Neus Arques's Blog, page 19
October 5, 2017
¿Escribimos igual hombres y mujeres?
¿Tienen género las palabras?
La concesión del premio Nobel de literatura a Kazuo Ishiguro me lleva hasta un estudio que te sorprenderá.
Un equipo de investigadores israelíes y estadounidenses empleó un programa informático para predecir, basándose en el análisis de la sintaxis y de las palabras clave, si el autor de un texto determinado era hombre o mujer. El estudio analizó más de quinientas obras en inglés, tanto novelas como ensayos, y logró un índice de aciertos del ochenta por ciento.
Las conclusiones apuntan en la dirección de que los hombres hablan de objetos y las mujeres, de relaciones. El estudio recoge «pruebas convincentes de que hombres y mujeres emplean estrategias distintas a la hora de presentar la información y especialmente al codificar la relación entre el autor y el lector en el texto».
Curiosamente, uno de los errores de atribución del estudio fue la novela Lo que queda del día del escritor laureado Kazuo Ishiguro, que el algoritmo creyó escrita por una mujer. Se trata de una obra de corte intimista: quizás eso explique la atribución errónea. Las mujeres nos fijamos en lo cercano. En una bellísima expresión de la escritora y académica Carme Riera, «la mujer se observa ante el espejo».
Personalmente creo que la expresión escrita tiene género. Hombres y mujeres escribimos distinto. Donde vamos a la par es en el esfuerzo creativo. Como bien respondió la autora irlandesa Edna O’Brien al también escritor Philip Roth: «No hay ninguna diferencia. Usted, igual que yo, trata de sacar algo de la nada, y la ansiedad es extrema».
Hasta la fecha se han concedido 105 premios Nobel de Literatura: sólo en 14 ocasiones ha sido galardonada una mujer. Las mujeres leemos mundos que no escribimos. Por eso he creado el Curso de escritura para mujeres muy ocupadas. Dedicado a ti, si quieres escribir pero no tienes tiempo. Este octubre estrenamos convocatoria presencial trimestral en Barcelona. Tienes la información aquí: ¡sácale partido a tus horas y a tus ganas!
Con mucha alegría te participo asimismo que Alba Editorial publicará el Curso de escritura para mujeres muy ocupadas, el manual con los contenidos y ejercicios que realizamos en clase y del que este post es un avance.
Gracias por tus comentarios. Nos leemos,
September 28, 2017
Checklist para preparar mejor tus clases
En octubre comienza para mí la temporada docente. Soy profesora en distintos programas y lo disfruto mucho: enseñar te lleva siempre a aprender. Sin embargo, dar clase es una tarea que no comienza cuando entras en el aula: existe una fase previa y otra posterior y de ambas depende que la experiencia sea fructífera.
Para organizar mis clases utilizo un listado de tareas que indica paso a paso todo lo que tengo que hacer. Siguiéndolo, minimizo el tiempo de gestión y puedo concentrarme en la creación de contenidos de interés para mis estudiantes.
Si tú también das clases o te gustaría darlas, te presto mi checklist, con los once pasos en los que organizo una clase, resumidos en esta infografía. La lista sirve para distintas tipologías de cliente y ordena las tareas de forma cronológica.
Checklist para preparar tus clases
1. Agendar las clases y agendar el tiempo de preparación previo.
2. Proporcionar al organizador:
Los materiales docentes para distribuir a los participantes.
Biografía actualizada (para la difusión del curso)
Lista con equipo necesario (ordenador, proyector…)
3. Solicitar el listado de participantes matriculados.
4. Formación:
Preparar la presentación de acuerdo con el perfil de los estudiantes.
Preparar y/o revisar bibliografía
Tramitar si es necesario la compra institucional de libros.
5. Día anterior: Recordatorio al organizador. Datos concretos (aula, quién me presenta).
6. Al finalizar la clase: llamada a la acción. ¿Cómo podemos continuar la conversación? (en mi lista de emailing, blog, en Facebook , Twitter, …).
7. Al finalizar el curso: Recopilar documentación gráfica fotos, videos, testimonios. Añadir a portfolio.
8. Solicitar informe de evaluación al organizador. Autoevaluación: puntos fuertes. Puntos de mejora.
9. Enviar la factura a los organizadores y hacer seguimiento del pago.
10. Actualizar los datos de los organizadores en el gestor de contactos.
11. Archivar.
Este es mi calendario inmediato:
Octubre: Creación de planes de visibilidad para bibliotecas (Diputación de Barcelona).
Octubre: Curso de escritura para mujeres muy ocupadas (hombres bienvenidos): muy contenta de inaugurar la edición trimestral en Barcelona, con más tiempo a disposición para trabajar con las y los participantes en sus proyectos.
Noviembre: Estaré en Lima, invitada por ESAN para hablar sobre Gestión de la Visibilidad.
Gracias por compartir tu experiencia en los comentarios al post.
September 20, 2017
Nomen omen: La profecía de tu nombre
Tu nombre y tus apellidos son la primera expresión de tu marca personal. Son tu firma y las primeras palabras que oímos de ti – “Hola, me llamo Neus”. Son la manera como te nombramos y te recordamos.
¿Qué dice tu nombre de ti?
Los romanos creían firmemente en el poder del nombre. “Nomen omen”, decían: el nombre es un presagio. Para ellos, el nombre determinaba la vida de la persona en lo privado y en lo público.
Este grado de determinismo resulta extremo, pero lo cierto es que nos formamos una primera impresión de una persona por su nombre y, en un mundo cada vez más tribal, este aspecto no es secundario. Los nombres connotan a las personas, antes incluso de que tengamos oportunidad de conocerlas.
El nombre
Los nombres más frecuentes en España son María Carmen y Antonio. Sin embargo, las posibilidades son múltiples. Existen empresas que ofrecen , un nombre nuevo y reluciente, creado por un un grupo de expertos en semántica, heráldica… y tratamiento de IPs (no vaya a ser que en Internet después no funcione). El precio de este servicio exclusivo ronda los 28000 dólares.
El tema no es baladí: debes saber que no puedes llamarte de cualquier manera. Por ley, “quedan prohibidos los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, los que hagan confusa la identificación y los que induzcan a error en cuanto al sexo”.
De todos modos esta ley no evitó que en los ochenta un montón de niños se llamasen Diego Armando, en honor de Maradona, y que hoy en España 41 niñas respondan al nombre de Daenerys.
Y tú, ¿por qué te llamas como te llamas?
Tus padres: ¿escogieron un nombre de arraigo familiar o quisieron romper con la tradición?
¿Cuál es la sonoridad de tu nombre pronunciado junto con los apellidos?
¿Lo has traducido? A mí me bautizaron como María Nieves. Eran otros tiempos. Más tarde, traduje legalmente mi nombre a Neus, que es como me llamaban y me llaman en casa. “Maria” se quedó, porque el trámite (en el caso de traducción, muy sencillo) se complica si lo que queremos es modificarlo, así que ahora me llamo legalmente “Maria Neus”, pero llámame Neus, a secas, por favor.
De modificaciones saben mucho los artistas: Rita Hayworth se llamaba en realidad Margarita Cansino.
También cabe el recurso al seudónimo. El ganador de la última edición del premio RBA de novela negra fue Benjamin Black, seudónimo del escritor John Banville. “Black” es quien consta en las notas de prensa que anuncian el veredicto del jurado ya que ese era el nombre que firmaba la obra ganadora.
Los apellidos
El apellido español más frecuente es García, que originariamente significaba “príncipe de vista agraciada” .
¿De dónde proceden los tuyos? Puedes explorar la respuesta por la via genealógica.
Mi apellido procede del catalán arquer, el arquero. Para algunos, arquer era quien construía arcas; para otros, arcos de guerra. Yo me inclino por la segunda opción. El arquero evoca la tensión del arco, el arco de las amazonas (y el de Cupido) y a Robin Hood, que debe ser el arquero más famoso de todos los tiempos y que representa el arquetipo del forajido. Todas estas asociaciones resuenan y me dan que pensar. No estoy haciendo un análisis científico, sino un ejercicio creativo partiendo de la pregunta “¿Qué evoca mi apellido?”. Nomen omen ¿Se cumple o no se cumple la profecía?
Pruébalo: investigar el origen de nuestros apellidos nos puede inspirar a la hora de enhebrar una narrativa personal que nos presente de forma única y fehaciente.
Gracias por compartir esta nota y tu experiencia en los comentarios (¡acuérdate de firmarlos!).
NB: La ilustración procede de este pin.
September 13, 2017
¿Se te cae la casa encima? Diez lugares inspiradores para escribir y planificar
¿Trabajas en casa? ¿Escribes en casa?
Tener el despacho al final del pasillo presenta ventajas organizativas, fiscales y de logística familiar. Por otro lado, esta opción exige un nivel alto de autodisciplina. ¿Te suena? Vas a la cocina a por un café y no puedes evitar poner la lavadora. Ya que estamos, revisas la lista de la compra. Y te acuerdas de que tienes que llamar a tu madre. Y sales a anotar la lectura del contador y…
Y todo consume ese precioso tiempo que te habías reservado para escribir o planificar un nuevo proyecto. Tu resistencia y la vida cotidiana se han confabulado y han arruinado la ocasión.
A veces la solución pasa por salir de casa. En otras ocasiones, el propio domicilio ni siquiera es una opción porque no tenemos una habitación propia. A continuación encuentras diez espacios donde escribir e inspirarte. Los he probado todos. Seguro que ves una opción que encaja – o más de una.
10 espacios para escribir fuera de casa
En un bar. Es la opción más socorrida (que se lo pregunten a J.K. Rowling). Según el establecimiento que elijas, podrás tener wifi (aunque soy partidaria de escribir sin conexión). Para mí lo importante es que el bar sea poco ruidoso. Cada uno tendrá sus preferencias. No es necesario que sea un local con pedigrí literario, salvo que el objetivo real sea el postureo.
En la biblioteca. La mayoría ofrecen wifi gratis y, más importante aún, estantes y estantes de libros que te guardan las espaldas. Creo firmemente en escribir rodeada de libros, porque nos acompañan en un viaje muy solitario.
En una librería. También tendrás estantes. A diferencia de la biblioteca, aquí estás en un espacio comercial. Asegúrate de ser cliente del establecimiento o mostrar algún interés por serlo.
En casa de un amigo/a. Esta ha sido mi opción el pasado verano y debo decir que la estancia ha resultado muy productiva. Resultan ideales los apartamentos de temporada fuera de temporada, porque por lo general el municipio entra en una fase de sosiego que viene muy bien si estás concentrado.
En un hotel. Cuando trabajaba en mi novela Todo tiene un precio, acordamos con mi editor una estancia de cinco días en un hotel en mi propia ciudad, de modo que pudiese aislarme y entregar el manuscrito en los plazos previstos. Funcionó. Tengo un gran recuerdo del personal del hotel, los únicos seres humanos con los que interactue y que me trataron con mucha delicadeza.
En el parque, durante el horario escolar, mientras los abuelos juegan a petanca y ven la vida pasar. Recuerda: tú no has venido a jugar a petanca, sino a escribir.
En el claustro de un monasterio. Esta es una de mis opciones favoritas cuando realmente necesito aislarme. Algunas órdenes religiosas ofrecen incluso la posibilidad de recogerse en sus hospederías durante unos días en la soledad más completa.
En un museo, especialmente si no es un museo muy visitado. Funciona muy bien si la temática del museo está relacionada con tu proyecto.
En un centro de coworking. Este formato prolifera en las ciudades y es ideal cuando estás trabajando en un proyecto con más personas.
En la azotea de tu casa, cuando el tiempo lo permite, o –el sueño de muchos- en un cobertizo al fondo del jardín.
Si recurres a otras alternativas, gracias por compartirlas en los comentarios: así ampliamos las opciones.
La imagen que acompaña este post es obra de la ilustradora Malika Favre. Me encantan sus portadas, especialmente ésta para The New Yorker.
September 7, 2017
Tu auténtica marca personal
La nota de hoy es breve, pero fundamental: en este nuevo curso, enfoca tu visibilidad desde dentro.
En estos tiempos tan crispados, cuando cada vez es más difícil distinguir entre la verdad y la post-verdad, se tú. No seas “post-tú”. No te encojas ni adulteres tu mensaje para ganar audiencia. No funciona casi nunca. De hecho, diría que a la larga no funciona nunca.
Entre “marca” y “personal”, “personal” es la palabra que marca la diferencia. Todos –por activa o por pasiva- dejamos huella. Lo interesante es gestionar la tuya. Que conozcas tus puntos fuertes y aproveches tu experiencia. Ambos son la base de tu visibilidad, porque cuanto más auténtico seas, más visible serás.
No podemos pretender que nos sigan si ni siquiera nosotros sabemos dónde vamos. Por eso es importante crecer por dentro antes de crecer por fuera. La aventura es apasionante y la puedes comenzar ahora mismo, porque este viaje empieza en ti.
¿Qué opinas? Me gustaría leer tu experiencia en los comentarios.
Este verano he estado escribiendo y cuidando el Club Vive 50, donde se reúnen las lectoras de Vive 50. Si has leído el libro y compartes la filosofía de celebrar la vida a los 50, apúntate: sólo tienes que enviarnos tu foto con el libro.
PD: La imagen es una Twittercard, por cortesía de un lector que se leyó la entrevista en “El Periódico”. ¡Gracias!
June 27, 2017
Si no sabes qué hacer, no hagas nada
¿No sabes qué producto debes promocionar? ¿Te cuesta decidir si una propuesta laboral te conviene?
Para. Detente y escucha. No hagas nada.
“No hacer nada” es el nuevo mantra de algunos de los autores estadounidenses que sigo. Dejar que las cosas fluyan se ha convertido en una estrategia de negocio.
Crece la reclamación de tiempos propios, que destinaremos a lo que nos de la gana con un objetivo: tomar perspectiva – o cambiarla. Lo que se promueve no es parar porque sí, sino una pausa productiva, durante la cual prestamos atención a los aspectos que realmente nos importan. Aprovechamos la pausa para cambiar la mirada. La necesidad de simplificar llega con su contradicción inherente: para que no hagamos nada, nos van a enseñar a no hacer nada.
Ya en 2012 el escritor Pico Iyer argumentaba en el New York Times que “en apenas una generación hemos pasado de loar los aparatos que nos ahorran tiempo y que expanden nuestras vidas a intentar alejarnos de dichos aparatos para ganar más tiempo. Cuantas más maneras tenemos de conectar, más desesperados estamos por desconectar”. Te recomiendo su Ted Talk sobre el arte de la quietud.
Puedo identificarme perfectamente con la necesidad de parar. A veces me miro y miro alrededor y nos veo como hámsters haciendo girar la rueda. Somos seres sobreexcitados y sobrecafeinados que se agitan en redes sociales que son cada vez más redes y menos sociales. Vivimos en modo 24/7, como los robots. Pero el trato no es éste, al menos para mí. Yo no quiero parecerme a un robot. Yo lo que quiero es que un robot me permita ser más yo –quiero más pausas creativas. Sin embargo, reconozco que a veces tanto ruido nos viene bien. Parar nos genera angustia porque preferimos el ruido a las preguntas. Es difícil hablar del propio propósito.
En resumen:
La nueva tendencia es detenerse y observar. Surgirá una industria que nos enseñara a no hacer nada y a no distraernos, como el software que bloquea el acceso a Internet mientras escribes.
Parar supone aceptar que no somos constantemente productivos… y que no pasa nada por eso.
Parar es una oportunidad extraordinaria para escucharse a uno mismo. Escucharse a uno mismo es angustioso pero necesario. La soledad nos impone respeto.
Ahora que hemos cruzado el umbral del verano en mi hemisferio, quiero recuperar el placer de la inmersión y de la presencia. Leer adentrándome en una trama sin la presión autoimpuesta de consultar mi móvil, no fuera caso que llegue un mensaje fundamental mientras yo estoy en otro mundo. Estar auténticamente presente en una conversación, escuchando lo que la otra persona dice … y lo que quiere decir. Olvidarme de tomar un selfi pensado para que recuerde lo que no puedo recordar porque cuando lo tomé no estaba plenamente allí.
Si no sabes qué hacer, no hagas nada. Puedes tomarte un sabático de un año… o de una hora. Da igual. Lo apagas todo y te vas a caminar, que es una manera formidable de cambiar la mirada – y no requiere presupuesto.
Me despido por ahora con mi agradecimiento por estar en esta lista tan inspiradora para mí.
La ilustración de este post es un ejemplo precioso de cómo cambiar la mirada. Su autora, Eleanor Macnair, es especialista en reproducir fotografías empleando plastilina. Esta reproducción se refiere a esta imagen de Cindy Sherman.
May 31, 2017
El arte de quitarse de en medio
Get out of your own way es una expresión inglesa que me encanta. Visualizas el camino que te has propuesto… y cómo tú mismo te dedicas a poner obstáculos que te impiden avanzar.
Tiene una cierta guasa cósmica que a veces seamos nosotros los autores de los impedimentos. ¿Por qué iba nadie a hacer algo así?
A veces actuamos contra nuestros propios intereses
por desconfianza,
por miedo,
por estrés,
por rabia,
por falta de apoyo – y por no saber pedirlo.
Las consecuencias alcanzan, entre otras áreas, a tu visibilidad y la de tu proyecto. Verás que el último módulo de la hoja de ruta es la casilla “Otras estrategias”: evitar el propio perjuicio sería una de ellas. Para que el plan funcione, necesitamos gestionar aquellas actitudes o comportamientos que sabemos que no nos ayudan a conseguirlo.
Resulta curioso que no exista una traducción literal de este modismo. La más cercana sería “no tirar piedras al propio tejado”, que también supone una actitud activa de interferencia. “Quitarse del medio del propio camino” implica dejar de hacer. Requiere la decisión deliberada de dejar de obstaculizar el propio propósito.
¿Cómo? Se me ocurren cuatro maneras para dejar de molestarnos a nosotros mismos:
Evitando el juicio constante. Somos quienes somos, con nuestra mochila. Allí llevamos piedras preciosas y algún escarabajo que a veces se confunde con una esmeralda.
Identificando claramente dónde empieza y dónde acaba nuestra propuesta de valor y qué personas pueden ayudarnos a explorarla y comunicarla. No tenemos que hacerlo todo solos.
Comentando la situación, la decisión, el proyecto o el plan con socios y aliados. Ellos tienen un bien preciado: tienen perspectiva. Su opinión amplia nuestra visión.
Creando rituales que nos ayuden a poner en foco en lo pertinente y a no obsesionarnos con aquello que no conduce a nada.
Seguro que hay otros modos de no estorbar la propia intención. Gracias por compartirlos en los comentarios.
La fotografía que ilustra este post es de Chema Madoz
May 24, 2017
¿Te conviene especializarte?
A los babyboomers nos enseñaron desde pequeños que teníamos que especializarnos para “ser alguien”. Creo que somos la última generación que creció con este convencimiento. Hoy especializarse es difícil. ¿La buena noticia? Quizás ni siquiera sea conveniente.
Desde el punto de vista de la visibilidad, especializarse presenta una gran ventaja: simplifica tu propuesta. Te presentas -“Soy fulanita, especialista en X” – y todo el mundo te sitúa. Nada que añadir.
Sin embargo, nuestro ciclo de vida profesional ya no favorece la especialización. Vivimos más tiempo y más experiencias, nos formamos más y de forma más multidisciplinar, buscamos espacios para nuestras aficiones. Somos más modulares, en definitiva.
Hablo de mi caso particular. Imparto clases y conferencias en el área de Comunicación, como tantos otros colegas. ¿En qué me diferencio? Mi asignatura no es la Comunicación en genérico, sino específicamente la Gestión de la Visibilidad. Estoy convencida de que el talento que no se ve, se pierde. Me diferencian dos rasgos: por un lado, soy escritora y tengo un interés genuino por el lenguaje. Por otro, como analista tengo la capacidad de identificar tendencias en entornos complejos. Hago visible lo que vendrá. Lo escribo. ¿Esta combinación es una especialidad? No. Mi método –y mi curiosidad- se aplica a bibliotecas, a mujeres directivas, a artistas… Especializarme me resulta difícil: diferenciarme, no.
Cuanto más humano, mejor
Premiar la diferencia sobre la especialización tiene un segundo aspecto relevante: Cuanto más humanos, mejor. Los robots serán los expertos. Realizarán -en algunos casos podemos hablar ya en presente- mejor que un humano cualquier tarea que pueda automatizarse (Seth Godin ha compilado una lista con 23).
Si potenciamos diversas competencias, somos más versátiles en un mercado de trabajo que se va a contraer. Y sobre todo, somos personas más integradas y –añado porque lo creo- más felices.
Tres pautas para diferenciarte
En su ensayo Working Identity, la profesora Herminia Ibarra define tres aspectos que marcan nuestra identidad profesional:
Lo que hacemos.
Para quién y con quién lo hacemos: nuestra red.
Por qué: nuestra narrativa, los hitos vitales que nos marcan.
Si buscas diferenciarte, puedes revisar y modificar cualquiera de los tres aspectos –uno o más de uno:
Lo que haces: Experimenta y ensaya tareas distintas.
Para quién: Amplia tu red de contactos.
Por qué: Mira hacia atrás. Revisa tu línea de puntos y destaca otros hitos personales.
Gracias por comentar esta nota y compartirla con aquellas personas a las que crees que puede venir bien salir del corsé de la especialización y ponerse en modo diferenciación.
La ilustración de este post es una twittercard que publicó la agencia Columna Colors citándome. ¡Gracias!
May 15, 2017
¿Para qué quieres ser visible? La visibilidad y el legado
¿Para qué quieres ser visible?
Cuando planteo esta pregunta en un curso o conferencia se sucede un silencio estruendoso. Algunos participantes lo tienen claro pero les azora compartir sus objetivos. Otros prefieren hablar de Facebook antes que de su porqué en Facebook.
La cuestión es tan incómoda como necesaria. En mi experiencia, las personas que más clara tienen la razón por la cual quieren ser visibles son las que mejor manejan su visibilidad. Están más motivadas, no se distraen y detectan y crean oportunidades beneficiosas para su propuesta.
El propósito es la casilla de partida de la hoja de ruta que dibuja tu plan de visibilidad. Para mí el propósito late detrás de preguntas como éstas: ¿Cuál es tu intención de fondo? ¿Qué te sientes predispuesto a hacer? ¿Qué te llama la atención? Es mi convencimiento que todos venimos dotados de un talento propio. Ese es el que queremos manifestar. No cualquiera: ese. El nuestro. Cada uno tiene el suyo, aunque a veces el del vecino nos deslumbre y nos confunda. Miramos tanto alrededor que nos olvidamos de la mirada interna.
Un parámetro que me ayuda es el tiempo. Tenemos un tiempo de vida limitado… por ahora. Escribo “por ahora” ya que empiezan a proliferar las iniciativas que apuestan por extender los límites de la vida humana. Leía recientemente, nada menos que en el Financial Times (22-23 de abril), sobre el proyecto Timeship, una construcción diseñada para preservar 50.000 cuerpos criogenizados, a la espera de la tecnología adecuada para revivirlos. La imagen que ilustra este post corresponde a los planos del edificio.
Personalmente, en este momento no me tienta la idea de preservar mi cuerpo. Me imagino despertando en una época que no es la mía, amnésica y sin referentes. Prefiero aprovechar el aquí y ahora. Y vuelvo al propósito. En el aquí y ahora lo que sí me preocupa es mi legado. La Real Academia lo define como: “Aquello que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”.
¿Qué quiero dejar? ¿Cuál es la contribución sustantiva que me gustaría hacer? ¿Qué logros y en beneficio de quién? Si lo que quieres es dejar tu cuerpo, criogenízate. En cambio, si aspiras a que tus esfuerzos de visibilidad tengan un impacto fundamental, piensa en tu legado. Si piensas en el legado, piensas a largo plazo. Superas la tentación del “me gusta” instantáneo. Entonces los esfuerzos de visibilidad se ordenan y adquieren sentido.
Ésta es una reflexión personal, escrita esperando que te ayude en la tuya. Gracias por compartir tus impresiones en los comentarios a pie de post. Si buscas orientación para tu propio plan de visibilidad, podemos mantener una sesión privada.
Gracias a Docemiradas por acogerme como mirada invitada hablando de Vive 50. Continuamos.
April 27, 2017
Libros y networking: Los libros hablan de ti y por ti
Imagínate la escena. Llegas sola al almuerzo. Te has apuntado para hacer networking: estás decidida a ampliar tu red de contactos. Miras a tu alrededor y se te encoge el estómago: no conoces a nadie. De acuerdo, el objetivo era precisamente conocer gente nueva pero… ¿Cómo puedes romper el hielo? ¿De qué hablarás con la desconocida junto a la cual te han sentado?
Puedes hablar de libros.
Los libros son un recurso social potentísimo. Comentar las lecturas propias –y preguntar al interlocutor por las suyas- es una práctica habitual con la que iniciamos o mantenemos encendida una conversación. Es una forma de posicionar al interlocutor y posicionarnos. Del mismo modo que los contactos compartidos, su comportamiento, el modo cómo se expresa, ubica a una persona en nuestro imaginario, los libros nos marcan unas coordenadas que dan pie a que interactuemos con mayor o menor confianza.
Los libros nos presentan a las personas. Nos formamos una idea del otro cuando le preguntamos por sus lecturas –o directamente vemos qué está leyendo. Experimentamos empatía gracias a un título compartido, sorpresa por una opinión distinta, alegría cuando el otro nos comenta que a él también le impactó el final.
Un libro permite que dos desconocidos entablen conversación. El proceso que empleamos espontáneamente se parece a éste:
Tu interlocutor, ¿se interesa por los libros? ¿Te sigue si sacas el tema?
¿Qué lee? ¿Te habla del título indie de moda, de último bestseller o de un ensayo peculiar?
¿Cómo lee? ¿Dónde?
¿Cómo te habla de lo leído? ¿Con entusiasmo? ¿Con melancolía?
Y la pregunta del millón: ¿Compartís afinidades lectoras? Si la respuesta es afirmativa, los libros serán la base sobre la que podremos construir nuestra aproximación.
Los libros nos informan, nos distraen, nos retan, nos entretienen. Y además, por si lo anterior fuera poco (que no lo es) nos presentan a otras personas. Un libro habla de ti y por ti.
Este post está dedicado a las lectoras que inauguraron el club de lectura Vive 50. Con él viaja mi agradecimiento: sus aportaciones me resultan muy inspiradoras.
La ilustración es de Nishant Choksi.


