César Vidal's Blog, page 104

September 20, 2015

De la destrucción del Templo al Concilio de Jamnia (II)

LOS PRIMEROS CRISTIANOS:

DE LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO (70 D. J.C.) AL CONCILIO DE JAMNIA (C. 80-90 D. J.C.) (II)

La reacción contra los judeo-cristianos y la birkat ha-minim



Igual que el fariseísmo triunfante en Jamnia había eliminado de la vida espiritual de la nación a saduceos y fariseos que no compartían su punto de vista, no tardó mucho tiempo en dirigir su mirada hacia los judeo-cristianos. Éstos no sólo habían sobrevivido a la guerra con Roma sino que, además, en poco tiempo se alzaron como la única alternativa dentro del judaísmo a los sabios de Jamnia. La reacción farisaica contra ellos se desarrolló a lo largo de un período que concluiría hacia los años 80-90 d. J.C. con la birkat haminim, pero que, en los siglos posteriores, continuaría de manera sostenida. Sus raíces podrían retrotraerse con facilidad al enfrentamiento de las autoridades judías con Jesús y a las relaciones del judeo-cristianismo con las mismas. Es muy posible que tal enfrentamiento se desarrollara de manera generalmente espontánea y que, salvo el caso de la birkat ha-minim, no surgiera tanto de decisiones meditadas largamente como de la suma cotidiana de polémicas teológicas entre las dos partes. Tal choque alteraría de manera decisiva, como veremos, no sólo el futuro del judaísmo —que ya sería distinto del existente durante el período del Segundo Templo— sino también el del cristianismo.Las modificaciones operadas en el judaísmo por parte de los sabios a fin de enfrentarse con el judeo-cristianismo y terminar por expulsarlo del seno de la nación pueden agruparse en cinco áreas concretas.





1. Exclusión de la sinagoga



El deseo de monopolizar la vida espiritual de Israel pronto llevó a los sabios de Jamnia a intentar arrojar a los judeo-cristianos de la sinagoga. Ésta era considerada por los judíos que creían en Jesús como casa propia y sus cultos como parte natural de su fe. La presencia del judeo-cristianismo —que era contemplado como un cuerpo extraño por los rabinos y que se presentaba además como la única oposición articulada dentro del pueblo judío a su teología— debía ser eliminada y con tal fin se concibió quizá el ataque más directo que, hasta entonces, había tenido lugar en el seno del judaísmo contra el judeo-cristianismo. Nos estamos refiriendo a la denominada birkat ha-minim o «bendición de los minim».



Esta forma parte de las dieciocho decisiones esenciales que, según la Misná (Shab. 1, 4), fueron tomadas por los sabios el día en que R. Eleazar ben Azaria fue designado como príncipe. Según el Talmud de Jerusalén (Ber. 1, 7, 3b), el entorno en que se adoptaron las mencionadas decisiones fue no sólo de tensión sino incluso de violencia física.



Los discípulos de Shammay golpearon a aquellos que se oponían a sus puntos de vista e incluso recurrieron a las armas blancas. El Talmud de Babilonia (Shab. 17a) no refiere todos estos detalles, pero señala que este día fue tan desgraciado como aquel otro en que se forjó el becerro de oro. Según la fuente talmúdica referida, en ese día se pudo ver a Hillel humildemente sentado, como un discípulo, delante de Shammay.



En su mayor parte, las dieciocho decisiones son disposiciones relacionadas con la pureza e impureza rituales pero incluyen también la bendición de los minim o birkat ha-minim. Con todo, para la época en que discurre el episodio antes señalado, la bendición «contra» los minim ya contaba con décadas de existencia. Su origen se encuentra en el mismo siglo I, ya que bajo R. Gamaliel (75-c. 102 d. J.C.) se había ya insertado en la oración conocida como Shemoné Esré. El texto de esta bendición, tal y como lo reproduce la Genizah del Cairo, es el siguiente:





Que los apóstatas no tengan esperanza y que el reino de la maldad sea desarraigado en nuestros días. Que los notsrim (nazarenos) y los minim desaparezcan en un abrir y cerrar de ojos. Que sean borrados del libro de los vivos y no sean inscritos con los justos. Bendito seas tú, Adonai, que abates a los orgullosos.





La «bendición» (una maldición, en realidad) iba pues dirigida contra los judíos que colaboraron con Roma (los apóstatas), contra el Imperio romano (el reino de la maldad) y contra los judeo- cristianos (notsrim y minim).



El tratado Ber. 28b, 29 a indica cómo la institución tuvo su origen en Jamnia y cómo pretendía desarraigar del seno del judaísmo a los judeo-cristianos:





Las dieciocho bendiciones son, de hecho, diecinueve. R. Leví dijo: «La bendición contra los minim fue ordenada en Jamnia…» Nuestros maestros nos enseñaron: Simón el Algodonerocompuso las dieciocho bendiciones en Jamnia en el orden tradicional, en presencia de R. Gamaliel. R. Gamaliel dijo a los sabios: «¿Hay alguien que sea capaz de componer una bendición contra los minim?». Entonces se levantó Samuel el Pequeño y lo hizo. Al año siguiente olvidó la bendición y tuvo que pensar durante dos o tres horas sin que se le ordenara retirarse. ¿Por qué no se le ordenó retirarse? R. Judá b. Ezequiel dice en nombre de R. Abba Areka: «Al que se equivoca en una bendición, no se le exige que vuelva a empezar la oración, salvo que se trate de la bendición contra los minim.» Se teme que lo haya hecho a propósito, por ser él mismo un min.





El pasaje nos señala que las dieciocho bendiciones fueron dispuestas en su orden por Simón el Algodonero, en Jamnia, en presencia de R. Gamaliel. Este Gamaliel es, obviamente, Gamaliel II que fue nasi. Samuel el Pequeño es, según el pasaje, el autor de la bendición, aunque quizá se limitara a adaptar alguna fórmula anterior relacionada con los minim. En cualquier caso, la misma hizo fortuna.



El incidente aparece sólo contenido en la Guemará babilónica, donde es citado como una baraita. La Misná no recoge expresamente la bendición y en la Toseftá se menciona indirectamente (Ber. 3, 25). Una discusión similar se encuentra en la Guemará palestinense (Ber. 4, 3). El relato tiene todo el aspecto de reflejar un suceso histórico y, gracias a la mención que hace de Samuel el Pequeño, nos permite intentar situarlo en el tiempo. La muerte de Samuel el Pequeño —forzoso término ad quem de la redacción de la fórmula— es mencionada repetidamente en el Talmud y Midrash (Tos., Sot. 13, 4; TalPal Sot 24 b; TalBab, Sot. 48b; TB Sanh. 11a) y se la relaciona con unos tales Simón e Ismael, una referencia clara a Simón ben Gamaliel e Ismael ben Eliseo, ejecutados tras la captura de Jerusalén en el 70 d. J.C. (Abot de R. Nathan 38). Por otro lado, debía de ser un hombre anciano en la época de Gamaliel II y eso explicaría que un año después de idear la bendición contra los minim la olvidara sin que se le tachara por ello de ser un «min». Dado que Samuel el Pequeño es asociado con Hillel —que murió hacia el 4 d. J.C.— y que pudo ser su discípulo, su edad superaría los noventa años cuando Gamaliel comenzó a presidir en Jamnia. Su muerte y la redacción de la fórmula contra los minim debería, pues, rondar la fecha del 80 d. J.C.



La bendición era un golpe dirigido al corazón de las relaciones entre el judeo-cristianismo y el resto del pueblo judío. Obligados a maldecirse a sí mismos en la oración que todo judío recitaba tres veces al día, los judeo-cristianos sólo podían o apostatar de su fe en Jesús o aceptar la expulsión de las sinagogas. Puede ser que, como ha señalado algún autor, se tratara de un mero asunto de disciplina interna dentro del judaísmo, pero eso no puede ocultar la realidad de que la bendición contra los minim arrojaba a los judeo-cristianos fuera del seno de un pueblo que era el suyo propio y de una fe que era también la suya, aunque los fariseos estuvieran modelándola de manera creciente según su visión, acentuando así las diferencias.



CONTINUARÁ







Sobre esta oración, véase K. Kohler, «The Origin and Composition of the Eighteen Benedictions», en HUCA, 1, 1924, pp. 387-425; L. Finkelstein, «The Development of the Amidah», en JQR, 16, 1925-1926, pp. 142-169; F. Manns, La Prière d’Israël à l’heure de Jésus, Jerusalén, 1986, pp. 141 y ss.



D. Flusser, «Das Schism zwischen Judentum und Christentum», en EvTh, 40, 1980, p. 232, mantiene que la versión más antigua de la Birkat se refería a los perushim, a los que definía como separatistas, quedando así englobados todos los que habían roto sus lazos con el judaismo oficial.



H. Graetz, Geschichte der Juden von den altesten Zeiten bis zur Gegenwart, Leipzig, 1908-1909, IV, p. 175; I. H. Weiss, Zur Geschichte derjüdischen Tradition, Viena, II, p. 102; W. Bacher, Die Agada…, ob. cit., vol. I, p. 243, identifican sin embargo a Ismael ben Eliseo con el nieto del mencionado por nosotros, un contemporáneo de Akiba. Tal posibilidad es a nuestro juicio inaceptable por cuanto Ismael el Joven y Simón ben Gamaliel el Joven murieron de muerte natural, véase TB Nedar 66b y TB Baba Batra 60b.



TJ Sanh. 18c muestra que precisamente esta característica llevó a Gamaliel a perdonarle desobediencias que no hubieran sido admisibles en un hombre joven.



Así lo afirma R. Yehoshua ben Leví, citado por R. Yakob bar Idi en TJ Sot. 24c.



R Schaeffer, Studien zur Geschichte und Theologie des Rabbinischen Judentums, Leiden, 1978, pp. 45 y ss.

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Published on September 20, 2015 01:01

September 19, 2015

Ein feste Burg ist unser Gott

Que el papa haya formulado contra una la bula de excomunión con lo que implicaba de condena a ser arrojado a las llamas y que, al mismo tiempo, el político más importante de la época te haya proscrito con la misma intención que el sumo pontífice no es, desde luego, una suerte envidiable.

A juzgar por precedentes como el de Jan Huss, cuando sucede algo semejante el disidente acaba siendo siempre carne de hoguera y su cuerpo termina reducido a pavesas. En esa situación se encontró también Lutero cuando a la condena de un papa llamado León X – personaje de vida no precisamente ejemplar – se sumó la de Carlos I de España y V de Alemania. Lutero había señalado que comparecería ante la Dieta imperial aunque hubiera demonios en todos los tejados. Quizá no fue así, pero, al término de la Dieta, su vida no valía un comino. Justo entonces, inspirándose en un salmo, escribió un himno que se convertiría por sus propios méritos en un himno de la Reforma. Se trata del famoso Castillo fuerte es nuestro Dios.



Siempre ha sido uno de mis himnos preferidos porque expresa una realidad incontestable. Las contrariedades pueden sumarse; los enemigos, acumularse; las dificultades, multiplicarse. Sí todo eso puede suceder y aún más, pero Dios es un castillo fuerte contra el que se estrellan todos los adversarios e incluso si, en algún momento, pereciéramos, como todo perece en este mundo, Su Reino queda.



En distintas ocasiones, he oído hablar de grandes hombres. Se puede coincidir o no con los que están en el listado de cada uno, pero yo me quedo no con los que otros consideran grandes sino con los que se confían en el Dios grande, inmensa, indescriptible, grandiosamente grande, que es una fortaleza inexpugnable para los que se acogen a El con fe. En esta semana, en especial, lo he vivido así. Por enésima vez, he comprobado que no hay que actuar jamás de acuerdo con el temor o el interés sino conforme a lo que se considera justo, con serenidad y con fe, y que hay que hacerlo así confiando de todo corazón en que Dios es el castillo fuerte por excelencia. El resultado es una paz, una alegría y un sosiego que no puedo describir con palabras, pero que he vivido con mucha fuerza en los últimos días.



De este bello himno les incluyo hoy cuatro versiones. La primera en su lengua original, el alemán; la segunda, coral y en inglés; la tercera, en español y la cuarta, coral y orquestal, en inglés con subtítulos. Deseo que las disfruten, pero, sobre todo, anhelo que esa experiencia de Dios como castillo fuerte se convierta en su realidad cotidiana. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!



Ésta es la versión en lengua original.





Una versión coral en inglés interpretada en el castillo donde Lutero se ocultó para no ser ejecutado por el papa o el emperador





Ésta es la versión coral en español



www.youtube.com/watch?v=qjRYw42iKhw



Y aquí está la versión coral y orquesta en inglés con subtítulos en español



www.youtube.com/watch?v=MMEe-0xPiR8



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Published on September 19, 2015 00:47

September 17, 2015

...todo ayuda para bien

​Lo dejó escrito Pablo de Tarso en ese texto maravilloso conocido como la carta a los Romanos. Tengo un amor especial por esa epístola porque leyéndola en griego hace más de treinta años me convertí y decidí entregar por completo mi vida a Jesús.

En esa carta, Pablo afirma de manera tajante: “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, para los que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8: 28). He vivido esa realidad en muchísimas ocasiones y ayer se repitió esa vivencia de distintas maneras, todas ellas conmovedoras y hermosas.



A las seis de la mañana de aquí parecía lo más posible que La Voz no volvería a emitirse. A las seis y media, habían rechazado mi propuesta de reflexionar todo hasta el viernes al mediodía y habían decidido que el programa quedara cerrado. Punto y final. Sobre las siete, hablé con el director de la empresa de crowdfunding para comunicarle que debía devolver el dinero a la gente porque el programa no seguiría en antena. Le comuniqué igualmente que tenía tanto interés en que ustedes recuperaran hasta el último céntimo que estaba dispuesto a pagar de mi bolsillo los costes necesarios para que así fuera. El director no sólo me dio la razón en mi conducta sino que además me sugirió que ofreciéramos a la gente la posibilidad de que recuperara su dinero o se le retuviera para un nuevo crowdfunding destinado a financiar La Voz. Por supuesto, esta vez, al no haber nadie más en el proceso, no cabría la posibilidad de que alguien pretendiera apoderarse de una parte del dinero para destinarlo a otros fines distintos de aquellos para los que se había reunido. Por el contrario, todo iría – como se pensó desde el principio - al programa. Le dije que necesitaba pensarlo porque no podía tomar esa decisión sin consultarles a ustedes… y entonces los acontecimientos se precipitaron.



Primero, fue la aparición de una persona muy importante para mi que se ofreció a ser el nuevo productor del programa. Dado que es un verdadero genio, que ha rechazado varias ofertas para vivir en Los Ángeles y que nos conocemos hace años, su propuesta me pareció un verdadero regalo del Cielo. Le dije que me sentía más que tentado de aceptarlo, pero que no podía adoptar esa decisión sin contar con ustedes y entonces… entonces ustedes reaccionaron de una manera que me conmovió hasta lo más hondo. Uno tras otro de ustedes expresó su deseo de que no se le devolviera el dinero del crowdfunding y, por el contrario, se dirigiera a financiar el nuevo programa. Una y otra vez. Una y otra y otra vez. Seguramente sin saberlo confirmaban ustedes la posición que yo había adoptado y que había determinado el final de la emisión del programa.



Antes de llegar al mediodía, no sólo tenía productor nuevo – Isaac Jiménez – no sólo disponía de su apoyo entusiasta sino que el director de la empresa de crowdfunding me comunicaba por escrito cómo teníamos que hacer todo. Al mismo tiempo, Isaac daba los primeros pasos para que nuestro programa – que se emitirá, Dios mediante. por internet – se integre en la página de una cadena grande y, el año que viene, tenga lugar su emisión desde emisoras convencionales. Además comenzamos a hablar de cómo realizaríamos el programa incluyendo si tendríamos que alquilar un estudio por horas. A las cuatro de la tarde de este lado del Atlántico, los antiguos colaboradores del programa me comunicaban que deseaban de todo corazón seguir en el programa. Algunos incluso me dijeron que renunciaban a cobrar si era necesario dada la importancia de nuestra labor. Les dije que se lo agradecía, pero que no sería así.



De momento, pues, la situación está de la siguiente manera:



1. La Voz, Dios mediante, se volverá a emitir, aunque, previsiblemente, tardará algunas semanas en ponerse en funcionamiento.



2. La Voz seguirá contando con sus colaboradores habituales, pero con un magnífico nuevo productor y el subdirector que encontremos y que todavía no tenemos.



3. Los que deseen apoyar económicamente el programa, pueden recuperar el dinero que les devuelva Radio Solidaria y luego destinarlo al nuevo crowdfunding. En caso de que la devolución no proceda de Radio Solidaria sino de Lanzanos.com bastará con que expresen su voluntad de que se destine al nuevo crowdfunding. En breve, anunciaremos cómo puede llevarse a cabo el nuevo trámite. Por supuesto, si alguien desea que ese dinero se destine a una entidad distinta como la que tenía la pretensión de quedarse con la mitad de lo donado en el crowdfunding no existe, a mi juicio, el menor inconveniente para que se le entregue. Hasta el momento, ni una sola persona ha expresado ese deseo – como, por otra parte, yo he venido razonando durante los dos últimos días – pero si apareciera alguien debe sentirse en total libertad para hacerlo.



4. Tenemos un problema con las recompensas. En la situación en que me encuentro a lo único que puedo comprometerme es a enviarles un libro dedicado. Si están dispuestos a aceptarlo como más que humilde muestra de agradecimiento así se lo haré llegar. Lamentablemente, no puedo enviarles tazas, DVDs o CDs. Comprenderé, por supuesto, que la ausencia de las recompensas lleve a algunos a querer recuperar su dinero. A las personas que decidan actuar así les agradezco la colaboración que nos han otorgado hasta el día de hoy y les suplico que perdonen el no poder hacer frente a esa oferta en el futuro.



Una última consideración: alguna persona aislada me ha pedido que de más datos y, en especial, nombres relacionados con este episodio. No voy a hacerlo. Jamás me he ensañado con nadie con quien haya tenido problemas – Roberto Centeno me acusó en la presentación de No vine para quedarme: Memorias de un disidente de ser “más tierno que el día de la madre” con aquellos que me habían causado daño – y no tengo la menor intención de cambiar mi conducta. Cuando, en ocasiones, he sido duro con alguna persona o institución no ha sido jamás por su relación conmigo sino por el daño que ha causado o causa a la sociedad en su conjunto. A nadie guardo rencor y con nada estoy resentido. No voy, pues, a actuar como si así fuera.



Concluyo diciéndoles que me permitan que hoy, de manera muy especial, les de un sentido abrazo desde aquí a todos ustedes. Sus muestras de afecto, de cariño, de generosidad, de bondad durante las últimas horas me han abrumado. Para mi es motivo de profundo orgullo tenerlos como oyentes. Aún lo es más el contemplarlos como amigos muy queridos. Les ruego, por lo tanto, que no se aflijan. Alégrense más bien con el bien que se aproxima porque es cierto que “todas las cosas ayudan para bien”. De todo corazón: God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

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Published on September 17, 2015 23:37

Hoy no se emitirá La Voz

Ayer fue un día de los que resulta difícil olvidarse. Se me comunicó que el gobierno nacionalista ucraniano había colocado mi nombre en una lista de personas a las que acusa de crímenes contra Ucrania al lado de Gerard Depardieu, Steven Seagal o el ganador del óscar Nikita Mijálkov.

En realidad, nuestro único delito consiste en haber contado al mundo, de una manera u otra, las mentiras del nacionalismo ucraniano. La lista – que reúne a unas cuatrocientas personas – está formada en su mayoría por artistas, intelectuales o periodistas y es en esta última categoría donde yo aparezco junto a dos colegas españoles que ahora mismo están desaparecidos en Siria y que también contaron la verdad de lo que sucede en Ucrania. La libertad de expresión y el decir la verdad guste o no tiene estos tributos y los tiene sobre todo cuando choca con los intereses de un nacionalismo como el ucraniano que ahora insiste en que es democrático y quiere entrar en la UE, pero que cuenta con un pasado de colaboración con Hitler, de participación masiva en el exterminio de los judíos durante el Holocausto y de formación de divisiones de las SS. Sólo los intereses absurdos de una visión trasnochada de la política internacional permitieron, primero, que Ucrania se desgajara de la Rusia a la que siempre perteneció, en contra de lo pactado entre Estados Unidos y la URSS, y después se convirtiera en un estado insostenible, auténtico feudo de unos nacionalistas corruptos y perseguidores de la libertad de expresión. Si decir la verdad significa entrar en listas negras - ¡una más! – que así sea porque ya conocemos la catadura moral de aquellos que califican como criminales a los que sólo dicen la verdad. La segunda noticia es más triste y se relaciona con el título de este post. Ayer, miércoles, se emitió – sin que yo lo supiera entonces - el último programa de La Voz. Mi afirmación, con seguridad, sorprenderá a muchos de ustedes y más cuando colaboraron en el proyecto de crowdfunding para que hubiera una segunda temporada del programa que me honro en dirigir. Lo cierto es que el miércoles por la tarde, una de las entidades que había colaborado en la organización del crowdfunding me comunicó que tenía la intención de quedarse con la mitad de los fondos obtenidos. Ciertamente, le era posible al haber gestionado la tramitación, pero, moral y jurídicamente, al actuar así incurre en una conducta que yo sólo puedo ver como inaceptable y en la que no puedo consentir. La gente que donó cinco, diez, cien euros no lo hizo pensando ni lejanamente en esa entidad sino que actuó de esa manera para que La Voz se pudiera escuchar una temporada más. A decir verdad, dudo que jamás nadie hubiera aportado un euro a la entidad en cuestión. Quedarse, pues, con un solo céntimo de ese dinero y destinarlo a otros fines constituye un comportamiento para el que no puede haber justificación alguna por mucho que se apele a las causas más nobles. Naturalmente, me negué rotundamente a que un solo euro de los que donaron se destinaran a una finalidad distinta de aquella para la que ustedes lo entregaron. Naturalmente, podría haber guardado silencio, podría haber tolerado aquel comportamiento y podría haber seguido adelante aprovechando el dinero que quedara del crowdfunding sin mover un dedo. Naturalmente, podría, pero decidí no hacerlo bajo ningún concepto. Inmediatamente, comuniqué al responsable de la entidad que, al no cumplir lo pactado, me vería en la obligación de ocuparme personalmente de que se devolviera hasta el último céntimo a la gente que había colaborado en el crowdfunding. Por supuesto, también el programa dejaría de emitirse y no sólo porque no se podría mantener económicamente sino porque no podía aceptarse que se utilizara la donación de cualquiera para una finalidad distinta. Esta mañana – madrugada en América - me comunicaron que el programa ya no se emitiría. Era lo que esperaba y la verdad es que no me sorprendió aunque yo había dado de plazo hasta el mediodía del viernes para que se reflexionara sobre el tema, se recondujera y se pudiera salvar el proyecto. No fue así. Me puse entonces en contacto con la compañía de crowdfunding para señalarles que debía devolverse el dinero a los donantes y que, puesto que ellos habían realizado un trabajo por el que debían cobrar, estaba dispuesto a abonárselo de mi propio bolsillo para que nadie se viera perjudicado ni viera mermado el dinero que debía recibir en la devolución. A fin de cuentas, comencé a dirigir el programa perdiendo dinero, seguí perdiéndolo durante su realización y parece que voy a abandonarlo en la misma tesitura. No es tan grave si bien se mira porque, puestos a perder, hay muchas cosas mucho más valiosas que el dinero. La persona que me atendió en la empresa de crowdfunding no sólo me dio la razón en mis planteamientos sino que además me aseguró que la gente recuperaría su dinero e incluso se brindó a ofrecer a esas personas que tan generosamente habían contribuido con sus donaciones a retener su devolución a la espera de que el programa pueda producirse de otra manera. Le contesté que no podía tomar una decisión en ese sentido, pero que le agradecía su comprensión y su sugerencia y que, por supuesto, pensaría en ella. No cabe duda de que captó desde el primer momento la naturaleza del problema, de que conocía la voluntad real de la gente – que no la supuesta - y que decidió ayudar en paliar las consecuencias. No puedo sino agradecérselo de corazón. Crean que todo esto me causa un profundísimo pesar y me parte el alma y es así no tanto porque deje de emitirse un programa realmente libre e independiente sino por la manera en que ha transcurrido todo. Ayer, escucharon ustedes el último programa de La Voz y con él las voces de Roberto Centeno y de Pilar Muñoz, Sagrario Fernández Prieto y Luis Ortiz, y, por supuesto, la mía ya no se oirán en las ondas. Tanto ustedes como ellos y quien ahora escribe estas líneas hicimos todo lo posible, pero, al fin y a la postre, las intenciones de otros han llevado el proyecto hasta su descarrilamiento. Cuestión aparte es si será de manera definitiva o temporal. Deseo subrayar que no siento amargura ni rencor hacia nadie. Ni siquiera hacia aquellos que en las últimas horas han pronunciado atrocidades sobre mi simplemente porque me resistía a que se quedaran con un dinero que no les corresponde para destinarlo a fines para los que no se donó. Seguramente, pensaban que se comportaban de la manera adecuada y yo no tengo el menor deseo de discutir con ellos o de emitir juicios condenatorios. Por el contrario, me siento muy agradecido a la gente que como Antonio Resco, Luis Ortiz, Diego Izaguirre, Miquel Rosselló, Roberto Centeno, Pilar Muñoz y Sagrario Fernández Prieto hicieron posible La Voz durante toda una temporada y lo que parecía que iba a ser una segunda. Ni que decir tiene que esa gratitud la extiendo de manera muy especial y afectuosa a todos los que con enorme ilusión y cariño apoyaron el crowdfunding para hacerme llegar unos fondos que permitieran seguir emitiéndolo. Demostraron ser de lo mejor y nunca olvidaré su entusiasmo, su entrega, su bondad y su cariño, un entusiasmo, una entrega, una bondad y un cariño que encauzaron hacia ayudarme para sacar adelante el programa y no a que esos fondos fueran a parar a otras manos y otros proyectos. El que se vean tratados así es lo que más me apena de todo este episodio. Como en tantas dificultades por las que he pasado a lo largo de mi vida – y como recordamos en el campus literario al reflexionar sobre el Quijote - sé que la mano de la Providencia se encuentra detrás de esto. Confiemos en Dios y hagámoslo sin dejarnos doblegar jamás por la iniquidad y sin pactar con la injusticia, firmes en nuestro camino de verdad y libertad y animosos porque seguro que, por difícil que parezca, todo ha sido para mejor. En estas páginas al menos seguiremos encontrándonos y en el futuro Dios dirá si a este medio se suma algún otro. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

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Published on September 17, 2015 09:53

September 16, 2015

Felipe González o el triunfo socialista

​Procedía de las filas de la democracia cristiana y a la iglesia católica debió la concesión de una beca que le permitió estudiar en el extranjero. No destacó en una oposición a Franco casi monopolizada por ETA y el PCE.

De hecho, en el Proceso 1001 sólo se le ofreció una defensa auxiliar que rechazó porque era poco para él que ya era secretario general del PSOE. Sólo Dios sabe adónde habría llegado de no haber temido Estados Unidos la llegada al poder del PCE y de no haber recomendado Willy Brandt que se le impulsara como una alternativa de izquierdas. Con todo, más que el respaldo americano por vía alemana, a su llegada al poder contribuyó una derecha desangrada en luchas intestinas, que odiaba a Suárez por demasiado liberal y que se negaba a ver la realidad. Su llegada al poder a inicios de los años ochenta aprovechó la estupidez engreída de Calvo-Sotelo y la ambición desalmada de los demócrata-cristianos, pero también una demagogia que prometió crear ochocientos mil puestos de trabajo y celebrar un referéndum para sacar a España de la OTAN. En realidad, el PSOE logró que aumentara prodigiosamente el número de parados y en el referéndum solicitó personalmente el voto a favor de la permanencia. Soñaba con establecer un sistema político como el de Torrijos en el que el dominio de los medios y la limitación de la libertad le permitieran ganar elecciones indefinidamente. Por añadidura, desde el principio, dejó de manifiesto que no tendría conflictos con la monarquía, la iglesia católica, la banca o el ejército. En su haber quedaría la entrada en la Europa comunitaria aunque a un precio elevadísimo. En su debe, una corrupción clientelar escandalosa; unas subidas de impuestos salvajes aunque moderadas comparadas con lo que ha venido después; un deterioro de la enseñanza que ha sido irreversible; un control de los medios que presagió tiempos peores y la conversión de un proyecto de modernización que entusiasmó a millones en pura palabrería costosa e inútil. Tras su segundo mandato, Felipe González carecía de un programa que fuera más allá de mantenerse en el poder. Si todavía logró ganar elecciones se debió a una suma de torpeza de la derecha, de respaldo de los nacionalistas catalanes y vascos – nada barato, por supuesto – y de temor al mañana por parte de sus clientelas. El control ejercido sobre el PSOE lo dejó convertido en una masa estéril intelectualmente aunque ambiciosa económicamente. La socialdemocracia pudo funcionar en España, pero Felipe se encargó de matarla.



Próxima semana: José María Aznar

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Published on September 16, 2015 23:49

September 15, 2015

Si Cataluña se separase… (II)

​Señalaba en mi artículo anterior como la secesión de Cataluña tendría como efectos iniciales el desplome del comercio catalán, la salida de la eurozona y un reparto de la deuda que hundiría a la región en la bancarrota quizá en horas.

Naturalmente, sólo sería el inicio. Aún peor si cabe sería el impacto de la independencia en las balanzas fiscal, comercial y de ahorro e inversión. Los nacionalistas – rapaces y embusteros – sólo mencionan la primera para sostener la falacia de que “Madrit ens roba”. Es cierto que Cataluña aporta unos once mil millones de euros netos a la balanza fiscal de España – mucho menos que la Comunidad de Madrid, dicho sea de paso – y que no tendría que hacerlo si fuera independiente. No es menos verdad que, a cambio, tendría que hacerse cargo de toda una serie de gastos que implicarían una carga tan elevada como para verse obligada, por ejemplo, a disminuir entre un veinte y un treinta por ciento las prestaciones que reciben desempleados y pensionistas en Cataluña. El caso de la balanza comercial no sería el menos trágico porque, a la luz de precedentes como Chequia y Eslovaquia, el comercio entre Cataluña y España se desplomaría en no menos del setenta por ciento obligando a multitud de empresarios catalanes a abandonar aquella tierra para establecerse en Madrid o Valencia. Aún más terrorífico resultaría el impacto de la secesión en la balanza de ahorro e inversión. Tanto la Caixa como el Banco de Sabadell – las dos grandes entidades crediticias con sede en Cataluña – han estado financiando las inversiones en Cataluña con dinero que procede en no menos del setenta por ciento de bolsillos españoles ubicados en otras regiones. De manera más que comprensible, el Banco de Sabadell ya ha anunciado que si la independencia tuviera lugar se vería obligado a trasladar su domicilio fiscal desde Cataluña a otra parte de España. Se trata de una declaración absolutamente sensata que, más o más temprano, tendría que ser seguida por La Caixa por la sencilla razón de que la alternativa sería la quiebra inevitable de ambas entidades. Una vez más, los datos apuntan a una Cataluña que se vería aislada mundialmente – salvo que la reconociera el gobierno de alguna nación no especialmente recomendable como los de Cuba, Venezuela o Irán - pero que, por encima de todo, se hundiría en la suspensión de pagos, la huida empresarial y la incapacidad para mantener las prestaciones que, a trancas y barrancas, todavía dispensa. No es todo.



CONTINUARÁ

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Published on September 15, 2015 23:38

September 14, 2015

Si Cataluña se separase… (I)

A la vuelta de unas semanas, los habitantes de Cataluña están convocados a unas elecciones autonómicas que el nacionalismo ha convertido en un plebiscito sobre la independencia.

Por supuesto, los independentistas no dejan de insistir en un mensaje que afirma que Cataluña estará mucho mejor tras la secesión ya que tendrá todo lo bueno del presente y nada de lo malo. La consigna lleva repitiéndose por activa y por pasiva desde hace décadas, pero semejante persistencia no ha logrado que pase de ser una mentira burda sólo apta para ignorantes, fanáticos, aprovechados y estúpidos. Los efectos de la salida de Cataluña de España, por desgracia para Mas y sus correligionarios, están más que calculados y, de entrada, implicarían el desplome de su comercio, el reparto de la deuda y la salida de la eurozona. Lo último lo han señalado ya dirigentes europeos de la talla de Merkel y Cameron. Si Cataluña se marcha de España, se verá fuera de la Unión Europea y tendrá que colocarse a la cola para poder entrar después de naciones de relevancia mínima. Pero los otros dos aspectos son peores aún si cabe. El efecto de los procesos de secesión en el comercio ha sido estudiado en casos previos. Si esa separación ha sido brusca – caso de Serbia y Croacia, por ejemplo – el comercio entre los dos territorios que antes estaban unidos se desploma en torno al ochenta por ciento. Si, por el contrario, es amistosa – caso de Chequia y Eslovaquia – la caída del comercio es de más del setenta por ciento. Con unas exportaciones que en más de un setenta por ciento se dirigen hacia el resto de España, una Cataluña separada perdería no menos del setenta por ciento de su comercio lo que se traduciría forzosamente en la estampida de las empresas catalanas hacia otras regiones españolas y un empobrecimiento de dimensiones colosales. Peor aún sería el episodio del reparto de la deuda porque Cataluña – como en todos los casos previos de secesión – tendría que llevarse su parte proporcional de la deuda española – en torno al 18,7 por ciento – más la deuda propia de la Generalidad. En total, se trataría de una suma cercana a los trescientos cincuenta mil millones de euros, es decir, el ciento ochenta por cien del PIB catalán. Dado que nadie compra deuda catalana – salvo Montoro – desde hace dos años, Cataluña tardaría horas en suspender pagos sin perspectiva alguna de poder remediar la situación. No estaría nada mal como inicio de su andadura independiente.



CONTINUARÁ

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Published on September 14, 2015 23:30

September 13, 2015

Bitácora del campus: domingo

Todo lo bueno – salvo la vida eterna – está llamado a tener un final. El I Campus literario no iba a ser una excepción. Lo pensé cuando Juan José me regalaba su libro sobre Bolívar a la hora del desayuno y yo me decía que echaría de menos su enorme erudición unida a una elegante humildad así como a su esposa Umbelina.

Ellos dos eran un par de ejemplos de unos asistentes que han sido verdaderas joyas por una u otra razón. Cuando me despedía de los participantes que salían por la mañana destino a la Casa de Cervantes no podía evitar sentirme hondamente satisfecho. Estaban contentos por la gente conocida, divertidos por las anécdotas, agradecidos de haber aprendido en el campus, deseosos de volver a reunirnos… todo era una suma de sentimientos positivos y generosos que – lo confieso – me han hecho sentirme abrumado. Ha sido gente excepcional la que ha venido a este primer campus llamado a hacer Historia. Profesionales y amas de casa, intelectuales y estudiantes, gente de mayor o menor fortuna personal, pero todos queridos y apreciados por mi y por Sagrario Fernández-Prieto que anoche se quedó charlando con ellos hasta más de las dos de la madrugada. De verdad que los queremos porque se han hecho querer desde el primer momento. Para colmo hasta han creado un grupo de wassapp – God bless ya – que nos permitirá mantenernos unidos en la distancia. Luego partirán para Francia, para Alemania y para distintos lugares de la geografía española, pero seguirán teniendo un lugar en nuestro corazón.



Habrá que corregir detalles para el próximo encuentro, pero las líneas maestras ya han quedado fijadas. Dios mediante, a finales de la primavera o inicios del verano, volveremos a encontrarnos, pero ya en Israel y, también Dios mediante, nuestro próximo campus literario discurrirá por otros senderos. Quizá la picaresca, quizá los heterodoxos españoles, quizá… da lo mismo. La gente que venga sabe que tiene garantizados excelentes talleres literarios y conferencias de interés para profundizar en la cultura y, sobre todo, una compañía difícil de mejorar. Hubo quien dijo que sólo un pueblo con cultura puede ser libre. Pocas cosas podré yo desear más que extender la libertad y éste es uno de los caminos.



A Luis Ortiz – sin el que jamás habría podido celebrarse este campus – a Sagrario Fernández Prieto – que estuvo sensacional en sus talleres de escritura – a Miguel Luján – que tan gentilmente me ayudó con transportes y consejos – a invitados como Curro Royo o Pilar Muñoz o Miguel Díez – y, sobre todo, a los asistentes a los que no menciono uno por uno para no caer en la pesadez les estoy sumamente agradecido. Me han proporcionado no poco disfrute, no poca alegría y no pocas inyecciones de sensatez y cultura en estos días. A todos ellos… God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!! … y hasta el año que viene.

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Published on September 13, 2015 22:28

Bitácora del campus: sábado

​Como ya comenté ayer, el viernes por la noche nos trasladamos de Los Yébenes a Alcalá de Henares para pasar el fin de semana.

Nos alojamos en un excelente hotel – el Hotel Alcalá Plaza – y nos dispusimos a apurar las últimas horas. El sábado fue, desde luego, muy especial. De entrada yo tuve mis dos últimas exposiciones. La de la mañana estuvo dedicada a la finalidad de la redacción del Quijote que fue más allá que criticar los libros de caballerías y que incluyó en su segunda parte toda una cosmovisión de carácter marcadamente cristiano. La gente la disfrutó quizá más que ninguna de las anteriores. A continuación, Sagrario Fernández Prieto impartió la penúltima sesión del taller literario logrando que algunos de los asistentes improvisaran historias en público para disfrute general.



Al mediodía, nos trasladamos al Gurugú para comer y pasar el resto del día, cena incluida. El paisaje es bellísimo y la vista desde el helipuerto inmejorable. A decir verdad, se puede contemplar todo Madrid aunque lo único que se distinga adecuadamente sean las cuatro torres. No me voy a detener mucho en la comida, pero, una vez más, volvió a ser además de sabrosa abundantísima. A decir verdad, parecía que estábamos celebrando una boda más que reponiendo fuerzas. A continuación, tuvimos las dos últimas sesiones. Departí yo con los asistentes sobre el oficio de escritor y comentamos episodios de esos que no se pueden relatar en público. Luego Sagrario Fernández Prieto aprovechó el enclave privilegiado del helipuerto para impartir su último taller. El sol se desplomaba suave, casi dulcemente sobre el horizonte y, ciertamente, no se nos hubiera podido ocurrir mejor marco para la conclusión de las lecciones del campus. A esas alturas, los asistentes habían decidido por añadidura formar un grupo de wassapp al que han bautizado – los que sigan La Voz o mis posts comprenderán por qué – God bless ya.



La verdad es que la experiencia del campus ha sido muy grata y enriquecedora. El ambiente no ha podido ser mejor desde el primer momento; la altura intelectual de las conversaciones y los materiales impartidos resulta muy superior a lo que se puede encontrar en la mayoría – no me atrevo a decir todas – de las universidades españolas y de este encuentro ha surgido la firme voluntad de repetir en el futuro el evento analizando otras partes de la literatura española y universal y profundizando en el aprendizaje de la escritura. Si todo sale como deseamos, en la próxima primavera, realizaremos un viaje a Israel y, a mitad de verano, tendrá lugar un nuevo campus literario con tema distinto y en enclave europeo. Por añadidura, habrá un campus literario similar en el continente americano. Pero no nos adelantemos. De momento, Juan José que tuvo la feliz idea de rendir un homenaje a Salinas, me ha prometido un ejemplar de su biografía de Bolívar y estoy deseando recibirlo. Nos quedan además las horas primeras del domingo en que nos acercaremos a la casa de Cervantes en Alcalá de Henares. Será el broche final de una semana inolvidable. La que esperamos sea la primera de muchas a las que puedan sumarse algunos de ustedes que en esta ocasión no han podido estar presentes. God bless ya!! ¡¡Que Dios los bendiga!!

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Published on September 13, 2015 07:19

De la destrucción del templo al Concilio de Jamnia (I)

LOS PRIMEROS CRISTIANOS:

DE LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO (70 D. J.C.) AL CONCILIO DE JAMNIA (C. 80-90 D. J.C.) (I)

​La reconstrucción espiritual del judaismo



Apenas puede exagerarse el efecto traumático que la toma de Jerusalén por las legiones de Tito causó en los judíos de la época. Con ella tuvieron lugar a la vez la destrucción del Templo, la desaparición del Sanedrín y la interrupción del sistema sacrificial judío. Arrasado el único lugar donde se podían ofrecer sacrificios al Altísimo, aniquilado el centro unificador de la fe, sobre todo en lo que a las relaciones entre las distintas facciones del judaísmo se refiere, Israel yacía en una situación de postración cuyas características son incluso difíciles de imaginar. Josefo, II Baruc y IV Esdras han dejado constancia de lo que fue aquella terrible catástrofe, y no menos desolador es el panorama recogido en las fuentes tanaíticas.



Las referencias rabínicas más primitivas se hallan en el tratado Abot de R. Nathan, que viene a ser una especie de Toseftá del tratado Abot. El texto nos ha llegado en dos versiones, la A y la B. De acuerdo con la primera, Yohanan ben Zakkay habría mediado entre Tito y los judíos para que estos últimos depusieran las armas. El consejo fue desoído por los judíos, que se convirtieron así en los responsables, aunque indirectos, de la ruina experimentada por el lugar santo. A pesar de eso, el pasaje deja brillar un rayo de esperanza: Yohanan ben Zakkay sería el medio a través del cual sobreviviría el judaísmo, y puesto que los sacerdotes saduceos no habían desempeñado correctamente su misión, el cielo los descalificaba para seguir guiando espiritualmente a la nación.



La versión B presenta los hechos de manera similar, pero le añade algunas notas de no poca trascendencia. El énfasis se sitúa ahora sobre todo en el carácter terrible de la destrucción del santo lugar. El velo del Templo es desgarrado y una ramera es introducida en el Lugar Santísimo. Lo primero se considera como un cumplimiento del texto de Job 15, 26; lo segundo es posible que quiera hacer referencia a un Israel prostituido en manos del vencedor romano. Git. 56 ab y Lam. R 1, 31 añadirán además algunos detalles especialmente dolorosos como el de que, al ser desgarrado el velo del Santísimo por Tito, brotara sangre o el de que la prostituta se acostó sobre un rollo de la Torah. No resulta extraño que no sólo los rabinos lamentaran la destrucción del Templo, sino que también las clases populares se sintieran sobrecogidas por el pesar (Tos., Sotah., fin.).





La reacción farisea y el concilio de Jamnia



En términos generales, no parece que la nación contara con muchas alternativas que les permitieran interpretar la catástrofe y sobreviviría espiritualmente. Los saduceos, desaparecido el Templo y diezmados durante la guerra, no disponían de muchas posibilidades de recuperar el peso espiritual de que habían disfrutado antes del conflicto con Roma. Los sectarios de Qumrán se hallaban en una situación aún peor. Su monasterio había desaparecido en el curso del conflicto y puede que ya, durante el mismo, algunos hubieran hecho causa común con los zelotes derrotados posteriormente. Éstos, que aún resistían en enclaves aislados como Masada, mantenían una carrera contrarreloj en la que el final, muy próximo cronológicamente, implicaría su desaparición como alternativa. Por otro lado, y salvo en lo que se refiere a su recurso a la violencia armada, no parece que contaran con una teología mínimamente articulada susceptible de ser recibida por la nación. Sólo los fariseos y los judeo-cristianos, aun estando ambos en una situación duramente afectada por la guerra, tenían la posibilidad de ofrecer al pueblo una respuesta espiritual a la situación de postración, en todos los órdenes, emanada del conflicto con Roma. Pero, casi por definición, ambos colectivos tendían al exclusivismo y no parecía fácil que pudieran convivir armónicamente en el seno del judaísmo.



No vamos a describir la labor de los sabios de Jamnia (restablecimiento del Sanhedrín, utilización de la institución del Nasi, fijación de una jurisprudencia específica y del canon del Antiguo Testamento, etc.), ya que excede del objeto del presente estudio, pero sí resulta indispensable señalar la manera en que aquéllos procedieron a uniformizar el judaísmo de acuerdo con su ideología y cómo esto implicó el final de la influencia de todos aquéllos que no comulgaron con sus puntos de vista concretos. Tal proceso de exclusión comenzó con el mismo Yohanan ben Zakkay. Éste marchó a Jamnia, merced a la clemencia del invasor romano, y allí se dispuso a reconstruir el judaísmo sobre unas bases ideológicas específicas. En primer lugar, abogó prudentemente por la creación de un clima de paz que permitiera recrear, por supuesto siguiendo sus propias directrices, lo aniquilado por el conflicto (Mekilta de R. Ismael, Éx. 20, 25). Es lógico por eso que aconsejara a sus seguidores mantener una actitud de astucia hacia el ocupante (Abot de R. Nathan, B, 31).



Es muy posible, tal como señalan las fuentes, que R. Yohanan hubiera previsto el desastroso final que tendría la guerra (Sifre Deuteronomio 31, 23) y por eso entonces se centró en reunir a los dispersos por la catástrofe (Abot de R. Nathan A, 4). Sin embargo, tal movimiento de restauración no estuvo dotado de la suficiente generosidad como para comprender a todos los segmentos de la nación y primó en él de forma decisiva el deseo de salvaguardarla gracias a una interpretación muy concreta de la Torah. El judaísmo emanado de las enseñanzas de R. Yohanan tomaba como base una interpretación propia que venía a descalificar de manera casi absoluta a los que no la compartían. Así, sucedía, por ejemplo, con los saduceos y por ello no debería extrañarnos que se produjera resistencia por parte de éstos a aceptar la visión específica del fariseísmo de R. Yohanan. Como señal de su oposición, decidieron no seguirlo a Jamnia y se establecieron de manera independiente en Jifna (Ber. 44a; Josefo, Guerra VI, 2, 2). Dado que se esperaba la reconstrucción del Templo para un futuro próximo (Tos., Rosh Hashana 4, 9), aquellos sacerdotes no estaban dispuestos a subordinarse a una visión espiritual que buscaba la hegemonía religiosa y procedía incluso a reorganizar las fiestas judías de peregrinación en torno a Jamnia (Misná, Rosh Hashana 4, 1-4). De hecho, haber procedido de esa manera habría equivalido a su suicidio como poder espiritual en Israel.



El exclusivismo, que se vinculó a la labor de reconstrucción encabezada por Yohanan ben Zakkay, no sólo privó a los saduceos de la posibilidad de intervenir en ella (salvo que hubieran optado por una inaceptable posición subordinada), sino que privó de la misma incluso a aquellos fariseos que sostenían un enfoque distinto. Un ejemplo de ello lo tenemos en el caso de R. Eliezer ben Hyrcanos. Antiguo discípulo de Yohanan ben Zakkay, sus discípulos lo consideraron poseedor del conocimiento más completo de la Torah (Tos., Sotah. 15, 3). Su interpretación de la misma lo situaba dentro de la escuela de Shammay y precisamente por la tendencia literalista de ésta se encontraba en buen número de cuestiones en armonía con las tesis saduceas (Sanh. 106a; Shebuot 35b; Baba Batra 15a). Incluso parece haber sido dialogante con los judeo-cristianos y las fuentes señalan que llegó a manifestar su aprecio por una enseñanza de Jesús (Tos., Julin 2, 24). Todas estas peculiaridades, que vienen a indicar una mente independiente respecto a los dictados del grupo de Jamnia, le fueron colocando en una situación cada vez más comprometida. De manera creciente, el clima se fue enrareciendo a su alrededor, se le alejó de las discusiones y, finalmente, se procedió a su excomunión (Baba Mesia 59b). Excluido de aquel proyecto de reconstrucción espiritual de la nación, en el que sólo tenían cabida los que manifestaban su sumisión a cierto segmento de los fariseos, R. Eliezer se retiró a Lyda, donde dirigió hasta su muerte una escuela rabínica (TalPal, Ber 3, 1, 5d; Mo’ed Qaton 27a). La disyuntiva parecía claramente perfilada y pasaba por la sumisión o, en su defecto, el aislamiento o la expulsión.



El proceso de uniformización, lógicamente, ha sido objeto de lecturas diversas. Para muchos de los autores judíos que, a fin de cuentas, proceden de una tradición religiosa surgida de Jamnia y cuyo máximo monumento es la redacción de la Misná, primero, y de los dos Talmudes, después, el mismo tiende a ser contemplado de manera positiva. En algunos casos, se ha pretendido que los sabios de Jamnia estuvieran realizando una labor de poda que sólo contribuiría a sanear la planta de la nación. En otros, se ha hecho énfasis en los aspectos positivos, por otro lado innegables, de la obra de Jamnia, pero obviando de manera casi total sus repercusiones negativas e incluso aún reconociendo que los sabios rompían totalmente con el judaísmo anterior al colocar sobre los hombros del pueblo cargas rituales que estaban limitadas al estamento sacerdotal. Desde luego, resulta dudoso que esa visión, fundamentalmente optimista, de los sabios fuera compartida en su momento por aquellos sectores del pueblo judío (saduceos, judeo-cristianos , etc.) que se veían, en virtud de la misma, desarraigados de un terreno espiritual que amaban y del que formaban parte.



CONTINUARÁ





Véase II Baruc 1-9 (representado, no obstante, como una referencia a la destrucción de la ciudad por Nabucodonosor) y IV Esdras 10, 19-23. Un estudio sobre el tema en J. Neusner, «Judaism in a Time of Crisis: Four Responses to the Destruction of the Second Temple», en Judaism, 21, 1972, pp. 313-327. Véanse también, P. Prigent, La Fin de Jérusalem, Neuchâtel, 1969 y L. Gry, «La Ruine du temple par Titus», RB, 1948, pp. 215-226. Según este último autor, el Midrash Pesiqta Rabbati 26 contendría una tradición antigua relativa a la destrucción del Templo.



Un estudio sobre estas fuentes en G. Alon, The Jews…, ob. cit., pp. 96 y ss., para las referencias contenidas en el TB Git. 56ab.



F. Manns, Pour tire…, ob. cit., pp. 69 y ss.



Sobre la misma, véanse E. Schürer, The History…, ob. cit., I, pp. 521 y ss.; G. Alon, The Jews…, ob. cit., pp. 96-131; J. Neusner, Judaism in the Beginning of Christianity, Londres, 1984, pp. 89 y ss.; M. Holder, From Yavneh to Pumbedisa, Nueva York, 1989, pp. 16 y ss.



Sobre este, véanse J. Neusner, A Life of Yohanan ben Zakkai, Leiden, 1962 (2.a ed. 1970); del mismo autor, Development of a Legend. Studies on the Traditions Concerning Yohanan ben Zakkai, Leiden, 1970; G. Alon, The Jews…, ob. cit., pp. 86 y ss.; M. Holder, From Yavneh…, ob. cit., pp. 11 y ss.; H. G. Perelmutther, Siblings: Rabbinic Judaism and Early Christianity at Their Beginnings, Mahwah, 1989, pp. 55 y ss.



La expresión «desde la destrucción del Templo, R. Yohanan ben Zakkay instituyó...» aparece repetidas veces en la Misná; véanse Suk. 3, 13; Men. 10, 5; Eduyot 8, 3.



Sheq. 1, 4; Ket. 13, 1-2; Eduyot 8, 3; Yadaim 4, 6; Men 65b. Los mencionados pasajes son estudiados a fondo en J. Le Moyne, Les Sadducéens, París, 1972.



Sobre éste, véanse J. Neusner, Eliezer ben Hyrcanus. The Tradition and the Man, Leiden, 1973, 2 vols.; H. G. Perelmutther, Siblings…, ob. cit., pp. 70 y ss.



Abot de R. Nathan A6; B19. No obstante, TJ Meg. 1, 11, 71 b, señala que durante su infancia estudió con R. Joshua ben Hananyah. Un estudio completo del personaje en W. Bacher, Die Agada…, ob. cit., vol. I, pp. 96-155.



Éste es, por ejemplo, el punto de vista defendido por Meir Holder en From Yavneh to Pumbedisa, Nueva York, 1989, pp. 26 y ss.; o por H. Maccoby, Judaism in the First Century, Londres, 1989, pp. 38 y ss. Mucho más moderados en sus opiniones resultan G. Alon, The Jews…, ob. cit., pp. 288 ss., y, especialmente, H. G. Perelmuter, Siblings…, ob. cit., pp. 2 y ss., que considera Jamnia y la redacción de los Evangelios como intentos paralelos de reconstrucción del judaismo.



J. Neusner, Judaism in the Beginning…, ob., cit., pp. 89 y ss.



J. Neusner, Invitation…, ob. cit., pp. 7 y ss.

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Published on September 13, 2015 00:37

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César Vidal
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