Edilberto Aldán's Blog, page 18
March 6, 2023
Mañanera (una fantasía)
Andrés Manuel López Obrador invitó a Felipe Calderón Hinojosa a la conferencia matutina para que aclare su relación con Genaro García Luna, sería bueno, porque esto ayuda mucho a la gente a informar, y si viniera aquí, se comprometió el presidente, “nos comprometemos a que no haya preguntas, nada más que dé su testimonio. ¿Y por qué decimos que aquí?, bueno, porque fue presidente ‘haiga sido como haiga sido’, y no es para presumir, pero esta conferencia la ven muchos”.
López Obrador lanzó el reto el 28 de febrero, Felipe Calderón no se dio por enterado, no al menos por la vía que usa para visibilizar su actividad: Twitter, el expresidente no asistió a la concentración en defensa del INE y sus tuits desde entonces sólo reproducen caricaturas, artículos de opinión, críticas y burlas de otros hacia la Cuarta Transformación y López Obrador.
Los afines a López Obrador festejaron por todo lo alto la valentía del presidente, el arrojo con que lanzó el reto a Felipe Calderón; para la mayoría, lo puso en ridículo, lo exhibió como el cobarde que es y se propagan los rumores de que anda escondido en España, huyendo de la rendición de cuentas, evadiendo la responsabilidad que tiene con el pueblo de México de explicar su relación con Genaro García Luna, su secretario de Seguridad Pública que espera sentencia en una cárcel de los Estados Unidos.
Tiene razón López Obrador, Felipe Calderón está obligado a explicar cuantas veces sea necesario las razones por las que confió a García Luna la estrategia nacional de prevención del delito y combate a la delincuencia, como los detractores del panista señalan: si sabía o no sobre las relaciones del funcionario con el crimen organizado.
Calderón sí sabía se ha vuelto la consigna más fuerte del oficialismo en contra de quienes el presidente considera adversarios de la Cuarta Transformación, no importa cuál sea la causa del desencuentro con las políticas de López Obrador, da igual si es la defensa del Instituto Nacional Electoral en contra del Plan B, las elecciones en Coahuila o el Estado de México, la elección de un candidato para la alianza del PAN con el PRI y el PRD, o la construcción de un frente amplio opositor. No importa, desde la conferencia matutina, el presidente ya marcó la dirección única que deben seguir los señalamientos, establecer que Felipe Calderón es un cobarde.
El reto de López Obrador es una fanfarronada, una más de las conductas machistas con que el presidente desafía y descalifica a sus adversarios. Obsesionado con la idea de que encarna la voluntad del pueblo, López Obrador confunde su conferencia matutina con un tribunal popular al que deben acudir sus enemigos para confesar su culpa y recibir el desprecio de la gente.
Nada justifica la omisión de Felipe Calderón, porque más allá de las fanfarronadas de López Obrador, con su actitud está faltando a su compromiso con la rendición de cuentas, no importa si es o no un cobarde, ese es un juicio moral, como expresidente está obligado a proporcionar la información necesaria sobre su desempeño en la función pública; Calderón Hinojosa cae en el juego de López Obrador, pues su desaparición lo coloca justo donde el presidente, se coloca justo donde lo quiere la polarización que propone el presidente como eje de su discurso, donde el debate ha sido reemplazado por las mentiras y se deja de hacer política por responder a las apariencias, la mayoría de los analistas consideran la invitación a la mañanera como un golpe mortal a la reputación del expresidente y, por tanto, a la oposición, a la que deja sin una de las voces que quieren organizarla.
La invitación a la mañanera no es seria, bien se podría agradecer el espacio y emplear ese tiempo para dar las explicaciones que se requieren, a pesar de saber que López Obrador jamás cedería una posición como esa, antes que exhibir la fanfarronada del presidente, Felipe Calderón se esconde y rechaza esa oportunidad al darse por vencido en el terreno del juicio moral. ¿Qué hubiera pasado si el expresidente acepta usar la conferencia matutina?
López Obrador (1.73 cm) sólo le saca unos cuantos centímetros a Felipe Calderón (1.69 cm) diferencia que basta para el primer momento incómodo, el expresidente ajusta los micrófonos porque siente que le cubren el rostro, a propósito, la cámara que lo enfoca realiza un ajuste que evidencia la disparidad de estaturas; el presidente no se encuentra en el Salón Tesorería, después de varios intentos por no cumplir con la invitación, no le quedó más remedio que dejar la tribuna, el michoacano enfrenta la falta de respeto de algunos que cubren la fuente e intentan intimidarlo.
Ya todos saben qué va a decir, pero eso no importa, Felipe Calderón le tomó la palabra al presidente y emplea esa ventaja, no lleva tarjetas consigo, el discurso es de memoria, no improvisa, lo ha ensayado suficiente, diría algo así:
Con la información que tenía en ese entonces decidí nombrar a Genaro García Luna como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, encargo en el que estuvo de diciembre de 2006 a noviembre del 2012, siete años después, en diciembre de 2019, el gobierno de los Estados Unidos lo detuvo y lo acusó de diversos delitos relacionados con el narcotráfico, lavado de dinero y falsedad de acusaciones. Como es de su conocimiento, un jurado compuesto por 12 estadounidenses lo encontró culpable de cinco delitos y actualmente se espera que el juez dicte sentencia en la Corte de Brooklyn.
Durante el tiempo que Genaro García Luna sirvió al gobierno de México, diversas dependencias de los Estados Unidos le otorgaron premios y distinciones, lo hicieron la DEA y el FBI, así como gobiernos de otros países. Siete años después, la justicia estadounidense lo encuentra culpable de diversos delitos.
Aprovecho la invitación del presidente para aclarar desde esta tribuna mi relación con ese servidor público, me queda claro que la audiencia de la conferencia matutina y el pueblo de México espera que desde aquí se hable con la verdad, así lo estoy haciendo, tal y como lo hace Andrés Manuel López Obrador todas las mañanas, reitero que con la información con que contaba en ese entonces, no había indicios de la complicidad de ese funcionario con el crimen organizado; acerca de las declaraciones de algunos personajes que colaboraron con mi gobierno y hoy son leales a la Cuarta Transformación, quienes aseguran haberme advertido de las relaciones de Genaro García Luna con el crimen organizado, reitero mi compromiso con la verdad que merece el pueblo de México y sería indigno rebajar mi testimonio a los niveles de chisme y rumor, a ellos les recuerdo la responsabilidad que como ciudadanos tenemos, si supieron de un acto de corrupción o criminal al no denunciarlo se hacen cómplices, nada hace más daño a la vida pública que los dichos sin comprobar.
El gobierno de los Estados Unidos distinguió y reconoció a Genaro García Luna mientras estuvo en el servicio público mexicano, más de diez años después de haber concluido su encargo con el gobierno que encabecé, un jurado estadounidense lo encuentra culpable, es mi convicción que todo el peso de la ley castigue a los delincuentes. No quiero abusar de la generosidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, a mí sólo me resta reiterar que, con la información que contaba en ese momento, nombré a Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública, los resultados de ese encargo fueron puntualmente informados al pueblo de México y estuvieron bajo el escrutinio de toda la sociedad durante ese tiempo. Muchas gracias por el tiempo en esta tribuna. ¡Viva México!
Los asistentes a la mañanera no han dejado de murmurar, hacer ruido, los fieles al presidente hacen evidente su desacuerdo con Felipe Calderón con gestos, negando con la cabeza y removiéndose en sus sillas, al finalizar la intervención del panista, rugen, le gritan que sí es cierto lo que dice Manuel Espino, repiten las consignas de la plaza: sí sabía, sí sabía; no faltará quien lo llame cobarde por no querer responder a sus preguntas.
Calderón no se ha movido del podio, enarca la ceja, acomoda nuevamente los micrófonos a su altura: respeto la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se comprometió a que no habría preguntas en esta sesión, no abuso más de su tiempo. Muchas gracias.
Felipe Calderón sale por la puerta lateral del Salón Tesorería, nadie se anima a seguirlo, saben que afuera de Palacio Nacional hay un grupo nutrido de periodistas levantando imágenes, acechando con las cámaras, exigiendo que abunde en lo que acaba de decir en la conferencia matutina.
En el Salón Tesorería hay bastante desorden, los reporteros siguen gritando para exigir que Calderón Hinojosa les responda, por fin, Andrés Manuel López Obrador aparece por la misma puerta por la que salió el expresidente, no se iba a exponer a estar en el mismo espacio. Saluda, ánimo, ánimo, con un gesto pide silencio a los reporteros: ya, ya, ya estuvo, cumplimos con el compromiso de darle espacio para que se justificara, ahora a lo nuestro; detrás de él entra el cortejo de funcionarios con que suele acompañarse, dependiendo del día, López Obrador dará paso al quién es quién en los precios, el reporte de seguridad, el estado de la salud o el informe acerca de alguna de sus obras favoritas.
Si Felipe Calderón atendiera la invitación de López Obrador, las posibilidades para el debate público se ampliarían, difícilmente va a cambiar la percepción de quienes están convencidos de la complicidad del expresidente con García Luna, no obtendría beneficios personales al asistir a la mañanera, pero contribuiría a poner sobre la mesa las capacidades y responsabilidades de la investidura presidencial, si bien no mejoraría la imagen de Calderón Hinojosa, desde Palacio Nacional, el halo de pureza que presume López Obrador sería afectado, si los presidentes lo saben todo, entonces el líder de la Cuarta Transformación sabe también de los actos de corrupción de algunos de los funcionarios de su partido; si al presidente no se le escapa nada y no basta la palabra para descartar la complicidad al ser omiso, como en el caso de Felipe Calderón, en la misma medida podríamos ser más exigentes con López Obrador al momento de señalar que los de su movimiento no son iguales.
Una fantasía, nunca ocurrirá ese acto de rendición de cuentas, porque quienes están en el poder y quienes lo desean han olvidado que hay un compromiso mayor que su ambición, no les importa que la rendición de cuentas sea un factor para transparentar los actos políticos ni que vigorice la participación ciudadana; el arribó de López Obrador a Palacio Nacional concentró la atención en la persona e hizo a un lado todo lo demás, ganó lo que él llama la revolución de las conciencias: la polarización, transformar la política en un juego sin matices en el que se está con López Obrador o contra él, sin más opciones.
Coda. Acotación personal. Marché en defensa del INE, en dos ocasiones, escribo desde la misma convicción que me llevó a la calle. No le creo a Felipe Calderón. Tampoco le creo a López Obrador. Me gusta imaginar que todavía existen otras posibilidades.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 27, 2023
Caminar
Maniobras de escapismo
Camino.
La ausencia establece que hay rutas que no debo transitar, a riesgo de echar a andar la maquinaria de la memoria y, así, ahondarme en recuerdos que no hacen nada bien. Transito nuevas rutas, me guío por la búsqueda de las parvadas que descienden con su caos organizado sobre las arboledas para guardarse.
Más de una ocasión me han explicado científicamente las razones de la belleza coordinada con que vuelan en sincronía las aves, prefiero olvidarlas y, aunque no creo en dios, percibirlas como la existencia de lo divino.
Disfruto rendirme al ritmo de mis pasos y hacer conciencia de la respiración, no siempre lo consigo, a veces me embarga el recuerdo de una canción y voy por ahí tarareándola para evadir los lazos invisibles que unen toda tonada con escenas específicas de un sentimiento o emoción y, no sé por qué, en vez de cantar, pienso en los malentendidos sobre Hobbes, no es que crea que el hombre es malo por naturaleza sino que suele inclinarse naturalmente al conflicto y desconfía de quienes quieren igualársele, lo que deriva en la necesidad de un poder superior que controle esos impulsos, claro, es más simple pensar que el hombre es el lobo del hombro y el mal es lo natural.
Una madera cruje por el impacto de la pelota, giro para encontrar la fuente del sonido, distingo el vuelo de la pelota que se pierde hacia el jardín izquierdo. Bajo la mirada, es un equipo femenil el que juega, la primera base se queda clavada cerca del cojín de la base, nada puede hacer para alcanzar la bola. Primera vez que veo que alguien ocupa esa cancha, me detengo, lo que la mezcla de miopía y astigmatismo me permite distinguir es que la beisbolista es bellísima, el uniforme es pantaloncillo blanco con jersey naranja, como la gorra, no veo sus rasgos, apreció la simetría con que la larga cola de caballo divide su espalda, un racimo oscuro inmóvil. Yo tampoco me muevo, suspiro.
Pienso bellísima y no sé definir las razones de esa elección, no distingo las formas de su cuerpo o los rasgos de su cara, sólo la vertical de su cabello negro dividiendo la espalda, la misma emoción que frente a El fílder del destino de Abel Quezada, aunque ella no se parece en nada a ese jardinero que espera con la mirada fija en el cielo a que aparezca la bola.
Inevitable, pasar a la soledad de Charlie Brown en la loma:
“En la noche asesina, y solo en el montículo,
¡qué soledad a veces, Charlie, pavorosa!,
con casa llena,
y ya en la parte baja de la octava,
y tirando wild pitch –uno tras otro–,
salvaje, eterna soledad, de veras.
Cósmica soledad del lanzador al centro del diamante.
Deja a Lizalde a un lado de la cerca y sigo, otra vez Hobbes y la naturaleza maligna de lo hombres. Del otro lado de la calle, en la Alameda, una decena de jóvenes ensaya una coreografía, apuro el paso para no enfrentar la escucha de alguna canción de despecho que exhibe nuestro morbo ante la obligación de tomar partido. Me gana la música y me sorprende, no es lo que esperaba, es un éxito de los noventa que hoy en la radio ponen junto a los clásicos del rock para el adulto contemporáneo.
¿Los adultos contemporáneos somo malos como dice Hobbes?, sigo caminando, delante de mí una madre joven camina de la mano de su hijo, ella no tiene más de veinte, él camina ya con seguridad. Ambos se detienen, cuentan hasta tres y juegan unas carreritas que ella, evidentemente, se deja ganar, pero él no lo sabe, festeja el triunfo y demanda una nueva competencia para refrendar que su velocidad es mayor.
En la esquina de la reja un hombre se detiene para dejar comida a los gatos del parque, mientras los felinos se asoman, él aprovecha para acariciar el lomo de varios de ellos, les habla, les susurra quién sabe qué historias y los gatos, remolones, ceden unos instantes a sus caricias para después devorar las croquetas que les regalan.
En la entrada del parque, un anciano va a prender un cigarro, detiene el gesto y me da las buenas tardes, para el ritual preparado para disfrutar su tabaco y me saluda, correspondo; soy un fumador compulsivo, hace muchos años que no tengo rituales como los del viejo que, es evidente, lo ordena todo para disfrutar, su primer cigarro del día, quizá.
Contagiado por el antojo me detengo junto a una de las esculturas que rodean la locomotora que custodia el parque y prendo un cigarro cuando se supone que no debo hacerlo, pues camino para reducir el consumo, cedo a la tentación, me doy el gusto, tras la primera bocanada surge la risa, alguien más decidió compartir su vicio y le invitó un cigarrillo al guardagujas.
Detrás de la escultura que fumó, están la joven madre y su hijo, algo juegan y miran atentos hacia el césped. Las parvadas ya desaparecieron, se integran al follaje oscuro de los árboles, también la idea de que Hobbes pueda tener razón se desvanece. Emprendo el camino de regreso a casa.
Concentración
Nada afecta tanto Andrés Manuel López Obrador como no ser el centro de atención, acostumbrado a marcar los temas de la agenda pública, a establecer de lo que sí y lo que no se debe hablar, la concentración ciudadana en defensa del Instituto Nacional Electoral es un golpe al ego gigantesco de quien cree que encarna a la Patria misma.
La obcecación del presidente en la construcción de su imagen lo hace inventar otros datos para que la realidad coincida con sus deseos; su talante autoritario lo impulsa al juicio simplón y el insulto, ante el anuncio de esta segunda marcha, López Obrador se obstinó en generar un discurso para descalificar las intenciones de sus adversarios, para transformar la voluntad y derecho de miles de ciudadanos de defender al INE, en una práctica corrupta y complicidad con el crimen organizado, todas las mañanas, desde la conferencia matutina, se falsearon los motivos de la concentración y se calumnió a quienes participaran en ella. A López Obrador no le importó denigrar la investidura presidencial mintiendo abiertamente.
La concentración del domingo es una derrota de la influencia que López Obrador cree tener sobre toda la población, muestra con claridad que sus índices de popularidad no necesariamente reflejan estar de acuerdo con sus acciones de gobierno y cuestiona la efectividad del adoctrinamiento que el presidente llama revolución de las conciencias.
El martes 29 de septiembre del 2020, López Obrador aseguró que una de las razones que lo llevarían a abandonar la presidencia de inmediato, sin esperar la revocación de mandato, sería perder el apoyo popular y que se organizaran protestas en su contra, “a la primera manifestación de 100 mil personas y que yo vea que en las encuestas ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato. Ahí nos vemos porque tengo principios e ideales”. La guerra de cifras ya ha empezado, hay quien asegura que fueron medio millón de asistentes, una gran cantidad de medios indican que se rebasaron los 100 mil participantes y el oficialismo seguro colocará la cifra en los 99 mil, para no meter en problemas al presidente.
Más allá del Zócalo de la Ciudad de México, en donde se desafió a López Obrador al llenar la plancha frente a Palacio Nacional, fueron miles de ciudadanos los que se manifestaron este domingo en defensa del INE, en 120 ciudades de México y el mundo.
En Aguascalientes, otra vez se volvió a llenar la Plaza de la Patria, a pesar de las descalificaciones del presidente e incluso en contra de quienes descalifican la manifestación porque la mayoría no sabe en qué consiste el Plan B, así de influyente es la maledicencia de López Obrador, con su discurso diario ha logrado que no se tomen en cuenta los efectos del llamado Plan B, que ya están en riesgo los empleos de más de 6 mil funcionarios electorales, se desaparezcan las 300 juntas distritales, se eliminen el PREP y los conteos rápidos y se ponga en riesgo la información personal de quienes cuentan con una credencial para votar al entregarla al gobierno.
Evidentemente, no todos los que participaron en las concentraciones del domingo son expertos en materia electoral, pero basta entender los efectos negativos de modificar al INE a poco más de un año de la elección presidencial o la pérdida de miles de funcionarios capacitados para manifestarse en contra del Plan B; y esos fueron los más que salieron a la calle, en Aguascalientes, como en la ocasión anterior no se trató de un plantón en contra de López Obrador, si bien por ahí apareció un pequeño grupo del FRENA, el reducido grupo tuvo a bien esperar a que finalizara la concentración para hacer el ridículo de pedir la destitución del presidente; tampoco fue una manifestación de bien y bonita, como el resentimiento morenita quiso hacer creer, la diversidad y las diferencias entre los participantes fueron más que obvias y estuvieron concentrados en un solo propósito: defender al INE.
Las teorías disparatadas acerca de los malévolos motivos de los organizadores se disiparon, al menos en Aguascalientes, ante la participación de militantes de varios partidos políticos que respetaron el propósito de la concentración, no sólo eso, predominó que las demandas estaban dirigidas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se declaren inconstitucionales los cambios a las leyes del Plan B y las consignas a favor del instituto electoral.
La mentira inventada por López Obrador acerca de que era una concentración a favor de los corruptos y criminales, apenas y alcanzó, en Aguascalientes, para que un morenita gritara “Viva García Luna”, en un evidente acto de provocación que sólo recibió algunas risas de quienes vimos pasar corriendo al gritón.
Sin que fuera el propósito principal de la concentración, su logro más evidente fue exhibir las mentiras del presidente, lo ridículo de sus denostaciones, López Obrador no ha logrado el establecimiento de un pensamiento único, y eso genera esperanza para seguir votando en libertad.
Coda. ¿Importa lo que diga López Obrador en la conferencia matutina acerca de la marcha? No, no debe importar, no se le debe hacer eco a la descalificación de un narcisista autoritario, lo que sigue es centrar la atención en la autonomía de los poderes, a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación cumpla con su función y garantice la defensa de la Constitución.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
January 30, 2023
Simplificar
La complejidad del mundo, cómo se suceden las cosas, las causas y los efectos, impulsan a simplificar con el propósito de entender qué está pasando; nunca nada ha sido simple, y en la medida que se van acumulando conocimientos se vuelve más difícil escapar a las obligaciones y derechos que, personalmente, se tiene con el tiempo que vivimos.
Ante la obligación de asumir la responsabilidad que nos da el conocimiento, muchos preferimos simplificar para seguir siendo únicamente testigos, actuamos con condescendencia hacia nosotros mismos para no involucrarnos, el caos y el azar, la ignorancia y la subjetividad, antes que resolverse con un ejercicio crítico se rinden a la banalización, por eso son tan efectivos los memes y las teorías de la conspiración, no se exige revisar los matices, se da por hecho que el mundo se divide en blanco y negro, buenos y malos.
Desde el ámbito íntimo de las relaciones personales hasta la política, se asume que lo más fácil de aprehender es la verdad, pero simple no es igual que sencillo, no se puede reducir una ruptura amorosa a la simplicidad de responsabilizar a una sola de las partes, como tampoco es posible entender las cuestiones políticas que nos afectan como resultado de un complot o los poderes fácticos… Sin embargo, cada vez más nos alejamos del diálogo entre familiares y parejas, todos los días escuchamos a la clase política declararse víctima de una conspiración.
La necesidad de satisfacción inmediata a la que nos están acostumbrando las redes sociales no sólo están afectando las relaciones personales, a gran escala ya se manipulan los ámbitos de decisión a través de las fake news, de las invenciones de un enemigo invisible que nos amenaza, desde la izquierda o la derecha, les funciona culpar de todo al avance de la “ideología de género” o la sevicia de los “conservadores”; incluso nuestra idea de justicia se está viciando, antes que el cumplimiento de la ley pensar en las víctimas se desea el castigo.
Mientras sigamos aceptando la reducción a los extremos menor será la capacidad de analizar la información y hallar la forma de incidir en lo que nos sucede, desde explicar y tomar partido a través de memes, hasta creer que para transformar el país se requiere oponerse al gobierno en turno o justificar la ineptitud de los funcionarios que gobiernan porque son víctimas de un complot.
Coda. El arte es difícil y su recompensa es fugaz, escribió Schelling; quizá es necesario repensar el placer no como una recompensa, sino como una obligación con uno mismo y los demás.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
January 23, 2023
Revocar
Andrés Manuel López Obrador tiene una nueva adversaria, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, quien todavía no cumple un mes en el cargo pero el presidente la acusa de encabezar “un Poder Judicial del antiguo régimen, con muchos vicios y mucha corrupción” y en el que ha notado que “hay más actos que consideramos ilegales y de injusticias en contra del interés público”.
Nada es casual en los dardos que López Obrador lanza desde la conferencia matutina, la arremetida contra la presidenta de la SCJN, tiene como origen un deseo de venganza, ya que “ahora que ganó la señora Piña y que supuestamente nosotros perdimos, como si nos importara estar sometiendo poderes, como era antes, como ellos estaban acostumbrados”, pero lo cierto es que al titular del Ejecutivo sí le importa que no haya ganado la magistrada Yasmín Esquivel Mossa, porque no se cumplió su capricho y se demostró que uno de los suyos es capaz de actos de corrupción similares a los que se cometían en el antiguo régimen, tan es así que López Obrador no duda en señalar que el rector de la UNAM, Enrique Graue, se beneficia económicamente por señalar el plagio de la magistrada y lo acusa de hipócrita por enarbolar la bandera de la ética.
Aunque no le guste a López Obrador, todo indica que a Yasmín Esquivel la UNAM le retirará el título, Enrique Graue señaló que, si bien la “Universidad Nacional y sus autoridades carecen de facultades legales para ello”, convocará a la Comisión de Honor del Consejo Universitario “para analizar en conjunto las diversas opciones y acciones que puedan eventualmente llevarse a cabo”.
En Letras impostoras, de Camilo Ayala Ochoa, recientemente publicado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el autor señala: que en el documento Ética y plagio de la UNAM se indica : “Para el caso de egresados de la UNAM que presentan obras ajenas como tesis para su examen profesional, la Nota Informativa de fecha 21 de junio de 2007 emitida por la Oficina de la Abogada General, señala que además de seguir con el procedimiento establecido en la legislación universitaria, se acordará la nulidad del examen sustentado y la revocación del título profesional”.
La consulta que haga el rector Graue a la Comisión de Honor, con seguridad, deberá seguir lo señalado por la Nota Informativa del 21 de junio de 2007, lo que abrirá el camino para que la UNAM le retire el título a Yasmín Esquivel.
Coda. “Antes de legales y justos, se debe ser respetuoso del prójimo, deferente, cabal, solidario y generoso. La cultura editorial sólo puede tener como piso una cultura de la legalidad y, como cimiento, la probidad intelectual. El plagio es la forma superlativa del menosprecio”, Camilo Ayala Ochoa en Letras impostoras.
@aldan
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January 16, 2023
Colusión
A pesar del carisma del presidente Andrés Manuel López Obrador y los millones de fanáticos que tiene, nadie puede asegurar que el Movimiento de Regeneración Nacional va a ganar las elecciones de este 2023 para gobernador en Coahuila y el Estado de México, ni la presidencial del 2024. Ni siquiera López Obrador tiene esas dotes videntes, lo que hace desde la conferencia matutina todos los días es intentar establecer un discurso victorioso con tal anticipación para que, llegado el momento, los electores cumplan con su instrucción y hagan realidad su deseo, más allá de las realidades políticas locales y nacional, así como de los candidatos y, en especial de los proyectos.
Resulta lógico que los morenitas declaren con tanta anticipación la victoria del Movimiento de Regeneración Nacional tanto a los amloístas como a los militantes de Morena les conviene establecer que el futuro será así. Lo que resulta increíble y muestra que nuestra democracia requiere un cambio urgente que propicie una mayor y más intensa participación ciudadana fuera del puño de los partidos políticos es que la “oposición”, en nombre de millones que no están de acuerdo con la administración actual, presenten a la alianza Va por México como la única opción frente a la Cuarta Transformación.
Rumbo a la presidencia, el desgaste prematuro al que sacrificó López Obrador a sus corcholatas (Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López) ya está haciendo mella en las preferencias del electorado, además, no son el presidente y Morena sigue sin saber consolidarse como partido y no deja de presentarse y actuar a la sombra de Ya sabes quién; lo que permitiría encontrar una fórmula para ganarle a todos esos vicios en el 2024.
En Coahuila, la fracturas constantes de Morena ya se hicieron evidentes, la renuncia de Ricardo Mejía Berdeja a la subsecretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para buscar la gubernatura en contra del candidato de Morena, Armando Guadiana Tijerina, y de las instrucciones mismas de López Obrador, complican la elección para los morenitas y, en el papel, suma posibilidades a que el candidato de la alianza Va por México se pueda lleva la elección.
Estos escenarios han permitido que, a pesar de las evidentes trastadas que Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI y que, todavía, un sector amplio del electorado repudie al Revolucionario Institucional, el PAN y el PRD le pierdan el asco a los del tricolor, olviden las traiciones de Alito Moreno y presenten su colusión como una defensa de la democracia. Es claro que la alianza Va por México no defiende ni representa a millones de mexicanos, sólo vela por los intereses de unos cuantos, las cúpulas partidistas que con tal de mantenerse en el poder, buscan cómo sacar provecho de los errores de López Obrador y Morena, sin presentar un proyecto de nación incluyente.
Coda. La Oposición sin imaginación sigue sin presentar un proyecto que reconcilie, mantiene el discurso de odio contra la Cuarta Transformación y vende sus alianzas mezquinas como la única manera de ganar una elección, como si lo que necesitáramos fueran caudillos y no colectivos.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
January 10, 2023
Charles Simic, una mancha de tinta
Para Luis Cortés
I. Una mancha de tinta
Falleció Charles Simic, un gigante, un poeta entrañable. Nació en 1938 en Belgrado, su infancia la vivió bajo la ocupación nazi, emigró a los Estados Unidos donde adoptó el inglés como la lengua en que escribiría su poesía; pero estas líneas no dicen nada, mejor que el poeta sea la materia de su explicación:
Charles Simic by Charles Simic
Charles Simic is a sentence.
A sentence has a beginning and an end.
Is he a simple or compound sentence?
It depends on the weather,
It depends on the stars above.
What is the subject of the sentence?
The subject is your beloved Charles Simic.
How many verbs are there in the sentence?
Eating, sleeping, and fucking are some of its verbs.
What is the object of the sentence?
The object, my little ones,
Is not yet in sight.
And who is writing this awkward sentence?
A blackmailer, a girl in love,
And an applicant for a job.
Will they end with a period or a question mark?
They’ll end with an exclamation point and an ink spot
Falleció Charles Simic y mientras la noticia se divulgaba me mantuve ajeno al ruido de las redes sociales ocupado en caminar por el parque en busca de un objeto que me permitiera elaborar un montages como los que cuenta el poeta que hacía Joseph Cornell en Alquimia de tendajón. Camino todos los días por el mismo parque y en todas las ocasiones se me sube la idea de hacer una de esas famosas cajas, si lograra elaborar uno de esos collages bidimensionales se lo regalaría a mi mejor amigo, quien fue el mensajero que me informó del fallecimiento de Charles Simic.
El mensaje fue brevísimo, dos líneas y un agradecimiento por haber compartido mis lecturas de Simic. No lo recordaba, pero eso me ocurre con frecuencia, en mi cabeza el mundo ocurre de otra manera porque sé que toda memoria es ficción; unos meses atrás leí una publicación de Luis en Facebook en la que me recordaba como “un chilango mamador en Caxcán, Zacatecas me dijo con suficiencia: ‘ustedes los hidros a cualquier carne hervida le dicen barbacoa...’ y desde entonces no termino de aprenderle y admirarle”, después de reírme hasta que el café salió por la nariz, volví a caer en la misma sensación, la de haber forjado recuerdos distintos.
II. En mi cabeza el mundo ocurre de otra manera
En mi cabeza, siempre, el mundo ocurrió de otra manera. Ese fin de semana del chilango mamador en Caxcán para mí fue así:
Recuerdo a un joven con una playera de Emiliano Zapata con los ojos achinados, hablaba con suficiencia de Onelio Jorge Cardoso, tanta como para asegurar que su edición cubana de ese autor no se había replicado en ningún otro lugar del mundo; no presumía, era generoso, yo que la tengo, se las comparto. Yo creí entender y dije que había al menos una edición en México de esos cuentos, fue nuestro primer desencuentro.
Horas después el mismo joven maravillaba al grupo con un ejercicio que tenía como base la música de Astor Piazzolla. Una parte de la experiencia basaba su éxito en el desconocimiento de la pieza. Yo confundí la soberbia con la posibilidad de compartir María de los Buenos Aires, quizá que la versión de Contrabajisimo que prefiero es la de The Lausanne concert, en mi cabeza las cosas no siempre son tan claras, así que levanté la mano y rompí con el pacto de no reconocer la pieza. Ese joven me miró con desconfianza, sin centrar la atención en mi polo, con el nombre de la carpintería en que trabajaba, la misma que me hizo reír a rabiar en otro momento cuando uno de los gurús que impartía el curso dijo que “bueno, es como creer que un carpintero va entender a Borges”, y yo con ganas de joder levanté la mano para presumir que sí le había entendido a Borges y trabajaba en una carpintería, como demostraba mi vestimenta.
Recuerdo a ese mismo muchacho y el descubrimiento de su virtud cardinal: la prudencia, cómo se mantuvo al margen de una discusión etílica, en la que el jefe de la expedición se llenaba la boca asegurando que el mejor poeta vivo del país era Efraín Bartolomé, sobre todo porque eran íntimos amigos, con el “genio de la chingada que a veces raspa, corta y hace sangrar” con que Luis me describe, yo me burlé toda la noche de los otros y su admiración nombrando a Eduardo Lizalde y David Huerta. Si dije algo sobre la facilidad con que los aguascalentenses llaman barbacoa a cualquier carne hervida, debió haber sido en ese momento, aunque no logro descifrar qué tiene que ver la birria tatemada con la poesía.
Ese mismo joven, nunca he sabido por qué, me invitó a su boda, y compartí su felicidad admirándolo cantarle a la mujer de su vida… Así, desde su aparición con una playera con el rostro de Emiliano hasta esta nueva normalidad en que ya no nos vemos y muy de vez en cuando intercambiamos mensajes, han transcurrido más de 18 años, Luis siempre ha estado ahí sin siquiera saberlo, quizá apreciarlo. Gracias a él hicimos el mejor suplemento literario de Aguascalientes, del que Luis propuso el nombre: Guardagujas. Por Luis, pude sentirme, al fin, incluido, él era todo lo que significaba ser aguascalentense.
Le debo a Luis demasiadas cosas, el acercamiento con Rocío Muñoz, Mariana Torres y Rodolfo Medina, personas admirables y queridas; los intensos encuentros con Edgar Alberto, muchas noches con Melody o Penélope… Nada de lo que un par de hombres casados se pueda arrepentir, éramos confidentes, con todo lo que eso implica.
A Luis le debo todas las advertencias que requieres al momento de enamorarte. No por nada lo mantengo presente cuando pienso en algunas personas que ocupan un lugar en mi corazón, tanto tiempo después sigo intentando aprender de su mayor virtud, pero la prudencia no se les da a los chilangos mamadores.
De esa forma ocurrió ese mundo en mi cabeza, sin registro de haber hablado sobre Charles Simic.
III. Todo lo que no entendiste te convirtió en lo que eres
La conversación con Luis sobre Charles Simic que no recuerdo quizá ocurrió, también es posible que lo haya leído en mi blog o en alguna de mis columnas, donde no me cansaba de asegurar, para nadie porque no creo que nadie me siga o lea, que Charles Simic es el autor que encabeza mi lista de candidatos a ganar el Nobel de Literatura, siempre evito mencionarlo porque por razones extraliterarias no es un escritor cómodo para que la Academia sueca lo considere y me detiene que en todo este asunto hay algo que evita la discusión a fondo sobre el indispensable comportamiento ético y la literatura, por eso me acordé de los versos finales de “Huesos” de Simic:
Lo que me alegra les duele a los otros.
Siento la pena alrededor de mi casa
Como si las bestias asediaran una hoguera
Antes del amanecer.
El texto más extenso que escribí sobre Charles Simic apareció en el suplemento Guardagujas, en febrero de 2013:
Todo lo que no entendiste te convirtió en lo que eres
Charles Simic sueña, sueña que se encuentra con Joseph Cornell en el centro de Manhattan. No dice el poeta qué platica con el artista plástico, así que cuando lo pienso, la reunión ocurre sin palabras: el levísimo arqueo de cejas en que se traduce la sorpresa, un breve pero intenso apretón de manos y enseguida descubrir qué es tan poco lo que pueden decirse que un instante antes de que los embargue por completo la incomodidad Cornell toma la bolsa de papel que lleva consigo y le muestra una de sus cajas (montages los llama), con cuidado lo extiende a las manos de Simic, quien la observa sin poder cerrar la boca, pasa la punta de los dedos por la superficie, cuidadoso, hace girar alguno de los objetos que conforman la caja. Antes que el poeta se atreva a abrir uno de los cajones minúsculos incrustados en la pieza, Cornell le da a entender que se la regala. No se tienen que decir más. Acaso otro apretón de manos, uno de esos que siempre están a punto de transformarse en abrazo, y cada uno sigue su camino.
Cornell seguirá con paso lento hacia la Biblioteca Pública de la Calle 42, deteniéndose en el camino a recoger los objetos con que más tarde elaborará otro de los collages bidimensionales por lo que tanto se le admiran, un botón, hilos, un mapa pequeño y ajado, quizá una instantánea resquebrajada que cayó de la cartera de alguien y en la parte posterior tiene escrita con letra apretada una fecha y una dedicatoria amorosa.
Charles Simic se detendrá después de cinco o siete pasos para quedarse en medio de la acera, admirado por el misterio de la caja que le acaba de ser entregada, vencido por la curiosidad abrirá los cajoncitos del montage para descubrir que dentro de cada uno hay algo, un objeto recogido durante las caminatas de Cornell por la ciudad y que en la suma, por la disposición, por el cuidado con que fue colocado para formar parte de algo, adquiere un significado distinto, deja de ser un simple botón o hilo o mapa o foto, se torna alguien a quien le ocurrió algo.
El botón es el gesto brusco con que se despiden dos amigos que no se volverán a ver, el hilo el principio del fin del suéter con que a ella le gustaba verlo, el mapa un trasbordo equivocado del turista distraído, la instantánea un recordatorio insistente de los rasgos del hijo… o quién sabe, cuando lo pienso, no alcanzo a ver qué toma el poeta de cada uno de los cajoncitos, reconozco su asombro observándolo de espaldas, mientras en un segundo plano Cornell se agacha sorprendido; lo demás lo supongo cuando leo a Simic.
Por eso me sorprendió leer en La dicha de comer donde Simic propone: “Uno podría componer una autobiografía con cada una de las comidas memorables de su existencia y acaso resultaría más interesante que las autobiografías habituales. Con toda honestidad, ¿qué preferiría usted leer: la descripción de un primer beso o la de una col rellena hecha a la perfección?”.
No estoy seguro de entender las razones de Simic para apostar al gusto como la vía para transitar hacia el recuerdo y recuperarlo, no después de los textos de Alquimia de tendajón o El sueño del alquimista, sobre todo porque cuando recreo su encuentro con Cornell, tiene como principio que se da a partir de una caminata, eso creo.
Lo creo así, también, porque lo he leído en un poema de Simic:
Conversación nocturna
Todo lo que no entendiste
te convirtió en lo que eres. A veces
en la calle advertías la mirada de extraños
que te estudiaban. ¿Acaso eran iluminados
omniscientes? Sabían lo que no sabes
y te dejaron turbado como un sueño extraño.
Ni siquiera la luz siguió siendo la misma.
¿De dónde venía ese intenso resplandor?
Y ese perfume, como si estuvieran alimentando
seres míticos con atados de heno
sobre tejados flotantes entre las nubes nocturnas.
¡Y no entendiste nada!
Te encantaban las multitudes al final del día
que te traían tantos misterios.
Había siempre alguien a quien tenías que conocer
y por alguna razón no te esperaba.
¿O tal vez sí? Pero no aquí, amigo mío.
Deberías haber cruzado la calle
y seguido a aquella mujer evidentemente loca
con el largo mechón de pelo ensangrentado
que los cielos recogieron como un grito distante.
(*Traducción de Rafael Vargas)
Creo entonces, que si el propósito fuera componer una autobiografía lo haría a partir de las horas andadas y no del tiempo que se ve pasar desde la silla. Sí, es alrededor de la mesa o en el café, en esas conversaciones donde se inventa el mundo, ahí donde se generan las historias, en la cercanía de las manos, en la facilidad con que se cruzan las miradas para asentir o para obtener confirmar. En la mesa, sentados, se acaricia el lomo de las anécdotas para obtener los mejores cuentos.
Como se trata de una autobiografía, ese espacio de cercanía no es el mejor, nada como la caminata para el pensamiento en voz alta, para alcanzar el recuerdo, para aprehender con el rabillo del ojo una imagen borrosa que al ser capturada se transforme en memoria; incluso acompañado, las conversaciones en movimiento las asocio a cierta prisa por contar que impide cualquier adorno, no hay espacio para vestir las palabras, así surge con mayor prontitud la confesión.
Uno podría componer una autobiografía con cada una de las caminatas memorables de su existencia, por supuesto que resultaría más interesante, siempre se está al borde de la confidencia, y a esa revelación se une la posibilidad de hallarse un objeto para atarla al mundo (un botón o hilo o mapa o instantánea) y darle consistencia.
Caminar entonces como acto autobiográfico. Y si no, y si se teme dar testimonio, bueno, andando, siempre queda la posibilidad de cruzar la calle y componer la historia: atreverse a seguir a esa mujer evidentemente loca.
(*)Evening talk
Everything you didn’t understand
Made you what you are. Strangers
Whose eye you caught on the street
Studying you. Perhaps they were the all-seeing
Illuminati? They knew what you didn’t,
And left you troubled like a strange dream.
Not even the light stayed the same.
Where did all that hard glare come from?
And the scent, as if mythical beings
Were being groomed and fed stalks of hay
On these roofs drifting among the evening clouds.
You didn’t understand a thing!
You loved the crowds at the end of the day
That brought you so many mysteries.
There was always someone you were meant to meet.
Who for some reason wasn’t waiting.
Or perhaps they were? But not here, friend.
You should have crossed the street
And followed that obviously demented woman
With the long streak of blood-red hair
Which the sky took up like a distant cry.
IV. Condolencias
La correspondencia es un género anacrónico, una herencia tardía del siglo XVIII, de cuando se confiaba en la verdad de la palabra escrita, señala Ricardo Piglia en Respiración artificial y propone: “Los tiempos han cambiado, las palabras se pierden cada vez con mayor facilidad, uno puede verlas flotar en el agua de la historia, hundirse, volver a aparecer, entreveradas en los camalotes de la corriente. Ya habremos de encontrar el modo de encontrarnos”.
Detengo la escritura y pienso en esa propuesta de Piglia al ver que más que de Charles Simic terminé escribiéndole a Luis, quizá ese sea el modo de encontrarnos, qué más da que Platón argumente que la escritura no ayuda a desarrollar la memoria, la escritura ayuda a recuperarnos, a esas palabras nos debemos.
Al momento de leer el mensaje de Luis sobre el fallecimiento de Charles Simic, antes de responderle pensé con profunda empatía en Rafael Vargas y que no encontraba las palabras para transmitir mis condolencias. No conozco en persona a Rafael Vargas, la historia de cómo tuve el honor y placer de ayudarle con su trabajo merece otro espacio, baste señalar que involucra la foto de José Emilio Pacheco recibiendo el Premio de Poesía Aguascalientes en 1968 y hace un arco hasta la consulta de un periódico de 1966 que como ocho columnas tiene la nota titulada “Inolvidable Velada de los Juegos Florales”, a la que acompaña una foto de José Carlos Becerra recibiendo la Flor Natural de manos de la reina de la Feria Nacional de San Marcos; en medio de ese arco está Charles Simic, el nombre de Rafael Vargas titilaba en mi cabeza mientras manteníamos nuestra primer conversación telefónica, hasta que sin planearlo, le pregunté si era el mismo Rafael Vargas que tradujo Alquimia de tendajón, el primer libro de Simic que leí, cuando me confirmó que era el traductor me sentí honrado del contacto.
En un ensayo, Charles Simic comentó: “Hace poco un ‘crítico’ enlistó lo que él llama el ‘vocabulario’ de la poesía reciente. Menciona que las palabras que se utilizan constantemente son: alas, piedras, silencio, aliento, nieve, sangre, agua, luz, huesos, raíces, joyas, vidrio, ausencia, sueño, oscuridad. La acusación es que las palabras son utilizadas como meros ornamentos. No se le ocurrió al crítico que para una mente con una inclinación imaginativa e incluso filosófica tal vez esas palabras tengan una vida muy intensa”. Esa vida intensa la pueden adquirir las palabras, creo, a través de la emoción con que se escriban o la emoción que provocan, son las que necesitaba para dirigir mis condolencias a Rafael Vargas y compartir mi duelo con Luis.
En una carta incluida en el libro Cómo estar solo, de Jonathan Franzen, el autor de Las correcciones comparte una carta que le escribió Don DeLillo, pienso mucho en el siguiente fragmento: “Escribir es una forma de libertad personal. Nos libera de la identidad colectiva que vemos forjarse nuestro alrededor. Al final, los escritores escribirán no para ser héroes proscritos de alguna subcultura, sino para salvarse a sí mismos, para sobrevivir como individuos”.
Charles Simic, ese signo de admiración y mancha de tinta, escribió la poesía que me permite sobrevivir como individuo leyéndolo salvarse.
Coda. No creo haber encontrado las palabras necesarias para compartir mis condolencias con Luis y Rafael, escribo a tientas, recuperando fragmentos para enfrentar el duelo… Quizá lo que conseguí fue armar un íntimo montage como los que Simic cuenta que elaboraba Joseph Cornell, sí así fue, que sea mi ofrenda para otros lectores como yo.
@aldan
Maniobras de escapismo, una columna para LJA.MXJanuary 9, 2023
Ahora
Ahora es lo único que tenemos, el adverbio que indica el momento mismo en el que se habla o escribe, el presente de la persona que actúa.
No se tome por ya existente lo que está por venir ni lo que es ya pasado, escribió San Agustín en sus Confesiones para establecer que el presente es de lo único que puede disponer el hombre, porque “lo que es cierto, y que clara y patentemente se conoce, es que ni lo pasado es o existe, ni lo futuro tampoco. Ni con propiedad se dice: ‘tres son los tiempos: pasado, presente y futuro’. Y más propiamente acaso se diría: ‘Tres son los tiempos, presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras’. Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y percibo en ella. Lo presente de las cosas pasadas, es la actual memoria o recuerdo de ellas; lo presente de las cosas presentes, es la actual consideración de alguna cosa presente; y lo presente de las cosas futuras, es la actual expectación de ellas”.
Al inicio de cada ciclo se tiende a elaborar una lista de buenos propósitos, de objetivos a alcanzar, muchos de ellos, por no decir todos, se quedan en el camino porque no evaluamos de manera constante nuestros logros, se tira la mirada hacia el futuro, sin escalas que permitan comprobar el grado de avance, dividir y analizar en períodos más breves nos permitiría ajustar la estrategia para conseguir el éxito en el presente y así incidir en el futuro.
Esta evaluación constante no implica vivir en la referencia constante al pasado, significa vivir el ahora como el momento de la acción para incidir en los resultados, la simple contemplación desde el ayer no ayudará a realizar los cambios que deseamos.
Lo anterior aplica, considero, para todos los ámbitos, del individuo al colectivo, de lo personal a lo social y nuestra convivencia política.
En el ámbito político, los partidos políticos están empeñados en ver el 2023 como un año bisagra, donde las elecciones de Coahuila, pero sobre todo la del Estado de México, más que decidir quiénes gobernarán esas entidades, serán una predicción del partido ganador de la sucesión presidencial. Los fieles a la Cuarta Transformación y la Oposición sin imaginación reduce a una mirada constante al retrovisor en cuyo centro está Andrés Manuel López Obrador; los primeros creen que van a ganar, sin importar sus candidatos porque tienen de su lado la victoria del presidente en el 2018, mientras que los opositores apuestan a que en el futuro le ganarán a su contrincante en el pasado.
Pareciera que sólo hay dos opciones, estar con López Obrador o unirse en contra de López Obrador, cuando la acción política lo que requiere es sacar de la discusión pública la influencia que ejerce el presidente desde el púlpito de la mañanera para juzgar los hechos con una perspectiva más realista. El relevo en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la recaptura de Ovidio Guzmán muestran que no todo se trata del presidente, que hay múltiples factores que se obvian por concentrar la atención en una sola figura, no todo es un triunfo o un fracaso de López Obrador, no se trata de ganarle o hacerlo perder, pero estamos distraído con el pasado y el futuro, cuando todo lo que se necesita es concentrarnos en el ahora de todos nosotros.
Coda. Ahora entonces, que es como inicia T.S. Eliot sus Cuatro Cuartetos, aquí en una de las traducciones de José Emilio Pacheco:
El tiempo presente y el tiempo pasado
Acaso estén presentes en el tiempo futuro
Y tal vez al futuro lo contenga el pasado.
Si todo tiempo es un presente eterno
Todo tiempo es irredimible.
Lo que pudo haber sido es una abstracción
Que sigue siendo perpetua posibilidad
Sólo en un mundo de especulaciones.
Lo que pudo haber sido y lo que ha sido
Tienden a un solo fin, presente siempre.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXJanuary 3, 2023
Siempre somos nosotros
No nos puede ir peor que el que se fue, el 2023 va a ser mejor para todos, ya lo verá, señor, coincidieron en asegurar tres comerciantes de mi barrio a los que visité para desearle un feliz y próspero año nuevo. Rosa, Juan, y José no saben mi nombre, para ellos soy un hombre al que reconocen por sus hábitos de compra y que siempre se detiene para hacerles conversación, por educación y curiosidad, sobre todo genuino interés, invariablemente intento escuchar lo que me tienen que decir.
En la tienda de la esquina, Rosa me contaba una larga historia familiar que incluía abandono, violencia, alcoholismo y, finalmente, redención, gracias a la intervención divina; interrumpió en varias ocasiones su relato para atender a otros compradores a los que yo cedía el turno de pagar con el fin de seguir escuchando. Uno de los clientes alcanzó a oír la parte en que la señora hablaba con desprecio de las mujeres de la calle, la muchacha que había comprado una bolsa de frituras la estrujó al oír que Rosa sostenía que esas, ya sabe usted, las que se dedican al talón, son mujeres a las que no les importa destruir hogares con tal de salirse con la suya. La muchacha arrebató del mostrador su cambio y la compra, indignada por cómo una mujer de edad avanzada se refería a las trabajadores sexuales, si se hubiera quedado hasta el final se habría enterado que esa mujer pública a la que Rosa estigmatiza fue la heroína del cuento, a pesar de su oficio, ella sacó al pariente del alcohol y lo cambió por completo, se lo llevó a Monterrey y, años después, cuando regresaron a Aguascalientes, su propia madre no lo reconoció porque traía unos lindos botines boleados, pantalón de vestir, camisa planchada y el pelo corto.
Estoy convencido de que la muchacha de las frituras se contuvo para no gritarle a Rosa y reclamarle por ofender a otra mujer, por negarle sus derechos a las trabajadoras sexuales, era tal su enojo que prefirió irse. También estoy convencido que la dueña de la tiendita no se da cuenta de la forma tan despectiva con que se refiere a la mujer que convirtió en un buen hombre a su pariente y que en la historia que me contó, los méritos son todos para la mujer de la calle y pocos o ninguno a la intervención de la Divina Providencia.
Por lo que creo no comparto el desprecio de Rosa por las trabajadoras sexuales, si tuviera que defender mis opiniones frente a la señora de la tiendita, seguramente la reconvendría de la manera más amable para indicarle que no se puede descalificar así al otro, mucho menos cuando la conclusión de su historia contradice sus prejuicios; sin embargo, me quedo a escuchar, porque el cambio que merecemos, no radica en ganar la discusión sino en atender todas las voces para crear un mundo donde todos podamos convivir.
A primera vista, la historia de redención escuchada, no me sirve de nada, no me es útil, sin embargo, Rosa me la cuenta, es decir, me tiene confianza, a pesar de que soy un señor que tiene el pelo largo y la mayor parte del tiempo me visto de manera informal, mi apariencia no corresponde al modelo de rectitud varonil que tiene la señora de la tiendita, entonces escucharla sí es útil, porque como la escucho, ella tiende un puente y me transformo en el otro, alguien con quien se puede entender.
La crisis de la democracia, asegura Byung-Chul Han en Infocracia, es ante todo una crisis del escuchar, el filósofo asegura que el otro está en trance de desaparecer, “la desaparición del otro significa el fin del discurso. Este hecho priva a la opinión de la racionalidad comunicativa. La expulsión del otro refuerza la compulsión autopropagandística de adoctrinarse con las propias ideas. Este adoctrinamiento produce infoburbujas autistas que dificultan la acción comunicativa. Si la compulsión de la autopropaganda aumenta, los espacios del discurso se ven cada vez más desplazados por cámaras de eco en las que la mayoría de las veces me oigo hablar a mi mí mismo”.
En la vinatería no compré nada, sólo pasé a desearle a Juan un próspero año nuevo, el empleado no se sorprendió, ya en otras ocasiones hemos estado en la misma situación, así que sólo conversamos un rato y ahí encontré que coincidía con la mujer de la tiendita y el hombre de la panadería en que el 2023 no puede ser peor que el año que acabó, confían en la novedad, asumen que la pandemia no se va a repetir y, extrañamente, en que ya falta menos para que se acabe el gobierno de la Cuarta Transformación, menos tiempo para que siga haciendo sus desastres, ya sabe quién, me dijo José.
Escéptico, no creo que baste la novedad para que se terminen nuestros males, tampoco considero que la multiplicación de las oportunidades en los días por venir asegure que nos irá mejor, justo por la crisis del escuchar que señala Byung-Chul Han, por esta compulsión individualista que cancela, rechaza, agrede, ignora y violenta al otro, niega su existencia y se encierra en sí misma, condenando a la dispersión, masa compuesta por millones de egoístas que únicamente se escuchan a sí mismos perorando su verdad.
Por educación, sobre todo por convicción, creo que la única vía para crear el mundo mejor que nos merecemos parte de acciones radicales: escuchar antes que opinar. Próspero 2023, ánimo, salud y democracia.
Coda. Hay quien suele emplear tallos de milenrama o monedas chinas para explorar el I Ching, en mi caso me guía la memoria para la consulta de mi libro oracular, Piedra de Sol, de Octavio Paz:
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida -pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos-
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXOctober 21, 2022
52
1
La memoria del hombre no es una suma; es un desorden de posibilidades indefinidas (La memoria de Shakespeare. Jorge Luis Borges).
2
...y me dejo invadir por los recuerdos, los míos y los de los otros, y me digo que sin ellos y sin las ruinas de esos recuerdos, sin la memoria, sería aún más angustiosa la vida, aunque tal vez sea aún más angustioso darse cuenta de que cuanto más crece nuestra memoria, más crece nuestra muerte. Porque el hombre no es más que una máquina de recordar y de olvidar que camina hacia la muerte. Y no digo esto con tristeza porque también es cierto que la memoria, disfrazándose de vida, convierte la muerte en algo sutil y tenue. (El mal de Montano. Enrique Vila-Matas).
3
Toda mi memoria está en el desierto de tus manos. (Oración del 24 de diciembre. David Huerta).
4
Oh hazme una máscara y un muro que me oculte de tus espías
de esos agudos ojos esmaltados y de las garras ostentosas
de la rebeldía y la violación en los viveros de mi rostro
(Oh hazme una máscara. Dylan Thomas).
5
Morderé una manzana fumaré un cigarrillo
viendo bajar los cuernos de la noche medusa
su vasto caracol forrado en terciopelo.
Y diré: Ya es de noche
y estaremos de acuerdo, oh muebles oh ceniza
con el organillero que remonta en la esquina
los tristes esqueletos de un pez y una amapola.
(Java. Julio Cortázar).
6
No entres dócilmente en esa noche quieta,
Que al final del día debería la vejez arder y delirar;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.
Aunque los sabios al final entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no ensartaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta
(No entres dócilmente en esa noche quieta. Dylan Thomas).
7
Yo aparecí en la sangre de octubre, mis manos estaban fúnebres de silencio (Nueve años después. David Huerta).
8
Pertenezco a una era fugitiva, mundo que se deshace ante mis ojos (Descripción de un naufragio en ultramar. José Emilio Pacheco).
9
Ver al mundo es deletrearlo (Pasado en claro. Octavio Paz).
10
Y así ahora de mi frente zarpa un barco cargado de iniciales (Semillas para un himno. Octavio Paz).
11
Y hundo la mano y cojo el grano incandescente y lo planto en mi ser: ha de crecer un día. (Mutra. Octavio Paz).
12
Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos (El cántaro roto. Octavio Paz).
13
hablo de la ciudad construida por los muertos, habitada por sus tercos fantasmas, regida por su despótica memoria (Hablo de la ciudad. Octavio Paz).
14
Ahora mi sede o mi extremo es la cosa que el otro deberá tomar por los cabellos: ahí soy como luz (Prólogo. David Huerta).
15
Diseminado en ti, el fuego de una duda será después palabra (Arte de la duda. David Huerta).
16
Hablo y en la palabra permaneces. (Responso del peregrino. Alí Chumacero).
17
Óyeme como quien oye llover (Como quien oye llover. Octavio Paz).
18
Ahora sé cuál es mi raquítica inmortalidad y quién viene a dibujarme. (Exhumaciones. Carlos Illescas).
19
Adivinar en los almacenes de las palabras dónde se esconde el rayo, el escondrijo del mundo en la bolsa del día (Incurable. David Huerta).
20
El Sí Mismo hurga en la escritura, en la escena, el texto de sus enrancias: quiere fundar una ciudad. (Incurable. David Huerta).
21
este poderlo hoy todo pero nada mañana (Remordimiento. Rodolfo Usigli).
22
Estas manos en que se borran poco a poco las huellas (¿Cuándo vendrán las noches claras…? Rodolfo Usigli).
23
oigo las voces que yo pienso,
las voces que me piensan al pensarlas.
Soy la sombra que arrojan mis palabras
(Pasado en claro. Octavio Paz).
24
Un cuerpo –isla rodeada de daños (No todos los días se cumplen años. Rodolfo Usigli).
25
Estar simplemente como delgada carne ya sin piel (Declaración de odio. Efraín Huerta).
26
Volverá toda noche de insomnio: minuciosa. (La noche cíclica. Jorge Luis Borges).
27
Sólo una cosa no hay. Es el olvido (Everness. Jorge Luis Borges).
28
Recuerdo que el amor era una blanda furia
no expresable en palabras.
y mismamente recuerdo
que el amor era un fiera lentísima:
mordía con sus colmillos de azúcar
y endulzaba el muñón al desprender el brazo.
Eso sí lo recuerdo.
Rey de las fieras,
jauría de flores carnívoras, ramo de tigres
era el amor, según recuerdo.
(Recuerdo que el amor era una blanda furia. Eduardo Lizalde).
29
Estoy muriendo solo de veloces venenos
mezclados con un llanto perfecto de agonía.
Estoy con las heridas claras del abandono
y el repetido canto burlón de la ceniza.
Estoy bañado en tristes, crueles desesperanzas,
cual brillo desmayado de virtud en derrota.
(Cuarto canto de abandono. Efraín Huerta).
30
Cósmica soledad del lanzador al centro del diamante. (Charlie Brown en la loma. Eduardo Lizalde).
31
el arte de olvidar comienza recordando (Los fantasmas. Jorge Fernández Granados).
32
Quizá no hay más amor del que cabe una noche entre las manos (Alondras que mueren deslumbradas. Jorge Fernández Granados).
33
Mi corazón leal, se amerita en la sombra. (Mi corazón se amerita… Ramón López Velarde).
34
No soy más que una nave de parroquia en penuria, (Hoy como nunca… Ramón López Velarde).
35
…Y una íntima tristeza reaccionaria. (El retorno maléfico. Ramón López Velarde).
36
Corazón que en fatigas de vivir vas a nado (Mi villa. Ramón López Velarde).
37
Hay que volver a inventar el amor, ya se sabe (Arthur Rimbaud).
38
...envaina la espada y vamos a la cama para que, unidos, por el lecho y el amor, crezca entre nosotros la confianza (Odiseo. Homero).
39
Todo lo que no entendiste
Te convirtió en lo que eres (Conversación nocturna. Charles Simic).
40
Si recuerdo quien fui, otro me veo,
en el pasado, presente del recuerdo.
Quien fui es alguien que amo
aunque solamente en sueños.
(Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa).
41
Soy un hombre de escritura. El texto es mi silencio y mi grito. Mi pensamiento avanza soportado por el vocablo, movido por el ritmo de lo escrito. Ahí donde pierde el aliento, me derrumbo. (En su blanco principio. Edmond Jabès).
42
Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.
(Hermandad. Octavio Paz).
43
Tratando de aprender a usar las palabras.
Y cada intento es un nuevo principio
Y un tipo diferente de fracaso,
Porque uno sólo aprende a dominar las palabras
Para decir lo que ya no tiene que decir
O en una forma en que no quiere ya decirlo
(Cuatro cuartetos. T.S. Eliot).
44
Comenzaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no va a extenuarse nunca. El despertar es el bosque donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado (De algún tiempo a esta parte. José Emilio Pacheco).
45
¡Oh inteligencia, soledad en llamas
que todo lo concibe sin crearlo! (Muerte sin fin. José Gorostiza).
46
Tal vez amar es aprender
a caminar por este mundo.
Aprender a quedarnos quietos
como el tilo y la encina de la fábula.
Aprender a mirar.
Tu mirada es sembradora.
Plantó un árbol.
Yo hablo
porque tú meces los follajes.
(Carta de creencia. Octavio Paz).
47
Morir, dormir... nada más eso; y con un sueño decir que terminamos las congojas,los mil tormentos que la carne hereda: es un término muy apetecible. ¡Morir, dormir!... Dormir, ¡soñar acaso! ¡Ah!, la rémora es ésa, porque fuerza es detenerse al pensar en qué sueños podrán sobrevenirnos en el dormir profundo de la muerte cuando desechemos esta envoltura mortal... (Hamlet. Shakespeare).
48
Habrá tiempo, habrá tiempo
de preparar un rostro para afrontar los rostros que uno afronta.
Tiempo de asesinar y de crear,
y tiempo para todos los días y tareas de las manos
que levantan y dejan caer sobre su plato una pregunta.
Un tiempo para ti y un tiempo para mí
y tiempo para cien indecisiones,
visiones, revisiones,
antes del pan tostado y de tomar el té.
(La canción de amor de J. Alfred Prufrock. T.S. Eliot).
49
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
(Tabaquería. Fernando Pessoa).
50
Lo intentaste. Fracasaste. No importa. Intenta de nuevo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor. (Rumbo a peor. Samuel Beckett).
51
Desafiamos los presagios. Hay una providencia especial en la caída de un gorrión. Si ha de ser ahora, no será luego; si no ha de ser luego, será ahora; si no es ahora, sin embargo ha de llegar. Lo que importa es estar preparado. (Hamlet. Shakespeare).
52
Solo existe la lucha por recobrar lo perdido
Y encontrado y perdido una vez y otra vez
Y ahora en condiciones impropicias.
O quizá no hay ganancia ni pérdida:
Para nosotros solo existe el intento.
Lo demás no es asunto nuestro.
(Cuatro cuartetos. T.S. Eliot).
Coda. De todas las piedras que uno va recogiendo en el camino, me quedo con una sola de ellas, la froto entre mis manos todo el tiempo como si al pulirla el guijarro pudiera contagiarme de su brillo: “Merece lo que sueñas”.
@aldan


