Edilberto Aldán's Blog, page 32
October 4, 2021
Bolillo con crema
Está en el escudo de armas del Estado de Aguascalientes, Bona Gens, en esta tierra la gente es buena, más allá de que lo que está inscrito en el símbolo heráldico, la mayoría de quienes nacieron en esta entidad lo creen, y muchos políticos basan sus campañas apoyados en esta creencia, mueven la fibra del amor a la patria chica, abusan de ese accidente para conmover y convencer.
Exaltar la pertenencia puede ser un valor que bien inculcado coadyuve a que la personas cumplan como ciudadanos, respeten las leyes, las personas y su lugar de origen, sin embargo, creer que por el simple hecho de haber nacido en esta región del Bajío ya son gente buena… es igual de absurdo que considerar que en Aguascalientes se inventaron los esquites, o elote en vaso, por el simple hecho de llamarles chaska.
En el 2021 se cumplen 75 años de la presunción de que esta es la tierra de la gente buena, en 1946, Bernabé Ballesteros diseñó el grabado del escudo de armas y Alejandro Topete del Valle inventó el lema “Bona Terra, Bona Gens, Clarum Cielum, Aqua Clara” para ganar el concurso convocado por el Gobierno del Estado, oficialmente, los aguascalentenses tienen menos años afirmando que son “gente buena” que el Partido Revolucionario Institucional o el Partido Acción Nacional, sin embargo, son muchos los que consideran que nacer entre los meridianos 101 y 103 de longitud oeste y entre los paralelos 21 y 22 de latitud norte, los hace diferentes, les otorga cualidad de buenos, cuando la bondad es una inclinación que se debe ejercer, practicar.
Todavía hay muchos hidrocálidos orgullosos que distinguen entre los oriundos de Aguascalientes y los foráneos, son los que se niegan a reconocer el crecimiento y desarrollo de la entidad que, en mucho se debe, al flujo migratorio, a la influencia de otras regiones, son los que prefieren destacar que la delincuencia organizada siempre viene de fuera negándole a los aguascalentenses la capacidad e inteligencia para organizarse, incluso para delinquir, los que miran con desprecio al otro porque prefiere el frijol negro a los bayos, los que con altanería se consideran coinventores de la jicaleta, o babean altivos cada vez que escuchan Pelea de gallos (compuesta por el chileno Juan S. Garrido)… afortunadamente ese grupo de estultos es cada vez menor, porque está siendo rebasado por sus hijos, por las nuevas generaciones que saben que hay Aguascalientes más allá del primer anillo.
A pesar de la estulticia que es proclamarse gente buena, esa presunción permea aún el discurso político y se critica a los gobernantes y sus malas prácticas porque no nacieron en Aguascalientes, de nueva cuenta se cae en el error de señalar que la mala administración, la ignorancia o la corrupción vienen de fuera, como si por ser de una entidad federativa se tuviera proclividad al mal, cuando nada asegura que haber nacido en Guadalupe, San Marcos, El Encino o La Estación dote a las personas de la capacidad para hacer un buen gobierno y, lamentablemente, en la historia política de la entidad, son más los casos probados y sentenciados de los políticos hidrocálidos que han saqueado las arcas del erario que aquellos que vienen de fuera.
Declararse diferente, mejor, por el simple hecho de haber nacido en la tierra de la gente buena, es la muestra de una seria deficiencia mental que afecta la convivencia y el desarrollo de Aguascalientes.
Coda. De frente a las próximas elecciones a la gubernatura de Aguascalientes, cualquier aspirante que presuma que es de la tierra de la gente buena, entra en el grupo de los que consideran que el platillo típico de la región es el bolillo con crema, antes que el chile aguascalentense, más allá de los gustos gastronómicos, enaltecer la simple mezcla de crema, chile en vinagre y cueritos sobre la creación de Juan Andrea Borbolla y Anita Romero de Andrea, es aceptar gato por liebre.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 1, 2021
Burbujas
Vuelvo a El inmoralista de André Gide para encontrar el subrayado: “Saber liberarse no es nada, lo arduo es saber ser libre”, inevitable pensar en otra cita relacionada, en Juan 8:31-32: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; /y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”; para mí, permanecer en esa palabra, es la búsqueda del conocimiento, encontrar esa verdad y cuestionarla, porque en eso consiste el saber y la posibilidad de vivir en libertad.
De nuevo Gide: “Creed en los que buscan la verdad, desconfía de los que la encuentran”, ante la certeza, permanecer en movimiento, para no estancarse en creer que se posee la verdad, en que se tiene razón, detenerse ahí implica que ya no se está dispuesto a cambiar una creencia, abrazar el dogma.
Cada vez con mayor frecuencia me cuestionan por qué no participo en algunos grupos de WhatsApp para “callarle la boca” a alguien que está diciendo algo equivocado, sobre todo cuando se trata de discursos de odio, contra las mujeres organizadas o la diversidad sexual, a quienes proclaman que su lucha es contra la ideología de género; recientemente me dijeron que no entendían mi silencio porque antes yo era de los que no se quedaba callado y siempre digo que me encanta la deliberación.
Con mi hijo, que es mi referencia más cercana para analizar lo que quiero ser, nunca me quedo callado, invariablemente busco el momento para decirle que yo sé algo distinto a lo que le dice su maestra o que podríamos buscar si existe otra versión a sus descubrimientos del mundo, estoy convencido de que esos diálogos los traslada a sus otras interacciones, y que esa es la mejor influencia que puedo tener sobre él, que siga buscando acumular conocimiento e invariablemente se cuestione, porque siempre hay algo más.
Lo que mucho de los grupos de mensajería han generado son burbujas, círculos viciosos en los que nos encerramos en un cuarto a hablar con quienes sólo nos van a dar la razón, incluso los agrupamos, aquellos en los que no hay conversación y se acude a ellos para informarse; los que se emplean para distraerse e intercambian chistes y memes; los de la organización familiar o escolar; y en los que participamos en búsqueda de un diálogo, estos últimos, en mi experiencia personal, son los menos, la tiranía de la razón ofusca a los administradores de estos grupos y pueden pasar horas vomitando su verdad.
El desorden de la participación en esos grupos vuelve impenetrable esa burbuja y engaña, como si la realidad fuera sólo lo que se discute en esos círculos, cualquiera es capaz de esgrimir una creencia como verdad absoluta, basta rematar con que lo dice la biología, así lo establece la religión o un ofensivo: yo sí sé lo que hablo.
Quienes creen que tienen la verdad no se dan cuenta de cómo se van al extremo y en sus categorizaciones suelen encontrar coincidencias con quienes consideran sus adversarios, pero sólo en el odio, porque el deporte favorito es desestimar al otro, apabullarlo, ganarse el aplauso de los participantes o una ola de emoticones que festejan su valor, la hombría, no haberse dejado.
Los fanáticos de la verdad, son sólo eso, fanáticos, sordos y ciegos a cualquier otra cosa que no sea la aprobación, ahí se estancan.
Coda. En Contra el odio, Carolin Emcke escribe: “Si hay algo de lo que los fanáticos dependen como consecuencia de su dogmatismo, es la univocidad. Necesitan una doctrina pura que les hable de un pueblo ‘homogéneo’, una religión ‘verdadera’, una tradición ‘original’, una familia ‘natural’ y una cultura ‘auténtica’. Necesitan códigos y consignas que no admitan ningún tipo de objeción, ambigüedad o ambivalencia; y ese es precisamente, su punto más débil”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
September 30, 2021
Histéricos
Un docente de la carrera de Medicina de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), durante una clase virtual, recomendó que las mujeres deben aprender a cocinar para no ser agredidas por sus parejas, la universidad consideró que su comentario entra en la categoría de las manifestación que esa institución rechaza: “sexista, así como cualquier acto de acoso, discriminación o violencia”, y en un comunicado oficial “en vista de la naturaleza de las conductas denunciadas y con fundamento en lo establecido en la Legislación Universitaria, se solicitó a las autoridades del Centro de Ciencias de la Salud la suspensión inmediata de dicho docente. Esto como medida de protección y salvaguarda de las y los estudiantes durante el proceso de investigación y resolución del caso”. Eso nada más.
La UAA también exhortó a los estudiantes a denunciar este tipo de actitudes dentro de las aulas y foros virtuales, pues para eso está la Defensoría de los Derechos Universitarios, hasta ahí el caso, los hechos es que hay una investigación en curso y un maestro fue suspendido, sólo eso; en redes, en las benditas redes, ya inició el escándalo, la explotación del morbo, sobre todo de los machitos que se sienten agredidos por la necesaria revisión de nuestras conductas.
Estos grupos, mayoritariamente hombres, suelen acusar a las mujeres organizadas de quemar en la hoguera pública a los hombres, y lo primero que hacen es buscar el nombre del maestro para exponerlo y acusarlas de estar exhibiéndolo públicamente, pero son ellos quienes vulneran el debido proceso de una investigación de este tipo al difundir el nombre del acusado.
Histéricos, esos hombres actúan a partir del instinto, se sienten atacados cuando se señala un error o una actitud contraria a su postura, la defensa de la diferencia que mantiene la desigualdad. Se creen obligados a defender a uno de los suyos y lo primero que hacen es minimizar las conductas presuntamente reprobables, victimizarse, convertir en otra cosa lo que se está investigando.
Histéricos, esos hombres intentan desviar la atención de lo que se investiga a partir de minimizarlo, decir que fue un chiste, un error, una tontería, porque son incapaces de dimensionar que el primer paso para lograr la igualdad necesaria entre todos, es el respeto, la posibilidad de estar en disenso sin por ello agredir para tener la razón. Si se minimiza el hecho, se pierde la posibilidad de pensarnos en relación a los otros y, así, obtener el respeto que solicitamos, porque actuamos en consecuencia.
Histéricos, esos hombres intentan desviar la atención señalando que se vulnera la libertad de cátedra, como si la posibilidad de expresar las ideas y convicciones ante los alumnos se relacionada íntimamente con los exabruptos del carácter; investigar a un docente por una conducta inadecuada no se relaciona en manera alguna con vulnerar su derecho de investigar, enseñar y publicar sobre cualquier tema que desee, pero a los machitos les conviene hacerlo creer así para que se les coloque del lado de los vulnerables, de los desprotegidos.
También se ha hecho énfasis en la edad del profesor universitario, como si por el hecho de pertenecer a una generación le permitiera comportarse de una manera inadecuada, con quien sea, no sólo con los jóvenes o las mujeres, como si la edad fuera un pase para reincidir en las conductas negativas. No es así.
Nada justifica el acoso, la discriminación o la violencia, se tiene que investigar, y de los resultados de esa investigación, aprender, modificar nuestras conductas.
Coda. Escribió José Emilio Pacheco: “La única ruptura válida es el rompimiento con lo aprendido y dominado, no la que sirve para disfrazar la torpeza, la indolencia o la ineptitud”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
September 29, 2021
28.09
Mujeres organizadas en todo el país salieron a manifestarse con motivo del Día de Acción Global para el Acceso al Aborto Legal y Seguro, muchas de estas manifestaciones solicitaron no ser acompañadas por hombres, como en Aguascalientes, y la respuesta de la reacción conservadora fue descalificar su petición para señalarlas como intolerantes, porque así es como creen que funciona mejor inculcar el miedo ante quienes piensan diferente o defienden sus derechos.
Ante lo desconocido solemos defendernos justo porque somos incapaces de salir de la zona de confort en la que vivimos, ante lo que no conocemos reaccionamos de manera agresiva por el temor que nos provoca enfrentar una situación diferente a la que estamos acostumbrados, en la que se nos obliga a pensar el mundo de una manera distinta, ¿cuántas veces no hemos tomado la pésima de decisión de defender el estado de las cosas sólo porque somos incapaces de imaginarnos en una situación diferente?
Así reaccionó la masa que simplifica la lucha por un derecho a la salud a una violación de lo que siempre ha sido igual, desde la burbuja en la que no tienen que pensar en los otros, muchos de quienes atestiguaron las manifestaciones por el 28 de septiembre, desviaron la mirada hacia las manifestaciones violentas, antes que pensar en el reclamo que ellas están haciendo. Esa es la vía simple para dejar de pensarnos en sociedad, así rendimos la idea de convivencia para defender las creencias morales o religiosas, gritando, haciendo ruido, descalificando.
Quienes se niegan a cuestionar sus privilegios decidieron privilegiar las acciones violentas que se dieron en algunas de las marchas, antes que pensar en lo justo del reclamo, porque es más sencillo detener la atención en la agresiva acción de pintar una pared y mancillar la propiedad privada, antes que detenerse a imaginar todo lo que implica la decisión de abortar, porque les parece más simple estigmatizar a las mujeres que toman la decisión de interrumpir un embarazo, antes que responsabilizar al Estado de su obligación de proporcionar las mejores condiciones de salud a toda su población.
En su biografía, Groucho y yo, el comediante señala: “Es mejor callar y parecer estúpido que hablar y despejar las dudas definitivamente”, oportunidad que perdieron los conservadores porque creen que gritando lograrán imponer su visión moral sobre un asunto de salubridad pública.
Quienes priorizaron las acciones agresivas de un puñado por encima del motivo de la manifestación de las mujeres, eligieron esa forma de descalificación para ocultar su incapacidad de pensar en el otro y la posibilidad de convivir entre todos a pesar de tener ideas distintas, para el conservador es más sencillo ofenderse de la nada antes que atender las causas del problema, es más simple reducir a un enemigo violento a quien exige sus derechos, antes que comprobar que en las entidades donde el aborto es legal se reduce la mortalidad que generan los abortos clandestinos.
¿Cuánto tiempo más dedicaremos a inventar un enemigo por el miedo que nos da el pensar una forma distinta de convivencia?, la expectativa, por la furibunda respuesta de quienes estigmatizan a las mujeres hace pensar que será un largo tiempo el que habremos de desperdiciar en descalificaciones inútiles, en ejemplos ramplones con que se desacredite el motivo de la protesta, ellos, los que se acomodan y procuran preservar sus privilegios, no se dan cuenta que son una minoría, afortunadamente, tengo la esperanza en que alcanzaremos un momento mejor para todos, donde equidad e igualdad sean una constante.
Coda. Otra frase de Groucho Marx: “La humanidad, partiendo de la nada y a base de esfuerzo, ha llegado a alcanzar las cotas más altas de miseria”, ahí, desde la burbuja, ese es el ruido que se hace para inventarse al enemigo.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
September 28, 2021
Justas
Grupos de mujeres organizadas de Aguascalientes convocan a una marcha y concentración pacífica con motivo del Día Internacional por el Aborto Seguro, como en muchas otras ciudades de la República Mexicana, aquí ellas se reunirán en la Plaza de Armas para demandar a lo que tienen derecho, a decidir y a que el Estado les brinde los servicios de salud indispensables.
De la convocatoria destaco que las mujeres organizadas indican que será una manifestación pacífica, no es para menos, sobre todo con el antecedente de que en Aguascalientes, legisladores y policías no sólo las criminalizan, también las agreden. En la legislatura anterior, diputados y diputadas mediocres presumieron como parte de sus informes de labores, las iniciativas que impulsaron para criminalizar a las mujeres, sin vergüenza alguna se jactaron estar al servicio del Frente Nacional por la Familia antes que de ellas. La policía municipal, en una agresión concertada, persiguió y violentó agresivamente a las mujeres el 8 de marzo, por el simple hecho de salir a manifestarse, y hasta ahora, ningún nivel de gobierno ha llamado a rendir cuentas a Antonio Martínez Romo, responsable municipal de la violencia brutal ejercida por los elementos policiacos.
Las mujeres proponen una marcha pacífica, tienen razón en hacerlo, la respuesta institucional ha sido brutal, como cruel ha sido el silencio que la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha guardado acerca de la investigación sobre los ataques del 8 de marzo, al grado que el organismo que dirige Asunción Gutiérrez Padilla ha ocultado el expediente y no se encuentra en ninguna parte del sitio de la CDHEA, quizá no quiere que se haga pública la revictimización a la que sometieron a las mujeres que se atrevieron a denunciar a la policía.
La convocatoria también indica que las mujeres no requieren el acompañamiento de “hombres cis”, antes de quejarse de la exclusión, los aliados mediocres deberían reconsiderar por qué no los quieren cerca, cuestionarse qué hacen desde los cargos que ocupan en el poder, como los diputados de todas las fracciones o el silencio cómplice con los ataques en que se cobijan las autoridades electas.
El acompañamiento a una causa justa no requiere de protagonismos ni reproches.
Coda. En, La cifra, uno de los últimos libros de poesía que publicó Jorge Luis Borges, aparece un texto con el que le explico a mi hijo la idea de justicia, cuando se lo he leído, le indico que la contemplación y el reconocimiento son también una acción:
Los justos
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
@aldan
September 27, 2021
Connivencia
Para Ryszard Kapuściński los cinco sentidos del periodista son: “estar, ver, oír, compartir y pensar”, con tristeza, pero sobre todo con mucha pena ajena, veo cómo en Aguascalientes cada vez menos se brinda a los profesionales de la información la oportunidad de ejercer el oficio y se beneficia a quienes se sirven del rumor y la especulación.
El autor de Los cínicos no sirven para este oficio siempre resaltó que “los reporteros significan un grupo especial entre los periodistas: entregan tiempo, ambiciones, aspiraciones y energía para cumplir con su oficio. Dedicación, concentración y reflexión permanentes constituyen su savia”, y no dejaba de advertir los riesgos de desviarse de esas tareas, “algunos se duermen en sus laureles por enfocarse más en el dinero a costa de la calidad. En ese sentido conviene señalar que en los primeros pasos reporteriles es preferible centrar las miras en la calidad aunque no pueda ganarse mucha plata. Simultáneamente no se logran ambas cosas. Si al inicio se elige ganar menos, al final el periodista sale ganador. Porque nuestro oficio no arroja resultados inmediatos. Hay que trabajar años y años. Antes de los 30 o 35 todo es aprendizaje. No hay que desesperarse por ganar reconocimientos. La paciencia debe ser una de nuestras virtudes”.
Esa paciencia que refiere Ryszard Kapuściński no se logra en las condiciones que impone la clase política en Aguascalientes, ante la lucha por el poder político de la clase dirigente, los avariciosos han decidido transformar su relación con la prensa a un mero dictado de malas intenciones y, el público, ávido de escándalos, prefiere darle relevancia a las insinuaciones antes que a los hechos.
Estoy convencido de que en Aguascalientes se puede hacer periodismo y que hay profesionales que lo dejan todo en intentarlo, la mayoría de ellos jóvenes que no temen arriesgarse con tal de informar, sin embargo, son los menos, porque a quienes se disputan los cargos públicos no les interesa informar a la sociedad, son incapaces de sintetizar sus ideas de gobierno y prefieren las notas de relumbrón, las fotografías que los muestran como lo que aspiran a ser, antes de lo que podrían proponer.
La clase política en Aguascalientes corrompe sin ninguna vergüenza, antes de transparentar la relación entre los medios y los gobiernos, hacer públicos los contratos de publicidad y apoyar a que esos vínculos queden claros para todos, optan por el encuentro en lo oscurito, aludir a la amistad, comprar criterios antes que espacio o publicidad, generan vínculos de confianza mediante el otorgamiento de prebendas, con la promesa de un cargo y, los débiles, ante un mercado laboral deprimido, con malos salarios y pésimas condiciones laborales, caen, se dejan amigar, cuando en verdad se transforman en sirvientes de los políticos.
La servidumbre consiste en dejarse manipular, servir como canal para difundir los rumores con que se intenta desprestigiar al del grupo político contrario, el reportero que se vende, el columnista que se deja llevar por sus filias pagadas, deja de considerar para quién trabaja y, sin pena, difunde mentiras, información sin verificar, levantan un escándalo instantáneo sin importarles otra cosa que no sea quedar bien con su dueño, con el que paga.
No se trata de la simple difusión de boletines o comunicados llenos de adjetivos y loas, es un caso más peligroso, disfrazar de investigación un enjambre de rumores, confundir la queja con denuncia, insistir en la sospecha. Los sirvientes no sienten la menor obligación con la verificación de los hechos y aprovechan lo que se dice en redes sociales para responsabilizar a la masa anónima digital, esas son sus fuentes, un tuit, una publicación en Facebook, algo que vieron en Instagram… como si por el simple hecho de estar en redes fuera real.
Connivencia es una manera de llamar a los lazos de complicidad entre los cómplices de una falta, entre el politiquillo que paga por difundir un rumor y el sirviente que pone su pluma al servicio de ese interés y la paga, antes que en responder al público. Pena ajena, ese es el sentimiento que me embarga por el bajo nivel de profesionalismo entre esos que se llaman columnistas o reporteros.
Coda. En múltiples escritos el periodista Kapuściński señalaba la labor central del reportero en la interpretación de la visión de los otros, que la fuente principal del conocimiento es aquello que cuenta la gente y la forma en que opina sobre los asuntos, pero que esas voces tenían que ser interpretados por quien escribe, consideraba que debía involucrarse “en la vida de la gente para entenderla”, reitero: estar, ver, oír, compartir y pensar, en esto último estamos fallando.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
September 24, 2021
Hostigamiento
Ante las reiteradas acusaciones y amenazas efectuadas a científicos con gran reconocimiento nacional e internacional, atribuyéndoles incluso delincuencia organizada, los Premios Nacionales de Artes y Ciencias exigimos se detenga el hostigamiento contra integrantes del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, y exfuncionarios del Conacyt, muchos de los cuales han servido valiosamente a México, también en puestos de dirección en universidades y centros de investigación.
La disponibilidad de los fondos del Foro Consultivo ha sido legitimada por la Suprema Corte de Justicia y su uso fue objeto en su momento de dos auditorías. Ya dos jueces desestimaron las denuncias de la Fiscalía. La persecución se vuelve aún más inquietante cuando ahora se agrupa a instituciones que realizan contribuciones de primer nivel al conocimiento de las necesidades sociales, sanitarias, económicas y culturales del país con irregularidades halladas en unos pocos funcionarios universitarios en sexenios pasados. También porque los actuales ataques ocurren junto a la reducción de recursos para investigación, docencia y cultura, así como la suspensión de apoyos a becarios de posgrado en el extranjero e investigadores jóvenes. Llamamos a las autoridades a que fortalezcan y expandan el saber y sostengan los trabajos que las comunidades científicas estamos dispuestas a intensificar para el bienestar de la sociedad.
Con esos dos párrafos 15 académicos que fueron reconocidos con los Premios Nacionales de Artes y Ciencias exigen que se ponga un alto al hostigamiento a 31 miembros del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la demanda pública la firman Roger Bartra. Francisco Bolívar Zapata, Marcelino Cereijido, Carlos Coello, Concepción Company, José Antonio de la Peña, Fernando del Río, Alejandro Frank, Néstor García Canclini, Margo Glantz, Alfredo López Austin, Eduardo Matos Moctezuma, Herminia Pasantes, Shri Krishna Singh y Diego Valadés, y aunque no formo parte de la comunidad científica ni cuento con el reconocimiento de estos abajofirmantes, considero que es indispensable acompañar este pronunciamiento porque es en beneficio de todos, porque no se trata de una cuestión ideológica, de si se está a favor o en contra de la Cuarta Transformación, todo permite especular que detrás del ataque necio contra los integrantes del Foro antes que justicia hay deseo de venganza; incluso la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, consideró un exceso acusar a estos científicos por el delito de delincuencia organizada; a diferencia del senador morenita Armando Guadiana, quien exigió que la Unidad de Inteligencia Financiera investigue a todas las universidades que reciban dinero del erario, seguramente en respuesta al posicionamiento del rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, quien consideró como un despropósito y algo inconcebible la acusación de asociación delictuosa contra integrantes de la comunidad académica.
Por la polarización en el debate público, lleno de ruido por los defensores de la transformación a toda costa, hemos olvidado que se hace comunidad amplificando el mensaje de quien se manifiesta contra una injusticia, la burbuja en la que a veces nos envuelven las redes sociales y los grupos de mensajería ha mellado nuestra capacidad de empatía al transformarnos en jueces instantáneos.
No se puede permanecer indiferente ante el hostigamiento, no debemos, porque manifestarse en contra de una decisión a todas luces mala por injusta, no necesariamente implica estar contra el gobierno o la obligación de las autoridades por evitar el mal manejo del dinero público, es algo más sencillo que hemos olvidado: no permanecer indiferentes.
Porque creo que todas las voces suman: no al hostigamiento de la FGR y el Conacyt contra los 31 miembros del Foro Consultivo Científico y Tecnológico. No, así no.
Coda. “Lo único necesario para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”, Edmund Burke.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXSeptember 23, 2021
Intransigencia
Por los pastelazos y cachetadas en que los actores políticos convirtieron el debate público, ha sido imposible hacer una evaluación serena acerca de lo que ocurrió en la reunión más reciente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ¿fue un éxito, un fracaso, funcionó o fue inútil? No se puede saber, porque de lo que se ha tratado desde la comentocracia es analizar los discursos de los políticos que siguen pensando la realidad política en extremos de derecha e izquierda, de filias y fobias, de personajes antes que en políticas.
Cumbres como la de Celac deberían ser analizadas a partir del propósito para el que fueron convocadas y los resultados a los que se llegaron, pero lo que estuvo en el debate y oculto todo lo demás fue la invitación que el gobierno de México hizo a Miguel Díaz-Canel, dictador designado de Cuba. A partir de considerar con ese cargo al titular del Ejecutivo de la isla, yo mismo abono al ruido, lo sé, pero mi caracterización responde al hartazgo de la defensa de la causa revolucionaria con que se nos quiere convencer de la incapacidad de todos, defensores y detractores, de conocer la realidad cubana.
Sin importar si se habla de la Celac o del discurso de Díaz-Canel durante las Fiestas Patrias mexicanas, cualquier intento por hablar de Cuba, se reduce a la defensa de la Revolución, antes que cualquier consideración se obliga a centrar la atención en lo que ese movimiento revolucionario implicó para el mundo, la enseñanza que dejó, es imposible escapar de ese centro, porque la rebeldía furibunda de Castro debe ser considerada el fundamento de todo lo que pase en la isla, sin importar que la victoria de los castristas haya sido en 1959.
Se defiende un ideal juvenil y su victoria, para defender la dictadura cubana, la restricción de los derechos a los habitantes de la isla o las condiciones en que siguen escapando de la isla sus habitantes, todos los que no coincidimos nos vemos obligados a defender el ideal revolucionario, se nos tacha de conservadores por no considerar que Castro colapsó la dictadura batistiana en nombre de la Revolución.
“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, dijo Salvador Allende en 1972, está bien creer eso y ser intransigentes con lo que no nos gusta de nuestra realidad, convocar a una revolución es el primer paso para participar de la vida pública y política, querer cambiar el estado de las cosas, una vez iniciada la revuelta se consolida en revolución y, cuando triunfa, se debe aterrizar en el propósito del bien, individual y colectivo, con lo de contradicción biológica Salvador Allende se refería al impulso que requiere poner en marcha esa lucha, una que solo la madurez sabe que debe poner un punto final, reconocer su victoria y, a partir de ahí, construir.
La revolución sin propósito es un movimiento sin fin que en el imaginario produce héroes y gestas increíbles, una revolución sin el ánimo de establecer un nuevo orden, se queda en eso, en intransigencia, en caos.
Coda. De nuevo Alain Finkielkraut: “¿Hay que llegar a la conclusión de que nos hemos convertido en responsables o de que hemos sido, empleando otra de las grandes palabras de los tiempos contestatarios, recuperados? ¿Hemos seguido al incorporarnos a la vida activa, la vía lamentable de la normalización? ¿se han dejado domesticar aquellos jóvenes furibundos que éramos o se han vuelto más razonables? ¿Hemos crecido o hemos pactado? ¿Lo que hemos perdido, por decirlo en pocas palabras, han sido nuestras ilusiones angelicales o nuestra hermosa intransigencia?
@aldan
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September 21, 2021
Patria modesta
Yo vengo de allá, de Salamanca, ahora son bombas, está empeorando. Me vine después de que me secuestraron, manejaba un camión y de la nada me agarraron, aunque no opuse resistencia, esa fue la peor madriza que me han puesto. Me retuvieron tres días, quién sabe para qué, después de que me soltaron decidí venirme para acá. No conozco a nadie y vivo solo, no me he podido traer a mis hijos y mi esposa, pero espero que pronto. El hombre dio una calada intensa a su cigarro, levantó el rostro y arrojó el humo hacia el cielo. Acá es otra cosa, allá hasta toque de queda hay.
Acabamos nuestros respectivos cigarros y volvimos a la tienda, después de su confesión, cambió la manera en que me atendía. Cuando me acerqué al mostrador para solicitar un servicio me trató de una manera seca y cortante, casi déspota; aproveché un momento de espera para fumar en la calle, él salió tras de mí y no le quedó más que ser amable para pedirme fuego. Usted no es de aquí, me aseguró para abrir la conversación, le contesté que no y revire señalando que él tampoco. Así fue como me empezó a contar que era de Salamanca y por qué había huido.
Dentro del local, mi hijo esperaba el fin del trámite, ajeno al mundo, embebido en su videojuego; a pesar de que salí del local, en ningún momento sentí la amenaza de la violencia acechando.
Hace unos días, miré sorprendido que mi hijo se puso de pie para cantar el Himno Nacional, sin que nadie se lo pidiera, apenado me levanté también para acompañarlo, una sensación extraña por seguir así la transmisión televisiva. Por la pandemia, el modelo híbrido en las escuelas no contempla la realización de ceremonias cívicas, desde hace más de un año, mi hijo no ha realizado honores a la bandera, por eso entendí que no recordara todas las estrofas, pero no le dije nada, hipnotizado por el fervor con que cantaba, de pie, erguido, solemne, también un poco apenado por la culpa, como adulto, que septiembre sea considerado el mes de la Patria sólo me sirve como pretexto para citar el poema Alta traición, de José Emilio Pacheco.
Como no he sido capaz de contagiar a mi hijo el amor a la Patria que sí le enseñan en la escuela, trato de inculcarle otro tipo de amor, uno que ya he mencionado, la de López Velarde: “una patria menos externa, más modesta y probablemente más preciosa”, por eso decido caminar de la mano con mi hijo por los jardines públicos de mi barrio, llevarlo al mercado a que salude a Doña Chuy de las verduras o que pregunte por la salud de Aurelio el de la carnicería, decirle que levante la mirada de su videojuego y mire los atardeceres más hermosos del mundo, los de su ciudad. Tú no eres de aquí, ¿verdad, papá?, me ha preguntado mi hijo, mi respuesta siempre es la misma: no, pero tú sí, y yo soy de donde tú seas, de la patria modesta y preciosa que genera el arraigo.
No, no soy de aquí, como el vendedor que salió huyendo de Salamanca, quien lo único que espera es la oportunidad de reunirse con su familia y no sufrir el miedo de salir a las calles, poder caminar con ellos más allá del toque de queda, sin temor a que una bomba estalle durante su paseo o un grupo de criminales decida cometer un asesinato y ellos se encuentren en el lugar y hora no adecuados, como si uno pudiera equivocarse al momento de decidir ejercer la pertenencia.
La letra del Himno Nacional, ese que nos identifica como mexicanos al responder a un llamado bélico, habla también de la defensa de la patria, esa idea que, hasta ahora, unos cuantos han levantado al grito de guerra y reducen las porciones del territorio donde se puede hacer patria al andar.
Coda. La cita de López Velarde sobre la patria es recurrente en mis textos, al igual que la idea de patria escrita por Guillermo Prieto: “La patria es sentirnos dueños de nuestro cielo y nuestros campos, de nuestras montañas y nuestros lagos, es nuestra asimilación con el aire y con los luceros, ya nuestros; es que la tierra nos duele como carne y que el sol nos alumbra como si trajera en sus rayos nuestros nombres y el de nuestros padres; decir patria es decir amor y sentir el beso de nuestros hijos...”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
September 20, 2021
Popularidad
En uno de los ensayos incluidos en La conquista de la felicidad, Bertrand Russell analiza cómo la dependencia de la aprobación de los otros mina nuestra capacidad de ser felices, el rechazo a nuestras creencias o forma de vida, cotejado a cada instante en la mirada de los otros, nos hace olvidar que las diferencias de criterio, gustos y convicciones siempre deben estar contextualizadas.
El ensayo de Russell fue publicado en 1930, el premio Nobel de Literatura no se imaginaba la vida actual, inmersos en las redes sociales y, sin embargo, parece que describe las actitudes paranoicas con que nos rendimos a la opinión de los otros con tal de ganar su aprobación, ser marcados con un like o un Me encorazona. La aprobación ya no es resultado de un análisis de las variables y se descontextualiza al creer que todos somos iguales por el simple hecho de compartir un espacio en una aplicación o contar con un smartphone.
Si en la vida del ciudadano común esta búsqueda de aprobación es ya un infierno y provoca consecuencias que aún no hemos dimensionado, el traslado de esta búsqueda de aprobación en el ámbito político ha sido igual de catastrófico, porque ahí la aprobación se confunde con popularidad. En la búsqueda por ganar esos concursos, los partidos políticos no han tenido la menor vergüenza en reducir el voto a una simplísima expresión del gusto, sin argumentos, sin ideas, sin diálogo; con tal de ganar el poder o mantenerlo, los grupos políticos tampoco han dudado en dejar a un lado sus procesos internos en la elección de candidatos para rendirse ante quienes tienen buena imagen, a quienes mejor retratan, a los que les brillan más los ojos o más amplia la sonrisa.
Mucho se critica a los partidos políticos por abrir sus puertas a los miembros de la farándula, sin embargo, los señalamientos se hacen desde la misma banalidad que se juzga, se censura a la persona por su profesión (actor, cantante, cómico) antes que por las ideas que presenta, como si un cargo de representación popular estuviera negado a quien forma parte de los espectáculos; lo que no se atiende, es que hemos permitido que la política se vuelva un concurso de popularidad, y que los aspirantes a esos cargos, antes que prepararse para desempeñarse como funcionarios o tener vocación de servicio, se postulan para ganar la aprobación más preocupados por su imagen que por lo que son o pueden hacer.
No faltan los aspirantes que con tal de ganar el concurso de popularidad y llevarse la candidatura, ofrezcan demostraciones de músculo público juntando a las masas, entre más cerca se encuentre el proceso de selección, mayor es el número de eventos en los que el que desea reúne multitudes y difunde las imágenes donde se le ve rodeado de sus seguidores, fotos y videos donde se le echan porras, lo piropean o alaban descaradamente, todo con tal de demostrar su capacidad de reunir gente afín a su persona, no necesariamente a sus ideas.
En las redes es peor, no importa la estupidez que publiquen, la ausencia de contenido no es cuestionada, lo que se presume es la acumulación de Me gusta, el número que impacta sin importar que el origen sea comprado.
Estas prácticas no son nuevas, lo terrible es que al convertir la política en un concurso de popularidad, los aspirantes no se dan cuenta que están realizando las peores prácticas del corporativismo, que si bien ahora es a través, el acarreo no deja de serlo por mostrarse en un like, lo mismo que la compra de conciencias, el acarreo y todo eso que, en México, se supone se iba a quedar atrás una vez que se fuera el PRI de la Presidencia.
Los payasos han tomado la tribuna para convertirla en pasarela.
Coda. Del mismo libro de Bertrand Russell: “La opinión pública siempre es más tiránica con los que la temen obviamente que con los que se muestran indiferentes a ella. Los perros ladran más fuerte y están más dispuestos a morder a las personas que les tienen miedo que a los que los tratan con desprecio, y el rebaño humano es muy parecido en este aspecto. Si se nota que les tienes miedo, les estás prometiendo una buena cacería, pero si te muestras indiferente empiezan a dudar de su propia fuerza y por tanto tienden a dejarte en paz”. Entonces sí hay una solución, pero, todo indica que la adicción a la aprobación es más fuerte.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX


