Félix A. Bas's Blog, page 102
July 19, 2017
Crítica: SU MEJOR HISTORIA
Durante la Segunda Guerra Mundial se hacía cine para motivar a los ciudadanos, para aportar ese brillo de esperanza que el pueblo necesitaba para afrontar los bombardeos, en este caso, a Londres por parte de los nazis. Una comedia elegante y sutil envuelta de melodrama con unos convincentes Gemma Artenton y Bill Nighy. Esta semana hemos visto: SU MEJOR HISTORIA.
No voy a negar que la etiqueta de comedia no acaba de quedarle demasiado bien, sobre todo por algún giro dramático del guión y, sobre todo, porque se sitúa en 1940, en plena Segunda Guerra Mundial y con los bombardeos nazis a Londres a la orden del día. Sin embargo, el equipo cinematográfico tiene la dura terea de crear una película que levante los ánimos de la ciudadanía, y qué mejor idea que hablar de Dunkerque, que además Christopher Nolan llevará a la gran pantalla en breve. El caso es que la mano de una mujer (Gemma Artenton) en un mundo machista como el de la época comienza a notarse en el set de rodaje, ganándose el respeto de un veterano actor con más ego que nadie (Bill Nighy) y del escritor y guionista de la obra (Sam Claflin).
De Their finest, nombre original del film, podemos destacar su fotografía y su recreación de la época. Esos trajes con gabardina larga y decadencia de la Segunda Guerra Mundial están plasmados con gran elegancia y acierto, junto con una buena fotografía. Su humor es sutil, a veces imperceptible, y Gemma Artenton y Bill Nighy están cómodos, mucho, de tal manera que el espectador se va dejando llevar poco a poco de la mano mientras asiste a los entresijos de cómo llevar un guión al cine y con cuántos hay que pelearse y batallar para que todo tire hacia delante. Como veréis, hay que contentar a demasiada gente, y a mí como escritor me ha parecido una película bastante interesante en ese aspecto.
Sin embargo, hay giros en el guión de la película de Lone Scherfig, sobre todo de cara al final, que se encaminan hacia un melodrama en toda regla, algo que no acaba de sentarle bien, sobre todo porque no era la línea que seguía el filme. En todo caso, es una película de corte clásico, con humor británico sutil y con una recreación bastante real de la época, tanto social como en estilo, algo que siempre es de agradecer. Si además añadimos el buen hacer de Gemma Artenton y del gruñón de Bill Nighy, SU MEJOR HISTORIA es una obra disfrutable y muy entretenida. No os la perdáis.
No voy a negar que la etiqueta de comedia no acaba de quedarle demasiado bien, sobre todo por algún giro dramático del guión y, sobre todo, porque se sitúa en 1940, en plena Segunda Guerra Mundial y con los bombardeos nazis a Londres a la orden del día. Sin embargo, el equipo cinematográfico tiene la dura terea de crear una película que levante los ánimos de la ciudadanía, y qué mejor idea que hablar de Dunkerque, que además Christopher Nolan llevará a la gran pantalla en breve. El caso es que la mano de una mujer (Gemma Artenton) en un mundo machista como el de la época comienza a notarse en el set de rodaje, ganándose el respeto de un veterano actor con más ego que nadie (Bill Nighy) y del escritor y guionista de la obra (Sam Claflin).
De Their finest, nombre original del film, podemos destacar su fotografía y su recreación de la época. Esos trajes con gabardina larga y decadencia de la Segunda Guerra Mundial están plasmados con gran elegancia y acierto, junto con una buena fotografía. Su humor es sutil, a veces imperceptible, y Gemma Artenton y Bill Nighy están cómodos, mucho, de tal manera que el espectador se va dejando llevar poco a poco de la mano mientras asiste a los entresijos de cómo llevar un guión al cine y con cuántos hay que pelearse y batallar para que todo tire hacia delante. Como veréis, hay que contentar a demasiada gente, y a mí como escritor me ha parecido una película bastante interesante en ese aspecto.
Sin embargo, hay giros en el guión de la película de Lone Scherfig, sobre todo de cara al final, que se encaminan hacia un melodrama en toda regla, algo que no acaba de sentarle bien, sobre todo porque no era la línea que seguía el filme. En todo caso, es una película de corte clásico, con humor británico sutil y con una recreación bastante real de la época, tanto social como en estilo, algo que siempre es de agradecer. Si además añadimos el buen hacer de Gemma Artenton y del gruñón de Bill Nighy, SU MEJOR HISTORIA es una obra disfrutable y muy entretenida. No os la perdáis.
Published on July 19, 2017 13:22
July 17, 2017
Crítica: LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS
Cierre perfecto de la trilogía de El Planeta de los Simios en el que César lucha contra los humanos, y sobre todo contra sí mismo, en un filme que derrocha magia a nivel técnico, oscuridad y complejidad a partes iguales. Un esbozo de lo que es la raza humana en su máximo esplendor. César finaliza una trilogía que pasa a ser una de las mejores de ciencia-ficción. Esta semana hemos visto: LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS.
Tras los sucedido en El amanecer del Planeta de los Simios, se lucha ferozmente en ambos bandos, pero César, aparte de liderar a su prole y combatir contra los humanos, se enfrentará a un enemigo mucho mayor: él mismo. Su ansia de venganza le llevan en LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS a encontrarse ante un coronel (Woody Harrelson) que intentan a cabar con el extraño virus que hace que los humanos se queden sin habla y los simios se hagan más inteligentes. Como véis, el fin de la raza se acerca en una trilogía que actúa como precuela de las películas de Charlton Heston. La ciencia ficción pocas veces ha tenido obras mejores y de tan alta calidad como El Planeta de los Simios.
Gran parte de la culpa del éxito de la franquicia es que Matt Reeves dirija con gran firmeza una obra que se caracteriza por primeros planos, con gran sensibilidad y acierto, creando gran empatía, si es que no la teníamos ya con César y los suyos, y mostrándonos la humanidad de unos simios que, y aquí viene la otra parte de la culpa de su éxito, parecen totalmente reales. El trabajo de Andy Serkis dando vida a César es de premio gordo; su expresividad y movimientos, absolutamente todo en César es real, en él y en todos los simios que le acompañan, incluso llegando a aportar toques cómicos con un nuevo personaje en lo que es un derroche de efectos digitales bien utilizados. Y Matt Reeves, señores, es el encargado de dirigir a Batman de nuevo. Si hace con él hombre murciélago la mitad de lo que ha hecho con LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, desde luego que valdrá la pena.
Estamos ante el cierre de una trilogía, por lo que César es su protagonista absoluto. Su guerra interna, su afán de venganza y la salvación de su especie están encima de la mesa. El fin a una vida de huída constante, desde El origen del Planeta de los Simios, pasando por El amanecer del Planeta de los Simios y cerrando con este LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS. Un personaje redondo, con un final a su altura, aunque es evidente que carece de sorpresas. Y lo más interesante es que Andy Serkis ha conseguido, otra vez más, como ya hizo con Smeagol, que el espectador quiera a César como si fuera real. El trabajo técnico es impresionante y veemos cómo suben a recoger un merecidísimo Oscar por dicha labor.
Y es que LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, si bien me ha parecido la más floja de las tres, es la más oscura e intencionada de la trilogía, pues permite una profunda reflexión al espectador mientras César batalla internamente contra su propio yo. Otra punto a su favor es la gran banda sonora compuesta por Michael Giacchino, que logra llenar y dar sentido a esos vacíos de diálogo, invitando al espectador, otra vez más a caer en la reflexión. César, el protagonista, pasa por todos los estados posibles, y Andy Serkis, quizás en su mejor y más reconocido trabajo, consigue aportar todos esos matices. Parece fácil, pero Andy Serkis demuestra, una vez más, que es el actor ideal para humanizar personajes recreados técnicamente. Digno de mención es el trabajo de Woody Harrelson, el coronel enemigo que acaba desdibujándose ante el gran carisma de César, pero que sin duda aporta cierta entidad a su personaje.
En definitiva, LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS es una cinta que tira hacia lo bélico, una especie de Apocalypse Now en el que el protagonista lucha contra todo y contra todos para salvar el pellejos y, sobre todo, el de los suyos. Un cierre de trilogía que invita a ver la original de Charlton Heston y deja a la franquicia como una de las mejores de ciencia ficción. Un derroche de técnica y buen hacer que finaliza con un gran sabor de boca. Ni se os ocurra perdérosla, y si las veis todas del tirón mucho mejor.
Tras los sucedido en El amanecer del Planeta de los Simios, se lucha ferozmente en ambos bandos, pero César, aparte de liderar a su prole y combatir contra los humanos, se enfrentará a un enemigo mucho mayor: él mismo. Su ansia de venganza le llevan en LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS a encontrarse ante un coronel (Woody Harrelson) que intentan a cabar con el extraño virus que hace que los humanos se queden sin habla y los simios se hagan más inteligentes. Como véis, el fin de la raza se acerca en una trilogía que actúa como precuela de las películas de Charlton Heston. La ciencia ficción pocas veces ha tenido obras mejores y de tan alta calidad como El Planeta de los Simios.
Gran parte de la culpa del éxito de la franquicia es que Matt Reeves dirija con gran firmeza una obra que se caracteriza por primeros planos, con gran sensibilidad y acierto, creando gran empatía, si es que no la teníamos ya con César y los suyos, y mostrándonos la humanidad de unos simios que, y aquí viene la otra parte de la culpa de su éxito, parecen totalmente reales. El trabajo de Andy Serkis dando vida a César es de premio gordo; su expresividad y movimientos, absolutamente todo en César es real, en él y en todos los simios que le acompañan, incluso llegando a aportar toques cómicos con un nuevo personaje en lo que es un derroche de efectos digitales bien utilizados. Y Matt Reeves, señores, es el encargado de dirigir a Batman de nuevo. Si hace con él hombre murciélago la mitad de lo que ha hecho con LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, desde luego que valdrá la pena.
Estamos ante el cierre de una trilogía, por lo que César es su protagonista absoluto. Su guerra interna, su afán de venganza y la salvación de su especie están encima de la mesa. El fin a una vida de huída constante, desde El origen del Planeta de los Simios, pasando por El amanecer del Planeta de los Simios y cerrando con este LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS. Un personaje redondo, con un final a su altura, aunque es evidente que carece de sorpresas. Y lo más interesante es que Andy Serkis ha conseguido, otra vez más, como ya hizo con Smeagol, que el espectador quiera a César como si fuera real. El trabajo técnico es impresionante y veemos cómo suben a recoger un merecidísimo Oscar por dicha labor.Y es que LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, si bien me ha parecido la más floja de las tres, es la más oscura e intencionada de la trilogía, pues permite una profunda reflexión al espectador mientras César batalla internamente contra su propio yo. Otra punto a su favor es la gran banda sonora compuesta por Michael Giacchino, que logra llenar y dar sentido a esos vacíos de diálogo, invitando al espectador, otra vez más a caer en la reflexión. César, el protagonista, pasa por todos los estados posibles, y Andy Serkis, quizás en su mejor y más reconocido trabajo, consigue aportar todos esos matices. Parece fácil, pero Andy Serkis demuestra, una vez más, que es el actor ideal para humanizar personajes recreados técnicamente. Digno de mención es el trabajo de Woody Harrelson, el coronel enemigo que acaba desdibujándose ante el gran carisma de César, pero que sin duda aporta cierta entidad a su personaje.
En definitiva, LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS es una cinta que tira hacia lo bélico, una especie de Apocalypse Now en el que el protagonista lucha contra todo y contra todos para salvar el pellejos y, sobre todo, el de los suyos. Un cierre de trilogía que invita a ver la original de Charlton Heston y deja a la franquicia como una de las mejores de ciencia ficción. Un derroche de técnica y buen hacer que finaliza con un gran sabor de boca. Ni se os ocurra perdérosla, y si las veis todas del tirón mucho mejor.
Published on July 17, 2017 12:52
July 15, 2017
Crítica: EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO
Corre el Tercer Reich y los checos desde Londres envían a dos reclutas para intentar asesinar a Reinhard Heidrych, el jefe de las SS, Gestapo e ideólogo de la Solución Final. Un biopic a medias que hará las delicias de los interesados en historia, narrando lo que sucedió durante la Operación Antropoide con Praga como telón de fondo. Esta semana hemos visto: EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO.
The man with the iron heart, llamado así por el propio Hitler, no es otro que Reinhard Heidrych (Jason Clarke), al que vemos desde su juventud y descubrimos sus intimidades, miedos y finalmente su renacer en la parte más dura del nazismo, con las SS y la Gestapo. Fue su mujer (Rosamund Pike) quien le presentó el nazismo, y no pudo haberse equivocado más (para los que luchaban en contra), porque se convirtió en un asesino sin igual. Además, fue el ideólogo de la Solución Final, con la que millones de judíos serían asesinados, como todos sabéis. Se ganó a pulso que su nombre entrara en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO es interpretado por Jason Clarke con gran acierto, sin duda lo mejor del filme, donde en un primer momento se le ve perdido y evoluciona hasta convertirse en todo un carnicero, un asesino despiadado de judíos y carente de escrúpulos. La mano derecha de Himmler, sin embargo, acaba disolviéndose hacia la mitad de la película porque, incomprensiblemente y sin necesidad alguna, Cédric Jimenez, el director, decide que Jason Clarke y Jack pasen a ser los protagonistas, centrándose en la resistencia checa y desorientando al espectador. Por lo tanto, tenemos dos partes bien definidas dentro de la película. Una que es muy interesante, sobre todo por la repercursión de alguien como Reinhard, y por otra la resistencia checa, que está lejos de ser tan interesante, en especial porque el elenco de actores, aparcando a Mia Wasikowska, no luce como debiera.
Son Jason Clarke y Rosamund Pike los actores que dan vida a EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO, pero a mitad de filme lo dejan cojo, dejándonos con las ganas de saber más de ellos, de su relación y evolución (puesto que su mujer tiene parte de la culpa del monstruo que se ha creado). Encontramos que toda la simbología nazi está muy bien recreada, con todo lujo de detalles, y podemos asistir a algunas situaciones duras, como el exterminio judío, y la resistencia checa, en la que Jason Clarke y Jack Reynor llevan a cabo la Operación Antropoide que hizo caer a Heidrych, aunque el daño ya estaba más que hecho.
En definitiva, EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO es una película interesante porque navega en la humanidad y deshumanización del personaje de Reinhard Heidrych, su ascenso a la parte dura del nazismo y cómo aparta todo aquello que no tenga que ver con el exterminio judío de su camino, incluso a su propia familia. Por contra, tenemos un relato menos interesante en la parte de la resistencia checa, pero los que deseen indagar en otra parte oscura de la Segunda Guerra Mundial tienen aquí un buen referente. No os la perdáis.
The man with the iron heart, llamado así por el propio Hitler, no es otro que Reinhard Heidrych (Jason Clarke), al que vemos desde su juventud y descubrimos sus intimidades, miedos y finalmente su renacer en la parte más dura del nazismo, con las SS y la Gestapo. Fue su mujer (Rosamund Pike) quien le presentó el nazismo, y no pudo haberse equivocado más (para los que luchaban en contra), porque se convirtió en un asesino sin igual. Además, fue el ideólogo de la Solución Final, con la que millones de judíos serían asesinados, como todos sabéis. Se ganó a pulso que su nombre entrara en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO es interpretado por Jason Clarke con gran acierto, sin duda lo mejor del filme, donde en un primer momento se le ve perdido y evoluciona hasta convertirse en todo un carnicero, un asesino despiadado de judíos y carente de escrúpulos. La mano derecha de Himmler, sin embargo, acaba disolviéndose hacia la mitad de la película porque, incomprensiblemente y sin necesidad alguna, Cédric Jimenez, el director, decide que Jason Clarke y Jack pasen a ser los protagonistas, centrándose en la resistencia checa y desorientando al espectador. Por lo tanto, tenemos dos partes bien definidas dentro de la película. Una que es muy interesante, sobre todo por la repercursión de alguien como Reinhard, y por otra la resistencia checa, que está lejos de ser tan interesante, en especial porque el elenco de actores, aparcando a Mia Wasikowska, no luce como debiera.Son Jason Clarke y Rosamund Pike los actores que dan vida a EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO, pero a mitad de filme lo dejan cojo, dejándonos con las ganas de saber más de ellos, de su relación y evolución (puesto que su mujer tiene parte de la culpa del monstruo que se ha creado). Encontramos que toda la simbología nazi está muy bien recreada, con todo lujo de detalles, y podemos asistir a algunas situaciones duras, como el exterminio judío, y la resistencia checa, en la que Jason Clarke y Jack Reynor llevan a cabo la Operación Antropoide que hizo caer a Heidrych, aunque el daño ya estaba más que hecho.
En definitiva, EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO es una película interesante porque navega en la humanidad y deshumanización del personaje de Reinhard Heidrych, su ascenso a la parte dura del nazismo y cómo aparta todo aquello que no tenga que ver con el exterminio judío de su camino, incluso a su propia familia. Por contra, tenemos un relato menos interesante en la parte de la resistencia checa, pero los que deseen indagar en otra parte oscura de la Segunda Guerra Mundial tienen aquí un buen referente. No os la perdáis.
Published on July 15, 2017 13:08
July 13, 2017
Crítica: BABY DRIVER
Imaginativa, adrenalítica, desbordante, original y musicalmente una delicia. Edward Wright nos presenta la que es quizás la película del verano, al menos una sorpresa muy interesante que destaca por sus grandes dosis de acción, una buena historia de amor y una banda sonora que funciona al ritmo de los atracos y derrapes de sus protagonistas. Una película obligatoria para cualquiera. Esta semana hemos visto: BABY DRIVER.
Baby (Ansel Elgort) es un joven chaval que conduce como nadie y con un problema en el oído que hace que esté conectado a su reproductor de música constantemente. Desde esas canciones comienza un festival de atracos y derrapes sincronizados con una BSO espectacular y unas secuencias que harán las delicias de los más palomiteros. BABY DRIVER crea un nuevo sistema de lenguaje para las películas de acción, por lo que queda en la retina de un espectador que sale asombrado de la sala y, sobre todo, con la sensación de que ha valido la pena.
BABY DRIVER es una película hecha videoclip, con un elenco de actores a la altura y que deja, en todos y cada uno de los aspectos, a las películas del tipo Fast and Furious a la altura del betún. Deja claro, pues, que el género aún tiene cabida para la originalidad y que no por mucho presupuesto, caras bonitas y conocidas, va a ser mejor. La película de Edgar Wright comienza con una secuencia que nos deja anclados a la butaca, y de ahí hasta el final. Interesante la interpretación del prometedor Ansel Elgort, teniendo que vérselas con actores de la talla de Kevin Spacey, un jefe de lo más peculiar, o Jamie Foxx, miembro de uno de sus equipos de atraco.
Pero BABY DRIVER no solo tiene acción y derrapes a raudales, una banda sonora espectacular y todo lo que se le pide a una buena película de acción, sino que también tiene espacio para la historia de amor. Ahí entra la candidez de Lily James, a la que vemos en Downton Abbey, y que supone el oasis en el desierto de mafia y dificultades en las que se mete Baby (Ansel Elgort). Obviamente, la película tiene momentos convencionales, porque la primera escena es brillante y adrenalítica, pero en ningún momento decae, y eso es gracias a Ansel Elgort y Jamie Foxx, sin duda las interpretaciones más interesantes de un elenco que en general está a la altura.
Uno de los aspectos más interesantes es ver cómo Baby ha de lidiar con grupos de delincuentes en un mundo que no es el suyo. Su trabajo es sacarlos de allí como conductor, no se mancha las manos, pero moralmente es reprobable y trata de hacer el bien siempre que es posible. De ahí que su némesis, Jamie Foxx, sea un personaje tan importante por su crudeza y gatillo fácil, dando lugar a unas escenas tan incómodas como espectaculares en su desarrollo. Buena noticia para el cine ver cómo el cine de acción vuelve a lo más alto gracias a su imaginación y derroche de originalidad, no solo en un protagonista atípico, sino por cómo se entrelaza la música con la acción, un ejercicio digno de elogio.
En definitiva, BABY DRIVER es una de las películas del verano, un blockbuster palomitero en mayúsculas (y ya era hora) que deja por los suelos a esos aspirantes a quemaruedas tan trillados que viven de las rentas. Un espectáculo musical que copará vuestras expectativas y será difícilmente reemplazable en vuestra memoria. Una de esas películas que sorprenden por su originalidad y buen hacer y que desde el primer minuto enganchan. Ya era hora. Ni se os ocurra perdérosla.
Baby (Ansel Elgort) es un joven chaval que conduce como nadie y con un problema en el oído que hace que esté conectado a su reproductor de música constantemente. Desde esas canciones comienza un festival de atracos y derrapes sincronizados con una BSO espectacular y unas secuencias que harán las delicias de los más palomiteros. BABY DRIVER crea un nuevo sistema de lenguaje para las películas de acción, por lo que queda en la retina de un espectador que sale asombrado de la sala y, sobre todo, con la sensación de que ha valido la pena.
BABY DRIVER es una película hecha videoclip, con un elenco de actores a la altura y que deja, en todos y cada uno de los aspectos, a las películas del tipo Fast and Furious a la altura del betún. Deja claro, pues, que el género aún tiene cabida para la originalidad y que no por mucho presupuesto, caras bonitas y conocidas, va a ser mejor. La película de Edgar Wright comienza con una secuencia que nos deja anclados a la butaca, y de ahí hasta el final. Interesante la interpretación del prometedor Ansel Elgort, teniendo que vérselas con actores de la talla de Kevin Spacey, un jefe de lo más peculiar, o Jamie Foxx, miembro de uno de sus equipos de atraco.
Pero BABY DRIVER no solo tiene acción y derrapes a raudales, una banda sonora espectacular y todo lo que se le pide a una buena película de acción, sino que también tiene espacio para la historia de amor. Ahí entra la candidez de Lily James, a la que vemos en Downton Abbey, y que supone el oasis en el desierto de mafia y dificultades en las que se mete Baby (Ansel Elgort). Obviamente, la película tiene momentos convencionales, porque la primera escena es brillante y adrenalítica, pero en ningún momento decae, y eso es gracias a Ansel Elgort y Jamie Foxx, sin duda las interpretaciones más interesantes de un elenco que en general está a la altura.Uno de los aspectos más interesantes es ver cómo Baby ha de lidiar con grupos de delincuentes en un mundo que no es el suyo. Su trabajo es sacarlos de allí como conductor, no se mancha las manos, pero moralmente es reprobable y trata de hacer el bien siempre que es posible. De ahí que su némesis, Jamie Foxx, sea un personaje tan importante por su crudeza y gatillo fácil, dando lugar a unas escenas tan incómodas como espectaculares en su desarrollo. Buena noticia para el cine ver cómo el cine de acción vuelve a lo más alto gracias a su imaginación y derroche de originalidad, no solo en un protagonista atípico, sino por cómo se entrelaza la música con la acción, un ejercicio digno de elogio.
En definitiva, BABY DRIVER es una de las películas del verano, un blockbuster palomitero en mayúsculas (y ya era hora) que deja por los suelos a esos aspirantes a quemaruedas tan trillados que viven de las rentas. Un espectáculo musical que copará vuestras expectativas y será difícilmente reemplazable en vuestra memoria. Una de esas películas que sorprenden por su originalidad y buen hacer y que desde el primer minuto enganchan. Ya era hora. Ni se os ocurra perdérosla.
Published on July 13, 2017 13:03
July 11, 2017
Crítica: LLEGA DE NOCHE
Algo pasa en el exterior, y una familia se protege de ello en una película a caballo entre el terror y la intriga. Postapocalíptico y distópico, aunque promete más de lo que da. Una familia acoge a otra y la verdadera supervivencia comienza. ¿Qué hariáis para protegeros? Esta semana hemos visto: LLEGA DE NOCHE.
It comes at night, dirigida por Trey Edward Shults, nos sitúa en una gran casa de madera en la que una familia, compuesta por tres miembros, interpretados por Joel Edgerton, Carmen Ejogo y Kelvin Harrison Jr., viven a pesar de lo que sucede fuera. Nadie sabe qué es ni cómo se contagia, el caso es que la gente muere y la sensación de apocalipsis es notoria. Sus vidas están marcadas por la más pura supervivencia, por lo que el espectador asistirá a una serie de decisiones moralmente reprobables pero necesarias. Quizás es un error haber prometido tanto para dar tan poco, pues sin llegar a ser una experiencia negativa podría haberse aprovechado mejor la idea.
LLEGA DE NOCHE comienza bien, promete y el espectador necesita conocer más. Sin embargo, parece se queda corta y deja muchos interrogantes sin resolver, algo que no sucedía en buenas películas de este estilo como la gran Calle Cloverfield 10 o incluso Déjame salir, con finales mucho más redondos que hacían que nos removiéramos incómodos en la butaca. Joel Edgerton es quien lleva el peso de la película junto a un destacable Christopher Abbott, pero nadie en el elenco puede brillar en un guión tan gris. Es Edgerton, como padre de familia, quien decide el destino de la familia en esa gran casa del bosque que podría haber dado muchísimo más juego. Una lástima.
En definitiva, LLEGA DE NOCHE comienza bien y pierde gas pronto con un virus pandémico del que no sabemos nada y una tensión que podría haber ido en aumento pero que, sin embargo, no acaba de explotar. Una bala que se pierde entre la multitud de películas del mismo género que se pueden encontrar en la filmografía, por lo que será fácilmente olvidable y reemplazable. Nada del otro mundo.
It comes at night, dirigida por Trey Edward Shults, nos sitúa en una gran casa de madera en la que una familia, compuesta por tres miembros, interpretados por Joel Edgerton, Carmen Ejogo y Kelvin Harrison Jr., viven a pesar de lo que sucede fuera. Nadie sabe qué es ni cómo se contagia, el caso es que la gente muere y la sensación de apocalipsis es notoria. Sus vidas están marcadas por la más pura supervivencia, por lo que el espectador asistirá a una serie de decisiones moralmente reprobables pero necesarias. Quizás es un error haber prometido tanto para dar tan poco, pues sin llegar a ser una experiencia negativa podría haberse aprovechado mejor la idea.
LLEGA DE NOCHE comienza bien, promete y el espectador necesita conocer más. Sin embargo, parece se queda corta y deja muchos interrogantes sin resolver, algo que no sucedía en buenas películas de este estilo como la gran Calle Cloverfield 10 o incluso Déjame salir, con finales mucho más redondos que hacían que nos removiéramos incómodos en la butaca. Joel Edgerton es quien lleva el peso de la película junto a un destacable Christopher Abbott, pero nadie en el elenco puede brillar en un guión tan gris. Es Edgerton, como padre de familia, quien decide el destino de la familia en esa gran casa del bosque que podría haber dado muchísimo más juego. Una lástima.
En definitiva, LLEGA DE NOCHE comienza bien y pierde gas pronto con un virus pandémico del que no sabemos nada y una tensión que podría haber ido en aumento pero que, sin embargo, no acaba de explotar. Una bala que se pierde entre la multitud de películas del mismo género que se pueden encontrar en la filmografía, por lo que será fácilmente olvidable y reemplazable. Nada del otro mundo.
Published on July 11, 2017 12:52
July 9, 2017
Crítica: VERANO 1993
Carla Simón, la futura ganadora del Goya a mejor dirección novel, nos presenta su ópera prima que rezuma encanto, intimismo y buen hacer. Realizada para aquellos que reflexionan y disfrutan con una buena historia real, llena de matices y, en definitiva, una de las mejores películas españolas, y no importa el año ni la década. Frida ha de irse a vivir con su tío materno cuando fallece su madre, allí descubrirá el significado de la pérdida mientras el espectador la acompaña en su proceso de duelo. Imperdible y solo para amantes del cine con mayúsculas. Esta semana hemos visto: VERANO 1993.
Y es que ESTIU 1993, es mejor verla en versión original (catalán), es una de las mejores películas y el mejor estreno posible para Carla Simón, que o le dan el Goya o mejor que los académicos se dediquen a otra cosa. Eso sí, y es una advertencia para aquellos que suelan ir al cine a pasar el rato sin más fin que el de entretenerse: No es una película para cualquiera. Está llena de matices, profundidad y silencios que hacen reflexionar, planos brillantes y diálogos reveladores. Es una película que funciona con poco diálogo, y eso es gracias, entre otras muchas cosas, a una niña llamada Laura Artigas, cuyos ojos hablan por sí mismos, revelándonos un dolor que no puede llegar a entender. Ella es Frida y acaba de perder a su madre, su mundo cambia por completo y se traslada a la masía de su tío materno (David Verdaguer), que vive con su mujer (Bruna Cusí) y su hija Anna (la adorable Paula Robles).
Frida y Anna, las niñas, tienen gran parte de culpa de que VERANO 1993 sea hipnótica. Es difícil saber cómo Carla Simón, su directora, ha sabido aprovechar el potencial de las niñas, ofreciéndonos escenas impagables, llenas de encanto y, sobre todo naturalidad. Y lo más importante, es que es autobiográfico, el propio duelo de su directora hecho película, y de las que saben tocar el alma porque es verdadera. Tanto como la vida misma, y duele, por eso a muchos les va a escocer y al resto les dejará un sentimiento difícil de borrar. Y, desde luego, si el trabajo como Carla Simón es de Goya fijo, no lo es menos el de Laura Artigas, su protagonista. Veremos si la Academia se comporta como debe o se deja llevar ante propuestas más comerciales.
VERANO 1993 nos ofrece un drama autobiográfico que muestra la cuotidianiedad con tanta naturalidad que asombra. Todas las escenas brillan y lo que sucede lo vemos con los ojos de Frida, una niña que ve cómo su madre desaparece y de repente está viviendo con una familia nueva. Esta película es incómoda porque es real, y brilla con luz propia porque no se actúa, se vive. Y Laura Artigas y la encantadora Paula Robles tienen un encanto tan natural que hacen fácil el trabajo de Bruna Cusí y David Verdaguer. Y tampoco lo es, puesto que para ellos también es una situación nueva y quizás la afrontan con más miedo que la propia Frida. Porque nadie te enseña a lidiar con el peso de la muerte de un ser tan querido a tan tierna edad.
No voy a alargarme más y simplemente diré que es una de las mejores películas españolas, que ha estado premiada en muchos festivales importantes, que Carla Simón merece el Goya a dirección novel (y a mejor dirección, a secas, también) y Laura Artigas merece también su nominación. Que es la historia real de su propia directora. Que es una oda al cine porque saca lo que tenemos dentro y nos lo muestra en gran pantalla. Porque es tan natural que es incómoda y porque no está hecha para cualquier espectador. Es CINE con mayúsculas, y además española. A ver si se atreven a enviarla a los Oscars como representante de nuestro país. Corred a verla.
Y es que ESTIU 1993, es mejor verla en versión original (catalán), es una de las mejores películas y el mejor estreno posible para Carla Simón, que o le dan el Goya o mejor que los académicos se dediquen a otra cosa. Eso sí, y es una advertencia para aquellos que suelan ir al cine a pasar el rato sin más fin que el de entretenerse: No es una película para cualquiera. Está llena de matices, profundidad y silencios que hacen reflexionar, planos brillantes y diálogos reveladores. Es una película que funciona con poco diálogo, y eso es gracias, entre otras muchas cosas, a una niña llamada Laura Artigas, cuyos ojos hablan por sí mismos, revelándonos un dolor que no puede llegar a entender. Ella es Frida y acaba de perder a su madre, su mundo cambia por completo y se traslada a la masía de su tío materno (David Verdaguer), que vive con su mujer (Bruna Cusí) y su hija Anna (la adorable Paula Robles).
Frida y Anna, las niñas, tienen gran parte de culpa de que VERANO 1993 sea hipnótica. Es difícil saber cómo Carla Simón, su directora, ha sabido aprovechar el potencial de las niñas, ofreciéndonos escenas impagables, llenas de encanto y, sobre todo naturalidad. Y lo más importante, es que es autobiográfico, el propio duelo de su directora hecho película, y de las que saben tocar el alma porque es verdadera. Tanto como la vida misma, y duele, por eso a muchos les va a escocer y al resto les dejará un sentimiento difícil de borrar. Y, desde luego, si el trabajo como Carla Simón es de Goya fijo, no lo es menos el de Laura Artigas, su protagonista. Veremos si la Academia se comporta como debe o se deja llevar ante propuestas más comerciales.VERANO 1993 nos ofrece un drama autobiográfico que muestra la cuotidianiedad con tanta naturalidad que asombra. Todas las escenas brillan y lo que sucede lo vemos con los ojos de Frida, una niña que ve cómo su madre desaparece y de repente está viviendo con una familia nueva. Esta película es incómoda porque es real, y brilla con luz propia porque no se actúa, se vive. Y Laura Artigas y la encantadora Paula Robles tienen un encanto tan natural que hacen fácil el trabajo de Bruna Cusí y David Verdaguer. Y tampoco lo es, puesto que para ellos también es una situación nueva y quizás la afrontan con más miedo que la propia Frida. Porque nadie te enseña a lidiar con el peso de la muerte de un ser tan querido a tan tierna edad.
No voy a alargarme más y simplemente diré que es una de las mejores películas españolas, que ha estado premiada en muchos festivales importantes, que Carla Simón merece el Goya a dirección novel (y a mejor dirección, a secas, también) y Laura Artigas merece también su nominación. Que es la historia real de su propia directora. Que es una oda al cine porque saca lo que tenemos dentro y nos lo muestra en gran pantalla. Porque es tan natural que es incómoda y porque no está hecha para cualquier espectador. Es CINE con mayúsculas, y además española. A ver si se atreven a enviarla a los Oscars como representante de nuestro país. Corred a verla.
Published on July 09, 2017 13:58
July 7, 2017
Crítica: GRU 3. MI VILLANO FAVORITO
Aquí vamos con la tercera entrega de una saga que comienza a sentir el peso de la reinvención sobre sus espaldas. Gru y los Minions, así como toda su prole y su mujer, conocerán a Dru, el hermano gemelo con pelo de nuestro héro, que tratará de volver a hacer que Gru vuelva a ser un villano como en los viejos tiempos. Esta semana hemos visto: GRU 3. MI VILLANO FAVORITO.
La mejor noticia para aquellos que vayan a ver Despicable me 3 es que es entretenida, que es lo mínimo que podemos exigirle a un filme de animación dirigido a un público infantil. Y, por supuesto, los Minions vuelven a aparecer y son lo mejor de la película, pero por desgracia no tienen tantos minutos como el público desearía. Así pues, GRU 3. MI VILLANO FAVORITO, se centra más en la guerra de Gru y Dru contra Bratt y la saga comienza a acumular tantos personajes que para próximas entregas deberían ir pensando en elimimar a alguno.
Y es que ahora Gru tiene, aparte de las tres niñas, una mujer, un hermano gemelo y una legión de Minions que le abandonan y a Bratt, el supervillano que se le escapa una y otra vez y ha provocado que le despidan de su trabajo. Y es que Bratt es de lo mejor de la película, pues su estilo ochentero y la música que le acompaña es algo que los mayores agradecerán, ofreciendo un puntazo tras otro que es de agradecer. Además, ofrece una feroz crítica al sistema y a las modas, por lo que es de agradecer un personaje tan completo.
Por lo general, las escenas más divertidas las protagoniza Bratt o los Minions, sobre todo estos últimos, especialmente cuando aparecen de repente en un concurso de cantantes y lo dan todo. Bravo por los Minions y, de nuevo, decir que es una pena lo desaprovechados que están. Por lo demás, tenemos más de lo mismo, aunque Dru es un personaje bastante cargante que poco o nada aporta a la vida de Gru y las niñas, por muy hermano gemelo que sea.
En definitiva, GRU 3. MI VILLANO FAVORITO es una filme entretenido y divertido, aunque debe comenzar a reinventarse para que el público siga apoyando sus películas. Los Minions deberían tener más peso, aunque sea en forma de microhistorias, y Gru y las niñas los auténticos protagonistas. De lo contrario, comenzarán a acumularse personajes y, ya se sabe, quien mucho abarca poco aprieta. Ideal para una tarde con los peques y para poneros al día con la genial música y estilo de los 80. Id a verla.
La mejor noticia para aquellos que vayan a ver Despicable me 3 es que es entretenida, que es lo mínimo que podemos exigirle a un filme de animación dirigido a un público infantil. Y, por supuesto, los Minions vuelven a aparecer y son lo mejor de la película, pero por desgracia no tienen tantos minutos como el público desearía. Así pues, GRU 3. MI VILLANO FAVORITO, se centra más en la guerra de Gru y Dru contra Bratt y la saga comienza a acumular tantos personajes que para próximas entregas deberían ir pensando en elimimar a alguno.
Y es que ahora Gru tiene, aparte de las tres niñas, una mujer, un hermano gemelo y una legión de Minions que le abandonan y a Bratt, el supervillano que se le escapa una y otra vez y ha provocado que le despidan de su trabajo. Y es que Bratt es de lo mejor de la película, pues su estilo ochentero y la música que le acompaña es algo que los mayores agradecerán, ofreciendo un puntazo tras otro que es de agradecer. Además, ofrece una feroz crítica al sistema y a las modas, por lo que es de agradecer un personaje tan completo. Por lo general, las escenas más divertidas las protagoniza Bratt o los Minions, sobre todo estos últimos, especialmente cuando aparecen de repente en un concurso de cantantes y lo dan todo. Bravo por los Minions y, de nuevo, decir que es una pena lo desaprovechados que están. Por lo demás, tenemos más de lo mismo, aunque Dru es un personaje bastante cargante que poco o nada aporta a la vida de Gru y las niñas, por muy hermano gemelo que sea.
En definitiva, GRU 3. MI VILLANO FAVORITO es una filme entretenido y divertido, aunque debe comenzar a reinventarse para que el público siga apoyando sus películas. Los Minions deberían tener más peso, aunque sea en forma de microhistorias, y Gru y las niñas los auténticos protagonistas. De lo contrario, comenzarán a acumularse personajes y, ya se sabe, quien mucho abarca poco aprieta. Ideal para una tarde con los peques y para poneros al día con la genial música y estilo de los 80. Id a verla.
Published on July 07, 2017 11:29
July 5, 2017
Crítica: UN DON EXCEPCIONAL
Ser superdotado puede ser una bendición, aunque trae consigue algo más que eso, sobre todo a la hora de relacionarse y tener una vida como el resto de mortales. De eso trata la trama de una película que prefiere ahondar en cuestiones familiares y morales antes de en el don que la propia niña tiene. Entretenida pero convencional y con bastantes dosis de azúcar. Esta semana hemos visto: UN DON EXCEPCIONAL.
Gifted, como así reza su título original, está dirigida por Marc Webb (The Amazing Spiderman), y como casi todos sus filmes blockbusterianos, opta por atraer la atención de las masas enfervorecidas por tener algo de azúcar, algo por lo que emocionarse, aunque en realidad no logre hacerlo. La niña superdotada (McKenna Grace) vive con su tío (Chris Evans), puesto que su madre, una reputada matemática, se suicidó cuando ella era solo un bebé. Ahora su abuela (Lindsay Duncan) se peleará por la custodia de la niña y señala a su tío como el principal culpable de que esta no desarrolle al máximo su potencial.
Quizás sea ese el único apartado que realmente llame la atención de UN DON EXCEPCIONAL, esa búsqueda de la normalidad, que busca el personaje interpretado por Chris Evans (muy Ben Affleck), en una persona que lógicamente no lo es. Sin embargo, que la niña vaya a un colegio como todos, y se relacione con niños de su edad hace que no desarrolle al máximo sus habilidades. La lucha entre abuela y tío llegará a los tribunales, aunque el filme pierde fuerza cuando llega a eso, puesto que la poca fuerza de la película radica en la propia niña, McKenna Grace, que le pone muchas ganas pero que acaba siendo engullida por una trama azucarada que poco o nada quiere saber de la superdotación.
En definitiva, UN DON EXCEPCIONAL es tan convencional que ni siquiera importa que la niña sea superdotada o no, porque el eje de la trama se construye a partir de la disputa madre-hijo y del lugar más apropiado en que la niña ha de vivir. Se le puede sacar algo al tema, porque es complejo, pero Marc Webb demuestra, una vez más, que sus películas están hechas para que la gente vaya a verlas y al rato la olviden. Una pena, y más teniendo en cuenta que podrían haber aprovechado mejor a Chris Evans y a Octavia Spencer. Id a verla si queréis ver la típica película azucarada del estilo Mañana empieza Todo.
Gifted, como así reza su título original, está dirigida por Marc Webb (The Amazing Spiderman), y como casi todos sus filmes blockbusterianos, opta por atraer la atención de las masas enfervorecidas por tener algo de azúcar, algo por lo que emocionarse, aunque en realidad no logre hacerlo. La niña superdotada (McKenna Grace) vive con su tío (Chris Evans), puesto que su madre, una reputada matemática, se suicidó cuando ella era solo un bebé. Ahora su abuela (Lindsay Duncan) se peleará por la custodia de la niña y señala a su tío como el principal culpable de que esta no desarrolle al máximo su potencial.
Quizás sea ese el único apartado que realmente llame la atención de UN DON EXCEPCIONAL, esa búsqueda de la normalidad, que busca el personaje interpretado por Chris Evans (muy Ben Affleck), en una persona que lógicamente no lo es. Sin embargo, que la niña vaya a un colegio como todos, y se relacione con niños de su edad hace que no desarrolle al máximo sus habilidades. La lucha entre abuela y tío llegará a los tribunales, aunque el filme pierde fuerza cuando llega a eso, puesto que la poca fuerza de la película radica en la propia niña, McKenna Grace, que le pone muchas ganas pero que acaba siendo engullida por una trama azucarada que poco o nada quiere saber de la superdotación.
En definitiva, UN DON EXCEPCIONAL es tan convencional que ni siquiera importa que la niña sea superdotada o no, porque el eje de la trama se construye a partir de la disputa madre-hijo y del lugar más apropiado en que la niña ha de vivir. Se le puede sacar algo al tema, porque es complejo, pero Marc Webb demuestra, una vez más, que sus películas están hechas para que la gente vaya a verlas y al rato la olviden. Una pena, y más teniendo en cuenta que podrían haber aprovechado mejor a Chris Evans y a Octavia Spencer. Id a verla si queréis ver la típica película azucarada del estilo Mañana empieza Todo.
Published on July 05, 2017 13:38
July 3, 2017
Crítica: LA CASA DE LA ESPERANZA
Durante la ocupación nazi, el zoo de Varsovia fue refugio para los judíos gracias a Antonina Zabinski y a su marido, el director del zoo. Juntos salvaron la vida de más de 300 personas entre 1938 y 1945. Niki Caro dirige una película bienintencionada e interesante, aunque carente de fuerza pese a los esfuerzos de Jessica Chastain. Esta semana hemos visto: LA CASA DE LA ESPERANZA.
The Zookeeper's Wife narra la historia de este matrimonio polaco que escondió a una amiga y funcionó, por lo que decidieron seguir haciéndolo y así consiguieron salvar a centenares de judíos. Sin embargo, es una película más sobre la barbarie nazi, puesto que no logra conmover, ni tampoco emocionar como si lo hace, por ejemplo, La Lista de Schindler. Jessica Chastain, Daniel Brühl y Johan Heldenberg lo intentan, aunque sus historias, sobre todo la de los dos primeros, quizás no sean tan reales como sí lo es el conjunto. La sensación general ante el visionado de este filme es de frialdad, y no porque no sucedan cosas impactantes, pero es un tema tan importante que parece que han querido contar mucho y han podido hacer muy poco.
La historia puede dividirse en dos partes. La primera, y quizás más interesante, es la del marido (Johan Heldenberg) quien arriesga su vida sacando del barrio judío de Varsovia a personas para llevarlas al zoo, lugar donde los esconden y logran sacar de la ciudad cuando los nazis se marchan del zoo por las noches. Por otra parte, tenemos la labor de Antonina (Jessica Chastain), quien ha de lidiar con un zoólogo alemán (Daniel Brühl), que además pretende llegar a algo más con ella. Mientras todo eso sucede, vemos cómo el Zoo de Varsovia se hace trizas y sus animales perecen a manos de los nazis, que convierten el lugar en almacén.
Quizás haberse centrado en ambas historias, interelacionadas obviamente, hace que se haya querido abarcar demasiado, dando por una parte emoción y tensión al sacarlos del barrio judío y una visión más personal de los rescatados una vez en el zoo junto a Antonina y el resto. En todo caso, no consigue que nos emocionemos, y que no lo haga una película basada en la brutalidad nazi, y enseñando algunas imágenes impactantes, es algo poco meritorio en LA CASA DE LA ESPERANZA. Eso quiere decir dos cosas: o que el público ya se ha cansado de este tipo de filmes, o que su directora Niki Caro no ha cumplido el objetivo de emocionar.
En definitiva, LA CASA DE LA ESPERANZA es solo una película más sobre la barbarie nazi. Jessica Chastain lo intenta, pero no es suficiente y tampoco se luce en un conjunto que acaba siendo tan gris como el cielo de Varsovia. Sin embargo, que esté basada en un hecho real le da muchos puntos a su favor, sobre todo para fans de género y estudiosos de la Segunda Guerra Mundial.
The Zookeeper's Wife narra la historia de este matrimonio polaco que escondió a una amiga y funcionó, por lo que decidieron seguir haciéndolo y así consiguieron salvar a centenares de judíos. Sin embargo, es una película más sobre la barbarie nazi, puesto que no logra conmover, ni tampoco emocionar como si lo hace, por ejemplo, La Lista de Schindler. Jessica Chastain, Daniel Brühl y Johan Heldenberg lo intentan, aunque sus historias, sobre todo la de los dos primeros, quizás no sean tan reales como sí lo es el conjunto. La sensación general ante el visionado de este filme es de frialdad, y no porque no sucedan cosas impactantes, pero es un tema tan importante que parece que han querido contar mucho y han podido hacer muy poco.
La historia puede dividirse en dos partes. La primera, y quizás más interesante, es la del marido (Johan Heldenberg) quien arriesga su vida sacando del barrio judío de Varsovia a personas para llevarlas al zoo, lugar donde los esconden y logran sacar de la ciudad cuando los nazis se marchan del zoo por las noches. Por otra parte, tenemos la labor de Antonina (Jessica Chastain), quien ha de lidiar con un zoólogo alemán (Daniel Brühl), que además pretende llegar a algo más con ella. Mientras todo eso sucede, vemos cómo el Zoo de Varsovia se hace trizas y sus animales perecen a manos de los nazis, que convierten el lugar en almacén.Quizás haberse centrado en ambas historias, interelacionadas obviamente, hace que se haya querido abarcar demasiado, dando por una parte emoción y tensión al sacarlos del barrio judío y una visión más personal de los rescatados una vez en el zoo junto a Antonina y el resto. En todo caso, no consigue que nos emocionemos, y que no lo haga una película basada en la brutalidad nazi, y enseñando algunas imágenes impactantes, es algo poco meritorio en LA CASA DE LA ESPERANZA. Eso quiere decir dos cosas: o que el público ya se ha cansado de este tipo de filmes, o que su directora Niki Caro no ha cumplido el objetivo de emocionar.
En definitiva, LA CASA DE LA ESPERANZA es solo una película más sobre la barbarie nazi. Jessica Chastain lo intenta, pero no es suficiente y tampoco se luce en un conjunto que acaba siendo tan gris como el cielo de Varsovia. Sin embargo, que esté basada en un hecho real le da muchos puntos a su favor, sobre todo para fans de género y estudiosos de la Segunda Guerra Mundial.
Published on July 03, 2017 12:49
June 30, 2017
Reseña: CALAMITY
Seguimos cerrando trilogías, y llega el turno de la última entrega de la saga The Reckoners, que llega a su fin con tanta acción y giros de guión como el gran Brandon Sanderson nos tiene acostumbrados. Como siempre, la estrategia en la lucha contra los épicos es vital para la trama, además de que David y Megan se las tendrán que ver con el Profesor, antiguo aliado al que pretenden que vuelva a formar parte de su equipo. Esta semana hemos leído: CALAMITY (Trilogía The Reckoners).
Título: Calamity
Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Nova
Nº de páginas: 416
Fecha de publicación: 2017
INFORMACIÓN
Sinopsis: Los Épicos nacieron cuando Calamity iluminó los cielos. Desde esa noche histórica, el destino de David ha estado entrelazado con el de esos malvados. Steelheart asesinó a su padre. Firefight le robó el corazón. Y ahora Regalia ha convertido a su mayor aliado en un peligroso enemigo. David conocía el secreto del Profesor. Secreto que guardó incluso cuando el Profesor se esforzaba por controlar los efectos de sus poderes épicos.Pero no pudo superar enfrentarse a Obliteration en Babilar. El Profesor, que fue líder de los Reckoners, se ha entregado totalmente a su destino de Épico. Se ha hundido es esas tenebrosas sombras de violencia propias de todos los Épicos. Y todo saben que de las sombras no se vuelve... Pero se equivocan. Es posible redimir a los Épicos, Megan ya lo demostró. No todo está perdido, al menos no definitivamente. Y David está lo suficientemente loco como para enfrentarse al Gran Épico más poderoso de la historia con tal de recuperar a su amigo. O al menos, morir intentándolo.
Autor: Su primera novela publicada, "Elantris" (2005), fue recibida por público y crítica como una interesantísima renovación en el tan trillado género de la fantasía. También ha publicado una brillante trilogía: "Nacidos de la bruma". Ha sido también elegido como el redactor final del último volumen de la famosa serie La rueda del tiempo. El Rithmatista ha sido elegida por The New York Times Book Review como uno de los diez mejores libros juveniles de 2013. La última obra de Brandon Sanderson es 'The way of the kings' (2010), primera parte de una magna y descomunal decalogía, 'The stormlight archive'. "The reckoners" es otra trilogía juvenil que levanta pasiones.
RESEÑA
No voy a hablar otra vez de Brandon Sanderson, de la calidad literaria de sus obras ni tampoco de cuántas tiene, porque son muchas y todas deberían ser leídas, sin falta, por cualquier fan de la fantasía. Además podéis encontrar la reseña de muchas de ellas en el apartado Reseñas Literarias del blog. Dicho esto, tras STEELHEART y FIREFIGHT, nos llega la última novela que cierra la trilogía The Reckoners: CALAMITY. Una saga eminentemente juvenil, dirigido a un público menos entendido en fantasía que otras de sus obras más interesantes, pero cuya ligereza, humor y dosis de acción y estrategia hará las delicias de todo tipo de público. La idea es que los épicos son superhombres con poderes increíbles que son corrompidos por la propia oscuridad de su poder, y ahí es donde entran los Reckoners, un grupo de personas entre las que se encuentra David, el protagonista, que los mata aun sin contar con poderes épicos. Es decir, descubriendo sus puntos débiles.
Como podéis leer en la sinopsis, el punto fuente de la historia es hacer que el Profesor, antiguo líder del grupo vuelva a la luz tras haber caído en la oscuridad de sus propios poderes. Arrastrado por la ira, se ha convertido en un Gran Épico más, cuyos planes van más allá de lo que David y los suyos puedan imaginar. Junto a ellos viajaran a Atlanta, una ciudad que se mueve y de destruye a sí misma para volver a montarse gracias a los poderes de Larcener, el épico que controla la ciudad, al menos hasta la llegada de el Profesor, que desatará el caos a su paso. En el equipo Reckoner contamos con Mizzy, Abraham, Cody, Megan y el propio David, que obtendrán ayuda de un épico fanático de las tecnologías y poco más. Si el duelo con Steelheart ya fue difícil en la primera entrega, debido a que era casi perfecto, luchar contra el Profesor lo será todavía más, puesto que fue su líder y es un gran estratega.
La pluma de Brandon Sanderson es ágil, ligera y con bastantes toques de humor, quizás algo menos que lo que ha acostumbrado en anteriores entregas, pero se adapta totalmente al público juvenil al que se dirige la Saga Reckoners, igual que ya hizo con EL RITHMATISTA. Calamity es el Gran Épico que, de alguna manera ha transferido poderes a los mortales, por lo que el fin último de la novela es darle una explicación y un final digno a la saga. Lo consigue, pero quizás es todo demasiado precipitado, puesto que la mayor parte de la novela se centra en la lucha contra el Profesor, dedicando solo unas cuantas páginas al clímax final contra el Gran Épico que ve el mundo desde los cielos. Puede ser algo precipitado, demasiado rápido para un mundo que podría haber dado más de sí, por la gran cantidad de épicos y de nuevos poderes que podría haberse sacado de la manga el bueno de Brandon Sanderson.
En CALAMITY no encontramos demasiados épicos nuevos, suficiente tienen con lidiar con seres como Larcener y el Profesor a la vez, pero sí tenemos los típicos giros de guión que Brandon Sanderson sabe aprovechar para mantener al espectador enganchado a sus páginas. Es Megan, de nuevo, la que mantiene el peso del equipo ante el inesperado liderazgo de David tras la caída del Profesor a la oscuridad de sus poderes épicos. Ella sí tiene poderes y Brandon Sanderson hace que juegue con universos paralelos, dando mucho juego en las secuencias de acción, que hay que decir que están bien descritas que parece que sea hasta fácil hacerlo. Siento que se ha desaprovechado el potencial de David como protagonista, porque sí que lo es, pero esta vez se mantiene al margen de los enfrentamientos, donde Cody y Abraham se las ingenian para mantenerse vivos gracias a los poderes tensores de los artefactos épicos.
En definitiva, CALAMITY es un buen final para una saga cuyo primer volumen, STEELHEART fue la mejor obra de la trilogía. FIREFIGHT mantuvo el tipo, pero esta última entrega quizás peca de precipitada, aunque para gustos colores. En todo caso, nos brinda buenas dosis de acción e imaginación, algo que para alguien como Brandon Sanderson es casi como respirar. La serie The Reckoners no es de sus mejores obras, ni mucho menos, pero se ha ganado a pulso los derechos cinematográficos y pronto la veremos en la gran pantalla. Si la adaptación es fiel conseguirá ser una trilogía espectacular, así que estaremos atentos a su evolución. Si no sabéis qué regalarle a la juventud, no dudéis que la saga The Reckoners es una gran opción.
VALORACIÓN: 7/10
Título: Calamity
Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Nova
Nº de páginas: 416
Fecha de publicación: 2017
INFORMACIÓN
Sinopsis: Los Épicos nacieron cuando Calamity iluminó los cielos. Desde esa noche histórica, el destino de David ha estado entrelazado con el de esos malvados. Steelheart asesinó a su padre. Firefight le robó el corazón. Y ahora Regalia ha convertido a su mayor aliado en un peligroso enemigo. David conocía el secreto del Profesor. Secreto que guardó incluso cuando el Profesor se esforzaba por controlar los efectos de sus poderes épicos.Pero no pudo superar enfrentarse a Obliteration en Babilar. El Profesor, que fue líder de los Reckoners, se ha entregado totalmente a su destino de Épico. Se ha hundido es esas tenebrosas sombras de violencia propias de todos los Épicos. Y todo saben que de las sombras no se vuelve... Pero se equivocan. Es posible redimir a los Épicos, Megan ya lo demostró. No todo está perdido, al menos no definitivamente. Y David está lo suficientemente loco como para enfrentarse al Gran Épico más poderoso de la historia con tal de recuperar a su amigo. O al menos, morir intentándolo.
Autor: Su primera novela publicada, "Elantris" (2005), fue recibida por público y crítica como una interesantísima renovación en el tan trillado género de la fantasía. También ha publicado una brillante trilogía: "Nacidos de la bruma". Ha sido también elegido como el redactor final del último volumen de la famosa serie La rueda del tiempo. El Rithmatista ha sido elegida por The New York Times Book Review como uno de los diez mejores libros juveniles de 2013. La última obra de Brandon Sanderson es 'The way of the kings' (2010), primera parte de una magna y descomunal decalogía, 'The stormlight archive'. "The reckoners" es otra trilogía juvenil que levanta pasiones.RESEÑA
No voy a hablar otra vez de Brandon Sanderson, de la calidad literaria de sus obras ni tampoco de cuántas tiene, porque son muchas y todas deberían ser leídas, sin falta, por cualquier fan de la fantasía. Además podéis encontrar la reseña de muchas de ellas en el apartado Reseñas Literarias del blog. Dicho esto, tras STEELHEART y FIREFIGHT, nos llega la última novela que cierra la trilogía The Reckoners: CALAMITY. Una saga eminentemente juvenil, dirigido a un público menos entendido en fantasía que otras de sus obras más interesantes, pero cuya ligereza, humor y dosis de acción y estrategia hará las delicias de todo tipo de público. La idea es que los épicos son superhombres con poderes increíbles que son corrompidos por la propia oscuridad de su poder, y ahí es donde entran los Reckoners, un grupo de personas entre las que se encuentra David, el protagonista, que los mata aun sin contar con poderes épicos. Es decir, descubriendo sus puntos débiles.
Como podéis leer en la sinopsis, el punto fuente de la historia es hacer que el Profesor, antiguo líder del grupo vuelva a la luz tras haber caído en la oscuridad de sus propios poderes. Arrastrado por la ira, se ha convertido en un Gran Épico más, cuyos planes van más allá de lo que David y los suyos puedan imaginar. Junto a ellos viajaran a Atlanta, una ciudad que se mueve y de destruye a sí misma para volver a montarse gracias a los poderes de Larcener, el épico que controla la ciudad, al menos hasta la llegada de el Profesor, que desatará el caos a su paso. En el equipo Reckoner contamos con Mizzy, Abraham, Cody, Megan y el propio David, que obtendrán ayuda de un épico fanático de las tecnologías y poco más. Si el duelo con Steelheart ya fue difícil en la primera entrega, debido a que era casi perfecto, luchar contra el Profesor lo será todavía más, puesto que fue su líder y es un gran estratega.
La pluma de Brandon Sanderson es ágil, ligera y con bastantes toques de humor, quizás algo menos que lo que ha acostumbrado en anteriores entregas, pero se adapta totalmente al público juvenil al que se dirige la Saga Reckoners, igual que ya hizo con EL RITHMATISTA. Calamity es el Gran Épico que, de alguna manera ha transferido poderes a los mortales, por lo que el fin último de la novela es darle una explicación y un final digno a la saga. Lo consigue, pero quizás es todo demasiado precipitado, puesto que la mayor parte de la novela se centra en la lucha contra el Profesor, dedicando solo unas cuantas páginas al clímax final contra el Gran Épico que ve el mundo desde los cielos. Puede ser algo precipitado, demasiado rápido para un mundo que podría haber dado más de sí, por la gran cantidad de épicos y de nuevos poderes que podría haberse sacado de la manga el bueno de Brandon Sanderson.En CALAMITY no encontramos demasiados épicos nuevos, suficiente tienen con lidiar con seres como Larcener y el Profesor a la vez, pero sí tenemos los típicos giros de guión que Brandon Sanderson sabe aprovechar para mantener al espectador enganchado a sus páginas. Es Megan, de nuevo, la que mantiene el peso del equipo ante el inesperado liderazgo de David tras la caída del Profesor a la oscuridad de sus poderes épicos. Ella sí tiene poderes y Brandon Sanderson hace que juegue con universos paralelos, dando mucho juego en las secuencias de acción, que hay que decir que están bien descritas que parece que sea hasta fácil hacerlo. Siento que se ha desaprovechado el potencial de David como protagonista, porque sí que lo es, pero esta vez se mantiene al margen de los enfrentamientos, donde Cody y Abraham se las ingenian para mantenerse vivos gracias a los poderes tensores de los artefactos épicos.
En definitiva, CALAMITY es un buen final para una saga cuyo primer volumen, STEELHEART fue la mejor obra de la trilogía. FIREFIGHT mantuvo el tipo, pero esta última entrega quizás peca de precipitada, aunque para gustos colores. En todo caso, nos brinda buenas dosis de acción e imaginación, algo que para alguien como Brandon Sanderson es casi como respirar. La serie The Reckoners no es de sus mejores obras, ni mucho menos, pero se ha ganado a pulso los derechos cinematográficos y pronto la veremos en la gran pantalla. Si la adaptación es fiel conseguirá ser una trilogía espectacular, así que estaremos atentos a su evolución. Si no sabéis qué regalarle a la juventud, no dudéis que la saga The Reckoners es una gran opción.VALORACIÓN: 7/10
Published on June 30, 2017 12:36


