos que, bajo ningún concepto, iban a permitir el establecimiento de una fe tan extraña como el monoteísmo judío. Como mucho, podían tolerar que algunas mujeres se reunieran a orar fuera de las puertas de la ciudad, pero Pablo y sus compañeros habían excedido aquellos estrechos límites.



La colonia de Filipos se regía como una especie de Roma en miniatura y sus dos magistrados colegiados disfrutaban del título honorario de pretores aunque el oficial era el de duumviros . Al igual que sucedía con los cónsules romanos, los duumviros eran asistidos por los lictores. Éstos llevaban como enseña de su cargo el haz (fasces) de varas y las hachas que denotaban su autoridad. No deja de ser significativo que en griego los lictores fueran denominados precisamente rabdujoi, es decir, los que llevan las varas. El símbolo de autoridad, de imperio de la ley y de orden unido a las varas y a las hachas dejó una huella tan obvia en la historia de Roma que milenios después Benito Mussolini las escogería como lema de su movimiento político dando lugar al término fascismo.



Lo que esperaban ahora los dueños de la muchacha que se había quedado sin el espíritu de adivinación era que los magistrados castigaran a aquellos inoportunos judíos. La acusación, claramente teñida de antisemitismo, recayó precisamente sobre Pablo y Silas que eran judíos. Ni Lucas que era gentil ni Timoteo que era hijo de griego fueron objeto de acusación alguna. Pero el antisemitismo no se limitaba a los dueños de la joven. Según relata la fuente lucana, “agolpóse el pueblo contra ellos” (Hechos 16, 22). Los magistrados deberían haber hecho frente a aquel comportamiento y llevado a cabo una investigación en regla. Sin embargo, optaron por contentar a la turba. Puede que incluso pensaran que el intento de proselitismo por parte de judíos aunque no prohibido legalmente rozaba el ámbito de los antijurídico . Así, “tras rasgarles las ropas, les mandaron azotar con varas” (Hechos 16, 22). A continuación, los arrojaron en la cárcel con la intención de expulsarlos de la ciudad al día siguiente (Hechos 16, 23).



Sin embargo, la terrible experiencia no había quebrantado a Pablo. Ya había sido azotado varias veces por los judíos años atrás y además era consciente de que la ley estaba de su parte. La presencia de ánimo de Pablo y Silas – que pudieron escapar de la prisión al producirse un temblor de tierra y que, no obstante, siguieron en ella – impresionó enormemente a uno de los carceleros que acabó abrazando el Evangelio. La manera en que la fuente lucana narra el episodio constituye un breve resumen de la predicación de Pablo centrada en que la salvación se obtiene a través de la fe en Jesús:





29 El carcelero entonces pidiendo luz, entró y, temblando, cayó a los pies de Pablo y de Silas; 30 Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme? 31 Y ellos dijeron: Cree en el Señor, Jesús el mesías, y serás salvo tú, y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor, junto con todos los que estaban en su casa. 33 Y tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas de los azotes; y se bautizó junto con todos los suyos.



(Hechos 16, 29-33)





Sin embargo, para Pablo el episodio con las autoridades de Filipos no había concluido. Lo vivido el día anterior no había sido una manifestación de la legalidad de Roma. Más bien, había sido un ejemplo de tumulto anti-semita respaldado de forma vergonzosa por las autoridades de la colonia. Semejante desafuero no podía quedar así. Una vez más Lucas, un testigo directo de los hechos, relata lo que sucedió al día siguiente de la flagelación:





. 35 Y cuando se hizo de día, los magistrados enviaron a los alguaciles para que comunicaran: Deja en libertad a aquellos hombres. 36 Y el carcelero se lo comunicó a Pablo: Los magistrados han ordenado que se os ponga en libertad, así que ahora salid, e idos en paz. 37 Entonces Pablo les dijo: Hemos sido azotados públicamente sin haber sido condenados. A pesar de ser ciudadanos romanos, nos arrojaron a la cárcel; y ¿ahora nos echan de manera encubierta? No, que vengan ellos y nos saquen. 38 Y los alguaciles regresaron a decir a los magistrados estas palabras: y les entró miedo al escuchar que eran romanos. 39 De manera que acudieron y les ofrecieron excusas; y poniéndoles en libertad, le suplicaron que salieran de la ciudad.



(Hechos 16, 35-39)





El episodio concluyó de forma satisfactoria para ambas partes. Pablo estuvo dispuesto a no proceder a acciones legales contra los magistrados que habían violado sus derechos como ciudadano romano. Incluso no tuvo inconveniente en aceptar marcharse de Filipos comprendiendo que los magistrados no se vieran capaces de protegerlos contra una población impregnada de antisemitismo. Sin embargo, es muy posible que a través de esas concesiones, Pablo se granjeara la buena voluntad de los magistrados en relación con la comunidad que dejaba establecida en Filipos. Al frente de ella quedó Lucas que desaparece del relato de los Hechos en este momento y no vuelve a reaparecer hasta algunos años más tarde y precisamente en este mismo lugar. Lo que a lo largo de los años los judíos no habían logrado – dejar establecida una comunidad estable en Filipos – lo consiguió Pablo mediante una acción que demuestra su enorme flexibilidad táctica. Su primera meta era lograr el avance del Evangelio. Si para conseguirlo tenía que renunciar a los derechos que le otorgaba su ciudadanía romana, estaba dispuesto a hacerlo. Se trataba, a fin de cuentas, de la misma convicción con que se había sometido en Jerusalén a la abstención de ciertos alimentos para los conversos gentiles o a la circuncisión de Timoteo para no escandalizar a los judíos a los que deseaba comunicar el mensaje de Jesús. La acción de Pablo, desde luego, tuvo su fruto. Como veremos más adelante, la congregación de Filipos fue objeto de una de las cartas del apóstol, misiva en la que se refiere a miembros de esta comunidad como Evodia, Síntique o Clemente (Filipenses 4, 2 ss) con verdadero aprecio. Sabemos también que aquella iglesia envió periódicamente ofrendas a Pablo que éste no gustaba de recibir – ya conocemos su opinión sobre cómo debería mantenerse un misionero – pero que aceptó, en parte, para no ofender a los filipenses y, en parte, como dirigidas a Dios y no a él (Filipenses 4, 10 ss). Pero, por ahora, todo eso se hallaba situado en un futuro lejano. El inmediato – que era el que preocupaba a Pablo – estaba en seguir expandiendo el Evangelio por Europa.



CONTINUARÁ



___________________________________



Rabí Halafta en Pirke Avot 3, 7.





Cicerón ha señalado (De lege agraria II, 93) cómo esa conducta no era extraña en otros enclaves romanos. Así en Caputa los duumviros también deseaban ser denominados pretores.





Al respecto, véase A. N. Sherwin-White, Roman Society and Roman Law in the New Testament, Oxford, 1963. A pesar de todo, como hemos tenido ocasión de ver, ese proselitismo se practicaba.









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Published on June 17, 2017 23:55

June 16, 2017

Something Beautiful

Nuestra vida necesita de la belleza. Quizá esa sea la razón por la que hay algo en el ser humano que lo impulsa hacia la música, a complacerse con los colores de la Naturaleza o a admirar una obra de arte.


Por supuesto, la mala educación, la vulgaridad y el pecado pueden opacar ese ansia de belleza, pero algo en nuestro interior la busca. Los que lo hemos experimentado, sabemos que si hay algo realmente hermoso y bello es conocer a Dios a través de Jesús.



Como dice esta canción de los Gaithers - un matrimonio que ha hecho muchísimo por la difusión de la música góspel - existe “algo bello, algo bueno” y es esa experiencia en que descubrimos que Dios comprende toda nuestra confusión a pesar de que nuestro interior está roto y sometido a luchas. Siento muchísimo que no exista una versión en español de esta canción porque me parece especialmente adecuada para describir la experiencia de toda una generación. Ciertamente, hay veces en que nuestros sueños se convierten en ceniza, en que todos los castillos se derrumban, en que la fortuna tan sólo depara pérdidas… llegados a ese punto, lo mejor que se puede hacer es envolver todo en los harapos en que se ha convertido la vida y colocarlo ante la cruz del Calvario. El que lo haga descubrirá entonces una forma de belleza que resulta imposible describir con términos humanos.



Yo sé que es así; me consta que miles de los que leen esta página t ambién lo han experimentado y si cualquiera de los que me lee no lo ha vivido… ahora puede hacerlo. Su confusión, sus sueños rotos, su sensación de pérdida desaparecerán y serán sustituidas por algo indescriptiblemente bello el día que coloque todo al pie de la Cruz y decidan seguir a Jesús. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!





Aquí tienen a los Gaither



www.youtube.com/watch?v=DMQqSarDf8Y



Y aquí vuelven a tenerlos añadiendo una acción de gracias



www.youtube.com/watch?v=X0MZBzsHQVY&index=5&list=RDDMQqSarDf8

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Published on June 16, 2017 23:54

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César Vidal
César Vidal isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
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