Edilberto Aldán's Blog, page 42
May 18, 2021
Urinario
Entrar a un baño público y observar sus paredes es la oportunidad de encontrar el grafito ingenioso compartiendo espacio con la difusión de un número telefónico a manera de venganza; en un mismo panel el desahogo lírico que uno se lleva cuando sale de ese lugar hasta la agresión directa; lo mismo en Twitter, hay hilos sorprendentes que uno guarda en el navegador para después acudir a las referencias en medio de miles y miles de frases que no tienen ningún sentido para uno, que se refieren a personas que desconoce o prácticas que no se permitiría. Las tendencias, regularmente, me parecen el concurso al que se somete el adicto a la aprobación, que publica cualquier cosa con tal de seguir la línea que alguien le marca.
Nunca he entablado una conversación con el muro de un urinario, no encuentro la forma de convertir mi interrogante en un diálogo, sufro la misma incapacidad con las tendencias de Twitter, las veo, las leo, descarto la mayoría y apunto un puño que creo me servirán después.
Recientemente me encontré un rayón en la pared de Twitter de alguien a quien no conozco, que no me importa y no despertó el suficiente interés como para investigar quién era, pero llamó mi atención porque empleó una artimaña simplona para llamar la atención: colgarse del nombre de otro que tiene más seguidores, retarlo y, en un solo tuit, establecer su superioridad:
“Yo soy más mexicano que López Dóriga, porque aunque los dos nacimos en Madrid, yo no me hice multimillonario mintiéndole al país que me acogió”, decía el tuit, al que seguían miles de reacciones que le daban la razón e injuriaban al periodista que la Cuarta Transformación considera un adversario, entendí que debía ser por eso la popularidad de la frase y, por esa misma razón, perdí interés de inmediato, sin embargo, más allá de los personajes me quedé pensando en la idea de mexicanidad que propone la frase.
Yo nací aquí, en México, aunque reniegue, este país es mi patria, mi identidad está ligada a esta nación, ¿qué es lo que me haría menos mexicano?, según el tuit mentir para hacerme multimillonario, no necesariamente la mentira, sólo el embuste cuando tiene el propósito de adquirir millones de pesos. La idea me pareció tan absurda que tuve que regresar al mensaje y buscarle contexto, descubrí sin sorpresa que su notoriedad la había conseguido porque quien escribió la frase es alguien que caracteriza al presidente Andrés Manuel López Obrador como un defensor de la libertad de expresión y el periodismo libre.
A eso ha llegado la polarización, certificar la nacionalidad mexicana ya no consiste en hablar español, acreditar la residencia, haber prestado servicios o realizado obras en materia cultural, social, científica, técnica, artística, deportiva o empresarial que beneficien a la nación… No, ya sólo se tiene que estar integrado a la cultura nacional tetratransformista de apoyar al presidente, sin restricciones, incondicionalmente.
Como en los baños públicos, una vez finalizada la tarea que te lleva ahí y leer lo que pintan en esas paredes, simplemente se le da la espalda y se olvida.
Coda. La idea medular de Novedad de la Patria de Ramón López Velarde es la aspiración a “concebir una patria menos externa, más modesta y probablemente más preciosa”; le he dado muchas vueltas a esa frase, para mí consiste en un acto modesto: transformarse en ciudadano, eso y nada más, es decir, algo más precioso.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
May 17, 2021
Casas tomadas
Siempre he creído que los electores de Aguascalientes son mucho más inteligentes que como los ven los dirigentes de partidos. En la cremería donde compro, quienes atienden tienen tres calcomanías pegadas con los rostros de los candidatos a diputado federal, diputado local y presidente municipal, las tres son de partidos políticos distintos, sí creo que el padre e hijo que atienden ese local puedan votar así.
Nunca he hablado de política con quienes atienden la cremería, nuestro intercambio se basa en la frescura o durabilidad de sus productos, por lo que cuando los pienso como electores, no aplica aquello de que por sus rostros los reconoceréis, pero sí creo en su capacidad de cruzar tres boletas de manera distinta, no guiándose por la marca o partido sino por lo que representan para ellos los candidatos.
La variedad de calcomanías en los locales del mercado es abrumadora, diferente a la de las calles, donde lo que más se observa son lonas de plástico con la carota de los candidatos, la lucha de los partidos por visibilizar a sus aspirantes así se traduce en frentes de casas tomadas por la propaganda, ahí sí no se permiten la variedad, pareciera que la lona sobre la reja indica que todos los habitantes de ese domicilio votarán por carros completos.
Los candidatos se quejan de la guerra desatada por tomar las casas, de cómo un partido arranca la lona de otros, de la cantidad de dinero que pagan los de un color con tal de que cuelguen su plástico o incluso para evitar que coloquen la del otro. Las lonas no contienen información vital para tomar una decisión, es decir, no hay una sola idea, aparte del rostro maquillado del aspirante y su nombre, lo más que puede proponer es un lema que es promesa, ninguna idea. Las lonas buscan inspirar confianza en quienes están fotografiados ahí y señalar que los respalda el partido, eso es todo.
El fin de semana, la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal decidió que tres candidatos a diputados locales del Partido Acción Nacional tendrán que ser reemplazados por querer burlar la ley, Gladys Ramírez, Patricia García y Quique Galo se querían reelegir por distritos distintos a aquellos por los que llegaron por primera vez al Congreso local, como ha ocurrido constantemente en Aguascalientes, fue un tribunal fuera de la entidad el que tuvo que mostrar la ineptitud de las autoridades locales.
Uno de esos tres candidatos va por el distrito en que vivo, el buzón de mi casa lo atascan cada tercer día con la basura de su papelería, las calles de mi barrio están llenas de sus lonas, no se salva una cuadra, quien camine por ellas se debe llevar la impresión de que ese aspirante ha hecho un trabajo intenso recorriendo casa por casa y convenciendo a los habitantes de que es la mejor opción para representarlo en el Congreso, que ha sido capaz de contestar sin dejar duda alguna sobre las razones por las que no vino el otro candidato de su partido a rendir cuentas acerca de cómo se había comportado en la cámara, a refrendar ese voto de confianza por la marca de siempre porque quien quiera que la represente legislará de acuerdo a la plataforma y propuestas de la organización política que lo respalda… No es cierto, quien camine por estas calles verá la enorme cantidad de dinero que gastan los partidos políticos en ensuciar las calles para dar la impresión de que tienen las casas tomadas.
Coda. Se calcula que estas elecciones generarán entre 50 y 60 mil toneladas de basura electoral, a esa cantidad habrá que agregar el peso de las candidaturas que nacieron muertas por las decisiones que se toman desde la cúpula y de espalda a la ciudadanía.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
May 14, 2021
Corresponsabilidad
¿Crees que te lo mereces todo?, le pregunté a mi hijo y se quedó callado un largo rato, con esa mirada con la que me pide que cambie la pregunta o vaya al grano y le explique lo que le quiero decir. Acepté: te hago la pregunta al revés, ¿piensas que yo creo que te lo mereces todo?, se volvió a quedar en silencio un largo rato. Dime lo que crees, porque le atinaste, le dije y asintió. Sí, yo sí creo que te lo mereces todo, mi amor por ti es incondicional, a eso es a lo que se refería tu madre cuando lo dijo, pero eso no significa que te lo merezcas todo, lo que obtengas, a lo que se te dé, debes de corresponder.
Para enseñarnos a valorar lo que tenemos, lo que recibimos, hay quien cree que se debe experimentar la carencia, comer mal para aquilatar un buen plato, sufrir la carencia de dinero para otorgarle la importancia debida a la posibilidad de comprar lo que necesitamos o deseamos. A veces se lleva al extremo, como si sólo fuera posible reconocer la dicha cuando se viene de la infelicidad, gozar el placer en su máxima expresión con la condición de haber sido devastado por el dolor, justo por esos dos ejemplos es que no creo que sea la comparación la forma adecuada de enseñar a valorar, porque jamás desearía a alguien que amo el aprendizaje a través del sufrimiento.
Creo en el desarrollo de la empatía, de la enseñanza a partir de contemplar el mundo, a los otros y reconocernos en ellos, corresponderles.
No te lo mereces todo, pero yo sí lo creo, y haré cualquier cosa para proporcionártelo, le dije a mi hijo, no sólo cosas materiales, el afecto, los abrazos, atenderte, eso significa que mi amor sea incondicional, que aunque tú no hagas nada ante lo que yo pueda darte, lo seguiré haciendo, más allá de la forma en que tú lo recibas, por que el amor es mío. Nos quedamos un rato sentados en el sillón, no se distrajo con algún juguete ni me invitó a una lucha titánica, él ya sabe que a declaraciones como esa, invariablemente, le sigue un giro, yo le llamo el giro tío Ben, ese instante en que declaras: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. No lo alargó y preguntó que qué le tocaba hacer, ¿siempre tengo que dar las gracias?
Le respondí que no, que no bastaba ser agradecido, que lo que nos toca es corresponder, aceptar lo que los otros nos dan y desde ellos buscar la forma de hacernos merecedores de lo que nos dan, sea lo que sea. Corresponsabilidad, se llama. Mi hijo estalló en risas, ¿ves como si eres Don Palabras Raras? No es una palabra rara, quiere decir que nos hacemos responsables de los otros y nosotros mismos, entender que no basta decir gracias o pedir por favor, además estamos obligados a reconocer desde dónde se nos otorga algo y por qué, para buscar la forma de devolver esa acción pensando en el otro.
Entre las manos, mi hijo traía un juguete que era mío, un muñeco del Duende Verde que me compré hace 20 años, cuando lo descubrió en el estudio se lo apropió. Está su-per-ar-ti-cu-la-do papá, me dijo y preguntó que si se lo podía quedar; le dije que sí, por supuesto. Tomé la figura de acción, este juguete lo compré para mí, para jugar con él, ahora lo tengo en mi casa y me gusta cómo se ve, no pensaba en ti cuando lo adquirí, me gusta mucho, lo cuido y todavía tiene todas sus piezas, lo siento como algo mío, pero si me lo pides, te lo regalo; ¿qué crees que me debas dar a cambio? No dudo un instante, se abalanzó en un abrazo. Exacto, eso es lo que yo merezco.
Coda. “Quiero escribir, pero me sale espuma, quiero decir muchísimo y me atollo”, lamentaba César Vallejo, al igual que yo el día de hoy, quería escribir de la ausencia de empatía de los candidatos que nos dicen que quieren llegar a un cargo porque, en campaña, después de ver tantas carencias de la gente, se sienten obligados a hacer algo por “esa gente”, así, en despectivo… y proponen que cuando ganen, se van a bajar el sueldo, porque eso es lo que necesitamos, gestionar la pobreza. Miserables, y yo sin duendes verdes para regalarles.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 13, 2021
Hombres o payasos
¿Somos hombres o payasos?, es el reto machista con que se obliga a alguien a decidir entre mostrar valor y coraje para afrontar una situación o rehuir el compromiso de una manera ridícula. Ayer, Radio y Televisión de Aguascalientes organizó un encuentro entre los nueve candidatos a la presidencia municipal de Aguascalientes, sólo asistieron siete de los nueve aspirantes, el panista Leonardo Montañez y Arturo Ávila de Morena decidieron no acudir excusándose con bufonadas, intentando ocultar la falta de respeto al electorado, ambos exhibieron su desinterés por la ciudadanía pues responden a intereses de grupo y creen que eso basta para ganar una elección.
Al debate de RyTA asistieron Germán Alejandro Arciniega Muñoz, de Redes Sociales Progresistas; Gabriel Arellano Espinosa, de Movimiento Ciudadano; Ricardo Franco Sierra, del Partido Libre de Aguascalientes; Norma Guel Saldívar, del Partido Revolucionario Institucional; Saraí Ornelas Álvarez, del Partido Verde Ecologista de México; Luis Armando Reynoso Femat, de Fuerza por México; y por el Partido Encuentro Solidario, Jorge Adán Rosas Murillo. Tras el encuentro, cada uno de los candidatos se proclamó ganador del intercambio, y si no lo hicieron de manera oficial a través de un comunicado de prensa, enviaron a sus huestes a mover las redes sociales para promocionar la idea de que habían arrasado con sus contrincantes.
Mucho se ha discutido acerca de lo que un debate debe de ser, el de ayer en Aguascalientes no se distingue de otros criticados ejercicios, por culpa de los partidos no se ha logrado trascender de la simple exposición de ideas para conseguir que se defiendan opiniones, proyectos e intereses entre los candidatos, ¿qué presumen los aspirantes cuando se declaran ganadores?, que fueron hombres, que arrasaron, que tuvieron el valor de señalar el error de los otros, la hombría de levantar una cartulina como demostración de una falta, el coraje de indicar la falta cometida por el adversario… un conjunto de características que en nada se relacionan con la capacidad de gobernar y, sin ir más lejos, con las aptitudes mínimas para exponer y defender una idea.
Lo de ayer entre los candidatos a la presidencia municipal de Aguascalientes no fue un debate y nadie lo ganó, los siete participantes mostraron su incapacidad para transformar las limitaciones de tiempo en la oportunidad para mandar un mensaje claro acerca de las razones por las que debemos elegirnos para administrar el municipio; levantarle la mano la machito envalentonado no tiene nada con portarse como hombre en un debate, nada con reconocer la capacidad intelectual y política de alguno de los siete.
Si se le resta la carga machista a ¿Hombres o payasos?, la frase queda como la decisión entre dos caminos: tomarse un asunto en serio o evadir la responsabilidad, los candidatos que se ausentaron decidieron hacer el ridículo, no tomarse en serio con la oportunidad de convencer a los votantes.
Para justificar su ausencia, el candidato de la Coalición Por Aguascalientes, Leonardo Montañez Castro, indicó que desde que inició su campaña decidió asistir únicamente a los debates que convocara la autoridad electoral, para señalar que asistirá al organizado por el Instituto Estatal Electoral de Aguascalientes, pero también confirmó que irá al que organiza Coparmex, ¿aunque no sea oficial?, el panista sí ha expuesto sus promesas ante otros grupos, de manera no oficial, en especial con grupos conservadores, no hay pretexto que valga para no tomarse en serio el debate en RyTA.
El candidato de la Coalición Juntos haremos historia en Aguascalientes, Arturo Ávila Anaya, realizó una transmisión desde afuera de las instalaciones de RyTA, para señalar que no asistiría al debate porque, para él, la elección es entre dos y como el adversario elegido para confrontarlo y presentarse como vencedor decidió no acudir, le hizo el feo no sólo al resto de los participantes, también a aquellos que lo querían ver debatir, los electores; quien postula como lema de campaña “sin excusas” eligió el subterfugio de culpar al otro de su irresponsabilidad.
No se puede aplaudir, resaltar que siete candidatos sí decidieron asistir al debate, aplaudir el compromiso que tienen con los electores de difundir sus propuestas es una obligación, no un favor que nos hacen. Aceptar las justificaciones ridículas de los otros dos candidatos es alentar la imprudencia como forma de hacer política.
Coda. Ni hombres, ni payasos, ineptos.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 12, 2021
Acusación
Andrés Manuel López Obrador es un metiche y un chismoso, pero eso no lo convierte en un delincuente; si de algo se puede acusar al presidente es de estar distraído en organizar a sus huestes en vez de ocuparse de las acciones de gobierno necesarias, a lo que se puede llamar al líder de la Cuarta Transformación es a comprometerse con cumplir con el encargo al que legítimamente llegó a través del voto y a que rinda cuentas de su gestión, insistir en que el INE lo arreste no es más que alimentar esa fantasía que el mismo presidente promueve para enloquecer a sus adversarios.
A confesión de parte, relevo de pruebas, se suele decir y como López Obrador aceptó públicamente desde el púlpito mañanero que está metiendo la mano en las elecciones, ya hay todo un movimiento para denunciar al presidente por inmiscuirse en la contienda a gobernador en Nuevo León; listo, se cumple el sueño guajiro de la oposición sin imaginación, porque en redes y el círculo grita desaforada que el propio presidente aceptó que está cometiendo un delito electoral, que está violando la Constitución, que hay que detenerlo… Y ante el río de injurias, demandas y llamados a levantar esa antorcha, uno puede imaginar a López Obrador riéndose de la misma manera en que se burla de las masacres en las primeras planas de los periódicos.
La Constitución señala aquello que los funcionarios públicos, incluido el presidente, pueden hacer, y a eso se tienen que atener; las leyes indican que al INE le corresponde organizar, vigilar y garantizar las elecciones, para lograr eso, los institutos electorales requieren de la participación ciudadana, de hecho, contamos con organismos especializados para atender cualquier denuncia sobre delitos electorales.
Aunque se parezcan, acusar y denunciar no son lo mismo, si indico que López Obrador es un metiche y chismoso es porque cuando cuelga del imaginario perchero su investidura presidencial y se convierte en ciudadano no lo hace para cumplir con la denuncia de los delitos electorales que observa, es decir, no acude a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, al OPLE que le corresponde o al INE, no, solamente se enerva y apunta para acusar, nada que ver con iniciar un procedimiento judicial contra quien presuntamente está violando la ley.
Tiene razón López Obrador cuando dice “yo creo que es mi obligación denunciar el fraude, y de todos los ciudadanos, todos, todos, todos”, efectivamente, pero denunciar, no estar de chismoso para ganarse la estrellita en la frente que le pueda otorgar el pueblo bueno; no estar de metiche para simular que es un defensor de la democracia y seguir ocultando tras la verborrea que sus intereses no tienen que ver con una idea amplia, diversa e incluyente de democracia, porque la pequeñísima bóveda de su pecho no le da al presidente para centrar la atención en las víctimas de la inseguridad, de la violencia machista, no le alcanza para distraerse en mostrar la mínima empatía a la que está obligado un servidor público con movimientos y causas que reflejan los efectos de la desigualdad, corrupción y desigualdad.
Si al presidente en verdad le importara evitar un fraude electoral se arriesgaría a presentar una denuncia ante la Fepade, para poner el ejemplo a todos los ciudadanos de cómo combatir la corrupción en las elecciones, pero a López Obrador eso le tiene sin cuidado, sólo quiere distraer la atención del fracaso de su gestión, como líder de un partido al que no ha dotado de la autonomía necesaria para que cumpla con sus expectativas, como estadista al frente de una administración que ha elegido la mentira como diagnóstico, donde las decisiones se toman a partir de festejar la solución antes que reconocer el problema.
Coda. “Es muy común que los gobernantes mientan repetidamente, y López Obrador lo hace con fruición. Pero además da la impresión de que se ha inventado una realidad falsa y no sabemos si realmente cree en ella o sólo lo pretende. La ineptitud que muestra en muchas tareas de gobierno puede ser una señal de que verdaderamente está convencido de que existe esa realidad alternativa”, Roger Bartra en Regreso a la jaula, y sí, el presidente está convencido de que vive en el País de los Otros Datos, Otras Leyes, el México de un solo hombre.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 11, 2021
Agridulce
Agridulce, así han sido para mí todas las celebraciones del Día de la Madre, todas las que recuerdo, el espejo redondo rodeado de macarrones y pintado de dorado que durante años colgó en un pasillo, hasta el insoportable dolor de pies por usar unas botas durante un bailable norteño en homenaje organizado por la escuela, pasando por los pinchazos sufridos cuando me obligaron a elaborar un bordado o, ya en la edad adulta, el compromiso social de hacer una felicitación pública a mi madre.
En contra de lo que dice el Diccionario, con la señora Lourdes me comunico siempre empleando el uso formal del pronombre usted, lo que no implica ninguna formalidad o distancia, es una costumbre que no viene al caso explicar, pero que se suma a esa sensación agridulce que trae el tener que aclarar a los demás por qué hablo así con mi Madre y por qué no le digo mami o mamá.
Agridulce el sabor de cada 10 de mayo no por tener que celebrar, festejar, recordar a mi madre, sino por estar obligado a hacer pública la expresión de ese amor, que los demás vean cómo se cumple con ser ese hijo que responde adecuadamente a la exigencia de quienes están ajenos a ese lazo íntimo; cada Día de las Madres crece el cerco, los demás parecen estar atentísimos a calificar el desempeño mostrado en la manifestación amorosa, además, no basta con cumplir con la progenitora, se tiene que felicitar a todas las que conozcas aunque la relación que se tenga con esa persona no se relacione en absoluto con la maternidad, peor aún, estamos atados al deber de reconocer el hecho biológico de ser madre de todas las mujeres.
Yo quiero hablar todos los días con mi Madre, extraño siempre a mi mami, gozo la mamá que la señora Lourdes ha sido conmigo, sin importar si es 10 de mayo, de ahí la sensación agridulce durante esta fecha, que el día de ayer empeoró porque entré en franca competencia, y perdí, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el máximo padre mexicano conservador, quien usó todo el poder que tiene para celebrar no sólo a la suya, sino a todas las madres de México.
Desde el púlpito, López Obrador escenificó un lamentable espectáculo, justificando “esta mañanera va a ser especial, no vamos a informar nada, no vamos a contestar preguntas de ustedes, porque las mamás son primero. Entonces, es un día muy especial y queremos ofrecer a todas las mamás un festival”; por supuesto, no perdió la oportunidad de ser desconsiderado y sobre valorar su esfuerzo, “estoy hablando más despacio que de costumbre para que las mamás se sienten, se acomoden, vean la televisión, el internet, escuchen el radio, por el medio que sea, porque va a ser un festival inolvidable con Eugenia León, una mujer, una cantante excepcional, llena de arte y sentimientos”.
Con la misma producción que un espectáculo de cuarta, una vez que el presidente sentenció a los asistentes, se corrió un telón para que empezara el espectáculo musical. López Obrador se hizo a un lado y dejó paso a la cantante. De la misma manera en que el arquetipo del padre macho justifica y lava todas sus culpas llevando serenata a su abnegada mujer, nada se puede reclamar a ese regalo, a ese reconocimiento. Ese es el presidente que tenemos.
Un presidente capaz de eludir la responsabilidad a la que él mismo se comprometió, al de informar sobre su gestión y a cambio ofrecer un espectáculo musical; quien abusa de los tiempos oficiales de la televisión pública por un simple capricho; un servidor incapaz de rendir cuentas, convencido de que su decisión personalísima no puede ser cuestionada; un mercachifle que alude al sentimentalismo para no cumplir con su obligación, porque afuera de Palacio Nacional, mientras se desarrollaba el concierto de Eugenia León, colectivos de mujeres, de madres de desaparecidos, demandaban ser escuchadas por el presidente, y como a López Obrador no le gusta que lo interrumpan de lo que considera su deber, envió a la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario Alejandro Encinas a que las atendieran.
Acostumbrado al sabor agridulce del festejo del 10 de mayo, ni siquiera seguí la discusión pública con que la oposición atacó al presidente, ya sabía en qué lo iban a volver, en una falsa polarización sobre si los recursos que deben estar destinados a resolver los problemas de las madres de familia se estaban desviando a un concierto; en si López Obrador prefiere atender a su cantante favorita antes que los reclamos de las mujeres violentadas; en que el gobierno federal gasta en espectáculos antes que en erradicar la violencia de género…
Al papá presidente se le antojó llevarle gallo a todas las mamacitas y así lo hizo, porque en eso dilapida la legitimidad con que llegó al cargo, en que se cumpla su voluntad y capricho.
Coda. De e.e. cummings:
si existen los cielos mi madre (para ella sola) tendrá
uno. No será un cielo de pensamientos ni
un frágil cielo de lirios del valle sino
un cielo de rosas negrirrojas
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 10, 2021
Contenido
Frente a la ausencia de respuesta del electorado a las promesas de los candidatos, cada vez es más frecuente la petición del estratega de marketing para que se meta dinero a una publicación en Facebook para ampliar la audiencia, la idea de llegar a más gente a través de esa red social es la solución mágica a la falta de creatividad de la clase política.
A esta elección es necesario sumar que se desarrolla en medio de una pandemia y que como en otros rubros, no hemos sido capaces de elaborar propuestas para enfrentar la nueva normalidad, entonces los candidatos consideran que la mejor forma de acercarse al electorado respetando las medidas sanitarias es exponiendo su figura y actividades a través de las redes. Lo que se ha traducido en miles de personas haciendo el ridículo a través de publicar historias donde los vemos bailando, cantando, cumpliendo retos estúpidos o simplemente compartiendo su intimidad.
El descrédito en que ha caído la clase política tampoco ha sido pensado con claridad por quienes buscan ganar un cargo público, en vez de transformar lo que hacer política implica, la única salida que encontraron fue presentarse como ciudadanos; en vez de asumir lo que ser representantes de un sector de la sociedad es, optaron por alejarse de la presentación de ideas y asumir que la única manera de ser reconocidos es mediante la réplica del modelo con que las figuras del espectáculo logran acaparar la atención.
La transformación de los candidatos de acuerdo a los parámetros establecidos por las figuras del espectáculo no funciona porque los presenta como lo que no son, fingiendo una chabacanería que no se relaciona con el trabajo que buscan alcanzar.
La exposición no basta, se requiere despertar el interés de esa audiencia y transformarlo en replicador, pero sobre todo, que tenga sentido para el elector, de otra manera, lo que vamos a ver es a candidatos que logran colarse a los medios de comunicación cuando se difunde alguno de sus exabruptos, como el caso de un actor que en la Ciudad de México se ha vuelto viral porque los más jóvenes lo buscan para que les miente la madre. Alfredo Adame conseguirá miles de réplicas de la forma en que insulta a quienes lo provocan, dudo que eso se traduzca en votos en las urnas.
Cada tanto se menciona al candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León, no se le perdona a Samuel García que su pareja sea influencer y los medios de comunicación le den seguimiento a lo que ella publica en sus redes sociales con relación a su marido, reducen el ascenso del candidato en las encuestas simplificando que todo se debe a las banalidades de Mariana Rodríguez en redes, como si todo se tratara del dinero que ha invertido en redes, el escándalo que se forma alrededor.
Entonces los otros candidatos pagan por ese ruido, por esa exposición, efímera. Porque lo que consigue que los usuarios sigan a alguien, lo escuchen, atiendan sus recomendaciones, no es un chiste o la exposición al ridículo, sino las ideas, la generación de contenidos con los que el otro pueda identificarse.
Facebook, Instagram y Tik Tok se encuentran repletos de figuras a las que les bastan unos segundos para ser replicados, ya sea por la exposición de su cuerpo, la facilidad con que hacen un chiste o realizan una broma, pero esa fama instantánea no genera la empatía necesaria como para establecer un diálogo con esas personas, tampoco para identificarse, en muchas ocasiones ni siquiera se le sigue por lo que representa sino porque es una fuente de chistes y burlas que podemos compartir.
Contenido interesante, historias que conecten con un propósito, que promuevan una causa, que aporten a un movimiento, debajo de la inmensa masa de banalidades con que se promueven los influencers hay quienes sí están dispuestos a usar las redes, publicar en ellas, para propagar una idea y sumar, ese es el camino, no la de la imitación de lo vulgar.
¿Seguirán pagando los políticos para aparentar lo que no son antes que aquello que proponen? El resultado de la elección lo esclarecerá.
Coda. En Niebla, de Miguel de Unamuno, Augusto monologa con la luz apagada, recostado en cama, reconoce que ha estado mintiendo y mintiéndose, se dice que todo representamos un papel, “Nadie sufre ni goza lo que dice y expresa y acaso cree que goza y sufre; si no, no se podría vivir. En el fondo estamos tan tranquilos. Como yo ahora aquí, representando a solas mi comedia, hecho actor y espectador a la vez” y parece definir lo que los candidatos cuentan a través de redes sociales: “El hombre en cuanto habla miente, y en cuanto se habla a sí mismo, es decir, en cuanto piensa sabiendo que piensa, se miente”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 7, 2021
Carroñeros
A la Ocasión la pintan calva se dice con referencia a que la diosa con que los romanos caracterizaban a la oportunidad, como una mujer hermosa, desnuda, parada de puntillas en una rueda y con alas, para indicar que pasa rauda ante nosotros, a la diosa Ocasión se le representa con una larga y frondosa cabellera por el frente y calva en la parte trasera de la cabeza, como para indicar que si no la alcanzabas de frente, sería imposible asirla por los cabellos pues no había nada que tomar.
En algunas representaciones, Ocasión lleva un cuchillo en la mano derecha, no encuentro explicación a este símbolo, quizá que hay que tomar ciertas precauciones al abordarla, quizá, por eso mismo, cuando la veo con esa arma en la mano, lo que se me ocurre es que, a la velocidad con que se desplaza siempre está latente la oportunidad de ser herido, dañado por una actitud irreflexiva de simplemente atraparla.
Sin pensar, como hace la clase política cuando abre la boca para aprovecharse de cualquier cosa en defensa de sus intereses personales (disfrazado de ideología) o en obediencia al mandato de quien reparte el pastel, oportunistas irreflexivos, como la senadora Margarita Valdez Martínez, quien sin venir al caso escupió en una conferencia de prensa que el colapso de la Línea 12 pudo haber sido provocado: “Si hay gente perversa, que la hay mucho aquí en México, de que en un descuido van y le mueven a la ballena para que se caiga”, dijo la legisladora morenita. Un ejemplo clarísimo de cómo se ensartan en su propia estupidez los oportunistas.
Evidentemente, no sólo hay oportunistas en Morena, desde todos los partidos se ha querido aprovechar la ocasión para llevar agua a su molino, y se convierten, como entre ellos mismos se señalaron ayer en el Senado, en carroñeros. Esas bestias que sólo saben alimentarse de los restos que dejan otros depredadores.
En el Senado se propuso crear una Comisión alterna para investigar los hechos de la tragedia de la Línea 12, pero la propusieron los legisladores de oposición, se supone que ese órgano estaría conformado por algunos senadores y especialistas o expertos que pudieran auxiliar en el peritaje que realizará una empresa extranjera, pero antes que pensar en cómo podría agilizar los resultados de ese análisis, se acusó a los promotores de esa acción de querer inculpar a Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Claudia Sheinbaum, responsabilizarlos de la tragedia, lo que sí es cierto, también tenían esa intención.
El bloque de Morena y sus rémoras en el Senado se opuso vigorosamente a la creación de esta comisión, gritando que lo único que se buscaba era desacreditar a la Cuarta Transformación, aplicó su mayoriteo y se perdió la oportunidad de contar con un auxiliar en el peritaje. Carroñeros, les gritaron a la oposición, mordiéndose la lengua, porque en el debate de la iniciativa quedó clarísimo que se oponían para defender al canciller Marcelo Ebrard y, a cambio, ofrecieron que los cuchillos se fueran contra el exjefe de gobierno Miguel Ángel Mancera.
Una senadora de Morena exigió a los legisladores panistas que “por honor a la congruencia, sería muy pertinente que así como han planteado el desafuero de la jefa de Gobierno y el canciller, por congruencia y de la misma manera, solicitaran también el desafuero del senador Miguel Ángel Mancera”. Busco una referencia a las víctimas del colapso de la Línea 12, alguna propuesta para solucionar el problema de tránsito por la falta de transporte público, una indicación para reparar el daño que se ha hecho a las familias de los 25 muertos, de los heridos, a los ciudadanos que no pueden viajar seguros… No la hay, sólo el graznido violento con que un carroñero intenta desplazar a otro de la presa que se encontró.
Así seguirá la discusión entre la clase política por la tragedia de la Línea 12, encubriéndose entre ellos, defendiendo a los suyos, atacando a los contrarios, aleteando voraces sobre las víctimas.
Coda. En el programa de radio en que colaboro con Tania Magallanes (Algo que decir, por Radio UAA todos los viernes a las 20:30 hrs. con retransmisión a través de las redes de LJA.MX), ella me pidió explicar cómo se debían cuantificar las tragedias, por un comentario enredado que hice sobre la cobertura que todos los medios dan a este hecho, contesté que no es por el número de víctimas, sino por la empatía necesaria ante una tragedia, lo que hace irrelevante la cantidad y centra la atención en las acciones hacia y con las víctimas. Me sostengo, eso pienso.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 6, 2021
Justificaciones
La obligada empatía con que se debe enfrentar una tragedia da por sentado que lo primero que la autoridad debe hacer es atender a las víctimas, nada por encima de eso, nada que relegue esa tarea, ningún interés. Las disculpas, los juicios, tendrán que venir después, lo que no implica que se deban de relegar.
Frente a la necesidad de priorizar la atención a las víctimas, el llamado a dejar a un lado las especulaciones por parte de las autoridades responsables del gobierno de la Ciudad de México y de la Línea 12 es una actitud responsable. Repartir culpas en este momento sólo se presta al juego político.
Responsable también que esas mismas autoridades señalen la mezquindad de los políticos de oposición que fueron a tomarse la fotografía en la zona cero para emprender un ataque contra los responsables del metro. Ninguna causa justifica el abuso de las víctimas, ninguna bandera merece que se les nombre para conseguir seguidores o simpatías con una causa.
Sin embargo, pedir, en nombre de esas víctimas, que no se politicé el colapso de la Línea 12 es alejarse de la rendición de cuentas y la responsabilidad que tienen los servidores públicos.
La Cuarta Transformación está empleando el llamado a no politizar como escudo ante la falta de imaginación de la oposición que, con rapiña, encuentra en la tragedia la oportunidad de señalar los errores de los gobiernos de Morena, esa armadura no se vincula con la atención que se tiene que dar a la ciudadanía, sino con la solicitud de dejar pasar, de olvidar asignar responsables de las fallas en el sistema de transporte; pasar por alto la negligencia o corrupción de quienes tuvieron a su cargo la construcción y el mantenimiento de esa línea del metro de la Ciudad de México.
Politizar implica que se rindan cuentas, que una vez finalizado el peritaje, la autoridad informe con la máxima publicidad los resultados del mismo, si el colapso se debió a una falla estructural o falta de mantenimiento; una vez que se tenga el informe técnico, asignar las responsabilidades correspondientes, en todos los niveles en que haya una intervención de un servidor público, que se clarifique si no cumplió con su obligación, si fue negligente, si cometió un acto de corrupción
Politizar es llevar a sus últimas consecuencias la aplicación de la ley, esa que los servidores públicos se comprometen a cumplir al asumir su cargo, de frente a las exigencias de la ciudadanía y como una forma más de reparar el daño de las víctimas, desde aquellas que sufrieron la pérdida de un familiar hasta los millones que se verán afectados porque un gobierno es incapaz de brindar un transporte público eficiente, digno y seguro.
La mezquindad de la oposición frente a la tragedia sólo está dando herramientas al discurso de Andrés Manuel López Obrador y sus tetratransformistas para evadir la rendición de cuentas, porque ante la necesidad de culpar al gobierno de la Cuarta Transformación de algo que aún no se tiene claro, simplifica su argumentación y responsabiliza del colapso de la Línea 12 a la austeridad republicana, lo que el presidente y los suyos usan para evadir los cuestionamientos, en vez de asumir la responsabilidad de los hechos, comprometerse con la investigación y dar a conocer lo más pronto posible los resultados del peritaje, estos personajes desvían la atención con el trillado discurso de los conservadores contra el pueblo bueno, de los privilegiados contra los más pobres.
Si es mezquino usar la tragedia para promocionarse, desviar la atención de lo que se debe de hacer tiene la misma carga de mezquindad, porque en ambos casos, se hace a un lado a las víctimas y se busca un beneficio personal.
Politizar implica la participación de todos los actores en el debate público, con argumentos, con datos, con acciones, no la politiquería de las justificaciones.
Coda. Cito un tuit reciente del exgobernador Otto Granados: “Cuanta razón tenía don Jesús Reyes Heroles: solo hay dos clases de funcionarios: los que explican y los que resuelven. Y los primeros no sirven para absolutamente nada”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXMay 5, 2021
Chilango
Uno de los dilemas recurrentes que enfrento por la educación de mi hijo consiste en cómo no heredarle mis prejuicios o mis creencias no sustentadas en la ciencia. Cuando me pregunta si creo en Dios, le digo que yo no, pero su mamá sí, por ejemplo, y enseguida lo intento emocionar contándole, en mi versión, las historias de la Biblia que me sé, para después señalarle que hay otras religiones, otros dioses, otras manifestaciones de la fe y que podemos elegir, que ya llegará el tiempo en que él pueda elegir.
Que yo no crea en dios, considero, no me da ningún derecho a negarle ese derecho a mi hijo, y lo único que se me ocurre hacer es proveerlo de una experiencia similar a la mía, para que, como yo, pueda elegir. Creo que ese es el camino. Lo mismo en educación cívica. Mi hijo lleva una materia que se llama formación cívica y ética, en la que también les enseñan sobre su entorno geográfico, social y político; en esa sentía que era más fácil acompañarlo en su aprendizaje, hasta que llegamos al concepto de Patria, que yo siempre escribo con minúsculas y la que invariablemente me remite al poema de José Emilio Pachecho Alta traición: “No amo mi patria/ Su fulgor abstracto/ es inasible…”.
Otro reto ha sido su condición de aguascalentense, yo soy orgullosamente chilango, de una generación que no se detiene ante el trabalenguas de la CDMX y sin pena llama Distrito Federal a su ciudad, esa en la que no nos detenemos a pensar si las quesadillas llevan o no queso.
El desafío con mi hijo es qué ejemplos darle para que se sienta cómodo siendo aguascalentense, tanto o más de lo que yo me siento orgulloso de mi origen chilango, porque como en el poema de Pacheco, en esa ciudad aprendí que “(aunque suene mal)/ daría la vida por diez lugares suyos,/ cierta gente, / puertos, bosques de pinos,/ fortalezas,/ una ciudad desecha,/ gris, monstruosa,/ varias figuras de su historia…”, en especial por la gente, esos chilangos a los que define su empatía, su solidaridad.
Los chilangos de la mano pronta al auxilio, los que salen a las calles ante una emergencia, los de siempre, los de los terremotos de 1985 y 2017, los que por la noche acudieron al derrumbe de los vagones de la Línea 12, esos que escuchamos y vemos en los videos, pidiendo a su carnal que guarde la calma mientras encuentran la forma de salvarlo; los que abrazan a una desconocida pidiéndole que se tranquilice, jefa; los que gritan, grábalo, grábalo, wey, y tras un no mames sorprendido, corren para ver si entre todos pueden levantar el escombro; los que apenados confiesan a la cámara que pudieron ir hasta a esa hora de la madrugada porque no los dejaban pasar para entregar unas tortitas y unos refresquitos a los de los cuerpos de rescate…
Siempre digo lo mismo, me es inasible el fulgor abstracto de las letras doradas en un muro, de las placas de bronce, el parloteo de las peroratas que cantan gestas heroicas; siempre hago lo mismo cuando quiero fomentar el amor por su patria grande o la chica, tratar de compartirle la experiencia, la importancia, la esperanza, que despierta cuando le tiendes la mano al otro, porque sabes que lo haces sin esperar que, llegado el momento, te la tiendan a ti, con la certeza de que ahí estará.
Coda. Ya me tocó repasar con mi hijo la Decena Trágica, lo abrumé con detalles, la muerte de Bernardo Reyes y la Oración del 9 de febrero que escribió su hijo; le mostré una foto de Felipe Ángeles y por qué a pesar de todo lo considero un héroe; del asesinato de Madero y Pino Suarez; del traidor Victoriano Huerta… Mañana, cuando vuelva a uno de los episodios, para mí, más fascinantes de nuestra historia, le contaré más de Francisco Madero, de cómo no era un manipulador ni se quejaba de la prensa, como el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo ante los cuestionamientos por su pésima gestión, culpando de todo a los medios de comunicación, que porque “Desde el tiempo del presidente Madero no se tenía una prensa así, tan tendenciosa, golpeadora, la regla es que tenemos la prensa más lamentable, injusta, en mucho tiempo”, dijo, y lo tendré que compartir con mi hijo, porque si de algo me siento orgulloso, aparte de ser chilango, es de mi trabajo, como para que cualquier mercachifle se justifique insultando el esfuerzo que miles hacemos todos los días pensando en cumplir con nuestra función social.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX

