Fernando Ariel García's Blog, page 11
May 5, 2023
MISÁNTROPO: LA NATURALEZA DEL ODIO
Misántropo. Director: Damián Szifron.Protagonistas: Shailene Woodley, Ben Mendelsohn, Jovan Adepo y Ralph Ineson,entre otros. Guionistas: Damián Szifron y Jonathan Wakeham. FilmNationEntertainment / RainMaker Films. EE.UU., 2023. Estreno en la Argentina: 4 demayo de 2023.
Sentimientode manifiesta aversión al trato con otras personas. Dicharepulsión puede ser de carácter leve, derivando en actitudes críticas hacia loscomportamientos sociales mayoritarios; o algo más severa, traducible en gestos otendencias autodestructivas y/o dañinas hacia terceros. En los casos másextremos, puede expresarse directamente como odio al ser humano en general,nunca a un hombre o mujer en particular.
Así suele definirse a la misantropía, vocabloque procede del griego misanthrōpía (mīsos “odio” y ānthropos “hombre”), conductaque dispara (y nunca mejor dicho) el regreso de Damián Szifrona la gran pantalla, a catorce años de aquellos Relatos salvajes que supieronconquistar el mundo. Misántropo (To Catch a Killer para el mercadoangloparlante que se negó a mantener su título original) es un thriller a lamanera de los viejos policiales norteamericanos de los ‘70: Duro, seco y sinconcesiones. Trepidante, hipnótico y cuestionador.
Baltimore, noche de fin de año. Fiestas en casi todos los hogares,fuegos artificiales crepitando en los cielos nocturnos. Y camuflados entre losestallidos de la pirotecnia, una serie de disparos que cortan el aire y siegan lavida de inocentes, víctimas del azar y la aséptica puntería de un asesinoserial tan profesional como invisible. Para resolver el caso, el investigadorjefe del FBI contará con la ayuda invalorable de una agente de policíaintelectualmente equiparable con el criminal.
Lo que sigue es de una exquisitez estética sólo comparable a lospliegues dramáticos que dotan de sustancia narrativa a la película. Un estudiosobre la naturaleza del odio, que se anima a intentar comprender la psicologíadel sociópata sin necesidad de retratarlo como un abyecto monstruo deapariencia humana. Que se toma su tiempo para explorar las internas políticas einstitucionales que redundan en actos burocráticos manchados de sangre. Quediscute esa oscuridad innata a la cultura capitalista dominante, expresión delconsumismo alienante que, cada vez más, nos define como especie.Fernando Ariel García

Sentimientode manifiesta aversión al trato con otras personas. Dicharepulsión puede ser de carácter leve, derivando en actitudes críticas hacia loscomportamientos sociales mayoritarios; o algo más severa, traducible en gestos otendencias autodestructivas y/o dañinas hacia terceros. En los casos másextremos, puede expresarse directamente como odio al ser humano en general,nunca a un hombre o mujer en particular.
Así suele definirse a la misantropía, vocabloque procede del griego misanthrōpía (mīsos “odio” y ānthropos “hombre”), conductaque dispara (y nunca mejor dicho) el regreso de Damián Szifrona la gran pantalla, a catorce años de aquellos Relatos salvajes que supieronconquistar el mundo. Misántropo (To Catch a Killer para el mercadoangloparlante que se negó a mantener su título original) es un thriller a lamanera de los viejos policiales norteamericanos de los ‘70: Duro, seco y sinconcesiones. Trepidante, hipnótico y cuestionador.

Baltimore, noche de fin de año. Fiestas en casi todos los hogares,fuegos artificiales crepitando en los cielos nocturnos. Y camuflados entre losestallidos de la pirotecnia, una serie de disparos que cortan el aire y siegan lavida de inocentes, víctimas del azar y la aséptica puntería de un asesinoserial tan profesional como invisible. Para resolver el caso, el investigadorjefe del FBI contará con la ayuda invalorable de una agente de policíaintelectualmente equiparable con el criminal.

Lo que sigue es de una exquisitez estética sólo comparable a lospliegues dramáticos que dotan de sustancia narrativa a la película. Un estudiosobre la naturaleza del odio, que se anima a intentar comprender la psicologíadel sociópata sin necesidad de retratarlo como un abyecto monstruo deapariencia humana. Que se toma su tiempo para explorar las internas políticas einstitucionales que redundan en actos burocráticos manchados de sangre. Quediscute esa oscuridad innata a la cultura capitalista dominante, expresión delconsumismo alienante que, cada vez más, nos define como especie.Fernando Ariel García
Published on May 05, 2023 16:22
April 21, 2023
ROMPEHUESOS: CUERPOS QUEBRADOS, SOCIEDAD FRACTURADA
Rompehuesos. Director: Vincenzo Pirrotta. Protagonistas: Vincenzo Pirrotta, Selene Caramazza, Aurora Quattrocchi, Ninni Bruschetta, Simona Malato, Luigi Lo Cascio, Giovanni Calcagno, Filippo Luna, Maziar Fioruzi. Guionista: Vincenzo Pirrotta, Ignazio Rosato, Salvo Ficarra, Valentino Piconte. Tramp Limited / Rai Cinema. Italia, 2022. Sin estreno comercial en la Argentina. Exhibida dentro de la 9º Semana de Cine Italiano.
Palermo, capital de la isla italiana de Sicilia, 2018. La investigación policial logra detener a una banda de delincuentes, algo lúmpenes y muy bien organizados, con los aceitados contactos médicos, legales y políticos para hacer lo que hacían. Defraudar a las compañías de seguros fingiendo accidentes automovilísticos, obteniendo mayores beneficios al romper piernas y brazos de las supuestas víctimas, contando para ello con su consentimiento voluntario. Sí, leyeron bien, contando con el consentimiento voluntario del quebrado.
Sobre este hecho real, Vincenzo Pirrotta monta Rompehuesos (Spaccaossa), echando luz sobre el lado más oscuro y siniestro de la vida social en Palermo. Sin hacerle asco a la violencia física, pero evitando regodearse con las escenas de dolor tangible, la película avanza sobre la desesperación del ciudadano marginado hasta de la mano de la Mafia.
Hombres de familia, trabajadores honestos y dedicados, arrasados por las necesidades y avasallados por las urgencias mínimas y cotidianas de base. Personas descartadas que vienen viendo como caduca el futuro de sus hijos después de que les birlaran el suyo. Almas desechas a las que sólo le faltaba hacerse romper el cuerpo para ganar una última esperanza de progreso. El hálito postrero de alguna pírrica mejora económica que también mueve al protagonista, Vincenzo; tosco, duro y comprensivo malviviente que vive bajo la sombra opresora de una madre explotadora y desalmada, mientras sueña con el amor de una joven frágil, adicta y abandonada.
A la usanza del clásico neorrealismo italiano, Rompehuesos retrata con transparencia y compromiso la penuria cotidiana de los desplazados y de los miserables, los morbosos contratos morales que entablan, los abusos que se naturalizan y la regresión a un estado salvaje que condiciona y justifica todo. Como antes Pasolini, Pirrotta hace confluir el vacío vital de la existencia, la inocencia arcaica del desahuciado y la decadencia comunitaria e institucional de una geografía física y espiritual, articulada por el discurso orgánico de la violencia. El infierno amateur de una sociedad desangelada, que rompió sus lazos solidarios antes de dedicarse a quebrar huesos.Fernando Ariel García

Palermo, capital de la isla italiana de Sicilia, 2018. La investigación policial logra detener a una banda de delincuentes, algo lúmpenes y muy bien organizados, con los aceitados contactos médicos, legales y políticos para hacer lo que hacían. Defraudar a las compañías de seguros fingiendo accidentes automovilísticos, obteniendo mayores beneficios al romper piernas y brazos de las supuestas víctimas, contando para ello con su consentimiento voluntario. Sí, leyeron bien, contando con el consentimiento voluntario del quebrado.
Sobre este hecho real, Vincenzo Pirrotta monta Rompehuesos (Spaccaossa), echando luz sobre el lado más oscuro y siniestro de la vida social en Palermo. Sin hacerle asco a la violencia física, pero evitando regodearse con las escenas de dolor tangible, la película avanza sobre la desesperación del ciudadano marginado hasta de la mano de la Mafia.

Hombres de familia, trabajadores honestos y dedicados, arrasados por las necesidades y avasallados por las urgencias mínimas y cotidianas de base. Personas descartadas que vienen viendo como caduca el futuro de sus hijos después de que les birlaran el suyo. Almas desechas a las que sólo le faltaba hacerse romper el cuerpo para ganar una última esperanza de progreso. El hálito postrero de alguna pírrica mejora económica que también mueve al protagonista, Vincenzo; tosco, duro y comprensivo malviviente que vive bajo la sombra opresora de una madre explotadora y desalmada, mientras sueña con el amor de una joven frágil, adicta y abandonada.

A la usanza del clásico neorrealismo italiano, Rompehuesos retrata con transparencia y compromiso la penuria cotidiana de los desplazados y de los miserables, los morbosos contratos morales que entablan, los abusos que se naturalizan y la regresión a un estado salvaje que condiciona y justifica todo. Como antes Pasolini, Pirrotta hace confluir el vacío vital de la existencia, la inocencia arcaica del desahuciado y la decadencia comunitaria e institucional de una geografía física y espiritual, articulada por el discurso orgánico de la violencia. El infierno amateur de una sociedad desangelada, que rompió sus lazos solidarios antes de dedicarse a quebrar huesos.Fernando Ariel García
Published on April 21, 2023 15:03
April 20, 2023
MOON KNIGHT: PASTICHE Y DISCURSO
Moon Knight. Directores: Mohamed Diab, Aaron Moorhead, Kustin Benson. Protagonistas: Oscar Isaac (Marc Spector / Moon Knight, Steven Grant / Mr. Knight, Jake Lockley), Ethan Hawke (Arthur Harrow), May Calamawy (Layla El-Faouly / Scarlet Scarab) y F. Murray Abraham (voz de Khonshu), entre otros. Guionistas: Jeremy Slater, Michael Kasteleim, Bean deMayo, Peter Cameron, Sabir Pinzada, Alex Meenehan, Rebecca Kirsch, Matthew Orton, Danielle Iman. Basado en personajes y situaciones creadas por Doug Moench, Don Perlin, Warren Ellis y Declan Shalvey, entre otros, para Marvel Comics. Productores ejecutivos: Kevin Feige, Victoria Alonso y Oscar Isaac, entre otros. Marvel Studios. Estreno en la Argentina: Disponible en Disney+ desde el 30 de marzo de 2022.
Hacía mucho que no miraba nada del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), pero recuerdo que me estaban cayendo mejor las series que las películas. Hasta que me senté frente a Moon Knight y, lamento decirlo, me aburrí como un hongo. A los seis episodios les reconozco un par de logros, entre ellos que hayan logrado despegar al personaje de los influjos batmanianos que están en su ADN. Pero que el superhéroe titular aparezca haciendo cameos en su propio programa, me parece un error bastante grosero.
La premisa abre demasiadas puntas. Las mejores quedan en una notable exposición discursiva; y las peores terminan fundidas en un lento y cansino ejercicio de composición kitsch. En primer plano, aparecen las enfermedades mentales y el Egipto mitológico, sacudidos en un combo capaz de mezclar a Indiana Jones con La Momia, los animalitos antropomórficos y un irrisorio kaiju egipcio, inmolados en el altar de la comedia de acción física, bien ejecutada pero sumamente previsible.
La serie apuesta sus fichas hacia la ampliación del panteón superheroico del UCM en un rinconcito más oscuro, más violento y más descentralizado del que veníamos viendo. Trabaja creando narración desde el estado de confusión y disociación que obedece al trastorno que define la psiquis fragmentada del protagonista. Lo cual, por un lado, favorece el lucimiento actoral de Isaac y Hawke (dos de los puntos sobresalientes del show) pero, por otra parte, a veces complica innecesariamente el alcance de la trama. Algo estirada, por cierto, ya que podría haberse contado de manera más efectiva (y entretenida) en menos tiempo.
Si bien prioriza la acción grandilocuente y el movimiento continuo, lo más interesante de Moon Knight, para mí, pasa por sus momentos plenamente discursivos. Las charlas, los debates, los contrapuntos ideales e ideológicos que los personajes van verbalizando a lo largo de los capítulos. Debajo del pastiche prejuicioso sobre la salud mental, la egiptología y la representación étnica y multicultural del Oriente Medio validado por el nuevo conservadurismo dominante, se abordan visiones álgidas y complejas sobre la naturaleza de la fe, la religión, la explotación del hombre por el hombre; y la posibilidad de implementar acciones punitivistas preventivas. Un gran poder que, hoy más que nunca, exige una gran responsabilidad.Fernando Ariel García

Hacía mucho que no miraba nada del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), pero recuerdo que me estaban cayendo mejor las series que las películas. Hasta que me senté frente a Moon Knight y, lamento decirlo, me aburrí como un hongo. A los seis episodios les reconozco un par de logros, entre ellos que hayan logrado despegar al personaje de los influjos batmanianos que están en su ADN. Pero que el superhéroe titular aparezca haciendo cameos en su propio programa, me parece un error bastante grosero.
La premisa abre demasiadas puntas. Las mejores quedan en una notable exposición discursiva; y las peores terminan fundidas en un lento y cansino ejercicio de composición kitsch. En primer plano, aparecen las enfermedades mentales y el Egipto mitológico, sacudidos en un combo capaz de mezclar a Indiana Jones con La Momia, los animalitos antropomórficos y un irrisorio kaiju egipcio, inmolados en el altar de la comedia de acción física, bien ejecutada pero sumamente previsible.
La serie apuesta sus fichas hacia la ampliación del panteón superheroico del UCM en un rinconcito más oscuro, más violento y más descentralizado del que veníamos viendo. Trabaja creando narración desde el estado de confusión y disociación que obedece al trastorno que define la psiquis fragmentada del protagonista. Lo cual, por un lado, favorece el lucimiento actoral de Isaac y Hawke (dos de los puntos sobresalientes del show) pero, por otra parte, a veces complica innecesariamente el alcance de la trama. Algo estirada, por cierto, ya que podría haberse contado de manera más efectiva (y entretenida) en menos tiempo.
Si bien prioriza la acción grandilocuente y el movimiento continuo, lo más interesante de Moon Knight, para mí, pasa por sus momentos plenamente discursivos. Las charlas, los debates, los contrapuntos ideales e ideológicos que los personajes van verbalizando a lo largo de los capítulos. Debajo del pastiche prejuicioso sobre la salud mental, la egiptología y la representación étnica y multicultural del Oriente Medio validado por el nuevo conservadurismo dominante, se abordan visiones álgidas y complejas sobre la naturaleza de la fe, la religión, la explotación del hombre por el hombre; y la posibilidad de implementar acciones punitivistas preventivas. Un gran poder que, hoy más que nunca, exige una gran responsabilidad.Fernando Ariel García
Published on April 20, 2023 15:55
April 4, 2023
EL HOMBRE DESCUADERNADO: CUENTO DE AMOR, DE LOCURA Y DE MUERTE
El hombre descuadernado(Colección El cuarto oscuro Nº 3). Guion: Felipe Hernández Cava. Dibujo: Sanyú.La obra incluye el relato El eclipse (L'Éclipse, 1828), de Jules Janin,traducido por Hernández Cava e ilustrado por Sanyú. Portada: Sanyú. Edicions dePonent. España, marzo de 2009.
¿Hay algo peor que un cáncertrepando entre los ovarios y el intestino? Sí. La aparición de un Alzheimer agazapadoentre los pliegues hereditarios del destino, irguiéndose a paso lento y firmedentro de la cabeza de esa mujer que había superado la condena del tumor afuerza de constancia, temple, familia y quimioterapia. Esa mujer fue la madrede Felipe Hernández Cava, uno de los más exquisitos guionistas de la historietahispanoparlante, cuyo asombroso dominio de la palabra y el idioma castellanodecanta, siempre, en una obra rigurosamente poética, sigilosamentedesgarradora, comprometida con la inteligencia y la empatía.
Una de las formas máscomunes de la demencia senil, el Alzheimer es un trastorno cerebral que socavala capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. La vavaciando de contenido, ausentándola de todo aquello que le dio sustancia,entidad e identidad. Le roba sus recuerdos, martiriza su esencia y extiendeimpiadosamente ese degradante camino hacia las tinieblas eternas de la razónmaltrecha y el cálido reposo de la fosa. Un duelo en tránsito permanente parael paciente y su familia, con el que Hernández Cava amasó un relato atravesadopor el Amor, la Locura y la Muerte. Una historia de tono epistolar, íntima,onírica y profundamente catártica; la carta de amor a una madre muerta antes demorir.
De manera algo descoyuntada,un poco inconexa, a saltos y a borbotones, Elhombre descuadernado (hermoso título tomado de un verso del poetacolombiano Raúl Gómez Jattin) nos sumerge en la lastimada psiquis de Guy deMaupassant, atravesando sus últimos días habitado por la duda sobre lanaturaleza de su estadío postrero. ¿Consecuencia de la sífilis? ¿Previsibleresultado de una demencia sentenciada por los genes? El relato que se nosdespliega, unívoca travesía entre evocaciones y ensoñaciones, estánarrativamente fragmentado, intencionalmente roto y vuelto a armar. Poéticorecurso que equipara a la memoria con la imagen de los cuadernillos queconforman un libro. Vida y literatura exhibidos en estado de dispersión,habiendo sido brutalmente arrancados de su continente natural antes de sersometidos al reordenamiento caótico y fatídico del azar. Viento calmo, huracánfurioso hecho de materialidad tan indeterminada como evanescente.
¿Adaptación libre del cuentoEl Horla de Maupassant, signado porla presencia de la locura que comparten el personaje protagónico y el autor?Podría ser, aunque me parece que se trata, más bien, de una charla abierta yhonesta entre seres sensibles que atraviesan instancias de profundo desgarro.Por eso, quiero creer, gran parte del articulado interno del cómic viene escenificadomediante diálogos entre Maupassant y otras figuras, vivas y muertas, reales eimaginarias, que representan la prédica interior de una pena existencial. Sialguien podía poner este universo en clave gráfica era Sanyú, el historietistaargentino dueño de un trazo visceral, orgánico y latente, capaz de traducircada congoja en una línea silvestre, de envidiable libertad. Aquí lo suyo esmonumental, de una cotidianeidad épica desagregada en multiplicidad de planos ysignos que entrecruzan lo concreto con lo abstracto, lo real con lo simbólico.
Tierno descenso al infiernode la impotencia, El hombre descuadernadoarticula con sobriedad y respeto el espanto con el desasosiego, el miedo con ladecrepitud, el alivio con el desconsuelo, la creación con la destrucción.Ineludible tour de force hecho conlágrimas y esperanzas que, parafraseando al tango, se concentra en la angustiade haber sido y el dolor de ya no ser.Fernando Ariel GarcíaEscrito especialmente para Argh! (Asociación Profesional de Guionistas de Cómic), con motivo de la entrega del Premio Barreiro 2023 a Felipe Hernández Cava. La entrada original puede leerse aquí.

¿Hay algo peor que un cáncertrepando entre los ovarios y el intestino? Sí. La aparición de un Alzheimer agazapadoentre los pliegues hereditarios del destino, irguiéndose a paso lento y firmedentro de la cabeza de esa mujer que había superado la condena del tumor afuerza de constancia, temple, familia y quimioterapia. Esa mujer fue la madrede Felipe Hernández Cava, uno de los más exquisitos guionistas de la historietahispanoparlante, cuyo asombroso dominio de la palabra y el idioma castellanodecanta, siempre, en una obra rigurosamente poética, sigilosamentedesgarradora, comprometida con la inteligencia y la empatía.

Una de las formas máscomunes de la demencia senil, el Alzheimer es un trastorno cerebral que socavala capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. La vavaciando de contenido, ausentándola de todo aquello que le dio sustancia,entidad e identidad. Le roba sus recuerdos, martiriza su esencia y extiendeimpiadosamente ese degradante camino hacia las tinieblas eternas de la razónmaltrecha y el cálido reposo de la fosa. Un duelo en tránsito permanente parael paciente y su familia, con el que Hernández Cava amasó un relato atravesadopor el Amor, la Locura y la Muerte. Una historia de tono epistolar, íntima,onírica y profundamente catártica; la carta de amor a una madre muerta antes demorir.

De manera algo descoyuntada,un poco inconexa, a saltos y a borbotones, Elhombre descuadernado (hermoso título tomado de un verso del poetacolombiano Raúl Gómez Jattin) nos sumerge en la lastimada psiquis de Guy deMaupassant, atravesando sus últimos días habitado por la duda sobre lanaturaleza de su estadío postrero. ¿Consecuencia de la sífilis? ¿Previsibleresultado de una demencia sentenciada por los genes? El relato que se nosdespliega, unívoca travesía entre evocaciones y ensoñaciones, estánarrativamente fragmentado, intencionalmente roto y vuelto a armar. Poéticorecurso que equipara a la memoria con la imagen de los cuadernillos queconforman un libro. Vida y literatura exhibidos en estado de dispersión,habiendo sido brutalmente arrancados de su continente natural antes de sersometidos al reordenamiento caótico y fatídico del azar. Viento calmo, huracánfurioso hecho de materialidad tan indeterminada como evanescente.

¿Adaptación libre del cuentoEl Horla de Maupassant, signado porla presencia de la locura que comparten el personaje protagónico y el autor?Podría ser, aunque me parece que se trata, más bien, de una charla abierta yhonesta entre seres sensibles que atraviesan instancias de profundo desgarro.Por eso, quiero creer, gran parte del articulado interno del cómic viene escenificadomediante diálogos entre Maupassant y otras figuras, vivas y muertas, reales eimaginarias, que representan la prédica interior de una pena existencial. Sialguien podía poner este universo en clave gráfica era Sanyú, el historietistaargentino dueño de un trazo visceral, orgánico y latente, capaz de traducircada congoja en una línea silvestre, de envidiable libertad. Aquí lo suyo esmonumental, de una cotidianeidad épica desagregada en multiplicidad de planos ysignos que entrecruzan lo concreto con lo abstracto, lo real con lo simbólico.

Tierno descenso al infiernode la impotencia, El hombre descuadernadoarticula con sobriedad y respeto el espanto con el desasosiego, el miedo con ladecrepitud, el alivio con el desconsuelo, la creación con la destrucción.Ineludible tour de force hecho conlágrimas y esperanzas que, parafraseando al tango, se concentra en la angustiade haber sido y el dolor de ya no ser.Fernando Ariel GarcíaEscrito especialmente para Argh! (Asociación Profesional de Guionistas de Cómic), con motivo de la entrega del Premio Barreiro 2023 a Felipe Hernández Cava. La entrada original puede leerse aquí.
Published on April 04, 2023 13:15
EL PRIMER DÍA DE MI VIDA: SEGUNDAS OPORTUNIDADES
El primer día de mi vida. Director:Paolo Genovese. Protagonistas: Toni Servillo, Valerio Mastandrea, MargheritaBuy, Sara Serraiocco, Gabriele Cristini, Lidia Vitale, Antonio Gerardi,Vittoria Puccini, Thomas Trabacchi, Davide Combusti aka The Niro, GiorgioTirabassi, Lino Guanciale, Elena Lietti. Guionistas: Paolo Genovese, PaoloCostella, Rolando Ravello, Isabella Aguilar. Basada en el libro Il primo giornodella mia vita (2018) de Paolo Genovese. Lotus Production / Leone Film Group /Medusa Film. Italia, 2023. Sin estreno comercial en la Argentina. Exhibidodentro de la 9º Semana de Cine Italiano.
Un gurú de la motivación,una mujer policía, un niño con sobrepeso y una joven bailarina que quedóparalítica. Cuatro almas atormentadas que, una noche cualquiera, en medio de lalluvia y el desgarro de las calles taciturnas, deciden poner fin a sus vidas.Pero, ¡oh sorpresa!, entre el suicidio y la muerte se les aparecerá una ventanade tiempo (más metafísico que real) que les permitirá reevaluar el camino quelos ha llevado hasta ese callejón sin salida. El nexo vendrá dado por unveterano hombre misterioso, indefinido entre la beatitud del ángel y la humanapulsión de supervivencia, que oficiará de guía.
Lo que sigue, para todos,serán siete días de preguntas, respuestas, inmersiones en la historia personalde cada cual, echando una mirada sincera y cruda sobre sus deseos yfrustraciones, las penas que los abrazan, los secretos que guardaban y aquellosque desconocían. Siete jornadas por una Roma magnificente, que abre su mano alos milagros y cierra el puño para las decepciones. Cuna de famas crueles yanonimatos desplazados. Ideal enclave para escuchar a Julio Iglesias cantandoen italiano, leer algún ejemplar ajado de LancioStory e irse a la cama a pensary elegir. La posibilidad concreta de una segunda oportunidad. El descenso definitivoa la tumba.
Con un clima onírico quecapitaliza el realismo mágico que habita en la nocturnal Ciudad Eterna más alejadade las clásicas postales turísticas, El primer día de mi vida (Il primo giornodella mia vita) es una experiencia sensible y profunda, reflexiva y filosófica,tierna y conmovedora. Retomando uno de sus temas fetiche, el director PaoloGenovese vuelve a indagar sobre la capacidad humana para el cambio, haciendofoco en la indulgente adaptación que pueda sobrevenir tras la adopción de unanueva perspectiva, el encuentro de una esperanza que parecía extinguida.
El tránsito de la oscuridada la luz nunca será fácil, por supuesto. Y menos aún, gratuito. Ausencias queatan, miedos que frenan, amores que lastiman, angustias que se sienten y no seexplican. Complementos que se rechazan, opuestos que buscan forzar la unión acualquier precio. La protección del triunfo solidario versus el íntimo abandonodel fracaso. Una de cal, otra de arena. Y cuando el tiempo en el que Dios creóal mundo llegue a su fin, lo mejor de la película seguirá latiendo en elcorazón de sus espectadores. Lo que se dice, una obra maestra.Fernando Ariel García

Un gurú de la motivación,una mujer policía, un niño con sobrepeso y una joven bailarina que quedóparalítica. Cuatro almas atormentadas que, una noche cualquiera, en medio de lalluvia y el desgarro de las calles taciturnas, deciden poner fin a sus vidas.Pero, ¡oh sorpresa!, entre el suicidio y la muerte se les aparecerá una ventanade tiempo (más metafísico que real) que les permitirá reevaluar el camino quelos ha llevado hasta ese callejón sin salida. El nexo vendrá dado por unveterano hombre misterioso, indefinido entre la beatitud del ángel y la humanapulsión de supervivencia, que oficiará de guía.
Lo que sigue, para todos,serán siete días de preguntas, respuestas, inmersiones en la historia personalde cada cual, echando una mirada sincera y cruda sobre sus deseos yfrustraciones, las penas que los abrazan, los secretos que guardaban y aquellosque desconocían. Siete jornadas por una Roma magnificente, que abre su mano alos milagros y cierra el puño para las decepciones. Cuna de famas crueles yanonimatos desplazados. Ideal enclave para escuchar a Julio Iglesias cantandoen italiano, leer algún ejemplar ajado de LancioStory e irse a la cama a pensary elegir. La posibilidad concreta de una segunda oportunidad. El descenso definitivoa la tumba.

Con un clima onírico quecapitaliza el realismo mágico que habita en la nocturnal Ciudad Eterna más alejadade las clásicas postales turísticas, El primer día de mi vida (Il primo giornodella mia vita) es una experiencia sensible y profunda, reflexiva y filosófica,tierna y conmovedora. Retomando uno de sus temas fetiche, el director PaoloGenovese vuelve a indagar sobre la capacidad humana para el cambio, haciendofoco en la indulgente adaptación que pueda sobrevenir tras la adopción de unanueva perspectiva, el encuentro de una esperanza que parecía extinguida.

El tránsito de la oscuridada la luz nunca será fácil, por supuesto. Y menos aún, gratuito. Ausencias queatan, miedos que frenan, amores que lastiman, angustias que se sienten y no seexplican. Complementos que se rechazan, opuestos que buscan forzar la unión acualquier precio. La protección del triunfo solidario versus el íntimo abandonodel fracaso. Una de cal, otra de arena. Y cuando el tiempo en el que Dios creóal mundo llegue a su fin, lo mejor de la película seguirá latiendo en elcorazón de sus espectadores. Lo que se dice, una obra maestra.Fernando Ariel García
Published on April 04, 2023 12:40
March 24, 2023
DAMPYR - LA PROGENIE DI ROTHGAR: GRAN ANCLAJE PARA UN DESARROLLO FALLIDO
Dampyr Nº 274: La progenie di Rothgar. Guion: Claudio Falco. Dibujo: Andrea del Campo. Portada: Enea Riboldi. Curadores: Mauro Boselli y Giorgio Giusfredi. Director Editorial:Michele Masiero. Sergio Bonelli Editore. Italia, enero de 2023.
Desde hace dos años, cada 24 de marzo vengo leyendo un álbum de la italiana Sergio Bonelli Editore dedicado a la última dictadura argentina. Primero fue un episodio de Julia y luego otro de Dampyr , dos de las series más longevas de este universo bastante cohesionado. Y hoy vuelvo a enfocarme en un nuevo episodio de Harlan Draka, el Dampyr cazador de vampiros que recorre el mundo eliminando chupasangres. Una aventura bastante especial, puesto que se piensa como una especie de secuela a aquella primera incursión en suelo argentino y, al mismo tiempo, busca erigirse como homenaje a las memorias de Mario Faggela, guionista original prematuramente fallecido en 2006; y de Hebe de Bonafini, una de las doce fundadoras de la asociación Madres de Plaza de Mayo, muerta el 20 de noviembre de 2022.
Caminito, imagen icónica de La Boca
Con este propósito, La progenie di Rothgar retoma al personaje clave de Victoria / Malena Manzi, nieta recuperada cuya peripecia ficticia está basada en la historia real de la familia Bettanin, masacrada por el terrorismo de Estado en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Y la muestra asentada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, trabajando como abogada para Abuelas de Plaza de Mayo. Por ella, el Dampyr y los lectores nos enteramos de la reaparición del capitán Luis Alberto Prieto, uno de los cuadros represores y torturadores de la ESMA durante los años de plomo y sangre. Aparentemente, Prieto había muerto en un misterioso incidente automovilístico en octubre de 1983, poco después de que el radical Raúl Alfonsín ganara las elecciones presidenciales y refrendara su firme decisión política de llevar a juicio a las Juntas Militares que habían gobernado la República, desde que derrocaran al Gobierno constitucional de Isabel Perón en 1976. Pero si Prieto estaba enterrado, ¿qué hacía caminando por las calles porteñas en 2023, sin haber envejecido un sólo día?
Victoria / Malena Manzi, trabajando en las oficinas de Abuelas de Plaza de Mayo, junto con uno de las abuelas
Condenando el accionar exterminador de la Dictadura mediante el recurso de la metáfora fantástica, la historieta de Claudio Falco y Andrea del Campo nos lleva desde los campos de concentración nazis en Polonia a la ciudad patagónica de San Carlos de Bariloche, previa parada táctica en el barrio bonaerense de La Boca. Y expone las implicancias del diabólico plan de apropiación de bebés que explica el trato que los represores daban a las embarazadas secuestradas y luego asesinadas en la ESMA, el mismo que los grupos de tareas continúan repitiendo con mujeres a punto de parir en el Barrio Zavaleta (ex Villa 21-24, plantada entre los barrios de Barracas y Nueva Pompeya), no casualmente el asentamiento precario más grande y más habitado de la Capital Federal. En el medio, aparecen evidenciados los lazos de protección e impunidad tejidos entre los viejos represores, las barras bravas del fútbol y algunos militares con incidencia real entre las presentes autoridades del Ministerio de Defensa de la Nación.
Una noche en la Bombonera, el estadio de Boca Juniors
Toda esta estructura argumental, con su potente anclaje en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia llevada adelante por Madres, Abuelas y otros organismos de derechos humanos, se ve violenta y lamentablemente licuada cuando el cómic decanta hacia un enfrentamiento típico entre el Dampyr y el amo de los vampiros, corriendo el eje crítico hacia los militares nazis refugiados en la Argentina tras la Segunda Guerra Mundial. Durante el trayecto, la historieta va incluyendo algunos acertados iconos asimilables a la argentinidad, como la voz de Mercedes Sosa o la rivalidad entre River y Boca. Pero la pifia al mostrar a los policías argentinos hablando con modismos españoles y, sobre todo, al hacer que los cazavampiros arrojen los cadáveres de sus enemigos al Río de la Plata. Una metáfora demasiado fuerte para tomársela tan a la ligera.Fernando Ariel Garcíaa 47 años del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976

Desde hace dos años, cada 24 de marzo vengo leyendo un álbum de la italiana Sergio Bonelli Editore dedicado a la última dictadura argentina. Primero fue un episodio de Julia y luego otro de Dampyr , dos de las series más longevas de este universo bastante cohesionado. Y hoy vuelvo a enfocarme en un nuevo episodio de Harlan Draka, el Dampyr cazador de vampiros que recorre el mundo eliminando chupasangres. Una aventura bastante especial, puesto que se piensa como una especie de secuela a aquella primera incursión en suelo argentino y, al mismo tiempo, busca erigirse como homenaje a las memorias de Mario Faggela, guionista original prematuramente fallecido en 2006; y de Hebe de Bonafini, una de las doce fundadoras de la asociación Madres de Plaza de Mayo, muerta el 20 de noviembre de 2022.

Con este propósito, La progenie di Rothgar retoma al personaje clave de Victoria / Malena Manzi, nieta recuperada cuya peripecia ficticia está basada en la historia real de la familia Bettanin, masacrada por el terrorismo de Estado en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Y la muestra asentada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, trabajando como abogada para Abuelas de Plaza de Mayo. Por ella, el Dampyr y los lectores nos enteramos de la reaparición del capitán Luis Alberto Prieto, uno de los cuadros represores y torturadores de la ESMA durante los años de plomo y sangre. Aparentemente, Prieto había muerto en un misterioso incidente automovilístico en octubre de 1983, poco después de que el radical Raúl Alfonsín ganara las elecciones presidenciales y refrendara su firme decisión política de llevar a juicio a las Juntas Militares que habían gobernado la República, desde que derrocaran al Gobierno constitucional de Isabel Perón en 1976. Pero si Prieto estaba enterrado, ¿qué hacía caminando por las calles porteñas en 2023, sin haber envejecido un sólo día?

Condenando el accionar exterminador de la Dictadura mediante el recurso de la metáfora fantástica, la historieta de Claudio Falco y Andrea del Campo nos lleva desde los campos de concentración nazis en Polonia a la ciudad patagónica de San Carlos de Bariloche, previa parada táctica en el barrio bonaerense de La Boca. Y expone las implicancias del diabólico plan de apropiación de bebés que explica el trato que los represores daban a las embarazadas secuestradas y luego asesinadas en la ESMA, el mismo que los grupos de tareas continúan repitiendo con mujeres a punto de parir en el Barrio Zavaleta (ex Villa 21-24, plantada entre los barrios de Barracas y Nueva Pompeya), no casualmente el asentamiento precario más grande y más habitado de la Capital Federal. En el medio, aparecen evidenciados los lazos de protección e impunidad tejidos entre los viejos represores, las barras bravas del fútbol y algunos militares con incidencia real entre las presentes autoridades del Ministerio de Defensa de la Nación.

Toda esta estructura argumental, con su potente anclaje en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia llevada adelante por Madres, Abuelas y otros organismos de derechos humanos, se ve violenta y lamentablemente licuada cuando el cómic decanta hacia un enfrentamiento típico entre el Dampyr y el amo de los vampiros, corriendo el eje crítico hacia los militares nazis refugiados en la Argentina tras la Segunda Guerra Mundial. Durante el trayecto, la historieta va incluyendo algunos acertados iconos asimilables a la argentinidad, como la voz de Mercedes Sosa o la rivalidad entre River y Boca. Pero la pifia al mostrar a los policías argentinos hablando con modismos españoles y, sobre todo, al hacer que los cazavampiros arrojen los cadáveres de sus enemigos al Río de la Plata. Una metáfora demasiado fuerte para tomársela tan a la ligera.Fernando Ariel Garcíaa 47 años del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976
Published on March 24, 2023 09:12
March 8, 2023
ELLAS HABLAN: VOCES CONTRA EL PATRIARCADO
Ellas hablan. Directora:Sarah Polley. Protagonistas: Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Judith Ivey, Sheila McCarthy, Michelle McLeod, Kate Hallett, Liv McNeil, August Winter, Ben Whishaw, Frances McDormand, Kira Guloien, Shayla Brown, Emily Mitchell, Nathaniel McParland y Eli Ham, entre otros. Guionista: Sarah Polley, basada en el libro Women Talking (2018) de Miriam Toews. Orion Pictures - Plan B Entertainment - Hear/Say Productions. EE.UU., 2022. Estreno en la Argentina: 9 de marzo de 2023.
Tranquilamente, podría ser una obra de teatro. Espacio definido y cerrado, el de un granero en alto que funciona como escenario principal y casi único. El peso dramático de la obra recargado en las palabras que motorizan acciones y sentimientos; y en los silencios que gritan aquello que las gargantas no pueden liberar. Protagonismo coral que va haciendo postas a la hora de sacarse chispas, capaz de pasar de lo íntimo a lo colectivo, de lo individual a lo universal, sin perder nunca de vista que están elaborando, frente a nuestros ojos subyugados, la cuestión moral más álgida y urgente de los últimos tiempos.
Estamos en el 2010, aunque parece que hayamos quedado anclados en las oscuras mazmorras del siglo pasado. En un lugar alejado de todo, que bien podrían ser los EE.UU. tierra adentro, el interior inhóspito y abandonado de la Argentina o algún lugar de Bolivia, que es en dónde realmente pasaron los hechos que Ellas hablan (Women Talking) transcribe en clave de ficción. Dentro de una comunidad religiosa que podría ser menonita o no, porque también podría ser católica apostólica romana, evangelista o judía, o una comunidad hippie o una secta cualquiera.
Porque más allá del tiempo, el lugar y el anclaje narrativo, lo que importa de la película es lo que expone de manera poética y brutal, elegante y descarnada, arrancándose los jirones de dolor, bronca reprimida, ira revolucionaria que se han ido sedimentando con el tiempo. Las violencias de todo tipo que las mujeres han venido sufriendo por parte de algunos hombres. El desprecio al que las han sometido el imperio de la Ley, sin importar su origen divino o humano. La revictimización que la Justicia les impuso sin ningún tipo de contemplaciones. El abandono al que las condenó la sociedad. La contención y la motivación que encontraron al abrazarse y ponerse en pie de guerra. Esa solidaridad de género que hoy tiene nombre propio: sororidad.
Ellas hablan describe el momento exacto en que las protagonistas deben tomar la decisión que no sólo cambiará sus vidas para siempre, sino que impactará de lleno en el crecimiento y desarrollo de sus hijas e hijos, poniendo en el centro de la trama a una mujer embarazada, pronta a dar a luz. Se anima a mirar (y apuntar) más allá y más arriba de la abusada y el abusador. Sin exculpar a nadie, sabiendo diferenciar víctimas de victimarios, el film de Sarah Polley toma conciencia de la naturaleza del patriarcado, expresión de poder y sistema de dominación cuyas estructuras y prácticas sociales han sido naturalizadas y ejercidas por hombres y mujeres, aunque las víctimas fatales se encuentren siempre entre las segundas. Y plantea una posible salida, que incluye a hombres y mujeres en una discusión intelectual y física sinceramente inclusiva, que revisita las heridas del pasado para soñar y luchar y construir algo mucho más grande que un futuro distinto. Un futuro mejor. Fernando Ariel García

Tranquilamente, podría ser una obra de teatro. Espacio definido y cerrado, el de un granero en alto que funciona como escenario principal y casi único. El peso dramático de la obra recargado en las palabras que motorizan acciones y sentimientos; y en los silencios que gritan aquello que las gargantas no pueden liberar. Protagonismo coral que va haciendo postas a la hora de sacarse chispas, capaz de pasar de lo íntimo a lo colectivo, de lo individual a lo universal, sin perder nunca de vista que están elaborando, frente a nuestros ojos subyugados, la cuestión moral más álgida y urgente de los últimos tiempos.
Estamos en el 2010, aunque parece que hayamos quedado anclados en las oscuras mazmorras del siglo pasado. En un lugar alejado de todo, que bien podrían ser los EE.UU. tierra adentro, el interior inhóspito y abandonado de la Argentina o algún lugar de Bolivia, que es en dónde realmente pasaron los hechos que Ellas hablan (Women Talking) transcribe en clave de ficción. Dentro de una comunidad religiosa que podría ser menonita o no, porque también podría ser católica apostólica romana, evangelista o judía, o una comunidad hippie o una secta cualquiera.

Porque más allá del tiempo, el lugar y el anclaje narrativo, lo que importa de la película es lo que expone de manera poética y brutal, elegante y descarnada, arrancándose los jirones de dolor, bronca reprimida, ira revolucionaria que se han ido sedimentando con el tiempo. Las violencias de todo tipo que las mujeres han venido sufriendo por parte de algunos hombres. El desprecio al que las han sometido el imperio de la Ley, sin importar su origen divino o humano. La revictimización que la Justicia les impuso sin ningún tipo de contemplaciones. El abandono al que las condenó la sociedad. La contención y la motivación que encontraron al abrazarse y ponerse en pie de guerra. Esa solidaridad de género que hoy tiene nombre propio: sororidad.

Ellas hablan describe el momento exacto en que las protagonistas deben tomar la decisión que no sólo cambiará sus vidas para siempre, sino que impactará de lleno en el crecimiento y desarrollo de sus hijas e hijos, poniendo en el centro de la trama a una mujer embarazada, pronta a dar a luz. Se anima a mirar (y apuntar) más allá y más arriba de la abusada y el abusador. Sin exculpar a nadie, sabiendo diferenciar víctimas de victimarios, el film de Sarah Polley toma conciencia de la naturaleza del patriarcado, expresión de poder y sistema de dominación cuyas estructuras y prácticas sociales han sido naturalizadas y ejercidas por hombres y mujeres, aunque las víctimas fatales se encuentren siempre entre las segundas. Y plantea una posible salida, que incluye a hombres y mujeres en una discusión intelectual y física sinceramente inclusiva, que revisita las heridas del pasado para soñar y luchar y construir algo mucho más grande que un futuro distinto. Un futuro mejor. Fernando Ariel García
Published on March 08, 2023 01:31
March 3, 2023
EL ÚLTIMO HEREJE: PREMISAS INTERESANTES EN UNA PROPUESTA FALLIDA
El último hereje. Director: Daniel de la Vega. Protagonistas: Germán Palacios, Victoria Almeida, Gloria Carrá, César Bordón, Germán de Silva, Daniel Migloranza, Héctor Calori, Miguel Jordán, Dante Bruni, Anita Co, Iván Moschner, Verónica Intile y Constanza Maral. Guionista: Sergio Esquenazi. Furia Films / Del Toro Films. Argentina, 2022. Estreno en la Argentina: 2 de marzo de 2023.
Siendo extremadamente benevolente, lo mejor que podría decir de El último hereje es que es un film fallido. Se le reconoce buenas intenciones en cuanto a lo narrativo, la puesta en escena, el ritmo y la iconografía desplegada en cada plano. Se nota que hay una apuesta a la calidad y cierto apego a las estructuras clásicas del thriller sanguinolento inscripto en la tradición del giallo italiano. Pero en ningún momento logra construir el verosímil que la película requiere para funcionar. Hay algo en las actuaciones (y mucho en los diálogos) que terminan demoliendo la credibilidad que la trama exige para su discurrir natural.
Las cosas no cierran, pasan muy deprisa y demasiado superficialmente. Todo suena falso e impostado, aunque el cuidado puesto en la creación de climas intente convencer de lo contrario al espectador. Jugando con los disparadores del Misery de Stephen King, el film sigue el descenso a los infiernos de Juan Conte (un desperdiciado Germán Palacios, incapaz de superar lo discursivo), cínico y exitoso escritor de libros sobre el ateísmo que, después de pasar por un trasplante de corazón, se verá obligado a replantearse la naturaleza inasible de Dios desde las laceraciones del fanatismo y la sinrazón.
Apostando al exceso y al desborde, plantea discusiones interesantes sobre la naturaleza de la fe y la religión, el rol de las instituciones y el accionar de sus pastores y sus fieles. Va más allá de la eterna lucha entre el Bien y el Mal, entre la salvación de las almas y la condena de los cuerpos. Articula perspectivas interesantes desde posiciones antagónicas y absolutistas, aunque los argumentos esgrimidos suenen como fría letra teórica dentro de una apabullante fuente de imágenes simbólicas, que no llegan a elaborar el sentido dramático para el que (supongo) han sido incorporadas.
Elijo quedarme con las posibilidades que el universo cinematográfico de Daniel de la Vega exhibe sin condicionamientos. Aunque en esta ocasión se me antojen completamente desaprovechadas, su curiosidad para esgrimir cuestionamientos ambiciosos, su capacidad para generar imágenes de alto impacto con envidiable factura técnica, están presentes por todo el metraje de El último hereje. Pero con eso solo, esta vez, no alcanzó.Fernando Ariel García

Siendo extremadamente benevolente, lo mejor que podría decir de El último hereje es que es un film fallido. Se le reconoce buenas intenciones en cuanto a lo narrativo, la puesta en escena, el ritmo y la iconografía desplegada en cada plano. Se nota que hay una apuesta a la calidad y cierto apego a las estructuras clásicas del thriller sanguinolento inscripto en la tradición del giallo italiano. Pero en ningún momento logra construir el verosímil que la película requiere para funcionar. Hay algo en las actuaciones (y mucho en los diálogos) que terminan demoliendo la credibilidad que la trama exige para su discurrir natural.
Las cosas no cierran, pasan muy deprisa y demasiado superficialmente. Todo suena falso e impostado, aunque el cuidado puesto en la creación de climas intente convencer de lo contrario al espectador. Jugando con los disparadores del Misery de Stephen King, el film sigue el descenso a los infiernos de Juan Conte (un desperdiciado Germán Palacios, incapaz de superar lo discursivo), cínico y exitoso escritor de libros sobre el ateísmo que, después de pasar por un trasplante de corazón, se verá obligado a replantearse la naturaleza inasible de Dios desde las laceraciones del fanatismo y la sinrazón.

Apostando al exceso y al desborde, plantea discusiones interesantes sobre la naturaleza de la fe y la religión, el rol de las instituciones y el accionar de sus pastores y sus fieles. Va más allá de la eterna lucha entre el Bien y el Mal, entre la salvación de las almas y la condena de los cuerpos. Articula perspectivas interesantes desde posiciones antagónicas y absolutistas, aunque los argumentos esgrimidos suenen como fría letra teórica dentro de una apabullante fuente de imágenes simbólicas, que no llegan a elaborar el sentido dramático para el que (supongo) han sido incorporadas.

Elijo quedarme con las posibilidades que el universo cinematográfico de Daniel de la Vega exhibe sin condicionamientos. Aunque en esta ocasión se me antojen completamente desaprovechadas, su curiosidad para esgrimir cuestionamientos ambiciosos, su capacidad para generar imágenes de alto impacto con envidiable factura técnica, están presentes por todo el metraje de El último hereje. Pero con eso solo, esta vez, no alcanzó.Fernando Ariel García
Published on March 03, 2023 15:35
February 22, 2023
EL TRIÁNGULO DE LA TRISTEZA: LUCHA DE CLASES EN CLAVE EXISTENCIAL
El triángulo de la tristeza. Director: Ruben Östlund. Protagonistas: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Dolly de León, Zlatko Burić, Iris Berben, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Jean-Christophe Folly, Amanda Walker, Oliver Ford Davies, Woody Harrelson, Sunnyi Melles y Carolina Gynning, entre otros. Guionista: Ruben Östlund. Imperative Entertainment / Film i Väst / BBC Film / 30West, entre otras. Suecia / Alemania / Francia / Reino Unido / México / Dinamarca / Grecia / Suiza / EE.UU. / Turquía, 2022. Estreno en la Argentina: 23 de febrero de 2023.
La belleza debe estar libre de pecado, entendiendo al pecado como una arruga en el rostro. Al menos, para el actual mundo de la moda que el director sueco Ruben Östlund disecciona con precisión y sin anestesia en su nuevo trabajo, El triángulo de la tristeza (Triangle of Sadness), cuyo título remite directa (y explícitamente) a la zona del entrecejo donde aparecen las marcas del sufrimiento de las personas. Algo que puede enmascararse con bótox, pero que necesita mucho más que la aplicación de una toxina para arreglarse definitivamente.
Sobre esta dialéctica entre la realidad y la construcción tuneada de la realidad, se monta el film galardonado con la Palma de Oro en el último Festival de Cannes y nominado al Oscar como Mejor Película. Todo más que justo para una obra que empieza siendo una versión seria de Zoolander, continúa como una remake revulsiva de El crucero del amor; y termina en una recreación sardónica de La isla de Gilligan. Sin perder el pulso, el ritmo ni la mirada crítica.
Apelando al humor negro, Östlund analiza el efecto del poder en la naturaleza humana, modificando brutalmente los posicionamientos (reales y simbólicos) de los principales protagonistas de la trama: Una pareja de influencers, un matrimonio de ancianos fabricantes de armas, una mujer discapacitada, un empresario tecnológico, los tripulantes y el personal de limpieza de un crucero de ultralujo, un millonario ruso capitalista y el capitán del barco, comunista asumido y declarado.
Yendo de la abundancia a la carencia, del exceso a la necesidad, del orden impuesto al caos indisciplinado, de la (supuesta) civilización a la (supuesta) barbarie, la película establece la manipulación y el sometimiento del otro como ejercicio violento de la supremacía, modificando las relaciones de dependencia y rompiendo cualquier canon social, racial, étnico, cultural e ideológico pre-establecido, para discutir la lucha de clases en clave netamente existencialista. Una situación límite que dejará en evidencia la tensión siempre irresuelta entre el Capital y el Trabajo, en un contexto donde lo vital no pasa por las posesiones sino por las habilidades. Y un final avasallante, que enfrenta la psicología prepotente del poder frente a la empatía y la búsqueda del bienestar común, clavando una duda esencial en el corazón y la cabeza de cada espectador.Fernando Ariel García

La belleza debe estar libre de pecado, entendiendo al pecado como una arruga en el rostro. Al menos, para el actual mundo de la moda que el director sueco Ruben Östlund disecciona con precisión y sin anestesia en su nuevo trabajo, El triángulo de la tristeza (Triangle of Sadness), cuyo título remite directa (y explícitamente) a la zona del entrecejo donde aparecen las marcas del sufrimiento de las personas. Algo que puede enmascararse con bótox, pero que necesita mucho más que la aplicación de una toxina para arreglarse definitivamente.
Sobre esta dialéctica entre la realidad y la construcción tuneada de la realidad, se monta el film galardonado con la Palma de Oro en el último Festival de Cannes y nominado al Oscar como Mejor Película. Todo más que justo para una obra que empieza siendo una versión seria de Zoolander, continúa como una remake revulsiva de El crucero del amor; y termina en una recreación sardónica de La isla de Gilligan. Sin perder el pulso, el ritmo ni la mirada crítica.

Apelando al humor negro, Östlund analiza el efecto del poder en la naturaleza humana, modificando brutalmente los posicionamientos (reales y simbólicos) de los principales protagonistas de la trama: Una pareja de influencers, un matrimonio de ancianos fabricantes de armas, una mujer discapacitada, un empresario tecnológico, los tripulantes y el personal de limpieza de un crucero de ultralujo, un millonario ruso capitalista y el capitán del barco, comunista asumido y declarado.

Yendo de la abundancia a la carencia, del exceso a la necesidad, del orden impuesto al caos indisciplinado, de la (supuesta) civilización a la (supuesta) barbarie, la película establece la manipulación y el sometimiento del otro como ejercicio violento de la supremacía, modificando las relaciones de dependencia y rompiendo cualquier canon social, racial, étnico, cultural e ideológico pre-establecido, para discutir la lucha de clases en clave netamente existencialista. Una situación límite que dejará en evidencia la tensión siempre irresuelta entre el Capital y el Trabajo, en un contexto donde lo vital no pasa por las posesiones sino por las habilidades. Y un final avasallante, que enfrenta la psicología prepotente del poder frente a la empatía y la búsqueda del bienestar común, clavando una duda esencial en el corazón y la cabeza de cada espectador.Fernando Ariel García
Published on February 22, 2023 13:36
February 12, 2023
TÁR: EL ARTE, EL ARTISTA Y LA CULTURA DE LA CANCELACIÓN
Tár. Director: Todd Field. Protagonistas:Cate Blanchett, Nina Hoss, Noémie Merlant, Sophie Kauer, Julian Glover, Allan Corduner, Mark Strong, Sylvia Flote, Mila Bogojevic y Zethphan Smith-Gneist, entre otros. Participación especial de Adam Gopnik. Guionista: Todd Field. Standard Film Company / EMJAG Productions. EE.UU. / Alemania, 2022. Estreno en la Argentina: 9 de febrero de 2022.
Casi siempre, se muestra como una falsa biopic. Aunque, por momentos, parece una historia de amor, lealtades y traiciones. De repente, se erige en un thriller misterioso, con algo de secretismo hermético guiando sus pasos. Pero se enamora con algunas secuencias escapadas directamente del cine de terror, subgénero de fantasmas y casas embrujadas. En estas bases, me parece, Tár se apoya para contar una historia sobre la naturaleza del poder, el abuso de autoridad y la obsesión enfermiza por el control. Y lo ambienta en el mundo de la música clásica, un espacio que se nos presenta tan elitista como vil. Cómodamente ubicado en esa posición, entonces, el film de Todd Field se anima a formular, con profunda y honesta brutalidad, la pregunta central de esta cultura de la cancelación que nos toca habitar: ¿Qué hacer con el arte sublime de una persona detestable?
Lydia Tár (Cate Blanchett) es la directora de orquesta más importante del presente, la primera en estar al frente de la Filarmónica de Berlín. Y se encuentra en el momento más alto de su carrera, preparando el lanzamiento de un libro y la grabación, en vivo, de la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler. Una obra que, según los entendidos, discurre por los caminos de la melancolía, la tristeza y la nostalgia, marcadas sobremanera por la sombra de la locura y la presencia tangible de la muerte. La fanfarria de Mahler pasa también por la violencia, la revuelta y el salvajismo para construir y mostrar el estado de soledad que definirá a su protagonista. Los momentos de alegría aparentemente consustanciada, derraparán hacia una oscuridad elegíaca. Y de ese contrapunto nacerá el final, envuelto en una artificial calma que confunde la disolución como forma de renacimiento.
Tár, la película y el personaje, pasa por todos estos estadíos. Los articula de manera nada lineal y algo compleja, prestándole atención a los subterfugios, los espacios en blanco, las repeticiones consuetudinarias, las capas de sentido que se van asentando unas sobre otras. Hay algunos disparadores puntuales, por supuesto, que van del maltrato y la humillación, a la discriminación y el favoritismo entendido como chantaje sexual. Aberraciones que se articulan en el discurso abusivo (físico, psíquico y emocional) que la directora parece haber naturalizado para mantener la posición de privilegio que también sostiene con su talento.
Nada de todo esto, obviamente, hubiera sido posible sin Cate Blanchett. Lo suyo es de una majestuosidad rayana con lo divino. Cuerpo y alma de una criatura que expresa con gestos simples aquello que quiere esconder. Una sociópata cruzada por el amor y el egoísmo, la astucia y el capricho, la hipocresía y el oportunismo. Lo mejor, a mi entender, es que Field y Blanchett eligen mostrar las luces y sombras de Tár sin caer en el juicio valorativo más fácil y obvio. Van un poco más allá, develándola también como exponente de una estructura de poder que todavía sobrevive, explotando idolatrías y cancelaciones por igual.Fernando Ariel García

Casi siempre, se muestra como una falsa biopic. Aunque, por momentos, parece una historia de amor, lealtades y traiciones. De repente, se erige en un thriller misterioso, con algo de secretismo hermético guiando sus pasos. Pero se enamora con algunas secuencias escapadas directamente del cine de terror, subgénero de fantasmas y casas embrujadas. En estas bases, me parece, Tár se apoya para contar una historia sobre la naturaleza del poder, el abuso de autoridad y la obsesión enfermiza por el control. Y lo ambienta en el mundo de la música clásica, un espacio que se nos presenta tan elitista como vil. Cómodamente ubicado en esa posición, entonces, el film de Todd Field se anima a formular, con profunda y honesta brutalidad, la pregunta central de esta cultura de la cancelación que nos toca habitar: ¿Qué hacer con el arte sublime de una persona detestable?
Lydia Tár (Cate Blanchett) es la directora de orquesta más importante del presente, la primera en estar al frente de la Filarmónica de Berlín. Y se encuentra en el momento más alto de su carrera, preparando el lanzamiento de un libro y la grabación, en vivo, de la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler. Una obra que, según los entendidos, discurre por los caminos de la melancolía, la tristeza y la nostalgia, marcadas sobremanera por la sombra de la locura y la presencia tangible de la muerte. La fanfarria de Mahler pasa también por la violencia, la revuelta y el salvajismo para construir y mostrar el estado de soledad que definirá a su protagonista. Los momentos de alegría aparentemente consustanciada, derraparán hacia una oscuridad elegíaca. Y de ese contrapunto nacerá el final, envuelto en una artificial calma que confunde la disolución como forma de renacimiento.

Tár, la película y el personaje, pasa por todos estos estadíos. Los articula de manera nada lineal y algo compleja, prestándole atención a los subterfugios, los espacios en blanco, las repeticiones consuetudinarias, las capas de sentido que se van asentando unas sobre otras. Hay algunos disparadores puntuales, por supuesto, que van del maltrato y la humillación, a la discriminación y el favoritismo entendido como chantaje sexual. Aberraciones que se articulan en el discurso abusivo (físico, psíquico y emocional) que la directora parece haber naturalizado para mantener la posición de privilegio que también sostiene con su talento.

Nada de todo esto, obviamente, hubiera sido posible sin Cate Blanchett. Lo suyo es de una majestuosidad rayana con lo divino. Cuerpo y alma de una criatura que expresa con gestos simples aquello que quiere esconder. Una sociópata cruzada por el amor y el egoísmo, la astucia y el capricho, la hipocresía y el oportunismo. Lo mejor, a mi entender, es que Field y Blanchett eligen mostrar las luces y sombras de Tár sin caer en el juicio valorativo más fácil y obvio. Van un poco más allá, develándola también como exponente de una estructura de poder que todavía sobrevive, explotando idolatrías y cancelaciones por igual.Fernando Ariel García
Published on February 12, 2023 08:48
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