Rafael Uzcátegui's Blog, page 23
January 25, 2019
Colección: El chavismo se hunde, ¡Haz peso!
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January 24, 2019
El rechazo popular a la dictadura fuera de Caracas, en imágenes
Las multitudinarias manifestaciones ocurridas en alrededor de 60 puntos diferentes del país demostraron el masivo repudio a la dictadura de Nicolás Maduro. Los reportes noticiosos han hecho énfasis en Caracas. Queremos rescatar imágenes de la épica fuera de Caracas, cuando la gente perdió el miedo y la desesperanza para expresar su deseo de un cambio
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Mérida
@promedehum
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Rubio
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Mucuchíes
@leoperiodista
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Acarigua
@marhidalgo29
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Guanare
@ensintoniatigre
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Cagua
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Maracay
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San Cristóbal
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Valera
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Duaca
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Barquisimeto
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Distribuidor Fabricio Ojeda, Anzoátegui
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Porlamar
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Puerto Ordaz
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Valencia
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San Felipe
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Vargas
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Carora
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Maracaibo
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Cabimas
@andieaguilera
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Lagunillas
@ronyjmm
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Cojedes
@VenteCojedes
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Cumana
@lismarypoca
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Ejido
@ElPitazoTv@Jesus__M
23 ene.
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Ciudad Bolívar
@david27_05
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Altagracia de Orituco
@Juliimaarr
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Upata
@infoelluchador
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San Antonio del Táchira
@Frontera7dias
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Ureña
@DepablosJeffer
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El Tigre
@fxbarbati
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El Tigrito
@Jesus__M
Provea: Venezuela debe avanzar a la solución democrática del conflicto garantizando el protagonismo soberano del pueblo
[image error](Caracas, 24 de enero de 2019). El 23 de enero de 2019 el pueblo venezolano se manifestó masivamente en rechazo a la dictadura de Nicolás Maduro. En más de 60 ciudades del país, y muchas otras a nivel internacional, ocurrió una amplia participación atendiendo el llamado, realizado el pasado 12 de enero por la directiva de la Asamblea Nacional, a expresar el descontento en esta fecha emblemática de la historia venezolana. Previo a las movilizaciones se realizaron cabildos abiertos, en distintos estados, también con multitudinaria asistencia.
En contraste, el gobierno de facto convocó a una movilización que contó con una modesta participación de simpatizantes, e igualmente llamó a realizar una vigilia nocturna frente al Palacio de Miraflores “para defender a Maduro”, sin que la población atendiera el llamado. Una situación que contrasta cuando eran convocadas por el presidente Hugo Chávez.
Destaca en la movilización del 23 de enero la amplia participación de habitantes de las zonas populares, los mismos que protagonizaron las protestas por servicios públicos y mejoras en sus comunidades durante el año 2018. En el caso de Caracas han sido las comunidades populares quienes han protagonizado las protestas nocturnas, desde el día 21 de enero, de rechazo a Maduro en zonas anteriormente identificadas como bastiones del chavismo.
Ante el fraude en las elecciones presidenciales y la posterior usurpación de la primera magistratura, la Asamblea Nacional como único poder legítimo ha venido trazando una ruta orientada a rechazar al gobierno de facto, lograr una transición, restituir la plena vigencia de la Constitución y convocar a elecciones. Consideramos que toda solución a la situación compleja y critica del país pasa por garantizar la participación del pueblo en unas elecciones libres, trasparentes e inclusivas en el plazo más corto posible.
Ratificamos la importancia de continuar articulando las fuerzas democráticas para avanzar en el rescate de la democracia. El 23 de enero se inició una ruta que debe garantizar elecciones democráticas con nuevos integrantes del Consejo Nacional Electoral para que exista un árbitro que brinde confianza, tiempo suficiente para su preparación, garantía de participación de todos los partidos políticos que tengan la voluntad de participar sin ningún tipo de discriminación, así como observación internacional calificada.
Condenamos el uso excesivo de la fuerza por parte del gobierno de facto contra las personas que expresan su descontento. Denunciamos que se repiten los mismos patrones del año 2017: El uso desproporcionado de la fuerza, con alto nivel de letalidad contra la población civil. La dictadura ha instituido el accionar de la Fuerza de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional, un grupo comando que tiene graves antecedentes de realización de ejecuciones policiales y que no ha sido entrenado para el control del orden público.
Hasta las 2 de la tarde de este jueves 24 de enero más de 26 personas han sido asesinadas en las protestas del día 22 y 23 de enero, en su gran mayoría víctimas de escasos recursos. Las arremetidas contra las zonas populares han sido acompañadas también con allanamientos sin orden judicial, ataque a viviendas, detenciones arbitrarias y maltrato a los detenidos.
Los asesinatos perpetrados por las fuerzas policiales y militares o por colectivos paramilitares al servicio del gobierno, amplían el expediente que cursa en la Corte Penal Internacional en fase de Examen Preliminar, reiterando que son responsables de crímenes de lesa humanidad tanto quienes ejecutan las órdenes como la cadena de mando. Lamentablemente tanto el Ministerio Público como la Defensoría del Pueblo en la actualidad garantizan impunidad para los victimarios.
Exhortamos a la comunidad internacional a seguir monitoreando y apoyando la lucha que libra el pueblo venezolano por el rescate de la democracia. Las iniciativas que se emprendan deben estar enmarcadas en el ámbito del derecho internacional y orientadas a una solución pacífica y soberana para transitar del autoritarismo a la plena vigencia del estado de derecho.
Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos
¿Qué pasó en Venezuela el 23 de enero de 2019?
Rafael Uzcátegui
1) Se ratificó el amplio rechazo popular a Maduro
Lo primero que pasó fue que se ratificó en la calle lo que las encuestas de opinión expresaban: El profundo y amplio rechazo popular a Nicolás Maduro. En su contra se realizaron por lo menos 60 manifestaciones multitudinarias en todo el país, no sólo en las ciudades capitalessino en pueblos como Altagracia de Orituco, Mucuchíes, Táriba y El Tigrito. La magnitud de la de Caracas, que unió 9 marchas de diferentes puntos de la ciudad, puede verse en https://twitter.com/alonsotoro/status/1088281069877673984?s=19. El oficialismo también se movilizó, pero en el caso de Caracas su proporción respecto a la concentración opositora fue tan menor que Nicolás Maduro no se presentó a la tarima, y mandó a decir con Diosdado Cabello que se movilizaran hasta el llamado “Balcón del pueblo”, un espacio cerrado y mucho más pequeño, que garantizaba una toma controlada de una muchedumbre. Finalmente, Diosdado Cabello convocó a una vigilia la noche del 23 de enero en apoyo a Nicolás Maduro, en el palacio de gobierno, ¡A la que no fue nadie! (https://twitter.com/LuzMelyReyes/status/1088288083072741376?s=19)
2) El conflicto ha dejado de ser “de clases”
La polarización de los días de Hugo Chávez cambió en los tiempos de Nicolás Maduro, lo que se ha confirmado desde las protestas en Caracas realizadas a partir del 21 de enero, cuando los sectores populares tomaron la iniciativa de comenzar un nuevo ciclo de rebelión contra el gobierno. Desde ese día, y particularmente en horas nocturnas, han sido los barrios antiguamente dominados territorialmente por el oficialismo, y que definían la cartografía política de la ciudad en este y oeste los que se han enfrentado con la policía y los grupos paramilitares pro-gobierno. En las zonas populares la lógica del conflicto es diferente, por lo que no hay que esperar la racionalidad de la protesta presente en los sectores medios o estudiantiles. Si bien ya fue así en el ciclo de protestas del 2017, las movilizaciones del 23 de enero de 2019 fueron, abierta y claramente, poli-clasistas.
3) El conflicto ya no es “ideológico”
En la tarima central de la concentración opositora en Caracas uno de los oradores fue Sergio Sánchez, cercano al ex ministro Miguel Rodríguez Torres, en representación del “chavismo disidente”. Desde el año 2016, cuando Maduro tomó la decisión de sustituir la Constitución por un Decreto de Estado de Excepción y suspender los procesos electorales pendientes hasta conseguir una fórmula para ganarlos siendo minoría –tras la ruidosa derrota en las parlamentarias de diciembre de 2015 por dos millones de votos de margen- el gobierno se transformó en una dictadura moderna, similar a la de Alberto Fujimori en el Perú de los 90. Hoy, entre los sectores que lo enfrentan y aspiran el retorno del estado de derecho se encuentran diferentes agrupaciones chavistas, con diferentes adjetivos, críticas, originarias o auténticas. Por otro lado las encuestas de opinión ya medían la opinión política del universo bolivariano dividiéndolo en dos grandes pedazos: Los que estaban a favor de Maduro y los que estaban en contra. Por tanto hoy en Venezuela ser chavista no es, automáticamente, estar a favor del gobierno, siendo incluso todo lo contrario. El conflicto dejó de caracterizarse desde el 2016, y el 23 de enero de 2019 lo ratifica, por la tensión chavismo contra antichavismo, sino por la confrontación entre dos modelos de gobierno: Dictadura contra Democracia.
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4) La represión como política de Estado de Maduro
Hasta la 1 de la mañana del 24 de enero de 2019, Provea y el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social habían identificado al menos a 14 personas asesinadas en el contexto de manifestaciones registradas en Caracas y otras ciudades del país entre los días 22 y 23 de enero. La totalidad de estas muertes se produjeron por impacto de bala, en contextos en los que agentes de la fuerza pública y agrupaciones paramilitares actuaban en labores de represión de protestas. Barinas acumulaba el mayor registro de personas fallecidas con 4 muertes, todas ocurridas durante las protestas realizadas hoy luego de la convocatoria hecha por la Asamblea Nacional. Le sigue los estados Táchira y Distrito Capital con tres muertes cada uno; Amazonas y Bolívar con dos muertes confirmadas y finalmente Portuguesa, con una muerte confirmada.
13 de las víctimas eran de sexo masculino y una de sexo femenino. Las edades de las víctimas oscilan entre los 47 y los 19 años de edad. Y en 13 de los casos registrados, los asesinados participaban en protestas pacíficas que fueron atacadas por agentes de la fuerza pública y/o agrupaciones paramilitares. Los fallecidos han sido identificados como: Alixon Osorio Dos Santos Pizani (19); Stefany Maholy Layoy Natera (22); Franklin Alexánder Figuera; Carlos Alfredo Olivares Bonalde (30); Yeimbert José Rangel (24); Efrén Sandalio Castillo (47); Yhonny Alejandro Hernández Ojeda (27); Wilmer Antonio Zambrano (28); Edwar José Marrero (21); Gustavo Ramirez (26); Wilmer Mendoza (39); Ivan Antonio Alvarez Fernández (21); Juan Rafael Medina Torres (19); Luigi Guerrero Ovalles (24).
El contraste con los días previos a su mandato es notable. Desde 1991, al menos 312 personas han perdido la vida en el contexto de manifestaciones en Venezuela. 82 de estas muertes (26,28%) se produjeron en el período comprendido entre 1991-2012, mientras que durante la estadía de Nicolás Maduro en el poder (2013-2019), un total de 229 personas (73,39%) fallecieron en el contexto de protestas. En seis años, Maduro casi triplica el total de fallecidos en protestas durante 21 años que comprenden los mandatos de Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera y Hugo Chávez Frías.
5) La necesidad de recuperar la plena vigencia de la Constitución mediante un acuerdo político
Estamos frente a una situación anómala cuya resolución no puede encontrarse en ninguna norma vigente en Venezuela. La Constitución no dice que hacer frente a la usurpación del poder presidencial como consecuencia de un fraude electoral. Cerrados los canales democráticos de resolución del conflicto, la solución dejó de ser jurídica para ser política. ¿Quién debe tomar la iniciativa? El único poder con legitimidad de origen, votado por 14 millones de venezolanos, es la Asamblea Nacional. Al final de la movilización el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, asumió las competencias del poder ejecutivo con tres objetivos: 1) Presionar por el cese de la usurpación del poder presidencial, 2) Convocar a elecciones en el menor tiempo posible. A las 7 de la noche del 23 de enero, 14 países, incluyendo Estados Unidos, reconocían a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y 3) Recuperar a corto plazo la plena vigencia de las garantías constitucionales presentes en la Carta Magna de 1999.
Es comprensible que los interesados en la situación de Venezuela intenten conseguir la base constitucional de la decisión de la Asamblea Nacional. Sin embargo, cualquier crítica honesta en este sentido debe reconocer la serie de violaciones flagrantes a la Constitución ocurridas desde diciembre de 2015 por Nicolás Maduro, que llevaron a su gobierno a transformarse en una dictadura, y que empujaron al conflicto a este punto.
January 21, 2019
Resumen del día 21 de enero 2019
Rafael Uzcátegui
Hoy nos levantamos a las 6 de la mañana con noticias difundidas en redes sociales que hablaban que un grupo de 40 miembros de la Guardia Nacional Bolivariana se habrían insubordinado contra el gobierno, y que aproximadamente a las 9 de la mañana, se habrían rendido. Un comunicado del Ministerio de la Defensa informó que un grupo habría asaltado el puesto de coordinación Macarao, a las 3 de la mañana, para luego desplazarse hasta Petare, donde habían robado armamento. Finalmente, habrían sido cercados en Cotiza, en el oeste de la ciudad, recuperando el armamento. El comunicado afirmó que estaban “motivados por oscuros intereses de la extrema derecha”. Diosdado Cabello informó que habrían sido 27 los detenidos, de los cuales sólo se conoce el nombre del sargento Alexander Bandres Figueroa. Se desconoce sitio de retención y situación de su integridad física.
La información de la insubordinación generó una manifestación popular en Cotiza en apoyo a los insubordinados. Efectivos de la PNB y miembros de grupos civiles paramilitares enfrentaron a la comunidad. Equipo de Provea estuvo reportando desde el sitio. Los focos de protesta se extendieron a otras zonas del oeste y centro de Caracas, zonas populares antiguamente dominadas territorialmente por el oficialismo. Hasta horas de la noche duraron algunos piquetes, según información de redes sociales.
Durante el día se realizaron varios cabildos abiertos con la participación de la directiva de la Asamblea Nacional, con amplia participación. A las 11 y 30 de la mañana el Tribunal Supremo de Justicia sentenció, reiterando similares anteriores, que la Asamblea Nacional se mantenía en “desacato” por lo que la actual junta directiva y sus decisiones no tendrían validez legal.
Entre las 9 y 10 de la noche se realizó un cacerolazo en varias parroquias del oeste y centro de Caracas. A diferencia de otras protestas anteriores, las del día de hoy se han realizado no en el este de la ciudad, donde vive la clase media y alta, sino en las zonas populares de la capital.
Durante los cabildos abiertos la directiva de la Asamblea Nacional ratificó la convocatoria a realizar una jornada nacional de protesta este 23 de enero
January 18, 2019
Repolarización e impotencia en la Venezuela de 2019
Rafael Uzcátegui
En abril de 2002 fui uno de los que difundió un comunicado sobre el golpe de Estado titulado: “Ni Chávez ni Carmona”. Hoy, 16 años después, algunas personas promueven una toma de postura similar, expresada como “Ni Maduro ni la MUD”. ¿Es plausible, década y media después, mantener esta misma situación?, ¿El contexto y las circunstancias siguen siendo similares?
En el año 2002 éramos testigos de una disputa por la hegemonía entre dos grandes grupos, diferenciados ideológicamente, la nueva burocracia bolivariana y aquella que había sido desplazada del poder. De manera aluvional, el chavismo había conquistado importantes adhesiones de diferentes sectores del país. Tenía bajo su control a importantes sectores del Estado, influía en las Fuerzas Armadas, perfeccionaba el aparato comunicacional estatal, comenzaba a crear su propio empresariado, la figura de Hugo Chávez poseía una gran capacidad de convocatoria y promovía una promesa de país que, en ese momento, estaba contenida en la Constitución de 1991. Por su parte la oposición, nucleada en lo que era la Coordinadora Democrática (CD), tenía participación y control de algunos pedazos del Estado, poseía un aparato comunicacional privado a su servicio, era respaldado por un sector importante del empresariado, tenía contactos con algunos sectores de las Fuerzas Armadas y se mantenía aferrado al imaginario simbólico y cultural de la Venezuela del pasado. Como yo mismo lo hice durante esos años, tenía pleno sentido de plantear la existencia de una polarización sociopolítica que reducía el conflicto a la existencia de dos únicas identidades, ser “chavista” o “antichavista”, cada uno con una supuesta connotación ideológica, que negaba cualquier otra posible representación identitaria. En esos momentos personas como yo no teníamos un lugar en el mapa político del momento, que comenzó a configurarse gaseosamente años después bajo la etiqueta “Ni-Ni”. Hasta el año 2015 las características de los Ni-Ni fueron objeto de un intenso debate, comenzando a aparecer en las encuestas de opinión y siendo uno de los sectores electorales atesorados en las campañas electorales sucesivas.
En el año 2006 fui parte del esfuerzo por promover un tipo de oposición diferente al nucleado en la CD, cuyos contornos fueran nítidamente de izquierda, como luego se configuró bajo el mandato de Rafael Correa en Ecuador. De aquella inquietud surgió el Foro Social Alternativo, un espacio antagonista del Foro Social Mundial organizado por el gobierno en Caracas en enero de ese año, así como el grupo de opinión “Insurgentes” para rechazar la propuesta de reforma constitucional del año 2007. Salvo estas reacciones esta oposición de izquierda no prosperó, diluyéndose en la diatriba polarizada y electoralizante del momento. Con todas y sus imperfecciones, no obstante, podíamos actuar en el marco de una democracia e invocando libertades democráticas como la libertad de expresión o la libertad de reunión.
La muerte de Hugo Chávez cambió todo. El bolivarianismo se quedaba sin su único y principal referente, ya nada sería igual para un modelo de gobernabilidad basado en el culto a la personalidad. En su primera elección sin el caudillo el chavismo sacó menos del 2% de diferencia sobre la oposición, por lo que era previsible que ante la continuidad del tipo de gestión fuera cuestión de tiempo convertirse en minoría electoral. Diciembre de 2015 lo confirmó. Lo que fue sorpresivo de los resultados fue el grado de rechazo, pues como se recordará la coalición oficialista obtuvo dos millones de votos por debajo de la opositora, su peor resultado comicial en toda su historia. Para mantenerse en el poder el chavismo tomó la decisión, sencillamente, de convertirse en una dictadura.
La muerte de Chávez primero, y luego la transformación de lo que era una democracia cada vez más mínima en una dictadura moderna, provocó un reacomodo de los actores políticos. Lo más importante fue la aparición de corrientes chavistas, cada una con un adjetivo diferente (“originarias”, “críticas”, “auténtico”) que se distanció de Nicolás Maduro. Algunos de estos chavismos o ex chavismos pasaron a coordinar esfuerzos con la oposición tradicional para exigir el restablecimiento de la Constitución y de la propia democracia. La polarización, entonces, dejó de ser ideológica para ser una confrontación entre dos modelos de gobierno: Democracia contra Dictadura. Como anarquista, para hablarlo en esos términos, me puedo reconocer dentro de quienes buscan una radicalización o intensificación de la democracia, llamémosla “democracia directa” si queremos, pero democracia al fin. Ya puedo actuar, necesariamente con otros diferentes a mí, para volver a un piso común –la democracia- que permita todas las alteridades posibles.
Con todo el desprestigio alentado por el chavismo es casi imposible plantear algún tipo de “salida por la izquierda”. La pureza ideológica, además de falsa para el caso venezolano –quienes hoy hablan de “Ni Maduro ni Mud” fueron hasta, antes de ayer o ayer mismo, corresponsables del autoritarismo desenfrenado de nuestros días-, condena a la impotencia y la inacción frente a lo que sucede. Los actores sociales y políticos son los que son, y con ellos habrá que empujar volver a un momento que nos permita caminar hacia la promoción de cualquiera de los valores que defendamos, y su materialización en formas de organización comunitaria alternativas. Incluso me atrevería a sugerir que quienes plantean su posicionamiento de esta forma, Ni Maduro ni MUD, están enmascarando la gravedad de la situación venezolana al mantener a esos dos actores en el mismo plano, cuando no lo están en el control y ejercicio de los poderes fácticos que nos condenan a la pobreza y la estatización de la vida cotidiana.
No estoy planteando el mimetizarse con nadie. Usted siga promoviendo la identidad, sueños y aspiraciones que desee. Pero hay que ser honesto para reconocer que bajo el mantenimiento de la dictadura madurista no hay posibilidades para los proyectos autonómicos en lo económico o en lo político, lo cual solo será de nuevo posible en ese espacio, impreciso, en construcción y en disputa permanente, llamado democracia, que debe ser alcanzado por gente que piensa diametralmente diferente actuando de manera conjunta. Y qué bueno que eso sea así.
January 9, 2019
Lecciones aprendidas sobre discusiones en redes sociales (A propósito de un intercambio con Jeudiel Martínez)
Rafael Uzcátegui
Las redes sociales como twitter son conversaciones permanentes en una arena pública, donde hay posibilidades múltiples de interacción. La desmoralización como consecuencia de lo que pretende ser un segundo período presidencial de Nicolás Maduro, pero también por la crisis de representatividad tras la derrota en la rebelión popular del año 2017 ha intoxicado el nivel de las conversaciones en la red del pajarito. Por esta razón comparto las lecciones que he aprendido sobre el debate en plazas digitales, por si son de utilidad a cualquier interesado. Pero también como registro público tras la desnaturalización de un intercambio reciente que tuve, cuyo interlocutor prefirió abandonar la discusión para divulgar una curiosa versión sobre la argumentación mutua y sobre mi persona.
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Este fue el tuit que inició el intercambio, del pasado 18 de noviembre. Contextualizo. Jeudiel Martínez es una persona que conozco de mis días de estudiante de Sociología, finales de los 90´s y comienzos del 2000. Con el inicio del bolivarianismo en el poder, cada uno tomó un rumbo diferente. No tuve mayor contacto con él, hasta que comencé a leer algunos textos recientes donde cuestionaba al chavismo. Su tuit me llegó por el RT de una cuenta que sigo.
En su tuit JM plantea el dilema de las identidades políticas cuyo prefijo es el “anti”: La simplificación del conflicto en dos mundos, internamente coherentes, de supuestos valores irreconciliables. Aunque nunca me he identificado con la identidad política “antichavista”, sugerir que todos los que se nombran de esa manera (hoy una mayoría del país, por cierto), tengan esa visión de las clases populares es una generalización falsa y tramposa, pero consecuencia de una lógica de polarización, de deshumanización del contrario, que no es exclusiva del “antichavismo”, sino que ha sido transformada en política del Estado desde 1999 hasta la fecha. Aunque son actitudes igualmente reprochables, no se puede colocar en el mismo plano de responsabilidad al “antichavismo” al “antiescualidismo”, que es política oficial, ejecutada con recursos públicos y ha generado múltiples violaciones de DDHH. Esta era la idea principal en mi respuesta: Como característica del populismo boliviariano, la antipluralidad (Como lo plantea Cesar Garavito y Krizna Gómez desde Colombia), el chavismo promovió, también, esta visión simplificadora y maniquea del conflicto. Como ejemplo concreto coloqué el sitio web http://www.antiescualidos.com, cuyo nombre lo dice todo, creado a partir del golpe de Estado del año 2002, y (sin decirlo, pero como referencia que esperaba él entendiera), JM había participado.
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En su respuesta JM obvia mi argumento y recurre a una estrategema típica, y lamentablemente recurrente, en redes sociales: No discutir el contenido, el mensaje concreto, intentando atacar al mensajero, en este caso colocandolo en minusvalía, personal e intelectual: “Ademas, estas completamente fuera de tu liga”. Además del trato informal “Lito” (un sobrenombre familiar) y “chamo”.
Una lección aprendida, como dijo alguna vez un presentador de televisión cuyo nombre no quiero acordarme, es “en un debate público quien se molesta pierde”. Twitter es como una discusión entre dos, o mas, personas, con un montón de gente escuchándola. O se intenta convencer al interlocutor de lo contrario en lo que esté equivocado, o sencillamente se usa la conversación para exponer y remarcar al auditorio las ideas que te interesen. La segunda lección de oro, no siempre fácil, es obviar los ataques personales y adjetivos descalificativos, y continuar centrado en los argumentos. Por tanto insistí: La lógica polarizante no es patrimonio de la “oposición”, sino también del chavismo en el poder, cuya responsabilidad en sus consecuencias negativas es mucho mayor. La idea entonces fue: En el 2002 un sitio web en el que participabas promovió, en su forma y fondo, la criminalización de todo lo que disentía del chavismo bajo la categoría criminalizante “escuálidos”. Esa categoría fue defendida en su tiempo por JM, a raíz de un debate público sobre la creación de un Centro de Medios Independientes (Indymedia) en Venezuela, alrededor del año 2003, que finalmente terminó siendo gestionado, sin independencia editorial, por personas que en aquel momento hacían vida alrededor de los llamados “Medios Comunitarios y Alternativos”, agrupados en lo que se llamó ANMCLA, defensores,y financiados directa e indirectamente, por el gobierno. “Antiescualidos” decía ser lo contrario de los medios privados de comunicación, por lo que se promocionaba como un medio “gestionado colectivamente”. Por aquellos días Antiescualidos.com publicó una lista de personas a las que calificaba de “escuálidos”, cosa que recuerdo perfectamente por que yo era uno de los nombrados, junto a mi sitio de trabajo en aquel entonces. Y esa singular práctica, bajo el amparo del nuevo Estado bolivariano.
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JM refuta tangencialmente el argumento anterior: “Yo no publiqué ninguna lista”, insistiendo en el peor adjetivo descalificativo para un ucevista izquierdista de los 80´s: “Policía”. Otra estrategia retórica que hay que eludir es la sugerencia que uno no tiene razón y que cualquier conversación al respecto es una pérdida de tiempo. Sobre el argumento inicial, la promoción de la polarización desde el Estado y la criminalización de la disidencia, JM sugiere que fue algo que ocurrió “después”, que en sus inicios no estaba, y de cuya lógica el no habría participado, sino que emergió en tiempo de desnaturalización del proyecto cuando él ya no formaba parte de él.
Mi respuesta apelaba a un hecho: En los inicios del “proceso”, cuando se estaban generando los cimientos de lo que sería después, en su papel de intelectual orgánico al servicio del gobierno bolivariano en el año 2002, argumentó públicamente, también por vías digitales, que hablar de “escuálido” -un término promovido desde el pináculo del poder contra sus contrarios, era similar a hablar de “fascista”. Por tanto el nombre Antiescualidos no era criminalizador ni discriminatorio, sino que tenía un valor político similar a decir “Antifascista”. La lógica subyacente, por tanto, sería: Si los escuálidos son fascistas, gestionar una web donde se publiquen sus nombres, apellidos y sitios de trabajo era una suerte de “justicia popular y revolucionaria”.
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La respuesta de JM no tiene desperdicio. Tras ser presa de la lógica política que se ayudó a crear y consolidar, la victimización, la descalificación personal (maldito policía) en base a una supuesta minusvalía intelectual: “pequeño contrahecho”, no tener talento, sin capacidad de tener una idea. En una proyección subconciente, publicar listas para que la “justicia popular” actúe, insinua que mi trabajo sería marcar a personas para ser agredidas, me imagino, por la “turba antichavista” a la cual alimento y pertenezco.
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Como la respuesta hablaba más de quien la escribía que a quien estaba dirigida, mi último tuit era una reflexión, para quienes estuvieran leyendo, sobre la autocrítica de quienes ayudaron a crear y consolidar las prácticas políticas del chavismo en el poder, que incluso terminaron devorando a sus propios hijos. Me despedí cordialmente -lo cortes no quita lo valiente-, JM no respondió, y di el intercambio por concluido.
Mes y medio después, por una lista de WhatsApp, conozco un texto que por otras redes sociales JM ha difundido sobre este intercambio, sin aludir a la discusión en sí, y haciendo una valoración que pretende generar animadversión sobre mi persona. Cito el texto completo. Saquen ustedes sus propias valoraciones:
“Contaré una anécdota que no es personal. Dos en realidad. Es sobre el resentimiento venezolano. Si, es bastante de mal gusto hablar en primera persona pero encontrarán que, en este caso, se justifica:
Allá en 2014 trabajaba en el ministerio de las comunas y fui despedido por Iturriza, entonces ministro. Luego averigué que me habían botado por ser “escuálido como Erik del Búfalo”. En ese momento la crisis apenas empezaba y la cosa no me afectó mucho, en realidad quería dejar de trabajar para el estado y el salario era tan bajo que tenía tiempo haciéndolo solo para que mi madre tuviera el seguro -aunque el bono alimentario ayudaba. Pero no era un buen trabajo así que todo bien. Uno sabe que, para los chavistas, uno no puede ser otra cosa que un antichavista, un escuálido. No se que piensan mis pocos amigos chavistas pero estoy seguro que deben pensar algo así, gente como la de Misión Verdad debe estar honestamente convencida de que a uno le paga la USAID. Para otros solo es un anticomunista más.
Entonces eso debería ser todo ¿no?: escuálido y anticomunista. Pues no.
Ya me había pasado en 2001-2002 que, cuando estábamos movilizados contra el golpe, gente del Partido Bandera Roja había empezado a decir que trabajaba para la policia politica, entonces llamada Disip. Algunos creyeron eso pero pasó. Ahora bien, tras diez años de producir abundante literatura contra el gobierno debería quedar claro que uno no es chavista. Es imposible leer mis publicaciones y creer eso. Pero hay quien de alguna forma lo cree.
Hace poco Rafael Uzcategui, de Provea, promovió un pequeño linchamiento en twitter acusandome de que, allá en 2002-2003, trabajé en una web llamada “antiescualidos”. Básicamente escribí pocos artículos , todos sobre la radicalización hacia la derecha de la clase media. Era un muchacho así que no eran buenos pero si correctos en la perspectiva. Para la gente que empezó a atacar en el twitter era obvio que, claro, yo era chavista, que el gobierno me mantiene. Tan obvio como lo era para los profesores de sociologia que se convencieron de que yo era agente de la policia politica. Les parecía lo más razonable del mundo. Obviamente no le respondí a Uzcategui de buena manera pero lo chistoso es que, siendo un hombre políticamente correcto, todos los años de “disidencia” con el chavismo no valían nada: ¿porque no reconoces lo que hiciste?. Supongo que quería que me humillara o pidiera perdón algo así.
Lo importante es ambos, el ministro y el activista de derechos humanos, son gente que se cree buena. Ellos son los buenos de la partida, tribunales vivientes: no es que toman posición ante cosas, tienen todo su pequeño “sistema del juicio”.
Obviamente mi situación es mucho más sencilla que la de otras personas.
Y eso es muy complejo porque, ciertamente, lo que pasó en estos años no puede pasar en vano. El golpe, el paro, las nacionalizaciones, la constituyente, han sido catástrofes localizadas. ¿como no vamos a reclamar responsabilidades?.
Si creo que se le puede increpar a alguien por haber apoyado algunos de estos desastres ¿pero es realmente una culpa?…podemos culparlos como deberían serlo los corruptos o los miembros de bandas armadas ¿de verdad es un mérito nunca haber sido chavista o jamás haber “traicionado la revolución”?.
Por todo lo que ha pasado en estos años deberían haber consecuencias, castigos incluido. ¿pero es realmente un crimen haber sido chavista o lo contrario? ¿de verdad puede ser lo mismo Giordani, que causó un Chernobyl económico, que la viejita del barrio o el tonto sin esperanza que siempre creyó en el gobierno? (aunque hubiera algo vil en esa creencia). ¿puede ser igual la dirigencia de la MUD que la gente que, honestamente, siempre rechazó a Chávez y siempre entendió lo que realmente era?.
No se malentienda. En estos años la gente común se ha corrompido, ha cometido crímenes: ha robado, linchado, celebrado los atropellos, se ha hecho vil y fanática..¿pero de verdad podemos hacer un Gulag para todos los que tuvieron algo que ver con esta desastre?.
Es necesario distinguir a los que merecen condenas de los que no incluso si no hay condiciones de demostrar las culpas y asignar el castigo. Para otros, que no son criminales, son necesarias sanciones personales y colectivas que no son castigos pero que hacen una diferencia…
¿pero como?.¿ como si la gente no distingue la venganza del castigo?, si no distinguen el crimen de la posición politica. En la debacle uno ve a algunos que prefieren que los que están en el poder no salgan nunca de él (pase lo que pase) y a otros que más que cambio quieren venganza….esa es de las tantas cosas que hace tan sombrío al futuro.
Pero, si no lo es, es con gente que distinga venganza de castigo, el crimen de las elecciones políticas, el castigo de la sanción, que no diga generalidades sobre reconciliación o venganza (ambas son reactivas e indiferenciadas, una puro temor la otra puro odio) y si es posible que emerja gente así, podemos estar seguros, no será de los chavistas ni de sus antónimos»
Jeudiel Martínez
January 8, 2019
Provea frente al 10 de Enero: Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos
(Caracas 8 de enero de 2019) Ante el acto de juramentación de Nicolás Maduro para un segundo período presidencial 2019-2025, el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), hace del conocimiento de la opinión pública nacional e internacional lo siguiente:
1) Como consecuencia de haberse convertido Nicolás Maduro en representante de una minoría electoral, a partir de las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, su gestión tomó una serie de decisiones arbitrarias que alejaron a su gobierno de la democracia con la intención de mantenerse irregularmente en el poder. En mayo de 2016 diversas organizaciones de derechos humanos, agrupadas en el Foro por la Vida, calificamos como ruptura del orden constitucional la aprobación de un Decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica, que configuró una normativa para justificar y alentar la actuación de los Poderes Públicos al margen y sobre la Carta Magna, e incrementar la exclusión y persecución por razones políticas. Por otra parte sus políticas han aumentado la crisis económica, generando mayores penurias en la población y obligando a millones de venezolanos a salir forzosamente del país.
2) El 14 de mayo de 2018, cuarenta y tres organizaciones de la sociedad civil y derechos humanos alertamos que las elecciones del 20 de mayo de 2018, donde se elegiría un presidente para Venezuela para el período 2019-2025, no serían libres ni creíbles, debido al grave incumplimiento de diferentes garantías para el ejercicio del derecho a la participación política mediante el sufragio, entre ellas la actuación de un Consejo Nacional Electoral que no garantizaba transparencia e independencia como arbitro electoral. Un día después, Provea acudió a la sede del Tribunal Supremo de Justicia para introducir un recurso ante la Sala Electoral para impugnar la convocatoria de dicho proceso electoral, el cual fue desestimado por una Magistratura cooptada por el partido de gobierno. La supuesta elección de Nicolás Maduro para un segundo mandato fue consecuencia de un proceso electoral abiertamente ilegal y fraudulento.
3) Con las decisiones tomadas a partir de diciembre de 2015, que afianzaron un gobierno dictatorial y más excluyente, Nicolás Maduro perdió la legitimidad de desempeño en el ejercicio de sus facultades como presidente de la República. A partir del 10 de enero de 2019 tampoco poseerá legitimidad de origen en lo que pretende ser un segundo período presidencial en funciones.
4) La Constitución no prevé los mecanismos a seguir ante la instalación de un gobierno de facto consecuencia de un fraude electoral. Cualquier iniciativa para lograr la transición a la democracia debe promover la realización de elecciones libres, creíbles, y con garantías para la libre participación política mediante el sufragio de todos los electores y organizaciones, que restablezcan a corto plazo la plena vigencia de la Carta Magna de 1999. Para ello, la Asamblea Nacional juega un rol fundamental como el único poder público legitimado por el pueblo para conducir este proceso.
5) La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela debe ser el marco de actuación tanto para los sectores que aspiren el regreso del Estado de derecho como para el proceso de reinstitucionalización democrático del país. Esta Carta Magna establece, en su artículo 138, que toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.
6) Reconocemos y alentamos todos los esfuerzos, tanto de los organismos internacionales de protección de derechos humanos como de la comunidad internacional, para aumentar las presiones diplomáticas que logren el pronto restablecimiento tanto del orden constitucional como de la propia democracia en el país. Apoyamos las sanciones individuales sobre funcionarios responsables de violaciones de derechos humanos, así como la aplicación de los diferentes mecanismos internacionales (Carta Democrática Interamericana, Protocolo de Ushuaia, entre otros) acordados soberanamente entre los diferentes países, entre ellos Venezuela, para abordar la ruptura democrática en cualquier Estado de la región. Sin embargo, como lo hemos reiterado en otras comunicaciones, cuestionamos cualquier sanción económica contra el país que puedan agravar la ya precaria situación generada por la emergencia humanitaria compleja en salud, alimentación y pobreza.
7) Solicitamos a los países de la región que ante cualquier consecuencia derivada de la instalación del gobierno de facto que pretende instalarse en el país a partir del 10 de enero de 2019, se mantengan y generen todos los mecanismos posibles para continuar su observación y acompañamiento de la situación venezolana. Asimismo, se dé respuesta oportuna y adecuada, según los estándares internacionales sobre migración, a las solicitudes de asilo por razones políticas y estatus de refugio a los venezolanos que migren forzosamente del país como consecuencia de la emergencia humanitaria compleja y la persecución política.
8) Rechazaremos cualquier tipo de intervención armada a Venezuela como mecanismo de resolución de la crisis. Abogamos por acciones contempladas en la normativa internacional sustentadas en la reivindicación de la paz y los mecanismos diplomáticos.
9) Invitamos a todas las organizaciones sociales y populares de la región a denunciar la ausencia de legitimidad del gobierno de facto que pretende establecerse en el país a partir del 10 de enero usurpando funciones al margen de la Constitución de 1999 y la Carta Democrática Interamericana. Asimismo, los alentamos a solidarizarse con los esfuerzos de los sectores que promueven el regreso de la democracia a Venezuela.
10) Advertimos que la instauración de un gobierno de facto, no libra a los funcionarios en usurpación de funciones de su responsabilidad en el ejercicio del poder y las consecuencias de decisiones que violen y afecten la dignidad humana. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró ilegítimo al gobierno de sustituyó a Manuel Zelaya en Honduras, estableciendo que “el sistema democrático es la garantía principal para la vigencia de los derechos humanos. En efecto, de este informe se desprende que las violaciones a los derechos humanos que se denuncian son consecuencia directa de la ruptura del orden constitucional. Por ello, la Comisión considera que el retorno a la institucionalidad democrática en Honduras es necesaria para que se den las condiciones para la efectiva protección y cumplimiento de los derechos humanos de todos los habitantes de ese país.”
11) La respuesta frente la crisis política y social es clara: la movilización y presión conjunta de la sociedad civil democrática, las organizaciones sociales venezolanas, la Asamblea Nacional, los organismos internacionales de protección de derechos humanos, la comunidad internacional, y el pueblo en su ejercicio intransferible de soberanía y deber de restablecimiento del orden constitucional, con el firme propósito de detener el avance del gobierno de facto.
12) A pesar de los obstáculos y adversidades, Provea y el resto del movimiento de derechos humanos venezolano continuaremos en el país documentando las violaciones de derechos humanos y acompañando a todas las víctimas, sin discriminación alguna, en su anhelo de verdad, justicia y reparación.
Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea)
January 3, 2019
¿Qué podemos esperar del 10 de enero?
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Rafael Uzcátegui
Se acerca el día de la proclamación de Nicolás Maduro para un segundo período presidencial de 6 años. El 10 de enero, por tanto, se ha ido cargando de expectativas y temores, en medio de una persistente ola de rumores y litros de frustración irrigados a través de las redes sociales.
El pensamiento mágico ha visto en la fecha un nuevo hito para la posibilidad de emergencia de acontecimientos sobrevenidos. Los más febriles esperan que una intervención armada internacional impida el juramento, seguramente, ante la Asamblea Nacional Constituyente. Otros, que sea un golpe de Estado, clásico o a “la venezolana” –telefonazos a ver cuántos cuarteles están a favor y cuántos en contra- el que deje a Maduro con las ganas. Me podré equivocar, pero doy muy pocas posibilidades, poquísimas, a cualquiera de las dos.
Otros menos extremistas aspiran a que la Asamblea Nacional sin adjetivos desconozca la proclamación y anuncie la conformación de un gobierno paralelo, encabezado por el presidente del hemiciclo, generando con ello una reacción en cadena tanto dentro como fuera del país. Si esto no quiere quedar en los contornos de lo simbólico, como han sugerido otros antes que yo, el gesto de la Asamblea Nacional, legítima y sin apellidos, debería contar con el respaldo abierto de un sector de las Fuerzas Armadas, que con la amenaza del uso de la fuerza garantice que los diputados opositores continúen dentro del país y al tren ejecutivo del PSUV fuera del poder. Podré errar la puntería, pero tampoco veo la viabilidad y sensatez en esta dirección. Y básicamente porque no creo, a estas alturas, que existan sectores medios y altos de las Fuerzas Armadas honestos –lo que equivale a no corrompidos por los amplios y diversos negocios, posibles a la sombra del chavismo- comprometidos con la democracia. La depuración y prebendas de la cosecha del samán de güere han comprado demasiadas lealtades. Por otro lado, lo que es un secreto a voces, no existe ahora mismo ningún tipo de consenso entre los liderazgos partidistas opositores.
Un tercer tolete espera que Nicolás Maduro se juramente a sí mismo el 10 de enero, pero que la suma de los supuestos descontentos a lo interno del chavismo y las Fuerzas Armadas, la agudización de la crisis económica y la presión internacional hagan tan inviable el segundo mandato que el sismo de ingobernabilidad promueva su salida de Miraflores a corto plazo. Tampoco me cuento entre estos entusiastas. Desde el 2013 un sector del liderazgo opositor ha venido apostando a la implosión del gobierno, esperando que los mangos maduros, literalmente, caigan solitos del árbol, con ellos como actores del recambio. Este grupo, cercano a las maneras de hacer política que precisamente trajeron en hombros al bolivarianismo a la escena política nacional, son los mismos que trabajaron meticulosamente por la desmovilización de la gente durante los años 2014 y 2017. Un grupo de esta feligresía son los que han promovido la estrategia de “votar como sea”, pensando que el tsunami ocurra con ellos con el aparato electoral armado para postularse en mejores condiciones para las primeras elecciones postchavistas. Ciertos analistas ven señales esperanzadoras en el presunto malestar existente dentro de corrientes “renovadoras” del psuvismo, mientras que otros apuestan al pragmatismo de las Fuerzas Armadas, en su oportunidad de comprar impunidad para el hipotético día después en que la Corte Penal Internacional anuncie la apertura de su caso sobre Venezuela. Lo siento, soy escéptico.
Lo que sí creo es que Nicolás Maduro se va a juramentar el 10 de enero de 2019 y que lo más visible que veremos por esos días será a una serie de países haciendo acotaciones sobre la naturaleza democrática de su segundo período, cosa que en el lenguaje diplomático tiene demasiados matices. Algunos países podrán desconocer su investidura y retirar a sus embajadores de Caracas, pero como nos recuerda la experiencia cubana, los autócratas pueden mantenerse donde están durante muchos años aislados de la comunidad internacional, mezclando la victimización y la retórica épica antiimperialista, especialmente en un mundo cada vez más globalizado y multipolar.
La eficacia de cualquiera de las variables anteriores tiene como condición de ocurrencia la existencia de un sector antagonista cohesionado, con liderazgos legítimos y reconocidos, con capacidad de convocatoria en amplios sectores de la sociedad en su reclamo por el regreso de la democracia. Maduro podrá ser un gobierno todo lo débil que usted quiera, pero sin contrincantes en el campo seguirá, por lo menos por un tiempo, jugando solo en la cancha. La debilidad de los otros, incluya usted los sectores que desee, me hace pensar que la posible salida no será a corto plazo. La reconstrucción de los liderazgos políticos y sociales, sin los cuales cualquier tipo de cambio parece lejano, necesita tiempo. Sin presión popular en la calle, con un proyecto de país mínimamente compartido y una estrategia aceptada por varios, no hay transformación posible. Y eso no existe para el 10 de enero del 2019.
La crisis es un negocio rentable, y no sólo para oficialistas. El país ha venido amoldándose a funcionar bajo una economía de remesas y, como ha demostrado Miraflores, aún existe suficiente capacidad de maniobra para continuar comprando tiempo. A pesar de los 10 millones porcentuales de inflación, no veo colapso ni default a corto plazo. Todo lo contrario, mayor estatización de la vida cotidiana para cada vez mayores sectores de la población.
Como los rusos también juegan, es predecible que el gobierno utilice cualquiera de las reacciones al 10 de enero a su favor, para establecer mayores controles y mecanismos de neutralización de la disidencia y de la contraloría internacional independiente. Como bien lo refleja la situación nicaragüense, quienes han callado hasta ahora por los desmanes lo seguirán haciendo. La única obra visible de la gestión de gobierno de Nicolás Maduro es haber finalizado su primer período. Ese día tendremos imágenes que serán usadas reiteradamente por el sistema nacional público de medios para aumentar la desazón de la contestación democrática.
El 10 de enero nos obliga a comenzar un proceso de resistencia a largo plazo, que pasa por la reconstrucción del “nosotros”, paralelo a la transformación de “ellos”. Esto, que suena terrible, tiene su lado positivo. El chavismo, o su versión madurista, ha dejado desde hace tiempo de ser un movimiento social que enarbola una promesa de futuro. Esa posibilidad, esa esperanza, la somos nosotros. El segundo período de Nicolás Maduro ha dejado, por fin, desnudo al rey, mostrándolo como siempre fue: La vocación de poder por el poder mismo.
December 31, 2018
– Mis 17- Momentos memorables del 2018
2018 fue un año muy difícil, por múltiples razones. La peor crisis económica vivida por los venezolanos, con una inflación de más de un millón por ciento; la continuidad de la dictadura luego de la derrota de la rebelión popular que protagonizamos en el año 2017, con sus presos políticos, torturados y perseguidos; inseguridad, corrupción y matraqueo que siguieron negando el espacio público; la fragmentación, contradicciones y debilidad de los sectores antagónicos al autoritarismo y, por último, el éxodo masivo de venezolanos dada la ausencia de perspectivas de futuro.
Sin embargo, como ejercicio de resilencia, debemos buscar esos momentos de pequeñas victorias y alegrías que nos permitan continuar adelante. Hago un resumen de las mías durante este año que languidece, sin orden particular.
– Histerectomía de Lexys
A comienzos de año le detectaron miomas a Lexys, mi compañera desde hace 17 años, por lo que debieron hacerle una histerectomía. Como toda intervención quirúrgica, con su capacidad invasiva, es de agradecer que todo haya salido bien, que hayamos encontrado las medicinas para el tratamiento posterior -en la Venezuela de la escasez aguda- y que la recuperación haya sido satisfactoria. La foto es del 14 de enero, días antes, cuando estuvimos en Barquisimeto para la procesión de la Divina Pastora.
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– Conocer la Casa de la Divina Providencia en Cúcuta
En mayo tuvimos la oportunidad de estar en la frontera colombo-venezolana para realizar un par de talleres junto a nuestros aliados de Dejusticia. En esa oportunidad, visitamos cerca de “La Parada”, cruzando el Puente Internacional Simón Bolívar, a la Casa de la Divina Providencia, que atendía en ese momento casi a dos mil migrantes venezolanos diarios. Fue inspirador conocer el empuje y carisma del padre Cañas, de la Arquidiócesis de Cúcuta, motor del proyecto, así como conmovedor conocer la dramática situación de los migrantes venezolanos. En ese momento vimos, por primera vez, a los llamados “Caminantes”.
– Rechazar el Premio Ernesto Mignone de Cancillería Argentina
Me siento orgulloso de trabajar en una organización de principios como lo es Provea. Nos postularon para el premio en Derechos Humanos “Emilio Mignone” otorgado por la Cancillería Argentina. Viajamos a Buenos Aires a recibirlo para encontrarnos con la situación de que no podíamos leer el discurso que nos había enviado Raúl Cubas para el acto, por sus críticas al gobierno de Macri. Por esa razón declinamos recibir el premio. En la foto, la cena que tuvimos con la familia de Emilio Mignone, referencia de la lucha por los DDHH en Argentina, luego del percance.
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– Participación en el 16to Festival de Cine y Foro Internacional de Derechos Humanos (FIFDH) en Ginebra
A comienzos de marzo tuve la suerte y el honor de ser invitado por el prestigioso Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos que cada año se celebra en Ginebra, para participar en un panel sobre la situación de Venezuela. En un foro repleto, compartí las preguntas con Luisa Ortega Díaz, Lilian Tintori (Por skype) y Santiago Cantón, ex relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Antes del foro, se realizó la proyección del extraordinario documental “Mujeres del Caos” de Margarita Cadenas, quien también estuvo presente para responder preguntas de un público mayoritariamente venezolano. En la foto con Margarita y Santiago.
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– Concierto de presentación de Lp de Lima 13
Perú es un país querido, al que he tenido la suerte de visitar en varias ocasiones y en el que tengo amigos entrañables. A propósito de la estancia en Lima por la Cumbre de las Américas, casualmente por esos días la banda Lima 13 presentaba su disco de vinyl de su clásico demo “Los sueños mueren primero”. La banda empezó a las 3 de la mañana, en un local en pleno centro de la ciudad, para dar un concierto íntimo y memorable, especialmente para alguien que los sigue desde sus días en la mancha subterránea.
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– Cumpleaños en familia
Para celebrar los 45, 23 de agosto, tuve el gran regalo de tener a toda mi familia, guara y caraqueña, reunida en la capital para el soplo de las velitas. Ningún autoritarismo nos quitará la alegría de estar juntos!
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– Encuentro de la manifestación pacífica
En septiembre gente de 4 estados del país nos reunimos para conversar sobre lo que había pasado en el 2017, cuando la rebelión popular, y cómo podíamos seguir promoviendo, de manera creativa y pertinente, la protesta pacífica por nuestros derechos, la democracia, la vida con dignidad. Los anfitriones pusieron el toque local, haciéndonos sentir como en casa, en un espacio donde los afectos y afinidades continuaron caminando juntos.
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– Rock contra las dictaduras, Lima, con cierre de Voz Propia
Voz Propia es una de mis bandas peruanas favoritas, cultoras desde los tiempos subterráneos de un postpunk denso e interesante. Durante la Cumbre de las Américas, entre las actividades que realizamos en Lima estuvo el concierto “Rock contra las dictaduras”, en el bar Helden de mi amigo Lucho, en Barranco. La clausura estuvo a cargo de los Voz Propia, luego de la participación de otras buenas bandas peruanas, entre ellas QEPD Carreño. Verlos en vivo, en un evento en donde fui parte de los organizadores, fue simplemente memorable.
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– Entrevistar a Vilma Núñez, histórica activista de DDHH de Nicaragua
A mediados de año tuve la suerte de toparme en un evento internacional con Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaraguense de Derechos Humanos (CENIDH), la organización histórica de ese país que recientemente fue ilegalizada por la dictadura de Daniel Ortega. Hablar con ella en medio de las protestas que sacudían su país, y que fueron respondidas brutalmente por el sandinismo oficial, fue un triste dejavú a lo que nosotros habíamos experimentado un año antes. Aquella tarde fue triste, pero también inspiradora sobre la terquedad en conseguir la dignidad humana, a pesar de todas las adversidades.
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– 30 años de Provea
Como su Coordinador General me tocó organizar varios eventos por los 30 años del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), una de las ONG más antiguas de Venezuela. Debido a la crisis venezolana, desechamos los agasajos festivos y decidimos festejarlo haciendo más activismo, cerca de la gente.
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– Día de los Muertos en México
El 1 de noviembre nos encontrábamos en Ciudad de México para una serie de reuniones con nuestros pares, para hablarles sobre la situación venezolana. Afortunadamente, para mí, coincidió con la celebración del Día de los Muertos, la tradición que tenía engalanada las calles con catrinas y calaveras. Fue sobrecogedor ver los altares ubicados en el Zócalo y la decoración de los edificios circundantes, pero también observar los pabellones fúnebres que los estudiantes de la UNAM habían montado para recordar los 50 años de la Masacre de Tlatelolco.
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– Concierto de Radiohead en Perú
Lima me siguió dando alegrías. El 17 de abril pudimos ver a Radiohead en el Estadio Nacional de la ciudad. Ese día tocaron “Creep”, la cual no habían ejecutado antes en Argentina y Chile, además de sus éxitos ‘All i need’, ‘Fake Plasic Trees’, ‘There There’ y cerrando con ‘Karma Police’. Excelente juego de visuales, para un Thom Yorke que a pesar de su introversión, es un personaje carismático.
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– 19 aniversario del Comité de Derechos Humanos de La Guajira
Cruzamos el país para llegar hasta Paraguaipoa, estado Zulia, para acompañar a José David y su equipo en el 19avo cumpleaños de “El Comité”, la organización que durante casi dos décadas viene peleando por los derechos de los indígenas en la Guajira venezolana. En la mañana el foro ‘Injusticia + Vulnerabilidad : Amenaza a un territorio ancestral”, y en la tarde, abrazados por la deliciosa brisa del territorio wayúu, una tortica con su brindis. Esa noche dormimos en hamacas, cobijados por las estrellas.
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– Reencuentro con los lentes
Cuando tenía 18 años fui operado de miopía. Pero como la edad pasa factura, una visita reciente al oftalmólogo me detectó que los problemas de visión habían vuelto y debía usar lentes de nuevo. Tras la espera esta fue la primera foto con mi nuevo y permanente accesorio.
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– Comic Com Medellín
No sólo porque coincidía mi visita a la ciudad con el evento, sino también por la compañía. Con Jessica y Orlando pude asistir a Comic Com Colombia, en su sede Medellín, donde pudimos disfrutar de las decenas de stands, artistas internacionales y el excelente ambiente geek que se genera alrededor de este acontecimiento. Pasó entre el 16 y 18 de noviembre en Plaza Mayor de la ciudad. ¡Gracias chicos!
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– Edición y presentación del libro sobre las protestas del 2017
Fue un parto difícil, pero satisfactorio. Luego de varios meses de preparación, con la ayuda de Garcilaso Pumar de El Estilete, pudimos presentar el libro que recoge parte de la experiencia de la rebelión popular del año 2017, en sus variantes más creativas y artísticas. Un aporte para la memoría, para romper el silencio impuesto sobre la gesta. Una versión digital del libro disponible en http://manifestar.org/protestas2017/
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– Música por Medicinas
En julio comenzamos este proyecto que estimula el intercambio de medicamentos por música en diferentes formatos físicos. El primero en la Sala Cabrujas, especial por ser la primera vez, pero luego lo repetimos en Mérida, Barquisimeto y Maracaibo, para repetir en Caracas en diferentes oportunidades. Fusionando dos dimensiones propias: La música y el activismo.
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