Rafael Uzcátegui's Blog, page 6

August 16, 2024

Venezuela: El problema compartido

El gobierno de Nicolás Maduro acaba de profanar dos reglas tácitas de las elecciones: Las gana quien tenga mayoría de votos y, en segundo lugar, ante las tentaciones de torcer la voluntad popular una importante diferencia de votos es suficiente para evitar un fraude. Lo urdido desde el Palacio de Miraflores no compete exclusivamente a los venezolanos. Con esto, las teorías académicas sobre transición del autoritarismo a la democracia se han vuelto añicos. Si la comunidad internacional permite que se “normalice” la situación, la democracia como se ha conocido en Occidente iniciará un irreversible proceso de degradación.

Hay normas que se crean en sociedad, igual de importantes que lo permitido y sancionado por las leyes. Previo a escribir este artículo hice una cola en una institución pública. Quienes llegaron primero, son atendidos antes de los que aparecieron después. No existe una “ley de colas” que obligue a todos a respetar su lógica y su orden, pero existe un consenso ampliamente compartido sobre su utilidad. Quien intenta vulnerarla, colocándose en un sitio que no le corresponde, debe enfrentar el reclamo de los demás o el llamado de algún funcionario de seguridad. Si el transgresor lo desoye pudiera ser privado de libertad, no por el delito de “violación de cola”, que no existe, sino por desacato a la autoridad. Si el resto de los formados no reclama y los guardias se hacen la vista gorda, se estimula a que otros repitan el comportamiento del infractor inicial, hasta un punto en que la propia cola se haga prescindible y finalmente impere la ley del más fuerte a la hora de hacer una gestión en una oficina estatal.

Algo similar, en una escala mucho mayor, está ocurriendo con las elecciones venezolanas. No existe una “ley universal de sufragios” que especifique que la opción que saque más boletas será anunciada como ganadora. El principio de un hombre o una mujer equivale a un voto materializa los principios de igualdad e universalidad de los sufragios. Y el voto emitido por esa persona se entiende como su opinión en el ejercicio de su soberanía sobre el tema en disputa, en un método de consulta validado en todo el planeta. En algunos casos por mayoría absoluta o calificada, pero quien obtenga mayor número de papeletas es y debe ser el triunfador. Cómo los márgenes cerrados entre los principales contendientes pueden ser un entorno favorable para malos manejos, una segunda norma -en la ley no escrita sobre elecciones- ha postulado que un importante margen de diferencia aleja cualquier pretensión de voltear resultados.

En elecciones pocas cosas son trigo limpio. Usualmente quienes usan su posición –política, social, militar o económica- intentan sacar ventaja coaccionando, atemorizando o inventando votos antes que sean depositados en las urnas. Cuando las boletas han sido depositadas y finalmente contadas, se asume que los dados han sido lanzados. Si la diferencia entre unos y otro es significativa no hay vuelta atrás. Esto ha sido válido hasta para personajes siniestros como Augusto Pinochet, responsable de la tortura contra 28.459 personas y 3227 casos de asesinatos o desapariciones. Cuando los resultados del plebiscito nacional de Chile de 1988 dieron el 55.9% a la opción “No” y 44% a la opción “Sí”, a las 00:18 del jueves 6 de octubre, Pinochet se reunió con sus ministros y les informó: “Señores, el plebiscito se perdió. Quiero sus renuncias de inmediato. Eso es todo”. En la otra vereda del espectro político, en 1990 se realizaron elecciones presidenciales en una Nicaragua gobernada por los sandinistas. Las encuestas vaticinaban un triunfo de los guerrilleros, pero cuando el Consejo Supremo Electoral anunció que la Unión Nacional Opositora ganó con el 54% de los votos Daniel Ortega felicitó públicamente a Violeta Chamorro. En ambos casos hubo tensiones y fricciones internas, pero ni el pinochetismo ni el sandinismo –el de aquel entonces- finalmente optaron por actuar contra la expresión de la voluntad popular.

Nicolás Maduro (NM) se midió en elecciones y fue derrotado, según las actas publicadas por la alternativa democrática, por 3.987.338 votos de diferencia. Estos resultados confirmaban todas las encuestas rigurosas de opinión que habían sido realizadas antes de los comicios. Aunque el deseo de cambio era mayoritario en todos los sondeos, la oposición realizó un esfuerzo monumental en promover el voto para que su victoria fuera abrumadora, disminuyendo así las posibilidades de ocurrencia de un fraude tradicional. Para ningún analista, mínimamente profesional, el resultado era una sorpresa: NM era el candidato del continuismo en un país agotado por una emergencia humanitaria compleja, el empobrecimiento general de la población y una crisis migratoria sin precedentes en la historia del país. Y si esto fuera poco, realizando la campaña electoral más deslucida del chavismo en el poder. Sin embargo, a pesar de todo esto, Maduro se anunció como ganador, desatando contra la población, especialmente la que dejó de votar por el chavismo, la peor represión masiva cualitativa en Venezuela desde el año 1958.

Este no es un problema exclusivo de los venezolanos. Si la comunidad internacional permite que el madurismo se salga con la suya, el precedente quedará ahí para quienes deseen desconocer a toda costa el resultado de los procesos electorales. El fraude monumental del 28J ha dinamitado todo lo que conocíamos acerca de la participación democrática, con o sin comillas, a través del voto. Y los malos ejemplos se imitan más rápidamente que los buenos. Sus principales víctimas, pasado mañana, serán las propias organizaciones partidarias izquierdistas que hoy hacen un atronador silencio sobre la última tropelía del llamado “Socialismo del Siglo XXI”. La consolidación del fraude, además, aleja mucho más las posibilidades democráticas para países como Cuba y Nicaragua, implosionando lo que los académicos regionales habían postulado sobre las transiciones.

Publicado en Rialta.org

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Published on August 16, 2024 09:26

August 9, 2024

Thoreau en Venezuela

El 28 de julio de 2024 ocurrió la jornada de desobediencia civil más importante de la historia contemporánea venezolana. Aunque Nicolás Maduro puede mostrar, por los momentos, una victoria sólo en la dimensión estrictamente militar, en el plano político, social y cultural acaba de sufrir una derrota monumental propinada por quienes quería mantener en la servidumbre.

La desobediencia fue protagonizada, en primer lugar, por quienes hasta antes de ayer eran considerados como base electoral del oficialismo. En una entrevista del 26 de julio Luis Vicente León, directivo de la firma encuestadora Datanalisis, aseguraba en el canal Globovisión que el piso electoral del oficialismo se ubicaba entre un 25 a 30% del registro electoral. Si el padrón para el proceso presidencial reciente se remontaba a 21.392.464 electores, estaríamos hablando de una supuesta votación cautiva comprendida en un rango de entre 5.348.116 millones a 6.417.739 sufragantes. ¿De dónde sale esta cifra? Históricamente se ha considerado que el bolivarianismo arrancaba en las contiendas electorales contando, de inicio, con los votos a su favor de la nómina de empleados públicos y beneficiarios de los programas sociales. Aunque no se contaban con datos verificables, se estimaba que este número superaba los cuatro millones y medio de personas. La realidad contradijo a Vicente León. Según el registro de las actas disponibles (83%), publicadas en https://resultadosconvzla.com/, realmente el candidato Nicolás Maduro habría obtenido 3.316.142 papeletas, una cifra bastante menor a la pronosticada. Si tomamos el dato menor y más conservador, 2.031.974 personas de la base electoral oficialista decidieron votar por la alternativa representada por Edmundo González.

Lo anterior nos ratifica el profundo malestar instalado en la sociedad venezolana. A pesar de las diferentes coacciones, así como los mecanismos de verificación impuestos por las autoridades del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el fenómeno del “voto oculto” –personas que decían votar por una opción y finalmente decidieron hacerlo por otra-, fue trascendental en el ancho margen de diferencia entre la candidatura continuista respecto a la que prometía el cambio. Dos millones de personas ocultaron, seguramente con estoicidad, su verdadera opinión política para expresarla en un entorno que sentían seguro: El secreto del sufragio. Afirmaron que iban a cumplir con el método 1×10, pero las personas que reportaron no tenían la intención de mantener el status quo. A toda regla es un acto de insumisión, como lo describe Albert Camus al inicio de su libro “El hombre rebelde”: “¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre –o mujer, agregamos- que dice no. Pero si niega, no renuncia: es también un hombre –o mujer- que dice sí, desde su primer movimiento. Un esclavo, que ha recibido órdenes toda su vida, de pronto juzga inaceptable un nuevo mandato”.

Un segundo sector trascendental para la adaptación endógena de las enseñanzas de Henry David Thoreau –considerado el padre de la desobediencia civil- fueron los sectores populares, que en la ecuación bolivariana también eran considerados parte de sus bastiones de apoyo. La ruptura con el chavismo fue progresiva e irreversible. En los comicios regionales de 2021, teniendo a Barinas como caso emblemático, el deslave electoral en los antiguos territorios duros bolivarianos era constatable. En el corazón del llano ocurrió un interesante fenómeno de simulación: La gente tomó todo lo que le dieron desde arriba sin que eso mellara la indignación creciente desde abajo. Esos sectores populares, de pueblos y zonas rurales, acudieron al llamado de María Corina Machado, a sabiendas que eran observados por colectivos y consejos comunales. Y como se registró en innumerables videos, protagonizaron episodios de desafío a la autoridad en el marco de la campaña. Desde Estados Unidos se hablaba de “empate técnico”, pero quien quisiera oír podía escuchar la avalancha que avanzaba desde regiones a Caracas, de los márgenes al centro. El día después del sablazo a la voluntad popular, el país fue sitio de 210 protestas a su largo y ancho, de las cuales 47 fueron en Caracas y 163 en el resto de Venezuela, un hito en la manifestación contemporánea. Si algo evidenció la ruptura, tanto política como emocional, de los sectores populares fue el derribo de las 6 estatuas de Hugo Chávez, celebrado orgiásticamente por los indignados e indignadas en las zonas donde el clientelismo estatal creía asegurada la dominación. En uno de los videos se observa un grupo de adolescentes, que no conocen otra realidad que la del “socialismo del siglo XXI”, echar abajo la estatua de 2,10 metros de altura que las autoridades habían levantado sólo 10 meses atrás, como símbolo de la abyección. Ocurrió en el Urbanismo de la Gran Vivienda “El renacer de Tejerías” en el estado Aragua, donde siempre faltó de todo menos la simbología panóptica del poder.

El tercer grupo está constituido por el liderazgo político y social, incluyendo los sectores medios vinculados a sociedad civil. A pesar de amenazas e intimidaciones, que incluyó por lo menos 52 detenciones arbitrarias en los primeros 6 meses del año, se mantuvo contra viento y marea el foco en la participación electoral. Se asumió, contra todo riesgo, focalizar la campaña en zonas de no confort, cuando la tradición era que los actos de campaña se realizaban en territorios ganados en las urbes principales, lo que catalizó la reconfiguración del mapa político del país. Con censura y sin recursos, contra todo pronóstico, contravenir a la pulsión totalitaria transformó una campaña electoral en una gesta épica.

Bajo gobiernos autoritarios las elecciones no se ganan sólo por tener la mayoría. Lo que sucedió después del 28J puede opacar todo lo extraordinario que se hizo hasta ese día, que será objeto de discusión durante mucho tiempo en los interesados en las resistencias bajo espacios cívicos cerrados. Quienes luchamos por la democracia en el país somos malos pulperos, pues no alabamos el queso que tenemos, y dejamos que nuestras victorias se desdibujen por los objetivos que no se alcanzan, por el momento. Sin embargo, el fenómeno que logró vencer, de manera avasallante, la hegemonía electoral construida por el chavismo sigue ahí, para inspirar e iluminar los días que vendrán para Venezuela.  

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Published on August 09, 2024 12:42

August 7, 2024

Comunicado: Cese el terrorismo de Estado en Venezuela

Respeto a la voluntad del pueblo venezolano

Los abajo firmantes, integrantes de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología (ALPEC) junto a colegas especializados en el estudio de la violencia, seguridad ciudadana, política criminal y derechos humanos en la región, así como activistas, intelectuales y académicos, expresamos nuestra profunda preocupación ante la intensificación de la violencia institucional que se ha expandido durante la última semana en Venezuela, a raíz de la precipitada proclamación de Nicolás Maduro como Presidente de la República, sin haberse totalizado el 100% de los votos, tal como lo ordena la legislación electoral del país, por un Consejo Nacional Electoral totalmente controlado por el Ejecutivo Nacional y que carece de credibilidad nacional e internacional. La oposición posee más del 81% de las actas escrutadas y dan como ganador a Edmundo González Urrutia por una diferencia 2 a 1 respecto a Maduro. Este desconocimiento de la voluntad popular por parte del gobierno generó una serie de protestas espontáneas, más de 500 en todo el país, a las que la coalición gobernante ha respondido de manera violenta, arbitraria e ilegal.

El Estado venezolano ha puesto en marcha de una manera intensiva, como nunca antes, todos los dispositivos represivos que ha venido diseñando e implementado durante los últimos 12 años, tales como las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), que se han caracterizado por tener los índices de letalidad más altos de la región, tal como ha sido demostrado por diversos estudios académicos e informes de organismos internacionales, entre los que destaca los del Monitor del Uso de la Fuerza Letal en América Latina y el Caribe; así como los informes de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos para Venezuela, ambas de la ONU.

En una semana se cuentan más de 20 personas fallecidas, al menos cuatro por intervención de las fuerzas de seguridad del Estado, otras a manos de funcionarios de civil, que actúan como bandas paramilitares, popularmente conocidas como “colectivos”.

Estos dispositivos letales se complementan y alimentan con diversos mecanismos disciplinarios y de delación vecinal, que van desde los Comités Locales de Alimentación (CLAP), pasando por las UBCH (Unidades de Batalla Hugo Chávez), las RAAS (Red de Articulación y Acción Sociopolítica), hasta llegar a aplicaciones para los teléfonos celulares como VenApp para que los vecinos denuncien, de manera anónima, a disidentes, opositores y manifestantes.

El estado de excepción permanente que vive Venezuela desde hace años ha pasado a otro nivel; en las calles se vive un estado de sitio, los militares y policías tienen puntos de control, dónde, entre otras, revisan los teléfonos celulares de los ciudadanos, y si les encuentran cualquier información alusiva al candidato de oposición o de sus partidos aliados los detienen. Los allanamientos ilegales, las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzadas se han hecho comunes. Después de las 6 pm ya no se puede circular libremente por las calles, el que lo haga es detenido. Hasta una masiva utilización de drones se ha dispuesto para ampliar la vigilancia sobre los ciudadanos y a la vez sembrar el terror en ellos, socavando por completo la libertad de movimiento y la tranquilidad del país. Nada de esto ha sido decretado formalmente, todo se impone por la vía de los hechos.

En los primeros cuatros días posteriores a las elecciones, ya se contaban oficialmente más de 1.062 personas detenidas. El propio Nicolás Maduro informó, además, que vendrían 1000 detenciones más y que estaba refaccionando dos cárceles de máxima seguridad para recluir a los manifestantes. La amenaza de ser detenidos por las operaciones “TUN TUN” es constante. Cómo ha sido práctica común con los presos políticos durante los últimos años en el país, los detenidos no tienen derecho a elegir un abogado propio, han sido trasladados a distintos lugares sin informar a familiares sobre su paradero e incomunicándolos; se están realizando audiencias masivas virtuales donde no se individualizan las responsabilidades, se aplican tipos penales genéricos y difusos (incitación al odio, traición a la patria, terrorismo, etc); tal y como está siendo documentado por organizaciones de defensa de DDHH, por los propios ciudadanos que ante la censura informativa utilizan las redes sociales como vía de denuncia y difusión, y los pocos medios de comunicación internacionales que reportan desde el país. Parte de ello se recoge en el pronunciamiento de la CIDH del pasado 31 de agosto: “La represión que replica patrones observados en 2014 y 2017 en un contexto de ausencia de Estado de Derecho y democracia”.

Como es costumbre, esta violencia institucional ilimitada se aplica de manera diferenciada según el estrato social: en los barrios periféricos de las ciudades es más letal. Este ejercicio ilimitado trae también como consecuencia que las extorsiones y robos por parte de los funcionarios contra sus víctimas, también se hagan comunes durante estos días. El botín es parte de la recompensa.

El discurso oficial es estigmatizante y criminalizador en contra de cualquier disidencia, los señalan como drogadictos y delincuentes, a los detenidos los exhiben públicamente, comportando ello un proceso de deshumanización permanente para intentar justificar mediática y socialmente la violación de sus derechos humanos. También los han expuesto coreando consignas en favor del gobierno o pidiendo perdón en una suerte de reeducación política.

Exigimos, en tal sentido:

El cese inmediato de estas violaciones masivas a los derechos humanos en contra de la población, y la adjudicación de las responsabilidades penales correspondientes para garantizar su no repetición.

Que se realice un conteo y auditoría técnica, creíble e independiente, de todas las actas de escrutinio. Los votos y las actas de escrutinio, la aceptación de los resultados, son el camino para la paz.
5 de agosto de 2024

Germán Aller, Catedrático de Derecho Penal y Director del Instituto de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (Uruguay)
Fernando Tenorio Tagle, Director del Centro de Investigaciones jurídico políticas de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, México

Consejeros Ejecutivos

Mauricio Stegemann Dieter, Profesor de Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de São Paulo, Representante de ALPEC Brasil
Ana Cecilia Morun Solano, Docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Representante de ALPEC República Dominicana
José Luis Guzmán Dalbora, Profesor titular de Derecho Penal. Universidad de Valparaíso. Representante de ALPEC Chile
Fernando Tocora, Ex-magistrado, Catedrático Universidad Santiago de Cali, Representante de ALPEC Colombia
Hermes Ramírez Ávila, Docente Universitario de Derecho. Representante de ALPEC Honduras
José Héctor Carreón Herrera, Director General del Instituto de Estudios del Proceso Penal Acusatorio (INEPPA), Representante de ALPEC México
Jorge Rossell Senhenn, Profesor Titular de la UPEL, Profesor de postgrado de varias Universidades, Ex Presidente de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Representante de ALPEC Venezuela

Representantes de grupos nacionales

Gabriela Gusis, Docente e investigadora de la Universidad de Buenos Aires. Miembro de ALPEC
Héctor Carreón Perea, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle (Ciudad de México). Miembro de la ALPEC
Keymer Ávila, Investigador del Instituto de Ciencias Penales de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Director del Monitor del Uso de la Fuerza Letal en Venezuela (MUFLVEN). Miembro de ALPEC
Manuel Jorge Carreón Perea, Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados, México. Miembro de ALPEC
María Eugenia Espinosa Mora, Socióloga, Político Criminóloga, Académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Miembro de ALPEC
Adrián Torres Marcano, Profesor universitario UCV/ Filosopaz/ coordinador Comisión de cultura de paz y diálogo social, escuela de educación UCV
Alejandro Velasco, Profesor Asociado de Historia Latinoamericana, New York University
Ana Laura López. Socióloga. Docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Integrante del Grupo de Estudio sobre Sistema Penal y Derechos Humanos.
Analía Ploskenos, Docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Andrés A. Fábregas Puig/CIESAS, México. Premio CLACSO Latinoamericano y del Caribe de Ciencias Sociales
Andrés Izarra, Periodista, Fundador y ex Presidente de TeleSUR
Ángel E. Álvarez. Polítical Science Professor and Co-Coordinator of the Observatory For Democracy in Latin America
Angel Blanco Sorio, Internacionalista
Angel Zerpa Aponte, Profesor de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal de la UCV
Aníbal Pérez-Liñán, Professor de la Universidad de Notre Dame
Antulio Rosales, Profesor universitario. York University
Armando Chaguaceda, Politólogo e Historiador, Gobierno y Análisis Político AC, México
Arnoldo Pirela, Investigador CENDES/UCV e IRD-CEPED (Francia)
Benedicte Bull. Profesora Titular de Ciencias Políticas, Universidad de Oslo, Noruega
Benjamín Rivaya, Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Oviedo.
Byron Mauricio Acosta, Pueblos en Camino. Abya Yala
Camilo Pérez-Bustillo, Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento
Cantaura La Cruz, Socióloga y Antropóloga, Investigadora (doctorante) de la Escuela Práctica de Altos estudios de París
Carlos Agelvis, Profesor de la Escuela de Sociología de la UCV
Carlos G. Torrealba M., Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM
Carlos Silva, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
Carlos Simón Bello Rengifo, Profesor de Derecho Procesal Penal, Jefe de Departamento de Ciencias Penales y Criminológicas, Coordinador Comité Académico Doctorado en Ciencias, mención Derecho, UCV
Carolina Jiménez Sandoval, Presidenta de la WOLA
Catalina Pérez Correa APEPD, México
Cecilia Zeledón, Profesora de asignatura de Derechos Humanos, Directora Universidad de la Tierra en Puebla, México. Adherente de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
Cristina Ochoa, activista feminista del conurbano oeste, Argentina
David Smilde, Director, Escuela de Sociología, Tulane University
Derly Constanza Cuetia Dagua, Pueblos en Camino. Abya Yala
Edgardo Lander, Profesor titular jubilado de la UCV. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución (PCDC)
Edith López Hernández, Abogada feminista afromexicana
Eduardo Torres, Abogado, Defensor de DDHH
Edwin Zambrano Vidal, Abogado, fundador de la Asociación Americana de Juristas Capítulo Venezuela, Espacio CONSENSO
Elba Martínez Vargas. Internacionalista UCV.
Emiliano Teran Mantovani, Profesor/Investigador del Centro de Estudios del Desarrollo – UCV
Emmanuel Rozental Klinger, Pueblos en Camino. Abya Yala
Enrique Lavín, Ing. Civil, Encargado de proyectos Universidad de la Tierra en Puebla, México
Estanislao Escalante Barreto, Profesor Universidad Nacional de Colombia y Director de la Escuela de investigación y pensamiento penal
Fabiola Arroyo, Activista de la comunidad venezolana en Perú
Fabiola Velasco, Investigadora en estudios hispanoamericanos (Sorbonne Université)
Fabrice Andréani, docente investigador (doctorando) en ciencia política, Universidad Lyon 2 (Triangle), Francia. Activista Aplutsoc, L’Après & Nuevo Frente Popular
Fernando Garlin Politis, Antropólogo, Université Paris Cité
Gabriel Kessler, Sociólogo. Investigador Conicet. Profesor UNSAM y UNLP
Gabriela Colocho, Servicio Social Pasionista, El Salvador
Gilles Bataillon, Sociólogo catedrático en l’École des hautes études en sciences sociales (Paris), Director de la revista Amérique latine, Politique, Sociétés, Histoire.
Gisela Kozak Rovero, Editora Letras Libres, escritora, profesora titular UCV
Giuseppe Cocco, Profesor Titular de la Universidad Federal do Rio de Janeiro
Guillermo Aveledo, Profesor de Estudios Políticos UNIMET/UCV
Gustavo Márquez Marín, Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución (PCDC)
Haroldo Dilla Alfonso, Universidad Arturo Prat, Profesor Titular, Instituto de Estudios Internacionales (INTE)Chile
Héctor Bujanda, Coordinador de la Maestría de Periodismo Digital y Gestión de Proyectos Multimedia en Universidad Casa Grande
Héctor Navarro, Profesor Titular jubilado de la UCV, miembro de la PCDC
Héctor Silveira, Profesor de Filosofía del Derecho de la Universitat de Barcelona
Iñaki Rivera Beiras, Profesor Titular de la UB, Director del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos (OSPDH) de la misma universidad.
Irina R. Troconis, Profesora asistente de estudios latinoamericanos, Cornell University
Iván Vidal Tamayo, Abogado y Académico
Jacqueline Richter, Profesora de la UCV
Javier Elechiguerra, Profesor de Derecho Procesal Penal y Derecho Constitucional de la UCV. Ex Procurador General y Ex Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela
Jean-Baptiste Mouttet, Periodista Director editorial de Mediavivant
Jeannette Aguilar, Investigadora social. El Salvador
Jesús Puerta. Profesor UC. Grupo Pensamiento Crítico
John Polga-Hecimovich, Politólogo de la Academia Naval de Estados Unidos
Jorge Jiménez, Lic. En Economía BUAP, Mtro. En Administración BUAP. Instituto de Estudios Superiores del Estado, México
José León Uzcátegui, Profesor Titular jubilado. Universidad de Carabobo. Grupo Pensamiento Crítico
Juan Carlos Apitz, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV
Juan Carlos La Rosa Velazco, Activista y Defensor de DDHH, Investigador y Docente de la UAIN- Wainjirawa
Juan Cristóbal Castro, Profesor de la Pontificia Universidad de Valparaíso
Juan Luis Sosa, Abogado, Investigador Social. Director de la A.C. Construyendo Valores para la Convivencia
Keta Stephany, Profesora de la UCV, Secretaria de información de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV)
Laura Dib, Directora de WOLA para Venezuela
Lina M. Torres Rivera, Socióloga-criminóloga, Puerto Rico
Luis Arroyo Zapatero, Presidente de la Sociedad Internacional de Defensa Social
Luis Duno-Gottberg, Professor, Rice University
Luz Ainaí Morales Pino, profesora universitaria (Perú)
Luz Martínez, Trabajadora Social de la Universidad de Buenos Aires
Magdalena López, Investigadora académica de la Universidad de Notre Dame y del Instituto Universitário de Lisboa
Magdymar León, Psicóloga clínica, feminista, profesora de la UCV y Coordinadora ejecutiva de AVESA (Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa)
Manuel Llorens, Profesor de la UCAB, Psicólogo, investigador en temas relacionados con la violencia, REACIN
Manuel Sutherland, Profesor del Postgrado de Desarrollo de la UCV. Director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO).
Manuela Suarez Rueda, Investigadora seguridad y ruralidad de Colombia
Marc Saint-Upéry, Periodista, traductor, Francia/Ecuador
Marcela Aedo Rivera, Profesora de Sociología Jurídica y Criminología, Universidad de Valparaíso, Chile
María Gabriela Trompetero, Docente e Investigadora, Universidad de Bielefeld, Alemania
María Josefina Ferrer. Investigadora y docente de la UCV
Maria Puerta-Riera, Profesora, Valencia College
María Sol Pérez Shael, Escritora, Politóloga y Socióloga. Profesor Titular UCV, Caracas
Margarita López Maya, Profesora e historiadora venezolana
Masaya Llavaneras Blanco, Profesora Asistente, Huron University College (Canadá)
Mercedes Muñoz Jiménez, Educadora y Presidenta de la Junta Directiva de AVESA
Mijail Vargas Valez, abogado UGMA (Venezuela) y UBA (Argentina). Migrante en Argentina
Moisés Durán, Sociólogo UCV
Nelson Freitez, Profesor titular de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Coordinador de la Cátedra de Derechos de la misma universidad y de la Red de Derechos Humanos del estado Lara
Oly Millán Campos. Profesora de la UCV. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Omar Vázquez Heredia, Investigador académico y profesor universitario
Oscar Murillo, Coordinador General de PROVEA
Pablo Glanc, Doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires
Patricia Parra Hurtado, Politóloga de la UCV, migrante en Argentina
Paula Ossietinsky, Abogada de DDHH, Universidad de Buenos Aires
Paula Poncioni, Professora aposentada da Universidade Federal do Rio de Janeiro, RJ, Brasil
Paula Rigoni, Abogada de la Universidad Nacional de la Matanza (UNLAM), maestranda en la Maestría en Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa)
PROVEA
Rafael Osío Cabrices, Periodista
Rafael Uzcátegui, Sociólogo y Defensor de DDHH
Rafael Venegas, Profesor UCV
Raquel Rivas Rojas, escritora, traductora y docente universitaria, Edimburgo
Ricardo Sucre Heredia, Politólogo, analista y consultor político
Roberto Carlés, Docente de la Universidad de Buenos Aires
Roberto López Sánchez, Profesor de la Universidad del Zulia. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Sabine Kurtenbach, German Institute for Global and Area Studies, Hamburgo Alemania
Silvana Ablin, Profesora de Historia Latinoamérica de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
Temblores Ong (Colombia)
Tisbe Cázares Mejía, abogada internacionalista de Derechos Humanos de la Universidad Autónoma Metropolitana de México
Virginie Baby-Collin, Profesora de geografía, Aix Marseille université, Francia. Codirectora de los Cahiers des Amériques latines
Vilma Rocío Almendra Quiguanas, Pueblos en Camino. Abya Yala
Vladimir Aras, Profesor Doctor de Derecho Procesal Penal de la Universidad Federal de Bahia
WOLA
William I. Robinson, Profesor de Sociología, Universidad de California en Santa Bárbara
Yanet Rosabal Navarro, Socióloga. Investigadora adjunta de Gobierno y Análisis Político (GAPAC)
Ymay Ortiz Pulgar, ex Directora de la Unidad de DDHH, Violencia de Género, Fiscalía de Chile
Yves Sintomer, Professeur de science politique, Université de Paris 8. Centre de recherches sociologiques et politiques de Paris (CRESPPA, CNRS/Université de Paris 8/Université Paris Nanterre). Associate Member, Maison française d’Oxford, Nuffield college, University of Oxford

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Published on August 07, 2024 20:35

August 6, 2024

11 razones por las cuales ganó la llave María Corina-Edmundo

Mientras un sector promovía resignarse a «la paz autoritaria», un liderazgo coherente logró activar a las masas con una opción democrática. El sociólogo y defensor de derechos humanos, Rafael Uzcátegui explica cómo fue que María Corina Machado y Edmundo González Urrutia se impusieron en el terreno electoral

El 28 de julio con la dupla María Corina Machado y Edmundo González Urrutia la alternativa democrática ganó, de manera avasallante, la batalla política contra un fenómeno que había logrado hegemonizar 25 años de la vida nacional. El gobierno de Nicolás Maduro mantiene su ventaja en un terreno que le es propio: el militar, pero incluso eso hace que la gesta electoral sea más significativa. ¿Cuál es la suma de dimensiones que lograron que la oposición cohesionara alrededor de sí una abrumadora mayoría?

En sociología hablamos de un “fenómeno” cuando ocurre una modificación de la conducta colectiva mediante acciones o respuestas inesperadas ante estímulos políticos, económicos o culturales. Mientras un sector de las élites venezolanas promovía la cohabitación bajo la paz autoritaria, un liderazgo coherente y beligerante fue premiado con el amplio respaldo ciudadano, logrando en doce meses lo que muchos pronosticaban que tardaría 7 años: el triunfo de una propuesta democrática sobre el autoritarismo.

A comienzos del año 2023, Venezuela declaró oficialmente el fin de la pandemia de Covid-19. Las medidas de aislamiento sanitario provocaron un importante retroceso de los niveles de articulación política y social que quedaban luego del fin de las protestas del año 2017 y el experimento de presión del gobierno interino.

En ese momento, desde diferentes lugares, se intentaba imponer una matriz de opinión: la transición a la democracia sería posible en el año 2030. Según, había que esperar la reorganización de la clase política, por un lado, y que la estabilización económica del gobierno bolivariano generara “burbujas democratizantes”.

Sectores políticos, empresariales y de sociedad civil actuaron de manera coordinada, a nivel nacional e internacional, para convencer acerca de la necesidad de un tipo de oposición “leal” y “potable”, que cohabitara con las autoridades en los siguientes años. La ambigüedad se apoderó de buena parte de la clase política.

Sin embargo, a nivel popular, ocurría un cisma en la vinculación que amplios sectores de la población habían tenido con la propuesta bolivariana. La repetición de las elecciones regionales en el estado Barinas, enero 2022, envió señales de que algo estaba cambiando, lo que se confirmó posteriormente en la calidad de participación en las elecciones primarias y en la no asistencia al referendo por el Esequibo, a pesar de los magnos esfuerzos de propaganda.

Una suma de razones permite explicar por qué el ciudadano común se rebeló contra las cúpulas maduristas y opositoras, para acompañar a Edmundo González y a María Corina Machado en su entrada a las grandes alamedas de la democracia.

1) Un liderazgo coherente, persistente y beligerante contra el autoritarismo: María Corina Machado mantuvo una línea de confrontación y crítica contra el chavismo a través de los años. Cuando el liderazgo político hegemónico opositor bajó su perfil luego de la derrota de la estrategia de máxima presión, y otros asumieron la llamada “ambigüedad constructiva” en su relación con las autoridades, dejaron un vacío que fue ocupado por la ingeniera industrial y líder de Vente Venezuela, que además fue reconocido y recompensado en elecciones primarias.

2) No prometer el cambio, serlo: Ante una población que demandaba un cambio profundo en el estado de cosas, Machado representaba una tendencia diferente a la socialdemocracia rentista que hegemonizó la política venezolana en los últimos 66 años, de la cual el chavismo fue una continuación radicalizada. Frente a un imaginario popular que había logrado réditos electorales al bolivarianismo durante sus primeros años, pero agotado con el paso del tiempo, ella personificaba demandas aspiracionales de clase media. Frente a todos los imitadores del estilo Hugo Chávez, incluso dentro de la oposición, Machado impuso un modo de hacer proselitismo diferente. También destacamos que Edmundo González Urrutia fuera un diplomático de carrera, con libros escritos, lo que antagonizaba con el perfil de las autoridades del oficialismo.

3) Frente a la crisis de los partidos, promover modelos de organización basados en la gente: Una de las principales críticas hacia Machado era que Vente Venezuela no tenía “maquinaria partidista” con presencia en todo el país. Machado pudo haber intentado, de manera atropellada y con recursos, emular en Vente la tradición orgánica de partidos como Acción Democrática. No obstante, apostó a un camino diferente: estimular la participación de la gente. La figura descentralizada de los “Comanditos” era la respuesta ciudadana a estructuras partidarias anquilosadas y burocráticas, que contaban con la flexibilidad necesaria para abordar las diferentes tareas logísticas y que aumentó la identificación y compromiso de las mayorías con la campaña.

4) Seguid el ejemplo… que la provincia dio: Los recorridos de campaña de Machado y González Urrutia jerarquizaron al interior del país, en territorios que habían sido bastiones electorales del oficialismo, duramente castigados por el empobrecimiento, la crisis de servicios básicos y la migración. La respuesta fue extraordinaria. Esta fórmula, desde los márgenes al centro, generó el crecimiento del entusiasmo y la conexión con un liderazgo prohibido en radios y televisión de señal abierta, viralizando imágenes que intensificaron la expectativa de cambio a corto plazo e influyeron en escépticos e indecisos.

5) Un dúo dinámico para una campaña inusual: A pesar de las dudas, María Corina Machado logró transferir eficientemente su popularidad al candidato Edmundo González Urrutia, logrando conformar un binomio cuyas personalidades se complementaban. Mientras Machado es la firmeza, González Urrutia es la diplomacia, elemento que despejó temores en sectores del oficialismo sobre la posibilidad de una persecución revanchista y generalizada. La eficacia comunicacional de Machado fue completada por un González Urrutia con una rápida curva de aprendizaje discursiva, con gestos propios que reforzaron la identificación de la gente con su candidatura.

6) Enfrentar la narrativa hegemónica oficial desde un lugar diferente: El chavismo siempre planteó la confrontación en términos ideológicos, la izquierda contra la derecha, el pueblo contra las élites. Y la sociedad democrática, incluyendo las campañas electorales, habían respondido desde el propio marco de comprensión del conflicto promovido por el gobierno, reforzando finalmente sus ideas-fuerza y las emociones que el chavismo quería dejar instaladas en la mente de sus audiencias. En contraste, los ejes de la campaña MCM-EGU capitalizaron el deseo de cambio y hablaron de problemas sensibles para la población, como la ruptura familiar por la migración, desde un lugar emocional (“la lucha espiritual”) y no doctrinario. El discurso ideológico no sólo había sido vaciado de contenido, sino que era explícitamente rechazado por la población, por lo que la campaña tuvo el acierto de hablar desde otro lugar, ajeno a las etiquetas políticas.

7) Otorgar a los migrantes un espacio privilegiado en la narrativa proselitista: Uno de los aciertos comunicacionales de Hugo Chávez fue haberle dado a los pobres centralidad en sus discursos, logrando sintonizar con amplias mayorías del país. En cambio, Nicolás Maduro estigmatizó y criminalizó l crisis migratoria, una situación que afecta de manera directa a 8 millones de venezolanos, con familiares dentro del país. Machado, en cambio, visibilizó el dolor de los migrantes y la aspiración por la reunificación familiar (“traer los hijos de vuelta a casa”), que se convirtió en uno de los temas medulares de su campaña y aumentó la identificación de la gente con su figura y con la idea del cambio.

8) Transformar la precariedad en virtud: Una campaña electoral sin dinero, que en cualquier otra parte del mundo hubiera sido un obstáculo insalvable, en la Venezuela de la crisis humanitaria y la corrupción generalizada de los funcionarios se transformó en un valor positivo que permitió un mayor involucramiento y sinergia de la población con la campaña. En contraste con los onerosos gastos de la campaña oficial, que terminaron siendo contraproducentes para sus objetivos, la escasez, como método, fue asumido por las multitudes en movimiento junto a Machado y González Urrutia. Pancartas pintadas a mano, equipos de sonido rudimentarios donde la gente “escuchaba con el corazón”, iluminación espontánea con los teléfonos celulares, fueron parte del espíritu de la campaña, algo que se transformó en un lenguaje en sí mismo que ayudó a la conversión de una campaña electoral en un fenómeno sociopolítico.

9) Una epopeya basada en superar los obstáculos de las autoridades: La campaña se transformó en la épica, individual y colectiva, de sortear las limitaciones gubernamentales, documentada en los teléfonos inteligentes y viralizada eficientemente por redes sociales. Realizar los recorridos de manera terrestre debido a la prohibición de trasladarse en avión dentro del país; el cierre y sanción a quienes prestaban bienes y servicios a la campaña; el superar los diferentes obstáculos en los trayectos, incluyendo la intimidación, convirtió la realización de cada concentración en una gesta heroica. Esto estimuló el llamado “efecto underdog”, en el que la opinión pública se inclina por quienes están sufriendo discriminación, precariedad o persecución.

10) Un liderazgo unido: Las primarias fueron un mecanismo institucionalizado para tomar la decisión sobre la potencial candidatura opositora. A partir de su resultado, con más de 93% de los votos a favor de Machado, su legitimidad permitió que se tomaran decisiones claves con la participación de la mayoría de los partidos integrantes de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) que, a pesar de sus tensiones internas, mostró públicamente una imagen de unidad que incidió en la recuperación de la confianza por parte de la ciudadanía sobre la capacidad de ese liderazgo para dirigir un proceso de cambios.

11) Un contrincante disminuido e incapaz de generar expectativas positivas: Hubo que esperar el agotamiento de la propuesta bolivariana y el mayor nivel de impopularidad de su liderazgo para que la estrategia electoral democrática fuera eficaz, incorporando a sectores de la antigua base comicial oficialista dispuestos a elegir una opción diferente que renovara sus esperanzas en el futuro.

Cualquier cosa puede ocurrir en los próximos días pero, aunque Nicolás Maduro logre mantener el control militar del territorio estará gobernando sobre un país diferente. Por primera vez en 25 años la oposición ha construido su más importante sinergia con sectores mayoritarios del país. Ese músculo apenas comienza a ejercitarse. Bien sea para la resistencia o para ser gobierno muy pronto.

Publicado en El Estímulo

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Published on August 06, 2024 21:45

August 3, 2024

Así se quebró el chavismo

Más allá de cualquier argucia que ocurra de ahora en adelante, el 28 de julio el chavismo fue derrotado en el terreno electoral por una mayoría aplastante. Rafael Uzcátegui, sociólogo y defensor de DDHH, expone algunas de las razones que condujeron al quiebre de la hegemonía

Rafael Uzcátegui

Luego de su derrota en los comicios, la única victoria que puede exhibir hoy el chavismo es la militar. Aferrándose fraudulentamente al poder, reprimiendo para ello a todo un país, el pasado 28 de julio se logró lo que otrora parecía imposible: Derrotar electoralmente al chavismo por una mayoría aplastante. El proyecto político que conocimos como “socialismo bolivariano” alguna vez lo tuvo todo a su favor: Un líder carismático que conectó con las mayorías de la población sin instituciones ni grupos que mediaran esa relación; los mayores recursos económicos estatales de los últimos 40 años a su disposición; un imaginario y una narrativa poderosa y fácil de comunicar; el desconcierto de adversarios políticos disminuidos y en crisis y, finalmente, un escenario internacional propicio. Si el chavismo hubiera gerenciado inteligentemente su capital político, hubiera hegemonizado durante mucho tiempo más la realidad política, social y económica venezolana. ¿Por la suma de qué momentos se quebró el chavismo?, ¿Cuáles son los errores internos que permiten explicar la victoria contundente de la alternativa democrática en Venezuela?

1) Ausencia de personalidad propia de Nicolás Maduro: Según Max Weber el carisma es cuando un individuo posee alguna característica o aptitud que le convierte en “especial”. El éxito de un buen político estaría vinculado a la capacidad de usar su carisma para institucionalizar un nuevo orden. El carisma, según el sociólogo alemán, es intransferible. Desaparecido el líder carismático se debía transitar a un modelo diferente de dominación y legitimación, que según las 3 tipologías establecidas por Weber el que correspondía al caso venezolano era “dominación racional”, basada en normas. La obediencia, dentro de este tipo de dominación, se debe no al superior sino a las normas que legitiman y definen su autoridad.

El chavismo no realizó satisfactoriamente está transición: Mientras tomaba decisiones que edificaban un nuevo marco normativo NM continuó basando su autoridad en un inexistente carisma transferido por HC. Mientras la élite oficial estimulaba una economía basada en la libre convertibilidad del dólar y tomaba decisiones que no habían ocurrido durante la era Chávez, como las incursiones policiales y militares en sectores populares, NM repetía los gestos y formas de HC, dejando de gobernar con personalidad y estilo propio. De manera similar, intentó construirse una biografía épica, a base de medias verdades y mentiras. Incluso, promovió artificialmente un “superhéroe” y que los niños se disfrazaran de él en Carnavales, iniciativas que no calaron en la gente. Ser una mala caricatura del llamado “zurdo de Sabaneta” aceleró la pérdida de autóritas y respeto de NM dentro del universo bolivariano.

2) Hegemonización del universo bolivariano por la élite madurista: Hugo Chávez era el centro de un proyecto que distribuyó parcelas de poder e influencia entre diferentes sectores del espectro bolivariano, imponiendo un equilibrio que era posible por su autoridad. Tras su ausencia, la élite madurista (conformada por NM, Cilia Flores, así como Jorge y Delcy Rodríguez) comenzaron a sumar espacios dentro del universo chavista, tanto el gobierno como dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) desplazando a otros sectores, generando con ello desconfianza y resentimiento. Esta colonización desapareció alianzas como las del Gran Polo Patriótico, que atraían votos descontentos con la coalición oficial. Organizaciones con peso simbólico o influencia comunitaria, como el Partido Comunista de Venezuela (PCV) o REDES, que tenían influencia comunitaria, pasaron del apoyo crítico a realizar abiertamente campaña por votar en contra de NM.

3) Pésima gestión de la crisis migratoria: Si la pobreza y la exclusión eran el gran problema social en Venezuela en el año 1998, fecha del primer triunfo de HC, en el año 2024 la crisis migratoria, y con ello la separación de las familias, era una situación de alta sensibilidad para las mayorías del país. NM invisibilizó un problema que afectaba, directamente, a 8 millones de personas, trató a los migrantes como enemigos políticos, los revictimizó (“se fueron a limpiar pocetas”) y los criminalizó (“bioterroristas”, “salen a hablar mal del país”). NM era el candidato del continuismo, y por tanto de las razones que obligaron a los venezolanos a irse del país. La imagen de los caminantes, migrantes de los sectores populares caminando de manera desesperada hacia otros países, generó preguntas incómodas y dudas en los sectores regionales que apoyaban al chavismo. La posibilidad de reunificación de las familias, por ello, se transformó en un tema de la campaña de la alternativa democrática, permitiéndole sintonizar con las aspiraciones de los sectores populares.

4) Represión sin contraprestación material: Ningún gobierno, por más autoritario que sea, puede basarse exclusivamente en la represión sin ofrecer contraprestaciones materiales a sus bases de apoyo. La crisis económica que emergió a partir del año 2014 mermó los programas sociales, “Misiones”, creados por HC. Las ayudas estatales llegaban cada vez a menos personas, siendo también de menor cuantía y calidad. Además, amplios sectores de la población fueron castigados con una crisis generalizada de los servicios básicos, mientras los jerarcas del partido vivían privilegiadamente. De manera paralela, el gobierno reprimió de manera indiscriminada a los sectores populares a partir de políticas militarizadas y de mano dura de seguridad personal: Los Operativos de Liberación del Pueblo (OLP) y las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), que ocasionaron graves violaciones a los derechos humanos.

5) Corrupción generalizada: En marzo del año 2023, cuando detienen a Tarek El Aissami, para intentar legitimar la ofensiva represiva contra él y su círculo cercano el gobierno divulgó que se había robado 3.000 millones de dólares, en un contexto de pobreza creciente. La difusión de la cifra fue contraproducente, pues ratificó la percepción que había malversación generalizada en las elites maduristas, generando la percepción pública ¿cuánto se habían quedado los demás? A partir de ahí se evaluó toda acción de gobierno entre lo que gastaba la élite y lo que dejaban de percibir las mayorías. Por ejemplo, el costo de las vallas de campaña por el referendo por el Esequibo. El estilo de vida de sus dirigentes, el surgimiento de burbujas económicas, las obras de infraestructura que nunca terminaron de construirse y la disonancia entre el discurso público y la realidad incrementaron la opinión acerca de la existencia de una corrupción masiva en los diferentes niveles del chavismo.

6) Víctimas de su propia hegemonía comunicacional: La desconexión con la realidad, por parte de la élite, fue reforzada por la creación de un sistema nacional de medios públicos basado en la difusión de propaganda. Las cámaras de eco circulaban y amplificaban la difusión de cifras irreales sobre la gestión pública, que terminaron siendo internalizadas por la propia cúpula gobernante, alimentando la autocomplacencia y la soberbia. No hubo espacio para mensajes críticos, ni siquiera surgidos de las propias filas del oficialismo, mientras que sus voces disidentes fueron neutralizadas.

7) Cambios en el escenario internacional: Los gobiernos de HCF coincidieron con el período de emergencia de un ciclo progresista en la región, que le permitió estrechar lazos con gobiernos afines y alentar la conformación de nuevas plataformas regionales, como la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA). En el 2024 aquellas expectativas de un giro permanente del continente hacia la izquierda se han desvanecido. En sus últimos días a NM sólo lo apoyaban, incondicionalmente, los gobiernos de Cuba y Nicaragua. El presidente chileno Gabriel Boric generó una tendencia que, desde la izquierda, fustigaba duramente al gobierno venezolano, generando un importante referente sobre una izquierda democrática en la región. Los impasses con Alberto Fernández y los gobiernos colombiano y brasileño, en los últimos días de la campaña, terminó de alejar a los chavistas menos radicales de NM.

8) El desprestigio por las violaciones de DDHH: El inicio de una investigación formal por parte de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre crímenes contra la humanidad en Venezuela ocasionó un importante daño reputacional al prestigio de NM. A partir de ahí pocos presidentes, líderes políticos y sociales del mundo quisieron asumir el costo político de tomarse una fotografía con un señalado por La Haya. Luego de suspender un viaje a Argentina por las protestas anunciadas por los venezolanos residentes en ese país, NM limitó en buena medida sus viajes al exterior.

9) El peor candidato posible: En la URSS la renovación de su dirigencia permitía que, manteniendo las estructuras del poder totalitario, el nuevo rostro generara expectativas de cambio o rectificación entre la población. Luego de dos períodos presidenciales NM era el candidato del continuismo, con amplios márgenes de rechazo en la gente y en las propias filas del oficialismo. Su propia debilidad le impidió tomar medidas dentro del poder Ejecutivo que hicieran creíble cualquier promesa de renovación y rectificación. La campaña electoral fue costosa, y por tanto contraproducente entre una población empobrecida, sin ideas nuevas y dispersa comunicacionalmente. Los errores continuos en la estrategia de campaña no sólo evidenciaron una mala lectura de la realidad del país, sino la propia desafección de sectores internos del oficialismo para el triunfo de su candidatura.

10) La soberbia y autocomplacencia: El chavismo incurrió en diferentes errores de cálculo, a partir de la exitosa realización por parte de la oposición de su proceso de primarias. A pesar del cambio de contexto y de la situación de sus propias bases de apoyo, la élite madurista pensó que podía repetir las fórmulas de HC con los mismos resultados. La poca convocatoria en el Referendo al Esequibo debió haber motivado una profunda reflexión interna de cara al proceso electoral, que no ocurrió. Propaganda, promesas, ventajismo en la campaña, división de la oposición y medidas para la inhibición del voto en contra, que en el pasado habían resultado, se mostraron ineficientes para aumentar la popularidad del candidato oficial. Aunque el chavismo internamente nunca funcionó democráticamente, las medidas disciplinarias, que incluían cárcel, evaporaron todo atisbo de debate interno.

11) El agotamiento de la promesa ideológica de futuro: En días de HC el socialismo del siglo XXI fue un significante vacío que fue llenado con los contenidos que la gente proyectó sobre el concepto. Desaparecido el líder y ante la ausencia de mejoras concretas en la vida cotidiana de la población, comenzó de nuevo a vaciarse de significación, hasta que las palabras dejaron de tener sentido para la gente, siendo interpretadas como demagogia. En contraparte, las descalificaciones contra sus adversarios (“fascistas”, “ultraderecha”) dejaron de tener connotaciones negativas. El propio discurso ideologizado comenzó a ser rechazado por la gente. Este agotamiento dio paso a la banalidad con la que la clase dirigente hizo gala en sus últimos meses, y que se expresó en la propia campaña electoral.

El futuro es incierto pero, aunque Maduro logré imponerse militarmente, a pesar de todas las evidencias de fraude, ya perdió la pelea política y gobernará sobre la peor de las ilegitimidades: La de su propia gente, que como testigos de mesa, conocen los verdaderos resultados. Sin las mayorías de las que tanto se ufanó, se aferra a una burocracia estatal fiel y su hegemonía sobre la violencia, con el control sobre la fuerzas militares y policiales. Sin embargo, a pesar de las bravuconadas y baños de sangre, el chavismo ya no es lo que alguna vez fue.

(Publicado en El Estímulo)

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Published on August 03, 2024 20:11

August 2, 2024

Notas urgentes para entender la situación venezolana. 2/8/24

1) La percepción del fraude: Existe una arraigada percepción sobre el desconocimiento de la voluntad popular debido a la táctica promovida por la oposición: Luego de sufragar la gente debía quedarse en los centros electorales para ser testigos del conteo del resultado en las mesas. Entonces, los resultados fueron escuchados y grabados por los teléfonos celulares, incluyendo imágenes de finales de las actas, que fueron viralizadas por los chats de WhatsApp comunitarios, y otras redes sociales, por donde la gente ha venido compartiendo información ante la censura oficial. Ante el fraude institucional existe la verdad de los de abajo, que vieron con sus propios ojos los resultados en sus centros de votación.

2) Un fraude diseñado desde hace semanas atrás: Retrospectivamente es constatable que el desconocimiento de la voluntad popular no fue sobrevenido el día 28 de julio, sino que había sido decidido semanas atrás y contaba con la aprobación de toda la coalición dominante. Se detectó que la transmisión de datos era el eslabón débil de la cadena en el proceso, por eso se interrumpió el envío de información, en un momento del final del día, y se inventaron los resultados. Lo que podía refutarla eran las actas, por lo que de manera paralela se dio la orden de retrasar y obstaculizar la entrega de las actas a los testigos. El principal esfuerzo del chavismo fue construir la narrativa sobre la majestad del Consejo Nacional Electoral sobre los resultados, mucho más que realizar una campaña electoral eficiente políticamente. La magnitud de la diferencia entre Edmundo González y Nicolás Maduro ha disminuido el impacto de la estrategia fraudulenta, pues ante la realidad voceros nacionales e internacionales de apoyo al chavismo se han unido a la exigencia de transparencia en los resultados.

3) La represión como respuesta gubernamental: Cuando escribimos estas notas, 21 personas habían sido asesinadas en el contexto de las manifestaciones. Solamente el lunes 29 de julio ocurrieron 210 manifestaciones diferentes en el país, una cifra histórica qye nos refleja la magnitud de la indignación popular, en la que varias estatuas de Hugo Chávez fueron derribadas, y varias sedes institucionales vandalizadas e incendiadas, incluyendo módulos policiales. La respuesta de la represión ha sido feroz. Aunque la cifra aumenta cada minuto ya se ha superado los mil detenidos desde el 29 de julio, se han eliminado los programas de opinión en las radios y se ha incrementado la censura en los medios de comunicación. La estrategia es silenciar la indignación a sangre y fuego, incluso se esta deteniendo personas sólo por compartir videos en chats de WhatsApp. A las personas detenidas las están torturando, y les están imputando a todos los mismos delitos, incluso a través de audiencias colectivas realizadas a través de internet (Zoom). Luego las están trasladando a cárceles de presos comunes. Se han derogado las garantías constitucionales por la vía de los hechos. El gobierno no lo formaliza para que no lo acusen de estar enfrentando una situación similar como “El Caracazo” de 1989.

4) Ante la cautela del liderazgo político, las protestas siguen siendo espontáneas y descentralizadas: Tanto Edmundo González, como María Corina Machado, han sido muy precavidos en la convocatoria a movilizaciones de calle desde el 28 de julio, y permanentemente se cuidan que sus palabras no sean interpretadas por las autoridades como que están llamando a protestar. Esto ante los rumores de una posible detención, de ellos o sus familiares. Como es la experiencia latinoamericana la represión no apaga por si sola la protesta, por lo que las personas siguen protestando, de diferentes maneras, en los territorios, de manera autoconvocada y espontánea, aunque en menor intensidad que los primeros días.

5) Las gestiones diplomáticas como posibilidad de resolución de la crisis: Sólo 5 países de la región han reconocido el “triunfo” de Nicolás Maduro: Cuba, Honduras, Nicaragua, Bolivia y San Vicente y las Granadinas. El resto han solicitado la publicación de las actas y una verificación transparente de los resultados, en diferentes tonos, incluyendo a los que eran considerados sus potenciales aliados: México, Colombia y Brasil. Este último estaría liderando una gestión diplomática, en coordinación con Colombia y Estados Unidos, para establecer un mecanismo político que pueda resolver la crisis. Se desconoce su contenido, y no hay mayor información al respecto, salvo el tono de las declaraciones. Mientras esto ocurre, la represión continúa y se intensifica.   

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Published on August 02, 2024 10:47

July 31, 2024

Comunicado: sin actas no hay legalidad en la elección presidencial

Dignidad, esperanza y organización para recuperar la democracia en venezuela
Sin actas no hay legalidad en la elección presidencial


La jornada electoral presidencial del domingo 28 de julio ha culminado con una enorme decepción para la gran mayoría del pueblo venezolano. El Consejo Nacional Electoral (CNE) emitió un boletín después de la medianoche, en el cual da como ganador a Nicolás Maduro, a pesar de que Elvis Amoroso anunció que correspondía sólo al 80% de las actas escrutadas. Como la diferencia entre Maduro y González Urrutia es de sólo 704.114 votos, el 20% restante de actas por escrutar, que correspondería aproximadamente a 2.514.694 votos, es una cifra que perfectamente puede modificar el resultado final de las elecciones, de manera que el boletín del CNE con el cual proclamaron como presidente electo a Nicolás Maduro este lunes 29 de julio, no se basa en una “tendencia irreversible” de la votación, sino todo lo contrario. Por esta causa, la proclamación que ha hecho el CNE es completamente ilegal, pues las cifras aportadas no demuestran que Maduro haya ganado las elecciones.

Adicionalmente, dicho boletín no se sustentó en el informe de la comisión técnica integrada por los testigos de los representantes de los candidatos y el representante del CNE, ni fue suscrito por éstos, según lo establece el protocolo respectivo, tal como lo denunció el candidato del partido Centrado, Enrique Márquez. Pero, además, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, acreditó a Nicolás Maduro como presidente electo sin que previamente se haya producido los actos de totalización y proclamación del mismo, lo cual violenta procedimientos claves para garantizar la legitimidad del acreditado, que debe estar respaldado por sendas actas respectivas.

Hasta que no se haya contabilizado el 100% de las actas, y corroborado dichas actas con las que existen en manos de los testigos electorales del candidato de oposición Edmundo González Urrutia, no puede el CNE definir quién es el candidato ganador de las elecciones presidenciales. La oposición con el 73% de las actas de escrutinio emanadas de las propias máquinas del CNE ha presentado votación a favor de Edmundo González de 2 a 1 respecto a Nicolás Maduro. Es por esa razón que consideramos fundamental que el CNE permita una auditoría de la votación y publique de inmediato los resultados detallados por Estados, Municipios, Parroquias, centros de votación y cada mesa electoral.

Nos preocupa igualmente la denuncia realizada por el candidato opositor Enrique Márquez, quien afirmó este lunes que el boletín leído por Elvis Amoroso a media noche, no salió de la sala de totalización, y que por tanto el origen de ese boletín sería completamente irregular. A lo que se une la suspensión de la transmisión de actas que ejecutó el CNE a las 7 de la noche del domingo, y la expulsión de los testigos de oposición tanto del CNE principal como de numerosos centros de votación.

El pueblo venezolano, dentro y fuera del país, sabía que no estaba participando en unas elecciones totalmente democráticas ni competitivas. Con proscripción de candidaturas; presos políticos; artimañas “técnicas” como: cambiar a electores de circunscripciones de forma unilateral un día antes de la elección; disminuir la cantidad de mesas de votación para generar retrasos y por ende, el desgaste del electorado; enviar máquinas defectuosas a los centros de votación para retrasar el proceso; impedir la presencia de veeduría internacional amplia y con credibilidad; evitar la labor de los testigos electorales; impedir desde 2010 la posibilidad de inscripción en el Registro Electoral Permanente de los venezolanos migrantes en el exterior; etc, fueron sólo algunas de las tácticas utilizadas por el partido-Estado-ente electoral para aferrarse ilegítimamente al poder como fue consumado de madrugada ante la mirada estupefacta de todo un país y el mundo. Ni las dictaduras argentina y chilena, las más cruentas del siglo XX latinoamericano, se atrevieron a semejante fraude electoral cuando sus élites gobernantes organizaron las elecciones que dieron de ganador a Alfonsín y la salida de Pinochet en 1983 y 1988, respectivamente.

El resultado final de la gran jornada cívica que protagonizó el 57% del electorado, incluyó no sólo el ejercicio del derecho al voto sino una gran movilización autónoma e independiente de la sociedad que se auto organizó sin maquinaria, sin recursos, padeciendo persecuciones, chantajes, amenazas y el saldo siempre de personas detenidas que sólo ejercen su derecho a la participación política consagrada en la Constitución Nacional. Estamos, para quienes aún lo dudan, ante la consolidación de un régimen autocrático que no admitirá jamás su derrota frente a su ilegitimidad social y política, porque la miseria, la depauperación de la vida cotidiana con los servicios públicos decadentes, la pérdida de todos los derechos laborales y de la seguridad social propiciado por las políticas económicas del gobierno neoliberal de Nicolás Maduro, no le dan forma de contar con respaldo de ningún tipo. Sería absurdo pensar que una sociedad que ha padecido el éxodo del 30% de su población por la crisis económica (precedente a las sanciones internacionales contra Venezuela, que agudizan la situación), la represión y persecución por pensar distinto y el hambre, haya respaldado a sus verdugos con el voto: ese mito se lo creen sólo quienes desde el poder asumen tener el “derecho a gobernar” irrespetando la voluntad popular.

A escasas horas de este desconocimiento por parte del gobierno -y del CNE controlado por él- se generó un inmediato rechazo en las calles de todo el país, especialmente en los sectores populares, otrora bastiones del chavismo, que ya comienzan a ser duramente reprimidos, tanto por fuerzas de seguridad del Estado como por funcionarios de civil, incrementándose las prácticas de violaciones masivas a los derechos humanos de la población. En menos de 12 horas ya el Observatorio de Venezolano de Conflictos contabiliza 187 protestas en 20 estados del país. No existe contradicción entre la movilización electoral y la protesta. Exhortamos a los funcionarios policiales y militares a respetar los derechos constitucionales, especialmente: la protesta pacífica, la libertad personal, la integridad física y la vida.

Las distintas fuerzas políticas de oposición tienen una gran responsabilidad en sus manos para construir un espacio amplio de cambio que aglutine a todas aquellas personas comprometidas con la reinstitucionalización del país, para contar con las mínimas garantías políticas y construir así caminos viables para salir de la severa crisis humanitaria que padecemos. Estamos ante un Estado criminal que no cesa en su afán persecutorio y en la construcción de “enemigos” para responsabilizar siempre a otros de los errores de gestión que ellos cometen. El impulso transformador y el entusiasmo que vivimos en estos meses de campaña, más la lucha perseverante y digna que han sostenido distintas fuerzas de trabajadores como los docentes, las enfermeras, los siderúrgicos y petroleros, entre otros, deben sumarse en un amplio frente social y político antifascista/antidictatorial, para llevar adelante formas organizativas que logren un reconteo / auditoría electoral de los resultados del 28-J, tal y como han sugerido países como Brasil y Chile, con la participación de la única veeduría internacional creíble que acudió al proceso: el Centro Carter y la Misión de Naciones Unidas.

La historia de 200 años de liberación que ha protagonizado el pueblo venezolano no puede ser pisoteada por más tiempo. La fuerza del pueblo venezolano, su esperanza, su alegría y su solidaridad debe ser el centro de las acciones que guíen el camino frente a un poder totalitario amparado sólo en la fuerza de la represión, porque quedó demostrado que el pueblo perdió el miedo y todos sabemos que los resultados anunciados por el CNE no coinciden con la voluntad popular expresada en las urnas. La unidad de todos los actores políticos y sociales, para ello será fundamental. No es momento para esperar milagros ni mesías, es momento de defender el voto con todas las actas de la votación y construir un frente único en esa dirección.

Los abajo firmantes,

Abrahan Carrillo, Ingeniero Industrial en formación (UNA), Autónomo PYME.
Adrián Torres Marcano, Profesor en la Universidad Central de Venezuela (UCV) / Filosopaz.
Alexis Mercado, Universidad Central de Venezuela (UCV).
Aida Rebeca Rojas, Docente jubilada de la Universidad de Carabobo. Gente del Deporte.
Aliex Mora Profesora Titular. UC. CED
Alirio Rangel Díaz, Agricultor Red de Semilleristas y productores de papa y hortalizas del Estado Trujillo.
Amanda Querales Valdivieso, Artista y trabajadora social de la UCV.
Ana Cristina Henríquez, escritora y cineasta.
Ana M Tortolero, Profesora Titular Jubilada Universidad de Carabobo.
Ana Rosa Arandia, Prof. Titular Jubilada Universidad de Carabobo.
Anadina Salvatierra, Profesora Jubilada de la Universidad de Carabobo.
Anamaría Correa, Profesora jubilada Universidad de Carabobo.
Andrea Gotopo, Abogada de la Universidad de Los Andes (ULA).
Anna María Díaz, comunicadora social.
Ángel Enrique Zambrano, abogado, dirigente vecinal.
Ángel Rafael Lombardi Boscán, Director Centro de Estudios Históricos LUZ (Universidad del Zulia), Premio Nacional de Historia.
Ángela Di Stasio, Profesora Universidad de Carabobo.
Antulio Rosales, Profesor universitario en York University.
Ana T. Gómez, Socióloga de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Ana González, Comunicadora Social, Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Arnoldo Gomez, Profesor Universidad de Carabobo.
Aulides García, Economista UCV.
Aura Henríquez, Profesora Universidad de Carabobo.
Belinda Colina. Profesora de la Universidad del Zulia (LUZ).
Benjamín Scharifker
Blanca Elena Salas. Profesora titular activa.Enfermería. Universidad de Carabobo.
Carlos Alberto Molina, Antropólogo, Profesor Universitario. Movimiento por la Democracia.
Carlos Araujo Ferrer, Abogado.
Carlos Alberto Nieto Palma, Coordinador General de Una Ventana a la Libertad.
Carlos Silva, Profesor.
Carlos Walter, médico, profesor universitario de la UCV, CENDES.
Carmen Caleya, Gerente universitario.
César Bencomo, Antropólogo Universidad Central de Venezuela (UCV).
César Oviol, dirigente popular.
Cecilia Montero. Profesora Universidad del Zulia (LUZ).
Consuelo Iranzo. Profesora Titular Universidad Central de Venezuela (UCV).
Corteza Agüero Rodríguez, Profesora de educación media jubilada, abogada.
Daniel Ramírez-Carrillo. Antropólogo, Universidad Central de Venezuela (UCV).
Diamora Guevara, abogada.
Doris Castrillón, Profesora Universidad de Carabobo.
Douglas Gómez, Secretario Ejecutivo de la CUT.
Edgar Rolando Smith, Profesor Universidad de Carabobo. OAE.
Edgardo Lander, Profesor titular jubilado de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Edwin Sambrano Vidal, Abogado defensor de DDHH, integrante del Espacio CONSENSO.
Eleonora Cróquer Pedrón, Instituto de Estudios Críticos, México.
Emiliano Terán Mantovani. Profesor investigador CENDES UCV.
Emily Da Silva, Politóloga UCV, investigadora social. Movimiento por la Democracia.
Felix Guillén, profesor de derecho laboral, UJAP.
Fabián Chacón, abogado.
Fabiola Arroyo Poleo, Activista de la comunidad venezolana en Perú.
Fanny Barbera, Profesor Universidad de Carabobo.
Francisco Javier Lasarte Valcárcel, Profesor jubilado de la Universidad Simón Bolívar (USB).
Francisco Javier Rodríguez, ingeniero.
Francisco Javier Tascón Gutiérrez, médico.
Francisco Javier Velasco Páez, Director del CENDES UCV, profesor-investigador, miembro del Observatorio de Ecología Política de Venezuela.
Freddy Colmenares , Profesor Universidad de Carabobo.
Freiman Páez García, Sociólogo Militante y Activista Social de Guasdualito, estado Apure.
Gabriela Ramírez, Ex defensora del pueblo y ex diputada.
Gésime O., Docente Facultad de Odontología. Universidad de Carabobo.
Glexsy Dugarte. Comunicadora Social. Docente en la Universidad Internacional de Aguascalientes.
Golfredo Dávila. Ingeniero. Coordinador de la Unión Nacional de Acción Social, Sindical y Gremial.
Guillermo Tell Aveledo, profesor UNIMET/UCV.
Gustavo Márquez Marín, Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Héctor Navarro. Profesor titular jubilado de la UCV. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Himilco Villasmil. Economista, educador, cantautor, dirigente político.
Inés Quintero, Historiadora.
Iraida Tapias, abogada.
Isandra Villegas, Profesora Universidad de Carabobo.
Ismenia Brito. Antropóloga. Sector salud. Maracaibo.
Jacqueline Richter, Profesora en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Jairo Brandao, Psicólogo clínico. Valencia.
Jeudiel Martínez, Sociólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
Jesús Puerta. Profesor UC. Grupo Pensamiento Crítico
Johnny Alberto Alarcón Puentes. Profesor de la Universidad del Zulia.
Joaquín Landaeta Pérez, Profesor Universidad de Carabobo.
José Gregorio Darwich Osorio. Profesor Titular de la UCV.
José Jesús Betancourt Sanoja, Médico, dirigente social y político del Estado Cojedes. Movimiento por la Democracia
José Parra, Maestro jubilado.
José Ramón Ortíz, Naturopatia, Sector Salud.
José León Uzcátegui, Profesor titular jubilado de la Universidad de Carabobo (UC). Grupo Pensamiento Crítico.
Juan Carlos Apitz, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV
Juan Carlos Barrios. Docente jubilado.
Juan Cristóbal Castro, profesor de la Pontificia Universidad de Valparaíso.
Juan García. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Juan Luis Sosa, Abogado, Investigador Social. Director de la A.C. Construyendo Valores para la Convivencia.
Karla Padrón, Internacionalista de la Universidad Central de Venezuela.
Keymer Ávila, investigador y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Laura Rojas, Economista.
Liliana Buitrago, Docente e Investigadora.
Lucila Méndez de Alam, Profesora Universidad de Carabobo.
Luis Bonilla Molina. Docente e investigador en ciencias sociales.
Luis Mogollón. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución. Comité Nacional de Trabajadores en Lucha.
Luisa Gomez H., Socióloga, Profesora Titular Jubilada Universidad de Carabobo.
Luis Ramírez, Abogado, Escritor y Político.
Luz Marina Garcés. Profesora jubilada Universidad de Carabobo.
Luz Mely Reyes, periodista, premio mundial de libertad de expresión.
Mabel Mundó. Investigador docente. De Desarrollo cultural y educativo
Magdalena López. Kellogg Institute for International Studies, University of Notre Dame /Centro de Estudos Internacionais, (ISCTE-IUL)
Manuel Antonio Cárdenas Minguet, Ex Director de la Escuela de Relaciones Industriales de FaCES de la Universidad de Carabobo.
Manuel Llorens, psicólogo, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)
Manuel Sutherland, Director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO).
María Albers. Profesora Titular Jubilada Universidad de Carabobo.
María Cruz Fadoul, socióloga.
Maria Leal, Profesora Universidad de Carabobo.
Maria Luisa Maldonado, Profesora Universidad de Carabobo.
Maria Teresa Boulton, investigadora fotografía.
Mariano Crespo, jubilado Universidad Pedagógico Experimental Libertador (UPEL), Maracay.
Mariella Abraham de Quintero, Profesora Universidad de Carabobo.
Marlene Talavera, Profesora Jubilada de la Universidad de Carabobo.
Marisela Betancourt, Politóloga.
Marisol Aguilera. Profesora universitaria, USB.
Masaya Llavaneras Blanco. Profesora Asistente, Huron University College (Canadá).
Melvis Humbría, dirigente nacional del MAS.
Merlin Serrano Corrales. Socióloga de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Mijail Vargas Valez, abogado UGMA (Venezuela) y UBA (Argentina). Migrante en Argentina.
Milena Granado, Profesora Universidad de Carabobo
Moisés Durán, Sociólogo Universidad Central de Venezuela (UCV).
Nancy Oñate de Gómez, Profesora de la Universidad de Carabobo.
Nelly Prigorian, profesora- investigadora, PhD Ciencias Políticas.
Nelly Arenas. Profesora Titular Jubilada, Universidad de Carabobo.
Nelson Suárez. Educador Carabobo.
Nicmer Evans, Politólogo, miembro del Movimiento Democracia e Inclusión y del Espacio Político CONSENSO.
Nidia Cárdenas. Historiadora y profesora universitaria.
Nilio Parra. Activista comunitario Maracaibo.
Ninoska Rivero, Abogada.
Ocarina Castillo. Profesora titular jubilada UCV.
Oly Millán Campos. Prof. UCV. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Omaira de Corredor, Profesor Universidad de Carabobo.
Omar Vázquez Heredia, Investigador académico y profesor universitario.
Oscar Fuenmayor. Docente. Maracaibo.
Óscar Rodríguez H. Economista y Abogado de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ex profesor universitario.
Patricia Parra Hurtado, Politóloga de la Universidad Central de Venezuela (UCV), migrante en Argentina.
Pedro Capett. Profesor de LUZ.
Rafael Herrera, Profesor Jubilado, Universidad de Carabobo.
Rafael Parra, estudiante de Ingeniería en Agrobiotecnología, Instituto Tecnológico de Chascomús del CONICET – Universidad Nacional de San Martín.
Rafael Uzcátegui, Sociólogo y defensor de DDHH.
Rafael Venegas, Profesor Universidad Central de Venezuela (UCV) y Secretario General de Vanguardia Popular.
Raul Fachin Viso, Profesor Universidad de Carabobo.
Rebecca M. Blackwell, socióloga, investigadora científica y docente universitaria.
Ricardo J Olivero M., Profesor Universidad de Carabobo.
Roberto López Sánchez, Profesor en la LUZ (Universidad del Zulia). Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Rose Mary Hernández Román. Docente universitaria.
Rosmary Díaz, Ingeniera de Sistemas de la UNEXPO. Artista venezolana.
Samir El Hamra Herrera, Profesor Titular de la Universidad de Carabobo.
Santiago Arconada Rodríguez. Activista social. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Sergio Noguera. Profesor Universidad de Carabobo.
Sofía Viloria. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución.
Teresa López de Maldonado, Profesora Universidad de Carabobo.
Tulio Hidalgo Vitale, Profesor Universidad de Carabobo.
Thony Navas, Sindicato de Salud Ccs, miembro de Consenso y Comité Nacional de Conflicto Trabajadores en Lucha.
Víctor García Padilla, Profesor Jubilado Facultad de Ingeniería.
Victoria Bigio.
Wilma Gómez, Universidad de Carabobo.
Wladimir Abreu, profesor de Filosofía Antropológica de la Universidad de Carabobo (UC).
Yelena Alejandra Carpio Cuesta, Abogada feminista.
Yslanda Vargas, Profesora Universidad de Carabobo.
Yoember Angulo, Abogado, UCV.
Yuri Valecillo, SNTP, Fotógrafo.
Zoila Amaya. Profesora UC.

Para suscribir este documento, enviar correo electrónico a: escuelanuestraamerica@gmail.com

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Published on July 31, 2024 16:23

July 25, 2024

Venezuela: Baño de votos y vientos de cambio

El presidente brasilero Lula Da Silva reaccionó, recientemente, a unas declaraciones de Nicolás Maduro respondiéndole que, en democracia, “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre”. Seguidamente agregó: “Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones”. Mientras transcurrían los últimos días de campaña electoral, que inició formalmente el 4 de julio, voceros del oficialismo intentan distraer la atención sobre los terribles resultados de las encuestas. Freddy Bernal, gobernador del Táchira, habría asegurado que en caso de ser derrotados y siendo ellos oposición “No nos aguantan un año, van a tener que renunciar”. Dos realidades desmontan las amenazas sobre una reacción violenta de un chavismo perdedor en las elecciones. La primera es que el bolivarianismo dejó de tener capacidad para realizar una ofensiva agresiva de consideración contra sus contrarios. La segunda, que una avalancha de votos anularía, de plano, cualquier intento por desconocer los resultados.

Desarrollemos a partir de una metáfora: Si usted se preparó, juiciosa y concienzudamente para un examen, tiene la certeza que lo va a aprobar. La incertidumbre que enfrenta, previamente, son cuáles serán las preguntas que deberá responder. En el caso venezolano si permiten que la población pueda emitir su voto sin coacciones ni obstáculos, el país regresará a la democracia. El signo de interrogación, la pregunta que no tendría respuesta, sería la reacción del gobierno. Las principales encuestas de opinión dan un importante margen de victoria a la alternativa democrática. La encuestadora Delphos dio una intención de voto por EGU de 59,1% mientras la de Nicolás Maduro (NM) era de 24,6%. Por su parte “Poder y Estrategia” otorgó una intención de voto de 64% por EGU y de 21% por NM. Clear Path, con trabajo de campo de Consultores 21, estimó que la intención de voto por EGU era de 59% versus la de NM, estimada en 33%. ORC Consultores calculó la intención de voto por EGU en 59.68% y por NM en 14.64%. Finalmente, More Consulting le daba la ventaja a EGU (55,2%) sobre NM (31%). Hay suficientes evidencias sobre una posible derrota del chavismo. Lo que estaría por verse sería si habrá intransigencia por su parte. Lo que deseamos plantear es que no podrá responder, como ha venido amenazando, con una violencia generalizada.

Es cierto que en años anteriores el chavismo construyó una importante capacidad de control, territorial y biopolítico, sobre la población. Para ello contó con importantes recursos económicos, que comenzaron a mermar a partir del año 2014. La crisis se instaló, también, en cuarteles y comandancias de policía, que vieron reducir su capacidad logística y operacional al mínimo. Los grupos de civiles armados dejaron de recibir, desde diferentes vías oficiales, transferencia de dinero. Cuando comenzó a escasear les ofrecieron un curioso modelo de “emprendimiento” –realizar negocios lícitos en los territorios que ocupaban-, que hizo aguas con la llegada de la pandemia. Al igual que miles de venezolanos, integrantes de “colectivos” cruzaron la frontera hacia la incertidumbre. Además, a lo interno del oficialismo hay mucho descontento personal con el liderazgo de “Súper Bigotes”, debido a que ha favorecido a su entorno y ha excluido y neutralizado a otros sectores. Recordemos que Hugo Chávez mantuvo un equilibrio entre diferentes tendencias. Aunque pudieran generarse hechos puntuales de violencia, no serán de la magnitud que la cúpula oficialista anuncia. Maduro no tiene la autoridad ni el respeto interno para ello, y tampoco cuentan con los recursos económicos para aceitar y mantener las expectativas de un aparato de represión. A esto hay que sumarle el monitoreo de la Corte Penal Internacional y diversos organismos de Naciones Unidas sobre la situación venezolana. Cuando hay la percepción que la erupción del volcán del cambio sepultará la Pompeya madurista, no habrá quien quiera poner su pellejo en riesgo por el antiguo sindicalista.

Un segundo elemento sería el margen de diferencia. La alternativa democrática ha dicho, en diferentes ocasiones, que no sólo debe ganar sino que tiene que hacerlo a partir de una diferencia de votos que haga imposible cualquier fraude. Menos de 500 mil votos de margen sería el escenario ideal para una potencial estafa. Un abismo de 2 millones de votos no sólo facilitaría el reconocimiento de la victoria, sino que neutralizaría los sectores más beligerantes del chavismo, debido al hecho político que generaría: El aplastante rechazo popular a su propuesta. Por ello una posibilidad es que en el momento más álgido de negociación, luego de totalizados los sufragios y antes del anuncio público de resultados, Maduro coloque como una de las condiciones disminuir la brecha. Con ello intentaría disminuir el impacto político de la derrota y tener mejores condiciones para las conversaciones por venir. La avalancha de votos a favor del cambio influirá en la opinión de las Fuerzas Armadas, que ese día contarán con la información de primera mano debido a su despliegue nacional en el Plan República, y también estimulará el pragmatismo en los chavismos medios y subalternos, para no quedar fuera de la nueva realidad política del país. Seguramente habrán tensiones y focos de conflicto, pero no en la masividad con la que está amenazando el oficialismo.

El chavismo tiene una colección de intimidaciones sobre el uso de la coerción y la violencia contra sus contrarios. El 18 de julio pasado, durante un acto de campaña electoral, Nicolás Maduro exclamó desde la tarima: “Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fraticida producto de los fascistas garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”. No deja de ser significativo que el presidente Lula da Silva, cauteloso en sus opiniones públicas sobre Venezuela, haya respondido las declaraciones de su aliado ideológico a pocos días de las votaciones. Incluso, ha designado a dos funcionarios de su confianza para acompañar en terreno el proceso electoral. Lula, como dice la canción de Scorpions, pudiera estar sintiendo también el futuro en el aire, que en Venezuela corretea por todas partes, soplando con los vientos de cambio.

Sociólogo y Codirector de Laboratorio de Paz. Actualmente vinculado a Gobierno y Análisis Político (GAPAC) dentro de la línea de investigación “Activismo versus cooperación autoritaria en espacios cívicos restringidos”.

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Published on July 25, 2024 14:05

Comunicado: A votar por el restablecimiento de la constitución. No al autoritarismo, el ventajismo y el chantaje

A escasos días de la realización de la elección presidencial del 28-J, el gobierno de Nicolás Maduro, candidato del continuismo, ha intensificado la represión y el cerco contra los sectores que respaldan la candidatura de Edmundo González Urrutia, cuya campaña se desarrolla bajo el acoso, la persecución y el cerco autoritario. Esto ocurre ante los ojos del país y de la comunidad internacional, con el silencio cómplice del CNE y demás instituciones llamadas a garantizar los derechos de candidatos y actores políticos y, por sobre todas las cosas, la manifestación libre de la soberanía popular expresada en el voto. Así, se promueve ex profeso un clima de incertidumbre y tensiones que incluye la amenaza de ilegalizar la tarjeta de la MUD y la candidatura misma.

Se vocifera un discurso agresivo y cargado de provocaciones, que de manera irresponsable e impune asoma la posibilidad de desatar la violencia si los resultados electorales le son adversos. A falta de votos y respaldo popular, se apela al recurso de la coacción y el chantaje sobre los empleados públicos y sus propias bases sociales, hoy descontentos, desencantados y sumados al torrente de fuerzas que demandan cambios.
El objetivo es sembrar el miedo, la impotencia y la desesperanza; promover la abstención, en intento inútil por sacar del camino electoral a las fuerzas democráticas y revertir la determinación irrevocable de la gente, que ha escogido el camino del voto para expresar de forma pacífica su decisión de cambiar.

En tal sentido, quienes suscribimos este documento hacemos un llamado fraternal a todos nuestros compatriotas para que acudan, con serenidad y firmeza, a votar contra el gobierno y para hacer posible el restablecimiento de la vigencia de la Constitución, la reversión del proceso de empobrecimiento de las grandes mayorías, ponerle freno a la devastación ambiental, por la reunificación de la familia venezolana fragmentada y desgarrada por la diáspora, para recuperar el valor del trabajo y el estudio a fin de vivir en paz en un país soberano, reconciliado y democrático.

Que nadie se quede en su casa. Que nadie preste oídos a la mentira fabricada según la cual es posible vulnerar el secreto del voto o cambiarlo luego de haber sufragado. Con determinación y confianza, transformemos en voto efectivo el vibrante optimismo que se respira en las calles y se confirma en las encuestas. Ante un adversario tramposo y que juega con ventaja, es necesaria la participación masiva de todos, porque una avalancha de votos es el mejor antídoto frente al riesgo de la violencia, la tentación del fraude o del arrebato.
No está de más recordar que la realización de la elección es un derecho constitucional que no puede ni debe ser burlado, que todas las instituciones del Poder Público, empezando por la Presidencia y la Fuerza Armada Nacional, están obligadas a acatar y respetar el dictamen del pueblo expresado en el voto, el principio fundacional de la soberanía popular consagrado en el artículo 5° constitucional, sin el cual no hay República ni hay Democracia.

Caracas, 24 de julio de 2024
Los abajo firmantes

Oly Millán Campos. Prof. UCV. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Rafael Venegas. Prof. UCV. Secretario General de Vanguardia Popular
Keymer Ávila. Investigador del Instituto de Ciencias Penales, Profesor de Criminología en Pre y Postgrado de la UCV
José León Uzcátegui. Prof. Titular Jubilado. Univ. de Carabobo y Miembro del Grupo Pensamiento Critico
Alexis Mercado. Universidad Central de Venezuela
Antonia Muñoz. Exgobernadora del Estado Portuguesa y miembro del Partido UPP89
Johnny Alberto Alarcón Puentes. Prof. Titular de LUZ en el Pregrado y Postgrado de Antropología (FEC.LUZ)
Roberto López Sánchez. Prof. Titular en la Universidad del Zulia, Historiador e Investigador y de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Emiliano Terán Mantovani. Prof. UCV y Observatorio Venezolano de Ecología Política
Héctor Navarro. Prof. Titular Jubilado UCV. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Gustavo Márquez Marín. Ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo y miembro de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Samuel Bravo. Artista Plástico, Activista Social y miembro del Comité Nacional Metropolitano de Trabajadores en Lucha
Nicmer Evans. Politólogo, miembro del Movimiento Democracia e Inclusión y del Espacio Político CONSENSO
Edwin Sambrano. Abogado laboralista, Dirigente Político y miembro del Espacio Político CONSENSO
Santiago Arconada Rodríguez. Activista Social y de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Edgardo Lander. Profesor Titular Jubilado UCV y de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Eustoquio Contreras. Abogado. Secretario General del Movimiento Independientes por Venezuela
Thony Navas. Dirigente Sindical de la Salud, miembro del Comité Nacional de Trabajadores en Lucha y del Espacio CONSENSO
Patricia Parra Hurtado. Politóloga, egresada de la UCV
Betsy Hortelano. Trabajadora Social, egresada de la UCV
Luis Mogollón. Activista Social. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Miembro del Comité Nacional de Trabajadores en Lucha
Ricardo Ríos. Profesor de la UCV
Juan Luis Sosa. Abogado. Investigador Social. Director de la A.C. Construyendo Valores para la Convivencia
Manuel Llorens. Psicólogo y Profesor de la UCAB
Juan García. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución y Activista Social
Ana Viloria.Trabajo Social (UCV) y Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Gabriela Ramírez. Ex Defensora del Pueblo y ex Diputada
Moisés Durán. Sociólogo de la UCV
Adrián Torres Marcano. Profesor de la UCV
Atenea Jiménez Lemón. Socióloga de la UCV
Rafael Uzcátegui. Sociólogo y Defensor de Derechos Humanos
Carlos Nieto Palma. Coordinador General de “Una Ventana a la Libertad”
Juan Carlos Barreto. Profesor y Centro para la Paz y Derechos Humanos de la UCV
Antulio Rosales. Profesor universitario, York University
Jesús Chúo Torrealba. Activista Social y Comunicador Popular
Omar Vázquez Heredia. Investigador Académico y Profesor
Fabiola Arroyo Poleo. Activista Social de la comunidad venezolana en Perú
Javier Elechiguerra. Profesor UCV, ex Fiscal General y ex Procurador de la República.
Jacqueline Richter. Profesora de la UCV
Eleonora Cróquer. Instituto de Estudios Críticos, México
Francisco Javier Lasarte Valcárcel. Profesor de la Universidad “Simón Bolívar”
Guillermo T. Aveledo C. Profesor UNIMET/UCV
Henry Moncrieff Zabaleta. Universidad Nacional Autónoma de México
Consuelo Iranzo. Profesora de la UCV
Andy Delgado. Profesora de la UCV
Luis Fuenmayor Toro. Profesor titular jubilado de la UCV. Ex rector de dicha universidad
Alfredo Flores. Director de Ciudadanía sin Fronteras, Perú
Marisela Betancourt. Politóloga e Investigadora de la Universidad de Los Andes
Albeley Rodríguez Bencomo. Venezolana en situación migrante
Ocarina Castillo. Profesora Titular Jubilada de la UCV
María Josefina Ferrer. Profesora e Investigadora de la UCV
Ismenia Brito Yejan. Antropóloga de la UCV con ejercicio en el sector Salud
Rose Mary Hernández Román. Docente de la Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Jesús Puerta. Profesor Titular de la Universidad de Carabobo. Integrante del Grupo Pensamiento Crítico
Barthyde Vielma Ríos. Profesor de la Universidad de Carabobo
Jorge Oliveros Dorta. Profesor de la Universidad de Carabobo
Manuel Sutherland. Director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)
Andrés Izarra. Periodista
Lexys Rendón. Co directora del Laboratorio de Paz
Jorge Rosell. Magistrado Emérito del Tribunal Supremo de Justicia
Magdalena López. Kellogg Institute for International Studies, University of Notre Dame /Centro de Estudios Internacionais, (ISCTE-IUL)
Masaya Llavaneras Blanco. Profesora Asistente, Huron University College (Canadá)
Francisco Javier Velasco. Profesor de la UCV

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Published on July 25, 2024 14:01

July 17, 2024

La falsabilidad del atrévete a soñar

A mediados del año 2023 un grupo de activistas de sociedad civil y defensores de derechos humanos, con el apoyo del sociólogo Héctor Briceño, realizamos un ejercicio de escenarios sociopolíticos factibles para el país. Tras dos días de reflexión y debate construimos cuatro posibilidades, que en aquel momento endosábamos al comportamiento de los liderazgos y sus bases de apoyo. El más favorable para la transición a la democracia lo titulamos, hace 36 meses atrás, “Cambio inminente”, al que nos referíamos en broma como “Atrévete a soñar”. Cuando faltan pocos días para el proceso electoral es, de los 4 escenarios, el que parece tener mayor probabilidad de ocurrencia: De los 7 indicadores desarrollados, 5 de ellos se han cumplido. ¿Qué pasó con los otros dos? En este texto quiero hablar sobre ello.

Sentados en círculo y alejados de la vorágine de la ciudad, necesitábamos asirnos de alguna certidumbre para navegar en medio de la oscuridad. Apenas comenzaba el proceso de organización de las elecciones primarias. Desconocíamos la dirección que tomarían los acontecimientos. A distancia, Héctor Briceño utilizaba todo su background del Cendes para darle sentido a la discusión. En aquel momento había dos matrices de opinión colonizando el imaginario. La primera que el cambio, dada la situación de las organizaciones políticas, tendría más posibilidad en el año 2030. La segunda, que éramos el centro de un conflicto geopolítico de dimensiones planetarias, por lo que la comunidad internacional estaba llamada a ser la protagonista. Nuestras conclusiones iban en sentido contrario. Las dos claves de la evolución del conflicto serían, en primer término, los niveles de cohesión de ambos liderazgos. Y para el caso de la alternativa democrática, con el añadido de la construcción de mecanismos de toma de decisión con los mayores consensos posibles. En segundo lugar, la confianza de las bases de cada sector en sus propios dirigentes, con el plus para la oposición de la recuperación de la esperanza en la posibilidad de un cambio a corto plazo. De la conducta de estas dos dimensiones creíamos que iba a depender lo que iba a hacer la comunidad internacional, no al revés.

Detallamos cuatro resultados de las diferentes configuraciones de esas dos dimensiones clave, con 7 indicadores. El más optimista, “cambio posible” decía que, si la alternativa democrática lograba niveles óptimos de coordinación, y de mecanismos internos de toma de decisiones colegiadas, lograría a su vez una amplia recuperación de la confianza de sus bases en una transformación inminente. Un tercer indicador era el uso de la persuasión por parte del gobierno, que en este caso tendría íngrimos resultados. Esto aparejado al cuarto componente: la poca confianza de las bases gubernamentales en que su liderazgo podía mejorar sus condiciones de vida. Con este comportamiento la Comunidad Internacional, que incluía a los países latinoamericanos, se sumarían a la petición de elecciones con garantías democráticas. Cuando escribo este texto, 15 de julio de 2024, estos 5 indicadores se cumplieron. ¿Qué pasó con los otros dos? Las dos dimensiones que fallaron fueron, en “atrévete a soñar”, que a) Habría importantes fracturas en la cohesión de la cúpula gubernamental y b) Habría una situación de represión masiva y generalizada.

La aventura de pensar es hacerse preguntas e intentar responderlas mediante hipótesis. Y a continuación corroborar o falsear lo dicho, para mejorar el propio conocimiento antes de aplicarlo a la realidad. Es el método científico de toda la vida, hoy enriquecido y problematizado con los descubrimientos de la postmodernidad. ¿Por qué el chavismo no se ha dividido?, ¿Por qué permanecen los castigos puntuales y ejemplares, en vez de una persecución masiva y generalizada? Paso a compartir las posibles respuestas, esperando nuevos datos que las confirmen o desestimen.

1) La cohesión de la élite oficial, entendiéndola como la unidad del alto y mediano chavismo. La hipótesis es que estamos viendo una unión hacia afuera, pero a lo interno habría un proceso creciente de desconfianza entre los diferentes componentes de la coalición dominante. Los errores comunicacionales de la campaña del candidato Maduro no sólo pudieran ser atribuibles a la soberbia y el desconocimiento, tanto del hecho comunicacional como de la propia realidad del país. También reflejan la propia situación interna del chavismo, signada por la descoordinación y la ausencia de una “autóritas” central. No se sabe cuál es la consigna eje de la campaña (“Gallo pinto”, “Tenemos fe”, “Maduro pa´lante es palla”…) porque desde diferentes instituciones se ejecuta para dar la sensación que se está haciendo algo, sin importar su eficacia o su adhesión a una estrategia unificada. Y esto se hace sin convicción, con menos compromiso que durante la era Chávez. Y si hay desafección con este liderazgo, ¿por qué no hay una rebelión visible contra Maduro? Una posible respuesta sería el efecto que provocó la detención de Tareck El Aissami dentro del oficialismo. Existe miedo y coerción, pero también las gríngolas ideológicas por no vincularse “a la derecha”. Por eso el mecanismo de resistencia no sería la discrepancia abierta sino el desinterés silente. Si esto es así, el 28 de julio se van a expresar votos ocultos de militantes del oficialismo por otras candidaturas. Quienes no estaban amparados por la tendencia NM y los hermanos, ni tampoco en la de Diosdado Cabello, habría estado bajo la influencia, incluso económica, del ex gobernador y ex ministro de petróleo. Y hoy estarían experimentando un secreto placer culposo en su derrota electoral, no por razones democráticas, sino por resentimiento y venganza a lo que se ha convertido su propio liderazgo. El chavismo realmente existente no va a darle el empujón a su actual líder, pero tampoco le va a brindar la mano para salvarlo.

2) La ausencia de una represión masiva y generalizada. Aunque esto pudiera cambiar en los próximos días, la estrategia de mantener una persecución selectiva y focalizada pudiera sugerir que las autoridades no la sienten necesaria para mantenerse en el poder. Hay quien pudiera opinar que no ha ocurrido para mantener abiertos los canales de negociación con los Estados Unidos. Especulamos que hay diferentes razones para ello. Una es que NM y la élite creen, genuinamente, que siguen representando a la mayoría del pueblo venezolano. Y que, como en tiempos de Chávez, el ventajismo y los obstáculos serían para garantizar un margen de ventaja. A la cúpula le dicen lo que quiere escuchar, amplificado por sus cámaras de eco, lo que alimenta su soberbia. Una segunda posible explicación es que las Fuerzas Armadas están dejando hacer y dejando pasar, y que dentro de los organismos policiales y militares habría el mismo cansancio y frustración que en el resto de la sociedad venezolana. Finalmente añadiría que una represión masiva es dinero, y ya no se cuentan con los recursos que en años anteriores permitieron una respuesta represiva coordinada a nivel nacional. Aunque se quisiera, no es posible materialmente desarrollar una operación persecutoria de grandes dimensiones. Y frente a las posibilidades ciertas de cambio –y añadiría, además, por el monitoreo de organismos como la Corte Penal Internacional-, habría cada vez menos funcionarios policiales y militares dispuestos a que su nombre aparezca en un informe. Reiteramos, esto pudiera cambiar frente al hecho irreversible de la pérdida del poder. Recientemente Freddy Bernal declaró “creo que un Gobierno de la derecha no aguantaría un año con la dirigencia nuestra en la calle aguerrida peleando por los derechos del pueblo contra un Gobierno fascista que privatizará la educación, la salud y el Poder Popular. Van a tener que renunciar y salir corriendo”. Si nuestro escenario con las variables descritas está en lo cierto, Nicolás Maduro quedará como el gran responsable de la derrota histórica del chavismo, aislado, y con buena parte de la militancia bolivariana repartida entre la depresión y la necesidad de la supervivencia política. Un margen de dos millones de votos de diferencia, por colocar una cifra, neutralizaría a la supuesta aguerrida dirigencia a la que alude el actual gobernador del estado Táchira.

Quienes se atrevieron a soñar, la mayoría de la población, inaugurarían una nueva etapa de la vida nacional, en el que los cantos de sirena de violencia quedarían excluidos y sus adalides apartados del juego. Regresar a la democracia sólo traerá buenas noticias para los venezolanos y venezolanas.

Sociólogo y Codirector de Laboratorio de Paz. Actualmente vinculado a Gobierno y Análisis Político (GAPAC) dentro de la línea de investigación “Activismo versus cooperación autoritaria en espacios cívicos restringidos”.

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Published on July 17, 2024 10:38

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Rafael Uzcátegui
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