Mikel López Iturriaga's Blog, page 20

September 7, 2014

Revuelto de trastos: las ollas de cristal, la cafetera para microondas y los sushi transformers

Desde una galaxia muy muy lejana, vuelve esplendoroso el revuelto de trastos, esa sección que aburre profundamente a los gadgetófobos pero entusiasma a los adictos a los chiribichis de cocina. Lo sé, han sido unos meses muy duros sin él, pero esta entrega saciará vuestra necesidad de artefactos para guisar, electromésticos curiosos, moneces, juguetitos y demas objetos imprescindibles para realizarse como persona en la sociedad contemporánea.


Ollas de cristal


Supongo que serán más delicadas que una figurita de porcelana de Sèvres, pero la posibilidad de ver a través de ellas cómo se cuece la pasta o cómo borbotea un guiso las convierte en artefactos fascinantes. Están hechas de vidrio borosilicatado, parecen bastante más transparentes que el Pyrex convencional, son obra del diseñador Massimo Castagna y cuestan un ojo y medio brazo: 200 dólares (unos 155 euros) en la tienda del MoMa.


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Platos del sistema solar


Aunque no me gusta nada que no incluyan a Plutón (¿qué modernez es ésta de que no es un planeta? ¿Vivimos entonces un fraude todos los niños que veíamos Destino Plutón?), debo reconocer que me fascina este set de platos de melamina con imágenes de la Tierra, Saturno, Júpiter, Venus y demás pelotillas orbitantes del sistema solar. Cuesta 37 dólares (unos 29 euros) en Think Geek.


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Herbstick


Las hierbas aromáticas son tan dóciles en la cocina como rebeldes en la conservación: en la nevera se ponen pochas a la que te descuidas, y lo de congelarlas picaditas en un táper definitivamente no funciona. El Herbstick trata de solucionar este drama del primer mundo proponiendo un pequeño recipiente de silicona que se rellena de hierbas picadas, se mete al congelador y después se usa como si fuera una especie de desodorante roll-on, frotandolo contra sartenes, cazuelas o contra un rallador. Cuesta 10 euros en Lékué.


Herbstick


 


Spiralizer


El Spiralizer es la típica cosa que te comprarías sólo por el nombre. De alma teletendiesca pero aparente efectividad, este trasto permite cortar toda clase de verduras en espirales o fideos con el mínimo esfuerzo, y me da que puede ser muy útil a la hora de preparar, por ejemplo, unos calabaguetis. Cuesta 36 dólares (unos 28 euros) en Amazon. Otra opción algo más barata es el Lurch Spirali, a 25 euros en Amazon.es.


 


 


Cafetera exprés para microondas


Ideal para las personas incapaces de sobrevivir sin tomar café, la cafetera Piamo promete un expreso de máxima calidad preparado en 30 segundos, dentro de un electrodoméstico que no se suele llevar muy bien con esta bebida: el microondas. Por ahora es sólo un prototipo en busca de financiación, pero lo incluimos por si lee esto algún emprendedor cafeinómano y decide apoyar el proyecto.


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Wonderbag


Pones a calentar la cazuela. Cuando hierve, la retiras del fuego y la metes en la Wonderbag. La cierras bien y la dejas durante unas cuantas horas. El material aislante retiene el calor y la comida se hace como si estuviera en un slow cooker. Y así no sólo ahorras energía, sino que contribuyes a un proyecto humanitario: por cada Wonderbag que se vende en Occidente, otra es donada a una familia necesitada en África. El precio de esta bolsa mágica, promovida por una extraña pareja (la granjera y promotora social surafricana Sarah Collins y el CEO de la multinacional alimentaria Unilever), es de 54 dólares (unos 42 euros) en Amazon.


Wonderbag


 


Sushi transformers


Un revuelto de trastos sin un juguetito no sería un revuelto, y por eso están aquí los sushi transformers. 100% útiles para esos momentos de aburrimiento casero, pasan de ser inocentes nigiris a temibles monstruos mecánicos en un pispás. Cuesta cada uno 11 dólares (unos 8,5 euros) en Big Bad Toy Store.


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Máquina de pasta


Todos sabemos lo que ocurre cuando te regalan una máquina tradicional de hacer pasta: a no ser que seas italiano y muy voluntarioso, acabará en el fondo de un armario esperando la próxima glaciación. Las cosas quizá cambien con la aparición de este trasto eléctrico que fabrica los espaguetis el solito de principio a fin, sin que tengas que darle a la manivela ni pasar la masa ochenta veces por el rodillo. Promete medio kilo de pasta en 15 minutos, pero cuesta el pastón de 270 euros en Williams-Sonoma.


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Ollas con tapa-colador


Si hay alguien en el mundo a quien me gustaría entrevistar es al señor o señora que pone los nombres en Ikea. Este genio en el anonimato ha decidido bautizar como Förbluffad a estas nuevas cazuelas del mastodonte sueco de la decoración, que suenan interesantes por su tapa fácil de sujetar que sirve como colador. La pequeña cuesta 20 euros, y la grande, 25.


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Uñas de Candy Crush


Nos despedimos con una idea en plan háztelo-tú-mismo para ti, egoblogger atrevida. Esta chica japonesa con aspecto de niña vieja, que parece la nieta cosplay de María Kodama, ha convertido sus uñas en un anuncio viviente de Candy Crush, y no vemos por qué tú no puedes hacer lo mismo. Si después de ponerte estos cómodos caramelitos en los dedos quieres seguir a la susodicha en Twitter para copiarle más cosas, su cuenta es @harutamusama.


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Published on September 07, 2014 22:00

September 4, 2014

Aló Comidista: "¿Cuál es el truco para comer mucho y no engordar?"

Aló, Comidista vuelve a su cita mensual con el desconocimiento culinario. En este consultorio vale todo: dudas prácticas, enigmas gastronómicos, cuestiones personales o problemas psicológicos y metafísicos. Sólo tenéis que enviarme un mail a elcomidista[arroba]gmail.com, y si la pregunta es interesante para mí y para el resto de la humanidad, os contestaré en la próxima entrega.


Carolina: Se me acusa de ser “lenta” en la cocina y ya estoy harta: quiero LA mandolina, esa que me ahorre el trabajo de cortar verduras en todas las formas imaginables o, tal vez más rápido aún, uno de esos cortadores eléctricos (tan de la Teletienda) que parecen resolver la papeleta en unos segundos. ¿Podrías recomendarme alguno? ¿Prefieres eléctrico o manual? ¿Los usas tú habitualmente? ¿Limpiarlos es un infierno?



Querida Carolina, nunca he tenido un cortador eléctrico de Teletienda, aunque más de una vez me han tenido que atar al sofá para que no cogiera el teléfono, llamara y me comprara uno. Yo te recomendaría que no te fiaras de ninguno de sus inventos mágicos. Por mi parte, estoy feliz taylor con mi mandolina manual, una Vogue que me regalaron mi hermano y mi cuñada hace un par de eones y que corta casi tan bien como el primer día. Y no, limpiarla no es ningún infierno: las piezas se desmontan con facilidad y muchas veces basta con pasarlas por agua.


VG: Quiero preparar algo calientito para el otoño con lo que pueda impresionar a mi pareja (un alemán enorme medio hipster, aunque pronto espero cortarle la barba). He pensado en un buen plato de alubias, pero eso no tiene nada de espectacular... ¿o sí? Podrías darme algunos consejos para "tunnear" un plato de alubias y volverlas un plato más... más... más... ( tú me entiendes). P.S. Estás adorable en la foto con el perrito, aunque también deberías quitarte la barba.


Querido VG, pues no, no te entiendo. ¿Qué tienen de malo unas alubias tradicionales para no poder impresionar a un alemán? Lo importante es que te queden tiernas, con el caldito espeso, y que las hagas con unos sacramentos de primera, no inventarte "tunneos", como dices tú, rarunos. Ahora bien, si lo que quieres es que tu novio vea que te has gastado panoja en el plato y se muestre por ello más proclive a un coito pos alubial, entonces quizá deberías apostar por unas pochas con almejas. Ya, ya sé que el nombre de este plato no es lo más gay del mundo, pero piensa que la pocha es -en mi nada humilde opinión- la reina de las legumbres, y unas buenas almejas siempre dan nivelón. Y por favor, ni se te ocurra afeitar a tu novio. ¿No ves que un hipster sin barba es como un Sansón sin melena o una Alaska sin tetas?


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Hipster con rulos. / FRANK151

 


Alfredo: Me gusta tu trabajo, así que he "fabricado" en mi web un mapa de google con todos los restaurantes de Barcelona y Madrid que mencionas en tus artículos de El Comidista con un enlace a cada una de las menciones. Lo seguiré actualizando. En fin, si te quieres echarlo un vistazo y te gusta quizás quieras compartirlo con tus seguidores.


Querido Alfredo, picueto me has dejado con este mapa y con el trabajón que te has tomado para recopilar e incluir toda esa información. Esto es ser un fans y lo demás son tonterías. No querrás casarte conmigo, ¿verdad? ¿O trabajar una temporadita en El Comidista? Tú te pones con el blog y ya si eso me llamas cuando haya algún problema...


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Así, sí. / I GO BARCELONA

 


Joaquín: Como puedo patentar y producir para la venta un fondo unico para asar al horno y como envasarlo.


Querido Joaquín, ya estaba tardando en llegar la primera pregunta desde un sanatorio mental. Yo sé que tú me hablas pero no te entiendo ná, Lauren. No sé si quieres patentar una bandeja de horno, un fondo de cocción o un fondo de pensiones, y me explico aún menos por qué consideras que yo voy a saber de estas cosas. Así que lo más que te puedo recomendar es que respires hondo, te tranquilices y mires a los pajaritos por la ventana, que ahora llega Sor Ivonne con tus medicinas.


Alberto Sin Apellidos: El otro día unos amigos que habían trabajado en un restaurante comentaban que su jefe, italiano, decía que la carne de ternera como más rica estaba era cuando empezaba a pudrirse. ¿Cuánto de cierto tiene esa afirmación? A mí me parece una cerdada que espero no pongan en práctica.


Querido Alberto, la maduración, que supongo que es de lo que hablaba este señor italiano, no es ninguna cerdada. En cierta forma, toda la carne que comemos está un poco podrida: intenta comerte un filete de vaca recién sacrificada y ya verás que suela de zapato correosa más buena. Los procesos de envejecimiento de la carne son bastante populares en muchos países del mundo, y consiguen texturas más tiernas. Ahora bien, siempre se deben hacer a temperatura y humedad controladas, para que la descomposición no se salga de madre. En El Capricho, un restaurante perdido de León al que peregrina gente de todo el planeta (tienen "la mejor carne del mundo", según la revista estadounidense Time), sirven chuletones que llevan hasta 5 meses en la cámara. Pero insisto, esto lo hacen los expertos con mucho cuidadín: no se trata de comerse el filete marrón con olor a cuco que lleva 10 días en la nevera.


Maika: ¡He visto esta palmera de langostinos y he pensado en ti!


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Querida Maika, gracias por recordarme cuando ves esta clase de horrores. Tu foto me ha recordado a una película que me impactó mucho de niño, Cuando ruge la marabunta. He imaginado mi cuerpo cubierto de langostinos reptantes moviendo las antenas y subiendo hacia mi cabeza y ARRRRGGGGHHH.


Raúl: Querido Comidista: sólo te había leído hasta ahora, pero se ha puesto a llover a mares y me encuentro encerrado, solo y aburrido en casa, así que te he buscado en YouTube. Tengo que decir que me ha sorprendido y gustado tu voz grave aguda (con gallos) de machorro gayer, incoherente con tu aspecto de niño bueno. En una de las entrevistas me ha encantado también ver cómo te daba vergüencita decir que algunos lectores se enamoran de ti. Has empezado a contarlo, te has dado cuenta de que era una parte muy endogámica de tu blog y que no se iba a entender y te has cortado. Muy mono. No tengo preguntas sobre cocina, sorry. Un besote.


Querido Raúl, ¿seguro que no te tocaste viendo el vídeo? Que esas tardes lluviosas y aburridas suelen llevar al vicio solitario... Que conste que no me importa si lo hiciste; es más, me halaga. Todo lo que dices es muy bonito, sobre todo lo de "aspecto de niño bueno" teniendo en cuenta que poco a poco voy alcanzando la edad de Marujita Díaz. Lo de "voz grave aguda con gallos de machorro gayer" ya lo entiendo menos, pero asumo que es algo positivo así que todo OK. En fin, si lo que has querido con este mail es tirarme los trastos, estoy disponible siempre que estés dispuesto a firmar un contrato en el que te comprometas ingresarme un sueldo Nescafé para el resto de mi vida, a pasearme en un yate por el Mediterráneo y a pagarme un apartamento con vistas a Central Park. 


Pedro: En el mundo de la gastronomía hay mucho fanatismo y muchos intereses mafiosos. ¿Se ha sentido amenazado alguna vez?


Querido Pedro, ni que el mundo de la gastronomía fuera la Gomorra de Roberto Saviano... Reconozco que alguna vez sí he sentido un poco de miedito, sobre todo cuando ha habido polémicas relacionadas con los adictos al gimnasio, los veganos o las malenis: por desgracia para sus miembros cuerdos, en estos grupos humanos no faltan los fanáticos o los pirados capaces de querer degollarte por el simple hecho de defender opiniones distintas a las suyas. Pero vamos, nunca ha llegado la sangre al río, como ocurrió cuando escribía de música y el bajista de un conocido grupo madrileño intentó zurrarme en un bar porque había escrito una mala crítica de un disco suyo.


Carmen: Quería preguntarte si sabes de algún libro que trate de nutrición, sea sensato y no diga muchas pamplinas. En su defecto, también podría ser un libro de recetas que combine el recetario con temas de nutrición.


Querida Carmen, los libros que mezclan recetas y nutrición que conozco no son muy de fiar: suelen atribuir con demasiada alegría atributos milagrosos a los alimentos con poca o ninguna base científica. Dentro del género más teórico, pero divulgativo y fácil de leer, te recomendaría Comer o no comer, que desmonta un montón de mitos sobre la alimentación; Comer sin miedo, del siempre polémico JM Mulet; La cocina y la salud, de Ferran Adrià y Valentin Fuster, o cualquiera de los que ha publicado el nutricionista Julio Basulto.


Araceli: ¿Cómo es posible que siendo un apasionado de la cocina, de comer bien, de disfrutar de ello no estés gordo? ¿Cuál es tu truco?


Querida Araceli, no me privo de nada, pero como pocos dulces, pocos fritos, poquísima carne roja y poquisisísima comida cocinada industrial, a la vez que me apiporro a productos frescos, en especial verduras, frutas, legumbres y pescados. Hago ejercicio dos o tres veces por semana y voy andando (50 minutos ida y vuelta) o en bici (30) a trabajar. Gracias a todo eso tengo este tipazo, sólo enturbiado por una recalcitrante barriguilla que se resiste a disolverse a pesar de los abdominales. A ver si me llaman de Men's Health, como a Jordi Cruz, y termino de labrarme un futuro como musculoquer.


 


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De lechoncillo a Bruce Lee en sólo tres meses. / RETOMH

 


Elektrolu: Hoy por fin, a mis 31 años de vida, he conseguido hacer mayonesa, pero mi felicidad ha sido efímera. He seguido ésta receta pero utilizando sólo aceite de oliva, sin mostaza y añadiendo un dientecito de ajo (juro que pequeño). Todo iba saliendo según lo previsto y aquello tenía una textura espesita que daba gloria verla, pero al probarla su sabor era completamente radiactivo. Para intentar arreglar ese desaguisado le eché un chorrito de leche a ver si se suavizaba, y a la mierda todo: de textura celestial a pseudosopa sin gracia. ¿Qué podía haber hecho para arreglarla sin estropearla? ¿Hay algún truco para darle un toquecito de ajo sin que aquello se convierta en repelente anti vampiros para toda una ciudad?


Querida Elektrolu, mira que os tengo dicho que los ajos crudos los carga el diablo, y que si quieres arroz Catalina. Si quieres aromatizar un poco una mayonesa, puedes frotar el tarro o el bol donde la vayas a montar con un diente de ajo cortado por la mitad; eso será suficiente para darle un toquecillo. Segundo problema: probablemente usaste un aceite de oliva virgen extra bien fuerte, y lo siento mucho por los talibanes del AOVE, pero para mí este tipo de grasa no le va bien a la mayonesa. Mejor usar girasol y, si le quieres dar potencia, mezclarlo con un poco de oliva. En cuanto a la guarrindongada de echarle leche a la mayonesa, posiblemente le echaste demasiada y a lo bruto, y eso destruyó la emulsión. Si quieres aligerarla con algún líquido (el cava, por ejemplo, funciona muy bien), debes añadirlo muy poco a poco y sin dejar de batir.


Diego: Pregusta seria, a aquel lectora una mitad de aguacate?? Se come solo con sal, con lima, con tomate, vamos que no sobra.


Querido Diego, yo tu pregusta entiendo no. ¿Por qué enfadado con esa lectora estás? Si ella conservar el aguacate no sabe, tampoco para ponerse así es. Alterado te noto, ¿desde la Ibor López de Dagobah escribiendo no estarás?


Yoda


 
 
 

 


 


 
 
 
 
 
 
 
Diego, de bajona tras leer la pregunta que ha mandado una padawan. / GIPHY

 


Anabel: Con frecuencia encuentro corchos sintéticos en botellas de vino «muy asequibles». Imagino q así se abaratan costes, pero subjetivamente el vino ya me parece que es de menor calidad que si no lo llevarán. ¿Hay alguna diferencia cualitativa entre el corcho y el tapón sintético?


Querida Anabel, según me ha confesado más de un bodeguero, sí hay diferencia... pero a favor del tapón de silicona. Al principio, éste fue recibido como una herejía. Luego se fue aceptando que funcionaba mejor que el corcho en los vinos jóvenes. Actualmente se está trabajando en la producción de tapones de silicona porosos que permitan la oxigenación, y por lo tanto sean también apropiados para los crianzas y los reservas sin presentar los problemas de conservación de los corchos. Ahora bien, no hay que obviar el factor cultural: el corcho es un material noble cuya visión encaja más con la tradición y con nuestra idea romántica del vino como algo natural/auténtico que la de una silicona de colorinchis. El debate está abierto en el mundillo vinatero... pero por razones económicas, mucho me temo que los corchos acabarán relegados a los vinos de alto nivel.


Chismabeibe: Te adjunto para tu colección una foto que hice del letrero de un restaurante japonés en Düsseldorf. Mi teoría es que tanto el arroz como la fidehuá salen buenísimos si te curras un buen refrito y un buen caldo para cocer, dando prácticamente igual la proteína que le añadas. ¿Qué opinas?


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Querido Chismaibeibe, gracias por la foto, es muy Activia. A ver, te currarás mucho las paellas, pero te diré que no sabes escribir fideuá ni tienes pajolera idea de lo que es un refrito. Aun así tienes algo de razón en lo que supongo intentas decir: las claves para conseguir un arroz de primer nivel son el sofrito y el caldo, cuyo sabor absorbe el cereal. Dicho esto, tampoco es lo mismo rematar con unas microgambas congeladas chungas de Findus que con unas frescas de Dénia o de Palamós.


Laila: Soy estudiante de nutrición y me gustaría crear una red social dedicada a compartir comida (estilo instagram pero sólo para comida) ¿Tienes alguna idea de cómo lo puedo hacer?


Querida Laila, por supuesto que te puedo ayudar. Espera que te mando el curso CCC de informática que hice en el 87 y seguro que te conviertes en la Mark Zuckerberg de la nutrición. Vamos a ver, alma de cántaro, no es que quiera hundir tus ilusiones, ¿pero de verdad crees que el mundo necesita OTRA red social? ¿Y de comida? ¿No crees que ya hay suficientes? ¿Por qué supones que la gente va a querer usar tu red social estilo Instagram si ya está TODO EL SANTO DÍA COMPARTIENDO COMIDA EN INSTAGRAM?


Carlos: Ayer te vi en un reportaje de La 1. Al final del programa estuviste en una bodega que creo que se llamaba Quimet, en Barcelona. Me puedes pasar la dirección y el telf??


Querido Carlos, no, no te puedo pasar la dirección y el teléfono porque si pones en Google "bodega Quimet Barcelona" te salen choporrocientos resultados en los que aparecen, y porque EL PAÍS no me paga por atender a zánganos dispuestos a dar la caca por mail pero incapaces de molestarse en usar un buscador. Y que conste que incluyo esta pregunta por hacerles algo de promo a los chicos de la Quimet, que sirven unas tapas y unos vermuts buenísimos a unos precios muy populares.


Fernando: Desde que probé el arroz carnaroli y arborio par hacer risottos ya no puedo resistirme a utilizarlos para hacer todos los arroces de la casa. Me gustaría saber si en nuestro país hay alguna variedad que por lo menos se parezca a estas italianas. No es por una motivación nacionalista, es más bien económica ya que estas variedades son muy caras tal como las encuentro en los supermercados convencionales.


Querido Fernando, joer qué pesaditos estamos hoy con los arroces... Como me aburre un pelín este tema -y por pura vagancia, tampoco nos vamos a engañar-, he decidido pasarle el marrón a mi amigo Xesco Bueno, chef del restaurante Ca L'Esteve y maestro de arroces en el taller de cocina Sabores. "En este país se cultiva carnaroli y arborio, por lo menos en el Delta del Ebro", asegura. "El arborio en Eroski está a 3,20 euros el kilo. Si 70/100 gr es una ración, ésta nos sale como mucho mucho a 32 céntimos, mientras que la ración de un arroz genérico cuesta 13 céntimos (La Fallera extra). Yo no veo lo de caro por ningún lado: la diferencia de precio es ridícula teniendo en cuenta la diferencia de resultados". Nada más que añadir, salvo que Xesco tiene más razón que un santo.


Inés: ¿Te acuerdas de lo que te dije hace unos días? Te escribí porque las runas me dijeron lo de que un hombre y una mujer te ocultaban un secreto del pasado. Odio darte malas noticias, así que ¡HOY QUIERO DARTE UNA ALEGRÍA: TENGO UN REGALITO PARA TI! Contacté anteayer con mi prima Ada, que vive en Las Palmas, que es la mejor hechicera que he conocido hasta el momento (y he conocido a grandes, te lo aseguro). Le pedí que te creara para ti un hechizo personalizado que te trajera fortuna y buena suerte, porque sé la falta que te hace. Me dio los ingredientes y las indicaciones del hechizo, que ahora te diré sin que me pagues nada por esto, es un detalle que yo te hago porque te aprecio :D, pero hay un inconveniente que quizá perjudique a la efectividad del hechizo si no lo resuelves antes: noto un bloqueo en ti. ¿Tienes preguntas sobre tu destino? ¿Hay algo que quieras saber? Resuelve conmigo estas dudas y así encontrarás paz espiritual completa. Además, así el hechizo funcionará sin trabas.


Ingredientes: Tres velas verdes, un trébol, una semilla, una moneda, una foto tuya y sal.

1º Planta la semilla junto con el trébol y la moneda. Riega cada noche esta semilla, al menos durante 21 noches consecutivas.

2º El mismo día que plantes la semilla y las otras cosas, escribe detrás de tu foto todos tus deseos de prosperidad con un bolígrafo o rotulador verde. Sé realista con lo que pides.

3º Haz un círculo de sal y pon dentro del mismo las 3 velas verdes y tu foto en medio de las 3 velas.

4º Enciende las velas a las 12 de la noche y deja que se consuman. Una vez que se apaguen solas, deshazte de ellas y de la sal (que no se queden en tu casa más de 24 horas). La foto guárdala en un lugar que sólo conozcas tú.


Querida Inés, desde luego que me hace falta un hechizo que me traiga fortuna y buena suerte, y sobre todo que me libere de tener que leer mails como el tuyo- Pero dudo que esta mandanga de las velas verdes, el círculo de sal y la semilla me vaya a funcionar: yo soy más de alas de murciélago, gallinas degolladas y sangre de vírgenes. Además, déjame que te diga una cosita: me parece un poco marrullero por tu parte que andes escribiendo a la competencia. Aló Comidista también es un consultorio esotérico, y yo no voy ofreciendo mis servicios a otras videntes así a lo loco. Tú quédate en tu negociado de personas ignorantes y desesperadas que se creen paparruchas como las runas, y déjame a mí con mi público de perturbados culinarios. Y saludos a tu prima Ada la de Las Palmas, que tiene toda la pinta de ser una charlatana de tu mismo calibre.


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Mikel López Iturriaga, después de probar el hechizo de las velas verdes. / REVEAL

 


Moy: Cuando hacemos ensalada en casa, le echamos mucha lechuga y al final siempre sobra como para dos platos. La pena es que si la dejamos para la cena, se pone blanducha como un muelle de guita. ¿Hay alguna forma para que llegue más o menos fresca a la cena, sin tener que someterla a deconstrucciones, baños de rayos gamma u otros procesos similares?


Querido Moy, lo primero que debes hacer es usar algo de lo que tantas personas que escriben a este consultorio carecen: sentido común. ¿Qué tal si preparas el aliño aparte, o sacas la aceitera, la vinagrera y la sal a la mesa, y que cada uno se aliñe sólo lo que va a comer? La lechuga que sobre la puedes guardar después en un taper con papel de cocina por debajo y por arriba que absorba la humedad, y ya verás cómo se conserva intacta para la cena. Y si has incorporado a la ensalada otros elementos muy acuosos (por ejemplo, tomate), sepáralos y guárdalos aparte.

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Published on September 04, 2014 22:00

September 3, 2014

Hamburguesas de sardinas y judías blancas

Hamburguesas de sardinas


Una bomba de omega 3. / EL COMIDISTA

 


Imagino a los fanáticos de la carne leyendo el titular de arriba y partiéndose el lomo. O indignándose al ritmo del mantra "la hamburguesa de verdad siempre es de vacuno". Pero qué le vamos a hacer: para mí este concepto no es una receta concreta, sino una técnica. Está claro que la hamburguesa a secas, la original, se prepara con ternera o buey, pero para entendernos, creo que no es ningún disparate llamar así a cualquier tortita redonda, pequeña y gruesa hecha de ingredientes picados, que se pase por la plancha para ser cocinada.



Las hamburguesas de pescado azul son una alternativa sabrosa y sanísima a las convencionales, resultan ultrafáciles de preparar e incluso cuelan para alimentar a esos mastuerzos alimentarios que son tantos niños contemporáneos. En el caso de las sardinas, y de igual forma que las albóndigas hechas con éstos pececillos, tienen la virtud de no atufarte en exceso la casa (aunque siempre es mejor cocinarlas con el extractor de humos a toda potencia para evitar riesgos potenciales de eau de fritangue en la ropa. Plan B: ponerte por encima el chándal de Tactel de los ochenta de tu madre).


Como la sardina es un pescado con un sabor bastante potente, creo que a estas hamburguesas les sientan bastante bien unas judías blancas tiernas, que suavizan un poco a la vez que añaden cierta textura. Por lo demás, los aderezos pueden variar a gusto de cada cual, pero garantizo el éxito rotundo de una mezcla de albahaca picada, pan rallado casero, una pizca de ralladura de limón y un toquecillo de ajo. Es importantísimo que las sardinas estén bien limpias de escamas y tripas, y si eres más vago que la chaqueta de un guardia, incluso puedes pedirle al pescatero que les quite la espina.


Dificultad


Tienes que haber trabajado 25 años en Burger King.


Ingredientes


Para 4 personas



500 g de sardinas frescas limpias de cabeza, tripa y espina
300 g de judías blancas cocidas, a poder ser pequeñas y tiernas
1 huevo
1 diente de ajo
2 cucharadas de pan rallado, a poder ser casero
8 hojas de albahaca
1 cucharadita rasa de ralladura de limón
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra recién molida
Ensalada verde para acompañar

Preparación


1. Cortar el ajo en dos y frotar con sus mitades un bol (si se quiere más potencia, añadirlo picado).


2. Poner las judías en el bol y aplastarlas un poco con un tenedor. Se trata de romperlas ligeramente, no de convertirlas en papilla.


3. Picar las sardinas con un cuchillo afilado y añadirlas. Sumar la albahaca picada, el huevo batido, el pan rallado, la ralladura de limón y un chorretón de aceite. Salpimentar, mezclar bien e, idealmente, dejar madurar en la nevera un par de horas (si no hay tiempo, se pueden hacer al momento).


4. Poner una sartén a fuego medio alto. Cuando esté bien caliente, añadir un chorrito de aceite. Ir formando las hamburguesas con las manos y pasándolas por la sartén hasta que se doren por cada lado. Servir inmediatamente acompañadas de ensalada verde.

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Published on September 03, 2014 22:00

September 2, 2014

Así será la nueva Thermomix

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 Digitalizarse o morir. / LE NOUVEAU THERMOMIX

 


Pantalla táctil. Recetas digitales introducidas directamente en la máquina. Diseño más futurista. Éstas son algunas de las innovaciones que presentará el nuevo modelo de Thermomix, que relevará al último que se empezó a comercializar hace ya siete 10 años, el TM 31. Vorwerk, la empresa fabricante, se enfrenta así a los múltiples competidores que le han salido a su electrodoméstico, posiblemente el más exitoso del siglo en España (más de 1,6 millones de clientes, 124.000 piezas vendidas en 2012) a pesar de ser uno de los más caros (casi 1.000 euros).



La sexta versión del aparato desde su aparición en 1968 se pondrá a la venta en septiembre, según apunta la web francesa Le Nouveau Thermomix. Pero la compañía alemana no confirma ni la fecha, ni el precio ni las novedades que incluirá. Fiel a su estrategia comercial, mantiene un silencio sepulcral acerca del asunto: "Vorwerk no comenta sus lanzamientos antes de que se produzcan", aseguran desde su agencia de comunicación.


A pesar del secreto que rodea al invento, más propio de la fórmula de la Coca-Cola, los informes de Wikileaks o los alienígenas de Roswell que de un trasto de cocina, El Comidista ha podido conocer algunos de sus detalles. El más relevante es la digitalización: las nuevas máquinas se podrán programar desde una pantalla táctil y llevarán una entrada en uno de los lados en la que poder conectar una especie de pendrive con forma de pastilla redonda cargado de recetas. Con ellas, la propia máquina te irá diciendo los pasos que tienes que dar para realizar un plato y programará los tiempos y las velocidades necesarias para cada acción.


De esta forma, los libros de recetas se podrán usar a la manera tradicional, es decir, impresos, pero también en formato digital, listos para ser introducidos directamente en el sistema informático del aparato. La "cocina guiada" de la pantalla táctil dejará al usuario ver las recetas completas, sus ingredientes y tiempos de preparación. Se podrán hacer búsquedas por orden alfabético o por categorías, añadir a favoritos determinadas recetas o consultar los valores nutricionales de cada plato. También se habla de una posible actualización de la aplicación para móviles y tabletas que permita la conexión directa de éstos con la máquina.


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Qué bonitas eran naranjas... / THERMOMIX CANADA

 


La Thermomix se convierte así en un robot en el más puro sentido de la palabra, al que sólo le faltarán brazos para sacarte los ingredientes de los armarios y una bandejita para servirte los vinos mientras guisas. Imagino que las críticas de los puristas arreciarán con este nuevo sistema, al que acusarán de destruir la magia de la cocina al transformarla aún más en un puro proceso mecánico. De la misma forma que los menos duchos en las artes culinarias agradecerán que se les faciliten los procesos hasta un nivel submonger, a la vez que se reduce el riesgo de equivocación y de fracaso al mínimo.


El diseño de la nueva Thermomix presenta otras novedades menos impactantes, pero también resultonas: no te masturbará, como afirmaban en El Mundo Today, pero sí contará con un sistema distinto de cerrado de la tapa mediante abrazaderas y unos indicadores que avisan de que el vaso metálico está caliente. Por lo demás, sigue contando con sus accesorios clásicos -el cestillo, la espátula, la mariposa y el recipiente Varoma- y su doble función básica de cortar/remover y calentar a la vez. Para tranquilidad de los que tengan miles de recetas recopiladas, éstas servirán igual con el nuevo trasto.


Con la renovación digital de su aparato estrella, la Thermomix planta cara a otros robots como el Cuisine Companion de Moulinex o el MyCook de Taurus, con funciones similares pero algo más baratos y disponibles en tiendas (Vorwerk sólo vende sus máquinas a través de demostraciones a domicilio). Tras su derrota en los tribunales españoles, que después de una larga batalla desestimaron la demanda contra Taurus por infringir sus patentes, la compañía alemana tratará de convencer al consumidor de que su tecnología es la mejor y que vale la pena el esfuerzo económico que supone adquirirla. Queda por ver si lo logrará con tanto empuje como en los últimos años.

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Published on September 02, 2014 22:00

September 1, 2014

Diez recetas para superar la vuelta a la rutina (epílogo)

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Pensábamos terminar la serie de hit parade veraniegos la semana pasada con las diez recetas que no necesitan fuego, pero por petición popular (bueno, nos lo han pedido unas 8 personas, no es un referéndum nacional pero ya me entendéis) hemos decidido añadir uno más para empezar el año con mejor pie. Porque, digan lo que digan los calendarios, el año empieza en septiembre, y a mucha gente le pilla por sorpresa, sin ganas de volver a la rutina, con la sensación de haberse dejado un pelín –en el mejor de los casos– durante el verano y con pocas ideas para llenar la nevera y la tartera. 




Por eso hemos seleccionado diez platos ligeros y sencillos, pensados para reconciliarse con la cocina 'de diario': es decir, aquella que se prepara con ingredientes baratos y a la que, por cuestiones prácticas, no se le puede dedicar muchísimo tiempo. Recordad que con un poco de imaginación y siguiendo cuatro principios básicos -más verdura y menos carne roja, más cereales integrales, planificar las comidas y no saltárselas, dedicar algo de tiempo a comer y no hacerlo frente al ordenador y algunos otros de puro sentido común– la comida 'de cada día' se convertirá no solo en combustible vital de calidad, sino en un placer asequible. 


Crema de zanahoria, calabaza y naranja


Llevo algunos días viendo en la verdulería unas calabazas que podrían servirle a Cenicienta como vehículo sin que ninguna hada madrina tenga que mediar en ello, así que –alegría, alborozo, redoble de tambores– doy por inaugurada oficialmente la temporada de cucurbitáceas, repescando esta sopa vegana que cumple con todos los preceptos que nos hemos planteado en la recopilación. ¿Que todavía hace calor para cremas? No hay problema, aligérala con más zumo de naranja –no hace falta que sea sanguina– y tómala fría.



Ensalada de patata, hinojo y salmón


Antes de echaros las manos a la cabeza y recordarme que la patata no es precisamente ligera, matizo que lo que os propongo es un tuning de la receta en cuestión. Solamente hay que cambiar la mitad de las patatas por dos manzanas, una roja y una verde, cortadas a dados. ¿Que sigue habiendo patata? Sí, pero creo que un plato con 100 gramos de patata por persona –y que chuta perfectamente como único– se puede seguir considerando ligero.



Cuscús de brócoli con gambas 


Mucha verdura, poca sémola y colas de gambas o langostinos –pueden ser congelados y pequeños, fáciles de encontrar por unos 9 euros el kilo– para crear un trampantojo divertido y lleno de sabor. Ponlo en tu tartera, llévatelo al trabajo (o al instituto, la universidad o donde sea), disfruta y olvida durante un rato el triste destino que nos depara un calendario que ha hecho que los próximos festivos nacionales caigan en domingo y sábado respectivamente.


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Ensalada de garbanzos y pepino con yogur 


Legumbres, pepino, menta y yogur: posiblemente el más complicado de localizar –que no caro– de los posibles ingredientes de esta ensalada sea el eneldo, y ni siquiera es obligatorio. Si creéis que le falta enjundia –pero sin guarrearlo demasiado, por favor– podéis ponerle algún filete de sardina en salazón o un poco de queso feta a trocitos.



Secreto ibérico con ciruelas asadas 


Doy un pequeño salto fuera de El Comidista para rescatar un plato que muestra una cara poco conocida de las ciruelas: la de acompañamiento de una carne (queda especialmente bien con cerdo o pato). Si se le suma un puré de nabo, unas lentejas rojas o un par de cucharadas de arroz integral –en orden calórico ascendiente, pero sin ser una locura ni siquiera escogiendo el arroz– hay un plato único apañadísimo.


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MIREIA RODRÍGUEZ 


Fideos de arroz con pak choi y tofu 


Aunque pueda parecer que algunos de los ingredientes de este plato son exóticos, muchos de ellos pueden sustituirse por un equivalente fácil de encontrar en cualquier cocina local. El pak choi es pariente de la espinaca, con lo que el cambiazo es evidente, dos cucharadas de vinagre de vino sustituyen perfectamente las tres de su homónimo chino y en lugar de aceite de sésamo se pueden usar un par de cucharadas de su semilla, o de ajonjolí. Los fideos de arroz y el tofu se encuentran ya en casi todas las cadenas de supermercados, así que no cuelan como difíciles de encontrar (y si lo fueran, se pueden usar brotes de soja y arroz en su lugar).



Tartar de tomate con sardinas 


Desde que las pescaderías de mi barrio han tenido a bien volver a abrir después de sus vacaciones –durante el mes de agosto intentar comprar pescado fresco en Gràcia era tener más moral que los que quieren asustar a Putin con selfies– estoy viendo por todas partes unas sardinas espectaculares. Como en la verdulería también habitan unos tomates bien lujuriosos, creo firmemente que es el momento de recuperar esta receta, que además tiene un halo de sofisticación muy adecuado para superar el bajón posvacacional.



Guisantes con arroz, menta y butifarra


Otra receta para toquetear un poco en pos de la máxima ligereza: si se dobla la cantidad de guisantes (congelados, en este caso, que no es temporada de frescos) y se elimina el basmati, añadiendo solo 100 gramos de arroz salvaje o integral, tendremos un plato igual de sabroso y mucho menos engordante.



Tajín de verduras


Legumbres y hortalizas, hortalizas y legumbres, tanto monta monta tanto en este tándem de la alimentación saludable, que en este caso viene con aire marroquí, picantón, alegre y lleno de colorinchis y sabores. Un guisote reconfortante que, gracias a la ausencia de grasa y proteína de origen animal, sigue estando en la categoría de platos muy asequibles y bastante ligeros, pero a la vez capaces de calentar el cuerpo y el espíritu.



Ensalada de quinoa con manzana, pasas y piñones


Volvemos a escaparnos a El País Semanal por una buena causa: en este caso, una ensalada de quinoa con manzana, pasas y piñones que además, si se tiene olla a presión, se hace en un pispás (si no son 12 minutos extras, que tampoco es ningún drama). La receta está sacada del libro Modernist Cuisine at Home, una maravilla creada por unos señores de mente tan científica como gastronómica que nos han enseñado –a mí y a mucha otra gente, sus fanses somos legión– las bondades de la cocina al vacío o que el microondas sirve para mucho más que descongelar y recalentar.


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MODERNIST CUISINE
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Published on September 01, 2014 22:00

August 27, 2014

Bebidas de verano: chocolate frío sin leche

El Comidista termina hoy su serie de bebidas especialmente apropiadas para combatir el calor, que se han estado publicando cada jueves de agosto. Es hora de que te las tomes todas juntas y cantes conmigo: el final, del verano, llegó, y tú partirás... 


 


Chocolate helado sin leche


Vasitos "no he superado mi infancia". / EL COMIDISTA

 


Es posible que el batido de chocolate clásico bien hecho, con toda su cremosidad y su poder lácteo, sea imbatible. Sin embargo, a mí hay veces que me llena demasiado: o eres un adolescente ávido de calorías, o cuando lo tomas te da la sensación de que ya has cenado. Pensando en una fórmula algo más refrescante, adecuada para esta época, el otro día me dispuse a dar con una versión capaz de satisfacer la adicción al cacao, pero eliminando la leche y el azúcar como elementos vacaburrísticos.


Inspirándome lejanamente en el tascalate, esa maravillosa bebida prehispánica de cacao, maíz tostado y chile, y quizá también un poco en el ajoblanco, pensé en una combinación que siempre gana en los postres: chocolate, almendra y naranja. El resultado fue un batido no sólo delicioso, sino apto para veganos e intolerantes a la lactosa y un poco (tampoco mucho) más ligerito que la versión clásica. Ah, y recordad que ésta es la última entrega de la serie de bebidas de verano: si no os pone palotes, podéis preparar el batido de melón y aguacate, la limonada de sandía o el cóctel de cerveza y Pedro Ximénez.


Dificultad


Tienes que ser Stephen Hawking.


Ingredientes


Por persona



2 cucharaditas de cacao en polvo
1 cucharada de almendras crudas
1 naranja mediana
150 ml de agua helada
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita rasa de azúcar integral de caña (opcional)

Preparación


1. Exprimir el zumo de la naranja.


2. Triturar a máxima potencia todos los ingredientes, salvo el azúcar, más el zumo.


3. Colar, probar y añadir el azúcar si se quiere. Dejar enfríar en la nevera y remover otra vez antes de servir. Decorar con un poquito de ralladura de naranja.

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Published on August 27, 2014 22:00

August 26, 2014

Diez recetas que no necesitan calor

En algunas zonas de España estamos viviendo un pseudoverano, un verano otoñal o un invierno suave en agosto, pero eso no es óbice ni cortapisa para que en otras se estén torrando o para que, en general, no nos apetezca demasiado encender el horno o los fogones en esta época del año tan proclive a la holganza. Por eso el último top veraniego de recetas comidísticas está dedicado a esos platillos que podrías preparar dentro de una nevera, en el Polo Norte o en un día soleado en Marte. Es decir, en frío, sin sofocones y con esfuerzo culinario tendente a cero.



1. Aceitunas rellenas de queso con tomate


Un divertimento estival bien sencillo: hacerse con una manga pastelera o un biberón de cocina y rellenar aceitunas gordal con una fastuosa mezcla de queso rallado, tomate, hierbeciglias y vino dulce. ¿Que no te gustan estos ingredientes? Pues prueba con otras aceitunas tuneadas con limón, ajo e hinojo; con romesco y almendras o con naranja, jengibre y cilantro.


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Almogrotadas perdidas. / EL COMIDISTA

 


2. Hummus


Sí, es una receta más simple que una alpargata y más previsible que un culo en un vídeo de Nicki Minaj, pero el hummus continúa siendo un favorito que nunca defrauda. Si está bien hecho, claro. Para prepararlo a baja temperatura no tienes más que comprar los garbanzos ya cocidos y seguir esta superreceta de Mònica Escudero. Recuerda que puedes manipularlo a tu antojo sustituyendo garbanzos por judías blancas, añadiendo un toquecillo de cebolla caramelizada o alegrándolo con un poco de picante con cayena en polvo.


3. Paté de tomates secos y aceitunas


Una crema para untar con la que triunfas sí o sí, y que no requiere el mínimo esfuerzo si compras los tomates secos ya hidratados en aceite. Ideal para bocadillos playeros o montañeros.


4. Sardinas marinadas con tomate y aceitunas


Todo un hit de este verano, por el que tengo que dar las gracias una vez más a su inspirador, Joan Roca. No hay mejor manera de comer este fantástico pescado veraniego sin atufar la cocina que marinándolo según las instrucciones del maestro, y luego aliñándolo a nuestro antojo. ¿Que las sardinas a tí ni fú ni fá? Pues dale con estos pluscuamperfectos boquerones en vinagre.


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No son de Santurce, pero las traigo yo. / EL COMIDISTA

 


5. Cebiche de bonito con soja


No hay mejor momento en el año para abrir tu cebichería casera que el verano, cuando más apetecen estos pescados frescos, ácidos y, si te apetece, picantes. Uno de mis favoritos -y de los menos ortodoxos y más orientalizados- es éste de bonito con soja, pero en nuestra carta hay otros igual de excitantes, como el de gambas con manzana y plátano o el de lubina, pulpo y aguacate.


6. Lasaña sin horno


Vaaaaaaale, la pasta hay que cocerla, y por eso esta receta no cumple al 100% la premisa de esta lista. Pero piensa que las placas de lasaña se ablandan en un pispás, y que si te pones muy integrista anticalor, también las puedes hidratar dejándolas unas horas en agua tibia.


7. Tartar de salmón y aguacate


Una receta que tiene ya unos añitos pero que no ha perdido ni un gramo de frescura. Su genialidad, que no es mía sino del cocinero y divulgador Pep Nogué, es incorporar salmón ahumado a la mezcla de este pescado fresco con aguacate, lo que multiplica el sabor por tres.


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Supertartar. / AINHOA GOMÀ

 


8. Canelones de verano sin leche, ni aceite, ni pasta


Vamos, que es como si no fueran canelones por lo ligeros, refrescantes y veraniegos que son. El milagro se obra con unos buenos calabacines, tomate, manzana, rúcula, anacardos y otros ingredientes que te convencerán para siempre jamás de que la cocina vegana no tiene por qué ser macrobióticamente aburrida.


9. Pastel de sobaos


No siendo yo goloso ni nada de eso, este pastel consigue sacar el Falete que llevo dentro gracias a su maravillosa mezcla de sobaos empapados en zumo, leche condensada y fruta. Como las fresas no están en temporada, recomiendo encarecidamente sustituirlas por otra fruta que sí lo esté, como el melocotón o la nectarina.

10. Agua de mango, melón y lima

Las aguas mexicanas son una bendición para todos aquellos que quieren beber algo fresco más sabroso que el agua a secas pero menos empapuzante que un zumo o un batido. Ésta combinación de frutas gana siempre, pero si no te gusta o no consigues pillar un mango bien madurito ni aunque te disfraces de Paulina Rubio, siempre puedes optar por el agua de piña y menta.


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Mírame a mí, tengo colorcito. / EL COMIDISTA
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Published on August 26, 2014 22:00

August 25, 2014

Untable de ricotta con ensalada de tomates y aceitunas

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Foto de parvulitos de cámara reflex / EL COMIDISTA 

Aunque he llamado a este receta 'untable con ensalada', podría llamarse con igual propiedad 'ensalada cremosa', 'bruschetta de ricotta y tomate' o de muchas otras maneras. El caso es que tiene un poco de ensalada fresca, una textura cremosa –pero nada pesada– que le va de perlas, y que está pensado para comerlo encima de unas deliciosas rebanadas de pan crujiente y recién tostado (por supuesto, podéis usar pan de víspera: si es de una calidad decente, tostado estará mejor que el del mismo día). A partir de aquí, ponedle el nombre que más os apetezca.



Si tenéis ajofobia porque sois parientes de Vlad Tepes o de otro que yo me sé, podéis pasar de untar el pan, pero esta vez sí os digo que no será lo mismo: sin la potencia del ajo el conjunto se puede quedar un pelín deslavazado. Por lo demás, podéis ponerle a la pastuflis de queso lo que os venga en gana: anchoas o arenque picado, hinojo, pepino –rollo tzaziki-, pimiento, jamon ahumado o frutos secos. Se me ocurren pocas cosas que no combinen, solo hay que tener en cuenta que lo crujiente aguantará ídem más bien poco. 


Una versión más ligera de este entrante-tapa-primero –la verdad, no sé bien qué es– llevaría queso light en lugar de normal, y se comería con crudités de pimiento, pepino, zanahoria, calabacín y demás, pasando del pan (o cortándolo muy fino y sirviendo muy poca cantidad). El sistema para deshidratar un poco los tomates –que en este caso convertirían el plato en un aguachirri en su estado natural– se puede usar cuando se quieren saltear rápidamente los mismos, o para hacer que el pepino, el calabacín y la berenjena más talluditos y amargos 'lloren' parte de su amargor. 


Dificultad


Hay que estrujar, mezclar, cortar y pelar, así que solo es apto para gente que ha hecho un stage en el Noma y a la vez 'telecos'.


Ingredientes


Para la crema



200 g de ricotta
200 g de queso de untar (tipo Philadelphia)
1 cucharadita de ralladura de piel de limón
1 cucharada de hojas de albahaca picadas + algunas muy pequeñas para decorar
1 cucharada de cebolleta (la parte verde) picada
1 cucharadita de perejil picado
2 cucharadas de alcaparras encurtidas (o pepinillos picados, cebollitas, etc...)
Sal 
Pimienta

Para la ensalada



500 g de tomates cherry de pera (si se encuentran, de tipos y colores diferentes)
80 g de aceitunas verdes o negras (o mezcladas)
Sal 
Pimienta
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre de jerez
1/2 cucharada de hojas de tomillo frescas

Para acompañar



1 barra de pan (tipo chapata)
1 diente de ajo
Aceite de oliva

Preparación


1. Mezclar los quesos a temperatura ambiente con la piel de limón, la albahaca picada, la cebolleta, los encurtidos y el perejil. Añadir pimienta recién molida, rectificar de sal, poner como base en un plato o fuente –dejando hueco en el medio, como un volcán pequeño– y mantener en la nevera mientras seguimos cocinando. 


2. Lavar y cortar los tomates (yo he cuarteado los cherry kumato, que eran más grandes, y partido por la mitad los cherry de pera, todo a lo largo). Sobre un colador no muy fino (y con un bol debajo para recoger el jugo y las semillas, que podemos poner en un zumo o usar en otras preparaciones) estrujar los tomates con las manos para que suelten el máximo de agua, salarlos un poco y dejar reposar un rato.


Tiempo aproximado: 20 minutos.


3. Volver a estrujar los tomates y ponerlos en un bol con 2 cucharadas de aceite, una de vinagre, sal, pimienta, el tomillo y las aceitunas. Reservar mientras se corta la barra en rebanadas, se tuestan y se untan por un lado con un poco de ajo y un chorrito de aceite. 


4. Servir inmediatamente la ensalada en el centro del plato donde estaba la crema de queso, con un chorro de aceite de oliva -la tercera cucharada– unas hojas pequeñas de albahaca y el pan tostado caliente. 

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Published on August 25, 2014 22:00

August 20, 2014

Bebidas de verano: cóctel diplomático de cerveza

El Comidista continúa su serie de bebidas especialmente pensadas para combatir el calor. Unas toñan, otras no, pero todas son perfectas para la estación del tú y yo a la fiesta, tú y yo toda la noche.


Coctel de cerveza negra


Hacia el conocimiento por la ebriedad. / EL COMIDISTA

 


Mucha bebida de verano y mucha gaita gallega, ¿pero dónde está el alcohol?, se preguntarán las más Sue Ellen ante la sorprendente abstinencia etílica que hemos mantenido hasta ahora en esta sección. Para aplacar las ansias de este dipsómano e imagino que muy nutrido sector de mis lectores, hoy traigo un bebedizo con alto poder revitalizante. El primero que te tomas te alegra. El segundo te pone en órbita. Y con el tercero ya eres George Clooney en Gravity, todo perdido por el espacio.



Aunque no son muy practicados en España, donde nos cuesta salirnos de la clara, los cócteles de cerveza cuentan con una tradición importante en otros países (por este blog ya han pasado algunos clásicos, como la michelada o el bloody brew). El que propongo hoy es un stout diplomat inventado por Yanni Kehagiaras, del restaurante de San Francisco Nopa, que me gustó por su simplicidad y por una mezcla de sabores que encajan bien: cerveza negra, Pedro Ximénez y ron añejo. Mi versión es menos heavy que la suya -limito bastante la cantidad de ron-, pero creo que funciona igual de bien sin toñarte tanto.


Dificultad


Puede que sea la receta más tonta de la historia de El Comidista. Y mira que es difícil.


Ingredientes


Por persona



250 ml de cerveza negra
1 cucharada de ron añejo frío
2 cucharadas de Pedro Ximénez frío

Preparación


1. Poner el ron y el vino en un vaso grande. Rellenar con la cerveza. Mezclar suavemente y servir de inmediato.

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Published on August 20, 2014 22:00

August 19, 2014

Diez platos de campo y playa

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Tarta salada de verduras y queso: un 10 al aire libre / AINHOA GOMÀ

Seguimos con las listas veraniegas y prácticas de recetas de temporada. Hoy la dedicamos los platos más adecuados para tomarse al aire libre, a temperatura ambiente y sin demasiada producción. En realidad es una lista bastante reducida, hay muchísimas más recetas en El Comidista que se pueden llevar en la tartera –tal cual las planteamos o con un mínimo trabajo de adaptación– pero estas nos han parecido especialmente seductoras, completas y agradecidas. 



Para asegurarse de que un plato es adecuado para llevárselo a la playa, al monte o al trabajo solo hay que plantearse tres cosas. La primera tiene que ver con la comodidad (sobre todo en los dos primeros supuestos): si se puede llevar ya troceado, cortado y listo para comer solo con la ayuda de un tenedor, una cuchara o directamente con las manos, vamos por buen camino. La segunda versa sobre la temperatura: si necesita tomarse muy caliente o muy frío no funcionará, a no ser que nos curremos una serie de infraestructuras bastante engorrosas cuando se trata de pasar el día fuera. Y la última –y más importante– es una cuestión de seguridad: los lácteos como el yogur o los quesos de leche cruda, el huevo sin cocinar (en una tortilla cruda o en forma de mayonesa), pescados o carnes muy al punto y cualquier otra cosa que a temperatura ambiente se convierta en una bomba de relojería bacteriana debe ser descartada. 


Aprovecho para romper una lanza a favor de una de las opciones más prácticas para este tipo de situaciones: el bocadillo. No hace falta sucumbir al de pollo rebozado con pimientos fritos y convertirlo en una bomba calórica, algo seca y complicada de digerir (aunque de vez en cuando no está nada mal). Las verduras frescas o asadas en cantidades generosas –aunque algunas, como el tomate, pueden dejar el pan demasiado blando, si no se toma la precaución de usar algún otro ingrediente como barrera para su jugo–, las carnes o embutidos más magros, el pesacdo en conserva, los encurtidos y muchos otros ingredientes pueden ayudarnos a convertir el bocadillo en una opción sana, completa y fácil de llevar y comer. 


En esta ocasión he cambiado el nivel de frescor con el que acompañaba estas guías por algo que me ha parecido bastante más útil: una guía sobre posibles acompañamientos para redondear la recetilla y minimizar la cantidad de platos a preparar (y tápers que transportar y devolver a casa jamagosos y con restos de liquidillos que posiblemente acabarán en el fondo de la mochila). Recordad que publicaremos las listas todos los miércoles de agosto, y en ellas podréis encontrar platos tan necesarios para sobrevivir a la canícula como las ensaladas que compartimos hace dos miércoles, las sopas frías de la semana pasada y algunas recetas que no pasan por el fuego, para evitar el calor y potenciar la vagancia veraniega. 


Zaluk de berenjenas


“¿Berenjenas cocidas?”, os preguntaréis los habituados a consumirlas asadas, fritas, rebozadas y a la plancha, pero a los que –como a Mikel, supongo, hasta que alguien le chivó la idea– jamás se os ha pasado por la cabeza hervir la berenjena. Para recuperar el nivel de alegría que le da la grasaza, solo hay que jugar con las especias, los sabores ácidos y picantes y añadir el aceite –en menor cantidad del que habría en una fritada, claro–, al final y en crudo.


Acompañamiento: Sémola o bulgur, pasta y un queso bien curado para convertirlo en una ensalada o, para los vagonetas integrales, simplemente pan de pita.


Ensalada de patatas, judías verdes y sardinas


En esta ensalada dimos rienda suelta a dos de mis principales obsesiones (de esa época y de todos los tiempos): las patatas nuevas cocidas y comidas con piel y las sardinas enlatadas 'a la antigua'. El único secreto para que se mantenga fetén, que ya comentamos en su momento, es aliñar previamente solo la patata y la judía con la mitad de la vinagreta, llevando aparte el resto de la ensalada, la vinagreta y las conservas y mezclando justo cuando se vaya a comer.


Acompañamiento: Como ya tiene de todo, solo se me ocurre mejorarlo con una cerveza helada, si tenéis suerte de tener un chiringuito a mano. Una IPA potente, amarga y seca le puede ir de muerte (esto ya es de nota).

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Escabeche rápido de pavo


Nos remontamos a Ondakín para recuperar uno de los escabeches más sencillos, suaves y gloriosos que he probado jamás. Si no os gusta, no os apetece o no tenéis pavo a mano podéis hacerlo con pechugas de pollo –os aseguro que no quedarán secas–, con lomo de cerdo o con atún.


Acompañamiento: Arroz integral (se puede llevar junto desde casa), o basmati (en este caso, mejor mezclarlo en el último momento).


Berenjenas marinadas


¿Otra de berenjenas? ¿Y otra vez casi sin grasa? Pues sí, porque se acerca el final de las vacaciones, tenemos el chopitómetro, el bravómetro y el pescaditofritómetro a punto de reventar y en breve tocará ponerse de nuevo la ropa normal y todo serán llantos y rechinar de dientes. Y, de nuevo, os aseguro que gracias a las especias, y a un sofisticado sistema de hidratación llamado “sumergir las berenjenas en agua”, no os parecerán ni secas ni sosas.


Acompañamiento: Con un extra de queso o una lata de caballa en escabeche añadida en el último momento y un poco de pan de cereales para mojar, tenemos un plato único sencillo pero digno de los Dioses del Olimpo.


Lomo frío con aceitunas y pimentón


Conseguir que el lomo de cerdo quede tierno y meloso y no como la suela de una zapatilla tiene muy poco truco (pero no todo el mundo lo sabe): hay que usar una pieza grande, no pasarse con el tiempo –no solo la ternera pide una cocción más corta y algo de reposo–, no dejar que se desperdicien los jugos y ponerle una salsita ligera que el lomo acabará de empapar.


Acompañamiento: El lugar natural del lomo con salsita y pimientos es atrapado entre dos panes, así que ni os lo penséis.


Tiras de pollo especiado con hummus


Ya sé que hasta los rebozados más extra-super-crunchi del mundo se ponen blandos cuando pasan por la tartera, pero el poder del recuerdo es más potente que la lógica, y cualquiera que tenga uno asociado a un lomo o pollo empanado en la playa o el monte sabe que si Proust hubiera probado uno de esos en lugar de una magdalena, hubiera estado buscando el tiempo perdido en 14 volúmenes en lugar de 7. Estos “deditos” van, además, con un hummus para mojar.


Acompañamiento: Una ensalada fresca, por ejemplo de hoja de roble y manzana. O la misma manzana de postre, y arreando.

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Pastel griego de espinacas y feta


Esta tarta salada griega lleva feta sabroso, espinacas jugosas y una masa ligera y crujiente en cada bocado, así que no se le puede pedir más a nivel de placer gastronómico. Aunque la receta original lleva pasta filo, no creo que pase nada grave si usáis hojaldre si no tenéis esas delicadas hojillas comestibles a mano. Además, si pronuncias spanakopita así como intentando decirlo en español-griego inventado sonarás como Tony Soprano regalándole a alguien a unos zapatos de hormigón (o así me dijo un amigo ateniense que sonaba yo, y me hizo mucha ilusión).


Acompañamiento: Es bastante completa, así que yo le pondría algo de beber, como un té con menta bien frío (otra vez dependemos del chiringuito o la neverita portátil, pero el mundo de la bebida fresca es así).


Rosbif curado con mostaza y romero


La única complicación que tiene este plato es acertar con la relación entre el tamaño y la forma de la pieza y su tiempo de cocción y ser capaz de marinarlo durante 12 horas: el resto es de Parvulitos de las Carnes. Si queréis optimizar el rato de horno podéis preparar el doble de cantidad (aguanta el congelador perfectamente) o meter unas patatitas de platillo para acompañar el rosbif u otra cosa.


Acompañamiento: Mikel aconseja “servir con ensalada, puré de patata o chutney”, pero yo he recordado el bocadillo que preparamos para este brunch y tampoco me parece ningún mal plan.


Tarta de manzana, Idiazábal y bacon


Allá por el Mesozoico de nuestra amistad, Mikel, que sabe bien que cocinar para multitudes me pone mucho, me pidió algunas sugerencias para una cena de San Juan en la que tenía bastantes invitados. Una de ellas fue esta atómica tarta de manzana, bacon e Idiazábal cuya sutileza ahumada casa de muerte con la fresca manzana y el gorrino jugosón. La única pega es encender el horno, pero como no hace falta quedarse esperando con las pantorrillas pegadas a él, tampoco es para tanto.


Acompañamiento: Una sidra o un txacolí muy muy fríos (si os acusan de darle al alpiste podéis decir que es por no hacerle un feo al Idiazábal, no por vosotros).


Albóndigas de pavo con garbanzos


¿Puedes negarte a algo que se puede comer con la mano en dos bocados, lleva integrados hidratos y proteínas de calidad y se puede comer a temperatura ambiente cuando piensas en un picnic? Imposible. Solo un detalle: como ya sugeríamos en la entrada original, no os llevéis lácteos frescos cuando vais a churrumaros bajo el sol. Cambiad la salsa por un pebre o pico de gallo, o simplemente el yogur griego por mostaza, un poco de aceite y algo más de vinagre para conseguir una salsa alegre.


Acompañamiento: Una ensalada de tomate –o, si no tenéis ganas de mucha producción, lo que un buen amigo llama “un tomate a bocaos”– le dará el punto de frescor definitivo.


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Published on August 19, 2014 22:00

Mikel López Iturriaga's Blog

Mikel López Iturriaga
Mikel López Iturriaga isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
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