Rafael Uzcátegui's Blog, page 39

September 19, 2016

Acostándose con hambre

Rafael Uzcátegui


A falta de estadísticas oficiales, diferentes sectores de la sociedad han levantado sus propias cifras para poder hacer un diagnóstico de la situación en materia de derechos humanos. No hay contraloría social o democracia participativa y protagónica posible si no se cuenta con la mejor información posible sobre las políticas públicas y sus resultados y efectos sobre el nivel de vida de la población.


Por eso ante la ausencia de datos por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) o los ministerios de alimentación o tierras sobre la realidad del acceso a los alimentos, uno agradece que se haya puesto a disposición pública un estudio con algunos números sobre el tema. La firma More Consulting realizó, entre los pasados 8 al 12 de agosto, una encuesta a 767 personas de todo el país, que han arrojado algunas conclusiones inquietantes.


La autodefinición de las personas consultadas sugiere un progresivo divorcio de la clase política del país. Si bien los opositores representaron el 31.4% y los oficialistas el 26.3% de la muestra, quienes se identifican con la etiqueta “no alineados” sumaron 42.2% del total. Por otro lado, sobre la filiación con los dos principales bandos en pugna, quienes optan por otra respuesta, en este caso “todos los políticos son iguales”, fueron mayoría con 43.4%. Además, a la pregunta “¿En su opinión, cual es la institución o bloque político que está haciendo un mayor esfuerzo por mejorar la emergencia nacional humanitaria? el ítem que obtuvo más selecciones fue “Ninguna” (34%), 14 puntos por encima de la siguiente: “La bancada de la oposición en la Asamblea Nacional”.


A pesar de la campaña de desinformación estatal una amplia mayoría, el 91.8% está de acuerdo en que el país atraviesa una emergencia nacional de tipo humanitario por desabastecimiento de alimentos y medicinas.



Un 85.3% ha respondido sí a la cuestión de si han sentido temor a quedarse sin comida en casa, lo cual reitera la incertidumbre en la cual viven las familias venezolanas en la actualidad. Sobre la calidad de la alimentación, el 27.8% de la muestra afirmó comer 3 veces al día una dieta optima (Proteínas de primer nivel, carbohidratos, vegetales y frutas). El grueso se ubicó en quienes ingieren 3 veces al día una dieta media y grave o porque comen dos veces al día de manera óptima o media. Por este tipo de dieta se entiende la alimentación compuesta por proteínas de segundo nivel (Vísceras, patas de pollo, sardinas, embutidos o huevos); Carbohidratos compuestos por yuca, ocumo y plátano, así como vegetales o frutas. Por último el 23.5% de la población estaría consumiendo alimentos dos veces al día una dieta grave (Sin proteínas; yuca, ocumo o plátano y vegetales y frutas) apenas 1 vez al día alguna de las tres dietas. El estudio desagregó datos para cada uno de estos tres grupos. El sector más vulnerable, 23.5% de la muestra, gana menos de 51 mil bolívares mensuales, votó mayoritariamente por Hugo Chávez (66.9%) en el 2012 pero hoy se define como no alineado (56.3%), seguido por opositor (30.7%). Esta pérdida de popularidad debería motivar reflexiones y rectificaciones a las autoridades.


Sobre las principales formas utilizadas para conseguir los alimentos el 51.5% respondió que a través de las redes de supermercados del sector privado, seguido por vendedores informales en 18.9%. Las redes de supermercados del sector público se ubicaron en tercer lugar, con 16%.


A la pregunta “¿Ha tenido que acostarse con hambre porque no hay suficiente comida en su hogar?” el 46.5% respondió de manera afirmativa. El 32.9% reconoció que ha dejado de acudir al trabajo por la misma razón, mientras que el 50.6% indicó que había dejado de asistir a su empleo para dedicarse a la búsqueda de alimentos.


A pesar de la campaña de desinformación estatal una amplia mayoría, el 91.8% está de acuerdo en que el país atraviesa una emergencia nacional de tipo humanitario por desabastecimiento de alimentos y medicinas. La opinión popular apunta, en un 46.8%, que el alto gobierno es el mayor obstáculo para mejorar la crisis del país.


Al enfocarse sobre la situación escolar, los entrevistados sumaron en 36.5% los que sus hijos, en edad escolar, comían 2 veces al día, mientras que un preocupante 10.2%, es decir 76 respuestas, expresaron que su hijo ingería alimentos una vez al día. En otra pregunta, “¿Su hijo o representado tuvo que dejar de ir algún día a la escuela porque no había suficiente comida en su hogar?”, quienes respondieron afirmativamente fueron el 38.1% del total. Además, el 57.8% expresó que había dejado de comer para darle esos alimentos a sus hijos o representados.


Si usted piensa que 767 personas no son suficientes para hacer una proyección de la situación del país, la alternativa es que el Estado, quien sí tiene la capacidad de hacer mediciones masivas, estudie la situación y ofrezca la fotografía de la realidad en materia de acceso a los alimentos. Es tiempo de tomar decisiones al respecto, pues muchos daños en materia de subnutrición y desnutrición, pueden ser irreversibles. (Publicado en Correo del Caroní)


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Published on September 19, 2016 18:50

September 12, 2016

ONG y Referendo Revocatorio

Rafael Uzcátegui


El mecanismo revocatorio incluido en la Constitución mediante referéndum, como único dispositivo de democracia directa, fue una de las novedades de la Carta Magna de 1999. Por ello su activación ha significado un aprendizaje democrático para el país. Su lógica es permitir que la ciudadanía pueda evaluar el desempeño de los cargos electos por votación popular, al cumplirse la mitad de su mandato. Si el mismo ha sido eficiente y ha cumplido las expectativas de los electores, el funcionario sería reiterado en sus funciones. En caso contrario, los electores deciden apartarlo de sus funciones para que sea sustituido por otro que pueda conseguir mejores resultados en la gestión pública. En vez de obtener un cheque en blanco por el período para el cual han sido electos, presidentes, alcaldes y gobernadores tendrían la presión de mostrar resultados positivos en el ejercicio de sus labores para poder salir airosos de la posibilidad del escrutinio de la contraloría social y ciudadana. Por ello la inclusión del mecanismo revocatorio constituyó un paso más allá de la tradicional democracia delegativa y representativa venezolana que ha sido hegemónica hasta el día de hoy.


Si un funcionario o funcionaria, seguro de sí, promueve la evaluación a su gestión a la mitad del período, y sale aprobado por la consulta popular, se relegitima. Recordar que el propio Hugo Chávez, en el año 2004, calificó la activación del mecanismo por un grupo de electores como un “Referendo Confirmatorio”. Los resultados le dieron la razón, de una manera tal que sus opositores no intentaron promover un nuevo revocatorio durante su período presidencial comprendido entre los años 2007 al 2013.


Las ONGs no somos neutrales ni pasivos ante la vulneración de derechos. Por ello nuestra participación institucional en el actual escenario revocatorio es acompañar a la ciudadanía en el ejercicio de este derecho, exigiendo a las autoridades condiciones democráticas y aceptables para su efectiva realización



Siendo la experiencia revocatoria un aprendizaje para el conjunto de la sociedad venezolana, ¿Cómo debería ser abordado por las organizaciones de derechos humanos? Ese fue el tema de un debate público al cual Provea y otras ONGs convocaron el pasado 30 de agosto.


Los integrantes de las organizaciones de derechos humanos ejercen sus derechos políticos, por lo que tienen su propia opinión y afinidad político-partidista o ideológica, siendo escogida esta libremente. Sin embargo, un emprendimiento de esta naturaleza debe ser independiente y autónomo de las organizaciones partidarias y doctrinarias, pues su fidelidad es a los principios presentes en la Declaración Internacional de Derechos Humanos, por lo que debe proteger y resguardar los derechos de todas y cada una de las personas, sin distinción ni discriminación por ninguna razón.


La frontera entre la opinión institucional y personal es porosa, y como seres humanos hay quienes han errado al jerarquizar su identidad ideológica sobre la de ser un defensor de derechos humanos. Por esta razón cualquiera que sea la opinión de los activistas sobre el desempeño del funcionario, si debería ser revocado o no, una organización como Provea debe abstenerse de tomar posición sobre la opinión de los electores que debería imponerse.


Siendo esto así, ¿cómo debería abordar una ONG un escenario revocatorio como el que está planteado en Venezuela? La respuesta es: Defendiendo el derecho que tienen los ciudadanos a solicitar su implementación y participar en el mismo, sin obstáculos inaceptables y en condiciones que sea respetada la decisión de la soberanía popular. En resumen, defendiendo el derecho a la participación de los venezolanos, que incluye que puedan solicitar referendos revocatorios contra funcionarios cuya gestión deseen evaluar.


Este enfoque es más que pertinente ante la actual ofensiva autoritaria del gobierno de Nicolás Maduro, cuando ha sido casi desaparecidas las posibilidades que los ciudadanos sean consultados sobre decisiones que afecten a sus vidas. Por ejemplo el diálogo tripartito para estimar los aumentos del salario mínimo, que antiguamente incorporaban la opinión de los gremios patronales y sindicales, y que hoy es decidido unilateralmente por los personeros estatales. Un segundo ejemplo, la promoción de un proyecto como el Arco Minero del Orinoco, en donde se entregaría en concesión el 12% del territorio venezolano, sin realizar los requisitos constitucionales de consultar previamente, de manera libre e informada, a las comunidades indígenas que serían afectadas. Por ello los obstáculos a la posibilidad que sea activado un referendo revocatorio para evaluar la gestión presidencial deben inscribirse en las negativas e interferencias a que la democracia venezolana sea en realidad participativa y protagónica.


Las ONGs no somos neutrales ni pasivos ante la vulneración de derechos. Por ello nuestra participación institucional en el actual escenario revocatorio es acompañar a la ciudadanía en el ejercicio de este derecho, exigiendo a las autoridades condiciones democráticas y aceptables para su efectiva realización. Cada uno de los miembros de estas asociaciones decidirá si, a título personal, participan o no en el proceso como un ciudadano más. Sin embargo, como organización debemos defender los derechos de quienes desean promover un referendo revocatorio, de quienes no lo desean e, incluso, los derechos del propio funcionario cuyo desempeño sería examinado, vigilando que el desarrollo del mecanismo se realice en condiciones institucionales equitativas e imparciales. (Correo del Caroní)


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Published on September 12, 2016 18:31

Lo único constante es el cambio

Rafael Uzcátegui


Si usted sintoniza con la opinión que la movilización del pasado 01 de septiembre fue “otra más del montón”, permítame refutarlo: Olvídese de lo que pasó entre 1999 y 2015, la concentración de ese día fue el primer acto de masas, para utilizar un término ñangara, realizado por una oposición al bolivarianismo como mayoría electoral. El adjetivo no es gratuito. Piense lo que quiera sobre lo que pasó en esos años, pero el dato cuantitativo irrefutable es que el 6 de diciembre último los candidatos del “Socialismo del Siglo XXI” sacaron, y bastante menos, sufragios que sus antagonistas. El precedente de ese día fue, como diría el Supremo, un misil al corazón del mito bolivariano: Ser la representación de la mayoría del pueblo venezolano y, dos, por ello ser invencible en elecciones. Adiós luz que te apagastes.


Lo anterior tanto es así que los voceros del oficialismo quedaron roncos en repetir que aquellos resultados eran “circunstanciales”. Sin embargo, la comparación entre las dos concentraciones de ese día reitera que la condición de minoría del Madurismo, el chavismo burocrático realmente existente, es la nueva realidad socio-política del país, una tendencia cuya brecha se agranda a medida que pasan los días.


Siendo la oposición mayoría electoral desde el pasado 6-D y recompuesta su capacidad de convocatoria, no tiene ningún sentido que repita las estrategias de cuando era minoría. En castellano: Se acabó la conspiradera, los guiños a “militares descontentos” y la ruta insurreccional. Lo que reiteró el carácter cívico de la jornada es que el camino constitucional y electoral es claro y sin atajos. Como el gobierno demuestra en los actuales momentos, es el bloque minoritario, al no contar con los sufragios suficientes que den legitimidad democrática a su propuesta, las que apuestan a la confrontación y la violencia. Si usted pensaba que las cosas permanecieron igual el 01-S es que no ha percibido que todo está cambiando en este preciso instante. ¿Recuerda los días cuando el chavismo repetía el “vamos a contarnos” como un mantra? ¿Cuál cree usted que es la razón por la cual el CNE no ha dicho “ñé” sobre las elecciones a gobernadores que deberían hacerse, llueva, truene o relampaguee, el próximo diciembre? ¿O cuál era el empeño en que los próceres locales, y sus satélites internacionales, difundieran fotografías de movilizaciones rojas de sus años mozos intentando hacerlas pasar como de 2016?


Haber acumulado el suficiente caudal electoral como para que quienes apoyan el Revocatorio sean más que los que se le oponen fue un primer paso. El segundo es construir el relato de los deseos de la –nueva- multitud. En nuestra opinión la brega por el RR debe ser una lucha por la Democracia, en mayúsculas. También por el derecho de los ciudadanos a participar y evaluar la gestión de los funcionarios electos por el voto, cuando cumplen la mitad del período, siendo el mecanismo de democracia directa con la posibilidad de revocar la ineptitud y el autoritarismo. @fanzinero (Publicado en Tal Cual)


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Published on September 12, 2016 18:08

September 8, 2016

Domingo tenía razón

DAR 005


Rafael Uzcátegui


A estas alturas no sorprende, pero uno esperaría que fueran más inteligentes. O, por lo menos, no tan evidentes. Recientemente, al ser entrevistado en un programa de radio de sintonía popular, teniendo como tema los despidos por razones políticas, el locutor da paso a las llamadas del respetable. Entre los comentarios resaltaron dos, de personas de diferentes sitios de la ciudad, que se identificaron como viejos militantes de izquierda, del Movimiento al Socialismo y del Partido Comunista. Ambos, con o sin coordinación, coincidieron en el argumento. ¿Cuál era el problema si en la Cuarta República hacían lo mismo? Uno, incluso describió como para cualquier persona que se identificara como “de izquierda” era despedido de su trabajo en aquellos días, que no dudó en calificar de aciagos (El adjetivo es mío, pues el verdadero no es una descripción sino un desierto).


La lógica no deja de ser curiosa, pero escuchándola en los últimos días como último reducto “intelectual” del madurismo, el chavismo burocratizado realmente existente, es reveladora de la epifanía en la que se ha convertido el bolivarianismo. No sólo porque despache sin jadeo las mejores conquistas del sindicalismo revolucionario, del que ellos se dicen herederos y dueños de la franquicia, sino porque era, supuestamente contra esas actitudes que los próceres del árbol de las tres raíces se levantaron en el lejano 1992. Siendo así, de sus propias palabras uno podría responderles que de revolucionarios nada, sino como decía el viejo Domingo Alberto “adecos extravagantes”.


En otro tema, el de la minería, he escuchado a la intelectualidad madurista sostener que el Arco Minero del Orinoco podía ser malo, tanto para la naturaleza como para los pueblos indígenas que habitan en esos territorios, y que quizás sí, el gobierno lo está impulsando de manera improvisada. Y cuando uno cree que una neurona estaba haciendo conexión con las otras, sueltan la perla: “Pero, si estuviera la “derecha” sería mucho peor, el apocalipsis”. No importa que Venezuela sea una mala locación de Walking Dead, para los amigos lo importante es que los zombies exhiban el brazalete tricolor.


El reverso de la moneda es que, como me comentó un socialista chileno alguna vez, al no haber realizado ningún aporte, mínimamente sustantivo, a la teoría política contemporánea, el bolivarianismo está condenado al olvido. El único que será recordado, más como un personaje folklórico que como un estadista, será el Zurdo de Sabaneta.


En “Uno y el Universo” Ernesto Sábato sostiene “No se puede luchar durante años con un enemigo poderoso sin terminar por parecerse a él (…) A ciertos antinazis no les basta con que los jefes alemanes sean fusilados y ahorcados, añoran formas más crueles y muertes más lentas; no propician la seguridad sino la venganza y el odio; animados de un fervoroso sadismo dan rienda suelta a las pasiones que justamente detestamos en el fascismo”. Extravagantes. Domingo Alberto tenía razón. @fanzinero (Publicado en Tal Cual)


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Published on September 08, 2016 19:53

September 5, 2016

Gamelote “ecosocialista”

Rafael Uzcátegui


La contraparte a lo que el pre-bolivarianismo cuestionó en los 90´s como “meritocracia” ha sido el voluntarismo ideológico, que en nuestros predios ha tenido consecuencias que todos y todas estamos sufriendo en los actuales momentos. Personas que sólo por su adherencia al partido de gobierno, y no por su experiencia en el tema, tomaron decisiones en cargos de importancia cuyas consecuencias afectaron a muchas personas. El menosprecio al conocimiento terminó afectando principalmente al proyecto que apoyaban, que en buena parte fue sostenido no por un cambio real de paradigmas sino por la abundancia de recursos económicos proveniente de la llamada “década de los commodities”.


Lo anterior viene a cuento por la defensa, no sorprendente a estas alturas, que varios próceres del bolivarianismo vienen realizando del proyecto Arco Minero del Orinoco. Entre el abanico se encuentra Jorge Arreaza, donde las notas de prensa lo muestran de gira por el estado Bolívar, transformando comunidades indígenas en pueblos mineros, todo en nombre de un curioso “ecosocialismo”. Ni Arreaza, ni el resto del coro, tienen idea de cuáles serán las consecuencias concretas del proyecto por la sencilla razón que no se ha hecho el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), una de las condiciones que pone la Constitución para la promoción de iniciativas de tal envergadura. Todas las ofertas sobre minería ecológica y bombardeos humanitarios, a falta de la información técnica y los estudios de campo, son simplemente gamelote.


Un proyecto minero que intervendrá el 12% del territorio venezolano tendrá secuelas previsibles de diverso tipo. Al desarrollarse en las riberas del Orinoco, la primera cuestión a determinar sería el impacto en los recursos hídricos y en la erosión de suelos. El abanico de impactos suma y sigue: La calidad del aire,  vida silvestre y biodiversidad. No podemos olvidar las consecuencias sociales, la posible erosión en la forma de vida de las comunidades originarias, el desplazamiento y migración de personas, la perdida de acceso al agua potable y medios de subsistencia, secuelas sobre la salud pública y lugares sagrados, bienes históricos y sitios de interés cultural. Por último el aporte estimado al cambio climático del emprendimiento.


Un último detalle sobre el EIA. Un combustible que ha encendido la conflictividad regional en las multitudes opuestas al extractivismo ha sido que el diagnóstico haya sido realizado por instituciones que no generan confianza a la sociedad: Las empresas mineras o el propio gobierno, ambos interesados en que el negocio marche como miel sobre hojuelas. En el caso venezolano el EIA debería realizarse por un tercero respetado por el conjunto: Las universidades, por ejemplo.


No sabemos si la majadería podría ser considerada alguna vez un derecho. Lo que por ahora es cierto es que la ignorancia de unos puede poner en riesgo el derecho de todos a tener una Venezuela en el futuro que no se parezca a una gran cantera a cielo abierto. @fanzinero (Publicado en Tal Cual)


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Published on September 05, 2016 15:20

September 3, 2016

Viva Belgrado: Ulises

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Published on September 03, 2016 15:47

September 1, 2016

Reflexiones 1-S

Escribo estas líneas a las 6 de la tarde del 01 de septiembre, y como deseabamos muchos, la jornada de movilizaciones del gobierno y la oposición transcurrió sin saldos trágicos que lamentar. Según mi estimación personal, conversada con amigos, los opositores concentraron alrededor de 400 mil personas en tres importantes calles de Caracas, mientras que los oficialistas aglutinaron unos 50 mil en la Avenida Bolívar. Repito, es mi opinión personal a esta hora. Estaré atento a quienes puedan demostrar otros números.


La jornada había despertado todo tipo de expectativas, entre los críticos al gobierno, y fantasmas entre sus adeptos, amplificados por el sistema nacional de medios. Ante los resultados, considero que nos encontramos en el siguiente momento:


1) La mayoría no oficialista no es circunstancial sino la nueva realidad del escenario político venezolano. Como demuestran los datos electorales, que son números concretos, la oposición comenzó a ser mayoría desde el 6 de diciembre pasado. La lectura bolivariana de los resultados fue que la brecha de casi dos millones de votos era “circunstancial” y producto de la llamada “guerra económica”. La movilización de hoy ratifica que se está en un proceso de construcción de nuevas mayorías, y que la hegemonía bolivariana esta progresivamente cediendo terreno. Ser mayoría nos lleva a la opción dos.


2) La oposición ratifica su ruta electoral y constitucional para quitar del poder al bolivarianismo. Nos gusten o no las elecciones (escribe alguien que hasta ahora no ha votado), son tanto una realidad como el mecanismo de legitimación del sistema democrático.  Si se es mayoría, sólo hay que esperar que la misma se ratifique en los actos comiciales, tal y como el chavismo lo hizo entre 1998 y el 2013. Por ello, los partidos opositores han abandonado las estrategias insurreccionales y extra-constitucionales, que los caracterizaron en años anteriores -cuando eran minoría-. Hoy, es el gobierno quien apela a los caminos confrontacionales, de estímulo de la violencia, alejados de la Carta Magna.


3) El día demostró  las capacidades de convocatoria de cada bando. El gobierno impidió la entrada de reporteros y negó la posibilidad de tener tomas aéreas mediante drones porque sabía que no tendría tanta convocatoria como la oposición. Sus asesores saben que los conflictos en la actual era de la información estan basados, en buena parte, en la creación y difusión de imágenes que construyan sentidos en la opinión pública. Todos sus esfuerzos intentaron disminuir, mas no prohibir cosa que es importante, la cantidad de manifestantes en contra. Luego, algunos de sus altos voceros (Cabello, Ameliach) y sus satélites internacionales (Petro, Monedero) circularon antiguas imágenes de concentraciones chavistas como si fueran de hoy, para intentar disminuir el impacto de las fotos “escuálidas”. Si bien el poder sigue estando repartido en instituciones reales, con capacidad de coerción, la clave de hoy era quien visibilizaba con mas exito su propio relato. Y esto es importante para un movimiento como el bolivariano, que lejos de toda su pirotecnia épica, tenía como eje de su modelo de dominación representar a la mayoría del pueblo venezolano y ser invencible en elecciones.


4) La jornada reiteró las limitaciones de la hegemonía comunicacional estatal bolivariana. Todo el ambiente de terror psicológico del Sistema Nacional de Medios, que efectivamente tuvo una capacidad no desdeñable dentro de sus audiencias, no impidió que una parte significativa de la población resignificara sus mensajes y los contrastara con su vivencia cotidiana.  Esto nos lleva, además al siguiente punto:


5) Asistimos a los últimos cartuchos del discurso cohesinador del “Golpismo”

Si bien con menos eficacia que en los años anteriores, montado sobre la base que los actores opositores nunca han reconocido abiertamente el error del “Carmonazo”, toda la estrategia comunicacional oficial se basó en que el 01 de septiembre se repetiría el guión del 11 de abril. Y esta ofensiva generó suficiente zozobra entre oficialistas y opositores como para enrarecer el ambiente de la jornada, motivando toda suerte de precauciones tomadas por la dirigencia opositora. Los hechos demostraron la falsedad de la matriz de opinión madurista, por lo que consideramos que ha sido la última vez que tendrá algún tipo de efecto.


Maduro no se fué, el CNE no anunció fecha ¿Nada se logró? Todo está cambiando ahora mismo. Un paso lleva a otro paso. La opción revocatoria es apoyada por un público mayor que la que se le opone, y además, está en constante crecimiento. Reiterarlo con hechos es generar mejores condiciones para presionar por condiciones justas y oportunas para su realización. Si la concentración de hoy no hubiera sido masiva, el gobierno tendría mas posibilidades de remitirlo todo a un terreno mas favorable, incluyendo la recolección del 20%. La rebelión y la necesidad de cambio son mas viralizables que la servidumbre, construir un relato compartido, una comunidad de deseos y horizontes comunes juega ahora del lado de los opositores, cuando durante mucho tiempo estuvo en la cancha del bolivarianismo.


No hay nada más cobarde que el dinero. Ante la posibilidad de reducirse a la mínima expresión, los intereses y negocios de la jerarquía oficial motivaran a un sector del bolivarianismo a la negociación y el diálogo, con miras a ser el chavismo vivo  -y coleando- en la transición. Los restos, grandes o pequeños, del electorado chavista son un terreno de representatividad en disputa. Por eso si bien el chavismo “crítico” cuestionará públicamente a la MUD y el Referendo Revocatorio, en su fuero interno les interesaba que hoy el gobierno quedara en evidencia en su minusvalía, pues eso les da mejores condiciones para mostrarse como los herederos “auténticos” frente al PSUV y tener un puesto en la disputa de la hegemonía interna del universo bolivariano.


PD: La degradación de los actuales gestores del poder se resume en el “Coño de madre” lanzado por el presidente a los líderes antagónicos


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Published on September 01, 2016 15:29

August 29, 2016

Inmolación

Rafael Uzcátegui


Desde su inauguración he sido un usuario diario del Bus Caracas. En un comienzo, el servicio era bueno: Las estaciones y unidades limpias y en buen estado –eran nuevas- y la frecuencia constante y eficiente. 4 años después la situación ha cambiado. La demanda es mayor y el sistema, en cualquier hora del día, está congestionado. Los buses tardan mayor tiempo, pues hay menos unidades en funcionamiento, con la ausencia de la limpieza de antes y algunas con puertas que no abren, sin las pantallas de televisión o sin aire acondicionado. En las paradas abundan los amigos de lo ajeno. El progresivo deterioro ha contagiado a los usuarios, que ingresan por cualquier parte, o los autos particulares y motociclistas, que ya no respetan el canal exclusivo de circulación El Bus Caracas no es lo que fue en sus primeros tiempos. Sin embargo, si usted pregunta los responsables de la mengua serán siempre otros, la guerra económica, la derecha o el imperialismo. Ante las protestas de los usuarios, la gerencia de Bus Caracas insiste en mantenerse en la misma dirección. El problema no es que el precio del transporte sea subsidiado, pudiera ser gratuito, sino que su gerencia no hace nada por detener la degradación del servicio. El Bus Caracas, sin embargo, es una metáfora de la Venezuela actual, una oda a la definición de locura de Albert Einstein: hacer la misma cosa, una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes.


El madurismo, el chavismo burocratizado realmente existente, no es que sea menos capaz o más bruto que el resto de los venezolanos. Han decidido, conscientemente, sustituir la complejidad por una explicación esquemática y reducida de la realidad. Por ello han desechado la racionalidad política, buscar alianzas y acuerdos para revertir los problemas cuya no solución le están restando popularidad, por la inmolación. Nuestra hipótesis es que esta inmolación posee una doble dimensión: Religiosa y estratégica. En la primera, el convencimiento de ser herederos de algo llamado “revolución bolivariana”, la cual no funciona por la incredulidad y ataques de los herejes, por lo que los percances son entendidos como una prueba de fe, y como tal el sacrificio es recompensado por la vida eterna (de la “revolución”). Lo segundo. El chavismo hegemónico sabe que tiene sus días contados, pero espera que ante el advenimiento del demonio, “la derecha”, la gente se arrepienta y clame por su vuelta al redil. Como las arcas estatales han sido saqueadas y los recursos energéticos hipotecados por varias generaciones, lo que venga después apele a la receta clásica del ajuste estructural en tiempos de vacas flacas. Y de nuevo, el chavismo retorne para salvarnos de nosotros mismos.


Con un político usted puede negociar en base a la lógica costos-beneficios. Con un sectario, o con soldado, no hay diálogo posible. Cuando alguien expresa que está “del lado correcto de la historia” está desintegrando la posibilidad del consenso democrático. Ojalá que los fanáticos, alucinados y autosuficientes estuvieran en un solo lado. @fanzinero (Publicado en Tal Cual)


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Published on August 29, 2016 18:05

August 23, 2016

Pulso Latinoamericano | César Montúfar: Ecuador está a 4 años de caer al nivel de Venezuela

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La Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador ha sido noticia en las últimas semanas, debido a las pretensiones del gobierno del presidente Rafael Correa de asfixiar su autonomía e imponer un rector diferente al electo por los mecanismos institucionales. ¿La razón? La libertad académica de la casa de estudios, que la ha convertido en epicentro del debate intelectual, de altura y con crítica, sobre el proceso político promovido por la llamada “Revolución Ciudadana”.


En su sede, en Quito, conversamos con César Montúfar, director y profesor del Área de Estudios Sociales y Globales, sobre las similitudes entre Ecuador y Venezuela. Con una vasta obra publicada, sigue el pulso de la realidad del país cada semana a través de su columna en el diario El Comercio. En el año 2012 recibió una condecoración por parte de la Cámara de Comercio de la capital ecuatoriana por su defensa de los valores de democracia, justicia y libertad.


– Los gobiernos venezolano y ecuatoriano son permanentemente comparados como parte de una misma tendencia. ¿Cuáles son sus problemas comunes actuales?


– En el caso del Ecuador, el correísmo creó un nuevo régimen político distinto al anterior. Creo que en Venezuela también. En el Ecuador existe un deterioro grave de los derechos humanos, pero no sé si al nivel de Venezuela. Quizás en algunos derechos como el de libertad de expresión, por la aprobación de la Ley de Telecomunicación, en Ecuador los medios estén mucho más controlados, pues existen muchos mecanismos para que el gobierno, a través de sanciones administrativas, haya generado una verdadera situación de censura previa. Este, quizás, sea un derecho que en Ecuador se haya deteriorado más que en Venezuela. Igualmente el derecho a la asociación mediante el decreto 16, garantía que se deteriorado más fuertemente. Sin embargo otros, en comparación con Venezuela, han sido menos golpeados.


Hay que decir que la crisis no es sólo venezolana o ecuatoriana. Las de Brasil y Argentina marcan regionalmente la vigencia o viabilidad de los proyectos de integración que se generaron alrededor de Unasur. Estamos al final de un ciclo, asociado con este boom de los commodities, de los precios del petróleo y de los productos primarios, lo cual -dada la naturaleza de estos regímenes políticos- no necesariamente tienen una salida



El mito soy yo


– Comparativamente a lo logrado en Venezuela alrededor de la noción de la “revolución bolivariana”, ¿El correísmo logró construir una identidad política en torno al llamado “Buen Vivir” o a su partido Alianza País?


– Creo que no. En el caso venezolano tiene que ver con la fuerza del liderazgo de Hugo Chávez en relación al de Correa. Digamos que el chavismo se movió discursivamente en torno a una frecuencia mucho más mitológica, como lo del culto a Bolívar. En cambio acá no hay algo similar. El Buen Vivir no reemplaza a ese mito fundacional tan fuerte. El correísmo no ha logrado esos niveles importantes de apoyo sobre la base de una conciencia profunda. Creo que en 2017 puede pasar algo similar a lo que ocurrió en Venezuela cuando fue elegido Nicolás Maduro. Es decir, que puedan continuar siendo gobierno porque pueden conservar una mayoría electoral. Por ello, otra diferencia es que la composición de la oposición ecuatoriana es distinta a la venezolana: Aquí hay dos oposiciones muy diferentes. Pero podría darse que en 2017 pudiera reelegirse un gobierno de Alianza País como fue elegido Maduro, o porque el propio CNE, que en Ecuador se llama igual, haga alguna maniobra que impida un recambio. Pero allí va a pasar algo similar, el desgaste del gobierno, con un liderazgo mucho menos potente y en una situación de agravamiento de la crisis económica, posiblemente conduzca a la situación ecuatoriana a lo que ustedes ya están viviendo. Es una crisis ya presente en todos los niveles. Mirándolo este momento hay más posibilidades que exista una continuación electoral del correísmo, sobre todo porque la oposición ecuatoriana no está en perspectivas de lograr algo parecido a lo que fue la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).


Dos oposiciones


– ¿Cuáles son las divergencias internas de las oposiciones al correísmo?


– Hay varias. Una primera es que, a diferencia del chavismo, el correísmo no logró captar a toda la izquierda dentro de su plataforma electoral. Alianza País no es el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). Eso muestra manifestaciones políticas de una izquierda no correísta, sin mucha fuerza electoral pero con mucha amplificación en la visibilidad del debate público, y que además incorpora movimientos sociales importantes, indígenas y sindicales. Existe una oposición social y política desde la izquierda al correísmo y esto en Venezuela no existe porque el Psuv la absorbió. La segunda diferencia es que en el Ecuador todavía están presentes como opciones electorales, aunque débiles, supervivientes del anterior régimen político. Son los casos de Lucio Gutiérrez y Álvaro Noboa. Hay un populismo de derecha que ha persistido, débil, pero existe. Una tercera diferencia es que tienes una derecha también vinculada con el viejo régimen que a su vez también existe. Si bien el correísmo arrasó con los actores del régimen político anterior, no lo logró totalmente. La oposición ecuatoriana es muy heterogénea y muy difícilmente se dé un fenómeno como el de la MUD en Venezuela. Y a eso le sumas el hecho de que no hay, en el caso ecuatoriano, la emergencia de liderazgos jóvenes, similares a los de Henrique Capriles o a Leopoldo López que, aunque proviniendo de la derecha, puedan tener la capacidad de captar todo el espacio de la oposición. Tenemos una oposición tremendamente fragmentada y los sectores de oposición de izquierda, en muchos casos, preferirían al correísmo que a la oposición de derecha. Eso propicia las condiciones para la reelección del correísmo y que el Ecuador en unos 2 ó 3 años se encuentre en la misma situación que está Venezuela en este momento. Para resumirlo todo: creo que el Ecuador está a 4 ó 5 años atrás de lo que ha sido el proceso venezolano, si es que de alguna manera uno puede pensar que estos son procesos que tienen lógica o trayectoria de consolidación o de desgaste.


– A lo interno de Alianza País, ¿hay facciones o grupos?


– Sí, como en el chavismo. Pero la diferencia es que ninguno tiene una alianza militar. Aquí los militares están por fuera. Hay un sector más ideológico y otro sector más, digamos, mafioso. Una diferencia gruesa entre el chavismo y el correísmo, y que también se expresa en el caso ecuatoriano, es que el tema comunicación, la potencia del aparato de propaganda es tremendamente fuerte. Es toda una maquinaria con presencia dentro del propio grupo de gobierno. Sin embargo, el liderazgo absoluto de Correa dentro de todas las facciones es determinante. Creo que el sector que va a ganar la mano dentro del gobierno es el sector más mafioso del correísmo, el que maneja los negocios, la facción liderada por el actual vicepresidente. Ese grupo tendrá que pactar con los otros y quizás forme un gobierno muy débil con un Correa que seguirá en la escena, pero que también va a quedar muy debilitado y va a continuar debilitándose, porque al dejar el gobierno la crisis se agravará.


– ¿Es posible hablar de “unidad cívico-militar” a la ecuatoriana?


– Los militares siempre han sido un Estado dentro del Estado en Ecuador y así se han mantenido, a pesar de los intentos divisionistas del correísmo, de antagonizar entre la oficialidad y la tropa, lo que más o menos Chávez hizo. Los militares hoy en Ecuador se mantienen aislados del proceso político, constantemente provocados por el gobierno. Correa les ha provocado en los últimos meses intentando que reaccionen y ocurra una situación de golpe de Estado que incluso le permitiera a Correa un tipo de salida distinta a la prefigurada. Son pocos los oficiales correístas dentro del gobierno. Más bien la oficialidad en su conjunto, y la tropa también, rechaza al gobierno. Y tampoco los militares están en condiciones de reaccionar para generar un tipo de respuesta político-militar al correísmo, que sería nefasto porque eso le ayudaría al gobierno a consolidarse.


– ¿El partido Alianza País intentó promover nuevas estructuras de representación en la sociedad?


– Se intentó pero sin éxito. Acá no hay nada parecido a lo que Chávez logró hacer, de meterse y tratar de organizar desde el Estado a la sociedad. Lo intentaron, por ejemplo mediante “Comités de la Revolución Ciudadana” en los barrios. Han generado sí un tipo de organización paralela, sobre todo a nivel sindical y a nivel indígena, a nivel de la organización de maestros, pero sin mayor fuerza. El tejido organizativo de la sociedad en Ecuador de alguna u otra manera ha logrado con mucha dificultad mantenerse, muy debilitado, pero se ha mantenido. A diferencia del gobierno de Chávez, el de Correa es un gobierno sustentado en la propaganda. Sostengo que el chavismo sí es un movimiento populista, logró tener vinculación orgánica con la sociedad. El correísmo no, porque es más un fenómeno mediático. Por eso el énfasis en la ley de comunicación, en todos esos mecanismos legales a través de los cuales han logrado tener un control del acceso a la información que circula, de las opiniones que se emiten.


– En Venezuela, algunos opositores a Maduro afirman que Correa es un autoritario “eficiente”. ¿Esto también es parte de la propaganda?


– Creo que lo es, pero es algo que se percibe. Aunque es distinto a los niveles de politización, de ineficiencia o corrupción que se han dado en el chavismo. Algunos han dicho que en Ecuador hay un populismo tecnocrático. No creo que sea eso. Opino que la forma de gobierno de Correa es más parecida a la de Álvaro Uribe que a la de Chávez. El ex presidente de Colombia también fue un fenómeno mediático.


Crisis regional


– Con la muerte de Hugo Chávez también se sostuvo que Correa intentó copar el espacio internacional que había dejado el líder venezolano…


– Claro. Lo que pasa es que el tamaño del Ecuador y su proyección económica es muchísimo más pequeña que la de Venezuela. No tenemos el peso geopolítico necesario. Hoy Correa ha quedado como lo que es, no más que eso. Hay que decir que la crisis no es sólo venezolana o ecuatoriana. Las de Brasil y Argentina marcan regionalmente la vigencia o viabilidad de los proyectos de integración que se generaron alrededor de Unasur. Estamos al final de un ciclo, asociado con este boom de los commodities, de los precios del petróleo y de los productos primarios, lo cual -dada la naturaleza de estos regímenes políticos- no necesariamente tienen una salida. Es decir, creo que el correísmo puede sobrevivir. Son regímenes muy resistentes al aferrarse al poder porque tienen otro funcionamiento de su lógica de legitimación. A diferencia de regímenes anteriores, que ante una crisis así ya se hubieran desplomado cien veces. No es tan sencilla la transición a la democracia con ese tipo de autoritarismos. En el caso ecuatoriano -más difícil que el venezolano, porque aquí la potencia y su capacidad de comunicación está mucho más desarrollada- es todo un aparato. Es una corporación de comunicación la que se ha creado. Además, y es importante, han logrado aislar su crisis del contorno internacional. Miren lo difícil de aplicar la Carta Democrática en el caso venezolano. Igual va a ser para el caso ecuatoriano, a través del debilitamiento de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Han logrado desactivar los espacios institucionales que internacionalmente operaban como contrapeso. Recordemos el caso de Perú, cuando el colapso del fujimorismo, la Organización de Estados Americanos (OEA) la Comisión Interamericana tuvieron un papel importante. Estos regímenes han logrado mucho más que los autoritarismos del pasado.


∗ Rafael Uzcátegui , periodista, sociólogo y coordinador general de Provea, inicia con esta entrevista una serie de conversaciones con analistas latinoamericanos, quienes comparan los contextos de sus respectivos países con la realidad de Venezuela.


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Published on August 23, 2016 07:44

August 14, 2016

Uniforme mata participación

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Rafael Uzcátegui


En un cuartel no se debate: Se obedece. El campo en disputa actualmente en Venezuela es la posibilidad que las personas puedan incidir en las decisiones que los afectarán en sus vidas, que pueda cuestionar lo que le afecta y que su opinión sea tomada en cuenta. No es un asunto menor en un país que por su Constitución se define, precisamente, como “democracia participativa y protagónica” y que, como nunca antes, la representatividad llevada al extremo haya dado paso a la servidumbre.


La real y efectiva participación se ha convertido en un bien tan escaso como la harina de maíz precocida o el azúcar. Y no hablamos sólo de los obstáculos que se han colocado para que la gente, normal y corriente, active el único mecanismo de democracia directa presente en la híbrida Carta Magna vigente: El Referendo Revocatorio, o que el Ejecutivo pretenda que desapareciendo las elecciones regionales del debate público estas mágicamente terminen por convertirse en polvo cósmico, como gustaba decir el Supremo. Todas las políticas públicas promovidas en los últimos meses llegan al punto y aparte bajo el grito “¡Firrrr! Los gremios laborales se enteraron por Gaceta que les obligaban a un “Régimen Laboral Temporal”. A los sectores médicos, farmacéuticos, de trabajadores hospitalarios o a los pacientes tampoco les preguntan sus ideas sobre cómo superar la crisis sanitaria y de acceso a los medicamentos. En materia alimentaria, el gobierno insiste en medidas que han profundizado el desabastecimiento y la corrupción, haciendo oídos sordos a los planteamientos del sector agroalimentario no estatal y las organizaciones de derechos humanos. A golpe y porrazo, tras el trabajo de la infantería de Jorge Arreaza y los falsos aliados de la causa aborigen, los indígenas son obligados, de muchas maneras, a dar su apoyo a los proyectos de megaminería que destruirán su hábitat y su modo ancestral de vida. Como recuerda Arconada, Mosonyi y Lander (Edgardo, no Luis), cualquier atisbo de crítica desde sus propias filas tiene como destino la retaliación, la criminalización y el descrédito. Si Bertolt Brecht tuviera que ser confundido, por segunda vez, por un poema que no escribió, su primera línea declamaría “Primero vinieron a buscar a los opositores y no dije nada porque yo no era opositor”.


Los hechos nos vuelven a recordar, amargamente, que detrás de la personalización extrema del poder no hay ningún proyecto rupturista ni revolucionario, sino la aglomeración de las “soledades burocráticas sin ilusión” (Debord). Sin embargo, según la última encuesta Keller y Asociados, las Fuerzas Armadas han alcanzado un inédito 77% de desaprobación. Y como hay un universo de futuro después del bolivarianismo, tenemos la posibilidad de dejar atrás una de las taras fundacionales de la venezolanidad: El culto a las medallas y charreteras, comenzando a ponernos de acuerdo, fuera de los muros de los cuarteles físicos y mentales, sobre cómo reconstruir un país para todos y todas. @fanzinero (Publicado en Tal Cual)


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Published on August 14, 2016 18:45

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Rafael Uzcátegui
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