Luis Britto García's Blog, page 29

December 20, 2020

JOSÉ VICENTE RANGEL FUE UN POLÍTICO INCORRUPTIBLE, ALIADO DE LAS CAUSAS JUSTAS Y DEFENSOR DE LA IZQUIERDA

 [image error]

ENTREVISTA POR VTV
Caracas, 18 de diciembre de 2020 VTV

El historiador, ensayista y profesor universitario Luis Britto García lamentó este viernes la partida física del periodista y exvicepresidente Ejecutivo de la República José Vicente Rangel, quien se destacó por defender las causas justas y por ser un político incorruptible.

Durante una llamada telefónica con el Programa Café en la Mañana transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), recordó que Rangel durante sus inicios en la política ejerció el cargo de diputado en la Asamblea Nacional (AN) desde 1961 a 1966 y desempeñó una gran labor como defensor de los derechos humanos (DD.HH.) cuando partidos como Acción Democrática y Copei mataban, torturaban, secuestraban y tenían cantidad de presos políticos.

“La intervención de José Vicente fue una boya de salvación para los izquierdistas en esa época cuando eran perseguidos, secuestrados, encerrados y torturados”, detalló.

Britto rememoró una vivencia con Rangel en los años 60: “Un grupo de artistas teníamos un semanario humorístico muy mordaz llamado La Pava Macha en el que participaban Pedro León Zapata, Aníbal Nazoa, Aquiles Nazoa, Régulo Pérez, mi persona, entre otros, cuando un día la Dirección General de Policía (Digepol) nos envía una citación con la intención de encerrarnos, pero de una manera elegante y humana José Vicente se responsabilizó de todo el contenido del periódico y como él tenía inmunidad parlamentaria no pudieron ponerlo preso. Le debemos no haber estado presos en aquella época”.

El escritor destacó que Rangel durante su carrera política inauguró un estilo noble: “Él criticaba, pero cuando criticaba lo hacía de manera documentada, en términos concisos. No era amigo de las expresiones ofensivas o subidas de tono. Poco a poco las audiencias lo fueron consagrando como un gran comentarista político”.

Por último, Britto García aseveró que siempre habrá que destacar la nobleza personal de Rangel y su dedicación a la izquierda: “Son cosas para consagrarlo como gran amigo y como uno de los hombres más ilustres que han actuado en la política venezolana”.

/JB

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 20, 2020 19:35

December 10, 2020

RETOS DE AMÉRICA LATINA POSTNEOLIBERAL

 


Los primeros resultados del Consejo Nacional Electoral en las Elecciones Parlamentarias 2020revelan que  sobre 82,35% de las actas escrutadas, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB), obtuvo 3.558.320 votos, el  67,6 % del total, y la Alternativa Popular Revolucionaria (PCV)  143.917, un 2,73%.

Votó cerca del 31% del padrón electoral, pues en las elecciones parlamentarias la concurrencia históricamente es menor que en las presidenciales.  Estos resultados, no reversibles, suman por lo menos un 70,33% de sufragios para las fuerzas progresistas.

Concluye así un quinquenio de zozobra durante el cual la mayoría opositora de la Asamblea Nacional Legislativa se negó a sancionar  proyectos de Presupuesto, apoyó oleadas terroristas y agresiones de Estados Unidos y sus cómplices; suplantó la Constitución con    manuales para desestabilización de gobiernos  de Eugene Sharp y del jefe del Comando Sur  Kurt Tidd,  presentó  a su presidente interno como Presidente de la República votado por nadie y convalidó su latrocinio de los bienes de Venezuela en el exterior como agente de Estados Unidos y sus gobiernos cómplices. 

El significado de este triunfo sólo puede ser apreciado considerando la perspectiva  de América Latina y el Caribe. Victorias electorales y contundentes movimientos sociales ponen en evidencia la caducidad, no sólo económica y social, sino también política del orden neoliberal.

Los gobiernos socialistas de Cuba y Nicaragua siguen su curso, sobreviviendo a todas las agresiones. En Bolivia retorna el gobierno socialista del MAS, después de un golpe de Estado concertado entre la OEA, el ministro de la Defensa y la autoelegida dictadora Jeannine Añez.

En México y Argentina gobiernos progresistas corrigen décadas de errores. En Chile oleadas de protesta  fuerzan la convocatoria a una Constituyente que enterrará al pinochetismo.

En Perú demoledoras manifestaciones o investigaciones por corrupción deponen en rápida sucesión tres Presidentes fondomonetaristas. En Ecuador,  Brasil y Colombia masivas protestas conmocionan los regímenes neoliberales de Lenin Moreno, Bolsonaro y Duque.

Ningún gobierno neoliberal de los impuestos por golpe de Estado, golpe judicial,  engaño o  simple traición ha satisfecho las necesidades de las masas ni consolidado consensos que le permita perpetuarse. El sistema que ha tenido éxito en acumular más de la mitad de la riqueza del mundo en el 1% de la población también ha triunfado en privar de educación, medios de vida y cuidados médicos al resto de la humanidad.

Las cosas no van nada bien en los países que hasta hace poco ejercían la hegemonía.

Estados Unidos perdió hace un quinquenio su estatuto de primera potencia del mundo; demostró  palmaria incapacidad para atender una emergencia sanitaria; enfrenta la peor crisis económica y social desde 1928; alberga movimientos racistas y xenófobos;  y sus autoridades mismas están enfrentadas y divididas sobre los resultados de las elecciones del 3 de noviembre de 2020 y las políticas para atender la emergencia.

Francia está asimismo hundida en la depresión económica y la protesta social y económica de los chalecos amarillos. España presencia otro auge de las protestas sociales. India enfrenta la más grande y prolongada huelga general de la Historia, en la cual 200 millones de campesinos y granjeros protestan contra la pobreza extrema.

El sistema que ha tenido éxito en acumular más de la mitad de la riqueza del mundo en el 1% de la población también ha triunfado en privarla  de educación, medios de vida y cuidados médicos aceptables.

Las mayorías vuelven a favorecer las propuestas socialistas. Como declara Rafael Correa: “Soplan vientos de esperanza”.

Sin embargo, llama la atención en este panorama de insurrecciones sociales casi espontáneas la aparente ausencia de la conducción de organizaciones radicales que deberían dirigir las fuerzas movilizadas hacia objetivos revolucionarios y evitar su dispersión y desarticulación.

Los progresismos deben desechar la tentación de la falta de radicalidad que los incita a estancarse, descuidar las reivindicaciones de las masas que los apoyaron, contrabandear recetas neoliberales con rótulos seudo revolucionarios y resignarse a perder el poder hasta que alguna eventualidad les permita recuperarlo para repetir el ciclo.

Está planteado el reto de una  América Latina postneoliberal.

Ello implica, en lo ecológico, racionalizar el uso de  recursos naturales y preservar la biodiversidad y el equilibrio ecológico planetario. Detener la privatización de las aguas y la destrucción de los pulmones vegetales del mundo. Controlar o vetar la manipulación genética de  organismos vivientes y detener el calentamiento global y la contaminación.

En lo social, comporta eliminar toda barrera de discriminación social, étnica, cultural, de género o de cualquier otra índole.  Garantizar el acceso a todos los niveles de la educación. Traducir  la automatización en disminución de la jornada de trabajo y no en desempleo. Aplicar los excedentes económicos a la eliminación del hambre y la pobreza y no a la acumulación privada.

En lo económico: Colocar bajo control social  los principales medios de producción, y planificar la economía en función de las necesidades sociales. Reivindicar el derecho a proteger las economías nacionales. Reestructurar integralmente sistemas tributarios, con aplicación efectiva de principios de Territorialidad, Progresividad y proscripción de Paraísos Fiscales. Reestructurar los sistemas monetarios en función del efectivo respaldo de las respectivas divisas. Imponer salarios que garanticen la satisfacción de las necesidades básicas. Regular o proscribir la especulación financiera que produce dividendos ficticios. Remitir la Deuda Pública Impagable que devora gran parte de la producción.

En lo político: Reestructurar  modelos electorales para que permitan la efectiva y transparente expresión de la voluntad de las mayorías.  Constituir gobiernos que respondan a las demandas y necesidades del pueblo y no a las del gran capital. Sancionar a funcionarios y representantes que incumplan sus programas y promesas electorales.  Implantar el control previo, concomitante y posterior informatizado en tiempo real de las actividades financieras públicas y privadas.

En lo estratégico: Reducir el gasto armamentista. Instituir la progresiva cooperación de los ejércitos en tareas pacíficas de interés colectivo. Proscribir el uso de mercenarios, paramilitares y asesinatos selectivos. Disolver  alianzas militares como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y expulsar bases de potencias extrañas a la región que funcionan  como instrumentos de injerencia y ejércitos de ocupación.

En lo internacional: Revitalizar  organizaciones regionales como el Alba, la Celac y Unasur, y crear otras que no sean instrumentos de  unipolaridad imperial. Integrar alianzas de países históricamente agredidos y explotados por imperios. Proscribir bloqueos y mal llamadas sanciones. Culminar la descolonización.

En lo cultural: Garantizar el Derecho Universal a la Educación. Preservar el legado de las culturas autóctonas. Aplicar el aparato mediático de las industrias culturales a la Educación y la difusión de contenidos científicos y estéticos. Invertir recursos ahorrados en la reducción de armamentos y la proscripción de especulaciones,  en  investigación científica, educación y  creación cultural.

Hagamos de Nuestra América la Gran Patria Nuestra.

 

FOTO- TEXTO: LUIS BRITTO

 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 10, 2020 18:13

PARA SALIR DE LA COLONIA

 


Vladimir Acosta es palabra apasionada y  escritura vehemente; escucharlo es un placer y un gusto leerlo. Ambos dones expresan un pensamiento claro y conciso, que destaca lo esencial donde otros se pierden en divagaciones y adornos.

El título de su último libro, Para salir de la Colonia, se asemeja al de un manual práctico, y en efecto lo es. En vano nos propondremos autonomía, soberanía e independencia si nuestros ideales consisten en mimetizar a nuestros opresores.

El genocidio  y saqueo de América por los europeos representó el mayor cataclismo humano hasta entonces conocido. A raíz de él, perdieron su vida unos 60 millones de pobladores originarios; para sustituirlos, fueron secuestrados igual  cantidad  de africanos, de los cuales apenas doce millones sobrevivieron a la atrocidad del tráfico de carne humana.

Las riquezas robadas a los aborígenes fortalecieron a los Estados nacionales europeos, permitiéndoles costear ejércitos permanentes que unificaron sus reinos y  lanzaron sobre el mundo las jaurías de la expansión colonial, convirtiendo a la insignificante península de Europa en centro económico, estratégico, científico y cultural del planeta. El colosal botín, según Marx, estuvo entre las causas de la instauración del capitalismo.

Gracias a las riquezas robadas y al comercio derivado de ellas,  los bloques sociopolíticos que eligieron la integración y la modernización ascendieron al estatuto de potencias.  Mientras tanto, para las naciones saqueadas, el holocausto planetario se tradujo en sumisión política y dependencia económica, social y cultural hacia los saqueadores.

Las culturas originarias de lo que hoy es América Latina y el Caribe fueron devastadas y casi destruidas por las arremetidas de los reinos europeos a quienes este saqueo convertiría en imperios. Pero la colonia no se impuso sólo por  fuerza de las armas: requirió la colonización de las mentes, por la imposición del idioma y  la religión imperiales.

Imposible le era a la metrópoli destacar un sicario que vigilara y dominara a cada colonizado: había que colocar dentro de cada quien un sicario interno que controlara sus conductas y su visión del mundo. Se intentó así convertir a pueblos originarios, esclavos y élites en fallidas copias de los dominadores, en oprimidos aspirando a remedar  opresores.

Cruentas y radicales fueron nuestras Independencias: la de Venezuela costó la destrucción de la economía y de más de la tercera parte de la población. Nos libramos de la subordinación política a las monarquías ibéricas: pero ese simulacro que sería llamado posteriormente República oligárquica preservó la esclavitud, la entente con la religión conquistadora, el monopolio de la propiedad de la tierra para la minoría, la desigualdad social traducida en derechos civiles y políticos desiguales, la subordinación a cuanta metrópoli apoyara el orden del privilegio.

 

Nuestra modernización no pasó de sacudirnos el vínculo político con la monarquía española o portuguesa. En vano nuestros próceres más esclarecidos aspiraron a crear grandes bloques geopolíticos que emularan y sobrepasaran a los delineados por los conquistadores: de cinco virreinatos y  pocas capitanías surgieron 25 repúblicas distintas en sus fronteras e idénticas en su sumisión hacia las nuevas potencias coloniales.

Si la primera colonización ibérica se impuso por la espada,  el idioma y la religión, las sucesivas europeas y estadounidenses se implantaron por los empréstitos, los  tratados de libre comercio, la instauración de casas comerciales, la intervención armada y la ideología. Una vez más, la colonización más eficaz y duradera fue la del pensamiento.

Pasamos así de colonias que exportaban metales preciosos a  España a neocolonias que exportan materias primas y bienes poco elaborados a Inglaterra, Francia o Estados Unidos. La prédica del nuevo Evangelio liberal de la libertad de comercio y luego  del Credo  positivista del progreso continuó la labor de sometimiento intelectual del absolutismo y la catequesis.

El nuevo Evangelio, al cual Roberto Hernández Montoya llamó “religión sin poesía” predica el liberalismo económico y el culto al mercado, el modelo europeo  y estadounidense del progreso, con sus corolarios positivistas del exterminio de indígenas “inferiores”, el prejuicio contra afrodescendientes y mestizos, el blanqueamiento mediante la inmigración caucásica. Y cuando las armas de la ideología fallaran, pronta estaba la ideología de las armas, en forma de intervenciones imperiales europeas y luego estadounidenses para sellar con candados de hierro y dictadores o demagogos títeres el estatuto neocolonial. 

En cada una de nuestras patrias la aplicación del modelo tiene sus peculiaridades: Vladimir nos ofrece una brillante síntesis de su  trasplante en Venezuela, con sus principales casas importadoras, sus aparatos ideológicos instalados en los medios de comunicación de masas, la cómplice bellaquería para el saqueo con el Estado y los capitales foráneos.

Así como la Conquista culminó con la dominación de las mentes, la Colonia se prolonga con la subordinación de ellas. Al final de su apretada síntesis, Vladimir llama la atención sobre el campo cultural, en el cual se  decide nuestro destino en las batallas  de la identidad, el idioma y la religión, entre otras.

Conocer quiénes somos es saber lo que queremos. La primera ofensiva del adversario es negarnos la identidad, y con ella cuanto somos y pudiéramos ser.

El idioma es el código que une la comunidad cultural de la Nación. Empobrecerlo, pervertirlo y convertirlo en remedo de la lengua del dominador es la condición del triunfo de éste.

Los credos protestantes son confesiones cuyas sedes esencialmente están situadas en Estados Unidos, dirigidas por los intereses de éstas, y que confesamente actúan como partidos políticos. No cuestionamos la creencia interna, que es cuestión de libertad absoluta, pero podemos objetar que ésta se manifieste de manera externa en contra de la sociedad y la soberanía. Con la Biblia nos impuso la dominación la primera oleada de conquistadores; con la Biblia pretende completarla la marejada de la dominación del dólar.

 

Desde luego, el estatuto colonial es una compleja trama de componentes infraestructurales y superestructurales que no se desvanecerán por el mero hecho de que cobremos conciencia de ellos.

Pero para salir de la colonia debemos dejar de adoptar como propios  valores, costumbres,  ideas y  prácticas de quienes nos explotan: no seremos libres acogiendo como salvadores capitales e ideologías transnacionales.

 

Para salir de la colonia, dejar de pensar como colonizados.

 

     FOTO/TEXTO: LUIS BRITTO

 

 

 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 10, 2020 17:43

November 27, 2020

LA ESCALADA DE TUCÍDIDES: HACIA LA TRIPOLARIDAD


 

 

LUIS BRITTO GARCÍA

Los particulares desconocemos nuestros pequeños destinos; los actuarios calculan los de los grupos sociales; los estrategas anticipan  los de Estados, Naciones, Imperios.

La disputa por la hegemonía mundial parece centrarse hoy en día entre tres grandes potencias, cuya preeminencia fue anticipada por algunas mentes sagaces.

En su clásico libro La Democracia en América (1835) Alexis de Tocqueville  profetiza que en dos siglos, sólo habría dos potencias en el mundo: Estados Unidos y Rusia.

Poco antes, Napoleón señaló que China era un gigante dormido, y que cuando el gigante despertara, el mundo se estremecería.

Los colosos que compiten por la hegemonía mundial comparten varias características: extenso territorio, vastas poblaciones, un pasado de reorganización revolucionaria.

La dinastía Ching unificó lo que hoy es China entre  230 y 212 A.C. El Imperio ruso fue consolidado por Iván el Terrible en el siglo XVI.

Estados Unidos surge, aunque parezca contradictorio, de una reorganización para entonces revolucionaria que desde 1783 abrió las puertas a  la modernidad. Su Guerra de Independencia desechó las arcaicas constricciones de la monarquía hereditaria semifeudal inglesa, cediendo el paso al ideal republicano que a su vez sirvió de coto de caza de una naciente burguesía agrícola e industrial.

Rusia y China también requirieron drásticas reorganizaciones  internas para ascender a potencias modernas: revoluciones socialistas que barrieron los antiguos feudalismos y los capitalismos externos o internos, para asignar al Estado el papel rector en la economía. Gracias a ellas, en décadas, y no en siglos, pudieron medirse con  las antiguas hegemonías europeas y superarlas.

A potencia mundial se llega unificando e integrando vastas poblaciones y territorios y  modernizándose con  reformas revolucionarias.

En su clásico  Dos contra uno: Teoría de las Coaliciones en las Tríadas (1956), Theodor Kaplow señala que entre competidores de primer, segundo y tercer orden, la alianza más probable unirá a la de primer orden con la de tercer rango, pues nadie quiere un aliado inmanejable.

Las décadas siguientes  confirmaron sus presunciones: Estados Unidos, para entonces primera potencia mundial, en 1971  pactó un transitorio armisticio con  China, en esos días tercera potencia del mundo, para concentrarse en la Guerra Fría que la llevó a desintegrar a la Unión Soviética, derribándola de su pedestal de segundo poder planetario.

Así surgió el orden contemporáneo, en el cual Estados Unidos pretende a sangre, fuego y sanciones económicas e imponer su voluntad contra el resto del orbe ejerciendo la unipolaridad. 

En su indispensable libro La escalada de Tucídides: hacia la Tripolaridad, el general Vladimir Padrino López analiza la creciente tensión entre las mencionadas potencias  y su inevitable evolución hacia un mundo multipolar.

Señala Padrino que el objetivo final del conflicto lo definía Herfold Mckinder en su obra Democratic´s Ideas and Reality (1919) expresando que “quien gobierne en Europa del Este dominará el Earthland (Asia y Europa Central), quien gobierne el Earthland dominará la Isla Mundial (Eurasia y África), quien gobierne la Isla Mundial controlará el mundo”.

Para el control de la Isla Mundial, China y Rusia disfrutan de incontestables ventajas: no tienen que invadirla, están ya instaladas en ella. La lucha se centra entonces en las periferias tanto terrestres como marítimas. Ello explica la frenética carrera de Estados Unidos por intervenirlas, mantener en ellas dispendiosas guerras e instalarles más de setecientas bases militares extremadamente alejadas de sus fronteras nacionales.

Para tal política Estados Unidos disfruta de accesos amplios  hacia dos grandes océanos, el Atlántico y el Pacífico, conectados por el canal de Panamá, y rodea los mares de Asia a través de alianzas con Australia, Japón y Taiwan.

Para equilibrar la situación las potencias asiáticas deben vencer sus limitaciones navales. Rusia dispone de difíciles accesos marítimos por el mar congelado del Ártico y los estrechos del Báltico, pero ha desarrollado la que es quizá la fuerza aérea y la cohetería más eficaz del mundo. China goza de amplias costas, pero bloqueables por el estrecho de Malaca. Vladimir Padrino López nos revela que compensó ese incómodo cerco desarrollando lo que es hoy la más poderosa flota naval del planeta.

Pero las guerras contemporáneas no se libran sólo con tanques, acorazados y aeroplanos. Se juegan en el plano económico de la producción, el avance tecnológico y el mercado; en el ideológico del dominio de la información,  el diplomático de las alianzas y el invisible del sabotaje y el espionaje.

En este sentido, señala Vladimir Padrino que China es la segunda potencia del mundo. Es la misma posición que con modestia ejemplar se reconocían los miembros de su Comité Central del Partido Comunista cuando me invitaron a un seminario en Beijing y Shangai.   Pero desde  octubre de 2014 el Fondo Monetario Internacional reconoció que la República Popular China era la primera economía del mundo,  con un PIB de 17,6 billones de dólares, que superaba los  17,4 billones del de Estados Unidos. La deuda pública de este último sobrepasa su PIB, mientras que la China apenas llega al 4% de su propio PIB. China lleva la delantera en las tecnologías 5G, 6G e Inteligencia artificial. Si seguimos el modelo de Kaplow, es fácil prever una victoriosa alianza entre China y Rusia contra la potencia que ahora ocupa el segundo lugar, Estados Unidos.

Al concluir el perspicaz estudio de Vladimir Padrino López nos preguntamos: ¿Cómo manejarnos ante este inminente choque de poderes mundiales? Recordemos  que todas las revoluciones  surgieron o se afianzaron en los resquicios de conflictos entre potencias. Así aparecieron la Revolución Francesa, la Soviética, la China, la Cubana, la Descolonización, el Socialismo del Tercer Milenio.

Integremos  territorios y poblaciones latinoamericanas y caribeñas, reorganicémonos en un gran bloque socialista. 

Ascendamos de  instrumentos a protagonistas.   

 

TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO

 

 

EN ESTA FILVEN, POR FIN

 ABRAPALABRA 

EN BIBLIOTECA AYACUCHO

ABRAPALABRA de  LUIS BRITTO GARCÍA

DESCÁRGUELA

 POR EL ENLACE

 

http://bibliotecayacucho.ml/libro/abr... /

Prólogo, selección, cronología y bilbiografía: Catalina Gaspar

Luis Britto García publica la novela Abrapalabra, con la que obtiene en 1979 el Premio Casa de las Américas, y el Premio Municipal de Literatura en 1980. Abrapalabra es no solo una propuesta fundacional en el corpus literario venezolano y latinoamericano, sino también una obra mayor, que pertenece, sin duda alguna, a la constelación de novelas latinoamericanas que Ángel Rama denominó “catedrales narrativas”, tales como, entre otras, Rayuela, Cien años de soledad, La casa verde, Gran Sertón Veredas, Yo el supremo, El obsceno pájaro de la noche, Terra Nostra y Los detectives salvajes. Su riqueza y complejidad exceden cualquier clasificación, porque ella es simultáneamente “nueva novela histórica”, “novela total”, neobarroca, filosófica, testimonial, utópica, experimental, de lenguaje, metaficcional. De ahí que encontremos en las palabras de Salvador Garmendia las nuestras cuando afirma que Abrapalabra es “Una proeza literaria”: “Nunca la literatura venezolana se había propuesto un programa de esas dimensiones ni el lenguaje había aceptado un reto tan crucial, tan definitivo como el que se plantea en cada página, en cada renglón de esta novela sin límites, sin principio y sin fin. (…) Una y mil novelas enfrentadas, paralelas, simultáneas, proyectadas hasta el infinito».

Catalina Gaspar

CONSULTE TAMBIÉN:

http://luisbrittogarcia.blogspot.com

https://www.instagram.com/abrittom/?hl=es-la

https://brittoandrea.blogspot.com/

VEA EN YOUTUBE:

LA PLANTA INSOLENTE: VENEZUELA CONTRA SEIS IMPERIOS

Cómo Venezuela ganó la Guerra de Cuarta Generación en el siglo XX

·         https://m.youtube.com/watch?v=cU2GmdHF06s 

DIRECCIÓN: Román Chalbaud GUIÓN: Luis Britto García

INAUGURAMOS PÁGINA WEB:

COMO MUCHOS DE MIS LIBROS ESTÁN AGOTADOS, CON LA INVALORABLE COLABORACIÓN DE RAFAEL PIRE CORDERO INAUGURAMOS LA  PÁGINA WEB: http://www.desdelpatio.org/britto

DONDE EL LECTOR ENCONTRARÁ LOS SIGUIENTES TÍTULOS: 

RAJATABLA/

PARA REPOTENCIAR NUESTRA CONSTITUCIÓN

TODO EL MUNDO ES VENEZUELA/ 

LA CIENCIA, FUNDAMENTOS Y MÉTODO /

CONCIENCIA DE AMÉRICA LATINA/ 

AMÉRICA NUESTRA, INTEGRACIÓN Y REVOLUCIÓN, TOMOS  I Y 2./

DEMONIOS DEL MAR: PIRATAS Y CORSARIOS EN VENEZUELA, 1528-1727 /

DICTADURA MEDIÁTICA EN VENEZUELA / 

LA MÁSCARA DEL PODER: DEL GENDARME NECESARIO AL DEMÓCRATA NECESARIO /

LA LENGUA DE LA DEMAGOGIA: DE LA CONCERTACIÓN POPULISTA A LA EXPLOSIÓN SOCIAL/

EL IMPERIO CONTRACULTURAL: DEL ROCK A LA POSTMODERNIDAD

PARA REPOTENCIAR NUESTRA CONSTITUCIÓN

EL PROYECTO SECRETO DE CONSTITUCIÓN, con comentarios de Luis Britto García

 

DESCARGUE OTROS LIBROS DE LUIS BRITTO EN INTERNET:

Abrapalabra:

 

 

http://bibliotecayacucho.ml/libro/abr...

 

Rajatabla:

https://mariainescarvajal.files.wordpress.com/2011/03/rajatabla.pdf 

Dictadura Mediática en Venezuela:

www.minci.gob.ve

http://www.corneta.org/No_14/corneta_dictadura_mediatica_

El Imperio Contracultural: del Rock a  la Postmodernidad:

http://lhblog.nuevaradio.org/b2-img/ElImperioContracultural.pdf

http://www.lajiribilla.co.cu/pdf/libroimperiocont.html

https://iaedenzulia.files.wordpress.com/2013/02/el_

La invasión paramilitar: Operación Daktari:

www.minci.gob.ve

Socialismo del Tercer Milenio:

tercer-milenio.pdf

https://web.archive.org/web/20130509143451/http://www.
 monteavila.gob.ve/mae/pdf/socialismo-tercer-milenio.pdf

La Ciencia: Fundamentos y Método
"http://editorialubv.files.wordpress.com/2013/05/libro-la-
ciencia-fundamentos-y-mc3a9todo.pdf"

El pensamiento del Libertador: Economía y Sociedad:

http://blog.chavez.org.ve/temas/libros/pensamiento-libertador/

La máscara del Poder:

http://www.minci.gob.ve/wp-content/uploads/downloads/2013/01/la_mascara_del_poderbrittoco.pdf

La lengua de  la Demagogia:

http://www.minci.gob.ve/wp-content/uploads/downloads/2013/01/la_lengua_de_la_demagogiabrit.pdf

La paz con Colombia:

http://www.urru.org/videosbolibananos/Textos/2008/LaPazEnColombia_

 

 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 27, 2020 15:34

PARLAMENTARIAS 2020

 

 

 

Luis Britto García

El sistema electoral venezolano es, según declaró Jimmy Carter, quizá el más perfecto del mundo.

Casi no hay año en que no  se efectúe por lo menos una justa electoral. Desde 1998  hasta la fecha, van 25 consultas populares.

Es un sistema automatizado y diáfano. Opera ante testigos de todas las tendencias y observadores o más bien acompañantes del exterior.

Los resultados son instantáneos, sin las bochornosas esperas de otros países,  incubadoras de conjeturas y autoproclamaciones.

El sistema no está arreglado por el gobierno. Éste ha sufrido duras derrotas: en un referendo constitucional, en elecciones para autoridades de importantes estados como el Zulia, o como Miranda, que abarca casi la mitad de la ciudad capital, o en las de la Asamblea Nacional Legislativa de 2015.

Un sistema tramposo no hubiera revelado estas derrotas; un gobierno cómplice no las hubiera aceptado en forma inmediata.

La oposición ha alegado fraude en todas las elecciones que perdió; nunca ha aportado pruebas. La actual Asamblea Nacional Legislativa fue electa  por el mismo sistema electoral que cuestionan­; de ser éste fraudulento, sus designaciones serían también ilegítimas.

Este sistema electoral que juzgo confiable ha verificado las victorias electorales del bolivarianismo y sus aliados; pero también ha proclamado los triunfos de la oposición.

Ésta lo ha probado todo sin resultados: del golpe de Estado al sabotaje petrolero; de la oleada terrorista al intento de magnicidio, del linchamiento mediático a la conjura internacional, pasando por la invasión paramilitar y el montaje de gobiernos paralelos elegidos por nadie.

Lo único que  ha reportado resultados a los opositores ha sido el sistema electoral al cual deben sus cargos representativos y la consagración electoral de sus liderazgos los mismos que lo denuncian y lo adversan.

 

Hasta la oposición más radical reconoce implícitamente y a regañadientes la validez de estos resultados, como lo evidencia la instantánea extinción de terrorismo de calle y gamberrismo guarimbero en cuanto el CNE anunció en 2017 que 8.089.320 venezolanos habían votado por la Asamblea Nacional Constituyente.

Miles de argumentos se pueden alegar contra  la voluntad popular así manifestada; mientras se adhiera formalmente al sistema democrático, cabe respetarla.

Reconocer sólo las elecciones que se ganan es  fraudulento. Lleva a una confrontación en el terreno de los hechos cuyos resultados hay que medir antes de emprenderla.

En más de una oportunidad el bolivarianismo y sus aliados han dispuesto de abrumadoras mayorías que les hubieran permitido imponerse dejando de lado la consulta popular sistemática. Nunca han cedido a la tentación de eliminar gracias a ellas a los restantes actores del juego político.

La vía electoral ha sido y es la única por la cual la oposición llegó y puede llegar a ocupar posiciones. No sólo han fallado todos y cada uno de sus intentos de asaltar el poder por la vía de los hechos: de obtenerlo en tal forma, tampoco le sería posible mantenerlo.

Quien no haya aprendido la lección del 13 de febrero de 2002 es incapaz de aprender y por tanto de manejarse en política. Cualquier nueva tentativa violenta  podría ser repelida por una violencia proporcional e irresistible, lo cual no ha sucedido pero podría  suceder.

 El único camino hacia un poder opositor estable es la legitimación electoral en los mismos términos que la del bolivarianismo. Lo que significa hacerlo sin designar a la OEA o al Comando Sur como Gran Elector y supremo árbitro de los resultados. Este último procedimiento  fue probado en Venezuela en 2002 y en Bolivia en 2019 y ya hemos visto lo que resultó.

Ensayemos todavía otra hipótesis. Los masivos respaldos electorales al progresismo quizá sean asimismo el escudo que ha impedido que en Venezuela lloviznen bombas como en Irak o Libia. El potencial veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas puede tener algún valor, pero ese apoyo no se manifestó para impedir el interminable holocausto de los pueblos irakí, libio y sirio.

Por más que nuestros enemigos foráneos finjan descreer de nuestros comicios, jamás se han atrevido a desmentirlos por la violencia frontal y descarada. Se han limitado a tentativas patéticas de tirar la piedra y esconder la mano, paradas ridículas, ofensivas de chismes,  malandrerías de guapos de barrio, globos de ensayo reventados antes de ascender.  El adversario sabe que una agresión abierta encontraría una resistencia mayoritaria, dura y sistemática, lo que hasta ahora lo ha confinado en el corralito de la amenaza y la bravata.

 Sólo hay una manera de que el sistema electoral venezolano no exprese la voluntad del pueblo: la abstención. Ante un electorado ausente,  minorías de uno u otro signo ascenderían al poder, dejando abiertas insolubles incógnitas sobre la legitimación de los favorecidos por los sufragios y sus efectivos recursos para gobernar.

 

Por hablar desde el punto de vista del progresismo, las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 no fueron decididas por la oposición, cuyo caudal de votos sólo aumentó en un moderado 4%, sino por bolivarianos que se abstuvieron, por desidia, por cansancio ante los sacrificios impuestos por el bloqueo, quizá por protesta ante algunos escándalos de corrupción impune o las fantochadas de diputados que se fingieron bolivarianos para legislar como neoliberales. Todavía lo estamos pagando.

Se dice que quien calla otorga. De ninguna manera este silencio abstencionista fue traducible como licencia para el latrocinio de los bienes de Venezuela en el exterior; el sistemático sabotaje de la economía, el criminal bloqueo de suministros de alimentos, medicinas y repuestos para mantener los servicios públicos, la asfixia económica, financiera y sanitaria; la aclamación de un falso presidente elegido por nadie y votado por ninguno, la incursión de la Planta Insolente del Mercenario Extranjero en el suelo sagrado de la Patria.

La abstención castigo autocastiga. No lleva a nada a bolivarianos ni a opositores.

Votemos. 

FOTO/TEXTO: LUIS BRITTO

 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 27, 2020 14:55

November 17, 2020

ALMAGRO RECONOCE SU PAPEL EN GOLPE DE ESTADO DE 2019 EN BOLIVIA

ÚLTIMAS NOTICIAS17 11 2020Almagro reconoce su papel en golpe de Estado de 2019 en BoliviaÚltimas NoticiasNoviembre 16, 2020

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, reconoció su papel en el golpe de Estado en Bolivia que provocó la salida forzada del Gobierno del expresidente, Evo Morales, reseñó este lunes Telesur en su portal web.



A través del libro “Luis Almagro no pide perdón”, el representante del organismo internacional relata cómo apoyó que Morales pudiera presentarse en 2019 a la reelección “para ganarse su confianza”.

El texto es el resultado de más de 100 entrevistas y 20 horas con Almagro en donde se describe su trayectoria política. Entre los hechos políticos más significativos que se relatan se encuentra la estrategia para “desbancar a Evo Morales”, el convencer a Estados Unidos a aliarse a su postura para ir contra el Gobierno venezolano o su apoyo a Dilma Rouseff.

Los autores del libro muestran que el rol de Almagro en la salida de Morales formó parte de una estrategia premeditada, que arrancó en 2017 y culminó con la Misión de Observación Electoral de la OEA para que presentara presuntas irregularidades en el conteo de votos en 2019  y así impedir la reelección del mandatario, lo que alentó el golpe militar perpetrado.


MÁS INFORMACIÓ

Respecto a Evo Morales y las elecciones de 2019, Almagro destacó que “abríamos una posibilidad que era que Evo ganara legítimamente. Era el costo que tenía eso. Para mí eso era imposible, imposible. Evo tenía menos votos todavía que los que había tenido cuando el referéndum, o sea que no tenía forma. Después abríamos la posibilidad de que la oposición boliviana ganara legítimamente. Y cerrábamos la posibilidad de que Evo se robara la elección”.

Enlaces patrocinados 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 17, 2020 05:03

November 16, 2020

Venezuela. Soberanía, ¿una palabra «demodé»?

 

Venezuela. Soberanía, ¿una palabra «demodé»?By Resumen Latinoamericano on 15 noviembre, 2020

SHARE

TWEET

SHARE

SHARE

0 COMMENTS





Por Eduardo Verdugo. Resumen Latinoamericano, 15 de noviembre de 2020.

Uno de los consensos más sólidos entre quienes reflexionaban sobre la reciente batalla electoral en EEUU es que ganase quien ganase, ningún cambio sustancial tendría lugar dentro de la política exterior del país norteamericano. La razón no es desconocida.

Quien ocupe la Presidencia solo será el megáfono de distintos intereses militares y financieros que, se vistan de rojo o de azul, coinciden en algo: en hacerse con el mayor control geopolítico y económico del mundo.

Les queda a los latinoamericanos no distraerse en la venta de humo que intenta mercadear el próximo gobernante estadounidense, sino concentrarse en lo que debe hacer la región para fortalecerse y enfrentar unos intereses que jamás cambiarán mientras el capitalismo sea el sistema gobernante.

Soberanía, ¿una palabra demodé?

Luis Britto García, intelectual venezolano, en un reciente artículo de su autoría dio pistas sobre hacia dónde debe dirigirse el debate de nuestros pueblos latinoamericanos, y bien podría decirse que el debate es de todos aquellos a quienes se les asignó el papel de países subdesarrollados solo proveedores de materia prima.

Soberanía para principiantes (https://lahaine.org/dL7j) es el título que eligió Britto García. No podía ser más acertado. Pedía que se aprovechara la creación de una escuela para los candidatos del chavismo que aspiran a llegar a la Asamblea Nacional para dotarlos de pleno conocimiento sobre el concepto de soberanía. Una noción que le costó a los pueblos suramericanos que quisieron que se respetase la suya la feroz violencia del imperialismo occidental en los últimos doscientos años.

Un Estado que se somete a tribunales, cortes o juntas arbitrales extranjeras en asuntos de orden público interno pierde su soberanía.

Estos cuerpos foráneos podrían sentenciar la ilegitimidad de los actos de los poderes públicos: anular elecciones, deponer o designar mandatarios, declarar ilegítimas sus leyes, arruinar al país asignando sus recursos a entes extranjeros o sentenciándolo a pagar deudas inexistentes. Con ello desaparece también la democracia: las decisiones fundamentales serían adoptadas por órganos del exterior, no elegidos por los nacionales ni responsables ante ellos», señalaba Britto García en su artículo.

No es el quién ocupará la Casa Blanca lo que debe ocupar los debates y reflexiones de nuestros países. Se trata de entender que si a algo le temen las élites demócratas y republicanas es a que los pueblos piensen con cabeza propia y hagan respetar sus leyes por encima de los intereses económicos extranjeros. A ejercer la soberanía en el más puro sentido de la palabra. 

Destruir el alma de la nación para conquistarla

La agresión multidimensional emprendida en los últimos años por EEUU contra Venezuela ha golpeado al país suramericano en todos los niveles, en especial, en el aspecto económico. 

El propio presidente Nicolás Maduro mencionó hace unas semanas que el bloqueo habría provocado que de «cada 100 dólares o euros que el país obtenidos por la venta de petróleo en el 2014, hoy obtuviese menos de uno», y destacó que la nación pasó de «56.000 millones de dólares a menos de 400 millones de dólares el año pasado».

Ante un ataque tan desproporcionado, el Gobierno bolivariano optó por avanzar en estrategias que le permitieran sortear la crisis provocada. Promulgar una Ley Anti Bloqueo, fue quizá una de las que más debate ha suscitado. El propio Luis Britto García señaló ciertos aspectos por los cuales la soberanía del país podría resultar afectada.

Johnny Hidalgo, analista político y especialista en geopolítica del petróleo, enuncia, a propósito de cómo el especular sobre las elecciones en EEUU ha ocultado el verdadero problema de las sanciones, una hipótesis a la que habrá que prestar atención en los próximos años:

«En Venezuela se tiende a pensar que la agresión de EEUU es sólo por petróleo. Es un error pensar así, el petróleo podría explicar buena parte de las agresiones ocurridas durante el siglo XX, pero no la de los últimos quinientos años. Bolívar también tuvo que lidiar con las acciones del gobierno de EEUU, en el siglo XIX, y evidentemente no fue por petróleo. Estoy convencido de que las agresiones que el gobierno de EEUU mantiene contra Venezuela, son para aniquilar las fuerzas del chavismo, pues estas representan una cultura que se opone a las imposiciones del orden mundial. Tratan de convencer al chavismo y a toda América Latina y el Caribe de que la Revolución no es posible. Si el chavismo retrocede, la integridad territorial y la soberanía del país se verán seriamente comprometidas», sentencia. 

Dicho retroceso Hidalgo lo sitúa dentro del debate que se ha dado en Venezuela a propósito de la Ley Antibloqueo. Son dos visiones que se confrontan en cuanto a la dimensión y naturaleza del rol que se le da al sector privado internacional e internacional dentro de la economía de crisis impuesta por las sanciones. Las reservas que tienen algunos sectores de la sociedad al respecto del capital privado, sin embargo, tienen asidero.

«A lo largo de la historia, Venezuela fue sometida a relaciones coloniales en las que fue saqueada por las potencias occidentales. Hoy en día, forma parte del interés nacional que la República mantenga la propiedad de las minas y las industrias estratégicas. Asimismo, buena parte de la población considera que la inversión extranjera nunca ha tributado a los intereses nacionales y eso genera rechazo a que dicha inversión sea fomentada. Estos rasgos del pensamiento venezolano, juegan un papel importante en el debate que se ha dado sobre la Ley Antibloqueo», opina el analista. 

Hidalgo considera que, para proteger los intereses de la nación, dentro del proceso de negociación que inaugura la Ley Anti Bloqueo solo se saldrá victorioso si se aprende del proceso histórico en el que se construyó la nación venezolana.

«Durante la dictadura de Gómez, a Venezuela se le impuso el rol de colonia petrolera. Bajo esa premisa se organizó el Estado Nacional y se pretendió la formación de un nuevo venezolano; no de un venezolano petrolero, sino de un venezolano excluido, marginado. Esto implicó la imposición de las dinámicas del negocio petrolero a la administración pública y la minimización de la actividad agrícola predominante en la economía del país. El venezolano no produciría todo lo que consume, sino que lo importaría. La acumulación de capital ocurriría en las metrópolis occidentales, aunque Venezuela produjera la riqueza. Para eso el Estado percibiría una renta a cambio de otorgar concesiones para la exploración y extracción de petróleo en el territorio nacional. Esa renta era traducida a divisas extranjeras con las que sólo pueden comprarse cosas en el exterior. Así, el venezolano debía acostumbrarse a valorar a todo lo importado más que a lo nacional. No solo valoraría los bienes importados, sino también a la gente oriunda de las potencias occidentales. A esto último, algunos le llaman musiuismo«, señala.

Para Hidalgo, es a esta dinámica de conformación de la identidad a lo que hay que prestar verdadera atención a la hora de debatir cuál es la verdadera dinámica que se instaura entre los países exportadores de materia prima y el capital transnacional.

«En el país se crearon mitos para afianzar en el venezolano una imagen negativa o una subvaloración de sí mismo. Se ha dicho que Venezuela es un país petrolero, cuando en realidad es un país con petróleo. También se ha insistido en que Venezuela es un país rentista. El rentismo se basa en la idea de riqueza no ganada con trabajo, y eso solo mantiene la difamación que, desde el siglo XVII, ejecutan las potencias occidentales sobre los pobladores de este continente, haciéndoles creer que son gente perezosa, o floja, como decimos en Venezuela. La renta es producto del trabajo y dejó de existir, realmente, cuando se nacionalizó la industria petrolera, pues entonces el Estado dejó de ser tan solo terrateniente para convertirse en dueño del capital, dejando de percibir renta para obtener la plusvalía completa. El rentismo es un mito que desvaloriza al venezolano. Venezuela no es un país rentista», apunta.

Hidalgo considera que el objetivo final de la estrategia imperialista no es el control de los Estados, sino el control de las naciones y de la gente, y que precisamente «la subvaloración de lo nacional también abre espacios donde los intereses de grupo prevalecen sobre los intereses nacionales». 

Aunque ve en la Ley Anti Bloqueo la respuesta natural de un Estado al que se le asedia por todos los flancos, considera que la clave para no seguir cometiendo los errores históricos que han vulnerado la soberanía y el sentido de la nación se encuentra en la mirada y en la confianza en las potencialidades internas del país:

«Los valores determinan los sueños, las aspiraciones. Estos serán más elevados cuanto más se valore la nación a sí misma. Si se valora poco, con poco se conforma, y esto es de mucho interés para el colonialismo», sentencia.

Fuentes: Sputnik // La Haine

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 16, 2020 07:04

November 15, 2020

PARA QUÉ SIRVE UN ESCRITOR





 


Palabras inaugurales en la XVI Feria Internacional del Libro de Venezuela

LUIS BRITTO GARCÍA

1

Siempre me he preguntado, al igual que todo el mundo, para qué sirve un escritor. La primera respuesta que  se nos ocurre es obvia: para nada. En otros sitios los literatos motorizan industrias editoriales que ensucian mucho papel y mueven mucho dinero. En un país donde los índices de lectores subieron abruptamente y posiblemente se desplomaron tras el bloqueo, vuelve el escritor a ser fantasma sin aplicación, salvo el arribismo político o el malabarismo burocrático. Esta respuesta es falsa, pero me siento cómodo con ella. Sostener que un ser humano debe servir para algo es  mercantilismo ajeno a la Utopía, donde el Ser se justificará por el prodigio de su propia existencia y sus creaciones. Instalarse en un oficio sin escalafón ni tabla de remuneraciones es conquistar  de manera soberbia una parcela del Reino de la Libertad: del vivir sin deberle a nadie excusas ni plusvalía. Vale decir, la aristocracia sin siervos ni esclavos a la que acceden sólo creadores e indigentes.

2

Me corrijo: el escritor sí sirve para algo, o más bien para todo. Los  seres vivientes acceden a la condición de animales sociales al desarrollar el lenguaje. Abejas, hormigas y delfines disponen de complejos medios de comunicación. El de los seres humanos es el que más depende de la capacidad de invención. De creerle a Noam Chomsky, las estructuras profundas de nuestro lenguaje serían fijas e innatas, pero a partir de ellas hemos desarrollado millares de idiomas y culturas distintas. El escritor  organiza, fija, potencia y preserva las palabras, primero en el mecanismo mudable de la memoria, luego en la trama de los signos preservados en piedra, arcilla, nudos, papel o pulsos electromagnéticos. La palabra dicha es local y fugaz, sin más alcance que la voz y el recuerdo. La reducida a  signos en la escritura aspira a perdurable. Gracias a ella disfrutamos de inagotable  acceso a todo lo dicho desde el comienzo de los tiempos y el confín de las distancias.

3

Sin lenguaje sería  imposible coordinar  conductas humanas; sin escritura, hacer  esta coordinación perdurable. Las palabras no son la realidad, pero erigen  modelos modificables de ella. Las más poderosas  nombran objetos intangibles. Tribu, Aldea, Ciudad, Nación, Religión, República, Estado, son palabras. El escritor incesantemente construye y destruye  la concepción del mundo. Alrededor de textos como la Biblia, las Analectas, la Odisea, el Popol Vuh, el CoránEl Príncipe o El Quijote terminan de decantarse los idiomas que a su vez definirán naciones. La escritura  fija la realidad fluyente del idioma y mediante él  estabiliza el sistema compartido de valores que llamamos Nación. Cada escritor desarrolla un estilo y cada comunidad una civilización, especie de intangible frontera del cuerpo político. Hay Naciones cuya cultura perdura milenios después de destruido su Estado, y Estados aniquilados porque dejaron morir su cultura. 

4

La naturaleza  se nos hace inteligible a través del lenguaje. Organizamos  vocablos mediante gramáticas cuyas construcciones llamamos filosofías, con las cuales  explicamos el mundo. El universo es sólo  caos de sensaciones hasta que lo ordenamos con el mito, la Historia y las matemáticas. No hay escritor más preciso que quien  traza números, a pesar de que su cosmos está poblado de criaturas insensatas: el cero, el infinito, los números irracionales. No olvidemos al que apunta sonidos y nos interna en orbes musicales  al parecer desprovistos de otro sentido que el de cautivarnos. Pintores y escultores  articulan imágenes y formas, ingenieros y arquitectos palabras  sólidas. Todo lo real fue escritura; pasado su tiempo devendrá Historia.

5

Cuenta Maquiavelo que luego de pasar el día discutiendo con jornaleros y pastores, se encerraba en su biblioteca para conversar con los grandes hombres del pasado. La filosofía no ha encontrado mejor manera de definir el Ser que considerarlo una hilación de ideas, vale decir, de palabras. Seguir el monólogo interior de James Joyce es temporariamente convertirse en él. Mediante la lectura disponemos de mil vidas; mediante la escritura, de la ilusión de ubicuidad e inmortalidad. Sólo muere el escritor cuando ya no es leído; sólo deja de serlo cuando evade su Verdad. Nace muerta la palabra que  expresa adulación o  moda. La venalidad no expresa más que el precio que la compra.

 6

Toda opresión es legitimada por cadenas verbales. Su fin llega cuando son resignificadas las  palabras de sus murallas conceptuales.  Toda Revolución es disparada por la prédica de una Vanguardia Ilustrada. La Revolución Francesa, la Independencia, la Bolchevique, la China, la Descolonización, la Cubana, la Sandinista, la Boliviana,  fueron movimientos explosivos detonados por  mechas de conceptos. El bolivarianismo es  intento de plasmar lo mejor del nacionalismo, el antiimperialismo, el integracionismo, el socialismo del  proyecto de la izquierda de los años sesenta. En vano desdijeron de este último algunos de sus autores. Lo dicho en vida sobrevive a quien muere en espíritu. 

7

Sobre la tierra se baten  a muerte el discurso de la Alienación y el del Reino de la Libertad. Algoritmos de  dividendos deciden hecatombes. Mentes artificiales enuncian palabras digitales que asfixian la esperanza y proscriben el futuro. Cada vocablo que tecleamos es registrado por mecanismos espías y cribado por análisis de contenido.  La información se concentra en un número cada vez menor de softwares. Todo lo que digamos puede ser digitalizado en  contra nuestra. Más de un millar de idiomas hablamos los humanos: las máquinas los han traducido a  uno solo. Mientras construimos el mundo con conceptos los ordenadores lo reducen a data. Debemos aprender idiomas inhumanos que sólo conocen el uno y el cero para defender nuestra patria, que es el infinito. Una vez más, es preciso inventar el lenguaje que nombre la vida. La palabra es nuestra memoria y nuestro consuelo. Nuestro anhelo de arribar al mundo donde, como anticiparon Carlos Gardel y Alfredo Lepera, no habrá más penas, ni olvido.

TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO

 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 15, 2020 18:44

SOBERANÍA PARA PRINCIPIANTES

 

LUIS BRITTO GARCÍA

 1

Ha sido creada una Escuela para candidatos a diputados en la Asamblea Nacional Legislativa, inaugurada por el  Presidente Nicolás Maduro y por Jorge Rodríguez. Teniendo como educandos a futuros legisladores, y siendo así que las leyes son desarrollo de la Constitución, el pensum debería incluir nociones jurídicas fundamentales sobre el tan frecuentemente ignorado concepto de Soberanía.

2

Soberanía es el perpetuo y supremo poder de un cuerpo político para darse sus propias leyes, aplicarlas con sus propios órganos y decidir las controversias sobre dicha aplicación con sus propios tribunales.  La palabra “Soberano” deriva del latín Super Anus, por encima de cualquier otro. Tras la caída del Imperio Romano, proliferó en Europa una multiplicación de pequeños poderes: los de los señores feudales, los de las ciudades,  los de las Iglesias, los de los gremios. Estos poderes se pretendían   independientes, pugnaba cada uno con los otros y superponían sus competencias. El resultado era una perpetua guerra, que sólo se aplacó con la instauración de los soberanos Estados Modernos Nacionales, en los cuales un solo poder, una sola instancia decidía las controversias.

3

Uno de los fundadores de la teoría de la Soberanía, Jean Bodin (1529­-1596), la define como “el poder absoluto y perpetuo de una República”. Poder Absoluto, porque no admite ningún otro por encima de él. Perpetuo, porque se lo funda con  intención de que perdure: no tiene lapso de caducidad ni vencimiento. La Soberanía se manifiesta mediante atributos, y el principal de ellos es el de legislar. Según Bodin: “El primer atributo del príncipe soberano es el poder de dar leyes a todos en general y a cada uno en particular”. Fácil es comprender que de él se derivan los demás atributos, pues de nada serviría al soberano sancionar leyes si aplicarlas o no aplicarlas depende de un poder  distinto. Y tampoco valdría de nada legislar si tribunales de otros países interpretaran como les pareciera las leyes o pudieran declararlas ilegítimas. Son los mismos  atributos que posteriormente Montesquieu designaría como poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La pérdida de cualquiera de ellos equivale a la de la soberanía, ya que, como puntualiza también Bodin, “del mismo modo que una corona pierde su nombre si es abierta o se le arrancan sus florones, también la soberanía pierde su grandeza si en ella se practica una abertura para usurpar alguna de sus propiedades”.

4

Así, un Estado que se somete a tribunales, cortes o juntas arbitrales extranjeras en asuntos de orden público interno pierde su soberanía. Estos cuerpos foráneos podrían sentenciar la ilegitimidad de los actos de los poderes públicos: anular elecciones, deponer o designar mandatarios, declarar ilegítimas sus leyes, arruinar  al país asignando sus recursos a entes extranjeros o sentenciándolo a pagar deudas inexistentes. Con ello desaparece también la democracia: las decisiones fundamentales serían adoptadas por órganos del exterior, no elegidos por los nacionales ni responsables ante ellos. Sin soberanía no hay cuerpo político.

5

Resumimos: entregar a un poder foráneo la potestad de legislar, aplicar las leyes o interpretar la correcta aplicación de ellas en materias de orden público interno es renunciar a la soberanía. No existe soberanía “limitada” ni “relativa”: de la misma manera que una mujer no puede estar medio preñada. Un cuerpo político es soberano o no es. Es cuestión que a partir de 1810 decidimos a sangre y fuego con la pérdida de más de la tercera parte de nuestra población en una Guerra de Independencia que duró catorce años y destruyó también nuestra economía.

6

Los Imperios en la actualidad no siempre adquieren colonias con costosas invasiones y genocidios tremebundos. Ello les impone mantener pesados ejércitos de ocupación y molestas guerras de contrainsurgencia con los sojuzgados. Ahora les bastan discretas presiones, vagos halagos, promesas etéreas, para que mandatarios, jueces, constituyentes y legisladores adulantes entreguen soberanías, no en el campo de batalla, sino en mesas de negociaciones salpicadas de brindis y de cómplices felicitaciones.

7

Pero cada vez que los representantes de Venezuela han incurrido en  abdicaciones de soberanía, el castigo ha sido tremendo. A una Junta cuyos miembros fueron designados por Estados Unidos le confiaron el Laudo Arbitral sobre la Guayana Esequiba, y  la perdimos íntegramente. Inglaterra, Alemania e Italia se confirieron el derecho de reclamar a cañonazos supuestas acreencias de sus compañías contra nuestro país, y el resultado fue un sangriento y ruinoso bloqueo entre 1902 y 1903. A la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA  obsequió nuestro país el derecho de vigilar y juzgar sobre las violaciones de éstos en Venezuela, y dicho organismo cuadruplicó las causas y sentencias en contra nuestra desde que se instauró el gobierno bolivariano. Al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre las Inversiones (CIADI) le cedió el poder de decidir las reclamaciones de las transnacionales contra nuestro Estado, y las perdimos prácticamente todas. Carlos Andrés Pérez entregó en bandeja de plata al Fondo Monetario Internacional el soberano control de la economía venezolana, y apenas le costó la pérdida del poder para siempre tanto a él como a su partido Acción Democrática. Caldera suscribió el Primero de los Infames Tratados contra la Doble Tributación, que exoneran de pagar impuestos en Venezuela a empresas e individuos extranjeros, y tanto él como su partido viajaron hacia el Monte del Olvido. La entrega de soberanía no perdona.

8

Dicho lo anterior, me pregunto  cuándo voté para que representantes elegidos con mi sufragio sancionaran una Constitución que impide proteger nuestra economía al estatuir que la inversión extranjera tendrá las mismas condiciones que la nacional. Tampoco recuerdo haber autorizado a nadie para redactar una Ley Orgánica de la Hacienda Pública Estadal que privatizaba ríos, lagos y lagunas y permitía inmunizarse por contrato contra las alzas de impuestos; una Ley de Promoción y Protección de la Inversión Extranjera que confiere a ésta mayores privilegios que a la Nacional, y en general normas que convierten a las sentencias de nuestros tribunales en borradores a ser corregidos, enmendados o desechados a placer por jueces extranjeros. No concibo que no sepan leer lo que aprueban, porque en nuestro país se acabó el analfabetismo. Tampoco creo que una mano siniestra borró lo que aprobaron y escribió otra cosa, porque ninguna mano maligna ha borrado sus dietas, subvenciones y viáticos. Menos creo que hayan levantado el brazo sin leer lo que aprobaban, porque ninguno ha suscrito un documento de cesión de todos sus bienes sin mirar lo que firmaba. Ninguno prometió esas canalladas, sino todo lo contrario. Me deben una explicación.

9

Me dirijo entonces, no a los ya elegidos, sino a aquellos por elegir. Una vez más vamos a confiarles la custodia de la soberanía, no su entrega. Estamos en la Soberana República Bolivariana de Venezuela, muchachos, no en el Estado Libre Asociado de Muñoz Marín. Si así lo entendeis, que  la Patria y los votantes os lo premien; y si no, que os lo demanden.

7 noviembre 2020

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 15, 2020 18:12

LA VERGONZOSA ASAMBLEA NACIONAL 2016-2020

 



Luis Britto García

 

 

1
He señalado que todo proceso progresista es atacado simultáneamente por una contrarrevolución externa y otra interna. El bolivarianismo no es la excepción. En forma coordinada, sincronizada, cómplice, unen sus fuerzas el Imperio y la derecha criolla para destruirlo.

2
En dos décadas de ofensiva, cada día se revela un nuevo ataque, militar, paramilitar, jurídico, político, diplomático, económico, mediático, informático o simplemente terrorista contra Venezuela. Esta ofensiva de mil cabezas, que parecería operar en el desorden y la anarquía por la dispersión y diversidad de sus esfuerzos, es sin embargo metódica concreción de un plan preparado en los laboratorios de potencias extranjeras para ser aplicado por carne de cañón mercenaria. Se pretende aplicar a Venezuela una receta prefabricada que había funcionado en otros ámbitos: la “revolución de colores”, contrarrevolución de eventos mediáticos destinados a excusar el derrocamiento por la fuerza de un gobierno ingrato al Imperio.

3
Las tácticas para ello constan en tres manuales de funcionarios del Gobierno estadounidense: From Dictatorship to Democracy, del politólogo Gene Sharp, y Mastertroke y Operation Venezuela Freedom 2, del almirante Kurt Tidd, jefe del South Command. Decían los positivistas de principios del siglo pasado que en Venezuela había una constitución invisible, que se aplicaba a despecho de la escrita. Para la Asamblea Legislativa en desacato, la única constitución aplicable y aplicada la integran los tres documentos citados.

4
Un observador acucioso puede descifrar en ellos las claves de todas y cada una de las medidas inspiradas por la mayoría opositora en la vergonzosa Asamblea Nacional 2016-2020. Comencemos por From Dictatorship to Democracy, de Gene Sharp. Díganos el lector si reconoce en las políticas de la Vergonzosa el surtido de tácticas que consta en el Apéndice Primero de dicho recetario: “22. Desnudos de protesta (recordemos la obsesión de los manifestantes por mostrar sus traseros). 31. Atormentar sicológicamente a oficiales. 32. Burlarse de oficiales. 63. Desobediencia social. 70. Emigración de protesta. 81. Boicoteo comercial. 86. Retiro masivo de depósitos bancarios. 92. Embargo doméstico. 93. Poner en lista negra a grupos de comerciantes. 94. Embargar a proveedores internacionales. 95. Embargar a compradores internacionales. 96. Embargar el comercio internacional. 119. Cierre económico. 123. Boicoteo de cuerpos legislativos. 124. Boicoteo de elecciones. 141. Desobediencia de leyes consideradas “ilegítimas”. 151. Retener el reconocimiento diplomático. 154. Ruptura de relaciones diplomáticas. 155. Retiro de organizaciones internacionales. 170. Invasión “no violenta”. 178. Teatro de Guerrilla. 190. Creación de mercados alternativos. 198. Soberanía dual y gobierno paralelo”. Reconozcamos que Gene Sharp olvidó incluir el único acto creativo de la oposición vergonzosa: prenderle fuego a sus conciudadanos que por vestimenta o tono de piel pudieran parecer adversarios.

5
Un prontuario todavía más detallado ofrece Pasqualina Curcio en el libro La Vergonzosa Asamblea Nacional 2016 2020: Arremetida imperial. Con precisión y claridad, con pruebas documentales irrefutables, la autora verifica cómo punto por punto, detalle por detalle, las acciones de los legisladores de oposición materializan instructivos emanados de las agencias de seguridad estadounidenses y del Comando Sur. Desde la campaña electoral fundada en “la última cola” hasta la amenaza de derrocar en seis meses a Maduro. Desde la proliferación terrorista de cortes viales hasta la hiperinflación inducida, la farsa del “gobierno de transición” y la fallida invasión de mercenarios, el bloqueo económico, el ataque a Pdvsa y al signo monetario. Vale decir, en la sección opositora de la Asamblea Nacional no tuvimos legisladores ejerciendo sus funciones para quienes los eligieron, sino una cabeza de playa del Comando Sur.

6
No hablamos de manera figurada: los mercenarios cuya planta insolente profanó el sagrado suelo de la patria en febrero de 2020 fueron alquilados a destajo por el presidente de dicha Asamblea Legislativa en documento suscrito en Washington. El colosal fiasco de la invasión asalariada culminó la cadena de fallidos atentados contra la soberanía emprendidos por el cuerpo legislativo que alguna vez pretendió erigir un presidente autoelegido de Venezuela.

7
¿Por qué no han tenido éxito tantos manuales? Todos están encaminados a crear coartadas mediáticas para que un grupo armado instaure una dictadura. Pero a pesar de sus empecinados esfuerzos, ni Estados Unidos ni la oposición vernácula han logrado constituir en nuestro país un poder real, ni social ni militar, capaz de tomar el gobierno y retenerlo más allá del cuarto de hora de fama que disfrutó la dictadura de Carmona Estanga. Han fingido todo tipo de escenografías y melodramas para consumo mediático: ninguno de ellos con raíces profundas en el movimiento popular.

8
Pensemos en ello a la hora de consignar el voto para una futura Asamblea Nacional Legislativa. Los caletres de Gene Sharp y Kurt Tidd no le han reportado el poder a los opositores, pero han arrojado muerte, dolor, pobreza y deterioro económico y social para la familia venezolana. De la mayoría opositora en el Congreso no ha salido una sola ley, una sola norma para paliar la difícil situación en que el bloqueo y el capitalismo vernáculo han colocado a los venezolanos. Ni una disposición para defender el monto y valor del salario, castigar la especulación con bienes básicos, instaurar un control que imposibilite la corrupción. Sólo han pensado en consagrar legislativamente la impunidad por sus propios delitos y robar los activos del país entronizando en una farsa burlesca a un fantoche en lugar del presidente que no han podido colocar en Miraflores. Aprendamos de esta vergonzosa historia, para evitar repetirla.

24 de octubre 2020

 

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 15, 2020 17:57

Luis Britto García's Blog

Luis Britto García
Luis Britto García isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
Follow Luis Britto García's blog with rss.