Edilberto Aldán's Blog, page 79
January 4, 2014
Complicidad
 Envoltorio de papaya
Envoltorio de papayaComplicidad
Ensayo para despabilar el pensamientoNo está de más destacar la irrebatible calidad de la obra de Antonio Muñoz Molina, para quien guste de las enumeraciones de los crÃticos o requiera validación más allá de la experiencia de leerlo, bastarÃa señalar que le han otorgado el Premio Nacional de Narrativa en dos ocasiones, en 1988 por El invierno en Lisboa y en 1991 por El jinete polaco, libro que además fue incluido en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX (http://goo.gl/Bjxciv); es miembro de la Real Academia Española; Premio Jerusalén; y el año pasado recibió el Premio PrÃncipe de Asturias.Más allá de esas medallas, considero a Muñoz Molina un imprescindible, Beltenebros, El viento de la luna y Sefarad son experiencias narrativas que no se debe uno permitir perderse, seguir sus columnas en El PaÃs es un hábito con el que se asegura alimento para placer del lector.A pesar del entusiasmo que me despierta, no estoy calificado para ser considerado como fan, de hecho, cuando comencé a leer Todo lo que era sólido (Seix Barral, 2013), ni siquiera me habÃa fijado que se trataba de un ensayo, no lo obviaba el epÃgrafe de Joseph Conrad en el que hace referencia a cómo se vive con los pensamientos aletargados, tampoco las lÃneas iniciales en las que Muñoz Molina establece lo lejos que queda ya el pasado de hace sólo unos años. Acostumbrado a que este autor juegue con el punto de vista y esconda al narrador tras una cavilante primera persona, comencé a leer acerca de las circunstancias económicas y sociales de España en 2007.Tuve que acudir a la solapa del libro para enterarme que leÃa âun ensayo directo y apasionado, una reflexión narrativa y testimonialâ, aun asÃ, lÃneas en las que explica el tÃtulo del libro (Todo lo que era sólido se desvanece en el aire. Lo que recordamos es como si no hubiera existido. Lo que ahora nos parece retrospectivamente tan claro era invisible mientras sucedÃa), permitieron que avanzara sin necesidad de clasificar el texto.
¿Cuándo se jodió España?La respuesta en el ensayo de Muñoz Molina es directa: La ruina en la que nos ahogamos hoy empezó entonces: cuando la potestad de disponer del dinero público pudo ejercerse sin los mecanismos previos de control de las leyes; y cuando las leyes se hicieron tan elásticas como para no entorpecer el abuso, la fantasÃa insensata, la codicia, el delirio, o simplemente para no ser cumplidas.Lo que va contando Todo lo que era sólido es justamente eso, cómo âde un dÃa a otroâ los indicadores macroeconómicos descendieron, cómo pasó el PIB español de billón de euros y un crecimiento del 3.8% al derrumbe de los mercados financieros, cómo entra en recesión la economÃa española a finales de 2008, la necesidad de un rescate financiero en el 2012, los recortes a la administración pública, los rescates de las comunidades autónomas, todo lo que lleva a entender cómo es que hoy España tenga más de 3 millones de desempleados y múltiples manifestaciones sociales a las que los anuncios oficiales de que el paÃs sale de la recesión después de dos años al crecer un 0.1% no les hagan la menor gracia.En el ensayo de Muñoz Molina se agradece y disfruta que esa historia no está contada desde la neutralidad abstracta del analista que cruza datos, elabora estadÃsticas, muestra gráficos y, a todo pasado, explica qué fue lo que sucedió. Todo lo que era sólidoes un intento por aprehender miles, millones de experiencias, para darles rostro; logra que el lector pueda traducir conceptos como âburbuja inmobiliariaâ mediante la traslación de lo colectivo a la multiplicación de ejemplos. Las cosas le suceden a alguien, la crisis afecta una vida privada, las vÃctimas tienen nombre, no son una estadÃstica.
Serena rebelión cÃvicaEn el dossier de prensa de Todo lo que era sólido se destaca que el texto de Antonio Muñoz Molina es una llamada a una âserena rebelión cÃvicaâ, a cambiar las cosas ya porque no se puede aplazar más el encontrar una solución para la crisis en la que está España⦠No lo creo. No es ese tipo de texto, no es una cita a la revolución ni a la manifestación, no al menos como la urgencia nos hace entender los llamados a la acción. Lo que el autor propone es una vuelta al sentido común.Quien busque respuestas a por qué se jodió España, sà las va a encontrar en Todo lo que era sólido, pues paralelo a una reflexión personalÃsima, lo que logra Muñoz Molina es caracterizar qué le sucedió a las generación posteriores a la guerra civil, a quienes asumieron los cargos públicos y cómo todos los que vivieron la democracia post franquista fueron olvidando que para la permanencia del sistema democrático es indispensable la realización de ajustes diarios, que no se nace en democracia, que hay que ir aprendiendo y enseñando para que un paÃs no se joda, para que a un paÃs no se lo jodan.Quien busque respuestas a cómo sacar del agujero a España, no las va a encontrar en Todo lo que era sólido, no se trata de ese tipo de ensayo, reitero, Muñoz Molina apela al regreso al sentido común, al ejercicio de la ciudadanÃa, y esa convocatoria sólo puede generar más preguntas, sólo puede empujar a pensar, en especial en el ejercicio de la responsabilidad individual, citando a Camus (que cada uno haga su trabajo) el final del libro invita a repensar en dónde nos colocamos, por ejemplo, quienes se ubican en el pueblo y quienes buscan ejercer como ciudadanos:El pueblo asegura el abrigo inmediato de lo colectivo y lo inmemorial, el halago de compartir valores ancestrales. La ciudadanÃa, por comparación, ofrece poco más que intemperie, y cada una de sus ventajas posibles está sometida al contratiempo de la responsabilidad y la incertidumbre.Ahà está propuesta de Antonio Muñoz Molina.
CodaDebo confesar que en más de una ocasión, por inercia, por atender el guiño del altero de libros pendientes, me preguntaba por qué leÃa un ensayo sobre la crisis española. En ningún momento caà en la tentación de dejarlo, el retrato social que hace Muñoz Molina nos refleja, puntilloso señala cómo hemos mirado con demasiada tolerancia la incompetencia y la corrupción, es decir, al apelar a la virtud cÃvica, a los valores morales, al sentido común, no regaña, sólo arroja luz sobre uno de los caminos posibles, uno que ya está probado que funciona, el de la responsabilidad de asumirse como ciudadano.Una cita final: El periodista que se asegure de la veracidad de la información que va a publicar y que repase cada dato y cada nombre hasta estar razonablemente seguro de que no se ha equivocado, y que en lugar de copiar y reproducir las palabras que dice un polÃtico examine con cuidado si se corresponden con sus actos, y además que preste más atención a las personas que hacen cosas sustanciales y valiosas que mejorar en mayor o menor medida el mundo y menos a los farsantes de la moda.Por eso no pude dejar de leerlo, porque me recordó todas las veces que somos cómplices por omisión.@aldan
        Published on January 04, 2014 00:04
    
December 28, 2013
Gestos mínimos
 Envoltorio de papaya Gestos mínimos
  
Envoltorio de papaya Gestos mínimos
  Nunca ocurre nada
Cuando Flaubert terminó de escribir Noviembre, apenas iba a cumplir 21 años, en comparación con La educación sentimental o Madame Bovary, invariablemente se distinguirá a esa novela como una obra de juventud, lo es. Noviembre es una de esas obras sentimental y amorosa que elaboran como ejercicio los novelistas y donde todavía se les notan las costuras, la pasión desbordada, el afecto por ciertos personajes que impiden al autor ser justos (novelísticamente) con ellos; aunque claro, es una obra de Flaubert, así que no es desmedido cualquier elogio que se pueda hacer de ella, aunque, como el escritor mismo dijo, no sin cierto sarcasmo, es un revoltijo donde la “acción es nula”. Sí, en Noviembre no pasa nada, mejor dicho, la acción es mínima, cuenta el encuentro entre una prostituta, Marie, y el narrador; eso es todo… y tanto.Quien aprecie la obra de Flaubert encontrará en Noviembre lo que más tarde desarrollará en el resto de su obra, sobre todo en la Marie Arnoux de La educación sentimental, en las notas a una edición reciente de esta novela (Editorial Impedimenta, traducción de Olalla García e Introducción de Lluís María Todó) se indica que “el personaje de la prostituta Marie está inspirado en dos mujeres, que marcaron al joven Flaubert para toda su obra de novelista: la primera y principal, Elisa Schlesinger, que Flaubert conoció en una playa normanda cuando él tenía sólo quince años y ella veintiséis. Elisa estaba casada con un editor de música, tenía hijos, y pasados los años acabaría su vida en un sanatorio mental. A pesar de la brevedad del encuentro, Elisa Schlesinger fue para Gustave Flaubert un amor perdurable, su único amor verdadero, según declaró repetidamente en sus papeles íntimos”. Inevitable pensar en el hechizo en que cae Frédéric Moreau al vislumbrar a la señora Arnoux en las primeras páginas de La educación sentimental y, también, el gesto final con que Arnoux se revela como el cierre de toda una época, al dejar caer la cascada gris de su cabello sobre los hombros.Hace poco, para contextualizar el bellísimo gesto de la señora Arnoux al final de la novela y no dejar a mi interlocutor con la idea de que La educación sentimental trata acerca de cómo alguien se vuelve viejo, tuve que ceder al impulso reductor y agregar que en el fondo de esa novela se descubre la fundación del Segundo Imperio francés, pero sobre todo, se describe la revolución de 1848. Menos mal, me dijo con quien platicaba, pensé que se trataba de otro de esos textos en donde nunca pasa nada y todo son palabras… como los que te gustan.
Usted está aquíLa plaga de fin de año son las listas de los mejores libros, discos, lo que sea con que los medios llenan el espacio que dejan quienes aprovechan las fiestas para tomarse un descanso y prometer que regresarán con mayores bríos el año que viene. Basta una ojeada a cualquiera de los medios a los que acuda para encontrarse con estas listas, con estas síntesis de lo más relevante del 2013. Los llamo plaga no sólo por su virulencia sino también por el daño que hacen, en el fondo, sesgan de tal modo la información al intentar centrar la atención en un hecho que le dan una relevancia que no tiene y no merece.¿Son útiles? No me lo parece, seguro alguien encontrará alguna forma de hallarle provecho a ese cúmulo de información, sobre todo en esta época en que gracias a la tecnología tenemos la oportunidad de saberlo todo pero nos hemos vuelto incapaces de recordar nada, alguien podrá convertir esas listas en un letrero que indique el lugar en que se está (todos los libros que no leíste, toda la música que te perdiste), un punto de partida para arribar al siguiente bloque de novedades que traiga el nuevo día; a mí me cuesta trabajo utilizarlos como mapas, en las listas siempre veo la mano pachona que me intenta empujar a consumir algo que de entrada no me atrajo, y sé que mi 2014 y 2015 y 2016 será igual de bueno o malo si me pierdo la novela más reciente de escritor ucraniano que todos dicen que es el último grito de la moda invierno 2013; que a mi cuerpo no le ocurrirá nada si en los años que siguen no lo someto a los compases de la última cocacola en el desierto musical…
The day the music diedBasta presenciar los esfuerzos exagerados de los conductores de noticias por dar relevancia a un hecho para saber que el camino de la memoria no va por donde indican los medios. Hace unos días escuché a un locutor describir la interpretación de una canción por dos cantantes que no conozco en un programa que no veo como lo más espectacular que ha ocurrido en la escena musical, para subrayar, el muchacho declaraba: sí, incluso desde Madonna; tuve que buscar el fundamento de su furor declaratorio, no fue difícil hallarlo en uno de los “grandes momentos del 2013”, en The Voice, Lady Gaga y Christina Aguilera cantaron juntas “Do What U Want”, el nuevo single de la primera… ¿Eso es todo? Sí, eso y nada más, claro dicho por quien cree que lo mejor que ha hecho Madonna es grabar una versión de American Pie que inevitablemente lleva a buscar la original de Don McLean.
A generation lost in space with no time left to start againEn el rubro de “noticias” no me va mejor con los resúmenes, no logro reducir todo lo que le ocurrió al país, al mundo, a esas líneas que, dependiendo de la tendencia del medio, sucumben al año en que México se atrevió a dar el gran salto o bien, al año en que México se vendió al temible Masiosare. No me veo ahí, no me encuentro en esos párrafos, debe ser que creo en que la historia se compone de gestos mínimos, que la obligación de los medios es la de contar esas historias, contextualizarlas, para que no queden como una simple frase en medio de una atestada lista.Tarea difícil ante la banalización de los contenidos, más cuando quienes ante la reducción de los espacios físicos en los medios impresos, no sabemos aprovechar la amplitud de la internet y hemos cedido a la estupidez del consumidor que requiere el resumen de una novela antes de leerla, de quien demanda una síntesis de la película antes de entrar a la función, ese consumidor flojo que exige la lista de los diez más, los diez menos, los mejores o peores lo que sea para definir su conversación. Nos hemos rendido al gusto sin forma de la mayoría que representan los pocos que tenemos acceso a la red, hemos dejado a un lado el placer de leer los gestos mínimos y convertirlos en historias, encontrar ahí la luz que demanda el placer. Afortunadamente, siempre se está a tiempo para cambiar las cosas, en la tarea de hacer el mundo un lugar habitable, siempre es inicio de año, invariablemente se puede comenzar la lista de propósitos para los días venideros.
CodaEsta triste estación es apropiada para los recuerdos. Cuando los árboles pierden todas sus hojas, cuando el cielo crepuscular aún conserva ese tinte rojizo que dora la hierba marchita, resulta dulce ver cómo se apaga todo aquello que, poco antes, ardía en nuestro interior.Noviembre. Gustave Flaubert.Post scriptumEl 25 de diciembre, en la Ciudad de México, falleció Rafael Mendoza Toro, quien quincenalmente publicara en estas páginas su columna Nomás por llevar la contra. Se le va a extrañar, mucho, polemistas inteligentes como él hacen falta.@aldan
        Published on December 28, 2013 21:08
    
Gestos mÃnimos
 Envoltorio de papaya Gestos mÃnimos
  
Envoltorio de papaya Gestos mÃnimos
  Nunca ocurre nada
Cuando Flaubert terminó de escribir Noviembre, apenas iba a cumplir 21 años, en comparación con La educación sentimental o Madame Bovary, invariablemente se distinguirá a esa novela como una obra de juventud, lo es. Noviembre es una de esas obras sentimental y amorosa que elaboran como ejercicio los novelistas y donde todavÃa se les notan las costuras, la pasión desbordada, el afecto por ciertos personajes que impiden al autor ser justos (novelÃsticamente) con ellos; aunque claro, es una obra de Flaubert, asà que no es desmedido cualquier elogio que se pueda hacer de ella, aunque, como el escritor mismo dijo, no sin cierto sarcasmo, es un revoltijo donde la âacción es nulaâ. SÃ, en Noviembre no pasa nada, mejor dicho, la acción es mÃnima, cuenta el encuentro entre una prostituta, Marie, y el narrador; eso es todo⦠y tanto.Quien aprecie la obra de Flaubert encontrará en Noviembre lo que más tarde desarrollará en el resto de su obra, sobre todo en la Marie Arnoux de La educación sentimental, en las notas a una edición reciente de esta novela (Editorial Impedimenta, traducción de Olalla GarcÃa e Introducción de LluÃs MarÃa Todó) se indica que âel personaje de la prostituta Marie está inspirado en dos mujeres, que marcaron al joven Flaubert para toda su obra de novelista: la primera y principal, Elisa Schlesinger, que Flaubert conoció en una playa normanda cuando él tenÃa sólo quince años y ella veintiséis. Elisa estaba casada con un editor de música, tenÃa hijos, y pasados los años acabarÃa su vida en un sanatorio mental. A pesar de la brevedad del encuentro, Elisa Schlesinger fue para Gustave Flaubert un amor perdurable, su único amor verdadero, según declaró repetidamente en sus papeles Ãntimosâ. Inevitable pensar en el hechizo en que cae Frédéric Moreau al vislumbrar a la señora Arnoux en las primeras páginas de La educación sentimental y, también, el gesto final con que Arnoux se revela como el cierre de toda una época, al dejar caer la cascada gris de su cabello sobre los hombros.Hace poco, para contextualizar el bellÃsimo gesto de la señora Arnoux al final de la novela y no dejar a mi interlocutor con la idea de que La educación sentimental trata acerca de cómo alguien se vuelve viejo, tuve que ceder al impulso reductor y agregar que en el fondo de esa novela se descubre la fundación del Segundo Imperio francés, pero sobre todo, se describe la revolución de 1848. Menos mal, me dijo con quien platicaba, pensé que se trataba de otro de esos textos en donde nunca pasa nada y todo son palabras⦠como los que te gustan.
Usted está aquÃLa plaga de fin de año son las listas de los mejores libros, discos, lo que sea con que los medios llenan el espacio que dejan quienes aprovechan las fiestas para tomarse un descanso y prometer que regresarán con mayores brÃos el año que viene. Basta una ojeada a cualquiera de los medios a los que acuda para encontrarse con estas listas, con estas sÃntesis de lo más relevante del 2013. Los llamo plaga no sólo por su virulencia sino también por el daño que hacen, en el fondo, sesgan de tal modo la información al intentar centrar la atención en un hecho que le dan una relevancia que no tiene y no merece.¿Son útiles? No me lo parece, seguro alguien encontrará alguna forma de hallarle provecho a ese cúmulo de información, sobre todo en esta época en que gracias a la tecnologÃa tenemos la oportunidad de saberlo todo pero nos hemos vuelto incapaces de recordar nada, alguien podrá convertir esas listas en un letrero que indique el lugar en que se está (todos los libros que no leÃste, toda la música que te perdiste), un punto de partida para arribar al siguiente bloque de novedades que traiga el nuevo dÃa; a mà me cuesta trabajo utilizarlos como mapas, en las listas siempre veo la mano pachona que me intenta empujar a consumir algo que de entrada no me atrajo, y sé que mi 2014 y 2015 y 2016 será igual de bueno o malo si me pierdo la novela más reciente de escritor ucraniano que todos dicen que es el último grito de la moda invierno 2013; que a mi cuerpo no le ocurrirá nada si en los años que siguen no lo someto a los compases de la última cocacola en el desierto musicalâ¦
The day the music diedBasta presenciar los esfuerzos exagerados de los conductores de noticias por dar relevancia a un hecho para saber que el camino de la memoria no va por donde indican los medios. Hace unos dÃas escuché a un locutor describir la interpretación de una canción por dos cantantes que no conozco en un programa que no veo como lo más espectacular que ha ocurrido en la escena musical, para subrayar, el muchacho declaraba: sÃ, incluso desde Madonna; tuve que buscar el fundamento de su furor declaratorio, no fue difÃcil hallarlo en uno de los âgrandes momentos del 2013â, en The Voice, Lady Gaga y Christina Aguilera cantaron juntas âDo What U Wantâ, el nuevo single de la primera⦠¿Eso es todo? SÃ, eso y nada más, claro dicho por quien cree que lo mejor que ha hecho Madonna es grabar una versión de American Pie que inevitablemente lleva a buscar la original de Don McLean.
A generation lost in space with no time left to start againEn el rubro de ânoticiasâ no me va mejor con los resúmenes, no logro reducir todo lo que le ocurrió al paÃs, al mundo, a esas lÃneas que, dependiendo de la tendencia del medio, sucumben al año en que México se atrevió a dar el gran salto o bien, al año en que México se vendió al temible Masiosare. No me veo ahÃ, no me encuentro en esos párrafos, debe ser que creo en que la historia se compone de gestos mÃnimos, que la obligación de los medios es la de contar esas historias, contextualizarlas, para que no queden como una simple frase en medio de una atestada lista.Tarea difÃcil ante la banalización de los contenidos, más cuando quienes ante la reducción de los espacios fÃsicos en los medios impresos, no sabemos aprovechar la amplitud de la internet y hemos cedido a la estupidez del consumidor que requiere el resumen de una novela antes de leerla, de quien demanda una sÃntesis de la pelÃcula antes de entrar a la función, ese consumidor flojo que exige la lista de los diez más, los diez menos, los mejores o peores lo que sea para definir su conversación. Nos hemos rendido al gusto sin forma de la mayorÃa que representan los pocos que tenemos acceso a la red, hemos dejado a un lado el placer de leer los gestos mÃnimos y convertirlos en historias, encontrar ahà la luz que demanda el placer. Afortunadamente, siempre se está a tiempo para cambiar las cosas, en la tarea de hacer el mundo un lugar habitable, siempre es inicio de año, invariablemente se puede comenzar la lista de propósitos para los dÃas venideros.
CodaEsta triste estación es apropiada para los recuerdos. Cuando los árboles pierden todas sus hojas, cuando el cielo crepuscular aún conserva ese tinte rojizo que dora la hierba marchita, resulta dulce ver cómo se apaga todo aquello que, poco antes, ardÃa en nuestro interior.Noviembre. Gustave Flaubert.Post scriptumEl 25 de diciembre, en la Ciudad de México, falleció Rafael Mendoza Toro, quien quincenalmente publicara en estas páginas su columna Nomás por llevar la contra. Se le va a extrañar, mucho, polemistas inteligentes como él hacen falta.@aldan
        Published on December 28, 2013 21:08
    
El océano lleno de bolas de boliche
      J.D. Salinger en guardagujas 
 
En este enlace puedes leer el texto en el blog de guardagujas: http://guardagujas.lja.mx/2013/12/el-oceano-lleno-de-bolas-de-boliche/y en este puedes descargar el pdfhttp://issuu.com/jornadags/docs/guardagujas_91
  
    
    
     
 En este enlace puedes leer el texto en el blog de guardagujas: http://guardagujas.lja.mx/2013/12/el-oceano-lleno-de-bolas-de-boliche/y en este puedes descargar el pdfhttp://issuu.com/jornadags/docs/guardagujas_91
        Published on December 28, 2013 18:34
    
El océano lleno de bolas de boliche
      J.D. Salinger en guardagujas 
 
En este enlace puedes leer el texto en el blog de guardagujas: http://guardagujas.lja.mx/2013/12/el-oceano-lleno-de-bolas-de-boliche/y en este puedes descargar el pdfhttp://issuu.com/jornadags/docs/guardagujas_91
  
    
    
     
 En este enlace puedes leer el texto en el blog de guardagujas: http://guardagujas.lja.mx/2013/12/el-oceano-lleno-de-bolas-de-boliche/y en este puedes descargar el pdfhttp://issuu.com/jornadags/docs/guardagujas_91
        Published on December 28, 2013 18:34
    
December 21, 2013
Historia
Envoltorio de papaya Historia
 El sentido de un final¿De qué está hecha nuestra historia?, ¿de lo que recordamos?, ¿de todo lo que decidimos olvidar?, a veces ni siquiera está en nuestras manos (cabeza) esa decisión, personal o colectiva siempre es engañosa, incierta⦠SÃ, siempre es memoria, pero toda memoria está hecha de palabras y la elección (consciente o no) de las frases elegidas para contar esa historia la transforman.De esas preguntas está hecha la novela excepcional con que Julian Barnes obtuvo en 2011 el Premio Booker, en El sentido de un final, Tony Webster hace un recuento de su experiencia, pone a prueba su recuerdo acerca de cómo ocurrieron las cosas y a cada revisión, cada vez que se cuestiona los diversos puntos de vista que ha adoptado a lo largo de su vida, termina sorprendido por la fragilidad que tienen las certezas que impulsan a tomar decisiones que determinan su destino.En las primeras páginas, el narrador propone a su maestro de historia una definición: âla historia son las mentiras de los vencedoresâ, Old Joe Hunt, que es como llaman al maestro de la materia, coincide y completa, sà âsiempre que recuerdes que es también los autoengaños de los derrotadosâ.
El sentido de un final¿De qué está hecha nuestra historia?, ¿de lo que recordamos?, ¿de todo lo que decidimos olvidar?, a veces ni siquiera está en nuestras manos (cabeza) esa decisión, personal o colectiva siempre es engañosa, incierta⦠SÃ, siempre es memoria, pero toda memoria está hecha de palabras y la elección (consciente o no) de las frases elegidas para contar esa historia la transforman.De esas preguntas está hecha la novela excepcional con que Julian Barnes obtuvo en 2011 el Premio Booker, en El sentido de un final, Tony Webster hace un recuento de su experiencia, pone a prueba su recuerdo acerca de cómo ocurrieron las cosas y a cada revisión, cada vez que se cuestiona los diversos puntos de vista que ha adoptado a lo largo de su vida, termina sorprendido por la fragilidad que tienen las certezas que impulsan a tomar decisiones que determinan su destino.En las primeras páginas, el narrador propone a su maestro de historia una definición: âla historia son las mentiras de los vencedoresâ, Old Joe Hunt, que es como llaman al maestro de la materia, coincide y completa, sà âsiempre que recuerdes que es también los autoengaños de los derrotadosâ.Aplausos fast-trackEl viernes 20 de diciembre, la reforma energética fue publicada en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación, hoy entra en vigor; por la mañana Enrique Peña Nieto con la promesa de presentar a la brevedad las âiniciativas de reforma a las leyes secundarias que mantendrán el espÃritu audaz y de vanguardiaâ de esa reforma, en un acto protocolario promulgó la iniciativa que permite la entrada de la inversión privada en la producción de petróleo y la generación de energÃa eléctrica, que permitirá la realización de contratos con particulares en la exploración y extracción del petróleo y otros hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo del territorio nacional. De pie, entusiasmados, los invitados a Palacio Nacional aplaudieron, con enjundia. Como supusieron que se debe halagar la reforma más importante en los últimos años de la historia nacional. Festejaron los invitados como si nada hubiera ocurrido en las últimas semanas, como si no hubiera habido manifestaciones, como si la tribuna del Congreso, las sedes del Senado y de la Cámara de Diputados no hubieses sido tomadas por quienes estaban en desacuerdo, asÃ, en fast-track.
Vamos a derrocartePor la tarde de ayer, en una actividad que ya nada tenÃa que ver con la Reforma Energética, durante la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Daniel Vázquez Aguilar se levantó de su asiento para gritarle a Peña Nieto: â¿Por qué no nos pediste la opinión sobre la Reforma Energética?â.Los elementos del Estado Mayor Presidencial sometieron a Daniel Vázquez Aguilar y lo sacaron del Salón TesorerÃa de Palacio Nacional (http://youtu.be/8liPt2dVokA). âVamos a derrocarteâ le grita el joven. Mientras lo empujan fuera del salón alcanza a amenazar: âYo voy a transformar este paÃs, voy a ser presidente y vamos a acabar con tu gobiernoâ.
Desaliento y esperanzaSi tras la promulgación de la Reforma Energética no faltaron los miles que a través de las redes sociales manifestaron su desaliento, tras la difusión de la noticia del desalojo de Daniel Vázquez Aguilar no faltaron tampoco quienes con enjundia manifiestan su esperanza porque hay jóvenes que si se atreven.No me deja de llamar la atención el tono que traslucen la mayorÃa de esos mensajes. En el primer caso, se distingue un desaliento generalizado (â¿Por qué no nos pediste la opinión sobre la Reforma Energética?â), más triste, leo una larga lista de insultos a nosotros, todos nosotros que no hemos hecho nada, contra quienes vamos a festejar las fiestas decembrinas⦠como siempre, la carga de insultos, somos los borregos, los imbéciles que vamos a embriagarnos, los que estamos dejando que al paÃs se lo lleve la chingada.El segundo bloque de mensajes, cambia, son esperanzadores, por el tono están en el otro extremo, gracias a la irrupción de Daniel Vázquez Aguilar (repito una y otra vez el nombre para no olvidar darle seguimiento a qué le va a ocurrir a este muchacho que consiguió colarse a los lugares asignados a los representantes de los medios) hay esperanza, se ilumina el mundo⦠Claro que sÃ, festejan también en fast-track, la aparición de alguien que (transcribo) demuestra que âsà tiene huevosâ, junto al festÃn de mensajes que comparten la manifestación del joven, hay otra serie de mensajes que se inventan noticias, como que le gritaron âputoâ a Enrique Peña Nieto durante la promulgación de la Reforma Energética⦠básicamente, todas comparten con algarabÃa que hay alguien que sà se atreve, no como todos nosotros, los que no hemos hecho absolutamente nada.
Todos ustedes perdieronClarÃsimo, para la historia de esta reforma, se aplica la frase que emplean tras los juegos de la selección nacional de futbol, si se gana: ganamos México, si se pierde: perdieron los jugadores. Todos ustedes perdieron, alguien me echa en cara desde el monitor de mi computadora. Todos ustedes perdieron, me escupen desde la pantalla de mi teléfono celular. Todos ustedesâ¦Pareciera que no hay más que dos caminos, el aplauso febril o el coraje del insulto. En el primero, es fácil ubicar a todos los que hoy festejan la valentÃa de una reforma de ese âcaladoâ, a su legislador que se apresta a pagar para incluir en la prensa elogios al valor del presidente, que buscan a los reporteros para brindar sesudos discursos sobre cómo nos va a beneficiar esta iniciativa, frases huecas que no hacen más que repetir los apuntes repartidos por la Presidencia de la República, una especie de manual para usarse en caso de cuestionamientos, con la misma profundidad que los mensajes con que hoy nos atosigan, de una simplicidad apabullante: infórmese, te echan en cara, antes de hablar, infórmese.El otro sendero es la de hacer arder el mundo, también simplificado, no nos resta más que gritar âputoâ o dejar de considerar que tras la pregunta acerca de por qué no fuimos consultados, Daniel Vázquez Aguilar promete que será presidente y derrocará a Peña Nieto. Igual que en el futbol, a gritar desde las gradas âpuuuuuuuuuuuuuuuuutoâ cuando despeje el portero del equipo contrario. Sólo ese desfogue, como si el mantra fuera capaz de desviar la trayectoria del balón y hacer que por un milagro cayera en la porterÃa.¿Cómo vamos a contar esta historia? No lo sé, en verdad no lo sé, al menos desde donde participo en este partido, me queda claro que no quepo en ninguno de los dos extremos y que por haber aceptado las reglas del juego, con todo y las deficiencias de nuestra democracia, con todo y su falta de calidad, a quien debo de cuestionar es a quienes teniendo acceso a la documentación, emplearon la noche para aprobar, con prisa y sin discusión, sin la menor intención de diálogo, lo que el presidente quiso.
CodaSobrevivÃ. âSobrevivió para contarloâ, es lo que dice la gente, ¿no? La historia no son las mentiras de los vencedores, como con mucha labia le aseguré una vez a Old Joe Hunt; ahora lo sé. Son más los recuerdos de los supervivientes, muchos de los cuales no son vencedores ni vencidos.Julian Barnes. El sentido de un final.Y somos más, muchos más los que no somos vencedores ni vencidos.@aldan
        Published on December 21, 2013 14:53
    
December 15, 2013
Conejo blanco
      Envoltorio de papaya Conejo blancoAlice: How long is forever?White Rabbit: Sometimes, just one secondLewis Carrol
  
   Vox Populi, Vox Dei
Vox Populi, Vox Dei
Más de 120 mil personas no pueden estar equivocadas⦠Esa es una forma de atender un número, relacionar la cantidad de coincidencias con un hecho cobija a quien cita de cierta seguridad que es difÃcil desprenderse. Nada como cobijarse con una suma para hacer innecesario cualquier argumento, sobre todo si se agrega âmilesâ, mucho mejor si son âmillonesâ, al agregar ceros a la derecha sólo se puede ganar, ¿cómo contradecir a esos miles o millones que coinciden con algo?Al epÃgrafe de esta colaboración más de 120 mil 600 personas le han dado Me gusta en Facebook. Y cómo no, el diálogo tiene lo suyo. De hecho, cuando lo leà salté sobresaltado porque la frase me caÃa como anillo al dedo para algo que estaba escribiendo, la cita funcionaba como creo que deben de hacerlo en un texto, es decir, no sólo ampliaba las posibilidades de lectura de lo que iba a escribir, no revelaba nada de lo que intentaba decir, sino que le daba coherencia y, mayor razón para emplearlo, además rendÃa tributo a un autor que admiro, con la posibilidad de tender un puente de lo que yo escribo hacia Carroll.Apunté la cita en mi cuaderno de notas para usarla más tarde.
Follow the White RabbitEl personaje que interpreta Keanu Reeves en The Matrix duerme agotado sobre el escritorio, en el monitor de la computadora aparece: âDespierta, Neo⦠La Matrix te tiene⦠Sigue el Conejo Blancoâ, mensaje que después lo llevará a irse de fiesta con unos clientes, pues una de las chicas que lo invita tiene tatuado a ese animalito en el hombro. La referencia, por supuesto, es al personaje de las novelas de Lewis Carroll, la frase es ya un lugar común de la cultura pop y alude a dejarse llevar por una mÃnima señal para encontrarse con aventuras extraordinarias.El Conejo Blanco (entre muchÃsimas otras interpretaciones) representa algo aparentemente inofensivo que lleva a Alicia al PaÃs de las Maravillas, volvà a la cita, podÃa usarla, servÃa; sin embargo, al releerla âalgoâ no cuadraba, sà parecÃa un diálogo de Carroll, pero no en la boca de ese personaje, la contundencia de la respuesta era digna de otra voz, el Gato de Cheshire, por ejemplo. Seguà al Conejo Blanco, ni en Alicia en el PaÃs de las Maravillas ni en A través del espejo y lo que Alicia encontró ahà aparece tal diálogo⦠Más de 120 mil 600 personas (y contando) sà se pueden equivocar. De hecho, al releer la cita uno cae en la cuenta que al apellido del seudónimo que empleó Charles Dodgson para firmar su obra literaria le falta una âlâ⦠peccata minuta, comparado con que miles circulan en la red una referencia que no aparece en sus libros.En el fondo, también resulta insignificante sobresaltarse porque le adjudican una frase al autor de las Alicias⦠No es para tanto, después de todo, desde una perspectiva optimista, es una forma de acercarse a la obra. Qué chocante perder el tiempo en esas minucias, actitudes como la mÃa âescuché el reclamo del buenpedista que todos llevamos dentroâ solo consiguen alejar a los posibles lectores. Deseché la cita, aunque dudo que alguien verifique la veracidad de la cita, lo más importante es que yo sé que no es cierta; también la descarté porque suelo no dejarme ganar por ese buenpedista que me susurra y, para acabarla, creo que muy pocos de los miles que le dieron Me gusta a la cita apócrifa estén interesados en verificar su origen, ni por descuido buscarán la obra de Lewis Carroll⦠aunque claro, es una suposición, a la que no acompaña la contundencia inequÃvoca del número. Es sólo mi opinión, no hay âmilesâ o âmillonesâ que la sustenten, aunque ahà estén los hechos.
Las fotos pueden mentirRoberto Schmidt es el autor de la foto que indignó a muchos y fue el meme de la semana, la imagen del momento en que la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, aprovecha el lugar que le tocó durante el funeral de Nelson Mandela para tomarse una selfie en medio de Barack Obama y David Cameron, el primer ministro británico. Qué momento, qué indignación, qué falta de tacto, no sólo porque eran las exequias de âMadibaâ (como nos atosigaron los buenpedistas), además hizo enfurecer a Michelle Obama⦠Rápido, a la memefactorÃa para poner frases ingeniosas.En el blog de los corresponsales de AFP, agencia para la que trabaja Schmidt, el fotógrafo escribió que al momento en que la primera ministra tomó su móvil para la selfie los sudafricanos que estaban en el estadio bailaban, cantaban y reÃan en honor a su âlÃder fallecido. Era más como un ambiente de carnaval, para nada mórbido. La ceremonia ya habÃa durado dos horas y durarÃa otros dos. El ambiente era totalmente relajado. Más tarde leà en las redes sociales que Michelle Obama parecÃa estar bastante molesta al ver que la primera ministra danesa se tomaba la fotografÃa. Pero las fotos pueden mentir. En realidad, pocos segundos antes de la primera dama se encontraba bromeando con los que la rodeaban, Cameron y Schmidt incluidos. Su mirada severa fue capturada por casualidadâ.Narra el fotógrafo que no pensó que la imagen que capturó pudiera tener ese impacto, de hecho, no ve nada de qué quejarse. Al final, lamenta que todo el trabajo que realizó el equipo de AFP para mostrar la reacción de la gente de Sudáfrica por la pérdida de quien consideraban un padre fuera trivializado por la interpretación de la imagen en que aparecen Thorning-Schmidt, Cameron y el matrimonio Obama. Cierra Roberto Schmidt: âConfieso también que me hace sentir un poco triste el que estemos tan obsesionados con trivialidades del dÃa a dÃa, en lugar de cosas con verdadera importanciaâ.Y sÃ. Es triste. Aunque a esa interpretación de la imagen la acompañen miles, millones que quieren ver lo mismo. En el imperio de la imagen, de la banalidad, hemos perdido la capacidad de desconfiar, renunciamos a verificar, se confunde el dato duro con simples números. Repetimos, compartimos, viralizamos lo que llega a nuestros ojos dejando a un lado el poder que brinda la suspicacia. DifÃcil será quejarse de cualquier engaño, lo que está en el espejo no miente, es el reflejo exacto de la renuncia a la duda.
CodaLos gatitos tienen la costumbre, muy inconveniente (habÃa dicho Alicia en alguna ocasión) de ponerse siempre a ronronear les digas lo que les digas. âSi tan sólo ronronearan cuando dicen «sû y maullaran cuando dicen «no», o cualquier otra regla por el estilo --habÃa dicho-- lo que sea para poder conversar. ¡Pero no! ¿Cómo puede una hablar con una persona que se empeña en decir siempre la misma cosa?En esta ocasión el gatito sólo ronroneó y era imposible saber si estaba diciendo que «sû o que «no».
A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado.Lewis Carroll
@aldanPublicado en La Jornada Aguascalientes
    
    
     Vox Populi, Vox Dei
Vox Populi, Vox DeiMás de 120 mil personas no pueden estar equivocadas⦠Esa es una forma de atender un número, relacionar la cantidad de coincidencias con un hecho cobija a quien cita de cierta seguridad que es difÃcil desprenderse. Nada como cobijarse con una suma para hacer innecesario cualquier argumento, sobre todo si se agrega âmilesâ, mucho mejor si son âmillonesâ, al agregar ceros a la derecha sólo se puede ganar, ¿cómo contradecir a esos miles o millones que coinciden con algo?Al epÃgrafe de esta colaboración más de 120 mil 600 personas le han dado Me gusta en Facebook. Y cómo no, el diálogo tiene lo suyo. De hecho, cuando lo leà salté sobresaltado porque la frase me caÃa como anillo al dedo para algo que estaba escribiendo, la cita funcionaba como creo que deben de hacerlo en un texto, es decir, no sólo ampliaba las posibilidades de lectura de lo que iba a escribir, no revelaba nada de lo que intentaba decir, sino que le daba coherencia y, mayor razón para emplearlo, además rendÃa tributo a un autor que admiro, con la posibilidad de tender un puente de lo que yo escribo hacia Carroll.Apunté la cita en mi cuaderno de notas para usarla más tarde.
Follow the White RabbitEl personaje que interpreta Keanu Reeves en The Matrix duerme agotado sobre el escritorio, en el monitor de la computadora aparece: âDespierta, Neo⦠La Matrix te tiene⦠Sigue el Conejo Blancoâ, mensaje que después lo llevará a irse de fiesta con unos clientes, pues una de las chicas que lo invita tiene tatuado a ese animalito en el hombro. La referencia, por supuesto, es al personaje de las novelas de Lewis Carroll, la frase es ya un lugar común de la cultura pop y alude a dejarse llevar por una mÃnima señal para encontrarse con aventuras extraordinarias.El Conejo Blanco (entre muchÃsimas otras interpretaciones) representa algo aparentemente inofensivo que lleva a Alicia al PaÃs de las Maravillas, volvà a la cita, podÃa usarla, servÃa; sin embargo, al releerla âalgoâ no cuadraba, sà parecÃa un diálogo de Carroll, pero no en la boca de ese personaje, la contundencia de la respuesta era digna de otra voz, el Gato de Cheshire, por ejemplo. Seguà al Conejo Blanco, ni en Alicia en el PaÃs de las Maravillas ni en A través del espejo y lo que Alicia encontró ahà aparece tal diálogo⦠Más de 120 mil 600 personas (y contando) sà se pueden equivocar. De hecho, al releer la cita uno cae en la cuenta que al apellido del seudónimo que empleó Charles Dodgson para firmar su obra literaria le falta una âlâ⦠peccata minuta, comparado con que miles circulan en la red una referencia que no aparece en sus libros.En el fondo, también resulta insignificante sobresaltarse porque le adjudican una frase al autor de las Alicias⦠No es para tanto, después de todo, desde una perspectiva optimista, es una forma de acercarse a la obra. Qué chocante perder el tiempo en esas minucias, actitudes como la mÃa âescuché el reclamo del buenpedista que todos llevamos dentroâ solo consiguen alejar a los posibles lectores. Deseché la cita, aunque dudo que alguien verifique la veracidad de la cita, lo más importante es que yo sé que no es cierta; también la descarté porque suelo no dejarme ganar por ese buenpedista que me susurra y, para acabarla, creo que muy pocos de los miles que le dieron Me gusta a la cita apócrifa estén interesados en verificar su origen, ni por descuido buscarán la obra de Lewis Carroll⦠aunque claro, es una suposición, a la que no acompaña la contundencia inequÃvoca del número. Es sólo mi opinión, no hay âmilesâ o âmillonesâ que la sustenten, aunque ahà estén los hechos.
Las fotos pueden mentirRoberto Schmidt es el autor de la foto que indignó a muchos y fue el meme de la semana, la imagen del momento en que la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, aprovecha el lugar que le tocó durante el funeral de Nelson Mandela para tomarse una selfie en medio de Barack Obama y David Cameron, el primer ministro británico. Qué momento, qué indignación, qué falta de tacto, no sólo porque eran las exequias de âMadibaâ (como nos atosigaron los buenpedistas), además hizo enfurecer a Michelle Obama⦠Rápido, a la memefactorÃa para poner frases ingeniosas.En el blog de los corresponsales de AFP, agencia para la que trabaja Schmidt, el fotógrafo escribió que al momento en que la primera ministra tomó su móvil para la selfie los sudafricanos que estaban en el estadio bailaban, cantaban y reÃan en honor a su âlÃder fallecido. Era más como un ambiente de carnaval, para nada mórbido. La ceremonia ya habÃa durado dos horas y durarÃa otros dos. El ambiente era totalmente relajado. Más tarde leà en las redes sociales que Michelle Obama parecÃa estar bastante molesta al ver que la primera ministra danesa se tomaba la fotografÃa. Pero las fotos pueden mentir. En realidad, pocos segundos antes de la primera dama se encontraba bromeando con los que la rodeaban, Cameron y Schmidt incluidos. Su mirada severa fue capturada por casualidadâ.Narra el fotógrafo que no pensó que la imagen que capturó pudiera tener ese impacto, de hecho, no ve nada de qué quejarse. Al final, lamenta que todo el trabajo que realizó el equipo de AFP para mostrar la reacción de la gente de Sudáfrica por la pérdida de quien consideraban un padre fuera trivializado por la interpretación de la imagen en que aparecen Thorning-Schmidt, Cameron y el matrimonio Obama. Cierra Roberto Schmidt: âConfieso también que me hace sentir un poco triste el que estemos tan obsesionados con trivialidades del dÃa a dÃa, en lugar de cosas con verdadera importanciaâ.Y sÃ. Es triste. Aunque a esa interpretación de la imagen la acompañen miles, millones que quieren ver lo mismo. En el imperio de la imagen, de la banalidad, hemos perdido la capacidad de desconfiar, renunciamos a verificar, se confunde el dato duro con simples números. Repetimos, compartimos, viralizamos lo que llega a nuestros ojos dejando a un lado el poder que brinda la suspicacia. DifÃcil será quejarse de cualquier engaño, lo que está en el espejo no miente, es el reflejo exacto de la renuncia a la duda.
CodaLos gatitos tienen la costumbre, muy inconveniente (habÃa dicho Alicia en alguna ocasión) de ponerse siempre a ronronear les digas lo que les digas. âSi tan sólo ronronearan cuando dicen «sû y maullaran cuando dicen «no», o cualquier otra regla por el estilo --habÃa dicho-- lo que sea para poder conversar. ¡Pero no! ¿Cómo puede una hablar con una persona que se empeña en decir siempre la misma cosa?En esta ocasión el gatito sólo ronroneó y era imposible saber si estaba diciendo que «sû o que «no».
A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado.Lewis Carroll
@aldanPublicado en La Jornada Aguascalientes
        Published on December 15, 2013 12:44
    
December 7, 2013
El licor de los dioses
 Envoltorio de papaya El licor de los dioses
Envoltorio de papaya El licor de los diosesSoy mortal: poco duroâAhora sà ya va a acabarâ me felicitó el jardinero mientras yo guardaba las pinzas y el desarmador en la caja de herramientas. Le dije que sÃ, que ya nada más faltaba comprobar que todo prendiera, aunque en realidad estaba pensando otra cosa. Como el hombre se quedó esperando, no tuve más remedio que, no sin miedo, conectar las luces al enchufe que habÃa instalado, nada hizo explosión ni corto, la serie navideña con que envolvà el ciprés, las que adornan la orilla de la barda y el balcón, las que penden encima de la puerta de entrada⦠todas comenzaron a titilar.âValió la pena su mañana patrónâ me felicitó de nuevo el hombre que temprano me vio salir escalera en mano a cumplir el encargo de mi esposa. También le dije que sÃ, aunque en realidad pensaba otra cosa. Cuando conecté la clavija al enchufe que recién habÃa instalado, lo que pensaba era en unas lÃneas de Octavio Paz: âSoy mortal: poco duro / y es enorme la nocheâ, chiste privado que hago cuando creo que la tarea que estoy a punto de acometer pone en riesgo mi vida. Al comenzar a parpadear la serie de foquitos pensé que MarÃa de los Ãngeles Buenrostro, mi maestra de taller de electricidad en la secundaria, se sentirÃa orgullosa de mÃ, pues recordé qué tipo de amarres se emplean para cada instalación, también pensé en que tras escuchar su reconocimiento, aprovecharÃa la ocasión para justificarme: aunque me la pasaba viéndole las piernas, sà ponÃa atención.Mientras el jardinero desaparecÃa calle arriba, pensé en cómo le habÃa mentido, no creà que ya hubiera acabado, más que el fin de la tarea encomendada (los adornos colgados y funcionando) por la enjundia con que habÃa instalado todo, si bien me iba, terminarÃa de quitar las luces por ahà de junio o julio, y eso, después de las muchas reconvenciones futuras de mi esposa.Prendà un cigarro que me costó sacar de la cajetilla por los múltiples pinchazos del alambre en las yemas. Inhalé, no habÃa muerto electrocutado, sÃ, soy mortal: poco duro, pero no esta ocasión. Exhale satisfecho.
Soy hombre: duro pocoSoy aburridamente cÃclico, mis impulsos me hacen acudir a las cosas ya conocidas y eso consigue que repita mis referencias, como cuando me entero, por ejemplo, que las crÃticas de una poeta local a otra no son por la calidad de su trabajo, sino porque envidia que la otra es talla 7 y ella no ha conseguido más que subir de peso, invariablemente me viene a la mente âSmalltownâ de Lou Reed: Where did Picasso come from, thereâs no Michelangelo coming from Pittsburgh, if art is the tip of the iceberg, Iâm the part sinking below⦠y pasar todo el dÃa escuchándola. No tengo remedio.Por esa razón es que acudo siempre a los versos de âHermandadâ, a mà me hace gracia; terminé mi cigarrillo, insatisfecho, con la sensación de que algo no estaba bien⦠Revisé la instalación por enésima vez, todo⦠nada; horas después caà en la cuenta, habÃa pensado âSoy mortal: poco duro/ y es enorme la nocheâ cuando el poema de Paz no comienza asÃ, en realidad dice: âSoy hombre: duro poco / y es enorme la nocheâ.
Un apunte sobre âHermandadâLa confusión no es menor, para los fines que empleo los versos no debiera tener importancia, pero esta forma de ser que vuelve una y otra vez a los mismos temas no es más que el reflejo de una compulsión; asà que me dejé llevar por el impulso y regresé a mi ajado volumen de Ãrbol adentro.Entre las páginas del libro me encontré unas notas. Recordé que habÃa escrito algo al respecto, una entrada en mi blog personal fechada en 2009, sobre la correspondencia de Octavio Paz, en un post scriptum (Memorias y palabras. Cartas a Pere Gimferrer 1966-1997. Seix Barral, 1999) Paz agrega las siguientes lÃneas a Gimferrer:Hace unos dÃas, leyendo The Greek Anthologyâun libro de Peter Jay: al fin traducciones que hacen justicia a la extraordinaria modernidad de muchos de los poetas griegosâ escribà este pequeño homenaje a Claudio Ptolomeo (la primera lÃnea viene de un poema suyo, libro IX, 577):Soy mortal: poco duroy la noche es enorme.Pero miro hacia arriba:las estrellas escriben.No leo su escritura, sin entender comprendo.También soy escrituraY me trazó la misma mano.
Lo que Paz leyó de Claudio Ptolomeo y desató esos versos fue: âSé que soy mortal pero cuando observo la moción circular de la muchedumbre de estrellas, no toco la tierra con los pies: me siento cerca del mismo Zeus y bebo hasta saciarme del licor de los dioses âla ambrosÃaâ.Quedó justificada mi confusión, en la primera versión de âHermandadâ Paz habÃa usado mortal en vez de hombre; prendà otro cigarrillo, todavÃa con las yemas maltratadas, pero con la satisfacción que alivia a quienes suelen perderse en tareas inútiles. Transcribo la versión final de ese poema de Paz, en Obra poética II (1969-1998). Tomo 12 de las Obras completas publicadas por el Fondo de Cultura Económica:
HermandadHomenaje a Claudio Ptolomeo
Soy hombre: duro pocoy es enorme la noche.Pero miro hacia arriba:las estrellas escriben.Sin entender comprendo:también soy escrituray en este mismo instantealguien me deletrea.
CodaUn amabilÃsimo lector me comentó que era mucho más grato leer los textos que escribÃa bajo el tÃtulo de Perdón por intolerarlos, pues desde que âencontréâ un formato para los Envoltorio de papaya, le basta leer la Coda para saber de qué hablo, asà que se salta todos los párrafos para llegar al final y asà saber qué tema abordé; eso pensaba también cuando el jardinero me dijo âAhora sà ya va a acabarâ, además de todo lo anteriormente escrito, mientras exhalaba aquel cigarro, pensé en la trascendencia y la inmortalidad.En unos meses, el frente de mi casa no estará adornado con esas luces, no importa, la sorpresa feliz de mi hijo y el reconocimiento amoroso de mi esposa valen todos los momentos en que creà que podÃa caer fulminado por conectar incorrectamente un alambre. En unos años, ni mi hijo ni mi esposa recordarán la primera vez que adornamos con luces el ciprés; esos gestos de felicidad y amor se confundirán con otros que espero que vengan; y sin embargo, pensaba cuando subà el interruptor, uno es capaz de arriesgar la vida en esas pequeñas tareas para conseguir esos instantes que, irremediablemente, âse perderán en el tiempo; como lágrimas en la lluviaâ (otra de mis citas cÃclicas), esos momentos que nunca estarán asignados a un esfuerzo individual, nadie dirá: âmira lo que hizo el señor con su casaâ, uno se dedica a esa tareas para diluirse en un feliz plural: âmira cómo les quedó su casaâ.Al revisar los apuntes sobre âHermandadâ y lo que escribió Claudio Ptolomeo (âno toco la tierra con los pies: me siento cerca del mismo Zeus y bebo hasta saciarme del licor de los dioses âla ambrosÃaâ), volvà al momento en que subà el interruptor y pensé que la trascendencia sólo se alcanza a través de obras mÃnimas que suman, y que no requieren del reconocimiento a una persona.Al lector que busca la Coda para enterarse de qué escribo, esta lÃnea final: no tocan la tierra nuestros gobernantes, pierden piso embebidos en el elogio de sus achichincles, en el afán de trascendencia, de querer ser el mejor polÃtico/alcalde/gobernador/presidente/lo que sea⦠a todo le ponen su nombre. La inmortalidad no se alcanza en lo individual, es necesario estar dispuesto a fundirse en el nosotros. Lo sé.@aldan
Publicado en La Jornada Aguascalientes
        Published on December 07, 2013 13:06
    
November 30, 2013
El trasero de Salma
      Envoltorio de papaya El trasero de Salma
  
  
 La mentira del scroll infinitoGracias a Una crÃtica publicada por Jesús Silva-Herzog Márquez (http://goo.gl/SSR4kx) se ha vuelto a dar vuelo a la discusión sobre la crisis de los medios. En el artÃculo, el autor de La idiotez de lo perfecto señala que el periódico para el que trabaja ha reducido el espacio para el análisis y se ha rendido a la banalidad. Como Silva-Herzog Márquez puntualizó que tenÃa menos espacio que con el que contaba para colaboraciones anteriores y por tanto tenÃa que ir al grano, hay quienes reducen su comentario a una queja sobre el nuevo diseño del periódico, que restringe el número de palabras destinadas a la opinión y, mano en la cintura, le ofrecen que haga lo que ya hace: usar la internet para, ahà sÃ, darle vuelo a todo lo que tenga que decir; como si descubrieran el agua tibia, apuntan que la solución a la crisis de los medios es la red, ahà donde el espacio es ilimitado, donde con tiempo y dedicación, se pueden hilar una serie de contenidos que permitan un scroll infinito sobre la página, desplazarse y desplazarse, leyendo, viendo y escuchando lo que uno quiera, como si no hubiera mañana.Una reducción absurda, no se enfrenta una crisis como la de los medios saltando con fe ciega hacia las nuevas tecnologÃas y plataformas (a las que bien podrÃamos ya dejar de llamar ânuevasâ), porque se arrastra el problema de fondo, que es el de los contenidos.El fulgor de cuenta de cristal que ofrece la posibilidad de desplazamiento infinito a través de un sitio, que exista un depósito sin fondo donde se puede colocar lo que sea, no sólo es una mentira, sino que deja de lado que el lector sólo aprovechará lo que le interese, que a los lados de ese largo rollo siempre hay algo que puede distraerlo, atrapar su atención y hacer que abandone la página que con tanto fervor se ha dispuesto para que se mantenga navegando en ella mucho tiempo.
La mentira del scroll infinitoGracias a Una crÃtica publicada por Jesús Silva-Herzog Márquez (http://goo.gl/SSR4kx) se ha vuelto a dar vuelo a la discusión sobre la crisis de los medios. En el artÃculo, el autor de La idiotez de lo perfecto señala que el periódico para el que trabaja ha reducido el espacio para el análisis y se ha rendido a la banalidad. Como Silva-Herzog Márquez puntualizó que tenÃa menos espacio que con el que contaba para colaboraciones anteriores y por tanto tenÃa que ir al grano, hay quienes reducen su comentario a una queja sobre el nuevo diseño del periódico, que restringe el número de palabras destinadas a la opinión y, mano en la cintura, le ofrecen que haga lo que ya hace: usar la internet para, ahà sÃ, darle vuelo a todo lo que tenga que decir; como si descubrieran el agua tibia, apuntan que la solución a la crisis de los medios es la red, ahà donde el espacio es ilimitado, donde con tiempo y dedicación, se pueden hilar una serie de contenidos que permitan un scroll infinito sobre la página, desplazarse y desplazarse, leyendo, viendo y escuchando lo que uno quiera, como si no hubiera mañana.Una reducción absurda, no se enfrenta una crisis como la de los medios saltando con fe ciega hacia las nuevas tecnologÃas y plataformas (a las que bien podrÃamos ya dejar de llamar ânuevasâ), porque se arrastra el problema de fondo, que es el de los contenidos.El fulgor de cuenta de cristal que ofrece la posibilidad de desplazamiento infinito a través de un sitio, que exista un depósito sin fondo donde se puede colocar lo que sea, no sólo es una mentira, sino que deja de lado que el lector sólo aprovechará lo que le interese, que a los lados de ese largo rollo siempre hay algo que puede distraerlo, atrapar su atención y hacer que abandone la página que con tanto fervor se ha dispuesto para que se mantenga navegando en ella mucho tiempo.
La glotonerÃa del chismeDe lo que se quejaba Silva-Herzog Márquez era que su periódico encaraba de manera equivocada la crisis de los medios, rindiéndose a los hábitos del lector que prefiere la glotonerÃa del chisme al análisis a profundidad. Comentaba además que cada vez menos los periódicos son fuente de información, porque para cuando sale el impreso ya se sabe âbuena parte de lo que el diario informaâ.Son esas dos ideas sobre las que hay que bordar para poder hacer frente a la crisis de los medios: la del público que prefiere la banalidad a la densidad; y la irrelevancia de un impreso que difunde lo ya conocido, que compite contra la velocidad de las redes sociales.Sobre el primer tema, Silva-Herzog Márquez no puede evitar quejarse de que el periódico para el que colabora destine la primera plana al trasero de Salma Hayek, escribió: âHace unas cuantas semanas, le pareció a Reforma que una de las noticias más importantes del planeta era que el viento le habÃa levantado la falda a Salma Hayek. âHace el viento travesuras a Salma.â La información resultaba tan relevante que recibÃa el homenaje de la portadaâno de la sección de espectáculos, la primera plana. PodrÃa llegar a entender que un estudiante de preparatoria pusiera esa fotografÃa en su muro de Facebook. SerÃa igualmente una tonterÃa, sÃ, pero una tonterÃa entendible por las puerilidades de la edad. Pero⦠¿un diario nacional? ¿En primera plana?â.SÃ, lamentablemente sÃ, ese trasero importa, es lo que atrae al público, esa imagen inocua del viento jugando con la tela y dejando a la vista las nalgas de Salma, es lo que llama la atención a los lectores, es la imagen que se puede compartir, sobre la que es posible escribir chistes y lanzar al espacio cibernético para conseguir el reconocimiento de los otros; pero información no es.Entonces, no se trata de cambiar una imagen o una frase por la densidad del dato duro, del análisis; se trata de adaptarse. El reto que enfrentan quienes colaboran en los medios no está en descubrir que la crisis de los impresos se debe a que el modelo de negocios está equivocado; si no se es dueño del medio, si no se puede negociar directamente con los anunciantes, es poco lo que se puede hacer para no dejarse avasallar por la banalidad. La respuesta está, creo, en la adaptación. Si algún dÃa van a desaparecer los impresos, quienes colaboramos en los medios estamos obligados a ofrecer al lector, incluso en contra de su voluntad, la posibilidad de sacar provecho al convivio entre el medio impreso y el digital; sacar ventaja del scroll infinito y otorgárselo al público que quiera ir más allá del trasero de la actriz.
Los cojones de SabinaSà es posible sacar ventaja de esa convivencia. Si la banalidad es lo que abunda, lo más sencillo es tirarse de cabeza a ese rÃo y fluir, pero eso nos dejarÃa imposibilitados de participar en la construcción de un diálogo, serÃa difÃcil proponer una conversación y lograr esa densidad.Adaptación. En el imperio de la imagen y la frase demoledora, es posible encontrar las vÃas para transformar ese gusto de la masa en las posibilidades de un diálogo. Hace unos dÃas, por ejemplo, comenzó a circular una fotografÃa de JoaquÃn Sabina, acompañado de Joan Manuel Serrat, sentados en una plaza de toros, el pie de foto pretendÃa decirlo todo, el cantante sentenciaba que a quien no le gustaran los toros que no fuera y que le dejaran de estar tocando los cojones a las taurinos.No sé (no importa) si la ânoticiaâ era reciente, si la declaración en verdad la habÃa realizado Sabina, pero quien la elaboró sabÃa el efecto que podÃa producir, para el encanto de los fans sume a la mención de los cojones el desenfado con que exige el cantante que se le deje en paz, casi logra la perfección de un aforismo, alcanzar coherencia y apariencia cerrada, irrechazable.Para quienes quieran discutir la viabilidad de los toros, esa imagen y frase de Sabina es la oportunidad de convocar a la discusión, aprovechar el público que va a ver (y festejar) la ocurrencia de Sabina para cuestionar si se debe o no cuidar a la âfiestaâ, haciendo las preguntas correctas, se puede llevar el diálogo de la banalidad de Sabina y sus cojones (que en el fondo muestra tintes autoritarios) a preguntar acerca de los recursos que se emplean en preservar ese espectáculo, en el caso de Aguascalientes, abundar en la discusión acerca de las caracterÃsticas que algo debe tener para ser considerado patrimonio cultural⦠y asÃ, de forma infinita. Hay formas de adaptarse, no se trata de rendirse, sino de aprovechar los medios.Lo más simple, ante la crisis de los medios, es llorar y abandonarse a la banalidad. Los lectores, nosotros mismos, requerimos comenzar a adaptarnos, sin por ello confundir densidad con solemnidad. Buscar asideros para atraer a quienes pierden la mirada (y ahà se quedan) en el trasero o los cojones de la gente del espectáculo.
CodaEl 1 de diciembre, La Jornada Aguascalientes cumple cinco años de circular. A usted lector, a ustedes compañeros, sólo mi agradecimiento, un gracias en el que caben todas las alegrÃas de ser recibido a diario, de ser invitado a su mesa para conversar.
@aldan
    
    
     La mentira del scroll infinitoGracias a Una crÃtica publicada por Jesús Silva-Herzog Márquez (http://goo.gl/SSR4kx) se ha vuelto a dar vuelo a la discusión sobre la crisis de los medios. En el artÃculo, el autor de La idiotez de lo perfecto señala que el periódico para el que trabaja ha reducido el espacio para el análisis y se ha rendido a la banalidad. Como Silva-Herzog Márquez puntualizó que tenÃa menos espacio que con el que contaba para colaboraciones anteriores y por tanto tenÃa que ir al grano, hay quienes reducen su comentario a una queja sobre el nuevo diseño del periódico, que restringe el número de palabras destinadas a la opinión y, mano en la cintura, le ofrecen que haga lo que ya hace: usar la internet para, ahà sÃ, darle vuelo a todo lo que tenga que decir; como si descubrieran el agua tibia, apuntan que la solución a la crisis de los medios es la red, ahà donde el espacio es ilimitado, donde con tiempo y dedicación, se pueden hilar una serie de contenidos que permitan un scroll infinito sobre la página, desplazarse y desplazarse, leyendo, viendo y escuchando lo que uno quiera, como si no hubiera mañana.Una reducción absurda, no se enfrenta una crisis como la de los medios saltando con fe ciega hacia las nuevas tecnologÃas y plataformas (a las que bien podrÃamos ya dejar de llamar ânuevasâ), porque se arrastra el problema de fondo, que es el de los contenidos.El fulgor de cuenta de cristal que ofrece la posibilidad de desplazamiento infinito a través de un sitio, que exista un depósito sin fondo donde se puede colocar lo que sea, no sólo es una mentira, sino que deja de lado que el lector sólo aprovechará lo que le interese, que a los lados de ese largo rollo siempre hay algo que puede distraerlo, atrapar su atención y hacer que abandone la página que con tanto fervor se ha dispuesto para que se mantenga navegando en ella mucho tiempo.
La mentira del scroll infinitoGracias a Una crÃtica publicada por Jesús Silva-Herzog Márquez (http://goo.gl/SSR4kx) se ha vuelto a dar vuelo a la discusión sobre la crisis de los medios. En el artÃculo, el autor de La idiotez de lo perfecto señala que el periódico para el que trabaja ha reducido el espacio para el análisis y se ha rendido a la banalidad. Como Silva-Herzog Márquez puntualizó que tenÃa menos espacio que con el que contaba para colaboraciones anteriores y por tanto tenÃa que ir al grano, hay quienes reducen su comentario a una queja sobre el nuevo diseño del periódico, que restringe el número de palabras destinadas a la opinión y, mano en la cintura, le ofrecen que haga lo que ya hace: usar la internet para, ahà sÃ, darle vuelo a todo lo que tenga que decir; como si descubrieran el agua tibia, apuntan que la solución a la crisis de los medios es la red, ahà donde el espacio es ilimitado, donde con tiempo y dedicación, se pueden hilar una serie de contenidos que permitan un scroll infinito sobre la página, desplazarse y desplazarse, leyendo, viendo y escuchando lo que uno quiera, como si no hubiera mañana.Una reducción absurda, no se enfrenta una crisis como la de los medios saltando con fe ciega hacia las nuevas tecnologÃas y plataformas (a las que bien podrÃamos ya dejar de llamar ânuevasâ), porque se arrastra el problema de fondo, que es el de los contenidos.El fulgor de cuenta de cristal que ofrece la posibilidad de desplazamiento infinito a través de un sitio, que exista un depósito sin fondo donde se puede colocar lo que sea, no sólo es una mentira, sino que deja de lado que el lector sólo aprovechará lo que le interese, que a los lados de ese largo rollo siempre hay algo que puede distraerlo, atrapar su atención y hacer que abandone la página que con tanto fervor se ha dispuesto para que se mantenga navegando en ella mucho tiempo.La glotonerÃa del chismeDe lo que se quejaba Silva-Herzog Márquez era que su periódico encaraba de manera equivocada la crisis de los medios, rindiéndose a los hábitos del lector que prefiere la glotonerÃa del chisme al análisis a profundidad. Comentaba además que cada vez menos los periódicos son fuente de información, porque para cuando sale el impreso ya se sabe âbuena parte de lo que el diario informaâ.Son esas dos ideas sobre las que hay que bordar para poder hacer frente a la crisis de los medios: la del público que prefiere la banalidad a la densidad; y la irrelevancia de un impreso que difunde lo ya conocido, que compite contra la velocidad de las redes sociales.Sobre el primer tema, Silva-Herzog Márquez no puede evitar quejarse de que el periódico para el que colabora destine la primera plana al trasero de Salma Hayek, escribió: âHace unas cuantas semanas, le pareció a Reforma que una de las noticias más importantes del planeta era que el viento le habÃa levantado la falda a Salma Hayek. âHace el viento travesuras a Salma.â La información resultaba tan relevante que recibÃa el homenaje de la portadaâno de la sección de espectáculos, la primera plana. PodrÃa llegar a entender que un estudiante de preparatoria pusiera esa fotografÃa en su muro de Facebook. SerÃa igualmente una tonterÃa, sÃ, pero una tonterÃa entendible por las puerilidades de la edad. Pero⦠¿un diario nacional? ¿En primera plana?â.SÃ, lamentablemente sÃ, ese trasero importa, es lo que atrae al público, esa imagen inocua del viento jugando con la tela y dejando a la vista las nalgas de Salma, es lo que llama la atención a los lectores, es la imagen que se puede compartir, sobre la que es posible escribir chistes y lanzar al espacio cibernético para conseguir el reconocimiento de los otros; pero información no es.Entonces, no se trata de cambiar una imagen o una frase por la densidad del dato duro, del análisis; se trata de adaptarse. El reto que enfrentan quienes colaboran en los medios no está en descubrir que la crisis de los impresos se debe a que el modelo de negocios está equivocado; si no se es dueño del medio, si no se puede negociar directamente con los anunciantes, es poco lo que se puede hacer para no dejarse avasallar por la banalidad. La respuesta está, creo, en la adaptación. Si algún dÃa van a desaparecer los impresos, quienes colaboramos en los medios estamos obligados a ofrecer al lector, incluso en contra de su voluntad, la posibilidad de sacar provecho al convivio entre el medio impreso y el digital; sacar ventaja del scroll infinito y otorgárselo al público que quiera ir más allá del trasero de la actriz.
Los cojones de SabinaSà es posible sacar ventaja de esa convivencia. Si la banalidad es lo que abunda, lo más sencillo es tirarse de cabeza a ese rÃo y fluir, pero eso nos dejarÃa imposibilitados de participar en la construcción de un diálogo, serÃa difÃcil proponer una conversación y lograr esa densidad.Adaptación. En el imperio de la imagen y la frase demoledora, es posible encontrar las vÃas para transformar ese gusto de la masa en las posibilidades de un diálogo. Hace unos dÃas, por ejemplo, comenzó a circular una fotografÃa de JoaquÃn Sabina, acompañado de Joan Manuel Serrat, sentados en una plaza de toros, el pie de foto pretendÃa decirlo todo, el cantante sentenciaba que a quien no le gustaran los toros que no fuera y que le dejaran de estar tocando los cojones a las taurinos.No sé (no importa) si la ânoticiaâ era reciente, si la declaración en verdad la habÃa realizado Sabina, pero quien la elaboró sabÃa el efecto que podÃa producir, para el encanto de los fans sume a la mención de los cojones el desenfado con que exige el cantante que se le deje en paz, casi logra la perfección de un aforismo, alcanzar coherencia y apariencia cerrada, irrechazable.Para quienes quieran discutir la viabilidad de los toros, esa imagen y frase de Sabina es la oportunidad de convocar a la discusión, aprovechar el público que va a ver (y festejar) la ocurrencia de Sabina para cuestionar si se debe o no cuidar a la âfiestaâ, haciendo las preguntas correctas, se puede llevar el diálogo de la banalidad de Sabina y sus cojones (que en el fondo muestra tintes autoritarios) a preguntar acerca de los recursos que se emplean en preservar ese espectáculo, en el caso de Aguascalientes, abundar en la discusión acerca de las caracterÃsticas que algo debe tener para ser considerado patrimonio cultural⦠y asÃ, de forma infinita. Hay formas de adaptarse, no se trata de rendirse, sino de aprovechar los medios.Lo más simple, ante la crisis de los medios, es llorar y abandonarse a la banalidad. Los lectores, nosotros mismos, requerimos comenzar a adaptarnos, sin por ello confundir densidad con solemnidad. Buscar asideros para atraer a quienes pierden la mirada (y ahà se quedan) en el trasero o los cojones de la gente del espectáculo.
CodaEl 1 de diciembre, La Jornada Aguascalientes cumple cinco años de circular. A usted lector, a ustedes compañeros, sólo mi agradecimiento, un gracias en el que caben todas las alegrÃas de ser recibido a diario, de ser invitado a su mesa para conversar.
@aldan
        Published on November 30, 2013 11:17
    
November 19, 2013
Cambalache
 Envoltorio de papaya Cambalache
Envoltorio de papaya CambalacheIgual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches En una de las conversaciones que conforman el libro Los cÃnicos no sirven para este oficio, Ryszard KapuÅciÅski explica que el periodista se ha desvinculado de la verdad porque cada vez más hay más personas en los medios de comunicación que no tienen nada que ver con la información, sino con el espectáculo, agrega como una posible explicación a la banalización de la cultura que tras la guerra frÃa âel mundo de los negocios descubre de repente que la verdad no es importante, y que ni siquiera la lucha polÃtica es importante: que lo que cuenta, en la información, es el espectáculo. Y, una vez que hemos creado la información-espectáculo, podemos vender esta información en cualquier parte. Cuanto más espectacular es la información, más dinero podemos ganar con ellaâ. AsÃ, separada la información de la cultura, quien tiene más recursos decide qué es lo que difunde y que le traiga más beneficios, qué es lo que más vende.Revisar esa explicación de KapuÅciÅski provoca analizar la relación entre el perfil de los dueños de los medios y la lÃnea editorial del producto que venden; sin embargo, no justifica el mal gusto del público. Las nuevas tecnologÃas han ampliado la oferta (sÃ, no la han democratizado, tener más de 500 canales a la mano no significa que todos tengan acceso a ellos, tampoco que los contenidos en internet parezcan infinitos necesariamente se relaciona con la posibilidad de acceder a ellos), pero la enorme propuesta no parece incidir en las mayorÃas, que siguen optando por el entretenimiento basura.
Los inmorales nos han igualaoLa biblioteca borgiana de contenidos que ofrece la red tampoco ha logrado mejorar el gusto de las mayorÃas, por el contrario, es enorme la cantidad de sitios que en el afán de hacer dinero se rinden y terminan banalizando sus contenidos; nunca falta el desarrollador web, consultor o cualquier nombre que se pongan, que venda la magnÃfica idea de que un portal no requiere contenidos duros, sino imágenes atractivas y mensajes que llamen la atención.De eso se ha contaminado, por supuesto, la clase polÃtica, intenta ser atractiva, empática, friendly, no importan las ideas, las propuestas, sino que te den Me gusta o que te sigan. El caso más reciente, la fotografÃa que desde su cuenta en Twitter (@EPN) remitió Enrique Peña Nieto festejando el penoso papel de la selección de futbol. Qué importa cómo está gobernando, qué importan las reformas, las negociaciones, la polÃtica⦠miren cómo me igualo al pueblo (eso parece decir la imagen) en el patrioterismo deportivo de patear a un hombre caÃdo, porque eso fue Nueva Zelandia, ¿no?, inclusive un lego en futbol se pudo dar cuenta.
Todo es igual nada es mejor lo mismo un burro que un gran profesorNo se trata, tampoco, de exigir una solemnidad constante a los polÃticos, ni que como en los tiempos de José López Portillo difundan una imagen de salvador de la Patria; pero hay formas, hay todavÃa ciertos protocolos a los que obliga un cargo, con todo y que Vicente Fox se haya empeñado en destruir una tras otro con sus barruntos.Además, en el caso de la fotografÃa de Peña Nieto, que es evidente que él no tomó pues para eso tiene un empleado que se encarga de fotografiarlo, ¿nadie pensó que era de mal gusto remitirla a sus seguidores en Twitter?, ¿no?, ¿de veras nadie? Quien no lo consideró es que no ha tomado en cuenta que la sociedad está ansiosa de perder el tiempo en nimiedades, en juzgar cualquier traspié, en acusar cualquier estupidez que se cometa para lanzarse furiosa a hacer memes, editar fotografÃas, correr chismes.
Que falta de respeto que atropello a la razónEn la misma conversación de KapuÅciÅski con Maria Nadotti arriba citada, el autor de Viajes con Herodoto señala que el buen periodismo es aquel que se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio, âel verdadero periodismo es intencionalâ.Asà las cosas, no todo está perdido, pues incluso de la basura se puede sacar algo, sobre todo si se entiende la participación como una forma de participar en el cambio, no sólo como la emisión de un voto o el callado asentimiento. Si la banalización de la información, si las fuentes no ofrecen otra cosa más que el espectáculo vergonzoso, ese el punto de partida para la exhibición, no sólo como una burla, sino como la declaración de que se le está dando seguimiento a la clase polÃtica, que el haber sido electos no los hace invencibles o intocables, te exhibo para exigirte que no sigas defraudando, te exhibo para que sepas que la sociedad lleva la cuenta de los ridÃculos que haces y después, demandar rendición de cuentas.Si el periodismos es intencional, eso justificarÃa que perdiéramos el tiempo exponiendo las ridiculeces de la clase polÃtica.
CodaDesvergonzada autopromoción con intento de chantaje. Desde hace un tiempo formo parte de lo que siempre me habÃa extrañado; no entendÃa a esos hombres solos que en la madrugada, frente a la ventanilla de la farmacia 24 horas, esperaban ser atendidos por el siempre adormilado responsable del negocio para que les vendieran un bote de fórmula o pañales; siempre pensé que era una falta de previsión imperdonable, ¿cómo no se dieron cuenta que estaban a punto de terminarse?No encontraba la explicación, ni siquiera como el fumador que soy, pues cada cigarrillo que tomo de la cajetilla, inevitablemente, viene acompañado de la cuenta mental de cuánto durará el paquete, lo que me permite adelantar el momento de ir a la tienda para abastecerme de mi vicio.Ahora que soy padre, sigo sin entender cómo es posible que haya tenido que despertar al encargado de la farmacia para comprar un bote de leche, sigo sin explicar cómo pude tener esa falta de previsión, sin embargo, comprendo un poco más a quienes antes miraba con paquete en mano regresar raudos a casa. Ahora que he estado ahÃ, puedo quejarme con conocimiento de causa de lo caro que es la comida para niños y también puedo usarlo como pretexto para invitarlo, lector, a la presentación del libro Fulgores breves de largo insomnio, que junto con SofÃa RamÃrez y Joel Grijalva presentaré en el CIELA Fraguas (Allende 238. Centro, Aguascalientes) el próximo jueves a partir de las 20:00 horas.La presencia de SofÃa y Joel deberÃa bastar como atractivo para que me acompañe en el debut en sociedad del libro que me publicó Ficticia Editorial; pero si no bastare, lo invito a solidarizarse con este padre que en las madrugadas sale a buscar comida para su pequeño tirano. Fulgores breves de largo insomnio estará a la venta durante la presentación, y todos los fondos que se recauden serán destinados a la manutención de mi hijo. Ya no por Joel y SofÃa, ya no porque le gusten los cuentos o le interese lo que este redactor escribe, hágalo por uno de esos insomnes que tocan con una moneda el cristal de las farmacias 24 horas.
@aldanPublicado en La Jornada Aguascalientes
        Published on November 19, 2013 01:21
    



