César Vidal's Blog, page 29
October 12, 2017
Viaje a Guatemala (I): Llego a la Marro
Al primero, lo conocí en la época en que formaba parte del grupo de economistas de los programas de radio que yo dirigí en España. Se trataba de un personaje excepcional y cuando me anunció que marchaba a Guatemala sentí enormemente su marcha por lo que perdía mi programa y España, pero, a la vez, me sentí muy contento por él y lo felicité en público en mi programa. ¡Se lo merecía! A Lasquetty lo conocí cuando desempeñaba distintos cargos en la Comunidad de Madrid en la época en la que la presidía, por cierto, muy bien, Esperanza Aguirre. A diferencia de otros políticos, Lasquetty era un hombre con principios muy claros, con una clara competencia y con un deseo por desempeñar su cometido en pro del bien común. Seguramente, no lo he contado hasta ahora, pero Lasquetty fue siempre mi político preferido en el entorno de Esperanza Aguirre.
La batería de temas que desean que aborde en mi visita a la universidad es amplia. Por supuesto, hay conferencias sobre distintos aspectos de la Reforma – cuyo quinto centenario se celebra en 2017 – pero también está prevista la presentación de mi libro El águila y el quetzal, que es un ensayo histórico sobre Centroamérica y algunas conferencias acerca de la situación actual en Venezuela.
Mi llegada no puede ser más grata. Han cuidado con exquisito cuidado no sólo el hotel donde me voy a alojar sino, prácticamente, cada minuto que voy a pasar en Guatemala. Hay una combinación de hospitalidad, competencia y aprovechamiento de lo que pueda aportar que resulta verdaderamente ejemplar. No puedo saberlo al aterrizar, pero darán muestra de un saber hacer auténticamente extraordinario del que deberían aprender no pocos.
La universidad Francisco Marroquín es extraordinaria. Iré aprendiendo poco a poco la manera en que han ido combinando la innovación con la disciplina y una modernísima pedagogía, pero, de momento, lo que me cautiva es la utilización del espacio en su trazado arquitectónico. Me quedo sorprendido al contemplar un paisaje artificial donde, aparte de cantarse a la libertad, me siento como en alguno de los lugares más hermosamente cuidados de China. Me aclaran cuando lo comento que, precisamente, la arquitecta era china. El resultado es cautivador. Ha logrado aquí, en Guatemala, tan lejos de Extremo Oriente, lograr que la vegetación se funda con los ladrillos con esa armonía que pocos consiguen imitar – mucho menos lograr – fuera del País del Centro.
Para que vaya acostumbrándome a las distintas aulas y auditorios por los que iré pasando, me llevan al museo Popol Vuh dedicado – como se puede sospechar – a los mayas. La cultura maya es uno de mis hobbies desde hace años y sospecho que no se imagina el regalo tan hermoso que me han hecho llevándome a ver aquellas salas. Y es que el fondo con que cuenta la universidad es extraordinario. La persona que me acompaña va desgranando las piezas ante mi aunque llega un momento en que se calla y escucha mis comentarios. Después me dirá – sin duda, una muestra de cortesía – que al percatarse de cómo conozco la cultura maya había preferido escuchar mis comentarios. Lo cierto es que yo no puedo refrenar mi entusiasmo. Ante mis ojos se van dibujando los sapos gigantes mensajeros con el inframundo; los frescos y pinturas prodigiosos; los códices que sobrevivieron al fanatismo ignorante del fraile Diego de Landa, un personaje llamado a destruir infinidad de tesoros escritos; las cerámicas; el cacao e incluso maquetas de aquellas ciudades prodigiosas levantadas por los mayas.
Tanto despliegue de belleza habría sido más que suficiente para la semana, pero mi gentil acompañante me lleva a la biblioteca de la universidad. Seguramente, la joya máxima es la biblioteca personal de José del Valle, padre de la independencia de Guatemala. Los volúmenes de la Enciclopedia francesa son todo un testimonio de cómo soñó – igual que los españoles del otro lado del océano – con poder iniciar un futuro de libertad y luz en su tierra. No lo consiguió obviamente y en ese fracaso pesó no su carencia de talento o su falta de esfuerzo sino el hecho de que la sociedad hispano-católica construida sobre la Contrarreforma era muy distinta de la sociedad protestante y construida sobre la Reforma que dio a luz a los Estados Unidos. Será un tema que reaparecerá una y otra vez en este viaje. Yo, de momento, me recreo en la excelente organización, en el legado de los mayas y en los intentos idealistas y malogrados de los emancipadores de la América hispana.
El resto del día 28 es magnífico. Tengo un almuerzo-coloquio con el tema Lo que América Latina se juega en Venezuela; después, en el Auditorio Milton Friedman, pronunció una conferencia sobre La Reforma y la libertad individual. A continuación vienen dos entrevistas de televisión. Me preguntan si estoy cansado, pero yo lo que me siento es entusiasmado. La cena es gratísima y en ella me reencuentro tras casi un lustro con mi apreciado y admirado Gabriel Calzada. Es tarde cuando me voy a descansar, pero me siento muy, muy satisfecho. Todo indica que en la Marro saben cómo hacer las cosas y, sobre todo, cómo hacerlas de manera excelente.
CONTINUARÁ
Hispanidad
Sí, ya sé que hay sujetos que quieren quitar la estatua de Colón y que en Navarra han decidido suprimir el día de la Hispanidad y sustituirlo por unos chistularis que, al parecer, se identifican con los indígenas. pero lo cierto es que en esta gran nación creen en esa Hispanidad y piensan en expandirla de manera orgullosa al norte del río Grande donde hablan español más de cincuenta y cinco millones de hispanos sin contar los anglos que lo han aprendido. Al sur, por supuesto, la Hispanidad ni se cuestiona. En todo caso, se constata. En la época de Franco, se hablaba del Día de la Raza lo cual no dejaba de ser una de esas pomposas ridiculeces que tanto le gustaban al régimen. Y es que, a decir verdad, si hay algo que no es la Hispanidad es la raza. Tampoco es – aunque algunos se hayan empleado a ello incluso a sangre y fuego - la religión ni la política. Es la lengua española. En Estados Unidos, donde los reclusos de las cárceles están divididos por el color de piel sólo existe una excepción, la de los hispanos. Mulatos y cuarterones, blancos y negros, cobrizos o zambos todos son hispanos por el simple hecho de que todos hablan español. Sé que de mucho de esto no se dan cuenta en España donde los gobiernos de ciertas regiones persiguen la lengua común y dicen ser naciones distintas o donde se decidió no abrir un instituto Cervantes en Miami para no molestar a Fidel Castro. Sin embargo, la realidad es incuestionable. La Hispanidad, al fin y a la postre, se vive, sobre todo, fuera de España y ahí radica su fuerza. Son esos ecuatorianos que preguntan con toda razón qué falta les hace aprender catalán, esos argentinos que emigran a Madrid y no a Chicago, esos norteamericanos que presumen de superar a los gringos los que dejan de manifiesto que España no es un concepto discutido y discutible como pretendía ZP o como sigue diciendo Pedro Sánchez sino presente con pujanza palpitante en las aulas de los institutos de idiomas de todo el mundo aunque se la haya arrojado de las de Cataluña y las Vascongadas. Creo haber contado que hace pocos años, una institución extranjera dedicada a la enseñanza de su lengua me ofreció dirigir un departamento dedicado sólo a la docencia del español. La oferta era muy buena, pero la rechacé, fundamentalmente, porque me llenaba de vergüenza el contemplar que otra nación estuviera realizando una labor en pro de mi idioma que no llevaba a cabo el gobierno de mi país. Sin embargo, bien pensado, no importa tanto lo que pueda perpetrar este u otro ejecutivo. La Hispanidad no se basa en la leyenda rosada de la conquista – no se puede negar la terrible Inquisición, la desaparición de imperios indígenas o la explotación de los indios - ni en la negación de la realidad histórica motejándola de leyenda negra. Se sostiene no en mitos sino en una realidad de siglos con luces y sombras innegables cuyo mejor aporte es, sin lugar a dudas, la lengua española. Por eso, es un fenómeno extraordinario que ha existido antes y que seguirá existiendo, cada vez más vigoroso, no sólo después de que pase la pesadilla de los gobiernos españoles sino cuando todos nosotros sólo seamos polvo.
October 10, 2017
Diálogo con golpistas
Ignoro las razones que tiene cada uno para sostener esas tesis. Supongo que hay gente que las sustenta por ingenuidad, por buenismo, por recompensa económica o porque se da cuenta de que sería la manera de que los golpistas se salgan con la suya. Aceptar ese diálogo con gente que lleva años quebrantando la ley es totalmente inaceptable. De la misma manera que a nadie se le ocurrió dialogar con Tejero y los golpistas del 23-F no se puede dialogar con gente que pretende causar un daño a España infinitamente mayor que aquellos militares levantiscos. De la misma manera que nadie intenta dialogar con el que pretende robar y asesinar sino que se recurre a las fuerzas del orden o se opta por la defensa propia, no se puede dialogar con los que han lavado el cerebro a una sociedad empapándola de odio contra España, primero, y fracturándola, gravemente, después. De la misma manera que nadie pretende dialogar con un ejército invasor sino que lo resiste, no se puede dialogar con los que quebrantan la legalidad, provocan la violencia callejera y difunden calumnias sobre España. Son delincuentes y delincuentes de la peor especie para la vida de la nación y a esa calaña sólo se la puede detener, juzgar y encarcelar a menos que la sociedad esté dispuesta a quedar a merced de cualquier mafia poderosa – política o social – el día de mañana. Seguramente, alguno dirá que soy un facha. Soy tan facha como los franceses que contemplan con orgullo que su ejército tenga tomadas las calles desde hace un año para defenderlos. Soy tan facha como los británicos que respaldaron a Tony Blair cuando suspendió la autonomía del Ulster en repetidas ocasiones. Soy tan facha como los norteamericanos que aplaudieron a Kennedy cuando envió a la Guardia nacional a Mississippi para mantener la ley frente al gobierno del estado. Seguramente es porque creo que con los golpistas no se dialoga. La policía los detiene; los jueces los condenan y las prisiones los custodian.
October 9, 2017
Che: ¿Chacal o mesías?
Al día siguiente, tras informar a sus superiores en Langley, Virginia, Rodríguez se desplazó a encontrarse con el guerrillero más famoso del momento, el argentino Ernesto Che Guevara. La CIA quería mantenerlo con vida y proceder a interrogarlo, pero las autoridades bolivianas habían adoptado la decisión de ejecutarlo. Tuvo así lugar la ejecución del Che unida al destino dudoso de su cadáver sobre el que no existe menos controversia que la provocada por los restos de Cristóbal Colón.
Morir joven es una circunstancia trágica, pero que la Historia premia en no pocas ocasiones con la aureola del martirio e incluso el velo de la inocencia. Ernesto Guevara iba a convertirse así en un punto de referencia para la izquierda inmortalizado en camisetas, tazas y libros. El Che sería incluso comparado con Jesús de Nazaret también, supuestamente, revolucionario, joven y ejecutado por el imperio. La realidad histórica de Guevara no es tan halagüeña. Sus compañeros de guerrilla lo llamaban Che por su origen argentino, pero también el Chancho por su escasa afición a la higiene personal. Sus enemigos no dudaron en motejarlo como el Chacal dado el placer que sentía – reconocido por el mismo Guevara – al ejecutar a sus enemigos. Nacido en una familia de clase media alta, enfermo de asma y estudiante – que no graduado – de Medicina, desde muy joven lo poseyó una vena aventurera que lo llevó a recorrer una parte de Hispanoamérica en moto. De ese episodio surgirían un mal libro y una aceptable película, pero, sobre todo, leyendas como las de los indígenas que siguen afirmando que hace décadas un joven Guevara los curó en Machu Pichu. En Perú conoció a la trostkista Hilda Gadea que, mayor que él, lo adoctrinó en el marxismo más radical y le dio una hija. Guevara señalaría que no habría mantenido relaciones sexuales con ella porque “estaba con bastante asma… lástima que sea tan fea”.
El siguiente jalón de su vida sería Guatemala donde respaldó al reformista Árbenz cuya mayor desgracia fue perjudicar los negocios de una multinacional cuyo abogado era hermano del director de la CIA. Si Árbenz era marxista se seguirá discutiendo – hay razones para dudarlo – pero Guevara ya estaba comprometido a esas alturas con la extensión violenta del comunismo. También – todo hay que decirlo – con una visión de superioridad moral, propia de las Nomenklaturas comunistas, que, en su caso, no dudó en chapotear en el racismo más escandaloso. De los indígenas, escribiría que eran una “grey hedionda y piojosa” que “lanzaba un tufo potente, pero calentito”. Tampoco se contendría a la hora de afirmar que los campesinos bolivianos eran “como animalitos”. De los negros no dudaría en señalar que eran “magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño”, aserto cuando menos llamativo procediendo de él.
Refugiado en México tras la caída de Árbenz, Guevara conoció allí al cubano Fidel Castro y se unió al Movimiento 26 de Julio. Ya en esa época, algunos de sus compañeros comenzaron a contemplarlo con desagrado dado su nada oculto racismo.
El 2 de Diciembre de 1956, el grupo de revolucionarios desembarcó en playa Las Coloradas, al sur de la provincia de Oriente, cerca de Sierra Maestra. La operación fue una auténtica calamidad, pero Castro y un reducido grupo lograron sobrevivir e internarse en la sierra. La sumisión total a Castro derivó en que Guevara – que sufría constantes ataques de asma - fuera nombrado comandante por encima de otros guerrilleros con más méritos.
En esa época, Guevara formó un tándem con el actual dictador cubano que, entre otras finalidades, perseguía la de desalojar de posiciones relevantes a otros insurgentes cuyo aliento era mucho más democrático. Negras tinieblas caracterizaron aquellos tiempos en que Frank País fue delatado siguiendo instrucciones de Fidel Castro – lo que derivó en su muerte – o los revolucionarios santiagueros acabaron teniendo que integrarse con la guerrilla castrista de Sierra Maestra. Guevara no ocultaba que veía el modelo en los países del telón de acero – a los que denominaba de la cortina de hierro siguiendo un modismo muy propio de Hispanoamérica – lo que provocó la oposición de aquellos que, como René Ramos Latour, respondían que no le veían sentido a librarse “del nocivo dominio yanqui por medio del no menos nocivo dominio soviético’‘.
Para cuando la guerrilla iba a iniciar la invasión de las provincias occidentales, el mando militar estaba en manos de Guevara y de Camilo Cienfuegos. No deja de ser significativo que, en lugar de lo sostenido por el mito, el Che lograra avanzar mediante el inteligente recurso de sobornar a jefes corruptos de las fuerzas de Batista como el coronel Dueñas. A esas alturas, la reputación totalitaria de Guevara lo había precedido. Así, al llegar a la provincia de Las Villas, los guerrilleros anti-Batista se negaron a reconocer su mando y lo mismo sucedió con el Segundo Frente Nacional de El Escambray. Incluso el famoso episodio de la captura del tren blindado no es sino un mito ya que el mérito no correspondió a Guevara sino a los hombres del Directorio Revolucionario.
La huida de Batista y la toma del poder por Fidel Castro deparó a Guevara una inmensa capacidad para la represión que aprovechó hasta las heces. Designado jefe militar de la Fortaleza de La Cabaña, Guevara asesinó personalmente en su oficina, al teniente Castaño, Jefe del BRAC (Buro Represivo de Actividades Comunistas) y ordenó centenares de muertes documentadas. La sangre fría con que llevó a cabo los crímenes sólo encuentran parangón entre los chequistas más sanguinarios de la Unión soviética o de la guerra civil española y los comandantes de los campos de exterminio nazis.
En los años siguientes, Guevara desempeñaría funciones de presidente del Banco Nacional de Cuba y de ministro de Industrias. Sin embargo, su popularidad vendría relacionada con una propaganda que lo presentaba como el “hombre nuevo” del comunismo cubano y con sus propias afirmaciones en las que se jactaba de que seguiría fusilando sin piedad de manera indefinida o de que su intención era crear muchos Vietnams para destruir a los Estados Unidos. Incluso pasaría por España – donde hubo que abrirle en día de fiesta unos grandes almacenes para que pontificara delante de las cajeras – repitiendo sus soflamas.
Guevara nunca fue un genio militar y ni siquiera alcanzó la categoría de táctico discreto. Por mucho que escribiera un libro sobre la guerra de guerrillas, dejó constancia, vez tras vez de su incompetencia. Lejos de ser el Empecinado, Lawrence de Arabia o Chapáyev, no pasó de ser un fanático comunista, machista y racista sin el menor escrúpulo a la hora de derramar sangre. Fracasó en el Congo en su intento de apuntalar a una dictadura de izquierdas y lo mismo sucedió en Bolivia.
Se discutirá mucho tiempo si la expedición boliviana fue una idea de Fidel Castro para deshacerse de su cercanía. No es fácil saberlo. Sí está acreditado que a esas alturas los países de lo que él denominaba la Cortina de hierro lo contemplaban con creciente escepticismo. Como baza propagandística podía tener un cierto interés, pero en cualquier otro aspecto era una completa nulidad. La idea de intentar extender la revolución en Bolivia no era tan descabellada como se ha insistido no pocas veces. A decir verdad, Bolivia podía ser una buena base para inyectar la subversión en casi media docena de naciones. Cuestión aparte es lo que el Che daba de si que era muy poco. Enfrente no tenía un gran ejército, pero bastó la detención de su amigo, el compañero de viaje Regis Debray, para que toda la estrategia, si así puede llamarse, se viniera abajo. Como diría un alto jerarca militar, se decidió fusilarlo en la convicción de que “así aprenderán que no se puede venir a Bolivia a joder”. Murió así el sanguinario comunista y se reafirmó la leyenda.
October 8, 2017
¡También en Miami!
Las dos afirmaciones son tan serias y chocan de una manera tan frontal con el actual sistema que no resulta sorprendente la reacción de los poderes. La manifestación más multitudinaria fue la de Madrid del sábado, pero desde las televisiones se intentó silenciarla sin ningún rebozo. ¿Cómo se podía tolerar que se manifestaran centenares de miles de españoles sin que los pastoreara un partido político, sin que los políticos pudieran robar la foto, sin que alguien sacara rédito electoral? ¡Para colmo, hablaba Abascal que pertenece a un partido sobre el que se ha tendido un manto de silencio! Ni Telemadrid – que pagamos todos – ni RTVE – que ídem de lienzo – permitieron que los ciudadanos supieran la verdad. Por allí apareció solo un político del PP con cara de despistado y al que a saber si no afearán su conducta los compañeros de partido.
Cuestión aparte era la manifestación – también gigantesca – de Barcelona. Aquí ocultar lo sucedido era más complicado porque hablaba un premio Nobel como Vargas Llosa. Había, pues, que infiltrarla y manipularla. Casi nada de lo dicho por Vargas Llosa fue retransmitido. Luego habló José – o Josep – Borrell que es del PSOE y además poco puede hacer ya. Me pareció ver a Villarejo, fiscal que ascendió con la dictadura de Franco, se cubrió de gloria con la ley de memoria histórica y ahora habla de diálogo – si alguna vez me juzgan que el fiscal sea Villarejo, por favor, que pide que se dialogue con los delincuentes y no que se los castigue – y otros más. Incluso Cristina Cifuentes que no estuvo en la manifestación de Madrid se dio su paseíto por la de Barcelona. Por supuesto, TV3 que no tiene nada que envidiar a los medios creados por el doctor Goebbels intentó desprestigiar la manifestación diciendo que estaba Falange. Ni que decir tiene que a Villarejo le puede dar un tolozón como se entere…
Les voy a ser sinceros. Tengo la absoluta seguridad de que, como en 1813, las castas privilegiadas están a ver cómo roban al sufrido pueblo español los réditos de su noble reacción de esta semana. Lo adelanto aunque hablaré más de ello en el programa del lunes por la noche: Rajoy ya está cerdeando para entregar a los nacionalistas catalanes lo que quieran siempre que se queden formalmente en España. No hace falta decir que es una traición – que lo es – es que además va a significar la destrucción de la nación – que ya no lo será – y va a implicar mayor esclavitud de los españoles a manos de las oligarquías catalanas. Por supuesto, el resto también anda buscando como sacar tajada: la Conferencia episcopal a ver si puede repetir la ayuda que prestó a ZP en los acuerdos con los asesinos de ETA y se le paga como entonces, el mundo financiero a ver si exprime más los presupuestos, los partidos políticos a ver si transforman sus mentiras en votos, los medios en busca de recibir más publicidad vendiendo la consigna del “diálogo generoso” como han dicho los obispos, los de Podemos a ver si traen Venezuela a la península Ibérica… Todos a lo suyo. No esperen de ninguna de estas instancias nada bueno. Pero a lo que iba… también en Miami, hubo manifestación a favor de España.
Estaba convocada a las 12 del domingo delante del consulado español y quince minutos antes me encontraba yo en el lugar. Llevaba gafas oscuras, pero me dio lo mismo. Los presentes se me acercaban a darme las gracias, a decir que me veían en televisión, a recordar tiempos pasados y, muy especialmente, a pedirme permiso para hacerse fotos conmigo. Por supuesto, estoy encantado de que gente de todas las edades se fotografíe conmigo. Incluso, al cabo de un rato, decido tomarme yo alguna para dejar un testimonio gráfico que aparecerá, Dios mediante, en mi página de Facebook.
Los venidos son de todas partes: andaluces y gallegos, madrileños y valencianos, vascos y extremeños… No faltan los caribeños y los hispanoamericanos que se sienten españoles aunque en su pasaporte aparezcan como cubanos o venezolanos. Catalanes, los hay, pero pocos. No me sorprende porque más de uno y más de dos de los que se han asentado en Miami lo han hecho aprovechando las prebendas del nacionalismo de izquierdas o de derechas. Alguno incluso ha intentado en este lejano lugar causarme todo el daño posible. Por mi como si se afeita. En el mismo piso superior al consulado español ante el que estamos, hay una de esas embajadas catalanas que pagan todos los españoles.
Algunos de los presentes son conocidos – el alcalde de Miami, Tomás Regalado; Alfredo Fraile, Rocío Sañudo… - pero, en general, se trata de gente anónima que lleva banderas, que se ha puesto la camiseta de la selección y que está loca por gritar ¡Viva España!. No hace falta que diga que la improvisación es innegable; que uno ha puesto el megáfono y otro, la pancarta y que no queda nada claro que haya ningún orden, pero el entusiasmo corre a raudales. En realidad, todo se sustenta sobre el amor a España.
Una señora se me acerca para pedirme que diga unas palabras. Le respondo que estaría encantado, pero que no quiero interferir en lo que hagan los organizadores – si es que los hay… - se aparta frustrada, pero lo que le he dicho es la verdad. No es cuestión de llegar allí y soltar un speech por más que me lo pida el cuerpo.
Una señora mayor se coloca a mi lado y me da una botella de agua porque me ve hablando mucho – dice ella – se lo agradezco y sigo saludando gente. Por enésima vez, me da pena que no tenga letra el himno nacional – no es causalidad, simplemente no quieren que podamos cantarlo – y que la gente se limite a gritar “¡Yo soy español, español, español!” con la música de la canción rusa Kalinka o a corear el ¡Que viva España! Sí, Manolo Escobar, que en paz descanse, se ha convertido en referente musical de estos días de patria e ilusión.
Todos, absolutamente todos, los que hablan conmigo me cuentan su ilusión de que se encierre a los golpistas catalanes, se les arranquen todas las concesiones injustas que se han hecho en cuarenta años y se cierre de una vez esa cadena miserable de estafas que pesan sobre los españoles. Como razonan sensatamente, si Puigdemont y los suyos no responden ante la ley, ¿qué autoridad moral queda para exigir a la gente que no robe, que pague impuestos o que tribute al ayuntamiento? He de decir también que no se hacen muchas ilusiones con el gobierno de Rajoy. Muchos lo ven débil y no faltan los que lo consideran cobarde e incluso traidor. Pero hoy nadie grita contra el gobierno. Sólo corean “¡Puigdemont a prisión!” con verdadero ardor.
Reconozco que, cuando acaba todo, me queda un sabor agridulce. Por un lado, es estupendo disfrutar de este clima festivo y patriótico a tantos kilómetros de mi tierra natal. Incluso la improvisación tiene su gracia. Pero, a la vez, me digo que si paseara por mi Madrid junto con gente como la que hoy se acercaba con estimulante afecto también podría toparme con podemitas o con partidarios de los nacionalismos ya que, en la capital de España, frecuentan los mismos locales y comparten mesa y mantel. Aquí, puedo caminar tranquilo por las calles porque si alguien se me acerca es siempre para decirme que le gustan mis intervenciones en televisión mientras que en España, no he sabido lo que es ir sin guardaespaldas en más de una década. Y, sin embargo, a pesar de los pesares, aunque haya sentido en mis carnes lo que es tener enfrente a las oligarquías y al aparato del estado, aunque sé lo que se experimenta al ser traicionado o al ver cómo se venden aquellos en los que confiabas, aunque la soledad sea más común que la compañía, con todo y con eso, resulta imposible dejar de amar a España, de sufrirla, de sentir cómo duele en lo más hondo del alma aunque haya un océano por medio.
Sí, también en Miami, hemos sentido a España en el corazón aunque haya mucha agua – o aire - de través.
October 7, 2017
Pablo, el judío de Tarso (XLIII)
El resto de la segunda carta a los corintios se encuentra relacionada con aspectos más personales. Pablo vuelve a insistir en la alegría que le provoca el que se hayan zanjado los problemas que existían con los corintios (7, 1-16); vuelve a instar a los corintios para que participen en la ofrenda destinada a los santos de Jerusalén (8-9) y rememora las razones por las que su misión apostólica merece respeto y reconocimiento. Ciertamente, la relación que hace de sus padecimientos resulta impresionante y deja de manifiesto el coste que para Pablo implicaba su tarea apostólica, pero, quizá lo que más llama la atención, sea el reconocimiento de una carga que pesa sobre él a diario y es la de los miembros de las diferentes comunidades:
24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez me lapidaron; tres veces he naufragado; una noche y un día he estado perdido en alta mar; 26muchas veces, he realizado viajes a pie; he sufrido peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en la mar, peligros entre falsos hermanos; 27 con trabajo y fatiga, quedándome sin dormir muchas noches, pasando hambre y sed, sufriendo muchas veces ayunos, con frío y con desnudez; 28 Sin tener en cuenta otras cosas como la carga que soporto a diario, la preocupación por todas las iglesias. 29 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién tropieza sin que yo tenga fiebre?
(2 Corintios 11, 24-29)
Pablo incluso podría jactarse de experiencias que podríamos denominar místicas como la de haber sido arrebatado al tercer cielo (12, 1-5). Sin embargo, no lo hace. Por el contrario, reconoce humildemente como sufre de “un aguijón en la carne” del que no se ha visto libre hasta la fecha a pesar de que se lo ha pedido al Señor tres veces (12, 7-8). Pero incluso esa circunstancia que le causaba dolor no le hacía caer en el desánimo. Todo lo contrario. A su juicio le brindaba una magnífica oportunidad para ver el poder del mesías descansando en su debilidad (12, 9-10). Finalmente, la carta concluye con el anuncio de una tercera visita que el apóstol piensa realizar a Corinto (12, 13 ss).
Como sucede con Gálatas, y en menor medida con las epístolas a los tesalonicenses, las cartas enviadas a Corinto nos permiten ver a fondo el carácter humano de Pablo. Sacrificado, abnegado, convencido, entregado a la causa de la predicación del Evangelio, deseoso de encarnar las enseñanzas de Jesús, ni cedía lugar al orgullo espiritual ni tampoco caía en una frialdad distante. Pablo era un hombre que, a la vez, era consciente de sus enormes limitaciones personales y no por ello se retraía de la cercanía con sus hermanos. Hay que imaginarlo sometido a penalidades continuas, pero sin caer en la amargura o el resentimiento; enfrentándose con enormes dificultades personales, pero más bien inquieto por las dificultades que surgían en las comunidades establecidas por él; sufriendo privaciones sin cuento, pero empeñado en no recibir dinero de otros creyentes, en no serles una carga. Era un verdadero apóstol y cuando se compara ese perfil con el que ofrecen ahora muchos que pretenden serlo las conclusiones no son difíciles de alcanzar. Como él mismo señalaba al final de la última carta dirigida a los corintios, “la autoridad que el Señor me ha dado es para edificación y no para destrucción” (2 Corintios 13, 10). De ese ejemplo, los hermanos deberían derivar algunas conclusiones sencillas, las de “estar alegres, avanzar en la perfección, consolarse, ser de un mismo sentir y vivir en paz” porque, como diría Pablo, “el Dios de paz estará con vosotros” (2 Corintios 13, 11).
CONTINUARÁ
October 6, 2017
Open the Eyes of my Heart
Por supuesto, sus ojos pueden ver el plato que hay sobre la mesa, las llaves del auto o la cajetilla de cigarrillos, pero su visión espiritual es nula. Incluso los análisis más sofisticados se quedan cortos porque carecen de esa dimensión final que proporciona todas las claves.
De hecho, es imposible comprender los tiempos en que vivimos sin disponer de una visión que sólo puede dar Dios. Creo que esa es la razón por la que me gusta tanto esta canción. En ella, se suplica a Dios que abra los ojos, pero no los de la carne, sino los del corazón para poder contemplar la auténtica realidad, la que se escapa a la inmensa mayoría.
Cuando se llega a ver esa dimensión se comprende la inmensa santidad de Dios y nuestra insignificancia, la mezquindad de no pocas de las discusiones humanas y la altura del Señor y, por encima de todo, se ven las cosas como deben verse que no es, precisamente, como suelen decir los profesionales de la política, la economía o la religión.
Les dejo tres versiones de la canción. La primera es de Randy Travis que ha realizado hermosas versiones de música góspel e incluso compuesto temas más que notables. La segunda es del Oslo Gospel Choir, verdaderamente notable. Finalmente, les dejo una versión en español cantada por Marcos Barriento. Espero que las disfruten, pero también que le supliquen a Dios que les de Su visión. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí está Randy Travis
www.youtube.com/watch?v=IHZ9iuo1kRs
Y éste es el Oslo Gospel Choir
www.youtube.com/watch?v=TFxM0aD9wTs
Y una versión en español
Aristide, un artista, un descubrimiento
Unos meses antes, Juan Manuel Cao en cuyo extraordinario programa El espejo suelo recalar todas las semanas, me anunció que un conocido dibujante había enviado una caricatura cuyo protagonista era yo. A mi la caricatura me pareció divertida y en el mismo programa señalé que me gustaría contar con una copia. Cuál no sería mi alegría cuando el autor – el más que conocido Aristide – se puso en contacto conmigo y se ofreció a regalármela.
Durante semanas tuvimos que retrasar el encuentro. Debo decir que por mi culpa porque viajo mucho y encontrar un hueco entre viaje y viaje ocupándome además del programa diario de radio, de la aparición en medios y de lo que escribo no resulta tarea fácil. Finalmente, acordamos la cita para el sábado de la semana pasada. Coincidía con la visita con la que me honraba la presidenta de una universidad del sur de Estados Unidos que deseaba ofrecerme la posibilidad de dar algunos cursos en su institución. Con cierto atrevimiento, le comuniqué tanto a ella como a Aristide que nos reuniríamos todos.
El punto de encuentro fue el Versalles. Para los que no conozcan Miami quizá la referencia no significará mucho, para los que han pasado en serio por esta ciudad saben que no desmerece en relevancia al Café Gijón o a Lhardy en Madrid. Punto de encuentro del exilio cubano no es menos lugar de disfrute porque su café es de lo mejor que se puede encontrar al sur de la Florida y sus desayunos, croquetas, empanadas, bocadillos y repostería lo empujan a uno a recordar la España de la que se acuerda a diario. Si algún día acabaran incluyendo en su variada oferta los churros sería como verse transportado al Elíseo.
Allí llegué yo acompañado de mi amiga Misty Grant y allí esperamos unos minutos antes de que en la puerta se recortaran las siluetas de Aristide y de su mujer Rebeca Ulloa. Existía el problema no pequeño de que Misty no conoce el español, pero estoy convencido de que entre los movimientos de manos y de ojos de Aristide y lo que yo le traducía resumiendo lo esencial se enteró de casi todo.
Aristide me trajo mi caricatura. Estaba enmarcada, justo para colocarla en una estantería o encima de mi mesa de despacho. Me ofrecí a pagársela porque aborrezco que la gente trabaje gratis. Aristide se negó en redondo con unos gestos profundamente cubanos, pero que a mi me parecen hondamente españoles. Insistió en que para él era un verdadero placer obsequiármela. Se lo agradezco de todo corazón.
La historia de Aristide daría para una novela. Conoció personalmente a Chumi Chumez y a Gila, a Mingote y a tantos otros grandes del humor gráfico español. Tuvo un enorme éxito en la Cuba de la revolución hasta que se le ocurrió hacer un chiste – bastante inocente, dicho sea de paso – con el infalible comandante. El resultado fue que durante siete años no pudo ejercer su profesión. Para ganarse la vida, pasó por una fábrica, por una granja, por… No les encojo el alma contándolo, pero ya sé que muchos de ustedes se estarán diciendo que ni que viviera en Cataluña sin someterse al nacionalismo catalán o incluso en España según el trabajo al que te dediques. Hay diferencias, sin embargo. En España, es cierto que te pueden enviar a la inspección de Hacienda para que te quiebre, pero siempre queda la posibilidad de marcharse, algo más que difícil en Cuba. En España, también pueden dejarte sin trabajo si se empeñan en ello, pero, de nuevo, cabe la posibilidad del exilio. Más complicado resulta en España que te envíen a la cárcel – lo cual es una gran ventaja sobre el régimen cubano – y se pone muy cuesta arriba que te maten. No es imposible, lamentablemente, pero resulta mucho más complicado que bajo la dictadura castrista. Por otro lado, en España la miseria es algo excepcional mientras que en Cuba resulta trágicamente habitual.
Pero volvamos a lo nuestro. A Aristide lo tuvieron años sin publicar y, casi de repente, volvieron a permitir que regresara a su profesión. Quizá pensaron que había aprendido la lección y podía respirar. A veces pasa. Personalmente, yo creo que no olvidaré jamás esa reunión de editores en el que una erinia afirmó que “César Vidal no va a publicar un libro más en España hasta que aprenda la lección”. Dado que por esa fecha un conocido cardenal me había definido como “el más peligroso” (¿por qué y para quién?) las piezas comenzaban a encajar y ahí siguen encajadas sin dejar pasar una página. A Aristide lo restauraron en la gracia del régimen, pero ya no era igual.
El problema es que, al final, un artista sin libertad acaba sintiéndose como un pez sin agua. Simplemente, se ahoga. Aristide logró abandonar la cárcel caribeña en que se convirtió Cuba hace décadas y llegó, como millones, a los Estados Unidos.
- Cuando yo lo vi en el programa de Cao me dije: este español es todo un personaje – me dijo con una sonrisa que descorría su barba blanca y tupida. Misty asintió a la veracidad del aserto cuando se lo traduje. Ciertamente, da gusto estar con amigos que te quieren.
Charlamos durante horas de no poco de lo humano aunque escasamente de lo divino. Rebeca terciaba con comentarios atinados y de enjundia. Se la veía mujer culta y sabia. Yo sufría por Misty porque había realizado un viaje muy largo para encontrarse conmigo y allí la tenía yo sometida a ese diálogos entre españoles del Caribe y de la meseta. Misty demostró que es un ángel de exquisita educación y envidiable paciencia.
Muy a mi pesar me despido de Aristide y de Rebeca aunque nos comprometemos a volver a encontrarnos. Así será, Dios mediante, en el Versalles o en otro lugar de esta maravillosa ciudad.
October 5, 2017
Cataluña y Blanquerna
Concretamente, en estos días deben ingresar en el centro penitenciario para cumplir condenas que se acercan o superan, en la mayoría de los casos, los cuatro años de prisión. Se mire como se mire – y nadie va a negar que la alteración del orden debe penarse – la sentencia es muy rigurosa y a mi, personalmente, me recuerda ese principio del derecho romano que afirma que “summa iustititia, summa iniuria”, es decir, una justicia aplicada con un rigor excesivo acaba siendo una suma ofensa contra la misma justicia. Sin embargo, lo peor de este episodio es la terrible vara de medir que contemplamos. En Cataluña, ya son millares los que han pisoteado la legalidad, han desobedecido las resoluciones judiciales incluidas las del tribunal supremo, han pasado por alto las órdenes de las autoridades legítimas, han agredido a las fuerzas del orden público, han incurrido en conductas que sólo pueden calificarse como delitos de sedición y de rebelión y, sin embargo, ni han sido juzgadas, ni han sido condenadas ni existe el menor indicio de que vayan a resultar sancionadas por conductas mucho más graves que irrumpir en un centro cultural gritando que Cataluña es España. Quizá es que nuestras instituciones han terminado incorporando a su manera de comportarse aquel dicho cínico que afirmaba que un delito aislado es un crimen mientras que un delito cometido de manera masiva resulta simplemente una estadística. De ser así, no cabe la menor duda de que los jóvenes que gritaron la españolidad de Cataluña en un acto secesionista son peligrosos criminales mientras que los que atacan a la policía, pretenden desmembrar España, sueñan con liquidar el orden constitucional o se llevan la parte del león del FLA – porque Montoro se lo facilita, todo hay que decirlo – no pasan de ser una estadística. Quizá sea cierto, pero si hemos llegado a ese punto reconozcamos también que se trata de una estadística criminal y que, en España, muy pronto, se cumplirán las palabras de Thoreau que afirmaban que, en ocasiones, el lugar de la gente honrada está en la cárcel.
October 4, 2017
¿Qué pasa en Cataluña?
Ya esa siniestra circunstancia explica, por ejemplo, que se eche a la calle a la policía que está en hoteles de Cataluña y que indecentes alcaldes lo aplaudan sin que suceda nada. No pasa en ningún país del mundo, pero es que hay que reconocer que la incompetencia y la cobardía de Rajoy y de su gobierno es más que difícil de encontrar. La semana pasada, Pedro Tarquis reanudó las entrevistas semanales que mantenemos y el tema abordado fue precisamente el de Cataluña. Espero que les sea de utilidad el repaso que dimos al pasado y al presente sin excluir el futuro. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
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