Miguel Ángel Núñez's Blog, page 19

December 12, 2019

Adorar mirando al templo



¡Puedo adorarte con toda reverencia mirando hacia tu santo templo! ” (Salmo 5:7)

Una de las grandes dificultades del estudio de la Biblia es estudiarla sin premisas preconceptuales. Eso quiere decir, acercarse al texto bíblico sin preconceptos y esperando que el texto nos de su mensaje y las herramientas externas como la historia, la arqueología, la sociología, la literatura y la lingüística, por poner un ejemplo, nos den luces para entender con claridad el texto.

Al leer este versículo lo primero que tendríamos que preguntarnos es ¿qué idea tenía el salmista sobre el templo? ¿Dicha idea coincide con la que nosotros tenemos en la actualidad? Es un ejercicio al revés de lo que comúnmente se hace.

Los israelitas nunca pensaban en el templo como “un lugar de reunión” semanal como lo es para la mayoría de los cristianos. El templo era el lugar donde estaba la presencia de Dios, “shekinah”. Lo que algunos llamaban “entrar al templo”, era simplemente llegar hasta los patios externos. Estrictamente, al templo sólo entraban los levitas de turno, nadie más.

En algunos momentos de la vida, todo judío que se consideraba piadoso debía ir al templo para participar en alguna de las fiestas anuales, la pascua, la fiesta de las cabañas, hanuka, u otra. Era un honor visitar el templo, donde estaba la presencia de Dios.

Por esa razón, la mayoría que no podía viajar se contentaba con adorar a Dios, desde el lugar donde estuviere, con su rostro vuelto hacia el templo donde estaba la Shekinah.

Lamentablemente, con el advenimiento de los templos cristianos, que empezaron a construirse a fines del siglo III, bajo la influencia del emperador Constantino, muchos comenzaron a pensar que el único lugar de adoración es el templo, cosa que no sólo es incorrecta, raya en el absurdo, y promueve una idea incorrecta, como si la presencia de Dios estuviera circunscrita a un edificio de piedra.

Los judíos, pragmáticos como eran, se contentaban con orar mirando en dirección al templo, al único que existía, que estaba en Jerusalén. Adorar, por lo tanto, no tiene que ver con el lugar, sino con la actitud que tenemos frente a Dios. Quien adora elige dar su vida y sus pensamientos a la divinidad. Todo acto de adoración es en realidad, una acción de entrega incondicional a Dios.
Del libro inédito Salmos de vida - 1 Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on December 12, 2019 15:30

December 11, 2019

De mañana



De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta ” (Salmo 5:3)

Un componente esencial de la vida cristiana es la oración. Sin embargo, a menudo el acto de orar está contaminado con una serie de ideas que no tienen nada que ver con el contexto bíblico y con el sentido que tiene la comunicación directa con Dios. Digamos que se ora más a partir de premisas extra bíblicas que desde lo que la misma Escritura presenta como verdad.

La oración se ha convertido en la mayoría de las personas en una acción de petitorios, donde día tras día se repite lo mismo una y otra vez, como si Dios necesitara nuestra repetición constante e incesante de lo mismo. El apóstol Pablo enseñó que es necesario “Orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17), sin embargo, el apóstol no está diciendo “repetir sin cesar”, sino que nos está diciendo que debemos mantenernos constantemente en comunión con Dios. Me gusta la traducción de la versión Dios Habla Hoy 2002 porque capta el verdadero sentido paulino: “Orad en todo momento”. Esa es la idea, mantener abierta la puerta de comunicación con Dios de manera permanente, no para repetir sino para estar en comunión. Lo que evidentemente exige una comunión constante.

Tampoco la oración es un requisito para que Dios conteste, quiero explicarlo bien para que se entienda correctamente. Algunos enseñan que si no pides Dios no te contesta. En esencia, el pensamiento es erróneo, la providencia de Dios actúa sin que pidas, sólo por la misericordia de Dios, es lo que está implícito en las palabras de Jesús: “Él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos e injustos” (Mateo 5:45). Sin embargo, cuando entras en comunión con Dios, tú vida experimenta un cambio, porque Dios tiene más libertad para actuar porque la oración es un acto de autorización de Dios para obrar en otras instancias de tu vida donde es preciso la autorización humana. Dios no avasalla nuestras vidas, él obra en nosotros sin invalidar nuestra libertad. Sería injusto que un Dios justo obligara o manipulara para tener súbditos obligados a actuar de una manera contraria a sus propios deseos, y de paso, se anularía la libertad de conciencia, un valor fundamental para todo aquel que es creyente y entiende a un Dios de justicia.

Orar es un acto de comunión. Por eso el versículo de Salmo 5:3 tiene tanto sentido: “Expongo mi caso y espero”, no “expongo mi caso e insisto”. Confía en Dios, lleva su caso, y espera confiado porque sabe quién es Dios.
Del libro inédito Salmos de vida - 1 Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on December 11, 2019 15:30

December 10, 2019

Dormir en paz



En paz me acuesto y al instante me duermo porque sólo tú, Señor, me haces vivir tranquilo ” (Salmo 4:8)

Es probable que mañana te levantes con un dolor estomacal persistente, luego vayas al médico y te diagnostique cáncer. También es posible que en vez de una enfermedad se muera un pariente cercano. O, tal vez, vayas a trabajar como todos los días y te encuentres con un sobre que te anuncie que estás despedido. Todo puede suceder. El error es vivir anticipadamente los acontecimientos negativos que podrían ocurrir. Eso no es sano ni lógico. Vivir con temor inmoviliza. Nos hace experimentar el dolor que no ocurre en el presente, aún cuando sea fantasía.

La religión no cambia las circunstancias pero permite a los creyentes interactuar con la realidad de una manera tranquila, sin ansiedad y confiando que pese a cualquier conflicto o dolor, al final, podremos gozar de la providencia divina.

La forma en que Dios actúa es misteriosa, y en muchos sentidos, extraña. Lo que debemos aprender es a confiar, así como lo hace un niño que permite que su madre o padre lo guíe sin cuestionarse si lo están llevando por un lugar incorrecto. Los bebés sólo se dejan llevar, son infantes que confían en sus padres. La misma actitud desea Dios que tengamos nosotros.

Preocuparnos, afligirnos, vivir dolores anticipados o problemas antes de tiempo, no sirve para nada, sólo crea ansiedad, inquietud y una sensación de precariedad que no sirve para vivir. Produce cristianos creyentes que actúan como si tuvieran neurosis.

Eso lo entendió el salmista y sabía que las preocupaciones no sirven para nada ni ayudan ni adelantan, sólo crean condiciones precarias de vida y convierten la existencia en algo difícil de vivir..

El que confía en Dios duerme en paz y vive tranquilo, sabiendo que al final Dios tiene el control, de una manera en que no entendemos totalmente, pero, para qué preocuparse, en algún momento podremos ver el panorama completo y Dios nos revelará que algunos episodios donde aparentemente estábamos solos y hundiéndonos en problemas, figuraban entre las mayores bendiciones que hemos tenido.

Si eres cristiano debes pertenecer al club de los que viven confiados y abandonar la asociación de individuos que viven preocupados.
Del libro inédito Salmos de vida - 1 Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on December 10, 2019 15:30

December 9, 2019

Los piadosos escogidos



Jehová ha escogido al piadoso para sí ” (Salmo 4:3)

El texto de hoy es tremendo y tira por tierra toda la parafernalia de la religión tradicional construida sobre formas y liturgias. Dios no es un Dios de cultos ni formas, ¿para qué los necesitaría? Dios no está ansioso de tener panegíricos melosos, dichos en tonos y palabras que no se usan a diario. Dios busca otra cosa, él espera piedad, y por eso elige para si al piadoso.

La piedad no tiene nada que ver con expresiones externas de liturgias y actos religiosos formales. Algunos han convertido la religión en cantos y ceremoniales, vacíos de sentido, porque han dejado a la religión encerrada entre cuatro paredes. Eso es matar la verdadera piedad.

La piedad real, es la que se vive en actos concretos con otras personas. No se puede ejercer piedad sino en concreción hacia otros seres humanos que la necesitan. Un piadoso es aquel que traspasa las fronteras de sí mismo y se ocupa de las necesidades de otros. La religión real, tiene que ver con lo que hacemos para otros. Facilitar la vida de quienes padecen y sufren, es la esencia de la religión. Es lo que repite la Biblia vez tras vez, pero muchos creyentes prefieren quedarse encerrados orando por los necesitados (cosa que la Biblia no enseña), en vez de salir a atenderlos (lo que la Escritura enseña).

Lo expresa Santiago: “La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones” (Santiago 1:27). Es decir, una religión vivida de cara a las personas que padecen, no encerrado entre cuatro paredes para autoalabarse “por no ser como los otros”.

Isaías, por su parte, es elocuente: “El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo? ¿No es que compartas tu pan con el hambriento, que a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo lo cubras y que no te escondas de tu hermano?” (Isaías 58:6-7). ¿Podemos hacer eso encerrados entre cuatro paredes? La religión que Dios profesa no tiene que ver con liturgias sino con piedad práctica, con ocuparse proactivamente de los necesitados. Dejar de orar, solamente, y actuar efectivamente en la vida de quienes no necesitan escuchar del amor de Dios, sino experimentarlo a través de los abrazos y acciones concretas de los creyentes que entienden que creer es actuar.
Del libro inédito Salmos de vida - 1 Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on December 09, 2019 15:30

December 8, 2019

De dónde viene la salvación



La salvación viene del Señor ” (Salmo 3:8a BLA)

Las palabras tienen un sentido dentro de un idioma y expresan ideas muy específicas que hay que rastrear para poder comprender correctamente. Por ejemplo, la palabra “salvación” en su raíz hebrea es “ser amplio”, “volverse espacioso”, “agrandarse”. “Lleva en sí el sentido de liberación con respecto a una existencia que se ha vuelto oprimida, confinada y estrecha” (Yancey, 2015: 91). Dios quiere liberarnos, no para ponernos cadenas, sino para que transitemos por vías que ensanchen nuestra vida. Desea que nuestra experiencia vital se vuelva espaciosa.

Lamentablemente, cuando la religiosidad se pinta o se presenta sólo en términos de normas y reglas de vida, lo que se percibe es todo lo contrario, opresión y esclavitud física y mental. Muchas personas suelen decir que no quieren una religión en sus vidas que les ate. ¡Yo tampoco! Porque eso no es religión, es una forma burda de control social practicado por gente que cree que Dios busca premeditadamente tener un control arbitrario y despótico sobre el ser humano.

Incluso la ley de Dios es definida en términos de libertad (Santiago 1:25; 2:12). El problema no es Dios, sino algunos seres humanos que temen ser libres y por lo tanto, sólo son felices o se sienten contenidos y tranquilos en tanto son sometidos a fuerzas externas que llevan el control de sus existencias.

En cierto modo es como los presidiarios que temen ser libres porque llevan tanto tiempo en una cárcel, con movimientos restringidos y con personas que a todas horas les indican qué hacer, le temen a un contexto donde son ellos mismos los que tienen que tomar esas decisiones. No es extraño que muchos de ellos delincan sólo con el propósito de volver a estar en un contexto de privación de libertad, pero, con un ambiente restringido y regulado.

La libertad exige ensanchar la vista y la experiencia. Dios no nos salva para esclavizarnos de manera autocrática, sino para darnos la oportunidad de vivir mejor en un contexto donde, al conocer su voluntad, sepamos con exactitud qué es mejor para nosotros. Es como los padres que le dan a sus hijos determinadas pautas, no porque los odian, sino porque quieren para ellos lo mejor y saben que por esa línea lograrán ser más felices. Cuando la religión es sana, entonces, genera un sentimiento de libertad, nunca de opresión ni de asfixia.
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Published on December 08, 2019 15:30

December 7, 2019

Escudo



Mas tú, Jehová,eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza ” (Salmo 3:3)

Nunca he usado un escudo, de esos que se usaban en la antigüedad, sin embargo, la expresión la conozco muy bien y de hecho, mi computador me la recuerda a diario. Tengo un software antivirus que utiliza dicha expresión para referirse a la expresión que protege mis archivos y programas. “Su escudo está instalado”, es una de las frases que utiliza para recordarme que el antivirus se ha actualizado. La idea que transmite es que mi PC está protegido de cualquier ataque cibernético y puedo estar tranquilo de que mis archivos están protegidos.

El texto es una promesa. Nos dice que Dios es nuestro escudo que está alrededor nuestro, obviamente, para protegernos. No obstante, tenemos que tener cuidado con la comprensión de este texto, o podemos generar una expectativa falsa.

Dios nos cuida, de muchas maneras, a veces, incomprensibles para nosotros, sin embargo, hay montones de situaciones que son inevitables, aún para Dios. Una de esas situaciones tiene que ver con la voluntad humana, y las consecuencias de las elecciones que se hacen. Un niño, por ejemplo, de pronto se ve aquejado por una enfermedad provocada por una decisión que ha tomado el bisabuelo y cuya consecuencia la paga alguien de la generación siguiente. Alguien inicia un conflicto que pone a hermanos unos en contra de otros, y de pronto se ven enfrentados a situaciones que ni siquiera soñaron. Todo eso, y las muchas situaciones donde está involucrado la voluntad humana, está fuera del alcance de Dios, que no puede evitar las decisiones de los seres humanos, quienes eligen por sí mismos. Dios es justo, eso implica que no manipula ni controla la mente de las personas por mucho que a los humanos, manipuladores por excelencia, les cueste entender.

¿Qué escudo es entonces el que ofrece? Genera un manto de protección para las consecuencias que se enfrentan en momentos difíciles. Nunca nos abandona y está con nosotros, alentándonos y dándonos la fortaleza que necesitamos para poder continuar el sendero, sin desanimarnos. Nos sostiene y nos mantiene en pie, cuando las condiciones son tan aplastantes que caer es la consecuencia natural. Nuestro escudo nos anima, cuando nadie lo hace. Es el cercado alrededor de nuestros desánimos y conflictos emocionales, está allí para recordarnos que Él es la roca que nos sostendrá cuando todo caiga a nuestro alrededor.
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Published on December 07, 2019 15:30

December 6, 2019

Muchos enemigos



Señor, muchos son mis enemigos, muchos son los que se han puesto en contra mía (Salmo 3:1 DHH96)

Hace poco me escribió un admirador secreto que me dice, “me das asco” (lo de admirador es una ironía, pero en el fondo, es cierto). En fin... soy una persona limpia, suelo bañarme una vez al día fijo y a veces dos, utilizo perfume y desodorante, y nunca uso la misma ropa más de un día. Es para la risa, pero la razón por la que le doy asco es porque supuestamente yo enseño que “Dios es mujer”, concepto que una mente con serios problemas emocionales ha puesto en las redes sociales, de una pésima lectura, diría infantil, de un estudio académico que publiqué en tres revistas teológicas titulado: “Dios en femenino”. El problema no es si no entendió o no lo que escribí, creo que eso es secundario, sino que en la defensa de “su” concepto de Dios, tilda a otro ser humano de “asqueroso”. Eso es lo preocupante, porque no ha salido de labios de un ateo o de un fundamentalista musulmán miembro de un grupo terrorista, sino de la pluma de una persona que todas las semanas va a la iglesia, probablemente con su familia y que intenta vivir una vida pía, pero no tiene empacho en descalificar a otro cristiano. ¿No es paradójico?

Philip Yancey, uno de los escritores más importantes del mundo cristiano contemporáneo dice: “Cuando lanzamos juicios llenos de altivez, o proclamamos con nobles palabras cosas que no se convierten en acciones, o sencillamente, hablamos sin escuchar primero, demostramos que no amamos, y de esa manera impedimos que un mundo sediento se acerque al Agua Viva” (Yancey, 2015: 36).

Si ese cristiano que me escribe, me trata así a mi, otro hermano en la fe, seguidor del mismo Jesús que él dice seguir, entonces, ¿cómo tratará a quienes niegan a Dios o que tienen serios problemas para creer porque se han encontrado con personas como él?

Muchos están abandonando las iglesias, no porque hayan dejado de creer o porque renieguen de Jesús, sino porque quieren preservar su fe. Dejar las denominaciones y los fanatismos de algunos creyentes, es fundamental para seguir siendo fiel al Dios que no juzga y no condena.

Es triste, pero tenemos cada vez más cristianos fuera de las iglesias que dentro de ellas, porque muchos que se llaman seguidores de Jesús están actuando peor que los enemigos de Cristo. Es una señal de los tiempos que vivimos... una triste señal.
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Published on December 06, 2019 15:30

December 5, 2019

Recibir amonestación



Ahora, pues, reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra ” (Salmo 2:10)

El ser humano resulta ser un enigma, en especial cuando tiene poder. Frente al poder, muchos pierden perspectiva de sí mismos. Por eso es posible encontrar a seres humanos que cuando no tienen poder asumen una actitud y estando en una situación de poder, actúan de otra manera, en muchas ocasiones, contrario a la declaración de sus principios y aún, de su antigua manera de vivir.

La historia nos muestra a dictadores y tiranos, que antes de serlo, fueron vecinos ejemplares. Asesinos que en posesión del poder obraron de una manera absolutamente despótica, pero que cuando carecían de dicho poder, se comportaban como cualquier ciudadano ejemplar. A torturadores que eran capaces de tratar con amabilidad y cariño a sus familias. Es un asunto extraño, que hace que el ser humano se nos aparezca como alguien enigmático.

El salmista recomienda a los reyes que actúen con prudencia, expresión muy usada en el mundo antiguo y aludía a la actitud de no dejarse dominar por emociones, especialmente, si éstas eran negativas. Calcular bien, sopesar los pro y contras, actuar con mesura, ser equilibrados, era la recomendación habitual para los gobernantes, especialmente, porque conociendo la naturaleza humana, cuando se tiene poder, esto es precisamente lo que a menudo falla. Es cosa de mirar a los dictadores que ha tenido nuestro mundo, que en el poder perdieron todo sentido de la mesura.

La segunda frase hace alusión a algo muy delicado en caso de personas que ostentan poder, admitir amonestación, ser capaces de recibir de buena fe la exhortación. Muchos, con un poco de poder, creen que están libres de cometer errores, y actúan como si fueran capaces de emprender las más osadas empresas, sin tener que recibir ninguna amonestación. De hecho, existe en el mundo una profesión que se denomina consultores, que existen para las más variadas áreas. Muchos políticos y gerentes de grandes empresas, sabedores que como humanos pueden cometer errores, contratan a estos expertos, para que les den su opinión experta, en áreas donde tomar decisiones es complejo. Lo hacen, no porque no crean que son inteligentes, sino precisamente, porque saben que dos mentes piensan mejor que una. Eso vale para todos, no sólo para algunos. Lamentablemente, la mayoría de los que tiene el poder terminan siendo presuntuosos y creyendo que no necesitan consejo de nadie, así les va también.


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Published on December 05, 2019 15:30

December 4, 2019

Hijo



Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú ” (Salmo 2:7)

Ser hijo es una bendición, no obstante, ser hijo del Dios eterno y supremo, es extraordinario, el más magnífico don otorgado por Dios a la humanidad. Por eso este versículo del Salmo 2 resulta tan sorprendentemente halagador. Dios nos dice que desea ser nuestro padre, con todo lo que implica. Es una buena noticia, en realidad, es la más extraordinaria noticia que podemos recibir.

Ser hijo da identidad, nos permite sentirnos parte de una familia, al sabernos hijos sabemos que no somos huérfanos y que nuestras vidas están bajo el amparo de un padre.

Dichosos los que saben que Dios es nuestro Padre, aquel que nos cuida y nos trata con un cariño inconmensurable. Me encanta esas palabras de Jesús cuando dice: “Un solo Padre tenemos, y es Dios mismo” (Juan 8:41).

Lástima que durante tantos siglos el enemigo de Dios se ha esforzado en tergiversar el carácter de Dios, sin embargo, de una u otra forma Jesús, el exégeta de Dios, nos muestra la verdadera naturaleza de un Dios que no busca castigar ni doblegar a la humanidad, sino llamarla al amor y la santidad mediante su infinita bondad. Como dice el profeta: “Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor” (Oseas 11:4).

Dios como padre no actúa nunca con despotismo ni arbitrariedad, al contrario, su amor está constantemente llamando al pecador para que se cobije bajo sus brazos de amor, así como los polluelos que se cubren bajo las alas de la gallina (Salmo 91:4).

Dios el padre, nos respeta, aún en las decisiones contrarias a su voluntad. No nos impone y nos deja actuar en libertad, porque no nos ha creado para la esclavitud sino para vivir de acuerdo a nuestras conciencias. Dios, nuestro padre amoroso, nos recibe cuando nos equivocamos y sale a nuestro encuentro con el fin de recibirnos, no para reprendernos ni hacernos sentir mal.

Dios el padre, es lo más parecido que existe al Edén. Es el vergel en el desierto. El jardín de tranquilidad para todos aquellos que se sienten perdidos y sin rumbo. La brisa suave de la mañana que abraza con tranquilidad. El agua que da paz al cansado en el desierto.

Pintar a Dios de otra forma, es simplemente, deformar su carácter y la ternura que exudan cada una de sus acciones.
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Published on December 04, 2019 15:30

December 3, 2019

¿Un Dios que se burla?



El rey de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos ” (Salmo 2:4)

Los antropomorfismos bíblicos son complejos. Por una parte presentan a una divinidad extraña y llena de actitudes típicas de humanos y que nada tienen que ver con Dios; por otro lado, hacen aparecer a Dios de tal forma que se torna, incluso, repulsivo.

¿Un dios que se burla? ¿Que se ríe descaradamente de las personas? ¿De verdad? ¿Puedes creer esa tontería? Sólo pensarlo causa escalofríos y resulta indignante que muchos religiosos no sean capaz de ver detrás de ese antropomorfismo a un ser humano como el salmista que está haciendo una descripción burda de dios en términos humanos, nada más que demasiado humano, utilizando el énfasis del filósofo alemán Friedrich Nietzsche.

Probablemente el salmista quiere decir que las personas que obran mal no se saldrán con la suya y que tarde o temprano recibirán las consecuencias de sus acciones. Tal vez desea expresar que siente alegría de saber que al final de cuentas, la justicia, aunque tarda, llega. En ese contexto, como humano que es, no puede menos que sentir que tendrá un poco de alegría.

¿Pero Dios? ¿Un Dios que ha puesto en jaque al universo entregando a su propio hijo, podría estar feliz con la muerte de un pecador? Absolutamente no. El Dios de la Biblia, el de verdad, no el de la caricatura popular y folklórica, no se goza con el sufrimiento de nadie y nunca, absolutamente nunca, podría sentir un poco de alegría al saber que alguien se ha perdido la salvación, ni siquiera hombres de la calaña de Adolph Hitler, Augusto Pinochet, Idi Amin o Heinrich Himmler.

Lamentablemente los más mal informados de la Escritura son aquellos que más la repiten, obviamente de manera sesgada y fuera de contexto y olvidan la pregunta que Dios hace por medio de Ezequiel: “¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado?” (Ezequiel 18:23), y luego agrega de forma taxativa: “Yo no quiero la muerte de nadie” (Ezequiel 18:32).

Hace falta más lectura de la Escritura, pero desde la perspectiva de Dios no de los humanos. Desde la visión de un Dios de amor que busca incansablemente que las personas entiendan, aunque sea parcialmente, su inmensa e infinita misericordia.

Mirar la realidad desde la perspectiva divina implica que los seres humanos pueden ver una realidad que a menudo se soslaya, ser capaces de proyectarse hacia la eternidad y no sólo hacia lo temporal.
Del libro inédito Salmos de vida - 1 Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on December 03, 2019 15:30