Álvaro Bisama's Blog, page 176
May 16, 2017
La viuda embarazada
ES SORPRENDENTE cómo, en las cuestiones de dinero y política, el panorama del candidato Sebastián Piñera puede cambiar de un día para otro en ciento ochenta grados.
Lo primero fue su publicitado anuncio -un “gesto” unilateral jurídicamente hablando-, de que constituiría un fideicomiso ciego asumiendo obligaciones más allá de las exigidas por la ley e incluyendo en éste a su señora e hijos. Piñera fue el único entrevistado y se explayó remarcando lo personalísimo de su decisión.
El candidato no aclaró, sin embargo, que a continuación de este “gesto”, debería tener lugar un “acto” muy formal, que sí debía ajustarse a la ley y respecto al cual el “gesto” no tenía ninguna posibilidad de realización material. En efecto, correspondía efectuarse la declaración de patrimonio exigida de conformidad a la ley. Dicha declaración obligatoriamente debía circunscribirse al candidato, excluyendo a la esposa e hijos. Además, el valor de los bienes inmuebles se declararía conforme a su tasación fiscal, mientras que tratándose de acciones o valores mobiliarios se informarían por su valor libros.
El “acto” se presentó a la autoridad en forma reservada, pero fue conocido y revelado por la prensa. El resultado de esto fue que los puntos de mayor interés periodístico del fideicomiso, dados a conocer profusamente por el propio Piñera, no coincidieron con la realidad. Así, de la noche a la mañana, la repetida noticia terminó con decepción y críticas después de que La Tercera recordara que un patrimonio conocido por la opinión pública en torno a los US$ 2.700 millones, según la revista Forbes, disminuía a US$ 600 millones y excluía a la familia cercana, todo ello según el “acto” oficial entregado a la autoridad de acuerdo a la ley.
Resulta inexplicable, a estas alturas de su experiencia política, que una mente inteligente y sagaz como la de Piñera no previniera la profunda grieta entre el mensaje y – desde luego, siendo un tema tan sensible- las expectativas que éste generaría- y la realidad que finalmente salió a la luz. El “gesto” tan generoso y grandilocuente que difundió por la prensa como un hecho consumado no es más que un anuncio de algo que ocurrirá y al que aún le quedan muchos pasos por cumplir, lo que exigía mayor calma, quizás más ponderación y menos pirotecnia, sobre todo teniendo en cuenta las reacciones que genera en la opinión pública todo lo que tenga que ver con platas relacionadas de cualquier forma con la política. Más aún en su caso, en que es de sobra conocido que el tema del dinero es la principal herramienta de batalla de sus adversarios políticos y, suponemos, es la razón que lo habrá llevado a pensar en un plan de administración por terceros “más allá de la ley”.
Pero pudo más la naturaleza impulsiva de Piñera. Porque al final se difuminó el sentido del fideicomiso, la gente quedó confundida entre el “gesto” anunciado y el “acto”.
El propio Piñera quedó enredado, algo así como si tuviese que explicar la trama del libro de Martin Amis: “La viuda embarazada”…
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Padre Gatica
“CUANDO UN hombre da su opinión es un hombre, cuando una mujer da la suya también”, Bette Davis. “Para los poderosos, los delitos son cosas que hacen otros”, Noam Chomsky. Internet está repleto de citas como éstas, al parecer practicar el doble estándar y la hipocresía son vicios muy comunes entre los seres humanos.
El Chile de mi niñez era campeón en estas materias. Estaba prohibido importar televisores a color, pero muchos de nosotros vimos las peleas de Mohamed Ali en tecnicolor. Estaban prohibidos los autos de lujo, pero todas las novias del barrio alto eran trasladadas en Mercedes Benz hasta el altar. Estaba prohibido el divorcio, pero con un poco de plata y una mentirita “blanca” se podía anular el matrimonio, y hacer como que nunca existió. El dicho; “el padre gatica, que predica pero no practica”, era un fiel reflejo de nuestras conductas.
Tuve la oportunidad de vivir en EE.UU. a fines de los años 80 y una de los grandes contrastes entre la sociedad norteamericana y el Chile de esa época, era que los estándares morales, cualquiera fueran éstos, se aplicaban a todos por igual. Con el paso del tiempo, la apertura comercial, cultural y política que experimentó nuestro país en los últimos 40 años y más recientemente el acceso infinito a información instantánea que provee Internet y las redes sociales, han permitido que el Chile del 2017 se parezca más a EE.UU. de los 80 que al Chile de los 80. Nuestra tolerancia con el doble estándar ha disminuido notablemente y el castigo social a la hipocresía también. Tanto es así, que es muy probable que muchos de los “Millenias” chilenos nunca hayan escuchado la frase del padre Gatica.
Quizás sea por esta razón que la noticia que conocimos hace algunos días de que el Partido Socialista de Chile, mantuvo por años secretamente inversiones millonarias en acciones de empresas chilenas, mientras sus diputados y senadores discutían leyes y regulaciones que podían afectar el desempeño de dichas inversiones, nos parece impactante e intolerable. Todavía mas vergonzosas son las explicaciones que califican esta acción como un “error”, pretendiendo con esto definir esta conducta como algo involuntario y poco relevante.
Los mismos próceres del PS que han rasgado vestiduras y han estado a punto de quemarse a lo Bonzo en la Plaza de Armas porque Sebastián Piñera no habría vendido a tiempo sus acciones de Chilevision o Lan, o mas recientemente, por haber hecho un pésimo negocio con acciones de una pesquera peruana. Los mismos que han creado comisiones investigadores en el Congreso, han interpuesto demandas ante los tribunales y han trapeado con la honra y la imagen de la familia del expresidente, sin que nada de lo que lo han acusado haya podido probarse. Esos mismos ahora pretenden calificar su propia conducta, que configura un evidente conflicto de interés y un imperdonable secretismo, como un error involuntario.
Supongo que el PS no pretenderá con sus explicaciones que a ellos se les juzgue por sus intenciones, mientras al resto de los chilenos se les juzga por su comportamiento. Aunque hasta ahora la vara de la justicia de los socialistas, parece ser que Sebastián Piñera es un mentiroso mientras no pruebe ser honesto, mientras que ellos son inocentes mientras no les probemos su culpabilidad.
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Los primeros medicamentos en base a marihuana: ¿Hacia dónde vamos?
En Chile, la distribución de todos los medicamentos dentro del territorio nacional está controlada por el Ministerio de Salud, a través del Instituto de Salud Pública (ISP). En consecuencia, la aprobación para producir, importar y comercializar un nuevo medicamento debe pasar necesariamente por el ojo crítico del ISP. De esta forma, el gobierno asegura que la población accederá a medicamentos con antecedentes serios de eficacia (que realmente tienen un efecto terapéutico) y de seguridad (que no producen daño en la forma aprobada de uso).
La señal que entrega el gobierno, al permitir la venta de fármacos en base a cannabis, es positiva porque ofrece nuevas alternativas a los pacientes que padecen dolor. Sin embargo, esta no debiera interpretarse en modo alguno como una luz verde al uso medicinal de la marihuana sin supervisión médica. Muy por el contrario.
Estos nuevos productos han pasado las exigencias del ISP a través de un régimen provisional, especial y diferente de la mayoría de los productos farmacéuticos, en el sentido que no tienen aún un registro sanitario y sólo podrán ingresar un número pequeño de unidades. En consecuencia, ahora es necesario observarlos por un tiempo para verificar en la práctica su eficacia y seguridad.
Esto se conoce como Fase de Farmacovigilancia, que se realiza para todos los medicamentos, con mayor razón para los psicotrópicos. Es en esta etapa cuando muchos fármacos son retirados de circulación por sus efectos adversos. De hecho, así ocurre en Chile y en otros países del mundo. Hay que recordar que los estudios clínicos (en personas) presentados al ISP para solicitar una autorización de ingreso suelen ser realizados en el extranjero, con personas de otras etnias, con perfiles genéticos y en diferentes condiciones ambientales.
El ingreso de estos nuevos fármacos en base a cannabis se ha fundado en que no existían en Chile otros medicamentos derivados de cannabis para el tratamiento del dolor. Esto quiere decir que solo deberían ser prescritos por un profesional calificado y solamente para esa indicación. Sin embargo, en la práctica de la medicina, se dan las llamadas “Off-Lable Prescriptions”, que son los usos de medicamentos en edades, dosis o patologías no aprobadas oficialmente. Esto es prácticamente imposible de controlar.
Algo que no sabemos aún es si estos nuevos medicamentos en base a canabinoides serán más efectivos o más seguros que otros medicamentos para el dolor. Como en todos los temas de salud, tendremos que ser muy cautos y vigilar cuidadosamente la seguridad de nuevos estos fitofármacos. En especial, porque han ingresado a Chile en una condición especial y provisional, la cual no genera un permiso indefinido de uso, sino que es por un periodo corto y para un número reducido de unidades del producto. Es decir, que aún no poseen un “registro sanitario”, el cual es requerido para todos los medicamentos que son comercializados a gran escala en Chile. Como es el caso del medicamento “Sativex”, que también es en base a derivados de Cannabis, pero que fue aprobado en Chile por el ISP para casos de espasticidad, y sí tiene un registro sanitario.
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La transparencia como camino para reconstruir las confianzas
Hace algunos días, el expresidente Sebastián Piñera sumó a su comentado fideicomiso una frase que será recordada: “nunca antes un candidato ha sido tan transparente”, instalando este atributo como el que puede hacer una diferencia transcendental frente a su competencia y con la derivada de que vuelvan a creer en su honestidad.
La hipótesis, desde nuestra perspectiva y experiencia en la construcción de confianza, dista de estar equivocada (va por un camino correcto??).
Desde los resultados del ICREO 2016 – indicador que mide no sólo los niveles de confianza en marcas, instituciones y políticos, sino también las dimensiones que la construyen -, es precisamente la transparencia la dimensión que hoy representa mayores desafíos y oportunidades en la construcción de confianza.
Mientras marcas, políticos e instituciones han mantenido su foco en dimensiones tradicionales como el respaldo y la cercanía (con un 11,7% y 12,3% respectivamente en importancia al momento de construir confianza), las dimensiones más modernas de la confianza, es decir, las más relevantes hoy para las personas, como son la transparencia (29,7%, la más importante), responsabilidad (24,7%) y empatía (21,6%), han quedado relegadas a marcas más nuevas e innovadoras, como Uber, Doctor Simi e incluso algunos políticos, como Gabriel Boric.
En esto vale la pena profundizar en el caso específico de la transparencia, una de las dimensiones más relevantes en la construcción de confianza para las personas, y en la cual los políticos presentan uno de los peores desempeños del ranking.
Desde ahí, no resulta descabellado pensar que nos enfrentaremos a una campaña presidencial marcada por los intentos de transparencia por parte de los candidatos.
Pero al mismo tiempo nos preguntamos, ¿será esto suficiente? ¿Es la lógica del fideicomiso público y abierto el camino para recuperar, realmente, la confianza de los chilenos?
También desde lo que hemos visto a través del estudio ICREO, nos parece que a este punto se suma otra dimensión sumamente relevante para los políticos: la empatía, entendida como la capacidad de una marca, institución o un político no sólo de ponerse en los zapatos de sus clientes/audiencias/electores, sino de poner los intereses de éstos al mismo nivel o por encima de los propios.
¿Qué acciones serán necesarias para cambiar la imagen de una clase política más preocupada de lo propio – o partidista – que de lo ciudadano? ¿Es la transparencia en los intereses económicos suficiente?
Sin duda, es un primer paso desde la transparencia, en la construcción (o re construcción) de la confianza; pero entendemos que ésta se construye desde distintas dimensiones, complementarias. Estos contenidos y reflexiones serán parte del debate que veremos en los meses que vienen como parte del camino hacia La Moneda y el Congreso.
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Sernac, una reforma lejos de los consumidores
*Esta columna fue escrita junto a Karin Moore, Investigadora Asociada Clapes UC.
El proyecto de ley que modifica la ley sobre protección de los derechos de los consumidores se discute en el Congreso desde el 3 de junio de 2014. Las numerosas indicaciones realizadas en este prolongado periodo recogen en parte las observaciones que recibió el proyecto originalmente presentado por el Ejecutivo. Sin embargo, lamentablemente la iniciativa legal se encuentra atrapada en la infructuosa búsqueda de una nueva institucionalidad para el Sernac, olvidando materias que tienen como foco atender los problemas de los consumidores y que exigen especial atención del legislador.
En su lugar, su foco corresponde a un incremento sustancial de las facultades para litigar, sancionar y fiscalizar, basadas en una visión contenciosa que no podría encontrar su fundamento en los casos de colusión de pañales, confort y pollos, entre otros. En ese ámbito Chile ya posee una institucionalidad que ha operado con efectividad. No necesitamos superponer institucionalidades, sino resolver problemas que subsisten sin solución.
El problema fundamental que nos afecta en este ámbito es la asimetría de la información, que se traduce en consumidores sin tiempo o medios suficientes para saber dónde se vende lo que se quiere comprar, al menor precio, de la mejor calidad posible, con la mejor post venta, etc. Ese objetivo se puede lograr empleando la técnica de la ¨zanahoria o del garrote¨(incentivos o castigos), o buscando un equilibrio entre ambos. No obstante el proyecto de ley se centra en el garrote, olvidando la importancia de fortalecer la educación de los proveedores, cualquiera sea su tamaño, y más allá de la sanción, permitirles entender que dar buen servicio a buen precio, a la larga posibilita obtener mejores retornos.
Por otra parte, y curiosamente dadas las facultades de sanción y fiscalización que se entregan al Sernac, no se compensa ese incremento de poder con mecanismos de control dentro del servicio, tales como las buenas prácticas que la OECD propone, a saber que, en lugar de ser un organismo unipersonal, sea uno colegiado a la usanza de la Comisión para el Mercado Financiero.
El proyecto también olvida algunos elementos esenciales y necesarios para toda nuestra institucionalidad: la certidumbre y predictibilidad, pero no solo del control judicial, pues el proyecto afecta con la restricción de la posibilidad de que los tribunales conozcan algunas decisiones del regulador, al no permitirse que sean apelables, sino que también al no establecer la obligación expresa y formal de que el Sernac se deba regir por sus decisiones anteriores, y que previo a un cambio de criterio deba establecer las nuevas condiciones para efectos de que ese cambio pueda ser conocido por los proveedores.
Debemos tener presente que se trata de una reforma institucional, por tanto es fundamental tener claridad sobre los efectos que tendrá el coordinar entre sí las distintas agencias. Esta es una oportunidad para dar forma a un sistema integrado de protección de los derechos de los consumidores.
Si la opción es un organismo público bajo la estructura de superintendencia, los esfuerzos deben estar centrados en dotarlo de un marco regulador que coordine convenientemente la interacción entre un director independiente con atribuciones adecuadamente acotadas, con la labor del Consejo Normativo, al que el proyecto de ley confiere solo facultades para pronunciarse respecto de lo propuesto por el Director Nacional, lo que deja fuera cualquier posibilidad de contrapeso efectivo.
Además, debe generarse una solución viable para resolver el problema regulatorio, aspecto fundamental para posibilitar la intervención del Sernac en las áreas de competencia propias de mercados regulados. Parece indispensable visualizar desde ya los procedimientos y mecanismos de coordinación que permitan zanjar los conflictos que se generen por la regulación de conductas que choquen con los ámbitos de acción de las superintendencias del sector financiero, puesto que el Sernac podrá dictar e interpretar normas de carácter general relativas al consumo.
En el ámbito sancionatorio, es importante contemplar sanciones orientadas en la lógica de lograr entregar la justicia buscada por los consumidores resguardando la proporcionalidad requerida para evitar dañar el desarrollo del mercado. Preocupa que se insista en establecer la aplicación de sanciones por parte del Sernac y se ofrezca como única garantía la separación de funciones al interior de la agencia reguladora, lo que no genera una adecuada certeza y seguridad jurídica.
Los consumidores requieren que se optimicen los procedimientos para que en el menor tiempo se repare el daño causado, se devuelva el precio del producto defectuoso o el reemplazo por otro producto, indemnizando el perjuicio, si corresponde. Las sanciones que se apliquen a los proveedores, si bien podrían ser un disuasivo, no son el centro de los intereses de los consumidores, ni debieran ser el foco de una reforma sustantiva.
Un Sernac dotado de facultades excesivas no es garantía de procedimientos expeditos como tampoco de expectativas cumplidas. Se vuelve urgente trabajar en el fortalecimiento de una institucionalidad moderna, eficiente e imparcial que ponga las necesidades de los consumidores en el centro de la reforma.
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May 15, 2017
Chile en Cumbre sobre la Franja y la Ruta en Beijing
LA PRESIDENTA Bachelet realiza su segunda visita a China. En adición a efectuar una visita de Estado, participa también en el Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta en Beijing, una cumbre que congrega a 28 jefes de Estado y gobierno.
¿Qué tiene que ver Chile con un proyecto aparentemente tan ajeno y tan lejano como éste?
Por sorprendente que parezca, mucho. El proyecto chino de reestablecer la antigua Ruta de la Seda, recorrida alguna vez por Marco Polo, tiene como propósito primordial recrear Eurasia, conectando la zona más dinámica del mundo (Asia Oriental), con el mayor mercado (el europeo). La Iniciativa de La Franja y la Ruta (“One Belt, One Road”, OBOR, en la sigla en inglés), lanzada en 2013, tiene dos componentes : uno terrestre, la Ruta Económica de la Seda, y uno marítimo, la Ruta de la Seda Marítima del siglo XXI. El primero va desde China atravesando Asia Central hasta llegar a Europa. El segundo, desde Guangzhou (la antigua Cantón), cruzando el Océano Índico, subiendo por el Golfo Arábigo y el Mediterráneo, hasta culminar en Venecia. Este año, ya hay servicio de trenes entre ciudades chinas como Chengdu y Xian y capitales europeas como Varsovia y Budapest, acortando mucho los tiempos en relación a la carga marítima.
Hoy, la iniciativa ya es parte del proyecto más amplio de cooperación internacional de China, que incluye el desarrollo de la infraestructura y la conectividad con el resto de los países del mundo como un elemento central de la política exterior china.
Para Chile, que se ufana de su condición de país-puerto y país-puente entre Sudamérica y Asia, OBOR tiene gran trascendencia. El proyecto, presentado por el gobierno chileno, de un cable trans-Pacífico de fibra óptica submarino entre China y Chile, el primero de su tipo entre Asia y nuestra región, es un ejemplo concreto de cómo extender la iniciativa de la Franja y de la Ruta a las Américas, en una época en que la conectividad digital es tanto o más importante que la física.
Más allá del cable de internet, sin embargo, la oferta china de aportar al desarrollo de la infraestructura de Sudamérica y así potenciar los flujos de comercio e inversión con Asia no podría ser más oportuna. Las deficiencias de infraestructura en el Cono Sur (sin ir más lejos) son enormes, y nos restan competitividad. Corredores bioceánicos, túneles transandinos, y megapuertos están entre los proyectos a considerar y que podrían llevar a cabo empresas chinas con vasta experiencia en la materia, materializando nuestro propio viejo sueño de convertir a San Antonio en la Rotterdam de Sudamérica.
En 2050, Asia representará la mitad del producto mundial. En el caso de Chile, la mitad de nuestras exportaciones ya van a Asia, y la cuarta parte a China. En momentos en que se ciernen nubes negras sobre el libre comercio y la globalización (que tan provechosos han sido tanto para Chile como para China), esta Cumbre en Beijing representa una gran oportunidad para dar un nuevo impulso a la conectividad y a los flujos transnacionales de bienes, servicios y capital no solo en Eurasia, sino que en todo el mundo.
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Educación superior
EL PROYECTO de ley sobre Reforma a la Educación Superior evidentemente no resuelve en forma importante las deficiencias ya constatadas en nuestro sector. Es claro que existe la necesidad de legislar para generar un nuevo sistema de educación superior, considerando que el funcionamiento de las instituciones es muy distinto a lo que supone la ley imperante.
Es probable que en la base de las deficiencias esté una visión sesgada sobre lo que ha ocurrido en el sistema, junto con el intento por evitar conflictos con estudiantes y autoridades de instituciones que han sido privilegiadas en todo este proceso.
Existe acuerdo en que es necesario contar con un sistema de aseguramiento de calidad no voluntario, el cual debería permitir la diversidad de proyectos educativos y diferentes niveles de complejidad institucional. Que se plantee como apoyo al sistema interno, que se base en algunos criterios, pero lejos de un “check list” al que tienden los mecanismos demasiado estructurados con muchos estándares.
Debe crearse una superintendencia que fiscalice y vele por el cumplimiento de las normativas legales, pero el proyecto le entrega demasiadas facultades, que permiten arbitrariedades y discriminaciones. La Subsecretaría se mantiene, luego que circuló una minuta que la eliminaba, perdurando una gran confianza en una planificación precisa, lo que no es razonable en una época de tantos cambios culturales, sociales, políticos, económicos y tecnológicos.
Es loable el intento por no tener una ley muy reglamentista, pero se extrema la posible discrecionalidad del regulador para definir normas, especialmente las que dicen relación con la acreditación.
Continuamos observando una incomprensible desconexión de la Educación Superior con la ciencia, tecnología e innovación, que se refleja en la nula referencia al proyecto que crearía el Ministerio de Ciencia y Tecnología. En Chile las universidades hacen una muy alta proporción de la actividad científica; de hecho, el propio proyecto considera a la investigación para definir la acreditación y el financiamiento. Ahora bien, según como sea el apoyo estatal a las universidades, se va a tender a rigidizar el progreso de las instituciones con menor desarrollo relativo de la investigación, lo que resulta más claro al analizar la fórmula para financiar la gratuidad.
Vemos temas que no están adecuadamente interconectados entre sí, porque no se sustentan en una mirada global, coherente con el desarrollo del país, con objetivos de desarrollo del sector y de las instituciones existentes. Robustecer el sistema implica contar con normas claras y comunes para todos los actores, que den soporte a un régimen mixto de educación superior con instituciones orientadas por la calidad de la formación, y que se adecuen con flexibilidad a los nuevos tiempos. Es necesario que las normativas respondan a una mirada de futuro y generen estabilidad a las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica. Debemos considerar que ya el próximo año una buena proporción de los jóvenes que ingresan a la Educación Superior habrán nacido en el siglo 21.
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¿Parques o viviendas?
¡VAYA DISYUNTIVA! Son pocas las oportunidades en las que debemos optar por uno de estos dos bienes públicos tan necesarios. No es la típica disquisición de la inversión pública ejemplificada por la alternativa entre “mantequilla o cañones”. En este caso, la calidad de vida de las familias está directamente condicionada, ya sea en el ámbito colectivo o en el privado, dependiendo de la disponibilidad y acceso a una vivienda digna bien localizada o bien a espacios verdes públicos amplios y de calidad. En otras palabras, ambas generan beneficios sociales, solo que en ámbitos diferentes. O podríamos afirmar que, en falencia o deficiencia de una o de otra, ambas se complementan y/o compensan.
En semanas recién pasadas, los municipios de Las Condes y Vitacura contrastaron sus visiones y diferencias por la prensa y redes sociales respecto del destino de un terreno de propiedad de la municipalidad de Las Condes, pero ubicado en territorio bajo el gobierno comunal de Vitacura. Las intenciones de Vitacura son que se prolongue el parque lineal por la ribera sur del río Mapocho. En tanto, Las Condes quiere llevar adelante un proyecto para más de 500 “viviendas sociales” en el mismo lugar. Respetando la legítima aspiración de ambos y así también la convicción de atender al mandato ciudadano que se les ha encomendado, parece artificial la disyuntiva planteada. ¿Viviendas de interés social o parque? No son contrapuestos, sino ambos necesarios y buenos.
Sin duda alguna, ambos alcaldes son buenos y experimentados “jugadores de póker”. Partida en la que en su apertura, Vitacura tramita una modificación del Plan Regulador para zonificar con uso de área verde el terreno de Las Condes, y luego gestiona un “congelamiento” de los permisos de edificación en la zona para evitar que existan derechos adquiridos que bloqueen la futura implementación del parque. A esa jugada, Las Condes dobla la apuesta e ingresa una solicitud de anteproyecto por 550 viviendas, a solo días antes del inicio del congelamiento; al mejor estilo de un gestor inmobiliario. Luego, en jugadas mediáticas, Vitacura afirma que es un error que Las Condes tenga propiedades en Vitacura, lo cual se origina en la separación de ambas comunas, y Las Condes indica que el cambio de la normativa de uso de suelo es una “expropiación encubierta” y que Vitacura debe pagar el valor del terreno si lo quiere para sí.
Lo más probable es que la resolución de la diferencia entre ambas comunas, así como su cobertura mediática, se centren en un pronunciamiento judicial y en las eventuales compensaciones económicas. Brillará por su ausencia la discusión de fondo respecto del legítimo derecho del propietario de un terreno para desarrollarlo dentro del marco de la ley y que se le trate con atención a sus derechos constitucionales, vis a vis, la necesidad de una adecuada planificación urbana y la generación de bienes públicos urbanos que son fundamentales para la generación de una sociedad-ciudad integrada, equitativa y sostenible. Estos son los temas que debemos consensuar, de lo contrario, la legislación es letra muestra y el abuso de ella por cualquiera sea, público o privado, será pan de todos los días.
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Principialismos de café
La DC está sometida a la mayor encrucijada sobre su rol en el escenario político chileno desde su escisión del Partido Conservador.
Suena fuerte, pero no menos considerable que la descripción de los hechos: por primera vez en más de tres décadas los democratacristianos han decidido separarse de la izquierda para tomar un camino propio en las elecciones presidenciales.
Y hay algunos signos que harían pensar que se lo estarían tomando en serio.
Las claras posturas que en estos días ha manifestado su candidata presidencial, Carolina Goic, han sido un verdadero caldo de cultivo para las críticas de sus, hasta ahora, aliados oficialistas. Y con razón ha causado ronchas, porque ella ha pegado donde las diferencias duelen, por lo marcadas que son.
La senadora Goic sacó la voz por los enfermos. Dijo que no se puede dejar de responder a las necesidades de la gente por ideología y que era fundamental potenciar las alianzas público-privadas. Se echaron abajo seis hospitales, dijo con escándalo, por sesgos ideológicos.
Al día siguiente, las críticas al Gobierno de Bachelet siguieron, esta vez con respecto a la crisis venezolana. Goic pidió el retorno permanente del embajador chileno en Caracas debido a las reiteradas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos que se están cometiendo por la dictadura de Maduro. No podemos permanecer inmóviles, denunció la parlamentaria.
El discurso era perfecto y coherente. Incluso, la candidata salía jugando a lo grande al acuñar un concepto marquetero y pegajoso para describir la causa de todos los males del gobierno: el “idelogismo de café”. Ese que está separado de la realidad, sólo iluminado por sí mismo. La ideología es fe revelada y todo es posible justificado en ella, porque el papel aguanta mucho, sobretodo si se hace acompañado de un rico y calentito café servido en algún despacho gubernamental.
Hasta aquí, la candidata DC había hecho su mejor semana desde que anunció sus pretensiones presidenciales en enero y ya muchos se imaginaban que estaba funcionando el plan para despegarse del margen de error en las encuestas. Pero, todo se derrumbó.
Después de esta puesta en escena, vino la prueba de fuego. La senadora Goic presidía la comisión de salud del Senado y se debía votar la ley de legalización del aborto, que cuenta con la expresa condena del V Congreso Ideológico de su partido.
Era el momento estelar para ratificar que el principio de respeto a los derechos humanos no sólo se defendía para aquellos que eran violentados en dictaduras en el extranjero, sino que también al interior del vientre materno. Lógico.
Asímismo, no había que desaprovechar la oportunidad de estar al lado de los enfermos, no sólo de quienes pueden morir esperando a ser atendidos en hipotéticos hospitales estatales, sino también de aquellos que podrían fallecer poco después de nacer por patologías congénitas letales. Había que defenderlos de los ideologismos sesgados que los consideraban de segunda categoría por estar gravemente enfermos.
Lamentablemente, Carolina Goic optó por la inconsecuencia con los principios que dice defender la DC. Argumentó que el respeto a la vida del niño por nacer era mera cuestión de opinión. Que cada uno decida, dijo. Como si la defensa del primer derecho humano, la vida, dependiera de la simple voluntad de otro. Como si las vidas de los más indefensos fueran prescindibles.
Esta semana, la candidata presidencial de la DC inventó un concepto genial, el ideologismo de café. Y sin darse cuenta, con su actuar permitió reconocer otro término similar en inconsistencia: el principialismo de café.
Demostró, en los hechos, que a la hora de defender los principios de su partido, estos parecen buenos para los Congresos Ideológicos y malos a la hora de votar leyes. En las reuniones partidistas se reflexiona sobre teorías abstractas, para luego redactar sesudos documentos, alrededor de un cafecito. No obstante, no son lo suficientemente fuertes como para defenderlos cuando más se necesita. Son principios que sirven para declaraciones doctrinales, pero que se olvidan a la hora de defender personas concretas.
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May 14, 2017
Cambia, todo cambia
Caminando por la más importante avenida comercial de Chicago pasé frente a una vitrina de una conocida marca de zapatos, que denominaré XYZ, en que un cartel señalaba: “Hemos cerrado esta ubicación, pero usted puede comprar con nosotros 24/7 en XYZ.com”. Pareciera que la “nueva economía” no le está dando tregua al comercio tradicional, ya que los consumidores están prefiriendo las órdenes por internet a la antigua compra presencial.
Hace algunos meses presencié algo parecido al caminar por las calles del Soho en Nueva York. Se veían muchos locales desocupados. Esos locales vacíos en busca de ocupante son mudos testigos de los efectos que la economía digital está teniendo, ya no sólo sobre los negocios, sino sobre las formas de vida de las ciudades mismas.
Detrás de los cambios de hábitos de compra se esconde una nueva propuesta de hacer las cosas que proviene de la llamada economía digital. La penetración de internet y el fuerte crecimiento de la telefonía móvil, la televisión por cable, entre otros, son sólo algunos de sus factores. El mayor efecto de esta revolución tecnológica está en la importancia y rentabilidad del capital humano. Hoy, varias de las firmas más valiosas del mundo fueron fundadas por jóvenes emprendedores en el garaje de una casa hace menos tiempo de lo que se demora un pino en llegar a su estado adulto. Valen billones de dólares, tienen pocos activos físicos y generan más caja de la que son capaces de invertir.
El problema con el capital humano es que cuando su stock crece, los retornos a su inversión aumentan en vez de disminuir. La razón es que la fábrica de capital humano (educación) requiere de mayor proporción de dicho capital que la producción de bienes de consumo o de capital físico. Este hecho empuja a dos formas de equilibrio: una de “subdesarrollo” (maltusiano), donde hay poco capital humano que renta tasas bajas, y otra de “desarrollo”, en que tanto los niveles de capital humano como sus retornos son altos.
Por ello, para abandonar el subdesarrollo se requiere de shocks de productividad o suerte (lo que Gary Becker llama períodos de despegue). El despegue pareciera responder a saltos en el conocimiento científico y tecnológico que ocurren episódicamente. Se necesita un gran empujón para vencer la fuerza gravitacional de la medianía y entrar en la zona gravitacional de rendimientos crecientes del capital humano y su fase de autogeneración.
Esta propiedad de rendimientos crecientes del capital humano explica que la fuga de cerebros se dé contraintuitivamente de países pobres a ricos, y que las actividades de investigación y desarrollo se concentren en los países más prósperos.
Quien no incorpore la capacidad de adaptarse a cambios cada vez más veloces, difícilmente pasará la prueba planteada por ellos. Mantenerse flexible y despierto es un imperativo. Como siempre ocurre, cuando cambian los paradigmas, habrá ganadores y perdedores y la capacidad de progreso de los pueblos dependerá de cuán libre las personas puedan desplegar su creatividad.
Hoy, la gente permanece conectada a la red ocho horas diarias. Más de la mitad del tiempo lo hace a través de equipos móviles georreferenciados que revisan 150 veces al día en promedio. Los computadores en la “nube” procesan la información que captan de los usuarios para las empresas líderes de la nueva economía. Saben exactamente dónde estamos, qué compramos, a qué hora salimos de la casa, cuánto nos demoramos en llegar al trabajo cada mañana. Con ese conocimiento se nos anticipan, descubriendo nuestras necesidades aun antes que nosotros mismos, proponiéndonos alternativas para satisfacerlas.
Esta historia de éxito y cambio plantea desafíos importantes a la política. ¿Cómo las políticas públicas incorporarán la realidad de la economía digital? ¿Es el capital humano trabajo o capital? Si el capital explota al trabajo, ¿también lo hace el capital humano? ¿Los trabajadores calificados explotan a sus pares no calificados? ¿Se puede redistribuir el capital intrínseco que cada cual tiene, o habría que concentrarse en ayudar a que quienes aún no lo han adquirido puedan hacerlo?
En la actualidad, el capital humano representa entre dos tercios y tres cuartos de todo el capital existente, es la principal fuente de riqueza de los pueblos. Pertenece a cada persona, la que es libre de decidir dónde desarrollar sus ideas. Sus pertenencias están en la nube fuera del alcance de los estados. Por lo tanto, los gobiernos deberán prepararse para competir por seducir a los campeones del mundo de las ideas, para que desarrollen sus proyectos en sus países. Pensar en volver a subir las tasas de impuestos a los ingresos de las personas es una mala idea, ya que reduce la rentabilidad de la inversión en capital humano. Las soluciones a nuestros apremiantes problemas deben evitar que algún día leamos un letrero dejado por nuestros jóvenes talentos que diga: ¨Hemos dejado esta ubicación, pero usted puede aún trabajar con nosotros 24/7 en Chile.com”, que se encuentra en otra latitud del mundo.
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