Miguel Ángel Núñez's Blog, page 22

November 12, 2019

Vivir en equidad



El Salmo 55 es triste, el texto completo dice: “Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillara, de él me podría yo esconder. Pero lo has hecho tú, un ser humano como yo, mi compañero, mi mejor amigo, a quien me unía una bella amistad, con quien convivía en la casa de Dios” (vers. 12-14).

Las heridas provocadas por quienes dicen amarnos duelen más, son más profundas y más difíciles de sanar. Es posible, dice el Salmo soportar lo que nos haga un enemigo o un extraño, pero es tremendamente complejo superar una herida sin quien nos ataca o nos deja en el vacío es alguien que ha hecho un pacto de amor y amistad con nosotros.

La falta de equidad en las parejas es el pan de cada día en casi todo el mundo. Lamentablemente, en este tipo de relación la que lleva la peor parte es la mujer, no sólo porque existe una tradición de humillación y de falta de respeto, sino porque las mismas leyes validan en muchos países la discriminación de la mujer, aún estando casada.

China es el país donde se producen más divorcios a nivel mundial. Según la BBC de Londres, en un informe del 15 de septiembre de 2014, 10.000 divorcios diarios. Sin embargo, en vez de arreglar la situación, la corte suprema de ese país, en el año 2011, ha empeorado la situación dejando a las mujeres en situación más vulnerable porque ha establecido que en caso de divorcio, la casa en la que habitaban no se divide entre la pareja, sino que queda para que él figura como titular de la misma. El dictamen reafirma una discriminación ancestral contra la mujer, porque ahora, en la mayoría de los matrimonios la casa está a nombre del varón. Las mujeres comienzan con desventaja aún antes de casarse, porque si en un matrimonio tienen una hija y llegan a tener dinero, prefieren darle los recursos a un sobrino para que tenga casa antes que a una hija.

¿Es lo que Dios ha querido? Absolutamente no. La relación que Dios desea es de equidad, donde varón y mujer vivan una relación de paridad y de respeto. No hay esperanza para una pareja donde no hay equidad.

Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 12, 2019 15:30

November 11, 2019

Amar sin renunciar a sí mismo

Jesús dijo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). Ese versículo es necesario matizarlo.

Amar no significa renunciar a sí mismo, eso sería una especie de autoinmolación. El texto bíblico dice “ama” y da un paradigma para hacerlo: “como a ti mismo”, eso supone que antes de amar, el que ama se aprecia a sí mismo. No dice el texto que “ames” a tu prójimo “en vez de ti mismo”, eso sería absurdo y un sacrificio innecesario.

Muchas personas que se vinculan en pareja parecen olvidar este principio básico y terminan cediendo parte o completamente su vida, y se convierten en espejos de sus parejas, renunciando a intereses, deseos, incluso a su libertad de conciencia y posibilidades de crecimiento. Eso, simplemente, no es amor. A la larga, ocasiona un perjuicio enorme a la vida de quienes diciendo amar terminan destruidos.

Jonathan Swift señala que “la actitud estoica de atender nuestras necesidades eliminando nuestros deseos es como cortarse los pies cuando uno quiere zapatos”. Muchos hambrientos de amor están dispuestos a sacrificar sus propios deseos con tal de conseguir una migaja de ternura, pero eso es quedar con hambre, porque el costo de renunciar a sí mismo resulta ser un precio muy alto.

El amor nunca pide la renuncia de sí mismo al grado de autodestruirse, eso es propio de novelas románticas absurdas que presentan una perspectiva del amor llena de irracionalidades que crean el ambiente propicio para amores tóxicos, que en vez de nutrir una vida amorosa sana, plena y feliz, termina generando relaciones de codependencia, donde prima la violencia simbólica y donde alguien termina perdiendo el rumbo y creyendo que el amor es trágico y doloroso, lo que es lo más alejado de la realidad.

Amar es un don precioso. Cuando alguien ama y es amado, no debería sentirse disminuido ni anulado, al contrario. El amor ennoblece, enriquece, propicia lo mejor, crea las condiciones para que progresemos, seamos escuchados en nuestras necesidades, y seamos mejores personas, más plenas y felices. El amor, no tiene nada que ver con la autodestrucción ni la anulación de sí mismo.

Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 11, 2019 15:30

November 10, 2019

Sufrirlo todo



La Biblia ha sido una bendición para millones de personas, pero también, ha sido una maldición en su mal uso. No se trata de utilizar textos fuera de su contexto, sino analizar qué ha querido decir el autor y cuál es el sentido de lo que enseña, para su tiempo y la aplicación posible para la actualidad.

1 Corintios 13:7 dice que amar es “sufrirlo todo”. Algunos han usado esa frase como un cheque en blanco para instar a las personas que se sacrifiquen unilateralmente por sus parejas y que soporten hasta lo indesible en áras del amor. ¿Significa un cheque en blanco para ser llenado de sufrimiento? ¿Es posible soportarlo todo?

Todo texto tiene un contexto literario cercano y uno más amplio. El cercano está compuesto por las ideas precedentes y el más amplio, por los conceptos, en este caso del autor, del libro o de la Biblia en general. En en el primer caso la Biblia sostiene que el amor es un don (1 Corintios 12:31), de hecho es mencionado como un “don superior”. Eso significa que el amor proviene de Dios, tal como señala 1 Juan 4:8. Quienes aman, de un modo u otro, representan a la divinidad. Dios pone en nosotros el deseo de amar y la facultad de hacerlo. Por eso es un don, un regalo que se recibe por obra y gracia de Dios.

Si es así, entonces, el amor siempre estará en el contexto de lo que Dios es. Dios es amor, pero también es santo, justo y bueno. Por lo tanto, todo lo que proceda del amor debe tener esas mismas características. No podría Dios pretender que el amor se viviera en otro contexto, porque se contradeciría o porque nos estaría mostrando una señal equivocada. No hay que olvidar que aún Dios pone límites en su expresión de amor, al no permitirle a sus hijos que sobrepasen ciertas fronteras que él ha establecido.

El amor no es para sufrir, pero por amor, en momentos de la vida, es posible sufrir. ¿Cómo es eso? Si alguien me maltrata y me hace sufrir, y declara amar, eso no es correcto, porque el amor no hace nada indebido, dice el mismo autor. Pero, si por amor, alguien sufre para ayudar al amado, o para acompañar en momentos difíciles, eso es otra cosa muy distinta.

Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 10, 2019 15:30

November 9, 2019

Creerlo todo



Hemos hablado de la necesidad de examinar los conceptos bíblicos no sólo en su contexto literario exacto, sino también teniendo en cuenta principios bíblicos generales, que no deben ser olvidados. La expresión “creerlo todo”, ha servido, en muchos casos, para abuso.

*Andrea se casó enamorada. Cometió el error de creer que el amor bastaría para cambiar a su esposo, un hombre jovial cuando no se enojaba, y tranquilo cuando no estaba embriagado. Ella se dio cuenta que le mentía sobre los lugares que visitaba. Él le reprochaba, “si eres cristiana, debes creerme, porque si me amas, debes creerme todo”.

*Roberto, un médico reconocido, un día llegó a casa y se encontró a su esposa llorosa y a la policía recorriendo las habitaciones. Se asustó, pero ella le informó que estaba todo controlado, que alguien había entrado a robar y se habían llevado sus joyas, varias de las cuales él le había regalado. El asunto no paró allí, a los dos meses, nuevamente entraron a robar. Allí le pareció sospechoso y comenzó a investigar más a fondo, hasta que llegó a comprender que su esposa probablemente estaba detrás de esos robos extraños, sin pruebas concretas las confrontó. Ella le reprochó que si la amaba debía creerle. Él no insistió más, hasta que un año después descubrió por casualidad, que su esposa era adicta al juego, una ludópata.

¿Amar significa creer absolutamente todo? ¿Creer implica dejar a un lado las evidencias y no pensar con claridad? ¿Dónde queda el principio bíblico de que “El imprudente cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por dónde anda” (Proverbios 14:15)?

Creer tiene límites, y aún en el amor es necesario actuar con prudencia cuando las circunstancias evidencian de que alguien no está actuando de buena fe. Es necesario creer, porque el amor se basa en la confianza, pero cuando ésta es violada o transgredida, la otra persona tiene todo el derecho del mundo a ser cautelosa y a desconfiar. El amor no es un cheque en blanco para ser engañado, ni para ser ingenuo, de otro modo. El contexto dice que el amor no hace nada indebido, y evidentemente, cuando hay amor no hay engaño.
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 09, 2019 15:30

November 8, 2019

Soportarlo todo



Un amor sin cautela puede exponer a las personas a riesgos innecesarios. El amor tiene un contexto, y es precisamente, reflejar el carácter de Dios. Si eso no ocurre, no es amor, sino una falsedad.

Laura parecía una mujer anciana, aunque no llegaba a los 50 años. Sus hijos se habían marchado, algunos muy lejos de dónde ella vivía. Hablaba en voz baja, era temerosa de expresar su opinión, cuando estaba al lado de su esposo era como una sombra, no emitía palabra, y sólo se limitaba a sonreír tímidamente. Algo extraño había en ella, pero no lograba dilucidar qué era. Su esposo una persona muy reconocida en la comunidad, resultaba ser todo lo contrario, una persona expresiva, risueña, segura de sí misma y muy respetada. Algunos decían que era todo lo contrario de su esposa, y tenían razón.

Un día Laura apareció en nuestra casa a las dos de la mañana. Nadie hace visitas a esa hora, a menos que sea algo urgente. Llegó temblorosa, venía con ropas muy delgadas, aún cuando hacía un frío que calaba los huesos. Apretaba un pañuelo entre sus manos y temblaba, al principio pensé que de frío, luego entendí que era porque estaba nerviosa.

Esa noche nos contó a mi esposa y a mi una historia de terror. Abuso físico, sexual y emocional. Chantajes, control de dinero, impedimento de ver a sus hijos, aislamiento social, humillaciones, y una serie de conductas que contrastaba con el perfil público de su esposo. Nos trajo pruebas, escritos ofensivos, un video que había grabado en secreto, cartas de sus hijos donde le reprochaban que se mantuviera con él. Nos rendimos ante la evidencia. Entendimos que estábamos ante un monstruo que se disfraza de cristiano cada fin de semana para engañar a otros y abusar de su esposa.

¿Soportarlo todo? No, el soportar que estaba pensando Pablo se refería a personas que están dispuestas a ponerse a sí mismas a un lado, por amor, que ofrendan sus vidas por amor. Pero no se refiere, a dejar que otra persona, nos abuse, nos maltrata, nos humille, nos haga perder nuestra dignidad, o nos convenza que somos basura. El amor tiene límites, el primero es que el amor no hace nada indebido (1 Corintios 13:5).
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 08, 2019 15:30

November 7, 2019

Benigno



Milena Jesenka, quien fuera la pareja del célebre escritor austriaco Franz Kafka (1883-1924), escribió: “La tarea del matrimonio es tolerar la naturaleza del otro, es tolerar que el otro se sienta libre para ser justamente lo que es”. En otras palabras, es permitirle al otro ser diferente. El matrimonio no debería ahogar la libertad, al contrario.

Amar exige inteligencia. Para muchas personas la palabra “inteligencia” y “amor” no debería estar en la misma oración, pero la realidad es que si se vive un amor no inteligente las personas terminan asesinando precisamente el amor. Las emociones y sentimientos son malos consejeros, es preciso que la vida humana sea guiada por la razón. La emoción sirve de expresión, pero no puede ni debe ser la base sobre la que se construye una relación sana.

Una persona sabia no ahoga a su pareja. No la esclaviza ni la mete en una celda, porque por muy cómoda que sea una cárcel, sigue siendo un lugar que priva de la libertad de ser. El matrimonio no es un reclusorio donde renunciamos a nuestras aspiraciones personales y conformarnos con ser el espejo de nuestro cónyuge. El estar casado no nos priva de nuestra individualidad, al contrario, cuando hay amor se potencia la diferencia, porque los que aman, saben bien que el equilibrio de la relación se consigue en el entendimiento que son las diferencias las que los equilibran.

No me gusta la palabra “esposo” o “esposa” porque alude a “amarrarse”, y esa perspectiva limita el verdadero sentido de la relación de pareja. Las personas sabias no amarran a alguien a su vida, unen su vida a la de otro ser humano, en una amor sano que no significa renuncia a sus metas, sueños, aspiraciones o gustos personales.

La palabra que mejor expresa el sentido real del matrimonio es “compañero”, que lleva en sí el sentido de “acompañar”, “estar junto a”, “caminar juntos”, “compartir” y “ser compañía el uno para el otro”. Eso tiene más sentido, porque el amor de pareja implica la decisión voluntaria de acompañar a otra persona en el entendido que también será acompañada. Sólo así puede florecer un amor sano y nutritivo, es decir, benigno, bueno, agradable.
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 07, 2019 15:30

November 6, 2019

El amor no es fusión



El joyero o el orfebre toma diferentes piezas de oro, los ponen en un crisol, y los someten a altas temperaturas, algunos crisoles pueden soportar hasta 1500 grados. Poco a poco, las piezas que eran diferentes, se van fusionando hasta ser una sola pieza que el artesano maneja a su antojo para lograr la nueva pieza que desea lograr.

Por una mala comprensión y utilización del texto de Génesis 2:24, muchos creen erróneamente que la pareja debe fusionarse “hasta llegar a ser uno”. Esa idea es equivocada y fuente de múltiples sufrimientos, que terminan por intoxicar las relaciones de pareja.

El amor no es fusión. Es una relación donde los miembros de la pareja siguen siendo individuos, cada uno con sus propias metas, aspiraciones, proyectos de vida, ilusiones, sueños... el amor lo que hace es potenciar lo que anhelan, y ayudar a que el amado logre lo mejor de sí.

En la práctica, socialmente, muchos varones pretenden que sus esposas renuncien a sus sueños personales por ellos, pero muchos maridos no están dispuestos a hacer nada para sus esposas o parejas, logren ser plenas y felices. Son tan autorreferentes que creen equivocadamente, que sus esposas sólo serán felices si viven en función de las aspiracione de él como varón.

El machismo y el sexismo convierte a las mujeres en meros agregados al proyecto de vida del varón. Algunos mal interpretan el “ayuda idónea” y piensan que son las mujeres llamadas a ayudar al marido y nunca al revés, cuando el texto bíblico no habla de unilateralidad, sino de reciprocidad. Los dos se ayudan mutuamente, de otro modo, no es una pareja, sino una relación dispareja y, además, esclavizante.

Los joyeros saben que algunos metales no se pueden fusionar porque son diferentes, así que lo que suelen hacer es piezas de arte, con metales y piedras preciosas distintas, dándole al todo una armonía que está precisamente en la diferencia.

La fusión significa pérdida de individualidad, y eso no es lo que Dios planeó cuando formó a la pareja.
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 06, 2019 15:30

November 5, 2019

Comunión de diferencias



Es de perogrullo, pero las personas son diferentes. El gran error es no admitir dichas diferencias o querer anularlas. Cuando eso sucede al interior de una pareja, eso es trágico. No sólo está el hecho de que son personas con diferentes opciones de vida, es necesario entender que proceden de familias, contextos, realidades muy diferentes uno del otro. Cada individuo tiene una historia particular, padres, hermanos, amigos, familia diferentes, que hacen de cada persona alguien único y distinto.

El peligro de creer que el matrimonio es fusión termina por dañar, porque anula la individualidad, lo que a la larga resulta ser un costo demasiado alto sólo por tener pareja. A algunos les lleva toda la vida darse cuenta que no vale la pena renunciar a su individualidad por amor.

Battista Borsato, en su libro El amor inteligente en la vida de pareja señala lo que es la esencia de una buena pareja: “el matrimonio es una comunión de dos personas que son diferentes, que se aman porque son diferentes” y agrega “es una comunión de dos libertades, de dos sistemas de valores, de dos diferencias, de dos proyectos que se acogen y se definen mutuamente” (Borsato, 2001:11).

Esa es la esencia. Dos diferencias que se acogen y se protegen mutuamente, para que cada uno se sienta protegido en el amor mutuo. Suelo decir a los jóvenes y señoritas, que no busquen como pareja a alguien que se les parezca, sino a alguien que respete su individualidad, y que sepa entender que es una vida distinta a otras.

Cuando se pretende una fusión, siempre una de las partes termina frustrada y con la sensación de haber perdido algo más esencial que su libertad. Esa sensación de haber sacrificado en el altar de la unidad la individualidad y la esencia de su propio ser, lo único que logra es una sensación de fracaso y humillación.

El amor ayuda al otro a ser mejor de lo que es. Lo impulsa a hacer que su diferencia realmente sea potenciada y apreciada.
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 05, 2019 15:30

November 4, 2019

Libertad a los oprimidos



Se entregó al amor con todas sus fuerzas. Puso todo el empeño en vivir de tal forma que su amado experimenta lo mejor de ella. Sin embargo, poco a poco, él, a quien tanto amaba empezó a cambiar. Lo que en un comienzo era una aventura llena de expectativas y alegrías se convirtió en una rutina aplastante con muchos episodios de agresión verbal. Con el paso de los días era más y más desconcertante.

Quisiera que esta experiencia real fuera una excepción, pero, lamentablemente es un cuadro repetido en cientos de parejas y muchas de ellas cristianas. El amor no implica violencia. Amar no significa tener que soportar la descalificación, el maltrato, el abandono y la crueldad. Aún el amor tiene un límite.

La Biblia tiene textos de terror que incluyen violación, vejaciones, descalificación, ninguneo, y cientos de situaciones que incluso hoy serían calificadas de delito y que tendrían que ser perseguidas policialmente. El hecho que estén en la Biblia no las convierte en lícitas, simplemente, señala que el sexismo, el androcentrismo y en general el espíritu patriarcal existe desde hace mucho tiempo, es en cierto modo, connatural a la condición pecaminosa del ser humano.

Cristo vino a “poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18) a darle una salida digna a quienes han sido maltratados y perseguidos. En más de alguna ocasión he escuchado de sexistas cristianos consumados que Jesús nunca se refirió a la esclavitud y mi respuesta ha sido: “Entonces, ¿estamos autorizados a tener esclavos?”. Jesús tampoco habló de política, ni se refirió a los problemas raciales, ni habló de injusticia social, pero es infantil suponer que los principios que estableció no incluían todos esos temas.

Otros me han dicho del único tema que debemos hablar es de salvación, todo lo demás no importa. Ese argumento aparte de ser sesgado es cruel, le estamos diciendo a la gente que el evangelio no produce cambios sustentables en el contexto social donde ellas viven.

Si alguien dice ser amado pero es maltratado, sepa que eso no es amor y aunque ame no tiene nada que hacer en una relación de ese tipo.
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 04, 2019 15:30

November 3, 2019

Una carga para sí mismo



He escuchado demasiadas veces: “Ella lo eligió, pues ahora que se aguante”, palabras crueles dichas por personas cristianas sin ninguna empatía por el que sufre. No sólo no le dan salida a las víctimas sino que además ponen sobre ellas una carga difícil de llevar.

Una mujer me escribió hace un tiempo y me decía:

—Fui donde el pastor, le conté los maltratos que mi esposo nos propinaba a mi y a nuestros hijos. Le mencioné que consideraba que él no podía tener cargos en la iglesia, y le pregunté qué debía hacer. Su respuesta fue tajante.

—Lo del liderazgo en la iglesia es algo que nosotros resolvemos. Usted está obligada a quedarse con él, usted está casada y no puede irse, eso sería un pecado ante los ojos de Dios. Además, piense bien si hay algo en lo que usted también es responsable de los arrebatos de su marido.

—Me quedé muda. No sólo me condenaba a quedarme con un hombre violento sino que además, indirectamente me culpabilizaba de su actitud.

He escuchado esta misma historia cientos de veces. El amor no justifica quedarse en una relación donde están en peligro la integridad física, emocional, sexual, espiritual y psicológica. Un maltratador no cambia por persuasión. Todos los estudios que se han hecho sobre cambio en la conducta abusiva y violenta muestran que a menos que los violentos reciban las consecuencias legales y sociales de su accionar no reaccionan ni logran dimensionar el mal que realizan.

Quedarse al lado de una persona violenta no es un acto de amor, eso es presunción y no tener respeto por sí mismo. Tenemos que salvaguardar nuestra dignidad y también ser capaces de darnos cuenta cuando alguien no quiere cambiar.

Ni Dios puede transformar la vida de un pecador que se niega a recibir la bendición de la transformación divina. Dios no obra a la fuerza en la vida de quienes no lo desean. Si Dios no puede, ¿por qué debería yo?
Del libro inédito Lazos de amor Copyright: Miguel Ángel Núñez
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Published on November 03, 2019 15:30