Félix A. Bas's Blog, page 102

June 12, 2017

Crítica: NORMAN, EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO

Tenemos ante nosotros la mejor actuación de Richard Gere hasta la fecha. No era muy difícil, pero la figura tragicómica de un personaje embaucador, que percibe el poder y allí se planta. Una historia llena de moralejas, corrupción y cadena de favores en las que estar conectado, como en la actualidad, es fundamental, aunque solo sea para posturear. Esta semana hemos visto: EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO.
Norman: The moderate rise and tragic fall of a New Yorker fixer, así es como se llama la película original, al menos la han podido acortar algo y encima nos quitan el spoiler, trata de un hombre de edad avanzada, el típico que podría tirarse las horas muertas caminando, haciendo yoga o aprendiendo nuevas tecnologías. Pero no, Norman (Richard Gere) es un embaucador al que le gusta estar cerca del poder, un charlatán de cuidado al que no parecen irle demasiado bien las cosas. Eso hasta que se topa con el que va a ser el futuro primer ministro israelí (Lios Ashkenazi), que le catapultará a una red social a la que jamás había conseguido entrar, teniendo también que adaptarse al cambio para afrontar lo que se viene encima.
Joseph Cedar, su director, demuestra buena capacidad para rodar una película que termina por hacerse larga y que, como reza su título original, es precedible. Sin embargo, el elenco de actores mantiene a buen nivel todo el filme. Y es que a Richard Gere también le acompañan Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg, Dan Stevens, Steve Buscemi... En fin, unos cuantos que acompañan a su protagonista mientras este hace que el espectador sienta empatía, pena e incluso le caiga mal. Todo eso es producto del buen hacer de Richard Gere, en la que es sin duda su mejor interpretación. Vale que el protagonista de Pretty Woman no tenga nada demasiado potable en su currículum, pero en NORMAN, EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO está sencillamente sublime y lleno de matices.

Y es que la vida de un conseguidor no es fácil, pues Norman le pone mucho esfuerzo en no se sabe bien qué para llegar a figuras de poder y obtener favores, o más bien facilitarlos. Unas relaciones que se van ampliando cuando conoce al hombre más importante de Israel, abriéndole una cartera de figuras conocidas que comenzarán a calar a Norman y que incluso acabará por hacer estar un conflicto político a causa de la corrupción, aceptación de regalos y demás. Algo por lo que la peli pasa de puntillas pero que ayuda a empatizar más con Norman y los valores de hoy en día: si no tienes contactos no eres nada, fidelidad, amistad, hacer el bien, etc.
En definitiva, NORMAN, EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO es una buena película, quizás no con el ritmo que a muchos gustaría, pero se toma su tiempo y entretiene. Una película diferente, con la que pensar sobre la sociedad de hoy en día, sobre lo fácil o difícil que es impostar un personaje (y sino decídselo al pequeño Nicolás) y sacar tajada de ello. El ego, el protagonismo, la foto del día, el postureo... En fin, si sois de los que os morís por obtener likes o seguidores, os recomiendo que la veáis, quizás aprenderéis acerca de lo efímero y la poca importancia que debéis darle a todo eso. No os la perdáis.
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Published on June 12, 2017 13:08

June 7, 2017

Crítica: MIL COSAS QUE HARÍA POR TI

Un domingo cualquiera sin nada que ver, acudo a una comedia española, no puede fallar, pero sin embargo lo hace. Dani pierde el Rolex que su prometida le ha comprado, y esta, decepcionada, rompe con él. En su afán por recuperarlo para retomar la relación, el chaval acudirá a su amigo, aspirante a psicólogo, que le meterá en una historia que se enreda por sí misma con unos gags que apenas funcionan y que, en definitiva, decepciona. Esta semana hemos visto: MIL COSAS QUE HARÍA POR TI. No llevaba aspiraciones de ningún tipo, no esperaba una maravilla, pero tampoco lo que me encontré. El guión, como habéis leído, no es ninguna maravilla, pero su director, Dídac Cervera se atreve a romper la cuarta pared, es decir, que los protagonistas se dirigen directamente la espectador. Inicialmente no es una mala idea, a Woody Allen le sale bien, pero el abuso es tan constante que llega incluso a cortar el ritmo. Podemos decir, pues, que MIL COSAS QUE HARÍA POR TI se boicotea a sí misma tratando de imitar lo inimitable, por lo que se queda en una película que querréis olvidar nada más salir de la sala. Lo mejor de MIL COSAS QUE HARÍA POR TI, sin duda alguna, son Carmina Barrios y Jordi Vives. Ambos son madre e hijo, esta es una prestamista mafiosa llamada La Malagueña y su queriendo seguir sus pasos, sin embargo eso de la extorsión no se le da muy bien. Quizás en los pocos momentos en los que me he podido reír y le he encontrado la gracia al asunto. Por lo demás, los gags son previsibles y apenas tienen gracia, rozando a veces límites que lo llevan a un vacío de donde no acaba de salir nunca. Aún así, se agradece el intento y hay que decir que funciona bien cuando más se exagera y se roza lo absurdo, que es más bien en pocas ocasiones y casi siempre con Carmina Barrios y Jordi Vives presentes. El guión se retuerce creando tramas innecesarias que llevan a los personajes a dar tumbos y al espectador a aburrirse, algo que en una comedia es pecado mortal. En definitiva, y para no alargarme más, si queréis ver MIL COSES QUE FARIA PER TÚ, vaciad las mentes si vais a verla, pues a poco que querráis extraer de ella algo os llevaréis una decepción. Se le ha de reconocer valentía, pero el producto final queda muy por debajo de comedias nacionales que ya de por sí rozan la línea de lo comestible. No vayáis a menos que os hayáis visto toda la cartelera, y aún así igual mejor invertir en dinero en otra cosa. Una pena, pero estáis avisados.
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Published on June 07, 2017 13:14

June 5, 2017

Crítica: LA PROMESA

Corren los años 20, en el final del Imperio Otomano se produjo el genocidio Armenio que aún todavía sigue sin ser reconocido por los Turcos. Una película larga, sin grandes alardes que gustará a los fans de lo histórico, y entre medio un triángulo amoroso protagonizado por actores tan solventes como Oscar Isaac, Christian Bale y Charlotte Le Bon. Esta semana hemos visto: LA PROMESA. Michael (Oscar Isaac) es un estudiante de medicina que paga las tasas en la universidad con la dote de su suegro, sin embargo, estudiar en Constantinopla siendo Armenio va a costarle caro a él y a la familia que tiene allí. El genocidio Armenio se ha visto silenciado, algo que hay que agradecer al director Terry George por darle visibilidad. Michael conocerá a Ana (Charlotte Le Bon), una armenia que ha visto mucho mundo y de la que se enamora. Sin embargo, esta sale con el periodista estadounidense Chris Myers, corresponsal de guerra en el contexto de la I Guerra Mundial. Así pues, y con el genocidio de trasfondo, intentarán sobrevivir mientras tratan de conseguir el amor de Ana. El problema de LA PROMESA es que se centra más en la historia de amor que en el conflicto Armenio, por lo que, a pesar de narrar y mostrar la crudeza de los hechos, no acaba de ser tan protagonista como debiera. Y es que en una situación así es algo frívolo que se narren tríos amorosos. Eso sí, hacia el final de la película la acción y la crudeza de los hechos se nos muestra con gran fuerza, haciendo que haya valido la pena pagar la entrada. No le habría ido mal un metraje menor, puesto que los 134 minutos a más de uno se le harán muy largos en una película que me recordó a El médico de Ben Kingsley. El repato es internacional y podemos reconocer a Jesús Calleja o Alicia Borrachero. Además, el genial trabajo de fotografía corre a cargo de Javier Aguiresarobe.
Oscar Isaac es quien tiene el peso de un filme que recae sobre sus hombros en todo momento, pero es en su parte final donde la interpretación gana enteros. Por su parte, Charlotte Le Bon demuestra solvencia y Christian Bale es un personaje necesario por su papel de periodista, pero, como ya he dicho, su relación con Ana y el triángulo amoroso que se forma junto a Michael hace que LA PROMESA pierda impacto. Podría haber sido una cruda historia sobre el genocidio Armenio y se queda a medio camino entre una historia de amor en un contexto muy difícil. El comienzo de la película es algo lento, incluso aburrido, pero cuando todo estalla la película gana muchos enteros. En definitiva, LA PROMESA (The Promise) es una buena película que narra un conflicto que todavía en estos días los turcos niegan. Un genocidio al pueblo armenio que se narra con crudeza, pero que podría haber dado mucho más de sí si hubieran apartado la parte romántica. Un filme que gustará a los aficionados a una historia que quiso ser silenciada y que se produjo en los años 20, en la caída del imperio otomano. No os la perdáis.
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Published on June 05, 2017 12:41

June 2, 2017

Crítica: NO SÉ DECIR ADIÓS

Debut de Lino Escalera con una película incómoda sobre cómo afrontar la inminente muerte de un padre (Juan Diego), y cómo las viejas rencillas renacen entre dos hermanas (Lola Dueñas y Nathalie Poza) que viven en Almería y Barcelona cuando al padre le diagnostican un cáncer terminal. Negación frente a resignación en un filme en el que predomina la tristeza. Esta semana hemos visto: NO SÉ DECIR ADIÓS. Buen estreno de la ópera prima de Lino Escalera, que se hizo con cuatro estatuillas en el Festival de Málaga y que basa su éxito en la deprimente escala de colores grises y sensación de agobio constante, habitaciones cerradas y situaciones incómodas que afronta José Luis (Juan Diego) y sus hijas (Lola Dueñas y Nathalie Poza). NO SÉ DECIR ADIÓS es una película de actores, y los tres sostienen el drama con unas interpretaciones de altura. El duelo sobrevuela en todo momento el filme, y los tres protagonistas lo afrontan como pueden. En caso de José Luis, que tiene cáncer terminal, la procesión va por dentro, una interpretación brillante que quizás pueda valerle una nominación al Goya, aunque todavía queda mucho. Nathalie Poza interpreta a una mujer llena de adicciones, sin marido e hijos pero con un trabajo de éxito en Barcelona, sin embargo, al verse superada por los acontecimientos opta por la negación, la ira y la frustración. Un personaje que roza el extremo pero que no acaba perdiéndose, y eso es gracias a Nathalie Poza y su estupendo trabajo. Finalmente queda la otra hermana, que se quedó con el negocio de la autoescuela junto a su padre, con marido e hija. Ella opta por la resignación, por aceptar lo que sucede mientras se ve arrastrada por la misma vida, esa que tantos sueños le ha arrebatado y pretende recuperar.
Un guión simple, directo y muy efectivo sobre las relaciones que se establecen entre el ámbito familiar. Cómo se encajan golpes de ese tipo y de qué manera es capaz cada uno de asumir dicha noticia, una preparación del duelo que, como veremos, no es para nada fácil en el personaje de Nathalie Poza, que decide hacer caso omiso y buscar alternativas, dejándose llevar por la ira y pisando todo lo que encuentra a su paso. NO SÉ DECIR ADIÓS podría también recompensar el gran trabajo como director novel de Lino Escalera en los Goya, aunque la espera será larga. En definitiva, NO SÉ DECIR ADIÓS no es una película apta para todos los públicos, es incómoda pero muy interesante para comprender un proceso tan difícil y natural como es la muerte de un familiar querido. Los tonos grises y las habitaciones cerradas ayudan a crear una atmósfera deprimente que acompaña al filme de principio a fin, aunque el humor negro tampoco falta. Al fin y al cabo, no todo en la vida va a ser sufrimiento. No os la perdáis.
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Published on June 02, 2017 12:47

May 30, 2017

Crítica: PIRATAS DEL CARIBE: LA VENGANZA DE SALAZAR

Quinta entrega de una saga cuya cuarta entrega naufragó pero que parece volver a resurgir de los males como si del Holandés Errante se tratara. Esta vez, el capitán Jack Sparrow se enfrentará a unos piratas-fantasma de quienes solo se librará consiguiendo el Tridente de Poseidón. Dos horas y media de diversión, acción y de fan-service. Esta semana hemos visto: PIRATAS DEL CARIBE: LA VENGANZA DE SALAZAR.
Nada más terminar de ver la película se puede afirmar que es el final de la historia de Will Turner (Orlando Bloom y Keira Knightley), que sabemos algo más del pasado de Jack Sparrow y que hay una nueva hornada de protagonistas, jóvenes y con ganas, de hacer las cosas bien. Hablamos de los nuevos protagonistas, aparte de Johny Depp, claro, que son Brenton Twaites, (hijo de Will Turner) y la bella Kaya Scodelario (os sonará de El corredor del laberinto). Estamos pues, ante un soplo de aire fresco que situa al filme, probablemente, como la mejor película después de la original. Y esto se convierte en diversión a raudales, buenas dosis de humor y de acción y 2 horas y 33 minutos que vuelan. Y eso no muchas películas pueden presumirlo.
Sin embargo, la saga Piratas del Caribe ya ha perdido esa frescura de la primera entrega, pues no deja de ser un viaje para encontrar un tesoro fantástico que librará a Sparrow y a sus protagonistas de, en este caso, el villano pirata-fantasma Salazar, interpretado por un Javier Bardem que se esfuerza y lo consigue, pero del que siempre se puede extraer algo más. Bardem y Depp tienen personajes peculiares que rozan el ridículo y el exceso de gestualidad; algo que a Johny Deep le ha pasado factura, pero Bardem se la juega y al final tiene éxito, dotando a Salazar de entidad con sus piratas-fantasmas sanguinarios, quizás hasta demasiado. 
Hay que admitir que es una secuela, la más digna seguramente, que se esfuerza en contentar a su público y lo consigue. Buenas dosis de fan-service, sobre todo en su final, pero con el flagrante error de apuntar como salvadora a una mujer (Kaya Scodeleario), que se esfuerza y tiene complicidad con Brenton Twaites, pero que no es heroína y se mantiene siempre en segundo plano de los hombres cuando se la había pintado de otra cosa. Disney vuelve a caer en el papel de la mujer en sus película, y aunque es muy mona y el corsé hasta el cuello siempre ayuda, no es lo que se esperaba de ella. Una ocasión desperdiciada para darle un giro de tuerca al paper de la mujer el Piratas del Caribe.
Disfrutamos de Johny Depp consciente y sobrio (a veces) y su Jack Sparrow tan carismático e incisivo como siempre, de su tripulación y de Barbossa (Geoffrey Rush), y de un enemigo de altura, como es el Capitán Salazar (Javier Bardem), pero el guión a veces se pierde y se alarga en lo que debiera haber sido un viaje hacia un Tridente de Poseidón que liberará las maldiciones que existen en el mar. Por otra parte, espero que Aquaman tenga uno mejor, porque este parece estar hecho de plastilina. Imaginación al margen, PIRATAS DEL CARIBE: LA VENGANZA DE SALAZAR no aburre, divierte y, lo que es más, logra que el espectador vuelva a engancharse a la saga. Habrá sexta entrega y esperemos que vuelva con ideas renovadas.
En definitiva, LA VENGANZA DE SALAZAR (Dead men tell no tales para el resto del mundo) es una secuela que cumple lo que promete, algo que no dieron las anteriores, y que hace que nuevos tripulantes/espectadores vuelvan a subirse a un barco en compañía de los fans absolutos que nunca dejaron de creer. Johny Depp vuelve a estar fresco y las incorporaciones de los jóvenes Brenton Twaites y Kaya Scodelario son aire fresco para una saga que parecía navegar sin rumbo. Dos horas y media de diversión con sus carencias, pero que divertirá tanto a jóvenes como a mayores. No os la perdáis.
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Published on May 30, 2017 12:57

May 27, 2017

Crítica: EL CASO SLOANE

El lobby armamentístico en EEUU es muy poderoso, pero se ha topado con una mujer arrolladora que decide abandonar su puesto en una gran compañía para defender una regulación más controlada del uso de armas en el país. Un thriller con toques de juicio muy consistente en el que Jessica Chastain brilla con luz propia. Esta semana hemos visto: EL CASO SLOANE. Elizabeth Sloane tiene bien claro sus principios, y cuando un senador viene a pedirle su ayuda para que las mujeres apoyen el nuevo proyecto de ley sobre las armas, no solo se niega en rotundo, sino que abandona su cómodo puesto y se pasa a otra compañía más pequeña, donde desplegará todo su poder de convicción y armas para que la sociedad se oponga y poder aprobar una regulación menos permisiva. Por el camino conseguirá un nuevo equipo de trabajo, un jefe y un sinfín de dolores de cabeza con los que, a pesar de todo, podrá batallar y salir victoriosa. Increíble papel el de Jessica Chastain, que logra aporta un plus a la ya de por sí interesante película.
Junto a su nuevo jefe (Mark Strong) y equipo, Sloane manipulará, incluso a sus espaldas, todo a su alrededor para conseguir el fin. Obsesionada con la victoria, y a base de pastillas para aguantar todo el día despierta, al final se verá protagonista de una comisión que indagará todas las acciones ilegales que ha hecho para conseguir el apoyo de los senadores para la causa. Miss Sloane conseguirá poner en peligro no solo los trabajos de sus colaboradores, a los que maneja a su antojo e incluso espía, sino también sus propias vidas, pues el imperio armamentístico no estará interesado en un mayor control sobre la venta de armas. EL CASO SLOANE nos muestra a una protagonista muy compleja, obsesionada y arrolladora, una personalidad a la que Jessica Chastain dota con brillantez, sin duda es una actriz que marca diferencias en un más que interesante que guión, que siempre va por delante del espectador. John Madden, su director, consigue mantenernos a la expectativa durante más de dos horas, que no se hacen largas, gracias al carisma y a lo interesante del guión. Eso sí, los espectadores más acostumbrados a blocbusters con chascarrillos propios de niños de seis años mejor que se abstengan o su cerebro reventará.
Jessica Chastain hace que el espectador no sienta empatía con Miss Sloane, pero sí que hace que pase por su estadios y reaccione conforme avanza la trama. La vemos segura, arrolladora, manipuladora, miserable y reprobable a nivel moral, llegando a límites insospechados hasta para su propia seguridad y carrera, pero persigue su objetivo y se guarda ases en la manga. Nos muestra lo corrupto de la política, de la sociedad y de las relaciones que se establecen en las altas esferas. EL CASO SLOANE es, por tanto, una de las mejores película de Jessica Chastain, puesto que le da oportunidad de pasar por un sinfín de emociones y sentimientos. En definitiva, EL CASO SLOANE es un thriller muy interesante, con un reparte coral que no brilla porque la estrella no es otra que una Jessica Chastain descomunal. Una película bien dirigida y que, a pesar de su duración, es muy entretenida de principio a fin. Un viaje por las emociones y ambiciones de una mujer que no se detiene ante nada y ante nadie. Vale la pena, no os la perdáis.
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Published on May 27, 2017 13:29

May 25, 2017

Crítica: DÉJAME SALIR

Brillante thriller de terror con toques de comedia que con menos de 7 millones de presupuesto ha conseguido recaudar más de 150 y subiendo. La ópera prima de Jordan Peele arriesga criticando a cierto sector de la sociedad y sorprende al espectador con sus giros de guión y juegos mentales. Una de las sorpresas del año. Esta semana hemos visto: DÉJAME SALIR. Get Out nos pone en la piel de una pareja que lleva apenas cuatro meses saliendo y pasarán unos días en casa de los padres de ella (Allison Williams), que no saben que él es negro (Daniel Kaluuya). Y parecerá una tontería, pero en el barrio pijo y blanco en el que viven han sucedido misteriosas desapariciones que se irán esclareciendo conforme avance el filme. Un estreno muy prometedor por parte de Jordan Peele, su primera obra y un completo éxito que promete dar mucho más que hablar. El racismo sobrevuela en todo momento la película, dejando toques de humor, sopapos a los acomodados y una inquietud que deja al espectador atrapado en la butaca hasta el final. DÉJAME SALIR no es una sorpresa porque sí, sino porque ha arriesgado y ha salido ganando. Esa mezcla de géneros encaja a la perfección, saliendo un gag cómico cuando menos te lo esperas o haciéndote sentir escalofríos de golpe. Y es que la familia y el servicio de los padres, unos inquietantes Catherine Keener y Bradley Withford, acompañados por Betty Gabriel, que tiene un par de escenas que hielan la sangre. La llegada de la pareja al vecindario provocará una reunión de vecinos que nos regalará escenas racistas realmente incómodas y de las que su protagonista (Daniel Kaluuya) intentará aguantar por su novia.
GET OUT nos muestra personajes bien detallados y sombríos, pero son Daniel Kaluuya y Allison Williams los que sustentan una trama que conforme avanza nos va pegando golpes uno tras otro, algunos esperados y otros no tantos, que nos obligarán a permanecer atentos y anclados al asiento en un final apoteósico donde predominará el gore. Un filme que no deja a nadie indiferente y que, además, da que pensar sobre el racismo y esa parte acomodada de la sociedad. Contiene un prólogo muy interesante que ayuda a dar profundidad a la trama y un desarrollo que atrapa desde el minuto uno. En definitiva, DÉJAME SALIR es una de las sorpresas del año. Original, reflexiva, interracial y con una mezcla de géneros que sorprende por lo bien encajados que están y lo mucho que removerán al espectador en su butaca. Todos los actores se muestran a gran nivel de expresividad corporal, algo que ayuda a ponerte la piel de gallina. Cuando quiera te hará reír y cuando no te hará saltar de terror o reflexionar sobre la sociedad de hoy en día. Jordan Peele no podría tener mejor estreno tras las cámaras. Ni se os ocurra perdérosla.
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Published on May 25, 2017 12:51

May 22, 2017

Crítica: GOODBYE BERLÍN

Maik es un chaval al que marginan en clase y con una familia disfuncional, su madre es alcohólica y su padre viaja demasiado con su supuesta compañera de negocios. Pero a su clase llega un ruso asiático con el que emprenderá un viaje de vida que cambiará su vida para siempre. Más compleja de lo que aparenta y narrada con gran sencillez. Esta semana hemos visto: GOODBYE BERLIN. Fatih Akin dirige esta road movie con dos protagonistas atípicos. En la flor de la vida pero marginados y con una situación complicada. En Maik (Tristan Göbel) y Tschick (Anand Batbileg), que es el nombre de la película original, veremos el proceso multicultural de Alemania, la disfuncionalidad de la familia y la adolescencia en sí misma narrada con una sencillez pasmosa, pero no por ello menos interesante y contundente. Interesante la lectura sobre la madre que hace Maik en clase y le sirve para conseguir marginarse todavía más. Sin embargo, la llegada de Tschick, un asiático inmigrante ruso hará que ese verano sea diferente y revelador para ambos. No se les ocurrirá otra cosa que robar un coche y viajar con él hacia donde les lleve, encontrándose en situaciones variopintas y con un aprendizaje convertido en una huida hacia adelante que, si bien acaba siendo una película feel-good, nos muestra los clichés de la sociedad y el poder de la amistad más sincera. El amor de la chica más popular de la clase se le resiste a Maik, que cuando esta ni siquiera le invita a su cumpleaños ve cómo su vida entra en barrena. Fatih Akin, su director, carga GOODBYE BERLÍN en las espaldas de ambos con gran acierto, puesto que tanto Tristan Göbel como el desconocido Anand Batbileg dotan al filme de gran carisma y personalidad.
TSCHICK es un golpe de aire fresco en la cartelera que, si bien no aporta nada nuevo y tiende hacia el optimismo, supone un gran entretenimiento y buenas dosis de reflexión para los que sepan ir más allá de la sencillez que parece proponer. Familia, educación, inmigración, amistad... Una road movie que sabe divertir y tiene grandes dosis de humor, es magnética y reveladora en un mundo en el que los adolescentes solo se preocupan por la cantidad de likes y me gusta que reciben por unas fotos retocadas en redes sociales. En  defintiva, GOODBYE BERLÍN es una buena película, divertida, sencilla y con carisma. Su banda sonora también es apropiada y su guión, aunque sencillo, nos va despedazanda trocitos de una sociedad Alemana que no dista demasiado de la nuestra. Mismos problemas y grandes dosis de optimismo para una etapa de la vida en la que somos más vulnerables que nunca. Quizás todo el mundo debería realizar un viaje así para darse cuenta del valor de la vida y de lo que importa de verdad. No os la perdáis.
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Published on May 22, 2017 12:44

May 19, 2017

Crítica: GUARDIÁN Y VERDUGO

Basada en una historia real, en 1987, en Sudáfrica, más de 160 personas fueron ejecutadas en el corredor de la muerte de Pretoria. El abogado, Jon Weber, defiende a un ex-trabajador de la prisión de máxima seguridad traumatizado por todo lo que ha vivido allí. Una película que narra un cambio de política en cuanto a la pena de muerte en Sudáfrica. Esta semana hemos visto: GUARDIÁN Y VERDUGO. Shepherds and Butchers es una película de juicios, últimamente en boga tras Negación, lo que no suele ser demasiado normal en la gran pantalla. En ambas películas, quizás en esta algo más, al espectador se le golpea con imágenes duras. En el caso de GUARDIÁN Y VERDUGO, Leon (Garion Dowds) ha asesinado a 7 personas de color tras perseguirlos con un coche y llevarlos a una cantera. Hasta ahí todo está claro, sin embargo, ese mismo día dejó de trabajar en la prisión de máxima seguridad, tras pasar dos años con los presos del corredor de la muerte. Lo que le llevó a cometer tal asesinato es lo que mueve a Jon Weber (Steve Coogan) a investigar e interrogar a su defendido sobre todo lo que sucedió en el corredor de la muerte mientras trabajaba. Quizás la parte más interesante del filme, la más desgarradora e impactante, que por desgracia cae en picado cuando vuelven al juicio en sí, puesto que se crea misterio cuando en realidad no lo hay. Por lo tanto, pasamos de una fase de drama impactante, con imágenes potentes y una narración profunda, a momentos de tedio que nos devuelven a la clásica película de juicios sin sorpresa.
Oliver Schmitz, por tanto, dirige GUARDIÁN Y VERDUGO con arrojo durante las escenas más importantes, donde el espectador se pega a la butaca para ver con sus propios ojos todo lo que sucede en el corredor de la muerte. La compañía de Leon a los presos, los últimos y desgarradores momentos de estos antes de morir, cuando se le pone la soga al cuello y finalmente caen y mueren. Incluso a posteriori, cuando han de limpiar e incluso enterrar los cuerpos. Todo esa parte del filme remueve y conciencia sobre la pena de muerte, abolida en 1995 con la llegada de Nelson Mandela. En definitiva, GUARDIÁN Y VERDUGO es una película que contentará al espectador más habituado a películas concretas de un tono más serio y dramático. Steve Coogan interpreta con solvencia al abogado defensor y también es destacable la actuación del novato Garion Dowds. Interesante reflexión sobre la pena de muerte cuyas imágenes pueden llegar a impactar por su crudeza. Avisados estáis.
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Published on May 19, 2017 12:46

May 17, 2017

Crítica: ALIEN: COVENANT

Después de la discutida Prometheus, llega la segunda película de la trilogía, una mejora considerable y entretenimiento puro que deja buen sabor de boca. Sirve de nexo de unión con la mítica Alien, el octavo pasajero, aunque queda lejos de esta. Con unos efectos técnicos impresionantes en todos los aspectos, sin embargo, no innova ni sorprende, de hecho cae en lo predecible, aunque es disfrutable al cien por cien. Esta semana hemos visto: ALIEN: COVENANT. Michael Fassbender es el actor de moda, entre otras cosas porque marca diferencias y, de hecho, hace que esta película se mantenga a buen nivel en todo momento. No importa que deba interpretarse dos veces y que ambos personajes sean lo más profundo del filme, lo hace y lo hace como nadie. A años luz está la protagonista femenina, una Katherine Waterston que le pone ganas y tiene cierto carisma y recursos, pero que si nos ponemos a recordar a la teniente Ripley de Sigourney Weaver nos sabe a muy poco. En cuanto al resto, bueno, son carnaza, como bien imaginaréis cuando comienza la película, pero cada uno con sus propios dilemas y pérdidas, aunque como no les cogemos demasiado carisma ni siquiera nos importa. ALIEN: COVENANT lo tiene todo visualmente hablando, es una maravilla técnica que nos deja con la boca abierta a bordo del Covenant por el espacio, pero cuyo guión y profundidad queda reducido al descubrimiento de un planeta al que se desvían para comprobar que es habitable. Allí se dan cuenta de que es el planeta donde acabó el Prometheus, encontrando rastros de una antigua civilización, quizás el momento más filosófico, donde el primer sintético (una especie de robot, Michael Fassbender) les espera con más de un as en la manga. Colonizar el nuevo mundo les será imposible, y tratarán de emprender una huida en la que, como imagináis, participará el Alien, llevándose a todo lo que aparezca por el camino.
Es una pena que la trama no sorprenda, nos esperemos por dónde van los tiros (como en toda película de la saga) y que lo más interesante sea el duelo moral y filosófico de los dos sintéticos interpretados por un Michael Fassbender que vuelve a clavarlo. Eso sí, los efectos especiales, las escenas sangrientas y la acción no faltan y los hay a raudales, aunque lo más disfrutable del conjunto es la delicia visual que obtenemos a bordo del Covenant mientras surca el universo. Solo por eso ya es digna de verse en gran pantalla, y por supuesto también por ver al Alien de nuevo, una bestia que no se detiene ante nada y que es aterradora. En definitiva, ALIEN: COVENANT es mejor que Prometheus, pero no llega a ser El octavo pasajero, ni mucho menos. Está en la buena senda y supera también a otra propuesta similar en cartelera como es Life (Vida). Entretenimiento puro, deleite visual y a Michael Fassbender en estado de gracia, como siempre. Acción, sangre y Alien para rato, y esperemos que vuelva todavía con más fuerza. No os la perdáis.
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Published on May 17, 2017 12:48