Álvaro Bisama's Blog, page 185
May 4, 2017
¿Se viene el estallido?
Prophets of rage aún no cumple un año de funcionamiento pero dada la categoría de súper grupo y la experiencia de sus integrantes, el escaso tiempo es una variable relativa. El combo armado entre tres cuartas partes de Rage against the machine, Chuck D y DJ Lord de Public enemy, y B-Real de Cypress hill, alista un disco debut y la anoche del miércoles ante 6100 personas en el Movistar arena adelantaron Party’s over y Unfuck the world, canciones que no permitieron advertir algún nuevo maridaje sino las coordenadas que hicieron a RATM una banda fundamental de los 90: los riffs subversivos de Tom Morello montados sobre la magnifica base rítmica con resabio de hip hop orgánico del bajista Tim Commerford y el batero Brad Wilk.
El resto del tiempo Prophets of rage, a pesar de sus declaraciones sobre la contingencia política mundial en la era Trump, el despertar de consciencias y los puños en alto a la manera de saludo, aún no supera la condición de un proyecto que activa nostalgia y un masivo karaoke en directo sostenido en los mejores momentos de las discografías de los respectivos grupos, con la balanza inclinada hacia el material de RATM, aún cuando Brad Wilk dijo en Chile que el set se repartía en partes iguales. Definitivamente no. El poder de fuego de Prophets se basa en la artillería de la banda donde Zach de la Rocha ponía la voz, y aquello quedó claro tras una larga y a ratos innecesaria introducción de DJ Lord pinchando material infalible de Metallica, Beastie boys y Nirvana entre otros, y la interpretación de Prophets of rage, la canción de Public enemy con la que Chuck D demostró que ese vozarrón belicoso que lo convirtió en leyenda del rap continúa mortífero para descerrajar rimas. Luego, clásicos imbatibles de RATM como Testify, Take the power back, Guerrilla radio, Bombtrack y People of the sun, secuencia apenas interrumpida por (Rock) Superstar de Cypress hill y la inmensa Fight the power de Public enemy.
En la medianía del set los miembros de Rage dejaron el escenario para que Chuck D, DJ Lord y B-Real compilaran sus mayores éxitos incluyendo Bring the noise, Insane in the brain y Jump around, dejando escapar la posibilidad de reinterpretar tamaños clásicos con la compañía de una banda.
Si bien B-Real es el principal encargado de llevar el grueso del verso con intervenciones precisas de la incendiaria voz de Chuck D, se ve obligado a acomodar su tono chillón al fraseo original de de la Rocha, sin replicar del todo su furibundo registro. No es nada grave pero reitera la sensación surgida en esa especie de intermedio con las canciones de Cypress hill y Public enemy: por mientras Prophets of rage solo se remite al oficio. Fue así como el momento más jugado de la noche llegó con la versión de Seven nation army de The White stripes junto a Ana Tijoux, que si se dio el tiempo de montar rimas originales sobre el último gran éxito mundial del rock. Curioso. La invitada puso más empeño en ser original que los anfitriones.
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Simce, currículum y espiritualidad
Publicados los resultados del SIMCE 2016, es clave advertir señales de avance en equidad para el caso de la enseñanza básica, así como importantes desafíos aún pendientes en la enseñanza media. Con todo, y en vistas de la renovación las bases curriculares del 3º y 4º medio, es necesario advertir que una calidad de educación no puede ser monopolizada y arrebatada por mediciones cuantificables.
La calidad educativa que buscamos, lo cual determina toda la vida escolar y no sólo su fase final, exige la pregunta por la formación integral. Dicha pregunta dice relación con el tipo de escuela, de docencia, de sociedad y de persona que la comunidad nacional en su conjunto defina, de cara a su propia historia, sus crisis, sus tradiciones, promesas y temple espiritual.
No se trata de renunciar a la funcionalidad de los instrumentos e indicadores, pero es claro que la integralidad de la formación humana – y que según la LGE (art 2), es horizonte de toda escuela-, implica aspectos no medibles que son igualmente importantes. Por eso creo que el currículum escolar debe ser reflejo de lo que los estudiantes necesitan de cara al siglo XXI. La atención de la dimensión espiritual de los estos es un camino propicio para el desarrollo de proyectos vitales (que no es lo mismo que individuales: un camino personal pleno lo es en tanto que busca el bien común), junto a la cohesión de saberes, formación del talante ético y construcción de una ciudadanía fraterna, plural, corresponsable y trascendente. Para eso se necesita, nuevamente educar para un “temple espiritual” (que no es lo mismo que etéreo), sino de traspasar la inmanencia de la auto-referencia.
En la propuesta de las bases curriculares para el 3º y 4º medio se consideran las clases de religión. Si bien no se analiza su relevancia, es de destacar la historia de la vida creyente, que invita a “trascender” -incluso hasta el encuentro personal con la plenitud como es el caso del cristianismo- los egoísmos de la ambición económica, cual diosa inmanente capitalista; a mirar al otro como presencia del Otro, tal como nos enseñaba el padre Hurtado; a superar la inútil y resentida rivalidad de clases; a considerar al que piensa distinto o al infinitamente pequeño y no nacido, como hermano; o a trascender la libertad como chipe libre denostando al Estado como intervención contra-natura y asimilar la responsabilidad por el otro como debilidad. Una religión bien educada, procura espiritualidad a los ciudadanos y eleva la mezquindad de una política mal entendida.
Se trata de elevar las mediciones cuantitativas, usualmente vinculadas a una competitividad excluyente, con una espiritualidad que verdaderamente procura mirar al prójimo con autenticidad de corazón.
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May 3, 2017
Democracia posbinominal
ESTA ELECCIÓN presidencial y parlamentaria (y la próxima) está llamada a configurar un nuevo mapa político que definirá, por un par de décadas, liderazgos, partidos dominantes y alianzas. En este lapso de cinco años se producirá la inevitable transición desde la “república binominal” a una democracia posbinominal, lo que generará una mayor fragmentación identitaria. El deshielo binominal impulsará a una redefinición de los espacios de izquierda, centro y derecha.
La reciente decisión de la Democracia Cristiana (DC) de ir a una primera vuelta puede ser leída en clave de reconstrucción identitaria. El nuevo sistema proporcional les permite a los demócratacristianos explorar quiénes son y cuántos. Al no estar condicionados por pactos tendrán que tomar decisiones programáticas esclarecedoras para ellos mismos y para el país, intentando resolver la tensión entre un socialcristianismo más comunitarista y uno neoliberalizado.
La decisión de la DC precipita un proceso de reconfiguración de la izquierda. Partidos como el PS tendrán que clarificar su propio proyecto e identidad. En la relación entre la DC y el PS sigue vigente el aprendizaje del 73 de que se necesitan mayorías sociales y políticas para alcanzar cambios en el país. Lo que se ha tornado insostenible es que este acuerdo se siga dando sobre la base de diluir la identidad de izquierda del PS y de centro o centroizquierda de la DC. El diálogo y acuerdo DC-PS debería darse a futuro sobre la base de la reubicación de ambos partidos en sus respectivos domicilios políticos.
El otro pulso que se vivirá en el próximo tiempo será por el propio espacio de la izquierda. Resta por ver si cuajará una izquierda por fuera de los partidos históricos y si la relación entre estas “dos izquierdas” será de confrontación o de competencia con cooperación. El Frente Amplio enfrenta sus propias definiciones, oscilando entre un discurso antineoliberal duro y un “ciudadanismo” soft que subsume el eje izquierda/derecha (con creciente predominio de este último).
En este esquema de acomodos y reacomodos, el “tercio” de la derecha es el que aparece más ordenado y compacto. Sin embargo, la apuesta de la DC por un candidato propio puede detener el crecimiento de Piñera hacia el centro. El deshielo binominal también alcanzará a la derecha no descartándose modificaciones significativas en la próxima etapa.
De la elección presidencial que viene se puede afirmar -quizás lo único- que se decidirá en segunda vuelta. Un entendimiento entre el centro, la izquierda y los movimientos ciudadanos capaz de derrotar a la derecha tendría que darse hoy en condiciones inéditas, en un país sin cultura de construcción de coaliciones y pactos en segunda vuelta. Habría que partir por desdramatizar la primera vuelta y diseñar una campaña con capacidad de diálogo, de generación de confianzas y de compromisos recíprocos entre identidades políticas distintas, que permitiera ir construyendo las condiciones para una confluencia exitosa en segunda vuelta. No se ve fácil.
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El próximo 1° de mayo
Esta columna fue escrita junto a Nicolás Monckeberg
EL BALANCE de los primeros de mayo bajo la Nueva Mayoría son para el olvido: promesas incumplidas, politización extrema del movimiento sindical y nulos beneficios reales para los trabajadores.
La guinda de la torta es la CUT. La Cámara ha señalado que “el proceso eleccionario de la CUT dejó en evidencia serias y graves deficiencias o irregularidades”. Pero eso es pasado. El 1° de mayo del 2018 debe tener un significado distinto.
Aquí van tres ideas:
1. Más trabajo para más negociación colectiva.
El objetivo de aumentar la negociación colectiva es correcto, pero para que funcione debe haber más y no menos trabajo. Durante los últimos cuatro años muchas personas han perdido sus trabajos formales y han debido emigrar al “por cuenta propia”, apenas un disimulo para el trabajo en la calle, sin previsión, salud, vacaciones y otros derechos. Solo en los últimos 12 meses, 120.000 empleos, con contrato y previsión, se destruyeron.
La primera tarea es recuperar la inversión para así levantar el alicaído crecimiento y “ tirar pa´arriba” el empleo. Entonces, la negociación colectiva dejará de ser una utopía para muchos.
2. Pactos para mejor vida laboral y familiar. ¿Qué razón puede existir para que una mujer jefa de hogar, madre de dos niños y que labora en el departamento de contabilidad de una empresa no pueda realizar parte de su jornada en ella y parte en su casa? Absolutamente ninguna, salvo que la ley no lo permite, los sindicatos politizados que manejan la CUT se oponen y los parlamentarios de la NM lo rechazan.
Es un completo absurdo. Así se trabaja en el mundo moderno, pero acá algunos creen que hay que legislar de espaldas al futuro. ¿Por qué no les gusta? Muy simple: porque los mismos sindicatos que organizan elecciones “truchas” no quieren perder el control sobre sus afiliados.
Debemos modernizar nuestra legislación permitiendo a los trabajadores adaptar sus jornadas de trabajo, haciéndolas más compatible con su realidad familiar. La meta es clara: trabajo para las familias y no familias para el trabajo.
3. Domingo paga doble.
Hay trabajadores, que ya sea por la naturaleza de sus funciones o por la dinámica de los turnos, deben trabajar uno o más domingos al mes. Es lo que pasa, por ejemplo, con los periodistas que cubren los fines de semana, con los garzones que trabajan en restaurantes y los que atienden salas de cine, los trabajadores que deben ocuparse de tareas de vigilancia y un larguísimo etcétera.
¿Es razonable que al que trabaja el día domingo se le pague igual que un día de semana? Definitivamente no. El domingo no es un día “intercambiable” por uno cualquiera de la semana: es el único en que se puede compartir con la familia. Por lo mismo, debiera tener siempre un tratamiento especial como el que reciben las horas extraordinarias. La fórmula ya existe, de manera parcial, para los trabajadores del comercio. Hay que extenderla a todos los trabajadores sin excepción.
Es cierto que hay otras materias que un próximo gobierno debiera abordar. Sin embargo, las tres ideas anteriores al ser “inyecciones a la vena” serían un positivo punto de inflexión para los trabajadores y el país.
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Nuestros tiempos: renovación de la Democracia Cristiana
¿CÓMO HACEMOS para que estos tiempos sean nuestros tiempos ?
Esa fue la constante pregunta que se hizo en la Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano (PDC), realizada el pasado sábado 29 de abril.
Interesante. Esa pregunta fue hecha por todos los discursantes, sin distinción de visión política .
La idea de recuperar los tiempos para y por el ideario DC, fue lo que hizo que la propuesta Goic fuese aprobada por 63,11% de los votos esa noche, un triunfo indesmentible por lo macizo y claro.
El PDC renacía a su vida nueva: valores fundacionales, renovación, identidad propia.
Como expresa Carolina Goic: “Hoy nos paramos como alternativa real para gente moderada, que quiere el encuentro”.
Esa es la idea: construir futuro con todos.
Era entonces la vuelta del péndulo: uno que iba desde una tensión izquierdizante, confusa, contradictoria, inaugurada en 2009 -2010, para regresar al centro del espectro político hoy.
La verdad es que el fenómeno de Nueva Mayoría -la que nunca fue una verdadera coalición- le hizo mal a la DC .
Y ese fue el mensaje de fondo que centenares de delegados fraternales y votantes trajeron al cónclave de Santiago; entregando macizo apoyo a la primera vuelta, y al resto de propuestas de la directiva.
Acto y ambientación con discursiva democrática respetuosa -a veces apasionada -que me devolvió, en lo personal, el entusiasmo por el partido.
Ahora militantes, simpatizantes e independientes de todo tipo, se volcarán a hacer realidad el nuevo sueño DC: ganar la Presidencia de la República de Chile, y asegurar adecuada representación parlamentaria.
¿Razón para ganar ?
Hay al menos tres -entre muchas- razones plausibles.
Tenemos hoy la mejor candidata del espectro político nacional ( trayectoria de vida, ética personal, ideas progresistas); es una candidata mujer, joven, de región extrema.
Además hicimos los mejores gobiernos de los últimos 50 años: Eduardo Frei Montalva; Patricio Aylwin Azócar y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Eran marca eficaz del centro verdadero, del crecimiento con equidad, con cambios sociales.
Soy optimista. Se puede llegar a ganar. Para encauzar al país hacia un camino de fraternidad, de acogida, en la tarea común, alejándose de sectarismos.
Chile en historia bien larga es: acogida , fraternidad, y progreso .
El resto es confusión, ofertones, promesas de fantasía.
Es mejor desde el centro y con los pies en tierra firme.
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El mito del esfuerzo
Vivir en un campamento no es fácil. Cada día es una prueba, un esfuerzo con un final incierto.
Hace un tiempo conocí a Matías, un joven que vive en Colina, en el campamento Felipe Camiroaga. Trabaja en la construcción durante el día, jornada completa y ganando el sueldo mínimo, y estudia de noche en un instituto técnico, una carrera relacionada a la construcción y que le podría permitir tener un mejor futuro. Todos los días llega después de las 11 de la noche a su casa en el campamento, para levantarse a las 5 de la mañana el día siguiente.
Él y otras 19 familias viven en el campamento desde 2010. Están a más de 25 mil metros de un hospital y a más de 9.800 metros de una posta rural. Están colgados a la electricidad, reciben agua de un camión aljibe y no cuentan con alcantarillado.
Injusticias como estas son las que nos duelen como sociedad, que nos indignan y nos hacen levantarnos todos los días con el propósito de cambiarlas. Y por eso mismo resulta inmoral pedirles a las familias de Chile que se crean la idea de la meritocracia. Porque en un país como el nuestro, en un sistema individualista como este que hemos creado, hagan lo que hagan, se esfuercen cuanto se esfuercen, la idea de disfrutar la vida parece estar cada vez más lejos.
El esfuerzo es clave para la dignidad de las personas. Nos permite valorar el fruto de nuestro trabajo. Pero otra cosa es creer que el salario que se recibe es equivalente al mérito que uno tiene en obtenerlo. La verdad es que las personas tenemos la suerte de contar con ciertos talentos naturales, la suerte de haber nacido en algunas familias que nos dispusieron oportunidades, la suerte de haber conocido algunas personas, la suerte de que estos mercados actualmente valoren las habilidades que hemos adquirido, incluso la suerte de contar con ejemplos de esfuerzo que nos mostraran que ahí había un valor. La suerte, dado que no responde a decisiones ni esfuerzos propios, no es mérito personal.
En el Día Internacional del Trabajo me gustaría hacer un reconocimiento a las familias trabajadoras. A las familias de campamentos que no se creen el mito, pero que no por eso van a dejar de luchar por su futuro. Jefes y jefas de hogar que se esfuerzan enormemente por cambiar un destino que a ratos parece invencible.
Matías está convencido de que su trabajo es la única manera de sustentar sus estudios y de aportar a su familia. Aunque dependan de la llegada del camión aljibe para tener agua, aunque su baño sea un pozo negro y aunque esté muy cansado luego de trabajar ocho horas y estudiar otras cuatro, no se resigna a continuar viviendo así. Lo mismo ocurre con las miles de trabajadoras y trabajadores de los 660 campamentos del país.
Propongámonos que el futuro no sea incierto y pongámonos como meta la dignidad de todas las familias de Chile: la dignidad en la vivienda, en los derechos humanos, en agua, luz y alcantarillado. A los trabajadores de Chile no les pidamos esfuerzo, porque sí que lo hacen, pero qué poco se les retribuye. Pidámosles confianza y fortaleza, pidámosles organización en sus comunidades, para que sean ellos mismos los protagonistas de sus cambios. Pidámosle a las empresas que su principal responsabilidad social sea pagar salarios dignos. Transformemos el país con políticas públicas orientadas a los trabajadores que no tienen contrato, que no cotizan porque no les alcanza, que prefieren vivir al día porque más estabilidad es un peligro para su subsistencia. Pensemos en eso cada vez que hablemos del esfuerzo, porque esa lógica recompensa muy bien a algunos y desilusiona fuertemente a otros miles, y porque la desigualdad y la pobreza no sueltan fácil cuando te agarran. Esas dos no son un mito.
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Política actual
El avance conservador llevó a la centro-derecha a su extremo eclesiástico y militar abandonando, definitivamente, el centro político. La Democracia Cristiana, partido histórico de centro, ha desilusionado al votante al ser participe y actor principal del lamentable momento político y económico que atravesamos. Su “peso” se ha desvanecido entre pactos electorales, que sumados al abrazo con los conservadores, en la discusión de la despenalización del aborto en tres causales, sellaron y limitaron el futuro de la Falange en la política nacional.
Desde la Centro-izquierda, Andrés Velasco, avanzaba firme tras haber probado su fuerza en las primarias. A pesar de la decisión -sospechosa- del SERVEL de disolver su partido -que creo la revertirán- queda aún un tema irresuelto para los “Ciudadanos”: Dime con quién quien andas y te diré quién eres, en relación con el “salvavidas” recibido. El centro político queda vacío y a merced del oportunismo de minorías, nuevamente.
Por su parte, la motivación conservadora se sustenta en lograr un sitial preferente en la sociedad minimizando a quienes osen a pensar distinto. Son los portadores de la “verdad absoluta” y por ello exigen pleitesía. Se trata de un “modelo” del que, tarde o temprano, sus adeptos se tornan en víctimas del proceso de depuración en el descarte por determinar quién es el más “santo” de los “santos”. Por ejemplo: abordar, con fuerza y rabia temas como la inmigración encuentra adeptos, incluso en el RN Senador Chagúan, quien desentiende que una vez logrado el objetivo contra los inmigrantes latinos vendrán otras comunidades, como la palestina, por ejemplo.
La Democracia Cristiana, por su parte, entregó su “fuerza” política en los pactos que ha participado. La Concertación sirvió a sus propósitos -y el de todos sus adeptos- hasta el Gobierno de Ricardo Lagos. En porfía la DC continuó entregando su capital político, entre pactos, hasta llegar al lamentable momento actual de timidez e “inseguridad” electoral.
La DC tiene la oportunidad de demostrar su “fuerza” participando en solitario en las próximas elecciones. Desaprovechar esta oportunidad es perpetuar su lento camino a la desaparición.
La sinergia entre conservadores e izquierda se alimenta de la histórica lucha que los viejos tercios mantienen. Mientras, nuestros jóvenes y futuras generaciones son capturados por las magnificas historias de un pasado que no ocurrió ó se tornan en víctimas del desaire y desinterés que los motiva sólo a marchar, pero no a votar.
El país polarizado representados por Piñera-Guiller y las viejas consignas de verdades a medias que aseguran mantener el lamentable curso actual dejan abierta la posibilidad a cualquiera de pasar a segunda vuelta, donde se elegirá al presidente o a la presidenta entre las dos mayores minorías. Es la oportunidad para la DC ó para Velasco ó para quien entienda que Chile necesita cambiar, con medidas prácticas que entreguen soluciones plausibles a necesidades concretas de la mayoría del país.
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Elección de gobernadores regionales y traspaso de competencias: hay que avanzar ahora
La descentralización ha estado en la discusión pública durante los últimos 20 años en Chile. Hace un par de semanas se ingresó el proyecto de cambio a la Ley Orgánica Constitucional que permitirá elegir nuevas autoridades Regionales con más atribuciones de planeación y coordinación para escalas territoriales mayores al del modelo actual caracterizado por la fragmentación municipal, los llamados “Gobernadores Regionales”.
Un elemento clave, aunque menos conocido en la discusión es el “traspaso de competencias”, es decir a las atribuciones específicas que el nivel central entregará (o devolverá) a estas nuevas autoridades electas. No existe una sin la otra: no tiene sentido la elección de gobernadores regionales sin atribuciones que les permitan tomar decisiones para hacer frente a la fragmentación territorial existente en las distintas ciudades/regiones y comenzar a operar, de una vez por todas, con mayores facultades para el ordenamiento territorial, el manejo de transportes, residuos y muchos otros elementos que hoy mismo no cuentan con coordinación a nivel metro/regional, lo que genera ineficiencia y muchas veces graves inequidades territoriales
En general, la idea de avanzar hacia un modelo administrativo menos centralizado tiende a ser un lugar común a nivel de opinión pública e incluso parlamentario, nadie es totalmente contrario a aquello. No obstante, la gran disputa está respecto al “traspaso de competencias”, ahí si existen visiones muy diferentes respecto a cuáles deberían ser las competencias que tendrán estos nuevos gobernadores regionales. El Subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, ha manifestado que, una vez aprobados estos proyectos, en el plazo de 4 años se habrá producido un traspaso de alrededor de 100 competencias adicionales hacia el nivel regional. Lo que resta por aclarar es sobre qué bases se toma la decisión del traspaso de competencias tanto a nivel territorial, respecto a cuales competencias y en qué orden temporal.
Los procesos de descentralización o de devolución de poderes, cómo se le ha llamado en el Reino Unido, normalmente son graduales tanto en la escala territorial (no todos los territorios tienen los mismos tiempos), y selectivos respecto a que poderes se traspasan y cuando (no todas los territorios tienen las mismas necesidades y están igualmente preparados para asumirlas al mismo tiempo).
Por lo tanto, cualquier proceso que comience debe considerar a la gradualidad y selectividad como eje central para corresponder a traspasos de competencias que sean justos pero abordables por las nuevas autoridades electas. Que estén fundados en la evidencia rigurosa, es decir, que se sustenten en un conocimiento acabado de las realidades regionales y que desde ahí se proyecte un plan de traspaso ajustado a las necesidades y capacidades reales de cada territorio y no a un mandato centralizado uniforme para todo el país. Y por último, que el proceso vea a la experimentación como una manera de avanzar tomando conocimiento de aquello que está funcionando y que sobre aquello que no funciona sea lo suficientemente flexible para tomar acciones correctivas durante el proceso.
Hay que empezar, porque el proceso es muy largo. Países como el Reino Unido y Francia llevan más de 20 años devolviendo poderes desde el nivel central hacia las ciudades y regiones, y sin embargo, aún reconocen que están “recién comenzando”. Por lo tanto, postergar la discusión más allá del 2017 implica no avanzar en un proceso en el que ya estamos muy atrasados y en el que no hay tiempo que perder, hay que avanzar ahora.
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El fuego inolvidable
Figuras como Sting pueden administrar sus clásicos en un play list eterno en directo y vivir el atardecer de su carrera como en el film El Día de la marmota haciendo siempre lo mismo -la lección de Elton John en su última visita a comienzos de abril-, o aventurar nuevo material con la posibilidad real de un recibimiento a lo sumo cortés de las canciones flamantes. Sting, que editó a fines del año pasado 57th & 9th, su primer disco de rock en 13 años grabado en escasos días, aplica una conveniente mixtura entre ambas opciones y el resultado es vigorizante, vital, francamente espléndido, como lo demostró la noche del martes ante un Movistar Arena repleto.
Después de revisitar en distintas direcciones su cancionero junto a The Police y su discografía solista incluyendo versiones sinfónicas, el británico decidió refrescar el sonido y la actitud en esta última placa, alcanzando un nuevo triunfo artístico a los 65 años. Dominic Miller, su eterno guitarrista de elegantes y poderosos acordes sigue siendo gran compañía, pero esta vez el empuje llegó desde la batería del reputado Josh Freese (NIN, Devo, A Perfect circle). Freese ahora integra la banda en vivo y trajo de vuelta cierta fiereza de la que adolecía su número, estampada desde el primer golpe de Synchronicity II, simplemente demoledora. Sting, además de su bajo de siempre (un carreteado Fender de los años 50), recuperó los pedales Taurus que utilizaba en los últimos años de The Police, gatillando con los pies densas capas sónicas. Las dos siguientes, Spirits in the material world y Englisman in New York (donde Freese se lució con el quiebre de batería característico de aquel corte), dieron paso a I can’t stop thinking about you, una de las canciones nuevas que recoge algunas de sus mejores habilidades para el pop rock, manejando un pulso enérgico, gran coro y arreglos precisos en cada instrumento.
El listado de la cita siguió alternando clásicos con los mejores títulos de 57th & 9th como 50.000 y Down, down, down. Punto aparte para Petrol head con Sting cantando a tope para demostrar que no solo su apariencia parece detenida en el tiempo (sin barba lucía más joven que en su última visita de 2015), sino el hecho de que su voz se conserva prácticamente intacta. Y si alguien quería recordar exactamente cómo cantaba Sting hace más de 30 años, la intervención de su hijo Joe Sumner que participa en el coro, haciendo una notable adaptación de Ashes to ashes de David Bowie, permitió evocar aquel timbre exacto.
Sin recurrir a frases de buena crianza y pegando una canción tras otra con urgencia, Sting ofreció no solo la clase de siempre sino una nueva comprobación de que los grandes entre grandes, necesitan aún probar que su llama creativa sigue encendida y digna de ser admirada.
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La puerta
La ley de Sociedades Anónima permite que las reuniones de directorio se realicen a puerta cerrada. Como nuestras posiciones y estilos no son inmunes al entorno en que actuamos, el legislador asumió que la privacidad era importante en los espacios corporativos donde se debaten estrategias que han de influir significativamente en el futuro de la organización.
Los seres humanos adherimos a la privacidad en diversas situaciones. Por ejemplo, los padres de familia que necesitamos conversar a puertas cerradas, intimidad que facilita darnos a conocer posturas divergentes que atañen a la vida de hogar o a nuestros hijos, y debatir esos temas hasta que cada uno comprenda las motivaciones o prioridades del otro, procurando una decisión compartida que beneficie a la familia en su conjunto. Lo que interesa y valoran los hijos es recibir un acuerdo consensuado, más que conocer los detalles de una discusión ya resuelta por sus progenitores.
Otro ejemplo es la elección del Papa, rito milenario a puertas cerradas sin que nada ni nadie importune este cónclave, cuya etimología proviene de las palabras latinas “con” y “llave”.
Momento histórico y muy relevante en las democracias occidentales fue el acuerdo que dio forma a las bases fundacionales de los Estados Unidos de América. La Convención de Filadelfia (1787) decidió, por mayoría, mantener sus deliberaciones en secreto y divulgar sus contenidos como principios fundamentales que regirían en los doce estados de la Unión. El debate a puerta cerrada dio a los constituyentes el espacio adecuado para exteriorizar sus distintas posiciones, compartirlas, reflexionar y lograr acuerdos, e impidió que la publicidad de sus divergencias alentara caudillismos distractores del propósito común: la independencia de los Estados Unidos y la defensa de los ciudadanos frente al poder político. La “puerta cerrada” permitió dar a la luz uno de los documentos más trascendentales de la historia contemporánea.
Aquellos directores que no cuidan la privacidad de los debates internos, se atribuyen arbitrariamente su representación u olvidan el carácter colegiado que tiene la instancia corporativa de la que son parte, transforman los directorios en un cuerpo disfuncional. Al respecto, mi experiencia como miembro del primer directorio de “Blanco y Negro S.A.” y lo mal que funcionó en este sentido. Como para algunos de sus integrantes era psicológicamente imposible evitar lucimientos personales o protagonismos de muy dudosa idoneidad, decidieron filtrar los debates del directorio o propalarlos directamente a la prensa, generando desconfianzas corporativas muy difíciles de superar.
El tenor de la discusión y la franqueza son condiciones imprescindibles para un buen debate corporativo. Este se debilita, hasta desaparecer, cuando existe la sospecha de que alguno de los directores viola los principios de discreción y confidencialidad.
Lo que siempre debe ser público en todo directorio de sociedad anónima es el Acta que recoge lo sustancial de lo ocurrido en la sesión. De ahí la importancia de que los acuerdos sean fidedignos y bien redactados. Cada director debe estar consciente de que el Acta es el único instrumento jurídicamente válido para certificar los acuerdos y secuencias del debate, incluidas las disidencias, cuando corresponda dejarlas por escrito.
La libertad de cada director es requisito sine qua non para evaluar y obtener la mejor convergencia de intereses orientados a la organización.
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