Edilberto Aldán's Blog, page 30
October 29, 2021
Meta
¿Hay vida fuera de las redes sociales?, por supuesto, sin embargo invariablemente terminamos preguntando sobre esa posibilidad porque la hipercomunicación ha logrado que esas redes invadan la esfera personal de todos, incluso aquellos quienes no las usan; sin darnos cuenta hemos modificado conductas creyendo que por el simple hecho de existir todos debemos emplear y vivir en esas redes sociales, no sólo eso, estamos obligados a atender los fenómenos que ocurren en esa vida virtual para poder establecer comunicación en la vida real.
No hace mucho se cayeron por unas horas las redes de Facebook y se hizo un escándalo, quienes forman la opinión en las redes no se cansaron de exhibir su narcisismo porque durante un tiempo no pudieron subir una selfie, reírse de un meme, compartir un video o chatear; sí hubo consecuencias graves durante ese periodo de tiempo, sobre todo entre los micro y pequeños negocios que emplean los servicios de mensajería para contactar a sus clientes, pero esa evidencia fue la que menos se tomó en cuenta, se hicieron a un lado las afectaciones a empresas que basan la comunicación de sus empleados a través de alguna de las redes de Facebook y se hizo énfasis en las consecuencias en el ánimo de quienes ya no saben vivir sin el teléfono celular en la mano, pendientes del like y la miseria de aceptación que les brinda el colectivo anónimo.
Al mismo tiempo que las plataformas de Facebook se cayeron, una excolaboradora de la empresa, Frances Haugen, reveló cómo funciona la organización de Mark Zuckerberg, esas indiscreciones alimentaron las teorías de la conspiración, versiones centradas, otra vez, en las afectaciones al ego de los usuarios, sin capacidad de ligarlas con afectaciones al colectivo. Las declaraciones de Haugen son hoy conocidas como los Facebook papers, porque la excolaboradora ha entregado a un consorcio 17 organizaciones de noticias las versiones redactadas de los documentos que presentó ante el Congreso. Lo que hasta ahora se ha probado con esa información es que Facebook está consciente de los problemas de sus plataformas y los que genera en sus audiencias… nada nuevo bajo el sol.
En ese entorno, Mark Zuckerberg anuncia que su empresa cambiará de nombre: Meta, una nueva marca que cobijará las apps y tecnologías que antes englobábamos como Facebook. Lo que es un simple cambio de nombre ha sido revestido como un cambio de paradigma, el empresario indica que con Meta, su empresa se “enfocará en hacer realidad el metaverso y ayudar a las personas a conectar, encontrar comunidades y hacer crecer sus negocios”.
Según el anuncio oficial: “El metaverso será una combinación híbrida de las experiencias sociales online actuales, que podrán extenderse a un entorno tridimensional o ser proyectadas en el mundo real. Además, permitirá que distintas personas compartan experiencias envolventes, aunque no estén juntas, y hagan cosas que no podrían hacer en el mundo no virtual. Es el próximo paso en la evolución de las tecnologías sociales”; pero ese es el discurso, en un video, Meta ejemplifica lo que puede ser el metaverso para los usuarios, y es un mundo de fantasía donde lo que priva es la desconexión, simular que el contacto y el criterio pueden ser reducidos a un mundo versión Pixar.
Meta invertirá millones de dólares para que los programadores desarrollen tecnología adecuada para la construcción del metaverso, para los usuarios, Meta no significa nada, sólo una curva que pueda ser explicada a través del sentimentalismo y unos bonitos dibujos.
No nos hemos dado cuenta de cómo las redes sociales han afectado nuestra convivencia, nuestra forma de relacionarnos, cada vez con mayor frecuencia vinculamos el desarrollo emocional con la presencia virtual que tenemos o no en las redes, ante el desarrollo de este metaverso, el reto de los usuarios sigue siendo el mismo que en la vida real, el sentido común y el criterio para aplicarlo.
Ante Meta y nuestra capacidad de abandonarnos a la novedad, se requiere un instante de lucidez para no perderse en paraísos artificiales.
Coda. “La felicidad real siempre parece bastante miserable en comparación con las compensaciones excesivas por la miseria. Y, por supuesto, la estabilidad no es tan espectacular como la inestabilidad. Y estar contento no tiene el glamour de una buena lucha contra la desgracia, nada del pintoresquismo de una lucha contra la tentación, o un derrocamiento fatal por la pasión o la duda. La felicidad nunca es grandiosa”, Aldous Huxley en Un mundo feliz.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 28, 2021
Insuficiente
En una columna reciente, Juan Pablo Becerra-Acosta M. difundió un decálogo sobre “Lo que debe hacer y nunca debe hacer un periodista”, los puntos que se abordan tienen que ver con la responsabilidad con que se carga a los reporteros en función de su compromiso con la verdad y la obligación que los lectores imponen con la imparcialidad. Estos son los 10 puntos que un periodista debe evitar:
Mentir.
Calumniar.
Difamar.
Ocultar información.
Dar información incompleta.
Distorsionar hechos.
Sesgar acontecimientos.
Tergiversar información.
Sacar de contexto información.
Manipular la información.
Cito este decálogo tras publicar una llamada de atención a los diputados de la LXV del Congreso de Aguascalientes para que asuman la responsabilidad de apoyar el ejercicio del periodismo en la entidad reconociendo la labor de los reporteros a través de reconocimiento de su tarea. Estoy convencido de que la mayoría de los profesionales que se desarrollan en los medios de comunicación locales respetan estas pautas al momento de elaborar sus textos, y que la falta de reconocimiento por parte de las autoridades desalienta y obstaculiza el desarrollo de estos periodistas.
En su columna, Juan Pablo Becerra-Acosta M. señalaba que este decálogo también aplicaba a cualquier político “que se ufane de ser honesto” y lo relaciono con la recomendación que, recientemente, realizó un grupo de mujeres organizadas sobre las recomendaciones de la Comisión Estatal de Derecho Humanos de Aguascalientes sobre la brutalidad policiaca que sufrieron el 8 de marzo.
La importancia de estas recomendaciones radican en que visibiliza la violencia ejercida por parte de las corporaciones policiacas (estatal y municipal) contra el derecho fundamental de la libertad de expresión, sobre las agresiones brutales sufridas por las mujeres han escrito en LJA.MX, Tania Magallanes y Claudia Rodríguez Loera, no me corresponde abundar en ellas, lo que considero que es mi obligación es evidenciar la respuesta insuficiente por parte de los gobiernos del Estado y del municipio de Aguascalientes, así como de los diputados, en relación a estas observaciones y extenderlas hacia el ejercicio de la profesión periodística.
No se puede ni se debe aplaudir el trabajo de Asunción Gutiérrez Padilla al frente de la Comisión de Derechos Humanos porque simplemente está realizando el trabajo para el que fue contratado, no sólo eso, en la divulgación de las observaciones su desempeño ha sido mediocre, como ombudsperson su tarea no termina en la elaboración de un reporte, ha dejado de lado la máxima publicidad de las observaciones y la demanda de que los titulares de las secretarías de seguridad pública estatal y municipal, Porfirio Sánchez Mendoza y Antonio Martínez Romo, respondan públicamente a las recomendaciones que se les hicieron desde la Comisión; la abulia con que ha actuado Asunción Gutiérrez permite insinuar que el ombudsperson está más preocupado por cuidar sus intereses personales que por garantizar el derecho de las personas.
En el caso de los jefes de las policías, al evadir la responsabilidad de responder a las observaciones de la Comisión, en las que se les demanda que reparen el daño, prevean la no repetición de las agresiones y garanticen el ejercicio de la libertad de información, sus omisiones no sólo son insuficientes, demuestran la ausencia de compromiso con la rendición de cuentas y una falta de respeto a las garantías individuales.
Al Congreso lo menciono porque hace unos días, una diputada se llenó la boca generando propuestas (proponer un punto de acuerdo) para combatir la impunidad y erradicar la violencia de género, la propuesta de Sanjuana Martínez no sólo es insuficiente, además muestra el poco compromiso que tiene con el análisis de la realidad, ¿de qué otra manera entender que no conozca las recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos?, no sólo ella, a los otros 26 diputados también les correspondería estar enterados del asunto y manifestarse como los representantes populares que son.
La Fiscalía General de Aguascalientes también es motivo de las observaciones de la Comisión, aún está por verse el compromiso de Jesús Figueroa Ortega para cumplir con no continuar con la criminalización de las mujeres que están siendo procesadas por manifestarse el 8 de marzo.
Además de la reparación del daño y evitar la repetición de las agresiones, la Comisión de Derechos Humanos recomienda a las autoridades garantizar el ejercicio periodístico en la cobertura de hechos informativos, no agredir a los periodistas, en ese punto, la actuación de todos los órdenes de gobierno, de las autoridades no sólo ha sido insuficiente, es deplorable, de pena ajena. ¿Qué van a hacer?
Coda. En otro decálogo para periodistas, Miguel Ángel Granados Chapa propuso el siguiente punto: “Combata la ambigüedad: no insinúe, no exagere, no minimice. Elija una postura y defiéndala. Un juicio no depende de la complicidad del lector sino del apego a la verdad”, aplica para la clase política que se llena la boca declarando que está del lado de la gente, no basta decir, hay que hacer.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 26, 2021
Tiricia
La tristeza nos hace palidecer, provoca que la sangre vaya a lugares lejos del rostro, el miedo provoca una reacción similar, por eso la palabra tiricia se emplea para describir cualquiera de estas dos condiciones, cuando se extraña en extremo a alguien o cuando nos embarga la pereza. Tiricia es una deformación de la voz ictericia, un aumento desmedido de bilirrubina en la sangre que se manifiesta en la piel tornándola de color amarillento; el presidente Andrés Manuel López Obrador usó esa palabra para caracterizar la pereza de la comunidad universitaria.
En una nueva andanada contra la UNAM, López Obrador también acusó a la universidad de ubicarse a la derecha del espectro político, dijo en su conferencia matutina: “Lo sostengo: claro que se derechizó en el periodo neoliberal porque no dijeron nada durante el saqueo más grande en la historia de México, nada”, en la limitada visión del presidente ser de derecha equivale a ser un conservador, y diagnosticó que el conservadurismo genera una especie de “tiricia política”, por eso demandó a la comunidad universitaria que hiciera algo, cualquier cosa, aunque sea una marcha en su contra, “Ojalá y lo hagan, aunque sea para marchar en contra de nosotros pero que hagan algo porque se hamburguesaron”.
No vale la pena centrar la atención en los lapsus linguae de López Obrador, no faltará el tetratransformista que festeje el tropiezo presidencial de confundir hamburguesa y burgués, ni el maromero trasnochado que aplauda la ignorancia o falta de atención como una forma de vincularse con el pueblo bueno, allá ellos. Atender la provocación hacia la comunidad universitaria también es absolutamente inútil, ya generó la distracción suficiente, ya se gastaron miles de minutos y hojas en respuesta a la necedad de un gobernante incapaz de generar empatía alguna con cualquier propósito que no se alinee a su obsesión de “transformar” a México, cualquier cosa que eso signifique para él. Las formas del discurso son a las que ya nos tiene acostumbrados, un resentido que no desaprovecha la tribuna para descargar sus frustraciones.
Para quien se presenta como un luchador social que llegó a la presidencia y está empeñado en no pasar a la historia como un mediocre en ese cargo, su bravata sí es lamentable, porque lo que indica el fondo de su bravata exhibe su incapacidad ejecutiva, para López Obrador hacer algo, atender una causa, para resolver un conflicto, basta organizar una marcha, manifestarse en las calles, fuera de los cauces institucionales que establecen el diálogo como punto de partida para la elaboración de una política pública.
Antes que cualquier acción ejecutiva al presidente le importan las formas, lo que se puede ver antes que los motivos; en la misma conferencia, para atizarle a la UNAM solicitó ayuda para encontrar los libros con que esa universidad cuestionó al periodo neoliberal, “ensayos sobre la corrupción, cuántos tratados, libros, ensayos sobre la entrega de bienes a la nación a particulares en el gobierno de Salinas” y aseguró que no van a encontrar muchos porque Carlos Salinas de Gortari cooptó a la mayoría de los intelectuales y catedráticos, López Obrador sentenció que “no hay nada”, efectivamente, no hay nada que el presidente no quiera ver, de ahí que sea lamentable su llamado a una marcha, a una manifestación, porque cuando la protesta se organiza para salir a las calles tiene como propósito hacerse visible, y si el destinatario de la queja cierra los ojos y la ignora, el objetivo principal no se cumple.
A las marchas de las mujeres organizadas, de los familiares de los desaparecidos o las víctimas de la delincuencia organizada las han considerado como la manifestación de la rabia justa, motivos que López Obrador ignora y demerita al reducirlas a expresiones en su contra, la tiricia presidencial condena todo movimiento que no le rinda pleitesía al olvido. Lamentable, de pena ajena.
Coda. De Walking around, de Pablo Neruda:
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas moradas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
no quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos,
aterido, muriéndome de pena.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
Reconocimiento
Nadie discute que los periodistas se deben a la ciudadanía, quienes ejercen esta profesión están para servir a los lectores, para informarles, con su ejercicio ayudan a generar una opinión pública con criterio; en esa medida se les exige, a los profesionales de la información se les otorga una tremenda carga de responsabilidad que, muchas veces, rebasa no sólo su capacidad sino su estado anímico, pues ante la tarea se encuentra solo, sin apoyos.
Un estudio reciente del Reuters Institute for the Study of Journalism y la University of Oxford pone de relieve la importancia de la imparcialidad de las noticias en un mundo polarizado, el reporte evaluó una serie de encuestas que resume en que la mayoría de consumidores de noticias demandan que las organizaciones periodísticas reflejen la mayor cantidad de puntos de vista posibles y no empujen una agenda en particular.
No se puede despreciar esta exigencia ciudadana, pero sí es necesario solicitar a la sociedad que trate con la misma severidad a quienes entorpecen el ejercicio periodístico; es indignante la facilidad con que un sector de la población acusa de chayoteros a los reporteros, en especial cuando estos señalamientos tienen como propósito descalificar el punto de vista de quien revela algo con lo que no están de acuerdo.
A los reporteros se les demanda no mentir, no distorsionar los hechos, que no se manipule la información, pero en un entorno polarizado, cuando se les acusa de recibir dinero o prebendas de la clase política, casi siempre lo que se intenta es ocultar el sentido de la crítica. Décadas de una conducta priista hacia los medios de comunicación que basaba su trato en la premisa de que no pagan para que se les pegue, ha dejado la idea de un periodismo que sólo depende del ánimo de la clase gobernante, todo apoyo por parte de los distintos niveles de gobierno se ve como un acto de corrupción, cuando no es así.
Para contar con un periodismo que sirva a la ciudadanía es indispensable el apoyo de la sociedad pero también el reconocimiento de las autoridades que nos gobiernan, más allá de su obligación de asegurar las condiciones para ejercer el periodismo y no morir en el intento, como a cualquier otro sector de la población se le debe el mínimo reconocimiento, y no lo están obteniendo los miles de hombres y mujeres que diariamente intentan reflejar lo que está ocurriendo en el mundo, en el país.
Hace cinco años el Congreso de Aguascalientes aprobó la creación de un Premio Estatal de Periodismo, a pesar de la pequeñez de miras con que los legisladores de ese entonces consideraban que estaba bien reconocer la labor de los periodistas en la entidad, era un primer paso para establecer un entorno mejor para quienes ejercen esta profesión. Cinco años después, la LXIV Legislatura local, en lo oscurito, con trampas, sin pensar en el gremio, transformó esa iniciativa de un Premio Estatal en el otorgamiento de una medalla, eso nada más.
Si los integrantes de la LXV Legislatura no estuvieran tan ocupados en representar sus propios intereses, revisarían los procedimientos con que sus antecesores borraron la oportunidad de reconocer la labor de los reporteros en Aguascalientes, no con una invitación a una comida o la limosna de 500 pesos por ser entrevistados. Para armar la iniciativa del Premio Estatal de Periodismo se consideró la opinión de diferentes sectores de la comunidad, entre ellos, el de los académicos, todo ese esfuerzo que planteaba reconocer de manera serie el esfuerzo de los periodistas en la entidad, se arrojó a la basura.
En el Congreso de Aguascalientes la mayoría es “oposición” al gobierno de la Cuarta Transformación, políticos que se llenan la boca señalando al presidente porque no soporta la crítica, porque la desdeña, más de un diputado pinta a López Obrador como un calumniador profesional, pero cuando se trata de evaluar lo que ellos hacen por el periodismo en la entidad, entonces escurren el bulto y asumen las mismas actitudes que reprochan en el titular del Ejecutivo.
Miembros de la LXV Legislatura, es momento de que dejen de actuar como si siguieran en campaña, abandonen esas prácticas de pagar aduladores y tomen en serio la profesión, es su obligación reconocer a los periodistas de Aguascalientes, de darles su lugar.
Coda. Uno de los versos más famosos de Piedra de Sol de Octavio Paz indica: “el mundo cambia si dos se miran y se reconocen”, es tiempo ya de que los actores políticos dejen de mirar a los periodistas como sus sirvientes, que los reconozcan.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 24, 2021
Inmutable
Una usuaria de Twitter publicó un video en donde aparece Enrique Peña Nieto saliendo de un hotel y abordando un taxi, ella le grita “El ratero ya se va. Para ser presidente qué poco, ajá, en un taxi. Cada quien tiene lo que se merece y va a ir a la cárcel, va a pagar todo. Ratero”, acompañado de su novia, la modelo Tania Ruiz, es evidente que el expresidente escucha a quien lo increpa, la respuesta es un saludo amistoso de despedida. Ahí queda, eso fue todo.
El video dura poco más de 30 segundos, el expresidente sale del hotel de La Ville, en Roma, Italia. El tuit, como se dice, “enciende” las redes, se viraliza y todo mundo aprovecha para descargar su furia contra Peña Nieto, dentro de unas horas, quizá un día, este pasaje formará parte del anecdotario, eso y nada más. Como la cena que disfrutó Emilio Lozoya Austin en el Hunan, una postal más en el país de la impunidad.
Para alimentar el encono, las réplicas del video y los gritos, algunos tuits vienen acompañados de información que permite dimensionar lo que hace diferentes a Peña Nieto a millones de mexicanos, como sale de un hotel en donde el costo de la habitación puede alcanzar hasta los 800 mil pesos por noche, se podría pensar que es el dinero lo que nos distingue del expresidente, pero no es así, no es una cuestión monetaria, la disparidad radica en los modelos de justicia que se aplican a los privilegiados de la clase política, muy distintos a los que vivimos el resto.
Para millones de mexicanos la justicia es expedita y dura, ante cualquier falta que cometamos, sin distinguir el tamaño del mismo, la ley nos alcanza y castiga, desde una sanción administrativa hasta una pena corporal, las páginas de la nota roja están llenas de esos casos, las cárceles están colmadas de personas que infringieron la ley y que, por una falta menor, sin juicio, pagan una condena, mientras que las páginas dedicadas a reseñar la política, cada vez más se llenan de fugitivos en espera de que se les prueben sus delitos millonarios, las defraudaciones, el lavado de dinero, los actos de corrupción que indican un ejercicio indebido del servicio público.
No me queda claro si hay un pacto de impunidad entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su antecesor, de hecho, no me importa, porque emplear la aparición pública de Enrique Peña Nieto y los gritos que se merece sólo muestran que la impunidad sigue imperando gracias al aparato burocrático de la justicia en México, que la impunidad se alimenta de pequeñas satisfacciones personales, de ánimo de venganza, gente en el poder que es capaz de evadir la ley gracias a que conoce los mecanismos para no tener ninguna responsabilidad por sus actos.
Peña Nieto asciende al taxi, acompañado de su novia y saluda, inmutable, a quien le grita, porque sabe que de ahí no pasará, que sus apariciones, ¿sus descuidos?, serán tendencia en las redes sociales durante unas horas y, después, seguirá gozando de sus privilegios; sinceramente dudo que le pese el que tenga que estar encerrado en una jaula de oro, o que se tenga que poner una peluca para gastarse lo que quiera en una cena o comida, al final, goza de su libertad y el cariño de unos cuantos, no importa si pagado o no, lo más importante es que ha logrado evadir la rendición de cuentas.
Así, impune y con libertad de hacer lo que quiera, a Peña Nieto miles lo podemos increpar, gracias a la complicidad de un sistema, todo se le resbala.
Coda. Mal de muchos, consuelo de tontos, dice el refrán; ahí nos deja la impunidad, va a pasar muchísimo tiempo antes de que se le pruebe algo a Enrique Peña Nieto, tanto, que en algún momento todos tendremos oportunidad de gritarle, de lejitos, ratero.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 22, 2021
Falsa empatía
Convencida de su derecho a cuestionarlo todo porque se siente agraviada por la historia, una joven sentenció que para ella la historia era sólo posverdad, porque como ha sido escrita por los vencedores, resulta evidente que se ha excluido a un enorme sector de la sociedad, y está llena de mentiras. En ese mismo seminario, otro joven saltó cuando yo aseguré que no debería permitirse la violación de los derechos humanos sólo por no contrariar a los usos y costumbres, para defender a las comunidades en donde todavía se vende a niñas para matrimoniarse con adultos o se impide el voto a las mujeres, el otro joven, explicó que me faltaba contexto, considerar el sufrimiento de esas comunidades y que, además, esas violaciones ya se estaban castigando.
De acuerdo a Darío Villanueva, en su libro Morderse la lengua, el germen de la posverdad encuentra terreno fértil en la corrección política, es decir, entre los más jóvenes, entre quienes tienen todo el derecho a criticarlo todo, a demandar que se esclarezca todo, a dudar del relato hegemónico.
La posverdad fue incluida en el diccionario inglés de Oxford en 2016, ahí se indica que es un adjetivo que se refiere a circunstancias que denotan que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a las creencias personales.
Cuestionar los relatos hegemónicos ha sido de enorme utilidad para construir una historia más incluyente, al tomar en cuenta la multiplicidad de relatos se enriquece la historia, sin embargo, si como dice Zygmunt Bauman “nuestra modernidad líquida se nutre de una cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido”, a eso hay que sumar que la búsqueda de aceptación a la que condenan las redes sociales a los jóvenes ha exacerbado un sentimentalismo tóxico que se traduce en una empatía instantánea con las buenas causas, con las víctimas, ahora todos tenemos que ser buenos para ganarnos un like, lo que menos importa es lo que se cuestione sino en beneficio de quién.
Para los más jóvenes las respuestas ya no están en los hechos, no hay prueba que los conforte ante su necesidad de cuestionarlo todo, así que se aferran a la construcción de una verdad donde lo más importante es el sentimiento individual, ahora ya todo es relativo, en especial si se descubre que detrás del relato hegemónico está la mano de un poder fáctico, una fuerza invisible o un sistema opresor.
La posibilidad de construir una verdad se destruye por el relativismo sentimental, en redes, además se agrava por el narcisismo, todo lo que se nos ha contado puede ser puesto en duda, pero ese primer impulso que lleva a la investigación y al conocimiento, se desvía hacia la elaboración de un relato sentimental que hace todo a un lado para evidenciar que, más allá de lo que pase, se está del lado correcto de la historia.
Así, tenemos que “contextualizar” que gracias a los usos y costumbres se permita la violación a los derechos humanos, porque hay que estar del lado de las comunidades indígenas; o bien, descartar cualquier capítulo de la historia nacional, porque seguramente el relato fue compuesto por un hombre blanco que intencionadamente redactó la historia invisibilizando a las mujeres o a los homosexuales.
¿Cuál es la verdad que intentan construir los más jóvenes? Una que los muestre del lado correcto de la historia, que fiel a su sentir y no a la razón, no se fija en que cuestionar el relato hegemónico (deconstruirlo) no implica la destrucción del todo para quedarse solamente con la sensación, que si se trata de borrar las malas intenciones del vencedor que escribió la historia no se trata de anular el todo sino de agregar aquellos relatos que permitirían enriquecer nuestra visión, pero eso implica demasiado esfuerzo, va más allá de los caracteres de un tuit o lo que soportan sus lectores en otras redes.
Este nihilismo epistemológico narcisista está desmontando todo el relato y nos abandona a un presente constante, donde no importa de dónde venimos, tampoco a dónde vamos, lo único que interesa es cómo nos ven los otros, ahora.
Coda. Cita Darío Villanueva en su libro a Hannah Arendt: borrar la línea divisoria entre la verdad de hecho y la opinión “es una de las muchas formas que la mentira puede asumir”.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXOctober 21, 2021
51
Yo aparecí en la sangre de octubre, mis manos estaban fúnebres de silencio (Nueve años después. David Huerta)
*
De algún tiempo a esta parte las cosas tienen para ti el sabor acre de lo que muere y de lo que comienza. Áspero triunfo de tu misma derrota, viviste cada día en la madeja de la irrealidad. El año enfermo te dejó en rehenes algunas fechas que te cercan y humillan, algunas horas no volverán pero viven su confusión en la memoria. Empezaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no va a extenuarse nunca. El despertar es un bosque donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado. Y el día futuro, una miseria que te encuentra a solas con tus pobres palabras. Mírate extraño y solo, de algún tiempo a esta parte. (De algún tiempo a esta parte. José Emilio Pacheco)
*
Pertenezco a una era fugitiva, mundo que se deshace ante mis ojos (Descripción de un naufragio en ultramar. José Emilio Pacheco)
*
Alguien escribe en mí, mueve mi mano,/ escoge una palabra, se detiene, / duda entre el mar azul y el monte verde (Escritura. Octavio Paz)
*
Soy hombre: duro poco/ y es enorme la noche./ Pero miro hacia arriba:/ las estrellas escriben./ Sin entender comprendo:/ también soy escritura/ y en este mismo instante/ alguien me deletrea. (Hermandad. Octavio Paz)
*
Las migraciones de miríadas de verbos, alas y garras, semillas y manos;/ los substantivos óseos y llenos de raíces, plantados en las ondulaciones del lenguaje;/ el amor a lo nunca visto y el amor a lo nunca oído y el amor a lo nunca dicho: el amor al amor. (Proema. Octavio Paz)
*
Desde lo alto del minuto/ despeñado en la tarde de plantas fanerógamas/ me descubrió la muerte./ Y yo en la muerte descubrí al lenguaje./ El universo habla solo/ pero los hombres hablan con los hombres: (Pasado en claro. Octavio Paz)
*
Llamar al pan el pan y que aparezca/ sobre el mantel el pan de cada día;/ darle al sudor lo suyo y darle al sueño/ y al breve paraíso y al infierno/ y al cuerpo y al minuto lo que piden;/ reír como el mar ríe, el viento ríe,/ sin que la risa suene a vidrios rotos;/ beber y en la embriaguez asir la vida (La vida sencilla. Octavio Paz)
*
Amar es combatir, si dos se besan/ el mundo cambia, encarnan los deseos,/ el pensamiento encarna, brotan alas/ en las espaldas del esclavo, el mundo/ es real y tangible, el vino es vino,/ el pan vuelve a saber, el agua es agua,/ amar es combatir, es abrir puertas,/ dejar de ser fantasma con un número/ a perpetua cadena condenado/ por un amo sin rostro; el mundo cambia/ si dos se miran y se reconoce,/ amar es desnudarse de los nombres: (Piedra de Sol. Octavio Paz)
*
Tal vez amar es aprender/ a caminar por este mundo./ Aprender a quedarnos quietos/ como el tilo y la encina de la fábula./ Aprender a mirar./ Tu mirada es sembradora./ Plantó un árbol./ Yo hablo/ porque tú meces los follajes. (Carta de creencia. Octavio Paz)
*
Fracasé. Fue mi culpa. Lo reconozco./ Pero en manera alguna pido perdón o indulgencia:/ Eso me pasa por intentar lo imposible. (Despedida. José Emilio Pacheco)
*
Por eso cada intento/ Es un nuevo comienzo, una incursión en lo inarticulado/ Con un mísero equipo cada vez más roído/ En el desorden general de la inexactitud del sentimiento,/ Escuadras de la emoción sin disciplina./ Y lo que debe ser conquistado/ Mediante fuerza y sumisión, ya ha sido descubierto/ Una, dos, varias veces por hombres que uno no tiene esperanza de emular/ —Pero no hay competencia:/ Sólo existe la lucha por recobrar lo perdido/ Y encontrado y perdido una vez y otra vez/ Y ahora en condiciones que parecen adversas./ Pero quizá no hay ganancia ni pérdida:/ Para nosotros sólo existe el intento./ Lo demás no es asunto nuestro. (Cuatro Cuartetos. T.S. Eliot)
Coda. En este cierre y apertura de ciclos, siempre me digo lo mismo: Merece lo que sueñas.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 20, 2021
Gabinete paritario
Where have all the rebels gone
Hiding behind their computer screens
Where’s the spirit, where is the soul
Where have all the rebels gone
En la primera estrofa de la canción más reciente de Slowhand & Van (el dúo Eric Clapton y Van Morrison), se preguntan ¿a dónde se han ido todos los rebeldes?, ¿por qué están escondiéndose detrás de las pantallas de sus computadoras, ¿dónde quedó el espíritu, dónde está el alma?, y al escucharlos me pregunto lo mismo que ellos, ¿a dónde se fueron?
Uno de los efectos de la hipercomunicación a través de las redes sociales es que confundimos rebeldía con negación sádica, si hace mucho tiempo se consideraba rebelde a quien levantaba la voz ante la injusticia, hoy los haters y los trolls se adjudican esa etiqueta porque cumplen decididamente la función de llevar la contraria por el simple hecho de demostrar que los otros están equivocados, no importa el tema, en muchas ocasiones sus comentarios ni siquiera se relacionan con el asunto que se plantea, el chiste es demostrar que se está en contra; y es que aquello que consideramos injusto cada vez tiene fronteras más difusas.
Los presidentes municipales que recién acaban de asumir el cargo están obligados a conformar gabinetes paritarios, al menos en Aguascalientes, eso ha generado una discusión en redes sociales que se aleja y distorsiona de la acción afirmativa para transformarla en una injusticia contra nosotros, los pobres onvres.
Si un alcalde ratifica en su encargo a un par de funcionarios indicando que es temporal y que puede cambiar de opinión, se hacen a un lado las funciones que realizan esas áreas para señalar a lo que se arriesgan esos hombres porque el presidente municipal les puede quitar el privilegio de ser ratificados nomás porque ahí estaban cuando llegó la nueva administración, para destacar cómo es que se exponen a ser removidos porque el presidente municipal tiene que integrar un gabinete paritario.
Quienes defienden desde la histeria los privilegios de los hombres en el servicio público atacan las acciones afirmativas haciéndose las víctimas de una injusticia, eso les da para presentarse como audaces guerreros ante la “ideología de género”. Rabiosos insultan a todas las mujeres por el simple hecho de serlo y por ello deban ser consideradas para ocupar un cargo en el servicio público municipal. Están tan satisfechos con su disfraz de rebeldes que dejan a un lado que siempre ha habido mujeres con la capacidad y preparación para tomar decisiones, y las transforman en un grupo sediento de poder que aprovecha la necesaria reivindicación de sus habilidades y conocimientos para hacer a un lado a los pobres onvres que toda su vida se han preparado para estar en el poder.
Los rebeldes disfrazados esgrimen argumentos biologicistas para remarcar las diferencias entre géneros y acusar de hacerse las víctimas a las mujeres, pero son incapaces de ver que en su diatriba cierran los ojos ante prácticas corruptas como el nepotismo, amiguismo, compadrazgo y el premio a la lambisconería que, históricamente forman parte del comportamiento de muchos hombres que intentan integrarse al servicio público.
Estamos a tiempo todavía de llevar a cabo todas las acciones afirmativas con el propósito de generar las condiciones para que en el futuro haya piso parejo para todos, para cumplir con el principio de igualdad que está en la ley. Todos lo merecemos todo, es necesario trabajar para erradicar las desigualdades, renovar la infraestructura institucional que está acostumbrada al privilegio por el simple hecho de compartir características físicas, la verdadera meritocracia parte de reconocer a quienes se destacan en igualdad de condiciones, no de repartir prebendas entre los cuates.
Asegurar que una acción afirmativa como integrar un gabinete paritario vulnera a los hombres y daña la capacidad de decisión del jefe de grupo, no es un acto de rebeldía ante la injusticia de los avances de la supuesta ideología de género, es simplemente jugarle al imbécil.
Coda. La misma canción de Slowhand & Van finaliza así:
Why don’t they come out of the woodwork now
One for the money, two for the show
I can’t find anyone at all
Where have all the rebels gone
La respuesta es que no se fueron, ocuparon su lugar otros, disfrazados y con el megáfono de la ira pegado a la boca.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 19, 2021
Pajaritos
Roberto Carlos compuso una canción en la que fácilmente se puede identificar a la mediocre clase política de Aguascalientes, en la pieza “Yo sólo quiero (un millón de amigos)” declara que quiere un coro de pajaritos para “así más fuerte poder cantar”, es decir, para que cuando sea necesario demostrar músculo, presumir base social, lo que sea que justifique las aspiraciones a un cargo, el político pueda presumir que cuenta con un montón de loritos que repiten las bondades y cualidades del aspirante.
Francisco Chávez Rangel, extitular del Instituto de Educación de Aguascalientes y alguna vez candidato a la presidencia municipal de Aguascalientes por el PRI, se distinguía por querer tener un millón de cuates, por sus maneras afables, confianzudas, con que llamaba a todos sus amigos y repartía bendiciones, siempre una palabra amable de sus labios, amabilidad que exageraba en lam-bisconería ante sus superiores.
Como director editorial, a los posibles colaboradores que me solicitan un espacio en LJA.MX siempre les dedico tiempo y una lectura atenta a sus textos antes de publicarlos, con el propósito de mantener este medio como la mejor opción para el debate y la formación del lector a través de una sólida sección de columnistas; cuando recibí el texto de Salvador Camacho Sandoval, “Co-rrupción, impunidad y cinismo: el caso Paco Chávez” no dudé en agradecerle la confianza para con este medio y publicarlo de inmediato, no sólo por la oportunidad (como titular del IEA, Chá-vez Rangel obtuvo sentencia condenatoria por la contratación de servicios profesionales, a sabien-das que no se cumplirían los términos de los contratos celebrados), sino porque en el retrato que lograba de ese funcionario público se describía una de las características que mediocre a la clase política de Aguascalientes: la complicidad.
Salvador Camacho narra cómo Francisco Chávez intentaba ocultar su irresponsabilidad y negli-gencia mediante la simpatía con sus pares y la lambisconería con sus superiores, la adulación llevó a este funcionario a que el exgobernador Carlos Lozano de la Torre lo impusiera como candidato del PRI a la presidencia municipal de Aguascalientes, tras leer el artículo citado, se entiende que en agradecimiento a que siempre se mostró servil con los deseos de Blanca Rivera Río, en ese en-tonces titular del DIF Estatal y esposa del gobernador.
Señala Camacho Sandoval en su texto que “Hay muchos ejemplos y muchas personas que pueden hablar de la irresponsabilidad del entonces director del IEA”, cita un puñado de casos y remata ese párrafo indicando “… En fin, la lista es larga y mis excompañeros de las otras direcciones tendrán mucho que decir”, y sí, durante el tiempo que Francisco Chávez fue cobijado por Lozano de la Torre era un secreto a voces la ineptitud de este servidor público, pero ese es el problema de la mediocridad de nuestra clase política, la complicidad del silencio, con el pretexto de que en Aguascalientes son “gente buena” y el territorio es tan pequeño que todos nos conocemos, nadie dice nada sobre los actos de corrupción que se desarrollan desde las administraciones municipales, estatales y el Congreso del Estado.
Cuando finalmente la justicia se cumple y sentencia a un funcionario, nunca falta el comentario de que ya lo sabían o que el delincuente hizo cosas peores, como en la canción de Angélica María, antes de que tus labios confirmaran la corrupción, “ya lo sabía, ya lo sabía”, pero nadie denuncia, sólo se acusan, viven felices en los círculos de la complicidad del silencio, porque “como todos lo hacen”, al final, la riqueza mal generada los puede salpicar, o en su momento, cuando sean descu-biertos en una falta, pueden confiar en que los otros no dirán nada.
Regidores que roban a sus empleados reteniéndoles las tarjetas; funcionarios que mandan bolsas con miles de pesos a conductores de radio; candidatos que untan la mano de reporteros con la li-mosna de 500 pesos por entrevista cómoda; legisladores que desvían millones de pesos por instruc-ciones de la jefa de su grupo político; golpeadores de mujeres que chantajean por WhatsApp… ejemplos sobran, se festejan toda ocurrencia en público, se palmean la espalda a la vista de todos y, por debajo del agua, presumen todo lo que saben de las raterías de los otros, pero que guardan para el momento indicado, es decir cuando puedan encontrar un beneficio personal en señalar a un corrupto.
Sé que no voy a hacer muchos amigos por reiterar que la clase política en Aguascalientes es de una mediocridad vergonzante, ni modo, prefiero eso a formar parte del coro de pajaritos de personajes como Luis Armando Reynoso Femat o Francisco Chávez Rangel.
Coda. Al final de Amadeus, la película de Milos Forman, Antonio Salieri recorre en silla de ruedas un manicomio, después de confesarse como quien provocó la muerte de Mozart, el compositor italiano reparte bendiciones y les dice a los enfermos mentales: Mediocres, mediocres por todas partes, los absuelvo, los absuelvo, yo los absuelvo. No, para Aguascalientes no habrá un Saliere que reparta esa bendición a la clase política local.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
October 17, 2021
Ganso laqueado
No es lo mismo privilegio que oportunidad. El privilegio es una ventaja que se le otorga a alguien o a un grupo. La oportunidad se relaciona con la posibilidad de hacer algo aprovechando el momento o circunstancia; en un país donde la brecha de desigualdad es gigantesca, contra lo que se tiene que luchar es por erradicar los privilegios y aumentar las oportunidades para todos. Confundir estos términos y generar acciones políticas para acotar las oportunidades al calificarlas de aspiracionistas puede generar que se mantengan las estructuras corruptas que mantienen los privilegios de unos cuantos.
El mejor pato laqueado que he probado en mi vida lo comí en la mesa familiar, mi padrino Alejandro Ham lo cocinó, no sólo sabía cómo hacerlo porque su padre era chino, además trabajó como chef en uno de los mejores restaurantes de comida china, el Shanghái; por la relación familiar con él, tuve la oportunidad de degustar ese y otros platillos, así como de adquirir el conocimiento de que el chop suey no es comida china original y que la mayoría de los platillos que servían en esos restaurantes pertenecían a uno de los estilos de comida de China, que no todo es comida cantonesa, especializada en freír y cocinar al vapor sus guisados; el territorio gigantesco de China tiene varios estilos, el pato laqueado es un platillo tradicional de la cocina pekinesa.
La oportunidad de degustar y obtener ese conocimiento fue una oportunidad. Haber probado el pato laqueado por el que es famoso el Hunan, el restaurante en el que fue fotografiado el delincuente confeso Emilio Lozoya festejando un cumpleaños, fue un privilegio. La primera vez que me invitaron a comer a ese restaurante me advirtieron que no podía ir en las fachas que acostumbro, porque era carísimo y eran severos en las reglas de vestimenta para acceder al local. Así que cuando entré al Hunan lo hice vistiendo un traje y zapatos, por eso mismo me llamó la atención que en una mesa cercana hubiera un comensal en ropa deportiva, sin el menor respeto al rigor que se le exigía a otros consumidores. Cuando se lo hice notar a quien me invitó al Hunan, me hizo fijarme en quién vestía un dominguero pants, era Emilio Azcárraga Jean, el dueño de Televisa, quien gozaba del privilegio de sentarse en una mesa de ese restaurante sin ser molestado por lo que decidió ponerse. Ese era un privilegio mayor al que yo estaba gozando al ser invitado al Hunan, uno que entendí de inmediato al reconocer que, sin importar quién me llevara, no podía pedir que se me diera un trato igual que al del dueño del América.
La fotografía de Emilio Lozoya en el Hunan no es una muestra de la corrupción de la Cuarta Transformación ni de la posible complicidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el presidente no tiene la culpa de una afición culinaria como el pato laqueado o por la posibilidad económica de comer en uno de los restaurantes más caros de la Ciudad de México, sin embargo, al evidenciar la presencia del exdirector de Pemex ahí, los tetratransformistas arremetieron contra la periodista Lourdes Mendoza, quien fotografió la cena, acusándola incluso de trucar la fotografía.
Los tetratransformistas están tan obsesionados con cuidar a López Obrador, que incluso lo defienden de lo que no ha hecho, la presencia de Lozoya Austin en el Hunan, gozando de sus privilegios por actos de corrupción son responsabilidad de la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz Manero, pero están tan acostumbrados al país de un solo hombre, que son incapaces de pensar que exista una FGR autónoma, porque como esa dependencia responde al tronido de dedos del presidente, cuando comete un error Gertz Manero, se hace responsable a López Obrador.
El presidente también es responsable de estos ataques, porque con su crítica a las aspiraciones de la clase media, lo que ha logrado es que se confundan las oportunidades con los privilegios, y no, definitivamente no son lo mismo.
Coda. Los gansos no ladran, pero sus graznidos son más fuertes y virulentos que el sonido de los canes.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX


