Félix A. Bas's Blog, page 71

Crítica: LOS LOBOS

La búsqueda de una vida mejor hace que una mujer y sus dos hijos lleguen a Alburquerque desde México. Sin embargo, pronto verán como nada es fácil en el país de las oportunidades. Trabajo y vida dura, un universo imaginario y un aprendizaje continuo. Todo por un sueño: Disneyland. Esta semana hemos visto: LOS LOBOS. LOS LOBOS está dirigida por Samuel Kishi, quien retrata la dura vivencia de una mujer, Lucía (Martha Lorena Reyes) y sus dos hijos (Leo y Max), quienes llegan a un nuevo país sin dominar la lengua, con el único fin de tener una vida digna y mejor. Para eso han de alquilar una casa, los primeros problemas para hacer frente a las altas exigencias económicas de los caseros se entremezcla con la precariedad laboral y la zona marginal en la que se ubica esta. Una vez afincados, los niños han de aprender por su cuenta, gracias a las lecciones que su madre les deja en una grabadora. Ineficaz a todas luces, pero la promesa de ir a Disneyland es demasiado golosa para ellos. La película retrata la inmigración, su duro proceso de afincamiento, su etiquetado y todos los obstáculos por los que ha de pasar, no solo la madre, sino también unos hijos a los que ni siquiera puede llevar a la escuela. ¿Cuál es el fin de esos hijos? Las bandas callejeras, atentas a la captación de nuevas almas dispuestas a hacer lo que sea con tal de escalar en la pirámide social en la que andan hundidos. Con una madre trabajando de sol a sol, los dos niños en una habitación intentan mantenerse a base de reglas e ilusión, pero es insuficiente. Tanto es así que la rebeldía del mayor les cuesta algún que otro disgusto. Los primeros planos de la madre y el retrato social de los inmigrantes es tan real que es imposible que no duela. Un mensaje para navegantes en unos tiempos en los que la tolerancia y el respeto al prójimo brillan por su ausencia. En definitiva, LOS LOBOS es una gran película sobre inmigración. Un aprendizaje duro, una lección de futuro, de respeto por una lucha continua; la batalla por la vida, por hacerse hueco, por respirar y no ahogarse, por sacar adelante a unos hijos que tienen un futuro por delante y de quienes se esperan que lo hagan mejor. Porque, tarde o temprano, todo el mundo pueda viajar a Disneyland y cumplir sus sueños. Porque los inmigrantes también los tienen. Ni se os ocurra perdérosla.

Crítica: ONWARD

Qué sorpresas se lleva uno con la animación. Parecía un proyecto menor, pero se convierte en un soplo de aire fresco y rolero que le viene genial a Disney Pixar para sacudirse de tanta secuela. Una aventura de fantasía urbana con elfos, aventuras, dragones por la búsqueda de algo tan importante como compartir tiempo con un padre. Esta semana hemos visto: ONWARD. ONWARD está dirigida por Dan Scanlon, con todo el músculo de la animación de Disney-Pixar. No es una obra maestra, pero sí que tiene esa libertad de una primera película que realmente la hacen divertida e interesante. Funciona bien a nivel cómico, pues se fusiona la magia con lo urbano en un mundo de elfos, hadas que no vuelan o mantícoras que tienen un restaurante. Superados por los avances tecnológicos, la magia es meramente residual hasta que un par de hermanos elfos, uno de ellos un frikazo del rol de cuidado, necesitarán de esta para volver a ver a su padre. Solo será por 24 horas, pero el hechizo que utilizan falla y para concluirlo, y poder disfrutar de algo que no solo sean las piernas de su padre, tendrán que emprender una aventura tan rolera que conseguirá atrapar a los más pequeños, y también a los interesados en el tema de la fantasía y del rol, por supuesto. A la búsqueda de una Piedra Fénix que llevará a ambos hermanos a situaciones de lo más cómicas y desafiantes, establenciendo entre ellos una relación peculiar y llena de peligros. En ningún momento se hace pesada, los gags funcionan bien y la animación, como siempre, es impecable. Por lo tanto, poco más que decir. En definitiva, ONWARD es una película que rompe con lo que Disney-Pixar han estado haciendo últimamente. Es una obra arriesgada, pero que funciona a la perfección. Es cómica, aventurera y llena de fantasía y gags graciosos que gustará tanto a pequeños como a mayores. Quizás haya pasado desapercibida por cartelera debido a la crisis y al confinamiento, pero hay que darle una oportunidad. ¡No os la perdáis!

Crítica: ADÚ

Volvemos de la cuarentena, por fin, con una película que se me había quedado colgada y que no me ha acabado de cuajar. Tres historias algo desdibujadas y sin demasiada potencia que tratan de un tema muy manido como el de la inmigración. Porque todo el mundo quiere un mundo mejor, pero, ¿a qué precio? Esta semana hemos visto: ADÚ. ADÚ está dirigida por Salvador Calvo y, entre otros, la protagoniza Luis Tosar y Anna Castillo. Ambos son potentes, pero no tienen tiempo ni lugar para que eso ocurra, pues se narran tres historia enlazadas que carecen de la fuerza necesaria para impactar. Por una parte tenemos la valla de Melilla, en la que un hombre muere y tres guardias civiles han de declarar para salvar sus puestos de trabajo. Justicia, lo llaman. Por otra, el personaje de Luis Tosar y Anna Castillo, padre e hija, esta drogadicta, que no se sabe bien qué va a hacer allí y que es más bien prescindible, únicamente para enlazar su historia con la de Adú, el verdadero protagonista. El niño ha de huir de Camerún junto a su hermana, tras verse atacados por traficantes de marfil. Su periplo le hará pasar por Dakar y Marruecos, y por el camino se encontrará y perderá a diferentes personas que marcarán una odisea. Esa parte de la película es la más potente y, aun así, no me convence del todo. Quizás he visto más películas del estilo que me han impactado mucho más. El caso es que retrata la vida de un inmigrante, qué les lleva buscar un mundo mejor y todo lo que pueden encontrarse por el camino. Y no es poco precisamente. Una vida de sufrimiento que contrasta con la de las otras historias paralelas del primer mundo. En definitiva, ADÚ es una película que conciencia, pero personalmente creo que le falta desarrollo en los personajes que no son el propio Adú. Se desdibuja mucho el trabajo de Tosar y Castillo y al final quien mucho abarca poco aprieta. En algunas partes se hace algo tediosa y larga. Podría trabajarse en clase con los alumnos, pero hay muchas más del estilo que son más impactantes. Echadle un vistazo.

Crítica: SÚPER EMPOLLONAS

Ha habido muchas comedias generacionales que nos han marcado, algunas siempre perdurarán en nuestra memoria, como esta lo hará en la de los jóvenes que puedan disfrutarla. Comedia juvenil, autodescubrimiento y cierre de etapa son algunas de las propuestas de esta película. Esta semana hemos visto: SÚPER EMPOLLONAS. Booksmart está dirigida por Olivia Wilde, quien nos retrata el fin de una etapa para dos amigas, que obviamente son unas empollonas y se han perdido todas las fiestas. Dispuestas a recuperar lo perdido, deciden acudir a la última, antes de su graduación, y así poder darlo todo, además de solucionar algún asunto pendiente. Las dos amigas, interpretadas por unas acertadísimas Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein (esta última nominada al Globo de Oro a mejor actriz de comedia) son uña y carne. Tanto es así que deben afrontar el cambio radical en sus vidas. Lo que para una generación fue American Pie, o Súpersalidos, para esta generación lo será SÚPER EMPOLLONAS. Es una alocada comedia juvenil que trata muchos temas de forma transversal: sexualidad, homosexualidad, tolerancia, respeto, amistad, compañerismo y un largo etcétera. Tiene gags realmente divertidos y nos muestra una adolescencia que, pese a que lo mucho que avanza la sociedad, siguen teniendo los mismos problemas y miedos que cualquiera a su edad. Un aprendizaje que visionamos a lo largo de la película en ambas protagonistas, que como he mencionado antes, están a un gran nivel interpretativo, gran deshinibición y naturalidad, que es lo que necesita una película así. En definitiva, SÚPER EMPOLLONAS os hará pasar un rato divertidísimo. Humor adolescente de hoy y de siempre, fiestas preuniversitarias en mansiones, drogas, sexo y música a todo volumen, pero con lecciones de vida que se aprenden a esa edad. Y todo desde el sofá de casa, ¿qué más queréis? No os la perdáis.

Crítica: DIAMANTES EN BRUTO

Quién iba a decir que ver a Adam Sandler en un película no cómica iba a valer la pena. Pues lo hace, y mucho, en lo que es ya su mejor trabajo. Merecía una nominación a premios importantes. Una película adrenalítica que habla de que la vida aprieta y ahoga. Esta semana hemos visto: DIAMANTES EN BRUTO. Uncut gems está dirigida por Ben y Joshua Safdie, y nos llevan a Nueva York, a un exclusivo barrio de joyerías. Howard Ratner (Adam Sandler) regenta una de ellas, y desde un primer momento vemos el trasiego de gente que entra, sale, vende y compra, y cómo él se dedica a utilizar dichos objetos para intentar sacarles el máximo rendimiento posible. Eso sí, por detrás tendrá que vérselas con más de un acreedor violento que exige el pago de sus deudas mediante situaciones poco convencionales. Adam Sandler es sin duda el nombre propio de la película. Sin duda, es su mejor película, y lo hace interpretando a un hombre frenético y exagerado, con agujeros en las manos y una habilidad para la oratoria que, de alguna manera, le hace ganar minutos de vida. Es un vendedor nato, pero los negocios no se le acaban de dar bien. Apuesta, es un mujeriego y su vida es un completo caos. Y eso se logra ver en cada plano de la película. Los hermanos Safdie han logrado crear un filme lleno de vértigo que acelerará el pulso al espectador y lo atará a la butaca hasta el final, cuyo desenlace es una bomba. En definitiva, DIAMANTES EN BRUTO es una gran película, una de las mejores del año en mi opinión. La podéis encontrar en Netflix y, de paso, disfrutar de Adam Sandler, quien ha logrado salir de la comedia para hallar su mejor interpretación. Julia Fox se estrena como actriz de reparto y también contamos con la inestimable colaboración del jugador de los Boston Celtics de la NBA Kevin Garnet. Ni se os ocurra perdérosla.

Crítica: HOGAR

Qué bien viene Netflix durante el confinamiento. Y más si lo hace con propuestas como la que os presento a continuación. Un thriller psicológico que se toma su tiempo para presentar a un personaje que quiere recuperar lo que ha perdido. Esta semana hemos visto: HOGAR. Hogar está dirigida por los hermanos Álex y David Pastor, y su protagonista no es otro que el gran Javier Gutiérrez. Él es un afamado publicista que desde hace un año está en el paro. Debido a ello, su mujer (Ruth Díaz), él y su hija han de mudarse y dejar su pisazo, algo que a él le afecta profundamente. Tanto es así que un día encuentra las llaves de su antigua casa en el coche y decide acudir. Ahora vive un matrimonio joven (Mario Casas y Bruna Cusí) con su hija pequeña, aparentemente son personas de éxito, y eso a él no parece sentarle del todo bien. Javier (así se llama el protagonista, no han sido demasiado innovadores), decide infiltrarse en la vida de la pareja. Y esto nos suena mucho a la gran Parásitos, aunque no tiene tanto trasfondo social. Llega a meterse de tal manera en el matrimonio que, como imaginaréis, acaba convirtiéndose en un suceso tras otro de acontecimientos que lo convierten en un verdadero manipulador. Lo mejor, sin duda, es la interpretación de Javier Gutiérrez, y aunque la película te atrapa, puede hacerse algo lenta. Además, el espectador ve venir la conclusión y se imagina por dónde pueden acabar los tiros, aunque de igual forma acaba siendo muy impactante. En definitiva, HOGAR es una buena película. Netflix nos salva el día y nos ofrece un buen thriller que nos mantendrá pegados a la TV. Una historia de envidia y manipulación muy interesante que nos deja entrever hasta dónde es capaz de llegar un hombre con tal de recuperar su anterior vida. No os la perdáis.

Crítica: EL HOYO

Una de las distopías más entretenidas e inhumanas que podemos ver es obra de Galder Gaztelu-Urrutia, quien con su atrevida propuesta nos lleva a la reflexión profunda, y más en estos días que corren. Esta semana hemos visto: EL HOYO. Galder Gaztelu-Urrutia consigue, en su primera película, llevarse 3 nominaciones a los Goya. Mejor director novel, mejor guión original y mejores efectos especiales (que ganó). Un más que brillante comienzo para el director, quien ha hecho todo un peliculón y nos mete de lleno en su propuesta distópica. Se trata de un hoyo inmenso, de no se sabe cuántas plantas, y en cada una de ellas viven dos personas. Desde arriba se baja una inmensa mesa atiborrada de comida que, conforme baja los pisos, va decreciendo. Como imaginaréis, los pisos de abajo no tendrán nada que llevarse a la boca, y han de pasar un mes hasta que cambian de piso de nuevo. Hay que remarcar el gran trabajo de los actores que aparecen, desde luego. Un hombre (Iván Massagué), despierta en uno de esos pisos, y el tutorial se lo imparte un anciano compañero (Zorion Eguileor), quien le enseñará lo básico para sobrevivir... y también lo oscuro del ser humano. También convivirá con una mujer (Antonia San Juán) que trata de hacer las cosas bien, de repartir, etc., pero es para darse cabezazos contra la pared, puesto que el hambre impera y la humanidad se despedaza ante la comida. Por último, también con un hombre agresivo (Emilio Buale), con quien batallará para hacer entender a los del hoyo qué es lo realmente importante. Cuando se está arriba se piensa demasiado, pero cuando se está abajo la supervivencia es lo que hace que nos movamos. En definitiva, EL HOYO es una película muy original, con mucho contenido gore e impactante, a veces extrema y con un comienzo fulgurante. Hace pensar y reflexionar mucho sobre el tipo de sociedad en el que vivimos. En estos tiempos que corren, somo personas que acumulan riqueza y reparten las sobras o, por el contrario, esperamos los restos que los de arriba nos echan. Aún así, por muy difícil que todo sea, siempre hay esperanza. Vale la pena verla, pues es una de las mejores películas españolas del año. No os la perdáis.

Crítica: BLOODSHOT

Sabiendo qué películas hace, cómo las hace, y que tien por contrato que no puede jamás perder una pelea, sabemos a lo que vamos cuando nos decidimos a ver una película protagonizada por Vin Diesel. Acción basada en el cómic Valiant. Esta semana hemos visto: BLOODSHOT. Bloodshot está dirigida por Dave Wilson, y tiene como protagonista a un soldado, Ray (Vin Diesel), que muere y gracias a la nanotecnología logran hacer de él una arma de destrucción masiva. Por el camino, sin embargo, tendremos amnesia, manipulación y un sinfín de efectos especiales que, al menos, están bien llevados y se agradecen. También tenemos a un comando de apoyo, con Eiza Gonzalez a la cabeza, quien se encarga de poner el cuerpo y los morritos, pero que es absolutamente prescindible, puesto que es Vin Diesel el protagonista y no deja nada a nadie. BLOODSHOT tiene buenas ideas, el tema del exoesqueleto y los efectos especiales son interesantes, visualmente es atractiva y las secuencia de acción están bien llevadas. Aquí el problema radica en que en ocasiones se hace algo pesada, sobre todo cuando Vin Diesel tiene que abrir la boca. Y ahí está el principal problema, es precisamente él, puesto que habrá gente que esté saturada, como un servidor, y cuando ve a este hombre apaga el cerebro y se limita a ver qué pasa. El caso es que podríar ser una secuela de Fast and Furious sin coches y nadie se habría inmutado, puesto que hace siempre del mismo personaje. En definitiva, BLOODSHOT es una película de acción normal, con sus efectos especiales y algunos montajes hechos por ordenador que son muy elaborados. Sin embargo, también es un filme para lucimiento de Vin Diesel, quien ni siquiera se esfuerza por esquivar balas, bombas y todo lo que se venga encima. Hay algunas lagunas de guion y situaciones que no encajan, pero cuando vas a ver estas películas imagino que es lo último en lo que se piensa. Echadle un ojo si no tenéis nada mejor que hacer.

Crítica: THE GENTLEMEN. LOS SEÑORES DE LA MAFIA

Una película bien trabajada, con unos personajes carismáticos y un ritmo trepidante, además de tener un humor interesante y un guion sólido. Qué queremos más para una película de mafia en la que las puñaladas por la espalda están a la orden del día. Muy interesante y divertida. Esta semana hemos visto: THE GENTLEMEN. LOS SEÑORES DE LA MAFIA. The gentlemen está dirigida por Guy Ritchie, quien no duda en ofrecernos una película de mafia que va y viene, hacia delante y hacia atrás, y que por lo tanto nos obliga a mantener la atención constante en todo lo que se dice o sucede. En esas estamos cuando un investigador privado (grande Hugh Grant), aparece en casa del consiliere (Charlie Hunnam) para revelarle información y, por ello, llevarse un buen pellizco. El caso es que el capo de la marihuana británica (Matthew McConaughey) quiere vender su imperio al mejor postor, y un multimillonaria de Oklahoma parece serlo. Quiere descansar y vivir la vida junto a su elegante mujer (Michelle Dockery). Pero lo que pretendía está lejos de ser lo que sucederá, puesto que los chinos también irán detrás (Henry Golding), e incluso una banda de gángster de gimnasio, encabezados por un peculiar líder (Colin Farrell), también harán de las suyas. El caso es que THE GENTLEMEN aglutina una gran cantidad de personajes, todos ellos con un carisma sin igual, que hacen de la película algo digno de verse. Hugh Grant y Colin Farrell están tremendos, pero es que el guion, aunque pueda hacerse farragoso, es todo un reto para el espectador. Hay acción, sí, pero lo mejor son sus diálogos y sentido del humor, muy al estilo Tarantino incluso. En definitiva, THE GENTLEMEN. LOS SEÑORES DE LA MAFIA, es una película muy disfrutable para fans del género, pero también para el espectador casual. Guy Ritchie ha hecho una gran película con un reparto amplio y que, ante lo que suele ser común, funciona a las mil maravillas. Nos lo pasamos en grande, es divertida y muy entretenida, así que no podemos pedir más. No os la perdáis.

Crítica: ESPECIALES

Hoy os presento una película que, desde ya, ha de formar parte de la videoteca de cualquier profesional de la educación. Una triste realidad en una entidad sin ánimo de lucro que se encarga de los casos más difíciles de jóvenes adolescentes autistas. Obligatoria. Esta semana hemos visto: ESPECIALES. Hors normes está dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano, quienes desde el primer segundo se encargan de mostrarnos una cruda realidad para aquellos jóvenes autistas de casos extremos. Estos no tienen salidas, pues el mundo no está preparado para ellos, pero una organización sin ánimo de lucro (Vincent Cassel) trabaja con una red de educadores (Reda Kateb), y mantienen desde hace muchos años una sinergia que queda fuera de lo estrictamente legal. El espectador asistirá a una muestra de diferentes perfiles del espectro autista de extrema gravedad, que les llevan a correr, pulsar alarmas, pegar, morder, autolesionarse y un largo etcétera que, como no puede ser de otra manera, superan a sus familias y a buena parte de las organizaciones "legales" que se pueden ocupar de dichos perfiles. La película se plantea desde dos trasfondos principales. El primero trata de las diferentes situaciones que se dan con los chicos y el impacto que genera en sus educadores y cuidadores. Y una segunda es la que se da cuando los inspectores indagan por la legalidad de dicha organización. La conclusión final, por dura que parezca, es que aunque sea ilegal, se ven incapaz de cerrarla, pues los chicos se quedarían sin nada ni nadie que les cuidara, pues nadie está dispuesto a hacerlo. De hecho, su final sería acabar encerrados en una habitación, atados de pies y manos. ESPECIALES nos muestra, sin embargo, que esos chicos pueden tener una salida, una evolución y una vida más allá de cuatro paredes que les protejan de ellos mismos. Un sinfín de paciencia, de duro trabajo, de metodologías basadas en deporte, animales o simplemente de estar ahí, de aportar emocionalmente y de acompañar. Vemos como sus protagonistas, están enfocados al cien por cien en un trabajo que les sobrepasa y les deja sin apenas vida social. Quien tenga experiencia con estos casos enseguida quedará atrapado por la dureza de lo que se narra, pues hay casos que son verdaderamente graves. Es una película dura, que narra la realidad de los hechos que suceden en Francia con dichas organizaciones. Es a veces indignante, pero también tiene un potente eco social que hay que aprovechar. En definitiva, ESPECIALES es una película obligatoria para cualquier profesional de la educación. También ha de verse en clase, debatirla y visibilizar estos casos que, sí, son especiales, pero que se dan y no hay que ocultar. Hay salida, hay profesionales preparados, pero no hay recursos. Hay familias destrozadas y superadas, y necesitan salidas. No os la podéis perder.