Edilberto Aldán's Blog, page 34
September 2, 2021
Viejas ceremonias
Frente al discurso oficial, el que se emite desde cualquier nivel de gobierno, resulta indispensable verificar la información, contar con la mayor cantidad de datos, acudir a diversas fuentes para comparar y cotejar, en beneficio del público, de los lectores, para aportar lo necesarios y sean ellos quienes saquen sus propias conclusiones.
A la redacción de este medio, diariamente llegan los comunicados oficiales llenos de adjetivos que ensalzan a los funcionarios y su actividad antes que informar sobre las tareas de gobierno, una actitud editorial responsable con el lector consiste en eliminar la maleza de la adulación para destacar los hechos, se eliminan las calificaciones y se deja la tarea concreta, lo realizado. La tarea de todos los días es enfrentar los viejos rituales y eliminar sus excesos.
De nada sirve, insisto, para los lectores, sumarse a la polarización, olvidar los matices y elevar a niveles de epopeya cualquier acción política, transformar en batalla la crítica y pelear, en nombre del público, con los actores en el poder; porque eso justifica un deseo personal (o empresarial) de establecer una postura ante una posible negociación, antes que cumplir con la función social que como medio se tiene.
Ante el tercer informe de Andrés Manuel López Obrador, lo ideal sería contrastar los datos del presidente con los de otras fuentes, presentarlos al lector y dejar, de nuevo, que sean ellos quienes saquen las conclusiones, tarea que se hace todos los días, de ahí que considere irrelevante el diálogo como lo plantea la oposición sin imaginación. ¿El presidente miente? No. El presidente sabe a quién le está hablando, a su pueblo, de ahí el “tengan para que aprendan”, un gesto para la tribuna, no para el análisis, una expresión que le vitorearán los suyos y que quienes se le oponen toman como afrenta para entrar, otra vez, en el juego de descalificaciones que nada aporta a la discusión de políticas públicas y formas de gobierno.
El análisis del discurso de López Obrador se ha realizado desde la crítica a las viejas ceremonias de un país presidencialista, dejando a un lado que se requieren nuevas herramientas para contrastar entre los dichos y los hechos; una vez más, caímos en el juego de la polarización, no aprendemos nada, cada grupo, a favor o en contra de la Cuarta Transformación, se mantuvo en su trinchera, buscando el aplauso de sus huestes, sin nada que aportar para la deliberación.
Tristemente, continuamos en un diálogo de sordos que intenta convencer antes que dialogar.
Coda. En “Gabo cambia de oficio”, Gabriel García Márquez escribió que “En un buen reportaje puede no haber buenos ni malos, sino hechos concretos para que el lector saque sus conclusiones”, para llegar a ese punto se requiere emplear nuevas herramientas que nos saquen de la polarización y, de una vez por todas, dialogar antes que arrasar.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
September 1, 2021
Los que se van
El Instituto Nacional Electoral oficializó la pérdida de registro de tres partidos: Partido Encuentro Solidario (PES), Redes Sociales Progresistas (RSP) y Fuerza por México, ninguna de esas organizaciones obtuvo los votos indispensables en la elección pasada para ser considerados para ocupar un sitio en el sistema de partidos.
Los tres partidos han hecho diversos esfuerzos para continuar viviendo del erario, para seguir recibiendo financiamiento público, ninguna de las impugnaciones o procedimientos se relaciona con el peso real que tienen entre el electorado, sus intentos por mantenerse en la vida política del país no se vinculan con su presencia entre la población, han acudido a tribunales impugnando el conteo de los votos, culpando a los ciudadanos que colaboraron con el INE, lo que muestra la calaña de esas organizaciones.
Para vivir del financiamiento público, los partidos deben obtener al menos un 3% de la votación, el PES obtuvo 2.75% (1 millón 344 mil 835 votos); Fuerza por México obtuvo 2.56% (1 millón 210 mil 384 votos); y RSP ni siquiera rebasó el 2%, ya que sólo contabilizó 864 mil 391 votos, el 1.83% de la votación total durante la elección del 6 de junio. Estas tres rémoras de la Cuarta Transformación todavía cuentan con un plazo para alegar en contra de la decisión del INE, seguramente gritarán, harán escándalo mediático, pero nada impedirá que pierdan el registro.
La oportunidad de que Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México aparecieran en las boletas costó más de 485 millones de pesos, dinero que, ese sí, pudo haber sido empleado para resolver problemáticas verdaderamente urgentes para el país, y los dilapidamos en vergonzosas participaciones.
Lo que vamos a recordar de esos tres partidos es que en toda la República fueron los que abrieron sus puertas a la escoria del espectáculo para convocar al morbo, los que no tuvieron empacho en empujar como representantes a gente sin preparación o arribistas de la política, que hurgaron en el estercolero para revivir viejas glorias que, supuestamente, les traerían el voto duro que despierta el recuerdo de las políticas asistencialistas que acostumbran los que llegan al poder. No sólo eso, gracias a que supieron engañar a las instituciones, armando asambleas con las que fingieron una representación que no tienen (los votos lo reiteran), se presentaron en el escenario electoral sin ninguna ideología que sustentara su existencia y, en el caso específico del Partido Encuentro Solidario, para intentar agrupar a los grupos extremistas mediante un discurso de odio que iba en contra de los derechos humanos y las garantías individuales.
No se les exigirá rendición de cuentas por todos los ridículos y sinvergüenzadas que hicieron, el trámite de pérdida de registro se ocupará de asuntos administrativos, pero de los engaños que enunciaron durante la jornada electoral, todas las promesas o el dinero que robaron, ese ya no se podrá recuperar nada.
Aunque todo indique que esos tres partidos deben desaparecer, como sirven a un interés personal antes que colectivo, de nuevo, los resultados de la elección lo prueban, es seguro que intenten volver a participar; el caso más descarado es el de Encuentro Solidario, que ya había perdido su registro, sólo se cambió el nombre y siguió promoviendo sus ideas retrógradas, pero Fuerza por México y las RSP no se quedarán atrás; ya están buscando cómo ser parásitos de los próximos comicios locales donde se elegirá gobernador en distintas entidades federativas. En el caso de las Redes Sociales Progresistas dependerán de lo que pueda negociar Elba Esther Gordillo y sus familiares con la Cuarta Transformación, mientras que Fuerza por México vive del aliento artificial con que Ricardo Monreal mantiene vivo su plan B en caso de no ser candidateado por Morena en el 2024.
Por supuesto, deben existir algunas excepciones, como en Aguascalientes, que Fuerza por México arrebató un municipio a los panistas y se lo ganó, con votos, a Morena y el PRI, es posible que en la República Mexicana haya más singularidades, sin embargo, al rascarle, como en San José de Gracia, esas excepciones se vuelven irregularidades, pues nadie en su sano juicio puede negar el cacicazgo que jugó la elección en ese municipio. Lamentablemente estos parásitos que ya se deberían ir, no han acabado.
Coda. Con los Idus de marzo se hace referencia a los días aciagos de la transición de la República romana al Imperio, la referencia que mejor lo explica es Plutarco: Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba al Senado, Julio César encontró al vidente y riendo le dijo: “Los idus de marzo ya han llegado”; a lo que el vidente contestó compasivamente: “Sí, pero aún no han acabado”. Y sí, aún no han acabado.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXAugust 31, 2021
Galantería
Cuando una mujer me permite acompañarla y caminamos por la calle, suelo andar por el lado izquierdo de la acera, ella del lado de las paredes, yo cercano al arroyo vehicular; invariablemente intento abrir la puerta para que la mujer pase; sigo la regla clásica de cortesía de permitir que ella suba las escaleras delante de mí y las baje detrás. Antes de pensar en esta y otras conductas como galantería, las asumo como actitudes que me fueron inculcadas por mi madre, así esperaba que la tratara cuando saliéramos juntos.
Hoy que cada vez es menos correcto fumar, pocos gestos más excitantes que el momento en que una mujer toma un cigarrillo y lo lleva a sus labios con las pausas necesarias para indicar en qué momento debo prenderlo, así, cuando acerco el fuego, sus dedos tocan mi mano para definir estricta la distancia entre mi oferta y su demanda.
A décadas de distancia de la educación materna, cuando cruzo una calle con mi hijo, suelo recordar la mirada inquisidora de mi madre por no ofrecerle el brazo cuando la luz cambiaba de rojo a verde, ahora que mi hijo se encuentra en la transición de mostrarle al mundo que es capaz de tomar sus propias decisiones y no me permite tomarle la mano al cruzar una avenida, porque él ya sabe, porque él ya puede… insisto en el gesto de estirar la mano, tocarlo, detenerlo o permitirle avanzar de acuerdo al flujo de los vehículos, sin ser intrusivo pero en atención a su distracción.
Si esta suma de gestos es considerada galantería, no necesariamente responden a un acto de seducción, antes que un comportamiento interesado, se puede considerar como una ceremonia en la que se requiere la presencia del otro para participar, una representación que para ser posible pasa primero por el reconocimiento de quienes somos y lo que podemos significar para el otro.
Quienes deseen ver en estos gestos de cortesía un intento de seducción, bien por él, poco se puede hacer con quien reduce el reconocimiento a cacería, como quienes se presentan como aliados de las causas de las mujeres y rebajan su dignidad a esclavos con el único fin de conquistarlas, aunque en el otro extremo, forman parte del mismo grupo de hombres que lamentan la dureza con que son tratados sus avances, los machos que con tal de salir bien librados confunden el rechazo con la grosería, porque sus acercamientos deben ser aceptados siempre. Falsos aliados que festejan la ausencia de masculinidad y trogloditas iracundos porque no son aceptados viven del engaño, de no reconocer al otro.
Intento no reducir estos gestos a galantería y, sin embargo, si sólo fuera eso, se tendría que considerar que para ser cortés, educado y amable se parte del respeto al otro.
A últimas fechas, por la viralización de un video donde una persona se quiebra porque demanda ser reconocido como quiere (“No soy tu compañera, soy tu compañere”), las reacciones se dividen en los mismos extremos de quienes creen que abrir la puerta, ceder el paso y otras galanterías son cosa de una época añeja; por un lado hay quienes intentan obligar a que todo mundo use el lenguaje inclusivo, en el otro extremo los que se niegan a modificar la forma en que fueron educados a nombrar al mundo, ambos, radicalizan su postura y generan un falso dilema, una batalla ideológica que por encima de cualquier argumento se basa en la negación del otro y no tendrá buen fin.
La banalización de las redes sociales, la adicción de la mayoría a la aceptación, transforma esta supuesta batalla ideológica por el lenguaje incluyente en burla, no en chiste o broma, en una mentira que busca la diversión, y ahí estamos, recibiendo y compartiendo memes, audios y videos donde priva la idiocia como método para la risa; cuando, para algunos, el problema es que nos seguimos negando al reconocimiento del otro, a llamarlo como desea para, a partir de ahí, dialogar.
Coda. Una frase de Madame de Staël: “Todo hombre con gusto y de cierta elevación de alma debe sentir la necesidad de pedir perdón por el poder que posee”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXAugust 30, 2021
Suavidad
Finaliza la discusión sobre el regreso a clases del ciclo escolar 2021, este lunes, millones de niños tendrán la oportunidad de volver al modelo presencial de educación, en 22 entidades federativas se apoyó la reapertura de las aulas, tres lo harán después del 3 de agosto (Baja California Sur, Tamaulipas y Veracruz), seis están por definir la fecha para el retorno de los alumnos (Colima, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Nayarit y Nuevo León), sólo en Michoacán se anunció que no existen condiciones para el regreso a clases. Con pesimismo, quienes todo lo convierten en batalla auguran que este es el peor momento para las clases presenciales, pues estamos en el pico más alto de la tercera ola de covid-19 y sus variantes, y ningún argumento los va a convencer de que es la peor decisión que se puede tomar.
No será sencillo, sobre todo si lo que se espera como consecuencia es únicamente el incremento de contagios y no se toman las medidas adecuadas para que el regreso no se convierta en ese repunte, sin embargo, insistir en la catástrofe que se avecina y dejar a un lado el panorama desolador que le espera al país entero si no se afronta, desde ahora, el rezago educativo al que estamos sometiendo a millones de niños, habremos perdido de nueva cuenta la posibilidad de modificar la relaciones entre sociedad y gobiernos, al transformar esto en una crítica a las autoridades de todos los niveles.
Hoy ya afrontamos un problema grave del abandono escolar, mientras más tarde se tomen acciones para interrumpir el retroceso educativo, mayores serán los daños que cause en el futuro ese rezago; organismos internacionales de todo tipo ya se han encargado de señalar cómo las deficiencias en la calidad educativa ampliarán la brecha de desigualdad en la población, el impacto en el Producto Interno Bruto, en el desarrollo entero del país y, con énfasis en este punto, las afectaciones en la salud mental de la población en edad escolar, daños que se extienden por todo el tejido social porque parten del círculo familiar más íntimo hasta las formas de socialización en todos los ámbitos.
Afectados ya estamos, como para en este momento seguir amplificando a quienes ven en el regreso a clases sólo la oportunidad de extender una crítica a las autoridades de todos los niveles de gobierno y, abusando de la facilidad con que relegamos nuestra responsabilidad en otros, azuzan a los padres de familia contra quienes toman decisiones antes que proponer una discusión incluyente con toda la información sobre la mesa.
Abandonar la discusión para sólo detenernos en la crítica, es una manifestación del miedo y la irresponsabilidad, ahí está como ejemplo la reacción de un gran sector de la población a la carta compromiso que se iba a solicitar a los padres de familia para el regreso a clases, demasiado se discutió sobre su pertinencia, incluso su existencia, antes que reconocer que es un documento de corresponsabilidad en el que se pide a los padres revisar a los niños antes de enviarlos a la escuela, mantenerlos en casa si presentan un síntoma, promover hábitos de higiene y salud para evitar propagar el virus, seguir las medidas sanitarias recomendadas, y notificar a la escuela los resultados del diagnóstico médico en caso de que los menores presenten síntomas de la enfermedad. Antes que aceptar esos mínimos puntos de corresponsabilidad se prefirió discutir las aristas políticas, las posturas a favor o en contra de los gobernantes.
En un país artificialmente polarizado por la política, es fácil (e irresponsable, insisto) elevar la discusión pública a reyerta antes que en una conversación que nos permita aportar lo que sea necesario para eliminar las brechas de desigualdad.
Coda. La politiquería confunde el ruido con batallas, la rebambaramba con epopeya, Ramón López Velarde lo sabía, de ahí que cuando tuvo que pasar de cantar la partitura del íntimo decoro para hablar de la Patria, destacó la suavidad con que se corta a la epopeya un gajo, para concluir con una revelación:
Patria, te doy de tu dicha la clave:
sé siempre igual, fiel a tu espejo diario;
cincuenta veces es igual el ave
taladrada en el hilo del rosario,
y es más feliz que tú, Patria suave.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
August 27, 2021
Deliberación
Deliberación me parece una palabra hermosa, me apego a la primera acepción que incluye el Diccionario de la RAE: “Considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de una decisión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos”. Deliberar es el desarrollo razonado que concluye en una acción que nos deja satisfechos por haber resuelto el disenso.
Deliberar implica el empleo de las herramientas racionales y emocionales con las que contamos para llegar a una conclusión en que se resuelve de la mejor manera un problema, los individuales y los colectivos, pues la conclusión proviene de diversos cálculos en los que se mezclan los escenarios posibles y se acepta el disenso, no como un ataque al que se debe de responder sino como la exposición de puntos de vista diversos de los que se debe llegar a una conclusión.
Esta semana cumplí nueve años como director editorial de LJA.MX, cuando fue necesario cambiar el nombre a este medio, propuse que se le llamara Deliberación, por más “viejo” que sonara, porque me parecía que reflejaba el ejercicio y el compromiso con que se hace periodismo en esta empresa periodística, un grupo de profesionales que antes que repartir medallas se dedica a presentar los diversos puntos de vista de la comunidad para que sean los lectores quienes lleguen a una conclusión, esa “verdad” que tanto le echan en cara a los periodistas.
Deliberar, estoy convencido, implica partir de la certeza de que la única verdad posible es el consenso, no la búsqueda de imponer un punto de vista, alcanzar una solución que logre el mejor escenario para todos, en búsqueda de la igualdad y el respeto de todos los derechos de todos. La tarea para quienes elaboramos LJA.MX sigue siendo la misma, ser la plataforma en donde quien tenga algo que decir encuentre el espacio necesario para amplificar su razonamiento.
Deliberar en Aguascalientes, en México, cada vez se ha vuelto una tarea más difícil, porque pareciera que de lo que se trata es tener la razón, avasallar al contrario, hacer leña del árbol caído y ensalzar a quien tiene el dinero suficiente como para pagar nuestra opinión, haciendo a un lado las consecuencias y las circunstancias, al fin y al cabo, todo pasa, confundimos la velocidad de lo digital y se escribe sin la conciencia de que siempre queda un registro, uno al que cualquiera puede acudir cuando necesite hallar la forma en que se llega a una conclusión, para así acompañar o no las conclusiones a las que se llega en este medio.
Hace nueve años me sorprendió la generosidad y confianza que me brindó Francisco M. Aguirre con la invitación a sumarme a este esfuerzo colectivo como director editorial, en ese momento estaba a punto de convertirme en padre, el cumpleaños de mi hijo será dentro de unos días, en ambas tareas siempre he creído que la deliberación es el camino. De la convivencia y educación de mi hijo tendré que responder ante él, de lo que intento todos los días en este diario, son los lectores a quienes debo rendir cuentas, todos los días espero cumplir con la encomienda, encontrar el camino donde la deliberación prevalezca. Ánimo, salud y democracia.
Coda. Escribió Diderot: “Si mis opiniones os autorizan a odiarme, ¿por qué mis opiniones no me iban a autorizar a odiaros yo también a vosotros? Si gritáis: la verdad está de mi parte, yo gritaré tan alto como vosotros: la verdad está de mi parte; pero añadiré: ¿qué importa quién se equivoca, si vosotros o soy yo, con tal de que la paz reine entre nosotros? Si estoy ciego, ¿hace falta que golpeéis a un ciego en el rostro?”, y sí, ¿qué necesidad?
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXAugust 26, 2021
Pendencia
La agenda política y la discusión pública no suelen coincidir, porque cuando lo hacen provocan que las autoridades tengan que rendir cuentas a la ciudadanía sobre los asuntos que ocupan a la sociedad; la más de las veces, la comunicación oficial prefiere que las cosas que se deben hacer no estén en la conversación para que no se le presione con la presentación de resultados; las distracciones funcionan para evitar la rendición de cuentas.
Con las conferencias matutinas, Andrés Manuel López Obrador ha conseguido establecer los temas de la conversación pública, si al presidente se le ocurre que hay que evidenciar a quienes dicen mentiras o dedicar un día a los temas de salud o las gasolineras, se hace y ya, las astucia es de tal magnitud que ni siquiera necesita de patiños que le coloquen el balón, si al final del ejercicio al titular del Ejecutivo federal se le ocurre que no se puede terminar la mañanera sin antes abrir su corazón, interrumpe las preguntas y abre su ronco pecho.
Las mañaneras funcionan porque la oposición sigue pasmada por el asombro y antes que buscar vías para colocar la agenda pública en el centro de la conversación, centra todos sus esfuerzos en responderle al presidente, en jugar en el territorio que López Obrador marca y con las reglas que él establece.
El paso del huracán Grace afectó 62 municipios de Veracruz, el gobierno de Puebla ha solicitado declarar desastre natural en 64 municipios por Grace y son cientos de miles los afectados, la cantidad de muertos sigue incrementando y, hasta ahora no queda claro cómo van a funcionar los fondos de ayuda una vez que se desapareció el Fonden, pero el tema de la mañanera fue la respuesta del presidente al reto de Ricardo Anaya.
El candidato perdedor reta a López Obrador y la oposición considera una victoria el que Ricardo Anaya lograra una réplica del presidente, en la discusión pública se quieren plantar las ideas del panista sobre la justicia como un golpe tremendo a la Cuarta Transformación; y estamos cayendo en la trampa. No comparecer ante la justicia, condicionar la atención al citatorio de la FGR a que sea al mismo tiempo que los hermanos del presidente y ante el mismo juez son privilegios que se puede dar Ricardo Anaya, como huir del país con el pretexto de que es perseguido político; por supuesto que considero la realidad del funcionamiento del sistema de justicia, pero ¿cuántos ciudadanos de a pie gozan de las mismas oportunidades que Ricardo Anaya?, ¿cuántos pueden evadir la rendición de cuentas acusando a López Obrador de todo?, ¿para escapar a Europa o Atlanta, se vale argumentar que quien está detrás de la investigación es el presidente?, ¿cuántos podemos decirle a la Fiscalía que no indicando que no es autónoma?
Colocar el caso de Ricardo Anaya en el centro de la discusión pública e indicar que le arrebató la atención de los medios es absolutamente inservible para solucionar las posibles injusticias de las que podamos ser víctimas todos; priorizar la investigación sobre Ricardo Anaya sobre otros temas de la agenda pública a partir de creer que es una víctima y convertirlo eso en una victoria, es aceptar la pendencia como política, el contragolpe como solución, cuando lo único que hace es mantener el intercambio violento.
Coda. George Constanza discute con Jerry Seinfeld sobre quién es el más idiota de los dos, George le demuestra que él lleva la delantera, y le pide un poco más de respeto, “porque yo soy Constanza, Lord de los idiotas”, de pronto, una mujer desde la ventana, alienta a los corredores rezagados del maratón de Nueva York gritándoles: “Todos son ganadores”, George la escucha y determina: “súbitamente, una nueva contendiente, me rebasa”, así con aquellos que celebran la victoria de Ricardo Anaya.
@aldan
August 25, 2021
Nombre
Nada abona al lector la difusión de rumores, chismes y grabaciones editadas para “generar” noticias, insisto, eso no es periodismo, ganar la primicia de una nota falsa no le otorga legitimidad a la paparrucha, puede generar un ruido momentáneo, ese río revuelto en que les fascina enfangarse a los partidarios de la realpolitik antes que de la política, y que funciona para amarrar acuerdos en lo oscurito o hacerse pasar por un gran analista.
Insisto en el tema porque nos estamos acostumbrando a la respuesta facilona de “así son las cosas”, que se nos acuse de ingenuos porque “todos lo hacen” o se desestima la ética profesional porque la politiquería hace que el mundo gire de una forma distinta a la del mundo que merecemos.
Mientras la mayoría de la clase política siga cooptando a los reporteros para que a través de las redes sociales difundan sus paparruchas, difícilmente se podrá profesionalizar al periodismo y contar con los medios de comunicación que requerimos. Afortunadamente, creo que este fenómeno puede llegar a su fin gracias a los avances tecnológicos que facilitaron la generación de la infodemia.
La crisis por la digitalización de los medios de comunicación consiguió que las empresas intentaran incrementar su audiencia a través de la multiplicación de los contenidos, y en una primera etapa se hizo a un lado a los profesionales para cambiarlos por redactores a los que se les exigía cantidad antes que calidad. Las redacciones se redujeron y se apostó por unidades compactas en las que unos cuantos navegaran por la red para generar historias. Muchos no sobrevivieron.
Si bien se corre el riesgo de que los algoritmos condicionen el gusto y las necesidades del público, el amplificador que son las redes sociales y la creciente desconfianza de la audiencia hacia los medios está modificando las exigencias del público, cada vez es mayor el interés en las personas, en los contadores de historias, la explosión de los podcast, de los newsletter, de los reportajes a los que sustenta una persona o un colectivo comprometido.
Decía Tomás Eloy Martínez que el patrimonio fundamental del periodista es su nombre, el interés del público por las historias firmadas, las que comprometen su nombre con el contenido, confirma esa tendencia del público por atender las historias de quienes no venden su dignidad por darle gusto a cualquier politiquillo difundiendo material para la guerra sucia.
Sí, en las redes sociales es fácil la difusión de las paparruchas, pero una vez comprobada la mentira, una vez que se descubre que se está sirviendo a un interés distinto al de informar, las audiencias cobran esa cuenta, por el momento hay una batalla entre el infoentretenimiento y la información dura, la que nos sirve, aún seguimos acudiendo a internet en primera instancia para saciar el ocio, eventos como la pandemia de covid-19 está modificando ese uso. La tarea recae tanto en el público como en los informadores. Los que buscan ya distinguen y siguen a quienes les proporcionan un servicio, los informadores, para sobrevivir y destacarse entre el mar de generadores de contenido, tienen la tarea de comprometer su nombre con lo que cuentan. Ahí estamos.
Coda. Un hombre vale su nombre, eso escribió Arthur Miller en The Crucible (Las Brujas de Salem), cuando John Proctor se niega a firmar la confesión con que hundiría a sus amigos, cuando grita desde el fondo de su alma que no lo hará “¡Porque es mi nombre! ¡Porque no puedo tener otro en mi vida! ¡Porque miento y firmo mentiras con mi nombre! ¡Porque no valgo la tierra en los pies de quienes cuelgan ahorcados! ¿Cómo puedo vivir sin mi nombre? ¡Os he dado mi alma; dejadme mi nombre!”; sí, un periodista vale su nombre, es su patrimonio, eso es todo lo que tiene y lo que puede ofrecer a quienes lo escuchan.
@aldan
August 24, 2021
Arribistas
La digitalización de los medios de comunicación es un proceso imparable, hace mucho quedó atrás el apocalipsis profetizado sobre el final de los medios, la discusión sobre la permanencia del periodismo en papel o no, se modificó tras el reconocimiento de la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías; en este punto, cuando se piensa en el futuro, ya se tiene que considerar la interacción del periodismo con la inteligencia artificial como generadora de noticias o la intervención de los algoritmos en las demandas de información de las audiencias. Ahora, para adaptarse y sobrevivir, los medios estudian cómo aplicar la tecnología a la producción de sus contenidos, pero hemos dejado a un lado el factor humano que interviene en la generación de la información.
Para adaptarse, los medios, pero sobre todo los reporteros buscan capacitarse en lo más reciente de las tecnologías, darle un uso eficaz a las herramientas que salen al mercado, la atención está concentrada en la eficiencia, la inmediatez y la oportunidad; estar a la altura de la velocidad de los tiempos generó que se olvide la importancia de una formación humanística y el desarrollo de una ética profesional.
Saber usar las aplicaciones de un smartphone permite al reportero mantenerse a la velocidad requerida por los usuarios, auxilia en la verificación de lo que se está narrando y enriquece con opciones de audio, imagen y video el hecho relatado, se beneficia la información dotándola de intertextualidad y enlaces que soporten lo que se cuenta, pero ninguna herramienta suple al criterio del reportero y editor que está comprometido con la veracidad y la función social de los medios, que es informar.
El concepto de “periodismo ciudadano” mal entendido y la presión por la oportunidad derivan en el relajamiento u olvido del deber periodístico, situación que los actores políticos aprovechan para continuar con prácticas viles que sólo buscan el beneficio personal, politiquería pues.
Aunado a lo anterior, las redes sociales y los grupos de mensajería, afectan a los informadores y permite que cientos de irresponsables se disfracen de periodistas para cobrar por sus servicios a los actores políticos y los auxilien en sus campañas de desinformación.
Lamentablemente, el público sigue ajeno a lo que debe de exigir a los medios de comunicación y, ante las piezas de desinformación, le resulta más sencillo culpar a los medios y no distinguir entre los periodistas y los arribistas; por eso es difícil combatir el rumor y el chisme de las guerras sucias.
En Aguascalientes, la disputa por el control de Acción Nacional es evidente, a los grupos que pelean por quedarse con ese partido les conviene transformarlo en una reyerta entre quienes están con el gobernador y quienes apoyan a la alcaldesa capitalina. En un ejemplo de la mala práctica periodística recientemente se difundió el audio de una supuesta conversación entre Martín Orozco y Nora Ruvalcaba, la grabación es una notoria edición, los diálogos no coinciden, y es evidente que tiene la intención de hacer quedar mal a los participantes mencionados.
La filtración de una grabación es ilegal y en el caso de esta conversación es miserable porque es una falsificación, sin embargo, se difundió ampliamente en los grupos de mensajería con el respaldo de esos arribistas que se presentan como periodistas, con el fin de convertir en noticia un rumor. La maquinaria de la mezquindad comenzó a funcionar porque ya los reporteros se basan en el audio para contraponer declaraciones de otros actores políticos.
Pensar en el futuro del periodismo y el compromiso ético con los lectores no puede basarse únicamente en los avances tecnológicos, estamos obligados a señalar a los irresponsables arribistas que cobran por difundir la politiquería.
Coda. Un aforismo de Elias Canetti: “Sólo se cumplen los deseos mezquinos, superfluos, vergonzosos. Los grandes, los dignos de un ser humano, no llegan a realizarse”, lamentable.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
August 23, 2021
Brechtiana
Para todos es evidente que el periodista debe escribir buscando la verdad, eso implica un punto de vista acerca de los hechos que, necesariamente, otorgará un sesgo a lo que se cuenta, aunado a la responsabilidad de escribir, describir, la verdad, ante los hechos pueden presentarse otras situaciones, como no rechazarla, no deformarla, no ocultar eso que consideramos verdadero; esa pasión con que debe buscarse la verdad, Bertold Brecht la consideraba como un no doblegarse ante los poderosos, el dramaturgo alemán sintetizaba indicando que era necesario no engañar a los débiles.
¿Quiénes son los débiles? El público, los lectores, quienes quedan expuestos a la forma de relatar los hechos por determinados grupos, conjuntos que ante la crisis de los medios tradicionales, suelen abordar la talacha periodística primero pensando en sus intereses antes que en la función social a la que nos debemos antes de informar, anteponiendo su sobrevivencia económica a la tarea con que se comprometen al escribir en un medio.
No es raro entonces, que en un momento de crisis del sistema de partidos, lo que se elija, deliberadamente, sea el escándalo, las filtraciones, el rumor, antes que los hechos duros, la estadística o los datos verificados; colocar la atención en el exilio de Ricardo Anaya, el sacrificio personalísimo que hacen los opositores o las promesas vacías con que aseguran que están luchando por ideales mayores, que nos trascienden. Empujar rumores, divulgar chismes, difundir información que no ha sido comparada es la manera más sencilla de rendirse al poder, ayudar a la distracción es redituable, convirtamos todo en una lucha sangrienta, sin analizar; redactemos discursos que se unan a la división entre buenos y malos, que dividan la política en vencedores y vencidos; al final, siempre se podrá cobrar, sin importar el bando vencedor.
Continuar propagando una visión del mundo polarizado sólo beneficia a quienes cobran sin importar los resultados de la batalla diaria que implica narrar el diálogo político que se desarrolla en el país, en este momento, rebajado a chisme y rumor.
Coda. Del ensayo de Brecht acerca de El valor de escribir la verdad: “Escribir la verdad es luchar contra la mentira, pero la verdad no debe ser algo general, elevado y ambiguo, pues son estas las brechas por donde se desliza la mentira. El mentiroso se reconoce por su afición a las generalidades, como el hombre verídico por su vocación a las cosas prácticas, reales, tangibles. No se necesita un gran valor para deplorar en general la maldad del mundo y el triunfo de la brutalidad, ni para anunciar con estruendo el triunfo del espíritu en países donde éste es todavía concebible. Muchos se creen apuntados por cañones cuando solamente gemelos de teatro se orientan hacia ellos. Formulan reclamaciones generales en un mundo de amigos inofensivos y reclaman una justicia general por la que no han combatido nunca. También reclaman una libertad general: la de seguir percibiendo su parte habitual del botín. En síntesis sólo admiten una verdad: la que les suena bien”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXAugust 20, 2021
Impresentables
Perdió Morena, ganó México, así presentó el bloque opositor el que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión rechazara por segundo día consecutivo convocar a un periodo extraordinario de sesiones para discutir la ley de revocación de mandato, con 24 votos a favor y 13 en contra. No, no ganó el país, ganó el ridículo y la brecha entre los legisladores y la ciudadanía.
A pesar de que Morena, con sus aliados, obtuvo 24 votos, esos no fueron suficientes para conseguir la mayoría calificada necesaria para celebrar un periodo extraordinario de sesiones, en el que se pudiera discutir la revocación de mandato, así que corresponderá al Instituto Nacional Electoral emitir los lineamientos para esa consulta pues no se cuenta con una ley secundaria, una omisión de los legisladores.
El espectáculo en la Cámara Alta fue deplorable, vergonzoso, legisladores dando clases de matemáticas, adulando al presidente, ridiculizándose, intercambiando insultos y hasta amenazas para verse afuera del recinto para arreglar el asunto a golpes… ¿Entretenido? No, no lo es, porque, de nueva cuenta, por la polarización, en nombre de la Cuarta Transformación o de la Oposición, se esquivó la oportunidad de hacer política, de discutir, legislar, llegar a acuerdos, para detenerse en un procedimiento legal.
Sin vergüenza alguna, estas fuerzas partidistas que se oponen sólo en apariencia se acusan con argumentos facilones que podrían eliminarse con un simple diálogo, los tetratransformistas señalan que los opositores le tienen miedo a la revocación de mandato y a la participación ciudadana, mientras que PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano aseguran que lo que no pueden permitir es que se cumpla el capricho presidencial de una ratificación.
Para el ciudadano de a pie, las diferencias entre revocación y ratificación son tan sutiles que no importan, tendrán que venir los sesudos análisis de los expertos en derecho para explicar qué implica una y qué la otra; con esa discusión, lo que se está haciendo a un lado es que, otra vez, se distrae la atención de los tiempos legislativos. La oposición celebra que se vaya a discutir el tema en septiembre, con una nueva conformación de la Cámara de Diputados, mientras que Morena y sus aliados se enerva al sentir que se les arrebata la oportunidad de cumplir la orden del presidente; ¿por qué un periodo extraordinario?, ¿por qué trabajan tan poco los legisladores?, de eso no van a hablar porque no les conviene, porque es difícil explicar el calendario de las sesiones y el privilegio del que gozan de trabajar sólo una parte del año.
A lo largo de esta semana, el espectáculo de los legisladores ha sido ridículo, insisto, de todos los representantes de las diversas fuerzas políticas, empeñados en la vociferación y la lambisconería o en la pirotecnia visual de la humillación, con ábacos y cartulinas que ni en las clases de primaria se usan ya. Uno tras otro subieron a tribuna para desgañitarse no para establecer un diálogo, no para llegar a un acuerdo, no para hacer política, sino para retratar lo mejor posible, para ganarse la foto chistosa, llamativa que acompañará la nota con sus frases matonas con la que lisonjean al presidente o con la que hacen leña del árbol caído.
Quienes participaron en este debate pueden argumentar lo que quieran acerca de la participación ciudadana, en los hechos, por sus palabras y actitudes lo que mostraron es que no les interesa en absoluto la ciudadanía, sólo tienen intereses de partido, y ahí, hoy, todos son iguales, impresentables.
Coda. Decía Jesús Reyes Heroles que “La política demanda pasión, pero, a la par, mesura, sosiego interno, dominio de sí mismo, para no intentar dominar a otro u otros; aspirar a dominar las cosas y no a los hombres”, los payasos en la Cámara Alta se conforman con presumir cómo ganan.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX

