César Vidal's Blog, page 19

February 3, 2018

This Little Light of Mine

La canción que traigo este sábado es un himno evangélico muy modesto, tanto que en muchos casos se ha limitado su canto a niños de la escuela dominical. Sin embargo, en sus líneas sencillas se percibe esa realidad que enseñó Jesús de que hay que ser un niño para entrar en el Reino así como otra afirmación de enorme relevancia.

Es posible que la luz que tengamos sea pequeña y, en realidad, cuesta creer que no sea así, pero, a pesar de nuestra diminuta pequeñez, debemos hacer que brille. Aquellos que seguimos de corazón a Jesús como mesías tenemos como misión ser luz en medio del mundo y esa luz no se oculta sino que debe difundir su luminosidad (Mateo 5: 14-16).



Si algo que he tenido claro desde mi conversión es que mi luz era reducida, incluso minúscula, pero sólo tenía algún valor si se arrojaba sobre la vida de otros. No temo a las consecuencias porque sí temo no tener la oportunidad de poder lanzar esa luz sobre esa misma persona una vez más. No temo a las consecuencias porque esa luz no es mía sino que sólo refleja pobremente la de Jesús que es la Luz del mundo (Juan 8: 12). No temo a las consecuencias porque sé que es mi misión en este mundo y también la raíz de cualquier recompensa que pueda recibir en el otro. En estos momentos, en que sigue estando en el alero si La Voz se podrá seguir escuchando el año que viene o habrá sido su última temporada, yo sé que tanto si es que sí como si es que no, la pequeña luz que llevo conmigo seguirá brillando. Por eso, siempre me emociona esta canción y es que es un privilegio, una alegría y una bendición hacer brillar la luz por pequeña que sea.



Les incluyo tres versiones de esta canción. La primera está entonada por un coro infantil, la segunda por el Soweto Gospel Choir y la tercera por un coro evangélico negro. Disfrútenlas y si tienen algo de luz en su interior… déjenla brillar. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!





Ésta es la versión entonada por el coro de niños



www.youtube.com/watch?v=QCN893hzueQ





Ésta es la entonada por el Soweto Gospel Choir



www.youtube.com/watch?v=1yUK0S_cEXY





Y ésta es una hermosa versión Gospel





www.youtube.com/watch?v=Xx3nTsFJEQE

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Published on February 03, 2018 00:43

February 2, 2018

Piñero, piñas y piñones

Sucedió a inicios de la última década del siglo pasado. Una profesora titular de una muy importante universidad española me refirió el peculiar caso protagonizado por dos colegas. Un docente aprovechaba los congresos profesionales para invitar a compañeras a subir a su habitación de hotel con el pretexto de mostrarles documentación histórica.

Una vez que la fémina había tomado asiento, el profesor espetaba a la invitada de turno: “Oye, ¿te parece bien si hacemos ahora el amor?”. La relatora del episodio no había sufrido en carnes propias el acercamiento del deplorable personaje, pero había tenido ocasión de oírselo referir a una de las víctimas que había abandonado la habitación más que a paso.



Naturalmente, pregunté si iban a hacer algo al respecto más allá de lo que ya hacían, es decir, publicar la anécdota por despachos y pasillos. La profesora que me había referido las andanzas del torpe y rijoso profesor rechazó semejante eventualidad con energía. Tal y como ella razonaba, el protagonista había sido sacerdote en el pasado, había colgado los hábitos, se había casado y tenido hijos, se había divorciado y, al parecer, esa sucesión de desdichas psicológicas podía haberle arrastrado a tan torpes vías para buscar sexo. Que se supiera, argumentó, no le iba a hacer ningún bien. Lo mismo pensaban las otras profesoras. Ya tenía bastante desgracia el personaje como para que además se supiera lo que hacía fuera del estrecho círculo en que se refería lo acontecido.



Piñero en busca de piñas, estoy convencido de que el repugnante personajillo debió jalarse pocos piñones. Con todo, su conducta, se mire como se mire, podía resultar quizá no delictiva, pero sí bastante despreciable.



Mientras tanto los años han ido pasando y, como suele suceder no pocas veces, el tiempo ha ido colocando en su sitio a todos. El perseguidor de colegas ha ido dejando con el paso de las décadas su verdadera categoría al descubierto. Repetidor de una disparatada teoría histórica fraguada en los años sesenta por un británico, mediocre filólogo empeñado en fungir de historiador, ansioso de tener una notoriedad que siempre lo ha rehuído, frustrado posiblemente en todo o casi todo, hoy en día, debe andar más cerca de despojo que de humano. Sigue siendo tan soberbio – quizá más – que cuando pretendía acostarse con sus compañeras y algunos indocumentados le conceden cierta entidad, pero la realidad es la que es. Personalmente, hace años en que escuché a la primera figura nacional en el área histórica en que se metió el desdichado mequetrefe calificarlo como “gilipollas”. Disculpen que repita la grosería, pero creo que dice mucho de la verdadera calidad de un sujeto sin alumnos que no ha escrito una sola página original en décadas.





Su patética historia me ha venido a la mente al observar la moda de denunciar abusos que se perpetraron hace décadas, que nadie denunció en su día y que ahora resurgen de algo tan poco sólido y fidedigno como es la humana memoria de la que ya sabemos que los recuerdos se acercan más a una interpretación acomodaticia que a un acta notarial. A un cuarto de siglo de distancia, me pregunto si realmente merecería la pena revelar el nombre de este tipo y con él los de aquellas que, para detenerlo, se valieron de un simple sofión, un recuerdo a su madre o un portazo. Quizá es lo que se merece porque dejaría de manifiesto su verdadera catadura moral y humana. Pero ¿merecería la pena actuar así con un personaje al que no hace caso nadie que sepa algo y que, últimamente, para ser escuchado necesita que lo inviten grupos de espiritistas? Sinceramente, no lo sé.

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Published on February 02, 2018 00:24

February 1, 2018

¿Ciudadanos… o el frío?

Hace unos días, poco antes de salir hacia China, estuve hablando con una excelente amiga de Madrid. Persona extraordinariamente preparada, con experiencia impecable en el terreno profesional, me confesó que, en estos días en que el calentamiento global está congelando España, tiene que elegir entre encender la calefacción o comer.

Había optado por la segunda opción. Totalmente apesadumbrado por lo que acababa de contarme, me apresuré a llamar a otra amiga – ésta tiene un título de ingeniería y también es una excelente profesional – para compartir con ella las tristes cuitas de la persona con la que acababa de hablar. Con una sonrisa amarga, desplazó la pantalla de Skype y me mostró cómo aguantaba en el interior de su casa gracias a un par de jerseys y una manta que le envolvía las piernas. La primera persona está cerca de la edad de una miserable jubilación; la segunda se encuentra a mediados de la década de los cincuenta y padece una minusvalía que el actual gobierno va dilatando el reconocer porque hay dinero público para los golpistas catalanes y la secta de la ideología de género, pero no para la gente necesitada.



Me consta que la situación de estas dos personas es la de millones de españoles. Por eso precisamente me llama la atención cómo en las últimas semanas no pocos se dedican a anunciar un cercano descalabro del PP atribuyéndolo a la trayectoria brillante de Ciudadanos. Que Ciudadanos ha sabido manejar la inacabada crisis catalana mejor que Rajoy es cuestión sobre la que no abrigo dudas, pero el desgaste del PP no se encuentra en Albert Rivera sino en sus propias decisiones. Desde su llegada al poder, no ha dejado de subir los impuestos, de endeudar a la nación y de practicar una política tributaria que ha empobrecido gravemente a millones de españoles. Esa Agencia tributaria que pierde más del cincuenta y uno por ciento de las causas que llegan a los tribunales y frente a la cual va a defender a Ronaldo nada menos que el despacho que en su día fundó Montoro ha llevado a la miseria más terrible y literal a ejércitos de contribuyentes. A fin de cuentas, es el instrumento para obtener los recursos destinados a unas administraciones públicas que han gastado más con Rajoy y con Montoro que con cualquier gobierno anterior. Tras las macrocifras maquilladas, el PP ya sólo tiene un respaldo mayoritario – y tampoco espectacular – entre los jubilados que esperan cobrar su pensión, esa pensión de la que viven no pocos parientes desempleados y que ha ido perdido poder adquisitivo de manera inexorable. Porque la crisis del PP no deriva de Ciudadanos sino de los millones de españoles arruinados en los últimos cinco años, esos que tienen que escoger entre tiritar en casa por el frío o no comer.

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Published on February 01, 2018 01:06

January 31, 2018

El general De la Róvere

Una de las preguntas más relevantes que pueden formularse es aquella que pretende saber si puede un ser humano cambiar radicalmente de rumbo y asumir al final de su vida una conducta que no sólo desmiente la de la existencia previa si no que además la mejora y la sublima.

La respuesta normal a esa pregunta es, por regla general, negativa. Las personas son como son – nunca mejor dicho – y si acaso en momentos críticos afloran algunos de los aspectos más ocultos que, precisamente por eso, no suelen resultar los más positivos. De hecho, lo cierto es que el estúpido, el holgazán o el ladrón en determinadas situaciones aparecen todavía peor que de costumbre, pero porque, en realidad, siempre fueron así. En su día, fue, por ejemplo, un terrorista y luego no cambia su corazón aunque, eso sí, llegue al baboseo más irracional en la defensa de lo contrario a lo que defendió en su momento. No se trata, a fin de cuentas, de cambiarse de etiqueta sino de corazón y, en esos casos, se percibe que la soberbia, la codicia, la ignorancia siguen intocadas e intocables. ¡Ay, el cambio es más que improbable salvo que antes…!



Partiendo de esa realidad difícil de refutar, Indro Montanelli relató la historia de un estafador, embustero y aprovechado que, en el marco de la Génova ocupada durante la segunda guerra mundial, decidió asumir una personalidad falsa por puro interés, pero, bajo su nuevo nombre, se trasmutó redimiéndose.



Me encontré por primera vez con este relato – que Montanelli afirma que se corresponde con un hecho real, pero de tal manera que hace pensar que también podría tratarse de una leyenda urbana – viendo la extraordinaria película de Roberto Rosellini del mismo nombre. A mi que no soy en absoluto un entusiasta del cine italiano, la cinta me pareció impresionante y cada vez que he vuelto a contemplarla he tenido la innegable sensación de encontrarme ante una obra maestra en su fuerza y en su sencillez. Vittorio de Sica será, por otra parte, siempre De la Róvere para mi y no se me ocurre quien hubiera podido encarnar mejor al estafador de la época de la ocupación.





Nadie podría negar que el personaje en cuestión es charlatán, amoral, cuentista, miserable a fin de cuentas. Sin embargo, junto a esas nada admirables características, lo cierto es que De la Róvere es también un ser provisto de una cuerda ética que se verá pulsada cuando, en medio de la sordidez de la supervivencia bélica cotidiana, tenga que enfrentarse con una prueba que va más allá del no irse a la cama con el estómago vacío. Enfrentado con una situación en la que cualquiera de los pícaros como él habría intentado confundirse con el sórdido paisaje, De la Róvere decide representar un papel – nunca mejor dicho – que rezuma un valor y una dignidad absolutamente insospechables. Ante la peor situación, el farsante no se comporta como el cobarde miserable que, supuestamente, es sino como una persona valiente e íntegra. Quizá eso es lo que convierte en especialmente sugestiva la obra de Montanelli cada vez que volvemos a ella. Es como si en sus breves páginas, el brillante florentino nos estuviera anunciando que, incluso en el corazón entenebrecido de los seres más encanallados, no puede descartarse que brille un día admirable y casi cegadora, la luz de la redención personal.

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Published on January 31, 2018 01:01

January 30, 2018

Entrevista en Radio Donosti

Todas las semanas , recibo invitaciones para entrevistas en distintos países del globo. Soy muy selectivo a la hora de concederlas por las mismas razones que señalaba ayer. Mi tiempo tiene un valor y además soporto cada vez menos a cretinos e ignorantes. En ocasiones, sin embargo, me arriesgo.

Fue lo que sucedió – justo antes de partir a China – con esta entrevista para Radio Donosti. Hablamos de infinidad de cuestiones y mi joven interlocutor, al que no conocía, me causó muy buena impresión. Espero que la disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!



Y aquí está la entrevista







https://youtu.be/i8EY0o533JY

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Published on January 30, 2018 00:25

January 29, 2018

Quinientos años de la Reforma

Va pasando el tiempo y, poco a poco, me llegan videos de las conferencias que pronuncié el año pasado. La de hoy – que me enviaron a finales de la semana pasada justo cuando acababa de regresar de China – se pronunció en la universidad más prestigiosa de Guatemala, la famosa Marroquín o, más popularmente, la Marro.

Ciertamente, el año pasado – quinto centenario de la Reforma – fue uno de los temas que más me pidieron que abordara. Históricamente, es un tema más que desconocido en España y, algo menos, en Hispanoamérica, pero que explica la situación en la que nos hemos encontrado durante siglos. Este año, Dios mediante, espero publicar mi libro sobre La mujer y la Reforma que constituirá un aporte no sólo histórico sino de reflexión de nuestra realidad.



Muy ocasionalmente, aparece algún ignorante que pretende discutir el océano de datos, pero sólo consigue hacer el ridículo salvo para la peña que nunca permitirá que la Historia los aparte de su fanatismo. Es como la gente que siempre va a votar a Rajoy o a Podemos. Pretender que utilicen la razón no es tarea fácil. Como puede entender cualquiera, en esas ocasiones, yo no desperdicio mi valioso tiempo con el cretino de turno. No está en mi agenda responder a antiguos terroristas, a agentes dobles de la policía política de Franco ni, por encima de todo, a ignorantes. A la correcta administración de mi tiempo se une otra razón humanitaria. Que un adulto golpee salvajemente a un niño es un acto que nos causa horror. Pues bien, volver a machacar dialécticamente con un diluvio de datos a alguien de ignorancia casi enciclopédica – pocas cosas que haya en una enciclopedia no son ignoradas por él – no me parece adecuado y más cuando además conozco de primera mano el engreimiento, la mala educación y el peseterismo del personaje. Durante décadas, he conocido a bastante gente que se ha aprovechado de mi trabajo no pagándolo o robándome parte de su fruto. En la medida de lo posible, intentaré evitar semejantes conductas en el futuro. Si el indocumentado – e intitulado - quiere promocionarse en su mortecina trayectoria me parece bien, pero que se pague a una agencia publicitaria y no pretenda hacerlo a mi costa.



Pero no nos distraigamos. Ya se pierde el tiempo con suficientes miserables como para añadir otro a la lista. Atendamos a los que desean aprender, pero no desperdiciemos ni un instante con los que sólo buscan su beneficio. Aquí les dejo la conferencia. Espero que la disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!







Aquí está el video

https://newmedia.ufm.edu/video/a-500-años-de-la-reforma-protestante/

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Published on January 29, 2018 00:56

January 28, 2018

Pablo, el judío de Tarso (LXVIII)

DE CESAREA A ROMA (IV): El viaje hacia Roma (I) [2]

Se ha comentado en alguna ocasión la posibilidad de que Pablo se equivocara al apelar a César. De hecho, no había recurrido a esa posibilidad cuando había comparecido ante Félix dos años antes. Lo cierto, sin embargo, es que su decisión estaba cargada de razones. En la época de Félix era obvio que el gobernador romano sabía que era inocente y sólo cabía esperar que lo dejara en libertad. No era necesario, por lo tanto, apelar. Félix se había dejado llevar al final más por su corrupción que por otras consideraciones, pero no se puede decir que Pablo hubiera actuado incorrectamente. Con Festo, sin embargo, la situación había cambiado. Deseoso de congraciarse con los judíos, estaba dispuesto a llevar a Pablo de vuelta a Jerusalén lo que implicaba, había que ser muy ciego para no verlo, un peligro real para su existencia. La única salida consistía en apelar al césar para salvarse de esa eventualidad. Por otro lado, a Pablo no debió escapársele que una apelación al césar le permitiría salir del punto muerto en que se encontraba y encaminarle a la Roma que deseaba llegar desde hacía años.



Dado que Pablo era un preso, Festo lo encomendó, en compañía de otros detenidos, a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta, para que lo custodiara. Todo hace pensar que Julio era un miembro del cuerpo de frumentarii, un cuerpo de centuriones que servía como oficiales de enlace entre los ejércitos destacados en provincias y Roma. Aunque su tarea fundamental, como su propio nombre indica, era la de asegurar el abastecimiento de grano (frumentum), ocasionalmente podían vigilar el traslado de presos a la capital. El principal granero de Roma era Egipto y en un barco que llevaba ese tipo de carga se realizó la mayor parte del trayecto de Pablo.



El apóstol iba a acompañado por Lucas – que narra esta parte del libro de los Hechos de los apóstoles en lógica primera persona – y por Aristarco, un creyente de Tesalónica (Hechos 27, 2). Subieron a bordo de una nave de Adrumeto que debía navegar por Asia y al día siguiente llegaron a Sidón. En este puerto, Julio permitió que Pablo descendiera a tierra para encontrarse con algunos conocidos.



Desde Sidón, navegaron a sotavento de Chipre porque los vientos eran contrarios y pasando frente a Cilicia y Panfilia, llegaron a Mira, una ciudad de Licia (Hechos 27, 4-5). Fue precisamente en este puerto, donde hicieron transbordo a una nave que venía de Alejandría, en Egipto, cuyo rumbo era Italia. Se trataba, sin duda, de una de las típicas embarcaciones de transporte de trigo a las que ya nos hemos referido con anterioridad. A partir de ese momento, la navegación se hizo muy lenta y difícil porque tenían en contra un fuerte viento del noroeste. No se detuvieron así en el puerto de Cnido, en el promontorio cario de Triopio, sino que navegaron a sotavento de Creta, frente a Salmón. Con no poca dificultad bordearon este enclave y llegaron a un abrigo conocido como Kaloi Limenes o Buenos puertos, donde echaron el ancla y esperaron a que cambiara el viento. A tan sólo dos millas al oeste se hallaba el cabo Matala, pasado el cual la costa sur de Creta gira hacia el norte privando ya de protección frente al viento del noroeste.



El tiempo no se presentaba de manera halagüeña lo que acabó determinando que se celebrara una reunión para determinar que había que hacer. Pablo fue invitado a ella muy posiblemente porque era un hombre con experiencia de mar. Según menciona la fuente lucana (Hechos 27, 9), a esas alturas ya había pasado el ayuno, es decir, el Yom Kippur o día de la expiación judío que en ese año 57 cayó el 5 de octubre. Las posibilidades, por lo tanto, de acabar el viaje antes del invierno eran nulas. No sólo eso. En realidad, ya había comenzado lo que Vegetio consideraba la estación peligrosa para navegar . Pablo abogó por esperar a que concluyera el invierno aprovechando el cobijo de aquel puerto. Además, en sus cercanías se encontraba una población llamada Lasea donde podría encontrar alojamiento el pasaje. Si, por el contrario, proseguía el viaje sería “con perjuicio y mucho daño, no sólo de la carga y de la nave, sino también de nuestras personas” (Hechos 27, 10).



La opinión de Pablo chocaba con la del piloto y el propietario de la nave que eran partidarios de alcanzar el puerto de Fénix o Fenice (la actual Fineka) que se encontraba a unos sesenta kilómetros al oeste de Cabo Matala. De manera bastante comprensible, el centurión Julio apoyó la posición de los profesionales y cuando comenzó a soplar una brisa del sur, levaron anclas y comenzaron a costear Creta. Apenas habían pasado el cabo Matala cuando el viento cambió y se enfrentaron con uno huracanado denominado Euroclidón o euroaquilón, que hoy recibe el nombre de gregale. Así la nave se vio alejada del monte Ida y empujada a mar abierto. Sin embargo, dado que era imposible poner proa al viento, la única salida que tenían los marineros era dejarse llevar por él. Así, corrieron a sotavento de una isla pequeña llamada Clauda donde pudieron recoger el esquife.



La situación resultaba enormemente peligrosa porque este viento no pocas veces arrastraba a las naves hasta la Sirte, las arenas movedizas situadas al oeste de Cirene. Los marineros optaron, por lo tanto, por arriar las velas y quedar a la deriva. Lamentablemente, la tempestad no desapareció y, al día siguiente, hubo que arrojar por la borda la carga que llevaba la nave por miedo a que ésta zozobrara. Sirvió de poco porque el mal tiempo continuó. Al tercer día, los marineros y el pasaje procedieron a lanzar al mar incluso los aparejos de la nave.



Durante varios días, la tormenta tapó el cielo impidiendo que los navegantes pudieran ver el cielo, contemplar el sol y la luna, y guiarse por las estrellas. No podían fijar un rumbo de navegación, pero tampoco saber cómo transcurría el tiempo. Por otro lado, es de suponer que el casco de la nave comenzara a acusar una presión tan continuada. No resulta extraño que, como indica la fuente lucana, “se hubiera perdido toda esperanza de salvarnos” (Hechos 27, 20). En esas circunstancias, Pablo intervino para recordar que hubiera sido mejor permanecer en Creta como había señalado él, pero ahora no era el momento de lamentarse, sino de animarse. Esa noche había recibido la visita de un ángel de Dios que le había comunicado que la nave se perdería, pero que no habría que lamentar muertes. No debían temer porque, según le había comunicado el enviado de Dios, “es preciso que comparezcas ante César; y, mira, Dios te ha dado a todos los que navegan contigo” (Hechos 27, 24). Ahora, prosiguió el apóstol, lo urgente era dar con alguna isla.



CONTINUARÁ







Dión Casio, Historia, II, 19.



A pesar del paso del tiempo, permanece insuperada la obra de J. Smith, The Voyage and Shipwreck of St. Paul, Londres, 1880.



En ese mismo sentido, T. Mommsen, Gesammelte Schriften, VI, Berlín, 1910, pp. 546 ss y W. M. Ramsay, St. Paul the Traveller and the Roman Citizen, Londres, 1920, pp. 315, 348.



Vegetio, De re militari, IV, 39, señala que comenzaba el 14 de septiembre y concluía el 11 de noviembre.

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Published on January 28, 2018 00:55

January 27, 2018

Love of God

Si algo caracteriza la predicación del cristianismo primitivo es su afirmación de que Dios no tiene sino que es amor (I Juan 4: 8).

Ese amor no emana de un dios-papá Noel que tolera cualquier acción de los seres humanos. Semejante visión empequeñece ridículamente el mensaje del evangelio. Igualmente los que creen que la salvación deriva de los propios méritos o de las propias obras no pueden entender ni lejanamente a cabalidad el amor de Dios. Ésta es posible sólo por pura gracia, no por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2: 8-9). Y es que el amor de Dios fue muy costoso y, a la vez, justo porque Dios jamás renuncia a la justicia como si fuera un abuelito estúpidamente benevolente. Dios no podía pasar por alto nuestros pecados y, de hecho, Su amor se manifiesta en que cuando éramos Sus enemigos envió a Su Hijo Jesús a morir en sacrificio expiatorio por el pecado (Romanos 5: 8-11). Fue el mesías el que pagó con su sangre la salvación. Como enseña la Biblia, somos justificados por la fe no porque la fe sea una especie de obra – sólo un ignorante puede realizar esa afirmación – sino por que la fe es la vía por la que recibimos el sacrificio del mesías en la cruz y así somos justificados por la justicia de Jesús (Romanos 5: 1).



Escuché esta canción por primera vez al poco de convertirme. Aparte de su música dulce, casi acariciadora, su letra me llegó al corazón. El amor de Dios es, ciertamente, imposible de describir en toda su hondura y en no escasa medida resulta incomprensible salvo para aquellos que creen – bastante disparatadamente – comprenderlo ya que piensan que tiene que ser complementado por nuestros méritos o que es el propio de un Santa Claus tontilón. No es así y, de hecho, su inmensa grandeza aparece en la cruz y, ciertamente, como dice la canción que traigo hoy si todos los hombres fueran escritores, y cada hoja fuera un pincel y todo el mar estuviera formado por tinta… ni aún así lograrían describir todo el amor de Dios.



Se trata de una canción evangélica muy popular que, lógicamente, se ha traducido a numerosas lenguas. Yo les traigo dos versiones distintas entonadas en el programa de los Gaither, una musical y otra, finalmente, en español. Espero que las disfruten y, sobre todo, que mediten sobre tan sublime mensaje. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!





Primera versión en el programa de los Gaither



www.youtube.com/watch?v=k6B_jYtjvME





Segunda versión en el programa de los Gaither



www.youtube.com/watch?v=NqbqjX2KRyY





Versión musical de solo de violín



www.youtube.com/watch?v=FpIr42bXGgA





Una versión en español





www.youtube.com/watch?v=R29Rvj6ZH_8

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Published on January 27, 2018 03:23

January 25, 2018

En el espejo

Como ustedes saben casi todas las semanas recalo en el programa El espejo que tan bien dirige el periodista cubano-americano Cao. No siempre les traigo el programa, pero éste me pareció especialmente interesante y aquí se lo dejo.

Espero que los disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!



http://www.americateve.com/programas/el-espejo-94/emision/el-espejo-1418-251286

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Published on January 25, 2018 23:30

January 24, 2018

La familia como factor de cohesión

Hace unas semanas, les comentaba mi paso por la República Dominicana. Uno de sus momentos más relevantes tuvo lugar durante el congreso de EDUCA en el que desarrollé una ponencia en una plenaria y otra en un taller.

Finalmente, me ha llegado la grabación de mis palabras en la plenaria. Tendrán ocasión de ver hasta qué punto la recepción fue más que entusiasta. Espero que la disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!



Y aquí va la breve ponencia





www.youtube.com/watch?v=0vR5CqOk1ls

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Published on January 24, 2018 23:15

César Vidal's Blog

César Vidal
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